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Cuerpo mercurial: el Ibis

Se asocia con el elemento aire y el "mercurio del aire" alquímico:


Ba: El mercurio isiaco volátil: es la dimensión inferior del mercurio, el poder psíquico e
interior de un individuo, debido a la calidad de su conciencia mental conectada a la
conciencia sensorial. El poder del Ba depende en parte del Cuerpo Lunar, porque extrae
su poder de su interior, mientras que es el Ba el que permite a la sombra proyectarse
fuera del cuerpo o salir de la tumba, porque el Ba (Mercurio) sirve como regulador del
Cuerpo Lunar y sus impulsos. Para liberar el poder del Ba y hacerlo operativo hasta que
pueda pasar a través de la materia y desplegarse en todo el espacio, permitiendo que la
energía se exteriorice libremente, es necesario primero separarlo del Ka (azufre)
mediante la práctica de solución de los elementos realizada en el estado de Presencia
(volatilizar lo fijo); luego fijar el Ba volátil mediante el estado de Presencia, para eliminar
todos los procesos mentales dualistas y la procesión de emociones perturbantes que
generan, y así detener el curso del tiempo. Finalmente, la Re-unificación del Ba
(Mercurio) y del Ka (Azufre) permite el despertar del Ab a través del cual se realiza la
Piedra Roja. El cuerpo de luz (cuerpo astral) se transforma entonces en el Cuerpo
Glorioso Inmortal y evita así sufrir los efectos de la segunda muerte lunar y su amnesia,
porque cuando el Ka no se libera del Khaibit, cae con él hacia el cono de sombra de la
luna. El estado de Presencia es el alkaest, el menstruum de los sabios que posee la
capacidad de disolver los elementos y coagularse en un cuerpo sólido, el Spiritus aceti,
el agua solar: la Presencia hace que los cuerpos rojos despierten en ellos el fuego que
descansa en su interior para vivificarlos. Sin el disolvente de la Presencia, no se puede
obtener la Piedra de los Sabios. Se llega a la Presencia a través de un frío fuego metálico,
es decir, a través de una conciencia liberada de la dualidad, convulsiones, proyecciones,
etc., y a través de una conciencia liberada de la dualidad, de sus convulsiones,
proyecciones, etc.
"Donde falta este mercurio, falta todo el Arte. »
A medida que se disuelve, la Presencia se intensifica. Como la Presencia disuelve la
tierra, la tierra al mismo tiempo "coagula la Presencia" de modo que de las dos nace una
sustancia media, un agua espesa y negra donde el alma y el espíritu se oscurecen. Esta
agua es el verdadero imán del fuego solar universal: un espíritu hecho cuerpo y un
cuerpo hecho espíritu. Es el Caos del Arte de los Sabios, la codiciada materia prima, el
Mercurius duplicatus, el mercurio unido a su azufre. Es con esta tierra adamica, polvo de
oro, polvo rojo de tintura, que un nuevo cuerpo espiritual será engendrado. El antiguo
cuerpo-sal se ha transformado en agua, y esta tierra adánica se transformará a su vez
en una nueva cuerpo-sal. Porque la piedra o el oro no teñirá, si no están
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se tiñeron antes: "Sol non tingit, nisi tingatur". Por lo tanto, es importante separar por
medio de la Presencia la luz de las tinieblas, y luego intensificar la luz para que el fuego
solar universal siembre nuestro Ka y produzca el embrión del Cuerpo Glorioso. Este
último alcanzará el fruto rojo, el hijo del Sol a través de todos los colores de la obra.
Cabe señalar que el verbo "Ba" puede traducirse por "estar presente", "eficiente en un
lugar" y esto sin ninguna restricción. La presencia es el estado operativo de Ba. Sin ella,
el proceso del Gran Trabajo Interno Solar no puede ser completado. Para liberar y
arreglar el Ba, la ayuda de un maestro guía es necesaria. La relación con el maestro-guía
y el uso de prácticas apropiadas y de situaciones oportunas facilitarán la
desidentificación del yo, de la imagen corporal y el abandono de actitudes y
preocupaciones mundanas que obstaculizan el desarrollo interno y espiritual. Este paso
fundamental es en cierto modo el equivalente de la "separatio" en la Gran Obra
Metalúrgica. Suele ir precedida de una iniciación destinada a marcar simbólicamente el
fin del período de vida secular y a abrir los ciclos de la Gran Obra Interna. El Ba del
iniciado tiene ahora el poder de soportar los cambios ontológicos resultantes del
ascetismo interno y de asumir nuevas modalidades de existencia, alimentado por la
inteligencia espiritual proveniente de la irradiación del Ab. A través de su liberación de
la identificación con el co el Ba, bajo el impulso de Ab, se convierte en el agente
operativo de una conciencia liberada de las percepciones sensoriales ordinarias y abierta
a la intuición de la Unidad.
Ab o lb: Es el alma: la dimensión superior del cuerpo mar y el receptáculo de la memoria
personal que contiene la suma de las experiencias de esta vida, una conciencia
fundamental pero velada por ilusiones, huellas y condicionamientos. Esta conciencia es
la fuente de las apariencias que experimentamos en el presente. Si Ab es un testigo del
pasado, también es el po de la imaginación que mira al futuro. Ab, nuestra alma divina,
contiene el complejo de nuestra mentalidad pensante, la reserva de nuestras ideas y la
reserva de nuestros pensamientos.
Ab o lb: Es el alma: la dimensión superior del cuerpo mar y el receptáculo de la memoria
personal que contiene la suma de las experiencias de esta vida, una conciencia
fundamental pero velada por ilusiones, huellas y condicionamientos. Esta conciencia es
la fuente de las apariencias que experimentamos en el presente. Si Ab es un testigo del
pasado, también es el po de la imaginación que mira al futuro. Ab, nuestra alma divina,
contiene el complejo de nuestra mentalidad pensante, la reserva de nuestras ideas y
pasiones. Pero es sobre todo el receptáculo de la inteligencia intuitiva y espiritual que
reside en el corazón de la aurícula derecha, en forma de una pequeña masa de luz. Por
esta inteligencia, Ab nos da el universo. Cuando por los efectos de ello se asoc...

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