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Universidad Autónoma

“Tomás Frías”

EL ESCEPTICISMO FILOSOFICO
Carrera: Economía

Materia: Teoría del conocimiento

Estudiantes: Felipez Gómez Favio Alejandro

Martínez Soliz Fabio Adrián

Pacheco Gómez Daniel

Pozo Yaro Claudia

Quiroga Flores Marian Belén

Docente: Lic. Johann Quiroga Burgos

Uncía-Potosí-Bolivia
2022
Materia: Teoría del conocimiento
Escepticismo

I. Introducción
En el presente ensayo abarcaremos sobre la corriente filosófica del Escepticismo, como una breve
introducción hablaremos sobre el origen de dicha corriente filosófica.

La corriente filosófica del escepticismo es una rama de la gnoseología.

“El escepticismo en Filosofía es una teoría del conocimiento que afirma la inexistencia de la


verdad, o que, si existe, el ser humano es incapaz de conocerla.”

El origen de esta corriente filosófica lo encontramos en la antigua Grecia, siendo Pirrón de Elis su
primer pensador. El filósofo desarrolló su vida filosófica entre el siglo IV y el III a. C. Su
pensamiento estuvo muy influenciado por los gimnosofistas, filósofos indios que practicaban el
ascetismo, la búsqueda de la perfección moral y espiritual a través de la renuncia de los placeres
materiales. Pero Pirrón, a diferencia de los gimnosofistas, duda porque cree que el ser humano no
dispone de la capacidad suficiente para encontrar verdades. Aquí está el origen del escepticismo.

Pirrón de Elis no dejó textos escritos, solamente un poema alabando a Alejandro Magno por sus
gestas, a quién acompañó durante su viaje por Asia. Pero Aristóteles sí que consiguió recoger en
una de sus obras las tres preguntas que el pensador escéptico realizaba. Cómo son las cosas por
naturaleza, qué actitud debemos adoptar ante ellas y qué sacamos de tomar esta actitud.

Con posterioridad, al escepticismo le seguirían otra serie de pensadores, como Timón de Fliunte,
Enesidemo, Agripa o más recientemente David Hume, filósofo y economista del siglo XVIII, autor
de obras tan relevantes como su Tratado sobre la naturaleza humana o Ensayos sobre moral y
política.

Cotidianamente, el escéptico es aquella persona que no creé todo lo que le cuentan. El escéptico
necesita verlo y experimentarlo por el mismo para comprobar la veracidad de la afirmación
recibida. Rechazando, consecuentemente, todo aquello que escapa de su compresión. Solamente
se fía de sus sentidos.

En la edad contemporánea, en el campo científico el escepticismo es sinónimo de empirismo:


para demostrar la veracidad de las cosas han de ser probadas a través de la investigación.

El objetivo de la investigación acerca de la corriente del escepticismo es entender, conocer e


interpretar la importancia de esta ciencia.

II. Desarrollo
II.I. Historia del escepticismo filosófico. - Como escuela o movimiento filosófico,
el escepticismo surgió tanto en la antigua Grecia como en la India. En India, la escuela de filosofía
de Ajñana defendió el escepticismo. Fue un importante rival temprano del budismo y el jainismo,
y una gran influencia en el budismo. En Grecia, los filósofos ya desde Jenófanes expresaron
opiniones escépticas, al igual que Demócrito y varios sofistas. Gorgias, por ejemplo, argumentó
que nada existe, que incluso si hubiera algo que no podríamos saber, y que incluso si pudiéramos
saberlo, no podríamos comunicarlo. El filósofo heraclíteo Crátilo alegó que la comunicación es

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imposible ya que los significados cambian constantemente. Sócrates también tenía tendencias


escépticas, alegando que solo sabe que no sabía nada

Había dos escuelas principales de escepticismo en el mundo griego y romano antiguo. El primero
fue el pirronismo, fundado por Pirrón; y el segundo fue el escepticismo académico, llamado así
porque sus dos principales defensores, Arcesilao y Carnéades, al ser sucesores de la Academia de
Platón. Los escépticos académicos negaban que el conocimiento sea posible admitiendo un grado
de probabilidad, mientras que los objetivos de los pirrónicos son psicológicos para lograr la
suspensión del juicio (epojé) la tranquilidad mental (ataraxia).

El antiguo escepticismo se desvaneció durante el Imperio Romano tardío, particularmente


después de que San Agustín atacó a los escépticos en su trabajo Contra los Académicos. El interés
revivió durante el Renacimiento y la Edad Moderna, particularmente después de que los escritos
completos de Sexto Empírico se tradujeran al latín. Varios escritores católicos, incluidos Francisco
Sánchez el Escéptico, Michel de Montaigne, Pierre Gassendi, Marin Mersenne y Pierre
Bayle desplegaron antiguos argumentos escépticos.

El filósofo y matemático francés René Descartes en su obra Meditaciones de la primera filosofía,


trató de refutar el escepticismo, después de haber formulado el caso del escepticismo más
extremo posible, al afirma el conocimiento del yo (pienso, luego existo) y tratando de demostrar
que Dios existe y no nos engañaría acerca de la realidad de la naturaleza.

En el siglo XVIII, el filósofo escocés David Hume ofreció un nuevo y poderoso caso de


escepticismo. Hume era empirista, afirmando que todas las ideas se remontan a impresiones de
los sentidos. Hume argumentó que, por razones empiristas, no hay razones sólidas para creer en
Dios, el yo o alma, un mundo externo, una necesidad causal, una moralidad objetiva o
un razonamiento inductivo. Hume abrazó lo que llamó un escepticismo moderado, mientras
rechazaba un escepticismo pirroniano, que él consideraba poco práctico y psicológicamente
imposible.

Hoy en día, el escepticismo sigue siendo un tema de debate entre los filósofos.

II.II. Escuelas principales de escepticismo en el mundo griego.- Había dos escuelas principales de
escepticismo en el mundo griego, el primero fue el pirronismo, fundado por Pirrón; y el segundo
fue el escepticismo académico.

II.II.I. Escepticismo académico. - Se puede decir que el escepticismo académico recibe su nombre
ya que surgió en la Academia platónica en el siglo III a.C. y se desarrolló a partir de la afirmación
socrática “sólo sé que no sé nada”. Si bien es cierto, la afirmación socrática no engloba toda la
postura filosófica de los académicos, uno de sus directores, Arcesilao (c.315-241 a.C.), la usó como
punto de partida y “conservó de ella el método refutativo en el que se reserva un amplio lugar al
diálogo y a los discursos críticos”

el escepticismo académico es visto como el punto de vista que afirma que todo puede ponerse en
duda; esto es, más que negar rotundamente la posibilidad de conocimiento, se plantea como una
forma de discusión que abre el campo a la revisión de las justificaciones de nuestras creencias

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Materia: Teoría del conocimiento
Escepticismo

verdaderas. Como de principio no niega la posibilidad del conocimiento, tal como lo harían los
pirrónicos, algunos lo consideran como un escepticismo “medio”.

II.II. II. Escepticismo pirrónico. - El escepticismo pirrónico fue formulado por Pirrón de Elis.
Para este tipo de escepticismo, tanto los dogmáticos al afirmar que “algo puede conocerse”, como
los académicos al afirmar que “no puede conocerse nada”, estaban enfermos pues sus
argumentos eran muy pretenciosos. Así planteado, la búsqueda de conocimiento se convierte en
una preocupación. Para llevar una vida más tranquila, los pirrónicos propusieron “curarse” de esa
enfermedad por medio de la ataraxia (quietud o imperturbabilidad). Este estado mental era
alcanzado con la suspensión de todo juicio acerca de cualquier pretensión de conocimiento que
pase de las apariencias. Así, tranquilamente, la búsqueda de la ataraxia se convierte en una
forma de vida.

II.II. Tipos de escepticismo. -

-Escepticismo filosófico.- En la filosofía clásica el término se usó para designar a una corriente
filosófica basada en la duda, representada en la escuela por el filósofo griego Pirrón, quien decía
que "no afirmaba nada, solo opinaba".

El escepticismo se diferencia del negacionismo por exigir evidencia objetiva a las afirmaciones, y


en caso de haber tal evidencia aceptarla, en tanto que el negacionismo cuestiona o rechaza las
evidencias.

-Escepticismo moral.-El escepticismo moral es una clase de teoría metaética, cuyos


miembros implican que nadie tiene ningún conocimiento moral. Muchos escépticos morales
también hacen la afirmación modal más fuerte de que el conocimiento moral es imposible. El
escepticismo moral se opone particularmente al realismo moral: la opinión de que hay verdades
morales objetivas y que se pueden conocer.

-Escepticismo científico. - Un escepticismo científico (o empírico) es aquel que cuestiona las


creencias con base al conocimiento científico. La mayoría de los científicos, siendo escépticos
científicos, prueban la veracidad de ciertos tipos de afirmaciones al someterlas a una investigación
sistemática a través del método científico. Como resultado, un número de afirmaciones son
consideradas pseudocientíficas si se descubre que aplican inadecuadamente o ignoran los
aspectos fundamentales del método científico. El escepticismo científico puede desechar
creencias pertenecientes a cosas afuera de las observaciones perceptibles y por lo tanto fuera del
ámbito de la falsabilidad/prueba empírica sistemática.

-Escepticismo religioso. - El escepticismo religioso generalmente se refiere a dudar de


determinadas creencias o afirmaciones religiosas. Históricamente, el escepticismo religioso puede
rastrearse hasta Sócrates, quien dudó de muchas declaraciones religiosas de la época. El
escepticismo religioso moderno típicamente pone más énfasis en los métodos científicos e
históricos o en la evidencia. Michael Shermer escribió que es un proceso de descubrir la verdad en
lugar de un rechazo en blanco. Por esta razón un escéptico religioso podría creer que Jesús existió
en ese tiempo, pero cuestionar afirmaciones de que fue el Mesías o realizó milagros.

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Escepticismo

El escepticismo religioso no es lo mismo que ateísmo o agnosticismo, a pesar de que a menudo


implica actitudes escépticas hacia la religión y la teología (por ejemplo, la divina omnipotencia).
Las personas religiosas son generalmente escépticas hacia las afirmaciones de otras religiones, al
menos cuando dos confesiones entran en conflicto en alguna creencia declarada. Además, ellas
pueden ser escépticas hacia las declaraciones hechas por ateos.

II.III. Origen etimológico. - El término escepticismo, etimológicamente, proviene del griego y está


formada por skeptikós, que significa “el que examina”, y el sufijo –ismo, que indica que se trata de
una doctrina, teoría o sistema.

II.II. Concepto. -Tal como ya se mencionó, el escepticismo filosófico es la postura que niega que el
ser humano pueda conocer. Aunque esto parece una actitud extraña y extravagante, a lo largo de
la historia de la filosofía se han presentado argumentos que abogan a favor de tal postura

¿Por qué ocurre esto? ¿Por qué algo que parece imposible, luego de un razonamiento parece
posible? ¿Recurren los escépticos a alguna trampa argumentativa? ¿Cuál es esa trampa?
Responder a estos interrogantes es una de las tareas de la epistemología. Y una de sus estrategias
ha sido revisar cómo, a lo largo de la historia, los escépticos han argumentado a favor de la
respuesta negativa a la pregunta: ¿es posible conocer? Antes de comenzar un somero recuento
de los argumentos escépticos, una aclaración importante: el escéptico no niega la posibilidad de
conocimiento sólo por negar –eso los convertiría en unos necios con los que no valdría la pena
discutir. Más bien, y por eso resulta tan interesante el estudio de este problema tradicional de la
epistemología, cuando se habla del escepticismo filosófico, se afirma que se trata de una cuestión
de duda más que de negación. En este orden de ideas, Strawson nos dice que:

el escéptico no es, estrictamente, alguien que niega la validez de ciertos tipos de creencias, sino alguien que
cuestiona, aunque sea sólo al inicio y por razones metodológicas, que nuestras razones para sostenerlas no son
adecuadas. Presenta sus dudas a la manera de un desafío.

En otras palabras, el escéptico presenta preguntas relevantes a nuestras pretensiones de


conocimiento y, además, argumenta por qué tales cuestionamientos son relevantes. Es más, la
raíz griega del sustantivo “escéptico” viene del verbo griego skeptomai que significa “examinar” o
“considerar” cuidadosamente.

Rescatando esta visión filosófica del escepticismo, Thorsrud resalta dos características del mismo:
a) éste ofrece, inicialmente, argumentos plausibles para su conclusión escéptica; y b) esa
conclusión es radical en su alcance y fuerza, es decir, pretende negar la totalidad de la capacidad
humana de conocer. Estas características significan que tales argumentos no son plausibles en el
sentido de que sean psicológicamente persuasivos; más bien su plausibilidad consiste en que, en
cada paso que avanza en su argumento, éste parece intuitivamente correcto. Y esto es lo que los
hace filosóficamente interesantes pues nos presentan líneas de razonamientos que parecen
intuitivamente plausibles pero su conclusión nos resulta, al mismo tiempo, absolutamente
implausible.
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Escepticismo

II.III. Definiciones. -
I) Pirrón de Elis. - (aproximadamente 365-275 a.n.e.). Filósofo griego, fundador
del escepticismo en la Antigüedad clásica. Tenemos noticia de su doctrina por las obras de su
discípulo Timón. Pirrón se interesó, sobre todo, por la ética, por las cuestiones relativas a la
felicidad y a la manera de lograrla. Entendía por felicidad la imperturbabilidad (Ataraxía) y la
ausencia de sufrimientos (Apatía); creía que el medio para alcanzarla radicaba en el escepticismo.
Según la filosofía de Pirrón, no podemos saber nada de las cosas y, por ende, lo mejor es
abstenerse de formular todo juicio acerca de las mismas; el valor moral de semejante abstención
estriba en alcanzar el sosiego del alma. La doctrina de Pirrón influyó sobre la Academia Nueva y
sobre el escepticismo romano.

II). - Sexto Empírico. - (En latín, Sextus Empíricas; ca. 160 - ca. 210), médico y
filósofo griego, es uno de los más importantes representantes del escepticismo pirroniano y
fuente de la mayoría de datos referentes a esta corriente filosófica.

Hace muchos siglos el filósofo, Sexto Empírico, definía el escepticismo como la actitud mental de


investigar y dudar de todo, bien por dudar frente a la afirmación como frente a la negación

III). -Timón de Fliunte. - Timón el Silógrafo o Timón de Fliunte (Τίμων, ca. 320 - 230


a. C.) fue un filósofo escéptico griego, así como un poeta satírico. Era discípulo de Estilpón de
Megara y de Pirrón.

Timón es, para unos, un mero repetidor de las ideas de Pirrón y, para otros, sin embargo, su mejor
discípulo. Por suerte, en lo que a escritura se refiere, Timón de Fliunte es menos escrupuloso que
Pirrón de Elis y nos deja numerosos textos sobre su maestro y su filosofía

Escribió su obra “Silios” composiciones paródicas escritas en verso, estaban divididos en tres
libros.

IV).-Enesidemo.-  ( 80 a. C. – Alejandría, 10 a. C.) fue un filósofo griego. Escribió una


obra titulada Discursos pirrónicos, donde plasmó su filosofía mediante la sistematización de los
argumentos (tropos) del escepticismo para tratar de demostrar la imposibilidad del conocimiento
verdadero. Por sus esfuerzos para devolver el escepticismo a la genuina formulación de Pirrón fue
considerado como el segundo fundador de la escuela escéptica.

Según Enesidemo, no es posible alcanzar ningún conocimiento auténtico de las cosas, pues a cada
una de nuestras afirmaciones se puede oponer otra afirmación de sentido contrario. Lo mejor es
renunciar por completo a toda aseveración, y sólo de este modo cabe llegar a la satisfacción
interior.

En lógica se llamaba tropos de los pirrónicos a los argumentos dados por los filósofos escépticos
en contra de la posibilidad de obtener conocimientos ciertos. Fueron ordenados
por Enesidemo en el Siglo I a.C. y se reducen a la contradicción, el relativismo de los sentidos y el
dialelo (o círculo vicioso).
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V).-Agripa.- Fue un filósofo escéptico que probablemente vivió hacia el final del


siglo I d. C., es decir, unos 300 años posterior a Pirrón. Es considerado como el autor de "Los cinco
caminos de la duda" o tropos, que se supone establecen la imposibilidad de conocimiento cierto.

Los cinco tropos aparecen escritos por Sexto Empírico en su Esbozos pirrónicos. De acuerdo a
Sexto, se atribuyen a "los más recientes escépticos" y es por Diógenes Laercio que son atribuidos
a Agripa. Los tropos son:

Disensión: La incertidumbre de las reglas sociales y de las opiniones de los filósofos.

Progresión ad infinitum: Toda prueba requiere ser probada y así hasta el infinito.

Relación: Todas las cosas cambian cuando las relaciones entre ellas cambian o cuando son
observadas desde un punto de vista diferente.

Asunción: La afirmación de la verdad es una mera hipótesis.

Circularidad: La verdad afirmada supone un círculo vicioso.

El primer y el tercer tropo son un resumen de los diez caminos de la duda originales, que eran la
base de la corriente escéptica anterior. Los otros tres muestran la evolución del sistema escéptico
y la transición desde las objeciones comunes derivadas de la falibilidad de los sentidos y las
opiniones, hacia caminos de duda más abstractos y metafísicos.

Siguiendo a Victor Brochard: "Los cinco tropos pueden considerarse la formulación más precisa y
más radical de escepticismo jamás dada. En cierto sentido, siguen siendo irresistibles
actualmente." Diógenes Laercio adjudica a Agripa el Escéptico la creación de un problema
filosófico llamado trilema.

El trilema de Münchhausen o trilema de Agripa es un ataque a la posibilidad de lograr


una justificación última para cualquier proposición, incluso en las ciencias formales como
la matemática y la lógica.

Un trilema es un problema que admite sólo tres soluciones, todas las cuales parecen inaceptables.
El argumento discurre así: cualquiera que sea la manera en que se justifique una proposición, si lo
que se quiere es certeza absoluta, siempre será necesario justificar los medios de la justificación, y
luego los medios de esa nueva justificación, etc. Esta simple observación conduce sin escape a una
de las siguientes tres alternativas (los tres cuernos del trilema)

-Una regresión infinita de justificaciones: A se justifica por B, B se justifica por C, C se justifica por


D, etc. La necesidad de remontarse cada vez más en la búsqueda de fundamentos es un proceso
sin fin, irrealizable, que no provee ningún fundamento seguro.

-Un corte arbitrario en el razonamiento: A se justifica por B, B se justifica por C, y C no se justifica.


Esta última proposición se puede presentar como de sentido común o como un principio
fundamental (postulado o axioma), pero en cualquier caso representaría una suspensión
arbitraria del principio de razón suficiente recurriendo a un dogma.

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Escepticismo

-Una justificación circular: A se justifica por B, B se justifica por C, y C se justifica por A. En el


proceso de justificación se recurre a enunciados que ya antes se habían mostrado como
enunciados que requieren justificación y por lo tanto sin llegar nunca a una justificación segura
por ser lógicamente defectuosa.

VI). -David Hume. - El peculiar escepticismo de Hume al igual que para tantos otros
filósofos de la Modernidad, el escepticismo fue para Hume un arma contra el cartesianismo. En la
sección XII de la Investigación sobre el Entendimiento Humano, Hume define al escéptico como
alguien que tiene una actitud de duda e incertidumbre, que puede ser excesiva o mitigada.
Considera que no se trata de una persona que está desprovista de toda opinión o principio
respecto de cuestiones relativas a la acción o a la especulación, ya que no es posible que exista
alguien así. Por eso cree necesario aclarar cuál es el alcance de esa disposición dubitativa. Existen
dos grandes tipos de escepticismo, nos dice Hume: uno antecedente, es decir previo a todo
estudio y a toda filosofía, y otro posterior a la investigación. Respecto de los dos es posible
adoptar una actitud excesiva o mitigada.

-El escepticismo antecedente es aquel que fue inculcado por Descartes como método para
prevenir el error y el juicio precipitado, y consiste en la duda universal: tanto acerca de nuestras
antiguas opiniones y creencias como de nuestras propias facultades. Frente a este escepticismo
antecedente excesivo Hume propone una versión moderada a la que caracteriza como una suerte
de precaución inicial, que opera en la investigación a modo de vigilancia epistemológica. Sugiere
para ello adoptar los pasos básicos del método cartesiano, aunque sin perder de vista que no son
garantía de certeza.

-El segundo tipo de escepticismo es el que sobreviene luego de la investigación, y nos lleva a
descubrir la absoluta falacia de nuestras facultades sensoriales y mentales, y la incapacidad de
llegar a la certeza, ya sea en materia especulativa como en el ámbito de la vida cotidiana.

Hume califica a este tipo de escepticismo consecuente como “pirrónico” y considera que en el
ámbito filosófico es inderrotable, porque no es posible refutar el hecho de que nuestros sentidos
y nuestra razón nos engañan. No somos capaces de demostrar la veracidad de los sentidos ni la de
la razón respecto de nuestra creencia en el mundo exterior, ya que, si seguimos nuestras
tendencias naturales, los sentidos nos llevan a creer que la percepción sensible es el objeto
externo. Pero si abandonamos este principio por otro más racional y afirmamos que las
percepciones son sólo representaciones de algo que está fuera de nosotros, no es posible
encontrar un argumento que justifique la conexión entre las percepciones y los objetos
exteriores.

III. Conclusión. –En resumidas cuentas, el escepticismo filosófico aquí expuesto, puede ser
valorado como relevante para la epistemología actual por tres razones:

a) Sus argumentos nos ofrecen razones para “dudar”; esto es, nos invitan a mantener una actitud
crítica frente a las pretensiones de conocimiento apeladas por diferentes teorías; por otro lado,

b) Los argumentos aquí revisados, nos muestran cómo hacer frente a tales pretensiones
epistemológicas por medio del ejercicio argumentativo; por último,
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Escepticismo

c) Actitud crítica y el ejercicio argumentativo que proponen, podrían verse como una invitación al
diálogo filosófico.

Estas tres características nos recuerdan y, al mismo tiempo, nos invitan a tomar en cuenta la
concepción platónica de la filosofía como la búsqueda de la verdad –más que la pretensión de su
posesión. En efecto, el escepticismo, nos ofrece razones para seguir dialogando sobre si es posible
el conocimiento lejos de cualquier afirmación dogmática. Se trata, pues, de una vertiente
epistemológica que nos propone seguir investigando.

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IV. Bibliografía
https://es.wikipedia.org/wiki/Escepticismo

Redalyc. El escepticismo filosófico antiguo y el problema de la justificación epistémica.

Calvente, Sofía Beatriz. Una pequeña dosis de duda. El escepticismo según Hume.

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