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G
U
N
D
A
CONQUERING THORACIC CANCERS WORLDWIDE
ED
IC
VENCER A LOS CÁNCERES TORÁCICOS EN TODO EL MUNDO
IÓ
N
Manual de
estadificación
en oncología
torácica
EDITOR EJECUTIVO
DR. RAMÓN RAMI-PORTA
Por segunda vez, la Union for International Cancer Control (UICC) y el American
Joint Committee on Cancer (AJCC) han encargado a la International Association for
the Study of Lung Cancer (IASLC) la elaboración de la nueva edición de la clasifica-
ción TNM de los tumores malignos torácicos. Así como la 7.ª edición se centró en el
cáncer de pulmón, la 8.ª incluye también la estadificación de los tumores tímicos, el
mesotelioma pleural maligno, el cáncer de esófago y el de la unión gastroesofágica.
El sistema internacional de clasificación TNM de los tumores malignos del tórax nos
permite su correcta estadificación y proporciona las bases para conocer su pronóstico.
Asimismo, nos ayuda a seleccionar el tratamiento más adecuado para los pacientes.
Esta nueva clasificación entró en vigor en enero del año 2017 y recoge los trabajos
del Comité de Estadificación y Factores pronósticos de la IASLC, liderados por el Dr.
Ramón Rami-Porta. Este nuevo sistema de estadificación se basa en los datos recogi-
dos por múltiples investigadores con carácter multidisciplinar de más de 100.000
pacientes procedentes de distintas regiones geográficas del mundo.
camente diseñada para estudiar la clasificación TNM del cáncer de pulmón. Los
coordinadores de ese Grupo fueron los Dres. Ángel López Encuentra, José Luis Du-
que Medina y Ramón Rami-Porta. Al crearse la base de datos internacional de la
IASLC, el GCCB-SEPAR I cedió todos los datos y su hoja de recogida fue modelo
para la confeccionada por la IASLC. Los casos registrados, más de 80.000 evaluables,
sirvieron para recomendar los cambios introducidos en la 7.ª edición de la clasifica-
ción TNM del cáncer de pulmón, publicada en 2009.
Con el objetivo de revisar la 7.ª edición, con vistas a la 8.ª, la IASLC revisó la hoja
de recogida de datos. Al mismo tiempo, se creó en SEPAR el GCCB-SEPAR-II, cu-
yos coordinadores fueron los Dres. Julio Sánchez de Cos y Escuín, Jesús R. Hernán-
dez Hernández, Mireia Serra Mitjans y Helena Hernández. En esta ocasión, los par-
ticipantes del GCCB-SEPAR-II registraron los casos online prospectivamente,
llegando a más de 2.000 en el momento en el que se cerró la fecha para la revisión.
Estos constituyeron casi el 50 % de todos los casos registrados telemáticamente en el
mundo. Además, la IASLC recibió más de 70.000 casos registrados de forma retro
spectiva. Con estos casos (retro y prospectivos) se actualizó la 7.ª edición con los
cambios que han aparecido en esta 8.ª clasificación.
AGRADECIMIENTOS
Hospital Gregorio Marañón (Madrid, España); J. A. Gullón Blanco, Hospital San Agus-
tín (Avilés, España); J. Hernández Hernández, Hospital de Ávila (Ávila, España); H.
Hernández Rodríguez, Hospital Universitario de Tenerife (Santa Cruz de Tenerife, Es-
paña); J. Herrero Collantes, Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria
(Santa Cruz de Tenerife, España); M. Iglesias Heras, Hospital de Ávila (Ávila, España);
J. M. Izquierdo Elena, Hospital Nuestra Señora de Aránzazu (Donostia, España); E.
Jakobsen, Registro Danés de Cánceres de Pulmón (Dinamarca); S. Kostas, Facultad de
Medicina de Atenas (Atenas, Grecia); P. León Atance y A. Núñez Ares, Complejo Hos-
pitalario de Albacete (Albacete, España); M. Liao, Centro Clínico de Tumores de Pul-
món de Shangái (Shangái, China); M. Losanovscky, Clínica y Maternidad Suizo Argen-
tina (Buenos Aires, Argentina); G. Lyons, Hospital Británico de Buenos Aires (Buenos
Aires, Argentina); R. Magaroles y L. de Esteban Júlvez, Hospital Joan XXIII (Tarragona,
España); M. Mariñán Gorospe, Hospital de San Pedro de Logroño (Logroño, España);
B. McCaughan y C. Kennedy, Universidad de Sídney (Sídney, Australia); R. Melchor
Íñiguez, Fundación Jiménez Díaz (Madrid, España); L. Miravet Sorribes, Hospital La
Plana (Castellón, España); S. Naranjo Gozalo y C. Álvarez de Arriba, Hospital Univer-
sitario Marqués de Valdecilla (Santander, España); M. Núñez Delgado, Hospital de
Meixoeiro (Vigo, España); J. Padilla Alarcón y J. C. Peñalver Cuesta, Instituto Valencia-
no de Oncología (Valencia, España); J. S. Park, Centro Médico Samsung (Seúl, Corea
del Sur); H. Pass, New York University Langone Medical Center and Cancer Center
(Nueva York, Estados Unidos); M. J. Pavón Fernández, Hospital Severo Ochoa (Lega-
nés, España); M. Rosenberg, Instituto Alexander Fleming y Hospital de Rehabilitación
Respiratoria (Buenos Aires, Argentina); E. Ruffini, Universidad de Turín (Turín, Italia);
V. Rusch, Memorial Sloan-Kettering Cancer Center (Nueva York, Estados Unidos); J.
Sánchez de Cos Escuín, Hospital de Cáceres (Cáceres, España); A. Saura Vinuesa, Hos-
pital de Sagunto (Sagunto, España); M. Serra Mitjans, Hospital Universitari Mútua de
Terrassa (Terrassa, España); T. E. Strand, Registro de Cánceres de Noruega (Noruega);
D. Subotic, Centro Clínico de Serbia (Belgrado, Serbia); S. Swisher, M. D. Anderson
Cancer Center (MDACC; Houston, Estados Unidos); R. Terra, Centro Médico de la
Universidad de San Pablo (San Pablo, Brasil); C. Thomas, Mayo Clinic Rochester (Ro-
chester, MN, Estados Unidos); K. Tournoy, Hospital Universitario de Gante (Bélgica);
P. Van Schil, Hospital Universitario de Amberes (Edegem, Amberes, Bélgica); M. Velás-
quez, Fundación Clínica Valle del Lili (Cali, Colombia); Y. L. Wu, Hospital General de
Cantón (Cantón, China); K. Yokoi, Comité Japonés Conjunto para el Registro de Cán-
ceres de Pulmón (Osaka, Japón).
ming (Buenos Aires, Argentina); M. Rosenberg, Instituto María Ferrer (Buenos Aires,
Argentina); V. Tomulescu, Instituto Clínico Fundeni (Bucarest, Rumanía); J. Huang,
Memorial Sloan Kettering Cancer Center (Nueva York, NY, Estados Unidos); C. Fo-
roulis, Hospital Universitario AHEPA de la Facultad de Medicina de la Universidad
Aristóteles (Tesalónica, Grecia); L. Lang-Lazdunski y A. Billè, Guy’s & St. Thomas Hos-
pital (Londres, Reino Unido); J. G. Maessen y M. Keijzers, Hospital Universitario de
Maastricht (Maastricht, Países Bajos); H. van Veer, Hospitales Universitarios de Lovaina
(Bélgica); C. Wright, Massachusetts General Hospital (Boston, MA, Estados Unidos);
M. Marino y F. Facciolo, Instituto Oncológico Nacional Reina Elena (Roma, Italia); G.
Palmieri y C. Buonerba, Università Degli Studi di Napoli Federico II (Nápoles, Italia);
M. Ferguson, Universidad de Chicago (Chicago, IL, Estados Unidos); G. Marulli, Uni-
versidad de Padua (Padua, Italia); M. Lucchi, Universidad de Pisa (Pisa, Italia); P. Loe-
hrer, Indiana University Simon Cancer Center (IN, Estados Unidos); M. Kalkat, Bir-
mingham Heartlands Hospital (Birmingham, Reino Unido); K. Rohrberg y G.
Daugaard, Rigshospitalet, Hospital Universitario de Copenhague (Copenhague, Dina-
marca); A. Toker y S. Erus, Universidad Médica de Estambul (Estambul, Turquía); M.
Kimmich, Klinik Schillerhöhe (Gerlingen, Alemania); A. Brunelli y M. Refai, Ospedali
Riuniti (Ancona, Italia); A. Nicholson y E. Lim, Royal Brompton Hospital/Harefield
NHS Foundation Trust (Londres, Reino Unido); I. K. Park, Hospital Nacional de Seúl
(Seúl, Corea); J. Wagner y B. Tieu, Universidad de Salud y Ciencias de Oregón (Port-
land, Oregón, Estados Unidos); W. Fang y J. Zhang, Hospital del Tórax de Shangái,
Centro Médico Universitario Jiaotong (Shangái, China); Z. Yu, Centro Oncológico
Universitario de Tianjin (Tianjin, China); Y. Han, Hospital Oncológico de Sichuán
(Chengdú, China); Y. Li, Hospital Oncológico de Henán (Zhengzhou, China); K.
Chen, Hospital Oncológico de la Universidad de Pekín (Pekín, China); G. Chen, Hos-
pital de Enfermedades Pulmonares de Shangái, Universidad Tongji (Shangái, China);
M. Okumura, Universidad de Osaka (Osaka, Japón); Y. Fujii, Universidad de la Ciudad
de Nagoya (Aichi, Japón); H. Asamura, Hospital Oncológico Nacional (Tokio, Japón);
K. Nagai, Hospital Oncológico Nacional Oriental (Chiba, Japón); J. Nakajima, Univer-
sidad de Tokio (Tokio, Japón); N. Ikeda, Universidad Médica de Tokio (Tokio, Japón);
S. Haraguchi, Universidad Médica del Japón (Tokio, Japón); T. Onuki, Universidad
Médica Femenina de Tokio (Tokio, Japón); K. Suzuki, Universidad Juntendo (Tokio,
Japón); I. Yoshino, Universidad de Chiba (Chiba, Japón); M. Tsuchida, Universidad de
Niigata (Niigata, Japón); S. Takahashi, Centro Oncológico de Shizuoka (Shizuoka, Ja-
pón); K. Yokoi, Universidad de Nagoya (Aichi, Japón); M. Hanyuda, Universidad Mé-
dica de Aichi (Aichi, Japón); H. Niwa, Hospital General Seirei Mikatahara (Shizuoka,
Japón); H. Date, Universidad de Kioto (Kioto, Japón); Y. Maniwa, Universidad de
Kobe (Hyogo, Japón); S. Miyoshi, Universidad de Okayama (Okayama, Japón); K.
Kondo, Universidad de Tokushima (Tokushima, Japón); A. Iwasaki, Universidad de
Fukuoka (Fukuoka, Japón); T. Okamoto, Universidad de Kyusyu (Fukuoka, Japón); T.
Nagayasu, Universidad de Nagasaki (Nagasaki, Japón); F. Tanaka, Universidad de Salud
xiii
Países Bajos); J.-F. Liu, Cuarto Hospital de la Universidad Médica de Hebei (Shi-
jiazhuang, Hebei, China); W. J. Scott y D. Edmondson, Fox Chase Cancer Center (Fi-
ladelfia, PA, Estados Unidos); R. Burger, Groote Schuur Hospital, Universidad de la
Ciudad del Cabo (Ciudad del Cabo, Sudáfrica); A. R. Davies y J. Zylstra, Guy’s & St.
Thomas’ Hospitals (Londres, Reino Unido); J. V. Räsänen, J. A. Salo y Y. Sundstrom,
Hospital Universitario de Helsinki (Helsinki, Finlandia); M. Pera, Hospital Universita-
rio del Mar (Barcelona, España); X. B. D’Journo, Hôpital Nord (Marsella, Francia); K.
A. Kesler, Indiana University Medical Center (Indianápolis, IN, Estados Unidos); W. L.
Hofstetter, A. Correa y S. G. Swisher, University of Texas MD Anderson Hospital
(Houston, TX, Estados Unidos); M. S. Allen, Mayo Clinic (Rochester, MN, Estados
Unidos); C. E. Denlinger, Universidad Médica de Carolina del Sur (Charleston, SC,
Estados Unidos); V. W. Rusch, Memorial Sloan-Kettering Cancer Center (Nueva York,
NY, Estados Unidos); B. M. Smithers, D. Gotley, A. Barbour e I. Thomson, Universi-
dad de Queensland, Princess Alexandra Hospital (Brisbane, Australia); S. M. Griffin y
J. Shenfine, Universidad de Newcastle upon Tyne (Newcastle upon Tyne, Reino Uni-
do); P. H. Schipper y J. G. Hunter, Universidad de Salud y Ciencias de Oregón (Port-
land, OR, Estados Unidos); W. H. Allum, Royal Marsden Hospital (Londres, Reino
Unido); W. (Vincent) Fang, Hospital de Enfermedades del Tórax de Shangái (Shangái,
China); G. E. Darling, Toronto General Hospital (Toronto, ON, Canadá); T. E. M. R.
Lerut y P. R. Nafteux, Universidad Zeikenhuizen de Lovaina (Lovaina, Bélgica); R. van
Hillegersberg, Centro Médico Universitario de Utrecht (Utrecht, Países Bajos); R. J.
Cerfolio, Universidad de Alabama en Birmingham (Birmingham, AL, Estados Unidos);
L. Durand y R. de Antón, Hospital de Clínicas, Universidad de Buenos Aires (Buenos
Aires, Argentina); M. K. Ferguson, Universidad de Chicago, Departamento de Cirugía
(Chicago, IL, Estados Unidos); S. Law, Centro Médico de la Universidad de Hong
Kong, Queen Mary Hospital (Hong Kong, China); M. B. Orringer y B. L. Marshall,
Universidad de Michigan (Ann Arbor, MI, Estados Unidos); A. Duranceau y S. How-
son, Universidad de Montreal (Montreal, Quebec, Canadá); J. D. Luketich, A. Penna-
thur y K. Lovas, University of Pittsburgh Medical Center (Pittsburg, PA, Estados Uni-
dos); T. J. Watson, Universidad de Rochester (Rochester, NY, Estados Unidos);
Cecconello, Universidad de San Pablo (San Pablo, Brasil); L.-Q. Chen, Hospital de
China Occidental de la Universidad de Sichuán (Chengdú, Sichuán, China).
«Tal vez solo perdure la mutabilidad».
Percy B. Shelley
ÍND I CE
PARTE I GENERALIDADES 39
1. Análisis de la supervivencia en oncología 41
2. Los principios del sistema TNM 57
COLABORADORES
COMITÉ DE REDACCIÓN
MIEMBROS
Alex A. Adjei (redactor jefe, Journal of Thoracic Oncology), Mayo Clinic (Rochester,
MN, Estados Unidos).
Hisao Asamura (presidente electo y presidente del Subcomité de Descriptores N del
Comité de Estadificación y Factores Pronósticos de la IASLC, enlace con la Socie-
dad Japonesa para el Cáncer de Pulmón, Japan Lung Cancer Society), Universidad
de Keio (Tokio, Japón).
Eugene H. Blackstone (miembro del Consejo Asesor del Área de Cáncer de Esófago del
Comité de Estadificación y Factores Pronósticos de la IASLC y de la Worldwide Eso-
phageal Cancer Collaboration), Cleveland Clinic (Cleveland, OH, Estados Unidos).
James Brierley (copresidente del Comité de TNM de la Union for International
Cancer Control y enlace con dicha organización), Princess Margaret Cancer Cen-
tre/University Health Network, Universidad de Toronto (Toronto, ON, Canadá).
David Carbone (presidente de la IASLC), Ohio State’s Comprehensive Cancer Cen-
ter-James Cancer Hospital and Research Institute (Columbus, OH, Estados Unidos).
John Crowley (jefe de Alianzas Estratégicas), Cancer Research and Biostatistics (Se
attle, WA, Estados Unidos).
xx
INTRODUCCIÓN
Por el Dr. Ramón Rami-Porta, FETCS, editor ejecutivo,
presidente del Comité de Estadificación y Factores Pronósticos de la IASLC
Vínculos con
UICC, AJCC, IMIG, ITMIG, WECC y otras
Aunque en las últimas décadas se han propuesto más de una docena de clasificaciones
de las neoplasias tímicas, ninguna se ha considerado oficial ni se ha incorporado a los
manuales de estadificación del American Joint Committee on Cancer ni de la Union
for International Cancer Control. Por vez primera en la historia de la estadificación
anatómica, la octava edición de la clasificación TNM de los tumores malignos será una
clasificación de consenso mundial, de base empírica y multidisciplinaria. Esta clasifica-
ción de las neoplasias tímicas constituye, de hecho, la primera basada en el sistema
TNM y aprobada a nivel internacional para esta localización tumoral. Los análisis de la
base de datos de la IASLC y el ITMIG, que comprende más de 8.000 pacientes evalua-
bles, dieron lugar a varios artículos originales sobre los componentes tumoral,13 gan-
glionar y metastásico,14 así como sobre los estadios,15 que han servido como base para
la clasificación propuesta en la octava edición de los manuales de estadificación. Se ha
recomendado asimismo un nuevo mapa ganglionar de uso exclusivo en las neoplasias
tímicas16 y se han revisado los compartimentos mediastínicos.17
Bibliografía
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edition of the TNM classification for pleural mesothelioma. J Thorac Oncol.
2016;11(12):2100–2111.
22. Rusch VW, Chansky K, Kindler HL, Nowak AK, Pass HI, Rice DC, et al.;
IASLC Staging and Prognostic Factors Committee, advisory boards and parti-
cipating institutions. The IASLC Mesothelioma Staging Project: proposals for
the M descriptors and for the revision of the TNM stage groupings in the forth-
coming (eighth) edition of the TNM classification for mesothelioma. J Thorac
Oncol. 2016;11(12):2112–2119.
23. Rice D, Rusch V, Pass H, Asamura H, Nakano T, Edwards J, et al.; Internatio-
nal Association for the Study of Lung Cancer International Staging Committee
and the International Mesothelioma Interest Group. Recommendations for uni-
form definitions of surgical techniques for malignant pleural mesothelioma: a
consensus report of the International Association for the Study of Lung Cancer
International Staging Committee and the International Mesothelioma Interest
Group. J Thorac Oncol. 2011;6(8):1304–1312.
24. Pass HI, Giroux D, Kennedy C, Ruffini E, Cangir AK, Rice D, et al.; IASLC
Staging Committee and Participating Institutions. Supplementary prognostic
variables for pleural mesothelioma: a report from the IASLC Staging Commit-
tee. J Thorac Oncol. 2014;9(6):856–864.
25. Rice TW, Apperson-Hansen C, DiPaola C, Semple ME, Lerut TE, Orringer
MB, et al. Worldwide Esophageal Cancer Collaboration: clinical staging data.
Dis Esophagus. 2016;29(7):707–714.
26. Rice TW, Chen LQ, Hofstetter WL, Smithers BM, Rusch VW, Wijnhoven BP,
et al. Worldwide Esophageal Cancer Collaboration: pathologic staging data. Dis
Esophagus. 2016;29(7):724–733.
27. Rice TW, Lerut TEMR, Orringer MB, Chen LQ, Hofstetter WL, Smithers
xxxvi
1
ANÁLISIS DE LA SUPERVIVENCIA EN ONCOLOGÍA
Para evaluar los programas de tratamiento oncológico y vigilar la evolución de los pro-
gramas regionales y nacionales de lucha contra el cáncer es preciso analizar los datos de
supervivencia de esta enfermedad y las variables relacionadas. El uso adecuado de los
datos de los registros de oncología para analizar los resultados exige saber cómo aplicar
bien las herramientas cuantitativas, cuáles son las limitaciones que tienen los análisis en
función del origen de la información, hasta qué punto los datos disponibles represen-
tan a la población y qué calidad e integridad tienen dichos datos del registro. En este
capítulo se explica la metodología más habitual para los análisis de supervivencia, se
define la terminología básica y se describen los elementos esenciales de la recopilación
y la descripción de los datos. Aunque los principios básicos son los mismos con inde-
pendencia de que la información proceda de registros de cáncer, de ensayos clínicos o
de experimentos de laboratorio, este capítulo se centra en el empleo de los análisis de la
supervivencia aplicados a los datos que se obtienen habitualmente en los registros de
oncología. No se abordarán en detalle los principios estadísticos ni la metodología. Los
interesados en conocer los fundamentos estadísticos o las aplicaciones experimentales
pueden consultar los libros de texto que tratan a fondo esos temas.1-7
CONCEPTOS BÁSICOS
Dos métodos básicos de análisis que permiten determinar la supervivencia general del
grupo contando tanto a los casos censurados como a los no censurados son el de la tabla
de supervivencia (a veces llamada tabla actuarial) y el de Kaplan-Meier.8,9 El método de
la tabla de supervivencia fue el primero que se generalizó para describir los resultados
vitales de las personas con cáncer, y se usa la palabra actuarial por su semejanza con las
tareas desempeñadas por los actuarios del sector de los seguros. Es muy útil cuando solo
se cuenta con datos en categorías agrupadas como las que se describen en el siguiente
apartado. El procedimiento de Kaplan-Meier se basa en la duración de la supervivencia
de cada paciente y es preferible cuando los datos están en esta forma.
1 | Análisis de la supervivencia en oncología |
43
En este capítulo se presentan ejemplos que ilustran los conceptos del análisis de la
supervivencia. Tales ejemplos corresponden a datos obtenidos de los archivos públi-
cos del Programa de Vigilancia, Epidemiología y Resultados Finales (Surveillance,
Epidemiology, and End Results, SEER) del Instituto Nacional del Cáncer (National
Cancer Institute) de los Estados Unidos. Los casos elegidos son una muestra aleatoria
del 1% de la cifra total correspondiente a los centros elegidos y los años de diagnós-
tico. El seguimiento de esos pacientes duró hasta el final de 1999. Por lo tanto, para
los que entraron primero, el seguimiento puede ser de hasta dieciséis años, mientras
que para los diagnosticados hacia el final del período de estudio el seguimiento po-
dría ser de apenas un año. Se utilizan estos datos porque son realistas en cuanto a las
tasas de supervivencia que se obtienen y porque abarcan diversos casos que podrían
observarse en un gran registro común de tumores a lo largo de un número parecido
de años. Su único propósito es ilustrar la metodología y los conceptos del análisis de
la supervivencia. Los resultados del SEER entre 1973 y 1997 están descritos con más
exhaustividad en otras obras.10 Estas ilustraciones no pretenden ser un análisis de los
patrones de supervivencia del cáncer de mama y del cáncer de pulmón en los Estados
Unidos, y no deben usarse ni citarse como tales.
Este método consiste en dividir en intervalos fijos (en general, meses o años) el pe-
ríodo total de observación del grupo. Para cada intervalo se calcula el porcentaje de
personas que sobrevivieron hasta el final del mismo a partir de la cantidad de los que
se sabe que presentaron el suceso de interés (p. ej., la muerte) y la cantidad de perso-
nas que se calculaba que estaban en riesgo al comienzo del intervalo. De cada inter-
valo sucesivo se puede calcular la tasa acumulada de supervivencia, que es la proba-
bilidad de sobrevivir en el último intervalo multiplicada por las probabilidades de
sobrevivir en todos los intervalos anteriores. Así, si el porcentaje de pacientes que
sobrevivieron al primer intervalo es del 90% y sigue siendo el mismo en el segundo
y tercer intervalos, la tasa acumulada de supervivencia es del 72,9%
(0,9 × 0,9 × 0,9 = 0,729).
44 | PARTE I | GENERALIDADES
Figura 1.1. Supervivencia de 2.819 pacientes con cáncer de mama del Programa de Vigilancia,
Epidemiología y Resultados Finales del Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos,
1983-1998. Cálculos según el método de la tabla de supervivencia.
100
Porcentaje de supervivientes
80 Tasa de supervivencia
a 1 año = 95,6%
60 Tasa de supervivencia
a 5 años = 76,8%
40 Tasa de supervivencia
a 10 años = 61%
20
0
0 1 2 3 4 5 6 7 6 9 0
Años pasados desde el diagnóstico
Figura 1.2. S upervivencia de 2.347 pacientes con cáncer de pulmón del Programa de Vigilancia,
Epidemiología y Resultados Finales del Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos,
1983-1998. Cálculos según el método de la tabla de supervivencia.
100
Porcentaje de supervivientes
80
60
Mediana de supervivencia = 10 meses
40
Tasa de supervivencia
a 5 años = 12,0% Tasa de supervivencia
20 Tasa a 10 años = 6,8%
de supervivencia
a 1 año = 41,8%
0
0 1 2 3 4 5 6 7 6 9 0
Años pasados desde el diagnóstico
1 | Análisis de la supervivencia en oncología |
45
EL MÉTODO DE KAPLAN-MEIER
Si se cuenta con datos individuales de los pacientes, se pueden analizar con el método de
Kaplan-Meier,9 que es parecido al de la tabla de supervivencia pero calcula la proporción
de supervivientes hasta cada momento en que se produce el exitus, en lugar de en inter-
46 | PARTE I | GENERALIDADES
valos fijos. La principal diferencia evidente en una curva de supervivencia es que los
cambios escalonados en la tasa acumulada de supervivencia se presentan independiente-
mente de los intervalos del eje de «años transcurridos desde el diagnóstico». Cuando se
puede emplear, este método estima con más exactitud la curva de supervivencia.
Aunque los factores que influyen en la supervivencia puedan ser singulares para cada
tipo de cáncer, se admite en general que la descripción básica de la supervivencia en
un cáncer concreto debe incluir los resultados específicos por estadio, edad y raza. Es
1 | Análisis de la supervivencia en oncología |
47
Figura 1.3. C álculos según el método de la tabla de supervivencia con estratificación por el estadio
histórico de la enfermedad. Nota: No se incluyen 119 pacientes cuyo estadio de enfermedad se
desconocía. En el SEER se usa una estadificación por grado de extensión de la enfermedad (GEE).
In situ
100
(n = 365)
Localizado (n = 1.495)
Porcentaje de supervivientes
80
Regional
(n = 708)
60
40
A distancia
20 (n = 132)
0
0 1 2 3 4 5 6 7 6 9 0
Años pasados desde el diagnóstico
Figura 1.4. S upervivencia de 2.819 pacientes con cáncer de mama del Programa de Vigilancia,
Epidemiología y Resultados Finales del Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos, 1983-
1998. Cálculos según el método de la tabla de supervivencia con estratificación por la raza.
100
Caucásicas
(n = 2467)
Porcentaje de supervivientes
80
Otros/desconocido
60 (n = 188)
Afroamericanas
(n = 164)
40
20
0
0 1 2 3 4 5 6 7 6 9 0
Años pasados desde el diagnóstico
48 | PARTE I | GENERALIDADES
Figura 1.5. S upervivencia de 2.819 pacientes con cáncer de mama del Programa de Vigilancia,
Epidemiología y Resultados Finales del Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos, 1983-
1998. Cálculos según el método de la tabla de supervivencia con estratificación por la edad en el
momento del diagnóstico.
100
< 50 años
(n = 693)
Porcentaje de supervivientes
80
50-59 años
(n = 531) 60-69 años
60
(n = 671)
40 ≥ 70 años
(n = 924)
20
0
0 1 2 3 4 5 6 7 6 9 0
Años pasados desde el diagnóstico
Las tasas de supervivencia que se describen en los ejemplos tienen en cuenta todas las
muertes sin importar su causa, lo cual se conoce como tasa de supervivencia observa-
da. Aunque esta supervivencia observada refleja con fidelidad la mortalidad total del
grupo de pacientes, a menudo nos interesa describir la mortalidad atribuible solo a la
enfermedad que se investiga. En el pasado, esto solía calcularse mediante la tasa de
supervivencia ajustada en función de la causa, que es el porcentaje de pacientes inicia-
les del grupo que no murieron debido a una causa específica (p. ej., el cáncer) en
ausencia de otra causa de enfermedad. Esta técnica exige contar con información
fiable sobre la causa de la muerte y ajusta las muertes debidas a causas ajenas a la
1 | Análisis de la supervivencia en oncología |
49
Considerar casos censurados a los pacientes fallecidos por otras causas es polémico, ya
que los métodos estadísticos empleados en el contexto de los análisis de supervivencia
parten de la base de que la censura estadística es independiente del resultado. Esto
significa que si se hubiera seguido al paciente durante más tiempo se habría terminado
observando el suceso de interés. Esta afirmación tiene sentido en el caso de los pacien-
tes perdidos de vista para el seguimiento (si los localizáramos, terminaríamos viendo
la verdadera duración de su supervivencia). Sin embargo, si un enfermo fallece por
otra causa, jamás detectaremos su fallecimiento por el cáncer de interés. La estimación
de la tasa ajustada antes descrita no distingue bien entre los pacientes que siguen vivos
en la última fecha de contacto y los pacientes que se sabe que han muerto por otra
causa. Estos últimos sucesos se denominan riesgos competitivos.
SUPERVIVENCIA RELATIVA
Esta tasa representa la probabilidad de que un paciente no muera por causas asocia-
das específicamente con el cáncer pasado un determinado tiempo desde el diagnósti-
co. Siempre es mayor que la tasa de supervivencia observada para el mismo grupo de
pacientes. Si el grupo es suficientemente amplio y los pacientes son, a grandes rasgos,
representativos de la población de los Estados Unidos, por ejemplo (teniendo en
50 | PARTE I | GENERALIDADES
MÉTODOS DE REGRESIÓN
Los detalles de estos métodos exceden el ámbito de este capítulo. Por fortuna, en la
actualidad hay muchos paquetes informáticos de análisis estadístico fáciles de conse-
guir que permiten a un analista entendido aplicar con bastante sencillez los métodos.
Aunque los modelos multivariados de supervivencia generan abundante información
útil, por lo general obligan a hacer otras suposiciones sobre la forma de la curva de
1 | Análisis de la supervivencia en oncología |
51
COMPARACIÓN DE LA SUPERVIVENCIA
ENTRE GRUPOS DE PACIENTES
Cabe la posibilidad de que las diferencias entre dos grupos no sean significativas en
cada momento de seguimiento semejante, pero que al analizar las curvas de supervi-
vencia en conjunto se sumen todas las diferencias individuales no significativas y se
52 | PARTE I | GENERALIDADES
Conviene ser cautos al interpretar las pruebas de significación estadística. Por ejem-
plo, si hay diferencias en las características de los pacientes y de la enfermedad entre
ambos grupos de tratamiento, una diferencia estadísticamente significativa de la su-
pervivencia podría deberse sobre todo a esas diferencias entre las dos series de pacien-
tes más que a diferencias en la eficacia de los esquemas terapéuticos. Para evaluar con
más certeza un tratamiento es necesario llevar a cabo un ensayo clínico aleatorizado
que ayude a garantizar la semejanza de las características de los pacientes y de la en-
fermedad en los dos grupos de tratamiento.
Definición del momento de inicio del estudio. El momento a partir del cual se
determina la supervivencia de los pacientes depende de la finalidad del estudio. Por
ejemplo, el punto de partida para estudiar la evolución natural de un determinado
cáncer podría definirse en relación con la aparición del primer síntoma. Para evaluar
los efectos del tratamiento se emplean diversas fechas de referencia, a saber: 1) la fe-
cha del diagnóstico; 2) la fecha de la primera visita al médico o al consultorio; 3) la
fecha del ingreso hospitalario; 4) la fecha de inicio del tratamiento o de aleatoriza-
ción en un ensayo clínico que evalúe la eficacia del tratamiento; y 5) otros momen-
tos. En todo informe debe indicarse con claridad la fecha concreta de referencia.
Resumen
En este capítulo se han repasado los aspectos básicos del análisis de supervivencia que
se suelen aplicar a los datos de registros de oncología y a los datos de los ensayos clí-
nicos. El análisis complejo de los datos y de las hipótesis experimentales exige un
grado de conocimiento y pericia mayor que el que puede transmitirse en este capítu-
lo. Los análisis de la supervivencia se llevan a cabo hoy en día de manera automática,
mediante numerosos programas de análisis estadístico y de gestión de datos de regis-
tro que pueden utilizarse en ordenadores personales. A todos aquellos que disponen
de estos programas se les anima a explorar las distintas opciones analíticas con las que
cuentan para comprobar la información que puede aportar un análisis de la supervi-
vencia sobre los datos de los registros oncológicos. También para discernir las limita-
54 | PARTE I | GENERALIDADES
ciones que tienen tales análisis y, en particular, saber cómo afectan a su validez las
características de las cohortes de pacientes y la calidad e integridad de los datos.
Bibliografía
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1984.
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13. Cox DR. Regression models and life tables. J R Stat Soc B. 1972;34(2):187–
220.
Reconocimiento: Se incluye con la autorización de la Union for
International Cancer Control (UICC; Ginebra, Suiza). La fuente
original de este material es la obra de Brierley J. B., Gospoda-
rowicz M. K. y Wittekind C. (eds.) TNM Classification of Malig-
nant Tumours de la UICC, octava edición (2017), publicada por
John Wiley & Sons, Ltd. www.wiley.com.
57
2
LOS PRINCIPIOS DEL SISTEMA TNM
miento médico y al mismo tiempo la necesidad de preservarla para facilitar los estu-
dios longitudinales. El proyecto de TNM de la Union for International Cancer
Control intenta atender ambas necesidades.
La clasificación de los tumores tiene numerosos ejes, entre ellos la localización ana-
tómica, el grado de afectación clínica y anatomopatológica, la duración de los signos
o síntomas, el sexo y la edad del paciente y el tipo y grado histológicos del tumor.
Todos ellos influyen en el desenlace de la enfermedad. El sistema TNM se centra en
la clasificación por el grado de afectación anatómica.
1. Que sea aplicable a todas las localizaciones con independencia del tratamiento; y
2. Que pueda complementarse más adelante conforme se disponga de más datos
procedentes del examen histopatológico y/o de la cirugía.
Los números que se agregan a esos tres componentes indican el grado de afectación
neoplásica, y así se obtiene:
T0, T1, T2, T3, T4, N0, N1, N2, N3, M0, M1
2 | Los principios del sistema TNM | 59
1. Todos los casos deben confirmarse por microscopía. Cualquier caso que no cum-
pla este requisito debe informarse aparte.
2. Para cada localización se describen dos clasificaciones:
a. Clasificación clínica: La clasificación clínica anterior al tratamiento, deno-
minada TNM (o cTNM), es esencial para elegir el tratamiento y evaluarlo.
Esta clasificación se hace con base a los datos recabados antes del tratamien-
to, es decir, los que proceden de la exploración física, las imágenes de ra-
diodiagnóstico, las endoscopias, las biopsias, la inspección intraoperatoria y
otros estudios de interés.
b. Clasificación anatomopatológica: La clasificación histopatológica posqui-
rúrgica, denominada pTNM, se emplea para orientar el tratamiento adyu-
vante y proporciona información complementaria que permite estimar el
pronóstico y los resultados finales. Se basa en los datos recogidos antes del
tratamiento, que se complementan o modifican con otros datos obtenidos en
la cirugía y en el examen anatomopatológico. La evaluación anatomopato-
lógica del tumor primario (pT) requiere su resección o la obtención de una
biopsia suficiente para evaluar cuál es la categoría máxima de pT. La de los
ganglios linfáticos regionales (pN) requiere la extirpación de suficientes gan-
glios linfáticos como para confirmar la ausencia de metástasis ganglionares
regionales (pN0) o evaluar la categoría máxima de pN. Una biopsia escisio-
nal de un ganglio linfático sin examen anatomopatológico del tumor prima-
rio no basta para evaluar bien la categoría de pN y constituye un elemento
de clasificación clínica. La evaluación anatomopatológica de las metástasis a
distancia (pM) requiere el examen microscópico del depósito metastásico.
3. Una vez asignadas las categorías de T, N y M y/o pT, pN y pM, se las puede agru-
par en estadios. La clasificación TNM y el estadio se determinan en el momento
del diagnóstico y deben mantenerse inalterados en la historia clínica. A efectos
únicamente de vigilancia oncológica, los datos clínicos y anatomopatológicos se
pueden combinar cuando solo se cuente con datos parciales de la clasificación
anatomopatológica o de la clasificación clínica.
4. En caso de duda sobre cuál es la categoría T, N o M correcta a la que debe asignar-
se un caso concreto, debe elegirse la más baja (es decir, la menos avanzada). Esto
se reflejará también en el estadio.
5. Si en un mismo órgano hay más de un tumor primario, el caso se consignará
conforme al tumor de la máxima categoría T, y se indicará entre paréntesis la
multiplicidad o la cantidad de tumores; p. ej., T2(m) o T2(5). En los cánceres
60 | PARTE I | GENERALIDADES
Notas
a
El lector que desee más detalles sobre la clasificación debe consultar el suplemento a la clasi-
ficación TNM.
b
En la página web de la UICC (www.uicc.org) está disponible un módulo de formación.
T: Tumor primario
TX No se puede evaluar el tumor primario
T0 Ausencia de evidencia de tumor primario
2 | Los principios del sistema TNM | 61
M: Metástasis a distancia*
M0 Ausencia de metástasis a distancia
M1 Presencia de metástasis a distancia
Nota
La categoría MX no se considera pertinente, ya que para la evaluación clínica de las metásta-
*
sis puede bastar la exploración física. (El empleo de MX puede dar lugar a la exclusión de la
estadificación.)
Pulmón...................................PUL (C34)
Médula ósea ...........................MOS (C42.1)
Hueso......................................HUE (C40, 41)
Pleura......................................PLE (C38.4)
Hígado....................................HIG (C22)
Peritoneo.................................PER (C48.1,2)
Encéfalo..................................ENC (C71)
Glándulas suprarrenales...........GSR (C74)
Ganglios linfáticos ..................LIN (C77)
Piel..........................................PIE (C44)
Otras.......................................OTR
Subdivisiones de TNM
Para los casos que requieren más especificidad se cuenta con subdivisiones de algunas
categorías principales (p. ej., T1a y T1b o N2a y N2b).
Notas
• La extensión directa del tumor primario a los ganglios linfáticos se clasifica como metástasis
ganglionar.
• Los depósitos tumorales (satélites, es decir, cúmulos o nódulos macro- o microscópicos)
en el área de drenaje linfático de un carcinoma primario sin evidencia histológica de restos
ganglionares en el nódulo pueden representar una diseminación discontinua, una invasión
venosa (V1/2) o la sustitución completa de un ganglio linfático. Si el anatomopatólogo con-
sidera que un nódulo constituye un ganglio linfático totalmente sustituido (por lo general
por tener un contorno liso), debe consignarlo como ganglio linfático positivo, y cada uno de
estos nódulos debe contarse aparte como ganglio linfático en la determinación de la pN final.
• Las metástasis halladas en cualquier ganglio linfático que no sea regional se clasifican como
metástasis a distancia.
• Cuando el tamaño es criterio para la clasificación pN, se mide la metástasis, no todo el gan-
glio linfático. La medición debe corresponder al diámetro mayor del tumor.
• Los casos que solo presenten micrometástasis (es decir, sin metástasis de más de 0,2 cm) se
pueden indicar añadiendo «(mi)»; p. ej., pN1(mi).
Cuando se evalúa el ganglio linfático centinela son de aplicación las siguientes designa-
ciones:
Las células tumorales aisladas (CTA) son células o grupúsculos de células tumorales
de como máximo 0,2 mm en su diámetro mayor que se pueden detectar con tincio-
nes normales de hematoxilina-eosina o de inmunohistoquímica. En el caso del cán-
cer de mama se ha postulado un criterio más para incluir grupos de menos de 200
células en un único corte histológico transversal. Para otras localizaciones tumorales
se ha planteado también que un grupo debe contener como máximo 20 células. Las
definiciones de CTA varían en función de la localización del tumor. Las CTA no
suelen presentar evidencia de actividad metastásica (p. ej., proliferación o reacción
del estroma) ni penetración en las paredes de los sinusoides vasculares o linfáticos. La
presencia de CTA en los ganglios linfáticos o en localizaciones a distancia debe clasi-
ficarse como N0 y M0, respectivamente. Lo mismo sucede cuando las técnicas no
morfológicas (por ejemplo, la citometría de flujo o el análisis del ADN) revelan indi-
cios de la presencia de células tumorales o de sus componentes. Las excepciones son
el melanoma maligno cutáneo y el carcinoma de células de Merkel, en los que la
presencia de CTA en un ganglio linfático se clasifica como N1. Estos casos deben
analizarse aparte.2 Su clasificación es la siguiente:
Los casos con CTA o en los que se estudian dichas células en los ganglios linfáticos
centinela se pueden clasificar del siguiente modo:
Nota
*Las categorías pM0 y pMX no son válidas.
Las células tumorales aisladas que se detectan en la médula ósea mediante técnicas
morfológicas se clasifican según el esquema correspondiente a N; p. ej., M0(i+). Para
los hallazgos de los estudios no morfológicos se añade «mol» a M0; p. ej., M0(mol+).
GRADO HISTOPATOLÓGICO
G: Grado histopatológico
G1 Bien diferenciado
G2 Moderadamente diferenciado
2 | Los principios del sistema TNM | 65
G3 Poco diferenciado
G4 Indiferenciado
Notas
• En algunos casos, los grados 3 y 4 se pueden combinar como «G3-4, poco diferenciado o
indiferenciado».
• Para los tumores de mama, cuerpo uterino y próstata se recomiendan sistemas especiales de
descripción del grado.
OTROS DESCRIPTORES
DESCRIPTORES OPTATIVOS
L: Invasión linfática
LX No se puede evaluar la invasión linfática
L0 Ausencia de invasión linfática
L1 Presencia de invasión linfática
66 | PARTE I | GENERALIDADES
V: Invasión venosa
VX No se puede evaluar la invasión venosa
V0 Ausencia de invasión venosa
V1 Presencia de invasión venosa microscópica
V2 Presencia de invasión venosa macroscópica
Nota
La afectación macroscópica de la pared venosa (sin presencia tumoral endovenosa) se clasifica
como V2.
Nota
* Hay quienes consideran que la clasificación R solo se aplica al tumor primario y a su afectación
locorregional, mientras que otros la han aplicado en sentido más general para incluir las me-
tástasis a distancia. Cuando se emplee la R debe indicarse el uso concreto que se le esté dando.
2 | Los principios del sistema TNM | 67
Masa tumoral
Concentración de Conocimiento
marcador tumoral Raza del tratamiento
Accesorios Receptor de muerte Sexo al nivel específico
celular programada 1 Función cardíaca (p. ej., cirugía o
(PD-1) y sus ligandos radioterapia)
(PD-L1)
*La consideración de que los factores esenciales son aquellos que resultan imperativos para tomar decisiones
terapéuticas se basa en las guías de práctica clínica conocidas y públicas.
TUMORES INFANTILES
Desde la cuarta edición, la clasificación TNM de tumores malignos de la Internatio-
nal Union Against Cancer (UICC) no incluye clasificaciones para los tumores infan-
tiles. Esta decisión se tomó por la falta de un sistema normalizado internacional de
estadificación para numerosos tumores pediátricos. A fin de recopilar datos de esta-
dios en los registros oncológicos poblacionales es necesario un acuerdo sobre la esta-
dificación de estos cánceres. El reconocimiento de este problema llevó a la celebra-
ción de una reunión de consenso en 2014 y a la publicación de recomendaciones
sobre la estadificación de los cánceres infantiles para la vigilancia poblacional.7 Las
clasificaciones que se han publicado no pretenden sustituir a las que use el médico a
la hora de tratar a un paciente concreto, sino facilitar la recopilación de datos del
estadio en los registros oncológicos poblacionales.
CLASIFICACIONES RELACIONADAS
La OMS lleva participando desde 1958 en un programa cuyo objetivo es ofrecer crite-
rios internacionalmente aceptables para el diagnóstico histológico de los tumores. A
raíz de ello surgió la International Histological Classification of Tumours, una clasifica-
ción internacional histológica de los tumores que contiene, en una serie ilustrada de
varios volúmenes, definiciones de los tipos tumorales y la nomenclatura propuesta.
Este programa continúa con una nueva serie, la WHO Classification of Tumours–Patho-
logy and Genetics of Tumours. (En www.iarc.fr puede encontrarse información sobre
estas publicaciones.) La clasificación internacional de la OMS para las enfermedades
oncológicas (WHO International Classification of Diseases for Oncology, CIE-O-3)1 es un
sistema de codificación de las neoplasias ordenado por topografía y morfología y con
indicación de su comportamiento (p. ej., malignas o benignas). Esta nomenclatura
codificada es idéntica, en el campo de la morfología de las neoplasias, a la nomenclatu-
ra sistematizada de medicina (Systematized Nomenclature of Medicine, SNOMED).8
Bibliografía
3
HISTORIA DE LA ESTADIFICACIÓN TNM
EN EL CÁNCER DE PULMÓN
Peter Goldstraw
Los esfuerzos por desarrollar un lenguaje internacional para la clasificación del cáncer
en función del grado de afectación anatómica de la enfermedad se iniciaron al co-
mienzo del siglo xx.1 Durante la primera mitad de ese siglo, diversas organizaciones
intentaron desarrollar estos sistemas y se buscó el consenso internacional. A partir de
1929, el Subcomité de Radiología de la Comisión de Oncología de la Organización
de Salud de la Liga de las Naciones tomó las riendas y elaboró normas y definiciones,
creó una clasificación por grado de extensión anatómica de la enfermedad, determi-
nó qué datos eran necesarios para evaluar los resultados terapéuticos y llegó a produ-
cir un atlas trilingüe que presentaba la clasificación de los cánceres por estadios.
Aunque esos principios se referían sobre todo al carcinoma cervicouterino, muchas
otras organizaciones los aceptaron. En 1950 otras tres organizaciones instituyeron
comités centrados en este aspecto del cáncer: el Comité de Expertos en Estadísticas
Sanitarias de la Organización Mundial de la Salud creó un Subcomité sobre Registros
de Casos de Cáncer y sobre su presentación estadística; en el 6.º Congreso Interna-
cional de Radiología se creó la Comisión Internacional de Agrupaciones de Estadio
del Cáncer y Presentación de los Resultados en Oncología (ICPR); y la Unión Inter-
nacional Contra el Cáncer (Union Internationale Contre le Cancer, UICC, fundada
en París en 1934 y hoy en día denominada Union for International Cancer Control)
instituyó su Comité de Nomenclatura y Estadísticas de Tumores (CTNS).
En aquella época, el profesor Pierre Denoix (Figura 3.1), cirujano del Instituto Gus-
tave Roussy de París, desarrolló su sistema de clasificación de tumores malignos ba-
sado en los «TNM» y publicó una serie de artículos entre 1943 y 1952.2 En el 7.º
Congreso Internacional de Radiología, celebrado en 1953, presentó su trabajo Técni-
ca uniforme para la clasificación clínica mediante el sistema TNM, y en adelante la
76 | PARTE II | CÁNCER DE PULMÓN
Figura 3.1. D
r. Pierre Denoix (1912-1990). Cirujano oncológico del Instituto
Gustave Roussy de París y director de esa institución entre 1956 y 1982.
Presidente del Comité de Clasificación de los Estadios Clínicos y Estadística
Aplicada de la UICC entre 1954 y 1966. Presidente de la UICC entre 1973 y
1978. Comandante de la Legión de Honor.
ICPR adoptó el sistema TNM como base para su clasificación de los cánceres de la-
ringe y mama. El año siguiente, la UICC sustituyó el CTNS por un nuevo comité
especial, el Comité de Clasificación de los Estadios Clínicos y Estadística Aplicada
(CCSCAS), y puso al frente al profesor Denoix como presidente. En los cuatro años
siguientes, este comité refinó los principios generales del sistema TNM y recabó in-
contables opiniones internacionales sobre sus propuestas. La UICC emprendió en-
tonces un programa de publicación en fascículos en los que se proponían clasificacio-
nes TNM para cánceres de diversos órganos. Entre 1960 y 1967 se elaboraron nueve
fascículos que abordaban 23 localizaciones, incluido el pulmón en uno publicado en
1966. La intención era actualizar las propuestas de cada localización al cabo de un
plazo de cinco años de «pruebas de campo». En 1966 la entonces llamada Internatio-
nal Union Against Cancer (UICC) sustituyó el CCSCAS por el Comité de la Clasi-
ficación TNM, presidido por el Sr. Michael Harmer. Por aquella época la Internatio-
nal Union Against Cancer (UICC) seguía usando las versiones en francés e inglés de
su denominación, pero poco a poco pasó a usar la forma en inglés y quedarse con la
abreviatura francesa.
En 1968, las propuestas incluidas en los fascículos se consolidaron en una sola obra,
la TNM Classification of Malignant Tumours3 de la UICC, en la que el cáncer de
pulmón se abordaba en el apartado «Otras localizaciones». Las categorías T de esa
primera clasificación para el cáncer de pulmón eran T0 para los casos en que no se
encontraba evidencia del tumor primario, T1 para los tumores restringidos a un
bronquio segmentario o a un segmento, T2 para los tumores limitados a un bron-
quio lobar o a un lóbulo, T3 para tumores que afectaran al bronquio principal o a
más de un lóbulo y T4 para los tumores que se extendieran fuera del pulmón. Las
categorías N eran NX, N0 y N1 en los casos en que había aumento de tamaño de los
ganglios linfáticos «intratorácicos» según las exploraciones «clínicas, radiológicas o
endoscópicas». Estos ganglios intratorácicos se subdividieron en «hiliares» y «perifé-
ricos», pero aún no se hablaba de los ganglios mediastínicos. La categoría M1 se
subdividía en M1a (presencia de derrame pleural con células tumorales), M1b (pre-
sencia de ganglios cervicales «palpables») y M1c (presencia de otras metástasis a dis-
tancia). En aquel momento no se proponían agrupaciones de estadio y la clasifica-
3 | Historia de la estadificación TNM en el cáncer de pulmón |
77
En 1959 se creó el American Joint Committee for Cancer Staging and End Results
Reporting (AJC), que contó con representantes del American College of Radiology,
el American College of Surgeons, el College of American Pathologists, el American
College of Physicians, la American Cancer Society y el National Cancer Institute. En
1980 pasó a denominarse American Joint Committee on Cancer (AJCC). El AJC
empleó un proceso independiente y diferenciado del de la UICC, recurriendo a gru-
pos de trabajo para recabar datos sobre localizaciones tumorales concretas y emplear-
los como fundamento de sus propuestas. La aparición de esta nueva organización
reorientó la participación estadounidense y la apartó de la UICC, y así surgió la po-
sibilidad de que ambas organizaciones emitieran recomendaciones distintas (y po-
tencialmente discordantes) para la comunidad oncológica. En 1968 se celebraron
diversas reuniones entre la AJC y la UICC y al cabo se logró un reacercamiento que
garantizó que ninguna de ellas publicara más recomendaciones sin consultar a la
otra. En 1969 este acuerdo se amplió para incluir «en la medida de lo factible a otros
comités nacionales de clasificación TNM y organizaciones profesionales internacio-
nales no gubernamentales».
En 1973 los Dres. Mountain, Carr y Anderson publicaron los resultados de un estudio
auspiciado por el Grupo de Trabajo en Cáncer de Pulmón del AJC para el desarrollo de
«un sistema de estadificación clínica del cáncer de pulmón».4 Sus propuestas partieron
de una base de datos de 2.155 casos de cáncer de pulmón, de los que 1.712 eran cán-
ceres pulmonares no microcíticos (CPNM), diagnosticados al menos 4 años antes del
análisis. La práctica totalidad de los descriptores T que se usan hoy nacieron en aquel
artículo, incluido el uso del límite de 3 cm para el tamaño; la repercusión de la invasión
de la pleura visceral y parietal, la pared torácica, el diafragma y el mediastino sobre la
categoría T; y los criterios broncoscópicos de la categoría T y los basados en el grado de
atelectasia o neumonitis obstructiva. Se redujeron las categorías T propuestas por la
UICC de modo que desapareció la T4, pero se agregó una categoría N2 para incluir las
afectaciones ganglionares mediastínicas. El derrame pleural maligno se reclasificó de
M1 a descriptor de T3. Por primera vez se introdujo el concepto de agrupaciones de
estadio con subgrupos de TNM de pronóstico parecido «con el ánimo de reducir al
mínimo la variabilidad intragrupal en la supervivencia y crear las máximas diferencias
de pronóstico entre las agrupaciones de estadio». Había dieciocho permutaciones posi-
bles de las categorías T, N y M, que se agruparon en los estadios I, II y III. En cuatro
de los posibles grupos de TNM, el número de casos era demasiado reducido para ser
analizado y otros siete incluían menos de cien casos (uno de ellos apenas veinticuatro).
El estadio I comprendió los grupos T1 N0 M0, T2 N0 M0 y T1 N1 M0; en el estadio
II se incluyeron los casos T2 N1 M0; y los catorce grupos de TNM restantes quedaron
78 | PARTE II | CÁNCER DE PULMÓN
Figura 3.2. D
r. Clifton Fletcher Mountain (1924-2007). Cirujano torácico,
jefe de Cirugía Torácica y presidente del Departamento de Cirugía de MD
Anderson entre 1960 y 1996. Miembro fundador de la IASLC en 1973 y
presidente en 1977.
La tercera edición del manual de la UICC, que se publicó en 19787 y se amplió y ac-
tualizó en 1982, contó con la aprobación de los comités nacionales de clasificación
TNM de Canadá, Alemania y Japón, así como de la ICPR. En esta edición, el estadio
I se subdividió en Ia y Ib (en aquella época los subestadios se indicaban en minúscula)
y se asignó el estadio IV a los cánceres M1. Por primera vez se creó una clasificación
aparte para registrar el grado de afectación anatomopatológica posoperatoria (pTNM)
y se introdujeron descriptores complementarios: «y» para identificar las clasificaciones
efectuadas durante un tratamiento multimodal inicial o después de él y «r» para clasi-
ficar los tumores que habían recidivado después de un período sin enfermedad. Asi-
mismo, se permitió el empleo optativo del factor «C» para reflejar la validez de la
clasificación en función de los métodos diagnósticos utilizados. Los estadounidenses,
sin embargo, seguían usando la clasificación anterior, que se publicó sin cambios
como segunda edición de su manual en 1983,8 ahora auspiciada por el AJCC.
En 1986, el Dr. Mountain (Figura 3.2) publicó A new International Staging System
for Lung Cancer,9 una obra fundamentada en su propia base de datos, que en aquel
entonces contenía 3.753 casos de cáncer de pulmón seguidos durante un período
mínimo de dos años. Sus propuestas fueron objeto de amplio debate en las reuniones
celebradas en 1985 entre el AJCC, la UICC y los comités de oncología de Alemania
y Japón. Tras su aceptación, actualizaron una vez más la clasificación de los cánceres
de pulmón en la cuarta edición del manual de la UICC, publicado en 1987,10 y en la
3 | Historia de la estadificación TNM en el cáncer de pulmón |
79
Para cuando se hizo la siguiente actualización, en 1997, la base de datos del Dr.
Mountain había crecido hasta los 5.319 casos, y todos salvo 66 eran de CPNM. De
ellos, 4.351 casos habían recibido tratamiento en el MD Anderson Cancer Center
entre 1975 y 1988, y el Grupo Cooperativo para el Estudio del Cáncer de Pulmón
del Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos había remitido otros 968
casos para la confirmación del estadio y la histología.13 Las tablas revelaban diferen-
cias estadísticamente significativas en la supervivencia a 5 años entre los subgrupos
de cTNM (clínica) y los de pTNM (anatomopatológica/posoperatoria) T1 N0 M0
y T2 N0 M0, que se dividieron en los nuevos estadios IA y IB, respectivamente. Del
mismo modo, los casos T1 N1 M0 se clasificaron en un nuevo estadio IIA y los casos
T2 N1 M0 y T3 N0 M0 pasaron a ser el estadio IIB. Los demás subconjuntos de
TNM de los estadios IIIA, IIIB y IV permanecieron inalterados, aunque entre algu-
nos de ellos se encontraron diferencias estadísticamente significativas. Un párrafo
extra determinaba que la presencia de tumores «satélite» en el lóbulo pulmonar del
tumor primario debía clasificarse como T4. Las metástasis intrapulmonares homola-
terales en lóbulos pulmonares distantes (es decir, cualquier lóbulo diferente al del
tumor primario) debían clasificarse como M1. No se presentaron datos para avalar
estas sugerencias y la redacción empleada para describir estos nódulos pulmonares
adicionales estaba llena de argumentos que subrayaban la aparente lógica de conside-
rar que unos eran lesiones «satélite» (y por lo tanto correspondientes a la categoría T)
y que los otros, de otros lóbulos, eran «metástasis» y se encuadraban, por lo tanto, en
la categoría M. El AJCC y el Comité del Proyecto de TNM y Factores Pronósticos
de la UICC aceptaron estas recomendaciones y las incorporaron a las quintas edicio-
nes de sus manuales, publicados en 1997.14,15
res de la clasificación TNM carecieran de validación provocó que muchos de los des-
criptores comenzaran a ser puestos en duda por los datos procedentes de otras fuentes.
Debido a estas limitaciones, los delegados asistentes al taller consideraron que había
que desarrollar una nueva base de datos con la que fundamentar las futuras revisiones
de la clasificación TNM. Se sugirió que la International Association for the Study of
Lung Cancer (IASLC), en su carácter de única organización mundial dedicada al estu-
dio del cáncer de pulmón y representante de todos los aspectos clínicos y experimenta-
les de la atención de este tipo de cáncer, tenía la responsabilidad de implicarse en el
proceso de revisión. En las conclusiones del taller se incluyó una propuesta en ese sen-
tido,16 que se sometió a la junta de la International Association for the Study of Lung
Cancer (IASLC) durante la 8.ª Conferencia Mundial sobre Cáncer de Pulmón, cele-
brada en Dublín en 1997. En diciembre de 1998, la junta aceptó la propuesta y asignó
fondos para la puesta en marcha del proyecto. En 1999 y 2000 se celebraron reuniones
en Londres para elegir la composición del comité con vistas a garantizar la debida re-
presentación de especialistas y áreas geográficas y la implicación de las partes interesa-
das, como la Union for International Cancer Control (UICC), el American Joint
Committee on Cancer (AJCC), el Grupo Europeo de Trabajo sobre el Cáncer de Pul-
món y el grupo conjunto de sociedades japonesas de cáncer de pulmón. En la 9.ª
Conferencia Mundial, celebrada en Tokio en 2000, se sumaron al comité colegas del
Cancer Research and Biostatistics (CRAB), una organización sin ánimo de lucro dedi-
cada a las estadísticas médicas y la gestión de datos que tiene su sede en Seattle y cuen-
ta con amplia experiencia en la recopilación y el análisis de datos multicéntricos. En esa
reunión, el sector farmacéutico comprometió fondos suficientes para celebrar una gran
reunión en Londres en 2001, en la cual se ofreció a los titulares de las bases de datos la
posibilidad de presentar sus datos. En los dos días del taller se presentó información de
80.000 casos procedentes de veinte bases de datos de todo el mundo. A los efectos de
estimar el presupuesto necesario para proseguir el proyecto, se decidió partir de la su-
posición de que se recopilarían 30.000 casos idóneos y que el proyecto duraría los 5
años que tenía el ciclo de actualización propuesto en aquel entonces por la Internatio-
nal Union Against Cancer (UICC) y el American Joint Committee on Cancer (AJCC).
Se pediría la remisión de casos de bases de datos de todo el mundo, cualquiera que
fuera la modalidad de tratamiento, registrados entre 1990 y 2000, período durante el
cual los métodos de estadificación habían permanecido relativamente inalterados. Con
ello se garantizaría un seguimiento de 5 años en el momento del análisis. Los campos
de datos y el diccionario de los datos se ultimaron con la colaboración del CRAB. Ese
mismo año la IASLC ofreció una financiación completa gracias a un acuerdo de cola-
boración con un laboratorio farmacéutico.
Dado que tanto la International Union Against Cancer (UICC) como el American
Joint Committee on Cancer (AJCC) conocían el progreso de esta iniciativa, decidieron
no hacer cambio alguno en la clasificación del cáncer de pulmón de las sextas ediciones
82 | PARTE II | CÁNCER DE PULMÓN
Tabla 3.1. R
esumen de los casos remitidos de sus manuales, que se publicaron en
al proyecto de estadificación de la IASLC. 2002.17,18
Figura 3.3. P rocedencia geográfica de los datos del proyecto de estadificación de la IASLC.
12.000
I
10.000 II
III
8.,000 IV
6.000
4.000
2.000
0
% aportado del Europa Australia Norteamérica Asia
total de casos 58% 7% 21% 14%
Figura 3.4. M
odalidades terapéuticas de los casos incluidos en el proyecto de estadificación
de la IASLC.
Cirugía
41%
Cirugía + Cirugía
Quimio + Radio 5%
4% Trimodal
3%
Tabla 3.2. C
omposición de los subcomités En la 11.ª Conferencia Mundial, celebrada
del proyecto de estadificación de la IASLC. en Barcelona en julio de 2005, se crearon
subcomités de desarrollo de propuestas para
Descriptores T
aspectos clave del proyecto, y más adelante
Presidente: Ramón Rami-Porta
se sumaron otros subgrupos (Tabla 3.2). Se
David Ball
acordó que se informaría sobre los avances
John Crowley de los trabajos a los miembros de la Interna-
Peter Goldstraw tional Association for the Study of Lung
James Jett Cancer (IASLC) y a la comunidad general
William Travis dedicada al cáncer de pulmón mediante ar-
Masahiro Tsuboi tículos que se publicarían en el Journal of
Eric Vallieres Thoracic Oncology (JTO), la revista oficial de
la International Association for the Study of
Descriptores N Lung Cancer (IASLC).19
Presidenta: Valerie Rusch Para este proyecto resultaba crucial una vali-
John Crowley dación exhaustiva, cuya falta en las ediciones
Jung-Gi Im anteriores había sido una de las motivacio-
Peter Goldstraw nes para desarrollarlo. Por ello se creó un
Ryosuke Tsuchiya subcomité de validación y metodología que
Johan Vansteenkiste estuvo directamente involucrado en los aná-
lisis efectuados por el CRAB y en el desarro-
Factores pronósticos
llo de las propuestas de cada subcomité.20 La
validez interna se abordó comprobando que
Presidente: Jean-Paul Sculier
todas las propuestas fueran viables en los
John Crowley
distintos tipos de bases de datos y en la ma-
Peter Goldstraw
yoría de las zonas geográficas. Para garanti-
Thierry Le Chevalier
zar la validez externa, las nuevas propuestas
Jan van Meerbeeck
se probaron en la base de datos del Survei-
Cáncer de pulmón microcítico llance, Epidemiology, and End Results
(SEER) para el período de interés.
Presidenta: Frances A. Shepherd
Desmond Carney Cuando los análisis mostraron descriptores
John Crowley que conllevaban un pronóstico diferente en
Peter Goldstraw cualquier categoría de T o M al indicado por
Paul Van Houtte los otros descriptores, se contemplaron dos
Pieter E. Postmus estrategias alternativas. Una consistía en
mantener al descriptor en la categoría actual
Continúa en la página siguiente > pero identificado con subíndices alfabéticos.
Por ejemplo, la presencia de nódulos pulmo-
nares adicionales en el lóbulo del tumor pri-
3 | Historia de la estadificación TNM en el cáncer de pulmón |
85
Bibliografía
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Disease: The Development of the TNM System. Ginebra: UICC, 1980.
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11. Beahrs OH, Henson DE, Hutter RVP, Myers MH (eds.); American Joint Com-
mittee on Cancer. Manual for Staging of Cancer. 3.ª ed. Filadelfia: J.B. Lippin-
cott Co., 1988.
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Committee on Cancer. Manual for Staging of Cancer. 4.ª ed. Filadelfia: J.B.
Lippincott Co., 1992.
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14. Sobin LH, Wittekind C (eds.); UICC International Union Against Cancer. TNM
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15. Fleming ID, Cooper JS, Henson DE, Hutter RVP, Kennedy BJ, Murphy GP,
et al. (eds.); American Joint Committee on Cancer. AJCC Cancer Staging Ma-
nual. 5.ª ed. Filadelfia: Lippincott Raven, 1997.
88 | PARTE II | CÁNCER DE PULMÓN
26. Shepherd FA, Crowley J, Van Houtte P, Postmus PE, Carney D, Chansky K, et
al.; International Association for the Study of Lung Cancer International Staging
Committee and Participating Institutions. The International Association for the
Stuy of Lung Cancer lung cancer staging project: proposals regarding the clini-
cal staging of small-cell lung cancer in the forthcoming (seventh) edition of the
TNM classification for lung cancer. J Thorac Oncol. 2007;2(12):1067–1077.
27. Travis WD, Giroux DJ, Chansky K, Crowley J, Asamura H, Brambilla E, et al.;
International Staging Committee and Participating Institutions. The IASLC
Lung Cancer Staging Project: proposals for the inclusion of bronchopulmonary
carcinoid tumours in the forthcoming (seventh) edition of the TNM classifica-
tion for lung cancer. J Thorac Oncol. 2008;3(11):1213–1223.
28. Sculier JP, Chansky K, Crowley JJ, van Meerbeeck JV, Goldstraw P; Internatio-
nal Staging Committee and Participating Institutions. The impact of additional
prognostic factors on survival and their relationship with the anatomical extent of
disease expressed by the 6th edition of the TNM classification of malignant tu-
mors and the proposals for the 7th edition. J Thorac Oncol. 2008;3(5):457–466.
29. Chansky K, Sculier JP, Crowley JJ, Giroux D, van Meerbeeck J, Goldstraw P;
International Staging Committee and Participating Institutions. The Internatio-
nal Association for the Study of Lung Cancer Staging Project. Prognostic factors
and pathologic TNM stage in surgically managed non-small cell lung cancer. J
Thorac Oncol. 2009;4(7):792–801.
30. Rusch VW, Asamura H, Watanabe H, Giroux DJ, Rami-Porta R, Goldstraw P;
IASLC Staging Committee. The IASLC Lung Cancer Staging Project. A propo-
sal for a new international lymph node map in the forthcoming seventh edition
of the TNM classification for lung cancer. J Thorac Oncol. 2009;4(5):568–577.
31. Travis WD, Brambilla E, Rami-Porta R, Vallieres E, Tsuboi M, Rusch V, et al.;
International Staging Committee. Visceral pleural invasion: pathologic criteria
and use of elastic stains: proposals for the 7th edition of the TNM Classification
for Lung Cancer. J Thorac Oncol. 2008;3(12):1384–1390.
32. Goldstraw P. The 7th Edition of TNM in Lung Cancer: What now? J Thorac
Oncol. 2009;4(6):671–673.
33. Giroux DJ, Rami-Porta R, Chansky K, Crowley JJ, Groome PA, Postmus PE, et
al.; International Association for the Study of Lung Cancer International Stag
ing Committee. The IASLC Lung Cancer Staging Project: data elements for the
prospective project. J Thorac Oncol. 2009;4(6):679–683.
34. Travis WD, Brambilla E, Muller-Hermelink HK, Harris CC. World Health
Organisation Classification of Tumours: Pathology and Genetics of Tumors of
the Lung, Pleura, Thymus and Heart. Lyon: IARC Press, 2004.
35. Lim E, Goldstraw P, Nicholson AG, Travis WD, Jett JR, Ferolla P, et al. Proceed
ings of the IASLC International Workshop on Advances in Neuroendocrine
Tumors 2007. J Thorac Oncol. 2008;3(10):1194–1201.
Reconocimiento: Se incluye con la autorización de la Union for
International Cancer Control (UICC; Ginebra, Suiza). La fuente
original de este material es la obra de Brierley J. B., Gospoda-
rowicz M. K. y Wittekind Ch. (eds.) TNM Classification of Malig-
nant Tumours de la UICC, octava edición (2017), publicada por
John Wiley & Sons, Ltd., www.wiley.com.
91
4
OCTAVA EDICIÓN DE LA CLASIFICACIÓN TNM
PARA EL CÁNCER DE PULMÓN
OBSERVACIONES PRELIMINARES
PULMÓN
(CIE-O-3 C34)
NORMAS DE CLASIFICACIÓN
La clasificación es aplicable a los carcinomas pulmonares, tanto microcíticos como
no microcíticos, y a los tumores carcinoides broncopulmonares. No es aplicable a los
sarcomas ni a otros tumores infrecuentes.
Las modificaciones de esta edición con respecto a la séptima se hicieron atendiendo las
recomendaciones del proyecto de estadificación de la Asociación Internacional para el
Estudio del Cáncer de Pulmón (International Association for the Study of Lung Cancer,
IASLC; véase la bibliografía).1-6
SUBLOCALIZACIONES ANATÓMICAS
Los ganglios linfáticos regionales son los intratorácicos (mediastínicos, hiliares, lobares,
interlobares, segmentarios y subsegmentarios), los escalenos y los supraclaviculares.
4 | Octava edición de la clasificación TNM para el cáncer de pulmón | 93
T: Tumor primario
• Afecta al bronquio principal, cualquiera que sea la distancia a la carina, pero sin
afectar a esta
M: Metástasis a distancia
Notas
a
Tis incluye el adenocarcinoma in situ y el carcinoma escamoso in situ.
b
También se clasifican como T1a los infrecuentes tumores de diseminación superficial de
cualquier tamaño cuyo componente invasivo esté limitado a la pared bronquial y pueda
extenderse proximalmente hasta el bronquio principal.
c
Adenocarcinoma solitario (no más de 3 cm en su diámetro mayor) con un patrón de creci-
miento predominantemente lepídico y componente invasivo de 5 mm o menos en el diáme-
tro mayor de cualquier foco.
d
Los tumores T2 que presenten estas características se clasifican como T2a si tienen 4 cm o
menos o si no se puede determinar el tamaño, y como T2b si tienen más de 4 cm pero no
más de 5 cm.
e
La mayoría de los derrames pleurales (y pericárdicos) asociados al cáncer de pulmón son
debidos al tumor. Sin embargo, hay algunos pacientes en quienes los estudios citopatoló-
gicos repetidos del líquido pleural (o pericárdico) no revelan presencia de células malignas,
y el líquido no es hemático ni es un exudado. Cuando estos elementos y el juicio clínico
indiquen que el derrame no está relacionado con el tumor, debe excluirse como descriptor
de estadificación.
f
Incluye la afectación de un único ganglio no regional.
4 | Octava edición de la clasificación TNM para el cáncer de pulmón | 95
ESTADIO
Carcinoma oculto TX N0 M0
Estadio 0 Tis N0 M0
Estadio IA T1 N0 M0
T1mi N0 M0
Estadio IA1
T1a N0 M0
Estadio IB T2a N0 M0
T1a-c, T2a, b N1 M0
Estadio IIB
T3 N0 M0
96 | PARTE II | CÁNCER DE PULMÓN
T1a-c, T2a, b N2 M0
Estadio IIIA T3 N1 M0
T4 N0, N1 M0
T1a-c, T2a, b N3 M0
Estadio IIIB
T3, T4 N2 M0
Fuente: Manual of Clinical Oncology (novena edición) de la UICC. Edición de Brian O’Sullivan,
James D. Brierley, Anil K. D’Cruz, Martin F. Fey, Raphael Pollock, Jan B. Vermorken y Shao Hui
Huang. © 2015 UICC. Publicado en 2015 por John Wiley & Sons, Ltd.
4 | Octava edición de la clasificación TNM para el cáncer de pulmón | 97
Fuente: Manual of Clinical Oncology (novena edición) de la UICC. Edición de Brian O’Sullivan,
James D. Brierley, Anil K. D’Cruz, Martin F. Fey, Raphael Pollock, Jan B. Vermorken y Shao Hui
Huang. © 2015 UICC. Publicado en 2015 por John Wiley & Sons, Ltd.
98 | PARTE II | CÁNCER DE PULMÓN
Fuente: Manual of Clinical Oncology (novena edición) de la UICC. Edición de Brian O’Sullivan,
James D. Brierley, Anil K. D’Cruz, Martin F. Fey, Raphael Pollock, Jan B. Vermorken y Shao Hui
Huang. © 2015 UICC.
Bibliografía
1. Rami-Porta R, Bolejack V, Giroux DJ, Chansky K, Crowley J, Asamura H,
et al.; International Association for the Study of Lung Cancer Staging and
Prognostic Factors Committee, Advisory Board Members and Participating
Institutions. The IASLC Lung Cancer Staging Project: the new database to in-
form the 8th edition of the TNM classification of lung cancer. J Thorac Oncol.
2014;9(11):1618–1624.
2. Rami-Porta R, Bolejack V, Crowley J, Ball D, Kim J, Lyons G, et al.; IASLC
Staging and Prognostic Factors Committee, Advisory Boards and Participating
Institutions. The IASLC Lung Cancer Staging Project: proposals for the revi-
sions of the T descriptors in the forthcoming eighth edition of the TNM classi-
fication for lung cancer. J Thorac Oncol. 2015;10(7):990–1003.
4 | Octava edición de la clasificación TNM para el cáncer de pulmón | 99
5
NOTAS ACLARATORIAS PARA LOCALIZACIONES
ESPECÍFICAS EN EL CÁNCER DE PULMÓN
NORMAS DE CLASIFICACIÓN
La tercera regla general dice que los datos clínicos y anatomopatológicos se pueden
combinar cuando para la clasificación anatomopatológica o la clasificación clínica
solo se cuente con datos parciales; p. ej., la clasificación de un caso clasificado como
cT1 pN2 cM1 o como pT2 cN0 cM1 se consideraría clínica, mientras que la de uno
clasificado como pT2 pN2 cM1, cT2 pN3 cM0 o cT2 cN0 pM1 sería correcto con-
siderarla anatomopatológica.
TIPO HISTOPATOLÓGICO
Tabla 5.1. C
lasificación de 2015 de la OMS para los tumores pulmonares.a,b,c
Adenocarcinoma 8140/3
No mucinoso 8256/3d
Mucinoso 8257/3d
Lesiones preinvasivas
Adenocarcinoma in situe
No mucinoso 8250/2d
Mucinoso 8253/2d
Lesiones preinvasivas
Tumores neuroendocrinos
Tumores carcinoides
Lesiones preinvasivas
Carcinomas sarcomatoides
Carcinosarcoma 8980/3
Papilomas 8940/0
Exofítico 8052/0
Invertido 8053/0
Adenomas
Tumores mesenquimatosos
Condroma 9220/0
Tumores PEComatosose
Linfangioleiomiomatosis 9174/1
Tumores mioepitelialese
Mioepitelioma 8982/0
Tumores linfohistiocíticos
Melanoma 8270/3
Tumores metastásicos
a
Los códigos morfológicos proceden de la CIE-O (Fritz A, Percy C, Jack A, Shanmugaratnam K, Sobin
LH, Parkin DM, et al. International Classification of Diseases for Oncology. Tercera edición. Ginebra:
Organización Mundial de la Salud [OMS], 2000). El comportamiento se codifica como /0 para los tumores
benignos; /1 para los de comportamiento no especificado, limítrofe o incierto; /2 para los carcinomas in situ y
las neoplasias intraepiteliales de grado III y /3 para los tumores malignos.
b
La clasificación se modificó con respecto a la anterior de la OMS3 para recoger los últimos conocimientos
sobre estas lesiones.
c
Esta tabla se reproduce de la clasificación de la OMS de 2015: Travis WD, Brambilla E, Burke AP,
Marx A, Nicholson AG. WHO Classification of Tumours of the Lung, Pleura, Thymus and Heart. Lyon:
International Agency for Research on Cancer, 2015.
d
Estos códigos nuevos fueron aprobados por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer y el
Comité de la OMS para la CIE-O.
e
Términos nuevos por modificación o entidades nuevas agregadas con respecto a la clasificación de la OMS de
2004: Travis WD, Brambilla E, Müller-Hermelink HK, Harris CC. Pathology and Genetics: Tumours of the
Lung, Pleura, Thymus and Heart. Lyon: IARC, 2004.
Carcinoma neuroendocrino de células grandes, OMS, Organización Mundial de la Salud; ICDO,
International Classification of Diseases for Oncology.
De Travis WD, Brambilla E, Nicholson AG, Yatabe Y, Austin JHM, Beasley MB, et al. The 2015 World
Health Organization Classification of Lung Tumours. Impact of genetic, clinical and radiologic advances
since the 2004 classification. J Thorac Oncol. 2015;10(9):1243-1260. Reproducido con autorización.13
Carcinoma in situ: Tis (AIS) para el adenocarcinoma in situ y Tis (SCIS) para el
Tis
carcinoma escamoso in situ
108 | PARTE II | CÁNCER DE PULMÓN
M: Metástasis a distancia
CLASIFICACIÓN T
11. La invasión de la grasa mediastínica se clasifica como T4. Sin embargo, si está
claramente limitada a la grasa del hilio, es apropiado clasificar esa situación como
T2a o T2b, en función del tamaño, si otras características no determinan una
categoría T mayor.
CLASIFICACIÓN N
1. Los ganglios linfáticos regionales son los intratorácicos, los escalenos y los supra-
claviculares.
2. Las definiciones de la Asociación Internacional para el Estudio del Cáncer de Pul-
món (International Association for the Study of Lung Cancer, IASLC) para los
ganglios linfáticos son las que se recomiendan en la actualidad para describir la
afectación ganglionar regional en el cáncer de pulmón15 (Tabla 5.2 y Figuras 5.1
y 5.2). La afectación homolateral o contralateral de los ganglios de la estación 1
de esta nomenclatura se clasifica como N3. La afectación de los ganglios medias-
tínicos se clasifica como N2 si solo implica las estaciones de la línea media o las
estaciones homolaterales (estaciones de la 2 a la 9). La afectación homolateral de
las estaciones de la 10 a la 14 se clasifica como N1, mientras que la afectación
contralateral de las estaciones 2, 4, 5, 6, 8, 9 y de la 10 a la 14 se clasifica como N3.
112 | PARTE II | CÁNCER DE PULMÓN
3. La extensión directa del tumor primario a los ganglios linfáticos se clasifica como
metástasis ganglionar.
4. Se ha adoptado el mapa ganglionar de la International Association for the Study
of Lung Cancer (IASLC) como nueva referencia internacional para consignar las
estaciones ganglionares en las estadificaciones clínicas o anatomopatológicas en las
que se hayan evaluado con detalle los ganglios, por lo general mediante técnicas
invasivas o durante la toracotomía. El concepto de zonas ganglionares se sugirió en la
séptima edición de la clasificación TNM para el cáncer de pulmón como estrategia
más sencilla y práctica para los casos de estadificación clínica en los que no se haya
hecho la exploración quirúrgica de los ganglios linfáticos. En un análisis explora-
torio se observó que la afectación ganglionar podía agruparse en tres categorías de
diferente pronóstico: i) la afectación de una sola zona N1, que se clasifica como
N1a; ii) la afectación de más de una zona N1, que se clasifica como N1b, o de una
sola zona N2, que se clasifica como N2a; y iii) la afectación de más de una zona N2,
que se clasifica como N2b. Se recomendó que, en los casos en que no se contara con
más detalles sobre las estaciones ganglionares, los clínicos (incluidos los radiólogos
y los oncólogos) emplearan la clasificación de manera prospectiva para evaluar la
utilidad de dicha clasificación con vistas a futuras modificaciones.
Estación
Descripción Definición
ganglionar
Límite superior: margen inferior del cartílago
Ganglios cricoides
Núm. 1 cervicales bajos, Límite inferior: ambas clavículas y, en la línea
(izquierda/derecha, supraclaviculares media, el límite superior del manubrio
L/R) y de la horquilla
esternal L1 y R1 están limitadas por la línea media
de la tráquea.
3a: Prevasculares
A la derecha
Límite superior: ápex del tórax
Límite inferior: nivel de la carina
Límite anterior: cara posterior del esternón
Límite posterior: borde anterior de la vena cava
Ganglios superior
Núm. 3 prevasculares y A la izquierda
retrotraqueales Límite superior: ápex del tórax
Límite inferior: nivel de la carina
Límite anterior: cara posterior del esternón
Límite posterior: arteria carótida izquierda
3p: Retrotraqueales
Límite superior: ápex del tórax
Límite inferior: carina
114 | PARTE II | CÁNCER DE PULMÓN
Estación
Descripción Definición
ganglionar
4R: comprende los ganglios paratraqueales
derechos y los ganglios pretraqueales que llegan
hasta el borde lateral izquierdo de la tráquea
Límite superior: intersección del margen caudal
de la vena braquiocefálica con la tráquea
Ganglios Límite inferior: borde inferior de la vena ácigos
Núm. 4
paratraqueales 4L: comprende los ganglios ubicados a la
(izquierda/derecha)
bajos izquierda del borde lateral izquierdo de la
tráquea, mediales al ligamento arterioso
Límite superior: margen superior del cayado
aórtico
Límite inferior: límite superior de la arteria
pulmonar principal izquierda
Estación
Descripción Definición
ganglionar
Ganglios ubicados dentro del ligamento
Ganglios del
Núm. 9 pulmonar
ligamento
(izquierda/derecha) Límite superior: la vena pulmonar inferior
pulmonar
Límite inferior: el diafragma
Ganglios
Núm. 13 Adyacentes a los bronquios segmentarios
segmentarios
Ganglios
Núm. 14 Adyacentes a los bronquios subsegmentarios
subsegmentarios
116 | PARTE II | CÁNCER DE PULMÓN
Figura 5.1.Mapa ganglionar de la Asociación Internacional para el Estudio del Cáncer de Pulmón
(IASLC), con estaciones y zonas. Copyright © 2008 Dra. Aletta Ann Frazier.
Zona supraclavicular
1 Ganglios cervicales bajos, supraclaviculares y
de la horquilla esternal
3a Prevasculares
3p Retrotraqueales
GANGLIOS AÓRTICOS
Zona subaórtica
5 Subaórticos
6 Paraaórticos (aorta ascendente o frénico)
Zona baja
GANGLIOS N1
Zona hiliar/interlobar
10 Hiliares
11 Interlobares
Zona periférica
12 Lobares
13 Segmentarios
14 Subsegmentarios
5 | Notas aclaratorias para localizaciones específicas en el cáncer de pulmón | 117
Figura 5.2.Mapa ganglionar de la Asociación Internacional para el Estudio del Cáncer de Pulmón
(IASLC), con estaciones y zonas. Copyright © 2009 Memorial Sloan-Kettering Cancer Center.
Zona supraclavicular
1 Ganglios cervicales bajos, supraclavicu-
lares y de la horquilla esternal
GANGLIOS AÓRTICOS
Zona subaórtica
5 Subaórticos
6 Paraaórticos (aorta ascendente o frénico)
9 Ligamento pulmonar
GANGLIOS N1
Zona hiliar/interlobar
10 Hiliares
11 Interlobares
Zona periférica
12 Lobares
13 Segmentarios
14 Subsegmentarios
118 | PARTE II | CÁNCER DE PULMÓN
CLASIFICACIÓN M
1. Los derrames pleurales/pericárdicos se clasifican como M1a. La mayoría de los derra-
mes pleurales (y pericárdicos) asociados al cáncer de pulmón son debidos al tumor.
Hay algunos pacientes en quienes los estudios citopatológicos repetidos del líquido
pleural (o pericárdico) no revelan presencia de células malignas, y el líquido no es
hemático ni es un exudado. Cuando estos elementos y el juicio clínico indiquen que
el derrame no está relacionado con el tumor, debe excluirse como descriptor.
2. La presencia en la pleura parietal y visceral homolateral de focos tumorales dis-
continuos derivados de la invasión pleural directa del tumor primario se clasifica
como M1a.
3. El derrame y los nódulos pericárdicos se clasifican como M1a, al igual que el
derrame y los nódulos pleurales.
4. Los nódulos tumorales aislados de aspecto histológico similar se clasifican como
M1a si están en el pulmón contralateral (véase lo indicado anteriormente sobre
tumores primarios sincrónicos).
5. Las metástasis a distancia se clasifican como M1b si son aisladas y como M1c si
son múltiples o multiorgánicas.
6. Los tumores discontinuos ubicados fuera de la pleura parietal en la pared torácica
o el diafragma se clasifican como M1b o M1c en función de su cantidad.
7. En los casos clasificados como M1b o M1c debidos a las metástasis a distancia, es
importante consignar todas las localizaciones metastásicas, ya sean aisladas o múl-
tiples, y consignar para cada localización si las metástasis son aisladas o múltiples.
CLASIFICACIÓN V
En el pulmón, el cáncer suele invadir las arteriolas, por lo que corresponde aplicar la
clasificación V para indicar la invasión vascular, ya sea venosa o arteriolar.
CARCINOMA MICROCÍTICO
La clasificación TNM y las agrupaciones de estadio deben emplearse para los tumo-
res carcinoides (tanto las variantes típicas como las atípicas).16
AMPLIACIÓN DE LA CLASIFICACIÓN R
R1(ci+)
Se cumplen los requisitos de R0 pero en la citología del lavado pleural (CLP) se de-
tectan células malignas.
En un reciente metaanálisis17 se ha confirmado que la CLP, cuando se hace inmedia-
tamente después de la toracotomía y revela la presencia de células neoplásicas, influ-
ye de manera adversa e independiente en el pronóstico de los pacientes sometidos a
resección completa. Estos pacientes podrían ser candidatos a recibir quimioterapia
adyuvante. Se insta a los cirujanos y anatomopatólogos a efectuar este sencillo estu-
dio durante la estadificación intraoperatoria y a recabar datos sobre casos CLP+ y
CLP-. Cuando la resección cumple todos los requisitos de clasificación como com-
pleta (R0) pero se ha hecho una CLP y sale positiva, la resección debe clasificarse
como R1(ci+).
R1(is)
Se han cumplido los requisitos de R0 pero en el margen de la resección bronquial se
observa un carcinoma in situ.
*Si todos los ganglios linfáticos extirpados o muestreados son negativos pero no se
llega a la cantidad ordinaria que suele incluir una pieza de linfadenectomía, se clasi-
5 | Notas aclaratorias para localizaciones específicas en el cáncer de pulmón | 121
ficará como pN0. Si se ha realizado una resección y cumple todos los demás criterios
de resección completa, debe clasificarse como R0.
Se propone una nueva categoría, «R0(in)», para consignar aquellas otras característi-
cas que encajan en la categoría propuesta de «resección incierta»; es decir, no hay
evidencias macroscópicas o microscópicas de afectación residual, pero existe cual-
quiera de las siguientes dudas:
Bibliografía
1. Rami-Porta R, Bolejack V, Giroux DJ, Chansky K, Crowley J, Asamura H, et
al.; International Association for the Study of Lung Cancer Staging and Prog-
nostic Factors Committee, Advisory Board Members and Participating Insti-
tutions. The IASLC Lung Cancer Staging Project: the new database to inform
the eighth edition of the TNM classification of lung cancer. J Thorac Oncol.
2014;9(11):1618–1624.
2. Rami-Porta R, Bolejack V, Crowley J, Ball D, Kim J, Lyons G, et al.; IASLC
Staging and Prognostic Factors Committee, Advisory Boards and Participating
Institutions. The IASLC Lung Cancer Staging Project: proposals for the revi-
sions of the T descriptors in the forthcoming eighth edition of the TNM classi-
fication for lung cancer. J Thorac Oncol. 2015;10(7):990–1003.
3. Asamura H, Chansky K, Crowley J, Goldstraw P, Rusch VW, Vansteenkiste
JF, et al.; International Association for the Study of Lung Cancer Staging and
Prognostic Factors Committee, Advisory Board Members, and Participating
Institutions. The International Association for the Study of Lung Cancer Lung
Cancer Staging Project: proposals for the revisions of the N descriptors in the
forthcoming 8th edition of the TNM classification for lung cancer. J Thorac
Oncol. 2015;10(12):1675–1684.
4. Eberhardt WEE, Mitchell A, Crowley J, Kondo H, Kim YT, Turrisi A 3rd, et
al.; International Association for Study of Lung Cancer Staging and Prognostic
Factors Committee, Advisory Board Members, and Participating Institutions.
The IASLC Lung Cancer Staging Project: proposals for the revisions of the M
descriptors in the forthcoming eighth edition of the TNM classification for
lung cancer. J Thorac Oncol. 2015;10(11):1515–1522.
5. Goldstraw P, Chansky K, Crowley J, Rami-Porta R, Asamura H, Eberhardt
WE, et al.; International Association for Study of Lung Cancer Staging and
Prognostic Factors Committee, Advisory Board Members, and Participating
122 | PARTE II | CÁNCER DE PULMÓN
Institutions. The IASLC Lung Cancer Staging Project: proposals for revision
of the TNM stage groupings in the forthcoming (eighth) edition of the TNM
classification for lung cancer. J Thorac Oncol. 2016;11(1):39–51.
6. Nicholson AG, Chansky K, Crowley J, Beyruti R, Kubota K, Turrisi A, et al.;
Staging and Prognostic Factors Committee, Advisory Boards, and Participating
Institutions. The IASLC Lung Cancer Staging Project: proposals for the revision
of the clinical and pathologic staging of small cell lung cancer in the forthco-
ming eighth edition of the TNM classification for lung cancer. J Thorac Oncol.
2016;11(3):300–311.
7. Travis WD, Asamura H, Bankier A, Beasley MB, Detterbeck F, Flieder DB,
et al.; International Association for the Study of Lung Cancer Staging and
Prognostic Factors Committee and Advisory Board Members. The IASLC
Lung Cancer Staging Project: proposals for coding T categories for subsolid
nodules and assessment of tumor size in part-solid tumors in the forthcoming
eighth edition of the TNM classification of lung cancer. J Thorac Oncol.
2016;11(8):1204–1223.
8. Detterbeck FC, Franklin WA, Nicholson AG, Girard N, Arenberg DA, Tra-
vis WD, et al.; IASLC Staging and Prognostic Factors Committee; Advisory
Boards; Multiple Pulmonary Sites Workgroup. The IASLC Lung Cancer Stag
ing Project: proposed criteria to distinguish separate primary lung cancers
from metastatic foci in patients with two lung tumors in the forthcoming
eighth edition of the TNM classification for lung cancer. J Thorac Oncol.
2016;11(5):651–665.
9. Detterbeck FC, Bolejack V, Arenberg DA, Crowley J, Donington JS, Franklin
WA, et al.; IASLC Staging and Prognostic Factors Committee; Advisory Boards;
Multiple Pulmonary Sites Workgroup; Participating Institutions. The IASLC
Lung Cancer Staging Project: proposals for the classification of lung cancer with
separate tumor nodules in the forthcoming eighth edition of the TNM classifi-
cation for lung cancer. J Thorac Oncol. 2016;11(5):681–692.
10. Detterbeck FC, Marom EM, Arenberg DA, Franklin WA, Nicholson AG,
Travis WD, et al.; IASLC Staging and Prognostic Factors Committee; Advi-
sory Boards; Multiple Pulmonary Sites Workgroup. The IASLC Lung Cancer
Staging Project: proposals for the application of TNM staging rules to lung
cancer presenting as multiple nodules with ground glass or lepidic features or a
pneumonic-type of involvement in the forthcoming eighth edition of the TNM
classification. J Thorac Oncol. 2016;11(5):666–680.
11. Detterbeck FC, Nicholson AG, Franklin WA, Marom EM, Travis WD, Girard
N, et al.; IASLC Staging and Prognostic Factors Committee; Advisory Boards;
Multiple Pulmonary Sites Workgroup; Participating Institutions. The IASLC
Lung Cancer Staging Project: proposals for revisions of the classification of lung
cancers with multiple pulmonary sites of involvement in the forthcoming eigh-
5 | Notas aclaratorias para localizaciones específicas en el cáncer de pulmón | 123
6
RECOMENDACIONES SOBRE LAS CATEGORÍAS PT
Y PN EN LOCALIZACIONES ESPECÍFICAS
pT3 o inferior
El estudio anatomopatológico del carcinoma primario revela ausencia de tumor ma-
croscópico en los márgenes de la resección (con o sin afectación microscópica). La
categoría pT3 puede incluir otro/s nódulo/s tumoral/es de aspecto histológico pare-
cido que haya en el mismo lóbulo del tumor primario.
pT4
Confirmación microscópica de invasión de cualquiera de las siguientes ubicaciones:
diafragma, mediastino, corazón, grandes vasos, tráquea, nervio laríngeo recurrente,
esófago, cuerpo vertebral o carina; o bien confirmación de nódulo/s tumoral/es sepa-
rado/s que tenga/n aspecto histológico parecido y esté/n en un lóbulo homolateral
distinto del lóbulo del tumor primario.
No hay directrices de base empírica sobre la cantidad de ganglios linfáticos que deben
extirparse durante la intervención quirúrgica para efectuar una estadificación adecua-
da. Sin embargo, se considera en general que para dicha estadificación ganglionar
deben muestrearse o disecarse ganglios linfáticos de las estaciones 2R, 4R, 7, 10R y
126 | PARTE II | CÁNCER DE PULMÓN
11R en el caso de tumores del lado derecho y de las estaciones 5, 6, 7, 10L y 11L en
el caso de tumores del lado izquierdo. Si el tumor está en el lóbulo inferior, deben
analizarse también ganglios linfáticos de la estación 9. El anatomopatólogo suele ana-
lizar los ganglios linfáticos más externos de las estaciones 12 a 14 cuando recibe piezas
de lobectomía o neumonectomía, pero a veces dichos ganglios se extirpan aparte
cuando se efectúan resecciones sublobares (p. ej., segmentectomía). Deben clasificarse
según el mapa y la tabla de definiciones de la International Association for the Study
of Lung Cancer (IASLC)1 (véanse la tabla y el mapa en las páginas 113 a 117).
Para poder clasificar el tumor como pN0, la International Union Against Cancer
(UICC) recomienda la extirpación o muestreo de al menos seis ganglios linfáticos o
estaciones con el fin de confirmar histológicamente que no presentan afectación. De
esos ganglios o estaciones, tres deben ser mediastínicos, incluidos los subcarínicos
(núm. 7) y tres deben ser de ganglios o estaciones N1.
pN1
Confirmación microscópica de metástasis en los ganglios linfáticos peribronquiales
homolaterales y/o hiliares e intrapulmonares homolaterales, incluida la afectación
por extensión directa.
pN2
Confirmación microscópica de metástasis en los ganglios linfáticos mediastínicos y/o
subcarínicos homolaterales.
pN3
Confirmación microscópica de metástasis en los ganglios linfáticos mediastínicos
contralaterales, hiliares contralaterales, escalenos homolaterales o contralaterales, o
supraclaviculares.
Bibliografía
1. Rusch VW, Asamura H, Watanabe H, Giroux DJ, Rami-Porta R, Goldstraw
P; Members of IASLC Staging Committee. The IASLC Lung Cancer Staging
Project. A proposal for a new international lymph node map in the forthcoming
seventh edition of the TNM classification for lung cancer. J Thorac Oncol.
2009;4(5):568–577.
Nota del editor ejecutivo: Este capítulo se reimprime de la obra
de Wittekind Ch., Compton C. C., Brierley J. y Sobin L. H. (eds.)
titulada UICC TNM Supplement A Commentary on Uniform Use,
cuarta edición, John Wiley & Sons, Ltd., Oxford, 2012. En los
casos pertinentes se ha actualizado el texto conforme a la octava
edición de la clasificación TNM del cáncer de pulmón.
129
7
NUEVAS CLASIFICACIONES TNM EXPERIMENTALES
PL0
PL0
PL1
PL2
PL3
Se recomienda que los anatomopatólogos recopilen datos prospectivos basados en estas subca-
tegorías con el fin de facilitar las futuras actualizaciones de la clasificación TNM.
7 | Nuevas clasificaciones TNM experimentales
| 131
Bibliografía
1. Rami-Porta R, Wittekind C, Goldstraw P; International Association for the
Study of Lung Cancer (IASLC) Staging Committee. Complete resection in lung
cancer surgery: proposed definition. Lung Cancer. 2005;49(1):25–33.
2. Lim E, Clough R, Goldstraw P, Edmonds L, Aokage K, Yoshida J, et al.; In-
ternational Pleural Lavage Cytology Collaborators. Impact of positive pleural
lavage cytology on survival of patients having lung resection for non-small-cell
lung cancer: An international individual patient data meta-analysis. J Thorac
Cardiovasc Surg. 2010;139(6):1441–1446.
3. Travis WD, Brambilla E, Rami-Porta R, Vallieres E, Tsuboi M, Rusch V, et al.;
International Staging Committee. Visceral pleural invasion: pathologic criteria
and use of elastic stains: proposals for the 7th edition of the TNM Classification
for Lung Cancer. J Thorac Oncol. 2008;3(12):1384–1390.
4. The Japan Lung Cancer Society. Classification of Lung Cancer: First English
Edition. 1.ª ed. Chiba: Kanehara and Co., 2000.
5. Hammar SP. Common Tumors. En: Dail DH, Hammar SP (eds.). Pulmonary
Pathology. 2.ª ed. Nueva York: Springer-Verlag, 1994:1138.
6. Rami-Porta R, Ball D, Crowley JJ, Giroux DJ, Jett JR, Travis WD, et al.; In-
ternational Staging Committee; Cancer Research and Biostatistics; Observers
to the Committee; Participating Institutions. The IASLC Lung Cancer Staging
7 | Nuevas clasificaciones TNM experimentales
| 133
8
NUEVAS RECOMENDACIONES DE LA IASLC SOBRE
LOCALIZACIONES ESPECÍFICAS
El adenocarcinoma in situ se clasifica como «Tis (AIS)» para distinguirlo del carcino-
ma escamoso in situ o «Tis (SCIS)».1 Tanto el Tis (AIS) como el Tis (SCIS) N0 M0
se clasifican como estadio 0.2
Tabla 8.1.Criterios para los tumores pulmonares distintos y los relacionados entre sí.4
Criterios clínicos*
Se puede considerar que los tumores son primarios distintos si:
La biopsia indica que son de un tipo histológico claramente distinto (p. ej., un carcinoma
escamoso y un adenocarcinoma)
Se puede considerar que los tumores proceden de una sola fuente tumoral si:
La técnica de hibridación genómica comparativa indica la existencia de puntos de corte
totalmente concordantes
Argumentos relativos que favorecen la tesis de que los tumores son distintos:
Diferencias en el aspecto radiográfico o la captación metabólica
Diferencias en el patrón de biomarcadores (mutaciones génicas driver u oncoiniciadoras)
Diferencias en la velocidad de crecimiento (si se cuenta con imágenes anteriores)
Ausencia de metástasis ganglionares o sistémicas
Argumentos relativos que favorecen la tesis de que existe una sola fuente tumoral:
Igualdad de aspecto radiográfico
Semejanza en el patrón de crecimiento (si se cuenta con imágenes anteriores)
Metástasis ganglionares o sistémicas destacables
Igualdad en el patrón de biomarcadores (y mismo tipo histológico)
Se puede considerar que los tumores proceden de una sola fuente tumoral si:
La técnica de hibridación genómica comparativa indica la existencia de puntos de corte
totalmente concordantes
Argumentos relativos que favorecen la tesis de que los tumores son distintos (debe
valorarse teniendo en cuenta también los factores clínicos):
Diferencia en el patrón de biomarcadores
Ausencia de metástasis ganglionares o sistémicas
Argumentos relativos que favorecen la tesis de que los tumores proceden de una sola
fuente tumoral (debe valorarse teniendo en cuenta también los factores clínicos):
El estudio histológico detallado revela un mismo aspecto
Igualdad en el patrón de biomarcadores
Metástasis ganglionares o sistémicas importantes
*En la estadificación clínica no se incluye estudio histológico detallado, puesto que requiere que se haya
resecado la pieza entera.
**Los datos anatomopatológicos deben complementarse con toda la información clínica disponible.
138 | PARTE II | CÁNCER DE PULMÓN
Tabla 8.2.Criterios para categorizar una lesión como nódulo tumoral separado (metástasis
intrapulmonar).3,5
Criterios clínicos
Se deberá considerar que el tumor presenta nódulos tumorales separados si:
Se trata de un cáncer de pulmón sólido y hay uno o más nódulos separados que tienen un
aspecto sólido semejante y se supone que tendrán un aspecto histológico concordante
• Esto es de aplicación con independencia de que se hayan biopsiado las lesiones, siempre
y cuando exista una firme presunción de que las lesiones serán histológicamente idénticas
• Esto es de aplicación con independencia de que haya metástasis extratorácicas o no
Y siempre que:
NO se considere que las lesiones son cánceres pulmonares primarios sincrónicos
Las lesiones NO sean un cáncer de pulmón multifocal VD/L (nódulos múltiples de
aspecto en vidrio deslustrado / con características lepídicas) o un cáncer de pulmón de tipo
neumónico
Criterios anatomopatológicos
Se deberá considerar que los tumores tienen nódulos pulmonares separados
(metástasis intrapulmonar) si:
Existe al menos un nódulo pulmonar neoplásico separado que tiene aspecto histológico
semejante al del cáncer pulmonar primario
Y siempre que:
NO se considere que las lesiones son cánceres primarios sincrónicos de pulmón
Las lesiones NO sean focos múltiples de adenocarcinoma predominantemente lepídico,
adenocarcinoma mínimamente invasivo o adenocarcinoma in situ
Nota: El aspecto radiológico de sólido y el subtipo histológico concreto de adenocarcinoma sólido denotan
cosas distintas.
Criterios clínicos
Se deberá considerar que el tumor es un adenocarcinoma pulmonar multifocal en
vidrio deslustrado o lepídico si:
Hay más de un nódulo subsólido (es decir, por completo en vidrio deslustrado o
parcialmente sólido) y al menos uno de ellos es presuntamente maligno o se ha confirmado
que lo es.
• Esto es aplicable con independencia de que se hayan biopsiado los nódulos o no.
• Esto es aplicable si la biopsia indica que el/los otro/s nódulo/s es/son un adenocarcinoma
in situ, un adenocarcinoma mínimamente invasivo o un adenocarcinoma
predominantemente lepídico.
• Esto es aplicable si un nódulo ha pasado a ser sólido en más de un 50% pero se considera
que ha surgido de un nódulo en vidrio deslustrado, siempre y cuando haya otros nódulos
subsólidos.
• No se cuentan las lesiones nodulares en vidrio deslustrado de menos de 5 mm ni las
lesiones que sean presuntas hiperplasias adenomatosas atípicas.
Criterios anatomopatológicos
Se deberá considerar que el tumor es un adenocarcinoma pulmonar multifocal en
vidrio deslustrado o lepídico si:
• Hay más de un foco de adenocarcinoma in situ, un adenocarcinoma mínimamente
invasivo o un adenocarcinoma predominantemente lepídico.
• Eso es aplicable tanto si un estudio histológico minucioso (es decir, proporción de
subtipos, etc.) indica que el aspecto es idéntico como si indica que es diferente.
• Esto es aplicable si al menos una lesión es adenocarcinoma in situ, un adenocarcinoma
mínimamente invasivo o un adenocarcinoma predominantemente lepídico y hay otros
nódulos subsólidos que no se han biopsiado.
• Esto es aplicable tanto si los nódulos se identifican antes de la cirugía o solo en el estudio
anatomopatológico.
• No se cuentan los focos de hiperplasia adenomatosa atípica.
Nota: El aspecto radiológico de sólido y el subtipo histológico concreto de adenocarcinoma sólido denotan
cosas distintas.
presentes o una «(m)» entre paréntesis para indicar multiplicidad junto con una
N y una M colectivas para todos esos tumores. En la Tabla 8.3 se presentan los
criterios clínicos y anatomopatológicos con los que se definen estos tumores.6
• Adenocarcinoma pulmonar difuso de tipo neumónico. A) Un solo foco neo-
plásico. Se aplica la clasificación TNM general y la categoría T viene definida
por el tamaño del tumor. B) Varios focos neoplásicos. La clasificación del tumor
se basa en la localización (incluida la afectación miliar): es T3 si está en un ló-
bulo, T4 si está en otros lóbulos homolaterales y M1a si está afectado el pulmón
contralateral, con la categoría T definida por el tamaño del mayor tumor. C) Si
140 | PARTE II | CÁNCER DE PULMÓN
Tabla 8.5. Resumen esquemático de los patrones de afectación y clasificación TNM de los
pacientes con cáncer de pulmón que presentan afectación pulmonar múltiple.3
Nódulo tumoral
Segundo cáncer Nódulos
separado (me- Adenocarci-
de pulmón multifocales
tástasis intrapul- noma de tipo
primario VD/L
monar) neumónico
Bibliografía
7. Rusch VR, Crowley JJ, Giroux DJ, Goldstraw P, Im JG, Tsuboi M, et al.;
International Staging Committee; Cancer Research and Biostatistics; Obser-
vers to the Committee; Participating Institutions. The IASLC Lung Cancer
Staging Project: proposals for revision of the N descriptors in the forthcoming
(seventh) edition of the TNM classification for lung cancer. J Thorac Oncol.
2007;2(7):603–612.
8. Asamura H, Chansky K, Crowley J, Goldstraw P, Rusch VW, Vansteenkiste
JF, et al.; International Association for the Study of Lung Cancer Staging and
Prognostic Factors Committee, Advisory Board Members, and Participating
Institutions. The International Association for the Study of Lung Cancer Lung
Cancer Staging Project: proposals for the revisions of the N descriptors in the
forthcoming 8th edition of the TNM classification for lung cancer. J Thorac
Oncol. 2015;10(12):1675–1684.
145
9
ATLAS DE ESTADIFICACIÓN DEL CÁNCER
DE PULMÓN
146 | PARTE II | CÁNCER DE PULMÓN
Tumor de ≤ 4 cm,
invasión de la
pleura visceral
El tumor afecta al
bronquio principal, sin
importar la distancia
a la carina pero sin
afectación carínica
Asociado con Tumor:
atelectasia o > 4 cm, ≤ 5cm (con o sin
neumonitis obstructiva
otros descriptores T2)
que se extiende hasta
la región hiliar, tanto
si afecta a parte del
pulmón como si afecta
al pulmón entero
Nota: Si el tumor se asocia con atelectasia o neumonitis, es una lesión T2a si la lesión tiene
≤ 4 cm o si no se puede medir el tamaño del tumor; y es T2b si la lesión tiene > 4 cm y ≤ 5 cm
Invasión de
la pleura
parietal
Invasión del
nervio frénico
o del pericardio
parietal Nódulo/s tumoral/es
separado/s en el lóbulo
del tumor primario
T4
Tumor de > 7 cm
Invasión diafragmática
N0 N1 Metástasis en al menos
un ganglio homolateral
intrapulmonar/peribronquial/
hiliar, incluida la afectación
ganglionar por extensión directa
Ausencia de
metástasis
ganglionares
regionales
N2
N3
M1a
Nódulo/s tumoral/es
Tumor primario
separado/s contralateral/es
Derrame o nódulo/s
Derrame o nódulo/s maligno/s en el pericardio
maligno/s en la pleura M1b
Hígado
M1b
Incluye la afectación de un
único ganglio linfático a
distancia (no regional)
M1c
Cerebro
Incluye la afectación de un
único ganglio linfático a
distancia (no regional)
Ganglios linfáticos
Hueso
10
HISTORIA DE LA ESTADIFICACIÓN TNM EN EL
MESOTELIOMA PLEURAL MALIGNO
Valerie W. Rusch, Dorothy Giroux y Harvey I. Pass
Sin embargo, hubo dudas sobre la validez de este sistema, porque había surgido sobre
todo de pequeñas series quirúrgicas retrospectivas y era difícil aplicarlo a la estadifi-
cación clínica de pacientes que no recibían tratamiento quirúrgico. Además, el com-
ponente ganglionar (N) no era empírico y simplemente se había tomado de la clasi-
ficación del cáncer de pulmón. En 1999, Sugarbaker y cols. propusieron como
alternativa el sistema de estadificación de Brigham, basado en el tumor primario, la
viabilidad de la resección y la afectación ganglionar.8 Sin embargo, también se trata-
ba de una clasificación de origen quirúrgico e incluía factores ajenos al grado de
afectación anatómica del tumor. En 2010 se publicó una reevaluación del sistema de
Brigham, realizada en un solo centro, que estudió las características anatomopatoló-
gicas y analizó las correlaciones con la evolución clínica en 354 pacientes con MPM
epitelioide sometidos a una neumonectomía extrapleural (NE).9 Los criterios de cla-
sificación T se ajustaron en función de la situación de los márgenes (negativos para
T1) y apenas concordaban con el sistema del IMIG en lo referente a la clasificación
de T4. Se agruparon en el estadio I las afectaciones de la cadena ganglionar mamaria
interna y de la estación mediastínica inferior, puesto que se asociaban con una super-
vivencia significativamente más prolongada que la observada en casos de afectación
de los ganglios linfáticos mediastínicos superiores (que se agruparon en los estadios
II, III o IV). Estos análisis suscitaron la cuestión de si los pacientes sometidos a re-
secciones distintas de la NE y los pacientes con histología tumoral no epitelioide
debían estadificarse aparte. Se hizo evidente que para cimentar los cambios en el
sistema de estadificación de esta enfermedad rara había que contar con una gran base
de datos internacional de estadificación.
Tomando como referencia las actualizaciones del sistema de estadificación del cáncer
de pulmón que la International Association for the Study of Lung Cancer (IASLC)
10 | Historia de la estadificación TNM en el mesotelioma pleural maligno |
157
propuso para la séptima edición de los manuales de la Union for International Can-
cer Control (UICC) y el American Joint Committee on Cancer (AJCC), la IASLC
(en colaboración con miembros del International Mesothelioma Interest Group,
IMIG) se propuso desarrollar una gran base de datos internacional. Se comenzó pi-
diendo datos a cirujanos de todo el mundo que tenían una experiencia demostrada
en la atención de pacientes con MPM. Estos datos se remitieron al Cancer Research
and Biostatistics (CRAB), un centro de estadística ubicado en Seattle (Washington,
Estados Unidos). Tras la revisión de cada base de datos institucional se determinaron
los elementos comunes de información y el primer período de análisis fue el transcu-
rrido entre 1995 y 2009. El proyecto comenzó en 2009 durante el taller de la Inter-
national Association for the Study of Lung Cancer (IASLC) sobre avances en el
mesotelioma, momento que se aprovechó para elaborar un «libro blanco» con defini-
ciones comunes para sistematizar la cirugía en el mesotelioma con el fin de estanda-
rizar la descripción de las intervenciones quirúrgicas citorreductoras. Puesto que di-
cho «libro blanco» se formuló en paralelo al registro retrospectivo, las intervenciones
quirúrgicas consignadas en la base de datos original se clasificaron solo como opera-
ciones de intención paliativa o curativa. Las primeras incluían la exploración sin re-
sección y la pleurectomía paliativa (es decir, parcial), mientras que las últimas eran la
neumonectomía extrapleural (NE), la pleurectomía/decorticación (P/D) para la re-
sección de todos los tumores macroscópicos y la P/D combinada con la resección
pulmonar anatómica distinta de la neumonectomía. Se remitieron los datos de 3.101
pacientes de quince centros de cuatro continentes, que se publicaron en 2012.10
Dado que no se contaba con estadificación clínica (cTNM) y anatomopatológica
(pTNM) para todos ellos, en 2.316 pacientes se combinaron los datos de cTNM y
pTNM con el ánimo de indicar la estadificación «ideal» (bTNM) que mencionan las
guías del American Joint Committee on Cancer (AJCC) y la Union for International
Cancer Control (UICC). La mayoría de los pacientes (64,5%) habían sido someti-
dos a intervenciones con intención curativa, y aproximadamente a la mitad se les
había hecho una NE. Aunque los datos de supervivencia general avalaban en gran
medida que se siguiera usando el sistema original de estadificación del International
Mesothelioma Interest Group (IMIG), se detectaron varios aspectos importantes
susceptibles de mejora. Los resultados principales de los análisis fueron que: 1) la
correlación entre las estadificaciones cTNM y pTNM fue escasa, sobre todo en los
estadios clínicos I y II, lo que implica la necesidad de mejorar los métodos de estadi-
ficación clínica; 2) las agrupaciones en estadios clasificaban bien a los pacientes según
su mediana de supervivencia, pero para revisar las categorías T y N hacían falta datos
bastante más detallados; 3) la histología epitelioide se asoció con la mejor evolución,
y la sarcomatoide con la peor; 4) la supervivencia estaba muy influida por el tipo de
intervención quirúrgica -es decir, si era con intención curativa o paliativa (mediana
de supervivencia de 18 y 12 meses, respectivamente)- y por el empleo de tratamien-
to adyuvante; 5) los tumores de estadio I tratados mediante NE con intención cura-
158 | PARTE III | MESOTELIOMA PLEURAL
tiva se asociaron con una mediana de supervivencia de 40 meses, mientras que los
tratados mediante P/D (presumiblemente con intención curativa) se asociaron con
una mediana de supervivencia de 23 meses, aunque no se detectaron diferencias en
la supervivencia de los pacientes sometidos a NE o P/D que tenían un tumor en es-
tadio avanzado. En los análisis multivariantes se determinaron factores independien-
tes que afectaban a la supervivencia, como el estadio general del tumor, la categoría
T, la categoría N, la histología del tumor, el sexo del paciente, su edad y el tipo de
operación, pero no se detectaron diferencias significativas de supervivencia entre los
estadios I y II, lo que pone de relieve la necesidad de revisar esas categorías de estadio.
Para planificar las octavas ediciones de los sistemas de estadificación del AJCC y la
UICC se creó una nueva base de datos de la International Association for the Study
of Lung Cancer (IASLC) sobre el MPM capaz de abordar las polémicas suscitadas a
raíz del primer análisis. Esta segunda base de datos se puso en marcha en julio de
2013, contenía información más pormenorizada sobre los descriptores T, N y M y
recurría a un sistema de captura electrónica de datos desarrollado en el CRAB. Se
reclutaron más investigadores capaces de aportar datos válidos sobre pacientes con
estadificación clínica que no habían recibido tratamiento quirúrgico. Al cierre del
plazo de envío de datos (junio de 2014) se habían recibido 3.519 casos de MPM
procedentes de veintinueve centros de cuatro continentes, de los cuales se consideró
—tras una depuración de los datos— que 2.460 eran aptos para el análisis. Se acep-
taron casos de cierto tiempo atrás, hasta de 1995, siempre y cuando sus datos cum-
plieran los estándares de calidad, pero la mayoría de los pacientes se diagnosticaron
entre los años 2000 y 2013. Se excluyeron los casos diagnosticados después del 30 de
junio de 2013 y los análisis se hicieron a finales de 2014, de modo que el seguimien-
to potencial mínimo fuera de 18 meses. Los análisis de esta segunda base de datos de
la International Association for the Study of Lung Cancer (IASLC) son el fundamen-
to de las modificaciones efectuadas en las categorías de TNM y las agrupaciones por
estadios que aparecen en las octavas ediciones de los sistemas de estadificación del
American Joint Committee on Cancer (AJCC) y la Union for International Cancer
Control (UICC) para el MPM.
Bibliografía
1. Rusch VW, Venkatraman E. The importance of surgical staging in the
treatment of malignant pleural mesothelioma. J Thorac Cardiovasc Surg.
1996;111(4):815–826.
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the management of diffuse malignant mesothelioma of the pleura. Experience
with 29 patients. Thorax. 1976;31(1):15–24.
3. Tammilehto L, Kivisaari L, Salminen US, Maasilta P, Mattson K. Evaluation of
the clinical TNM staging system for malignant pleural mesothelioma: An assess-
ment in 88 patients. Lung Cancer. 1995;12(1-2):25–34.
160 | PARTE III | MESOTELIOMA PLEURAL
11
OCTAVA EDICIÓN DE LA CLASIFICACIÓN TNM
PARA EL MESOTELIOMA PLEURAL
OBSERVACIONES PRELIMINARES
MESOTELIOMA PLEURAL
(CIE-O C38.4)
NORMAS DE CLASIFICACIÓN
La clasificación es aplicable únicamente al mesotelioma maligno de la pleura. Debe
haber confirmación histológica de la enfermedad.
Los ganglios linfáticos regionales son los intratorácicos, los de la cadena mamaria
interna, los escalenos y los supraclaviculares.
T: Tumor primario
El tumor afecta solo a la pleura parietal o visceral homolateral, con o sin afectación
T1
de la pleura visceral, mediastínica o diafragmática.
M: Metástasis a distancia
Estadio IA T1 N0 N0
Estadio IB T2, T3 N0 M0
Estadio II T1, T2 N1
Estadio IIIA T3 N1 M0
T4 Cualquier N M0
Bibliografía
12
NOTAS ACLARATORIAS PARA LOCALIZACIONES
ESPECÍFICAS EN EL MESOTELIOMA PLEURAL
Bibliografía
1. Pass H, Giroux D, Kennedy C, Ruffini E, Cangir AK, Rice D, et al.; IASLC
Staging and Prognostic Factors Committee, Advisory Boards and Partici-
pating Institutions. The IASLC Mesothelioma Staging Project: improving
staging of a rare disease through international participation. J Thorac Oncol.
2016;11(12):2082–2088.
2. Nowak AK, Chansky K, Rice DC, Pass HI, Kindler HL, Shemanski L, et al.;
Staging and Prognostic Factors Committee, Advisory Boards and Participating
Institutions. The IASLC Mesothelioma Staging Project: proposals for revisions
of the T descriptors in the forthcoming eighth edition of the TNM classifica-
tion for mesothelioma. J Thorac Oncol. 2016;11(12):2089–2099.
3. Rice D, Chansky K, Nowak A, Pass H, Kindler H, Shemanski L, et al.; Meso-
thelioma Domain of the IASLC Staging and Prognostic Factors Committee, ad-
visory boards and participating institutions. The IASLC Mesothelioma Staging
Project: proposals for revisions of the N descriptors in the forthcoming eighth
edition of the TNM classification for pleural mesothelioma. J Thorac Oncol.
2016;11(12):2100–2111.
4. Rusch VW, Chansky K, Kindler HL, Nowak AK, Pass HI, Rice DC, et al.;
IASLC Staging and Prognostic Factors Committee, advisory boards and parti-
cipating institutions. The IASLC Mesothelioma Staging Project: proposals for
the M descriptors and for the revision of the TNM stage groupings in the forth-
coming (eighth) edition of the TNM classification for mesothelioma. J Thorac
Oncol. 2016;11(12):2112–2119.
Nota del editor ejecutivo: Este capítulo se reimprime de la obra
de Wittekind Ch., Compton C. C., Brierley J. y Sobin L. H. (eds.)
titulada UICC TNM Supplement A Commentary on Uniform Use,
cuarta edición, John Wiley & Sons, Ltd., Oxford, 2012. En los
casos pertinentes se ha actualizado el texto conforme a la octava
edición de la clasificación TNM del mesotelioma pleural maligno.
173
13
RECOMENDACIONES SOBRE LAS CATEGORÍAS PT
Y PN EN LOCALIZACIONES ESPECÍFICAS
pT3 o inferior
En el estudio anatomopatológico del mesotelioma no se observa tumor macroscópico
en los márgenes de la resección (con o sin afectación microscópica).
pT4
Confirmación microscópica de afectación de las superficies pleurales homolaterales y
al menos uno de los siguientes criterios:
pN1
Confirmación microscópica de metástasis en ganglios linfáticos intratorácicos (bron-
copulmonares, hiliares, subcarínicos, paratraqueales, aortopulmonares, paraesofági-
174 | PARTE III | MESOTELIOMA PLEURAL
pN2
Confirmación microscópica de metástasis en ganglios linfáticos intratorácicos con-
tralaterales. Metástasis en los ganglios linfáticos supraclaviculares homolaterales o
contralaterales.
Bibliografía
1. Nowak AK, Chansky K, Rice DC, Pass HI, Kindler HL, Shemanski L, et al.;
Staging and Prognostic Factors Committee, Advisory Boards and Participating
Institutions. The IASLC Mesothelioma Staging Project: proposals for revisions
of the T descriptors in the forthcoming eighth edition of the TNM classifica-
tion for mesothelioma. J Thorac Oncol. 2016;11(12):2089–2099.
2. Rice D, Chansky K, Nowak A, Pass H, Kindler H, Shemanski L, et al.; Meso-
thelioma Domain of the IASLC Staging and Prognostic Factors Committee, ad-
visory boards and participating institutions. The IASLC Mesothelioma Staging
Project: proposals for revisions of the N descriptors in the forthcoming eighth
edition of the TNM classification for pleural mesothelioma. J Thorac Oncol.
2016;11(12):2100–2111.
175
14
ATLAS DE ESTADIFICACIÓN DEL MESOTELIOMA
PLEURAL
176 | PARTE III | MESOTELIOMA PLEURAL
T1 T2
T3 T4
N1
Metástasis en los
ganglios linfáticos
intratorácicos
(broncopulmonares,
hiliares, subcarínicos,
paratraqueales,
aortopulmonares,
paraesofágicos,
peridiafragmáticos,
pericárdicos, intercostales
y mamarios internos)
homolaterales
N2
15
HISTORIA DE LA ESTADIFICACIÓN TNM EN LAS
NEOPLASIAS TÍMICAS
Frank Detterbeck y Pier Luigi Filosso
Tabla 15.1. Resumen de los sistemas anteriores de estadificación de las neoplasias tímicas.
Verley-
1985 200 Timoma Invasión macroscópica, R0-2
Hoffmann5
Masaoka-
1994 79 Timoma Microscópico < macroscópico en estadio II
Koga18
De tipo TNM
IASLC-
2014 8.145 Todos
ITMIG12,14
GETT = Groupe d’Études des Tumeurs Thymiques; CT = carcinoma tímico; R0-2 = grado de resección
Los sistemas propuestos fueron adoptados en diversa medida por cada centro y re-
gión. Otro de los problemas fue que, por lo general, los sistemas carecían de defini-
ciones exhaustivas, lo que hizo que cada centro las interpretara a su manera a pesar
de estar empleando un mismo sistema de clasificación.9 La imposibilidad de comu-
nicar con claridad y de forma sistemática el grado de afectación anatómica de las
neoplasias tímicas debido a la falta de una nomenclatura uniforme entorpeció mu-
cho los avances. La necesidad de contar con un sistema oficial de clasificación de los
estadios que estuviera avalado por el American Joint Committee on Cancer (AJCC)
y la Union for International Cancer Control (UICC) fue haciéndose cada vez más
evidente conforme empezaron a surgir proyectos cooperativos para fomentar la in-
vestigación sobre las neoplasias tímicas.
Tabla 15.2. Miembros del Área de Cánceres Tímicos y del Consejo Asesor sobre Cánceres Tímicos
del Comité de Estadificación y Factores Pronósticos de la IASLC.
Cancer Research
John Crowley Bioestadística Seattle, Estados Unidos
and Biostatistics
Oncología
Conrad Falkson Queen’s University Ontario, Canadá
radioterápica
Universidad de
Pier Luigi Filosso Cirugía torácica Turín, Italia
Turín
Cancer Research
Dorothy Giroux Bioestadística Seattle, Estados Unidos
and Biostatistics
Centro Médico
Jhingook Kim Cirugía torácica Seúl, Corea del Sur
Samsung
Universidad de
Kazuya Kondo Cirugía torácica Tokushima, Japón
Tokushima
15 | Historia de la estadificación TNM en las neoplasias tímicas |
185
Instituto Nacional
Anatomía
Mirella Marino del Cáncer Reina Roma, Italia
patológica
Elena
Cancer Research
Alan Mitchell Bioestadística Seattle, Estados Unidos
and Biostatistics
Meinoshin Universidad
Cirugía torácica Osaka, Japón
Okumura de Osaka
El TD-SPFC estableció una serie de principios rectores: el sistema debía abordar úni-
camente el grado de afectación anatómica, debía servir para todos los tipos de neopla-
sias tímicas, debía permitir la estadificación tanto clínica como anatomopatológica y
debía ser de tipo TNM.10 El proceso consistiría en un análisis de datos mundiales
centrado en las recidivas (en el caso de los tumores sometidos a resección completa de
los casos menos avanzados) y en la supervivencia general, cualquiera que fuera el tipo
de resección (en los casos más avanzados). El comité admitió que el pronóstico es mul-
tifactorial y no solo se ve influido por el grado de afectación anatómica, sino también
por factores y características del paciente, por el tratamiento recibido y quizá por la
región geográfica y el marco cronológico. Por ello, para que pudiera considerarse una
forma válida de categorizar las cohortes de tumores, el sistema de clasificación debía
tener una capacidad de discriminación sistemática de los subgrupos y mantener la rele-
vancia cuando se hacen ajustes en función de otros factores pronósticos. Además, de-
bían tenerse presentes otras consideraciones prácticas y la semejanza con la clasificación
de los estadios del cáncer de pulmón, sobre todo porque la escasa frecuencia de las
neoplasias tímicas impone limitaciones a los análisis estadísticos.
El TD-SPFC propuso crear una base de datos para analizarla. El comité creó subgrupos
dedicados a aspectos específicos (sistemas de clasificación propuestos con anterioridad,
componentes T, N y M, tamaño y estadificación clínica). Los hallazgos y las considera-
ciones se debatieron en una serie de teleconferencias mensuales y reuniones presencia-
les periódicas celebradas entre 2013 y 2014. Las propuestas que fueron surgiendo se
consultaron con los miembros del ITMIG y con todo el SPFC (es decir, para todas las
186 | PARTE IV | NEOPLASIAS TÍMICAS
Cirugía + radio
Cirugía + Cirugía + 1.545, 19%
quimio quimio +
390, 5% radio 1.000,
12%
Solo dio 5
Quimio + S olo ra
quimio
20 radio 12
Sin tratamiento 36
los diversos resultados. El ITMIG estaba desarrollando un mapa ganglionar para los
tumores tímicos, que se incorporó a las tareas del TD-SPFC. El mapa define dos regio-
nes ganglionares: una peritímica anterior y otra ganglionar profunda.
CONCLUSIÓN
Bibliografía
1. Filosso P, Ruffini E, Lausi P, Oliaro A, Detterbeck F. Historical perspectives:
the evolution of the thymic epithelial tumors staging system. Lung Cancer.
2014;83(2):126–132.
2. Masaoka A, Monden Y, Nakahara K, Tanioka T. Follow-up study of thymomas
with special reference to their clinical stages. Cancer. 1981;48(11):2485–2492.
3. Kondo K, Monden Y. Therapy for thymic epithelial tumors: a clinical study of
1,320 patients from Japan. Ann Thorac Surg. 2003;76(3):878–884.
4. Gamondès JP, Balawi A, Greenland T, Adleine P, Mornex JF, Zhang J, et al.
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Eur J Cardiothorac Surg. 1991;5(3):124–131.
5. Verley JM, Hollmann KH. Thymoma: A comparative study of clinical stages,
histologic features, and survival in 200 cases. Cancer. 1985;55(5):1074–1086.
6. Asamura H, Nakagawa K, Matsuno Y, Suzuki K, Watanabe S, Tsuchiya R. Thymo-
ma needs a new staging system. Interac Cardiovasc Thorac Surg. 2004;3(1):163–167.
7. Moran CA, Walsh G, Suster S, Kaiser L. Thymomas II: A clinicopathologic
correlation of 250 cases with a proposed staging system with emphasis on pa-
thologic assessment. Am J Clin Pathol. 2012;137(3):451–461.
8. Yamakawa Y, Masaoka A, Hashimoto T, Niwa H, Mizuno T, Fujii Y, et
al. A tentative tumor-node-metastasis classification of thymoma. Cancer.
1991;68(9):1984–1987.
9. Detterbeck F, Nicholson A, Kondo K, Van Schil P, Moran C. The Masaoka-Ko-
ga stage classification for thymic malignancies: clarification and definition of
terms. J Thorac Oncol. 2011;6(7 Suppl 3):S1710–1716.
10. Detterbeck F, Asamura H, Crowley J, Falkson C, Giaccone D, Giroux D, et al.;
Staging and Prognostic Factors Committee; Members of the Advisory Boards;
Participating Institutions of the Thymic Domain. The IASLC/ITMIG Thymic
Malignancies Staging Project: development of a stage classification for thymic
malignancies. J Thorac Oncol. 2013;8(12):1467–1473.
11. Bhora F, Chen D, Detterbeck F, Asamura H, Falkson C, Filosso PL, et al.; Stag
ing and Prognostic Factors Committee; Advisory Boards. The ITMIG/IASLC
Thymic Epithelial Tumors Staging Project: a proposed lymph node map for
thymic epithelial tumors in the forthcoming (8th) edition of the TNM classifi
cation of malignant tumors. J Thorac Oncol. 2014;9(9 Suppl 2):S88–S96.
12. Detterbeck F, Stratton K, Giroux D, Asamura H, Crowley J, Falkson C, et al.;
Staging and Prognostic Factors Committee; Members of the Advisory Boards;
Participating Institutions of the Thymic Domain. The IASLC/ITMIG Thymic
Epithelial Tumors Staging Project: proposal for an evidence-based stage classi-
fication system for the forthcoming (8th) edition of the TNM classification of
malignant tumors. J Thorac Oncol. 2014;9(9 Suppl 2):S65–S72.
13. Kondo K, Van Schil P, Detterbeck FC, Okomura M, Stratton K, Giroux D,
15 | Historia de la estadificación TNM en las neoplasias tímicas |
189
16
CLASIFICACIÓN TNM DE LAS NEOPLASIAS
TÍMICAS
OBSERVACIONES PRELIMINARES
TUMORES TÍMICOS
(CIE-0-3 C37.9)
NORMAS DE CLASIFICACIÓN
La clasificación es aplicable a los tumores epiteliales del timo, incluidos los timomas,
los carcinomas tímicos y los tumores neuroendocrinos del timo. No es aplicable a los
sarcomas, los linfomas ni otros tumores poco frecuentes.
Esta clasificación aparece por primera vez en la octava edición y se basa en las recomendacio-
nes del proyecto de estadificación de la Asociación Internacional para el Estudio del Cáncer
de Pulmón (IASLC) y el International Thymic Malignancies Interest Group (ITMIG)
(véanse las referencias).1-3
Los ganglios linfáticos regionales son los anteriores (peritímicos), los intratorácicos
profundos y los cervicales.
T: Tumor primario
TX No se puede evaluar el tumor primario
T0 Ausencia de evidencia de tumor primario
T1 Tumor encapsulado o que infiltra la grasa mediastínica; puede afectar a la pleu-
ra mediastínica
T1a Sin afectación de la pleura mediastínica
T1b Con invasión directa de la pleura mediastínica
T2 Tumor con afectación directa del pericardio (en parte o en todo su espesor)
16 | Clasificación TNM de las neoplasias tímicas |
193
M: Metástasis a distancia
M0 Ausencia de metástasis pleurales, pericárdicas o a distancia
M1 Metástasis a distancia
M1a Nódulo/s pleural/es o pericárdico/s aislado/s
M1b Metástasis a distancia más allá de la pleura o el pericardio
Estadio I T1 N0 M0
Estadio II T2 N0 M0
Estadio IIIA T3 N0 M0
Estadio IIIB T4 N0 M0
Cualquier T N1 M0
Estadio IVA
Cualquier T N0, N1 M1a
194 | PARTE IV | NEOPLASIAS TÍMICAS
Bibliografía
17
NOTAS ACLARATORIAS PARA LOCALIZACIONES
ESPECÍFICAS EN LAS NEOPLASIAS TÍMICAS
Frank Detterbeck
Componente T
1. Para la clasificación T anatomopatológica es necesaria la confirmación micros-
cópica de la afectación de un tejido concreto. La observación quirúrgica de la
adhesión del tumor a una estructura contigua no afecta a la clasificación T si no
se constata microscópicamente la invasión de dicha estructura.
2. La presencia o ausencia de una cápsula o la invasión de la misma no constituye
196 | PARTE IV | NEOPLASIAS TÍMICAS
Componente N
1. La extensión directa del tumor primario a un ganglio linfático se cuenta como
afectación ganglionar.4
2. Durante la resección de un timoma que invada otras estructuras (es decir, ≥ T2) se
recomienda la extirpación ordinaria de los ganglios mediastínicos anteriores junto
con la pieza y se insta al muestreo sistemático de los ganglios intratorácicos pro-
fundos. Durante la resección de un carcinoma tímico se recomienda la extirpa-
ción sistemática de los ganglios N1 y N2. Los anatomopatólogos deben analizar
específicamente la presencia de afectación ganglionar e incluirla en su informe.3-5
17 | Notas aclaratorias para localizaciones específicas en las neoplasias tímicas |
197
Tabla 17.1. Región anterior [N1] (ganglios mediastínicos anteriores y cervicales anteriores).
Los límites de las regiones y grupos ganglionares se han adaptado directamente de las definiciones
establecidas por la AAO-HNS, la ASHNS y la IASLC.
AAO-HNS = Academia Estadounidense de Otorrinolaringología - Cirugía de Cabeza y Cuello (American
Academy of Otolaryngology - Head and Neck Surgery); ASHNS = Sociedad Estadounidense de Cirugía de
Cabeza y Cuello (American Society for Head and Neck Surgery); IASLC = Asociación Internacional para el
Estudio del Cáncer de Pulmón (International Association for the Study of Lung Cancer).
Sup. = superior; Ant. = anterior; Inf. = inferior; Lat. = lateral; Post. = posterior.
198 | PARTE IV | NEOPLASIAS TÍMICAS
Tabla 17.2. Región profunda [N2] (ganglios mediastínicos medios y cervicales profundos).
Los límites de las regiones y grupos ganglionares se han adaptado directamente de las
definiciones establecidas por la AAO-HNS, la ASHNS y la IASLC.
AAO-HNS = Academia Estadounidense de Otorrinolaringología - Cirugía de Cabeza y Cuello (American
Academy of Otolaryngology - Head and Neck Surgery); ASHNS = Sociedad Estadounidense de Cirugía de
Cabeza y Cuello (American Society for Head and Neck Surgery); IASLC = Asociación Internacional para
el Estudio del Cáncer de Pulmón (International Association for the Study of Lung Cancer).
Componente M
1. La presencia de nódulos pleurales o pericárdicos aislados de la masa tumoral pri-
maria se clasifica como M1a.4
2. La presencia de nódulos individuales en el parénquima pulmonar se clasifica
como M1b. Son nódulos tumorales rodeados de tejido pulmonar normal (es de-
cir, no son contiguos a la pleura visceral ni son un tumor intraparenquimatoso
que constituya una invasión directa por parte de la masa tumoral primaria).4
El timo suele estar rodeado por un tejido areolar, laxo, que tiende a romperse du-
rante la resección o al manipular la pieza. Además, la pieza de la timectomía no
suele tener tejidos que permitan orientar específicamente la pieza quirúrgica, y por
ello es preciso prestar atención específica al marcado intraoperatorio, a la manipula-
ción y orientación de la pieza y a que el cirujano y el anatomopatólogo se comuni-
quen para indicar con precisión la situación relativa a los márgenes de los tumores
resecados.3
verdaderos márgenes, así como las caras específicas (p. ej., la pleura mediastínica
izquierda o derecha, las zonas adyacentes a la vena braquiocefálica o el pericardio).
2. Se recomienda orientar la pieza resecada con claridad y analizar y consignar la si-
tuación de los márgenes de determinadas caras (p. ej., anterior, posterior, derecha,
izquierda, adyacente al pericardio, etc.).3 El ITMIG sugiere que se disponga la
pieza en un «diagrama mediastínico» que aclare la relación de sus diversas partes
con las estructuras adyacentes (Figura 17.7).
3. Se recomienda que el cirujano y el anatomopatólogo se comuniquen en el mo-
mento de la resección para definir la orientación y las áreas de especial interés.
4. La distancia al margen más próximo debe indicarse en milímetros cuando el mar-
gen no supere los 3 mm.
Figura 17.1. Mediastino, corte sagital. Región anterior ( azul ); región profunda ( morado ).
Tr = tráquea; E = esófago; API = arteria pulmonar izquierda; A = aorta; D = diafragma;
VI = ventrículo izquierdo; AI = aurícula izquierda.
Figura 17.2. Abertura torácica superior, corte axial. Región anterior ( azul ); región profunda (morado).
ACC = arteria carótida común; VYI = vena yugular interna; Tr = tráquea; Clav = clavícula;
E = esófago.
17 | Notas aclaratorias para localizaciones específicas en las neoplasias tímicas |
201
Figura 17.3. Nivel paraaórtico, corte axial. Az=vena ácigos Región anterior ( azul ); región profunda
( morado ). Az=vena ácigos; VCS = vena cava superior; E = esófago; Tr = tráquea.
Figura 17.4. Nivel de la ventana interaortopulmonar, corte axial. Región anterior ( azul ); región
profunda ( morado ). Nota: La región profunda incluye los ganglios del espacio subaórtico.
AA = aorta ascendente; AD = aorta descendente; API = arteria pulmonar izquierda; VCS = vena cava
superior; VA = vena ácigos; BD = bronquio principal derecho; BI = bronquio principal izquierdo.
Figura 17.5. Nivel carínico, corte axial. Región anterior ( azul ); región profunda ( morado ). Nota:
La región profunda incluye los ganglios del espacio subaórtico. AA = aorta ascendente; AD = aorta
descendente; TP = tronco pulmonar; API = arteria pulmonar izquierda; APD = arteria pulmonar
derecha; VCS = vena cava superior; VPSI = vena pulmonar superior izquierda; B = bronquio;
E = esófago.
202 | PARTE IV | NEOPLASIAS TÍMICAS
Figura 17.6. Nivel diafragmático, corte axial. Región anterior (azul); región profunda (morado).
VD = ventrículo derecho; VI = ventrículo izquierdo; VCI = vena cava inferior; AD = aorta
descendente; E = esófago.
A B
17 | Notas aclaratorias para localizaciones específicas en las neoplasias tímicas |
203
Bibliografía
1. Nicholson AG, Detterbeck FC, Marino M, Kim J, Stratton K, Giroux D, et al.;
Staging and Prognostic Factors Committee; Members of the Advisory Boards;
Participating Institutions of the Thymic Domain. The IASLC/ITMIG Thymic
Epithelial Tumors Staging Project: proposals for the T component for the forth-
coming (8th) edition of the TNM classification of malignant tumors. J Thorac
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2. Marchevsky AM, McKenna Jr RJ, Gupta R. Thymic epithelial neoplasms: a re-
view of current concepts using an evidence-based pathology approach. Hematol
Oncol Clin North Am. 2008;22(3):543–562.
3. Detterbeck FC, Moran C, Huang J, Suster S, Walsh G, Kaiser L, et al. Which
way is up? Policies and procedures for surgeons and pathologists regarding
resection specimens of thymic malignancy. J Thorac Oncol. 2011;6(7 Suppl
3):S1730–S1738.
4. Kondo K, Van Schil P, Detterbeck FC, Okomura M, Stratton K, Giroux D,
et al.; Staging and Prognostic Factors Committee; Members of the Advisory
Boards; Participating Institutions of the Thymic Domain. The IASLC/ITMIG
Thymic Epithelial Tumors Staging Project: proposals for the N and M compo-
nents for the forthcoming (8th) edition of the TNM classification of malignant
tumors. J Thorac Oncol. 2014;9(9 Suppl 2):s81–s87.
5. Park IK, Kim YT, Jeon JH, Kim HS, Hwang Y, Seong YW, et al. Impor-
tance of lymph node dissection in thymic carcinoma. Ann Thorac Surg.
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6. Bhora F, Chen D, Detterbeck F, Asamura H, Falkson C, Filosso PL, et al.; Staging
and Prognostic Factors Committee; Advisory Boards. The ITMIG/IASLC
Thymic Epithelial Tumors Staging Project: a proposed lymph node map for
thymic epithelial tumors in the forthcoming (8th) edition of the TNM classifi-
cation of malignant tumors. J Thorac Oncol. 2014;9(9 Suppl 2):S88–S96.
205
18
ATLAS DE ESTADIFICACIÓN DE LAS NEOPLASIAS
TÍMICAS
206 | PARTE IV | NEOPLASIAS TÍMICAS
Axial 1 Axial 2
Axial 3 Axial 4
Ao: aorta
Compartimento prevascular AP: arteria pulmonar; VCS: vena cava superior
T: tráquea
Compartimento visceral VA: vena ácigos
E: esófago
Compartimento paravertebral BPD: bronquio principal derecho
BPI: bronquio principal izquierdo
AI: aurícula izquierda
Límite visceral-paravertebral VD: ventrículo derecho
18 | Atlas de estadificación de las neoplasias tímicas |
207
Estadio I
T1 N0 M0
Tumor
encapsulado
Invasión
de la grasa
mediastínica (T1a)
TUMOR
Invasión de
la pleura
mediastínica (T1b) Compartimento
fibroso
Pericardio
Pulmón
Pleura visceral
Estadio II
T2 N0 M0
Invasión
del pericardio
TUMOR
Compartimento
fibroso
Pulmón Pericardio
Pleura visceral
208 | PARTE IV | NEOPLASIAS TÍMICAS
Pericardio
Pulmón
Pleura visceral
Invasión de la aorta,
los vasos del cayado,
el miocardio, la arteria TUMOR
pulmonar intrapericárdica,
la tráquea, el esófago
Pulmón Miocardio
Pleura visceral
18 | Atlas de estadificación de las neoplasias tímicas |
209
TUMOR
Pericardio
Pulmón
Pleura visceral
Estadio IVB
Cualquier T N2 M0-1a;
cualquier T, Vasos
cualquier N, M1b
TUMOR
Pulmón
Pleura visceral
Parte V
CARCINOMA DE ESÓFAGO Y DE LA UNIÓN
GASTROESOFÁGICA
213
19
BREVE HISTORIA DE LA CLASIFICACIÓN TNM
DEL CÁNCER DE ESÓFAGO Y DE SU AGRUPACIÓN
EN ESTADIOS
Thomas W. Rice y Eugene H. Blackstone
Entre 1943 y 1952, Pierre Denoix, del Instituto Gustave Roussy, desarrolló el con-
cepto TNM para describir empíricamente el grado de afectación anatómica de un
cáncer. Se basaba en la observación de que, conforme aumenta el tamaño de un
cáncer primario sin tratar (T), aumenta en primer lugar la frecuencia de las metásta-
sis en los ganglios linfáticos regionales (N) y después la de las metástasis a distancia
(M). En 1953 se adoptó el sistema TNM para la estadificación del cáncer. En 1958
se publicaron las primeras recomendaciones para la estadificación clínica del cáncer
de mama y del de laringe,1 pero para la publicación del primer manual de estadifica-
ción del cáncer, obra de la International Union Against Cancer (UICC), hubo que
esperar hasta 1968. Se trata de una colección de nueve fascículos que abarcaban 23
localizaciones, entre ellas el esófago.2
quirúrgico cuando acuden por primera vez a recibir tratamiento, por lo que queda-
rían excluidos de una clasificación universal si se exigieran únicamente evidencias
obtenidas en una intervención quirúrgica».3 Las diferencias entre la asignación de
categoría TNM y sus agrupaciones en estadios se especificaban con claridad: «La
clasificación es un medio de consignar datos observados por el clínico, mientras que
la estadificación implica la interpretación de tales datos en cuanto al pronóstico de la
enfermedad».2 Sin embargo, se consideraba que era demasiado pronto para hacer
agrupaciones en estadios de cánceres aparte del de mama y el de cuello uterino, y que
eso excedía de la intención de la obra. En ambas publicaciones se proponía el objeti-
vo de llevar a cabo ensayos clínicos a 5 años con los sistemas TNM propuestos en el
libro de bolsillo.
optaron por limitar la clasificación TNM al ámbito clínico. Estos TNM solo eran
aplicables a los carcinomas de esófago con confirmación histológica. Las regiones
esofágicas eran la cervical, la intratorácica y la inferior. El esófago intratorácico se
dividió a su vez, por mediciones radiológicas, en la porción torácica superior (desde
la abertura torácica superior hasta el borde inferior de la sexta vértebra torácica; a
unos 26 cm de la arcada dentaria superior) y en la porción torácica media (desde el
borde inferior de la sexta vértebra hasta el borde inferior de la octava vértebra; a unos
31 cm de la arcada dentaria superior). El esófago inferior, excluido de la porción in-
tratorácica, se extendía desde el borde inferior de la octava vértebra torácica hasta el
orificio del cardias (a unos 40 cm de la arcada dentaria superior). Se modificaron las
definiciones de las categorías T, que quedaron así: TIS, carcinoma preinvasivo; T0,
ausencia de evidencia de tumor primario; T1, tumor no circunferencial de 5 cm o
menos de longitud sin obstrucción ni invasión extraesofágica; T2, tumor sin exten-
sión extraesofágica que tiene más de 5 cm de longitud o es circunferencial u obstruc-
tivo; y T3, tumor con extensión extraesofágica (Figura 19.1). La obstrucción se con-
firmaba radiológica o endoscópicamente. La extensión extraesofágica se determinaba
mediante la confirmación clínica de la afectación de los nervios laríngeo recurrente,
frénico o simpático; fistulización; afectación traqueal o del árbol bronquial; obstruc-
ción de las venas cava o ácigos; o derrame (pleural o pericárdico) maligno.
≤ 5 cm > 5 cm Invasivo
• No circunferencial • Circunferencial
• No obstructivo • Obstructivo
216 | PARTE V | CARCINOMA DE ESÓFAGO Y DE LA UNIÓN GASTROESOFÁGICA
Figura 19.2. Agrupaciones en estadios para el cáncer de esófago torácico según la primera edición
del manual del AJCC (1977).
TIS T1 T2 T3
N0 I I II III
N1 II II II III
Entre las recomendaciones sobre recogida de datos figuraba el registro de datos histo-
patológicos extraanatómicos (no correspondientes a los TNM; «carcinoma escamoso»
u «otro» en la hoja de datos), el grado de diferenciación (G1, G2, G3-4) y el estado
funcional del paciente (escala del Eastern Cooperative Oncology Group/Zubrod).
«TIS» se cambió a «Tis». Las definiciones de cTNM fueron idénticas a las de la pri-
mera edición de la obra del AJCC. Se agregó al manual una clasificación pTNM
posquirúrgica y destacó que, por primera vez, se definiera pT en función de la pro-
fundidad de la invasión por parte del tumor primario: pTis, carcinoma preinvasivo
(carcinoma in situ); pT1, invasión limitada a la mucosa o la submucosa; pT2, inva-
sión limitada a la túnica muscular; y pT3, invasión más allá de la túnica muscular
(pT3a) o que penetra en estructuras adyacentes (pT3b). La pN era semejante a la cN
que se propugnaba para los cánceres del esófago cervical, pero para los del esófago
intratorácico se definía como pN0 (ausencia de metástasis en ganglios linfáticos re-
gionales) y pN1 (presencia de metástasis en ganglios linfáticos regionales) en caso de
que se hubiera hecho exploración quirúrgica.
Epitelio
Membrana basal
Lámina propia
Mucosa de la muscular
Submucosa
Muscular propia
Adventicia
Aorta
220 | PARTE V | CARCINOMA DE ESÓFAGO Y DE LA UNIÓN GASTROESOFÁGICA
estadio I, por los T1N0M0; el estadio IIA, por los pT2-3N0M0; el estadio IIB, por
los pT1-2N1M0; el estadio III, por los T3N1M0 y los T4 con cualquier NM0; y el
estadio IV, por los tumores con cualquier M1 (Figura 19.4).
T1 T2 T3 T4
M1 IV IV IV IV
Se alcanzó un hito histórico en 1997, cuando al cabo de siete versiones del manual
de la UICC y cuatro del manual del AJCC, se publicaron simultáneamente las quin-
tas ediciones.15,16 En ellas se introducía la subclasificación de M1 en M1a (metástasis
en ganglios linfáticos cervicales en el caso de cánceres del esófago torácico superior y
metástasis en ganglios linfáticos celíacos en el caso de cánceres del esófago torácico
inferior) y M1b (todas las demás metástasis a distancia).
básicas de las agrupaciones por estadios: la supervivencia debía ser diferente entre las
agrupaciones de estadios y semejante en el seno de cada una de ellas.
Se han obtenido datos de 22.654 pacientes con cánceres del epitelio esofágico aten-
didos en 33 centros de la Worldwide Esophageal Cancer Collaboration (WECC)
19 | Breve hist. de la clasificación TNM del cáncer de esófago y de su agrupación en estadios |
223
Tabla 19.1. Definiciones de las categorías TNM y extraanatómicas en la séptima edición de los
manuales de la UICC y el AJCC (2009).
T4b Tumor irresecable que invade otras estructuras adyacentes, como la aorta, un
cuerpo vertebral, la tráquea, etc.
Tipo histopatológico
Carcinoma escamoso
Adenocarcinoma
G1 Bien diferenciado
G2 Moderadamente diferenciado
G3 Poco diferenciado
Localización§
Superior o media: tumores ubicados por encima del borde inferior de la vena pulmonar
inferior
† Incluye todas las neoplasias epiteliales no invasivas que antes se denominaban carcinoma in situ.
Los tumores que se describen como in situ o no invasivos se clasifican como Tis.
‡ Debe consignarse la cantidad total de ganglios regionales resecados y la cantidad total de ganglios con
metástasis.
§ La localización (ubicación del tumor primario) se define por la posición del borde superior (proximal) del
tumor en el esófago.
T4
T1 T2 T3 a b
N0 G1-2 IA IB
IIB IIIA IIIC
G3 IB IIA
N0 IB
G1-2 IA
IIA
IIIA IIIC
IIA
G3 IB
IIB
repartidos por trece países de seis continentes. Gracias a este trabajo se han identifi-
cado 39 variables con las que realizar en el futuro normalizaciones por riesgos. A
22.123 pacientes se les aplicó la estadificación clínica antes de la decisión terapéuti-
ca.24 A 13.300 se les hizo la estadificación anatomopatológica después de la esofagec-
tomía o el tratamiento endoscópico sin tratamiento prequirúrgico25 y a 7.773 se les
determinó la estadificación anatomopatológica después de haber recibido un trata-
miento neoadyuvante.26 Con estos datos se efectuó un análisis de aprendizaje auto-
mático que permitió recomendar agrupaciones en estadios del cáncer de esófago para
la futura octava edición de los manuales de estadificación.
VISIÓN GENERAL
El sistema TNM se propuso como método de descripción del grado de afectación ana-
tómica del cáncer cuando el paciente acude a la consulta por primera vez. Desde muy
pronto se tuvo conciencia de que «interpretar esos datos en términos de pronóstico»
permitía establecer los estadios. El desarrollo posterior de la teoría de estadificación
permitió aplicar este proceso bifásico en diversos momentos del tratamiento de un cán-
cer. El ciclo de revisión y modificación ha permitido ir modificando las categorías TNM
y, en el caso de algunos cánceres, introducir con cautela factores extraanatómicos.
226 | PARTE V | CARCINOMA DE ESÓFAGO Y DE LA UNIÓN GASTROESOFÁGICA
Bibliografía
1. International Union Against Cancer (UICC). Committee on Clinical Stage
Classification and Applied Statistics of Malignant Tumors. Clinical Stage Classi
fication and Presentation of Results, Malignant Tumors of the Breast and Lar
ynx. París, 1958.
2. International Union Against Cancer (UICC). TNM Classification of Malignant
Tumors. Ginebra, 1968.
3. International Union Against Cancer (UICC). TNM General Rules. Ginebra, 1969.
4. International Union Against Cancer (UICC). TNM Classification of Malignant
Tumors. 2.ª ed. Ginebra, 1974.
5. Manual for Staging of Cancer 1977. American Joint Committee for Cancer
Staging and End-Results Reporting. Chicago, 1977.
6. Harmer MH (ed.); International Union Against Cancer (UICC). TNM Classi-
fication of Malignant Tumors. 3.ª ed. Ginebra, 1978.
7. Harmer MH (ed.); International Union Against Cancer (UICC). TNM
Classification of Malignant Tumors. 3.ª ed., ampliada y revisada. Ginebra, 1982.
8. Beahrs OH, Meyers MH (eds.). Manual for Staging of Cancer. 2.ª ed. Filadel-
fia: J.B. Lippincott, 1983.
9. Huang GJ, Zhang DW, Wang GQ, Lin H, Wang LJ, Liu JS, et al. Surgical
treatment of carcinoma of the esophagus: report of 1,647. Chin Med J (Engl).
1981;94(5):305–307.
10. Hermanek P, Sobin LH (eds.); International Union Against Cancer (UICC).
TNM Classification of Malignant Tumors. 4.ª ed., completamente revisada.
Berlín: Springer-Verlag, 1987.
11. Beahrs OH, Henson DE, Hutter RVP, Meyers MH (eds.). Manual for Staging
of Cancer. 3.ª ed. Filadelfia: J.B. Lippincott, 1987.
12. Hermanek P, Sobin LH (eds.). International Union Against Cancer (UICC).
TNM Classification of Malignant Tumors. 4.ª ed., 2.ª rev. Berlín: Springer-Verlag,
1992.
13. Beahrs OH, Henson DE, Hutter RVP, Kennedy BJ (eds.). Manual for Staging
of Cancer. 4.ª ed. Filadelfia: J.B. Lippincott, 1992.
19 | Breve hist. de la clasificación TNM del cáncer de esófago y de su agrupación en estadios |
227
20
OCTAVA EDICIÓN DE LA CLASIFICACIÓN TNM
PARA EL CARCINOMA DE ESÓFAGO Y DE LA
UNIÓN GASTROESOFÁGICA
NORMAS DE CLASIFICACIÓN
SUBLOCALIZACIONES ANATÓMICAS
a. Esófago intratorácico
b. La porción torácica superior (C15.3) va desde la abertura torácica superior
hasta la bifurcación traqueal, a unos 24 cm de la arcada dentaria superior.
c. La porción torácica media (C15.4) es la mitad proximal del esófago, ubicada
entre la bifurcación traqueal y la unión gastroesofágica. El nivel inferior que-
da a unos 32 cm de la arcada dentaria superior.
2. La porción torácica inferior (C15.5) tiene unos 8 cm de longitud (incluye el
esófago abdominal) y constituye la mitad distal del esófago, ubicada entre la bi-
furcación traqueal y la unión gastroesofágica. El nivel inferior queda a unos 40
cm de la arcada dentaria superior.
3. Unión gastroesofágica (C16.0). Los cánceres que afecten a la unión gastroesofá-
gica (UGE) y cuyo epicentro quede a no más de los 2 cm proximales del cardias
(tipos I/II de Siewert) deben estadificarse como cánceres de esófago. Los cánceres
cuyo epicentro esté a más de 2 cm distalmente de la UGE se estadifican con el sis-
tema TNM correspondiente al cáncer de estómago aunque esté afectada la UGE.
T: Tumor primario
M: Metástasis a distancia
Carcinoma escamoso
Estadio clínico
Estadio 0 Tis N0 M0
Estadio I T1 N0, N1 M0
T2 N0, N1 M0
Estadio II
T3 N0 M0
T1, T2 N2 M0
Estadio III
T3 N1, N2 M0
Cualquier T N3 M0
Estadio anatomopatológico
Estadio 0 Tis N0 M0
Estadio IA T1a N0 M0
Estadio IB T1b N0 M0
Estadio IIA T2 N0 M0
T1 N1 M0
Estadio IIB
T3 N0 M0
T1 N2 M0
Estadio IIIA
T2 N1 M0
20 | 8.ª ed. de la clas. TNM para el carcinoma de esófago y de la unión gastroesofágica | 233
T2 N2 M0
T4a N0, N1 M0
T4a N2 M0
Cualquier T N3 M0
T2 N0 M0 1 Cualquiera
T2 N0 M0 2-3, X Cualquiera
T3 N0 M0 1 Superior, medio
T3 N0 M0 Cualquiera X
Grupo IIB
T3 N0 M0 X Cualquiera
T1 N1 M0 Cualquiera Cualquiera
T2 N2 M0 Cualquiera Cualquiera
Adenocarcinoma
Estadio clínico
Estadio 0 Tis N0 M0
Estadio I T1 N0 M0
Estadio IIA T1 N1 M0
Estadio IIB T2 N0 M0
T2 N1 M0
Estadio III
T3, T4a N0, N1 M0
T1-T4a N2 M0
Cualquier T N3 M0
Estadio anatomopatológico
Estadio 0 Tis N0 M0
Estadio IA T1a N0 M0
Estadio IB T1b N0 M0
Estadio IIA T2 N0 M0
T1 N1 M0
Estadio IIB
T3 N0 M0
T1 N2 M0
Estadio IIIA
T2 N1 M0
T2 N2 M0
T4a N0, N1 M0
T4a N2 M0
Cualquier T N3 M0
Grupo T N M Grado
Grupo 0 Tis N0 M0 NC
Grupo IA T1a N0 M0 1, X
T1a N0 M0 2
Grupo IB
T1b N0 M0 1, 2, X
236 | PARTE V | CARCINOMA DE ESÓFAGO Y DE LA UNIÓN GASTROESOFÁGICA
T1a, T1b N0 M0 3
Grupo IC
T2 N0 M0 1, 2
Grupo IIA T2 N0 M0 3, X
T1 N1 M0 Cualquiera
Grupo IIB
T3 N0 M0 Cualquiera
T1 N2 M0 Cualquiera
Grupo IIIA
T2 N1 M0 Cualquiera
T2 N2 M0 Cualquiera
T4a N2 M0 Cualquiera
Cualquier T N3 M0 Cualquiera
Nota:
*El AJCC publica grupos de pronóstico para los pacientes con adenocarcinoma o carcinoma escamoso
que han recibido tratamiento neoadyuvante (categorías con el prefijo «y»). Véase el apartado «Nota del
editor ejecutivo» que figura al final de este capítulo.
20 | 8.ª ed. de la clas. TNM para el carcinoma de esófago y de la unión gastroesofágica | 237
Fuente: UICC Manual of Clinical Oncology, novena edición. Edición de Brian O’Sullivan, James D.
Brierley, Anil K. D’Cruz, Martin F. Fey, Raphael Pollock, Jan B. Vermorken y Shao Hui Huang.
© 2015 UICC. Publicado en 2015 por John Wiley & Sons, Ltd.
238 | PARTE V | CARCINOMA DE ESÓFAGO Y DE LA UNIÓN GASTROESOFÁGICA
ANEXO EDITORIAL
Dr. Thomas W. Rice y Dr. Eugene H. Blackstone
En lo referente al carcinoma de esófago y de la unión gastroesofágica,1,2 las octavas
ediciones de los manuales de estadificación están basadas en innovadores análisis con
técnicas de aprendizaje automático de los datos de 22.654 pacientes recopilados por
la Worldwide Esophageal Cancer Collaboration (WECC).3-8 Las definiciones de la
Union for International Cancer Control (UICC) varían algo con respecto a las em-
pleadas para desarrollar las recomendaciones de estadificación, y algunas categorías
no están definidas por la UICC.
Categoría de
Definición
localización
X Localización desconocida
GRADO HISTOLÓGICO
Un aspecto crucial para la estadificación anatomopatológica de los tumores en fase
inicial de carcinoma y adenocarcinoma de esófago es el grado histológico tumoral,
que constituye una categoría extraanatómica. En las Tablas 2 y 3 se presentan las
definiciones propuestas para su empleo con estas recomendaciones de estadificación.
Tabla 2. G
rado histológico (categoría G) del carcinoma escamoso.*
Categoría G Criterios
Bien diferenciado. Queratinización predominante con formación de perlas
córneas y un componente menor de células basaloides no queratinizadas.
G1
Las células tumorales se disponen en láminas y los índices mitóticos son
bajos.
*Reproducido con autorización. Adaptado de Rice T. W., Ishwaran H., Ferguson M. K., Blackstone
E. H. y Goldstraw P. Cancer of the esophagus and esophagogastric junction: an eighth edition staging
primer. J Thorac Oncol. 2017;12(1):36-42.9
Estadios
Al analizar los datos de la Worldwide Esophageal Cancer Collaboration (WECC)6-8
se hizo evidente la necesidad de separar las agrupaciones en estadios en función de las
clasificaciones definidas por el American Joint Committee on Cancer (AJCC) (clíni-
ca, anatomopatológica y posneoadyuvante).1 Además, hacían falta agrupaciones in-
dependientes por tipo histopatológico para los tumores estadificados clínica- y ana-
tomopatológicamente. La International Union Against Cancer (UICC) adoptó los
grupos de estadio clínico sin modificación. Los grupos de estadio anatomopatológico de
la International Union Against Cancer (UICC) para el carcinoma escamoso y el
adenocarcinoma sin grado histológico ni localización, que son idénticos para ambos
tipos celulares incluidos en este análisis, supusieron un agrupamiento subóptimo de
240 | PARTE V | CARCINOMA DE ESÓFAGO Y DE LA UNIÓN GASTROESOFÁGICA
Tabla 3. G
rado histológico (categoría G) para el adenocarcinoma.
Categoría G Criterios
Bien diferenciado. Más del 95% del tumor está formado por glándulas
G1
bien formadas.
*Reproducido con autorización. Adaptado de Rice T. W., Ishwaran H., Ferguson M. K., Blackstone
E. H. y Goldstraw P. Cancer of the esophagus and esophagogastric junction: an eighth edition staging
primer. J Thorac Oncol. 2017;12(1):36-42.9
los cánceres en estadio inicial (estadios 0 a IIB en los carcinomas escamosos y 0 a IIA
en los adenocarcinomas) por la falta de homogeneidad.6 El agrupamiento anatomo-
patológico y la homogeneidad mejoran si se emplean los grupos anatomopatológicos de
pronóstico y se dejan en X el grado histológico o la localización desconocidos.
Bibliografía
1. Rice TW, Kelsen D, Blackstone EH, Ishwaran H, Patil DT, Bass AJ, et al.
Esophagus and esophagogastric junction. En: Amin MB, Edge SB, Greene FL,
et al. (eds.). AJCC Cancer Staging Manual. 8.ª ed. Nueva York, NY: Springer,
2017:185–202.
2. Oesophagus including oesophagogastric junction. En: Brierley JD, Gospo-
darowicz MK, Wittekind C (eds.). TNM Classification of Malignant Tu-
mors. International Union Against Cancer. 8.ª ed. Oxford, Inglaterra: Wiley,
2017:57–62.
3. Rice TW, Apperson-Hansen C, DiPaola C, Semple ME, Lerut TE, Orringer
MB, et al. Worldwide Esophageal Cancer Collaboration: clinical staging data.
Dis Esophagus. 2016;29(7):707–714.
20 | 8.ª ed. de la clas. TNM para el carcinoma de esófago y de la unión gastroesofágica | 241
4. Rice TW, Lerut TEMR, Orringer MB, Chen LQ, Hofstetter WL, Smithers
BM, et al. Worldwide Esophageal Cancer Collaboration: neoadjuvant patholo-
gic staging data. Dis Esophagus. 2016;29(7):715–723.
5. Rice TW, Chen LQ, Hofstetter WL, Smithers BM, Rusch VW, Wijnhoven BP,
et al. Worldwide Esophageal Cancer Collaboration: pathologic staging data. Dis
Esophagus. 2016;29(7):724–733.
6. Rice TW, Ishwaran H, Hofstetter WL, Kelsen DP, Apperson-Hansen C, Black
stone EH; Worldwide Esophageal Cancer Collaboration Investigators. Recom-
mendations for pathologic staging (pTNM) of cancer of the esophagus and
esophagogastric junction for the 8th edition AJCC/ UICC staging manuals. Dis
Esophagus. 2016;29(8):897–905.
7. Rice TW, Ishwaran H, Kelsen DP, Hofstetter WL, Apperson-Hansen C, Black
stone EH; Worldwide Esophageal Cancer Collaboration Investigators. Recom-
mendations for neoadjuvant pathologic staging (ypTNM) of cancer of the eso-
phagus and esophagogastric junction for the 8th edition AJCC/UICC staging
manuals. Dis Esophagus. 2016;29(8):906–912.
8. Rice TW, Ishwaran H, Blackstone EH, Hofstetter WL, Kelsen DP, Apper-
son-Hansen C; Worlwide Esophageal Cancer Collaboration Investigators.
Recommendations for clinical staging (cTNM) of cancer of the esophagus and
esophagogastric junction for the 8th edition AJCC/UICC staging manuals. Dis
Esophagus. 2016;29(8):913–919.
9. Rice TW, Ishwaran H, Ferguson MK, Blackstone EH, Goldstraw P. Cancer of
the esophagus and esophagogastric junction: an eighth edition staging primer. J
Thorac Oncol. 2017;12(1):36–42.
Nota del editor ejecutivo: Este capítulo se reimprime de la obra
de Wittekind Ch., Compton C. C., Brierley J. y Sobin L. H. (eds.)
titulada UICC TNM Supplement A Commentary on Uniform Use,
cuarta edición, John Wiley & Sons, Ltd., Oxford, 2012. Las notas
aclaratorias que contiene este capítulo se basan en la séptima edi-
ción de la clasificación TNM para el carcinoma de esófago o de la
unión gastroesofágica. En la octava edición de la clasificación hay
cambios importantes, sobre todo en la definición de la unión gas-
troesofágica, la clasificación de los ganglios linfáticos regionales y
los estadios. En el anexo editorial a este capítulo se explican las
novedades que contiene la octava edición, pero aquí se incluye la
séptima para facilitar la comparación entre ambas.
243
21
NOTAS ACLARATORIAS PARA LOCALIZACIONES
ESPECÍFICAS EN EL CARCINOMA DE ESÓFAGO Y
DE LA UNIÓN GASTROESOFÁGICA
NORMAS DE CLASIFICACIÓN
La clasificación es aplicable a todos los tipos de carcinoma. Los tumores del estroma
gastrointestinal y los tumores neuroendocrinos (carcinoides) tienen sus propias clasi-
ficaciones. Las modificaciones que contiene la octava edición se basan en los análisis
de los datos de la Worldwide Esophageal Cancer Collaboration (WECC).1-6
Esófago
T2 Muscular propia
T3 Adventicia
Hay una propuesta para dividir los carcinomas de la región de la unión gastroesofá-
gica en tres entidades:7-9
2 Paratraqueales altos
Subcarínica 7 Subcarínicos
Torácica 15 Diafragmáticos
16 Paracardiales
Otro problema surge de la norma general del sistema TNM que indica que, cuando
un tumor afecta a más de una localización o sublocalización (p. ej., extensión a otra
localización o sublocalización contigua), los ganglios linfáticos regionales incluyen
los de todas las localizaciones o sublocalizaciones afectadas. Según esa norma, todos
los ganglios regionales del estómago deben tenerse también por regionales para los
tumores del esófago y la unión gastroesofágica. Sin embargo, en la relación del AJCC
no figuran las siguientes estaciones: perigástrica/curvatura menor, perigástrica/curva-
tura mayor, suprapilórica, infrapilórica y del hilio esplénico.
21 | Not. aclaratorias para loc. esp. en el carcinoma de esófago y de la unión gastroesofágica |
247
1. Una con enfoque estrictamente anatómico que es aplicable a todos los tipos his-
tológicos.
2. Otra con el enfoque pronóstico del American Joint Committee on Cancer (AJCC)
que consiste en dos clasificaciones independientes para los carcinomas escamosos y
los adenocarcinomas: la primera tiene en cuenta el grado histológico y la sublocali-
zación, y la segunda solo tiene en cuenta el grado histológico. Las definiciones de la
Union for International Cancer Control (UICC) y el American Joint Committee
on Cancer (AJCC) sobre grupos de pronóstico correspondientes a los carcinomas
escamosos y los adenocarcinomas son idénticas. El manual del American Joint
Committee on Cancer (AJCC) solo tiene el diagrama de pronóstico.
Bibliografía
1. Rice TW, Apperson-Hansen C, DiPaola C, Semple ME, Lerut TE, Orringer
MB, et al. Worldwide Esophageal Cancer Collaboration: clinical staging data.
Dis Esophagus. 2016;29(7):707–714.
2. Rice TW, Chen LQ, Hofstetter WL, Smithers BM, Rusch VW, Wijnhoven BP,
et al. Worldwide Esophageal Cancer Collaboration: pathologic staging data. Dis
Esophagus. 2016;29(7):724–733.
3. Rice TW, Lerut TEMR, Orringer MB, Chen LQ, Hofstetter WL, Smithers
BM, et al. Worldwide Esophageal Cancer Collaboration: neoadjuvant patholo-
gic staging data. Dis Esophagus. 2016;29(7):715–723.
4. Rice TW, Ishwaran H, Hofstetter WL, Kelsen DP, Apperson-Hansen C, Black
stone EH; Worldwide Esophageal Cancer Collaboration Investigators. Recom-
mendations for pathologic staging (pTNM) of cancer of the esophagus and
esophagogastric junction for the 8th edition AJCC/UICC staging manuals. Dis
Esophagus. 2016;29(8):897–905.
5. Rice TW, Ishwaran H, Kelsen DP, Hofstetter WL, Apperson-Hansen C, Black
stone EH; Worldwide Esophageal Cancer Collaboration Investigators. Recom-
mendations for neoadjuvant pathologic staging (ypTNM) of cancer of the eso-
phagus and esophagogastric junction for the 8th edition AJCC/UICC staging
manuals. Dis Esophagus. 2016;29(8):906–912.
248 | PARTE V | CARCINOMA DE ESÓFAGO Y DE LA UNIÓN GASTROESOFÁGICA
6. Rice TW, Ishwaran H, Blackstone EH, Hofstetter WL, Kelsen DP, Apper-
son-Hansen C; Worlwide Esophageal Cancer Collaboration Investigators.
Recommendations for clinical staging (cTNM) of cancer of the esophagus and
esophagogastric junction for the 8th edition AJCC/UICC staging manuals. Dis
Esophagus. 2016;29(8):913–919.
7. Hermanek P, Henson DE, Hutter RVP, Sobin LH (eds.). UICC TNM Supple-
ment 1993. A Commentary on Uniform Use. 1.ª ed. Nueva York: Wiley, 1993.
8. Sobin LH, Wittekind Ch (eds.). UICC TNM Classification of Malignant Tu-
mours. 6.ª ed. Nueva York: Wiley, 2002.
9. Wittekind Ch, Henson DE, Hutter RVP, Sobin LH (eds.). UICC TNM Sup
plement. A Commentary on Uniform Use. 3.ª ed. Nueva York: Wiley, 2003.
10. Rosenberg P, Friederichs J, Schuster T, Gertler R, Maak M, Becker K, et al.
Prognosis of patients with colorectal cancer is associated with lymph node ratio.
A single-center analysis of 3026 patients over a 25-year time period. Ann Surg.
2008;248(6):968–978.
11. Derwinger K, Carlsson G, Gustavsson B. Stage migration in colorec-
tal cancer related to improved lymph node assessment. Eur J Surg Oncol.
2007;33(7):849–853.
21 | Not. aclaratorias para loc. esp. en el carcinoma de esófago y de la unión gastroesofágica |
249
ANEXO EDITORIAL
Dr. Thomas W. Rice y Dr. Eugene H. Blackstone
Esta reimpresión de un artículo publicado en 2012 hace referencia a materiales pro-
cedentes de la séptima edición del manual de estadificación de la Union for Interna-
tional Cancer Control (UICC). Aunque parte de ese material sigue siendo aplicable
en la actualidad, en la octava edición hay muchos cambios importantes.
La unión gastroesofágica
Para la octava edición se redefinió la unión gastroesofágica (UGE). La falta de una
medición sencilla que defina si un cáncer es esofágico o gástrico lleva dificultando
desde los años ochenta del siglo xx la estadificación de los cánceres de la UGE. El
hecho de que los análisis estadísticos tuvieran resultados contradictorios exigió llegar
a un consenso «arbitrario» para la octava edición. Los cánceres que afectan a la UGE
y cuyo epicentro quede a no más de los 2 cm proximales del cardias deben estadifi-
carse como cánceres de esófago, y los cánceres cuyo epicentro esté a más de 2 cm
distalmente de la UGE se estadifican con el sistema TNM y las agrupaciones en es-
tadios correspondientes al cáncer de estómago, aunque esté afectada la UGE.1 Los
datos preliminares indican que la huella genética de los cánceres de la UGE será
mucho más útil para estadificar bien el cáncer porque permitirá determinar la célula
de origen en vez de tener que depender de su localización macroscópica.2,3 La defini-
ción «genética» de la UGE eliminará la necesidad de seguir dividiéndola en tercios
(AEG I-III, Siewert I-III). La redefinición de la UGE será uno de los objetivos de la
novena edición del manual de estadificación.
clasificaciones TNM y las agrupaciones en estadios, que rezaban que «la clasificación
es un medio de consignar datos observados por el clínico, mientras que la estadifica-
ción implica la interpretación de tales datos en cuanto al pronóstico».4 Esta distin-
ción superflua da lugar a una confusión innecesaria y menoscaba las agrupaciones en
estadios (véase el apartado «Anexo editorial» del capítulo 20). Con la publicación de
la octava edición del manual de estadificación del American Joint Committee on
Cancer (AJCC) y la clasificación empírica de los cánceres de esófago y de la UGE de
grado histológico o localización desconocidos, la frase «el manual del American Joint
Committee on Cancer (AJCC) solo tiene el diagrama de pronóstico» carece de im-
portancia.
Estación
Nombre Ubicación
ganglionar
Ganglios paratraqueales Entre el espacio paratraqueal supraclavicular y
1R
cervicales bajos derechos el ápex pulmonar
Ganglios paraesofágicos
8A Del ápex pulmonar a la bifurcación traqueal
torácicos altos
Estación
Nombre Ubicación
ganglionar
Ganglios paraesofágicos Del margen caudal de la vena pulmonar
8B
torácicos bajos inferior a la unión gastroesofágica
Ganglios de la gástrica
17 A lo largo de la arteria gástrica izquierda
izquierda
Nota: Los ganglios linfáticos periesofágicos cervicales de los niveles VI y VII se denominan conforme al mapa
ganglionar de cabeza y cuello.
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22
ATLAS DE ESTADIFICACIÓN DEL CÁNCER DE ESÓFAGO
Y DE LA UNIÓN GASTROESOFÁGICA
254 | PARTE V | CARCINOMA DE ESÓFAGO Y DE LA UNIÓN GASTROESOFÁGICA
Figura 22.1.Categorías TNM de la octava edición. T se categoriza como Tis: displasia de alto grado
(DAG); T1: tumor que invade la lámina propia, la muscular de la mucosa o la submucosa y que se
subcategoriza en T1a (tumor que invade la lámina propia o la muscular de la mucosa) y T1b (tumor
que invade la submucosa); T2: tumor que invade la muscular propia; T3: tumor que invade la adven-
ticia; T4: tumor que invade estructuras locales y que se subcategoriza como T4a (tumor que invade
estructuras adyacentes, como la pleura, el pericardio, la vena ácigos, el diafragma o el peritoneo)
y T4b (tumor que invade estructuras adyacentes importantes, como la aorta, un cuerpo vertebral o
la tráquea). N se categoriza como N0: ausencia de metástasis en ganglios linfáticos regionales; N1:
presencia de metástasis en 1 o 2 ganglios linfáticos regionales; N2: presencia de metástasis en 3-6
ganglios linfáticos regionales; y N3: presencia de metástasis en 7 o más ganglios linfáticos regiona-
les. M se categoriza como M0: ausencia de metástasis a distancia; y M1: presencia de metástasis a
distancia. Copyright © 2016 Cleveland Clinic Foundation. Cortesía del Dr. Thomas W. Rice.
Epitelio
Membrana basal
Lámina propia
Mucosa de la muscular
Submucosa
Muscular propia
Adventicia
21 | Not. aclaratorias para loc. esp. en el carcinoma de esófago y de la unión gastroesofágica |
255
Figura 22.2.Mapas ganglionares para el cáncer de esófago. Estaciones de los ganglios linfáticos
regionales para la estadificación del cáncer de esófago desde la proyección izquierda A), derecha
B) y anterior C). 1R: Ganglios paratraqueales cervicales bajos derechos, entre el espacio paratra-
queal supraclavicular y el ápex pulmonar. 1L: Ganglios paratraqueales cervicales bajos izquierdos,
entre el espacio paratraqueal supraclavicular y el ápex pulmonar. 2R: Ganglios paratraqueales altos
derechos, entre la intersección del margen caudal de la arteria braquiocefálica con la tráquea y el
ápex pulmonar. 2L: Ganglios paratraqueales cervicales altos izquierdos, entre la parte superior del
cayado aórtico y el ápex pulmonar. 4R: Ganglios paratraqueales bajos derechos, entre la intersección
del margen caudal de la arteria braquiocefálica con la tráquea y el borde cefálico de la vena ácigos.
4L: Ganglios paratraqueales cervicales bajos izquierdos, entre la parte superior del cayado aórtico y
la carina. 7: Ganglios subcarínicos, caudales a la carina de la tráquea. 8A: Ganglios paraesofágicos
torácicos altos, del ápex pulmonar a la bifurcación traqueal. 8M: Ganglios paraesofágicos torácicos
medios, de la bifurcación traqueal al margen caudal de la vena pulmonar inferior. 8B: Ganglios pa-
raesofágicos torácicos bajos, del margen caudal de la vena pulmonar inferior a la unión gastroeso-
fágica. 9R: Ganglios del ligamento pulmonar, en el ligamento pulmonar inferior derecho. 9L: Ganglios
del ligamento pulmonar, en el ligamento pulmonar inferior izquierdo. 15: Ganglios diafragmáticos,
sobre la cúpula del diafragma y contiguos o posteriores a sus pilares. 16: Ganglios paracardiales,
inmediatamente adyacentes a la unión gastroesofágica. 17: Ganglios de la gástrica izquierda, a lo
largo de la arteria gástrica izquierda. 18: Ganglios de la hepática común, inmediatamente sobre la
256 | PARTE V | CARCINOMA DE ESÓFAGO Y DE LA UNIÓN GASTROESOFÁGICA
arteria hepática común proximal. 19: Ganglios esplénicos, inmediatamente sobre la arteria esplénica
proximal. 20: Ganglios celíacos, en la base del tronco celíaco. Los ganglios linfáticos periesofágicos
cervicales de los niveles VI y VII se denominan conforme al mapa ganglionar de cabeza y cuello.
Copyright © 2016 Cleveland Clinic Foundation. Cortesía del Dr. Thomas W. Rice.
21 | Not. aclaratorias para loc. esp. en el carcinoma de esófago y de la unión gastroesofágica |
257
Figura 22.3.Localización del tumor primario del esófago, incluidas las mediciones endoscópicas
habituales de cada región con respecto a la arcada dentaria superior. Las mediciones exactas de-
penden de la constitución física y la estatura. La localización del tumor primario viene definida por
el epicentro del cáncer. Los cánceres que afecten a la unión gastroesofágica (UGE) y cuyo epicentro
quede a no más de los 2 cm proximales del cardias (tipos I/II de Siewert) deben estadificarse como
cánceres de esófago. Los cánceres cuyo epicentro esté a más de 2 cm distalmente de la UGE se
estadifican con el sistema TNM y los grupos de estadio correspondientes al cáncer de estómago,
aunque esté afectada la UGE. Clave: EEI = esfínter esofágico inferior; EES = esfínter esofágico supe-
rior. Copyright © 2016 Cleveland Clinic Foundation. Cortesía del Dr. Thomas W. Rice.
Incisivos
Horquilla
esternal
Torácico superior
Vena
ácigos Torácico medio
Vena pulmonar
inferior
Torácico inferior
EEI
UGE
Parte VI
FACTORES PRONÓSTICOS
Nota del editor ejecutivo: Siempre se tuvo conciencia de que el
grado de afectación anatómica descrito por la clasificación TNM
no es el único factor pronóstico. Con el paso del tiempo se han ido
identificando cada vez más factores relacionados con el tumor, con
el paciente y con el entorno, a los que en los últimos años se han
sumado los marcadores moleculares. No ha habido una validación
adecuada de la mayoría de estos factores, y en pocos estudios po-
blacionales se han incluido pacientes suficientes como para permi-
tir análisis multifactoriales con los que evaluar los efectos confuso-
res de otros factores. Este capítulo, aportado por la Union for
International Cancer Control (UICC), resume los problemas que
se han suscitado a raíz de estos otros marcadores pronósticos y
ofrece orientación para investigaciones futuras.
23
FACTORES PRONÓSTICOS: PRINCIPIOS
Y APLICACIONES
Mary K. Gospodarowicz, Brian O’Sullivan y Eng-Siew Koh
Desde tiempo inmemorial, los seres humanos han buscado pronosticar, es decir, «sa-
ber con antelación». En los estudios de cáncer y otras enfermedades, determinar los
factores pronósticos es la forma moderna de predecir el futuro. Sin embargo, sería
impensable creer que podemos formular una predicción precisa para un paciente
concreto. En términos reales solo podemos enunciar probabilidades, e incluso estas
alcanzan su máxima exactitud en el caso de grupos de pacientes, cuyo estudio nos
aporta los conocimientos sobre el pronóstico. La atención práctica de los pacientes
con tumores nos obliga a hacer predicciones y tomar decisiones para las personas, y
la dificultad de pronosticar estriba en cómo relacionar a un paciente concreto con el
conjunto de los que sufren esa misma enfermedad. En las páginas siguientes se expli-
can el fundamento y las clasificaciones de los factores pronósticos, prestando aten-
ción a los empleados en esta obra. Se presentan las posibles variables de interés onco-
lógico, la taxonomía de los factores pronósticos y sus aplicaciones prácticas y, sobre
todo, se aborda el concepto de la situación clínica con base en el cual se define el
pronóstico en un momento dado de la evolución de la enfermedad. La «situación
clínica» corresponde a un contexto concreto, ya que el pronóstico varía en función
de las circunstancias porque en él influyen tanto el entorno terapéutico como las
características del hospedador y la enfermedad, además del desenlace específico que
se estudia. Como sucede con los ensayos clínicos, para poder extraer conclusiones
válidas de una investigación sobre factores pronósticos es imprescindible respetar
principios esenciales de diseño experimental y análisis.
262 | PARTE VI | FACTORES PRONÓSTICOS
la base para la clasificación histológica de los cánceres. Las clasificaciones TNM pu-
blicadas por la International Union Against Cancer (UICC) y el American Joint
Committee on Cancer (AJCC) son el sistema estándar para la consignación del gra-
do de afectación anatómica. A diferencia de esas clasificaciones, sustentadas por da-
tos o producto de consensos, no existe acuerdo alguno sobre la clasificación ideal de
los factores pronósticos. A pesar de la falta de un sistema oficial para clasificarlos, en
la práctica clínica se han aplicado con éxito numerosos índices y nomogramas de
pronóstico. En trabajos anteriores proponíamos un marco muy simple para describir
los factores pronósticos en oncología,2,5 consistente en una clasificación temática de-
sarrollada para destacar la importancia de los factores pronósticos extratumorales y
una clasificación de interés clínico para destacar los factores que resultan indispensa-
bles para la práctica clínica ideal.
Clasificación temática
La mayor parte de la bibliografía oncológica indica que el pronóstico depende de las
características del tumor, como por ejemplo el tipo histológico, el grado, la magnitud
de la invasión o la existencia de metástasis ganglionares. En general, la diversidad en los
desenlaces del cáncer se debe a las características anatomopatológicas y al grado de
afectación anatómica, pero también existen factores que no tienen relación directa con
el tumor y afectan a la evolución de la enfermedad y a los desenlaces de interés. Para
contemplar todos los factores pronósticos, proponíamos tres grandes grupos, que se
detallarán en esta edición: los factores relacionados con la enfermedad o el tumor, los
relacionados con el hospedador o paciente y los relacionados con el entorno en el que
encontramos al paciente. En esta edición nos centramos en los factores pronósticos que
interesan en el momento del diagnóstico y el tratamiento inicial, si bien la atención del
paciente oncológico exige ir determinando el pronóstico en múltiples ocasiones a lo
largo de su evolución. Estas ocasiones suelen constituir momentos de toma de decisio-
nes, como por ejemplo sobre el empleo de tratamiento adyuvante, sobre el tratamiento
de las recidivas o sobre la aplicación de cuidados paliativos de un cáncer terminal.
Factores pronósticos relacionados con el tumor. Son aquellos que guardan relación
directa con la presencia del tumor o con sus efectos sobre el enfermo, y en general
reflejan la anatomopatología del tumor, el grado de afectación anatómica o la biolo-
gía tumoral (Tabla 23.2). El principal aspecto que debe tenerse en cuenta es la defi-
nición de un cáncer en particular como entidad nosológica específica. Aunque la
clasificación actual de los tumores se basa en la histología, la reciente revolución en
la medicina molecular ha cuestionado la clasificación histológica y ha hecho que
muchos cánceres se redefinan por sus características moleculares y genéticas. Estos
nuevos criterios están ya aceptados en la leucemia aguda y los subtipos del linfoma.
La mayoría de los nuevos factores moleculares relacionados con el tumor (por ejem-
264 | PARTE VI | FACTORES PRONÓSTICOS
1. Anatomía patológica
El segundo grupo básico de factores pronósti-
Características moleculares del
cos se relaciona con el grado de afectación tumor; patrones de expresión
anatómica —el llamado estadio—, que se cla- génica
sifica con el método TNM de la UICC.6 Ade- Clasificación morfológica
más de las categorías TNM y las agrupaciones (p. ej., adenocarcinoma, escamoso)
en estadios, en el pronóstico influyen también Grado histológico
otros factores que describen el grado de afec- Patrón de crecimiento
(p. ej., papilar o sólido; cribiforme
tación (p. ej., la masa tumoral, la cantidad de
o tubular o sólido)
sitios afectados y la afectación de determina- Patrón de invasión (p. ej.,
dos órganos) y la histología tumoral.7-10 perineural, de vasos pequeños)
Aunque repartir los factores por cada una de las tres categorías temáticas podría re-
sultar un modelo funcional útil, no siempre están claros los límites entre esos grupos
de factores pronósticos, y muchos de ellos pueden encuadrarse en más de una cate-
goría. Por ejemplo, el estado funcional puede relacionarse con el tumor, pero cuando
se ve menoscabado por una comorbilidad podría considerarse relacionado con el
paciente. Del mismo modo, la calidad del tratamiento supone un factor relacionado
con el enfermo en lo que tenga que ver con la observancia terapéutica por su parte,
pero en general es un factor del entorno que tiene que ver con el acceso a una aten-
ción médica óptima. Un ejemplo de factor pronóstico que encaja en todas las cate-
gorías temáticas es la anemia,32 y las tres podrían darse en un mismo paciente. Una
anemia puede ser consecuencia directa de la existencia de una masa tumoral (p. ej.,
en un cáncer superficial de vejiga o en un cáncer cervicouterino), debido a hemorra-
gias profusas persistentes. También puede ser un factor del paciente, por ejemplo,
porque sea talasémico o por tener un trastorno crónico totalmente independiente
que cause anemia. Por último, en algunas partes del mundo la anemia es un factor
pronóstico ambiental porque puede deberse a la desnutrición.
Es posible tomar factores pronósticos cuya capacidad predictiva individual sea relati-
vamente baja y obtener por la combinación de ellos una sola variable de gran exacti-
tud, que se conoce como índice pronóstico. Algunos ejemplos son el índice pronóstico
internacional para el linfoma (International Lymphoma Prognostic Index, IPI)33 o la
escala de estado funcional del Eastern Cooperative Oncology Group (ECOG).
Relacionados con
el tratamiento la educación la calidad
Elección de médico o
especialidad Ignorancia de la
Calidad del diagnóstico profesión médica
Exactitud de la Acceso a internet
estadificación Conocimientos Calidad del tratamiento
Tratamiento elegido e instrucción del Competencia
Médico Pericia del paciente del médico
médico, «expertos Participación en Verificación
hipercompartimentados» ensayos clínicos del tratamiento
Oportunidad del Participación en
tratamiento actividades de
Discriminación por edad formación continua
avanzada
Calidad del
equipamiento
Acceso a métodos
diagnósticos adecuados Existencia de Gestión de la calidad
programas de en las instalaciones de
Acceso a la asistencia cribado con tratamiento
sanitaria financiación pública Mantenimiento de
• Distancia Falta de revisión de historiales clínicos
Sistema • Listas de espera los resultados locales Disponibilidad de
sanitario • Control monopolizado Acceso a internet seguro médico universal
del acceso a la Desarrollo de guías Calidad de los servicios
asistencia clínicas de diagnóstico
Existencia de programas Difusión de las Implementación de
de cribado con novedades programas de cribado
financiación pública
Promoción de entornos
sin errores
certero, pero no constituye una exigencia absoluta para la toma de decisiones de tipo
terapéutico. Su función es transmitir el pronóstico, pero no influyen por sí mismos
en la elección del tratamiento. Por último, nuestros factores nuevos y prometedores
son aquellos que aportan novedades sobre la biología de la enfermedad o el pronós-
tico de los pacientes, pero para los cuales no hay por el momento pruebas claras (o
siquiera indiciarias) de que tengan efectos independientes sobre la evolución o el
pronóstico.
Factores pronósticos accesorios. Aparte de los factores esenciales, hay muchas variables
que contribuyen a prever el desenlace con más precisión, pero no son imprescindibles
para las decisiones terapéuticas generales. Entre ellas están las características histológi-
cas detalladas y factores relacionados con el paciente (p. ej., las comorbilidades y la
funcionalidad de órganos vitales), que influyen en la aptitud de un paciente para some-
terse a cirugía, quimioterapia o radioterapia. Los factores relacionados con el entorno
—como la elección de planes terapéuticos subóptimos, la mala calidad de las pruebas
diagnósticas o los propios tratamientos— pueden afectar negativamente al desenlace.
Por ejemplo, en estudios poblacionales de cáncer de mama y de cáncer colorrectal se ha
visto que la atención en una unidad especializada39 aumenta la supervivencia.
Como se ilustra en la Tabla 23.5, para una determinada situación clínica se pueden
combinar las clasificaciones temáticas y de relevancia clínica para resumir en térmi-
nos sencillos los factores pronósticos de un caso clínico de cáncer.
Figura 23.1. R epresentación de la interacción entre las tres áreas de factores pronósticos
(el tumor, el paciente y el entorno). Los factores pronósticos se expresan en el contexto de la inter-
vención terapéutica propuesta y para una variable de interés determinada (p. ej., la supervivencia,
la respuesta, el control tumoral local o la preservación de órganos). El propio pronóstico debe ade-
más interpretarse en el contexto del tratamiento (ya que puede modificar el pronóstico) y la variable
(que necesariamente tiene que tener relación con el pronóstico).
Situación clínica
Tumor Paciente
Entorno
Intervención
Consideración de los
resultados de interés
Pronóstico
tado por recibir radioterapia adyuvante, pero es posible que su decisión no afecte al
pronóstico de su supervivencia general. Al cabo de un tiempo cabe imaginar una si-
tuación 3, en la que tras varios años presenta una recidiva local y metástasis a distan-
cia. Su pronóstico de supervivencia ha empeorado mucho con respecto al de las si-
tuaciones anteriores. El paso del tiempo puede incidir también positivamente en la
probabilidad de supervivencia.
Puesto que el pronóstico difiere en cada situación, los factores pronósticos deben
analizarse en cada contexto o situación concretos, por lo general antes de proponer
un plan final de tratamiento. Las intervenciones terapéuticas influyen también mu-
cho en el desenlace, y por ello es importante comentar los factores pronósticos en el
marco de un plan de tratamiento o intervención terapéutica específicos.
En 1994, Burke50 propuso que el término general factores predictivos englobara tres
subtipos: los factores de riesgo, los factores diagnósticos y los factores pronósticos. En
su definición, el factor de riesgo era aquel en el que la variable principal de interés es la
incidencia, y la exactitud predictiva era inferior al 100%; el factor diagnóstico era aquel
en el que la variable de interés era la incidencia, y la exactitud de predicción de la en-
fermedad era casi del 100%; y el factor pronóstico era aquel en el que la variable de
interés era la muerte, y la exactitud predictiva era variable. Esta clasificación no con-
templaba los atributos cronológicos de la predicción y conllevaba una visión demasiado
restringida de las variables de interés para los pacientes con cáncer. En la bibliografía
epidemiológica se define factor de riesgo como «un suceso o característica claramente
definido que se ha asociado con una mayor frecuencia de aparición de una enfermedad
posterior», y por lo tanto solo corresponde en pacientes que aún no tienen la enferme-
dad. Por su parte, un factor pronóstico se refiere a la probabilidad de que se den deter-
minados sucesos en pacientes que ya están afectados por una enfermedad.
Algunas situaciones clínicas en las que la respuesta no indica el uso del tratamiento
son la quimioterapia en un paciente asintomático con linfoma folicular de células
pequeñas en estadio III, el tratamiento antiandrogénico en un paciente asintomático
con cáncer de próstata Tl o la radioterapia en un linfoma hodgkiniano en estadio IV.
23 | Factores pronósticos: principios
y aplicaciones |
273
La aplicación de las guías empíricas de práctica clínica53 servirá también para mejorar
la calidad de la toma de decisiones y, a su vez, los resultados en los pacientes oncoló-
gicos. Por eso, para evaluar el seguimiento de tales guías y después estudiar su reper-
cusión, es necesario conocer los factores pronósticos en un contexto determinado.
Los factores pronósticos que se definen como esenciales para la toma de decisiones lo
son en tanto en cuanto sean de interés para la atención oncológica en un medio
concreto; es decir, en países avanzados o en países en desarrollo,54 en los que los pro-
blemas principales son la prevención del cáncer y su detección precoz. Los factores
que predicen la preservación de órganos y los que permiten afinar el pronóstico qui-
zá no sean importantes en lugares en los que los equipos de diagnóstico sean escasos
o no haya fondos para evaluar la respuesta al tratamiento. El medio en el que se en-
cuentran el paciente y el profesional sanitario incide por lo tanto en la interrelación
que existe entre los factores esenciales, accesorios y nuevos y prometedores. Por otro
lado, en tales situaciones el progreso no exige nuevos descubrimientos, sino desarro-
llo económico, formación y un esfuerzo continuo para mejorar el acceso.
Para que sean de interés en la práctica clínica, es imprescindible que los factores pro-
nósticos tengan una repercusión importante sobre la evolución del cáncer o sean
empleados para elegir los métodos de tratamiento. Es probable que, a medida que se
avance en el tratamiento y mejoren los resultados, los factores pronósticos vayan
adoptando más importancia a la hora de elegir el tratamiento, pero para reducir al
mínimo el impacto de este es asimismo imprescindible conocer los factores pronós-
ticos. La mejora de los métodos de estadificación y, en especial, la caracterización más
precisa del grado de afectación microscópica, permitirán propugnar agrupaciones
más homogéneas de pacientes con características patológicas similares, y es posible
que para cánceres en concreto cambien los factores pronósticos relacionados con el
tumor. El conocimiento de los factores genéticos contribuirá también a una mejor
predicción del desenlace y a una mayor personalización de las intervenciones tera-
péuticas. Aun así, seguirá siendo necesario agrupar a los pacientes en categorías seme-
jantes para evaluar la repercusión que tendrán los nuevos tratamientos y las nuevas
tecnologías de evaluación clínica sobre el desenlace.
23 | Factores pronósticos: principios
y aplicaciones |
275
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23 | Factores pronósticos: principios
y aplicaciones |
279
24
DESARROLLO DE UN MODELO DE ESTIMACIÓN
PRONÓSTICA PARA EL CÁNCER DE PULMÓN
Frank Detterbeck
No hay duda del fuerte deseo de la medicina por estimar pronósticos, y muy en es-
pecial en el caso de los pacientes de cáncer. Si bien la mayor parte de la gente tiene
una idea intuitiva y general sobre el pronóstico, a nosotros nos gustaría que fuera
algo más científico, pero no ha resultado fácil reunir una base científica sólida para
lograrlo. Los factores pronósticos en el cáncer de pulmón se han abordado en concre-
to en toda una constelación de artículos, sin que se haya obtenido ningún modelo
fiable y validado para estimar el pronóstico en esta enfermedad. En la inmensa ma-
yoría de los artículos se sostiene que sus resultados son positivos, pero los métodos
que se empleaban tenían fallos que daban lugar a resultados demasiado optimistas, y
pocos se sometieron a validación posterior.1,2
A pesar de ello, se ha avanzado mucho en saber qué debe reunir una investigación
sobre modelos predictivos para que tenga solidez científica, y es imprescindible que
apliquemos dicho saber si queremos atender las necesidades de los pacientes y los
médicos. En este capítulo se abordan los conceptos y las dificultades referentes a la
estimación del pronóstico con el ánimo de adquirir un conocimiento más exhaustivo
que contribuya a concebir en el futuro estrategias de creación de herramientas con las
cuales predecir el pronóstico. Se centra en los pacientes de cáncer de pulmón y en las
variables que se suelen considerar de mayor interés en los pacientes de cáncer.
282 | PARTE VI | FACTORES PRONÓSTICOS
Figura 24.1. D
iagrama de las áreas de factores pronósticos. Factores ómicos, genómicos,
transcriptómicos, proteómicos, metabolómicos.
mente para que todas clasifiquen del mismo modo un tumor concreto si la información
es la misma (p. ej., los datos de radiodiagnóstico o de la biopsia). La clasificación del
estadio es la enunciación de un dato sobre un tumor en particular, mientras que la es-
timación del pronóstico es una conjetura sobre lo que le sucederá a un paciente; es per
se de carácter especulativo (puesto que habla de desenlaces futuros) y lleva aparejado un
grado de incertidumbre. Es mutable y, de hecho, cambia sin cesar a medida que evolu-
cionan los tratamientos y en función de la atención que reciba el paciente. Personas
diferentes con un tumor del mismo estadio no tienen por qué tener el mismo pronós-
tico, y a su vez el pronóstico de una misma persona (con un mismo tumor) varía según
el contexto. Aunque el estadio del tumor influye en el pronóstico clínico y el pronósti-
co observado se usa como herramienta para decidir sobre un sistema de clasificación, la
clasificación del estadio y la estimación del pronóstico siguen siendo procesos esencial-
mente diferentes. El pronóstico de un paciente con cáncer depende de numerosos
factores, que se pueden agrupar en tres áreas principales: los relacionados con el tumor,
los relacionados con el paciente y los relacionados con el entorno (Figura 24.1). Cada
284 | PARTE VI | FACTORES PRONÓSTICOS
una abarca muchos factores individuales que pueden ser importantes. Además, el pro-
nóstico depende de la situación clínica (el tratamiento administrado o previsto, el mo-
mento con respecto al diagnóstico o el tratamiento, etc.) y de la variable de interés
(supervivencia general, supervivencia específica a una enfermedad, recidiva, respuesta
al tratamiento, toxicidad, calidad de vida, etc.).
Para que un modelo pronóstico satisfaga las necesidades clínicas, hay que elegir con
sabiduría su variable, y esta depende del uso que se quiera dar al modelo y de cuál sea
la situación clínica. Un elemento diferenciador relevante es si el paciente es candida-
to a un tratamiento de intención curativa o si lo es a un tratamiento paliativo, ya que
las variables de interés y su importancia relativa son distintas. Para los pacientes cuyo
tratamiento puede ser curativo, la probabilidad de curación tiene acaso más interés
que la supervivencia general, que recoge todas las causas de muerte. Este interés es-
pecífico destaca la importancia de la supervivencia a la enfermedad específica (en la
que la recidiva y la muerte debida a la enfermedad son acontecimientos definitorios)
sobre la supervivencia sin enfermedad (en la que los acontecimientos definitorios son
la recidiva y la muerte por cualquier causa). Cabe pensar que un deterioro breve de
la calidad de vida debido al tratamiento tenga menos importancia si hay una gran
probabilidad de curación, pero la calidad de vida a largo plazo (con respecto a la que
la persona tuviera cuando no padecía la enfermedad) sigue siendo muy importante.
24 | Desarrollo de un modelo de estimación pronóstica para el cáncer de pulmón |
285
Por desgracia, a menudo no se cuenta con el dato de la causa de la muerte, y las reci-
divas se ven afectadas por las normas de seguimiento.
En el caso de los pacientes a los que se trata con intención paliativa, es probable que
la duración prevista de la supervivencia sea importante (es decir, la mediana o la su-
pervivencia al cabo de un plazo determinado, como por ejemplo 12 meses). La cali-
dad de vida es muy importante y es ideal contar con un parámetro que represente
tanto la duración de la vida como su calidad. Queda por aclarar cuál es la mejor
forma de definir esto desde la perspectiva del paciente.
Es crucial tener claro el punto de partida para la estimación del pronóstico, ya que tiene
una enorme influencia en dicha estimación. A medida que el paciente evoluciona surgen
múltiples puntos de partida; de hecho, en esencia se trata de un proceso continuo.
Cuando se usa una estimación para facilitar la toma de decisiones terapéuticas, el punto
obvio de partida es un momento anterior al tratamiento y cuando ya se han concluido
las exploraciones de estadificación clínica. Como elemento auxiliar para establecer prio-
ridades en la vida de un paciente son útiles diversos momentos: antes del tratamiento,
antes de la finalización (satisfactoria o no) del tratamiento y en diversos momentos
posteriores (p. ej., a los 6, 12 y 24 meses de la finalización), haya habido recidiva o no.
Tabla 24.1. G
losario.
Parámetros de
Análisis estadístico general de Variación explicada (R2), puntuación
funcionalidad
la funcionalidad del modelo de Brier
general
Evaluación de la
Validación
funcionalidad del modelo en
externa
otra cohorte clínica (externa)
EGFR = receptor del factor de crecimiento epidérmico; ROC = característica operativa del receptor
(receiver operating characteristic)
24 | Desarrollo de un modelo de estimación pronóstica para el cáncer de pulmón |
287
Hace poco, el American Joint Committee on Cancer (AJCC) llevó a cabo la revisión
sistemática de los modelos pronósticos destinados al uso clínico en pacientes con
cáncer de pulmón.1 De las 32 herramientas de pronóstico halladas, 25 eran para el
CPNM y 7 para el CPM, y su calidad fue decepcionante. En general no se indicaba
cómo se habían seleccionado los factores pronósticos que se analizarían, y con fre-
cuencia los artículos se centraban en factores nuevos concretos sin incluir los factores
ya conocidos y asequibles. Solo un 17% emplearon métodos fiables de validación
interna. La mayoría recurrieron a técnicas de validación interna basadas en la funcio-
nalidad «aparente» que daban lugar a estimaciones demasiado optimistas de la capa-
cidad predictiva del modelo. En pocos modelos se evaluaron la calibración o la dis-
criminación, y la mayoría partían de la premisa falaz de que la existencia de diferencias
estadísticamente significativas entre los grupos de riesgo reflejaba la validez interna.
Un tercio de los trabajos analizaron la validez externa con otra base de datos, pero
apenas el 6%, el 16% y el 13% efectuaron una evaluación externa de la calibración,
la discriminación o la funcionalidad general, respectivamente, mediante un método
adecuado (los porcentajes no son aditivos porque en algunos estudios se hicieron
varias de estas evaluaciones).1
También se han hecho numerosos estudios sobre la capacidad pronóstica de las «fir-
mas» de expresión génica, un campo complejo en el cual muchos detalles del diseño,
del análisis genético y del análisis estadístico resultan cruciales. La trampa que supo-
ne asignar equivocadamente el carácter de pronóstico a un factor por un sobreajuste
288 | PARTE VI | FACTORES PRONÓSTICOS
Estas revisiones indican la baja calidad de los estudios sobre los factores pronósticos
en el cáncer de pulmón. Se trata sobre todo de investigaciones preliminares que ge-
neran hipótesis sobre factores pronósticos, pero es imprescindible seguirlos evaluan-
do antes de que se puedan trasladar a la clínica (véase el siguiente apartado). En otras
revisiones (tanto de cáncer de pulmón como de cánceres en general) se han descrito
también problemas generalizados en la calidad de la descripción y el diseño de los
estudios que limitan gravemente su capacidad para favorecer el progreso científi-
co.2,8-13 Entre los problemas concretos que cabe destacar figuran el uso de muestras
retrospectivas elegidas por tenerse «a mano», la escasa consideración de otras caracte-
rísticas (p. ej., la edad, el estadio y el tratamiento), el uso de estrategias estadísticas de
resustitución (definir primero un punto de corte óptimo y evaluar después la signifi-
cación estadística),14 la falta de pruebas idóneas para evaluar la capacidad predictiva
adicional a la de factores pronósticos ya conocidos (p. ej., el estadístico de concor-
dancia u otros parámetros), la descripción inadecuada del estudio (de los pacientes,
del diseño o de los métodos, lo que impide su validación) y la falta de una validación
interna y externa adecuada. La mala calidad de los trabajos y de su descripción per-
siste a pesar de los criterios que se establecieron en 2005 para la descripción de los
estudios de marcadores tumorales (REMARK).15
El North Central Cancer Treatment Group agrupó los resultados de nueve ensayos
terapéuticos realizados en pacientes con CPNM en estadio IIIB-IV entre 1985 y
2003 a fin de desarrollar un modelo de predicción de la SG, que a continuación se
validó en una cohorte procedente de ensayos realizados entre 1996 y 1998.22 En el
modelo final se incluyó la edad, el estado funcional y las cifras de hemoglobina y
leucocitos, que se seleccionaron de entre una gran cantidad de parámetros de análisis
clínicos habituales y factores relacionados con el paciente y con el tumor. El modelo
se desarrolló con minuciosidad. La validación se centró en la calibración, pero en el
artículo no se describe la discriminación ni otros detalles, y ello dificulta la evalua-
ción de la funcionalidad del modelo.
Hay algunos modelos pronósticos que merecen atención. Zhang y cols. desarrollaron
uno para predecir la SG en el CPNM en los estadios IIIB o IV (séptima edición) en
el cual se empleaban parámetros de análisis clínicos habituales y variables clínicas y
24 | Desarrollo de un modelo de estimación pronóstica para el cáncer de pulmón |
291
relacionadas con el tumor (Tabla 24.2).23 El artículo tenía una alta calidad per se,
pero el estudio adolece de un fallo importante porque no se indica el estado funcio-
nal, y además solo se hizo una validación interna por división muestral.23 En este
modelo se encontraron factores diferentes a los de otros modelos generados con co-
hortes más grandes de pacientes similares,22,24 lo cual pone de manifiesto las dificul-
tades que conlleva el desarrollo de modelos adecuados para el uso clínico.
No se abordan aquí otros modelos recientes por la falta de validación externa y por-
que los defectos en la manera en que se desarrollaron o describieron dificultan su
afinación o validación (es decir, solo respetan una pequeña parte de los criterios
TRIPOD),27-30 o porque corresponden a estudios destinados a encontrar factores
pronósticos, no a desarrollar un modelo.24
Tabla 24.3. E stándares metodológicos para la generación de un modelo pronóstico de uso clínico.
Tomado de McGinn TG, Guyatt GH, Wyer PC, Naylor CD, Stiell IG, Richardson WS. User’s Guide to the
Medical Literature XXII: How to Use Articles About Clinical Decision Rules31
y las opciones (para usarlas o para no hacerlo) que elevan la calidad descriptiva. Estos
estándares surgen a partir de una revisión sistemática y una ciencia rigurosa, y los
elaboró un equipo internacional de expertos en el marco de un exhaustivo proceso
formal de tres años de duración.17,18
Sorprende que la calidad general de los estudios de modelado pronóstico sea tan baja
(corresponde al nivel inferior de evidencia que figura en la Tabla 24.4) a pesar del
tiempo que llevan existiendo estándares estables y difundidos. Lo más probable es
que se deba a que no es fácil cumplir las exigencias de solidez científica que se resu-
men en esos estándares. Hacen falta una base de datos suficientemente grande y de-
tallada, unas técnicas sofisticadas y una validación exhaustiva. Resulta muy tentador
publicar un factor que revela diferencias espectaculares en unas curvas de superviven-
cia a pesar de proceder de una muestra pequeña y de estadísticos imperfectos que dan
lugar a una valoración más optimista de lo debido. Es frecuente la idea errónea de
que detectar significación estadística en un análisis multivariado demuestra la utili-
dad de un modelo pronóstico. Esto no es así y debe quedar claro. Si las revistas
científicas cumplieran los estándares de descripción existentes se publicarían muchí-
simos menos artículos. Sin embargo, teniendo en cuenta los magros avances que ha
habido en la obtención de modelos fiables de predicción para el cáncer de pulmón a
pesar de la abundancia de artículos, una menor cantidad y un mayor rigor científico
sería una evolución positiva.
Tabla 24.4. N
iveles de evidencia que guían el uso de los modelos de predicción.
Definición y estándares
Nivel de evidencia Implicaciones para el uso
de evaluación
Determinación de los
1. Generación Para poder usarse en la
predictores mediante análisis
del modelo de atención clínica real precisa
multivariante; evaluación
predicción validación y más evaluación
enmascarada de los resultados
«STrengthening the
Se centra en los detalles y aspectos
REporting of Genetic
que deben tenerse en cuenta y
STREGA 45
2009 Association/Studies –
describirse en los estudios de
An Extension of the
asociación genética
STROBE Statement»
«Transparent Reporting
of a multivariable
Descripción detallada de lo que
TRIPOD17 2015 prediction model for
debe describirse
Individual Prognosis or
Diagnosis»
Para conseguir la potencia necesaria para detectar diferencias destacables (p. ej., una
potencia estadística del 80% de detectar una funcionalidad 1,5 veces demasiado alta o
demasiado baja o una diferencia de al menos 0,1 en el área bajo la curva de ROC) ha-
24 | Desarrollo de un modelo de estimación pronóstica para el cáncer de pulmón |
295
cen falta muestras de validación externa suficientemente grandes. Varios estudios han
demostrado que la muestra de validación debe incluir no menos de 100-200 aconteci-
mientos.17,37,38 Para que la valoración sea adecuada deben determinarse la discrimina-
ción (p. ej., el índice C, la curva de ROC y el estadístico D), la calibración (p. ej., grá-
fica, ordenada en el origen y pendiente) y la funcionalidad general (p. ej., la R2 y la
puntuación de Brier).17,37,39 Si la cohorte externa es muy parecida a la del desarrollo, el
análisis de la funcionalidad es de reproducibilidad, mientras que si es parecida pero con
diferencias (p. ej., en el marco cronológico o el contexto clínico), el análisis refleja la
trasladabilidad. Recientemente se ha postulado un método estadístico para cuantificar
el grado de semejanza de ambas cohortes, lo que facilita la interpretación de los estu-
dios de validación externa.40 Además de los problemas estadísticos que conlleva el de-
sarrollo y la evaluación del modelo, hay gran cantidad de problemas técnicos asociados
con los biomarcadores (p. ej., los marcadores genéticos o inmunohistoquímicos). No se
cuenta con estándares formales y de amplia aceptación para los análisis inmunohisto-
químicos. En un artículo reciente se abordan numerosos detalles técnicos que están
implicados y se recomiendan unos estándares,41 mientras que en otro artículo se ofrece
una guía de siete pasos para validar un anticuerpo.42
Otro problema que afecta al cáncer de pulmón es que los marcadores genéticos más
destacados son en esencia factores predictivos aplicables a la situación específica de
los pacientes tratados con terapias dirigidas.46 Fuera de ese contexto, su repercusión
pronóstica general está peor definida. Es muy complicado desarrollar un modelo que
incluya situaciones de tratamiento muy concretas o permita incluir diversos efectos
de los marcadores genéticos en situaciones clínicas variadas, por lo que esta sigue
siendo un área difícil.
Tabla 24.6. C
riterios de aceptación del AJCC para los modelos de estimación del pronóstico.
Tomado de Kattan MW, Hess KR, Amin MB, Lu Y, Moons KG, Gershenwald JE, et al.47
24 | Desarrollo de un modelo de estimación pronóstica para el cáncer de pulmón |
297
En uno de los extremos cabe construir el modelo a partir de una gran población
mediante factores sencillos y comunes (p. ej., las categorías T, N y M, la edad y el
sexo). Tales bases de datos suelen ser mayores y acceder a ellas es más fácil, tanto para
el desarrollo de los modelos como para la validación externa. Sin embargo, la predic-
ción en esencia solo es aplicable a esa otra población en su conjunto. Es dudoso que
sea aplicable a un paciente que represente exactamente el promedio de la población
empleada para generar el modelo, ya que la mayoría de los factores no se pueden
definir en forma de medias (salvo quizá la edad): no hay un «sexo medio», una «raza
media» ni un «tratamiento medio». Si al desarrollar el modelo no se evaluó el efecto
de esos parámetros, no es posible saber a ciencia cierta cómo funciona en categorías
específicas de pacientes. En el extremo opuesto, un modelo que incluya un alto grado
de detalle y que por ello esté en condiciones de dar un pronóstico más exacto para un
paciente con características equiparables tiene a su vez sus propios problemas. Hay
pocas bases de datos tan detalladas. La cantidad de situaciones para las cuales hay que
desarrollar (y validar) el modelo empieza a suponer un conflicto. Los modelos com-
plejos con muchas variables tienden al sobreajuste,48 y el empleo de tamaños mues-
trales reducidos para desarrollar el modelo menoscaba su funcionalidad cuando se
aplica a una cohorte diferente.
298 | PARTE VI | FACTORES PRONÓSTICOS
Con todo, aunque pensar en una base de datos que lo abarque todo y sea completa y
detallada no sea probablemente realista, es fundamental acercarse a ello lo más posi-
ble. Se alienta a los investigadores a hacer estudios de identificación de factores pro-
nósticos o a que desarrollen modelos, pero siempre que tengan suficiente rigor cien-
tífico y los artículos publicados cumplan los estándares de descripción. Con ellos se
puede determinar qué factores pronósticos son siempre significativos y se puede dis-
cernir cómo se comportan en diferentes poblaciones y subgrupos.
Tenemos que desarrollar herramientas y criterios que nos permitan tomar un factor
definido en una población y aprovechar su potencia predictiva en otra. La capacidad
de determinar cuándo es razonablemente posible hacerlo (o no) es importante para
explotar al máximo los estudios bien hechos, pero sobre todo nos brindaría una base
para ser flexibles y la capacidad de incluir debidamente factores futuros que por el
momento no hemos detectado. Ser transparentes y explícitos sobre la incertidumbre
asociada con una estimación pronóstica facilita el abordaje de los problemas estadís-
ticos que conlleva la realidad práctica, como por ejemplo la búsqueda de modos
convenientes de combinar datos de diferentes estudios.
Un modelo derivado de una base de datos madura (histórica) define el desenlace que
habría tenido un paciente hipotético que hubiese sido diagnosticado en el marco
cronológico de esa base de datos retrospectiva y en una situación clínica semejante,
pero esto no constituye una estimación de gran interés clínico. Queremos predecir lo
que les sucederá a los pacientes que vemos hoy, no conocer lo que le sucedió a un
paciente hipotético diagnosticado y tratado en el pasado.
Formular predicciones para pacientes actuales -es decir, hacer una estimación pros-
pectiva del pronóstico- conlleva varias dificultades que no tiene el modelo de predic-
ción retrospectiva. El pronóstico ha ido mejorando mucho con el tiempo (alrededor
del 30% al 100%, estadio por estadio, cuando se comparan las bases de datos de la
IASLC para los períodos 1990-1999 y 1999-2010).49 Por ello, las predicciones que se
24 | Desarrollo de un modelo de estimación pronóstica para el cáncer de pulmón |
299
Una validación externa -p. ej., cronológica o geográfica- podría revelar una deriva
sistemática en todas las predicciones (es decir, alterar sistemáticamente la calibración
en una misma dirección sin alterar la discriminación del modelo) o sacar a la luz
discrepancias más complejas con respecto a los datos empleados para el desarrollo del
modelo. Es posible ajustar el modelo mediante un proceso de actualización.17,54,55
Esto puede conllevar muy diversos grados de complejidad: un solo ajuste general del
riesgo inicial (ordenada en el origen de la curva de calibración), un único ajuste ge-
neral adicional de los coeficientes de regresión (pendiente de la curva de calibración),
otros ajustes de los coeficientes de regresión específicos de un factor, la adición de
nuevos factores pronósticos al modelo e incluso la reformulación de todo el modelo
aplicando los datos de desarrollo y validación combinados (incorporando o no nue-
vos factores pronósticos).17 Hay polémica acerca de hasta qué punto son aceptables
tales ajustes sin que el modelo sea en esencia nuevo y tenga que volver a pasar por la
etapa de validación externa para poder quedar listo para su uso clínico.17,39,54-56
Sobre todo, en el caso de modelos predictivos pensados para aplicarse a pacientes ac-
tuales, todas las estimaciones del pronóstico deben ir acompañadas de un indicador de
su incertidumbre. Puesto que la predicción del futuro tiene un carácter especulativo
intrínseco, evaluar la incertidumbre no es una mera tarea cuantitativa (estadística). Es
preciso desarrollar métodos para expresar de manera práctica esta incertidumbre.
que quede dentro de ese intervalo, no que el 95% de los resultados de un paciente
concreto quedarán en ese intervalo.
Cuanto más se personaliza la estimación del pronóstico, más difícil es que la predicción
sea exacta y fiable.57 A nivel de grupo se puede recurrir a la frecuencia media de los suce-
sos aleatorios (p. ej., que te atropelle un autobús), pero a nivel individual esto se torna
más difícil. Esto es parecido a la dificultad filosófica que hay para entender el significado
de un resultado parcial (p. ej., una supervivencia del 30% a 5 años) -es decir, un pará-
metro pensado para una cohorte- cuando se aplica a un paciente concreto.
Conseguir estos niveles superiores de evidencia constituye una dificultad, quizá insu-
perable, cuando se tiene en cuenta la cantidad de pacientes y el seguimiento que
hacen falta, y a ello se le suma la complejidad, el ritmo de los cambios y la flexibilidad
que debe tener un modelo de utilidad clínica. Es necesario contar con indicadores
indirectos que se puedan conseguir con más facilidad que las evaluaciones formales
citadas. No obstante, para poder sugerir la aplicación clínica de un modelo, como
mínimo es preciso contar con al menos una validación externa (en otra base de datos
madura que haya recogido experiencias anteriores).
bondad funcional de un modelo en los pacientes actuales; es decir, hasta que pasan a
formar parte de una cohorte retrospectiva. Además, una vez que somos capaces de
definir el pronóstico para una persona o un grupo de personas, enseguida nos damos
a la tarea de mejorarlo, y para ello iniciamos labores que socavan la predicción. Esto
supone también una limitación intrínseca de la capacidad para validar las estimacio-
nes pronósticas prospectivas. Lo que buscamos es desarrollar indicadores adecuados
para evaluar los modelos en su aplicación a los pacientes actuales y al mismo tiempo
permitir el avance constante de los tratamientos.
Es evidente que un modelo que tenga interés clínico y sea aplicable a pacientes actua-
les concretos será irremediablemente complejo y quizá caótico para los puristas de la
estadística y la metodología. Tenemos que tener el fundamento más sólido posible,
pero centrarnos en la precisión cuantitativa podría no ser el enfoque ideal. Hay que
admitir que los problemas embrollados -decidir cuándo combinar (o no) los datos
de diferentes procedencias, ponderar la repercusión de los factores pronósticos defi-
nidos en las diversas bases de datos, extrapolar al futuro, tener en cuenta los cambios
que van surgiendo- ya los resolvemos a diario cada vez que tomamos decisiones
clínicas en la atención a los pacientes. Es probable que sea más fácil desarrollar herra-
mientas empíricas para apoyar el juicio clínico que conseguir un modelo preciso y
verdaderamente riguroso que en esencia esté pensado para sustituir tal juicio clínico.
Lo común es que los médicos (y los pacientes) deseen sobre todo una estimación del
pronóstico (p. ej., la supervivencia a 5 años) adaptada lo más posible a un paciente
concreto. Desde este punto de vista, lo más importante es la calibración del modelo,
302 | PARTE VI | FACTORES PRONÓSTICOS
pero se trata de un logro difícil, sobre todo cuando se pasa de la definición retrospec-
tiva del pronóstico a una predicción prospectiva. Por otro lado, a los efectos de orien-
tar las decisiones sobre tratamiento, podría bastar con conocer el pronóstico de un
paciente con respecto a otros (es decir, la discriminación). Se ha comprobado que es
más fácil evaluar la discriminación y demostrar una trasladabilidad discriminante
estable.49 Aunque no todas, muchas de las dificultades que conlleva la predicción
prospectiva influyen en la discriminación mucho menos que en la calibración. Un
mejor conocimiento de lo que de verdad necesitamos de un modelo pronóstico in-
fluirá en la forma de estructurarlo.
SIGUIENTES PASOS
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24 | Desarrollo de un modelo de estimación pronóstica para el cáncer de pulmón |
307
ÍNDICE ALFABÉTICO
A
“A Clinical Staging System for Lung Cancer”.....................................................................77
Adenocarcinoma in situ.....................................................................................................30
Adenocarcinoma mínimamente invasivo............................................................................29
Adenocarcinoma parcialmente sólido...............................................................................135
Afectación ganglionar, cuantificación de..........................................................................139
American Joint Committee for Cancer Staging and End Results Reporting........................77
American Joint Committee on Cancer..............................................................30, 32, 77-78
Análisis de la supervivencia................................................................................................41
Área de Cáncer de Esófago...........................................................................................27, 28
Área de Cáncer de Pulmón..........................................................................................27, 28
Área de Mesotelioma.........................................................................................................28
Área de Mesotelioma Pleural Maligno................................................................................27
Área de Neoplasias Tímicas del Comité de Estadificación
y Factores Pronósticos (TD-SPFC) de la IASLC..............................................................181
Área de Timoma................................................................................................................28
Área de Tumores Tímicos...................................................................................................27
Asamura, Hisao.................................................................................................................32
B
Base de datos de la WECC................................................................................................30
Base de datos madura, desarrollo de un modelo de estimación
del pronóstico a partir de una..........................................................................................297
C
Cáncer de pulmón, clasificación anatomopatológica pTNM..............................................95
Cáncer de pulmón, clasificación clínica TNM...................................................................93
Cáncer de pulmón, definiciones ganglionares de la IASLC...............................................113
Cáncer de pulmón, modelo de estimación del pronóstico................................................281
Cáncer de pulmón, normas de clasificación........................................................................91
Cancer Research and Biostatistics (CRAB)...........................................................27, 81, 181
Cánceres de pulmón con múltiples puntos de afectación, clasificación de los....................138
Carcinoides broncopulmonares (tumores)........................................................................119
Carcinoma de esófago, normas de clasificación........................................................229, 243
Carcinoma de esófago, notas aclaratorias para localizaciones específicas............................243
Carcinoma de esófago, octava edición de la clasificación TNM para el.............................229
Carcinoma de esófago, sublocalizaciones anatómicas........................................................229
Carcinoma microcítico....................................................................................................118
310
D
Denoix, Pierre.....................................................................................................75, 76, 213
E
Esófago, factores pronósticos...........................................................................................233
Esófago, unión gastroesofágica, recomendaciones sobre las categorías pT y pN
en localizaciones específicas..............................................................................................243
Estadios y grupos de pronóstico.........................................................................................66
European Lung Cancer Working Group............................................................................80
European Society of Thoracic Surgeons......................................................................27, 182
Expansión de la clasificación R........................................................................................119
F
Factores pronósticos, aplicación de los.............................................................................273
Factores pronósticos, clasificaciones de los.......................................................................262
Factores pronósticos, fundamento....................................................................................262
Factores pronósticos, taxonomía......................................................................................272
G
Goldstraw, Peter................................................................................................................32
Goldstraw, Peter, dedicación al proyecto de estadificación de la IASLC..............................74
Grado histopatológico.......................................................................................................64
| Índice alfabético | 311
I
IASLC, base de datos de mesotelioma................................................................................30
IASLC, Comité de Estadificación y Factores Pronósticos..............................................27, 32
IASLC, primera base de datos de MPM...........................................................................156
IASLC, Proyecto de Estadificación del Cáncer de Pulmón.................................................86
IASLC, segunda base de datos de MPM..........................................................................159
IASLC/ITMIG, base de datos............................................................................................30
International Association for the Study of Lung Cancer, proyecto de estadificación................. 27
International Association for the Study of Lung Cancer, Proyecto
de Estadificación del Cáncer de Pulmón............................................................................80
International Mesothelioma Interest Group.......................................................................27
International Mesothelioma Interest Group (IMIG), sistema de estadificación.................155
International Thymic Malignancies Interest Group....................................................27, 183
International Union Against Cancer..................................................................................75
Intervalos temporales.........................................................................................................53
Invasión de la pleura visceral............................................................................................130
ITMIG............................................................................................................................183
J
Japanese Association for Research on the Thymus..............................................................27
Japanese Joint Committee for Lung Cancer Registry..........................................................27
Journal of Thoracic Oncology, revista oficial de la IASLC.....................................................84
M
Manual de estadificación del cáncer...................................................................................77
Mapa ganglionar con estaciones y zonas...................................................................116, 117
Masaoka, Akira................................................................................................................181
Mesotelioma pleural, inclusión..........................................................................................79
Mesotelioma pleural, normas de clasificación...................................................................163
Mesotelioma pleural, notas aclaratorias sobre localizaciones específicas.............................169
Mesotelioma pleural, octava edición del manual de TNM................................................164
Mesotelioma pleural maligno, historia de la estadificación TNM.....................................155
Mesotelioma, recomendaciones sobre las categorías pT y pN
en localizaciones específicas..............................................................................................173
Método de la tabla de supervivencia...................................................................................43
Métodos de análisis de la supervivencia, actuarial...............................................................46
Modelado del pronóstico, estándares de calidad para el....................................................291
Mountain, Clifton.............................................................................................................78
N
Neoplasias tímicas, clasificación del estadio anatomopatológico.......................................195
Neoplasias tímicas, clasificación del estadio clínico...........................................................195
Neoplasias tímicas, clasificación TNM para las................................................................191
Neoplasias tímicas, historia de la estadificación TNM en las............................................181
Neoplasias tímicas, normas de clasificación......................................................................191
312
P
Pronóstico, estimación individualizada del.......................................................................298
Pronóstico, estimación prospectiva del.............................................................................298
Punto de partida del estudio..............................................................................................51
R
Registro de casos de cáncer................................................................................................75
Rice, Thomas.....................................................................................................................27
Riesgos competitivos.........................................................................................................49
S
Sistema de Masaoka.................................................................................................181, 182
Situación de supervivencia.................................................................................................52
Subcomité de Radiología del Comité de Oncología, Organización de Salud
de la Liga de Naciones.......................................................................................................75
T
Tasa de supervivencia.........................................................................................................41
Tasa de supervivencia ajustada en función de la causa........................................................48
Tasa de supervivencia observada.........................................................................................48
Tasa de supervivencia relativa.............................................................................................49
TD-SPFC........................................................................................................................187
TNM esencial...................................................................................................................69
TNM para el cáncer de pulmón, octava edición.................................................................92
Tumores pediátricos...........................................................................................................70
Tumores pulmonares, notas aclaratorias sobre localizaciones específicas............................101
Tumores pulmonares, tipo histopatológico.......................................................................102
U
Union for International Cancer Control......................................................................30, 31
Union Internationale Contre le Cancer..............................................................................75
W
Worldwide Esophageal Cancer Collaboration....................................................................27