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Adolfo despierta.
ADOLFO: ¡Papá! ¡Papá! ¿Verdad que algo chiquito como un ratón no puede
Adolfo va a tomarlo.
PAPÁ: ¡No!
PAPÁ: Muerde.
PAPÁ: No.
PAPÁ: Tampoco.
PAPÁ: ¡No!
ADOLFO: ¡Papá!
PAPÁ: Porque soy el rey de espadas con las manos de plata y yo mando.
Le brota una pequeña cola que mueve sin parar) ¡Vaya! ¿Estás
Una ventana se abre, alguien entra. Adolfo deja a Paka debajo de la cama, se
ADOLFO: ¿Quién anda ahí? (Silencio)… Contesta. Un, dos, tres por mí…
ÁNGEL: Ángel.
Ángel lleva una mochila a la espalda y sobre su camisa parda hay tres florecillas
blancas.
ADOLFO: Afuera está muy oscuro… y hace mucho frío ¿cómo llegaste?
¿Quién eres?
ADOLFO: Adolfo ¿Cómo entraste? Los guardias del rey no dejan entrar a
ÁNGEL: A otro rey de pies rojos y manos de plata. “Confío en ti”, me dijo el
rey. Creí que un caballo con alas me llevaría, pero no, tuve que
ÁNGEL: Lo mismo les pregunté…“Por ti, por ti, niño azul” . Yo me reí… y
escuché una risa detrás de mí… una risa hueca… una risa negra…
pintar sus casas, les regalan ropa… hacen parques para los niños,
miedo.
ÁNGEL: Bueno, pero luego no llores: los nahuales cambian… los dientes les
plata…
ADOLFO: ¿Y el nahual?
asados.
ÁNGEL: Tienen miedo. No saben que hay un modo de acabar con los
Ruido de pasos
Paka.
PAPÁ: No puedo, hijo, tengo prisa. Mis guardias cenarán contigo, te traerán
PAPÁ: Sí…
PAPÁ: Anda, lávate los dientes y vete a acostar. Le diré a un guardia del
PAPÁ: ¡No! ¡Lejos de ese animal! Si lo tengo aquí, es porque nos van a dar
IV.- Un costalito.
El papá de Adolfo se arranca las botas, las arroja al piso, sale. Ruido de alas y
graznidos. Se escucha el aullido de Paka. Adolfo va con ella. Paka tira de algo.
PAKA: (Más gruñendo que hablando realmente) Pa… ka… pa… ka…
PAKA: Pa-ka…
PAKA: Pa -ka…
Adolfo piensa. Toma una de las muñecas, se la lanza a Paka. Paka la mira sin
ADOLFO: ¡Basta, Paka, es sólo un juego! (Lo intenta de nuevo. Paka gruñe un
Paka
Verónica Maldonado
qué comerás?
Paka mira fijamente a Adolfo un largo rato. Lo lame. Adolfo la abraza, le acaricia el
PAKA: Ado…
Adolfo y Paka se acurrucan, abrazados. Dormitan. La luna brilla. Paka abre los
ojos que ahora son más grandes. Acecha. Observa a Adolfo fijamente, se relame.
Toma a la muñeca y la mordisquea con saña. Descubre las botas doradas, salta
vuelto.
ADOLFO: ¡Regresaste!
ADOLFO: No hay. Los guardias del rey las taparon todas. Tienen miedo a que
me escape.
ÁNGEL: Siempre hay salidas, y si no, podemos hacerla. Bueno, eso me dijo
una señora allá afuera… iba con una niña muy triste ¿y esa
Paka
Verónica Maldonado
muñeca?
ADOLFO: Paka, tienes que ser muy valiente. Debo irme. (Paka llora, asustada)
¡Basta, Paka!
ADOLFO: Sí…
ADOLFO: Diles que estoy bien, que regresen pronto, que papá y yo las
extrañamos.
para encontrarte.
PAKA: Paka… grande, grandota… Paka sí, crece, crece… ¿Tú querer?
ADOLFO: No… digo, no sé. Por mí estás bien así. Pero si quieres crecer….
Pues crece.
crestas, sus enormes ojos ahora son los de un reptil y en su boca hay filosas
ADOLFO: ¿A qué?
Paka
Verónica Maldonado
ADOLFO: No lo sé…
ADOLFO: ¿Y si no sé responder?
ADOLFO: Es que… no se puede… mi papá dijo que le van a dar mucho dinero
por ti…
PAKA: … a mi corazón. Tú para mí, eras un niño cualquiera. Ahora veo tus
PAKA: Si tú lo pides …
Paka se agita, comienza a vomitar un polvo blanco con el que cubre buena parte
de la escena.
PAKA: Para correr más rápido… y poder pisar y saltar sobre todo…y sobre
todos….
Paka bosteza, su inmensa boca deja ver sus temibles dientes. Ado se paraliza.
PAKA: Sí, también tengo una boca muy grande… pero no tengas miedo,
gustar...
Cuando toque la puerta tres veces, le agarras las alas para que no
se vaya a escapar.
PAKA: ¿Un niño? (Latiguea su cola y se relame) Deja que entre… pero no
NAHUAL: ¡Pronto, pronto, pronto! Traigo un mensaje del rey de las manos de
NAHUAL: Escucha: corres un grave peligro. Ponte las botas doradas para
NAHUAL: Lo soy, pero no voy a beber ni una gotita de tu sangre, tienes que
ADOLFO: Escapó.
PAKA: Claro que no… volverá. Dejó algo muy valioso aquí.
ADOLFO: ¿Oro?
PAKA: Algo de mayor valor. Y no podrá escapar por más que mueva sus
ADOLFO: ¿Papá?
ÁNGEL: Ábreme… Soy el mensajero que olvidó su mensaje. Vine por ti. Es
Paka
Verónica Maldonado
ÁNGEL: Todos se fueron corriendo, hasta los guardias del rey. Abre…
ÁNGEL: Nunca me fui ¿Te acuerdas que había perdido el camino? Pues lo
Paka gruñe. Adolfo le hace una señal a Ángel para que guarde silencio.
niño….
ÁNGEL: Las promesas de los adultos son como el agua, siempre se escurren
te intenta masticar?
Adolfo y Ángel avanzan hacia donde está Paka. El mar de azúcar se ha extendido,
entre sus aguas están las muñecas de alma, con sus cabelleras rojas
colorida, sacude la cola mientras sus ojos de reptil miran a los dos niños
ADOLFO: ¡Paka! ¿Qué has hecho? ¡No puedo caminar!… ¿y estos huevos?
PAKA: ¡No los toques! (Mirando a Ángel con interés) ¿Y ese niño?
domesticarme ¿Recuerdas?
PAKA: Ah…. Sí. Sí, me acuerdo. Paka tira de la cadena y jala a Adolfo
cerca de ella.
papá… ¡Déjalo!
PAKA: (Se yergue) ¿O qué? (Silencio) Eso pensé. Nada. No puedes hacer
ADOLFO: Dijiste que hay una manera de acabar con el monstruo… ¿Te
acuerdas?
ANGEL: Por cada uno que pises, van a brotar tres. Paka volvió tu casa un
nido de monstruos.
ANGEL: Tienes la vida ¿Quieres saber porque la luna llora cuando camino?
Ángel arranca las flores que adornan su playera. Quedan los estigmas rojos
ADOLFO: Por eso eres un niño azul (Se abrazan) Ayúdame a sacarla de aquí,
ADOLFO: Miedo.
contigo…
ADOLFO: ¿Verdad que algo chiquito como un ratón no puede crecer y crecer y
ADOLFO: Papá, yo… cuando sea grande, no quiero ser como tú.
CANCIÓN FINAL:
No construyas mi camino
con lágrimas de otros niños.
Y no pagues lo que como
con moneditas de plomo
No abras puertas al futuro
cerrándome las ventanas
ni compres todos mis sueños
con mil cadenas doradas
No hay murallas ni montañas
que sirvan de protección
si nuestro peor enemigo
vivë en tu corazón
No,no, no, no, no…
no quiero ser como tú….
Papá…
No quiero ser como tú…
ADOLFO: (en la ventana) Pero si quieres volver… y está muy oscuro y no
encuentras el camino… yo puedo encender una luz… para ti, papá…
Un lento oscuro final.