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FACULTAD DE MEDICINA
DEPARTAMENTO DE MEDICINA PREVENTIVA Y SALUD PÚBLICA
I. Introducción
En la tarea de conocer la realidad para transformarla de manera productiva el científico observa los
fenómenos que se presentan, identifica sus componentes principales y las relaciones entre éstos y
formula, finalmente, una explicación de la misma. La observación de ella debe hacerse de acuerdo
con criterios claramente definidos, de tal modo que la interpretación de los hallazgos sea inequívoca
y universal; por tal razón el investigador, obligado a medir de manera sistemática aquellas
propiedades o variables que son objeto de su estudio, debe abordar en algún momento el problema
de la medición. (Londoño, 2014, p28)
No existe una definición universal del concepto de salud, depende del contexto desde donde se
intente definir. La más aceptada es la que consigna la Organización Mundial de la Salud (OMS) en
su Carta Constitucional: "El estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente Ia
ausencia de afecciones o enfermedades". Esta definición, a pesar de ser la más conocida, genera
con frecuencia discrepancias entre muchos autores, por considerarla utópica, estática y subjetiva.
Uno de estos autores es Milton Terris, quien en 1994 modificó esta definición aI suprimir el término
“completo" y agregar el de "capacidad de funcionamiento", y definir la salud como un “estado de
bienestar físico, mental y social, con capacidad de funcionamiento y no únicamente la ausencia de
afecciones o enfermedades". (Álvarez, 2018, p28)
A pesar de que Terris mejora la enunciación de la OMS, su definición no está exenta de limitaciones.
En primer lugar, el concepto de la “capacidad de funcionar" es tan subjetivo como el de “bienestar"
y, a pesar de que deja de ser utópica al retirar el término “completo", es aún estático al continuar
el uso del término “estado". Es por eso que más que hablar de la salud como un estado, se habla en
la actualidad de un proceso dinámico.
Hay tantas definiciones del concepto de salud como existen contextos desde los que se determina.
Sin embargo, es fundamental tener muy claro el concepto, ya que este posee repercusiones
considerables. La manera en que cada individuo entiende la salud representa su visión de la propia
vida y es así como enmarcará sus acciones y planes, todos ellos distintos según sea cada concepción.
Cualesquiera que sean las definiciones utilizadas en epidemiología, es imprescindible que cumplan
los siguientes criterios:
a) Estén claramente expresados
b) Que resulten fáciles de usar
c) Se puedan aplicar de manera estándar en muy distintas circunstancias y por distintas
personas
Las definiciones usadas en la práctica clínica se especifican de forma menos rígida y el juicio clínico
es más importante para el diagnóstico. Esto se debe, al menos en parte, a que suele ser posible
proceder de forma escalonada, realizando una serie de pruebas hasta que se confirma el
diagnóstico. (R. Beaglehole, R. Bonita, 2003, p 12).
Medir y comparar la salud de las poblaciones y valorar la magnitud de los distintos problemas de
salud son tareas que deben contribuir a una toma de decisiones más racional y a una asignación de
recursos más eficiente.
La perspectiva de la salud pública, por tanto, exige responsabilizarse de la salud de las poblaciones,
lo que hace necesario analizar la frecuencia y la distribución de las enfermedades a través del tiempo
para poder planificar y desarrollar intervenciones adaptadas a las necesidades de salud de la
población. (Frutos, 2006, pp 81-83)
1. Razones.
En sentido amplio, una razón es la medida que compara una cantidad con otra por medio de una
división; en sentido restringido, es una operación mediante la cual se comparan por medio de una
división dos cantidades de naturaleza diferente con el propósito de expresar una diferencia.
(Londoño, 2014, p 35)
Las razones describen el comportamiento existente entre dos conjuntos diferentes. (Álvarez, 2018,
p160).
Una razón por sexo hombre/mujer de 10/1 en las personas infectadas por el virus de la
inmunodeficiencia humana (VIH) en una población revela que por cada 10 hombres infectados
existe una mujer infectada. La misma razón con un valor de 10/5 en otra población, pudiera reflejar
la existencia de comportamientos de la población diferentes a la primera, y orientar así programas
de prevención y de control de la enfermedad. (Londoño, 2014, p 35)
2. Proporciones.
Una proporción es una medida que expresa la frecuencia con la cual se presenta cierto evento con
respecto al total de unidades observadas. En otras palabras, es una medida que expresa la relación
de la parte al todo. (Londoño, 2014, p 35)
Una proporción Significa el cociente entre una pequeña parte del total del conjunto estudiado.
(Álvarez, 2018, p 162).
La razón y la proporción tienen en común la relación de dos números A y B, el uno como numerador
y el otro como denominador de una fracción, en la forma de A/B.
La diferencia entre estos conceptos resulta en el significado del numerador y del denominador y de
las unidades de medida en relación con los eventos que representan A y B, según las variables de
persona, de tiempo y de lugar. (Kolimon, 1990, p 58).
Ejemplo:
Sea el número de hombres afectados por la enfermedad de TBC diagnosticados por primera vez en
este año X, de 6.991.
Sea el número de mujeres afectadas, diagnosticadas por primera vez en el año X, de 4.661.
Se reunirán los datos de la manera siguiente:
La relación anterior es una razón, porque el numerador 6.991 hombres no está contenido en el
denominador 4.661 mujeres.
Es una proporción porque el numerador está comprendido dentro del denominador. Los 6.991
hombres afectados de TBC están comprendidos dentro del total de sujetos afectados de TBC, o sea,
los 11.652.
Un caso especial de proporción es el porcentaje que se expresa así:
Implica que de los sujetos afectados por tuberculosis en el año X, en este lugar, 60 por 100 son
hombres. En resumen, en la proporción, el numerador está incluido en el denominador. El
numerador consta de los individuos con un evento; el denominador comprende el total de los
individuos.
3. Tasas.
Por ejemplo, en una empresa en la cual se utiliza un colorante que causa lesiones en la piel se desea
estimar la incidencia anual de casos por medio de una tasa, entonces, el numerador de ésta será el
número de obreros afectados en un año y el denominador el tiempo total durante el cual se
presentaron las lesiones o tiempo total de exposición, el cual resulta de la suma de los tiempos en
que los obreros pudieron sufrir las lesiones.
Así, si un obrero no presentó la enfermedad durante todo el año su contribución al denominador
de la tasa será de un año, si otro se enferma a los seis meses y permanece enfermo contribuye con
medio año-exposición y si uno se retira de la empresa al tercer mes a partir de su ingreso contribuye
con un cuarto de año- exposición al denominador de la tasa de incidencia; de modo similar se calcula
la contribución que cada persona expuesta hace al tiempo total de exposición para determinar
finalmente el denominador de ella en términos del número de años durante los cuales las personas
permanecieron expuestas o simplemente el número de años-persona-exposición.
Las tasas identifican el comportamiento de una variable en relación con una población en un periodo
de tiempo específico. (Álvarez, 2018, p162)
Las tasas determinan el comportamiento de una característica en un determinado tiempo (no mayor
a un año) y se requiere conocer la población calculada a la mitad del periodo (a mitad del año), dado
que es en ese momento que el número de la población es estable (poca migración, defunción,
nacimiento, etc.) y finalmente el resultado se multiplica por una constante que indica la velocidad
con la que se puede presentar el suceso; en este caso se multiplica por 1000 a fin de obtener
números enteros, pero se pueden usar constantes como 100, 1 000, 10 000, 100 000 según sean la
frecuencia del episodio y el tamaño de la población. (Álvarez, 2018, p162)
La aparición de 400 eventos en un lapso de 2 años en 20.000 sujetos tendrá como numerador de la
tasa los 400 eventos y un denominador expresado en tiempo cerca a los 40.000 años-persona.
De allí que la tasa traduce la velocidad de cambio del fenómeno en determinado tiempo-persona
durante un período dado. (Colimon, 1990, p 59).
Las tasas expresan el riesgo absoluto que tienen las personas de enfermar o de morir. (Londoño,
2014, p 37)
Las medidas de frecuencia miden el estado de salud y enfermedad en una población, es decir,
cuantifican la aparición de una enfermedad o muerte, permiten realizar comparaciones entre la
misma población o entre diferentes poblaciones en un tiempo determinado. Las medidas de
frecuencia de una enfermedad se dividen en dos categorías: prevalencia e incidencia
1. Prevalencia.
La prevalencia de un evento de salud es una medida que da a conocer la frecuencia con la cual se
presenta en un determinado momento, independientemente de cuando se haya iniciado. (Londoño,
2014, p 33)
Ejemplo: Si la prevalencia de tuberculosis en cierta región es de tres por mil, se entiende que de
cada mil personas de la población tres padecen actualmente la enfermedad.
La prevalencia es una medida que expresa la presencia de una enfermedad o evento de interés
(nuevo o viejo) en la población total en un tiempo determinado. Es una proporción y por lo tanto
toma valores entre 0 y 1, y se puede expresar como porcentaje. La prevalencia puede medirse como
puntual o de periodo.
La prevalencia puntual es el número de casos existentes en un momento o punto determinado y
representa la probabilidad de que un individuo de una población sea un caso (nuevo o viejo) de
enfermedad o evento de interés en un momento determinado. (Álvarez, 2018, p172)
Se calcula con la siguiente formula:
La prevalencia de periodo identifica el número total de casos existentes a lo largo del período
determinado, es decir, los casos existentes al inicio del período más los casos nuevos que se generen
durante el periodo de estudio. (Álvarez, 2018, p172)
2. Incidencia
La otra medida de frecuencia empleada en morbilidad es la incidencia, que indica los casos nuevos
de una enfermedad o un evento en un tiempo determinado.
Se mide como:
Incidencia acumulada (IA) o riesgo (R) y
Tasa de incidencia (TI) o densidad de incidencia (DI).
La incidencia acumulada (IA) expresa el número de casos nuevos de una enfermedad o evento de
interés en una población en un periodo de tiempo determinado. (Álvarez, 2018, p 173)
Esto constituye la probabilidad o riesgo de que un individuo desarrolle el evento de estudio durante
un periodo determinado y que no muera por otras causas durante el periodo. Es una proporción y
sus valores se encuentran entre 0 y 1; se puede expresar como porcentaje o multiplicarse por
múltiplos de 10.
Ejemplo: Se realiza un estudio con el objetivo de identificar la posible relación entre la exposición a
plaguicidas y el desarrollo de leucemia en la localidad de San Bartolo del Llano con una población
de 12 227 habitantes, en el periodo 2015-2016. Al inicio del estudio se identificaron 92 casos de
leucemia. Durante el periodo analizado se diagnosticaron 25 casos de la enfermedad. Calcule la
incidencia de leucemia para esta población:
“La incidencia de leucemia en la localidad de San Bartolo del Llano durante el período 2015-2016
fue de 2 casos por 1 000 habitantes”.
Usos de incidencia
La proporción de incidencia de un evento en cierto período mide el riesgo de que ocurra, noción
supremamente útil en la investigación epidemiológica.
Supóngase que en una población de 10.000 habitantes, 300 personas presentan malaria en el
término de un año; la proporción de incidencia acumulada en un año es de 300/10.000, o sea que
el riesgo que tienen las personas de enfermar es del 3%.
Ejercicio:
De un grupo de 80 adolescentes observados durante un período, 20 desarrollan adicción a las drogas
en un año, Calcule el riesgo que tiene un adolescente (al azar) de desarrollar adicción a las drogas.
Tasa de incidencia
La incidencia se puede dar a conocer también por una medida que permite saber el número de casos
que se presentan por unidad de tiempo, o sea la tasa o velocidad con que incide la enfermedad.
De esta manera, el numerador de una tasa de incidencia es el número de casos que ocurren y el
denominador, el tiempo durante el cual se han presentado tales casos, que es el mismo durante el
cual han estado expuestas las personas para que éstos se manifiesten. (Londoño, 2014, p 34).
La tasa de incidencia o densidad de incidencia puede definirse entonces como el potencial de
cambio en el estado de salud por unidad de tiempo en relación con el tamaño de la población en
riesgo en el mismo periodo, Se considera una persona en riesgo si al inicio del periodo de
observación no tiene la enfermedad o el evento de interés, pero es susceptible de tener la
enfermedad. (Álvarez, 2018, p 173).
El cálculo del denominador se realiza sumando los periodos de observación libres de enfermedad,
es decir, los tiempos en riesgo de padecer el evento de cada uno de los individuos del grupo de
estudio; según los objetivos del estudio, se pueden expresar en años, meses, días y se conoce como
tiempo-persona.
La Tasa de Incidencia (TI) no es una proporción ya que se expresa en unidades de tiempo y sus
valores pueden variar entre 0 y + infinito.
Se observan 10 personas con diferentes periodos libres de enfermedad, de las cuales seis
desarrollan la enfermedad (cáncer cérvico uterino). La persona A se observa durante un período de
seis años, la B y D por tres años, la C durante todo el periodo que equivale a 10 años, siete años para
la E y J, cinco en la F, cuatro años para G y l y 2 años en la persona H. En total suman 5l años- persona
de observación.
Si se multiplica el resultado por un factor, en este caso 100, se obtiene: “11 casos por 100 años-
persona de seguimiento".
OTRO EJEMPLO:
Dada la naturaleza de una tasa de incidencia, en la que en el numerador figuran los casos que se
presentan a lo largo de un período y en el denominador el tiempo durante el cual las personas han
estado expuestas, sus unidades son número de casos por unidad de tiempo exposición. Así por
ejemplo, si se dice que la tasa anual de incidencia de un cierto tumor maligno es de 60 casos por
cada 100.000, se quiere significar que la incidencia es de 0,00060 casos por cada año- persona
exposición, o lo que es numéricamente equivalente, 60 casos en 100.000 personas expuestas cada
una durante un año.
Es de la mayor importancia tener en cuenta que tanto las tasas de incidencia como las proporciones
de incidencia acumulada expresan el riesgo de enfermar o de morir R, idea central en la
investigación epidemiológica. (Londoño, 2014, p 38).
Existe una sólida relación entre la incidencia y la prevalencia, por lo que puede afirmarse que la
prevalencia depende de la tasa de incidencia y de la duración de la enfermedad:
La mortalidad específica se calcula para grupos particulares de la población, ya sea por edad, sexo,
causas específicas; o para subgrupos particulares de edad y sexo; por ejemplo, la mortalidad
materna y la mortalidad infantil. La mortalidad específicas por edad y sexo se calculan con la
siguiente fórmula:
X. Letalidad
La letalidad es una medida que indica la gravedad de una enfermedad y se expresa en términos de
porcentaje. (Álvarez, 2018, p 175)
Se puede realizar el cálculo para grupos específicos como edad, sexo. Se calcula con la siguiente
fórmula:
En suma, la mortalidad hace referencia a las defunciones entre la población total (sana o enferma)
y la letalidad a las defunciones entre la población diagnosticada con la enfermedad.
Ejemplo: durante el año 2005 en el municipio de Ixtlahuaca con una población de 50 000 habitantes
ocurrieron 250 casos y 15 defunciones por cólera. Calcular la Mortalidad en la Localidad por cólera
y su letalidad:
“En el municipio de Ixtlahuaca en el año 2015 la mortalidad por cólera fue de 3 por 10 000 habitantes
y la letalidad de 6%”.
XI. Conclusiones.
La Salud es un término muy amplio y difícil de definir.
Es imposible separar la enfermedad de Ia salud y éstas se interrelacionan de manera
continua a lo largo de la vida, por lo que se prefiere hablar del concepto del proceso salud-
enfermedad
La morbilidad incluye enfermedades y lesiones.
El desarrollo de criterios para la determinación de la presencia de una enfermedad requiere
definir la normalidad y la anormalidad, y suele seguir una serie de pasos.
La razón compara dos medidas de naturaleza diferente por medio de una división.
La proporción es una medida que expresa la frecuencia con la cual se presenta cierto evento
con respecto al total de unidades observadas.
El denominador de una tasa no se expresa en función de sujetos de observación, como en
una proporción, Sino en una unidad de tiempo que se determina tiempo- persona, llamada
generalmente año-persona o persona-año.
La prevalencia incluye tanto a los casos viejos como a los casos nuevos.
La incidencia incluye solamente a los casos nuevos de una enfermedad.
La única tasa que se puede calcular es la tasa de incidencia.
La mortalidad hace referencia a las defunciones entre la población total (sana o enferma) y
la letalidad a las defunciones entre la población diagnosticada con la enfermedad
XII. Bibliografía.
• Álvarez Alva, R. y Kuri-Morales, P. A. (2018). Salud pública y medicina preventiva (5a. ed.).
Ciudad de México, Mexico: Editorial El Manual Moderno. Recuperado de
https://elibro.net/es/ereader/biblioues/39770
• Frutos García García, J. (2006). Salud pública y epidemiología. Madrid, Spain: Ediciones Díaz
de Santos. Recuperado de https://elibro.net/es/ereader/biblioues/53129
• R. Beaglehole, R. Bonita, Epidemiología básica (2003) OPS, Publicación Científica No. 551,
pág. 12. Recuperado de
https://www.google.com/search?q=epidemiologia+de+bonita&rlz=1C1CHBF_esSV878SV8
78&oq=epidemiologia+de+bonita&aqs=chrome..69i57j46.8259j1j7&sourceid=chrome&ie=
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