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CIUDADANO:

OFICINA DE UNIDAD Y DISTRIBUCIÓN DE DOCUMENTOS DE MARACAIBO,


PARA CONOCIMIENTO DE UNO DE LOS JUZGADOS DE PRIMERA
INSTANCIA EN LO CIVIL, MERCANTIL Y TRÁNSITO DE LA
CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO ZULIA.
SU DESPACHO.-

Yo, ELKER YASENIA PAZ SIERRA, abogada en ejercicio, domiciliada en el


Municipio Maracaibo del Estado Zulia, titular de la Cédula de Identidad Nro. V-
11.816.732, inscrita en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el Nro.
125.256, actuando en representación del ciudadano DANIEL ENRIQUE
SÁNCHEZ FERRER, venezolano, mayor de edad, viudo, titular de la Cédula de
Identidad Nro. V-13.256.356, con domicilio en el Municipio Alcorcón de Madrid,
España, representación que se evidencia en Poder debidamente otorgado ante la
Notaría Pública Tercera del Municipio Autónomo Maracaibo, del Estado Zulia, en
fecha 10 de Noviembre del 2019, bajo el N° 1.236, Tomo IV, el cual anexo con la
letra “A”; ante usted muy respetuosamente ocurro para exponer:

I.
DE LOS HECHOS.

Es el caso, ciudadano juez, que mi representado en fecha 04 de Febrero del 2015


contrajo matrimonio con la ciudadana DORIS MARÍA HERNÁNDEZ CAMACARO,
venezolana, mayor de edad, titular de la Cédula de Identidad Nro. V-14.256.237,
con domicilio en el Municipio Alcorcón de Madrid, España, ante la Unidad de
Registro Civil de la Parroquia Bolívar del Municipio Maracaibo del Estado Zulia,
como se evidencia de Acta de Matrimonio N°. 121, la cual anexo a la presente
demanda con la letra “B”, emitida por esa misma autoridad.

De esa unión, procrearon un hijo de nombre EDUARDO JOSÉ SÁNCHEZ


HERNÁNDEZ, nacido en el Hospital General de Madrid, España, el día 10 de
Noviembre del 2016, como se evidencia en el Acta de Nacimiento N°. 259, que
anexo marcada con la letra “C”. Al momento del parto, falleció la ciudadana
DORIS MARÍA HERNÁNDEZ CAMACARO, antes identificada, como se evidencia
del Acta de Defunción que acompaño a la presente demanda con la letra “D”,
dejando como únicos y universales herederos a mi representado y a tres hijos, uno
recién nacido, ya identificado, y dos mayores de edad, JESÚS ANDRÉS PEÑA
HERNÁNDEZ y GUSTAVO ANDRÉS PEÑA HERNÁNDEZ, ambos de
nacionalidad venezolana y española, titulares de las Cédulas de Identidad Nro. V-
25.326.256 y V-23.459.875, respectivamente, domiciliados en el Municipio
Alcorcón de Madrid, España, lo que los convierte en coherederos, en razón de
25% del 100% del acervo hereditario cada uno. A las diez horas de su nacimiento,
también falleció EDUARDO JOSÉ SÁNCHEZ HERNÁNDEZ, como se evidencia
del Acta de Defunción que adjunto con la letra “E”, dejando como único y universal
heredero a mi representado, su padre, como se evidencia de la prueba marcada
con la letra “C”, en razón del 100% de su acervo hereditario.

Es así, ciudadano juez, que mientras mi representado se encargaba de los gastos


concernientes al fallecimiento de su esposa y de su hijo recién nacido, y cargaba
con las emociones que la muerte acarrea, los hijos de DORIS MARÍA
HERNÁNDEZ CAMACARO y dos de sus hermanas, las ciudadanas MARÍA
ELENA HERNÁNDEZ CAMACARO y MERCEDES ANDREA HERNÁNDEZ
CAMACARO, venezolanas, mayores de edad, domiciliadas en el Municipio
Alcorcón de Madrid, titulares de las Cédula de Identidad Nros. V-16.256.325 y V-
18.237.845, respectivamente, tomaron posesión de los inmuebles que forman
parte de la masa hereditaria de la ciudadana DORIS MARÍA HERNÁNDEZ
CAMACARO, antes identificada, así como de las cuentas bancarias de la
causante. Asimismo, tampoco respetaron la parte correspondiente a mi
representado de la comunidad conyugal, violentando el derecho de mi
representado sobre esos bienes, por ser copropietario, y su derecho a la legítima.

Con anterioridad se ha intentado acordar una partición amigable y extrajudicial de


la comunidad hereditaria, sin embargo, el desacuerdo entre mi representado y los
coherederos, que pretenden vulnerar sus derechos y despojarle de todos los
bienes que por ley le corresponden, ha impedido un arreglo amigable y es por ello
que acude ante la vía jurisdiccional.
II.
DE LOS BIENES DE LA COMUNIDAD HEREDITARIA.
1. Un inmueble constituido por un Apartamento, distinguido con el No. 3-B,
ubicado en la Tercera Planta del Edificio “SIERRA ALEGRE”, situado en la Calle
59 (antes Zapara), en jurisdicción del antiguo Municipio Coquivacoa, hoy
Parroquia del Municipio Autónomo Maracaibo, Estado Zulia. Dicho Apartamento
tiene una superficie de CIENTO CUARENTA Y UN METROS CUADRADOS
(141,00 mt2), aproximadamente, comprendido dentro de los siguientes linderos:
NORTE: Fachada Principal del Edificio “Sierra Alegre”; SUR: Fachada posterior
del mismo Edificio; ESTE: Intermedio el Ascensor, el Apartamento A-3; y OESTE:
Fachada lateral del mismo edificio, correspondiéndole en propiedad un puesto de
estacionamiento marcado con el No. 3-B y un porcentaje de Condominio sobre las
cosas comunes y de uso común así como las cargas de la comunidad de
copropietario de 4,077% del área vendible del edificio, según se desprende de
Documento de Condominio registrado ante la Notaría Subalterna del Primer
Circuito del Municipio Autónomo Maracaibo del Estado Zulia, en fecha 03 de
Diciembre de 1973, bajo el No. 1, folio del 2 al 37 del Protocolo 1°, tomo 4°
adicional, inmueble estimado con un valor de Bs. S. 100.000.000,00.
Sobre este inmueble, a mi representado le pertenece el CINCUENTA POR
CIENTO (50%) por concepto de Gananciales de la Comunidad Conyugal y la
CUARTA (1/4) PARTE del CINCUENTA POR CIENTO (50%) restante por
concepto de Comunidad Hereditaria, que, a efectos de la herencia, se convierte en
un CIEN POR CIENTO (100%) que debe dividirse entre los herederos a razón de
VEINTICINCO POR CIENTO (25%) cada uno.
2. Una cuenta corriente en BANESCO con un monto de Bs. S. 80.000.000,00.
Sobre esta cuenta, a mi representado le pertenece el CINCUENTA POR
CIENTO (50%) por concepto de Gananciales de la Comunidad Conyugal y la
CUARTA (1/4) PARTE del CINCUENTA POR CIENTO (50%) restante por
concepto de Comunidad Hereditaria, que, a efectos de la herencia, se convierte en
un CIEN POR CIENTO (100%) que debe dividirse entre los herederos a razón de
VEINTICINCO POR CIENTO (25%) cada uno.
III.
DE LA LEY APLICABLE.
Solicito a este juzgado que tome en consideración el artículo 34 de la Ley de
Derecho Internacional Privado del 06 de Agosto de 1998, que establece que:
“Las sucesiones se rigen por el Derecho del domicilio del causante.” En tal
sentido, ciudadano juez, la norma venezolana de conexión, usada por los
elementos de extranjería que se presentan en esta demanda, remite a la ley del
domicilio del causante.
A efectos de determinar la ley aplicable, debe traerse a colación el artículo 11 de
la misma Ley, según el cual: “El domicilio de una persona física se encuentra en el
territorio del Estado donde tiene su residencia habitual.”. En este sentido, el
domicilio del causante, entendido en el Estado venezolano como la residencia
habitual, se encuentra en Madrid, España, por cuanto debe revisarse la norma
española.
Como en materia de Derecho Internacional Privado no aplica el principio de iura
novit curia, es necesario acotar que el Código Civil Español indica:
“Artículo 9.
8. La sucesión por causa de muerte se regirá por la Ley nacional del causante en
el momento de su fallecimiento, cualesquiera que sean la naturaleza de los
bienes y el país donde se encuentren.”

Con base en los anteriores fundamentos de derecho, la ley aplicable a la presente


demanda es la ley venezolana, por cuanto el derecho español remite a la ley
nacional del causante al momento del fallecimiento y DORIS MARÍA
HERNÁNDEZ CAMACARO tenía nacionalidad venezolana.

IV.
DE LA JURISDICCIÓN.
Tratándose de un caso de Derecho Internacional Privado, es importante acentuar
que el Estado venezolano tiene jurisdicción para conocer de esta demanda a
través de alguno de sus tribunales, por lo establecido en la Ley de Derecho
Internacional Privado:
“Artículo 39: Además de la jurisdicción que asigna la ley a los tribunales
venezolanos en los juicios intentados contra personas domiciliadas en el territorio
nacional, los tribunales de la República tendrán jurisdicción en juicios intentados
contra personas domiciliadas en el exterior en los casos contemplados en los
artículos 40, 41 y 42 de esta Ley.”

“Artículo 41: Los tribunales venezolanos tendrán jurisdicción para conocer de


juicios originados por el ejercicio de acciones relativas a universalidades de
bienes:
1. Cuando el Derecho venezolano sea competente, de acuerdo con las
disposiciones de esta Ley, para regir el fondo del litigio;
2. Cuando se encuentren situados en el territorio de la República bienes que
formen parte integrante de la universalidad.”

De esta forma, ciudadano juez, es evidente que el Estado venezolano tiene


competencia para conocer de la presente demanda, por cuanto la ley aplicable a
este caso es la ley venezolana y, aunado a ello, en Venezuela se encuentran
situados bienes que forman parte de la herencia.

V.
DE LA COMPETENCIA.

En lo que concierne a la competencia, es menester demostrar que este tribunal en


particular puede conocer de la presente demanda. Conforme a la Ley de
Derecho Internacional Privado en su artículo 51:

“Tendrá competencia para conocer de juicios originados por el ejercicio de


acciones relativas a universalidades de bienes:
1. Cuando el Derecho venezolano sea competente de acuerdo con las
disposiciones de esta Ley para regir el fondo del litigio, el Tribunal donde tuviere
su domicilio la persona en virtud de la cual se atribuye competencia al Derecho
venezolano;
2. Cuando se encuentren situados en el territorio de la República bienes que
forman parte integrante de la universalidad, el Tribunal del lugar donde se
encuentre la mayor parte de los bienes de la universalidad situados en el
territorio de la República.”

Un inmueble que integra el acervo hereditario se encuentra ubicado en la Calle 59


(antes Zapara), en jurisdicción del antiguo Municipio Coquivacoa, hoy Parroquia
del Municipio Autónomo Maracaibo, Estado Zulia cuyo valor es el más
representativo de la herencia y por tanto constituye la mayor parte.

De acuerdo con los motivos antes expuestos, este tribunal es competente por
estar ubicado en esta circunscripción la mayor parte de los bienes que forman
parte de la herencia y que se encuentran en Venezuela.

VI.
DEL DERECHO Y EL PETITORIO.
En virtud de no haber podido llegar a una partición amigable de la comunidad
hereditaria, ocurro en nombre de mi representado a la vía judicial, acción que está
configurada dentro de los supuestos de hecho previstos en el artículo 770 del
Código Civil Venezolano:
“Son aplicables a la división entre comuneros las reglas concernientes a la
división de la herencia y las especiales que, en cuanto al procedimiento para
llevarla a cabo, establezca el Código de Procedimiento Civil.”
El artículo 777 del Código de Procedimiento Civil establece:
“La demanda de partición o división de bienes comunes se promoverá por los
trámites del procedimiento ordinario y en ella se expresará especialmente el
título que origina la comunidad, los nombres de los condóminos y la proporción
en que deben dividirse los bienes.”
De tales supuestos que contemplan la partición del bien común, y dado que han
sido infructuosas las gestiones extrajudiciales tendientes a obtener la partición del
acervo hereditario, ocurro ante su competente autoridad, ciudadano juez, para
demandar, como en efecto demando formalmente en este acto, en nombre de mi
representado, antes identificado, por PARTICIÓN DE COMUNIDAD
HEREDITARIA. Además, de conformidad con el artículo 38 del Código de
Procedimiento Civil estimo la demanda en la cantidad de CUARENTA Y CINCO
MILLONES (Bs. S. 45.000.000,00), equivalente a NOVECIENTAS MIL (900.000
U.T.) UNIDADES TRIBUTARIAS que es el monto estimable de los derechos de
propiedad de mi representado a los efectos de la partición.
VII.
DEL DOMICILIO PROCESAL.
Dando cumplimiento a lo establecido en el artículo 174 del Código de
Procedimiento Civil, fijo como domicilio procesal de mi representado Calle 75,
Casa N° 4-564, Parroquia Venancio Pulgar del Municipio Maracaibo del Estado
Zulia.

Pido que esta demanda sea admitida, tramitada conforme a derecho y declarada
CON LUGAR en la sentencia definitiva que se dicte, incluyendo el pago de las
Costas Procesales las cuales desde ya protesto en este acto.

En Justicia, Maracaibo, a la fecha de su presentación.-

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