TEMA 17 – EL SUELO: ORIGEN, ESTRUCTURA Y COMPOSICIÓN.

LA UTILIZACIÓN DEL SUELO. LA CONTAMINACIÓN DEL SUELO.

MÉTODOS DE ANÁLISIS DEL SUELO

1. INTRODUCCIÓN

2. FACTORES QUE ORIGINAN EL SUELO

 La roca madre
 Topografía
 Formadores biológicos
 Clima
 Tiempo

3. EDAFOGÉNESIS
3.1. Procesos edafogénicos básicos
 Fragmentación o meteorización física
 Alteración o meteorización química

4. CONSTITUYENTES DEL SUELO: COMPOSICIÓN

 Constituyentes inorgánicos
 Constituyentes orgánicos
 Fase líquida
 Fase gaseosa

5. EL PERFIL DE UN SUELO: ESTRUCTURA

6. CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS

 Color  Textura  Estructura  pH

7. CLASIFICACIÓN DE LOS SUELOS

7.1. Suelos zonales
 Suelos de climas fríos
 Suelos de climas templados
 Suelos de climas cálidos
7.2. Suelos intrazonales
 Suelos dependientes de la roca madre
 Suelos dependientes de las condiciones locales
7.3. Suelos azonales

8. LA UTILIZACIÓN DEL SUELO

9. LA CONTAMINACIÓN DEL SUELO

10. MÉTODOS DE ANÁLISIS DE SUELOS

 Técnicas clásicas  Técnicas avanzadas

CONTEXTUALIZACIÓN

- 3º ESO. Biología y Geología. Bloque 6: “La actividad humana y el medio ambiente”.

- 1º Bach. Biología y Geología. Bloque 5: “Geodinámica y procesos petrogenéticos”.
- 2º Bach. CTM. Bloque 3: “Los sistemas terrestres”.

BIBLIOGRAFÍA

- Craig, R. J. et al. (2012), Recursos de la Tierra. Ed. Pearson-UNED.

- Cabildo, P. et al. (2012): Reciclado y tratamiento de residuos. Ed. UNED. Madrid.
- Tarbuk, y Lutgens, (2001). Ciencias de la Tierra. Prentice Hall, Madrid.
- Anguita, y Moreno, F. (1991): Procesos Geológicos Externos. Ed. Rueda, Madrid.

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 1. INTRODUCCIÓN

Entendemos por suelo a las diferentes capas de material orgánico e inorgánico que
componen la corteza terrestre y sobre las cuales se desarrolla la mayor parte de los ciclos vitales
conocidos. No puede considerarse suelo el material suelto no consolidado sin materia viva (como
por ejemplo el que recubre la superficie de la Luna) que se encuentra en superficie ocultando las
rocas y al que comunmente se denomina regolito.

La importancia del suelo tiene que ver con el hecho de que es sobre él donde la vida tiene
lugar siendo un elemento natural muy complejo que puede presentar muchas variantes
dependiendo de la región geográfica, de las transformaciones que el ser humano haya aplicado
sobre el mismo, etc. Además, como su regeneración es muy lenta, el suelo debe considerarse
como un recurso no renovable y cada vez más escaso, debido a que está sometido a
constantes procesos de degradación y destrucción de origen natural o antropológico.

Para entender los tipos de suelos y su distribución es preciso considerar primero cómo se
forman y qué factores conducen a su diversidad.

2. FACTORES QUE ORIGINAN EL SUELO

El tipo de suelo que se puede encontrar en un lugar determinado es el resultado de diferentes

procesos que actúan sobre materiales muy distintos. No obstante, se pueden definir cinco
factores principales que actúan en la formación del suelo:

 La roca madre

Es un factor muy importante en la formación del suelo, ya que representa la fuente de los
materiales sólidos. En general, el material parental depende de los constituyentes esenciales de
los minerales que se liberan por meteorización de la roca madre y que permiten la neoformación
de éstos.

Son muchos los parámetros de la roca que inciden en la formación y evolución de los suelos,
pero de ellos podemos destacar tres:

a) Composición mineralógica: aquellas rocas que contengan abundantes minerales

inestables evolucionarán fácil y rápidamente para formar suelos. Otras, que sólo contienen
minerales muy estables como el cuarzo, apenas llegan a edafizarse aunque estén
expuestas durante largo tiempo a la meteorización.

b) Permeabilidad: regula la penetración y circulación del aire y del agua, lo que condiciona de
un modo decisivo la fragmentación, alteración y translocación de los materiales. A mayor
permeabilidad, mayor edafización.

c) Granulometría: expresa las proporciones relativas de las distintas partículas minerales

inferiores a 2 mm de diámetro, agrupadas por tamaños. Cuanto mayor sea el tamaño del
grano menor superficie presentará frente al volumen total del grano y por tanto menos
superficie de ataque presentarán frente a las agresiones del medio.

 Topografía

Controla la distribución de suelos en un paisaje como consecuencia de los microclimas que se

crean en laderas de distinta orientación, debido a la diferente erosionabilidad por la escorrentía
de los distintos tramos en función del ángulo de pendiente y la influencia en los mismos de la
posición de la superficie freática libre.

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  Formadores biológicos

Los animales y los vegetales tienen gran influencia en el proceso de formación de los suelos,
siendo los vegetales los que tienen una influencia más decisiva, tanto la macro como la
microflora (hongos y bacterias). Esta última desempeña un importante papel como por ejemplo el
ejercido por las bacterias Nitrobacter entre otras, que fijan biológicamente el N2 atmosférico
contenido en la fase gaseosa del suelo en forma de nitratos y nitritos aptos para la absorción por
las raíces de los vegetales.

 Clima

Es el factor edafogénico más importante. Distintos tipos de roca madre bajo el mismo clima
producen suelos semejantes, mientras que la misma en climas diferentes origina suelos
diferentes. Los elementos climáticos más influyentes son la temperatura y el balance hídrico.
De este modo, la temperatura condiciona la intensidad de la actividad química del suelo, ya que
la velocidad de las reacciones químicas aumenta con la temperatura. Por su parte el balance
hídrico del suelo influye en el desarrollo de la vegetación y la dinámica de la fase líquida del
suelo.

 Tiempo

Con respecto al factor tiempo, indica el ritmo en la actuación de los procesos, así se habla de
suelos maduros cuando los procesos edafogenéticos han podido actuar el tiempo suficiente como
para haber desarrollado un perfil en equilibrio con las condiciones ambientales. El tiempo para la
formación de estos suelos puede osciliar entre unas cuantas decenas de años y varios miles de
años (en la mayoría de los casos). Por el contrario, los suelos jóvenes son aquellos que
evolucionan buscando un equilibrio ambiental.

3. EDAFOGÉNESIS

En el proceso de formación de un suelo interviene un conjunto de procesos muy

heterogéneos ya que éste se encuentra sometido a las leyes de la litosfera, hidrosfera, biosfera y
atmósfera, es decir, constituye una interfase de todos los subsistemas terrestres.

En la formación de un suelo se pueden distinguir dos etapas:

1ª Formación de un manto de alteración en las rocas, resultante de la meteorización

(mecánica y química) producida por los agentes geológicos externos sobre las mismas. Se
denominan eluvión, si la deposición es in situ o bien coluvión, si los materiales han sido
redepositados.

2ª Instalación y colonización de seres vivos en el manto de alteración. Es la fase decisiva

de la formación del suelo, ya que los microorganismos, con sus procesos vitales y metabólicos,
producen sustancias que continúan con la meteorización tanto física como química iniciada por
los procesos geológicos externos.

3ª Mezcla de todos estos productos minerales, restos orgánicos y sustancias químicas entre
sí y con el agua y el aire intersticial.

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 3.1. Procesos edafogénicos básicos

Afectan tanto a la fase mineral como a la fase orgánica del suelo y actúan en la formación de
todos los suelos. Los procesos básicos de formación de un suelo son:

 Fragmentación o meteorización física. Alteración física de la roca madre por la acción

de los agentes atmosféricos. Las cusas que la originan son:

 Criofractura: el agua penetra en los poros y al congelarse aumenta de volumen

rompiendo las rocas.
 Efecto de descarga: cuando las rocas afloran a la superficie sufren descompresión y se
expanden y fracturan.
 Dilatación/contracción: los cambios bruscos de humedad y temperatura producen
cambios de volumen que fracturan las rocas.
 Cristalización: a partir de soluciones intersticiales que, al crecer, aumentan de volumen y
presionan las paredes de los poros, llegando a romper la roca.
 Acción biótica: las raíces de las plantas invaden las grietas de las rocas y, al crecer,
llegan a fracturar el material encajante.

 Alteración o meteorización química. En contacto con el aire, y sobre todo con el agua
los minerales de las rocas se alteran. Por otra parte, los organismos atacan a los minerales para
extraer elementos nutrientes y los transforman. Los principales procesos de alteración química
son:

 Oxidación/reducción: alteración química de los materiales del suelo por pérdida o

ganancia de electrones.
 Hidratación: las moléculas de agua son atraídas por los minerales que las incorporan a
sus estructuras, como la anhidrita que se transforma en yeso.
 Hidrólisis: reacción química de los H+ y OH- del agua que se intercambian con los
aniones y cationes de los minerales.
 Intercambio iónico: implica la transferencia de iones entre las aguas ricas en uno de los
iones y un mineral rico en otro. Por ejemplo encontramos la transformación de illita,
mineral rico en K, que puede pasar a disolución adquiriendo Mg y dando lugar a
montmorillonita.
 Quelación: es una reacción por la cual las moléculas de hidrocarburos absorben metales;
se trata de un proceso biológico.

4. CONSTITUYENTES DEL SUELO: COMPOSICIÓN

Los cuatro componentes principales de los suelos son:

 Constituyentes inorgánicos

Dentro de los componentes minerales del suelo podemos distinguir aquellos minerales que
persisten con pequeños cambios en su composición, conocidos como minerales primarios (por
ejemplo cuarzo y feldespatos) y otros minerales, como los silicatos de la arcilla y los óxidos de
hierro que han sido formados por alteración de minerales menos resistentes. Son los llamados
minerales secundarios que predominan en la fracción arcilla.

 Constituyentes orgánicos

La cantidad de materia orgánica contenida en un suelo mineral es pequeña pero su influencia

en las propiedades de los suelos es muy grande: agregan las partículas minerales, son capaces

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de retener iones, etc. Se trata de un constituyente transitorio del suelo, permaneciendo desde
unas pocas horas hasta cientos de años.

Además de los residuos de plantas y animales y los productos procedentes de su

descomposición, la materia orgánica del suelo incluye compuestos complejos que son
relativamente resistentes a la degradación. Estos materiales complejos, junto con otros que han
sido sintetizados por los microorganismos del suelo son conocidos como humus.

Aparte de los restos orgánicos muertos, en el suelo también existe materia orgánica viva,
entre los organismos que habitan en el suelo: bacterias, hongos, protozoos, gusanos, arácnidos
e insectos inferiores.

 Fase líquida

La fase líquida está constituida por una disolución acuosa. El agua de la fase líquida del suelo
procede de la atmósfera (lluvia, nieve, etc.) y capas freáticas y puede clasificarse desde un punto
de vista físico en:

- Agua higroscópica: Absorbida directamente de la humedad atmosférica, forma una fina

película que recubre las partículas del suelo. No es asimilable por las plantas.
- Agua capilar: Contenida en los poros capilares del suelo, puede ser absorbible (ocupa
poros de diámetro 0,2-8 micras) o no (menores de 0,2 micras).
- Agua gravitacional: No está retenida en el suelo y puede circular fácilmente.

 Fase gaseosa

La aireación del suelo es un proceso fundamental, ya que en gran parte controla los niveles
en el suelo de dos gases sustentadores de la vida: oxígeno y dióxido de carbono. Estos gases
intervienen en la respiración de las raíces de las plantas y de los microorganismos del suelo y
son responsables de las reacciones de oxidación.

El contenido y composición del aire del suelo está determinado por el contenido de agua
siendo la composición del aire del suelo parecida a la del aire atmosférico, pero mucho menos
constante.

5. EL PERFIL DEL SUELO: ESTRUCTURA

Como los procesos edáficos actúan desde la superficie y van perdiendo intensidad conforme
profundizamos, el material se altera de un modo diferencial, pasando de un material homogéneo,
como es la roca madre, a un material heterogéneo formado por capas con diferentes
propiedades como es el suelo. Es decir, se produce la horizonación del material que queda
estructurado en capas a las que se denomina horizontes y su superposición constituye el perfil
del suelo.

Los horizontes constituyen las unidades para el estudio y para la clasificación de los suelos y
se representan por un código de letras y números. De este modo encontramos:

 Horizonte H - Acumulaciones de materia orgánica sin descomponer (>20 %), saturados en

agua por largos períodos. Es el horizonte de las turberas.

 Horizonte O - Capa de hojarasca sobre la superficie del suelo, sin saturar en agua;
materia orgánica poco o nada transformada, frecuente en los bosques.

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  Horizonte A - Formado en la superficie, con mayor contenido en materia orgánica
(transforrmada) que los horizontes situados debajo. Es un horizonte de fuerte lavado y en
él se pueden diferenciar varios subhorizontes:

- A0. Formado por restos vegetales que constituyen el humus bruto (sin transformar).
- A1. Contiene mezcla de materia orgánica más transformada (humus) y con algo de
materia mineral.
- A2. Predomina la materia mineral sobre el humus.

 Horizonte B - Horizonte de enriquecimiento en uno o varios de estos compuestos: arcilla,

óxidos de Fe y Al, materia orgánica o carbonatos. Presenta colores pardos y rojos.

 Horizonte C - Material original. Sin desarrollo de estructura ni rasgos edáficos. Blando y

suelto, puede estar meteorizado pero nunca edafizado.

 Horizonte R - Material original. Roca dura, coherente.

C y R no deberían ser calificados como horizontes sino como capas, sin embargo, se incluyen
como horizontes principales al considerarse como elementos muy importantes, ya que el suelo
procede de su evolución. De este modo, se denomina suelo maduro aquel en el cual podemos
encontrar todos los horizontes y subhorizontes.

6. CARACTERÍSTICAS DE LOS SUELOS

 Color

Esta propiedad permite deducir rasgos importantes en los suelos: un color oscuro o negro
indica alto contenido en materia orgánica, un color blanquecino indica presencia de carbonatos
y/o yesos, el rojo indica presencia de óxido de Fe, el amarillo presencia de hidróxido de Fe, etc.

 Textura

El suelo está constituido por partículas de diferente tamaño. Conocer la granulometría es

esencial para cualquier estudio del suelo. Para agrupar a los constituyentes del suelo según su
tamaño se han establecido muchas clasificaciones. Básicamente todas aceptan los términos de
grava, arena, limo y arcilla, pero difieren en los valores de los límites establecidos para definir
cada clase.

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  Estructura

La estructura de un suelo se puede definir como "el modo de agregación o unión de los
constituyentes del suelo" (partículas minerales, materia orgánica, etc.). Algunas estructuras son:

 En bloques: fragmentos angulosos y con aristas irregulares

 Granular: si los fragmentos son esféricos
 Prismática: en forma de prismas o columnas
 Laminar: en forma de planos irregulares.

 pH

La acidez del suelo mide la concentración en hidrogeniones (H+) existiendo dos tipos de
acidez: una la activa o real (debida a los H+ en solución) y otra de cambio o de reserva (para los
H+ adsorbidos). Ambas están en equilibrio dinámico. Si se eliminan H+ de la solución se liberan
otros tantos H+ adsorbidos. Como consecuencia, el suelo suele mostrar una fuerte resistencia a
cualquier modificación de su pH.

7. CLASIFICACIÓN DE LOS SUELOS

Los suelos pueden clasificarse de distintas formas siendo las clasificaciones más utilizadas
las que se basan en el perfil del suelo condicionado sobre todo por el clima. Según este criterio
los suelos pueden clasificarse del siguiente modo:

7.1. Suelos zonales

Aquellos que se forman cuando la influencia del clima domina sobre los demás factores.
Son suelos maduros, con buen drenaje. Distinguimos:

 Suelos de climas fríos

 SUELOS POLARES O DE TUNDRA: el hielo impide la acción de la atmósfera sobre la

roca. Contenido en humus escaso. La parte superior del suelo (mollisol) se descongela en
verano, pero la inferior (permafrost) está helada permanentemente.
 PODZOLES: se forman en lugares con vegetación acidófila (coníferas y brezos) lo que le
confiere al suelo un pH ligeramente ácido, que, junto a las abundantes precipitaciones
(más de 1.000 litros/ m2) provoca un lavado intenso. Suelen presentar un horizonte B rico
en materia orgánica, Fe y Al, de color oscuro. El horizonte A es de color claro y muy pobre
en elementos necesarios para el cultivo. Frecuentes por ejemplo en Galicia.

 Suelos de climas templados

Estas zonas se caracterizan por la presencia de dos estaciones bien marcadas: época
lluviosa y época seca. Destacan los siguientes:

 SUELOS PARDOS: No presentan horizontes A y B diferenciados. Vegetación de árboles

de hoja caduca (castaño, haya,...) por tanto, ricos en humus. Son típicos de Centroeuropa.
 SUELOS ROJOS MEDITERRÁNEOS: localizados en regiones templadas de baja latitud
con una estación lluviosa corta y una época de sequía pronunciada en verano. Se
encuentran en países bañados por el Mediterráneo entre otras.
 CHERNOZEMS O SUELOS NEGROS ESTEPARIOS: horizonte A grueso, rico en materia
orgánica y de color oscuro. Sin horizonte B.

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  Suelos de climas cálidos

 CALICHES: de zonas desérticas y subdesérticas. Al predominar la evaporación sobre la

precipitación se forman costras de carbonatos, sulfatos y/o sales. El perfil es BAC.
 LATERITAS: de clima tropical con lluvias muy abundantes en los que se produce el lavado
del suelo en profundidad. Casi no tienen humus. Presentan grandes acumulaciones de
hidróxidos de Fe y Al que les dan color rojizo.

7. 2. Suelos intrazonales

Su formación no depende del clima sino de otros factores y suelen tener mal drenaje.
Encontramos:

 Suelos dependientes de la roca madre

 RENDZINAS: se desarrollan sobre terrenos calcáreos. De color oscuro, sin horizonte B,

poco espesos y poca humedad. De escaso espesor y pobres en humus.
 RANKERS: se desarrollan sobre rocas silíceas. Suelos pobres y poco desarrollados.
Carecen de horizonte B.

 Suelos dependientes de las condiciones locales

 SALINOS O HALOMORFOS: típicos de climas áridos en los que no se produce lavado

vertical hacia abajo o de zonas marítimas desecadas. Su alto contenido en sales dificulta la
existencia de vegetación y, por tanto, la existencia de humus.
 DE GLEY O HIDROMORFOS: se originan en depresiones en las que el drenaje del agua
es malo. Son suelos encharcados en los que se desarrolla gran cantidad de vegetación
que origina turba.

7.3. Suelos azonales

Son suelos inmaduros, ya que se desarrollan en laderas con grandes pendientes o por llevar
poco tiempo evolucionando.

 LITOSOL: suelos rocosos de montañas.

 REGOSOL: suelos arenosos de dunas y aluviones.

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 8. LA UTILIZACIÓN DEL SUELO

Debido a que los suelos sustentan el crecimiento de las plantas con raíces, se encuentran en
la base del sistema alimentario del que depende el ser humano. Constituyen el recurso que
explotamos por medio de la agricultura sin embargo, existen otros muchos usos dados al suelo
como son:

• Mantenimiento de pasto para el ganado.

• Forestal, bien sea para monte maderable y leñoso o monte abierto para el pastoreo.
• Extracción de recursos minerales, energéticos e hídricos, minas, canteras y
perforaciones de gas, petróleo y aguas subterráneas.
• Uso de servicios, para el transporte y las comunicaciones (carreteras, autopistas y vías
de ferrocarril).
• Asentamientos humanos, hábitats rural y urbano, edificaciones, instalaciones
depuradoras y vertidos, etc.
• Otros usos como: recreativo, cultural, científico y de protección de la Naturaleza, parques
naturales, jardines, reservas, etc.

La evaluación de suelos constituye una técnica desarrollada para valorar las aptitudes de los
suelos para sus diferentes usos. Uno de los métodos es el de la capacidad agrológica de los
suelos con vistas a su posible utilización agrícola. Sin embargo, aunque los suelos pueden ser
productivos desde el punto de vista agrícola a través de la irrigación y la fertilización, también
pueden ser destruidos o irreparablemente dañados por agentes naturales o por una intervención
humana poco cuidadosa. Es por ello además, receptor de impactos como la erosión, la
contaminación, la sobreexplotación y el empobrecimiento de su fertilidad, la degradación
biológica, la compactación y la pérdida irreversible del mismo por recubrimientos artificiales.

9. LA CONTAMINACIÓN DEL SUELO

La calidad de un suelo, es decir, su capacidad para desarrollar una serie de funciones, puede
verse afectada negativamente por la contaminación, que puede definirse como la concentración
de un elemento o de un compuesto químico a partir de la cual se producen efectos
desfavorables.

El suelo, por sus características y propiedades se puede considerar como un sistema

depurador ya que es capaz de desactivar los contaminantes, pero esta capacidad no es ilimitada.
No puede asimilar, inmovilizar, desactivar y degradar todos los contaminantes que recibe y por
ello en un momento dado, cuando se superan unos determinados umbrales, puede transferir los
contaminantes a otros medios e incorporarlos a las cadenas tróficas. Se produce entonces una
situación no prevista que ha sido llamada “Bomba Química del Tiempo” que depende de tres
grandes factores: vulnerabilidad del suelo, entrada de compuestos químicos y uso del
suelo.

Algunos de los efectos desfavorables de los contaminantes en el suelo como sistema son:

- Destrucción del poder de autodepuración por procesos de regeneración biológica normales.

- Disminución del rendimiento de los cultivos, con posibles cambios en la composición de los
productos.
- Contaminación de las aguas superficiales y freáticas por procesos de transferencia.
- Disminución de las funciones de soporte de actividades de ocio. Los espacios contaminados
presentan problemas de salubridad para los usuarios.

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 Las principales fuentes de contaminación de los suelos son:

- Fitosanitarios y sus productos de degradación.

- Purines (residuos orgánicos de origen ganadero).
- Lodos de depuradoras.
- Aguas residuales empleadas para el riego.
- Residuos industriales y urbanos.
- Fertilizantes utilizados en exceso.

Todos los compuestos de origen biogénico son fácilmente degradables por microorganismos.
De ahí que el suelo pueda considerarse un depurador natural de los residuos orgánicos. Sin
embargo hay que tener en cuenta que los efectos de un contaminante sobre los organismos
edáficos dependen de su biodisponibilidad, es decir, la disponibilidad de un contaminante con
respecto a un organismo específico.

En cualqueir caso, una vez contaminado un suelo, su descontaminación puede tratarse

mediante técnicas de aislamiento de la contaminación y técnicas de descontaminación. Las
primeras sólo impiden que la contaminación se propague pero no la eliminan. Las segundas
retiran el contaminante del suelo; pueden ser de varios tipos:

 Extracción: el contaminante se extrae con un líquido, normalmente agua, o un gas, que

suele ser vapor de agua.
 Depuración química: se trata de depurar el suelo mediante la degradación de los
contaminantes por reacciones químicas; frecuentemente mediante oxidación de los
compuestos orgánicos.
 Tratamiento electroquímico: el desplazamiento de los contaminantes se logra mediante
la creación de campos eléctricos; los contaminantes fluyen desde un electrodo a otro
siguiendo las líneas del campo eléctrico.
 Tratamiento microbiológico: consiste en potenciar el desarrollo de microorganismos con
capacidad de degradación de contaminantes. Este proceso se llama biorremediación.

10. MÉTODOS DE ANÁLISIS DE SUELOS

El estudio del suelo debe plantearse como una continua observación del mismo a distintas
escalas macro y microscópicas. La información obtenida debe permitir establecer el modelo de
distribución de suelos en el paisaje, las relaciones entre los distintos suelos, así como determinar
los componentes y procesos de flujo en el sistema. Todo ello enfocado a interpretar cuál es el
comportamiento esperable de cada suelo, su respuesta frente acciones externas -principalmente
las de origen antrópico- y establecer cuáles han sido los procesos formadores que han actuado a
lo largo de la evolución del suelo.

El análisis de los suelos es esencialmente el examen en el laboratorio y es, por tanto, distinto
del examen en el campo excepto en aquellos casos en que, por ejemplo en los estudios de la
humedad del suelo, la esencia del método consiste en que se realiza en las condiciones de
campo.

 Técnicas clásicas

Los análisis químicos de laboratorio, en muestras tamizadas a 2 mm, constituyen la

metodología más clásica para caracterizar un suelo. Se han utilizado principalmente para
determinar los elementos constituyentes, la fertilidad o las sustancias contaminantes entre otros
aspectos. Entre las principales determinaciones existen por ejemplo las de pH y salinidad, las
relacionadas con las sales solubles, la caracterización de la fertilidad química o las relacionadas
con el agua del suelo.

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  Técnicas avanzadas

En trabajos de investigación se recurre a otro conjunto de técnicas que permiten profundizar

en el estudio de la organización del suelo y la naturaleza de sus componentes. Existen técnicas
que trabajan con muestra con su estructura originaria, ya sea en dos o en tres dimensiones
como:

- Lupa binocular (3D): Estudio de superficies naturales o de cortes.

- Microscopio petrográfico (2D). Es un microscopio óptico polarizante.
- Análisis de imagen.
- Microscopio de fluorescencia.
- Estudios submicroscópicos: con m. e. de barrido y resonancia magnética nuclear.
- Difracción de rayos X.

CONCLUSIÓN

Como hemos podido observar, uno de los recursos naturales más importantes e indispensables
para la vida es el recurso suelo. Sin embargo, las proyecciones mundiales de disponibilidad de este
recurso son preocupantes. Se calcula que debido al actual ritmo de degradación de suelos, la
superficie cultivable del planeta pasará de los 1.500 millones de hectáreas en 1975, a 1.000
millones en el año 2025. Es decir, que la pérdida de suelos afectará posiblemente a una tercera
parte de la superficie arable de la Tierra.

De este modo, el impacto ambiental que sobre el suelo está ejerciendo el ser humano ha
originado que la contaminación y desaparición directa del mismo sea uno de los problemas
medioambientales que está recibiendo una creciente atención en los últimos años. Tanto es así,
que la 68ª sesión de la Asamblea General de la ONU se declaró 2015 Año Internacional de los
Suelos, año en el que se tendrá como objetivo aumentar la concienciación y la comprensión de la
importancia del suelo para la seguridad alimentaria y las funciones ecosistémicas esenciales.

Aquesta obra està subjecta a una llicència de Reconeixement-NoComercial-

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Verónica E. Sanz, 2019

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