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Centros de exterminio
A finales de 1941, el régimen nazi comenzó a construir centros de exterminio fijos y
diseñados específicamente con ese fin en la Polonia ocupada por los alemanes. Los centros
de exterminio se conocían también como “campos de exterminio”. La Alemania nazi operó
cinco centros de exterminio: Chelmno, Belzec, Sobibor, Treblinka y Auschwitz-Birkenau.
Estos centros de exterminio se construyeron con el único propósito de asesinar eficazmente
a los judíos a gran escala. El principal medio de asesinato en los centros de exterminio era
el gas venenoso emitido en cámaras de gas selladas o en camionetas.
Las autoridades alemanas, con la ayuda de sus aliados y sus colaboradores, transportaron a
los judíos de toda Europa a estos centros de exterminio. Disimulaban sus intenciones
diciendo que los transportes a los centros de exterminio eran “acciones de reasentamiento”
o “transportes de evacuación”. En español esto se conoce como “deportación”. La mayoría
de estas deportaciones se realizaba en tren. Para transportar eficazmente a los judíos a los
centros de exterminio, las autoridades alemanas utilizaron el amplio sistema ferroviario
europeo, así como otros medios de transporte. En muchos casos, los vagones de los trenes
eran vagones de carga; en otros casos, eran vagones de pasajeros.
Las condiciones en los transportes de deportación eran horribles. Las autoridades alemanas
y sus colaboradores locales obligaban a los judíos de todas las edades a subir a los atestados
vagones. A menudo tenían que permanecer de pie, a veces durante días, hasta que el tren
llegaba a su destino. Los responsables los privaban de alimentos, agua, baños, calefacción y
atención médica. Los judíos solían morir en el camino debido a estas condiciones
inhumanas.
La gran mayoría de los judíos deportados a los centros de exterminio murió asesinada con
gas casi inmediatamente después de su llegada. Los funcionarios alemanes seleccionaban a
algunos judíos a quienes consideraban sanos y fuertes para hacer trabajos forzados
En los cinco centros de exterminio, los oficiales alemanes obligaban a algunos prisioneros
judíos a colaborar en el proceso de matanza. Entre otras tareas, estos prisioneros tenían que
clasificar las pertenencias de las víctimas y sacar sus cuerpos de las cámaras de gas. Las
unidades especiales se deshicieron de los millones de cadáveres en fosas comunes, en fosas
de incineración o quemándolos en grandes crematorios diseñados especialmente para ese
fin.
Casi 2.7 millones de hombres, mujeres y niños judíos fueron asesinados en los cinco
centros de exterminio.
¿Qué eran los ghettos y por qué los crearon las autoridades alemanas durante el
Holocausto?
Los ghettos eran una parte de la ciudad donde los ocupantes alemanes obligaban a los
judíos a vivir en condiciones de hacinamiento e insalubridad. Las autoridades alemanas a
menudo cerraban estas zonas construyendo muros u otras barreras. Los guardias impedían
que los judíos salieran sin permiso. Algunos ghettos existieron durante años, pero otros solo
existieron durante meses, semanas o incluso días como lugares de detención antes de la
deportación o del asesinato de sus ocupantes.
Los funcionarios alemanes crearon ghettos por primera vez en 1939-1940, en la Polonia
ocupada por Alemania. Los dos más grandes se encontraban en las ciudades polacas
ocupadas de Varsovia y Lodz (Łódź). A partir de junio de 1941, los oficiales alemanes
también los establecieron en los territorios recién conquistados en Europa oriental, tras el
ataque alemán a la Unión Soviética. Las autoridades alemanas, sus aliados y sus
colaboradores también establecieron ghettos en otras partes de Europa. En1944 en
particular, las autoridades alemanas y húngaras crearon ghettos temporales para centralizar
y controlar a los judíos antes de deportarlos de Hungría.
El objetivo de los ghettos
Las autoridades alemanas establecieron originalmente los ghettos para aislar y controlar a
las grandes poblaciones judías locales en la Europa oriental ocupada. Al principio,
concentraban a los residentes judíos de una ciudad y de la zona o región circundante. Sin
embargo, a partir de 1941, los funcionarios alemanes también deportaron a los judíos de
otras partes de Europa (incluida Alemania) a algunos de estos ghettos.
Los trabajos forzados de los judíos se convirtieron en una característica central de la vida
en muchos ghettos. En teoría, ese trabajo debía ayudar a pagar la administración del ghetto
y apoyar el esfuerzo bélico alemán. A veces, se establecían fábricas y talleres en las
cercanías para explotar con trabajos forzados a los prisioneros judíos. El trabajo era a
menudo manual y agotador.
La vida en los ghettos era miserable y peligrosa. Había poca comida y escasos servicios
sanitarios y médicos. Cientos de miles de personas murieron de inanición, por
enfermedades descontroladas, por exposición a temperaturas extremas y por agotamiento
debido a los trabajos forzados. Los alemanes también asesinaban a los prisioneros judíos
mediante brutales palizas, torturas, fusilamientos al azar y otras formas de violencia
arbitraria.
Los judíos de los ghettos trataban de mantener un sentido de dignidad y de vida en
comunidad. Formaban escuelas, bibliotecas, servicios de bienestar común e instituciones
religiosas para proporcionar una cierta conexión entre los residentes.
Quién fue responsable de llevar a cabo el Holocausto y la “solución final”?
Hubo muchas personas responsables de llevar a cabo el Holocausto y la “solución final”.
Al más alto nivel, Adolf Hitler inspiró, ordenó, aprobó y apoyó el genocidio de los judíos
de Europa. Sin embargo, Hitler no actuó solo. Tampoco presentó un plan exacto para la
aplicación de la solución final. Otros líderes nazis fueron quienes coordinaron, planificaron
e implementaron directamente los asesinatos en masa. Entre ellos estuvieron Hermann
Göring, Heinrich Himmler, Reinhard Heydrich y Adolf Eichmann.
Sin embargo, hubo millones de alemanes y otros europeos que participaron en el
Holocausto. Sin dicha participación, el genocidio del pueblo judío en Europa no habría sido
posible. Los líderes nazis se apoyaron en las instituciones y las organizaciones alemanas, en
otras potencias del Eje, en las burocracias e instituciones locales y en las personas.