El Día de Muertos en la visión indígena implica el retorno transitorio de las ánimas
de los difuntos, quienes regresan a casa, al mundo de los vivos, para convivir con los familiares y para nutrirse de la esencia del alimento que se les ofrece en los altares puestos en su honor.
En esta celebración de Día de Muertos, la muerte no representa una ausencia sino
a una presencia viva; la muerte es un símbolo de la vida que se materializa en el altar ofrecido. En este sentido se trata de una celebración que conlleva una gran trascendencia popular ya que comprende diversos significados
La celebración del Día de Muertos se lleva a cabo los días 1 y 2 de noviembre ya
que esta se divide en categorías: De acuerdo con el calendario católico, el 1 de noviembre corresponde a Todos los Santos, día dedicado a los “muertos chiquitos” o niños, y el día 2 de noviembre a los Fieles Difuntos, es decir, a los adultos
El altar de muertos significa un homenaje a nuestros seres queridos que ya no se
encuentran con nosotros y sin duda alguna es un elemento fundamental en la celebración del Día de Muertos. La creencia detrás de este símbolo es que los difuntos regresan al mundo terrenal para convivir con sus seres queridos y compartir lo que más disfrutaban en su tiempo juntos, además de que cada elemento tiene un significado:
Sal y agua 💧: la sal simboliza la pureza y suele colocarse para que el
cuerpo no se corrompa durante el viaje de ida y vuelta. Por otro lado, el agua se ofrece como fuente de vida para mitigar la sed después del recorrido. También está asociada a la purificación del alma. Calaveritas 💀: las calaveritas están relacionadas con antiguas tradiciones prehispánicas que empleaban cráneos de prisioneros sacrificados para honrar a los dioses en un altar. También son colocados como representación de la Santísima Trinidad. Veladoras : la luz de las veladoras representa la fe y la esperanza. La flama sirve de guía para que las almas de los seres queridos puedan llegar a con sus familias para disfrutar de los manjares y ornamentos colocados en la ofrenda. Suelen colocarse diversas veladoras, entre ellas unas de mayor tamaño que representan a cada ser querido que se ha ido. Papel picado: el papel picado suele colocarse como alusión al viento, además de servir como decoración para darle un toque festivo y especial al espacio designado para la ofrenda. Flores 🌼🌻: las flores se colocan como adorno y deleite para las almas de aquellos que nos visitan. Entre las más populares está el alhelí y la nube, ambos de color blanco que simboliza la pureza. Pero, la más representativa es, sin duda, el Cempasúchil, esta flor de color naranja o amarillo que suele deshojarse para colocar caminos de luz que guíen a las almas a la ofrenda. Copal e incienso: el copal y el incienso se colocan para “limpiar” las malas vibras del lugar, purificar el espacio y evitar que los malos espíritus lleguen junto con nuestros seres queridos. Pan de muerto y comida 🥑🥒🍊🍎🍑: el pan de muerto, como sabes, hace alusión a los sacrificios humanos que se realizaban en la cultura prehispánica para rendir culto a los dioses, por eso el pan cuenta con unos pequeños “huesitos” en la parte superior. La comida que se coloca es variada, ya que suelen colocarse los platillos favoritos de aquellos seres queridos que se nos adelantaron. Fotos 📷: las fotografías son uno de los elementos más representativos de la ofrenda, son esas fotos que nos traen recuerdos, que evocan esos momentos increíbles que pasamos con nuestros seres queridos y por los que hoy hemos puesto la ofrenda. En algunas partes del país se tiene la creencia de que los retratos deben permanecer escondidos y solo poder ser vistos con un espejo, esto como símbolo de que es posible ver a la persona, pero ya no está. Arco. El arco se coloca en la cúspide del altar y simboliza la entrada al mundo de los muertos. Se le adorna con limonarias y flor de cempasúchil. .