Está en la página 1de 12

Zombi

Ir a la navegaciónIr a la búsqueda

Para otros usos de este término, véase Zombi (desambiguación).

Le Dit des trois morts et des trois vifs («Los tres vivos y los tres muertos»), cuadro del siglo XVII.

Es común encontrar en la cultura que se relacionen las adicciones con el estado de zombi. En la foto un
cartel de advertencia en un campo sembrado.

Un zombi (en plural zombis,1 del criollo haitiano zonbi)2 se refiere en términos generales a un ente que,
de una u otra manera, puede resucitar o volver a la vida. El concepto de zombi encuentra sus orígenes
en una figura legendaria propia del culto vudú haitiano. Se trata de un muerto resucitado por medios
mágicos por un hechicero para convertirlo en su esclavo. De acuerdo con la creencia, un houngan, bokor
o hechicero vudú, sería capaz, mediante un ritual, de resucitar a un muerto, que quedaría, sin embargo,
sometido en adelante a la voluntad de la persona que le devuelve la vida. También, según una creencia
popular, se dice que una persona que es mordida por un zombi, se convierte en uno de ellos.3

Índice

1 Etimología

2 Orígenes del zombi

3 Los tipos de zombis, el alma dual

3.1 Zombi, alma sin cuerpo

3.2 Zombi, cuerpo sin alma

4 Investigaciones

5 Zombi filosófico

6 Zombis en la ficción

6.1 Literatura

6.2 Cine
6.3 Cómic

6.4 Televisión

6.5 Videojuegos

6.6 Marchas de zombis

7 Apocalipsis zombi

8 Véase también

9 Notas

10 Referencias

11 Bibliografía

12 Enlaces externos

Etimología

Se han propuesto diferentes palabras y raíces de las cuales el término «zombi», como derivado del
criollo haitiano zonbi, pudo haber surgido.4 Hans-W. Ackermann y Jeanine Gauthier han recabado
algunas, proponiendo que es más factible que, debido a la relación racial, lingüística y cultural, de Haití
con África, el término haya derivado de lenguas africanas.5

Término Significado Lengua País

fúmbi Espíritu. Yoruba Cuba

mvumbi Individuo cataléptico o la parte invisible de un hombre. - Área del Congo

ndzumbi Cadáver. Mitsogho Gabón

nsumbi Demonio. - Área del Congo

nvumbi Un cuerpo sin alma. - Angola

nzambi El espíritu de una persona muerta. Kongo Área del Congo

zan bibi o zan bii La traducción al español sería “El coco” y se usa para asustar a los niños. Ewe,
Mina Ghana, Togo, Benín

zombi Retornado (el que ha regresado de la muerte). Kikongo, Bonda Área del Congo, Angola

Orígenes del zombi


Disfraces de zombi en la Plaza de los Vosgos.

Etnólogos e historiadores han llegado a la conclusión de que el zombi haitiano, en su génesis, está
íntimamente relacionado con la esclavitud y la opresión dentro de Haití.56

En 1697 se dio la primera aparición significativa del concepto y la palabra zombi, dentro de la novela
autobiográfica de Pierre-Corneille de Blessebois, Le Zombi du Grand Pérou, ou La comtesse de Cocagne.7
Dentro de la novela la figura del zombi resulta muy ambigua y se refiere principalmente a una entidad
incorpórea.7 También en el siglo XIX, el visitador y ministro residente en Haití Spenser St. John contaba a
sus amistades británicas cuentos de canibalismo y vudú que incluían la ingesta de infantes y la
exhumación de cadáveres como parte de ciertos rituales.8

La relación entre el esclavo y la figura del zombi ha sido anotada por varios estudiosos del tema;96105
generalmente se comparan características como los hábitos de comida, la ropa rasgada, la transición
hacia la esclavitud marcada por el bautismo o la asignación de un nuevo nombre, la pérdida de toda
relación con el ser que se era antes de la esclavitud, la muerte social, ausencia de un rito funeral luego
de la muerte y su estatus sociológico de objeto.7

La figura del zombi en Haití también pudo haber surgido como receptáculo o representación del miedo
que causaban la esclavitud y sus consecuencias dentro de la isla,711 incluso se le ha relacionado, en su
origen, con el mesmerismo.12 Se ha argumentado también que el concepto de zombi proliferó (sobre
todo a principios del siglo XX, y principalmente en Norteamérica), gracias al contexto de explotación y
denigración en Haití, debido a que productos culturales como el libro The Magic Island (1929) de William
Seabrook o la película The White Zombie (1932) de Victor Halperin pudieron haber ayudado a justificar
(en la opinión pública norteamericana) la intervención política y militar de los Estados Unidos de
América (entre 1915 y 1934) en una isla considerada “barbárica”.13

Es importante mencionar también que el concepto de zombi en Haití está fuertemente anclado a la
creencia del alma dual, y esta forma de concebir el alma ya estaba presente (con diversos matices)
dentro de algunas religiones africanas (en Benín, Camerún, Ghana, Nigeria, Togo, Tanzania, y Zaire, por
ejemplo).1415 Por lo tanto es importante, a la hora de discutir los orígenes del concepto de zombi',
tener en cuenta la significativa relación que guarda la religión vudú con algunas de las religiones
africanas.5
A través de la literatura y los diarios de viajero, la figura del zombi pasó a ser parte de la cultura popular
mundial, pero se puede decir que “desde sus primeras apariciones en la literatura, la palabra zombi ya
estaba relacionada con el luto, la muerte y la esclavitud".7

Los tipos de zombis, el alma dual

Hombre disfrazado de zombi.

Dentro de la religión vudú, está presente el concepto de alma dual que se encuentra íntimamente ligado
con la figura del zombi.5 Existen por lo menos dos tipos de alma según esta tradición: el Gros Bon Ange
(gran buen ángel) y el Ti Bon Ange (pequeño buen ángel).

El primero es un concepto espiritual al que se le atribuye la memoria, los sentimientos y la personalidad


de la persona.5 Esta alma está en relación directa con el cuerpo. Algunos estudiosos consideran que,
dentro de la religión vudú, perder el Gros Bon Ange equivale a perder la vida.16

El segundo tipo de alma, el Ti Bon Ange, está ligado al cerebro, a la sangre, a la cabeza y a la conciencia
del hombre.16 Representa, por un lado, al zombi (zombi incorpóreo) y por otro, su ausencia, o robo (por
parte del hechicero o bokor) explican, dentro del imaginario haitiano, la condición de zombi de una
persona (zombi corpóreo).165 A pesar de las discusiones acerca de las características y función que
ambos tipos de alma tienen, se ha llegado a aceptar generalmente que es el Ti bon Ange el que está
directamente relacionado con lo que los creyentes llaman el proceso de zombificación.161718

Esta división del alma en la religión vudú es importante para entender el concepto de zombi,
particularmente en lo relativo al Ti Bon Ange, pues es a partir de esa forma de alma que se desenvuelven
los dos tipos de zombi que han sido estudiados a partir de testimonios: el zombi corpóreo y el
incorpóreo, o como algunos estudiosos los han llamado: “el cuerpo sin alma” y el “alma sin cuerpo”.5

Está bien documentado que no hay una división tajante entre ambos tipos de zombis dentro del
pensamiento mágico en Haití; se puede observar que, dentro de los relatos recogidos por etnólogos, la
distinción entre un zombi y otro no es clara ni definitiva, pues los relatos pueden describir por ejemplo, a
un zombi que camina por la calle, que ha salido de su tumba, o uno que habita una vasija para ser
vendido después y brindar protección, pero ambos, por ejemplo, dentro del imaginario haitiano, pueden
funcionar como servidumbre doméstica.16
Zombi, alma sin cuerpo

De una manera semejante a la figura del espíritu familiar en el folclore europeo, el zombi como espíritu o
presencia (zombi incorpóreo) se encuentra en la tradición oral de Haití principalmente en el periodo pre-
revolucionario.7 En términos generales, se puede afirmar que, dentro de la tradición oral haitiana, la
palabra zombi también se puede adjudicar a una entidad espiritual, específicamente al Ti bon Ange.1617
19 El Ti bon Ange, una forma de alma del humano según la tradición vudú, sería capturado por el
hechicero (Bokor) de diversas formas y para distintos propósitos: existen testimonios que afirman que el
Ti Bon Ange es capturado (antes o después de la muerte) y depositado en un cántaro (canari).161020
Poseer el Ti Bon Ange de una persona resulta muy valioso, pues el hechicero puede venderlo o rentarlo,
de la misma forma que ocurriría con los zombis de carne y hueso.16 Se dice que, una vez que el bokor
posee el alma de alguien ya nadie la puede tomar.16

Puede ocurrir también que se pague a un bokor y este ponga polvos especiales en el camino por el que
la víctima vuelve del trabajo, al pisar estos polvos (wangas), el alma (Ti Bon Ange) de la víctima es
robada.105 Se han recolectado relatos que afirman que una costurera, por ejemplo, puede "disponer de
un zombi que va en busca de clientes y los atrae como un imán, [o bien], un estudiante que tiene
dificultades en la escuela puede recibir de sus padres un zombi que entonces será alojado en la punta de
su pluma para ayudarlo en los exámenes".16

Un zombi incorpóreo, dentro de la tradición oral haitiana, puede también usarse para asesinar a alguien,
hacer que alguien caiga enfermo o para destruir cosechas.2122

Zombi, cuerpo sin alma

Este tipo de zombi (corpóreo) responde al paradigma de una criatura que, en términos generales, es
regresada de la muerte por el hechicero, a través de distintos medios, y para diversos propósitos.23516
Desde la tradición oral haitiana se dice, por ejemplo, que una vez enterrada la persona en cuestión, esta
es exhumada y llamada tres veces por su nombre por parte del hechicero.1816 Otros relatos
recolectados afirman que el alma (Ti Bon Ange) es robada antes de que la víctima muera.1617

De la misma forma, se habla de individuos que no mueren, sino que son inducidos a una muerte
aparente (un letargo) a través del envenenamiento y posteriormente son enterrados vivos y sacados de
sus tumbas. El envenenamiento puede ir acompañado del robo del Ti Bon Ange, lo cual significaría que
"el zombi es realmente un individuo con el alma incompleta".24
Existen también versiones en las cuales, la forma de zombificación radica en que el hechicero aspira el
alma de la víctima a través de una grieta en la puerta de su casa, para luego traspasarla a una botella o
cántaro; la persona entonces cae enferma, muere y es enterrada. Posteriormente, el hechicero pide
permiso al cuidador del cementerio para extraer al cuerpo y así poner debajo de su nariz la botella con el
alma de la víctima, mientras le administra una droga especial.23 Se dice además que una vez resucitado
el cuerpo no puede ingerir alimentos con sal, pues volvería a la normalidad.16

A través de la cultura popular se ha diseminado la creencia de que aquella persona convertida en zombi
era usada para ciertos tipos de trabajos forzados, ya sea en plantaciones o como sirviente
doméstico.Nota 1 A pesar de que estas ideas existen verdaderamente en el imaginario haitiano, y que
han pasado, a través de la cultura de masas, al mundo entero, no hay evidencia de que tales fenómenos
ocurren en la realidad.252656

Investigaciones

Zora Neale Hurston.

En 1937 la folclorista estadounidense Zora Neale Hurston conoció en Haití el caso de Felicia Félix-Mentor,
fallecida y enterrada en 1907 y a quien, sin embargo, muchos lugareños aseguraban haber visto viva
treinta años después convertida en zombi.27 Hurston se interesó por rumores que afirmaban que los
zombis existían realmente aunque no eran muertos vivientes sino personas sometidas a drogas
psicoactivas que les privaban de voluntad. Sin embargo, no pudo encontrar datos que fueran más allá del
mero rumor.27

Zora Neale Hurston

Ir a la navegaciónIr a la búsqueda

Zora Neale Hurston

Hurston-Zora-Neale-LOC.jpg

Zora Neale Hurston

Información personal

Nacimiento 7 de enero de 1891


Eatonville, Florida

Fallecimiento 28 de enero de 1960

Fort Pierce, Florida

Causa de muerte Accidente cerebrovascular Ver y modificar los datos en Wikidata

Nacionalidad Estados Unidos

ReligiónAteísmo Ver y modificar los datos en Wikidata

Educación

Educada en

Universidad Howard (Grado de asociado)

Universidad de Columbia

Barnard College (B.A. en Antropología; 1925-1928) Ver y modificar los datos en Wikidata

Información profesional

Ocupación escritora y antropóloga

Años activa Modernismo anglosajón

Movimiento Renacimiento de Harlem

Géneros novela, teatro, ensayo

Obras notables Sus ojos miraban a Dios Ver y modificar los datos en Wikidata

Partido político Partido Republicano Ver y modificar los datos en Wikidata

Sitio web www.zoranealehurston.com Ver y modificar los datos en Wikidata

Distinciones

Salón de la Fama de las mujeres de Florida

Salón de la Fama de los Artistas de Florida

Beca Guggenheim (1936 y 1937)

Premio Anisfield-Wolf (1943)

Salón Nacional de la Fama de Mujeres (1994) Ver y modificar los datos en Wikidata
Firma Zora Neale Hurston signature.svg

[editar datos en Wikidata]

Zora Neale Hurston (Eatonville, Florida; 7 de enero de 1891–Fort Pierce, 28 de enero de 1960) fue una
antropóloga y escritora folklorista estadounidense y una de las figuras más importantes del
Renacimiento de Harlem.12 Su obra literaria, ampliamente reconocida en la actualidad, no fue apreciada
mientras estuvo viva y Hurston murió en la pobreza.3 Su obra más conocida es Their Eyes Were Watching
God (Sus ojos miraban a Dios, 1937), obra de contenidos semibiográficos.4

Índice

1 Infancia y juventud

2 Antropología, folklorismo y primeras publicaciones

3 Renacimiento de Harlem

4 Los que están más al sur

5 Críticas de la obra de Zora Neale Hurston

6 Redescubriendo a Zora Neale Hurston

7 Véase también

8 Bibliografía

8.1 Novela y relatos

9 Referencias

10 Bibliografía

Infancia y juventud

Durante años se ha creído que Hurston nació en Eatonville, Florida, un lugar completamente poblado por
afroamericanos. Eatonville fue el primer poblado enteramente afroamericano en ser incorporado a EE.
UU.5 después de la Proclamación de Emancipación, la declaración firmada por Abraham Lincoln que
otorgaba la libertad a los esclavos en los Estados Confederados de América. Éste entorno influiría
posteriormente de gran manera en su escritura, especialmente por la riqueza de su tradición oral y la
espontaneidad y originalidad de sus cuentacuentos. En 1990, un director de cine aseguró que Hurston
había nacido en realidad en Notasulga, Alabama, y a la edad de tres años se trasladó a Eatonville, el
pueblo que la acogió y que se convertiría en su fuente de inspiración, sin embargo, no existen datos
suficientes para determinar la veracidad de esta afirmación, así como no la hay para su nacimiento, que
al día de hoy, sigue siendo una suposición. Su padre, John Hurston era un predicador baptista que se
convertiría en alcalde de Eatonville. Sobre su madre, Lucy Ann Potts Hurston, no existen muchos datos
objetivos, salvo que su muerte acontece cuando Hurston tenía 13 años y que había sido maestra de
escuela.6 Sin embargo su presencia es recurrente en la obra de Hurston en todo lo referente al
folklorismo y la tradición.

Tras la muerte de su madre, fue enviada a un colegio privado en Jacksonville y se asume también que
vivió con otros familiares; en sus propias palabras, fue: “pasada de mano en mano como un penique”,7
rechazada por su padre y su nueva esposa. Después de alcanzar la mayoría de edad pasó largo tiempo
trabajando como empleada doméstica, camarera y viajando por el estado de Florida. A pesar de su
pobre educación era una gran lectora, y en 1917 entró en la academia Morgan en Baltimore. Tenía
entonces 26 años, aunque reescribe su fecha de nacimiento como nacida en 1901, es decir, fingiendo
tener diez años menos.4 Entre 1919-1924 se matricula en la Universidade Howard de Washington, D.C.,
donde encuentra inspiración para perseguir una carrera literaria en la figura de su profesor de filosofía,
la autoridad en cultura afroamericana Alain Locke.

Antropología, folklorismo y primeras publicaciones

Publica su primer relato, John Redding Goes to Sea en 1921, en la revista de la universidad. En los años
siguientes varios de sus relatos aparecen en diversas revistas. En 1924, se ve forzada a abandonar su
carrera al no poder financiarla, sin embargo, sus relatos publicados llamaron la atención de las figuras
que luego darían forma al Renacimiento de Harlem, como Langston Hughes o Countee Cullen. Con los
que luego colaborará en la revista En 1925 obtuvo una beca para estudiar antropología en el Barnard
College, afiliado de la Universidad de Columbia (N.Y.) gracias a la antropóloga Annie Nathan Meyer.8 Allí
trabaja con el conocido antropólogo Franz Boas y se gradúa en 1928.

Viviendo en Harlem, se convierte en un miembro del Renacimiento, y se dedica al estudio antropológico


y folklorista de su lugar de nacimiento, Eatonville, fascinada por su naturaleza utópica: las canciones,
historias, tradiciones y proverbios de la sabiduría popular. Recolecta datos sobre el folklore del Sur más
profundo, se lanza a explorar las regiones más desconocidas de Florida, Misisipi, y Luisiana, que luego
recogería en sus colecciones de novelas y relatos, como Mules and Men, (1935) Jonah’s Gourd Vine,
(1934) o Moses: Man of the Mountain, (1939).9

Renacimiento de Harlem

Artículo principal: Renacimiento de Harlem


El Renacimiento de Harlem representó un incremento en la producción creativa (en literatura, arte, y
música) liderado por la comunidad afrodescendiente que vivía en el gueto de Harlem, Nueva York,
después de la Primera guerra mundial y la Gran depresión.

En Harlem, Hurston crea con Langston Hughes y Wallace Stevens la revista Fire!, que solo publica un
número. Viviendo en Nueva York, Hurston es reconocida no solo por su obra literaria, sino también por
su pensamiento político y lo extravagante de su personalidad (para la época). El Renacimiento de Harlem
se promocionó en gran medida gracias a las donaciones de mecenas blancos, lo que constituye una de
las críticas más frecuentes al movimiento. Con Zora Neale Hurston no fue diferente, y fondos de
organizaciones filantrópicas así como el patronazgo de editores y académicos blancos le permitieron
dedicarse a su obra de ficción y antropología.

Uno de los rasgos más interesantes del aporte del Renacimiento de Harlem a la literatura
norteamericana es que su representación del “hombre negro” no era ya la de una víctima de la
esclavitud que se rebela y busca la compasión de sus lectores. Para los escritores de Harlem, la mayoría
de ellos siendo la primera generación nacida ya libre, la idea era reflejar a un “nuevo negro”, uno
orgulloso de su raza y sus raíces, en resumen, alterar la forma en la que el hombre negro se ve a sí
mismo. En el caso de Hurston, esta visión se amplía para envolver también a la mujer; en muchos de sus
relatos, como en Sweat (Sudor), la mujer es fuerte e independiente actitudes que se ven amenazadas
por una figura masculina que no las aprecia.10

Los que están más al sur

En 1936, Hurston obtiene una beca de investigación Guggenheim para estudiar la práctica del Obeah
(Vudú, santería) en el Caribe inglés. Viaja a Jamaica y Haití, donde escribe Their Eyes Were watching God
(Sus ojos miraban a Dios), pues encuentra en este entorno de folklore rural la inspiración y la energía
para recuperarse de una relación fallida con un hombre más joven que ella, al que dejó atrás para
continuar con su investigación, Sus ojos miraban a Dios trata una situación muy similar. Vivió en el Caribe
durante dos años y la información que recolecta allí, descripción de costumbres y supersticiones,
grabación de canciones, chistes, juegos y fotografías de danzas, aparece en su segunda compilación de
folklore, Tell My Horse (1938).11 El estudio sobre la práctica del vudú y el Judú (hoodoo) en el Caribe
inglés se transforma en mucho más de la mano ya más experta de Hurston. Trata el Vudú como una
práctica religiosa seria, algo que no se hacía por entonces, originaria de África y que existe
entremezclada con el Cristianismo. Tanto en sus compilaciones de folklore como en sus novelas y relatos,
Hurston hace siempre un esfuerzo en plasmar el modo de hablar de sus personajes, sus dialectos, lo cual
hace difícil su lectura, pero a la vez dotan a sus textos del “sabor a realidad” que falta en algunos de sus
contemporáneos. Esta diferencia está fundada en su propio estilo al escribir. Hurston, con los años, da
preferencia a la descripción de sus personajes a través de sus acciones, en lugar de optar por
descripciones hechas por el narrador u otros personajes. Por otro lado, la temática que la obra de
Hurston suele tratar es más íntima, en el sentido de que se ocupa de las relaciones entre miembros de
una comunidad afrodescendiente (normalmente Eatonville) en lugar de hacerlo en las relaciones entre el
hombre negro y el blanco. El texto de Tell My Horse es un ejemplo de la mezcla de estilos que caracteriza
sus textos: antropología y ficción, crítica política, y fotografía, etc.

Críticas de la obra de Zora Neale Hurston

Hurston fue una figura controvertida dentro y fuera del renacimiento de Harlem. Para empezar, sus ideas
políticas mostraban un fuerte contraste con las de muchos de sus contemporáneos de Harlem, puesto
que rechazaba el comunismo, y se declaraba republicana. Esto provocó dos corrientes bien distinguidas
dentro del Renacimiento, por una lado el procomunismo liderado por Langston Hughes y por otro el más
conservador, que lideraba Hurston. Su pensamiento político en este respecto era muy conservador, por
ejemplo, estaba en contra de la integración de la comunidad negra a la blanca, lo que demostró
haciendo propaganda política a Robert Taft en las elecciones presidenciales de 1952.12 Una de las
razones para esta oposición eran las consecuencias que veía en la integración educativa, pues creía que
de esa manera la tradición cultural afroamericana se perdería, al ser pasada por alto por las juntas de
educación lideradas por hombres blancos. Esto se puede ver en su crítica a la decisión de la Corte
Suprema de los Estados Unidos en el caso de Brown contra la junta de educación.

Como se ha dicho anteriormente, la obra de Hurston permaneció desconocida hasta entrados los años
70. Una de las posibles razones es la representación del dialecto afroamericano que utilizaba en los
diálogos de sus personajes. Para algunos críticos de la época, esta representación constituía una
caricatura del analfabetismo de muchos afroamericanos. Sin embargo, esto mismo se ve como un gran
trabajo estilístico en la actualidad. La otra es la misma oposición de sus contemporáneos del
Renacimiento, especialmente Richard Wright, que veían en sus obras más tardías un abandono de las
intenciones del Renacimiento, no hay “crítica ni temas ni pensamiento”.

El conservadurismo de Hurston también contribuyó a entorpecer la difusión de sus obras. En los años 30
y 40, el autor afroamericano más prolífico era Richard Wright, la obra del cual era explícitamente política.
Wright estaba desencantado con el comunismo, y era más obvio en exponer su pensamiento sobre la
lucha por el respeto y la igualdad económica de la comunidad afrodescendiente. Otro autor popular era
Ralph Ellison, que se alineaba más con la visión de Wright. La obra de Hurston no encajaba en este
espectro.

Al publicar su ambiciosa novela Seraph on the Suwanee en 1948, Hurston vuelve a traspasar los límites
de la escritura afroamericana de la época al escribir de forma a primera vista apolítica. Seraph on the
Suwanee es una obra sobre blancos empobrecidos haciéndose un hueco en la industria de Florida, los
personajes negros son secundarios. Fue una obra atrevida, ya que ni los intelectuales afroamericanos ni
los blancos podían aceptar la idea de un autor negro hablando a través de personajes blancos. Las duras
críticas que esta obra recibió hicieron que fuera el último esfuerzo literario de Hurston antes de retirarse
a un pequeño pueblo de Florida por el resto de su vida. Según Hurston declaró, el texto es un testimonio
de su propia definición tanto como escritora afrodescendiente como regionalista. Por otro lado, en los
círculos académicos, los antropólogos frecuentemente catalogaron sus obras como ficción, y no los
añadieron a las listas de textos antropológicos.

Redescubriendo a Zora Neale Hurston

También podría gustarte