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Foro – Análisis de Caso Clínico.

Estudiantes:

Yunis Díaz Barbudo. ID 100063751

Magda Lorena Arias Ortiz. ID 100068597

Jeimy Luz Pérez Tejada. ID 100063018

Camilo Andrés Gonzales Soto. ID 100063104

Tutora:

Lina Rojas.

Psicología Clínica y de la Salud.

Psicología.
Facultad de Ciencias Humanas y Sociales.
Corporación Universitaria Iberoamericana.
Enero, 2023.
CASO ANALISIS CLINICO: - PSICOLOGIA CLINICA Y DE LA SALUD

El 16 de abril de 2007, el estudiante universitario Seung Hui Cho usó dos pistolas

semiautomáticas en el campus de Virginia Tech para matar a 27 estudiantes y cinco

profesores, herir a otros 25 y suicidarse con un tiro en la cabeza.

El alboroto en Virginia Tech comenzó en las primeras horas de la mañana, cuando Cho

le disparó a una estudiante y a un asistente residente en un dormitorio. Aproximadamente dos

horas después, se dirigió a Norris Hall, donde se impartían clases, y cerró las puertas del

edificio con cadenas para evitar un escape fácil. Ahí disparó unas 174 balas, con las que mató

e hirió a muchos estudiantes y profesores mientras iba de salón en salón. Aunque el segundo

ataque duró solamente nueve minutos, para quienes estaban atrapados en el edificio debió

parecer una eternidad. El caos se suscitó cuando los estudiantes huían para salvar sus vidas.

Algunos saltaron desde las ventanas del segundo piso para escapar, otros intentaron formar

barricadas en las puertas de los salones. Hubo múltiples informes de acciones heroicas de

profesores y alumnos que intentaban salvar a otros, pero en general resultaron en sus propias

muertes (resumido de Panel de revisión de Virginia Tech, agosto de 2007).

En la universidad se le conocía como “el chico del signo de interrogación” porque sólo

escribía un signo de interrogación como su nombre. No contestaba cuando lo saludaban, se

sentaba durante horas en su dormitorio mirando por la ventana y se refería a una novia

imaginaria con el nombre de “Jelly”, una súper modelo que vivía en el espacio. En una

ocasión, informó a un compañero de cuarto que estaba de vacaciones con Vladimir Putin, el

presidente de Rusia.
Por ejemplo, a Cho se le llevó a una agencia de salud mental en Virginia, donde se le

practicó una evaluación psiquiátrica. Debido a que tenemos acceso limitado a los registros, la

naturaleza precisa de las observaciones del terapeuta es tentativa. Los exámenes del estado

mental son efectuados por profesionales de la salud mental para establecer el grado en el que

los pacientes están en contacto con la realidad, si sufren de alucinaciones o delirios y si son

potencialmente peligrosos. Basado en las observaciones clínicas, el análisis de su historia y la

posible evaluación psicológica, el terapeuta concluyó que Cho era un “inminente peligro para

él mismo y para otros”, “enfermo mental” y que requería hospitalización. El diagnóstico

psiquiátrico preciso se desconoce debido a las leyes de confidencialidad. Por desgracia, en vez

de designar la reclusión en una institución mental, un juez de un tribunal ordenó sólo el

tratamiento externo. Como sabemos ahora, Cho nunca cumplió con la orden de buscar terapia.

HISTORIA

Cuando era niño, los miembros de su familia, describían a Cho como mudo, frio y

tímido. Su madre especuló que era “autista”, una condición asociada con el aislamiento

social, retraso en el lenguaje y conducta repetitiva que, según se cree, tiene un fuerte

componente genético. Algunos parientes dicen que era diferente desde el nacimiento y

sugieren que su problema era biológico. En general Cho era objeto del acoso y las burlas más

crueles por parte de sus compañeros tal vez debido a sus conductas extrañas. Por lo común lo

molestaban, le ponían apodos y le decían que “regresara a China”. Aunque rara vez mostró

enojo, abundaban rumores de que tenía una “lista” de los estudiantes que quería matar.

¿Pudieron tales actos malintencionados de sus pares contribuir a sus acciones homicidas y

suicidas?

Cho era un ciudadano de 23 años de Corea del Sur con residencia estadounidense

permanente en Virginia. Migró a ese país a los ocho años de edad con sus padres y hermana.
Algunas personas creen que nunca se adaptó por completo a su nueva vida en Estados Unidos

y tuvo conflictos culturales. Se sintió aislado, solo y distanciado de otros. Sin la capacidad o

la voluntad de crear vínculos con las personas, Cho tuvo dificultad para distinguir entre la

fantasía y la realidad. Cho provenía de condiciones de mucha pobreza y vivía en un sótano de

tres habitaciones con su familia en Corea. Su padre era dueño y trabajador de una tienda de

libros de segunda mano que producía poco dinero y llevó a su familia a Estados Unidos para

mejorar su estado financiero. Cho parecía muy cohibido por ser pobre y resentía a los “niños

ricos”, el materialismo y el hedonismo. Sus escritos y videos enviados a NBC News contenían

declaraciones en extremo hostiles hacia quienes “tenían dinero”.

Cho estuvo involucrado en tres incidentes de acoso en el campus de Virginia Tech. Los

tres se relacionaban con alumnas en las que había desarrollado un interés breve pero intenso.

Sus contactos los realizó a través de mensajería instantánea en su computadora. Les envió

mensajes molestos, apareció sin invitación en el dormitorio de una de ellas y dejó grafitis en

su pizarra de anuncios. La policía del campus amonestó a Cho para que detuviera sus

contactos indeseados con ellas. Aparentemente, él accedió a tales amonestaciones. Varios

profesores informaron que Cho era amenazador, que tenía una veta malvada y que sus escritos

a veces eran atemorizantes, obscenos y violentos. Sostienen que tales escritos “desbordaban

enojo”, eran gráficos y molestos, y tenían una violencia macabra. Una profesora tuvo tanto

miedo por su seguridad y la de los otros que reportó a Cho en la oficina de asuntos

estudiantiles, la oficina del director y con la policía del campus. Cada unidad respondió que

nada podía hacerse si Cho no había amenazado de manera abierta a otras personas.

La conducta de Cho motivó a su madre a buscar la ayuda de las iglesias del norte de

Virginia. Una congregación presbiteriana sintió que Cho estaba poseído por un poder

demoniaco y necesitaba una liberación espiritual. Otros especularon que Cho era el epítome
del mal. Aunque las aseveraciones de que estaba poseído por fuerzas sobrenaturales parezcan

inverosímiles, dichas explicaciones de una conducta extraña alguna vez fueron comunes.

HIPOTESIS

Hipótesis biológica: Es de prever que, el comportamiento o conducta recurrente del señor

Cho, presentara serias afecciones o problemas como trastornos de tipo biológico, pues, el

componente biológico también representa un aspecto significativo, ya que dependiendo del

material genético o los desequilibrios bioquímicos cerebrales que ocurren el individuo, puede

también ser un determinante de la salud mental (OMS, 2016). De lo anterior, podemos estar

hablando de un posible trastorno del espectro autista - TEA, en el señor Cho, en el cual

pueden presentarse dificultades en la comunicación y en la interacción social, o patrones de

comportamiento, intereses o actividades restringidas y repetitivas. Esta hipótesis es posible,

debido a que el señor Cho, tenía problemas al parecer biológicos desde el nacimiento, según

lo narrado por la familia del sujeto en cuestión. Pues hablaban de problemas en sus

habilidades de interacción social.

Hipótesis social: Podemos decir que, es previsible que toda conducta que desplegó el señor

Cho, estuviera relacionada con el acoso y las burlas más crueles que sufría por parte de sus

compañeros, conllevando a su resentimiento y violencia para con las personas que

desplegaban conductas de matoneo hacia Cho. Todas estas conductas, que generan problemas

sociales dirigidos hacia el aislamiento, la depresión y el resentimiento pueden contribuir a la

conducta violenta. (Pérez et al, 2014).

Hipótesis genética (hereditaria): En cuanto al señor Cho, es posible que haya presentado

desde niño problemas o predisposiciones de origen genético, que pudo haber generado

alteraciones de TEA, pues se producen porque existe un trastorno neurológico (nervioso) de

base. La causa exacta no se conoce, pero sí que existe un componente genético sobre el que
pueden actuar factores ambientales que precipitan su aparición (AEP, 2012). Más aun cuando

su familia lo manifestó que desde niño, Cho era una persona tímida y fría, incluso tildándolo

de “mudo”. La genética puede desempeñar un papel importante en la determinación de la

conducta humana (Aldana et al, 2003).

Referencias bibliográficas:

Aldana, L., Lima, G., Casanova, P., Casanova, P. y Casanova, C. (2003). Enfoque

psicológico y fisiológico del dolor agudo. Revista Cubana de Medicina, 32 (3), 197-203.

Recuperado de: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0138-

65572003000300006

Pérez,D., García, J., García, T., Ortiz, D. y Centelles, M. (2014). Conocimientos sobre

estrés, salud y creencias de control para la Atención Primaria de Salud. Revista Cubana de

Medicina General Integral, 30 (3), 354-363. Recuperado de:

http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-21252014000300009

Organización Mundial de la Salud. (2016). Salud mental: fortalecer nuestra respuesta.

Recuperado de: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs220/es/

Asociación Española de Pediatría (2012). Trastorno del espectro autista. Recuperado

de: https://enfamilia.aeped.es/temas-salud/trastornos-espectro-autista

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