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CENTRO EVANGÉLICO DE MISIONES

Valencia

Proyecto Perú de Educación Teológica


Clases online

Evangelización
y misiones
Profesor: Pastor Milton Mattei
Texto: Pastor Paulo Mendes

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EVANGELIZACIÓN Y MISIONES

1. Introducción

Conceptos equivocados conducen a actividades erradas. Conceptos inadecuados


resultan en acciones inapropiadas. Si no comprendemos la verdadera naturaleza del
evangelio y cuál es su finalidad, según las enseñanzas del Nuevo Testamento,
corremos el riesgo de emprender nuestros esfuerzos en una actividad que no traerá
satisfacción a los propósitos de la evangelización. Si no sabemos definir el significado y
la naturaleza de las actividades misioneras, podemos estar muy lejos de los propósitos
de la misio Dei.

2. ¿Qué es evangelizar?
La palabra “evangelio” viene del griego euanguélion, que significa literalmente
anunciar o proclamar las buenas nuevas sobre la persona de Jesús y su Reino. Thayer
define el evangelio como “buenas nuevas de salvación por Cristo; proclamación de la
gracia de Dios manifestada y asegurada en Cristo” (Diccionario del Nuevo
Testamento Griego – W.C. Taylor).

Ejemplos: Cuando el ángel anunció a los pastores el nacimiento de Jesús, dice: “Mirad
que os traigo buenas noticias” (Lucas 2.10). La expresión buenas noticias corresponde
a la palabra evangelio. Cuando el apóstol Pablo presenta el evangelio o las buenas
nuevas para los hermanos en Roma, dice que este mensaje es “poder de Dios para la
salvación de todos lo que creen” (Romanos 1.16). Por tanto, esta palabra es más que
una comunicación, es también la manifestación del poder transformador de Dios en las
personas que creen. Evangelizar es predicar las buenas nuevas que tienen el poder de
cambiar vidas, transformar y restaurar personas para una nueva vida en Cristo.

Para Mark J. Stiles una buena definición del evangelio debe responder algunas
preguntas, tales como: (1) ¿Lo que ofrece Dios? (2) ¿Lo que tenemos en Cristo? (3)
¿Por qué necesitamos de salvación? (4) ¿Lo que significa ser salvo? En sus palabras, la
evangelización sigue un proceso de entendimiento en cuatro momentos:
Primero, debemos entender que: “Dios es nuestro Creador. Él es amoroso, santo y
justo. Un día ejecutará perfecta justicia contra todo pecado”. Segundo, debemos
entender que: “Las personas fueron hechas a la imagen de Dios. Somos criaturas
maravillosas y asombrosas con dignidad, honor y valor. Pero por nuestra voluntaria
rebelión contra Dios, hemos pasado de ser sus hijos a ser sus enemigos. Sin embargo,
todos los seres humanos tienen la capacidad de estar en una relación restaurada con el
Dios vivo”. Tercero, debemos entender que: “Cristo es el Hijo de Dios, y su vida sin
pecado le dió la capacidad de convertirse en el sacrificio perfecto. Con su muerte en la
cruz, él rescató a personas pecadoras. La muerte de Cristo pagó por los pecados de

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todos aquellos que vienen a él con fe. La resurrección de Cristo de entre los muertos es
la reivindicación definitiva de la veracidad de estas declaraciones”. Cuarto, debemos
entender que: “La respuesta que Dios requiere de nosotros es que reconozcamos
nuestro pecado, nos arrepintamos y creamos en Cristo. Así que le damos la espalda al
pecado, especialmente al pecado de incredulidad, y nos volvemos hacia Dios en fe,
entendiendo que le seguiremos el resto de nuestra vida”. 1

2.1 Conceptos equivocados.

2.1.1 El otro evangelio en la época de Pablo.

En su carta a la iglesia en Corinto, Pablo hace referencia a otro evangelio o a un


evangelio diferente, diciendo: “Si alguien llega a vosotros predicando a un Jesús
diferente del que hemos predicado nosotros, o si recibís un espíritu o un evangelio
diferente de los que ya recibisteis, a ése lo aguantáis con facilidad” (2 Corintios 11.4).
Parece que los hermanos en Corinto no estaban convencidos de la singularidad del
evangelio. Por esto, fácilmente podrían recibir otro evangelio.

2.1.2 El evangelio de la gracia y el evangelio de las obras.

Entre las iglesias cristianas hay enseñanzas y prácticas que enfatizan las obras como
parte indispensable para la salvación. Son iglesias que valoran en demasía lo que
hacemos para que recibamos la salvación. En la época de Pablo ya había personas que
pensaban que las obras son necesarias para la salvación. La enseñanza de Pablo es
muy clara y objetiva, diciendo: “Porque por gracia habéis sido salvados mediante la fe;
esto no procede de vosotros, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que
nadie se jacte” (Efesios 2.8-9).

2.1.3 El evangelio con características del humanismo.

Evangelio Social es un movimiento que mescla el evangelio con el humanismo. Su


principal líder fue Walter Rauschenbush, oriundo de los Estados Unidos, y
caracterizado por la única preocupación con la solución de los problemas sociales del
hombre. Ese movimiento se inició con una falsa concepción del Reino de Dios, pues él
confundió el Reino con un reino temporal y de este mundo físico donde vivimos. Para
Walter Rauschenbush, “el reino de Dios es la humanidad organizada según la voluntad
de Dios”. Los estudios sobre las actividades de Rauschenbush y de sus seguidores se
desarrollaron no con el propósito del rechazo hacia los pecados en los individuos,
llevándolos a que crean en Jesucristo y logren la salvación individual, sino con el
propósito de una transformación y perfeccionamiento de la propia humanidad.
El pastor Hélcio da Silva Lessa, escribe en el periódico Jornal Batista (Rio de Janeiro,
Brasil), que los defensores del evangelio social quieren reformular el concepto de

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Stiles, Mark J. - La Evangelización. 9Marks. Washington. Página 42

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misiones, quieren transformar las iglesias en agencias seglares de la política, quieren
llevar el pueblo de Dios a tener una actuación colectiva en la sociedad con el propósito
del cambio de las estructuras. Ese no es el plan de Dios para el reino. Pastor Hélcio en
1965, escribió lo siguiente: “En el presente, el evangelio social es sólo una evocación
histórica, no existiendo más cómo movimiento organizado y amante”. Puede ser que,
como organización ya no exista, de hecho, pero la semilla que sembró en el pasado e l
creyente tiene de hecho una responsabilidad social.

Pero, tenemos que reconocer que los problemas de la sociedad deben preocupar a los
creyentes. Si un creyente considera que el mejor medio para expresar su testimonio es
la política, entonces él debe ser un político; si considera que es la Medicina, debe ser
un médico. Lo que de hecho es importante es que sea muy sincero en el deseo de
abrazar su carrera para el servicio a Cristo a través de la misma. Pero esto es muy
diferente de que proclamar un evangelio centrado en los problemas humanos,
temporarios y terrenales.

2.2 El concepto del evangelio en el ministerio de Jesús.

Con el ministerio de Jesús empieza la predicación del evangelio. Por tanto, en las
palabras del Señor tenemos la identificación del evangelio, su naturaleza y su alcance.

2.2.1 Identificando el evangelio de Jesús


Conforme sus palabras el evangelio es del Reino. Dice Jesús: “Y este evangelio del
reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y entonces
vendrá el fin” (Mateo 24.14). La palabra reino identifica el evangelio como parte de la
presencia divina entre nosotros y relacionado a la soberanía (gobierno de Dios) sobre
los que creen en Jesús como su Salvador personal.
También el evangelio es identificado con la persona de Jesús. Marcos empieza con
estas palabras su evangelio: “Comienzo del evangelio de Jesucristo, el Hijo de Dios”
(Marcos 1.1). Parece que no podemos separar el genuino evangelio de la persona de
Jesús.
2.2.2 La naturaleza del evangelio de Jesús
Durante el ministerio de Jesús sus palabras y enseñanzas eran acompañadas de señales
y maravillas. Las personas eran sanadas, muertos eran resucitados, panes y peces eran
multiplicados. El evangelista Mateo escribe lo siguiente: “Jesús recorría todos los
pueblos y aldeas enseñando en las sinagogas, anunciando las buenas nuevas
(evangelio) del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia” (Mateo 9.35).
Parece evidente que la proclamación del evangelio era acompañada con la presencia
de señales y maravillas. Cuando Jesús presenta la gran comisión, conforme la narrativa
de Marcos, los señales y maravillas deberían seguir con la predicación del evangelio:
“Les dijo: Id por todo el mundo y anunciad las buenas nuevas (evangelio) a toda
criatura. El que crea y sea bautizado será salvo, pero el que no crea será condenado.
Estas señales acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios;
hablarán en nuevas lenguas; tomarán en sus manos serpientes; y cuando beban algo

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venenoso, no les hará daño alguno; pondrán las manos sobre los enfermos, y éstos
recobrarán la salud” (Marcos 16.15-18).

2.2.3 El alcance de la proclamación de evangelio de Jesús


La proclamación del evangelio jamás estuvo limitada a las fronteras de una nación. Las
buenas nuevas de salvación en Jesús deben ser proclamadas a las naciones. Cuando los
discípulos de Jesús manifestaron su preocupación con el fin del mundo, Jesús presentó
el alcance del evangelio: “Pero primero tendrá que predicarse el evangelio a todas las
naciones” (Marcos 13.10). Más tarde, el Señor enfatiza esta verdad, diciendo: “Y este
evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las
naciones, y entonces vendrá el fin” Mateo 24.14).

2.3 El concepto del evangelio en el ministerio de Pablo.

El concepto del evangelio para el apóstol Pablo tiene muchas verdades parecidas con el
concepto de Jesús. La diferencia, quizás, podría ser observada en el contexto de su
ministerio. Jesús habló más para los judíos. Pablo predicó entre los gentiles. En otras
palabras, Pablo vivió la realidad de anunciar las buenas nuevas entre otras naciones.

2.3.1 La definición de Pablo

El evangelio para Pablo era la manifestación del poder de Dios. En su carta a los Romanos el
define el evangelio, diciendo: “Verdaderamente, no me avergüenzo del evangelio, pues
es poder de Dios para la salvación de todos los que creen: de los judíos primeramente,
pero también de los gentiles” (Romanos 1.16). La palabra poder define el evangelio
como una fuerza transformadora, que puede cambiar vidas en todas las naciones.

También Pablo define el evangelio como algo que pertenece a Jesús, el Hijo de Dios,
diciendo: “Dios, a quien sirvo de todo corazón predicando el evangelio de su Hijo, me
es testigo…” (Romanos 1.9).

2.3.2 Los propósitos del evangelio para Pablo

Pablo tenía convicción de los propósitos del evangelio, no como un sistema religioso, sino
como un mensaje que resultaba en la salvación de las personas. En su carta a los Efesios,
Pablo escribe: “En él también vosotros, cuando oísteis el mensaje de la verdad, el
evangelio que os trajo la salvación, y lo creísteis, fuisteis marcados con el sello que es
el Espíritu Santo prometido” (Efesios 1.13). Cuando Pablo escribe a los hermanos en
Tesalónica recuerda su llegada aquella ciudad y también la conversión de ellos,
diciendo: “Ellos mismos hablan de lo bien que vosotros nos recibisteis, y de cómo os
convertisteis a Dios dejando los ídolos para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar
del cielo a Jesús, su Hijo a quien resucitó, que nos libra del castigo venidero” (1
Tesalonicenses 1.9-10). En su carta a Timoteo, Pablo estimula a su joven compañero
con las siguientes Palabras: “Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por
nuestras propias obras, sino por su propia determinación y gracia. Nos concedió este

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favor en Cristo Jesús antes del comienzo del tiempo; y ahora lo ha revelado con la
venida de nuestro Salvador Cristo Jesús, quien destruyó la muerte y sacó a la luz la vida
incorruptible mediante el evangelio” (2 Timoteo 1.9-10). Por otro lado, podemos
resumir los propósitos del evangelio, conforme la visión de Pablo, diciendo que la
salvación genuina no es nominal, es una conversión, que abandona la idolatría y las
prácticas de una vida en pecado, para vivir una vida santa, como una demonstración
de la eficacia de la gracia de Dios.

2.3.3 La lucha existencial para los que siguen en evangelio

Pablo tenía certeza que seguir fielmente el evangelio no sería fácil. Los creyentes
verdaderos tenían que luchar contra el pecado y los poderes de las tinieblas. Los
misioneros y predicadores también. Observemos las palabras de Paulo a los hermanos
en Tesalónica: “Recordaréis, hermanos, nuestros esfuerzos y fatigas para proclamaros
el evangelio de Dios, y cómo trabajamos día y noche para no serles una carga” (1
Tesalonicenses). Lo después, en esta misma carta, Pablo habla de su lucha: “Y sabéis
también que, a pesar de las aflicciones e insultos que antes sufrimos en Filipos,
cobramos confianza en nuestro Dios y nos atrevimos a comunicarles el evangelio en
medio de una gran lucha” (1 Tesalonicenses 2.2).

3. La dinámica de la evangelización
La evangelización es dinámica; es una acción vital para la iglesia e indispensable para el
mundo. Así como nosotros fuéramos evangelizados por personas llenas del amor de
Dios, también debemos ser usados para la evangelización de otras personas. Con esta
dinámica, el Nombre de Dios es exaltado y su Reino crece en el mundo.

Parece evidente que la naturaleza de la evangelización admite un evangelio para todas


las personas en todos los tiempos y lugares, sin distinción de razas o niveles sociales y
sin exclusión de culturas y naciones. La dinámica de la evangelización debe
relacionarse a su propia naturaleza y también a la misio Dei. Solo un Dios Criador y que
ama su creación puede inspirar la dinámica de la evangelización para la salvación y
reconciliación de las personas con Él y sus propósitos.

3.1 El testimonio de la historia de la iglesia

Conforme Michael Green en su libro La Evangelización en la Iglesia Primitiva, las


iglesias tenían una dinámica geográfica a seguir. Para el autor, “Basta con mirar el
modelo de expansión del cristianismo primitivo para apreciar el significado de los
factores geográficos en la estrategia total”2.

3.1.1 La evangelización seguía las rutas terrestres

2
Green, Michael - La Evangelización en la Iglesia Primitiva. Página 452.

6
Las rutas terrestres dentro del Imperio Romano desempeñaran un papel significativo
en la evangelización de personas y en la plantación de iglesias. Antes de los viajes
misioneros de Pablo había cristianos en la región, conocida más tarde por Palestina,
también en Siria, en Tarso, en Roma y en otras ciudades de aquella región, como Vía
Apia, Herculiano, Pompeya y Puteoli. Con la expansión de las iglesias, encontramos
cristianos e iglesias en muchas ciudades de Asia Menor, en Macedonia, en Grecia, en la
región del Mar Negro, en las islas de Creta y Chipre, también en las importantes
ciudades romanos en norte del África, tales como Alejandría y Cirene. Michael Green
acrecienta la siguiente información: “las rutas terrestres dentro del área del Imperio
Romano habían desempeñado un papel significativo en la dirección del avance de esta
nueva fe”3.
Conforme el mismo autor, un siglo después había iglesias en las regiones donde están
hoy la España, la Francia y la Alemania.
Otra observación, quizás importante, recuerda que las siete iglesias de Apocalipsis
estarían ligadas por una ruta que unía las ciudades de Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira,
Sardis, Filadelfia y Laodicea. También las ciudades de Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y
Bitinia en otra región.

3.1.2 La evangelización promovía la expansión de las iglesias

Cuando empezó la persecución con muerte de Esteban, Felipe evangelizó Samaria.


Luego después evangelizó al etíope (ver Hechos 8.4-40). Otros llegaron a Antioquia y
en aquella importante ciudad romana empezó una iglesia que Dios usó para iniciar la
obra misionera entre los gentiles (ver Hechos 11.20). Con la expansión misionera
liderada por iglesia en Antioquia, la evangelización alcanzó miles de personas en todas
las principales ciudades y provincias romanas.

3.2 La estrategia evangelizadora de Pablo

Podemos listar algunos puntos estratégicos de Pablo en su tarea evangelizadora.

3.2.1 Pablo concentraba su estrategia evangelizadora en los grandes centros urbanos


del Imperio Romano.

Michael Green hace una importante citación de Roland Allen, en su notable libro
Missionary Methods, donde escribe lo siguiente: “Pablo, en su estrategia de
evangelización, parece haber elegido lugares que fueron centros de administración
romana, de la civilización griega, de influencia judía y de importancia comercial” 4.
Sabemos que el Imperio Romano había adoptado un solo idioma: la lengua franca
griega. Con un solo idioma los misioneros podían proclamar el evangelio en todo
Imperio. Pablo concentró su estrategia evangelizadora en los grandes centros
administrativos romanos, donde había presencia judía y el idioma griego era hablado.

3
Green, Michael - La Evangelización en la Iglesia Primitiva. Página 452
4
Green, Michael - La Evangelización en la Iglesia Primitiva. Página 457.

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3.2.2 Pablo tenía un personal y ardiente deseo de hablar de Cristo.

En algunas ocasiones, escogía lugares estratégicos y en otras esperaba el momento


adecuado para hablar. Ejemplos: En Atenas, Pablo escogió el Areópago (ver Hechos
17.19) para hablar de Cristo y evangelizar a los atenienses; En Roma, en su prisión
domiciliar, durante dos años, evangelizaba a los invitados. Pablo exhorta a Timoteo, en
su segunda carta, diciendo que no debería avergonzarse del evangelio y después
declara: “Pero no me avergüenzo, porque sé en quién he creído…” (2 Timoteo 1.12b).

3.2.3 Pablo tenía el propósito de buscar nuevos lugares para evangelizar.

Sus palabras son muy claras y objetivas: “En efecto, mi propósito ha sido predicar el
evangelio donde Cristo no sea conocido, para no edificar sobre fundamento ajeno”
(Romanos 15.20). Cuando Pablo escribió estas palabras, él tenía la certeza que desde
Jerusalén hasta la región de Iliria había evangelizado personas. Por esto, no teniendo
más lugares para evangelizar, pensaba avanzar en dirección de España: “Pero ahora
que ya no me queda un lugar dónde trabajar en estas regiones, y como desde hace
muchos años anhelo veros, tengo planes de visitaros cuando vaya rumbo a España”
(Romanos 15.23-24).

3.2.4 Pablo seguía la orientación del Espíritu Santo en su estrategia evangelizadora.

En algunas ocasiones, el Espíritu Santo no permitía que Pablo permitiera que Pablo
evangelizase una ciudad o región (ver Hechos 16.6-7). También él Espíritu Santo le
avisaba sobre problemas y sufrimientos que esperaban al apóstol (ver Hechos 20.23).

3.2.5 Pablo tenía la perspectiva inminente de la venida de Cristo.

Esta perspectiva escatológica que aseguraba un final feliz para la iglesia cristiana,
también prometía el juicio sobre la maldad humana y sobre las fuerzas espirituales del
mal. Esta perspectiva significaba una constante motivación para la tarea
evangelizadora de los creyentes.

4. Propósitos de la evangelización
4.1 Textos de la Gran Comisión revelan los principales propósitos de la
evangelización

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Conforme los textos de la Gran Comisión los principales propósitos de la
evangelización se resumen en tres momentos decisivos:
4.1.1 Ir y anunciar las buenas nuevas.
Dice Jesús: “Id por todo el mundo y anunciad las buenas nuevas a toda criatura”
(Marcos 16.15). La primera decisión es salir en dirección de las personas. Esto significa
un cambio de dirección. Tomamos la decisión de evangelizar una o más personas y
vamos en dirección donde viven estas personas. Puede ser que vivan dentro de
nuestra cultura o, quizás, muy lejos, en una cultura muy diferente. La segunda decisión
consiste en anunciar las buenas nuevas. La proclamación de las buenas nuevas es un
proceso de comunicación que debe seguir los siguientes pasos: (1) Aproximación. Esto
significa conocer la persona y su cultura. Dialogar sobre sus necesidades básicas o
problemas que tienen. (2) Establecer un relacionamiento fraterno. Buscar un ambiente
de confianza mutua. Una amistad. (3) Anunciar a Cristo como nuestro Salvador, su
amor, su identificación con nuestra humanidad, su perdón y su deseo de salvarnos.
4.1.2 Ser testigos de la salvación.
Dice Jesús: “Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre vosotros, recibiréis poder y
seréis mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los
confines de la tierra” (Hechos 1.8). Testificar de Cristo como Señor y Salvador es más
que solo palabras. Nuestro testimonio de vida habla muy alto. Conforme la historia de
los primeros cristianos, se cuenta que las personas comentaban: Mira, como viven los
cristianos. Su estilo de vida habló muy fuerte dentro de la cultura grecorromana.
Deber hablar, testificar con nuestras palabras lo que Cristo ha hecho en nosotros (ver 1
Pedro 2.9). Pero, también vivir el evangelio, como una forma de proclamación.
4.1.3 Hacer discípulos.
El texto de Mateo registra: “Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: Se me ha dado
toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por tanto, id y haced discípulos de todas las
naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
enseñándolles a obedecer todo lo que os he mandado. Y os aseguro que estaré con
vosotros siempre, hasta el fin del mundo” (Mateo 28.18-20). La evangelización es un
proceso que debe incluir la enseñanza de las verdades básicas del evangelio,
estimulando la obediencia y el compromiso con Cristo.
4.2 La prioridad de los propósitos de la evangelización.

Tenemos que reconocer que los propósitos de la evangelización no han tenido la


prioridad en muchas iglesias. El autor del libro Evangelismo como Levadura comenta
no siguiente sobre la prioridad:

“La Iglesia es el agente del Reino de Dios en el mundo y es ordenada a tomar el


mensaje del Evangelio a todas las gentes de la tierra. Cuando nosotros miramos
las prioridades, programas, y actividades de una iglesia media hoy, sin
embargo, nosotros podemos preguntarnos si nosotros nos hemos olvidado o
hemos confundido sobre nuestra misión como creyentes.
Nosotros estamos ocupados, pero ¿ocupados haciendo qué? ¿Cuántos de
nuestros programas, reuniones, y actividades están produciendo nuevos
convertidos realmente? Nosotros tenemos muchos evangelistas ostentosos con
sermones elegantes e historias cómicas.

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En los tiempos de la Biblia, un sermón público producía tres mil conversiones.
Hoy parece a menudo que hay tres mil sermones que producen muy pocas
conversiones”.5

Los propósitos de la evangelización deben tener la prioridad en la programación de la


iglesia. Nuestra adoración, nuestros cultos, nuestras actividades educativas o sociales,
nuestro ministerio, nuestras oraciones, nuestros programas deberían estar llenos y
conscientes de los propósitos de la evangelización. Esta perspectiva podrá cambiar la
inercia, la indiferencia, la inmovilidad de muchas iglesias. El Dr. Tierra escribe lo
siguiente: La Iglesia debe volverse una estación de envío en lugar de un lugar para
reposo y recreación. Los líderes de la iglesia deben volverse movilizadores del Cuerpo
de Cristo, inspirando y entrenando a los creyentes para hacer el trabajo de
evangelización”.6

4.3 Los propósitos pueden crear una cultura de evangelización.

Mark J. Stiles en su libro La Evangelización desenvuelve una importante enseñanza


sobre la cultura de la evangelización. La palabra cultura es usada para describir un
conjunto de verdades que pueden determinar un estilo de vida de una persona o de
una iglesia. Para el autor, parece que el apóstol Pablo tenía una cultura de
evangelización que caracterizaba su vida y su ministerio. En otras palabras, Pablo tenía
una clara definición de los propósitos de la evangelización en su vida y en ministerio.

Mark J. Stiles define una cultura de evangelización con las siguientes palabras:

“Ciertamente, una cultura tiene que ver con ideas compartidas, un idioma
compartido y un entendimiento compartido de cómo actuar. Hay muchas
expresiones de cultura: tan amplias como la cultura china y tan pequeñas como
una cultura familiar. La cultura es a menudo invisible, especialmente para
aquellos que están en ella. De forma similar, una «cultura de evangelización» en
iglesias o en hermandades implica ideas bíblicas comunes, un lenguaje bíblico y
unas acciones bíblicas compartidas. Esta cultura, también, es a menudo invisible
para aquellos que están en ella”.7

Para nuestra reflexión, listaremos algunos de los principales puntos de una cultura de
evangelización:

4.3.1 La fuerza del amor identifica una cultura de evangelización.

Pablo escribe las siguientes palabras: “El amor de Cristo nos obliga” (2 Corintios 5.14).
La palabra obliga significa un mover que nos impulsa a hacer algo. No es una
imposición. Es un ardiente deseo que nasce en nuestras curaciones. Pablo en su

5
Tierra, Dr. - Evangelismo Como Levadura. Instituto Internacional Tiempo de Cosecha. Colorado Springs. Página 21.
6
Tierra, Dr. - Evangelismo Como Levadura. Instituto Internacional Tiempo de Cosecha. Colorado Springs. Página 21.
7
Stiles, Mark J. - La Evangelización. 9Marks. Washington. Página 42.

10
ministerio y en su trabajo de evangelización parece un hombre movido por esta
poderosa fuerza del amor.

4.3.2 La confianza en el poder del evangelio identifica una cultura de evangelización.

En muchas iglesias contemporáneas y en muchos púlpitos actuales no hay señales de


confianza en el poder del evangelio. La confianza parece estar en otras fuentes, en las
personas, en la tecnología y en los programas; también en el poder del
entretenimiento. Paulo estaba seguro del poder del evangelio. Los grandes
evangelistas del pasado también.

4.3.3 La práctica de la intercesión identifica una cultura de evangelización.

Oración y evangelización son palabras inseparables. Para vivir una cultura de


evangelización tenemos que valorar la práctica de la intercesión. Paulo estimula a
Timoteo y su iglesia a esta práctica, diciendo: “Así que, recomiendo, ante todo, que se
hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos, especialmente por
los gobernantes y por todas las autoridades, para que tengamos paz y tranquilidad, y
llevemos una vida piadosa y digna. Esto es bueno y agradable a Dios nuestro Salvador,
pues él quiere que todos sean salvos y lleguen a conocer la verdad” (1 Timoteo 2.1-4).

4.3.4 La unidad de propósito identifica una cultura de evangelización.

La iglesia en Tesalónica recibe de Pablo un elogio por su eficaz trabajo de


evangelización en su contexto (ver 1 Tesalonicenses 1.7-10). Este lindo ejemplo de los
hermanos en Tesalónica tiene la unidad de propósito como una de sus principales
características. En una cultura de evangelización es indispensable la unidad de
propósito.

4.3.5 La constante formación teórica y práctica identifica una cultura de


evangelización.

El conocimiento de la Palabra de Dios, la formación básica y constante de personas


involucradas en compartir el evangelio identifica una cultura de evangelización. La
iglesia necesita mantener una forma de discipulado para entrenar a los creyentes en su
importante trabajo de evangelización.

5. Métodos de la evangelización
La evangelización, por su naturaleza, necesita de algún método. El método sirve para
ordenar los pasos que seguimos en la aplicación de algo importante para nuestras
vidas. La metodología de la evangelización permite un conjunto de métodos, los cuales
pueden variar dependiendo del contexto, de la época, de las organizaciones
eclesiásticas y de la hermenéutica que seguimos. En este estudio, presentaremos
algunos de los métodos más utilizados en el contexto de las iglesias cristianas.

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5.1 La evangelización personal

La evangelización personal tiene como punto de partida un creyente evangelizador.


Una persona que tiene experiencias para compartir, en un contexto de una vida
ejemplar y con convicciones muy claras de su fe y verdades que sigue. Cuando el Señor
habló con Ananías sobre el nuevo converso Saulo de Tarso, anunció que aquel sería un
“instrumento escogido para dar a conocer” el nombre de Jesús (ver Hechos 9.15). Los
discípulos que siguieron a Jesús serían testigos de verdades y de experiencias para
compartir con otras personas (Lucas 24.48). Para el apóstol Pedro, todos los creyentes
que pertenecen al pueblo de Dios son personas habituadas a proclamar “las obras
maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable” (ver 1 Pedro
2.9).

5.1.1 Observando el ejemplo de Jesús

Jesús fue el maestro en la presentación de parábolas y también el gran maestro en la


evangelización. En este estudio, observaremos tres ocasiones en la evangelización
personal de Jesús.

5.1.1.1 La evangelización de la samaritana.

En la evangelización de la samaritana observamos cuatro puntos importantes: (1) Jesús


toma la iniciativa del diálogo con la samaritana; (2) Jesús no fue directo en sus palabras
y no empieza con el tema del pecado; (3) Jesús espera el momento oportuno para
hablar sobre el problema matrimonial de la samaritana; (4) Jesús permite que la
samaritana descubra algo importante y decida. La decisión de la samaritana fue
regresar a Samaria y compartir con otras personas algo que descubriera en Jesús. Más
tarde, tenemos dos informaciones importantes sobre los samaritanos: Primer, ellos
creyeron en Jesús por el testimonio de la samaritana (ver Juan 4.39). Segundo, ellos
confesaron su fe en Jesús, diciendo: “sabemos que verdaderamente éste es el Salvador
del mundo” después de encontrar personalmente a Jesús y escuchar sus enseñanzas
(ver Juan 4.41-42).

5.1.1.2 La evangelización de Nicodemo

Nicodemo era un líder entre los fariseos. Tenía un profundo conocimiento de la Ley y
de las prácticas religiosas del judaísmo. Pero, no tenía conocimiento de la salvación en
Cristo. En la evangelización de Nicodemo observaremos tres puntos importantes: (1)
Jesús presenta una nueva alterativa necesaria para quien quiera ver el reino de Dios.
Esta nueva alternativa captó la atención de Nicodemo; (2) Jesús explica a Nicodemo la
nueva alternativa de nacer de nuevo; (3) La explicación de Jesús sobre el nuevo
nacimiento despierta el interés de Nicodemo en saber más. Nicodemo pregunta:
“¿Cómo es posible que esto suceda?” Con esta pregunta, la puerta estaba abierta para
que Jesús pueda presentar el nuevo nacimiento como una experiencia sobrenatural,

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personal y necesaria para todas las personas que quieren ver el reino de Dios (ver Juan
3.1-13). Parece evidente que ver el reino de Dios era el gran deseo de Nicodemo.

5.1.1.3 La evangelización de Zaqueo

Zaqueo era un recaudador de impuestos para los romanos. En general, estas personas
eran odiadas por los judíos. Vivía en Jericó un importante centro de exportación de
bálsamo. Zaqueo era un hombre rico. Cuando Jesús entró en Jericó, Zaqueo tomó la
iniciativa de subir a un árbol para poder verlo. Parece evidente la curiosidad de
Zaqueo, quizás no consciente de su necesidad espiritual. En la evangelización de
Zaqueo observaremos cuatro puntos importantes: (1) Debemos estar atentos a las
iniciativas de las personas, cuando presentan su curiosidad en conocer algo. Jesús
sabía dónde estaba Zaqueo y conocía su curiosidad; (2) Jesús, siendo judío, manifestó
su propósito de visitar la casa de Zaqueo, el recaudador de impuestos. Para Zaqueo la
decisión de Jesús fue muy bien interpretada, sintiéndose valorado. La dignidad del ser
humano debe ser respetada, siempre. Para Jesús, Zaqueo era una persona digna de
conocer el reino de Dios; (3) La iniciativa de Zaqueo de entregar mitad de sus bienes a
los pobres y devolver cuatro veces la cantidad defraudada a otras personas, revela un
importante cambio de actitud. Interesante observar las pocas palabras de Jesús con
Zaqueo. Pero, su presencia en la casa de Zaqueo motivó un cambio de vida. En la
evangelización de personas podemos ser sorprendidos con decisiones que revelan
cambios morales, espirituales o sociales; (4) La decisión de Zaqueo fue muy bien
interpretada por Jesús como la sincera actitud de una persona salva, diciendo: “Hoy ha
llegado la salvación a esta casa”, identificando a Zaqueo como un “hijo de Abraham”
(ver Lucas 19.1-10).

La concientización del pecado en la vida de una persona que está siendo evangelizada
no es resultado de nuestras palabras, sino de la actuación del Espíritu Santo (ver Juan
16.7-11).

La decisión de una persona evangelizada debe ser acompañada por los


evangelizadores con mucha atención, cuidado, oración y perseverancia, procurando
integrarla a una comunidad cristiana.

5.2 La evangelización de saturación

La palabra saturación significa hacer algo que exceda, que ultrapasa los limites
previstos inicialmente. Cuando Pablo habla de su trabajo de evangelización a los
hermanos en Roma, informa lo siguiente: “mediante poderosas señales y milagros, por
el poder del Espíritu de Dios. Así que, habiendo comenzado en Jerusalén, he
completado la proclamación del evangelio de Cristo por todas partes, hasta la región
de Iliria” (Romanos 15.19). La Iliria indicaba una región de la península balcánica en la
costa oriental del mar Adriático, hoy territorio de Albania, Croacia, Serba, Bosnia y

13
Montenegro. Por tanto, una vasta región del Imperio Romano alcanzada por los
cristianos en la época de Pablo.

Lo mismo encontramos en las regiones de Macedonia y Acaya, conforme las palabras


de Pablo a los hermanos en Tesalónica. El escribe, diciendo: “Partiendo de vosotros, el
mensaje del Señor se ha proclamado no sólo en Macedonia y en Acaya sino en todo
lugar; a tal punto se ha divulgado vuestra fe en Dios que ya no es necesario que
nosotros digamos nada” (1 Tesalonicenses 1.8). Somos informados que los creyentes
de Tesalónica evangelizaron las regiones de Macedonia y Acaya, saturando con el
evangelio pueblos y ciudades.

La palabra saturación podría ser usada como referencia a la iglesia en Jerusalén.


Cuando las autoridades religiosas judaicas hablaron con los apóstoles, después de la
prisión de ellos, declararon lo siguiente: “Terminantemente os hemos prohibido
enseñar en ese nombre. Sin embargo, vosotros habéis llenado a Jerusalén con vuestras
enseñanzas, y os habéis propuesto echarnos la culpa a nosotros de la muerte de ese
hombre” (Hechos 5.28). Estas palabras revelan la acción evangelizadora de los
creyentes de Jerusalén. La ciudad estaba llena (saturada) con las enseñanzas de los
cristianos.

El método de evangelización de saturación tiene el objetivo de tornar a Cristo conocido


por todas las personas de un barrio, un pueblo, una ciudad, una provincia o una
nación. En general, es un proyecto preparado con antecedencia, para un momento
especial, con la movilización total de una iglesia o iglesias, con fechas determinadas y
muchas personas preparadas para este programa. Los resultados son, en general, muy
buenos, con abundante cosecha.

El autor del libro Evangelismo Como Levadura, escribe lo siguiente: “En el tiempo
moderno muchas iglesias han adoptado un acercamiento evangelista del tipo “viene”.
Ellos abren sus puertas en el momento del servicio y esperan por el no salvo que está
por venir. Pero el Nuevo Testamento enseña una metodología del tipo “id”. La iglesia es
para entrar en el mundo con el Evangelio. La evangelización de saturación requiere que
las personas salten de los bancos de la iglesia y corran al mundo. La mayor impulsión
evangelista se hace por la iglesia, pero no en la iglesia”. 8

Normalmente, la evangelización por saturación tiene sus propias exigencias. El pueblo


de Dios necesita estar motivado, unido en sus propósitos, fortalecido en oración, muy
bien entrenado para las tareas prácticas y evangelizadoras, seguros de los buenos
resultados para la gloria de Dios, salvación de muchas personas y crecimiento de la
iglesia o iglesias.

5.3 Campañas masivas de evangelización

8
Tierra, Dr. - Evangelismo Como Levadura. Instituto Internacional Tiempo de Cosecha. Colorado Springs. Página 93.

14
Las campañas masivas de evangelización son también conocidas como evangelización
de masa o cruzadas de evangelización. Este es un de los métodos más desafiantes para
la evangelización. Se trata de una gran movilización de iglesias de una ciudad, provincia
o nación con el propósito de alcanzar todas las personas que allí viven. Los medios de
comunicación son contactados o contratados para transmitir informaciones sobre el
evento: periódicos, emisoras de radio y de televisión. Otras empresas son contratadas
para hacer la publicidad en las calles y avenidas. Una campaña masiva de
evangelización de una semana puede llevar meses o años de preparación.

Las campañas masivas de evangelización, en general, tiene un centro de eventos para


la realización de sus reuniones. Puede ser un estadio de deportes, un campo abierto,
una grande plaza o un grande centro de eventos. La localización del evento es muy
importante, también el transporte de las personas. Las campañas evangelísticas de
Billy Graham son un buen ejemplo de este excelente y eficaz método de
evangelización. Miles y miles de personas fueron salvadas en los Estados Unidos y en
otros países en las campañas evangelísticas de Billy Graham.

5.4 La visitación de evangelización

Las primeras iglesias cristianas crecieran y se multiplicaran en los hogares. Conforme el


testimonio de Hechos, los creyentes anunciaban las buenas nuevas y enseñaban las
verdades cristianas, día tras día, en las casas (ver Hechos 5.42). Parece que las
visitaciones con el propósito evangelístico era práctica común en aquel tiempo. Hoy,
en algunas culturas, esta práctica puede ser usada con eficacia. En otras, es más difícil.

La visitación de evangelización tiene el propósito de presentar a Jesús como Salvador


personal y realizar estudios de la Palabra de Dios, tiendo en vista el conocimiento de
las verdades bíblicas. Muchas iglesias realizan un importante trabajo de enseñanza bíblica o
discipulado en los hogares. Este trabajo es conocido como grupos de comunión, células de
estudio bíblico o grupos de discipulado.

En otros lugares del mundo, las visitaciones con propósito evangelístico son realizadas
con buenos resultados. Las visitaciones son programadas y tiene un tiempo de
duración (una hora o una hora y media). Las reuniones siguen un programa de estudio
de la Palabra de Dios, con sus propósitos definidos.

Las visitaciones pueden hacer parte de una campaña masiva de evangelización. En


estos casos, la visitación tiene el objetivo de presentar la campaña e invitar a las
personas.

PARA LEER Y PENSAR

15
“Evangelismo es la Iglesia trabajando para el Señor”.

“En el evangelismo el énfasis está sobre la experiencia del nuevo nacimiento,


el inicio de la vida espiritual”.

“La renovación resulta del reavivamiento, con todo, enciende las fuerzas del
evangelismo que resultan en “nuevas criaturas en Cristo” de modo que están
estrechamente unidas en cuanto a la vida espiritual”.

“Evangelismo es comunicar el evangelio a través del poder del Espíritu Santo


de tal manera que hombres y mujeres tengan una válida oportunidad de
aceptar o rechazar a Jesucristo como Salvador y Señor y se tornen miembros
de su iglesia”.

“Es el Evangelio del Reino de Dios que será compartido, no las tradiciones de
hombres o las creencias denominacionales. La meta es no atacar los sistemas
políticos u otras religiones. La meta no es cambiar la sociedad, pero ver a las
personas cambiadas a través del poder del Evangelio”.

“Comunicar el Evangelio significa que él debe compartirse de tal modo que


lleve las personas a aceptar a Jesucristo como el Salvador y Señor”.

(Frases del libro Evangelismo Como Levadura)

6. La iglesia y su tarea misionera


Debemos que recordar que la iglesia cristiana tiene una herencia en su tarea
misionera. El Dios que habló a Abrahán y que entregó a su pueblo la tarea de bendecir
a las naciones (ver Génesis 12.1-3; Salmo 67) es lo mismo que, en Cristo, comisionó a la
iglesia a ir a las naciones con el evangelio de la gracia y de bendiciones. También
debemos recordar que el Dios de la Biblia es el Señor de la misión (ver el concepto de
la Misio Dei = la Misión de Dios).

6.1 La iglesia y misiones

La iglesia, inspirada en la Misión de Dios, debe estar centrada en sus actividades


misioneras. La tarea de la iglesia cristiana, cuando pensamos en el mundo, es
evangelizar y proclamar la salvación y el señorío de Cristo. Puede parecer muy cómodo
esperar que las personas de varias naciones entren por las puertas de las iglesias,
tomen conocimiento de la salvación y decidan aceptar a Cristo como Salvador y Señor.
Las iglesias cristianas deben escuchar las palabras de Jesús, que dice: “Id por todo el
mundo y anunciad las buenas nuevas a toda criatura. El que crea y sea bautizado será

16
salvo, pero el que no crea será condenado” (Marcos 16.15-16). Las iglesias cristianas
deben pensar en las naciones, orar por ellas y enviar misioneros para que todas las
personas tengan el gran privilegio de conocer a Cristo como Salvador y Señor. En
Mateo la tarea misionera está centrada en “hacer discípulos de todas las naciones”
(ver Mateo 28.19). En Lucas la tarea está centrada en predicar “el arrepentimiento y el
perdón de pecados a todas las naciones” (ver Lucas 24.47). En Hechos de los Apóstoles
la tarea está centrada en ser testigos “tanto en Jerusalén como en toda Judea y
Samaria, y hasta los confines de la tierra” (ver Hechos 1.8).

Los textos de la Gran Comisión no aparecen como una imposición sobre las iglesias.
René Padilla, en su libro Discipulado y Misión cita una interesante declaración de
Roland Allen, que dice: “La obligación de predicar el Evangelio no depende de la letra,
sino del Espíritu de Cristo; no do que él ordena, sino do que él es, y el Espíritu de Cristo
es el Espíritu de amor, la compasión y el deseo que Dios tiene respecto a aquellos que
están alejados de él”9. Parece evidente que el amor debe ser la principal motivación en
la tarea misionera de la iglesia.

La tarea misionera de las iglesias debe tener un punto de partida. Conforme el texto de
Hechos 1.8, cada iglesia tiene su Jerusalén, así como debe pensar también en los
confines de la tierra. René Padilla afirma que “es una necesidad que surge del
Evangelio, ya que la redención en Cristo Jesús tiene un alcance universal y su
proclamación, en palabra y en acción, es tarea de toda iglesia”10.

6.2 La naturaleza misionera de la iglesia y nosotros

El pastor y teólogo alemán, Dietrich Bonhoeffer (1906-1945), muerto por la Gestado


por orden expresa de Hitler, dice que hay dos maneras de eludir la responsabilidad
cristiana que tenemos con el Reino de Dios: “La primera es evadirse del mundo, la
segunda es secularizarse”11. Cuando hacemos del Evangelio un mensaje de un sistema
religioso nominal y sin compromiso con el Reino, estamos evadirnos del mundo.
Cuando vivimos más para este mundo, demasiadamente preocupados con la vida
terrenal, secularizamos la vida cristiana e materializamos nuestra fe. Debemos pensar
que nosotros somos la iglesia. Si la naturaleza de nuestra vida cristiana es más
secularizada do que espiritual, la iglesia así es.

En su origen, cada creyente tiene una naturaleza misionera. El apóstol Pedro afirma:
“Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece
a Dios, para que proclaméis las obras maravillosas de aquel que os llamó de las
tinieblas a su luz admirable. Antes ni siquiera erais pueblo, pero ahora sois pueblo de

9
Padilla, C. René- Discipulado y Misión. Buenos Aires. Kairós Ediciones. Página 20.
10
Padilla, C. René- Discipulado y Misión. Buenos Aires. Kairós Ediciones. Página 94.

11
Padilla, C. René- Discipulado y Misión. Buenos Aires. Kairós Ediciones. Página 37.

17
Dios; antes no habíais recibido misericordia, pero ahora ya la habéis recibido” (1 Pedro
2.9-10).

Por tanto, cuando hablamos de la naturaleza misionera de la iglesia, estamos hablando


de nuestra naturaleza cristiana. Nosotros somos la iglesia. Nosotros tenemos una
naturaleza misionera. Podríamos decir que se hay creyentes que no tienen una
naturaleza misionera, quizás no son creyentes. Quizás no hacen parte de la naturaleza
misionera de la iglesia.

6.3 El ejemplo de la iglesia misionera de Antioquia

El autor de Hechos informa que algunos de los dispersos que salieran de Jerusalén por
la persecución que se desató con la muerte de Esteban, llegaran a la importante
ciudad de Antioquia. Eran creyentes de la isla de Chipre y otros de Cirene, ciudad de
norte de África. Estos creyentes comenzaran a predicar y evangelizar a judíos y griegos
que vivían en Antioquia. Así nasció la iglesia misionera de Antioquia que recibió la
importante participación de Bernabé y Saulo o Pablo (ver Hechos 11.19-26).

Más tarde, la iglesia en Antioquia era impulsada para misiones: “Mientras ayunaban y
participaban en el culto al Señor, el Espíritu Santo dijo: Apartadme ahora a Bernabé y a
Saulo para el trabajo al que los he llamado. Así que después de ayunar, orar e
imponerles las manos, los despidieron” (Hechos 13.2-3). Empieza el primer viaje
misionero de Pablo (47 y 48 d.C.). Después el segundo viaje (49-52 d.C.). Y el tercer
viaje (52-56 d.C.). Observe el mapa de los viajes misioneros de Pablo:

6.4 La naturaleza misionera de la iglesia y el Reino de Dios


Jesús en su sermón del monte (ver Mateo 5, 6 y 7) presenta las características del
Reino de Dios en la vida de las personas. El Evangelio manifiesta el Reino de Dios y
proclama la soberanía divina sobre los creyentes. No anuncia un reino en esta tierra
para siempre, sino el dominio de Dios sobre las personas y su manera de vivir aquí en
esta tierra. René Padilla escribe no siguiente: “Dios no nos llamó a establecer su Reino
sobre la tierra. Dios nos llamó a arrepentirnos de nuestros pecados (incluyendo la
18
injusticia, el prejuicio racial, el abuso de poder, la exploración irresponsable de la
naturaleza, el materialismo y el individualismo que caracterizan a nuestra sociedad) y a
recibir con alegría la buena noticia del Reino que se ha acercado a nosotros en la
persona y el ministerio de Jesucristo. El que se arrepiente y cree en el Evangelio es
liberado de una infructuosa vida de esclavitud a los poderes de las tinieblas y
transformado en un agente de cambio integral para la gloria de Dios”12.
El evangelista Mateo registra algunas parábolas conocidas como parábolas del Reino
(ver Mateo 13). Una de las enseñanzas principales de las parábolas del Reino es su
crecimiento. En la parábola del sembrador han semillas que “cayeron en buen terreno
y rindió treinta, sesenta y hasta cien veces más de lo que había sembrado” (Mateo
13.8). También el grano de mostaza ha se convertido en un árbol (Mateo 13.32). Lo
mismo con la “levadura que una mujer tomó y mescló en una gran cantidad de harina,
hasta que fermentó toda la masa” (Mateo 13.33). Y en la parábola de la red, el reino de
los cielos (o el Reino de Dios) parece a “una red echada al lago, que recoge peces de
toda clase” (Mateo 13.47). El Reino de Dios tiene el crecimiento como una
característica natural. Pero, debemos estar atentos para la explosión demográfica de
muchas iglesias que crecen numéricamente, pero sin los señales de la presencia del
Reino de Dios. René Padilla hace una oportuna advertencia, diciendo: “En este
contexto se hace urgente que reflexionemos detenidamente sobre la iglesia que
queremos que crezca, y que lo hagamos a la luz de la Palabra de Dios y de la realidad
que nos rodea. Si no lo hacemos, corremos el riesgo de poner el éxito numérico por
encima de la fidelidad al Evangelio y optar por modelos de iglesia que dejen mucho que
desear desde la perspectiva del Reino de Dios y su justicia”13.
7. Propósitos de la tarea misionera de la iglesia
Nosotros creemos que la misión está centrada en Dios. La misión por naturaleza y
propósitos es de Dios. El hombre no tenía condiciones para criar un proyecto
misionero para el mundo. La iglesia que también es una iniciativa divina tiene la tarea
de ser una agencia misionera de Dios en la tierra. Como agencia misionera de Dios en
la tierra la iglesia tiene sus propósitos. Presentaremos algunos de los principales
propósitos de la iglesia en la tierra.
7.1 Glorificar y alabar a Dios
El apóstol Pablo en su carta a los Efesios presenta este propósito con las siguientes
palabras: “Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido
en las regiones celestiales con toda bendición espiritual en Cristo. Dios nos escogió en él
antes de la creación del mundo, para que seamos santos y sin mancha delante de él. En
amor nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo,
según el buen propósito de su voluntad, para alabanza de su gloriosa gracia, que nos
concedió en su Amado” (Efesios 1.3-6). Más tarde escribe también las siguientes
palabras: “Éste garantiza nuestra herencia hasta que llegue la redención final del
pueblo adquirido por Dios, para alabanza de su gloria” (Efesios 1.14). Sobre la frase
para alabaza de su gloria, Matthew Henry en su comentario escribe las siguientes
palabras: “Puesto que ´kháris´ indica siempre el favor gratuito, totalmente inmerecido,
de Dios al hombre, ´la gloria de la gracia de Dios´ es el brillo con que resplandece este
modo gratuito, inmerecido, con que Dios procede en su forma de tratarnos a nosotros,
12
Padilla, C. René- Discipulado y Misión. Buenos Aires. Kairós Ediciones. Página 46.
13
Padilla, C. René- Discipulado y Misión. Buenos Aires. Kairós Ediciones. Página 97.

19
miserables pecadores. Esto exige de nosotros el acto más puro de adoración: la
alabanza que tributamos a nuestro Padre Celestial por esta gran bondad que ha tenido
hacia nosotros”14.
7.2 Proclamar el Evangelio a las naciones
La proclamación del Evangelio de salvación en Cristo hace parte de la historia de las
iglesias del primer siglo. Más tarde, a través de las conquistas territoriales de los reinos
cristianos, tenemos una evangelización mesclada con la ocupación geográfica. Como
resultado, las personas, en general, no tenían una experiencia de conversión. Eran
cristianos nominales.
Las buenas nuevas de salvación en Cristo, por su naturaleza, es un mensaje que invita a
las personas a una decisión. Pero, decisión no es coacción. Son personas persuadidas
de que la salvación está centrada solo en Cristo. La proclamación del Evangelio a las
naciones es tarea de las iglesias cristianas. Esta proclamación se opone a la idolatría y a
la presencia de dioses (ídolos) como objetos de adoración y culto. También se opone a
las formas de opresión social y económica presentes en muchas culturas. Por tanto, la
evangelización de personas en distintas naciones puede parecer un confronto con
prácticas religiosas reprobadas por Dios. La evangelización y misiones son actividades
supra culturales; están en un lugar más alto. Están arriba de las culturas.
La tarea de proclamar el Evangelio a las naciones está relacionada al propósito de
bendecir a los pueblos (etnias), sin distinciones de niveles sociales o raciales. La
palabra de Dios a Abrahán y la promesa de bendecir a las naciones pueden ser
interpretadas como parte de la gran comisión contenida en el Antiguo Testamento.
Totalmente compatible con la gran comisión del Nuevo Testamento.
7.3 Capacitar el pueblo de Dios para ministrar a las naciones
El apóstol Pablo en su carta a los Efesios enseña sobre el ministerio como una actividad
múltiple. Son apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros, todos con la
finalidad de “capacitar al pueblo de Dios para la obra de servicio, para edificar el
cuerpo de Cristo” (Efesios 4.12). Esta capacitación no puede ser mirada solo con una
perspectiva para dentro de la iglesia. La edificación de la iglesia y la capacitación para
servir deben ser miradas también con una perspectiva para fuera, teniendo la certeza
que la iglesia cristiana está en este mundo para ser luz para las naciones y sal para la
tierra. Por tanto, la tarea misionera de la iglesia necesita de un liderazgo que tengan la
capacidad de preparar a las personas para ministrar a las naciones.
Estamos seguros que el Espíritu Santo continua presente en las iglesias con el
propósito de habilitar a los creyentes con su poder, impulsándonos para fuera en
dirección de los desafíos presentes alrededor y también lechos, en tierras distantes. La
movilización de personas en el mundo contemporáneo es singular, hoy. Quizás, jamás
visto en la historia de la humanidad. Por tanto, una gran oportunidad para las iglesias
ministraren a las naciones.
7.4 Manifestar las señales del Reino de Dios a las naciones
Vivimos en un mundo de desigualdades. El contexto socioeconómico y político de
muchas naciones representa un desafío a una evangelización comprometida con los
problemas sociales y con una misión que manifiesta las señales del Reino de Dios. Esto
significa una evangelización de compasión, de justicia y de solidaridad. Tenemos
muchos ejemplos en la historia de personas que fueran movidas en favor de los
14
Henry, Matthew - Comentário Bíblico. Editorial Clie. Barcelona. Página 1673.

20
desposeídos. Quizás, sería interesante investigar la vida de John Wesley, William
Wilberforce, Florence Nightingale, Toyohiko Kagawa, Martin Luther King, Viv Grigg y
muchos otros.
Jesús en su ministerio sintió compasión con los desposeídos y con las personas que
vivían como ovejas sin pastor. El texto de Mateo declara: “Al ver a las multitudes, tuvo
compasión de ellas, porque estaban agobiadas y desamparadas, como ovejas sin
pastor” (Mateo 9.36). La parábola del buen samaritano ilustra la compasión que movió
un hombre como los demás, sino con una sensibilidad humana ejemplar, sin
preconceptos, a hacer algo en favor de una persona que había sido atacada por
ladrones en el camino de Jerusalén a Jericó (ver Lucas 10.25-37). Concordamos con las
palabras de René Padilla, que dice: “Donde hay cristianos (recursos humanos)
ejercitados en la compasión de Jesucristo, y ´bienes de este mundo´(recursos
económicos) liberados para el servicio de amor, es posible emprender proyectos de
desarrollo comunitario que transformen señales del Reino de Dios”15.
7.5 Mantener la esperanza en el triunfo final de Cristo
La perspectiva escatológica hace parte de la tarea misionera de la iglesia. Miramos el
futuro siempre con esperanza, seguros que la visión apocalíptica de Juan, en la cual
habla de una “multitud tomada de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas” y que
“era tan grande que nadie podía contarla”. Esta multitud estaba “de pie delante del
trono y del Cordero, vestidos de túnicas blancas y con ramas de palma en la mano”.
Todos gritaban a gran voz: ´La salvación viene de nuestro Dios, que está sentado en el
trono, y del Cordero´” (ver Apocalipsis 7.9-10). El triunfo de Cristo sobre miles y miles
de personas es una motivación a la perseverancia, a la consagración y la dedicación de
los creyentes, seguros del gran valor de la evangelización de los pueblos y de la tarea
misionera a las naciones.
8. La estrategia misionera de Pablo en Hechos
En el libro de Hechos la vida de Pablo y su ministerio ocupan un espacio significativo.
Creemos que el Espíritu Santo orientó el autor de Hechos (el médico y escritor Lucas)
para registrar en su libro los importantes pasos de Pablo, como misionero y plantador
de iglesias.

David Hesselgrave es un missiólogo que encontró en la vida del apóstol Pablo una
estrategia muy interesante. Él observó que Pablo seguía una secuencia completa de
actividades, con el propósito de evangelizar personas y plantar iglesias capaces de
continuar plantando otras iglesias. Esta fantástica estrategia paulina fue llamada de
Ciclo Paulino. Hesselgrave presenta diez pasos que Pablo había seguido en su
ministerio. Los pasos son los siguientes:

8.1 Misioneros Enviados


El envío de misioneros debe tener una o más iglesias como punto de partida. Las
agencias misioneras y las denominaciones misioneras no deben substituir el
importante papel de las iglesias como lugar donde Dios llama personas. La iglesia en
Antioquia es un buen ejemplo a ser seguido.

15
Padilla, C. René- Discipulado y Misión. Buenos Aires. Kairós Ediciones. Página 46.

21
Pablo y Bernabé fueran los dos primeros misioneros enviados por la iglesia en
Antioquia. Los dos eran líderes reconocidos y hacían parte del liderazgo multicultural
de la iglesia (ver Hechos 13.1). Conforme el texto de Hechos, el Espíritu Santo dijo:
“Apartadme ahora a Bernabé y a Saulo para el trabajo al que los he llamado” (Hechos
13.2). La orden divina ha venido para la iglesia. Entendemos que la iglesia es la agencia
misionera prioritaria y que el Espíritu Santo debe tener libertad de llamar personas
para las actividades ministeriales, incluido la actividad misionera.
Otra cosa importante es observar que la iglesia continuó sus contactos con los
misioneros. Después del Concilio de Jerusalén (ver Hechos 15.1-29), Pablo y Bernabé
bajaron a Antioquia y allí permanecerán algún tiempo. Después Pablo empezó el
segundo viaje misionero con Silas y Bernabé embarcó con Marcos rumbo a Chipre (ver
Hechos 15.36-41).
8.2 La Audiencia Contactada
En su estrategia misionera, Pablo tenía las sinagogas como audiencia prioritaria.
Parece que para él los judíos deberían escuchar sobre Jesús. Por esto, en Antioquia de
Pisidia, en el día de sábado entraran en la sinagoga y hablaran para los israelitas
presentes, presentando Jesús (ver Hechos 13.13-43). En Atenas Pablo también habló
para personas que estaban en la plaza y después en el Areópago (ver Hechos 17.16-
19). En Filipos, Pablo y Silas salieran de la ciudad y se quedaran a la orilla del río, donde
un grupo de mujeres estaba reunido. Allí estaba Lidia, la vendedora de telas de
púrpura. El texto declara que “mientras escuchaba, el Señor le abrió el corazón para
que respondiera al mensaje de Pablo” (Hechos 16.14c).
En la estrategia misionera de Pablo, siempre había una audiencia contactada. Como
resultado de estos contactos y con la conversión de las primeras personas, nascía una
nueva iglesia.
8.3 El Evangelio Comunicado
El tercer paso muy importante en la estrategia de Pablo era la comunicación del
Evangelio. La palabra de salvación en Cristo era anunciada. Podemos tomar como
ejemplo el segundo acontecimiento en Filipos. Después de la conversión de Lidia,
Pablo tuvo un confronto con los amos de una joven esclava que tenía un espíritu de
adivinación. Con la liberación espiritual de la joven los amos se dieron cuenta de que se
les había esfumado la esperanza de ganar dinero y presentaran Pablo y Silas a los
magistrados. Pablo y Silas se quedarán en la cárcel, después de azotados. En la cárcel
Pablo y Silas contaban himnos a Dios y oraban. Repentinamente ocurre un terremoto y
se les abrieron las portas y a los presos se soltaran las cadenas. El carcelero
desesperado tentó matarse. Pero Pablo dice: “¡No te hagas ningún daño! ¡Todos
estamos aquí!” Delante de la pregunta del carcelero sobre lo que hacer para ser salvo,
Pablo una síntesis de Evangelio, diciendo: “Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia
seréis salvos” (ver Hechos 16.16-31).
La comunicación del Evangelio en su forma clara, objetiva y directa parece ser una de
las características de Pablo en su estrategia misionera. Esto aconteció en Chipre (ver
Hechos 13.5), en Antioquia de Pisidia (ver Hechos 13.16-23), en Iconio (ver Hechos
14.3), en Listra (ver Hechos 14.15) y en Corinto (ver Hechos 18.5-8).
8.4 Oyentes Convertidos
El propósito muy claro de Pablo era predicar el Evangelio y esperar de cada uno la
respuesta de conversión. En Antioquia de Pisidia “los gentiles se alegraron y celebraron

22
la palabra del Señor; y creyeron todos los que estaban destinados a la vida eterna”
(Hechos 13.48). En Filipos Lidia fue convertida y bautizada con su familia (ver Hechos
16.15) y también en Filipos el carcelero fue convertido y bautizado con su familia (ver
Hechos 16.33).
La conversión de personas es la experiencia básica para formación de una iglesia. Los
miembros de las iglesias deben conocer a Cristo como su salvador personal y testificar
de su cambio de vida.
8.5 Creyentes Congregados
Tenemos en Hechos 14.23 una importante referencia a las iglesias que fueran
plantadas por Pablo y sus compañeros. El texto declara que: “En cada iglesia
nombraron ancianos y, con oración y ayuno, los encomendaron al Señor en quien
habían creído”. Esta referencia puede indicar las iglesias en Chipre, Antioquia de
Pisidia, Iconio, Listra y Derbe. Pero, más tarde surgirán otras en Filipos, Tesalónica,
Berea, Atenas y Corinto. Los creyentes congregaban y nascía una nueva iglesia. No
había templos o catedrales. Las iglesias eran las personas.
8.6 La Fe Confirmada
Pablo también tenía el cuidado con las iglesias. Por esto, regresaba a las iglesias con el
propósito de confirmar la fe de los hermanos y fortalecerlos. El texto de Hechos revela
el cuidado de Pablo con las iglesias. “Después de anunciar las buenas nuevas en aquella
ciudad y de hacer muchos discípulos, Pablo y Bernabé regresaron a Listra, a Iconio y a
Antioquía, fortaleciendo a los discípulos y animándolos a perseverar en la fe. «Es
necesario pasar por muchas dificultades para entrar en el reino de Dios», les decían”
(Hechos 14.21-22). En el segundo viaje de Pablo “viajó por Siria y Cilicia, consolidando
a las iglesias” (Hechos 15.41).
El fortalecimiento de las nuevas iglesias y la confirmación de la fe hacían parte de la
estrategia misionera de Pablo, a través del discipulado y enseñanzas de las doctrinas
básicas.
8.7 El Liderazgo Consagrado
Un paso importante en la estrategia misionera de Pablo era el discipulado (ver 2
Timoteo 2.2). Con el discipulado surgían los líderes de la nueva iglesia. Como leemos
en Hechos 14.23, Pablo y sus compañeros “nombraron presbíteros (ancianos)” como
líderes de las nuevas iglesias. Estos presbíteros ejercían una función pastoral.
Conforme las palabras de Pablo a los presbíteros de la iglesia en Éfeso, ellos deberían
cuidar de sí mismos y “de todo el rebaño sobre el cual el Espíritu Santo os había puesto
como obispos para pastorear la iglesia de Dios (Hechos 20.28). En la época de Pablo no
había la preocupación con los títulos eclesiásticos.
8.8 Los Creyentes Fortalecidos y Motivados
La iglesia cristiana necesita ser fuerte y siempre motivada. Pablo sabia como hacer
esto. Después de salir de la cárcel, Pablo y Silas “se dirigieran a la casa de Lidia, donde
se vieron con los hermanos y los animaron” (Hechos 16.40). Lucas también registra el
ánimo y la motivación de las iglesias, diciendo: “Y así las iglesias se fortalecían en la fe
y crecían en número día tras día” (Hechos 16.5).
8.9 Los Relacionamientos Continuados
No creemos que las iglesias deban vivir aisladas una de las otras. Los relacionamientos
son necesarios. Cuando Pablo empezó el segundo viaje misionero, él tenía una

23
propuesta para Bernabé: “Algún tiempo después, Pablo dijo a Bernabé: «Volvamos a
visitar a los creyentes en todas las ciudades en donde hemos anunciado la palabra del
Señor, y veamos cómo están” (Hechos 15.36). Cuando Pablo empezó el tercer viaje
misionero también visitó a las iglesias: “Después de pasar algún tiempo allí, Pablo se
fue a visitar una por una las congregaciones de Galacia y Frigia, animando a todos los
discípulos” (Hechos 18.23).
8.10 Una Nueva Iglesia Involucrada en Misiones
Estamos seguros que las nuevas iglesias plantadas por Pablo y sus compañeros tenían
una visión de expansión misionera. Uno de los ejemplos encontramos en la iglesia en
Tesalónica. La nueva iglesia en Tesalónica estaba involucrada en la evangelización de
las provincias romanas de Macedonia y Acaya. El texto de Hechos declara lo siguiente:
“De esta manera os constituisteis en ejemplo para todos los creyentes de Macedonia y
de Acaya. Partiendo de vosotros, el mensaje del Señor se ha proclamado no sólo en
Macedonia y en Acaya sino en todo lugar; a tal punto se ha divulgado vuestra fe en
Dios que ya no es necesario que nosotros digamos nada” (1 Tesalonicenses 1.7-8).
Este ejemplo de la iglesia en Tesalónica muestra que evangelización y misiones hacen
parte de la naturaleza de las iglesias cristianas. Todas las iglesias deberían seguir el
ejemplo de los tesalonicenses.
Para leer y pensar:

“Si desea plantar algo que dure una estación, plante una flor.

Si desea algo que dure una vida, planta un árbol.

Si sesea algo que dure por la eternidad, plante una iglesia”.


David Hesselgrave

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