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Romance del enamorado y la muerte

Un sueño soñaba anoche, la mañana de San Juan!


soñito del alma mía, Andando a buscar la caza
soñaba con mis amores para su halcón cebar,
que en mis brazos los tenía. vio venir una galera
Vi entrar señora tan blanca que a tierra quiere llegar:
muy más que la nieve fría. las velas trae de seda,
―¿Por dónde has entrado, amor? la jarcia de oro torzal,
¿Cómo has entrado, mi vida? áncoras tiene de plata,
Las puertas están cerradas, tablas de fino coral.
ventanas y celosías. Marinero que la guía,
―No soy el amor, amante: diciendo viene un cantar,
la Muerte que Dios te envía. que la mar ponía en calma,
―¡Ay, Muerte tan rigurosa, los vientos hace amainar;
déjame vivir un día! los peces que andan al hondo,
―Un día no puede ser, arriba los hace andar;
una hora tienes de vida. las aves que van volando,
Muy de prisa se calzaba, al mástil vienen posar.
más de prisa se vestía; Allí habló el infante Arnaldos,
ya se va para la calle, bien oiréis lo que dirá:
en donde su amor vivía. –Por tu vida, el marinero,
―¡Ábreme la puerta, blanca, dígasme ora ese cantar.
ábreme la puerta niña! Respondióle el marinero,
―¿Cómo te podré yo abrir tal respuesta le fue a dar:
si la ocasión no es venida? –Yo no digo mi canción
Mi padre no fue al palacio, sino a quien conmigo va.
mi madre no está dormida.
―Si no me abres esta noche, Romance del prisionero
ya no me abrirás querida;
la Muerte me está buscando, Que por mayo era por mayo,
junto a ti vida sería. cuando hace la calor,
―Vete bajo la ventana cuando los trigos encañan
donde labraba y cosía, y están los campos en flor,
te echaré cordón de seda cuando canta la calandria
para que subas arriba, y responde el ruiseñor,
y si el cordón no alcanzare cuando los enamorados
mis trenzas añadiría. van a servir al amor;
La fina seda se rompe; sino yo, triste, cuitado,
la Muerte que allí venía: que vivo en esta prisión,
―Vamos, el enamorado, que ni sé cuándo es de día,
que la hora ya está cumplida. ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
Romance del infante Arnaldos que me cantaba al albor.
Matómela un ballestero;
¡Quién hubiera tal ventura dele Dios mal galardón.
sobre las aguas del mar,
como hubo el infante Arnaldos Romance de la ermita de San Simón

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en la su cara muy blanca
En Sevilla está una ermita lleva un poco de color,
cual dicen de San Simón, y en los sus ojuelos garzos
adonde todas las damas lleva un poco de alcohol,
iban a hacer oración. a la entrada de la ermita,
Allá va la mi señora, relumbrando como el sol.
sobre todas la mejor, El abad que dice misa,
saya lleva sobre saya, no la puede decir, no,
mantillo de un tornasol, monacillos que le ayudan
en la su boca muy linda no aciertan responder, no.
lleva un poco de dulzor, Por decir: “amén, amén”,
decían: “amor, amor”.

Cuestiones

1. Resume el "Romance del enamorado y la muerte".


2. Di cuál es su tema. ¿En qué partes dividirías su contenido?
3. Resume el "Romance del infante Arnaldos".
4. El ritmo juega un papel fundamental en el romance del prisionero. Hay un momento muy
expresivo donde el «compás binario» (o en series de dos) se quiebra. ¿Dónde se produce la
ruptura? ¿Por qué?
5. Resume el romance del prisionero, señala su tema y analiza su estructura interna o partes en
que se organiza el contenido del poema.

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