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La vivienda como mercancía

Presentado por:

Licenciatura en Trabajo Social 2 A

Introducción.

¿Cuántas veces de niños pensábamos que tener arriba de 20 años era sinónimo de
tener una vida resuelta o de tener una vivienda propia?, jamás nos imaginamos que
al llegar a la vida pre-adulta nos encontraríamos con que adquirir una vivienda o
hacer una vivienda por nuestra cuenta era más complejo de lo que pensábamos,
empiezas a escuchar palabras como; “plusvalía”, “valor de cambio” o “aumento de
valor” por mencionar términos economistas.

Incluso de niños llegamos a visitar casas de familiares, amigos, o conocidos que


lucían muy bonitas y pensábamos: “De grande quiero tener una casa así”. Bueno,
hoy en la actualidad sabemos que adquirir una casa o construirla requiere de
muchos procesos de análisis que abarcan desde la localización de la vivienda en
cuestión, o del mismo terreno en donde se llevará a cabo la construcción de la
misma, es decir ¿es una zona que con el tiempo crecerá en habitantes,
construcciones como centros comerciales, viviendas, escuelas, espacios públicos o
es una zona de difícil acceso?

Todo esto y más se abarcará en la siguiente investigación donde el lector analizará


términos más profundos sobre la plusvalía de una vivienda o como llega a
convertirse en un elemento de valor de uso, acompañado de los estudios e
investigaciones del economista Karl Marx, conocido por publicar “El Capital” una
de sus más grandes obras que al día de hoy es utilizada y estudiada tanto por
docentes como por estudiantes de diversas áreas académicas.
Desarrollo

Tal como lo comenta Karl Marx en su obra “El Capital” la mercancía es en primer
lugar, un objeto exterior, una cosa que a merced a sus propiedades satisface
necesidades humanas de tipo que fueran.

Es así como tomaremos de ejemplo una mercancía de uso primordial que es la


vivienda, una mercancía que al contrario de muchas puede llegar a aumentar su
valor con algo llamado; la plusvalía. La plusvalía es un factor determinante que
contribuye al momento de fijar el valor de cualquier propiedad.

En palabras sencillas, la plusvalía, en este caso de un bien inmueble, es el beneficio


económico que se obtiene como resultado tangible, en relación al precio al que se
compró originalmente. La plusvalía es el aumento del valor de una casa al momento
de realizar mejoras o simplemente que aumenta su valor con el paso del tiempo.
Factores como: ubicación, accesibilidad y servicios, aumentarán el valor de tu casa.

Un factor importante ya mencionado para aumentar la plusvalía es la ubicación de


esta, ya que, si el inmueble se localiza en una zona con centros comerciales,
servicios básicos y lugares como teatros, cines, escuelas y centros de trabajo, es
factible que su valor sea más elevado. Si, por el contrario, tiene problemas de
abastecimiento de servicios básicos y está lejos de centros comerciales, es muy
probable que sea menor.

En el transcurso de dicha investigación abarcaremos varios puntos sobre la


importancia de la plusvalía. La accesibilidad al bien inmueble es fundamental, las
vías de comunicación que conectan, son importantes, y en caso de que estas sean
buenas, la casa tendrá más plusvalía.
Debido a esto, existen departamentos en zonas céntricas que podría costar más que
una casa grande alejada de la ciudad; la diferencia en el precio lo hace, entre otras
cosas, las vías de acceso.

Si el inmueble tiene un mayor número de servicio, mayor será la plusvalía. Nos


referimos a los servicios básicos como: agua potable, alcantarillado, drenaje,
alumbrado público, electricidad, transporte público, entre otros.

Generalmente, los departamentos y casas que tienen más demanda, son los que
tienen una mejor vista. Por ejemplo, si tu departamento tiene vista panorámica, su
valor será mayor, si, por el contrario, la vista es obstruida por otro edificio, su costo
podría verse afectado. La plusvalía de tu inmueble también puede aumentar, si en
los próximos años se planea construir un centro comercial de grandes magnitudes,
un aeropuerto o una planta automotriz, entre otros.

Esto atraerá más infraestructura y tu casa será más valorada. Como es el caso de
San Sebastián Atlahapa que con la construcción de la plaza “Galerías” las casas
cercanas a esta, han ido aumentando su valor potencialmente en caso de querer
vender alguna propiedad cerca de esta, su valor sería mayor que el valor inicial de
compra.

En esta parte de nuestro análisis nos enfocaremos a las viviendas como elemento de
valor de uso, que presentan algunas de las siguientes características: Vivienda de
interés social, viviendas autoconstruidas, viviendas por encargo, viviendas-
vecindad, viviendas localizadas en el centro histórico, viviendas populares, entre
otras. En síntesis, lo que podemos destacar de estas condiciones de producción de
vivienda es la forma de su adquisición y consumo para la reproducción de la fuerza
de trabajo, en tanto parte importante de un sector de la sociedad.

Encontrándose la división de las clases sociales: desde los pobres que


autoconstruyen sus propias viviendas, pasando por grupos o sectores populares que
apropiándose de un terreno se organizan para buscar las formas variadas de
construcción, hasta los que con cierto financiamiento privado obtienen sus
viviendas.
Dado que tienen en común un bien que, en una primera fase de su adquisición, le
asignan un valor de uso para la reproducción de la vivienda y del capital,
posteriormente, es convertida la vivienda en una mercancía con un valor de cambio
frente al mercado especulativo de sus formas previamente adquiridas.

En el ámbito del proceso de producción de la vivienda, se pueden obtener algunas


formas expresivas de su constitución para el intercambio. En una primera instancia
se percibe una tendencia que convierte a la vivienda en un valor de uso que sólo se
establece para la reproducción de la fuerza de trabajo, es decir, la familia nuclear;
también como lugar de pernoctación, especificando el uso físico funcional dentro de
los parámetros de lo establecido.

Más que un ser físico de cuatro paredes, es un elemento que va más allá de su
aspecto de la forma. En este sentido se puede constatar que, la producción de la
vivienda bajo las actuales condiciones, se basa en lo fundamental, hacia el mercado,
y a su revalorización.

El valor de uso de la vivienda, está en constante hostigamiento por los


diferentes frentes del capital que buscan obtener la rentabilidad de sus
inversiones; asimismo un sector de la sociedad es consumido por la
inestabilidad de sus salarios.

De tal manera que, en el proceso de las actuales condiciones de producción siempre


estará en función de la reproducción del capital. Constantemente la sociedad está
igualmente a merced de agentes económicos que producen el objeto-bien, por un
lado; mientras que el capital se opone al consumo o valor de uso, producido para tal
fin.

Bajo estas formas de producción privada y especulativa de la producción no se


logrará verdaderamente resolver la penuria de la vivienda en condiciones
socialmente necesario para la reproducción de la sociedad. El uso que se le puede
brindar a la vivienda, dependerá de las formas de su producción y/o adquisición.
Lo que constituye y marca las pautas de la vivienda y que la determina es la renta
del suelo. Entendiéndola como fracciones que lleva consigo en el valor de la
vivienda: la urbanización de la zona, los servicios, las infraestructuras, la vigilancia,
la vialidad, los centros comerciales, etc. Estos elementos constitutivos y necesarios
en la producción la hacen más rentable, por supuesto, en el mercado.

En nuestra investigación, hemos tomado como ejemplo para hacer las


comparaciones entre el valor de uso y valor de cambio de la vivienda, diferentes
zonas de la ciudad de Tlaxcala. De esta manera, la relación entre los usos del suelo
y las diferentes áreas, sobre todo, el costo del suelo urbanizado, nos demuestra que
prevalece la renta del suelo y el valor de cambio.

Viéndolo desde el ámbito de la vivienda como valorización del capital, encontramos


un proceso muy importante desarrollado por Marx, en el cual nos ilustra las formas
que adopta la mercancía en dinero y su tendencia hasta convertirse en capital "su
papel de capital mercantil consiste, como en el caso de cualquier otro producto, en
cambiarse en dinero, ser objeto de una venta, recorrer la fase de circulación
mercancía-dinero (M - D).

Mientras el capital ahora valorizado conserve su forma de capital mercantil


inmovilizado en el mercado, el proceso de producción está en suspenso".

Este es el caso en el cual deseamos llamar la atención, porque, desde esta


perspectiva, se precisa la lógica de la transformación de los procesos anteriores, es
decir, de un proceso de valor de uso a valor de cambio, luego a la transferencia de
su punto de llegada a la valorización del capital.

Aquí el fundamento es la mercantilización, que gracias a la circulación en el


mercado rebasa la simple idea de un objeto o bien que sirve para el beneficio de la
sociedad. Es aquí entonces que, la vivienda, juega un papel importante para la
reproducción del capital.
Lo anterior entonces, la vivienda como objeto y mercancía, logra su producción en
un elemento necesario para dos procesos en contradicción: primero, para la
reproducción de la fuerza de trabajo y; en segundo lugar, para la reproducción del
capital. Esta última, se logra gracias a la relación que presenta la mercancía bajo el
régimen capitalista de producción, donde todo bien u objeto que presenta un uso
necesariamente lleva su contraparte en el mercado: su intercambio como mercancía
en valor de cambio.

La inversión sujeto a las condiciones del mercado, por un lado y; la plusvalía que se
obtiene en la producción y consumo de la vivienda, por el otro, ambos presentan dos
elementos directamente entrelazados, en tanto, deben ir de la mano para realizarse
como un mecanismo que favorece el intercambio: Primero, en el ámbito de la
producción la vivienda debe estar a la vista de las características que no cumplen la
función de su entorno físico-espacial determinado por el diseño en espacio y
tiempo; por el contrario, quienes la definen y le dan el contenido son las partes que
participan en su producción, es decir, los diferentes frentes del capital: el capital
industrial o financiero, el rentista, el dueño del capital dinero, lo hacen con la
intención de obtener mayor valorización de su capital.

Justamente para obtener la ganancia, independientemente si cubre o no la necesidad


de un sector demandante. Lo que interesa aquí para los inversionistas es, la
valorización, donde impera mayor tasa de ganancia. En segundo lugar, la
reproducción de la fuerza de trabajo, bajo las condiciones de subsistencia, se ve en
la necesidad de participar, directa e indirectamente en la valorización.

Este proceso presenta tres momentos en la ciudad: a) un bien-objeto que se


convierte en mercancía justo cuando se vende y compra en el mercado; b) se obtiene
para mantener desde ámbitos diferentes en la sociedad, continuar estructurando la
familia nuclear del obrero, que éste, en última instancia, es el que dará, junto a su
familia, el sustento social, económico e ideológico a las relaciones sociales
capitalistas y; c) el mercado sede a la fuerza de trabajo y la mercancía, ambos se
encuentran en el mismo plano de reproducción.
Otra de las características que asume la vivienda en el proceso de producción,
consumo y distribución, es justamente su papel reproductor de la fuerza de trabajo.
Un hecho importante en esta fase de la producción, se manifiesta en las formas de
uso de la vivienda que al final redunda en la valorización.

En un primer momento, la vivienda como objeto o bien producido para un fin, se


objetivisa en el intercambio, es decir cuando alcanza su máxima expresión como
mercancía.

En segundo lugar, la vivienda en su expresión de valor de uso, tiene una relación


social, un productor y un comprador, que dan cuenta de la división del trabajo para
definir el carácter reproductor en momentos históricos precisos del valor de uso y;
en tercer lugar, la vivienda instancia de mercancía, se relaciona con la fuerza de
trabajo para expresar su esencia como mercancía intercambiable en la producción y
en el consumo.

Un punto central de este proceso que representa para el objeto-mercancía-vivienda


son las dos formas constitutivas que adquiere el capital (Marx, 1985, 484): en
primer lugar, el capital variable, conforme al valor, es igual a la fuerza de trabajo
social utilizada en este ramo de la producción, o sea igual a la suma de los salarios
pagados a cambio de ella.

En lo que respecta a la materia, el capital variable se compone de la fuerza de


trabajo que se activa a sí misma, es decir, del trabajo vivo puesto en movimiento por
ese valor de capital. En segundo lugar, capital constante, esto es, el valor de todos
los medios de producción empleados para la producción en este ramo.

Los mismos, se dividen a su vez en capital fijo: maquinas, instrumentos de trabajo,


etc., y en capital constante circulante, materiales de producción tales como materias
primas y auxiliares, productos semielaborados, etcétera.
Si estas dos formas que presenta el capital, lo son porque en sí misma, reproducen
tanto una parte de la fuerza de trabajo como en otra instancia necesaria la
reproducción de todos los medios de producción.

La vivienda mercancía, en este proceso refiere a la segunda instancia, es decir,


como parte constitutiva del capital constante. Sin embargo, es notable destacar que,
para la reproducción de la fuerza de trabajo, en condiciones precisas como
elementos constitutivos e imprescindibles para el capital, la vivienda también como
objeto y/o bien para el intercambio, juega un rol en las actuales relaciones sociales
de producción.

Misma que rebasa las condiciones materiales de su expresión física, que es una
instancia necesaria y obligada para el consumo de otras mercancías. Tanto la fuerza
de trabajo como los materiales que intervienen en la producción y los intermediados
para el consumo de la vivienda, tienden a la lógica de la reproducción de los dos
elementos necesarios para la reproducción: el capital y la fuerza de trabajo; por
supuesto, en condiciones contradictorias y en lucha constante para no ceder entre
ellos.

Desde la perspectiva de la reproducción de la fuerza de trabajo, hemos encontrado


algunos elementos que intervienen en la producción de la vivienda y dan el sustento
explicativo de la forma en la cual se reproduce un sector importante de la sociedad:
la fuerza de trabajo, necesaria para mantener el capital en condiciones rentables.

Pese a las condiciones de reproducción desigual, existen formas capitalistas que


dan cuentan de las dos caras existentes al interior de un mismo proceso:

Primero, las características que adopta la vivienda antes de su intercambio como


mercancía: objeto enajenable bajo un precio de mercado;

Segundo, la fuerza de trabajo adquiere un bien para reproducirse junto a su familia,


sin importar en ocasiones las condiciones materiales de aquella;
En tercer lugar, tanto la vivienda como la fuerza de trabajo se excluyen en el
momento del intercambio mercantil para insertarse en las instancias de un territorio,
por cierto, en el cual, adopta las formas y contenidos ideológicos para la
reproducción de tres formas incluyentes para la ciudad: capital, fuerza de trabajo y
espacio territorial, éstos conforman las condiciones elementales para construir,
transformar y desarrollar la ciudad capitalista.

Por último, unos elementos importantes que son necesarios para comprender la
expansión de la ciudad: la movilidad residencial intermunicipal; el crecimiento
periférico y; la localización de las fuentes de trabajo, por supuesto, entre otros
factores interrelaciones en el proceso de urbanización capitalista.

Conclusiones.

Ahora que hemos visto todo lo anterior, se puede analizar que adquirir una vivienda
requiere de un estudio, saber qué es lo que estamos comprando ya que es un
patrimonio que tiene un valor y ahora con los puntos anteriormente mencionados e
investigados sabemos que tiene una plusvalía la cual podría ir aumentando con el
paso del tiempo debido a varios factores; ubicación, vías de acceso, servicios, vista
territorial, y próximas construcciones.

También se deja claro que la vivienda aparte de ser un objeto de uso, llega a
convertirse en objeto de valor de uso. En pocas palabras, donde tu duermes, te
alimentas, convives con tu familia etc., estas utilizando un producto que podría
aumentar su valor con los factores antes mencionados. Por eso se dice hoy en día
que la mejor inversión que se puede hacer, es adquirir o construir una vivienda o
inmueble.

La vivienda es un bien necesario para la sociedad así que por lo tanto será
reproductora de la fuerza de trabajo, sabemos que esto conlleva a la compra de
materia prima, para la construcción de una vivienda y de igual manera a la
contratación de una fuerza física, en este caso trabajadores de la construcción, todo
esto en resumidas cuentas, hace que el dinero se mueva, desde que se le da trabajo a
la gente, hasta el proveedor de materia prima al que le compras los materiales para
la construcción de la vivienda.

Esperemos que con esta investigación las y los lectores puedan darse una idea de lo
que conlleva la adquisición de una casa, y sus factores adjuntos.

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