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trata de esclavos africanos en cuba en la etapa colonial y así poder tener un poco
de conocimientos de cuando empezó la practica de la religió n yoruba y el porque
su transformació n de las misma, hoy conocida como la Regla de Osha (La Santería)
(La Diá spora Cubana)
Nota de CS: Para los efectos de precisar la época histó rica, señ alamos la raza, pues
CS avala las palabras del José Martí: "Diga cubano, y se ha dicho todo".
* La historia
* Violaciones de todos, y aun mas de los Derechos Humanos.
* Participació n de los cubanos de la raza negra en la independencia de Cuba.
* Fin de la esclavitud en Cuba, y los documentos para ver en una segunda ventana.
La crueldad con la que eran tratado los esclavos es casi imposible describirla, pues
toca la sensibilidad de cualquier ser que se considere humano.
El sufrimiento de la mayoría de los esclavos en relació n al trá fico desde Á frica a la
América, comenzaba desde el momento de su captura en su tierra natal. Los
traficantes no tenían misericordia al perseguirlos, en matar a los que trataban de
escapar, en separar a madres o padres de sus hijos, destruir la familia, y cuando los
apresaban, a las mujeres y hombres que se revelaban eran azotados con sañ a.
Al llegar a su destino, segú n el amo que les tocaba continuaba el calvario. Los
hacían trabajar desde el amanecer hasta que oscurecía, y a los que protestaban el
lá tigo era la respuesta. Demá s esta señ alar las violaciones hasta de menores de
edad por parte de los dueñ os. Participació n de los africanos, y sus descendientes a
la independencia de Cuba. Desde que los africanos fueron traídos a Cuba, al igual
que en otras partes de América, por ese espíritu del ser humano de vivir en
libertad, comenzaron a revelarse contra el yugo opresor.
Entre los cubanos que dieron su valor, su vida por la Patria, se destaca en primer
plano nuestro Titá n de Bronce, Lugarteniente General del Ejército Mambí, Antonio
Maceo y Grajales; Quintín Bandera (lo asesinaron después que Cuba fue libre); el
general Generoso Campos Marqueti (murió en el exilio combatiendo al régimen
comunista), Juan Gualberto Gó mez, entre los miles Mambises de la raza negra.
El 4 julio 1870 se aprueba una ley que fue presentada por el Ministro de Ultramar
Segismundo Moret y Prendergast, en la cual se aparentaba terminar con la
esclavitud, pero que en si era una burla, una inmoralidad, pues eran libres los que
nacieran a partir de esa fecha, y los ancianos entre otros que el documento
especificaba. Ver en una segunda ventana la llamada Ley Moret.
Vale señ alar que para este añ o de 1880, la mayoría de los países de América habían
abolido totalmente la esclavitud, y que las conspiraciones en Cuba desde mediados
del siglo, las invasiones de Narciso Ló pez, el alzamiento de Carlos Manuel de
Céspedes, entre otros hechos relevantes para ver a Cuba libre, ejercían fuerte
presió n sobre la metró poli.
Usando la opulencia y el poder de una cultura dominante, Ifá fue llevado por los
Ò rìsà alrededor del mundo, haciéndola disponibles a razas que eran excluidas de
ese privilegio.
En la Diá spora Cubana da un nacimiento de una nueva prá ctica conocida hoy día
como la Regla de Osha donde se empieza aplicar y imponer ciertos dogmas
ceremoniales como el Iyaworaje. El cumplir un añ o de purificació n y aprendizaje, o
de establecer reglamento y forma de vida de un creyente con su propio È èwò
(Prohibiciones), de vestirse de blanco y má s reglas.
Uno de eso cambios, fue: Coco, vela y plato son tres elementos que en la Diá spora
se instauraron como recurrentes en má s de uno de los imprescindibles ritos y
ceremonias.
El coco que el tierras Yoruba son nombre es Agbon fue el sustituto del Obi africano
que no germina en esta tierra, ademá s de ser importante para consultar a los
Ò rìsà s.
La vela, de cera o parafinada, es una apropiació n del culto cató lico resultado del
sincretismo, si bien en Á frica su equivalente fue la lá mpara de aceite.
Esto es un Ejemplo de inicio de esos reglamentos creados por la Diá spora llamada
la Regla de Osha. En aquellos primeros añ os de la segunda década del siglo XIX,
llamémosle de Fundació n, a diferencia de Á frica, vivían en una tierra en la que la
comunicació n se facilitaba al hablar todo un mismo idioma; el españ ol mas el
Yoruba dando la formació n de un nuevo dialecto que fue llamado Ulkumí o Lucumí.
La religió n de los yorubas pudiera sobrevivir en Cuba, debían los venerables
mayores, dejar las nostá lgicas comparaciones con la madre Á frica, tierra a la que
no iban a regresar jamá s y aceptar como inminentes ciertos cambios, producto de
los desafíos de la nueva realidad, impulsó un ajuste en la ceremonia de
asentamiento del Ò rìsà , al sustituir cujes por pañ os en importante fase de cierta
ceremonia que tuvieron que ser creadas secretas, como implementar que cada
creyente que valla consagrarse en Oò sà debería de recibir cuatros Ò rìsà s
importante de los cabildos de esa época.
Má s cada añ os que pasaba, los que practicaban la Diá spora (Santería) cada casa u
Ilé de Oò sà se creaban o se modificaban ciertos reglamento para ser un Sacerdote
de la regla de Oò sà . Y por esas modificaciones que cada quien le daban, tuvo
muchas transformaciones y por eso hoy día cada casa Religiosa trabajaba a su
forma y a su vez creando gran contradicció n entre ellos mismo.
Ahora que pasa con los ancestralcitas Yoruba; Algunos de los puntos de vista, en
esta materia deben quedar claros al nuevo iniciado, empezaría con el significado de
Iyawó :
Iyawó es alguien recién iniciado en la Diá spora Cubana (La Regla de Osha) . Iyawó
en Á frica significa esposa de un à wo, en un sentido espiritual. Iyawó no está casada
con ningú n Ò rìsà , pero está relacionada con él en el sentido que un esposo debe
cuidar y proteger a su esposa.
Pero si aplican algo importante cuando un iniciado de un Ò rìsà es la frase del voto
del silencio. El periodo de silencio es necesario precisamente para llegar a nuestros
parientes, a nuestros afligidos con la verdadera practica, la noció n y la libertad, con
el espíritu libre, y lleno de un porcentaje de conocimiento que hemos logrado
asimilar y acentuar. Este acto del voto de silencio no tiene nada que ver con las
acciones de la iglesia cató lica, ni fueron copiados de ellos, aunque el nombre sea el
mismo. De allí la importancia de ese tiempo de silencio, para aprender, para
ahondar en aquellas que no se percibieron durante el entrenamiento continuo y
poder así lograr una completa entronizació n en Ifá y Ò rìsà .