Como consecuencia de las Devastaciones de Osorio, las actividades
económicas de los habitantes de la colonia española de Santo Domingo les condujeron a la más asombrosa pobreza. Durante la industria azucarera desarrollada desde la llegada de los frailes jerónimos en 1515 hasta alrededor de 1580 la actividad productiva intensiva generaba grandes riquezas, al tiempo que una esclavitud también intensiva, pero al desaparecer el negocio del azúcar la situación no fue la misma. Es importante diferenciar la explotación de mano de obra de los esclavos en ambas formas de producción. Las relaciones de producción esclavistas en el ingenio suponían la producción de riquezas sustentada en la explotación del trabajo esclavo, más la generación de riquezas en el hato se fundamentaba en el valor de las reses y no estaban marcadas por lo arduo de la explotación esclavista. “Los blancos, los mestizos y los negros esclavos de los hatos vivían casi en estado de naturaleza; sus conocimientos eran mínimos y primitivos y sus relaciones con otros seres humanos, escasas. Además, no vivían en un régimen de disciplina, como tenían que vivir los esclavos y los blancos de los ingenios; éstos no podían abandonar el trabajo y por tanto estaban sometidos a reglas. Por último, el hato era atendido por una o dos personas, y aunque fueran esclavos, vivían a su albedrío como si fueran libres”. Juan Bosch. Pág.42. Al declinar la industria azucarera, los hatos concentraron la autoridad social y se erigieron como centros de Poder de los siglos XVII y XVIII. La venta ilegal de ganado y cueros de reses, tanto a la colonia francesa de la parte Oeste de la isla como a los que llegaban a las costas por la mercancía, propició el repunte de la economía y el fin del siglo de la miseria. Otro factor que se hace obligatorio en el análisis de la esclavitud durante el siglo de la miseria es la merma de la población negra y mulata que en muchos momentos fue un gran problema. En el mismo acontecer del contrabando o rescate por el negocio