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Contenido Corregido Noticia 20 Ago - 27 Ago - 3 Sep
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La Reina de la Paz en el mensaje del 25 de julio de este año nos exhortaba "al bien a través de la
oración para que vuestra vida en la tierra sea más agradable".
La vidente Marija comentó en Radio María el significado que para ella tenía esta frase de esta
manera: "La Virgen está preparando la Belleza". "Decimos tantas veces que, oh, debemos rezar, oh,
debemos sacrificarnos". "Tantas veces vemos cristianos tristes, angustiados". "La Virgen dice que este
es el primer punto para ir al Paraíso, que también se puede empezar a hacer también el Paraíso aquí
en la tierra viviendo en los Mandamientos de Dios, viviendo en el amor de Dios". "La vida es un soplo,
debemos mirar al Paraíso, todo se vuelve más bello, nuestra fe más profunda, más en la verdad, más
auténtica".
Las palabras de Marija nos ayudan a entender que la oración y los sacrificios que nos pide la Virgen
no son una carga pesada que hemos de soportar por haber sido elegidos por Ella y nos llevan a la
amargura, sino que, al contrario, nos hace la vida más bella, más agradable, nos hace más capaces
de disfrutar el bien y más sensibles al amor de Dios incluso en las pequeñas cosas.
¿Cuál es el significado de este signo? La Virgen no ha explicado qué significa la luz y la Cruz que la
acompañan al despedirse. Sin embargo, este signo nos recuerda inevitablemente la imagen de la
Señora de todos los Pueblos.
La Virgen se apareció de esta forma a Ida Peerdemann en Amsterdan en los años 40 y 50 del siglo
pasado. Nuestra Madre explicó a Ida el significado del signo: La luz que la envuelve es la luz de Dios y
la Cruz es la Cruz de su Hijo Jesús, que no está en ella pues ha resucitado. La Señora explica que Ella
misma está en el centro, pero no es Ella el centro sino la Cruz. Esta imagen nos hace comprender
cómo nuestra Madre ha sufrido por nosotros unida a Jesús para colaborar con Él en nuestra
redención.
Mediante la Cruz, María triunfó junto a Jesús. Dios quiere que la pongamos en el centro para que el
centro sea Jesús, la Cruz envuelta en luz, el signo de su resurrección, de su victoria. La Reina de la Paz
se despide así para que confiemos en el Triunfo de su Corazón, animándonos a vivir cada mensaje.
Damos gracias a la Reina de la Paz por querer alcanzar a todos sus hijos en el mundo a través de sus
apóstoles. No importan los números, Ella quiere que su mensaje llegue a todos los rincones de la
tierra, y no olvidemos, que para ello cuenta también con nuestra pequeña familia a través de
Internet.