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Literatura:

Para leer y pensar sobre lo leído 

1. Leé el siguiente fragmento de Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez:

La ascensión de Remedios, la bella

Remedios, la bella, se quedó vagando por el desierto de la soledad, sin cruces a cuestas,
madurándose en sus sueños sin pesadillas, en sus baños interminables, en sus comidas
sin horarios, en sus hondos y prolongados silencios sin recuerdos, hasta una tarde de
marzo en que Fernanda quiso doblar en el jardín sus sábanas de bramante, y pidió ayuda
a las mujeres de la casa. Apenas había empezado, cuando Amaranta advirtió que
Remedios, la bella, estaba transparentada por una palidez intensa.

—¿Te sientes mal? –le preguntó.

Remedios, la bella, que tenía agarrada la sábana por el otro extremo, hizo una sonrisa de
lástima.

—Al contrario –dijo–, nunca me he sentido mejor

Acabó de decirlo, cuando Fernanda sintió que un delicado viento de luz le arrancó las
sábanas de las manos y las desplegó en toda su amplitud. Amaranta sintió un temblor
misterioso en los encajes de sus pollerines y trató de agarrarse de la sábana para no caer,
en el instante en que Remedios, la bella, empezaba a elevarse. Úrsula, ya casi ciega, fue
la única que tuvo serenidad para identificar la naturaleza de aquel viento irreparable, y
dejó las sábanas a merced de la luz, viendo a Remedios, la bella, que le decía adiós con
la mano, entre el deslumbrante aleteo de las sábanas que subían con ella, que
abandonaban con ella el aire de los escarabajos y las dalias, y pasaban con ella a través
del aire donde terminaban las cuatro de la tarde, y se perdieron con ella para siempre en
los altos aires donde no podían alcanzarla ni los más altos pájaros de la memoria. 

García Márquez, Gabriel [(1967), 1995]. Cien años de soledad. Bogotá, Editorial


Sudamericana.

 
* Gabriel García Márquez (1927-2014)
Escritor colombiano. Es uno de los representantes del realismo mágico latinoamericano.
Escribió cuentos y novelas que fueron leídas en todo el mundo: una de las más famosas es Cien
años de soledad (1967) en la que narra cien años de historia de la familia Buendía, en el mítico
pueblo de Macondo. Además, se destacan El coronel no tiene quien le escriba (1961), La mala
hora (1962), El otoño del patriarca (1975), Crónica de una muerte anunciada (1981) y El amor
en los tiempos del cólera (1985). En 1982, ganó el premio Nobel de Literatura.
a. ¿Qué cosa “fuera de lo común” sucede en este relato?

b. Algunos de los personajes comprenden este hecho extraño y otros no: ¿quién lo
comprende y quién no?
c. ¿El narrador cuenta el hecho como si fuera algo extraordinario o como si fuera algo
natural?

2. Leé el siguiente fragmento de El mundo alucinante, de Reinaldo Arenas. 

Del panorama de la ciudad

"[...] Y así sucedió que lo primero que vi al salir a la calle fue a una persona llena de
escamas, me horroricé al pensar en la enfermedad tan terrible que padecería, pero seguí
andando y más adelante vi a otra en las mismas condiciones, luego otra y otra. Hasta
que por fin interrogué a un anciano [...] me contó que lo que yo había visto era cierto,
que hacía unos cuantos años había llegado un ingeniero famoso a la ciudad, dispuesto a
desecar uno de los grandes lagos. El ingeniero empezó a hacer un túnel para que saliese
el agua y mientras tanto cerró todos los desagües naturales, de modo que toda la ciudad
quedó inundada, hasta que fue constituido el desagüe artificial. Pero al quedar
terminado, al virrey no le gustó, pues el agua no se veía fluir, ya que todo era
subterráneo, y alegó que podía ser obra de la brujería. El ingeniero se ofendió. Tapó el
túnel. Y la ciudad se volvió a inundar hasta que el virrey accedió a reconocerle los
méritos y la ciudad fue destaponada. Pero luego no se puso de acuerdo con el ingeniero
en cuanto el precio a pagar. Y la ciudad volvió a ser taponada [...] Y con ese taponeo y
destaponeo, la ciudad se vio inundada dos veces al año y luego seca, y luego
nuevamente inundada. De manera que a la gente no le quedó otra alternativa que
adaptarse. Y muchos se volvieron peces. Y otros, que tardaron más en metamorfosearse,
quedaron en medio del camino: mitad peces y mitad hombres. Los más conservadores
permanecieron sobre los techos o dentro de las balsas y bateas y no perdieron la figura
[...]".

Arenas, Reinaldo [(1965), 1997]. El mundo alucinante. Una novela de aventuras.


Barcelona, Editorial Tusquets.

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