Está en la página 1de 1

Poder general.

Este tipo de poder funciona para realizar diversos actos jurídicos y no


pierde su valor con cada uso. Suele clasificarse en 3 tipos:

• Poder general para actos de dominio.

Por medio de este poder se le concede al apoderado amplias facultades, tal como si
fuera el mismo dueño, de tal manera que puede usar el poder varias veces hasta que
sea revocado. Con este poder se puede disponer del patrimonio para realizar una
compraventa de inmuebles o realizar otros actos relacionados a los bienes, como
hacerse cargo de las hipotecas de los mismos.

• Poder para actos de administración.

El apoderado puede gestionar el patrimonio del representado, para realizar diversas


acciones como firmar contratos o trámites ante diversas personas e instituciones,
donde esté implicada la administración, conservación y resguardo de los bienes.

• Poder general para pleitos y cobranza.

Con este poder el apoderado puede representar al poderdante en diversos juicios o


trámites independientemente del carácter, ya sea civil, penal, familiar, laboral o
administrativo.

Poder especial. El apoderado tiene la facultad de realizar un acto jurídico específico;


es decir, que el poder está limitado para llevar a cabo solo una acción y este pierde su
valor cuando la acción se termina. Con esto se puede obtener una mayor seguridad de
que no se podrán realizar otros actos que no hayan sido asignados.

Paola Vanessa Loperena Gutierrez

También podría gustarte