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UNIVERSIDAD CATOLICA DE CUENCA

SEDE AZOGUES
IMAGENOLOGÍA
Docente:

Dra. Martha Vázquez Calle

Integrantes:

Jessica Estefanía Molina Paguay

Tema:

Anatomía normal y alteraciones hepáticas, vesícula, bazo y


páncreas

Ciclo:

6to ciclo “A”

Periodo lectivo:

2021
INTRODUCCIÓN

La valoración ecográfica de los órganos abdominales es fundamental para el


clínico y constituye una extensión de la exploración física. El objetivo primordial
de este apartado es repasar los patrones ecográficos normales e identificar las
alteraciones más frecuentes del hígado. Este órgano tiene un relativo fácil
acceso y los hallazgos obtenidos son de suma importancia diagnóstica, tanto las
alteraciones de su estructura, tamaño y lesiones focales y difusas, como las
alteraciones vasculares. (1)

Lo fundamental en la valoración clínica y ecográfica del bazo es saber si hay un


aumento de su tamaño y cuantificarlo. Tiene la ventaja de que, en general, no es
necesario mover al paciente para realizarla y se puede efectuar de manera
rápida y repetida con un ecógrafo portátil. No hay que olvidar que, utilizado como
ventana ecográfica, permite acceder a la cola del páncreas y al riñón. (1)

La ecografía, dentro de la patología biliar más que en otros campos, ha tenido


un protagonismo desde mucho antes de que la técnica se simplificara y
generalizara. Dentro de la valoración ecográfica del sistema biliar la dificultad
técnica puede ser muy variable. Hay que contar asimismo con las ya conocidas
limitaciones de la ecografía, como son la variabilidad interobservador, la
obesidad o el exceso de gas en el abdomen. Por este motivo, en ocasiones es
necesaria la ecografía reglada realizada por el radiólogo con más experiencia y
equipos de altas prestaciones. (1)
MARCO TEORICO

HIGADO

El hígado es el órgano sólido de mayor tamaño del organismo, situado en el


cuadrante superior derecho del abdomen, ocupa el hipocondrio derecho, parte
de la región epigástrica y el hipocondrio izquierdo. Cada segmento tiene una
rama propia de la vena porta en su centro y está limitado por las venas
hepáticas. La cisura lobar principal separa el LHD del LHI y pasa a través de la
fosa vesicular hasta la vena cava inferior. A su vez, mediante la fisura
intersegmentaria derecha, se subdivide el lóbulo derecho en segmento anterior
y posterior. (2)

El lóbulo caudado es posterior, su cara inferior limita directamente con la vena


cava inferior y su cara superior con el ligamento venoso. El lóbulo hepático
izquierdo se divide a través de la fisura intersegmentaria izquierda en los
segmentos medial y lateral. Cada uno de estos segmentos, a excepción del
caudado y el segmento medial del LHI, pueden subdividirse a su vez en dos
según un plano transversal que atraviesa los pedículos portales derecho e
izquierdo, resultando los ocho segmentos de la anatomía de Couinaud. El
hígado recibe sangre procedente del tubo digestivo a través de la vena porta y
del sistema arterial por la arteria hepática. (2)

ALTERACIONES HEPÁTICAS

ESTEATOSIS HEPÁTICA

La enfermedad por hígado graso puede ser: esteatosis simple y/o


esteatohepatitis; e ste es uno de los puntos clave, es decir, conocer cuáles van
a ser los pacientes que por tener mayores riesgos precisan una atención
especial. Hay que tener en cuenta que es una enfermedad
progresiva, inicialmente asintomática y que puede evolucionar a mayor daño
hepático, fibrosis avanzada, cirrosis y cáncer de hígado. (3)
Hallazgos Radiológicos

1.- EH focal: generalmente se debe a variaciones en el aporte vascular


conocidos como tercer aporte. Podemos verlo como un área geográfica
típicamente en la fosa vesicular, región subcapsular, adyacente a la vena porta
o al ligamento falciforme. También puede verse como una pseudomasa sin
efecto de masa sobre las estructuras vasculares y puede no ser detectable con
TC, en cuyo caso el diagnóstico se realiza con RM.

2.- EH difusa: es la forma más común y puede verse en todas las causas de EH.

3.- EH perilesional, periportal y perivascular: Se ha visto que el consumo de


alcohol, la cirrosis alcohólica y la ingesta de corticoides puede inducir esteatosis
periportal-perivascular que debe distinguirse de otras patologías como la fibrosis,
el edema o la hemorragia.

4.- EH subcapsular: puede ser idiopática o secundaria a la administración de


insulina en la diálisis peritoneal, debido a la alta concentración de insulina.

5.- EH multinodular: vemos múltiples lesiones nodulares distribuidas por el


parénquima hepático. El diagnóstico diferencial debe hacerse con linfoma,
sarcoidosis, abscesos, candidiasis, hamartomas biliares o las metástasis sobre
todo en pacientes con neoplasia conocida. En dicho caso debe realizarse RM
para su diagnóstico antes de realizar una biopsia.

6.- EH lobar: es una entidad poco frecuente y se debe a la oclusión de la rama


portal derecha o izquierda. El diagnóstico con US o TC puede ser complicado
siendo la RM diagnóstica con secuencias en fase y fuera de fase.

Síntomas

Dolor abdominal, perdida de apetito, diarrea, perdida de peso, sin embargo,


hasta en un 30% de los casos, el paciente se encuentra totalmente asintomático.
En estos casos, la esteatosis hepática se descubre gracias a algún análisis
casual solicitado por el médico de cabecera, o por cualquier otra consulta.
También puede iniciarse el estudio porque el médico haya palpado un aumento
del tamaño del hígado en la exploración del abdomen, hecho que ocurre en más
de la mitad de los casos. (3)

Diagnóstico

Los exámenes que se hacen para determinar el diagnóstico y la gravedad de la


enfermedad son, entre otros, los siguientes:

Análisis de sangre

• Hemograma completo

• Análisis de función hepática y de la enzima hepática

• Análisis para detectar hepatitis viral crónica (hepatitis A, hepatitis C


y otras)

• Análisis para detección de enfermedad celíaca

• Examen de glucemia en ayuno

• Hemoglobina A1C que muestra la estabilidad de tu glucemia

• Perfil lipídico que mide las grasas en la sangre, como el colesterol y


los triglicéridos

Procedimientos por imágenes

Los procedimientos de diagnóstico por imágenes utilizados para diagnosticar


la enfermedad del hígado graso no alcohólico incluyen los siguientes:

• Ecografía abdominal, que a menudo es la prueba inicial cuando se


sospecha de enfermedad hepática.
• Tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética
(RM) del abdomen. Estas técnicas no pueden distinguir
la esteatohepatitis no alcohólica de la enfermedad del hígado graso
no alcohólico, pero se pueden utilizar.

• Elastografía transitoria, una forma mejorada de ultrasonido que


mide la rigidez del hígado. La rigidez del hígado indica fibrosis o
cicatrización.

• Elastografía por resonancia magnética, funciona combinando


imágenes por RM con ondas sonoras para crear un mapa visual
(elastograma) que muestra la rigidez de los tejidos corporales.

Examen del tejido hepático

Si otros exámenes no son concluyentes, el médico puede recomendar un


procedimiento para extraer una muestra de tejido del hígado (biopsia hepática).
La muestra de tejido se examina en un laboratorio para buscar signos de
inflamación y cicatrización. Una biopsia de hígado puede ser incómoda, y tiene
pequeños riesgos que tu médico te explicará en detalle. Este procedimiento se
realiza mediante la inserción de una aguja a través de la pared abdominal hasta
el hígado. (3)

Tratamiento

La primera línea de tratamiento suele ser la pérdida de peso a través de una


combinación de una dieta saludable y ejercicio. La pérdida de peso se refiere a
las condiciones que contribuyen a la NAFLD. Idealmente, una pérdida del 10 %
del peso corporal es deseable, pero la mejora en los factores de riesgo puede
hacerse evidente si pierdes incluso del 3 % al 5 % de su peso inicial. La cirugía
para bajar de peso también es una opción para aquellos que necesitan perder
mucho peso. Para aquellos que tienen cirrosis debido a NASH, el trasplante de
hígado puede ser una opción. (3)
CIRROSIS

La cirrosis es una etapa tardía de la cicatrización (fibrosis) del hígado producto


de muchas formas de enfermedades hepáticas, como la hepatitis y el
alcoholismo crónico. Cada vez que el hígado sufre una lesión, ya sea por
enfermedad, consumo excesivo de alcohol u otra causa, intenta repararse a sí
mismo. (4)

Signos radiológicos

- Signos de hipertensión portal: Parte del flujo venoso portal revierte su


dirección hacia la circulación sistémica a través de anastomosis porto-
sistémicas. Desde el punto de vista clínico, las colaterales venosas de
mayor importancia son las várices esofágicas y paraesofágicas, por el
riesgo de hemorragia digestiva.
- Un signo producido por la atrofia, muy específico de cirrosis, es la
presencia de una muesca aguda en la superficie posterior derecha del
hígado conocido como NOTCH.

Síntomas

La cirrosis, por lo general, no da señales ni tiene síntomas hasta que las lesiones
hepáticas se hacen grandes. Cuando sí hay signos y síntomas, estos pueden
incluir:

• Fatiga

• Aparición de hemorragias o hematomas con facilidad

• Pérdida de apetito

• Náuseas
• Hinchazón de las piernas, los pies o los tobillos (edema)

• Pérdida de peso

• Picazón en la piel

• Decoloración amarilla en la piel y los ojos (ictericia)

• Acumulación de líquido en el abdomen (ascitis)

• Vasos sanguíneos en forma de arañas en la piel

• Enrojecimiento en las palmas de las manos

• En las mujeres, ausencia o pérdida de periodos no relacionados con


la menopausia

• En los hombres, pérdida del deseo sexual, agrandamiento de los


senos (ginecomastia) o atrofia testicular

• Confusión, somnolencia y dificultad en el habla (encefalopatía


hepática). (4)

Diagnóstico

Con el fin de ayudar a confirmar el diagnóstico, se suele hacer una combinación


de análisis de laboratorio y de diagnóstico por imágenes.

Pruebas

El médico puede ordenar una o más pruebas que pueden sugerir un problema
con tu hígado, inclusive las siguientes:

• Pruebas de laboratorio. El médico puede ordenar análisis de


sangre para detectar signos de funcionamiento deficiente del hígado,
como exceso de bilirrubina, así como para detectar ciertas enzimas
que pueden indicar daño hepático. Para evaluar la función renal, se
analiza la sangre para determinar la creatinina. Serás examinado
para detectar los virus de la hepatitis. También se verifica tu índice
normalizado internacional (INR) para determinar la capacidad de
coagulación de la sangre.

• Estudios de diagnóstico por imágenes. Se puede recomendar la


elastografía por resonancia magnética (ERM). Esta prueba de
imagen avanzada no invasiva detecta el endurecimiento o la rigidez
del hígado. También se pueden realizar otras pruebas de diagnóstico
por imagen, como IRM, TC y ecografía.

• Biopsia. Una muestra de tejido (biopsia) no es obligatoria para el


diagnóstico. Sin embargo, el médico puede pedírtela para identificar
la gravedad, el alcance y la causa de las lesiones del hígado. (4)

Tratamiento

• Tratamiento para la dependencia del alcohol. Las personas que


padecen cirrosis provocada por el abuso de alcohol deberían dejar
de beber. Si resulta difícil detener el abuso de alcohol, es posible que
el médico te recomiende un programa de tratamiento para esa
adicción. Si tienes cirrosis, es fundamental que dejes de beber, ya
que cualquier cantidad de alcohol es tóxica para el hígado.

• Pérdida de peso. Es posible que las personas con cirrosis


provocada por la enfermedad de hígado graso de causa no
alcohólica se recuperen si pierden peso y controlan sus niveles de
azúcar en sangre.

• Medicamentos para controlar la hepatitis. Los medicamentos


pueden limitar el avance del daño a las células del hígado causado
por la hepatitis B o C a través de un tratamiento específico de estos
virus.

• Medicamentos para controlar otras causas y síntomas de la


cirrosis. Los medicamentos pueden frenar la evolución de algunos
tipos de cirrosis hepática. Por ejemplo, en el caso de las personas
que padecen cirrosis biliar primaria diagnosticada en una etapa
temprana, los medicamentos pueden retrasar significativamente la
evolución de la cirrosis. (4)

POLIQUISTOSIS HEPÁTICA

La poliquistosis hepática del adulto (PHA) es una enfermedad hereditaria y


autosómica dominante que se caracteriza por la presencia de múltiples lesiones
quísticas de origen biliar en más del 50 % del parénquima hepático, que pueden
ser desde grandes masas, de 20 a 30 cm, a pequeños nódulos microscópicos.
(5)

Hallazgos radiológicos

- ECOGRAFÍA: Pequeñas lesiones distribuidas a través del hígado,


de ecogenicidad variable dependiendo del componente sólido,
quístico o mixto. Signo de la cometa es una especial forma de
artefacto de reverberación en la detección de los pequeños quistes;
aparece como una pequeña prolongación o extensión en pequeños
focos altamente ecogénicos o en pequeñas calcificaciones.
- Tomografia Computada: Lesiones hipoatenuantes múltiples con
márgenes irregulares que los quistes simples.
- Resonancia Magnetica: Hipointensos T1, Hiperintensos T2.
Comportamiento con contraste similar a la TC.

Síntomas

Los síntomas de la enfermedad renal poliquística pueden incluir lo siguiente:

• Presión arterial alta


• Dolor de espalda o en el costado

• Sangre en la orina

• Una sensación de plenitud en el abdomen

• Aumento del tamaño del abdomen debido al aumento de tamaño de


los riñones

• Dolores de cabeza

• Cálculos renales

• Insuficiencia renal

• Infecciones en las vías urinarias o en los riñones. (5)

Diagnóstico

La técnica de elección para el diagnóstico y seguimiento de los pacientes con


PHA es la ecografía hepática, utilizada en el 98 % de los casos para el
diagnóstico y en el 97 % de los seguimientos. Otras técnicas incluyen la
tomografía computarizada (TC), empleada en el 89 % de los diagnósticos y el 49
% de los seguimientos, y ya más distanciada, la resonancia magnética (RM),
usada en el 58 % de los diagnósticos y el 30 % de los seguimientos. (5)

Tratamiento

El tratamiento de estos pacientes consiste en la reducción del volumen de los


quistes mediante el abordaje percutáneo (aspiración y alcoholización) o
quirúrgico (fenestración por laparotomía o laparoscopia y/o resección hepática).
(5)

QUISTES PERIBILIARES

Los quistes peribiliares son dilataciones quísticas de las


glándulas peribiliares extramurales que aparecen en el tejido conectivo a nivel
del hilio hepático y los tractos portales y que, por definición, no comunican con
la luz de los conductos biliares intrahepáticos. (5)
Hallazgos radiológicos

- Se presenta como una masa quística con septos que muestran


realce. Los hallazgos en TC pueden sugerir absceso.
- ECOGRAFÍA: Pequeñas lesiones distribuidas a través del hígado,
de ecogenicidad variable dependiendo del componente sólido,
quístico o mixto. Signo de la cometa es una especial forma de
artefacto de reverberación en la detección de los pequeños quistes;
aparece como una pequeña prolongación o extensión en pequeños
focos altamente ecogénicos o en pequeñas calcificaciones.
- Tomografia Computada: Lesiones hipoatenuantes múltiples con
márgenes irregulares que los quistes simples.

Diagnóstico

La resonancia magnética (RM) y la colangiorresonancia (CRM) confirman


el diagnóstico de numerosos quistes biliares bilaterales comprimiendo el hilio
hepático, con presencia de nueva colección abscesificada en saco menor que
es drenada por ecoendoscopia oral (USE-oral). (5)

VESICULA

La vesícula biliar está localizada al lado derecho del abdomen, debajo del
hígado. La vesícula almacena la bilis que es producida por el hígado y la lleva a
la primera parte del intestino delgado (duodeno), donde ayuda en la digestión de
las grasas. (6)
ALTERACIONES DE LA VESÍCULA

LITIASIS BILIAR

se define como la existencia de cálculos dentro de la vesícula biliar. La vesícula


y las vías biliares cumplen la función de conducción, almacenamiento y liberación
de la bilis al duodeno durante la digestión. La litiasis biliar se forma por diversas
alteraciones en el metabolismo de algunos componentes de la bilis. Hay dos
tipos de litiasis biliar: Litiasis de colesterol: supone el 75% de las litiasis biliares
en los países occidentales. Litiasis pigmentaria: supone el 25% restante. (6)

Signo radiológico

El signo de Murphy en un hallazgo relativamente específico de las colecistitis


agudas, durante la palpación en la región subcostal derecha se genera dolor; se
reconoce al acercar la mano del examinador a la vesícula inflamada.

Síntomas

- Dolor intenso en lado derecho del abdomen.


- Vómitos.
- Nauseas.

Diagnóstico

Para diagnosticar la litiasis biliar, la ecografía abdominal es el método más


utilizado tanto para el diagnóstico como para valorar las posibles complicaciones.
Es una técnica de bajo costo, no agresiva, rápida, sin apenas contraindicaciones
y con alta efectividad. La elección del tratamiento más adecuado debe ser
valorada en cada caso, siendo los factores determinantes los síntomas y/o
complicaciones, la edad y el estado general del paciente. Los sujetos
asintomáticos, en general, no precisan tratamiento, pero es conveniente
mantener una actitud expectante, por si se producen cambios o complicaciones
en la evolución. (6)

Tratamiento

El cólico biliar se trata con analgésicos. Solamente estaría indicada la


intervención profiláctica en pacientes con riesgo de malignización de la vesícula.
En los pacientes con cólicos biliares claros y persistentes, y sobre todo si
presentan complicaciones, el tratamiento definitivo, si no hay contraindicaciones,
debe ser quirúrgico, mediante colecistectomía convencional o laparoscópica.
Esta última es la más empleada por su sencillez, menor coste y más corta
estancia hospitalaria. En los sujetos con síntomas inespecíficos (nauseas,
vómitos, flatulencia, pesadez, intolerancia a las grasas, etc.), sin cólicos ni
complicaciones secundarias a la litiasis, o en aquellos con cólicos biliares pero
que no pueden o no desean ser intervenidos quirúrgicamente, se puede plantear
tratamiento disolutivo oral con ácidos biliares (ácidos quenodesoxicólico y
ursodesoxicólico), aunque su eficacia es limitada. (6)

COLECISTITIS AGUDA

Es la hinchazón e irritación repentina de la vesícula biliar. Este fenómeno causa


dolor abdominal intenso. La colecistitis aguda se produce cuando la bilis queda
atrapada en la vesícula biliar. A menudo esto sucede porque un cálculo
biliar bloquea el conducto cístico, el conducto a través del cual la bilis viaja dentro
y fuera de la vesícula biliar. Cuando un cálculo bloquea este conducto, la bilis se
acumula, causando irritación y presión en la vesícula biliar. Esto puede conducir
a hinchazón e infección. (6)
Hallazgos radiológicos

Los hallazgos ecográficos comunes son el engrosamiento parietal y la


distensión vesicular con barro biliar, sin embargo, destacan la ausencia de
inflamación y de líquido pericolecistítico.

Síntomas

Los signos y síntomas de la colecistitis son:

• Dolor intenso en la parte superior derecha o en el centro del


abdomen

• Dolor que se extiende al hombro derecho o a la espalda

• Dolor con la palpación del abdomen

• Náuseas

• Vómitos

• Fiebre

Diagnóstico

Se puede utilizar una ecografía, una ecografía endoscópica o una exploración


por tomografía computarizada para obtener imágenes de la vesícula biliar que
puedan revelar signos de colecistitis o cálculos en los conductos biliares y en
la vesícula. Una exploración que muestre el recorrido de la bilis por el cuerpo.
(6)

Tratamiento

Por lo general, el tratamiento de la colecistitis requiere una estancia hospitalaria


para controlar la inflamación de la vesícula. A veces, se necesita una cirugía. (6)

COLECISTITIS LITIÁSICA

La colecistitis aguda corresponde a una inflamación de la vesícula biliar (Koti).


En 90-95% de los casos, corresponde a una complicación de la colelitiasis
(colecistitis litiásica), generalmente, por obstrucción del conducto cístico, con
distensión e inflamación, además de infección bacteriana secundaria. (6)
Hallazgo radiológico

Presencia de gas en el interior de la vesícula biliar en tres autopsias.

Síntomas

• Dolor intenso en la parte superior derecha o en el centro del


abdomen

• Dolor que se extiende al hombro derecho o a la espalda

• Dolor con la palpación del abdomen

• Náuseas

• Vómitos

• Fiebre

Diagnóstico

utilizar una ecografía, una ecografía endoscópica o una exploración por


tomografía computarizada para obtener imágenes de la vesícula biliar que
puedan revelar signos de colecistitis o cálculos en los conductos biliares y en
la vesícula. Una exploración que muestre el recorrido de la bilis por el cuerpo.
(6)

Tratamiento

Por lo general, el tratamiento de la colecistitis requiere una estancia hospitalaria


para controlar la inflamación de la vesícula. A veces, se necesita una cirugía. (6)
COLECISTITIS ENFISEMATOSA

La colecistitis enfisematosa es una rara forma de presentación de


la colecistitis aguda, caracterizada por la presencia de gas en la pared, en la luz
o ambas, la cual puede evolucionar a colecistitis gangrenosa y posteriormente a
peritonitis. Se asocia con una alta tasa de morbilidad y mortalidad. (6)

Hallazgos radiológicos

La TC es la técnica más sensible y específica para los hallazgos típicos de la


CE. A pesar de esto, resaltamos que mediante los métodos de radiología
convencional y ecografía es posible arribar, en presencia de hallazgos típicos, a
un diagnóstico de certeza.

Síntomas

Los síntomas más comunes son dolor en el hipocondrio derecho, fiebre, náuseas
y vómitos. Los signos de irri- tación peritoneal pueden estar o no presentes y en
casi la mitad de los pacientes se puede palpar una masa en el cuadrante superior
derecho del abdomen 6. (6)

Diagnóstico

Se confirma el diagnostico con TC de abdomen en la que se corrobora la


presencia de aire en la pared vesicular, aerobilia, nivel hidroaereo intravesicular
y litiasis vesicular. (6)

Tratamiento

El tratamiento definitivo es una colecistectomía. En las infecciones


enfisematosas es muy importante la evaluación radiológica apropiada y la
interpretación de los hallazgos en imagen para asegurar un diagnóstico y un
tratamiento óptimos ya que tienen una alta morbimortalidad. (6)
BAZO

El bazo se encuentra situado en el cuadrante superior y posterior izquierdo del


abdomen, posición relativamente constante en el cuadrante superior izquierdo
del abdomen. Es un órgano blando y moldeable que se adapta a la morfología
de las estructuras vecinas. (7)

ALTERACIONES DEL BAZO

ESPLENOMEGALIA

El bazo es un órgano situado en la parte superior izquierda del abdomen. Está


encargado de eliminar los glóbulos rojos deformes o viejos de la sangre y
participa activamente en la defensa frente a infecciones. Diversas enfermedades
infecciosas, inflamatorias, tumorales, de la sangre o del hígado pueden aumentar
su tamaño. Dicho crecimiento puede llevar a la destrucción de las células
normales de la sangre (glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas) dando lugar
a la aparición de anemia (bajada de glóbulos rojos), leucopenia (bajada de
glóbulos blancos), trombopenia (bajada de plaquetas) o pancitopenia (bajada de
los 3 tipos de células al mismo tiempo). (7)

Hallazgos radiológicos

1) Proyección del bazo ventralmente a la línea axilar anterior.

2) la punta inferior del bazo extendiéndose más caudalmente que la punta inferior
del hígado.

3) la punta inferior del bazo por debajo del nivel del polo inferior del riñón
izquierdo.
Síntomas

• Dolor y sensación de la plenitud abdominal que puede producir saciedad


temprana, producidos por la presión del bazo en el estómago.
• Sensación de la plenitud persistente del estómago.
• Hipos.
• Anemia.
• Fatiga.
• Infecciones periódicas.
• Hemorragias frecuentes. (7)
Diagnóstico

El diagnóstico de una esplenomegalia se puede hacer al inspeccionar el


abdomen con las manos y palpar un bazo grande y se confirma con una prueba
de imagen, en general una ecografía o un TAC. Tras su diagnóstico se debe
buscar cual es la causa de la esplenomegalia. Para ello, y dadas las diferentes
enfermedades responsables de la misma, se deben realizar múltiples pruebas,
tanto análisis de sangre y orina, como pruebas de imagen en otras
localizaciones. (7)

Tratamiento

La esplenomegalia no se trata en sí misma, el tratamiento es el de la enfermedad


responsable. (7)

HIPERESPLENISMO

El hiperesplenismo es un bazo hiperactivo. El bazo es un órgano que se


encuentra en el lado superior izquierdo del abdomen. EL bazo ayuda a filtrar las
células dañadas del flujo sanguíneo. Si su bazo es demasiado activo, y ayuda a
filtrar células viejas y dañadas del torrente sanguíneo. (8)
Hallazgos radiológicos

En la afección esplénica encontrados en estudios radiológicos y de imagen


seccional tales como el ultrasonido, la tomografía y la resonancia magnética.

Síntomas

• Esplenomegalia.
• Nivel bajo de uno o más tipos de células sanguíneas.
• Sensación prematura de llenura después de comer.
• Dolor de estómago en el lado izquierdo. (8)
Diagnóstico

Se sospecha hiperesplenismo en pacientes con esplenomegalia y anemia o


citopenias. La evaluación es similar a la de la esplenomegalia. A menos que
coexistan otros mecanismos que aumenten su gravedad, la anemia y otras
citopenias son modestas y asintomáticas. (8)

Tratamiento

Se centra en la enfermedad subyacente. Sin embargo, si el hiperesplenismo es


la única manifestación grave del trastorno (p. ej., enfermedad de Gaucher),
puede estar indicada la ablación esplénica por esplenectomía o radioterapia. (8)

PANCREAS

El páncreas es una glándula de secreción tanto endocrina como exocrina, de


situación retroperitoneal (en el espacio pararenal anterior), que consta de
cabeza, cuerpo, cola y proceso uncinado. Suele presentar una situación oblicua,
con la cabeza en situación caudal y en íntima relación con el duodeno, mientras
que la cola se dispone más craneal a nivel del hilio esplénico. Su forma posición
y orientación son variables: la cola puede ser horizontal y depende del hábito
corporal, del tamaño de los órganos vecinos y de las intervenciones quirúrgicas
previas. (9)

ALTERACIONES DEL PANCREAS

PANCREATITIS AGUDA

Es una enfermedad grave que puede ser moderada o severa, y que se


produce principalmente por tener malos hábitos alimenticios.
La pancreatitis aguda es: La inflamación aguda del páncreas y del tejido
alrededor de este. (10)

Hallazgos radiológicos

1. Diagnosticar la patología.

2. Determinar la gravedad.

3. Determinar la causa.

4. Evaluar y eventualmente manejar terapéuticamente las complicaciones.

5. El TC es la prueba de elección estándar en el diagnóstico y estadificación de


la pancreatitis aguda. La ecografía suele efectuarse también de forma rutinaria
en estos pacientes, de cara a determinar un eventual origen biliar. El TC en las
primeras 72 horas tiene un valor limitado ya que puede infraestimar la presencia
y extensión de la necrosis.

6. La RM es al menos tan sensible como el TC, y puede tener un valor adicional,


en el estudio de pacientes con pancreatitis aguda.
Síntomas

• Dolor en la parte alta del abdomen.


• Dolor abdominal que se extiende hasta la espalda.
• Dolor abdominal que empeora después de comer.
• Fiebre.
• Pulso acelerado.
• Náuseas.
• Vómitos.
• Sensibilidad al tocar el abdomen. (10)
Diagnóstico

Se basa en el cuadro clínico, hiperamilasemia y evidencia morfológica de


inflamación pancreática. Esta última puede ser demostrada mediante métodos
por imágenes (ecografía y/o TAC), cirugía o anatomía patológica. (10)

Tratamiento

El tratamiento suele requerir hospitalización. Una vez que el paciente está


estable, los médicos pueden tratar la causa subyacente. (10)

PSEUDOQUISTE PANCREÁTICO

Es un saco lleno de líquido en el abdomen que se eleva desde el páncreas.


También puede contener tejido del páncreas, enzimas y sangre. (10)

Hallazgos radiológicos

- El hallazgo radiológico más característico del pseudoquiste


pancreático es la presencia de una masa quística redondeada u
ovoidea de tamaño variable (frecuentemente entre 2 y 9 cm), única
en más del 90% de los casos, con un volumen líquido que puede
superar los 5000 ml e infiltrar los planos grasos peripancreáticos.
Generalmente, son de aspecto simple (aunque en el 6% pueden
verse multiloculados, incluso en ausencia de complicaciones).

Síntomas

• Dolor abdominal persistente, que se puede extender hasta la espalda.


• Náuseas y vómitos.
• Pérdida de peso.
• Sentirse lleno poco después de empezar a comer. (10)
Diagnóstico

TC: el hallazgo de una masa junto al páncreas de contenido completamente


líquido, redondeada y de pared bien delimitada en un paciente con una
pancreatitis reciente es casi patognomónico de pseudoquiste pancreático. En
esta situación no se necesita de ninguna otra técnica diagnóstica. (10)

Tratamiento

Los tratamientos de los pseudoquistes


pancreáticos incluyen tratamiento conservador (monitorización cuidadosa),
drenaje quirúrgico, que se puede realizar mediante un corte estándar (drenaje
quirúrgico abierto) o mediante cirugía mínimamente invasiva (drenaje quirúrgico
laparoscópico), o drenaje endoscópico. (10)

PANCREATITIS CRÓNICA

La pancreatitis es la inflamación del páncreas. La pancreatitis crónica se


presenta cuando el problema no sana ni mejora, empeora con el tiempo y lleva
a que se presente daño permanente. (11)
Hallazgos radiológicos

- Los hallazgos clásicos de la pancreatitis crónica en TC son: dilatación del DPP,


atrofia del parénquima pancreático, presencia de calcificaciones; menos
frecuentemente, pueden encontrarse pseudoquistes, áreas de aumento de
tamaño pancreático, dilatación acompañante de vías biliares, alteración de la
densidad de la grasa peripancreática o fascias peritoneales.

- Las calcificaciones son un hallazgo tardío, que sigue al desarrollo de fibrosis.

- La RM puede detectar los cambios parenquimatosos y ductales característicos


de la pancreatitis crónica en fases más precoces que otras pruebas no invasivas,
como el TC; los hallazgos incluyen: a) dilatación del DPP y de sus ramas,
secundarias a la tracción resultante sobre los ductos por la fibrosis periductal; b)
disminución focal o difusa del tamaño de la glándula por la atrofia de células
acinares; c) hipointensidad de señal pancreática en secuencias T1 con supresión
grasa por pérdida del contenido proteico en los acinos pancreáticos; d) cambios
en el patrón de captación normal, con realce heterogéneo y disminuido en fase
capilar y frecuente captación progresiva y tardía reflejando tejido fibroso.

Síntomas

• Dolor en la parte alta del abdomen.


• Dolor abdominal que se extiende hasta la espalda.
• Dolor abdominal que empeora después de comer.
• Fiebre.
• Pulso acelerado.
• Náuseas.
• Vómitos.
• Sensibilidad al tocar el abdomen. (11)
Diagnóstico

Alteración morfológica del páncreas, demostrada mediante estudio endoscópico


de la vía pancreática, escaner o ecoendoscopia. Deterioro de la función
pancreática demostrada mediante pruebas especiales de función pancreática.
(11)
Tratamiento
• Una hospitalización para tratar la deshidratación con líquidos
intravenosos (IV) y, si el paciente puede tragarlos, líquidos por la boca

• Analgésicos y antibióticos por vía oral o por vía intravenosa si el


paciente tiene una infección en el páncreas

• Una dieta baja en grasa o nutrición con alimentación por sonda o IV si


el paciente no puede comer. (11)

CARCINOMA PANCREÁTICO
El cáncer de páncreas comienza en los tejidos del páncreas, un órgano en el
abdomen que se encuentra detrás de la parte inferior del estómago. El páncreas
libera enzimas que ayudan a la digestión y produce hormonas que ayudan a
controlar la glucosa sanguínea. Se pueden presentar varios tipos de tumores en
el páncreas, incluidos tumores cancerosos y no cancerosos. El tipo más común
de cáncer que se forma en el páncreas comienza en las células que recubren los
conductos que transportan las enzimas digestivas fuera del páncreas
(adenocarcinoma ductal pancreático). (12)
Signos radiológicos

Signos radiológicos como son: irregularidad del contorno parietal del vaso,
deformidad (signo de la lágrima en las venas), disminución focal del calibre del
vaso o trombosis

Síntomas

Los signos y síntomas del cáncer de páncreas en general no se presentan hasta


que la enfermedad está avanzada. Pueden incluir:

• Dolor abdominal que se irradia hacia la espalda

• Pérdida de apetito o pérdida de peso involuntaria

• Color amarillento en la piel y en la parte blanca de los ojos (ictericia)

• Heces de color claro

• Orina de color oscuro

• Picazón en la piel

• Diagnóstico reciente de diabetes o diabetes existente que se vuelve


más difícil de controlar

• Coágulos sanguíneos

• Fatiga. (12)

Diagnóstico

Las técnicas utilizadas para diagnosticar el cáncer de páncreas incluyen


ecografía, tomografía computarizada (CT, por sus siglas en inglés), resonancia
magnética (MRI, por sus siglas en inglés) y, algunas veces, tomografía por
emisión de positrones (PET, por sus siglas en inglés). (12)
Tratamiento

Las opciones actuales de tratamiento para el cáncer de páncreas son la cirugía,


la radioterapia, la quimioterapia, la terapia dirigida y la inmunoterapia. Su plan de
atención también incluye tratamiento para síntomas y efectos secundarios, una
parte importante de la atención del cáncer. (12)
CONCLUSIONES

El HCC es un cáncer agresivo que se produce en el contexto de enfermedad


hepática crónica y cirrosis, y que se presenta con frecuencia en etapas
avanzadas de la enfermedad hepática. La colecistitis es muy común en el
sistema biliar y es más frecuente en mujeres que en hombres. El bazo se afecta
en un sinnúmero de situaciones que incluyen un espectro de anormalidades
hematológicas, inmunológicas, infecciosas, neoplásicas y vasculares. El bazo,
evaluado principalmente en el traumatismo, en ocasiones es dejado de lado en
los estudios de imagen pudiendo ser el sitio de procesos infecciosos severos que
pueden condicionar sangrado espontáneo o rotura. La pancreatitis por lo general
se da cuando las enzimas digestivas comienzan a digerir al mismo páncreas.
BIBLIOGRAFIAS

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2021]. Disponible en:

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3. 48_Datos_laboratorio_Pruebas_hepaticas_alteradas.pdf [Internet].

[citado 24 de junio de 2021]. Disponible en:

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Oficina del Libro-AEM; 1967. 222 p.

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7. Pascual NR, Morales MPC. Hígado. Bazo. Vesícula y vía biliar. :33.

8. Fundamentos de Hematología. Ed. Médica Panamericana; 1994. 372 p.


9. Latarjet M, Liard AR. Anatomía Humana. Ed. Médica Panamericana;

2004. 892 p.

10. Guerezta LU. Enfermedades del hígado y del páncreas. Calpe; 1923. 676

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11. Kelley WN. Medicina interna. Ed. Médica Panamericana; 1993. 2986 p.

12. Cáncer del páncreas. Universidad del Rosario; 2008. 256 p.

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