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 PRESENTACIÓN

NOMBRE: Cristal
APELLIDOS: Buten Rudecindo
CURSO Y SECCIÓN: 4toA de informática
MAESTRO: Gregorio Mordán
MATERIA: Biología
CENTRO EDUCATIVO: Politécnico: Juan
Pablo II Fe y Alegría

FECHA DE ENTREGA: 20/1/2023


PRACTICA
TEMAS PARA INVESTIGAR
 Las etapas del desarrollo humano desde
la fecundación hasta el parto.

 El aparato reproductor masculino y


femenino.

 Enfermedades de transmisión sexual


(causas y consecuencias).
INDICE

 INTRODUCCIÓN
 DESARROLLO
 CONCLUSIÓN
 BIBLIOGRAFIA
 ANEXOS
INTRODUCCIÓN

En este trabajo podrá usted ver las etapas del


desarrollo humano desde la fecundación hasta el
parto, también el aparato reproductor masculino y
femenino, también podrá visualizar el concepto de
sistema reproductivo, podrá visualizar los conceptos
de cada uno y sus órganos principales y las
enfermedades de transmisión sexual, sus síntomas,
sus causas y consecuencias.
DESARROLLO

Las etapas del desarrollo


humano desde la fecundación
hasta el parto.
Un bebé atraviesa varias etapas de desarrollo a partir de la
fecundación del óvulo. El óvulo se desarrolla hasta convertirse en
un blastocito, un embrión y, por último, un feto.

Fecundación
Durante la ovulación, el moco del cuello uterino se vuelve más
fluido y elástico, de forma que los espermatozoides puedan entrar
en el útero rápidamente. En unos 5 minutos, los espermatozoides
se desplazan desde la vagina, a través del cuello uterino, hacia el
interior del útero y hasta el extremo en forma de embudo de una
trompa de Falopio, donde se suele producir la fecundación. Las
células que recubren el interior de las trompas de Falopio facilitan
la fecundación.

Si no se produce la fecundación, el óvulo baja por las trompas de


Falopio hasta el útero, donde degenera y se elimina del útero en
la siguiente menstruación.

Si un espermatozoide penetra en el óvulo, este queda fecundado.


Pequeños cilios que revisten las trompas de Falopio arrastran el
óvulo fecundado (cigoto) por las trompas hacia el útero. Las
células del cigoto se dividen varias veces mientras el cigoto
desciende por el interior de la trompa de Falopio hasta el útero. El
cigoto tarda de 3 a 5 días en entrar en el útero.

Ya dentro del útero, las células continúan dividiéndose y se


convierten en una bola hueca denominada blastocito. El
blastocisto se implanta en la pared del útero al cabo de unos 6
días después de la fecundación.

Si se libera y fecunda más de un óvulo, se produce entonces un


embarazo de más de un feto, por lo general dos (mellizos). Dado
que el material genético de cada óvulo y de cada espermatozoide
es ligeramente diferente, cada óvulo fecundado es diferente. Los
gemelos resultantes son por lo tanto gemelos dicigóticos (o
bivitelinos). Los gemelos idénticos son el resultado de que un
único óvulo fecundado se separe en dos embriones después de
haberse comenzado a dividir. Dado que un único óvulo es
fecundado por un único espermatozoide, el material genético de
los dos embriones es el mismo.

Del óvulo al embrión

Una vez al mes, un óvulo se desprende de un ovario y entra en una


trompa de Falopio. Después del coito, el esperma se desplaza desde la
vagina, por el cuello uterino y por el útero, hasta la trompa de Falopio,
donde un espermatozoide fecunda al óvulo. El óvulo fecundado (cigoto) se
divide varias veces mientras se desplaza por la trompa de Falopio hasta
llegar al útero. En primer lugar, el cigoto se convierte en una bola sólida de
células. Luego, se convierte en una esfera hueca de células que se
denomina blastocito.

Dentro del útero, el blastocito se implanta en la pared uterina, donde se


transforma en un embrión unido a una placenta, rodeado de membranas
llenas de líquido.

Desarrollo de blastocito

Transcurridos unos 6 días después de la fecundación, el blastocito se


adhiere al revestimiento interno del útero, por lo general cerca de la parte
superior. Este proceso, denominado implantación, se completa alrededor
del día 9 o 10.

La pared del blastocito tiene el grosor de una célula, excepto en una zona,
en la que equivale al de 3 o 4 células. En esta zona engrosada, las células
internas se convierten en el embrión, mientras que las externas penetran
en la pared del útero y se transforman en la placenta. La placenta produce
varias hormonas necesarias para mantener el embarazo. Por ejemplo,
produce la gonadotropina coriónica humana, la cual evita que los ovarios
liberen más óvulos y los estimula para
segregar estrógenos y progesterona de forma continua. La placenta
también transporta oxígeno y nutrientes de la madre al feto, y materiales
de desecho del feto a la madre.
Algunas células de la placenta se convierten en la capa externa de las
membranas (corion) alrededor del blastocisto en desarrollo. Otras células
se desarrollan en una capa interna de las membranas (amnios), que forma
el saco amniótico. Cuando se forma el saco (alrededor del día 10 o 12), el
blastocisto ya se considera un embrión. Este se llena de un líquido claro
(líquido amniótico) y se expande para envolver al embrión en desarrollo
que flota en su interior.

Desarrollo del embrión.


La siguiente etapa evolutiva corresponde al embrión, que se desarrolla en
el interior del saco amniótico, bajo el revestimiento del útero, en un lado.
Esta fase se caracteriza por la formación de la mayoría de los órganos
internos y de las estructuras externas del cuerpo. La mayoría de los
órganos comienzan a formarse alrededor de 3 semanas después de la
fecundación, lo que equivale a 5 semanas de embarazo (porque los
médicos datan el embarazo desde el primer día del último período
menstrual de la mujer, que suele ser por lo general unas 2 semanas antes
de la fecundación). En este momento, el embrión se alarga, y empieza a
entreverse una forma humana. Poco después, comienza a desarrollarse la
zona que se convertirá en el cerebro y en la médula espinal (tubo neural).
El corazón y los principales vasos sanguíneos empiezan a desarrollarse
antes, en torno al día 16. El corazón comienza a bombear líquido por los
vasos sanguíneos hacia el día 20, y el día 21 aparecen los primeros
glóbulos rojos (eritrocitos). Los vasos sanguíneos continúan
desarrollándose en el embrión y en la placenta.

Casi todos los órganos terminan de formarse unas 10 semanas después


de la fecundación (lo que equivale a 12 semanas de embarazo). Las
excepciones son el encéfalo y la médula espinal, que siguen formándose y
madurando durante todo el embarazo. La mayoría de las malformaciones
(anomalías congénitas) tienen lugar durante el periodo de formación de
los órganos, cuando el embrión es más sensible a los efectos de fármacos,
radiaciones y virus. Por lo tanto, una mujer embarazada no debe recibir
vacunas con virus activos ni tomar ningún medicamento durante este
periodo, a no ser que sean esenciales para su salud.

Placenta y embrión a las ocho semanas aproximadamente.


A las 8 semanas de embarazo, la placenta y el feto
llevan 6 semanas de desarrollo. La placenta forma
diminutas proyecciones pilosas (vellosidades), que se
extienden hacia el interior de la pared uterina. En estas
vellosidades se desarrollan los vasos sanguíneos del
embrión, que pasan por el cordón umbilical hasta la
placenta.

Una membrana fina separa la sangre del embrión, en


las vellosidades, de la sangre de la madre, que fluye por
el espacio que rodea dichas vellosidades (espacio
intervelloso). Esta disposición permite lo siguiente:

 El intercambio de materiales entre la sangre


de la madre y la del embrión.
 Evita que el sistema inmunitario de la madre
ataque al embrión, porque los anticuerpos
de la madre son demasiado grandes para
atravesar la membrana (los anticuerpos son
proteínas producidas por el sistema
inmunológico para ayudar al organismo a
defenderse contra sustancias extrañas)

El embrión flota en un fluido (líquido amniótico) que se


almacena en una bolsa (saco amniótico).

El líquido amniótico hace lo siguiente:

 Ofrece un espacio en el que el embrión


puede crecer libremente
 Contribuye a proteger al embrión de las
lesiones

El saco amniótico es fuerte y elástico.


Desarrollo del feto y de la placenta
Al final de la octava semana después de la fecundación (10
semanas de embarazo), el embrión se considera un feto. Durante
esta fase, las estructuras ya formadas crecen y se desarrollan. Los
aspectos siguientes son indicadores de la edad gestacional:

 A las 12 semanas de embarazo, el feto llena


completamente el útero.

 A las 14 semanas puede identificarse el sexo del feto.

 Entre las 16 y las 20 semanas, la mujer embarazada


siente por primera vez los movimientos del feto. Las
mujeres que ya han estado embarazadas suelen
percibir los movimientos del feto unas 2 semanas antes
que las primigestas.

 A las 24 semanas: el feto podría sobrevivir fuera del


útero.

Los pulmones siguen madurando hasta casi el momento del


parto. El cerebro acumula células nuevas durante todo el
embarazo y durante el primer año de vida después del
nacimiento.
Mientras la placenta se desarrolla, extiende pequeñas
proyecciones pilosas (vellosidades) en la pared del útero. Estas
proyecciones se ramifican en una complicada disposición arbórea.
Esta disposición aumenta enormemente la zona de contacto entre
la pared del útero y la placenta, de modo que se puedan
intercambiar más nutrientes y productos de desecho. La placenta
está totalmente formada entre las 18 y las 20 semanas, pero sigue
creciendo durante el embarazo. En el parto pesa alrededor de 500
g.
El aparato reproductor
masculino y femenino.

Definición de sistema reproductivo

El sistema reproductivo de un organismo, también conocido


como sistema genital, es el sistema biológico formado por
todos los órganos anatómicos que intervienen en la
reproducción sexual. Muchas sustancias no vivas, como
fluidos, hormonas y feromonas, también son accesorios
importantes para el sistema reproductivo. A diferencia de la
mayoría de los sistemas de órganos ,
los sexos de especies diferenciadas a menudo tienen
diferencias significativas. Estas diferencias permiten una
combinación de material genético entre dos individuos, lo
que permite la posibilidad de una mayor aptitud  genética
de la descendencia.

Aparato reproductor masculino


El aparato reproductor masculino o aparato genital masculino es el
encargado de llevar a cabo la reproducción en las personas de sexo
masculino. Está formado por órganos internos y externos. Los
principales órganos externos son los testículos, el epidídimo y
el pene. Los testículos se alojan en el escroto o saco escrotal,
formado por un conjunto de envolturas que los cubren y alojan.
Las estructuras internas son los conductos deferentes y las
glándulas accesorias que incluyen la próstata y las glándulas
bulbouretrales.
Los testículos producen espermatozoides y liberan a la sangre
hormonas sexuales masculinas (testosterona). Un sistema de
conductos que incluyen el epidídimo y los conductos deferentes
almacenan los espermatozoides y los conducen al exterior a través
del pene. En el transcurso de las relaciones sexuales se produce
la eyaculación, que consiste en la liberación del líquido seminal
o semen. El semen está compuesto por los espermatozoides
producidos por los testículos y diversas secreciones de las
glándulas sexuales accesorias.

Aparato reproductor femenino


El aparato reproductor femenino  o aparato genital femenino  se
compone de dos partes: el útero, que alberga el feto en desarrollo,
produce secreciones vaginales y uterinas, y traslada el semen a
las trompas uterinas o de Falopio; y los ovarios, que producen los
ovocitos o gametos femeninos. Estas partes son internas;
la vagina es el canal que comunica con los órganos externos en
la vulva, que incluye los labios genitales, el clítoris y el meato de
la uretra. La vagina está unida al útero a través de la cérvix,
mientras que el útero está unido a los ovarios vía las trompas
uterinas. La trompa y el ovario están próximos, pero no pegados.
Se encuentran unidos por un ligamento, pero las trompas tienen
cierta capacidad de movimiento para poder captar el óvulo que se
expulsa a la cavidad abdominal. Además, estas estructuras no
están en plano, tienen forma de C, de manera que los ovarios
quedan por delante del útero.
Durante el proceso reproductivo, el óvulo no es un recipiente
pasivo, sino un participante activo en la fecundación. Libera
determinadas moléculas que son esenciales para guiar al esperma
que permiten que la superficie del óvulo se una a la superficie del
espermatozoide. El óvulo puede entonces absorber el
espermatozoide y puede comenzar la fecundación.2 La fecundación
ocurre típicamente en los oviductos, pero también puede ocurrir
en el propio útero. Un cigoto se dividirá a lo largo de suficientes
generaciones de células para formar un blastocito, que se
implantará en la pared del útero, donde comenzarán los procesos
de embriogénesis y morfogénesis. Cuando se haya desarrollado lo
suficiente para poder sobrevivir fuera del útero, la cérvix se dilata y
las contracciones propelen al feto por el canal de parto, que es la
vagina.
Los óvulos son más grandes que el espermatozoide, y terminan de
formarse para cuando una persona nace. Aproximadamente cada
mes, la ovogénesis hace que un óvulo maduro sea enviado por la
trompa uterina unida a su ovario en anticipación de la fecundación.
Si no es fecundado, este óvulo será descartado fuera del aparato a
través de la menstruación.

Enfermedades de transmisión
sexual
También denominadas enfermedades de transmisión sexual (ETS),
suelen ser asintomáticas. Sin embargo, si no se tratan pueden
tener consecuencias graves, como ceguera y otras manifestaciones
neurológicas, infertilidad, transmisión materno infantil o defectos
congénitos.

El virus del papiloma humano (VPH) y el virus de la hepatitis B


pueden causar cáncer, pero ambos se pueden prevenir gracias a
una vacuna.

El estigma asociado a las ITS puede exacerbar el trauma.

Las ITS se propagan predominantemente por contacto sexual,


incluidos el sexo vaginal, anal y oral. Algunas también pueden
transmitirse por otras vías, como la sangre y los hemoderivados.
Muchas de estas infecciones —como la clamidiasis, la gonorrea, la
hepatitis B primaria, el VIH y la sífilis— también pueden
transmitirse de madre a hijo durante el embarazo y el parto.

No se pueden transmitir por contacto ordinario, como compartir


alimentos o bebidas, un abrazo o un estornudo.

La única forma de saber si tiene una ITS es someterse a las pruebas


de detección. Por desgracia, la mayoría de la población mundial no
tiene acceso a pruebas diagnósticas fiables de las ITS debido al
costo elevado y la disponibilidad limitada de los kits de pruebas en
el laboratorio o en el lugar de consulta. El acceso limitado a los
servicios relacionados con las ITS y la naturaleza asintomática de
estas infecciones favorecen la propagación actual en grupos y
comunidades, así como a escala mundial.

Las cuatro ITS curables.

La clamidiasis
La clamidiasis es una de las ITS más comunes entre las mujeres, en
particular las mujeres jóvenes.

En 2016, se registraron 127 millones de casos de clamidiasis entre


hombres y mujeres de 15 a 49 años.
La micción dolorosa es uno de los síntomas, aunque la enfermedad
es en general asintomática.

La clamidiasis puede afectar al tracto genital, el tracto urinario y los


ojos. Si no se trata la enfermedad, puede provocar ceguera,
infertilidad, enfermedad inflamatoria pélvica y embarazo ectópico.
Asimismo, representa un riesgo elevado para la salud de los
lactantes de madres infectadas.

La clamidiasis puede curarse con antibióticos, pero hay que tener


presente que la reinfección es frecuente.

La tricomoniasis
La tricomoniasis es la ITS curable más frecuente. El
organismo Trichomonas vaginalis es un parásito que vive en el
tracto genital inferior y se transmite generalmente por contacto
sexual. Lo complicado de este parásito es que puede infectar las
áreas que no estén cubiertas por un preservativo, por lo que el
preservativo no ofrece una protección total contra la tricomoniasis.

La tricomoniasis puede afectar a personas de ambos sexos. Los


síntomas pueden variar de una persona a otra; muchos de los
sujetos infectados no saben que han contraído la enfermedad y,
por consiguiente, pueden seguir propagando la infección.

Para diagnosticar la tricomoniasis es necesario que un profesional


sanitario realice una prueba de laboratorio. 

Más vale prevenir que curar, ya que la tricomoniasis puede


incrementar el riesgo de contraer o transmitir otras infecciones de
transmisión sexual, como el VIH, y las mujeres embarazadas
infectadas son más propensas a tener niños prematuros con bajo
peso al nacer.

En 2016, se registraron 156 millones de nuevos casos de


tricomoniasis entre hombres y mujeres de 15 a 49 años.
La sífilis, una enfermedad grave
La sífilis, que se transmite por contacto sexual vaginal, anal y oral,
se manifiesta mediante la aparición de úlceras, denominadas
chancros, en los órganos genitales. Si no se trata, la sífilis puede
provocar problemas graves y permanentes, como lesión cerebral,
ceguera y parálisis. Muchas personas con sífilis no presentan
síntomas y no saben que están infectadas.

La sífilis tiene tres etapas. La etapa primaria se caracteriza por la


ulceración y la secundaria por la aparición de una erupción y la
inflamación de los ganglios linfáticos. Durante la etapa terciaria
pueden verse afectados el cerebro, el corazón y otros órganos.

Se estima que en 2016 se registraron 6,3 millones de casos de


sífilis.

La enfermedad se propaga por medio del contacto con las úlceras,


principalmente por sexo vaginal, oral y anal.

La madre puede transmitir la sífilis a su hijo durante el embarazo y


el parto. Se estima que 200 000 de las 988 000 mujeres
embarazadas con sífilis en 2016 dieron a luz a un mortinato. La
sífilis es la segunda causa de muerte prenatal en el mundo y puede
dar lugar a diversas complicaciones vinculadas al parto, como
muerte neonatal, deformaciones congénitas, prematuridad y bajo
peso al nacer.

Tómese en serio la sífilis: sométase a las pruebas y trate la


enfermedad rápidamente si es una persona en riesgo o presenta
síntomas. Se puede curar con un simple tratamiento de penicilina . 

La gonorrea
Es posible que dentro de poco ya no se pueda tratar la gonorrea.
Esta enfermedad, causada por una bacteria, se trata con dos
medicamentos, pero ya se ha desarrollado resistencia a uno de
ellos. Es posible que dentro de poco ya no haya ninguna opción
terapéutica para tratar las infecciones por gonorrea
multirresistente. 

Las personas a quienes se diagnostica gonorrea pueden sufrir


graves complicaciones. Si no se trata, la enfermedad puede causar
una inflamación del útero e infertilidad. La mujer embarazada
también puede transmitir la infección a su hijo. 

La infección en mujeres embarazadas puede provocar un trabajo


de parto y un parto prematuro o provocar la ceguera permanente
a un recién nacido.

En 2016 se registraron 87 millones de nuevos casos de gonorrea


entre hombres y mujeres de 15 a 49 años.

Síntomas
Las enfermedades de trasmisión sexual o las infecciones de
trasmisión sexual pueden presentar diversos signos y síntomas,
incluso la ausencia de síntomas. Es por eso por lo que pueden
pasar desapercibidas hasta que ocurren complicaciones o hasta
que se diagnostica a la pareja.

Los signos y síntomas que pueden indicar una infección de


trasmisión sexual incluyen:

 Llagas o protuberancias en los genitales o en la zona oral


o rectal

 Dolor o ardor al orinar

 Secreción proveniente del pene

 Flujo vaginal inusual o con mal olor

 Sangrado vaginal inusual

 Dolor durante las relaciones sexuales


 Dolor e inflamación de los ganglios linfáticos,
particularmente en la ingle, aunque a veces más
extendidos

 Dolor en la parte inferior del abdomen

 Fiebre

 Erupción en el tronco, las manos o los pies

Los signos y síntomas pueden aparecer unos días después de la


exposición. Sin embargo, pueden pasar años antes de que tengas
algún problema perceptible, según el organismo que provoque
la infección de trasmisión sexual.

Causas
Estas pueden ser las causas de las enfermedades de transmisión
sexual o infecciones de transmisión sexual:

 Bacterias. La gonorrea, la sífilis y la clamidia son


ejemplos de infecciones de transmisión sexual causadas
por bacterias.

 Parásitos. La tricomoniasis es una infección de


transmisión sexual que la causa un parásito.

 Virus. Las infecciones de transmisión sexual que las


causan virus incluyen el virus del papiloma humano, el
herpes genital y el VIH.

Otros tipos de infecciones (los virus de la hepatitis A, B y C, la


infección por Shigella y la infección por Giardia) pueden
transmitirse a través de la actividad sexual, pero es posible
infectarse sin contacto sexual.
Estas son algunas de las consecuencias
de las ITS  
Es importante que intentemos prevenir el contagio de una
ITS porque los efectos de este tipo de afecciones pueden
volverse bastante graves. Estas son algunas de las
consecuencias de las infecciones de transmisión sexual:

Mayor riesgo de contraer VIH


El virus de inmunodefi ciencia adquirida o  VIH es un virus
que va dañando y debilitando las células de nuestro sistema
inmunológico, lo cual nos deja expuestos a que padezcamos
otras infecciones y afecciones, como el SIDA. El riesgo de
contraer el VIH es mucho mayor en una persona que sufre
alguna ITS que en una persona que nunca ha tenido una
infección de transmisión sexual.

Infertilidad y embarazo ectópico


Otras consecuencias graves de contagiarnos de una ITS son
la infertilidad y el aumento de posibilidades de sufrir un
embarazo ectópico. Algunas infecciones  como la clamidia y
la gonorrea producen enfermedad infl amatoria pélvica y
otros daños en algunas partes del aparato reproductor,
como el útero y las trompas de Falopio.
Estas consecuencias pueden llegar a prevenirse si se recibe
el tratamiento adecuado a tiempo, por lo que es importante
que acudas al médico si sospechas que has podido
contagiarte.
Posibilidad de desarrollar cáncer
cervicouterino
El VPH o virus del papiloma humano es una infección de
transmisión sexual producida por alguna de las 40 variantes
que tiene este virus, las cuales se dividen en VPH de bajo
riesgo y VPH de alto riesgo. En el grupo de las variantes del
virus del papiloma humano que se consideran de alto riesgo
se encuentran, al menos, 14 tipos de VPH que producen
cáncer en el cérvix o cuello del útero y en el propio útero.
Según la OMS, esta ITS es la responsable del 70% de los
casos de cáncer cervicouterino.

Complicaciones en el embarazo
Las complicaciones durante el embarazo pueden darse por
gran variedad de factores. Por ejemplo, algunas de estas
complicaciones pueden ser consecuencia de no recibir un
tratamiento adecuado y/o a tiempo de algunas infecciones,
como sucede en el caso de las mujeres que contraen
afecciones o condiciones como la sífi lis. La sífi lis es una
infección de transmisión sexual provocada por una bacteria
que puede producir otros efectos graves como daños
cerebrales, ceguera y parálisis, entre otros.
CONCLUSIÓN

Resumen de los temas

En conclusión, un óvulo es fecundado sólo por uno de los cientos


de miles de espermatozoides que contiene el semen.
El embarazo es el período que transcurre entre la concepción
(fecundación de un óvulo por un espermatozoide) y el parto.

La vagina conduce el flujo menstrual de la hembra fuera del


cuerpo, recibe el pene masculino durante el coito y sirve como
canal del parto. En el proceso reproductivo, un espermatozoide
masculino y un óvulo femenino proporcionan la información
requerida para producir otro ser humano.

El sistema reproductor masculino está formado por el pene, el


escroto, los testículos, el epidídimo, el conducto deferente, la
próstata y las vesículas seminales. El pene y la uretra forman parte
del sistema urinario.

Tanto el sistema reproductor masculino como el sistema


reproductor femenino son necesarios para la reproducción. Los
seres humanos, al igual que otros organismos, trasmitimos algunas
de nuestras características a la siguiente generación. Lo hacemos a
través de los genes, los portadores especiales de los rasgos
humanos.

El aparato reproductor femenino consta de dos ovarios, dos


trompas de Falopio, el útero y la vagina. Normalmente, ya sea el
ovario izquierdo o el derecho produce un óvulo (ovulación)
alrededor de 11 a 17 días antes del siguiente período menstrual de
la mujer o, aproximadamente, una vez al mes.
Las ITS pueden tener importantes consecuencias para la salud,
incluidos síntomas en los genitales, complicaciones durante el
embarazo, infertilidad, aumento en la probabilidad
de transmisión del VIH y efectos psicosociales.
BIBLIOGRAFIA

Documentos en internet
Apellidos, Nombre (Año). Título en cursiva.
(Disponible en: página web y consultado en la
fecha).

Durex (2014) CONSECUENCIAS DE LAS INFECCIONES DE


TRANSMISIÓN SEXUAL (DISPONIBLE EN:
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ANEXOS

DOCUMENTOS
IMÁGENES

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