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Verdades Esenciales 111: Viviendo con Dios

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La Gran Comisión
Hasta ahora en este módulo hemos estado mirando al fundamento sobre el cual
descansa todo ministerio – la primogenitura que tenemos en Cristo. La
primogenitura define como vemos nuestras vidas y al mundo que nos rodea. Es
debido a esta primogenitura que has sido enviado a este mundo – comisionado
con un propósito muy específico.
Jesús declara en Juan 15:16:
“No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto
para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca...” (RV’60)
Todo ministerio está basado en el hecho de que hemos sido enviados por Jesús.
Hemos sido comisionados por él para cumplir el propósito de Dios en nuestra
generación.
Lee Juan 20:21
Tu comisión para el ministerio está definida por la propia comisión de Cristo para
el ministerio. Así como el Señor Jesús fue enviado a este mundo, así también tu
has sido enviado.
Lee Juan 17:18
Tu comisión no puede ser separada de la comisión de Cristo mismo.
Lee Lucas 10:16
En realidad, están tan íntimamente ligadas la comisión que tu tienes con la comisión
que Cristo tiene, que Jesús dice que el rechazo a ti equivale al rechazo de Cristo
mismo. Debido a esta íntima identificación de tu comisión con la comisión de Cristo,
miremos detenidamente a la comisión que Cristo recibió. Si hemos sido enviados
de la misma manera en que Jesús fue enviado, entonces es vital entender como
Jesús fue enviado al mundo.

La Comisión de Cristo
Lee Lucas 4:43
El Señor Jesús fue siempre muy claro sobre la comisión que había recibido de su
Padre. En realidad, todo lo que Jesús hizo estuvo definido por esa comisión. Esta
comisión era singular y enfocada.
Al leer los relatos del Evangelio, encontramos que los discípulos “siguieron” a Jesús
(Marcos 1:17-18). No tenían su propia agenda. Su agenda estaba fijada por Cristo
mismo. La comisión de Cristo era su propia comisión.
Los profetas del Antiguo Testamento predijeron la naturaleza de la comisión del
Mesías. Muchas profecías fueron cumplidas en Cristo, pero un pasaje en particular
define la comisión que Cristo recibió de su Padre.
Lee Lucas 4:17-21
La comisión incluía ambas tanto una descripción de la unción sobre el Señor Jesús,
como su ministerio práctico en sí mismo:
 Predicar las buenas nuevas a los pobres
 Proclamar libertad a los prisioneros
 Proclamar vista a los ciegos
 Liberar a los oprimidos
 Proclamar el año del favor del Señor
Cuando Jesús dijo, “Como me envió el Padre, así también yo os envío”, se estaba
refiriendo en parte a esto. Jesús estaba pasando la comisión que había recibido a
nosotros. La comisión de Cristo es equivalente a nuestra comisión.
Lee Juan 12:44-45
La intención de Dios es que la gente vea en nosotros a aquél que nos envió, así
como lo vieron en Jesús. Esta es la naturaleza de una comisión – una persona es
enviada para representar a aquél que lo envió. En la cultura bíblica, esto hace al
que envía y al mensajero que es enviado “uno” en mensaje y propósito.

Entendiendo la Comisión
Durante su tiempo de ministerio terrenal, Cristo dio dos comisiones específicas a
sus discípulos:
La Comisión Limitada
Lee Mateo 10:5-16
Las instrucciones que Jesús les dio a sus discípulos eran muy específicas:
 Vayan solo a las “ovejas perdidas” de Israel, y no a los gentiles o
samaritanos.
 Prediquen este mensaje: “El reino de los cielos se ha acercado”.
 Sanen los enfermos
 Resuciten a los muertos
 Limpien a los leprosos
 Echen fuera demonios
Esta comisión está definida por el mandato de Cristo antes de la Cruz (lee Mateo
15:24). Era una comisión con tiempo y espacio limitado, terminando en la Cruz
(nota Lucas 22:35-36).
La Gran Comisión
Lee Mateo 28:18-20
Observa la naturaleza universal de esta comisión:
 Toda autoridad
 Todas las naciones
 Todas las cosas
 Todos los días
Esta comisión es a menudo llamada “la Gran Comisión”, debido a que excede a la
comisión limitada que Jesús previamente había dado. A diferencia de la primera
comisión, esta no tiene restricción de tiempo y de espacio, ya que la comisión de
Jesús ha venido a ser ilimitada. Nuestra comisión está ahora definida por el
mandato de Cristo después de la Cruz (Isaías 42:6; 49:6; Hechos 26:23).
Para el propósito de nuestro estudio, la palabra “comisión” tiene dos significados básicos:
 La autoridad dada al enviado para actuar a favor del que lo envía
 El estatuto o mandato dentro del cual el que ha sido enviado actúa a favor
del que lo envía
La Gran Comisión de Mateo 28:18-20 provee tanto la autoridad como el mandato.
Este es tu estatuto para el ministerio. Sin importar cuál sea la descripción de tu
ministerio, caerá dentro de los parámetros de este estatuto. ¿Has sido llamado
como pastor? Tu ministerio pastoral está definido por la Gran Comisión. ¿Has
sido llamado como consejero? Tu ministerio de consejería está definido por la
Gran Comisión. ¿Has sido llamado como intercesor? Tu ministerio de intercesión
está definido por la Gran Comisión.
Tan importante es esta comisión que el tiempo del regreso del Señor Jesús está
basado en su cumplimiento.
Lee Mateo 24:14
La Estrategia del Evangelio
El enfoque de la Gran Comisión es el Evangelio. Es el Evangelio el que le da forma
a la comisión que has recibido y también a la estrategia con la cual esta comisión
es cumplida. Existen claramente dos partes en la estrategia del Evangelio:
Una estrategia de venir
Lee Mateo 4:19
La primera parte de la estrategia del Evangelio es venir:
 Vengan cerca de Dios (Santiago 4:8; Apocalipsis 3:20; Marcos 6:31)
 Vengan a la fuente de agua viva (Apocalipsis 22:17; Jeremías 2:13)
 Vengan en pos de Jesús (Juan 12:26; Marcos 1:16-18)
 Vengan y sean entrenados (Lucas 6:40; Mateo 11:28-30)
 Vengan juntos en compañerismo (Mateo 18:20; 1 Corintios 14:26)
El propósito de esta “estrategia de venir” es equipar la creyente para el ministerio
(Efesios 4:12,15-16). Mientras nos juntamos regularmente, el Espíritu Santo
trabaja para hacer que el Evangelio llegue a ser una parte integrada de la vida del
creyente.
Una estrategia de ir
Lee Romanos 10:13-15
La segunda parte de la estrategia del Evangelio es ir:
 Vayan como obreros de la mies (Lucas 10:1-3)
 Vayan a las calles y a las avenidas (Lucas 14:21-23)
 Vayan a todo el mundo (Marcos 16:15; Hechos 1:8; Romanos 15:20
0)
 Vayan y lleven fruto (Juan 15:16)
 Vayan y hagan discípulos a todas las naciones (Mateo 28:19)
La “estrategia de ir” implica llevar el Evangelio a donde está la gente – y no esperar
que ellos vengan a ti.
Es importante que nosotros veamos claramente estas dos partes de la estrategia
del Evangelio. Si no lo hacemos podemos llegar a invertir esta estrategia de venir
e ir. Terminamos teniendo una “estrategia de venir” para el evangelismo (“¡Vengan
a la iglesia y sean salvos!”) y una “estrategia de ir” para el entrenamiento (“¡Vayan
a ese lugar para ser entrenados!”). El patrón Bíblico es usar la “estrategia de venir”
para el entrenamiento y la “estrategia de ir” para el evangelismo.
Lee Romanos 16:25-26
Lee Juan 17:20-22
Lee Colosenses 1:3-6
Una parte de la estrategia del Evangelio no funcionará sin la otra:
 En venir, Dios nos establece en Su Evangelio
 En ir, llevamos ese Evangelio a otros.
Lee Juan 10:36
En la Nueva Versión Internacional vemos a Jesús describiendo la estrategia de
venir e ir de su comisión como “apartó para sí” y “envió”. Tu nunca podrás ser
enviado a menos que primero hayas sido apartado para Dios. Solo después de
esto vas a poder expresar efectivamente:
 Las palabras del que te envía (Juan 14:24; 5:30)
 Las acciones del que te envía (Juan 5:19)

Bajo Autoridad
Lee de nuevo Mateo 28:18
El preámbulo de la Gran Comisión establece la autoridad sobre la cual hemos sido
comisionados. Jesús declaró:
“...Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id...” (RV’60)
La Gran Comisión está respaldada por la autoridad plena del trono de Dios. Pero
para ser efectivos en esa comisión, necesitamos ponernos bajo la autoridad de
Dios. Esto significa obediencia – ir, venir y hacer como se nos ha sido ordenado.
Lee Mateo 8:9
El centurión tenía un entendimiento claro de lo que significaban ambas, la autoridad
y la obediencia. Para él, esta autoridad estaba expresada en tres tipos de
mandamientos:
 Ir
 Venir
 Hacer
Como parte de la Gran Comisión, nosotros también necesitamos venir al Señor, ir
a donde él nos envía y hacer las cosas que nos ordena – no solo en grandes
decisiones sino en el día a día.

El Mensaje del Evangelio


Lee Marcos 1:14-15
Lee Mateo 4:17
El Evangelio es descrito de muchas maneras a través de toda la Biblia. Es llamado:
 El Evangelio de la gracia (Hechos 20:24)
 El Evangelio de salvación (Efesios 1:13)
 El Evangelio de paz (Efesios 6:15)
 El Evangelio de la gloria de Cristo (2 Corintios 4:4)
 El Evangelio del reino (Mateo 24:14)
Como descubrimos en el Módulo 102, la palabra evangelio significa “buenas
nuevas”. Las buenas noticias del reino de Dios están basadas en tres sólidos hechos:
 Satanás ha sido derrotado (Mateo 12: 24-29; Colosenses 2:15)
 El juicio de Dios ha sido satisfecho en la Cruz (Efesios 1:7)
 Un nueva vida – ahora y en la eternidad – ha sido abierta en Cristo (2
Corintios 5:17; 1 Pedro 1:18-19; 2:25)
Lee Hechos 26:17-18
Lee Colosenses 1:13
La comisión que tu has recibido involucra ambas, la comunicación del mensaje del
Evangelio y el impartir el poder del Evangelio a la gente.

Apartado para el Evangelio


Lee Romanos 1:1
Pablo resumió todo su ministerio como siendo “apartado para el evangelio de Dios”.
Ser “apartado” significa ser dedicados para un uso especial (Hechos 13:2). Al
responder a la Gran Comisión, nuestras vidas están apartadas para los propósitos
de Dios. Entonces diremos, como Pablo en Hechos 20:24:
“Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo,
con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor
Jesús, para dar Testimonio del evangelio de la gracia de Dios.”(RV’60)

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