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factores que determinan el

uso de la tierra
El clima. El clima es uno de los factores que influyen de manera directa sobre
la formació n del suelo, pues condiciona la velocidad de meteorizació n de la
roca madre. Los elementos má s importantes del clima en la formació n de
suelo son la temperatura y la precipitació n. Estos dos pará metros del clima
afectan la tasa de meteorizació n química y el crecimiento de las poblaciones
de organismos, así como la velocidad de descomposició n de la materia
orgá nica. Por una parte, el agua es el solvente y medio para todas las
reacciones y procesos del suelo, mientras que la temperatura determina la tasa
de reacciones químicas y la intensidad de la actividad bioló gica.
Biota. La biota está representada por los organismos vivos. Por su actividad
bioló gica, los organismos que integran la fauna del suelo tienen un rol
fundamental en la fragmentació n, transformació n y translocació n de
materiales orgá nicos del suelo. En cambio, las raíces de la vegetació n
participan activamente para la formació n del suelo, ya que son capaces de
crecer dentro de las grietas y fisuras de las rocas, acelerando la meteorizació n.
Las plantas contribuyen a la meteorizació n química debido a que producen
á cidos orgá nicos y dió xido de carbono, que son compuestos que aceleran el
proceso de descomposició n de los minerales y la liberació n de nutrientes
requeridos por las plantas. Por otra parte, la vegetació n crea microclimas por:
reducir la velocidad del viento, formar un á rea de sombreado de la superficie
del suelo. También, los musgos y líquenes que crecen sobre las superficies de
rocas contribuyen al proceso de meteorizació n del material parental.
El relieve. La forma de la superficie de la tierra desempeñ a un papel
fundamental en la formació n del suelo. El relieve influye en la distribució n del
agua recibida por medio de la precipitació n, por lo que afecta directamente el
proceso de la erosió n hídrica. Como regla general, las superficies elevadas con
relieves inclinados o convexos pierden má s agua por escorrentía, arrastrando
sedimentos, por lo que los suelos son má s someros. En cambio, las superficies
má s bajas que son có ncavos o depresivos reciben agua extra y sedimentos, por
lo que el desarrollo de los suelos es má s profundo. Ademá s, en el hemisferio
norte las laderas con orientació n sur reciben má s radiació n solar que las de
orientació n norte, por lo que las laderas al sur son má s cá lidos y menos
hú medos. Tal vez las diferencias entre las temperaturas sean de apenas 2
grados y de humedad sea mínima, sin embargo, los efectos con el tiempo se
maximizan, formando suelos con un contenido de materia orgá nica má s
elevada en las laderas del norte.
La roca madre. Los suelos se derivan principalmente de las rocas, por lo que
se le denomina material parental. Estos materiales definen en gran parte el
color, la composició n, la textura y la estructura de los suelos. Sin embargo, un
mismo tipo de roca puede dar lugar a suelos con distintas características,
dependiendo las condiciones del medio en el que evolucione. El material
parental incide sobre la fertilidad del suelo en muchas maneras. En primer
lugar, el tipo de material parental determina los minerales que predominan en
el suelo. En segundo lugar, el material parental es la principal fuente de los
nutrientes que se liberan en la solució n del suelo, que posteriormente pueden
ser absorbidos por plantas, otros organismos o lixiviados.

Tiempo. La formació n del suelo es un proceso constante que involucra la


interacció n entre el material parental, la biota, el clima, el relieve y el tiempo.
El suelo es un recurso no renovable a corto plazo, debido a que para la
formació n de 1 cm de suelo tienen que pasar cientos o miles de añ os.

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