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Verdades Esenciales 111: Trabajando con Dios

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El Cuerpo de Cristo
La mayoría de nosotros vemos nuestra salvación en términos altamente personales.
Sabemos el día que hicimos nuestro compromiso personal con Cristo, o el día en
que fuimos bautizados, o el tiempo cuando tuvimos la revelación transformadora
de que habíamos sido llamados a un propósito mucho más alto que simplemente
andar sobreviviendo en el día a día de nuestra vida.
Sin embargo, la Escritura revela tu caminar con Dios es parte de un cuadro mucho
mayor. Este contexto amplio es llamado por la Biblia, la Iglesia.

El Significado de la Iglesia
Muchos de nosotros sabemos que la palabra “iglesia” no se refiere realmente al
edificio físico (Hechos 7:48-50). Iglesia equivale a personas, o más exactamente,
a la compañía de los redimidos.
La palabra Griega que es traducida como “iglesia” en Español es ekklesia. La
palabra es derivada del verbo ekkaleo, que se compone de dos partes:
 ek significa “fuera”
 kaleo significa “llamar o convocar”
Por tanto el significado literal de la palabra Griega para “iglesia” es “aquellos que
han sido llamados fuera”. Este significado está explicado más profundamente en
el Holman Bible Dictionary (Diccionario de la Biblia Holman):
“Ekklesia significa “llamados fuera”, y en el Griego clásico se refiere al cuerpo
de los ciudadanos libres llamados[en asamblea] por un heraldo.”1
¿Has notado como el llamado de Dios yace en el corazón mismo de la definición de
la Iglesia? No es la organización del hombre la que define a la Iglesia. En vez de
esto, es el llamado de Dios el que define a la Iglesia.
A fin de entender lo que la Iglesia realmente significa, necesitamos dejar a un lado
nuestras ideas preconcebidas y verla desde la perspectiva de Dios. Efesios 1:22-
23 nos provee la definición propia de Dios respecto de la Iglesia y es una
definición notable. Miremos a esta definición y como se traduce en varias
versiones de la Biblia:
 Reina Valera (1960): Origen de la Palabra “Iglesia”
“Y sometió todas las
cosas bajo sus pies, y lo Jesús la primera persona en usar la palabra
dio por cabeza sobre ekklesia para referirse a la Iglesia (Mateo 16:18;
todas las cosas a la iglesia, 18:17). Por tanto, puede ser dicho que Cristo no
la cual es su cuerpo, la solo estableció la Iglesia, también la definió.
plenitud de Aquel que
Pero la palabra Griega ekklesia también tenía
todo lo llena en todo.” raíces en el Antiguo Testamento. En hebreo dos
 Nueva Versión palabras son usadas para describir las asambleas
del pueblo de Dios:
Internacional
Internacional: “Dios
sometió todas las cosas al - ‘edah, que es traducida al Griego como
dominio de Cristo, y lo sunagoge en la Septuaginta, la versión
dio como cabeza de todo Griega del Antiguo Testamento que
a la iglesia. Ésta que es su usaban muchos de los Judíos del primer
cuerpo, es la plenitud de siglo.
aquel que lo llena todo
- qahal, que es traducida al Griego como
por completo.” ekklesia en la Septuaginta.
 La Biblia de las
Américas
Américas: “Y todo Ambas palabras Hebreas describen a los hijos de
Israel como una congregación de gente santa,
sometió bajo sus pies, y pero más adelante en el Judaísmo, la palabra
al Él lo dio por cabeza sunagoge (traducida sinagoga en Español) se
sobre todas las cosas a la refiere a toda la congregación de Israel, mientras
iglesia, la cual es su que la palabra ekklesia vino a significar el ideal
cuerpo , la plenitud de elegido de Dios, llamado para salvación.
aquel que lo llena todo Como Joe E. Lunceford comenta:
en todo.”
“Significativamente la comunidad
 Dios Habla Hoy Cristiana escogió el término del
(1994): Sometió todas las Antiguo Testamento para la gente ideal
de Dios, llamados para salvación
cosas bajo los pies de
(ekklesia), en vez de el
Cristo, y a Cristo mismo término que describía a todos los
lo dio a la Iglesia como Israelitas
cabeza de todo. Pues la colectivamente (sunagoge).”2
iglesia es el cuerpo de
Cristo, de quien ella
recibe su plenitud, ya que Cristo es quien lleva todas las cosas a su plenitud.”
La Biblia al Día
ÂLa Día: “Dios ha puesto todas las cosas a sus pies y lo hizo suprema
cabeza de la iglesia. Y la iglesia, que es su cuerpo, está llena de Él, autor y
dador de todo lo existe.”
Biblia Textual
ÂBiblia Textual: “Y sometió todas las cosas debajo de sus pies, y lo dio por
cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud del
que todo lo llena en todo.”
Biblia del Peregrino
ÂBiblia Peregrino: “Todo lo ha sometido bajo sus pies, lo ha nombrado
cabeza suprema de la Iglesia, que es su cuerpo y se llena del que llena de
todo a todos.”
 The Message (El Mensaje): “El está a cargo de todo, tiene la última palabra
en cada cosa y sobre todo. En el centro de todo esto, Cristo gobierna la iglesia...
La iglesia es el cuerpo de Cristo, en el cuál habla y actúa, y a través del cual lo
llena todo con su presencia.”
 The Amplified Bible (La Biblia Ampliada): “Y Él puso todas las cosas
bajo sus pies, y lo designó a El como Cabeza universal y suprema de la iglesia
(un gobierno ejercido a través de la iglesia), que es Su cuerpo, la plenitud de
Aquel que lo llena todo en todo ya que en ese cuerpo vive la plena medida de
Aquel que hace todo completo, y que llena cada cosa en cada lugar (a través
de Sí Mismo).”
Dios tiene un concepto muy alto de lo que desea que su Iglesia sea. Aunque
miremos alrededor de nosotros y veamos a la Iglesia quedando corta respecto del
ideal de Dios, necesitamos entender que Efesios 1:22-23 no describe la meta
final para la Iglesia (que se encuentra más adelante en Efesios 4:12-13). ¡En
realidad es el punto de partida para la Iglesia!
Este pasaje describe la Iglesia en función de:
 Autoridad – ¡La suprema posición de Cristo “sobre todo principado y
autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en
este siglo, sino también en el venidero” (Efesios 1:21) es para el bien de la
Iglesia! Dios lo señaló a él para que sea cabeza sobre todas las cosas para la
iglesia” (nota también el énfasis en la autoridad de Cristo sobre “todas las
cosas”en Efesios 1:9-10). Este énfasis en la autoridad para la Iglesia y delegada
a la Iglesia es también encontrado en la Gran Comisión (Mateo 28:18-20).
 Identidad – La Iglesia no es vista como separada de Cristo, sino como una
extensión orgánica de él. Nosotros somos la Iglesia “que es su cuerpo”. Ésta unidad
orgánica con Cristo impacta cada ministerio y actividad dentro de la Iglesia.
 Totalidad – La Iglesia es ahora “la plenitud de Aquel que todo lo llena en
todo” en la misma manera que Cristo es “la plenitud de Aquel que todo lo
llena en todo”. Nuestra identificación con Cristo es total y Dios se ha propuesto
que la totalidad de Cristo sea expresada a través de su Iglesia.
Lee Colosenses 2:9-10
La Biblia al Día amplía el significado original de las palabras de Pablo:
“Porque en Cristo hallamos la plenitud de Dios encarnada en un cuerpo
humano. Teniendo a Cristo lo tienen todo, y al estar unidos a Él, están llenos
de Dios. Además, El es la potestad suprema, y tiene autoridad sobre cualquier
principado o potestad.”
Cuando Jesús caminó sobre la tierra, su cuerpo físico albergó la plenitud de Dios.
Su cuerpo era el templo del Espíritu (Juan 2:19-21). Ahora la Iglesia es su Cuerpo,
el templo del Espíritu de Dios (11 Corintios 3:16; 2 Corintios 6:16). En realidad,
Jesús dijo que estaba retornado a su Padre para nuestro bien, pues solamente
entonces él podía enviar al Espíritu Santo (Juan 16:7), aquel que toma a creyentes
individuales y los une en un todo orgánico (1 Corintios 12:13).
Aunque el cuerpo físico de Cristo estaba limitado por el tiempo y el espacio, su
Cuerpo corporativo – la Iglesia – no tiene tales limitaciones (Juan 14:12). Este
Cuerpo corporativo es expresado en tres niveles:
 La Iglesia universal – esta es la suma total de todos los creyentes
actualmente vivos y también incluye creyentes que han vivido a lo largo de la historia.
 La Iglesia regional – esta es la suma total de todos los creyentes en un
área dada, como una ciudad o un estado. Esta es la expresión más amplia de
unidad que puede ser prácticamente expresada en la tierra.
 La congregación local – esta es la Iglesia en microcosmos, expresada a
través como asambleas individuales donde creyentes se relacionan y participan.

Un Cuerpo Preparado
Hebreos 10:5-7 nos dice:
“Por eso, al entrar al mundo, Cristo dijo: ‘A ti no te complacen sacrificios ni
ofrendas; en su lugar me preparaste un cuerpo; no te agradaron ni holocaustos
ni sacrificios por el pecado. Por eso dije: ‘Aquí me tienes - como el libro dice de
mí – He venido, oh Dios, a hacer tu voluntad.’”
La función de cualquier cuerpo es obedecer las órdenes de su dueño. Jesús vino a
la tierra en forma corpórea para cumplir la voluntad de su Padre (Juan 5:29;
Mateo 26:39). Jesús fue Dios manifestado en carne (Juan 1:1,14,18; 1 Timoteo
3:16). Ahora la Iglesia, como el Cuerpo corporativo de Cristo, es llamada a expresar
la voluntad de Dios en la tierra (Mateo 6:10) – ser Dios manifestado en carne de nuevo.

Un Cuerpo
El Cuerpo de Cristo es una unidad compuesta de muchos miembros (1 Corintios
12:14). Esta unidad es posible debido a que en Cristo tenemos:
Un Espíritu
El Cuerpo de Cristo está lleno con el Espíritu Santo – también llamado el Espíritu
de Jesús (Hechos 16:6-7; Gálatas 4:6). Este Espíritu es el lazo que mantiene al
Cuerpo junto (Efesios 4:3-4).
Una Sangre
Los verdaderos Cristianos tiene un denominador común – hemos sido redimidos
por la sangre de Cristo (1 Corintios 10:16-17; Efesios 1:7). Esta sangre es la
base de nuestra vida en Dios y continúa nutriéndonos (Juan 6:53-56) y
limpiándonos (Hebreos 9:14).
Una Mente
Esto no es solamente acuerdo doctrinal, sino acuerdo en visión y propósito. Para
que el Cuerpo de Cristo funcione como Dios se propuso, debemos todos estar
motivados por el corazón de Cristo (Filipenses 2:5-8) y guíados por la mente de
Cristo (1 Corintios 2:16).

Muchas Partes
Lee 1 Corintios 12:12
En 1 Corintios 12:15-27, el apóstol Pablo trata con dos problemas de actitudes
que impediría el apropiado funcionamiento del Cuerpo:
 Inferioridad (versículos 15-20)
 Superioridad (versículos 21-27)
No deberíamos pensar más alto de nosotros mismos ni más bajo de nosotros
mismos de lo que debemos. En vez de eso, debemos vernos a nosotros mismos
como una parte vital pero a su vez integrada con el Cuerpo de Cristo.
The Message (El Mensaje) derrama una luz coloquial a las palabras de Pablo en 1
Corintios 12:12-27:
“Puedes ver fácilmente y de manera suficiente como funciona este tipo de
cosas al mirar tu propio cuerpo. Tu cuerpo tiene muchas partes –
extremidades, órganos, células- pero sin importar cuantas partes tu puedas
nombrar, sigues siendo un cuerpo. Es exactamente igual con Cristo. Por
medio de su propio Espíritu, todos le decimos adiós a nuestras vidas
parciales y en trozos. Cada uno de nosotros acostumbraba de manera
independiente a llevar nuestra propia voz cantante pero entonces entramos
dentro de una vida más amplia e integrada en la cual Él tiene la palabra
final en todo final en todo...
“Quiero que piensen sobre como todo esto los hace más significantes y no
menos... Pero también quiero que piensen sobre como esto mantiene vuestra
insignificancia de que se eleve demasiado y se convierta en una auto-
importancia. Porque sin importar cuan significantes ustedes sean, es solo
debido que son parte de.”
Lee Romanos 12:3-6
Posicionados por Dios
En 1 Corintios 12:18-19, Pablo describe como Dios ha formado al Cuerpo de Cristo
para que exprese a Cristo al mundo. Él escribe:
“En realidad, Dios colocó cada miembro del cuerpo como mejor le pareció. Si todos
ellos fueran un solo miembro, ¿qué sería del cuerpo?” El Cuerpo de Cristo tiene
unidad, pero no uniformidad. Así como hay una maravillosa diversidad en el cuerpo
natural, así es también con la Iglesia – una diversidad de funciónes y una variedad
de expresiónes. En 1 Corintios 12:7-10, Pablo escribe:
“A cada uno se le da una manifestación especial del Espíritu para el bien de los
demás. A unos Dios les da por el Espíritu palabras de sabiduría; a otros, por el
mismo Espíritu, palabras de conocimiento; a otros, fe por medio del mismo Espíritu;
a otros, y por ese mismo Espíritu, dones para sanar enfermos; a otros, el discernir
espíritus; a otros, el hablar en diversas lenguas; y a otros, el interpretar lenguas.”
En este pasaje, el apóstol Pablo usa dos palabras Griegas – traducidas al Español como “una
clase” y “otra clase” – para describir la diversidad encontrada en el Cuerpo de Cristo:
 Allos – “de una clase”
 Heteros – “de una clase enteramente diferente”
Los Cristianos tienden a unirse con otros del mismo tipo (allos), pero el Cuerpo de
Cristo también está compuesto de tipos completamente diferentes (heteros).
Aunque Dios ha dividido los dones de su Espíritu entre el allos y heteros. Y ha
hecho esto por una razón. Es solo cuando el allos y el heteros se juntan que Cristo
es manifestado al mundo de manera completa.
Lee 1 Corintios 1:10
La unidad de la Iglesia es una parte clave del mensaje del Evangelio (Efesios
2:14-16; Gálatas 3:28). Como hemos visto en el Módulo 102, el Evangelio es un
contrato entre Dios y el creyente. Este contrato tiene dos niveles de expresión:
El Nivel Individual
Cuando nosotros respondemos individualmente al Evangelio en fe:
 Dios nos bendice en Cristo (Efesios 1:3; Juan 1:16)
 Tenemos acceso personal a Dios (Hebreos 4:14-16; Efesios 2:18)
 Estamos siendo conformados a la imagen de Cristo (Romanos 8:29)
 Se nos han dado dones para el ministerio (Efesios 4:7-8)
 Somos, cada uno, templo del Espíritu Santo (1 Corintios 6:19-20)
La mayoría de los cristianos ven demasiado sus vidas desde un nivel individual.
Esto es producto de la cultura Occidental, que enfatiza lo individual sobre lo
corporativo. Pero en la Escritura vemos un nivel completamente diferente del
Evangelio funcionando en nuestras vidas.
El Nivel Múltiple
La vida cristiana no ha sido diseñada por Dios para ser una experiencia solitaria
(Efesios 3:17-19). Como individuos, recibimos la salvación y la reconciliación con
Dios. Pero a fin que el propósito de Dios pueda ser cumplido en nuestras vidas, necesitamos
ser conectados con otros en el Cuerpo de Cristo. Esto se debe a que cuando nos juntamos:
 Dios nos bendice en nuestra unidad (Salmo 133:1,3; 1 Pedro 3:8-9)
 Cristo manifiesta su presencia en nuestra unidad (Mateo 18:20).
 Crecemos a la plena estatura de Cristo (Efesios 4:13)
 Somos un cuerpo de dones interdependientes (1 Corintios 12:14-27)
 Estamos juntos siendo edificados como el templo de Dios (Efesios 1:22-
23; 2 Corintios 6:16).

La Oración de Jesús
Lee Juan 17:20-23
Esta oración, hecha por Jesús justo antes de que fuera a la Cruz, describía el “gozo
que le esperaba” (Hebreos 12:2). Sus palabras revelan la razón completa de
porqué estaba dispuesto a soportar el dolor del Calvario.
“...ruego...para que todos sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti,
permite que ellos también estén en nosotros, para que el mundo crea...”
Jesús oró para que su Iglesia tuviera la misma expresión de unidad que Dios tiene, tres y
sin embargo uno (observa Deuteronomio 6:4). Jesús aún ahora está intercediendo
por nosotros (Romanos 8:34), continuando la oración que empezó en Juan 17.
Sin embargo, esta es unidad en Cristo, y no una unidad en compromiso. El
fundamento de la verdadera unidad cristiana es el Evangelio y una relación común
con Jesús. Podemos tener unidad entre nosotros solo debido a que estamos todos
individualmente unidos con Cristo (observa Filipenses 2:1-2). Cristo es el
fundamento de nuestras vidas individuales y también el fundamento de nuestra
unidad (1 Corintios 3:11; 2 Timoteo 2:19).
¿Cuál es el secreto para la unidad del Cuerpo de Cristo? Pablo nos lo dice muy
claramente en Romanos 15:5-6:
“Que el Dios que infunde aliento y perseverancia les conceda vivir juntos en
armonía, conforme al ejemplo de Cristo Jesús, para que con un solo corazón
y a una sola voz glorifiquen al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.”
Es solo mientras seguimos al Señor Jesucristo individualmente que podemos
expresar corporativamente la unidad que se encuentra en Cristo.

El Mandamiento de Jesús
Lee Juan 13:34-35
La unidad no es una opción. Es un mandamiento. Este mandamiento es dado
repetidamente a través de toda la Escritura.
Lee Juan 15:12-14
Lee 1 Juan 4:21
Lee 2 Juan 5-6
La Iglesia naciente obedeció el mandamiento de Jesús y el resultado de su
obediencia fue la unidad. Hechos 4:32 registra la calidad extraordinaria de esa
unidad:
“Todos los creyentes eran de un solo sentir y pensar. Nadie consideraba suya
ninguna de las posesiones, sino que las compartían.”
Este versículo muestre tres expresiones de unidad:
 Unidad de corazón – un Espíritu común (1 Corintios 12:13)
 Unidad de mente – un propósito común (2 Corintios 13:11)
 Unidad de vida – un interés común (1 Juan 3:16)

Barreras a la Unidad
Lee 2 Corintios 12:20
La única cosa que puede destruir la unidad de la Iglesia es el interés propio. En
Marcos 9, encontramos a los discípulos argumentando de tres maneras diferentes,
y cada una de estas maneras es una expresión de un interés propio subyacente.
 ¡Tenemos razón! (Versículos 14-16,28)
 ¡Somos los mejores! (Versículos 33-34)
 ¡Tú no eres uno de nosotros! (Versículos 38-40)
Estos mismos argumentos pueden ser encontrados en la Iglesia de hoy. Dios está
trabajando para romper estas barreras a la unidad – divisiones en doctrina y
metodología (Tito 3:9-11), divisiones por la ambición egoísta (Filipenses 2:3-4;
Romanos 12:10) y divisiones debido a la exclusividad (Romanos 12:3-5; 15:7) – para
conformar a su Iglesia a la completa y práctica unidad que se encuentra en Cristo.
Esto no quiere decir que todos tenemos que ser lo mismo. Tampoco quiere decir
que debemos estar de acuerdo en cada pequeño punto de la doctrina. Dios ha
puesto gran diversidad en el Cuerpo y un aspecto importante de nuestra unidad
es que apreciemos esa diversidad.

Lee Efesios 4:3-6


No necesitamos pedirle a Dios la unidad. ¡Ya la tenemos en Cristo! Pero
necesitamos mantener esa unidad “mediante el vínculo de la paz”. Esta unidad
esel fundamento para todo ministerio. Debemos mostrar esta unidad en muchas
maneras prácticas (Romanos 12:9-21; Efesios 4:2-3; Colosenses 3:12-16;
Debemos tener un genuino deseo por el éxito de otros líderes e iglesias. Es en esta
unidad que “la plena estatura de Cristo” es expresada a través de nuestras vidas
al mundo (Efesios 4:13; Colosenses 2:2).Hebreos 10:24-25). Debemos tener
una identidad común y un propósito común.
Lee 2 Corintios 13:11
Lee Filipenses 1:27
El Propósito del Cuerpo
El plan de Dios es que Cristo, a través de su Cuerpo, sea manifestado al mundo en
cuatro cosas:
 La gloria de Dios (Efesios 2:21; Habacuc 2:14)
 La sabiduría de Dios (Efesios 3:10)
 La gracia de Dios (Efesios 2:6-7)
 Las alabanzas de Dios (1 Pedro 2:5,9)

El Cristo Completo
Lee Efesios 2:12-13
Es el trabajo del Espíritu Santo revelar a Cristo al mundo (Juan Juan 16:14-15
16:14-15), y él
hace esto a través de morar en la Iglesia. A fin de revelar a Cristo completamente,
el Cuerpo debe revelar a Cristo...
 En su carácter (Gálatas 5:22-25)
 En su poder (1 Corintios 12:8-10)
 En su autoridad (Juan 16:23-24)
Dios te ha dado a ti un ministerio – una parte para desempeñar en su propósito
eterno. Pero ese ministerio debe encontrar su contexto dentro del Cuerpo de
Cristo. La expresión individual debe encajar en la expresión colectiva. Es solo en
la medida que cada uno hace su parte que todos “creceremos hasta ser en todo
como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo” (Efesios 4:15-16).
El Evangelio es el método de Dios de salvación, pero el Cuerpo de Cristo es el
vehículo de Dios de salvación. No es de extrañar que el gozo de Pablo fluye en la
doxología que escribe en Efesios 3:20-21:

“Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir,
por el poder que obra eficazmente en nosotros, ¡a él sea la gloria en la iglesia y en
Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos! Amén.”
1. Holman Bible Dictionary (Diccionario de la Biblia de Holman), extraído por QuickVerse 5.0
2. Joe E. Lunceford, Holman Bible Dictionary, “Congregación”, extraído de QuickVerse 5.

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