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EL VIH/SIDA
EN LAS MUJERES
I. Agradecimiento
II. PRESENTACIÓN
III. METODOLOGÍA
1
investigación de ser cualitativa, debido a que este tipo de estudio
permite obtener una visión holística, interpretativa y empática de la
realidad que vivimos y analizamos. El estudiar los factores
socioculturales que inciden en que las mujeres adquieran la infección
obliga hacer un análisis multidimensional dentro de un contexto social
determinado, en este caso, desde una postura teórica determinada, la
teoría feminista, que ha permitido, con la construcción de conceptos y
categorías a desentrañar los diferentes nudos, mecanismos, prácticas,
lenguajes del patriarcado que actúan de manera sistémica en el ámbito
privado y público.
Esta decisión tiene que ver con la convicción que si bien por nuestra
condición fisiológica todas las mujeres estamos expuestas a infectarnos
del VIH, intervienen otros factores como la violencia y la pobreza, que
determinan que algunas mujeres estén más expuestas que otras a
contraer la pandemia. El carácter interpretativo del método cualitativo
permite hilar los diferentes elementos para entender la complejidad del
VIH/SIDA en la vida de las mujeres desde lo más íntimo hasta la vida
pública; ya que el SER Mujer con VIH/SIDA está directamente
relacionado con el ejercicio de la sexualidad en los diferentes escenarios
donde se ejerza, ya sea, en la relación de pareja, en las relaciones
comerciales sexuales, y en la calle, pues nuestro cuerpo y sexualidad
está expuesta en lo público a abusos, hostigamiento y violaciones.
Otro elemento que marcó la naturaleza de este trabajo fue que las
investigadoras que participamos en el estudio nos asumimos como
actoras participantes del proceso de investigación, lo que nos permitió
establecer una relación horizontal con los sujetos claves, y reconocer su
sabiduría, percepciones, vivencias y subjetividades de lo que significa
vivir con el VIH/SIDA, en lo individual y en su entorno familiar,
comunitario y nacional. Por ello, en la aplicación de los instrumentos sus
palabras, gestos, gozos y llantos fueron tan importantes como las
“evidencias” o la información que se obtuvo, y fueron transcritos
literalmente, teniendo en cuenta las condiciones físicas y emocionales
presentes al aplicar las técnicas cualitativas, para que esos datos
descriptivos permitieran enriquecer el análisis.
2
Por otro lado, aplicamos, aunque de manera superficial, el método
etnográfico, para comprender esas experiencias de vida en las diferentes
dinámicas familiares, comunitarias y de raza. Un ejemplo claro lo vemos
en las diferentes vivencias de las mujeres que dependen de su condicion
de clase: una mujer indígena de una aldea del municipio de la Esperanza
expresó “que su condición de violencia que vivió desde niña obedeció a
la falta de recursos vitales, pues desde la edad de cinco años tenía que
levantarse temprano ayudar a su madre para preparar los alimentos,
moler maíz, cuidar a sus hermanos entre otros”.
3
3.2.1. Definición colectiva del objeto de investigación y selección de
bibliografía
4
los temas de violencia, pobreza, migración, estigma y discriminación,
orientadas a las características sociodemográficas de las sujetas.
5
Se realizaron 9 grupos focales, como mujeres garífunas jóvenes
en Tela; mujeres viviendo con VIH/SIDA en Tegucigalpa, San
Pedro Sula y Tela; trabajadoras comerciales del sexo y mujeres
del sector informal en Tegucigalpa y San Pedro Sula; y con
mujeres lencas de Intibucá. Los grupos focales se realzaron con
el propósito de obtener información sobre las percepciones de
las mujeres en cuanto a los factores que las hacen más
vulnerables frente a la enfermedad, el ejercicio de la
sexualidad, el uso del condón, la relación entre la violencia, la
pobreza y la migración con el VIH/SIDA, y el estigma y la
discriminación.
Entrevistas a profundidad
Entrevistas semiestructuradas
6
Estudios de caso
Talleres
3.3.5. La socialización
7
que se lleven a cabo acciones eficaces a favor de la erradicación del
VIH/SIDA, relacionados con los prejuicios y tabúes de las personas sobre
la sexualidad y las desigualdades de género, que hacen a las mujeres
mas vulnerables frente a esta enfermedad. Se espera también que sirva
como un instrumento de lucha, de reclamo, que permita contextualizuar
sus demandas, en términos de construcción y formulación de políticas
publicas de Estado.
Por otra parte, las personas han visto como el VIH/SIDA ha movilizado
muchos recursos para investigaciones de tipo epidemiológicos, CAP o con
“grupos vulnerables”, pero no conocen los resultados de esas
investigaciones y como estas han incidido en las decisiones. Por ello, hubo
mucha resistencia a participar en los talleres y en la realización de algunos
grupos focales. Sobre todo en los talleres regionales, la gente mostró
resistencia para participar porque no percibir que sus aportes pueden ser un
recurso para incidir en políticas públicas, porque sienten que hay duplicidad
de esfuerzos y de recursos, que se investiga siempre sobre lo mismo, y que
los esfuerzos que se realizan quedan engavetados, que no se retroalimentan
con productos concretos. También se vio que todavía hay muchos mitos y
prejuicios en hablar sobre el tema de la sexualidad, las mujeres y la vida
publica, como pasó en Intibucá, donde nos manifestaron que la gente no fue
porque “Tenían miedo que se dijera que estaban infectadas con el
VIH/SIDA”.
8
Una investigación desde la ética feminista implica también lograr un
acercamiento al objeto de estudio no como observadoras, sino como
participantes. Es situarse en la piel de las mujeres, ver por sus ojos,
recordar desde su memoria experiencias dolorosas, de exclusión, y esto no
siempre es fácil, porque implica un manejo de las emociones que permita
fluir las palabras, pero sin llegar a que las sesiones se conviertan en
espacios terapéuticos y agresivos. Esto nos pasó por ejemplo en el caso de
las mujeres trabajadoras del sexo, que manifestaron toda la agresividad que
llevan dentro, resultado de lo que les toca vivir en las calles; o cuando se
realizaron los grupos focales con mujeres del sector informal o las mujeres
indígenas, que relataban toda la pobreza y discriminación que viven.
3.4. Qué ha significado para las investigadoras trabajar desde una ética
feminista
Es fácil decirles a las demás que hablen, es más difícil escuchar nuestro
propio corazón. Como la sexualidad no es un tema que hablamos las
mujeres, queremos exigir cosas en las otras cuando nosotras no lo
hablamos, no lo cuestionamos, y cuando hemos estado subsumidas en esa
misma lógica patriarcal. Realizar esta investigación permitió que nos
cuestionáramos la ausencia dentro del movimiento feminista de espacios
colectivos de reflexión, de intercambio de experiencias, de lugares para
hablar de nosotras, para contarnos nuestras experiencias e historias de
vida. Nos dejo ver como nos quedamos con los silencios adentro, como no
nos damos cuenta que nosotras somos las otras también.
Porque trabajar este tema ha sido tocar nuestras dinámicas de vida, revisar
el tipo de relaciones que establecemos con las y los demás. Ha implicado
preguntarnos sobre los límites vivenciales de nuestro proyecto político,
sobre la forma como hemos adoptado el feminismo en nuestras vidas. Para
algunas de nosotras, oír los testimonios de estas mujeres ha sido ver hacia
atrás, revisar nuestro pasado, tomar decisiones para realmente hacer de
nuestro discurso una práctica, aunque esto implique reformular nuestro
futuro y nuestro proyecto de vida.
Nos dejó ver también como los temas de la sexualidad y el VIH/SIDA no han
sido parte de la agenda del movimiento feminista, y que no lo hemos
politizado y posicionado en lo publico, como sí se ha hecho con temas como
violencia o participación política. Detrás de este hecho hay múltiples
razones: una de ellas es que aún al interior del movimiento de mujeres y
feminista hay temas que no se tocan, y porque la sexualidad sigue siendo
para nosotras un tema vedado, subterráneo; y porque hay otros temas que
no nos atrevemos a abordar por conflictivos, como el aborto; o porque se
apartan de lo dominante que ha sido en nuestra conciencia y vida el patrón
heterosexual, como el lesbianismo.
9
Por otro lado, esta investigación nos ha dejado ver como la cooperación
internacional ha incidido en las prioridades de las agendas del movimiento
feminista, ya que la cooperación ha apoyado temas como participación
política, violencia, políticas publicas, entre otros, no así la promoción de la
salud sexual y reproductiva desde una postura feminista. Nos dejó ver como
hemos estado metidas en el activismo y el pragmatismo, que nos ha llevado
a la falta de debate para crear pensamiento estratégico, y a la búsqueda de
alianzas. Todo esto nos invita a revisar, sin negar nuestros avances como
colectivo, desde una postura crítica y autocrítica hasta donde estamos
dispuestas a negociar nuestros limites, porque están de por medio recursos,
y a reflexionar sobre nuestra relación con la cooperación internacional.
10
Capitulo 4
Marco teórico
4.1. Introducción
11
4.2. Reflexiones conceptuales generales: sexualidad y sistema
patriarcal (o sistema de sexo/género)
12
4.3. (Hetero) sexualidad y patriarcado
13
histórico de ello lo representa el exterminio de las brujas en la época de la
Inquisición.
14
podemos identificar en el marco de la familia patriarcal (o familia extendida
o comunidad, según los diferentes patrones culturales) un sistema de
producción de la riqueza donde las mujeres realizan una amplia gama de
servicios gratuitos sin tener por ello reconocimiento, salario u otro tipo de
retribución. Estos servicios se asocian con la reproducción, socialmente
atribuida por “esencia” a las mujeres, precisamente por el proceso de
categorización/naturalización de género (mujer=útero=reproductora), pero
van mucho más allá del trabajo del embarazo y parto, sino que abarcan
todos los trabajos que, según las diferentes culturas, son relacionados con
el acto de reproducción y el espacio del “domus” (criar hijos, cocinar, lavar
ropa, limpiar la casa, ir de compras y en contextos rurales cargar agua,
leña, etc.). Además de abarcar una amplia gama de trabajos mucho más allá
del hecho de parir, también esta asociación prioritaria de las mujeres a los
trabajos “domésticos” o afines no solamente toca a las mujeres en edad de
procrear, sino que a todas las mujeres viviendo en una familia patriarcal:
desde las hijas hasta las abuelas. Finalmente, esta división sexual del
trabajo y economía doméstica recae en otros ámbitos del trabajo y empleo
femenino, desde la agricultura hasta los sectores industriales y de servicios
se repite una atribución genérica de condiciones, calificaciones,
especialidades, retribuciones del trabajo vinculado con la asociación
mujer=reproducción.2
2
Como consecuencia de lo mismo se observa lo que los estudios de sociología de género y trabajo han
nombrado segregación horizontal del mercado laboral: las mujeres tienen acceso a una gama restringida de
trabajos y profesiones, la mayoría asociada con el papel tradicional dentro del hogar (servicios, salud,
educación, empleo doméstico, etc.).
3
El valor de estos trabajos es clave en el contexto actual de re-estructuración de las economías hacia la
privatización de servicios, pues este proceso se apoya formalmente o no sobre el “ajuste invisible” que
realizan las mujeres haciendose cargo de actividades anteriormente aseguradas por el Estado.
15
identitaria y subjetiva, proceso “troncado” por una elaboración estructrual
del ser y del hacer dirigidos hacia el Otro.
16
entre la economía política patriarcal y la construcción moderna de la
concepción de ciudadanía basada en la separación público/privado. No se
puede pensar, ni históricamente, ni sociologícamente, el mismo desarrollo
del Estado-nación y sus principios de ciudadanía sin la estructura social,
económica y política de las relaciones de sexo/género que conocemos.
Aunque la democracia moderna se caracterize por los principios del
individuo abstracto (indiferenciado) y de los derechos “universales”, su
pacto invisible ha sido la exclusión concreta de las mujeres, así como de
grupos raciales/sociales inferiorizados (por ejemplo de los/las Negros/as en
EEUU). La universalidad necesita de su “Otro/a”, su “diferente”, para
dibujar los contornos de una sociedad “democrática” que no ponga en riesgo
los privilegios sexuales/genéricos y raciales. Es así como se definen a las
mujeres “naturalmente” no predispuesta para el ejercicio público del pacto
democrático y que, en el contexto europeo del siglo XIX, los derechos de
las mujeres retroceden a la medida que la imagen de la madre-esposa como
normativa se hace más aplastante. Esta contradicción entre principios
universales y prácticas de diferenciación fue cuestionada desde un inicio
por las defensoras de los derechos de las mujeres, así como fue
cuestionado el pacto democráctico independentista por las primeras
feministas latino-americanas. Buscando ser “ciudadanas”, estas mujeres
vivían en una “paradoja” (Scott 1998), porque queriendo ser las “iguales”
tenían primero que demostrar las diferencias negadas por el principio
universalista. Estas diferencias no eran accidentales sino que la exclusión
de las mujeres de lo público-político y su control dentro de la esfera
privada-apolítica fueron (y siguen siendo) integralmente parte del contrato
social moderno (Yuval Davis 1997). En otras palabras: “las mujeres son el
Otro de la modernidad y por esto mismo una de sus condiciones de
posibilidad” (Fraisse 1989 : 335). La libertad y “actividad” del ciudadano
tiene como contraparte la dependencia y “pasividad” de las mujeres, cuyo
papel en la esfera doméstica, lejos de ser considerado trabajo activo, es
asociado con un rol natural. El sistema de sexo/género, con su construcción
de diferencias naturalizadas, su división sexual del trabajo, delimita la
ciudadanía en términos de actores masculinos liberados de todo trabajo y
deber en la esfera doméstica.
17
haciendo cargo del trabajo reproductivo, lo que obstaculiza su participación
en asuntos públicos-políticos. Esta exclusión o menor accesibilidad - y no
solamente en términos cuantitativos sino también cualitativos y estatutarios:
a las mujeres que acceden a parlamentos, congresos, gobiernos, asambleas
comuntarias, representaciones sindicales, etc, no se les dan los mismos
niveles ni ámbitos de responsabilidades – les resta posibilidad de intervenir
en asuntos de conducta de la sociedad que puedan transformar su condición,
en particular tocando temas vinculados con su libertad, su sexualidad, su
autonomía. Este freno al pleno desarrollo de las mujeres como “sujetas” de
decisiones y acciones políticas tienen varias consecuencias para el tema
que nos ocupa: 1) no son actoras de las políticas públicas en materia de
salud; 2) por lo mismo, estas mismas políticas se definen desde el falso
universal masculino, lo que se concretiza por ejemplo en la investigación y
producción de medicamentos concebidos para hombres; 3) teniendo acceso
limitado a la esfera pública, las mujeres viven una doble discriminación en la
enfermedad, más dificultadas para salir a dialogar, informarse, recibir
ayuda, protegerse, etc. Nuevamente, si no se considera un cambio integral
de las relaciones de género, principalmente trastornando el ordenamiento
sexual de las actividades reproductoras, laborales y políticas , no se puede
pensar mejorar sustancialmente el acceso de las mujeres a la salud.
18
sicológica, verbal, simbólica, sexual o física, la integralidad del
ordenamiento social patriarcal produce violencia contra las mujeres,
asegurando el mantenimiento de papeles y patrones de género. La violencia
patriarcal está íntimamente vinculada con la base económica-política del
mismo sistema ya que es dentro de la propia familia que se manifiestan los
niveles más altos y recurrentes de violencia contra las mujeres 6. Sin
embargo, no se limita a este espacio, sino que se expresa en los espacios
públicos, tanto en la calle, en el trabajo, en las instituciones, así como en el
contexto de conflictos armados. Lo que une estas diferentes expresiones de
la violencia es un continuo que va de lo privado a lo público y de lo físico
hasta lo simbólico, siempre con una misma lógica transversal: las mujeres
son agredidas, golpeadas y asesinadas sólo por ser mujeres y según la
categorización sexual/genérica.
19
siempre sub-evaluados) sobre la recurrencia de la violencia sexual dentro
del hogar indican que las mujeres aprenden la sexualidad a través de la
violencia. Esta misma relación aparece en las historias de vida recogidas
por nuestra investigación y nos parece fundamental abordar la violencia
sexual como factor agravador frente al VIH/SIDA. Efectivamente, los
impactos físicos y sicológicos de la violencia sexual, así como el miedo a
respuestas violentas, tienen un efecto extremedamente reprimidor en
cuánto a la posibilidad de conocer su cuerpo, informarse, hablar de la
enfermedad, buscar apoyo, etc. Los mecanismos bien conocidos de
culpabilización de la víctima llevan las mujeres a percibir su cuerpo como
algo ajeno y sufrir silenciosamente. Si lo hacen frente a una violación, es
probable que tendrán la misma actitud frente a una MST o el VIH/SIDA.
8
Las múltiples propuestas de articulación entre género y clase oscillan entre la conceptualización de dos
relaciones (articuladas o jerarquizadas) o de un sólo sistema de relaciones: el capitalismo patriarcal o el
patriarcado capitalista.
20
mujeres a escalda mundial son la mayoría de los pobres 9. Este factor, en el
caso de las mujeres con VIH/SIDA, les resta por supuesto posibiliad de
acceso a la información, prevención y sanación. Al final, cumulan una triple
desventaja social (pobreza, desigualdad de género y enfermedad) que las
convierte en una población social y culturalmente particularmente
marginada. Finalmente, no por ser pobres dejan de vivir las consecuencias
del sistema patriarcal en términos de represión/control del cuerpo y la
sexualidad. La interiorización de una visión patriarcal negativa, ajena, del
propio cuerpo se dobla de un estigma social sobre la sexualidad y el cuerpo
de los/las pobres (suciedad, prácticas sexuales no conforme a la moral,
demasiados hijos, etc.). Es una doble violencia simbólica que, como lo
veremos más adelante, las voces de las mujeres entrevistadas ponen en
evidencia.
21
del trabajo migrante, así como expresiones sexuadas de discriminación y
violencia contra las y los migrantes. Además, la migración tiene su peso en
las relaciones de género de las personas que se quedan, por ejemplo la
recaída de sobre-carga de trabajos y responsabilidades en las mujeres
(esposas, hijas, abuelas, …). Sin embargo, se han puesto en evidencia
dinámicas de cambio relacionadas con la migración, por ejemplo un cierto
fortalecimiento de la autonomía de las mujeres que se quedan solas o un
incremento del poder material, cultural o simbólico de las que se van.
Conclusión
22
imaginar un cambio significativo en la prevención y protección frente al
VIH/SIDA.
-------------------------------------
Sabine Masson
Socióloga, investigadora del Institut Universitaire d’Etudes du
Développement (IUED), Ginebra, Suiza.
Mayo del 2007
23
Capitulo V
11
Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía, CELADE/ Comisión Económica para América Latina
y el Caribe, CEPAL. Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe. (Santiago de Chile,
CEPAL/ECLAC, 2007) pp.74.
24
Puede ser que la globalización tenga sus ventajas, pero es indudable
que en este juego hay perdedores y ganadores, y como siempre, somos los
países más pobres los perdedores. Porque la globalización prácticamente
mantiene intacta y refuerza la división internacional del trabajo que
estratifica al mundo entre países productores de materias primas y países
manufactureros industrializados, por lo que la división entre países pobres y
ricos se perpetúa.
En esta nueva división del trabajo, que no es más que una manera
reciclada de las viejas formas del capitalismo transnacional monopólico,
Honduras asume papel de país ensamblador y exportador de productos
textiles para el mercado mundial. Todo este proceso de formación de
nuevos horizontes comerciales va aparejado a cambios profundos en las
configuraciones geopolíticas, sobre todo, en lo referente al papel que debe
jugar el Estado. La creación de mercados comunes y la puesta en marcha de
tratados de libre comercio requieren la organización de unidades
industriales, financieras y políticas de mayor alcance que las nacionales 12,
por lo que en este nuevo orden los Estados nacionales dejan de tener el
papel de “reguladores” de la economía y la política13.
12
Víctor Flores Olea. Crítica de la Globalidad. Dominación y liberación en nuestro tiempo. (México, Fondo
de Cultura Económica, 199). pp. 149.
13
Ricardo Petrella. Los límites a la competitividad. Como se debe gestionar la aldea global. (Chile, Editorial
Sudamericana, 1996) pp. 56.
14
Ricardo Petrella. Los límites a la competitividad. Como se debe gestionar la aldea global. (Chile, Editorial
Sudamericana, 1996) pp. 56.
15
PNUD. Informe sobre Desarrollo Humano, Honduras 2006… pp. 9.
16
Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras, FOSDE. Boletín “Realidad Nacional” Enero,
2007. La gestión de Manuel Zelaya. Un año de primeros pasos. (Tegucigalpa, FOSDE, 2007) pp. 3.
25
social del Estado, resultado también de los programas de ajuste estructural,
vino a traer más pobreza y exclusión social, ya que tuvieron como
consecuencia inmediata el incremento de la inflación y el encarecimiento de
los artículos de la canasta básica.
17
FOSDE. Honduras. Balance 2006. (Tegucigalpa, FOSDE, 2006). pp. 1
18
Idem anterior. pp. 152-153.
19
INE. Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples EPHPM. MAYO 2006… pp. 129.
20
Idem anterior, pp. 43- 44.
26
que reciben los hombres21. Por este orden social excluyente, a pesar que las
mujeres tienen en la actualidad mayor nivel educativo que los hombres, sólo
un 32.5% ocupan puestos de directoras, gerentes y administradoras, lo cual
evidencia que la toma de decisiones en la mayoría de los campos en la
sociedad hondureña está reservada a los hombres22.
La pobreza de las mujeres también tiene que ver con los efectos de
las medidas de ajuste estructural o “paquetazos”, que provocaron una caída
real de los salarios y del poder adquisitivo, y un aumento de los precios de
los productos de la canasta básica. Como por su rol reproductivo las
mujeres son quienes se encargan de velar por la satisfacción de
necesidades básicas, el encarecimiento de la vida tiene un efecto final en la
pobreza y vulnerabilidad de las mujeres, ya que para asumir el
encarecimiento de la vida aumentan sus horas de trabajo o trabajan en
oficios de alto riesgo.
27
maquilas están empleando de forma casi exclusiva mano de obra femenina,
por estar menos calificada y por reunir cualidades consideradas como
“femeninas”.
28
personas, sobre todo las niñas y las mujeres jóvenes, lo que las expone
también al contagio del VIH/SIDA. Por otra parte, cuando sus compañeros o
ellas retornan al país, tienen relaciones sin protección con sus parejas, aún
sin saber de su vida sexual.
Sin lugar a dudas, hay una relación estrecha entre el aumento del
VIH/SIDA en las mujeres y la pobreza. Por su dependencia económica,
muchas mujeres continúan teniendo relaciones sexuales con sus parejas
aunque saben que tienen otras parejas sexuales. El aumento de la pobreza
en las mujeres también hace que realicen trabajos peligrosos o de alto
riesgo para su salud, que migren hacia las grandes ciudades o hacia otros
países, sin que estén preparadas para asumir los cambios en su vida sexual
que implican las nuevas situaciones. La pobreza les dificulta el acceso a
información adecuada sobre la salud, el VIH/SIDA y los métodos preventivos
lo que influye en la falta de autonomía sobre su cuerpo y sus decisiones
vitales; las obliga a permanecer en situaciones de alto riesgo, como
relaciones violentas. La falta de oportunidades en el mercado laboral y la
desigualdad en los ingresos las obligan a ocuparse en empleos de alto
riesgo, como el trabajo sexual comercial.
29
personas. Estas construcciones se legitiman desde lo público a lo íntimo y
viceversa, son reforzadas en los centros educativos y las iglesias, y son
naturalizadas desde la aceptación de la violencia pública y privada contra las
mujeres como algo normal, inherente a su condición de género. Por estas
razones, nuestra sociedad no se inmuta cuando en los diarios salen todos
los días fotos de mujeres muertas por violencia, que pagan crímenes que no
cometieron, o que son asesinadas por sus propios esposos o compañeros de
hogar.
El aumento del VIH/SIDA en las mujeres tiene que ver también con
dos fenómenos: la reducción del gasto social, y la visión de desarrollo
humano que prevalece en las personas que toman las decisiones en este
país, para quienes las mujeres, la salud y la sexualidad no son temas de
interés, no son parte de la democracia y la política. Las estadísticas de la
inversión en gasto social corroboran estas afirmaciones: en la actualidad
sólo un 3% del porcentaje del PIB es destinado a la salud30. La reducción del
gasto fiscal está produciendo una tendencia constante a la privatización (de
hecho) y a la focalización de los servicios31; que los beneficios públicos y
los servicios sociales sean reemplazados por prestaciones individuales
basadas en el mercado que sólo están disponibles para aquéllos que pueden
pagarlas32; y una disminución de la cobertura y la calidad de la atención.
29
Mirta Kennedy y Suyapa Martinez. Investigación de femicidios en Honduras. (Tegucigalpa, Centro de
Estudios de la Mujer, 2005).
30
INE. Encuesta Nacional de Demografía y… pp. 3.
31
Josep Lluís Barona. Globalización y desigualdades en salud. Sobre la pretendida crisis del estado de
bienestar; en Política y Sociedad, Nº 35 (Madrid, Universitat de Valencia, 2000). pp. 32.
32
CIHR IRSI. Globalización, género y salud: Relación entre la investigación y la generación de políticas.
(Canadá, CIHR IRSI, 2003) pp.11.
30
Además, como son las encargadas de la salud y del cuidado, las mujeres
terminan asumiendo los gastos de medicinas y consultas que no son
cubiertos por el Estado. Estos problemas hacen que en nuestro país la
esperanza de vida no haya experimentado una tendencia positiva desde
hace 5 años, y que Honduras siga siendo uno de los países con las tasas
más altas de desnutrición de América Latina33. También hacen que seamos
uno de los países con las tasas más altas de fecundidad, ya que en
Honduras, la Tasa de Fecundidad (TGF) de las mujeres de 15 a 49 años de
edad sea de 3.3 hijos por mujer, 2.6 hijos en el área urbana y 4.1 hijos en el
área rural34.
31
trabajo, ya que además del comercio a pequeña escala, esta ciudad casi no
cuenta con empresas o fábricas, y hay un gran número de personas
trabajando en el sector informal. Todo esto hace que al menos un 44.6% de
su población tenga mas de una necesidad basica insatisfecha35.
Otro de los rasgos característicos de estas dos ciudades son los altos
índices de violencia que se reportan en los últimos años, sobre todo de
violencia contra las mujeres. En el 2006 se evidenciaron 1,387 delitos
sexuales, de los cuales el 80% correspondió a mujeres y niñas. 83 mujeres
fueron asesinadas este año, de las cuales un 27% fueron víctimas amas de
casa, seguido por trabajadoras a cuenta propia. Las edades en las que más
se concentran estos casos es de 15 a 29 años un 41%, y de 30 a 49 años, un
36.3%38.
32
compañías bananeras, Tela, junto con las ciudades de Progreso y la Lima,
fue una de las ciudades más importantes del país. Por sus calles desfilaban
los magnates del “oro verde”, como se le llamaba al banano. Pero estos
tiempos de esplendor dejaron poco en el país, solo quedo en la memoria de
los viejos la riqueza efímera que produjo este tiempo.
Los datos de vih sida en los casos de los departamentos que más los
reportan se debe en gran parte a que en esos lugares es donde existe más
40
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Informe sobre Desarrollo Humano, Honduras 2006.
(Tegucigalpa, PNUD Honduras, 2006) pp. 156.
41
Instituto Nacional de Estadísticas, INE. Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples 2004.
(Tegucigalpa, INE, 2004).
33
presencia institucional y con ella los mecanismos para recolectar datos,
espacios para efectuar las pruebas correspondientes y más sensibilización a
la población en general sobre esta situación.
34
Capitulo 6
42
ONUSIDA. Situación de la Epidemia Mundial de SIDA. (Ginebra, ONUSIDA, 2006). pp. 1.
43
Idem anterior, pp. 54.
44
Datos propios elaborados a partir de dos documentos: Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía, CELADE/ Comisión
Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL. Boletín Demográfico. América Latina y el Caribe. Estimaciones y Proyecciones de
Población. 1950-2050. (Santiago de Chile, CEPAL/ECLAC, 2006) pp.10; y ONUSIDA. 2004. Informe sobre la epidemia mundial de
SIDA. Cuarto Informe Mundial. (Ginebra, ONUSIDA, 2004). pp. 202.
45
Programa Global de VIH/SIDA/ Banco Mundial. VIH/SIDA en Centroamérica: La Epidemia y Prioridades para su Prevención. (S.L,
Región de América Latina y el Caribe Programa Global de VIH/SIDA/ Banco Mundial, 2003.) pp. 3.
35
Hon 7 22,84 1 5 63 1
duras 7 7,560 ,287 ,000 .4:1
Gua 12. 11,30 9, 2 61 2
temala 6 3 199 ,104 ,000 .4:1
Pan 3.2 10,71 7, 3 17 3
amá 2 598 ,114 ,000 .0:1
El 6.7 16,35 7, 9 36 3
Salvador 3 339 ,014 ,000 .0:1
Nica 5.6 1,990 8 1 7, 3
ragua 60 ,130 300 .0:1
Beli 0.3 3,085 5 2 3, 0
ce 19 ,566 700 .7:1
Cost 4.2 246 2 N 7, 2
a Rica 46 D 400 .1:1
39. 66,53 4 20 N
6 6 6,621 6,727 D
36
Pero el VIH/SIDA está traspasando fronteras: aunque Honduras ocupa
el primer lugar en cuanto al índice de casos, las condiciones y problemas
similares que enfrentan los países centroamericanos, como la fragilidad de
las economías, la profundización de las desigualdades sociales, el aumento
de la pobreza, la violencia, y los cambios sociales que está trayendo la
migración, están haciendo que la epidemia se esté expandiendo con rapidez
en todos los países de la región centroamericana.
37
SIDA confirmados y 5,649 portadores asintomáticos, que hacen un total de
23,704 VIH Positivos46.
46
47
Secretaría de Salud. Informe Estadístico Mensual 2006… pp.1.
48
Asamblea General Especial de las Naciones Unidas sobre VIH/SIDA. Honduras: Informe de Seguimiento… pp. 10
49
Mirta Kennedy y Eva Cristina Urbina. Derechos sexuales y reproductivos en Honduras. Análisis y propuestas. (Tegucigalpa, S.E.,
2004) pp.10.
50
Síntesis del impacto del PENSIDA-II para el… pp.24.
38
Lempira 96 0.5%
La Paz 91 0.5%
Ocotepeque 74 0.4%
Gracias a 59 0.3%
Dios
Intibucá 57 0.3%
Total 17,729 100%
Sin embargo hay que aclarar que hay casos de SIDA reportados en los
18 departamentos y en un 97% de los municipios del país51. Estos datos se
corresponden también con las ciudades que reportan las tasas más altas de
incidencia, como se observa en el siguiente cuadro:
51
Asamblea General Especial de las Naciones Unidas sobre VIH/SIDA. Honduras: Informe de Seguimiento… pp. 8.
39
Casos de SIDA según ciudades con más incidencia
Ciudad Casos %
para el 2006
San Pedro 5,098 37.9%
Sula
Tegucigalpa 3,559 26.5%
La Ceiba 647 4.8%
El Progreso 644 4.8%
Choloma 533 4.0%
Pto Cortés 445 3.3%
Choluteca 444 3.3%
La Lima 396 2.9%
Tela 388 2.9%
Comayagua 336 2.5%
Villanueva 277 2.1%
Santa 155 1.1%
Bárbara
Santa Rosa 151 1.1%
de Copán
San Lorenzo 134 1.0%
Siguatepequ 117 0.9%
e
Yoro 116 0.9%
Total 13,440 100%
Fuente: Boletín de la Secretaría de Salud
52
Secretaría de Salud. Informe Estadístico Mensual 2006… pp. 1.
40
El que la forma de transmisión sea predominantemente heterosexual
demuestra la existencia de patrones culturales que refuerzan un modelo de
sexualidad hegemónico, dominante, autoritario, violento, donde el sujeto
activo sigue siendo el hombre. En este modelo, las mujeres no puedan
decidir sobre su cuerpo y su sexualidad, no tienen poder para conocer e
indagar sobre comportamiento de los hombres que pueden ser peligroso
para ellas. Por la forma como se construye la masculinidad, es aceptado que
los hombres tengan varias parejas sexuales, o que ejerzan violencia contra
las mujeres. La sociedad no sanciona este tipo de conductas, al contrario:
las promueve, en detrimento de la autonomía e integridad de las mujeres.
41
995 0 1 1
1 685 40 156 19 841 59
996 1 6 7
1 739 52 140 25 879 77
997 2 3 5
1 788 70 188 25 976 96
998 4 9 3
1 653 54 124 19 777 74
999 8 7 5
2 517 45 83 12 600 57
000 1 4 5
2 549 48 100 14 649 63
001 4 8 2
2 532 49 153 21 685 71
002 7 7 4
2 676 59 153 34 829 94
003 7 5 2
2 505 46 99 21 604 68
004 5 7 2
2 422 38 121 20 543 58
005 0 1 1
T 102 73 205 32 122 10
otal 23 37 5 32 78 569
42
1994 1.7 0.7 1.3
1995 1.7 0.7 1.5
1996 1.7 0.8 1.4
1997 1.4 0.6 1.1
1998 1.1 0.7 1.0
1999 1.2 0.6 1.0
2000 1.1 0.7 1.0
2001 1.1 0.7 1.0
2002 1.1 0.7 0.9
2003 1.1 0.4 0.9
2004 1.1 0.5 0.9
2005 1.1 0.6 0.6
Total 1.4 0.6 1.2
54
Mirta Kennedy y Eva Cristina Urbina. Derechos sexuales y reproductivos en Honduras… pp.8.
55
Secretaría de Salud. Política Nacional de Salud materno Infantil. (Tegucigalpa, Secretaría de Salud, 2002) pp.12.
56
Mirta Kennedy y Eva Cristina Urbina. Derechos sexuales y reproductivos en Honduras. Análisis y propuestas. (Tegucigalpa, S.E.,
2004) pp.10.
43
Esta definición de la salud y la sexualidad implica reconocer la salud
de las mujeres como un derecho de ciudadanía; e ir más allá de una
concepción biologicista de la salud, reducida a la maternidad y a las ITS.
Implica entender que el ejercicio de la sexualidad está ligado a derechos
que tienen que ver con las decisiones, el control y el poder, como el
derecho a la información, a una educación sexual laica y científica, a recibir
servicios de salud con calidad, a escoger el número de hijos y los métodos
de planificación familiar.
57
Instituto Nacional de Estadística. Encuesta Nacional de Demografía y Salud ENDESA 2005-2006. (Tegucigalpa, INE, 2006) pp. 60.
58
Instituto Nacional de Estadística. Encuesta Nacional de Demografía y Salud ENDESA 2005-2006. (Tegucigalpa, INE, 2006) pp. 68.
59
Instituto Nacional de Estadística. Encuesta Nacional de Demografía y Salud ENDESA 2005-2006. (Tegucigalpa, INE, 2006) pp. 74.
44
en el estudio: 4.0% en Francisco Morazán, 3.0% en Cortés, 3.6% en
Atlántida y 1.8% en Intibucá60.
60
Instituto Nacional de Estadística. Encuesta Nacional de Demografía y Salud ENDESA 2005-2006. (Tegucigalpa, INE, 2006) pp. 76.
45
El bajo porcentaje de mujeres que usan condón, además que está
incidiendo en el aumento de mujeres viviendo con VIH/SIDA, está
provocando que a nivel nacional, el 15% de las mujeres reporten tener o
haber tenido una ITS, mal olor o descarga genital anormal, llaga o úlcera
genital61.
61
Instituto Nacional de Estadística. Encuesta Nacional de Demografía y Salud ENDESA
2005-2006. (Tegucigalpa, INE, 2006) pp. 233.
62
Instituto Nacional de Estadística. Encuesta Nacional de Demografía y Salud ENDESA 2005-2006. (Tegucigalpa, INE, 2006) pp. 237.
63
Instituto Nacional de Estadística. Encuesta Nacional de Demografía y Salud ENDESA 2005-2006. (Tegucigalpa, INE, 2006) pp. 83.
46
Capitulo 7
Acceso al conocimiento
47
La sexualidad es aprendida precariamente, la ignorancia en la infancia
y adolescencia es la realidad más frecuente planteada por nuestras
informantes. A mí no me hablaron de sexualidad. De la regla ya ni me
acuerdo cuando desarrollé, no me acuerdo, de embarazo y parto si supe
porque mi mama me decía, de ahí no sabia de las relaciones sexuales hasta
que llego el momento. No tuve información de nada. Alicia.
Nunca nadie me dijo nada sobre mi cuerpo y mi sexualidad, fui hasta
tercer grado de la escuela pero tampoco se hablaba sobre eso, era un tabú
eso, peor de que una iba a hablar de la regla, una nunca sabe cuando me
vino pues ya sorpresa para mi, pero lo que ni de cómo se tenían los niños,
porque ahora las niñas saben como nacen los niños. Antes eso era un
pecado digamos. Yo empecé a saber sobre sexualidad desde que me metí
con el papá de mis hijos, él me decía cosas. Gladis.
A mí nadie me habló de sexualidad, mire cuando mi mamá iba a parir
los hijos nos mandaban al monte a jugar y éramos doce, váyanse nos decían,
y no vengan todo el día, y le oíamos los gritos a mi mama, y ya cuando
terminaba decían vaya cipotes vengan y ya estaba el tierno ahí, nunca nos
dijeron nada. Berta
48
La vida sexual, en la mayoría de los casos, parece estar lejos de ser
una oportunidad de crecimiento, de conocimiento y de satisfacción. Una de
ellas relaciona la sexualidad con la política de los derechos . Lila es una
dirigente de una organización mixta que defiende los derechos humanos de
pueblos indígenas, ha sido una persona organizada desde los trece años. Su
discurso denota reflexión propia de procesos educativos sistemáticos. En
la sexualidad es importante tener una decisión propia, como mujeres saber
los derechos y lo más importante defenderlos sobre todo el derecho a la
sexualidad, a la igualdad, los derechos de una buena salud, de una buena
vivienda, de un buen trato de que nuestra dignidad no sea violentada por el
esposo o por otras personas. El placer sexual es importante, es algo
natural que dios lo dejó pero eso debe ser como humanos no como animales,
no sólo de enchutar, eso es feo”
Como fuente de conocimiento sobre el tema existen también las
creencias y tabúes culturales que se propagan oralmente a través de las
personas de la comunidad, en muchos casos abuelas, madres y hermanas
quienes socializan estas creencias construidas sobre la base de muchos
prejuicios patriarcales. El mar, dicen las mujeres garífunas, es hombre, y lo
caracterizan de manera masculina, por lo tanto hay que tener cuidado con
él,. Seguramente esta afirmación tan contundente, dado que el mar es
inmenso y está siempre presente en la comunidad, no es una creación de la
mente femenina sino de quiénes quieren controlarla: “No te podés meter al
mar mientras estás con la regla porque se enoja. No podés bañarte en el
mar cuando acabás de parir porque estás vacía y el mar se te mete adentro”
son expresiones propias de las mujeres con las que hemos conversado en
distintos espacios comunitarios y personales. Claramente, el personaje es
agresivo, irrespetuoso e incontrolable. Lila, quien también es una mujer
campesina asegura: Cuando uno está con la menstruación a algunos lugares
no puede ir porque se secan las plantas por ejemplo algunas parras de
pipián, o que las corte una mujer menstruada no se puede, también los
patastes. Hay cosas débiles dice mi mamá, también las papas. Esa misma
mamá que, como nos dijo más adelante en la conversación, es la que le
enseñó las cosas importantes de su cuerpo como la menstruación y el parto,
mientras que a ella, en su momento, nadie le dijo nada.
49
aprende mucho. Yo estoy organizada en grupos de mujeres campesinas
desde hace años.
50
profundizando sobre lo que llama el deseo de escapar del cuerpo y del
efecto de la cultura patriarcal al convertirlo en un campo de batalla. “El odio
hacia las mujeres- expresado tanto en las imágenes como en los actos de
violencia cotidianos- nos empuja hacia fuera de nuestros cuerpos. Nos hace
igualmente perder la razón. El odio hacia las mujeres, que se ubica en ese
territorio que es nuestro cuerpo, se dirige contra nosotras precisamente por
culpa de ese cuerpo. Dicho de otro modo, ese odio se arraiga y se
desarrolla en el cuerpo femenino. El cuerpo femenino se ha convertido en el
campo de batalla contra las mujeres, y el campo de batalla se ha convertido,
a su vez, en nuestro peor enemigo”65
La menstruación
51
en vez de apoyo esperaban castigo y a quienes les escondían sus propias
experiencias. Yo la miraba a ella,(menstruar) pero no nos daba lugar, y ni en
la escuela nos decían miren eso les va a suceder . Era tal el sentimiento de
desgracia que doña María contaba. “Mire que yo era tan ignorante que
decía, que triste es ser pobre uno, miren esas gentes ricas, esas señoritas,
a ellas no les viene eso y a mí porque será que me viene…. Miraba a la
gente que tenía dinero, a las profesoras y a la gente que yo veía preparada
decía que no les venía y eso de ser pobre decía yo, que desgraci a”. Elevado
al estatus de clase, esta mujer asumía que la pobreza aparte de los males
conocidos traía, además, el mal de un cuerpo enfermo y despreciable que
sangraba.
52
de las brujas en Europa, contribuyen a que sean el rechazo, la culpa y el
miedo los elementos predominantes en la relación de las mujeres con su
cuerpo y que sigan siendo estas ideas propagadas por sus representantes.
“Cipota sucia, que andás enseñando, sentate bien narra Gladis para mostrar
como le decían desde chiquita, ahora una mujer de 44 años, quien vive con
VIH SIDA, en Tegucigalpa dice que hablar sobre esas cosas era pecado,
nuestros padres nunca nos decían nada nada de la sexualidad, nunca nadie
me dijo nada sobre mi cuerpo y mi sexualidad.
53
pobres. Se celebra el día de la madre con tonos sublimes, pero en el caso
de las trabajadoras sexuales tal sublimeza parece no existir. Yo trabajé
hasta los ocho meses de embarazada de mi bebé, ocho meses cabalitos,
trabajé y dejé porque me caí y me pegué un gran macanazo y me bajó el
sangrado. Informante de grupo focal de trabajadoras sexuales de San Pedro
Sula.
Anticoncepción
67
La posición de la iglesia católica es que la educación sexual debe darse, pero partiendo de los hogares,
porque son los padres de familia los responsables de hacerlo, no los maestros ya que algunos no tienen ética.
La Tribuna, pág,. 16, jueves 7 de junio del 2007
54
Así son los esposos, mire, si uno planifica dicen que es por otro
hombre y si eran los suegros y padres peor, le decían a uno que la que
planifica se muere, y la que la inyectan se muere y con pastillas también,
que todo era malo, entonces una tenía miedo y se tenía que aguantar y parir
todos los hijos. Doña María.
El condón
68
Trovadores latinoamericanos.
55
impresos y talleres. En el discurso de las organizaciones de lucha contra el
sida sigue siendo una de las medidas de prevención que más se reconocen,
aunque cuando estas organizaciones cercanas a la iglesia, se proponen, en
primer lugar la fidelidad sexual, luego la abstinencia y no siempre el uso del
condón.
Yo uso el condón, desde hace como seis años lo uso, me siento bien,
normal porque una se va acostumbrando, él si está siempre ha estado
negativo al uso consistente del condón pero yo le digo que no, porque quién
se va a enfermar más voy a ser yo porque él es negativo. (Dilcia, mujer VIH
positiva)
(Para no usar el condón) los hombres te dicen que solo a uno lo tienen
y a la vuelta está con otras.
Cuando termines la cuarentena (maternidad) viene adonde ti, no sabes
si va a venir infectado con VIH o con un condiloma entonces viene a
enfermarte.
Participantes grupo focal de trabajadoras sexuales, San Pedro Sula.
Como señalábamos, las mujeres que viven con VIH SIDA y las
trabajadoras sexuales son las más informadas al respecto, y enseguida el
de las mujeres garífunas que participaron en los grupos focales. Saben del
papel del preservativo en la prevención de la infección, aunque en su
discurso denota que no lo usan con mucha convicción.
56
(El VIH SIDA está aumentando)…por la falta de educación de las
mujeres, es por no querer negociar con los mismos hombres lo que es el
preservativo, yo lo negocio porque sino me hago una reinfección, pero yo
con mi esposo, claro, cuando me quedé embarazada no usaba preservativo.
Cuando estaba tomando medicamentos me dieron una charla de lo que era la
adherencia a los medicamentos y lo que era una resistencia, lo que es una
reinfección, entonces ahí uno tiene que tomar cartas en el asunto. Yo le digo
si no, no hay nada, yo por eso no me preocupo, yo puedo vivir sin eso, él
me dice que bueno, (acepta) y además él fue quién me infectó. (Gladis, VIH
positiva)
57
que dirige a sus ciudadanos por mediación de sus cabezas de familia”.
(Millet 1970)
58
mí me explicó mi mamá cuando ya me vino la menstruación y también nos
explicó de todo esto, ella se reunió con nosotras, con mis hermanas, nos
explicaba y decía que teníamos que cuidarnos del VIH SIDA, porque aquí en
El Triunfo había mucho peligro de contraer el sida y también de otras
enfermedades. Ella nos habló desde hace mucho en la adolescencia. Yo
sabía bien del parto y todo eso.(Marta, hija de una activista de organización
de mujeres negras)
Cipota, tres majes trataron de violarme, pues resulta que uno de ellos
estaba enamorado de mí, y él decía que no, que me quería, aquí en San
Pedro, tenía como 16 años, y los majes decían que yo era muy subida y que
me iban a quitar lo subida, yo no es que era subida sino que le tenia miedo a
mi papi y para mí desde ahí fui agarrando temor a los hombres . Lo que nos
dice Jacqueline corresponde a una relación con un padre que fue
encarcelado por matar a otro hombre y que golpeaba a su mamá
constantemente. El terror que inspiraba era la cotidianidad de las relaciones
de las mujeres de su casa, donde todas estaban entrenadas en los
mecanismos propios de la vivencia en la violencia, moverse con sigilo para
59
no generar su cólera, estar pendientes de su humor, prevenir cualquier
situación que agudizara la tensión.
Los cambios de este tipo no son muy frecuentes, ni entre los hombres
organizados y politizados. La sexualidad no es una preocupación de las
60
organizaciones sociales que no sea la de algunas de las mujeres, las más
influenciadas por el feminismo, por cierto.
Erasto Reyes, miembro del Bloque Popular de San Pedro Sula, y
coordinador de la Coordinadora Nacional de Resistencia, al referirse al VIH
SIDA, la sexualidad y el trabajo con las mujeres, comentaba: En general
este trabajo ha quedado en manos de las ongs porque el movimiento no ha
tenido la voluntad de asumir esta tarea y de elaborar una propuesta para el
gobierno o la cooperación para controlar el avance de esta enfermedad. La
problemática no ha tenido interés porque el enfoque ha sido el de luchar
contra cosas grandes y ahí hemos tenido errores que hay que reconocer. En
el caso del Bloque Popular con respecto a las mujeres, hay mujeres
vinculadas pero no tenemos programas de las mujeres, nada específico para
las mujeres. Frente a la sexualidad yo diría que la izquierda no tiene
suficiente sensibilidad para abordar los temas y ponerlos en la agenda.
Sobre el amor
61
A los cuatro meses de estar en el burdel aprendía mucho a querer a
quien le hace un daño a uno, y un bien . (Esta mujer fue vendida a un burdel
por su abuela a los once años) Ester
62
Las mujeres y la pobreza
Yo me matricule yo sola en la escuela y sabe que me hacia mi papi
porque no tenia dinero, me compraba las hojas de papel de oficio y me hacia
el cuaderno y en esas bolsitas donde viene el pan ese era mi bolsón y
descalza a los doce años me vine a poner zapatos, sabe porque me los puse,
porque la profesora, ella se llama Gladis Edith López y no se me olvida el
nombre de primer grado. Ella me regalo un par de tenis, esa señora me
dijo: “ya estas bonita” que esto y que el otro, y ella me decía: “vos queres
ser alguien en la vida” yo quería ser alguien en la vida, pero como si no
habían medios.
En aquella pobreza que uno se cría que de un huevo a veces
comíamos cinco porque éramos cinco.
Participante grupo focal de trabajadoras informales, San Pedro Sula
63
De las doce mujeres entrevistadas, cuatro se definieron amas de casa,
y eso es decir sin empleo; el resto son trabajadoras de sector informal, del
trabajo sexual y de trabajo organizativo como promotoras. Manifiestan
haber entrado al mercado de trabajo desde muy pequeñas, como sus
hermanas y hermanos, lo que muchas veces se relaciona con el abandono
de la escuela y por supuesto de otras fuentes del conocimiento como el
juego y la información literaria. Las condiciones de trabajo de las niñas, no
es tema de esta investigación, sin embargo es parte de la historia de estas
mujeres y marca continuamente sus vidas. En lo que respecta a nuestro
trabajo encontramos que esta precariedad de la vida, desde la infancia,
expone a las mujeres a la enfermedad y la muerte prematura.
64
Yo creo que la pobreza aumenta el VIH por que la pobreza te empuja
a hacer cosas que no debes, por ejemplo tenes un montón de hijos, yo he
visto casos de esa índole, si la mujer tiene cuatro, cinco o seis hijos, y la
mujer es madre soltera… entonces viene fulano y le dice, tené estos 100
pesos te voy a venir a hablar más tarde, ella los agarra, qué trae fulano
dentro de sí no se sabe, talvez está infectado de vih, talvez tiene una its, no
se sabe pero ella por la necesidad se va a acostar con él, eso pasa mucho
en la comunidad, por la pobreza, por la falta de trabajo, e incluso mujeres
que tienen su marido pero el marido no trabaja. Ellas tienen que ver la
forma de criar a sus hijos aunque yo digo que no solo de la pupusa 69 puede
vivir la mujer, por que yo digo si fuera por prostitución no me hubiera
infectado, yo no trabajé nunca en ese trabajo.
Dilcia.
La pobreza si tiene que ver con que la mujer tenga VIH porque si uno
tiene sus hijos y no tiene un peso para darles de comer, le sale la
oportunidad de irse a acostar con alguien por dinero, esa persona puede
estar infectada y puede infectarlo a uno, yo pienso que es más el riesgo,
que la pobreza tiene mucho que ver en eso y con lo de los casos en los
hogares si.. yo creo que la pobreza tiene demasiado, tiene mucha mano
metida en esto porque yo he visto mujeres que tienen tres hijos y son
portadoras y se dedican a la prostitución, y yo les digo que hacen mal
porque saben su condición y ellas dicen que les vale verga porque si a ellas
las infectaron no van a andar con consideración.
Jaqueline
La pobreza tiene mucho que ver con todo esto del sida, hay muchas
mujeres que tienen cuatro, cinco hijos, que el marido las abandonó, que no
tienen trabajo y tienen que irse a prostituir, o se hacen de otros maridos por
tal de que les ayude y talvez ya está infestado.
Berta
69
La pupusa es un nombre común para llamar a la vulva.
65
Las trabajadoras sexuales tienen la palabra más autorizada en
relación a este vínculo entre la pobreza y el VIH SIDA.
66
trabajo, trabajé yo en cruz roja americana con cruz roja hondureña, en lo
que era prueba rápida con consejería, postconsejería, trabajé tres años.
Hacía visita domiciliaria a las personas, visitaba a los grupos de pacientes.
Gladis
67
la harina ya la dejo preparada, las canastas, la horchata ya la dejo también ,
me levanto a endulzarla a echarle el hielo a hacer el posol, el café y el osmil
y hago panqueques para un puesto, a las cinco y media estoy aquí y a las
once y media me voy para mi casa ya, en la noche voy para la iglesia
porque yo voy a la iglesia, me voy a las seis y media y vuelvo a las nueve
de la noche y me duermo. De nueve a dos de la mañana, pero ya estoy
acostumbrada a dormir poco. Mi esposo también trabaja desempeña, es
maestro constructor, él me ayuda, me da 500 lempiras semanales porque el
trabajo de él no es gran obra, si le sale así una casa él hace el presupuesto
y de ahí cuando ya termina de trabajar me da un poquito más de dinero, él
ayuda, pero de vez en cuando tiene trabajo él porque en ese trabajo de la
albañilería hay tiempos buenos y tiempos malos. Alicia, vendedora de
comida en la calle
Yo he trabajado tanto y sólo para comer y vivir el día, sólo para pasar,
yo pisto no tengo, porque en este trabajo que tengo yo no es que se gana
gran cantidad pero está uno que para pagar casa que para pagar luz, que
para el agua, que para medicina y nada más, y siempre ha sido así, para
criar los hijos.
Berta, trabajadora informal, hace piñatas y las vende en la calle y en
su casa.
68
que no me haya gustado es que como mis hijos estaban pequeños, tenía que
cuidarlos, mandarlos a la escuela, me dediqué a la casa, cuidado de los
muchachos, eso fue lo que no me permitió salir y ahora ya no, ahora se
criaron y yo dependo de ellos, bueno yo me siento en parte, una se
acostumbra a lo que mandan ( de Estados Unidos)y se conforma pero yo no,
yo siempre estoy en mi máquina y no todo me lo dan ellos, por ejemplo en
veces se me termina la provisión y en un mes yo sufriría, pero así con mi
trabajito, ya hice mis tres, cuatro batas y tengo mi comida, mientras llega el
mes ahí estoy. El dinero lo uso para la comida, para pagar la luz. No tengo
tanto gasto porque solo pago la luz y mi comida… me sale mucho de luz, me
ha salido 700 y pico, este mes 731 de un mes, eso vale la luz, me dicen que
así es.
Mamita, ama de casa, costurera y sembradora, Triunfo de la Cruz,
Tela
Las condiciones laborales de las mujeres son precarias, tanto para las
que están en su casa como para las que trabajan en la calle, éstas últimas
están expuestas a la inseguridad que en Honduras es alta y riesgosa para
las mujeres. La mayoría nos cuentan que tienen miedo de los personajes de
la calle, entre los más temidos están los policías, tanto para las trabajadoras
sexuales como para las vendedoras. Las entrevistas nos cuentan, al mismo
tiempo, de sus habilidades para organizar estructuras económicas de
sobrevivencia y redes de apoyo entre ellas, amigas y con otras personas en
situaciones parecidas. En la calle estoy tranquila, nos comentaba Ester,
quién hace trabajo sexual, y al momento de la entrevista estaba viviendo
mucha violencia de parte de su pareja, en su casa. Ella dice que ha logrado
hacer amistad con algunos clientes que la escuchan y la protegen.
69
Alicia
70
La violencia, tal como señalamos en nuestro marco teórico, es el
mecanismo usado para controlar y dominar a las mujeres, agredidas en el
espacio más cercano de su existencia: su corporalidad. Expresamente, la
violencia sexual refuerza este dominio. La violencia es la cotidianidad de
las mujeres. Todas han vivido violencia desde su casa, desde su infancia.
Han sido golpeadas, regañadas, censuradas de múltiples formas. El
continuum de la violencia de su familia de origen con la de sus futuras
familias es lo más corriente. Muchas de ellas planteaban que encontraban en
sus noviazgos la posibilidad de huir de situaciones de violencia familiar: Mi
abuela era muy brava, me maltrataba, entonces como yo tenía mi novio me
fui con él, así narraba Mamita, del Triunfo de la Cruz y ella ilustró
claramente que el fantasma de la agresión sexual también está siempre
presente entre sus preocupaciones y posibilidades. A los 16 años que me
vino la regla yo no sabía lo que era eso, yo sufrí porque yo creí que mi
abuela iba a decir que ya me habían violado.
71
familiares y de instituciones. Unas más extremas que otras, las historias de
estas informantes da cuenta del alto grado de violencia que viven las
mujeres en Honduras, de la cultura que la legitima y muchas veces la
aplaude, y de la interiorización de ella en la vida propia. Como lo
mostramos a continuación en esta lógica pareciera que sólo existe el papel
de víctima o de victimaria, y las mujeres asumen esos papeles para lograr
sobrevivir.
Mi abuelita si, nos daba mala vida, era mala, ella murió de 103 años. A
los once años a mí me vendieron en un burdel, un amigo de mi abuela, me
vendió hasta los catorce años estuve ahí, y de ahí agarré mi niña y la parí y
de ahí decidí mejor ser libertinada y siempre me protegía y me quería pero,
a veces una cree en su pareja y es quien la daña a uno. Lo que a mí me
atribula es que mi pareja no me comprende pues y no me escucha en veces
lo que necesito, él me está matando ahorita, es él que me da mala vida, me
ha estado golpeando mucho y me tiene dañada.
Ester
72
la fecha de hoy ni un hombre me ha pegado porque siempre salí adelante a
defenderme, soy violenta por eso.
Berta
73
escuela, parientes y otros desconocidos, de todas las edades. La situación
de riesgo de las niñas, relacionada con la pobreza, las exponía más, por
ejemplo, al ir a buscar leña, traer agua al río, ser “cuidadas” por adultos
mientras la madre trabajaba o quedarse solas mucho tiempo por esa misma
razón. Dichas situaciones sucedieron no sólo en el campo, sino también en
ciudades como Tegucigalpa y San Pedro Sula. Las niñas que fueron
abusadas sexualmente encuentran en esa experiencia su iniciación a una
sexualidad que no conocieron de otra manera y que además se repite en su
experiencia de vida. Aprendieron que la sexualidad está relacionada con el
abuso y el poder de los hombres sobre las mujeres y que es casi un destino.
“A todas las mujeres nos pasa lo mismo”, aseguraba Jacqueline, una mujer
VIH positiva que fue asesinada en el transcurso de esta investigación, y
que vivía en un barrio de alta peligrosidad en la ciudad de San Pedro Sula.
Ella decía que sería capaz de matar a un hombre que abusara de su hija, sin
embargo no estaba segura de que no hubiera sucedido, “ las nanas son las
últimas que se dan cuenta, eso cuando se dan cuenta, mi mamá nunca supo
lo que me pasó a mí” Vivido dolorosamente, las madres casi nunca son
confidentes de la agresión de sus hijas, así como nunca confiaron su
experiencia propia a sus madres. María, una mujer lenca, viuda y residente
en una comunidad rural nos contaba: Hubo una vez un viejito, era yo bien
pequeñita como de seis años, cuando le dice a mi mamá, prestame a la
muchachita para ir a traer leña. Bueno, cuando él llegó afuera de un roblar
me dice, niña sentate aquí y yo me le quedaba viendo, y cuando miré él se
sacaba el pene, yo me fui retrocediendo y le digo no, ya me fui, me fui en
carrera, sólo junté palitos así… no hizo por quererme agarrar. ¿Y el viejito?
dice mi mamá; No, se quedó allá le dije, pero no le conté nada, nunca.
74
De 17 años tres majes trataron de violarme, yo andaba jalando leña
con mi hermana, yo le pegué un tiro a uno de ellos porque ya me habían
desgarrado la blusa, pero yo siempre he usado pantalón, y andaba uno bien
socado, a mi nunca me han gustado las faldas ni los vestidos, a menos que
sea muy bonito yo me lo puedo poner, pero de ahí solo pantalones. Porque
yo siempre he pensado que el pantalón lo protege a uno, yo estuve a punto
de ser violada como tres veces, a una hermana mía la violaron tres
hombres, a ella si la violaron. Me voy donde mi hermana y peor fue, y con la
señora que me recomendaron mis primeros patrones, después esos me
recomiendan con un gerente del banco sogerin y el viejo me quiere violar
también, me tuve que salir. Estuve a punto de que me violaran un montón de
veces.
Jacqueline, asesinada en diciembre del año pasado, VIH positiva,
brava, sonriente y bailadora.
75
La mayoría de las personas, más o menos pienso que la mayoría de
las personas vienen de los pueblos por mejor calidad de vida, por buscar
trabajo, por empleo, un mejor empleo, una mejor condición de vida. Para
tratar de superar igual que las personas que se van de aquí de Honduras a
emigrar a otro lado, uno va con la expectativa de querer superarse y de
salir adelante para tener un futuro prospero.
Participante de grupo focal con trabajadoras informales, San Pedro
Sula.
76
La idea de que los migrantes son “poblaciones móviles, es decir,
cuerpos que transportan el virus de unas regiones a otras” es como dice
José Luis Rocha70, altamente favorecedor para quienes justifican el pánico
hacia los diferentes. Los cuerpos de las migrantes no sólo son abusados por
sus traficadores, son también controlados por los mecanismos sanitarios de
los estados adonde pretenden dirigirse. “Tenía ya los papeles para la cita en
la Embajada (Norteamericana) para mi residencia, y me hicieron todos los
exámenes físicos, ahí se dieron cuenta de que tenía SIDA, y se acabó el
trámite, nunca más me recibieron” Leila, una garífuna nos cuenta cómo
sucede ese control en los cuerpos concretos, en el propio país de origen.
Ella dice ahora estar agradecida de no tener la residencia porque la
indignación de la discriminación vivida en ese entonces la hizo una activista
de una organización de mujeres viviendo con VIH.
Rocha analiza cómo las poblaciones migrantes en Estados Unidos son
sometidas a “procesos de vivisección, verificación y contabilidad” a la cual
no se someten las poblaciones nativas, señala cómo los estudios tienen el
propósito de señalar a las y los migrantes ( particularmente los trabajadores
agrícolas) como verdaderos puntos de infección y como sujetos ignorantes,
descuidados y de conductas peligrosas en muchos sentidos,
particularmente en lo que se refiere a la transmisión del VIH SIDA. Termina
señalando que en estos estudios, el sesgo es claramente definido por el
prejuicio (racista y clasista, decimos nosotras), la conjetura y la
generalización para volver a la idea de los grupos de riesgo como los
responsables últimos de la epidemia, y establece una pregunta interesante:
por qué los turistas en sus condiciones también de migrantes no son
estudiados y analizados como vectores del VIH. Y para ello establece la
comparación entre la tasa de VIH en El Salvador y en Costa Rica (0.6%), la
misma en ambos países, con la diferencia de que el primero es el gran
expulsor de migrantes en Centroamérica, mientras el segundo es el menor,
y el país considerado más desarrollado del área. Sin embargo, es Costa Rica
el país con más alta recepción de turismo en la región, y probablemente sea
éste el factor que incrementa su tasa de incidencia. (REF. EXPLOTACION
SEXUAL COSTA RICA) Cómo se podría alegar, en el marco de la
globalización neoliberal, que el turismo o que los y las turistas son grupos
de riesgo? Tal como lo expresa el autor, la criminalización de los grupos no
es neutral y al hablar de migrantes no se piensa en sus condiciones de
riesgo sino en que ellos y ellas SON el riesgo, discursos sostenido en
nombre de la profilaxis étnica y económica que gobierna al mundo.
70
Una perversa asociación: Migrantes-SIDA. Envío, octubre 2006.
77
en este estudio, es por excelencia el medio de control de las mujeres en
todos los ámbitos y experiencias de su vida.
78
CAPITULO 8
79
libertades individuales o los poderes de acceso libre o controlado,
estructurado o espontáneo un ámbito que es producto de la mayor o
menor energía de las libertades políticas.
71
80
como una cláusula del contrato social, el contrato de los varones sobre
el conjunto de las mujeres que derivará luego en el contrato de
matrimonio entre un hombre y una mujer.72
72
81
feminista que ha incidido en la construcción de políticas públicas hacia
la equidad de género.
82
parto son tratados como procesos de salud/enfermedad, que se
deslizan por la delgada línea que separa la prevención de una
perspectiva biologicista y medicalizadora de la salud sexual y de la
salud reproductiva de las mujeres. Cuando se desea que las políticas
tengan efectos masivos en las mujeres nada mejor que recurrir al
sistema de salud desde la salud como un derecho humano.
83
logran separar sus creencias religiosas personales en relación a sus
obligaciones y responsabilidades como funcionarios(as) públicos. A las
jóvenes adolescentes se les estigmatiza cuando acuden a los servicios
de salud para acceder a las píldoras de anticoncepción de emergencia o
el acceso al uso del condón.
84
Salud, según acuerdo No. 0009 del 15 de mayo del 2003, publicado en
el Diario Oficial La Gaceta el 25 de julio del 2003 No.30,145.
85
CAPITULO 9
Capítulo
Pero las mujeres son invisibles para muchas otras cosas. No existen
en las estadísticas, no es visible su contribución a la economía. El “género”,
en la jerga del personal que trabaja con el Estado y algunas ONGs, no es
más un tecnicismo, desprovisto de valor y significado, porque para muchas
personas el género sólo es una palabra aprendida, un discurso falseado, útil
para conseguir financiamiento de la cooperación internacional. El género no
es entendido como diferencia, como sinónimo de desigualdad, como palabra
que designa y explica las relaciones de poder que se dan entre las mujeres
y los hombres.
86
culturales y subjetivos que permitan la comprensión de la dimensión política
y humana de esta perspectiva, de sus alcances, y las estrategias que deben
implementarse para la construcción de relaciones mas igualitarias entre los
géneros.
87
Responden a las vulnerabilidades específicas de las
mujeres, tomando en cuenta aspectos como la pobreza, la
migración, la violencia de género, la pertenencia a un grupo étnico,
la zona de residencia, etc.
Si toman en cuenta las relaciones de poder que se dan
entre las mujeres y los hombres, que impiden que las mujeres
tomen decisiones sobre su cuerpo y su sexualidad.
88
inequidades entre los hombres y las mujeres que crean diferencias en el
acceso a información, recursos y prestación de servicios. El enfoque de
género permite reconocer las diferencia basadas en el sexo y el género, y
analizar cuales son las atribuciones, ideas, representaciones y normas
asignadas por la sociedad a cada sexo77. De acuerdo con esta definición,
incorporar la perspectiva de género en los programas y proyectos de salud
equivale a partir de las diferencias biológicas, culturales y sociales que
hacen que las mujeres sean más vulnerables que los hombres frente a esta
enfermedad.
Pero esta es una tarea difícil, porque implica un cambio radical de los
códigos morales y simbólicos con los que las personas, y en este caso, las y
los prestadores de servicios han sido educados; desde los cuales se ven las
desigualdades entre las mujeres y los hombres como naturales y no como
producto de construcciones sociales. Sin embargo, de acuerdo con la
información obtenida en los talleres no se ha logrado generar un proceso de
cambio en las percepciones o ideas que tienen las y los prestadores de
servicios sobre las mujeres, la sexualidad o la salud, ni se ha logrado una
apropiación de sus contenidos básicos. Esto lleva a que algunos funcionarios
de la salud afirmen, por ejemplo, que el género es una moda, como lo
manifestó una de las personas participantes en el taller de Tegucigalpa.
También ha traído como consecuencia que predomine la idea que incorporar
la perspectiva de género equivale nada más a la igualdad numérica en la
participación en los proyectos y programas.
89
embargo, muchas personas consideran que tranversalizar el enfoque de
género es nada más plantearlo o nombrarlo en la definición conceptual del
programa o proyecto, sin incluir estrategias dirigidas a mujeres, sobre todo
en la etapa de la ejecución del proyecto. De esta forma, la
transversalización sólo queda como un enunciado, no se operacionaliza, ya
que no se incluyen acciones afirmativas que permitan disminuir o eliminar
los factores culturales que marcan las diferencias entre las mujeres y los
hombres en cuanto a la sexualidad, que condicionan la efectividad de las
acciones que se lleven a cabo.
78
Esta postura es sostenida por algunas autoras feministas, como Marcela Lagarde, que
sostiene que “las múltiples distorsiones de la teoría de género provienen también de su uso
exclusivo para analizar a las mujeres y desarrollar programas con ellas, aún cuando la teoría
de género permite analizar, comprender y develar a los hombres”. Ella agrega que “Si no se
parte del contenido filosófico-analítico feminista y si por género se entiende mujer, se
neutralizan el análisis y la comprensión de los procesos, así como la crítica, la denuncia y
las propuestas feministas. Para mas detalles ver Marcela Lagarde. Género y feminismo.
Desarrollo humano y democracia. Cuadernos inacabados Nº 25. (Madrid, horas y HORAS/
Marcela Lagarde, 2001). pp. 24.
79
Marta Lamas. Usos, dificultades y posibilidades de la categoría género. www.
udg.mx/laventana/lbr1/lamas.html.
90
Pero: ¿Cómo podemos hablar de género y de derechos, sin tener en
cuenta los principios que guían estas propuestas, que provienen del
feminismo? ¿Cómo podemos cambiar la situación de las mujeres y lograr que
la epidemia del VIH/SIDA no avance con tanta rapidez, sino hablamos de
transformar las relaciones desiguales que se dan entre los géneros, sino es
desde una perspectiva revolucionaria, radical, como la propuesta feminista?
El tiempo y las estadísticas epidemiológicas están demostrando que por más
que se hable de género, mientras no se incluyan acciones afirmativas con
mujeres, no se va a lograr detener esta epidemia, ni en las mujeres ni en los
hombres.
91
como de las ONGS; como el derecho a la información es constantemente
negado, cuando todavía no se brinda una educación sexual integral en las
escuelas y colegios, aunque sea una obligación del estado desde la
aprobación de la Ley del VIH/SIDA; o como es violentado el derecho a
elegir como y cuando planificar cuando se niegan preservativos a
adolescentes.
92
Mientras el género y los derechos sexuales sean entendidos de forma
superficial, o mientras se “transversalicen” sin tener en cuenta su contenido
reivindicativo, no se a lograr que la población, y sobre todo las mujeres,
entiendan y adopten conductas responsables. Mientras no se entienda que
no se puede hablar de salud y reproducción desligada de la sexualidad, no
se va a lograr que las mujeres cuestionen la forma como han sido educadas,
y que tengan información suficiente para decidir con libertad que hacer con
su cuerpo y su sexualidad.
93
de prevenir el VIH/SIDA, y no en otros aspectos relacionados con la
sexualidad, como el placer, el cuerpo, etc.
94
14 en San Pedro Sula, 12 en Intibucá y 4 en Tela 83 que trabajan en la
prevención o atención del VIH/SIDA en estas cuatro ciudades.
Para los nombres de las ONGs que trabajan en cada una de estas ciudades ver Anexo2.
83
95
2.1. La prevención y educación del VIH/SIDA en las mujeres
Sin embargo, se pudo observar que cada vez hay mas conciencia de
este hecho, como se puede ver en la siguiente opinión, expresada por una
de las personas participantes en el taller de Tela: “Tienen que revisarse las
estrategias de prevención, porque no están funcionando. Tiene que haber un
abordaje generalizado del problema. Esto se debe a que se sigue viendo la
prevención desde el uso del preservativo, y no lo que tiene que ver con la
sexualidad. Esto hace que los jóvenes sigan teniendo relaciones sexuales
sin protección, a pesar de todos los esfuerzos y recursos que se han
invertido en prevención. Por ello, es necesario abordar la sexualidad antes
del uso del condón. Es necesario hablar de sexualidad y del conocimiento
del cuerpo antes de SIDA”.
96
que en los países donde han funcionado las estrategias de prevención se ha
utilizado la estrategia de abordar primero la sexualidad, para desmitificarla
y para que las personas asuman conductas responsables, pero desde la
información adecuada a su vida y necesidades. Puede considerarse que este
es un grave problema para lograr que la prevención del VIH sea efectiva”.
Pero no es extraño que las campañas de prevención se estén
realizando de esta manera. Es más fácil hablar del SIDA que del sexo, sobre
todo, cuando se aborda desde el miedo, desde lo que no se debe hacer,
desde lo prohibido, como se hace usualmente cuando se habla del VIH/SIDA.
De esta manera, se evita hablar de la sexualidad y de las conductas
sexuales, temas todavía son considerados como tabú en nuestra sociedad,
sobre todo, porque se contraponen a los valores religiosos y culturales
dominantes86. Mientras no se hable de la sexualidad, o se siga hablando de
ella como si fuera algo sucio o como un pecado, las personas van a seguir
considerando que es algo de los que no se debe preguntar. Con esto se
evita que las mujeres accedan a información adecuada y acorde a sus
necesidades, que por su condición tienen más limitaciones en el acceso a
información científica, adecuada y confiable sobre la sexualidad.
Los problemas que tienen las mujeres para obtener este tipo de
información se deben a que a través de los procesos de socialización se le
enseña a las mujeres a callar, a no preguntar sobre la sexualidad. Las
mujeres que son sexualmente activas no se atreven a hacer pública su
conducta, ir al ginecólogo continúa siendo un acto que se realiza en la
penumbra. De las mujeres se espera que lleguen vírgenes al matrimonio, por
eso se piensa que una mujer que habla o hace preguntas sobre sexualidad
es porque anda en “cosas malas”. Por esto, no es extraño que los hombres
tengan más información sobre la sexualidad que las mujeres, o sientan
menos miedo de expresarse o preguntar sobre estos temas87.
97
Otro de los problemas que se presenta es que hay muy pocas
organizaciones que han establecido estrategias de prevención diferenciadas
para mujeres y hombres. De todas las organizaciones que participaron en
los talleres, sólo hay dos organizaciones que tienen procesos educativos
exclusivos con mujeres; y muy pocas de las que trabajan con poblaciones
mixtas tienen metodologías de abordaje que tomen en cuenta las diferencias
entre las mujeres y los hombres. De hecho, muchas personas consideran
que no es necesario trabajar con mujeres o establecer estrategias de
trabajo diferenciadas, porque consideran que las mujeres y los hombres
tienen las mismas dificultades en cuanto al acceso a información, como lo
mencionaba una de las personas que participó en el taller de Intibucá: “ La
situación en Honduras ha sido la misma para las mujeres que para los
hombres, porque ambos no han tenido acceso a la educación. Ambos han
vivido mucha represión, porque no se ha permitido que los padres tengan
educación sexual, tampoco la tienen en la escuela”.
98
dejar de hablar de “mujeres limpias”. Se mira a las mujeres que tienen
VIH/SIDA como las mujeres sucias, como las putas, y no nos damos cuenta
que esto nos está pasando a todas las mujeres, que son las amas de casa las
que se están infectando”. Este tipo de visiones esta muy arraigada tanto en
las personas que ejecutan los proyectos como en quienes los diseñan, como
queda claro en el hecho que gran parte de los programas de prevención se
dirigen a las trabajadoras comerciales del sexo o TS.
99
factores que inciden en que su acceso a no sea igual para todas las
personas, sobre todo para las mujeres. Entre ellos, dos de los más
importantes son que se han privilegiado como estrategias la abstinencia y
la fidelidad y no el uso del preservativo; y que no se ha incluido el enfoque
de género en estas estrategias, lo que hace que los mensajes y las
estrategias para la distribución de métodos preventivos no sean efectivas
para las mujeres.
89
Fundación Fomento en Salud. Encuesta conductual de riesgos relacionados con las
ITS/VIH/SIDA. (Tegucigalpa, Fundación Fomento en Salud/ USAID, 2001.)
90
Idem. anterior.
91
CIET Internacional. Informe Final de Consultoría “Capacidades de jóvenes y
adolescentes Para enfrentar el VIH/SIDA. (Tegucigalpa, CIET Internacional, 2002) pp. 34.
100
debe hacer un trabajo de conocimiento de los factores culturales que hacen
que la mujer tenga más problemas que el hombre”.
Por estas razones, en el discurso del Estado y de las ONGs el uso del
condón se plantea como una “tercera alternativa”, o como la opción que
queda si las personas no pueden practicar la abstinencia o la fidelidad. Esto
se puede observar en lo manifestado por una de las personas que participó
en el taller de Tela: “Lo que se debe hacer es informar a las personas sobre
92
Idem anterior, pp. 4.
93
Victor J. Seider. “Los hombres heterosexuales y su vida emocional”; en Debate
feminista. Año 6, Vol. 11, abril 1995. Sexualidad: teoría y práctica. (México: IMPETEI,
1995).pp. 106.
101
las ventajas y las desventajas de todos los métodos, sin hacer distinciones
acerca de cual de estas estrategias puede ser más efectiva. Pero los
mensajes que se promuevan deben empezar por la abstinencia, la
prolongación del inicio de las relaciones sexuales, la fidelidad mutua, y por
último, el uso del preservativo”.
Pero algunas organizaciones van aun mas allá, sobre todo las
organizaciones financiadas por la iglesia católica, para quienes el uso del
condón debe ser promovido únicamente para las personas que viven con
VIH/SIDA o PVVS, como se puede ver en las siguientes palabras: “Se debe
promover de forma prioritaria la fidelidad y la abstinencia, y el uso del
preservativo sólo en personas positivas. Es por eso que para la organización
la estrategia es empoderar a las mujeres para que digan que no cuando
consideran que están frente a una persona que puede tener la enfermedad ”.
Agregar algo sobre la fuerza de los sectores religiosos, el ideal de la
virginidad, sobre todo en las mujeres.
Es por estas razones que los índices de uso del condón son muy
bajos en la población: según las estadísticas existentes, sólo un poco más
de la mitad de los hombres y un cuarto de las mujeres sexualmente activas
han usado el condón alguna vez en su vida (52.5% de los hombres y 24.3%
de las mujeres)94.
102
más accesibles a la población. En Intibucá hay serios problemas en cuanto a
este servicio, ya que sólo la Secretaría de Salud tiene preservativos
disponibles.
Un factor que está detrás de los problemas que existen para que las
personas y sobre todo las mujeres puedan acceder a preservativos es la
postura conservadora de las mismas personas que trabajan en la Secretaría
de Salud o de Educación. Por ejemplo, una de las participantes en el taller
de Tela relataba los múltiples problemas que han tenido para educar a las
personas en el uso del preservativo, debido a la oposición de las
autoridades de salud: “Nosotros como educadores tenemos un problema con
el uso del condón, porque no nos dejan enseñarle a usar el condón a niños
de 12 a 15 años. De hecho, la Secretaría de Salud prohibió que se enseñara
este tema en las escuelas. Una vez nos pasó que estábamos en una feria y
llegó un representante de CONCAVI (una institución del Estado
AVERIGUAR), y me dijo: “quíteme esos condones de allí, porque si viene la
licenciada de la Secretaría de Educación nos quitan el proyecto”.
95
Mirta Kennedy/ Eva Cristina Urbina. Derechos Sexuales y reproductivos en Honduras.
Análisis y Propuestas. Tegucigalpa, Centro de Estudios de la Mujer, 2004. pp. 12.
96
Lorina McAdam/ Iris Padilla. Hablemos de sexo… pp. 9.
103
las mujeres entre 15 y 24 años utilizaron un método anticonceptivo en su
primera relación sexual97.
Para que las mujeres acepten el uso del condón es necesario empezar
por transformar las situaciones y las relaciones de poder que hacen que las
mujeres no puedan decidir sobre su cuerpo y su sexualidad. También es
necesario trabajar para que poco a poco las mujeres vayan eliminado los
prejuicios que tienen acerca del condón, como los que mencionaba una de
las personas que participó en el taller de Intibucá decía que: “Las mujeres
tienen muchos prejuicios sobre el condón, dicen que solo las mujeres
puercas los usan. A veces pasa que cuando los hombres van a donde sus
esposas y les dicen: “mira, mejor usemos condón”, las mujeres se oponen y
les dicen que “si es que andas con otras para que usemos condón”. Son
ellas las que tienen más resistencia”.
Todo esto tiene que ver con el hecho que a pesar de que se han
llevado a cabo programas de capacitación con el personal de los centros de
salud y de las ONGs, este trabajo no se ha hecho desde el enfoque de
género. Por esto, no se ha logrado que las y los prestadores de salud
entiendan que las mujeres y los hombres no usan el condón por razones
diferentes, relacionadas con la forma como nuestra sociedad construye las
relaciones entre los géneros y las identidades genéricas. Es necesario
tambien que se vayan eliminando los prejuicios sobre el uso del condón que
provienen de los sectores religiosos fundamentalistas, que ven el
preservativo como un atentado contra la moral y las “buenas costumbres”, y
no como la única forma de evitar que el SIDA siga cobrando vidas, sobre
todo de mujeres.
97
María Elena Méndez y otras. Análisis de las políticas nacionales… pp. 10.
104
Según las estadísticas existentes, sólo un 17% de los hombres y un
11.9% de las mujeres sexualmente activos se han realizado el examen para
detectar el VIH/SIDA alguna vez en su vida98. El bajo porcentaje de
personas que se realizan la prueba se debe, en gran medida, a que este
servicio no es accesible para todas las personas, ya que no se ha logrado
que el Estado implemente un programa para que se realice la prueba de
forma gratuita en todos los centros adscritos a la Secretaría de Salud.
Otro factor que esta detrás del bajo número de personas que se
realizan la prueba es que hay muy pocas ONGs que brindan este servicio.
Para el caso, en Tegucigalpa sólo hay 6 organizaciones que brindan este
servicio: Cruz Roja, Remar, Cáritas, PRODIM, ASONAPVSIDAH y CARE.
Hay algunas organizaciones que no ofrecen servicios gratuitos pero realizan
la prueba a bajo costo, como es el caso de ASHOMPLAFA y Mary Stops; y
otras que no hacen pruebas pero que tienen un sistema de remisión a la
Cruz Roja, como Casa Alianza. En San Pedro Sula sólo dos organizaciones
brindan este servicio de forma gratuita, Puerta Abierta y la Cruz Roja. El
IHSS también tiene clínicas en dos maquilas en donde se hace de forma
gratuita la prueba rápida a mujeres embarazadas.
105
No se va a lograr erradicar el VIH/SIDA mientras se siga atendiendo
primero las consecuencias y no las causas que están detrás de la expansión
de esta enfermedad. No se va a lograr que se disminuya el VIH/SIDA en las
mujeres mientras se siga viendo desde su función reproductiva, sino
servicios que permitan que todas las personas, y en especial las mujeres
accedan a este servicio, con independencia de su condición, edad, trabajo,
lugar de residencia, etc.
Se pudo ver también que hay muy pocas ONGs que brindan este
servicio, y que hay grandes diferencias entre las regiones. Por ejemplo, en
Colegio Médico de Honduras. Revista Médica Hondureña (Volumen 71, Enero, Febrero,
99
106
el Tegucigalpa sólo 6 instituciones realizan este tipo de trabajo; en San
Pedro Sula hay 4; en Tela hay 3 organizaciones, aunque sólo 2 de ellas la
realizan de forma permanente, ya que una de las organizaciones, sólo da
consejerías cuando realizan brigadas en las comunidades. En Intibucá no se
está prestando este servicio.
107
2.6. Grupos de autoapoyo y formación de redes comunitarias
También tiene que ver con que los grupos o redes de mujeres raras
veces logran gestionar sus propios recursos, lo que provoca mucha
dependencia hacia las ONGs o hacia la cooperación internacional. De
acuerdo con la información recolectada, esto se debe a que las agencias han
dispuestos requisitos administrativos y logísticos que no poseen las
pequeñas redes o grupos de mujeres, lo que hace que las ONGs se
conviertan en una especie de intermediarias, lo que puede llegar a limitar la
capacidad organizativa de las organizaciones comunitarias. Así lo
mencionaba una de las personas que participó en el taller de San Pedro
Sula: “Es difícil que los PVVS se organicen y que tengan capacidades de
gestión y de administración de fondos. Esto obliga a que hayan otras ONGs
más fuertes que intermedien, lo que crea otros problemas adicionales”.
Es por esta razón que desde hace algún tiempo algunas ONGs, sobre
todo las de mujeres, han empezado a implementar estrategias de trabajo que
permitan fortalecer las redes locales, para que los proyectos sean
autosostenibles, aun cuando se terminan los recursos.
108
2.7. Otros servicios (programas de empleo, asistencia legal, casas
refugio, etc.)
Esto tiene que ver con el hecho que se ha abordado el problema del
VIH/SIDA en las mujeres sólo desde la información, y no desde el
empoderamiento, como mencionaba una de las personas que participó en el
taller de Tegucigalpa: “El abordaje del VIH/SIDA en la mujer no sólo cruza
por la información, debe pasar por el empoderamiento de las mujeres a
109
través del microcrédito. Esto permite que las mujeres puedan ejercer sus
derechos, pero también que puedan adquirir autonomía económica ”. La falta
del enfoque de género hace que los proyectos que se llevan a cabo
adolezcan de una visión política que permita ver a las mujeres como actoras
de sus propios procesos, y no sólo como beneficiarias de las acciones que
se realizan.
110
interpretaciones deja ver el desconocimiento que se tiene a todo nivel de
las vulnerabilidades biológicas y sociales de las mujeres frente al VIH/SIDA,
que son los factores que están detrás de la feminización de la epidemia.
111
cambios en su sexualidad también puedan ser interpretados como un avance
en el derecho de las mujeres a tener una vida sexual107. El problema no es
que las mujeres ahora tengan más libertad, el problema es que por las
barreras estructurales y culturales se niega a las mujeres la posibilidad de
que obtengan información científica y adecuada sobre la sexualidad, y que
disfruten una vida sexual segura y sin riesgos.
112
las responsables de que el SIDA se haya convertido en una pandemia
incontrolable. En casos de violencia y en la sexualidad, el peso de los
abusos
60.
113
Capitulo 11
Conclusiones y hallazgos
Pese a que la injusticia marca las historias de vida de todas las mujeres informantes, es
poderosa la resistencia con la que viven. Aunque explotadas y agredidas, estas mujeres no
se ven a sí mismas como desgraciadas, pese a las excepciones, y casi todas ellas están en
lucha por cambiar sus condiciones de vida partiendo desde sus actividades económicas
hasta las políticas, tomando como círculo inmediato sus hijas e hijos, y nietas(os). Estas
mujeres tienen una gran capacidad de reflexionar sobre la suerte de ellas y las otras y de
expresar proyectos vitales transformadores. Las entrevistas fueron, en diez de los doce
casos, oportunidades de conocimiento para quiénes las hicimos.
La violencia como elemento siempre presente en todos los espacios de las mujeres genera
grandes problemas en términos de la calidad de la vida. Viven en situaciones de miedo y
amenaza constante, temen por ellas y sus hijas en cuanto su seguridad económica, sexual y
vital. La relación de la violencia con la pobreza agudiza todas estas circunstancias, son
mujeres que necesitan trabajar para vivir, y el espacio laboral al que pueden acceder es
peligroso dada su marginalidad y ausencia de derechos laborales de todo tipo. Son mujeres
que por ser pobres viven en comunidades violentas en las que tienen que interactuar y estar
alerta todo el tiempo, están rodeadas de mareros, de hombres armados, de lugares inseguros
donde acechan los agresores. La necesidad material las empuja a la migración y ésta
114
constituye una perspectiva de agresión sexual, explotación ilimitada y hasta posible
pérdida de la vida.
Las relaciones sexuales se viven desde la agresión y peligro. En casi todas las informantes
existe esta convicción, pese a que muchas de ellas dijeron encontrar satisfacción en algunas
de sus relaciones, siempre dependientes del otro varón que “sabe y las satisface”.
Heterosexualidad Obligatoria y existencia lesbiana, en Sangre Pan y Poesía, prosa escogida, Icaria
109
Editorial
115
Las mujeres más afirmadas para expresar sus deseos de todo tipo son las que están
relacionadas con organizaciones de mujeres, son las más informadas y las que
intencionalmente tratan de romper el círculo de silencio alrededor del cuerpo de sus hijas.
Las ideas prevalecientes del amor romántico están contribuyendo con una enorme
responsabilidad al aumento de la infección del vih sida. Ideas como: la entrega total, la
confianza absoluta, la falta de decisión personal, el sacrificio por amor, la muerte por amor
están en las conversaciones con las mujeres. Esta ideología presiona a que las mujeres estén
disponibles a relacionarse con los hombres sin ningún tipo de restricción.
116
BIBLIOGRFÍA:
BOURDIEU, Pierre
CURIEL, Ochy (2003). “Identidades esencialistas o construcción de
identidades políticas: el dilema de las feministas negras”. In GOMÉZ,
Adriana (ed.), Discriminación de género/raza/etnia. Mujeres negras e
indígenas alzan su voz. Cuaderno Mujer Salud / 8. Red de Salud de las
Mujeres Latinoamericanas y del Caribe (RSMLAC), Santiago, Chile.
117
cas d’une coopérative de femmes tojolabales. Thèse pour obtenir le grade
de Docteur de l’Université de Paris 8, Discipline : Sociologie.
118