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1.

Efectos del cambio climático


2. Meteorología extrema
3. Pérdida de la biodiversidad
4. Erosión de la cohesión social
5. Crisis de medios de subsistencia
6. Enfermedades infecciosas
7. Daños humanos al medio ambiente
8. Crisis de recursos naturales
9. Crisis de deuda
10. Confrontación geoeconómica

Es reseñable que cinco de ellos son de naturaleza medioambiental, y que tres de


ellos se sitúan en los primeros puestos. Así, los tres principales riesgos globales para los
próximos diez años son: el fracaso de las medidas climáticas, los fenómenos
meteorológicos extremos y la pérdida de biodiversidad. «La  crisis económica creada por la
pandemia de Covid-19 corre el riesgo de retrasar los esfuerzos para abordar el cambio
climático al alentar a los países a priorizar las medidas a corto plazo para restaurar el
crecimiento económico, independientemente de su impacto en el clima, en lugar de buscar
una transición verde», señalan los autores del informe

Riesgos globales a corto, medio y largo plazo

El horizonte de los riesgos cambia en los próximos años, a medida que se aclaran todas las
implicaciones de la pandemia.

En los próximos dos años, los expertos en riesgos y los líderes consideran que la erosión de la
cohesión social, el deterioro de la salud mental, las enfermedades infecciosas y las crisis de los
medios de subsistencia están a la altura de las amenazas medioambientales, que son constantes a
corto y largo plazo.

En los próximos cinco años, los riesgos económicos de las crisis de la deuda y los enfrentamientos
geoeconómicos surgen mientras los gobiernos luchan por equilibrar las prioridades fiscales. Al
mismo tiempo, el top 5 a largo plazo está dominado por los riesgos medioambientales.

Pero en medio de todas las predicciones sombrías, todavía hay razones para esperar resultados
más positivos, ya que el Informe de Riesgos Globales 2022 incluye lecciones de resiliencia de la
pandemia COVID-19, consejos para la cooperación en el espacio, mayor resiliencia cibernética y
una transición climática más secuencial.
"Las medidas de transición climática menos perturbadoras serán las que integren de forma
holística las necesidades de los individuos, las sociedades, las empresas y el planeta".

Recientemente se ha publicado el Global Risk Report 2022, informe que cada año elabora el
World Economic Forum de la mano de una serie de socios de la industria aseguradora y del
mundo académico. Los riesgos medioambientales y sociales son los que más preocupan a los
expertos encuestados por su impacto en los próximos años

El informe analiza los principales riesgos globales, basado en las


respuestas dadas por líderes de opinión encuestados
pertenecientes al ámbito empresarial, académico, social y otros
ámbitos.  Resumimos las principales conclusiones del informe de
riesgos globales 2022, decimoséptima edición de este informe.

En el arranque de 2022, COVID-19 y sus consecuencias


económicas y sociales continúan representando una amenaza
crítica para el mundo. La desigualdad de acceso a las vacunas y la
recuperación desigual económica resultante de la misma corren el
riesgo de agravar las fracturas sociales y las tensiones
geopolíticas. En los 52 países más pobres, donde vive el 20% de la
población mundial, solo el 6% de la población había sido vacunada.

La divergencia global resultante creará tensiones, dentro y fuera de las


fronteras, que corren el riesgo de empeorar los impactos en cascada
de la pandemia y complicar la coordinación necesaria para abordar
otros desafíos comunes que a continuación se mencionan.

El Informe de riesgos globales 2022 presenta los resultados de la


última Encuesta de percepción de riesgos globales (GRPS), seguida de un
análisis de los riesgos clave que emanan de las tensiones
económicas, sociales, ambientales y tecnológicas actuales. Las
conclusiones clave de la encuesta y el análisis se resumen a
continuación.

Las percepciones sobre los riesgos globales resaltan las


preocupaciones sociales y ambientales
Los encuestados de la GRPS perciben los riesgos sociales, en
forma de "erosión de la cohesión social", "crisis de medios de vida" y "deterioro
de la salud mental", como los que más han empeorado desde la pandemia.

La mayoría de los encuestados espera que los próximos tres años se


caractericen por una volatilidad constante y múltiples sorpresas o trayectorias
fracturadas que separarán a los ganadores y perdedores relativos.

Los encuestados nuevamente señalan los riesgos sociales y ambientales


como los más preocupantes durante los próximos cinco años.

Sin embargo, en un horizonte de 10 años, los riesgos ambientales se perciben


como las cinco amenazas a largo plazo más críticas para el mundo, así como las
más potencialmente dañinas para las personas y el planeta,
clasificándose como los tres riesgos más graves el "fracaso de la acción
climática”, el “clima extremo” y la “pérdida de biodiversidad”.

Los encuestados también señalaron las "crisis de la deuda" y las


"confrontaciones geoeconómicas" como otros de los riesgos más graves
en los próximos 10 años.

Los riesgos tecnológicos, como la "desigualdad digital" y "fallos de la


ciberseguridad", son otras amenazas críticas a corto y mediano plazo
para el mundo según los encuestados, pero estos retroceden en
las clasificaciones hacia el largo plazo, lo que indica un
posible punto ciego en las percepciones de esos riesgos.

La GRPS 2021-2022 incluyó una pregunta sobre los esfuerzos


internacionales de mitigación de riesgos. “Inteligencia artificial”,
“explotación espacial”, “ataques cibernéticos transfronterizos e
información errónea” y “migración y refugiados” son las áreas en
las que la mayoría de los encuestados cree que el estado actual de
esfuerzos de mitigación de riesgos no está a la altura del desafío
que suponen.
Una recuperación económica divergente amenaza la
colaboración en los desafíos globales
Los desafíos económicos derivados de la pandemia persisten. Las
perspectivas siguen siendo débiles: en el momento de redactar el
informe de Riesgos Globales, se esperaba que la economía mundial
fuera un 2,3 % más pequeña para 2024 de lo que hubiera sido sin la
pandemia. Las economías en desarrollo (excluida China) habrán caído en 2024 un
5,5 % por debajo del crecimiento del PIB previsto antes de la pandemia, mientras
que las economías avanzadas habrán superado su expectativa de
crecimiento previa a Covid19 en un 0,9 %, lo que ampliará la
brecha mundial de ingresos.

El aumento de los precios de las materias primas, la inflación y la deuda son


riesgos emergentes.

Además, con otro aumento en los casos de COVID-19 hacia finales


de 2021, la pandemia continúa afectando a la capacidad de los
países para facilitar una recuperación sostenida. Las consecuencias
económicas de la pandemia se están agravando con los desequilibrios del
mercado laboral, el proteccionismo y la ampliación de las brechas digitales,
educativas y de habilidades que corren el riesgo de dividir el mundo en
trayectorias divergentes.

En algunos países, la rápida implementación de vacunas, las


transformaciones digitales exitosas y las nuevas oportunidades de
crecimiento podrían significar un regreso en el corto plazo a las tendencias
previas a la pandemia y la posibilidad de una perspectiva más resistente en un
horizonte más largo. Sin embargo, muchos otros países se verán frenados por las
bajas tasas de vacunación, el continuo estrés agudo en los sistemas de salud, las
brechas digitales y los mercados laborales estancados. Estas
divergencias complicarán la colaboración internacional necesaria para
abordar los impactos cada vez mayores del cambio climático,
gestionar los flujos migratorios y combatir los riesgos cibernéticos
peligrosos.
Las presiones internas a corto plazo dificultarán que los gobiernos se
concentren en las prioridades a largo plazo. La “erosión de la cohesión social” es
una de las principales amenazas a corto plazo en 31 países, incluidos
dentro de los del G20 Argentina, Francia, Alemania, México y
Sudáfrica. Se espera que las disparidades que ya eran un desafío
para las sociedades se amplíen: se estima que 51 millones de personas
más vivirán en la pobreza extrema en comparación con la tendencia anterior a la
pandemia, con el riesgo de aumentar la polarización y el
resentimiento dentro de las sociedades. Al mismo tiempo, las
presiones internas pueden influenciar en posturas de interés nacional más
fuertes y fracturas cada vez mayores en la economía global que se
producirán a expensas de la ayuda y la cooperación extranjeras.

Una transición climática desordenada exacerbará las


desigualdades
Los encuestados del GRPS clasifican el "fracaso de la acción climática"
como la principal amenaza a largo plazo para el mundo y el riesgo con los
impactos potencialmente más graves durante la próxima década.

El cambio climático ya se está manifestando rápidamente en forma


de sequías, incendios, inundaciones, escasez de recursos y pérdida
de especies, entre otros impactos.

En 2020, varias ciudades de todo el mundo


experimentaron temperaturas extremas que no se habían
visto en años, como un máximo histórico de 42,7 °C en
Madrid y un mínimo en 72 años de -19 °C en Dallas.
Algunas zonas como el Círculo Polar Ártico han tenido un
promedio de verano temperaturas 10°C más altas que en
años anteriores.

Los gobiernos, las empresas y las sociedades se enfrentan a


una presión cada vez mayor para evitar las consecuencias más graves. Sin
embargo, una transición climática desordenada caracterizada por
trayectorias divergentes en todo el mundo y entre sectores separará
aún más a los países y dividirá las sociedades, creando barreras para la
cooperación.

Dadas las complejidades del cambio tecnológico, económico y


social a esta escala, y la insuficiencia de los compromisos actuales,
es probable que cualquier transición que logre el objetivo de cero
emisiones netas para 2050 sea desordenada.

Los países que continúan por el camino de la dependencia


de los sectores intensivos en carbono corren el riesgo de perder la
ventaja competitiva a través de un mayor costo del
carbono, menor resiliencia e incapacidad para mantenerse
al día con la innovación tecnológica y un apalancamiento
limitado en los acuerdos comerciales. Sin embargo,
alejarse de las industrias intensivas en carbono, que
actualmente emplean a millones de trabajadores,
desencadenará volatilidad económica, profundizará
el desempleo y aumentará las tensiones sociales y
geopolíticas.

La adopción de políticas ambientales apresuradas también tendrá


consecuencias no deseadas para la naturaleza, mientras que la
falta de apoyo público para las transiciones en el uso de la tierra o
los nuevos esquemas de precios crearán complicaciones políticas
que retrasarán aún más la acción. Una transición que no tenga en
cuenta las implicaciones sociales exacerbará las desigualdades
dentro y entre países, aumentando las fricciones geopolíticas.

La creciente dependencia digital intensificará las


ciberamenazas
Intensificado por el COVID-19, en los últimos 18 meses las
industrias han experimentado una rápida digitalización, los
trabajadores se han pasado al trabajo remoto siempre que ha sido
posible y han proliferado las plataformas y los dispositivos que
facilitan este cambio.

Al mismo tiempo, las amenazas a la ciberseguridad están creciendo (en 2020,


los ataques de malware y ransomware aumentaron en un 358 % y
un 435 % respectivamente) y están superando la capacidad de las sociedades
para prevenirlos o responder a ellos de manera efectiva. Las menores barreras
de entrada para los ciberdelincuentes, los métodos de ataque más
agresivos, la escasez de profesionales de ciberseguridad y los
mecanismos de gobernanza fragmentados están agravando el
riesgo.

Los ataques a sistemas grandes y estratégicos tendrán consecuencias


físicas en cascada en todas las sociedades, mientras que la prevención
inevitablemente implicará costos más altos. Los riesgos
intangibles, como la desinformación, el fraude y la falta de
seguridad digital, también afectarán la confianza pública en los sistemas
digitales. Las grandes amenazas cibernéticas también dificultarán la
cooperación entre los estados si los gobiernos continúan siguiendo
caminos unilaterales para controlar los riesgos. A medida que los
ataques se vuelvan más severos y con un impacto amplio, las
tensiones entre los gobiernos afectados por el delito cibernético y
los gobiernos cómplices en su comisión aumentarán a medida que
la seguridad cibernética.

Las barreras al riesgo de movilidad agravan la


inseguridad global
La creciente inseguridad resultante de las dificultades económicas,
la intensificación de los impactos del cambio climático y la
inestabilidad política están obligando ya a millones de personas a
abandonar sus hogares en busca de un futuro mejor en el
extranjero.
La “migración involuntaria” es una de las principales
preocupaciones a largo plazo para los encuestados de la GRPS.

En 2020, hubo un máximo histórico en todo el mundo de más de 34


millones de personas desplazadas en el extranjero solo por conflictos. Sin
embargo, en muchos países, los efectos persistentes de la
pandemia, el aumento del proteccionismo económico y la nueva
dinámica del mercado laboral están generando mayores barreras de
entrada para los migrantes que buscan oportunidades o refugio.

Estas mayores barreras a la migración y su efecto indirecto sobre


las remesas, un salvavidas crítico para algunos países en
desarrollo, corren el riesgo de impedir un camino para restaurar
los medios de vida, mantener la estabilidad política y cerrar las
brechas laborales y de ingresos.

En la actualidad, Estados Unidos tiene más de 11 millones de


puestos de trabajo vacantes y la Unión Europea tenía un déficit de
400 000 conductores solo en la industria del transporte por
carretera.

The Global Risk Report 2022: Percepción del riesgo en un mundo desigual
12 de enero 2022

El Informe de Riesgos Globales 2022 (The Global Risks Report 2022, en su título
original) analiza los principales riesgos a nivel internacional con carácter anual y los
clasifica en función del nivel de impacto y su grado de incertidumbre. Con carácter
general, este informe anual se presenta a mediados de enero en el Foro Davos, que
este año ha tenido que ser pospuesto hasta que mejore la situación pandémica.

Para comenzar, esta edición señala que el proceso de recuperación económica de la


crisis provocada por el coronavirus amenaza con aumentar las diferencias existentes
en la comunidad internacional. Además, en un entorno de creciente competencia
entre actores, este proceso se amplifica y produce más desigualdad a nivel planetario.
En este contexto, el ejemplo que mejor ilustra esta divergencia mundial es la
vacunación frente a la COVID-19: en la actualidad, en los 52 países más pobres, tan
solo el 6% de su población ha sido vacunado.

Un informe renovado de riesgos globales


Este documento —elaborado por el Foro Económico Mundial— presenta numerosas
novedades respecto a ediciones anteriores. Además de haber cambiado el título del
documento —hasta ahora la expresión tradicional era “world risks” (riesgos
mundiales), que ha sido sustituida por la actual de “global risks” (riesgos globales)—,
el informe incorpora nuevas secciones, que resultan de la encuesta anual de
percepción de riesgos globales, en la que han participado 1.183 expertos de todo el
planeta.

En 2022, se han incorporado dos riesgos nuevos: las confrontaciones geoeconómicas


y los daños para la salud humana de la polución. De esta forma, el catálogo se
compone de un total de 37 riesgos globales agrupados en las categorías de riesgos
económicos, medioambientales, geopolíticos, sociales y tecnológicos.

Como resultado de la encuesta a los expertos, el informe 2022 clasifica y prioriza —


según su grado de severidad— los siguientes diez riesgos:

1. Efectos del cambio climático


2. Meteorología extrema
3. Pérdida de la biodiversidad
4. Erosión de la cohesión social
5. Crisis de medios de subsistencia
6. Enfermedades infecciosas
7. Daños humanos al medio ambiente
8. Crisis de recursos naturales
9. Crisis de deuda
10. Confrontación geoeconómica

Es reseñable que cinco de ellos son de naturaleza medioambiental, y que tres de ellos
se sitúan en los primeros puestos.
 

Figura 1: Los diez riesgos más severos a nivel global para los próximos diez años
Fuente: Foro Económico Mundial (The Global Risks Report 2022)
 
Además, los resultados de la encuesta muestran un sentimiento claramente negativo
acerca de la situación mundial. Así, ante la pregunta “¿qué opina de las perspectivas
del mundo?, la mayoría de los expertos ha seleccionado las dos opciones negativas
correspondientes a mostrarse «preocupado» (23,2%) e «inquieto» (61,2%).
 

 
Figura 2: Grado de preocupación por las perspectivas mundiales
Fuente: Foro Económico Mundial (The Global Risks Report 2022)
 

 
Retrospectiva COVID-19 y perspectivas de futuro

Este nuevo apartado está orientado a analizar las consecuencias de la pandemia


global de la COVID-19 y, más en concreto, si ha agravado el conjunto de riesgos. De
esta forma, ordena los riesgos según hayan sido más o menos afectados por la
pandemia. Según este criterio, los tres riesgos que ocupan los primeros puestos son
la erosión de la cohesión social, las crisis de los medios de subsistencia y los efectos
del cambio climático.

Figura 3: Retrospectiva COVID-19


Fuente: Foro Económico Mundial (The Global Risks Report 2022)
 
 
Horizonte de riesgos globales

También este apartado es una novedad de esta edición. En él se agrupan los riesgos
según un criterio temporal que contempla tres categorías: el corto plazo (0-2 años),
medio plazo (2-5 años) y el largo plazo (5-10 años). De nuevo, los riesgos
correspondientes a la dimensión medioambiental ocupan las primeras plazas. Este
aspecto es especialmente significativo en el grupo del largo plazo, pues los cinco
primeros puestos están ocupados por los efectos del cambio climático, la
meteorología extrema, la pérdida de biodiversidad, las crisis de recursos naturales y
los daños humanos al medioambiente.
 

 
Figura 4: Riesgos en el largo plazo (5-10 años)
Fuente: Foro Económico Mundial (The Global Risks Report 2022)
 
 
Gobernanza global: Mitigación de riesgos

La gobernanza global es una nueva sección del informe, en la que se solicita a los
encuestados que evalúen el estado actual de los esfuerzos internacionales de
mitigación en quince áreas de gobernanza mundial, con el objetivo de identificar los
logros y las áreas de oportunidad para la cooperación a nivel mundial.

Los resultados aparecen ordenados de acuerdo al porcentaje estimado de acciones


en las que aún no se ha actuado. Ámbitos tales como la inteligencia artificial, la
explotación del espacio, los ciberataques y la desinformación ocupan los primeros
puestos.
 

 
 

Figura 5: Mitigación y gobernanza global


Fuente: Foro Económico Mundial (The Global Risks Report 2022)

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