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Las narrativas

emocionales y su impacto
en la formación de valores

HABILIDADEs
SOCIOEMOCIONALES
PARA EL SIGLO XXI
c r e a d o por ce nfova
Las narrativas emocionales y su impacto
en la formación de valores
Por siempre, las narrativas han sido parte de la cultura y formación de valores de
todas las sociedades. De esta forma, se consolida la literatura como un valor social y
según la definición de la Real Academia Española (RAE), la literatura es el «arte de la
expresión verbal, entendiéndose como verbal aquello que se refiere a la palabra, o se
sirve de ella; por lo tanto, abarca tanto, textos escritos (literatura escrita) como
hablados o cantados (literatura oral). En un sentido más restringido y 'neotradicional'
(ya que las primeras obras literarias fueron compuestas para ser cantadas y/o
recitadas), es la escritura que posee mérito artístico y que privilegia la literariedad, en
oposición al lenguaje ordinario de intención menos estética y más práctica.

El término literatura designa también al conjunto de producciones literarias de una


lengua, de una nación, de una época o incluso de un género (la literatura griega, la
literatura del siglo XVIII, la literatura fantástica, etc.) y al conjunto de obras que versan
sobre un arte o una ciencia (literatura médica, jurídica, etc.). Es estudiada por la teoría
literaria.

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HISTORIA DE LA LITERATURA
Hasta el siglo XVII, lo que actualmente denominamos «literatura» se
designaba como poesía o elocuencia.

Durante el Siglo de Oro español, por poesía se entendía cualquier invención


literaria, perteneciente a cualquier género y no necesariamente en verso,
entendiéndose por tal, tres tipos fundamentales de "poesía / literatura":
la lírica propia del canto, en verso
la épica: propia de la narración en verso largo o prosa
la dramática: en diálogo

A comienzos del siglo XVIII se comenzó a emplear la palabra «literatura»


para referirse a un conjunto de actividades que utilizaban la escritura como
medio de expresión. A mediados de la misma centuria Lessing, publica
Briefe die neueste Literatur betreffend, donde se utiliza «literatura» para
referirse a un conjunto de obras literarias.

A finales del siglo XVIII, el significado del término literatura se especializa,


restringiéndose a las obras literarias de reconocida calidad estética. Este
concepto se puede encontrar en la obra de Marmontel, Eléments de
littérature (1787), y en la obra de Madame de Staël, De la littérature
considéré dans se rapports avec les institutions sociales.

En Inglaterra, en el siglo XVIII, la palabra «literatura» no se refería solamente


a los escritos de carácter creativo e imaginativo, sino que abarcaba el
conjunto de escritos producidos por las clases instruidas: cabían en ella
desde la filosofía a los ensayos, pasando por las cartas y la poesía.

Se trataba de una sociedad en la que la novela tenía mala reputación, y se


cuestionaba si debía pertenecer a la literatura. Por eso Eagleton sugiere que
los criterios para definir el corpus literario en la Inglaterra del siglo XVIII eran
ideológicos, circunscritos a los valores y a los gustos de una clase instruida.

No se admitían las baladas callejeras ni los romances, ni las obras


dramáticas.

En las últimas décadas del siglo XVIII apareció una nueva demarcación del
discurso de la sociedad inglesa. Eagleton nos cuenta que surge la palabra
«poesía» como un producto de la creatividad humana en oposición a la
ideología utilitaria del inicio de la era industrial. Tal definición la encontramos
en la obra A Defence of poetry (1821) de Shelley.

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En la Inglaterra del Romanticismo, el término «literato» era sinónimo de
«visionario» o «creativo». Pero no dejaba de tener tintes ideológicos, como
en el caso de Blake y Shelley, para quienes se transformó en ideario
político, cuya misión era transformar la sociedad mediante los valores
que encarnaban en el arte. En cuanto a los escritos en prosa, no tenían la
fuerza o el arraigo de la poesía; la sociedad los consideraba como una
producción vulgar carente de inspiración.

La literaturidad como esencia de la literatura


A comienzos del siglo XX, el Formalismo ruso se interesa por el fenómeno literario, e
indaga sobre los rasgos que definen y caracterizan dichos textos literarios, es decir,
sobre la literaturidad de la obra. Roman Jakobson plantea que la literatura, entendida
como mensaje literario, tiene particularidades de tal forma que la hacen diferente de
otros discursos donde hay una "voluntad de estilo" o de estilizar el lenguaje por parte
del escritor.

Raúl H. Castagnino, en su libro ¿Qué es la literatura?, indaga sobre el concepto y


cómo se extiende a realidades como la escritura, la historia, la didáctica, la oratoria y
la crítica. Según Castagnino, la palabra literatura adquiere a veces el valor de nombre
colectivo cuando denomina el conjunto de producciones de una nación, época o
corriente; o bien es una teoría o una reflexión sobre la obra literaria; o es la suma de
conocimientos adquiridos mediante el estudio de las producciones literarias.

EL CUENTO
Por su lado el cuento, cuya palabra se deriva del latín, compŭtus: cuenta, es una
narración breve creada por uno o varios autores, basada en hechos reales o ficticios,
cuya trama es protagonizada por un grupo reducido de personajes y con un
argumento relativamente sencillo. El cuento es compartido tanto por vía oral como
escrita; aunque en un principio, lo más común era por tradición oral. Además, puede
dar cuenta de hechos reales o fantásticos pero siempre partiendo de la base de ser
un acto de ficción, o mezcla de ficción con hechos reales y personajes reales. Suele
contener varios personajes que participan en una sola acción central, y hay quienes
opinan que un final impactante es requisito indispensable de este género. Su objetivo
es despertar una reacción emocional impactante en el lector. Aunque puede ser
escrito en verso, total o parcialmente, de forma general se da en prosa. Se realiza
mediante la intervención de un narrador, y con preponderancia de la narración sobre
el monólogo, el diálogo, o la descripción.

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NARRATIVAS EMOCIONALES
Como vemos, tanto cuento como la literatura en forma, son fórmulas para transmitir
valores, símbolos culturales, usanzas, aprendizajes, reflexiones, de una manera
sencilla para que el lector pueda empatizar con las diversas situaciones y así generar
reflexiones para su propia vida. En base a ello surgen las NARRATIVAS
EMOCIONALES, las cuáles, de acuerdo a un estudio que esta semana ha publicado
el Laboratorio Computacional de la Universidad de Vermont, la mayoría de las
narrativas se construyen únicamente a partir de seis arcos emocionales.

En la década de los 40, Kurt Vonnegut presentó una tesis llamada “Las formas de las
historias” que fue rechazada, según sus propias palabras, por simple y por parecer
demasiado divertida. Aunque poco después dejó la Universidad para trabajar como
publicista en General Electric, siempre siguió sosteniendo su tesis. En ella analizaba
los arcos emocionales de las historias, haciendo notar que había una gran similitud,
por ejemplo, entre la Cenicienta y los orígenes de la historia de la cristiandad en el
Antiguo Testamento. En sus conferencias, Vonnegut representó de forma gráfica la
fortuna del protagonista siguiendo varios de estos arcos: “chico encuentra chica, chico
pierde chica, chico encuentra chica”, “hombre cae en el agujero, hombre sale del
agujero”...

Los arcos emocionales de una historia


Andrew Reagan y el equipo de investigadores de la Universidad de Vermont se han
inspirado en la tesis de Vonnegut para realizar su estudio. Para ello han analizado los
patrones de las fluctuaciones emocionales en más de 1.700 libros. Al trazar los
cambios emocionales que se producían en cada historia, han determinado que hay
seis estructuras básicas en las que se puede encajar el viaje emocional de los
protagonistas. Las novelas más complejas combinan varios de estos arcos, ya sea en
el mismo, o en diferentes personajes.

Los arcos emocionales son los siguientes:

1 Crecimiento sostenido, también conocido como “de los andrajos a la


riqueza”. Ejemplo: Las aventuras subterráneas de Alicia de Lewis Carrol

2 Tragedia o caída sostenida, aunque también podríamos llamarle “de mal en


peor”. Ejemplos: Romeo y Julieta de William Shakesperare, La Metamorfosis
de Franz Kafka.

3 Caída y ascenso. Este sería el hombre en el agujero del que hablaba


Vonnegut.

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4 Ascenso y caída. Ejemplo: Ícaro de la mitología griega.

5 Ascenso-caída-ascenso. Ejemplo: La Cenicienta o Jane Eyre de Charlote


Brontë.

6 Caída-ascenso-caída. Ejemplo: Edipo.

Independientemente del argumento global de la historia, la trayectoria de la mayoría


de superhéroes seguiría el arco del “hombre en el agujero”, mientras que los villanos
estarían en la categoría opuesta, como Ícaro.

Dentro del mismo estudio, los analistas de la Universidad de Vermont dentro de los
1.700 libros elegidos en lengua inglesa que tuvieran entre 10.000 y 20.000 palabras y
más de 150 descargas en la web del Proyecto Gutenberg, hicieron un análisis de los
sentimientos y crearon gráficas del índice de felicidad de los protagonistas, tomando
fracciones de 10.000 palabras.

La idea del análisis de los sentimientos es sencilla: todas las palabras tienen un
impacto emocional positivo o negativo en las personas. Así que las palabras se
pueden usar para medir las fluctuaciones y polaridades emocionales dentro de una
historia. La correlación entre el número de descargas y los seis arcos, también ha
permitido saber cuáles son los más populares. Al parecer los arcos que más nos
gustan son los de Ícaro y Edipo, o los más complejos que combinan de forma
secuencial el hombre en el agujero y La Cenicienta, seguidos de una tragedia.

No hay que confundir estos arcos emocionales con las estructuras narrativas, ya que
los arcos están basados únicamente en los sentimientos que provoca el lenguaje
utilizado y no en los detalles de las historias que afectan la progresión narrativa. Los
arcos emocionales se basan en el impacto emocional positivo o negativo que
provocan las palabras. Por ejemplo, pobreza, muerte o castigo nos empujan hacia un
sentimiento negativo, mientras que amor, paz o amistad, despiertan sentimientos
positivos.

LAS NARRATIVAS EMOCIONALES


Dentro del programa Cloud9World cuenta con un programa innovador basado en
cuentos tipo fábulas, donde los personajes del reino animal representan valores
diversos como:
el perro la lealtad la vaca, la generosidad el respeto, la tortuga
el águila, la ciudadanía el gorila, la compasión la amabilidad, el cisne
el elefante, la bondad la gratitud, la Catarina el rinoceronte, la iniciativa
la cebra, la individualidad la alegría, el delfín

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Estos son algunas de las habilidades socioemocionales que se desarrollan en
Cloud9World por medio de la interacción de estos animales con niños, niñas y adultos
quienes reflexionan en base a las experiencias de las historias en el valor que conlleva
el personaje animal y así se generan y refuerzan las habilidades socioemocionales.
Las fábulas, que son composiciones literarias de narrativa breve, generalmente en
prosa o en verso, donde los personajes principales son animales o cosas inanimadas
que presentan características humanas. La fábula tiene "una intención y redacción
didáctica de carácter ético y universal", que casi siempre aparece en la parte final de
esta misma (y más raramente al principio) proporcionando una enseñanza o
aprendizaje útil o moral, lo conocido generalmente como moraleja o adfabulación.

En el Diccionario de retórica y poética de Helena Beristáin describe a la fábula: “se


trata de un género didáctico mediante el cual suele hacerse crítica de las costumbres
y de los vicios locales o nacionales, pero también de las características universales de
la naturaleza humana en general”.

De esta forma, el programa que tiene presencia en 11 países como Chile, Perú,
Estados Unidos, República Dominicana, Francia, Alemania, Colombia, Brasil,
Argentina, Puerto Rico y México, ha generado la capacidad intrínseca de la fábula,
junto con los arcos emocionales, crean un formato único para enseñar las habilidades
socioemocionales de forma sencilla y útil para los grados desde preescolar hasta
preparatoria, incluso impactando positivamente a docentes, padres de familia y
maestros, con sus sencillas y profundas reflexiones.

Las habilidades socioemocionales son la fórmula para generar valores que se


conviertan en virtudes y que las personas la adopten como formas de vida y así
generar sociedades armónicas y comunidades de paz.

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HABILIDADEs
SOCIOEMOCIONALES
PARA EL SIGLO XXI
cr e ad o po r c e n f ova

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