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PRECOLOMBINA
Las construcciones erigidas en territorio maya poseen un sistema de cubiertas de fábrica
realizada con argamasa mezclada con grava, lo cual forma un hormigón casi monolítico,
esta particularidad ha hecho que los monumentos de esta gran cultura hayan resistido mejor
que otros a los ataques del tiempo, de los hombres y de la naturaleza, sino que pueden
seguir ofreciendo en la actualidad unos espacios internos intactos. La cultura maya ha
merecido la atención de investigación de diversas áreas del conocimiento, sin embargo, son
pocos los estudios técnicos realizados sobre sus materiales y técnicas constructivas,
aunque es evidente el uso de estucos, morteros y concretos utilizados como elementos
básicos de su arquitectura monumental. En ciertos sitios se puede observar el comienzo de
la utilización de la piedra para recubrir los edificios, así como un aumento en el tamaño y
un claro concepto de recinto para ceremonias periódicas, lo que incluye edificios de tipo
piramidal formados por basamentos superpuestos de planta rectangular o circular en cuya
cúspide, por lo general, había un templo al que se accedía por rampas o escalinatas.
HISTORIA DE CESSA
La historia del cemente en el país inicia el 17 de octubre de 1949, cuando nace la empresa
“Cemento de El Salvador, S.A” (CESSA). La empresa dio inicio a los trabajos de
construcción de la primera fábrica ubicada en la playa las Flores, en el municipio de
Acajutla. La empresa selecciono esta importante zona costera por tener grandes bancos de
conchas de mar triturada, también llamada coquina, que es la otra materia prima con que se
puede fabricar cemento por ser rica en contenido de carbonato de calcio, igual que la
caliza. El 5 de Enero de 1953 se puso en funcionamiento el primer horno rotatorio
CESSA y debido a la gran demanda de su producto CESSA respondió inaugurando un
segundo horno en 1957 y la capacidad de producción aumentó en más de 2 millones de
sacos de cemento. La materia prima de Acajutla se agotó. Y por ello en 1965 se inició la
producción de cemento en la nueva fábrica instalada en El Ronco, Metapán. La empresa
decidió trasladar la fábrica a Metapán porque existían depósitos inagotables de materia
prima y las vías de acceso eran buenas. Con el aumento en la demanda se decidió realizar
la segunda ampliación y esta consistió en el montaje del horno No.3, el cual, entró en
funcionamiento en 1967 y produce más de 7 millones de sacos por año. La tercera
ampliación significo el montaje del horno No.4 introduciendo el sistema seco para la
producción de cemento. Este horno comenzó a producir el 27 de Abril de 1979.
El acontecimiento empresarial más importante para CESSA sin duda fue su fusión con las
empresas:
Lo que consolido a la empresa y les permitió obtener economías de escala, así como
mejores niveles de eficiencia y productividad, con el objetivo de satisfacer la demanda
nacional.
Como ya se ha comentado en partes anteriores del trabajo, Holcim cuenta con 5 hornos
rotativos de los cuales se sabe que, en el año 1953 se instalo el horno rotativo No.1, quienes
para el año de 1956 obtuvieron muy buenos resultados y esto los impulso a instalar el
horno rotativo No.2. Nueve años después inauguran la planta de producción El Ronco,
fue entonces que para el año de 1967 se construye el horno rotativo No.3. Para el 27
de Abril de 1979 se introduce el sistema seco con el horno rotativo No.4; y para octubre del
año 1997 iniciaron la construcción del horno rotativo No.5.
PROYECTO HORNO No.5
El proyecto de expansió n de la planta CESSA de Cemento de El Salvador, incluyo la
construcció n de una nueva línea de producció n de clinker y cemento.
Los trabajos de construcció n de la nueva línea se iniciaron en diciembre de 1997 y se
concluyeron en septiembre de 1999.
La nueva línea tiene una capacidad de producción de más de 800,000 TM de cemento al año.
Para el 2005 Holcim se convierte en socio mayoritario al convertirse en accionista del 64%
de los títulos de CESSA.
Para abril del 2010, el gigante suizo logra incrementar su control sobre la cementera, no a
totalidad, pero si adquiriendo un 92% de los títulos, permitiéndole así cambiar la
denominación de la empresa y fortalecer su proyecto de expansión en Centroamérica.
El cambio de nombre de CESSA a Holcim El Salvador, fue una transición que, de acuerdo
al presidente de la firma para la región latinoamericana, Thomas Knoepfel, significó
estabilidad y crecimiento de la producción en el país. Se vuelve importante señalar que la
Transición de CESSA a Holcim se dio en el marco del primer año de gobierno del
Presidente Mauricio Funes, miembro del Frente Farabundo Martí para la Liberación
Nacional FMLN, condiciones que según Knoepfel simbolizó un voto de confianza para el
gobierno en turno y para internacionalizar una nueva etapa de desarrollo económico en el
país.
La meta para la industria actualmente es ampliar la Planta Maya, y en las dos fábricas,
modernizar la maquinaria adquiriendo un equipo que les permita reducir las emisiones
contaminantes.