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* Proyecto: “Salud Mental y Violencia Psicosocial. Hacia una Caracterización Estatal” Financiado por el Programa de Mejoramiento del Profesorado de la
Secretaría de Educación Pública (PROMEP-SEP) en su Convocatoria de Fortalecimiento 2013, para el Cuerpo Académico CA COAH-12 SALUD MEN-
TAL.
1 Doctora en Filosofía con Especialidad en Psicología. Catedrático-Investigador y Coordinadora del Departamento de Investigación Universidad Autónoma
de Coahuila. Email: mayrachavezmartinez@uadec.edu.mx
2 Doctora en Psicología especializada. Líder del Cuerpo Académico “Salud Mental” Universidad Autónoma de Coahuila.
Email: jana_petrzelova@uadec.edu.mx
Doctor en Ciencias y Humanidades para el Desarrollo Interdisciplinario. Catedrático Investigador de Tiempo Completo Universidad Autónoma de
Coahuila. Email: joel_zapata@uadec.edu.mx
Psicóloga. Responsable de la investigación: Conocimiento y Práctica de la Sexualidad en Universitarios Universidad Autónoma de Coahuila.
Email: mhdrawingdreams@hotmail.com
Psicóloga. Responsable de la investigación: Intervención psicológica en atención al adolescente maltratado Universidad Autónoma de Coahuila.
Email: eliza_monster@hotmail.com
Psicogente, 18 (33): pp. 11-21. Enero-Junio, 2015. Universidad Simón Bolívar. Barranquilla, Colombia. ISSN 0124-0137 EISSN 2027-212X
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VIOLENCIA PSICOSOCIAL EN EL NORESTE DE MÉXICO: REPERCUSIONES EN LA SALUD MENTAL 13
do un aumento considerable en los índices de violencia La violencia, además, es considerada una de las
y delincuencia. Esto se debe a que durante el 2011 el principales fuentes de problemas o enfermedades que
aumento de la violencia en el país fue aún mayor, pues afectan la salud mental (Sullivan & Everstine, 2004),
se registraron 574 ejecuciones, lo cual significó una tasa como son la depresión, el trastorno de estrés post-trau-
de 241 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes. mático, cambios en el estado de ánimo, etc.
Esta tasa fue más alta que la del nivel nacional (19,8
casos) y ubicó a la entidad en el décimo lugar. De acuer- No existe un componente único que explique el
do con la investigación realizada por estudiantes de
por qué un sujeto se comporta de manera violenta y otro
Psicología, específicamente en la ciudad de Saltillo, la
no, ni por qué una comunidad se ve desgarrada por la
percepción y el miedo al crimen es elevado, 28,8 % de
violencia mientras otra, aun vecina, vive en paz. La vio-
los encuestados reportó sentirse poco o nada seguro en
lencia es un fenómeno muy complejo, y como tal está
sus colonias de residencia (González, Farfán, Barragán,
compuesta de elementos biológicos, psicológicos, fami-
Cepeda, Espericueta, 2008).
liares, sociales, culturales, económicos y políticos, que,
En 2012, el 37,6 % de los hogares del país lleva- simultáneamente, representan los factores de riesgo. La
ron a cabo acciones para protegerse de la inseguridad y violencia colectiva se puede ver desde un punto de vista
la delincuencia y el gasto promedio en medidas de pro- ecológico representado en el modelo de Bronfenbrenner
tección por hogar ascendió a $4.707,30. A lo largo de (1979), que aparece en la Figura 1.
2012, el 27,3 % de la población de 18 años y más fue
víctima de al menos un delito; y en 18 entidades la preva-
lencia delictiva aumentó con respecto a la registrada en
2010. Durante 2012, ocurrieron 27,7 millones de delitos
en el país. Solo el 7,9 % de estos fue denunciado y se
inició una averiguación previa. La llamada Cifra Negra
es de 92,1 % (INEGI, 2013).
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En lo que concierne a las relaciones familiares Desde el punto de vista, la búsqueda de diseños
(también llamado microsistema), se puede mencio- adecuados que permitan un acercamiento riguroso al
nar el funcionamiento familiar, conflictos conyugales sistema representacional y a sus vínculos con las prácti-
y ambientes violentos. En el nivel comunitario (meso cas sociales, es controvertida. No existe un acercamien-
sistema) es muy importante el asunto demográfico y en to único e inequívoco. Pero, en cualquier caso, se debe
este se integran aspectos como amigos, compañeros y operacionalizar la suma de opiniones individuales, y tra-
medioambiente en el cual se desenvuelve el sujeto; la ducirse a una línea general del pensamiento social (Di
pobreza; el nivel educativo de la población y el nivel so- Giacomo, 1981).
cioeconómico de la comunidad; falta de oportunidades,
desempleo, deterioro urbano; grupos criminales, pandi- A partir de lo anterior, las opiniones individuales,
llas, tráfico de drogas, etc. El factor de la sociedad y sus traducidas en objetos de representación social se con-
normas sociales y culturales (macrosistema) determinan vierten en objetos de análisis. Según Moliner (1989),
el sentir de toda la sociedad. Aquí se detectan las repre- existen ciertas condiciones para que una representación
sentaciones sociales sobre las relaciones y usos de poder, social aparezca: el polimorfismo del objeto, la presencia
la violencia institucional, desigualdades sociales, impu-
recurrente del fenómeno en las comunicaciones y la exis-
nidad, etc. De las normas sociales depende la preven-
tencia de prácticas comunes vinculadas con él. En este
ción, el cuidado de la salud poblacional, la seguridad y
caso, la violencia se asume como un objeto representa-
las políticas enfocadas al bienestar de la población.
cional (Campbell, Muncer, Guy, Banim, 1996), por
cumplir el requisito planteado por Rouquette y Rateau
Sobre el modelo de la
(1998) de estar, en forma simbólica y material, altamente
representación social
cargada de significado (otros ejemplos son: el género, la
sexualidad y la locura).
De acuerdo con lo anteriormente expuesto, la
propuesta de Moscovici (1979) puede integrar los ele-
Violencia y salud mental
mentos del modelo ecológico para efectos de análisis.
Su teoría de las representaciones sociales supone “una
La investigación presente se refiere a la violen-
forma de conocimiento, socialmente elaborada y com-
cia colectiva dirigida a los sujetos de una comunidad o
partida, teniendo una visión práctica y congruente con
la construcción de una realidad común a un conjunto a rencillas entre los distintos grupos. Es el uso instru-
social” (Jodelet, 1989, p. 39). Esto es: las representacio- mental de la violencia por personas que se identifican
nes sociales se configuran como un saber práctico, de a sí mismas como miembros de un grupo frente a otro
sentido común, incluso ingenuo. grupo o conjunto de individuos, con objeto de lograr
objetivos políticos, económicos o sociales. Adopta diver-
Por otra parte, dichas representaciones no se en- sas formas: conflictos armados dentro de los Estados o
cuentran desestructuradas y menos aún desarticuladas entre ellos; genocidio, represión y otras violaciones de
de las prácticas; más bien son “un conjunto organizado y los derechos humanos; terrorismo; crimen organizado,
estructurado de informaciones, de creencias, de opinio- etc. (OMS, 2002).
nes, de actitudes; esta constituye un sistema sociocogni-
tivo particular” (Abric, 2002, p. 82). Esta clasificación también tiene en cuenta la na-
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turaleza de los actos violentos, que pueden ser físicos, entre los grupos antagónicos del crimen organizado. La
sexuales o psíquicos, o basarse en las privaciones o el inseguridad pública, los asaltos, secuestros, la extorsión
abandono; así como la importancia del entorno en el han provocado problemas graves en la salud mental de la
que se producen, la relación entre el autor y la víctima y, población y en el cambio de estilo de vida. El consumo
en el caso de la violencia colectiva, sus posibles motivos. de alcohol y de drogas ilícitas está también en aumento,
según los resultados de la Encuesta Nacional de Adiccio-
La violencia medra cuando no existe democracia, nes (Instituto Nacional de Psiquiatría, 2011). Todo esto
respeto por los derechos humanos ni buen gobierno. A influye en gran medida en la estructura de una sociedad
menudo nos preguntamos cómo puede enraizarse una cuyo tejido se ha roto por el elevado crecimiento de la
«cultura de violencia». Muchas personas que conviven desconfianza entre la comunidad. A esta problemática
con la violencia casi a diario la asumen como consustan- de la inseguridad social, se unen la disfunción familiar,
cial a la condición humana, pero no es así. Es posible maltrato infantil, conductas agresivas de los jóvenes,
prevenirla, así como reorientar por completo las culturas violencia sexual y la migración constante de parte de la
en las que impera (OMS, 2002, p. 1). población que ha perdido la posibilidad del sustento en
sus comunidades.
Tradicionalmente, las legislaciones de los distin-
tos países en el mundo han contemplado al delincuente Para restaurar el bienestar de la población es ne-
ignorando a la víctima. No toman en cuenta que la victi- cesario que la violencia y la salud no se sometan al secre-
mización puede provocar daños severos, que en muchas tismo, a los tabúes y a los sentimientos de inevitabilidad
ocasiones son de difícil o imposible reparación, ya que que rodean al comportamiento violento (OMS, 2002).
penetra el nivel más profundo de la integridad de una
persona, es decir, no solo su aspecto físico, sino su es- La salud pública fundamenta su proceder en
tado emocional, alcanzando a sus relaciones sociales y pruebas científicas. En este sentido, la identificación del
familiares, su situación económica y hasta jurídica en la problema y sus causas, la planificación, la experimenta-
mayoría de los casos (Comisión Nacional de Derechos ción y la evaluación de las respuestas deben basarse en
Humanos, 2010). investigaciones fidedignas y respaldadas por las pruebas
más sólidas e irrefutables.
La complejidad, la universalidad y la diversidad
de los actos violentos suscitan sentimientos de impoten- MÉTODO
cia y apatía y, consecuentemente, afectan la salud mental
de las personas, que, por obligación, deben vivir conjun- Diseño
tamente con los sujetos violentos en la misma entidad,
Estado o país. La investigación es de carácter no experimental
y de tipo descriptivo. El diseño es transversal y de aná-
La salud mental y los trastornos mentales como lisis correlacional. En ella, la principal variable de estu-
la ansiedad, estrés prolongado, depresiones o tendencias dio, repercusiones de la violencia psicosocial en la salud
paranoicas tienen una relación estrecha con la violencia mental de la población, fue definida como el conjunto
social y, específicamente, con la crueldad que se presenta de reacciones de los individuos que ocurren después de
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haber vivido algún evento violento. De este modo, la me- bola de nieve es que incrementa en forma considerable
dición de estas reacciones, es decir, tanto las emociones la probabilidad de localizar las características deseadas
experimentadas como las medidas para superar la situa- en la población.
ción, se valoran en términos de su prevalencia.
Instrumento
Participantes
Se utilizó la batería “Evaluación psicosocial de la
En el estudio participaron de forma voluntaria vivencia de sucesos vitales”, elaborada por Álvarez (en
268 ciudadanos de las siguientes ciudades: Saltillo (capi- prensa) en la Universidad Autónoma de Nuevo León, la
tal del Estado), Torreón (región sureste) y Monclova (re- cual consta de seis instrumentos: un cuestionario cerra-
gión centro), que fueron seleccionadas por ser las ciuda- do, cuatro escalas y un cuestionario abierto. El formato
des con mayor reporte de hechos violentos en el Estado de las escalas es tipo Likert, con un rango de respuesta
de Coahuila. La muestra de sujetos voluntarios, según de cinco alternativas: de siempre a nunca, y de totalmen-
Hernández-Sampieri, Fernández y Baptista (2003), con- te de acuerdo a totalmente en desacuerdo, dependiendo
siste en la participación de personas con características del reactivo. El primer cuestionario es de respuesta dico-
comunes. En este caso, se requiere que cada una cum- tómica (Sí – No) y el último, de respuesta abierta.
pla con la condición de haber sido víctima de un hecho
de violencia. Como criterios de inclusión, además, se Para obtener la consistencia interna del instru-
tomaron en cuenta: saber leer y escribir, ser mayor de mento se llevaron a cabo los siguientes procedimientos:
edad, residir en las ciudades mencionadas y proporcio- - Hechos del evento; cuestionario dicotómico, con
nar el consentimiento informado para participar en el 12 reactivos, al que se aplicó la prueba Kuder-
estudio. Como criterios de exclusión se consideraron: Richardson-20, obteniendo un KR20=.91
no ser capaz de comprender las instrucciones y contestar
el cuestionario de forma incompleta o desatenta (a juicio La consistencia interna para las escalas, por el co-
del encuestador). eficiente Alfa de Cronbach, fue alto:
- Comportamiento durante y después de la situación; es-
Se utilizó un muestreo no probabilístico, tipo cala tipo Likert, con 31 reactivos (D =.84)
bola de nieve o muestreo en cadena. Según Hernández- - Ideas y pensamientos ante la situación; escala tipo
Sampieri et al. (2003; 2010), el muestreo de bola de nie- Likert, 24 reactivos (D =.83)
ve permite seleccionar un grupo inicial de encuestados - Estrategias para salir adelante; escala tipo Likert,
(referencias), por lo general al azar, a quienes después con 20 reactivos (D =.86)
de entrevistar se les solicita que identifiquen a otras per- - Redes de apoyo; escala tipo Likert, con 27 reactivos
sonas que pertenezcan a la población meta de interés. (D =.80)
De esta forma, los encuestados se seleccionan con base - Consideraciones finales acerca de la situación; con seis
en las referencias. Una ventaja de esto, es que las refe- preguntas abiertas, a las cuales se les aplicó un
rencias tienen características demográficas y psicográfi- análisis de contenido con el Atlas.ti5, para obte-
cas más similares a las personas que las refieren de lo ner categorías. De estas preguntas, se reporta lo
que ocurriría al azar. La mayor ventaja del muestreo por referente a dos de ellas: “¿Cuál considera la mayor
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dificultad en su situación actual?” y “De las emo- A los resultados obtenidos en cada escala, se les
ciones sentidas cuando entendió su situación, aplicó la prueba de X2. Los datos que aparecen a conti-
¿cuál fue la más duradera?”. nuación son los que presentan diferencias significativas
por sexo y/o ciudad. Se eligieron los reactivos más im-
Procedimiento portantes de cada variable.
Los participantes fueron 268 ciudadanos de Tabla 2. Prueba X2. Escala Emociones sentidas. Coahuila,
2013-2014
Coahuila: 38 % de Saltillo, 40 % de Monclova y 22 %
Sexo
de Torreón. De estos, el 46 % es hombre y el 55 %, mu- Ítem Categoría
Hombres Mujeres
jer, con una media de edad de 21 años (DS 7,8).
De las Miedo 30,8 %* 69,2 %*
emociones
En términos generales, según las respuestas regis- sentidas cuando Enojo 56,3 % 43,8 %
entendió su
tradas, el 85,4 % de los ciudadanos percibió violencia, y situación, Ansiedad 33,3 % 66,7 %
¿cuál fue la más
más en concreto, a un 61,3 % de personas lesionadas y duradera? Tristeza 38,9 % 61,1 %
41,9 % muertas. *p <0.050
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Los resultados de la Tabla 3 indican que no exis- Los resultados que presenta la Tabla 5 indican
te una diferencia significativa en las estrategias que los una diferencia significativa entre hombres y mujeres en
encuestados utilizan para salir adelante. De hecho, son cuanto a su percepción de redes de apoyo (p=.042), las
diferentes según la ciudad de residencia. Así, Saltillo es mujeres reportan poder hablar más con familiares, y los
la ciudad donde se buscan más soluciones después del hombres, con los amigos.
hecho que vivieron, pero algunos ciudadanos optan por
olvidar lo sucedido; en Monclova, los ciudadanos afron- Tabla 5. Prueba X2. Escala Red de apoyo.
Coahuila, 2013-2014
tan la situación y tienen más cuidado al salir de casa;
Sexo
mientras que en Torreón, la mayoría de los ciudadanos Ítem Categoría
Hombre Mujer
tiene más precaución al salir y otros prefieren olvidar
¿Ha hablado Sí 47,0 % 53,0 %
que afrontar.
usted de su
situación con Familiares 37,9 % 62,1 %*
Tabla 3. Prueba X2. Escala Estrategias para salir adelante. alguien más?, Amigos 46,9 % 53,1 %
Coahuila, 2013 ¿Con quiénes?
*p <0.050
Ciudad
Ítem Categoría
Saltillo Monclova Torreón
¿Cuál Tener Los resultados registrados en la Tabla 6 indican
28,6 % 37,5 % 33,9 %
considera precaución
que no existe una diferencia significativa (.42), en lo re-
la mejor Afrontamiento 39,5 % 44,7 % 15,8 %
forma ferido a que los ciudadanos de las distintas localidades
para Olvido 38,7 % 29 % 32,3 %
cuentan con sus familiares, amigos y víctimas como su
salir Buscar
52,2 % 30,4 % 17,4 % red de apoyo al compartir su experiencia con ellos.
adelante? soluciones
*p <0.050
Tabla 6. Prueba X2. Escala Red de apoyo.
Coahuila, 2013-2014
En la Tabla 4, los resultados sugieren que no exis- Ciudad
te una diferencia significativa (.052). Para las mujeres, la Ítem Categoría
Saltillo Monclova Torreón
mayor dificultad es el miedo a que se repita el evento y Sí 40,0 % 27,3 % 32,1 %
Habló
para la mayoría de los hombres no existe dificultad, y los de su
situación Familiares 37,0 % 37,0 % 25,9 %
que sí la tienen, señalan la inseguridad.
con
alguien? Amigos 38,9 % 29,2 % 31,9 %
Tabla 4. Prueba X2. Dificultades. Coahuila, 2013 ¿Con
quiénes? Víctimas 54,5 % 9,1 % 36,4 %
Sexo
Ítem Categoría *p <0.050
Hombre Mujer
No hay dificultad 55,2 % 44,8 %
¿Cuál considera Los resultados de la Tabla 7 muestran una dife-
la mayor Repetición
30,0 % 70,0 %*
dificultad del evento rencia significativa (p=.001) entre hombres y mujeres.
en su situación Inseguridad 38,1 % 61,9 % Ellos consideraron tener un excelente control de su
actual?
Miedo 26,3 % 73,7 % comportamiento durante el hecho, mientras las mujeres
*p <0.050 creyeron que se controlaron mal durante la situación.
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Tabla 7. Prueba X2. Comportamiento durante y después de Por otra parte, las emociones, definidas por Farré
la situación. Coahuila, 2013-2014
y Lasheras (1999, p. 131) como una: “reacción negativa
Sexo
Ítem Categoría o positiva de carácter brusco y de duración breve que
Hombre Mujer aparece como respuesta ante objetos o acontecimientos
Mal 28,2 % 71,8 %* externos e internos” juegan un papel muy importante
¿Cómo cree
que se controló Regular bien 39,5 % 60,5 % en el fenómeno de la violencia. Tanto las emociones que
durante la Muy bien 45,3 % 54,7 % presenta la víctima como las del victimario son impor-
situación?
Excelente 92,3 % 7,7 %* tantes, pues, la mayoría de las veces lo que se siente emo-
*p <0.050
cionalmente, se expresa físicamente; y también cumple
con la función de alertar y proteger a la totalidad del sis-
DISCUSIÓN tema humano (Nieto, Abad, Esteban & Tejerina, 2004).
Con relación a lo anterior, lo reportado por los partici-
La violencia que se vive en el estado de Coahuila pantes en el presente estudio indica que la principal red
aumenta con el paso de los años. Se han hecho investi- de apoyo de las mujeres es la familia, mientras que los
gaciones desde el inicio de este fenómeno y, a la fecha, si- hombres se apoyan más en sus amigos. Tradicionalmen-
gue presentándose. Por eso sigue siendo un tema de gran te, en México, las mujeres han vivido en un contexto de
interés para los investigadores. Los hechos violentos que mayor vulnerabilidad respecto a la violencia (ONU), lo
ocurren en el Estado causan mucha inseguridad en los que ha propiciado una reacción diferenciada en función
ciudadanos, y propician miedo a que se repitan, siendo del género. Lo anterior se evidencia en las emociones
referidas por las participantes, quienes reportan miedo
esto último su mayor dificultad, pues de acuerdo con
y tristeza, en oposición al enojo de los hombres (y no se
la mayoría de participantes (85,4 %), se reporta un alto
debe perder de vista que esto último puede generar a su
índice de lesionados y muertos (61,3 % y 41,9 % respec-
vez más agresión entre la población). Asimismo, al rela-
tivamente). Según las respuestas registradas, el 85,4 %
cionar la representación social de la violencia por géne-
de los ciudadanos percibió violencia con un 61,3 % de
ro, aparece una diferenciación muy clara, en la cual los
personas lesionadas y 41,9 % muertas. Entendiéndose
hombres perciben haber tenido un muy buen dominio
como violencia a la acción ejercida por una o varias per-
de la situación (92,3 %), mientras que las mujeres, en su
sonas para someter de manera intencional a otra o a un
reacción, refieren mal control del evento (71,8 %).
grupo de personas a maltrato, presión, sufrimiento, ma-
nipulación u otra acción que atente contra la integridad En cuanto a la manera de resolver las situaciones,
física, psicológica y moral. O, de manera más abreviada, las principales estrategias de afrontamiento por parte de
a la presión psíquica o abuso de la fuerza ejercida contra los ciudadanos fue la búsqueda de soluciones, enfrentar
una persona con el propósito de obtener fines contra su el problema, tomar más precauciones al salir de casa y
voluntad (González et al., 2008); la población encuesta- el olvido. Como lo refieren Sullivan y Everstine (2004,
da refiere un alto porcentaje de violencia, en cuanto a p. 218), es necesario tomar en cuenta, que “el tratamien-
su acción contra la integridad física, que termina por to de una víctima de crimen violento no es una tarea
vivirse también como un atentado contra la integridad sencilla, debido a que la persona puede resistirse a la
psicológica. lucha emocional que conduce a la recuperación”. En
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Psicogente, 18 (33): pp. 11-21. Enero-Junio, 2015. Universidad Simón Bolívar. Barranquilla, Colombia. ISSN 0124-0137 EISSN 2027-212X
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