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ANÁLISIS DEL LIBRO ARQUITECTURA DEL SIGLO XX DE JOSÉ LUIS SANZ

BOTEY

Manuel Márquez Jurado


Historia, teoría y composición arquitectónica I
ÍNDICE:

INTRODUCCIÓN: presentación del trabajo

1. Clasificación del libro


2. Análisis del libro
3. Reflexión crítica objetiva del texto
4. Comentario del texto

BIBLIOGRAFÍA
1. Clasificación del libro
El texto con el que trabajamos es el libro Arquitectura en el siglo XX de Jose Luis Sanz
Botey. El libro, escrito de forma expositiva, explica la arquitectura del siglo XX. Se divide en
ocho capítulos que a su vez se dividen en diferentes sub partes.

2. Análisis del libro


Para entender la arquitectura durante el siglo XX es imprescindible comprender cómo fué el
paso de las vanguardias al movimiento moderno, el paso del ornamento por el ornamento a la
funcionalidad del espacio. Esta parte fundamental de la historia de la arquitectura el autor la
explica utilizando a Adolf Loos y su artículo Ornamento y delito 1908. En este artículo
comienza el rechazo al ornamento tan característico del siglo XX. En él, Loos expone una
crítica al ornamento, argumenta que el hombre moderno ya no lo necesita, es cosa de
bárbaros.
“¡No lloréis! Lo que constituye la grandeza de nuestra época es que es incapaz de realizar un
ornamento nuevo. Hemos vencido al ornamento. Nos hemos dominado hasta el punto de que
ya no hay ornamentos. Ved, está cercano el tiempo, la meta nos espera. Dentro de poco las
calles de las ciudades brillarán como muros blancos. Como Sión, la ciudad santa, la capital
del cielo. Entonces lo habremos conseguido”
Con estas palabras Loos expone su idea de que el futuro de la arquitectura es la ausencia de
ornamento, así como las ciudades quedarán vacías de él. Rechaza todo lo pasado y lo
histórico. En la época en la que Loos escribe el artículo el movimiento dominante era el
modernismo y las vanguardias. Se adelantó a lo que vendría tras la primera guerra mundial, y
según Le Corbusier “Loos despejó el terreno que teníamos delante, hizo una limpieza
homérica, precisa, filosófica y lógica. Al hacerlo, Loos ha tenido una decisiva influencia en el
destino de la arquitectura” Los planteamientos de Adolf más tarde sirvieron de base para el
movimiento moderno.
El autor tras explicar esto deja claro desde el principio de la obra el origen del rechazo a la
ornamentación durante este siglo. Una propuesta característica de Loos es el Chicago
Tribune 1922. Propone una gran columna habitable. Algunos críticos destacan aquí una
contradicción de sus planteamientos, como el mismo Adolf llega a reconocer.
Dejando esto explicado, el autor pasa al siguiente capítulo. Aunque desde muy temprano ya
existen muestras del venidero movimiento moderno, este siglo empezó con el vanguardismo.
Sanz Botey expone las principales vanguardias que marcaron la historia entre los años 1900 y
1920. (Aunque las vanguardias surgen alrededor del 1890, nos centramos en la parte del siglo
XX de estas)
Cuando Filippo Tomaso Marinetti describe en 1909 un accidente automovilístico en primera
persona, surge un estilo rompedor el cual se centra en las máquinas, la velocidad y la lucha
como nunca antes se había hecho.
Aparece el futurismo, un estilo que refleja el avance tecnológico que ha sufrido la
humanidad. Palabras de Boccioni:
“Ha comenzado la era de los grandes individuos mecanizados, y todo lo demás es
paleontología… En consecuencia, afirmamos ser los primitivos de una nueva sensibilidad
completamente renovada”
así explica el inicio de un nuevo tipo de arte que exalta la belleza de la velocidad y las
máquinas. Sin embargo, el autor explica que el futurismo no llegó a la arquitectura hasta que
Antonio Sant’Elia y mario Chiattone presentaron unos dibujos llamados Citta Nova, que más
tarde se rebautizó como Manifiesto de la arquitectura futurista
Explicado el futurismo, Sanz Botey nos presenta el expresionismo. Paul Scheerbart presenta
en 1914 una obra en la que describe la arquitectura de cristal. Esta fue unas visiones de
arquitecturas cristalinas y con carácter cultural. Aunque más tarde si se usaría el cristal como
elemento constructivo, no de la misma forma en la que pensaba Scheerbart, explica el autor.
El cristal para él era más que un elemento estético, sino que era algo espiritual y mágico. El
uso del cristal como espectáculo arquitectónico. Scheerbart rechazaba el funcionalismo, ya
que para él la arquitectura sin ornamento no es artística. Inspirándose en su arquitectura,
Bruno Taut construyó en 1914 el Pabellón de cristal, el cual tiene planta circular y forma de
cúpula. El edifício cumpliría una función didáctica. El autor escribe
“Todo un espectáculo, una puesta en escena de las ideas de Scheerbart”
Con Esto quiere decir que la arquitectura expresionista de cristal que propone Scheerbart está
destinada a impresionar e impactar. El funcionalismo pasa a segundo plano, el objetivo es
generar sensaciones en el visitante. Otro arquitecto expresionista que presenta el libro es
Erich Mendelssohn. Supuso una alternativa al funcionalismo. Lo fue no por su rechazo, sino
por su aceptación. Adapta su arquitectura expresionista a los nuevos tiempos de
mecanización. El resto de arquitectos veían un lado oscuro en la metrópoli mecanizada, lado
oscuro que Mendelssohn no veía, y adapta sus edificios a la ciudad. De hecho, el crítico
Adolf Behne calificó sus edificios como “reclame architektur” que significa arquitectura
anunció, por los carteles publicitarios de sus edificios.
El siguiente movimiento que el autor expone es el neoplasticismo, el cual apareció en la
revista De Stilj por Theo van Doesburg. Las ideas de la arquitectura neoplasticista se exponen
en 1922 en el manifiesto Hacia a una arquitectura colectiva. En él se expone la propuesta de
eliminar los elementos limitativos como los muros y acabar con la dualidad interior y
exterior. Se limita a los elementos plásticos básicos y líneas horizontal y vertical. Todo
fundamentado por la abstracción. Sanz Botey explica que los neoplasticistas llevaron la
cultura del maquinismo más lejos de lo que hicieron los futuristas. Esto es porque según
cuenta el autor
“El neoplasticismo elimina cualquier drama existencial entre la máquina y la vida”.
En definitiva, la arquitectura de van Doesburg se basa en la desestructuración de los planos
de forma que se pierda el concepto de “dentro” y “fuera”. Esto se ve en su obra la Casa
Schröeder 1924. Por otro lado, Mondrian realiza su propuesta para una utopía neoplasticista.
Esta sería una ciudad en la que se perdiera la oposición ciudad-casa y todo el diseño sea
neoplasticista.
“El neoplasticismo no considera, pues, la casa como lugar de separación, de aislamiento y de
refugio, sino como una parte del todo, como un elemento constructivo de la ciudad”.
Con esto quiere explicar que en su ciudad utópica la casa será parte de la ciudad, la vida de
los habitantes se hará en la calle y no en la casa.
Los movimientos vanguardistas no terminan aquí, el autor insiste en seguir explicando
diferentes vanguardias. Esta vez expone el constructivismo, una vanguardia soviética. Esta
surge de la mano del pintor Malevich, quien pasa de su pintura supremacista a una pintura
constructivista. El constructivismo entiende la construcción artística como un ensamblaje de
líneas y figuras geométricas simples. Esto se trasladó más tarde al ámbito arquitectónico.
“La idea del arte como construcción es la base del desarrollo del suprematismo hacia el
constructivismo”. El autor explica así el paso del suprematismo al constructivismo. El arte se
transforma en una construcción geométrica. Esta vanguardia pasa a la arquitectura a través de
las Planitas. Estos son unos diseños de casas del futuro hechos por Malevich. También pasa a
la arquitectura monumental con Vladimir Tatlin. Construye un monumento a la III
Internacional el cual, según Sanz Botey, es una Torre Eiffel con elementos dinámicos. Esto se
convertiría más tarde en un símbolo constructivista.
A continuación, el autor se centra en la Bauhaus. Esta fue una escuela de arte creada por
Walter Gropius en 1919. La idea, según expone el autor, es un acercamiento entre el arte y el
pueblo. La Bauhaus pretendía una reforma educativa a la hora de enseñar arte. El autor
explica que bajo la dirección de Mies (último director) la escuela se convirtió más en una
academia de arquitectura que de arte, y que la represión del parlamento Alemán fue tal que la
Bauhaus fue obligada a disolverse. La Bauhaus se convirtió en un estilo arquitectónico
predecesor del movimiento moderno.
El siguiente capítulo del libro expone de la mano de tres grandes arquitectos lo que fue el
llamado “movimiento moderno”
“Su arquitectura no solo representa una época, sino que trata de transformarla a través de
unos ideales que definen un horizonte utópico”
Con estas palabras define el autor la arquitectura de Wright. Este fue un arquitecto que se
basaba en la naturaleza para construir, de forma que se respetaba el terreno adaptando a él los
edificios. A esto se refiere el autor cuando describe la obra de Wright. Por otro lado, en el
libro se explican las casas de la pradera. Unas casas diseñadas por el arquitecto a las afueras
de las ciudades para el modelo de familia americana, familias con dinero. Estas tienen las
mismas características como: La chimenea como centro, voladizos, horizontalidad y
naturaleza como elemento constructivo.
“Mi intención era volver a los principios esenciales, a la forma pura en cada cosa[…] Una
síntesis de todas las artes”
Wright habla así de su obra japonesa, de la cual sería exponente el Hotel Imperial en Tokio,
en el cual cada habitación es diferente a las demás. En él destaca su horizontalidad y el uso de
jardines para introducir la naturaleza en medio de la ciudad. De hecho, tras un terremoto en la
zona, el hotel fue la única construcción que quedó en pie, por lo que el autor opina que los
principios de Wright servían para algo.
Tras el triunfo de las casa de la pradera, Wright crea las casas usonianas, que son
renovaciones de las casas de la pradera pero de menor tamaño y dirigida a la clase media.
El autor acaba de hablar sobre Wright haciendo referencia a sus edificios en altura.
A continuación nos presenta a Mies. Explica que no tuvo enseñanza académica, pero tras
trabajar con reconocidos arquitectos fue aprendiendo en la materia. “Su prestigio como
arquitecto dentro del movimiento moderno llegó con la dirección de la colonia
Weissenhof/siedlung en Stuttgart 1927” Esto sucede ya que con la construcción de los
apartamentos Weissenhof se consolida a sí mismo como racionalista. Sin embargo, se fue
separando del funcionalismo. Con el Pabellón de Alemania en Barcelona muestra una
arquitectura que, aunque seguía siendo racionalista, ya no tenía la funcionalidad como
objetivo principal; explica el autor.
Sanz Botey destaca la casa Farnsworth como exponente del estilo de Mies. Compuesta por
un prisma y paredes de cristal con una plataforma menor que da acceso a la casa. “Después
de esta casa, ya nada más simple es posible” dice el autor, queriendo hacer referencia al
minimalismo que caracteriza al estilo de Mies, que él manifestaba con su famosa frase
“menos es más”. Más tarde explica que para mies el mundo es un puro dato, esto lo dice
porque entiende la arquitectura como una respuesta alas necesidades del ser humano
Tras esto, menciona a Le Corbusier. Este fue el arquitecto que asentó las bases de la
arquitectura moderna. Los establece en 1926, y se resumen en el uso de pilotis como sistema
portante, el tejado jardín, la planta libre, la ventana alargada y la fachada libre. Todos estos
puntos se ven reflejados en su obra Villa Savoye, como explica el autor. También menciona la
frase “El plan es el generador. Sin plan solo hay desorden y arbitrariedad”. Esto quiere decir
que es el objetivo el que guía la arquitectura, el diseño de un edificio debe tener un fin. Esto
es algo característico del movimiento moderno. Como todo buen arquitecto, Le Corbusier
también planeó su utopía. Para él, arquitectura y urbanismo son la misma cosa. Propone en
1922 una ciudad para 3 millones de habitantes que se rige por una estricta geometría.
Una vez expuesto el modernismo, el autor explica el Estilo Internacional en el siguiente
capítulo.
“Hoy ha nacido ya un único estilo moderno” Decían Johnson y Hitchcock. Sanz Botey
explica que así se pone fin a uno de los períodos más conflictivos de la arquitectura del siglo
XX, de forma que todo el estilo moderno se unifica en un único estilo a modo de canon
arquitectónico en el mundo. A continuación, expone las características de este nuevo estilo:
La arquitectura como volumen más que masa, el uso de la simetría y se proscribe la
decoración arbitraria. Antes de acabar este capítulo, el autor afirma que este nuevo estilo es
consecuencia de una crisis del movimiento moderno, de forma que es un estilo de la
postmodernidad. Esto quiere decir que tras los debates que creó el movimiento moderno este
dejó de ser tan radical para crear un consenso que dió origen al estilo moderno.
Una vez ha explicado el paso del movimiento moderno al estilo internacional, dedica un
capítulo a explicar las principales características de cuatro “maestros de obra”, arquitectos
influyentes de esta época. El primero que expone es Alvar Aalto. Este fue un arquitecto
humanista, el cual “tomó como referencia para el diseño las condiciones de confort”. Con
esto se puede entender la manera en la que Aalto entendía la arquitectura. Sanz Botey
compara su obra Villa Mairea con la casa de la cascada y Villa Savoye. Además, diseñó
muebles para la producción en serie, pero para él “no era imprescindible envolver sus objetos
de un aura fría e inaccesible” y eso lo diferenciaba de los demás arquitectos del movimiento
moderno. Además, diseñó una arquitectura específica para cada lugar.
En cuanto al siguiente “maestro de obras”, Kahn, el autor habla poco. De él dice que “ la
primera lección de Kahn es que la arquitectura es una actividad intelectual, una construcción
mental, simétricamente como para Kant la filosofía era la arquitectura de la razón”
La arquitectura de Kahn es de sencilla geometría, como en su obra Casa de Baños
Siguiéndole, aparece Utzon. El entra en la arquitectura internacional al ganar el concurso de
la ópera de Sidney. Esta se basa en su idea de plataforma, que aprendió tras un viaje a
México. La plataforma dividiría la parte primaria de la secundaria. “La idea básica consiste
en una enorme plataforma de hormigón que se adentraba en el mar, sobre ella, unas enormes
cúpulas a modo de cascarones o velas se izan invadiendo el paisaje de la bahía de Sidney”
Así describe el autor el concepto de la Opera.
Por último, habla de Barragán y Coderch, a quienes describe como “dos figuras simétricas”,
Esto porque, uno en México y el otro en España, reflejan una misma forma de hacer
arquitectura. En cuanto a Barragán, crea obras de gran sencillez y colores pastel como su
propia casa estudio. En cuanto a Coderch, es minucioso y atento a los detalles. Crea una gran
labor arquitectónica en la España de la posguerra
En cuanto al siguiente capítulo, el autor lo usa de transición entre el Estilo Internacional y la
posmodernidad característica de finales del siglo XX. Destaca al arquitecto Venturi, que
plantea un reduccionismo de la arquitectura a sus aspectos más visuales y simbólicos. Esto es
una respuesta a la crisis de funcionalidad que dejó tras de sí el estilo internacional.
Por otro lado, Aldo Rossi planea una recuperación formal de la arquitectura. De hecho, para
el “dibujar es tanto como construir, es la otra cara de una misma realidad en tanto que
construcción y dibujo son representaciones”
El autor expone en el penúltimo capítulo los estilos posmodernos. Estos son el neoclasicismo
y el eclecticismo postmoderno. La recuperación de los estilos neoclásicos se hizo desde
Europa y Norteamérica, como respuesta a la rigidez del estilo internacional. Esta arquitectura
surgida en los setenta, según Sanz Botey, tiene un carácter escenográfico. Esto se aprecia en
la “Strada novissima” que fue un ejercicio arquitectónico que se realizó en la bienal de
Venecia, en la que 20 arquitectos debían realizar una propuesta para 7 metros de fachada. El
resultado fue un eclecticismo radical
En el último capítulo Sanz Botey expone cómo es la representación arquitectónica en los
últimos instantes del siglo. Una de las características es el buen trato a la tecnología y al
avance. Explica que los edificios comienzan a mostrar la estructura por fuera. “la tecnología
no solo se usa, sino que se exhibe sin pudor y agresividad en una clara intención de contraste”
Esto quiere decir que se ha aceptado el progreso tecnológico como algo bueno y admirable; y
eso debe verse reflejado en la arquitectura.
Por otro lado habla del uso que da a las formas R Bofill, “tres formas geométricas puras, la
pirámide, el cubo y la esfera [...] las tres son formas vacías [...] ¿Qué significado encierran
estas formas en su enigmático contenido? La respuesta es sencilla: el poder” Con esto quiere
decir que en estos últimos años se usa la arquitectura para representar poder. Con esto
explicado, pone fin al libro.

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