ASIGNATURA: METODOLOGÍA DE LA

INVESTIGACIÓN

ALUMNA: ELI DARANI LÓPEZ BAUTISTA

GRUPO: 107
“DÍA DE MUERTOS”
San Miguel Abejones
Las ofrendas forman parte fundamental de la festividad del Día de Muertos, pues es una
manera de hacer que nuestros difuntos nos visiten para volver a gozar de los placeres que
antes solíamos hacer juntos. Es así como las familias de mi comunidad abren sus puertas
para recibir a sus antepasados.
Todo inicia el 30 de octubre cuando en el pueblo se comienza a sentir esa vibra peculiar de
esta festividad. Podemos ver a las personas preparando las cosas que se pondrán en la
ofrenda como son: panes y tortillas.
Al día siguiente, el 31 de octubre, se erige la ofrenda. Esta se colocará en una mesa o en
una repisa, las orillas se adornan con flores de cempasúchil, luego se colocan los panes y
las tortillas como en la siguiente imagen:

Frutas, dulces, galletas y

bebidas se colocan en la mesa,
pero también optan por
colgarlas para hacerlo ver más
llamativo.
Rosarios, veladoras y panes en
forma de silueta con las manos
cruzadas representan la
espiritualidad que esta
tradición tiene. También es
muy común colocar la bebida
favorita de los difuntos: pulque,
alcohol o agua, pues se tiene la
creencia que los difuntos llegan
tan sedientos de su camino.
Las familias hacen todo esto
con una vibra muy especial,
algunas veces acompañadas de
oraciones y palabras a sus seres
queridos. La colocación del
altar se conmemora con un
“ritual” en donde se sacrifica
una pareja de pollos.
Esto como representación de que la celebración se ha hecho con amor y para recibir a los
difuntos con mucho gusto y poder pasarla bien con ellos disfrutando de las cosas que
amaban comer y hacer.
El 1 de noviembre se preparan los platillos típicos que también serán parte de la ofrenda y
degustados por los familiares, algunos de los platillos son: mole, amarillo y atole. Ese mismo
día las familias visitan el cementerio llevando serenata y bebidas.
El 2 de noviembre la ofrenda permanece todo el día hasta que el 3 algunas familias deciden
reunirse entre compadres para degustar de bebidas y para convivir.

Para la gente de mi pueblo un difunto no deja de pertenecer a su familia ni a su comunidad,

simplemente deja su cuerpo y se convierte en un alma que sigue viviendo con los dioses,
motivo por el cual, son enterrados junto a sus herramientas, vasijas de trabajo y
pertenecías.
De esta manera no son olvidados y se les recibe con mucho cariño durante esta época.