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FACULTAD DE INGENERIA
Escuela Profesional de Ingeniería de Sistemas
Trabajo de investigación:
MI REALIDAD ECONÓMICA Y SOCIAL FAMILIAR
Curso:
RALIDAD REGIONAL Y NACIONAL
Docente:
LANDEO MUÑOS PABLO ANTONIO
Alumno:
HERBAS DE LA CRUZ JHON ROGERS
APURIMAC – ANDAHUAYLAS
2022
AGRADECIMIENTO
LA ENTREVISTA
LA OBSERVACIÓN
Me parece que fue a finales de enero del 2020 cuando por primera vez escuché algo
acerca de una palabra que nunca antes había escuchado: “coronavirus”. Ni siquiera me
es posible recordar exactamente cómo conocí esa palabra extraña, tal vez fue en redes
sociales o tal vez la escuché de alguien que conozco, en fin, no era algo que mereciera
mi atención.
Posteriormente, esa palabra la escuchaba cada vez más y en más lugares y por fin supe
qué significaba: una rara enfermedad que se estaba presentando en China, sin embargo,
no parecía nada muy impresionante pero las señales de alerta ahí estaban… “El gobierno
chino construirá un hospital en 10 días para atender pacientes de Coronavirus”, eso era
un encabezado recurrente que se podía encontrar en algunos medios de comunicación,
en las noticias de la televisión o algún artículo de dudosa procedencia en Facebook.
Mientras más se hacía conocida, más personas comenzaban a enterarse y la gente
comenzaría a platicar de esta rara enfermedad y, por supuesto, los memes que
caracterizan estos tiempos no se harían esperar, sin embargo, al ser algo que pasaba del
otro lado del mundo se tomó con mucho humor.
Con el tiempo nos iríamos enterando de que el virus había comenzado a salir de las
fronteras de Wuhan, para comenzar a expandirse por China, lo cual, solo sería cuestión
de tiempo para que cada vez avanzara más y en efecto, los primeros casos comenzaron
a aparecer en otras partes del mundo.
Cuando el llamado “Coronavirus” ya tenía en él los ojos de gran parte del mundo,
comenzó a hacerse viral una serie de videos de doctores y enfermeras provenientes de
China, en los cuales se ventiló una situación aterradora en la que los hospitales estaban
saturados y los médicos morían, asimismo, también se hicieron públicos videos en los
que personas caminando por las calles se desplomaban sin más, personas notoriamente
infectadas tosiendo y estornudando intencionalmente en objetos de uso público como
botones de elevadores o en picaportes de las puertas para agravar el contagio, entre
otras cosas.
Evidentemente, esto daría mucho de qué hablar y comenzaría con la difusión del pánico.
Con el paso de los días nos enteraríamos de que algunas ciudades del mundo estarían
en cuarentena; en algunos casos la cuarentena era de cierta manera “voluntaria”, sin
embargo, otras ciudades pondrían a sus fuerzas armadas en las calles para evitar que las
personas salieran de sus hogares, principalmente en las ciudades más afectadas hasta
ese momento.
1.2 DURANTE LA PANDEMIA
Llegó el día en el que se supiera que el primer contagiado había aparecido en Perú el 06
de marzo. Este joven procedente de Europa se contagió, trayéndolo hasta aquí y eso
sería el principio de todo.
“El presidente de la República, Martín Vizcarra, anunció esta noche que el Consejo de
Ministros aprobó un decreto supremo que declara el estado de emergencia nacional -
por un plazo de 15 días calendario- debido a las graves circunstancias que afectan la vida
de la Nación a consecuencia del coronavirus.
En un Mensaje a la Nación, el Dignatario informó que esta medida, que rige a partir de
las 00:00 del lunes 16 de marzo, implica el aislamiento social obligatorio de nuestra
población.” (Diario el peruano, 2020)
Creo que lo primero que sucedió posterior a esta noticia fueron las compras de pánico
en los supermercados; de una semana para otra comenzó la escasez de productos como
enlatados, sopas instantáneas, papel higiénico y artículos sanitarios como papel
higiénico, gel antibacterial y cubrebocas. Cada día se iban registrando más casos,
primero uno, unos cuantos días después serían dos, luego cinco… Los casos
aumentaban.
Primero se negaba a creer que la pandemia mundial declarada por la OMS, e incluso
incitaba a las personas para no guardar la cuarentena y a llevar sus vidas con normalidad
y diciendo que él estaba protegido por su religión católica. Esta cuarentena consistiría
en la cancelación de todas las clases de todos los niveles académicos, la entrada
condicionada a una sola persona en los supermercados, el uso de cubrebocas en las
calles, etc.
Si bien, el pánico ya estaba en las personas, ahora sin poder salir, se agregaría una
incertidumbre increíble y una gran desesperación al sentir de las personas. Las primeras
dos semanas de cuarentena fueron tomadas en cierta medida, a la ligera, aun se
llevaban a cabo reuniones sociales y muchas personas salían a las calles sin protección;
algunas por necesidad de ir a trabajar y otras simplemente por comodidad.
Los días pasaban y los contagios aumentaban y pasarían de unos cuantos a decenas y,
eventualmente a las centenas. Fue para este momento que muchos negocios
comenzaron a quebrar, ya que las condiciones de la cuarentena les impedían generar
ingresos, en otro casos, algunas empresas redujeron el sueldo de sus empleados y otras,
al no estar preparadas para esta situación tuvieron que dar de baja a sus empleados,
provocando una oleada de desempleo.
Cuando las personas hubieron entendido la gravedad de la situación, se empezaron a
buscar alternativas que permitieran reanudar algunas actividades sin que se corriera
peligro de exponerse, como lo son las clases en línea de primarias y universidades, los
encargos de comida por aplicación se hicieron lo más común y plataformas digitales de
series y películas se hicieron parte de las actividades cotidianas.
El sentir general constaba de una desesperación por regresar a la normalidad a la que
estábamos acostumbrados y de un miedo enorme a contraer el contagio, ya que los
casos ya abarcaban miles. El papel de las redes sociales fue y sigue siendo de vital
importancia, ya que, además de mantener la comunicación con familia o amistades, las
redes fueron el principal difusor de noticias, lo cual hizo masiva la difusión de noticias
falsas que acrecentaban el pánico, en cierta forma, como un medio para expresar el
sentir de la gente, a veces con humor (memes, videos cómicos, canciones) y otras veces
en un tono más serio.
Las fases de la pandemia fueron cambiando conforme aumentaban los casos, llegando
así a la tercera y última fase que consiste en un contagio terriblemente general. Para
este momento, se pensaba que el punto más alto en la estadística de contagios se
alcanzaría en los primeros días de mayo, sin embargo, desde esos días, hasta el
momento los contagios no paran de aumentar.
Ahora se habla de volver a nuestra vida cotidiana, lo cual consiste en que las actividades
se comenzarán a retomar paulatinamente, pero tomando todas las precauciones
habidas, haciendo obligatorio el uso de cubrebocas.
El día de hoy la situación sigue siendo incierta, y perdura el miedo a contraer esta rara
enfermedad que, hasta el día de hoy, se habla de que probablemente exista un brote
mas, aunque los casos han desaparecido. Algunos países lograron contener sus
contagios casi totalmente, siendo el caso de China, por ejemplo. Sin embargo, el hecho
de retomar nuestras vidas de esta manera causa un miedo generalizado. Sólo queda
esperar que no se estén tomando las medidas precipitadamente. Cabe mencionar que
lo dicho en este texto se limita a mi percepción y mi experiencia personal, por lo que las
situaciones aquí descritas no abarcan a la población en general sino únicamente a un
círculo familiar cercano al mío.
Debo reconocer que me siento afortunado de que esta coyuntura se haya presentado
en estos tiempos, en los que el entretenimiento está en el celular que uno carga en el
bolsillo, y que sin duda plataformas como Netflix o YouTube se han convertido en mis
compañeras más cercanas. Temo por el bienestar de mi familia y amistades, aunque sé
que la mayoría de ellos están tomando las debidas precauciones.
Es imposible no sentir nostalgia por la vida que llevaba antes, extraño los días en que
podía abrazar a mis seres queridos y de vez en cuando compartir una cerveza grande o
un cigarrillo y sentarme a platicar sobre cualquier asunto que no se destaque por su
relevancia.
CONCLUSIONES
El coronavirus ha afectado todas las esferas de la vida humana, como las relaciones
interpersonales y, especialmente, las relaciones familiares en los aspectos ya analizados,
y en otros más que seguramente se van a manifestar con el transcurso del tiempo. Sin
duda, el confinamiento obligatorio y las restricciones inciden de forma directa en las
relaciones de familia, ya que al limitar su desplazamiento se ven afectadas las relaciones
y, por otro lado, la posibilidad de contagio del virus genera factores de riesgo respecto
a la salud.
BIBLIOGRAFÍA