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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION SUPERIOR

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL “SIMON RODRIGUEZ”

NUCLEO: BARCELONA

Fac. Prof: Autores:

JOSE SAIZ NINAIVANA PARUCHO

CI: 30.383.780

MARIO JOSE DE FURIA

CI: 24.830.215

Barcelona, Diciembre, 2020


INTRODUCCION

Para la realización de este informe, el cual habla sobre la economía


social de Venezuela desde 1998 hasta la actualidad hay que nombrar que en el
sector empresarial público y privado a decaído a un alto porcentaje el cual han
tenido que emigrar de nuestro país Venezuela buscando mejoras.

En la economía de Venezuela tenemos que ha caído a más de un 60%


debido a la crisis que atravesamos hoy en día debido a los 7 años de mal
manejo que ha tenido Venezuela durante este gobierno, solo preocuparse por
la parte política y no económica de nuestra nación
La Revolución bolivariana es como se define el proceso político e
ideológico de la actual administración en Venezuela desde 1998 con la
elección de Hugo Chávez como presidente.

Según sus partidarios, la revolución está basada en el ideario de Simón


Bolívar, en las doctrinas de Simón Rodríguez quien proponía que América
Latina inventase su propio sistema político y Ezequiel Zamora. Tiene como fin
impulsar el patriotismo hispanoamericano y llegar a un nuevo socialismo.
Chávez comenzó su Gobierno convocando a una Asamblea Constituyente en
1999, donde se redactó una nueva Constitución que cambiaría el nombre oficial
del país a República Bolivariana de Venezuela.

Según el discurso pronunciado y propuesto por el gobierno como una


definición en el XVI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes expresa
que es el tránsito y evolución de cuatro macro dinámicas auto impuestas:

La revolución antiimperialista.
La revolución democrática-burguesa.
La contrarrevolución neoliberal.
La pretensión de llegar a una sociedad socialista del siglo XXI.

Esto afecta de forma directa o indirecta a grupos de personas, empresas y


gobiernos también. Existen muchos puntos de vista al respecto dentro y fuera
del país producto de la desinformación y el fanatismo. Se cree que la vía auto
inducida se encuentra en un estado de no retorno.

La escasez de productos básicos y largas filas en las tiendas generaron


desconfianza en el gobierno, además la falta de inversión y el deterioro de las
infraestructuras públicas hacen que algunos la llamen fracaso revolucionario.

En el año 2000 Hugo Chávez invitó a la formación de los llamados círculos


Bolivarianos, y autorizó al entonces vice-presidente Diosdado Cabello a apoyar
económicamente a estas formaciones. Adicionalmente, para el año 2005 se
aprueban los círculos.

Los círculos debían constituirse de manera descentralizada, organizadas


en los barrios y, a pesar de sus orígenes, debían ser autónomos, para llevar las
ideas bolivarianas a la población y conformar un foro para una cooperación
efectiva, especialmente en labores sociales de mutuo auxilio. A diferencia de,
por ejemplo, las asociaciones de vecinos, su autonomía no quedaba limitada a
la política local, sino que también se expresaban en cuestiones políticas
nacionales.

La oposición acusa a los Círculos Bolivarianos de administrar la fuerza e


incluso ejecutar injusticias políticas.

Los Círculos Bolivarianos no están restringidos a Venezuela ni a los


venezolanos, también se encuentran en el extranjero; por ejemplo se pueden
localizar en lugares como Madrid, Barcelona, Galicia, Lisboa, Tenerife, Miami,
Sao Paulo, por mencionar algunas raíces latinas.

Chávez admitió que antes del intento de la oligarquía venezolana de


derrocar su gobierno en 2002, no estaba decidido ideológicamente a favor
del socialismo. Estos hechos lo llevaron a pensar que no existe la tercera vía,
que la revolución tiene que ser anti-imperialista, encaminándose, mediante la
democracia revolucionaria, hacia el socialismo del siglo XXI.

La Revolución Bolivariana incluyó la elaboración de una nueva


constitución, denominada por el gobierno Constitución Bolivariana, que sería
aprobada en referéndum, y en la cual se definen cinco poderes
públicos: ejecutivo, legislativo

La revolución bolivariana tiene un importante componente social, en


especial cuando el presidente Hugo Chávez se declaró con el transcurrir de su
gobierno- como socialista y aseguró que Simón Bolívar fue igualmente
socialista, y en nombre de dar poder a los pobres, creó diversos programas
denominadas misiones, conocidos en general como, misiones Bolivarianas o
misión Cristo; entre ella se destacan las educativas, como la misión Robinson,
Ribas y Sucre; y sobre todo la más publicitada, misión Barrio Adentro, de
carácter médico-asistencial. Todas ejecutadas en el segundo período
constitucional para el presidente Chávez. Aunque en sus primeros años de
gobiernos estaba el programa Plan Bolívar 2000 cuya características eran la de
embellecimientos de lugares públicos y la creación de mercados de gran
envergadura aumentando la infraestructura. Este último plan desapareció, pero
el sistema de mercados continuó y se aglutinó en el reciente Misión mercal -
incluida en las misiones bolivarianas-, usando más al personal civil.

En octubre y noviembre de 2003, diputados del parlamento venezolano


publicaron material que sugería que se preparaba un nuevo golpe de estado de
los círculos derechistas de

El más conocido y criticado es el intercambio de petróleo por médicos,


educadores, entrenadores deportivos y otros servicios profesionales, para
después crear la organización internacional ALBA, que por el momento agrupa
a Venezuela, Bolivia (desde 2005), Nicaragua (2007) y Cuba, y está destinada
como una alternativa al ALCA promovido por Estados Unidos. El rechazo por
la estrecha relación cubano-venezolana se manifestó abiertamente durante
el Golpe de estado de 2002 cuando la embajada cubana en Caracas fue
atacada, Chávez acusó a militantes del partido Primero Justicia, y en particular
sus dirigentes Leopoldo López y Henrique Capriles Radonski, en ese entonces
alcaldes de los municipios Chacao y Baruta respectivamente, de dirigir los
actos vandálicos.

Venezuela le vende a Cuba el petróleo a precios preferenciales y a


crédito, otras veces como intercambio (Venezuela otorga petróleo y Cuba envía
servicios profesionales), cabe destacar que el Gobierno de Cuba no utiliza todo
el petróleo que recibe de Venezuela, vendiendo a precios internacionales el
excedente, generando así ingresos para la isla que contrarrestan en alguna
medida el embargo económico impuesto a ellos por los Estados Unidos.

Chávez tuvo prioridad en las relaciones de Latinoamérica con los países


de Sudamérica, en particular, con los integrantes del Mercosur en cambio con
la comunidad andina (de la que Venezuela ha formado parte desde 1973) las
relaciones han sido frías, porque los gobiernos de los países miembros
(exceptuando Venezuela, y desde 2006, Bolivia), están a favor de ALCA y han
negociado además un tratado bilateral de libre comercio con Estados Unidos.
Con Colombia hubo diferencias sobre el paso de camioneros venezolanos a
territorio colombiano. El gobierno colombiano de Andrés Pastrana ofreció asilo
al presidente golpista venezolano Pedro Carmona -que derrocó por dos días al
gobierno de Chávez-, además de a varios militares venezolanos sublevados.
Cuando llegó a la presidencia colombiana Álvaro Uribe Vélez -sucesor de
Pastrana, este decidió apresar al miembro de las FARC Rodrigo Granda en
territorio venezolano (véase, Caso Rodrigo Granda) sin permiso,
intensificándose los roces diplomáticos, incluyendo cruces de declaraciones
donde el gobierno de Chávez acusaba al gobierno colombiano de apoyar el
golpe de estado del 2002 y el de Colombia al gobierno venezolano de apoyar a
las guerrillas colombianas

Con Perú, Chávez tuvo un incidente diplomático por la estadía


de Vladimiro Montesinos en territorio venezolano de forma ilegal (véase, Caso
Vladimiro Montesinos), donde peligró las relaciones diplomáticas con el
entonces presidente peruano Valentín Paniagua, con su sucesor Alejandro
Toledo, mejoraron en un primer momento, pero se volvieron a deteriorar a
finales de 2005 cuando Chávez declaró su apoyo al que fuera candidato
Ollanta Humala a las elecciones de 2006 en Perú. El gobierno de Toledo
consideró esta acción una intromisión de Chávez en los asuntos internos
peruanos y rompió relaciones con Venezuela, Chávez desestimó estas críticas
de su homólogo peruano, recibiéndose insultos mutuamente. Igualmente
persisten las declaraciones subidas de tono con el sucesor a la presidencia
peruana Alan García.

Con Ecuador, las relaciones son muy positivas por la cercanía e


identificación del presidente de Ecuador Rafael Correa con la Revolución
bolivariana y el gobierno venezolano.

Con Bolivia en un principio no fueron mejores, pero al ser elegido Evo


Morales presidente del país, se percibió un importante acercamiento en las
relaciones.

El Congreso Bolivariano de los Pueblos (CPB) fue una organización


internacional latinoamericana fundada en 2003 y liderada por Venezuela y su
Revolución bolivariana. La misma aglutinaba diversos partidos políticos,
sindicatos, movimientos indígenas, organizaciones culturales, obreras y de
izquierda latinoamericana.

A partir de septiembre de 2005, el Gobierno empezó a expropiar


terrenos agropecuarios y hatos productivos, en manos de terrateniente
y transnacionales, con la intención de repartirlo entre campesinos pobres y
ponerlos en producción.

En Venezuela, Oposición al chavismo, Emigración venezolana, Escasez


en Venezuela e Hiperinflación en Venezuela.

Económicamente Venezuela se mueve al ritmo del precio del petróleo.


Con la caída de los precios del crudo a principios de 2013 se originó
una crisis sin precedentes, la devaluación de la moneda nacional (bolívar)
frente al dólar estadounidense ha llevado a un debate sobre una
posible dolarización en el país.

La escasez de productos básicos y largas filas en las tiendas 14


generaron desconfianza en el gobierno, además la falta de inversión y el
deterioro de las infraestructuras públicas hacen que algunos la llamen fracaso
revolucionario.

Desde 2016 se denuncia la presencia del ELN, realizando trabajos como


capataces en las explotaciones de oro, diamante y coltán de los
estados Bolívar, Apure y Amazonas; los dos últimos fronterizos con Colombia,
donde estarían trabajando en alianza con el régimen bolivariano para explotar
los recursos mineros, transportarlos y entregarlos al gobierno venezolano, que
ahora recurre a la explotación minera como nueva fuente de ingresos ante el
declive de su producción petrolera, lo que ha traído como consecuencia la
crisis económica, política y social que, a 2019, todavía padece el país y el
pueblo venezolano, dándole a las Fuerzas Armadas bolivarianas un papel
pasivo haciéndose los de la "vista gorda" en los puntos donde están los grupos
ilegales colombianos. También se denuncia la presencia en territorio
venezolano de disidencias de las FARC-EP, concretamente el grupo Nueva
Marquetalia de los alias Iván Márquez y Jesús Santrich, quienes no aceptaron
los acuerdos de paz firmados entre el gobierno y la guerrilla en 2016,
realizando labores de narcotráfico con el beneplácito del Cartel de los Soles,
organización criminal conformada por miembros corruptos de las Fuerzas
Armadas venezolanas y del gobierno bolivariano

En 2017, el Tribunal Supremo se adjudicó las competencias de la


Asamblea Nacional, algo que dicho órgano consideró inconstitucional y que
desembocó en una fuerte ola de protestas durante 2017 El gobierno reacciona
a las protestas convocando a la elección de una Asamblea Nacional
Constituyente (ANC). Esta elección fue rechazada por la oposición
venezolana como fraudulenta, reclamo compartido por diferentes organismos
internacionales y países de la región.

En 2018, la Asamblea Nacional Constituyente adelantó la elección


presidencial para mayo de ese año. Tanto la convocatoria, que recaía según
la Constitución de 1999 en la Asamblea Nacional, como la campaña electoral y
los resultados, fueron rechazados por buena parte de la comunidad
internacional. A principios de 2019, la Asamblea Nacional declara la usurpación
del cargo del presidente de acuerdo al artículo 233 de la Constitución.

Tras asumir la presidencia interina, Guaidó propuso tres objetivos


centrales para su estrategia política: el cese de la usurpación del gobierno de
Nicolás Maduro, el establecimiento de un gobierno de transición impulsado por
la Asamblea Nacional y la celebración de elecciones libres y transparentes.

En las elecciones de mayo de 2018, el presidente Nicolás Maduro


resultó reelegido en un clima rodeado de irregularidades, lo que llevó a muchos
a creer que las elecciones carecían de validez. Estos señalamientos se
agregaron a las opiniones de que el gobierno de Maduro no es más que una
dictadura ineficaz, y muchas figuras políticas del ámbito nacional e
internacional afirmaron que Maduro no había sido legítimamente electo. En los
meses previos a su inauguración el 10 de enero de 2019, Maduro fue
presionado a no continuar como presidente por varios gobiernos y organismos,
incluido el Grupo de Lima (excluyendo a México), los Estados Unidos y
la Organización de los Estados Americanos (OEA); dicha presión sólo se
incrementó cuando la nueva Asamblea Nacional de Venezuela prestó
juramento el 5 de enero de 2019.La Asamblea Nacional fue rechazada por
Maduro en 2017, pero los gobiernos y entes antes señalados la consideran el
único cuerpo democrático legítimo en Venezuela.

La crisis presidencial de Venezuela es una crisis política en torno a


la legitimidad de quién ocupa la presidencia de Venezuela, después de que el
10 de enero de 2019 la Asamblea Nacional de Venezuela declarara
que Nicolás Maduro estaba usurpando el cargo de presidente y Juan
Guaidó en calidad de presidente de la Asamblea Nacional tomara juramento
como presidente encargado del país.

iGuaidó fue reconocido en un principio por más de cincuenta países


como presidente encargado de Venezuela, incluyendo el Grupo de Lima, con la
excepción de México, la mayoría de países de la Unión Europea, el Parlamento
Europeo, Estados Unidos, Australia, Japón e Israel, entre otros.Siete países
reconocen la legitimidad de la Asamblea Nacional.Para el año 2020 más de
sesenta países han reconocido a Juan Guaido como Presidente encargado y
en muchas embajadas diplomáticas y consulados tiene sus representantes.
Veinte países reconocen a Maduro, incluyendo a algunos países
del ALBA como Cuba y Nicaragua, además de países aliados como lo
son China, Turquía y Rusia. Diecisiete países se han declarado neutrales a
esta crisis, junto con la Organización de las Naciones Unidas y el Vaticano.

Los primeros signos importantes de una crisis inminente se mostraron


cuando Christian Zerpa, magistrado de la Sala Electoral del Tribunal Supremo
de Justicia de Venezuela, abandonó su puesto y se exilió en Estados Unidos
días antes de la inauguración presidencial del 10 de enero de 2019. Zerpa dijo
que Maduro es incompetente e ilegítimo

Una segunda señal de problemas fue que, de acuerdo una fuente de


inteligencia de los Estados Unidos, Vladimir Padrino López, ministro de
Defensa de Venezuela, había solicitado que Maduro dimitiera, amenazando
con renunciar si el presidente no lo hacía.

El 28 de enero de 2019 la ONG Venezuela Global, un mundo sin


mordaza pegó fotos en el frontis de la embajada de Venezuela en Chile, como
en otras sedes alrededor del mundo, de Juan Guaidó como presidente de
Venezuela.

Las expectativas de una salida rápida del poder de Nicolás Maduro


difundidas por la oposición se desvanecieron una vez más en Venezuela luego
del efecto Guaidó. Hoy el país asiste a una combinación de militarización
autoritaria con un pragmatismo económico que llevó a una dolarización de
hecho de la economía, que al tiempo que hizo «aparecer» nuevamente los
productos en las tiendas y permitió reducir las tensiones sociales, es una nueva
fuente de desigualdades. Entretanto, el coronavirus puede ser un factor de
endurecimiento de los mecanismos de control social

La oposición se encuentra debilitada, mientras el régimen encabezado


por Nicolás Maduro ha logrado sobrevivir adaptándose a una de las peores
crisis de la historia venezolana mediante la liberalización de la economía y el
fortalecimiento de la represión y la militarización, ahora en el marco de la
pandemia.

El escenario venezolano de 2020 es sumamente complejo y cambiante.


Se caracteriza por una gran incertidumbre, en el marco de la cual la crisis
multidimensional de carácter económico, político, social y humanitario ha
venido agravándose desde la llegada de Maduro al poder en 2013. A ello se
suma la aplicación de sanciones económicas por parte de EEUU. Para
enfrentar tal crisis, el gobierno ha desplegado desde fines de 2019 un nuevo
discurso y ha implementado prácticas económicas que algunos economistas
identifican como un giro neoliberal. Su rasgo más significativo, pero no el único,
es la acentuación de la dolarización, que venía dándose en la práctica, aunque
en menor escala y de manera informal.

Aunque estos no se plasmaron formalmente en una reforma económica,


la dolarización, junto con la desregulación de los precios y la apertura hacia el
sector privado, constituyó una válvula de escape que respondió a una
estrategia de supervivencia política dirigida a ganar tiempo para desactivar las
tensiones y aliviar la presión social, de forma de ejercer el control político y
mantener el poder. Gracias a Dios que existe la dolarización, llegó a decir el
presidente, que la consideró una bendición. No obstante, las recientes
protestas e intentos de saqueo resultantes de una cada vez más crítica
escasez de alimentos a raíz de la pandemia de covid-19 llevaron nuevamente
al gobierno a tratar de regular los precios, esta vez en dólares, de los productos
de la canasta básica y otros rubros.

En contra de la expectativa de la oposición, que consideraba estas


transformaciones económicas atadas al cambio político, el escenario de este
año no ha variado; por el contrario, la tendencia hacia el autoritarismo y el
control militar se han acentuado. Dada la fragilidad económica y política del
régimen, una estrategia para mantenerse en el poder ha sido establecer
alianzas con el sector económico y el militar. Para sobrevivir a la crisis y al
bloqueo económico, se dejó hacer en la economía, y para mantener el poder,
se reprimió con más fuerza a los disidentes en un intento por desactivar los
liderazgos políticos y las redes de influencia. Por otro lado, en contraste con la
unidad de la oposición alrededor de Guaidó del primer semestre de 2019, en
2020 esta se encuentra más debilitada, dividida, desmovilizada y centrada en la
búsqueda de soluciones individuales.

Frente al recrudecimiento de la crisis económica, en noviembre de 2019


el presidente Maduro aceptó públicamente la dolarización que ya se venía
dando informalmente, señalando que ese proceso que llaman de dolarización
puede servir para la recuperación y despliegue de las fuerzas productivas del
país y el funcionamiento de la economía. A raíz de estas declaraciones, se
comenzaron a aplicar nuevas reglas de juego caracterizadas por el
pragmatismo y la adaptación a la crisis. A la flexibilización cambiaria de facto,
pues la legislación que la regula aún no se ha completado, se sumaron
medidas como la eliminación de aranceles, la apertura hacia el sector privado,
la eliminación de los controles de los precios de los productos y la
comercialización del oro y del petróleo no solo por vías formales, sino también
informales. Eco analítica ha señalado que, a fines de 2019, las transacciones
en dólares se estimaban en 53%, y la encuestadora Datanálisis indicó que para
2020 estas podrían ascender a 70%, aunque es probable que esas cifras se
reduzcan como consecuencia de la pandemia de covid-19.

Dado el éxodo de casi cinco millones de venezolanos en los últimos


años cerca de 20% de la población, las remesas en dólares han sido
importantes para la precaria economía, aunque se espera que se reduzcan
como resultado de la pandemia. Si bien una parte de la población pobre
también tiene acceso a divisas como pago por los servicios que presta, la
dolarización ha visibilizado aún más las diferencias sociales según la cuantía
de divisas que cada grupo social maneja. El economista y director de
Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, ha identificado tres grupos que se distinguen
por su acceso diferencial a los dólares: 15% de la población que maneja divisas
en cantidades mayores a 400 dólares mensuales, 35% que maneja dólares en
menor cantidad como resultado de la dolarización de sus servicios, empleos u
oficios, y 50% en situación precaria, que no tiene acceso al dólar.

El nuevo régimen cambiario, junto con la liberación de los precios,


estimuló el aumento de los precios de los productos no subsidiados, lo que
creó mayor desigualdad en el acceso a alimentos, bienes y servicios entre los
diferentes grupos sociales de la población. Quienes tienen suficientes dólares
pueden acceder a los bienes de consumo no subsidiados por el gobierno, los
cuales son escasos e incluyen artículos suntuarios y productos importados en
establecimientos denominados

La flexibilización cambiaria ha reducido en el corto plazo las tensiones y


la presión social vinculadas a la escasez de alimentos, medicinas y otros
bienes y ha contribuido al apaciguamiento, sobre todo de los grupos sociales
que tienen acceso a la economía dolarizada. En el caso de los sectores
populares, ha contribuido al perfeccionamiento del control biopolítico, pues las
necesarias divisas le sirven al gobierno para seguir alimentando, y también
controlando políticamente, a una población cada vez más vulnerable mediante
las prebendas de supervivencia ya mencionadas.

Por otra parte, tal como se deriva de la experiencia en otros países e


incluso del propio caso venezolano, las sanciones económicas han agudizado
la crisis, han llevado a los sectores pobres a una mayor dependencia del
gobierno y podrían contribuir a afianzar la lealtad política pro gobierno de estos
sectores y desmovilizarlos. Adicionalmente, proporcionan una excusa al
gobierno para no asumir su responsabilidad en la crisis y, como veremos más
adelante, no han producido los cambios políticos ansiados por la oposición

La pandemia de covid-19, La grave crisis humanitaria, el precario


sistema de salud, las críticas deficiencias de los servicios básicos de luz, agua
y gas entre otros, la falta de recursos económicos y, sobre todo, la incapacidad
del gobierno para hacer frente a los problemas anteriores hacen que el país
sea especialmente vulnerable a la pandemia según los organismos
internacionales La temprana cuarentena instalada en Venezuela puede
considerarse un acierto del gobierno y, hasta el momento, parece estarse
cumpliendo el objetivo pues las cifras de infectados son las más bajas de la
región, si nos guiamos por las cifras oficiales. La información sobre el tema
está sumamente controlada por el gobierno, que ha sancionado a aquellos
periodistas y trabajadores de la salud que se salgan del reporte «oficial» diario
sobre el número de contagiados, enfermos y fallecidos. Sin embargo, la
cuarentena que se inició el 16 de marzo no ha resuelto el dilema que se le
presenta a la población pobre, que no dispone de un empleo en el sector formal
de la economía, el gobierno ha implementado la medida de que toda persona
que salga a la calle para actividades necesarias debe llevar mascarilla pero no
las ha provisto, destacando que pueden elaborarse artesanalmente. Tampoco
ha dicho nada sobre la grave deficiencia de agua, a pesar de que representa
uno de los mayores obstáculos para seguir las instrucciones de la Organización
Mundial de la Salud (OMS). Algunos de los grupos más afectados por la falta
de alimentos o por las carencias de luz, agua, gas y, recientemente, gasolina
están saliendo a protestar, y en general son reprimidos por la Guardia Nacional
que ha tomado las calles. El manejo del coronavirus se ha tornado autoritario y
la pandemia ha servido para ejercer aún más control sobre la vida de los
ciudadanos a través de los distintos cuerpos de seguridad del Estado.

Los cambios económicos se dirigieron a incorporar algunas de las


demandas de los grupos económicos con mayor poder y de una parte de la
oposición más beligerante que se encarna en la clase media con mayor acceso
a la economía dolarizada; su objetivo último fue desactivar las tensiones y
evitar el cambio político deseado por la oposición. Paradójicamente, el cambio
económico que la oposición vio como prerrequisito para un cambio político fue
interpretado por el gobierno como una condición para lograr evitar este último.
De esta forma, los cambios en la economía han tenido efectos divergentes para
el gobierno y para la oposición: tal como esperaba el gobierno, han contribuido
a bajar la presión social de un grupo importante de opositores y, por tanto, a
ganar tiempo en el poder, pero no han logrado concretarse en el cambio
político visionado por la oposición, la salida de Maduro.
Un último interrogante que dejamos abierto es si tanto el gobierno como
la oposición, que hasta el momento han mantenido posiciones antagónicas que
implican la exclusión del «otro» y su consideración como el enemigo a derrotar,
estarán dispuestos a establecer una Tregua humanitaria ante el creciente
descontento y las tensiones políticas que podrían alimentar estallidos sociales
debido al agravamiento de la crisis humanitaria.
CONSLUSION

En Venezuela en el 1998 hasta la actualidad han ocurrido varios tipos de


cambios en la economía como en la parte social generando grandes impactos
que han llevado a la cesta básica a un costo elevado de que hoy en dia es
imposible adquirir todos los productos con un sueldo mínimo, debido a la
inflación que presentamos hoy en día en Venezuela.

Por su parte en el ámbito político ha causado muchos desacuerdos lo


cual impide al país de Venezuela llegar a una estabilidad económica que tenga
una alta evolución que ayude a nuestra economía hacer lo que era en los
pasado años o quizás mejor.

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