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Apoderamiento

El contrato de apoderamiento es un poder muy parecido a un mandato. La diferencia principal


radica en que el mandato es un contrato para la realización de una obligación concretada por
las partes y por tanto requiere aceptación del mandatario. El apoderamiento, sin embargo, es
una declaración de voluntad unilateral de quien desea ser representado. No requiere
aceptación del apoderado, ya que no se pacta una obligación específica, sino una general para
realizar diversas acciones en nombre del representado.

Por ejemplo, el poder para la administración de una empresa permite al apoderado firmar
acuerdos y contratos (contraer obligaciones) en nombre del representado.

En el apoderamiento aparecen dos figuras:

 El representante (apoderado), quien obra en nombre de otro.


 El representado (poderdante), aquél en cuyo nombre se actúa.

Características del apoderamiento


Este contrato otorga al representante la facultad de actuar en nombre del representado. Le da
poder para que concluya actos o negocios jurídicos como si éste mismo los hubiera celebrado.

No requiere aceptación del representante.

En el contrato se delimita qué clase de actos se le permiten y cuáles no, dependiendo de si el


poder es general o especial. Tiene cierto margen de actuación.

El representante contrata en nombre de la persona a quien representa, por tanto, la obligación


une al representado y al tercero con quien contrata.

El representante queda fuera del contrato, respondiendo sólo ante su poderdante por aquellos
actos que sobrepasen el poder para el cual se le contrató.

Utilice el apoderamiento para:


 Desistir de acciones.
 Renunciar a derechos en nombre de otra persona.
 Asumir o reconocer obligaciones en nombre de un obligado tributario.
 Solicitar devoluciones de ingresos indebidos o reembolso.

Requisitos del mandato y del apoderamiento


Tanto el mandato como el apoderamiento solo necesitan de una persona que dé unas
instrucciones o facultades precisas a otra para que las lleve a cabo. Estos contratos son también
conocidos como poder, y aunque suele ser notarial, no tiene por qué serlo siempre para que se
reconozca su validez. Por lo demás, ambas figuras poseen las mismas características. Incluso en
ocasiones se contrata de forma mixta (como vimos antes, el mandato con representación).

Forma del mandato y del apoderamiento


Tanto el mandato como el apoderamiento pueden hacerse:
 Expreso o tácitamente.
 Por escrito o verbal.
 Obligatoriamente, deberán constar en documento público el poder para contraer
matrimonio, el poder general para pleitos y los especiales que deban presentarse en
juicio, el poder para administrar bienes y cualquier otro que tenga por objeto un acto
redactado o que deba redactarse en escritura pública, o que pueda perjudicar a
tercero.

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