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lo largo del siglo xx la sociedad mexi- que una sociedad se representa a sí mis-
cana vivió un intenso debate sobre la ma.2 Aunque no todas las cintas estuvie-
modernidad y la naturaleza del Estado que ron impulsadas por un mismo objetivo
no sólo ocupó espacios "serios'l como se- semántico o ideológico, la lectura de las
rían los debates políticos y las publicacio- imágenes en conjunto nos permite abrir un
nes impresas, sino que también se vio debate sobre la manera en que los medios
reflejado en los medios masivos de comu- masivos de comunicación contribuyeron en
nicación. En el presente trabajo pretendo la creación de la cultur:a visual del siglo xx.
revisar la manera en la que la industria ci- Creo que el estudio cómo el cine vio a los
nematogÉfica vio al Monumento a la Re-
volución, convirtiendo a su imagen en un
2 Bronislaw Baczo Los imaginarios sociales. Me-
emblema -unas veces consciente y otras
morias y espennzas colectivas, Ediciones Nueva Vi-
inconsciente- de su resistencia a los go- '1991
sión, Buenos Aires, , p. 23. Según Baczo 'A lo
biernos de la época.l Más que presentar largo de la historia, las sociedades se entregan a una
un recuento detallado de todas las veces invención permanente de sus propias representa-
que apareció el edificio en alguna película, ciones globales, otras tantas ideas-imágenes a tra-
la intención es la de abrir una discusión so- vés de las cuales se dan una identidad, perciben sus
divisiones, legitiman su poder o elaboran modelos
bre la manera en que se construye un ima-
formadores pam sus ciudadanos tales como el "va-
ginario social, entendido como una liente guerrero'l o el "buen ciudadano'l el "militante
"idea-imagen" que incide en la manera en comprometido'i etcétera. Estas representaciones de
la realidad social (y no simples reflejos de ésta), in-
ventadas y elaboradas con materiales tomados del
- Departamento de Humanidades, unu-A. caudal simbólico, tienen una realidad específica que
I Uso el concepto de "resistencia" en el sentido reside en su misma existencia, en su impacto varia-
que ha sido utilizado por James. C. Scott. Ver Scott, ble sobre las mentalidades y los comportamientos
James C. Weapons of the Weak. Eveiday Forms of colectivos, en las múltiples funciones que ejercen en
Peasant Resistance, Yale Universi§ Press, 1985. la vida social".
[4s]
Árvnno VÁzeuEz MANTECóN
monumentos -a fin de cuentas construc- obstante que en gran parte hubo de rea-
ciones que de origen están cargadas con lizarse el monumento sobre ciertas ba-
un alto contenido simbólico- puede ayu- ses forzosas, el arquitecto logró una obra
darnos a esclarecer cómo se construyeron estrictamente arquitectónica, formada
los imaginarios. Quedaría pendiente para porjuegos de volúmenes. Cuatro amplios
otros trabajos posteriores el análisis de la de cinco metros, una cúpula hermosa,
presencia recurrente de otros monumen- juegos de líneas, sobrios y definidos le
tos en el cine mexicano, como por ejem- dan carácter y fortaleza. La cantera ne-
plo, el Palacio de Bellas Ades, habitualmente gra-gris de "recinto" de la base del mo-
relacionado en el cine mexicano a la natura- numento se armoniza con la cantera clara
leza culta de la metrópoliy el país; o bien, de "chiluca'i Las dimensiones son impor-
la presencia de la Torre Latinoamericana o la tantes y toda se equilibra con delicadas
explanada central de Ciudad Universita- proporciones. La cúpula que pintará
ria como emblema de cómo el país adquie- Orozco ofrece una superficie de 600
re una modernidad pujante. metros cuadrados.
Con todo y que el monumento nunca se el nuevo sentido reformador del discurso
convirtió en el homenaje a la "revolución estatal en los años treinta, Knight escribió:
Mundial'i es interesante ver en la cita de
Cardoza y Aragón que para él el edificio Ahora [después de la revolución] los
tenía un significado doble muy cercano al gobernantes se enfrentan a "una menta-
de las imágenes proporcionadas por el cine: lidad popular anteriormente disfrazada
encarnaba a la modernidad, pero también, (lo que James Scott llamaría un 'guión
al Estado. Y en ese sentido, no había opo- escondido' -a 'hidden transcript'), que
sición entre las intenciones callistas o se manifestó en rebeliones, motines, to-
cardenistas de conferirle un significado pye- mas de tierra, agresiones verbales, físi-
ciso al edificio. Ambos regímenes vieron en cas y simbólicas contra las autoridades
él la posibilidad de unificar simbólicamen- y las élites porfirianas. Los revoluciona-
te a una revolución marcada por la diversi- rios habían canalizado estas fuerzas con
dad de orrgenes y postulados.a el derrocamiento del antiguo régimen;
El hecho de que el Estado post-revolu- ahora tenían que canalizarlas para la
cionario haya querido identificarse con la construcción de un nuevo régimen, un
modernidad no es casual. Historiadores gobierno popular populista, sin llegar a
como Alan Knight han demostrado cómo ser gobierno (o anarquía) del pueblo.
las élites que accedieron al poder median- Durante casi una generación, entre 1920
te la revolución se empeñaron en la trans- y 1940, el estado -y su acérrimo ene-
formación de la sociedad mexicana.s Sobre migo,la lglesia Católica- pugnaron para
establecer su hegemonía sobre las ba-
ses populares, y al mismo tiempo, refor-
mar el pueblo y la cultura popular."6
4 Thomas Benjamin "La Revolución hecha monu-
donde se muestra una revolución heroica da.l0 Azuela añadió un nuevo sent¡do:
pero caótica.g Obviamente, no se trata de equiparó a la revolución con aquellos fe-
ambigüedad, sino de precaución. La crítica nómenos naturales que dejan indefenso
a la revolución, ya fuera como episodio his- al individuo, contra los que cualquier es-
tórico o como monumento, implicaba ne- fuerzo individuales inútil. Esta imagen pasó
cesariamente el cuestionamiento del Estado directamente al cine de los años treinta
y su legitimidad histórica. Y durante los que tntó el tema de la revolución. Y no
años treinta, los productores de cine prefi- sólo en Los de abajo,la versión cinemato-
rieron hacer la cntica de manera velada. gnífica hecha por Chano Urueta en 1939
a la novela de Azuela. Fueron muchas las
películas que, como Vámonos con Pancho
Nrruuuzl y coNsrRUCCtóN Villa, presentaron a la revolución mexica-
na como un evento caótico y carnavalesco:
En los de abajo, Mariano Azuela dio una un periodo en el que la lucha armada per-
interpretación célebre de la revolución mite la inversión de roles sociales.ll Pero
mexicana: "Qué hermosa es la revolución, aún sobre todo, estas películas recreaban la
en su misma barbarie'idecía Alberto Solís, idea de Azuela de una naturaleza desbor-
un personaje con el que Azuela dijo iden- dada y amenazante.
tificarse. Además, le dio otros adjetivos Lavisión negativa de la revolución en el
("huracán'i "vendaval") que se sobrepusie- cine comenzó a modificarse en los años
ron al de "la bola" término comúnmente cuarenta. El arribo al poder de Manuel
difundido en los años de la lucha arma- Ávila Camacho implicó una moderación del
lenguaje radical que había caracterizado
9 Las tres películas daban
al cardenismo, y en consecuencia, los pro-
una visión crítica de la
revolución: El compadre Mendoza mostraba al
ductores cinematográficos bajaron la in-
zapatismo como una fuerza positiva traicionada por tensidad de la crítica a la revolución, que
los carrancistas, la facción triunfante; El prisionero a fin de cuentas había dado origen al sis-
/3 hacía una crítica encubierta a los militares surgi- tema politico vigente. Por otra parte, en
dos de la revolución; Vámonos con Pancho Villa aquellos años se vivía una "época de oro",
mostnba a una revolución heroica, aunque también
presentaba una visión negativa del caos generado
en buena medida propiciada por el apoyo
por el pueblo en armas. gubernamental a la industria fflmica mexi-
10 Mariano cana. Las imágenes de la revolución deja-
Azuela, Los de abajo, edición crÍtica
de Jorge Ruffinelli, srp,/ux¡sco (Colección archivos, ron la crudeza y el realismo característicos
volumen 5), México, 1988, p. 71 . Azuela escribió del cine de los años treinta para construir
sobre su identificación con Solís al narrar el paulati-
una imagen mítica y en buena medida, neu-
no desencanto que vivió durante su periodo revolu-
cionario, cuando vio que los ideales fueron tral.12 Comienzan a producirse películas
sustituidos por la ambición personal: "Mi situación como las del lndio Fernández (Flor Silves-
fue entonces la de Solís en mi novela. 'áPor qué -le tre,1943; Enamorada, 1945) donde el
pregunta el seudorevolucionario y logrero Luis caos revolucionario pasa a un segundo
Cervantes- si está desencantado de la revolución,
sigue en ella?' 'Porque la revolución -responde 5olís-
es el huracán, y el hombre que se entrega a ella no es
ya el hombre, sino la miserable hoja seca arrebatada l1 Alraro Vázquez
Mantecón. op.cit. p.225-235.
por el vendaval'." p.283. t¿ ldem. p.231 .
plano ante la exposición de los "ideales" historia dr:amática: la de las desgracias que
de la lucha armada.13 enfrenta una familia de clase media urbana
La revolución se dulcificó, pero los auto- durante la revolución. Años después Bustillo
res de las películas de los años cuarenta escribió en sus memorias que quería "que
persistieron en mirar con desconfianza a la se ejemplificaran las zozobras de una fami-
modernidad, todavía asociada con el go- lia común durante el ventarrón revolucio-
bierno (y por lo tanto, con el monumento nario."16 De hecho, las "zozobras" de la
a la revolución). Es el sentido de las pelícu- familia eran brutales: el padre, a pesar de
las descritas más adelante en este trabajo su filiación porfirista, termina preso por los
(Victimas del pecado, Siempre tuya y La actos subversivos de los hijos; cuando sale
noche avanza). Sin embargo, en este perio- de la cárcel, es asaltado por un niño aban-
do también se produjeron imágenes del donado, que resulta ser su nieto (aunque
monumento que denotaban su sentido cí- nunca se reconozcan); dos hermanos ter-
vico e histórico. Es el caso de Vino el remo- minan en bandos encontrados después de
lino y nos alevantó (1948) de Juan Bustillo la batalla de Celaya (villista y obregonista),
Oro. En ella se ofrece una vez más una vi- y uno de ellos es fusilado por haber permi-
sión descarnada de la revolución, pero tam- tido la fuga del otro;y para colmo de ma-
bién consigna una mirada más benévola del les, la hermana termina como prostituta
Estado surgido de la lucha armada. (elegante, eso s0, con el sobrenombre de
Vino el remolino y nos alevanfól4 inicia Mignon...
y termina describiendo la ceremonia de in- Tanta desgracia parece corroborar un
auguración del monumento a la revolu- planteamiento similar al del cine de los años
ción,1s pero entre medias cuenta una treinta: que la revolución implicó el caos,
una fuerza natunl ("remolino") que desqui-
]J En un tnbajo notable, cia la vida del país. Sin embargo, a diferencia
Julia Tuñón, argumenta
que en sus películas de los años cuarenta el lndio
de las cintas de la década anterior, ahora no
Fernández realizó una crÍtica a la revolución por el se intenta criticar al gobierno surgido de
caos que significó y las injusticias que produjo. Sin ese caos. Por el contrario, la lucha adquie-
embargo, pienso que las escenas en las que el lndio re, mediante el monumento, un carácter
ensalzaba los ideales revolucionarios llegaron a ser positivo. El monumento es la revolución,
del agrado del régimen, o cuando menos funciona-
pero construida, domesticada, redimida de
ron en el mismo sentido que la propaganda cívica
de los regímenes de Avila Camacho y Alemárt. Ver su fiereza natural. La toma inicial muestra la
Julia Tuñón "La Revolución Mexicana en el cine de inauguración del monumento, con ceremo-
Emilio Fernández: 2vuelta de tuerca o simple trope- nia cívica y honores a la bandera, y la voz
zón?'l en El siglo de la Revolución Mexicana, op. cit., offde aquel padre de familia tan afectado
p.215-223.
la La idea de hacer una pelÍcula con ese tÍtulo le
vino a Bustillo Oro de una canción de amo6 a la que
siempre le encontró un sentido revolucionario: "hi- jamín sugiere que quizá el gobierno de Cárdenas no
cimos de cuenta que fuimos basura, vino el remolino quiso firmar un símbolo tan identificado con el
y nos alevantó'i Juan Bustillo Qro Vida cinematográ- callismo. Thomas Benjamín, op. cit., página 134.
16 "Una película de ciudad, porque quienes ha-
fca, Cineteca Nacional, México, 1984, p.261 .
15 Una ceremonia que nunca sucedió. El monu- bían tratado el tema de la revuelta mexicana se iban
mento fue terminado el 20 de noviembre de 1938, al campo. Y lo que yo viví, lo que me conmovió, era
pero no fue inaugurado oficialmente. Thomas Ben- lo de la capital." Bustillo Oro, op. cit., p.261 .
queda más remedio que consignarlas. De dista mucho de ser dignificante: todo lo
ahi junto al mariachi, comienza a rumiar sus contrario, se le ve como algo masivo y a la
penas de amor (la película plantea que los vez sombrío. Curiosamente, las tomas en
modelos de masculinidad mexicana con- las que aparece preceden a la presentación
tempoÉnea están en crisis, que son un re- de funcionarios públicos que se encuen-
ferente tan mítico como Pancho Villa) y tran en complicidad con el crimen organi-
termina hablando en un teléfono público, zado de la Ciudad de México.l8
para dejarle un mensaje a la mujer que ama: En la primera aparición del monumento,
la cámara muestra una vista, tomada desde
- Cuánta traición, carajo, a la democra- un helicóptero, de las azoteas de la ciudad
cia, a la justicia, a este pobre país nues- (se trata de algún barrio céntrico, con po-
tro, tan pobre y tan amargo.
-l9]0,
Nos cos árboles, un paisaje sobrecargado).
asesinaron a la revolución de nos Como si el Estado mexicano y su emblema
están matando a esta revolución de fin principal se encontraran montados sobre
de siglo. Estoy exhausto de tanto fraca- una sociedad masiva y caótica. Mientras
so. Estoy exhausto de la historia, de ser tanto, se escucha la voz de un joven locu-
el bufón que le lleva el registro a la muy tor de radio (Olayo Rubio):
puta... Estoy exhausto, exhausto de ha-
blar todo el tiempo con tu maldita Cayó otra banda de secuestradores. Pero
contestadora. .. escuchen bien esto: el señor tenía otra
chamba, otro tr:abajito... Era nada más
En esta secuencia, Sabina Berman rela- y nada menos que el comandante Jesús
ciona la imagen de una masculinidad en Saldaña, jefe de la Unidad Antisecuestros
crisis en las relaciones contemporáneas con del estado de Morelos. Nos engañan, es-
el fracaso y olvido del proyecto político de timados radioescuchas, nos engañan...
las vertientes populares de la lucha armada
de 1910 (zapatismo, villismo). Pero lo que A continuación aparecen, en la plaza, a
prevalece es la idea de que México es una los pies del monumento, el Procurador Ge-
nación fundada en mitos tergiversados o neral de la República con un amigo, cami-
traicionados. nando. Atrás, los guaruras, de traje y lente
La última imagen fflmica del monumento oscuro, que voltean para todos lados. Co-
aparece en Todo el poder (1999) de Fer- mentan la noticia que se escuchó antes
nando Sariñana. La película, una comedia en voz en off El Procundor explica a su ami-
sobre la violencia y la inseguridad en la ciu- go en términos coloquiales que la lucha
dad de México, documenta la última visión
que las clases medias tuvieron del régimen 18
La visión de la clase media mexicana como víc-
emanado de la revolución, y concretamen- tima principal de la inseguridad, corrupción y víncu-
te de la suerte del sistema político mexica- los de la clase política gobernante con el crimen
no sostenido por el eru. El monumento a la organizado no fue inaugurada por Todo el poder.
Las primeras imágenes con ese sentido en los me-
revolución aparece en varias tomas aéreas
dios masivos de comunicación fueron difundidas a
como un símbolo degradado. Las tomas le mediados de los años noventa por las telenovelas
dan un lugar privilegiado, es el punto de de Argos,/TV-Azteca (Nada personal, Demasiado
llegada. Sin embargo,la imagen deledificio corazón).
cia fílmica a la imagen delgobierno emana- lección archivos, volumen 5), México,
do de la revolución pasó por formas varia- 1988.
das, desde la oposición más o menos BACZo, Bronislaw Los imaginarios sociales.
abierta, hasta la enunciación de una ima- Memorias y espennzas colectivas. Edt-
gen cívica aparentemente neutra que ocul- ciones Nueva Visión, Buenos Aires, l99l ,
taba la intención de recordar el origen página 23.
ilegítimo y caótico del Estado. Años des- BrN¡nrlíru, Thomas "La Revolución hecha
pués, en años 80 y 90, la crítica prevale- monumento", en Historia y Cnfía, num.
ció, al mostrar al monumento como el 6. utA México,1996.
cascarón vacío de un ideal político y social. BURKE, Peter Vrifo y no visto. El uso de la
Lo curioso es que el mismo interés mostra- i m a ge n como docu m e nto h i stó ri co, Ma-
do por el Estado de formular un símbolo drid, 2001.
que lo contuviera fue correspondido por Busluo ORo, Juan Vida cinematográfica,
los productores en su intento de enunciar .l984.
Cineteca Nacional, México,
imágenes que contradijeran dicho signifi- Carcía Riera, Emilio. Breve historia del cine
cado. Como si la construcción estuviera mexicano. Primer siglo. 1897-1997.
.l998.
fatalmente destinada a contener un senti- lMClNE, México,
do distinto, e incluso contrario al que ori- Historia documental del cine mexi-
ginalmente estaba pensado (no hay que cano. Universidad de Cuadalajara-Co-
olvidar que el edificio estuvo originalmen- bierno de Jalisco-cNCA-tMCtNE,
te pensado como la sede del poder legisla- Guadalajan, 1992.
tivo durante el porfiriato, uno de los Conzález Mel/o, Renato La máquina de pin-
principales emblemas del régimen). Hoy, tar Riven, Orozco y la invención de un
que parece que el sistema político que vi- lenguaje, Tesis pan obtener el grado de
vió bajo el amparo de la revolución ha lle- Doctor en Historia del Arte en la Facul-
gado a su fin, valdría la pena preguntarse tad de Filosofía y Letr:as de la uNnv, Méxi-
cuáles serán los nuevos símbolos y emble- co, 1998.
mas en los que se enfocará la resistencia. KNtcHT, Alan "Revolutionary Proyect,
Pero es probable que después de una in- Recalcitrant People: Mexico, 1910-
tensa vida como símbolo a lo largo del si- 1940," en The Revolutionary Process in
glo XX, el monumento a la revolución esté Mexico, UCLA, Los Angeles, 1990.
condenado al olvido. MtRzorrr, Nicholas An introduction to vi-
sualculture. Routledge, London and New
York, 1999.
BrsLrocRAríA Roonícurz MomrLLlRo, ltzel I nterp retaci ó n
de la historia de México en los munles de
ÁculLl, Marcos Tonatiuh el.al. Perspectivas Palacio Nacional. 1929- 1935, Tesis
.l996.
sobre el cardenismo, ultr,t, México, de maestría en Historia del Arte, Facul-
Avlu Buruco, Jorge La aventun del cine tad de Filosofía y Letras de la uNlv, Méxi-
ma<icano.Editorial Posada, México, 1985. co, 2003.
Azuru, Mariano Los de abajo, edición crí- Scorr, James C. Weapons of the Weak.
tica deJorge Ruffinelli, Sep/Unesco (Co- Everiday Forms of Peasant Resistance,
Yale Universi§ Press, USA, 1985.
58 Fu¡r.¡rrs Hurr¿rlsl«s/No. 31
EL ¡¡orluvrruro A LA REVoLUCtóru rN rL oug...