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Así como el Estado, la Institución Educativa Liceo Joaquín F. Vélez tiene la obligación de
garantizar la seguridad humana, es decir, brindar aquellas condiciones jurídico-pedagógicas
que aseguren la sana y pacífica convivencia en las relaciones entre los miembros de la
comunidad educativa, lo cual constituye un principio básico imprescindible para avanzar
hacia el logro de la calidad educativa.
Para este propósito central, todos los estamentos de la comunidad educativa participaron en
la elaboración, aprobación, adopción y promulgación de este documento, un manual de
convivencia escolar, que se erige como estatuto supremo en el ordenamiento jurídico
institucional, con el objetivo de estructurar para esta misma comunidad el estado social de
derecho, entendido como aquel que procura garantizar a sus coasociados el equilibrio y la
armonía en las relaciones pedagógicas, académicas, comportamentales, económicas y
jurídicas, propiciando un orden justo, autónomo y responsable, al tiempo que promueve por
convicción el respeto a los derechos humanos y el afianzamiento de los deberes que implica
cada uno de estos derechos. Asimismo, en reciprocidad los estudiantes, los padres de
familia o acudientes al firmar la matrícula asumen la aceptación del cumplimiento del
presente Manual de Convivencia.
Marco Legal
La Constitución Política de 1991 delega al ámbito educativo, responsabilidades
particulares con respecto a la formación para la paz y la convivencia orientadas al respeto de
la ley, el respeto de la diversidad y las diferencias, la promoción de la democracia y la
resolución pacífica a sus conflictos.
El Plan Decenal de Educación 2006-2016, señala la importancia de construir y forjar una
cultura que permita a través del diálogo, el debate democrático, la tolerancia con el otro, la
solución de conflictos.
Ley 70 de 1993, reglamenta el artículo 55 transitorio de la Constitución Política sobre la
ubicación y conformación de territorios comunales para las comunidades negras, planteando
que el Estado debe reconocer y garantizar el derecho a un proceso educativo acorde con las
necesidades y aspiraciones etno-culturales de estas poblaciones.
La Ley 115 de 1994, establece como uno de los fines de la educación la formación en el
respeto a la vida y demás derechos humanos, a la paz, a los principios democráticos de
convivencia, pluralismo, justicia, solidaridad y equidad en el marco del ejercicio de la
tolerancia y la libertad. Específicamente, el artículo 87 se refiere al Manual de Convivencia,
fijando como una responsabilidad la existencia en cada establecimiento de esta herramienta,
que definirá los deberes y derechos de cada integrante de la comunidad educativa. Y lo
establecido en el artículo 17 del reglamentario1860.
Ley 1098 de 2006. Código de Infancia y Adolescencia, tiene como finalidad la protección de
los derechos de niños, niñas y adolescentes contra el abandono físico, emocional y
psicoafectivo por padres o personas a su cargo, contra el consumo del tabaco, sustancias
sicoactivas y alcohol, contra el reclutamiento, la explotación sexual y el desplazamiento
forzado, a su intimidad mediante la protección contra toda injerencia arbitraria de su vida
privada, protegidos en su dignidad. También establece el respeto por la vida digna de la
población en discapacidad y promueve la convivencia pacífica.
Ley 1482 de 2011, a través de la cual se modifica el Código Penal. Establece que los
hechos de violencia que se fundamentan específicamente en raza, opción religiosa,
ideológica, orientación sexual, identidad de género, nacionalidad o sexo sean castigados
penalmente, también contempla sanciones a quienes promuevan a través de mensajes o
proselitismo acciones que fomenten el odio, la discriminación y el rechazo hacia otras
personas.
Ley 1620 de 2013 y Decreto Reglamentario 1695 de 2013, 1, crean el “Sistema Nacional
de Convivencia Escolar y Formación para el Ejercicio de los Derechos Humanos, la
Educación para la Sexualidad y la Prevención y Mitigación de la Violencia Escolar" 2, busca
contribuir desde los establecimientos educativos, las autoridades educativas locales,
regionales y nacionales, a la formación de ciudadanos y ciudadanas que construyan, desde
los espacios privados y públicos, ambientes de paz y una sociedad democrática,
participativa, pluralista e intercultural. Además dispone la creación de mecanismos de
prevención, protección, atención y mitigación de situaciones que atentan en el desarrollo
integral del y la menor de edad y la convivencia escolar.
Referente Conceptual
OBJETIVOS
1. Establecer orientaciones y normas que modelan las relaciones entre los estudiantes,
docentes, padres de familia o acudientes, administrativos y directivos docentes para
la búsqueda de una sana convivencia escolar.
2. Promover, establecer y hacer valer el respeto de los derechos inalienables de las
personas, de la comunidad educativa, así como el cumplimiento efectivo de sus
deberes, estímulos, obligaciones y prohibiciones.
3. Generar un ambiente propicio para el aprendizaje y formación integral del educando,
en un paradigma democrático con justicia, igualdad, equidad y calidad.
4. Definir y establecer los protocolos a seguir de acuerdo con la tipificación de la falta,
el derecho a la defensa y el debido proceso.
Respetuosa de toda persona, la Comunidad Educativa del Liceo Joaquín F. Vélez reconoce
que además de los derechos establecidos en la Constitución Política de Colombia de 1991,
en sus decretos y actos legislativos reglamentarios, así como, en las demás leyes vigentes
citadas en el marco legal de este Manual, los estudiantes tienen derecho a:
FALTAS
Ajustado a lo dispuesto por la ley 1620 de 2013 y el decreto reglamentario 1965 de mismo
año, se considera que una falta es un evento en el cual se genera el incumplimiento de los
deberes, compromisos y acuerdos, así como el desacato a las normas previamente
establecidas de conformidad con el presente manual de convivencia.
Las faltas y correctivos se trataran de conformidad con lo señalado en el artículo 44 numeral
6 de la ley 1098 de 2006, donde se determina que la institución debe establecer mecanismos
de carácter disuasivo, correctivo y reeducativo. Para la valoración de la falta se tiene en
cuenta:
1. Grado de perturbación ocasionado al desarrollo de las actividades.
2. Motivo(s) que determinaron tal comportamiento.
3. Grado de culpabilidad o institucionalidad.
4. Trascendencia social del perjuicio causado.
5. Concurrencia o reincidencia de la falta.
SITUACIONES TIPO I
Además para la atención a las situaciones tipo I, y de conformidad con el artículo 42 del
decreto 1965, la institución deberá realizar las siguientes acciones:
SITUACIONES TIPO II
Según el decreto 1965 del 11 de septiembre de 2013, Corresponden a este tipo las
situaciones de agresión escolar, acoso escolar (bullying) y ciberacoso (Ciberbullying), que no
revistan las características de la comisión de un delito y que cumplan con cualquiera de las
siguientes características:
a. Que se presenten de manera repetida o sistemática.
b. Que causen daños al cuerpo o a la salud sin generar incapacidad alguna para cualquiera
de los involucrados.
Para la institución son acciones que realiza un estudiante y que como consecuencia de la
misma incumple sus deberes, compromisos y acuerdos, afectando su formación integral, y
por tanto el normal desarrollo del proceso académico y de convivencia, a la vez que agrede
la dignidad, el buen nombre y/o la integridad física y emocional propia y de otras personas, y
de los bienes de la Institución.
Se consideran situaciones tipo II o faltas graves las siguientes:
1. Todas las faltas tipo I se convierten en faltas tipo II cuando un alumno o alumna repite
las faltas cometidas, en este caso no atiende las recomendaciones dadas.
2. Realizar fraude en notas y documentos públicos e institucionales (exámenes, talleres,
etc.)
3. Cometer hurto a otros miembros de la comunidad escolar.
4. Causar daños a bienes materiales institucionales (muebles, paredes, implementos
deportivos, switches, techos, materiales didácticos)
5. Agredir físicamente a otra(s) persona(s)
6. Agredir Verbalmente a otra(s) persona(s) usando un vocabulario soez, de burla, de
humillación o desprecio.
7. Realizar actividades para recolectar fondos como rifas, venta de alimentos y objetos
dentro o fuera, usando el nombre de la Institución sin la debida autorización.
8. Realizar acciones desmedidas de afecto que denoten obscenidad o conducta
exhibicionista durante la jornada escolar.
9. Ejercer influencia negativa o inducir a prácticas nocivas a personas, o grupo de
alumnos o alumnas en detrimento de su integridad física, psicológica y moral de sí
mismo y de los demás.
10. Fomentar desordenes y escándalos que atenten contra la tranquilidad dentro y fuera
del colegio (peleas, discusiones) portando el uniforme.
11. Afectar la estabilidad emocional, física, psicológica y moral de otras personas de la
comunidad educativa, a través de los diferentes medios de comunicación, ya sean
físicos, verbales, o cibernéticos (Bullying o Ciberbullying)
12. Escribir panfletos o dibujar improperios en las paredes, pupitres, tableros y baños
incitando al desorden o que atenten contra la reputación de otras personas.
13. Atentar contra la naturaleza, dañando árboles, plantas y maltratando a los animales
silvestres o domésticos que viven en la Institución
14. El no cumplimiento por las sanciones impuestas por el coordinador o comité de
convivencia.
15. Juegos de contacto que estimulan la agresividad, afectando la integridad física de los
estudiantes.
16. Traer a la Institución revistas, videos, imágenes y fotos con contenidos
pornográficos.
17. Consumo y posesión de bebidas alcohólicas, y sustancias sicoactivas dentro de la
Institución.
18. Porte y uso de armas corto punzantes.
Además para la atención a las situaciones tipo II, y de conformidad con el artículo 43 del
decreto 1965, la institución deberá realizar las siguientes acciones:
Corresponden a esta tipo las situaciones de agresión escolar que sean constitutivas de
presuntos delitos contra la libertad, integridad y formación sexual, referidos en el Título IV del
Libro 11 de la Ley 599 de 2000, o cuando constituyen cualquier otro delito establecido en la
ley penal colombiana vigente. (Numeral 3 del artículo 40; artículo 44 del decreto 1965 de
2013). En otras palabras, Son todas aquellas acciones, actitud o conducta que lesiona en
gran medida los valores individuales y/o colectivos, que atentan contra la dignidad e
integridad física y ética de las personas que conforman la comunidad Educativa.
La Institución Educativa Liceo Joaquín F Vélez para la atención de las situaciones tipo III, a
que se refiere el numeral 3 del artículo 40 del Decreto 1965, deberán desarrollar como
mínimo el siguiente procedimiento:
Primera Instancia. Docente, cualquier miembro de la comunidad escolar conocedor del caso.
Además para la atención a las situaciones tipo III, y de conformidad con el artículo 44 del
decreto 1965, la institución deberá realizar las siguientes acciones:
1. En casos de daño al cuerpo o a la salud. garantizar la atención inmediata en salud física
y mental de los involucrados, mediante la remisión a las entidades competentes,
actuación de la cual se dejará constancia.
2. Informar de manera inmediata a los padres, madres o acudientes de todos los
estudiantes involucrados, actuación de la cual se dejará constancia, a través de una
resolución o acta rectoral.
3. El presidente del Comité Escolar de Convivencia de manera inmediata y por el medio
más expedito, pondrá la situación en conocimiento de la Policía Nacional, actuación de la
cual se dejará constancia.
4. No obstante, lo dispuesto en el numeral anterior, se citará a los integrantes del comité
escolar de convivencia en los términos fijados en el manual de convivencia. De la citación
se dejará constancia.
5. El presidente del comité escolar de convivencia informará a los participantes en el
comité, de los hechos que dieron lugar a la convocatoria, guardando reserva de aquella
información que pueda atentar contra el derecho a la intimidad y confidencialidad de las
partes involucradas, así como del reporte realizado ante la autoridad competente.
6. Además de haber puesto en conocimiento de las autoridades, la situación, el comité de
Convivencia, adoptara de manera inmediata las medidas propias de la institución
Educativa, tendientes a proteger dentro del ámbito de sus competencias a la víctima; a
quien se le atribuye la agresión y a las personas que hayan informado o hagan parte de
la situación presentada. De lo anterior se debe dejar constancia.
7. El Rector como presidente del comité de Convivencia Escolar reportará la información del
caso al aplicativo que para el efecto e haya implementado en el sistema de información
unificado de Convivencia Escolar.
8. Los casos sometidos a este protocolo serán objeto de seguimiento por parte del Comité
Escolar de Convivencia, de la autoridad que asuma el conocimiento del caso y del
Comité Municipal, Distrital, Departamental, de convivencia escolar que ejerza jurisdicción
sobre el establecimiento educativo en el cual se presentó el hecho.
De conformidad con lo establecido en el artículo 31 de la ley 1620, literal 4: Una vez agotada
esta instancia, las situaciones de alto riesgo de violencia escolar o vulneración de derechos,
sexuales y reproductivos de niños, niñas y adolescentes de los establecimientos educativos
en los niveles de preescolar, básica y media que no puedan ser resueltas por las vías que
establece el manual de convivencia y se requiera de la intervención de otras entidades o
instancias, serán trasladadas por el rector de la institución, de conformidad con las
decisiones del Comité Escolar de Convivencia, al ICBF, la Comisaría de Familia, la
Personería Municipal o Distrital o a la Policía de Infancia y Adolescencia, según corresponda.
Solicitar respetuosamente a cada uno de los profesores, la preparación adecuada de sus
clases, así como la puntualidad y responsabilidad en el cumplimiento de sus obligaciones.
13. Toda sanción tendrá un interés pedagógico y al aplicarla se basará en las normas
vigentes y buscará la formación del alumno, sin lesionar su integridad física, moral y mental,
teniendo en cuenta su dignidad humana.