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A un óvulo fertilizado, o cigoto, le lleva aproximadamente 5 días llegar al útero desde la trompa

uterina. Al desplazarse, el cigoto se divide y se desarrolla para volverse un blastocisto,


con una masa interna de células y un anillo exterior protector. El blastocisto se une a la pared
del útero y gradualmente se implanta dentro del revestimiento uterino (endometrio).
Durante la implantación, sus células continúan diferenciándose. En el día 15 después de
la concepción, las células que formarán el embrión se convierten en un disco embrionario.
Otras células comienzan a formar estructuras de soporte. El saco vitelino, de un lado del disco,
formará parte del tracto digestivo. Del otro lado, el amnios se llena con líquido y rodeará al
embrión mientras éste se desarrolla. Otros grupos de células comienzan a producir el desarrollo
de la placenta y el cordón umbilical, que traerá nutrientes y eliminará desechos.
15 días después de la concepción se marca el inicio del período embrionario.
El embrión con disco embrionario plano, ahora se diferencia en tres capas: endodermo,
mesodermo y ectodermo. Todos los órganos del cuerpo humano derivan de estos tres tejidos.
Comienzan a curvarse y a plegarse para formar un cuerpo oblongo.
Para la semana 4, el embrión tiene una cabeza y una cola perceptibles y un corazón que late.
Durante las 6 semanas siguientes, se forman las extremidades, los ojos, las regiones encefálicas
y las vértebras. Aparecen versiones primitivas de todos los sistemas del cuerpo.
Hacia el final de la semana 10, el embrión es un feto.
Desde la semana 10 del embarazo, el feto crece dentro del útero, alimentado por la sangre
rica en nutrientes suministrada por el cordón umbilical.
La placenta le proporciona oxígeno y nutrientes al feto y elimina los productos de desecho
de la sangre del feto.
Se forman los huesos, los músculos, la piel y los tejidos conectivos.
Se desarrollan los sistemas del cuerpo.
Las extremidades y los rasgos faciales toman forma.
Alrededor de la semana 36 (generalmente), comienza el proceso de trabajo de parto.
En la primera etapa, DILATACIÓN, las hormonas estimulan las contracciones que se desplazan
en dirección descendente por las paredes uterinas.
Las contracciones empujan la cabeza del feto contra el cuello uterino en la parte baja del útero.
El cuello uterino se dilata.
En la segunda etapa, EXPULSIÓN, potentes contracciones empujan la cabeza y el resto
del cuerpo a través del cuello uterino dilatado, y hacia afuera a través de la vagina y la vulva.
Nace el bebé.
Contracciones adicionales expulsan la placenta, para completar la etapa placentaria
(ALUMBRAMIENTO).
Las estructuras reproductivas comienzan a formarse en la etapa embrionaria.
Para la semana 6, las gónadas y los genitales están presentes, pero no diferenciados.
La diferenciación en órganos masculinos o femeninos se determina mediante un cromosoma
aportado por el espermatozoide.
Este par contiene un cromosoma sexual X del óvulo femenino y un cromosoma sexual X o Y
del espermatozoide masculino.
Si el par de cromosomas es XY, las gónadas se transformarán en testículos a partir de la sem. 7.
Si el par de cromosomas es XX, las gónadas se transformarán en ovarios a partir de la sem. 8.
Los testículos secretan testosterona, la cual forma los genitales masculinos alrededor
de la semana 10. Sin testosterona, se forman genitales femeninos.
Todas las estructuras reproductoras están en su lugar al momento de nacimiento
o inmediatamente después de este.
En la pubertad, un aumento en las hormonas sexuales hará que dichas estructuras
crezcan a su tamaño adulto y con capacidad reproductiva.

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