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MOVIMIENTO LITERARIO

EN CHILE

INTRODUCCIÓN

En el siguiente trabajo hablaré acerca del movimiento literario, de la poesía principalmente, que
se hizo presente en la sociedad chilena.'

En el trabajo se pueden encontrar los nombres de Sarmiento, Andrés Bello, Pedro de Oña y
Capitán Alvarez de Toledo entre otros que hicieron historia en el movimiento literario en Chile.

El movimiento literario del cual estoy hablando empieza en los tiempos de la Colonia, sigue
después en la época de la Independencia, poco después viene el gran momento de este, el
famoso “movimiento literario del '42” (1842), y terminaré con la literatura y poesía de esta época.

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También daré mis opiniones acerca de algunos poetas chilenos de esta época, como a Pablo
Neruda, Oscar Castro, Gabriela Mistral y Angel Santa María.

ÍNDICE

Portada 1

Introducción 2

Índice 3

Literatura en la Colonia 4

Literatura en la Independencia 4

Movimiento Literario de 1842 4-5

Literatura chilena del siglo XX 5-6

Pablo Neruda 6

Oscar Castro 7

Gabriela Mistral 7

Ángel Santa María 8

Conclusión 9 Bibliografía 10

En tiempos de la Colonia la literatura en Chile fue muy pobre debido a diversas causas, como:
guerras contra los araucanos, pobreza económica del país, falta de teatros y sociedades
literarias y la falta de imprentas y dificultades a la importación de libros extranjeros. Los
escritores debían mandar sus manuscritos al Perú o España.
Los géneros más cultivados en esta época la historia y la poesía narrativa. Las obras históricas
eran “historias” y “crónicas”, y las poéticas consistían en “poemas” imitados de La Araucana,
“romances” sobre algunos asuntos de actualidad e “improvisaciones” hechas por poetas cultos
y por palladores.

En la poesía épica el modelo fue La Araucana, de Ercilla, que inspiró las principales
producciones de este género en La Colonia. Las más importantes de estas imitaciones por
orden de valor, son El Arauco Domado, de Pedro de Oña y El Purén Indómito, del Capitán
Alvarez de Toledo.

Con la Independencia va a comenzar a desarrollarse nuestra literatura nacional. Lo primero que


va a cultivarse es el periodismo, fuerte arma política; también surgirá la oratoria.

La historia se pone al servicio de las ideologías. Débil se insinúa la lírica y nace por fin, pujante,
la novela.

Primeros periódicos impresos: Aurora de Chile (Camilo Henríquez); Gaceta del Rey (fray José
M. De la Torre); La clave (Melchor José Ramos); El Valdiviano Federal (José Miguel Infante).
Merece citarse entre los escritores de este primer período: Juan Egaña, autor de El Chileno, en
el presidio colaboró en la Aurora de Chile, redactó el proyecto inicial de la constitución chilena
y la carta fundamental de 23 es obra suya. Hombre culto y fino, erudito en jurisprudencia,
teología, filosofía y letras clásicas. Nació en Lima, pero es de padre chileno, y desde los 22 años
de edad vivió en Chile. Don Manuel José Gandarillas con su obra Don Bernardo
O'Higgins, Apuntes históricos de la Revolución de Chile, inicia la historia nacional, a pesar de
su parcialidad evidente y apasionada.

El movimiento literario y cultural de Chile en 1842 fue el despertar de los artistas debido al
impulso meritorio de extranjeros como Andrés Antonio Gorbea, José Pasamán, Carlos Ambrosio
Lozier y Joaquín José de Mora entre muchos otros. Entonces es válido decir que el movimiento
literario y cultural no fue una floración espontanea, sino que fue producto de una etapa de
preparación, desarrollada con mucho silencio y humildad.

La causa inmediata que acrecentó más la efervescencia cultural, fue la llegada de los emigrados
argentinos: Sarmiento, López, Alberdi y otros, que venían huyendo de la tiranía de Rosas.
Promovieron en la prensa una polémica literaria que poco a poco fue agriándose. En ella,
Sarmiento sostuvo entre otras cosas, que en Chile no había poesías por la falta de ideas de sus
hombres y por la mala tendencia de sus estudios. Según Sarmiento no podían los chilenos ser
literatos de verdad, por el demasiado apego que tenían a las formas de un idioma antiguo. Atacó
especialmente la obra educadora de Bello.

En esta etapa de destacó Andrés Bello (1781-1865) que reside en Chile desde 1829. A su labor
se le deben estudios originales y profundos sobre el idioma, la métrica y la literatura española.

A este proceso de silenciosa gestación se les suma la llegada de tres hombres de letras, que
con su entusiasmo, inquietud y curiosidad, contribuyen a remover el ambiente literario. Estos
hombres son: Juan García de Río, Domingo Faustino Sarmiento y Vicente Fidel López.

El primero con su elegante información europea, el segundo con su honrada inquietud agresiva,
el tercero con su encendido cariño por el estudio, contribuyen desde el diario y la revista a
sacudir la conciencia chilena que, vivía bajo el peso de las preocupaciones de la colonia.
Dos acontecimientos son precisos señalar en la Sociedad Literaria: la incorporación de José
Victorino Lastarria y el certamen literario para celebrar las fiestas patrias de aquel año.

Lastarria es una noble figura tanto en el pensamiento como en las bellas letras. Su vida tiene
rasgos de hombre ejemplar. Su labor literaria es digna de estudio y sus novelas y cuentos, sin
ser un modelo en su género, se leen con facilidad y con agrado.

El segundo acontecimiento de la Sociedad Literaria, como digo antes, es el certamen que entre
sus socios se abre para celebrar el día patrio. Dos son los temas del concurso: una poesía que
cante las glorias de Chile y un discurso sobre el mismo asunto.

La Sociedad Literaria tiene un valor temporal. Responde a los anhelos confusos de sus
componentes: muchachos de 17 a 20 años de edad. No es una academia solo literaria, sino una
corporación que pretende cultivar tanto a sus asociados como al pueblo en general.

El año 1842 es de polémicas. La primera es entre Andrés Bello y José María Nuñez con
Sarmiento, y tarta sobre una publicación de Pedro Fernández Garfias titulada, Ejercicios
populares de la lengua castellana. La segunda, entre Vicente Fidel López y sarmiento con
Salvador Sanfuentes, Jotabeche y Antonio García Reyes y trata del Romanticismo. La tercera,
entre sarmiento y Jotabeche.

De 1842 a 1844 el teatro europeo, especialmente el francés, se representa con frecuencia en


Santiago. Victor Hugo y Alejandro Dumas se llevan los mayores aplausos de los espectadores
criollos.

La literatura chilena existe, con matices característicos, desde la Conquista y la Colonia. En la


etapa de la Independencia se acentúan las diferencias. En el año 1842 la conciencia nacional
naciente acrece la diversidad psicológica y estilística que son las que cuentan en la obra literaria.

La literatura chilena muestra, pues, en el siglo XX una evolución que no podría desconocerse.
A ello concurren tanto el natural proceso de renovación periódica de los criterios estéticos como
la influencia de factores externos.

Los comienzos de la centuria son marcadamente nacionalistas. La conmemoración de cien años


de independencia política suscita un impulso al interés consciente por lo propio, principalmente
en el sentido del estudio y de la observación directa de la realidad del país y sus elementos
constitutivos. En tal marco, la literatura descubre el campo chileno y sus personajes arquetípicos
(con notorio énfasis en el huaso), el mar, posteriormente la ciudad y su clase media.

Es la etapa de la literatura sobre el criollismo (o nativismo) en la narrativa y el teatro, con sus


méritos y sus limitaciones. Entre los primeros, la renovación de temas y lenguaje y la apertura
a las nuevas corrientes del relato en la Europa occidental, en Rusia y en Estados Unidos; entre
las segundas, el exceso de documentación, la escasa inspiración creadora, la monotonía
descriptiva y aun argumental. Alienta el criollismo, en narrativa con Baldomero Lillo (Sub Terra,
Sub Sole), Mariano Latorre (Zurzulita, Cuna de cóndores) y Federico Gana (Días de campo); en
el drama, Antonio Acevedo Hernández (Árbol viejo, Chañarcillo).

En la poesía, es el tiempo de la corriente mundonovista, que impregna de inquietud social y de


tono popular la lírica modernista. No demora en producirse una reacción: la “querella del
criollismo”, en las décadas de 1930 y 1940, que consiste en un polémico balance de la tendencia
en boga, y con el segundo tercio de la centuria surge la narrativa imaginista.
En medio de tan hondas transformaciones del sentido y de las modalidades del hecho literario,
Chile ha visto el surgimiento y desarrollo de valiosos escritores representativos de esas variadas
posiciones y tendencias, indudablemente diferentes en su calidad y en su vigencia, pero, en su
conjunto, artífices que comparten la construcción de un patrimonio abierto a los signos de los
tiempos y apreciable por sus merecimientos artísticos. Entre los escritores nacidos después de
1940, y con una obra literaria ya consolidada en el mundo, cabe citar a Isabel Allende, Ariel
Dorfman y Antonio Skarmeta, entre otros.

Para reconocer y a la vez para estimular la creación literaria en el país, desde 1942, en virtud
de una ley de la República, se entrega el Premio Nacional de Literatura. Para su otorgamiento
se considera la calidad del conjunto de la producción de un autor, sin discriminación de los
géneros de su especialidad. Inicialmente anual, por una reforma legal se concede desde 1972
cada dos años.

Entre los grandes representantes de la poesía chilena, trataré con los siguientes:

Pablo Neruda: (1904-1973)

Poeta chileno, nacido en Parral. Su nombre real es Neftalí Ricardo Reyes. Hizo estudios
universitarios y se dedicó a la carrera consular. Ejerció esas funciones y otras de tipo diplomático
en Birmania, China, Japón y España entre otros países. Recibió el Premio Nobel de Literatura
en 1971.

En los poemas de Neruda encontré que el habla principalmente de críticas sociales, soledad,
sufrimiento y amor.

“Allí se estira y arde en la más alta hoguera mi soledad que da vuelta los brazos como un
náufrago”. (Poema 7).

Por ejemplo en este poema vemos en Neruda que él se siente solo, desesperado por la falta de
una persona que lo acompañe, mas específicamente una mujer que lo quiera. Que es el sueño
de una vida normal y feliz en un hombre.

Oscar Castro: (1910-1947)

Escritor chileno. Miembro del grupo literario de Rancagua y del circulo angurrientista. Poeta,
periodista y narrador.

En sus poemas encontré que hace referencia a la tierra, parece ser que fué una persona que
tuvo mucha relación con el campo, también noté que es una persona que quiere mucho a su
tierra. Predomina en la mayoría de sus poemas la presencia de elementos tales como árboles,
montañas, tierra, semillas y flores.

“Porque conozco y sé de tierra,

viviré siempre deslumbrado

y conversando irí por ella

con la semilla y con el árbol”.


(Raíz del Canto)

Aquí se puede apreciar que Oscar Castro era una persona que disfrutaba de la naturaleza de
la tierra, y que conocía de los usos de esta.

Gabriela Mistral: (1889-1957)

Poetisa chilena, cuyo verdadero nombre era Lucila Godoy Alcayaga. Nació en Elqui. Maestra
de escuela, colaboró con varios periódicos. Premiada muy tempranamente en los Juegos
Florales de Santiago. Una de las más grandes poetisas americanas de todos los tiempos, ganó
el Premio Nobel de Literatura en 1951.

En los poemas de Gabriela Mistral encontré mucha ternura, cariño y en algunos poemas
encontré reflejada la pena que sentía.

“Piecesitos de niño,

Azulosos de frío,

¡cómo os ven y no os cubren,

Dios mío!”

(Piecesitos)

Este es un muy buen ejemplo de lo muy tierno que son la mayoría de los poemas de Gabriela
Mistral, en su vida una gran preocupación que tuvo, fueron los niños.

Angel Santa Maria: (1893-1964)

Poeta y novelista chileno. Nació y murió en Santiago. Desde su juventud colaboró en revistas
literarias. Sus tres características que mejor lo definen e identifican son: misticismo, simbolismo
y dolor.

En los poemas de Angel Santa Maria encontré muchas oraciones hacia Dios, dolor, angustia.
En general sus poemas son muy intensos y apenadores.

Angel Santa María fue un poeta que me sorprendió mucho por su misteriosa obscuridad. Me da
la gran impresión de que era una persona que no tenía felicidad y escondía su pena bajo el
dolor de sus tristes poemas.

“Cruchaga es atormentado, obscuro; un destilar lacrimoso de tristeza humece todos sus


poemas. ¿Es el amor no correspondido? ¿Es el fracaso de sus ideales? ¿Es el descontento de
un espíritu fino ante el pragmatismo de la vida actual?” (Latorre, página 183).

“Como una cabellera me destrenzo

en el viento de Dios maravillado”

(El canto del humo)


Este es uno de los tantos poemas en los cuales Santa Maria hace referencia a Dios. En su niñez
Santa María estudió en un colegio católico, del cual derivan sus costumbres religiosas.

CONCLUSIÓN

En este trabajo aprendí bastante, ya que antes no me había profundizado tanto en la materia
de la literatura y la poesía. Me sorprendí mucho en los antecedentes que tiene la literatura en
Chile y en la vida de algunos poetas. Fue un trabajo que lo realicé con tiempo así que no tuve
mayores problemas, solo me costó mucho encontrar mi marco teórico. Después de encontrarlo
solo tuve que seguir con lo planeado y tampoco tuve problemas en esa parte.

En fin, ahora que el trabajo esta listo me siento satisfecho por lo que he hecho y porque lo hice
con responsabilidad.

BIBLIOGRAFÍA

 12.000 Minibiografías. Arrayán Editores S.A., Santiago de Chile, 1992

 Pinilla, Norberto. Ediciones de la Universidad de Chile, Santiago de Chile.

 Dussuel, Francisco. Historia de la Literatura Chilena, Ediciones Paulinas, Santiago de Chile.

 Enciclopedia Microsoft Encarta 199

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