Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
________________________________________________________________________________
Introducción
Analizar el fenómeno de la delincuencia es una constante preocupación para diversas
instituciones públicas y privadas, y para los medios de comunicación, en su afán de representar a la
“opinión pública”. Periódicamente se conocen cifras que pretenden orientar la discusión y entregar
antecedentes para comprender de mejor manera este tema. El tema se ha demostrado también como
un importante factor de influencia en el ámbito político.
Uno de los obstáculos mayores para contar con datos que cumplan con los objetivos anteriores
son los criterios reduccionistas en la consideración de la información estadística disponible. Se suele
considerar periodos muy cortos, incluso menores a un año, en el seguimiento de la evolución o
composición de los delitos cometidos, y se tiende a seleccionar las categorías de delitos bajo análisis,
concentrando la información en aquellos que, por su “connotación social”, preocuparían a la opinión
pública. Al mismo tiempo, no se toman en cuenta indicadores válidos internacionalmente, como por
ejemplo la tasa de homicidios, que se utiliza para medir el grado de violencia en la criminalidad de un
país.
Por otra parte, en el caso de menores de edad, no se considera la particularidad de que en este
ámbito la ley faculta a la policía para detener a los niños que presentan necesidad de “asistencia y
protección” (artículo 6), materia que, como se verá, representa un alto porcentaje de las aprehensiones
de menores practicadas por Carabineros en el ámbito nacional.
Sociólogo del Departamento de Menores del Ministerio de Justicia. Estudio interno realizado el año 2003.
1En el estudio se utilizó la palabra “aprehensiones” en lugar de detenciones para señalar el hecho de que los menores de
edad, no sólo son detenidos por infracciones a la ley penal sino que también por “protección” (ley de menores), por ser
víctimas de delitos y por su participación pasiva en la comisión de algunos delitos por personas mayores (es el caso de los
niños menores de cinco años).
2
El estudio nacional permitió establecer que las aprehensiones de menores no han registrado
un aumento importante y se mantienen relativamente estables en las últimas dos décadas (7,3% en
relación con los adultos, en promedio). Por otra parte, en el período 1995 – 2001 el principal motivo
de detención es la aplicación de la “Ley de Menores” que, como se señaló, permite a la policía
aprehender a niños y adolescentes con necesidad de asistencia y protección. Durante estos 7 años
se detuvo en promedio a 10.697 menores de edad por esta causa. Además, se consigna que entre los
años 1995 y 2001 las aprehensiones promedio de adolescentes por delitos contra la integridad física
o la vida de las personas no supera el 5,5% del universo de detenidos de menores de 18 años, siendo
su número también relativamente bajo.
En el presente texto se presenta los resultados de un estudio sobre cada una de las trece
regiones del país, que abarca sólo la última década, ya que en el periodo 1980 – 1989 no existía
información publicada y desagregada según regiones. Se mantiene, no obstante, el criterio de abarcar
un período extenso de tiempo, porque, en un fenómeno complejo como la delincuencia, los cambios
registrados de un año a otro no reflejan fielmente la realidad y más bien dan cuenta de coyunturas
específicas.
En la primera parte del documento se entrega una visión comparada de las tendencias
regionales en la evolución y composición de las aprehensiones de menores, a fin de formarse una
impresión global del comportamiento de las trece regiones del país. En la segunda parte del
documento, se entrega una visión pormenorizada de cada región por separado.
3
1. Grupo 1. Regiones con muy alto crecimiento de las aprehensiones en el periodo 1990 –
2001 (más de 100% de crecimiento)
2. Grupo 2. Regiones con alto crecimiento de las aprehensiones en el periodo 1990 – 2001
(Crecimiento entre 50% y 99%)
1. Grupo 1. Regiones con muy alto crecimiento de las aprehensiones en el periodo 1990 –
2001 (más de 100% de crecimiento)
Este grupo caracteriza a las cinco regiones con más alto crecimiento de las aprehensiones de
menores en el periodo considerado. En todos los casos, la curva de crecimiento de las aprehensiones
se inicia el año 1995, después de varios años de tendencia al descenso. A partir de este hito, las
distintas regiones se diferencian según los años en que se concentra el crecimiento y la fuerza con
que ello ocurre.
4
La undécima región (gráfico 1) presenta un crecimiento explosivo a partir del año 1999, en
que el aumento respecto de 1990 alcanza a un 227,5%. En cambio, en el periodo 1993- 1998 el
incremento es poco significativo, sin alcanzarse todavía el nivel del año 1992 (en que llegó al 73,2%).
En el año 2000 hay una leve baja, con un 198,6% de crecimiento, acelerándose fuertemente el año
2001, en que se llega al actual 407,2%. Este resultado se explica en parte por …
La quinta región (gráfico 2) se caracteriza por un crecimiento repartido en los últimos seis
años. En 1995 el crecimiento fue de 29,9%, para ascender a 67,8% el año 1996, estabilizarse el año
1997 (69,3%), volver a subir a 99,8% en 1998, 122% en 1999, bajar a 110,7% en el año 2000 y,
finalmente, alcanzar un 161,7% en el año 2001.
La octava región (gráfico 3) presenta una evolución parecida a la quinta, aunque con una
intensidad menor, en donde el incremento más fuerte ocurre en los tres últimos años. En 1996 se
supera el nivel del año 1992, con un 20,2% de incremento, el año 1997 se alcanza un 44,4% de
incremento, el año 1998 se estabiliza (45,5%), el año 1999 llega a 80,6%, desciende a un 66,8% el
año 2000, y registra un fuerte incremento el año 2001 alcanzando un 158,8%.
La cuarta región (gráfico 4) registra también un fuerte crecimiento en los seis últimos años,
aunque la mayor parte del incremento se registra en el periodo inicial, vale decir, entre 1995 y 1997.
En 1997 el crecimiento llegó a 122,8%, para descender en 1998 a 103,3%. En 1999 se incrementa
nuevamente hasta un 139,6%, el año 2000 sigue creciendo hasta alcanzar un 169,6%, para descender
a un 152,7% el año 2001, posiblemente como reflejo del impacto de la implementación en ese año de
la reforma al procedimiento penal en la región.
Adicionalmente, cabe observar que las aprehensiones se encuentran influidas por coyunturas
de preocupación nacional por el tema de la seguridad ciudadana, representada por los años 1992,
1999 y 2001. En todas las regiones consideradas, con excepción de la cuarta, se registra un fuerte
incremento de las aprehensiones el año 2001, mientras que en las regiones décima, undécima, quinta
y octava, se producen incrementos significativos en los otros dos años considerados, con los
correspondientes descensos al año siguiente. En el caso de las detenciones de adultos, no se observa
la tendencia señalada, con la excepción parcial de la quinta región.
Las dos regiones consideradas en este grupo presentan una cierta semejanza. En ambas, los
porcentajes más altos de incremento se alcanzan antes del periodo 2000 - 2001. Mientras que en la
duodécima región las aprehensiones llegan a su techo máximo el año 1999, en la tercera región el
techo se alcanza el año 1997.
En la duodécima región (gráfico 6), el alza comienza el año 1997, con un 11,4% de
crecimiento, mientras que en los años anteriores las cifras se sitúan por debajo del nivel del año 1990.
En 1998 se recupera otra vez el nivel de 1990, con un 0,6% de incremento, mientras que en el año
1999 se registra un crecimiento muy fuerte, que llega al 82% (prácticamente el mismo porcentaje del
año 2001). El año 2000 el crecimiento desciende a 74% y el año 2001 llega a un 81,8%.
En la tercera región (gráfico 7), el alza comienza realmente el año 1996, puesto que en 1995
todavía no se alcanzaba el nivel del año 1992. En 1996 el aumento llega a un 29,5%, en 1997 se
alcanza el nivel máximo con un 59,9%, desciende a menos de 16,7% en 1998, vuelve a subir en 1999
a un 51,2%, desciende a 24,1% en el año 2000 y vuelve a subir el año 2001, a un 59,9%. Es indicativo
que los porcentajes del año 1999 y 2001 coincidan exactamente. Lo mismo ocurre en el caso de la
duodécima región, donde los porcentajes de 1997 y 2001 son diferentes en apenas un caso.
Este grupo caracteriza a dos regiones con un crecimiento moderado de las aprehensiones de
menores en el periodo considerado. En ambos casos, las regiones presentan una evolución
cambiante, con por lo menos dos ciclos de alzas y bajas. El resultado final al alza, se explica en parte
por el ascenso experimentado durante el año 2001.
La novena región se caracteriza por tres ciclos, que tienden al alza (gráfico 8), según tres
periodos: 1990 – 1994 (en que el año más alto es 1992, con un 20,6% de incremento, y el año más
bajo es 1994, con un crecimiento negativo de –7,1%), 1994 – 1998 (el año más alto es 1995, con un
12,8% de incremento, y el año más bajo es 1998, con un crecimiento de 1,5%) y 1998 – 2001 (en que
el año más bajo es el inicial, con el 1,5% ya indicado, y el año más alto es el último, con 34,9%. En el
año 2000 el incremento llegó a 24,4% y el año 1999 a 18,6%).
La primera región (gráfico 9) presenta dos ciclos muy parecidos, con leve tendencia al alza, y
con el año 2001 como inicio de un tercero. El primer ciclo va desde 1990 a 1994 (1992 es el año más
6
alto, con un 24,7% y 1994 el más bajo, con crecimiento negativo de -7,2%). El segundo ciclo va de
1994 a 2000 (con un 29,8% de incremento el año 1996 y un crecimiento negativo al año 2000, de -
1,8%).
El último grupo caracteriza a cuatro regiones, con crecimiento bajo o con disminución de las
aprehensiones en el periodo considerado. Tres de las cuatro regiones crecen menos de un 10% en el
periodo, mientras que la restante, la metropolitana, presenta una disminución de 3,6%. Las regiones
no presentan evoluciones comparables, siendo quizá la única característica en común haber
alcanzado las mayores cotas de crecimiento antes del periodo 2000 – 2001.
La séptima región (gráfico 10) tuvo los porcentajes más altos de crecimiento hacia la mitad de
la década, con un 22,4% de aumento en 1995, 31,4% de aumento en 1996 y 12,6% en 1997. Los años
anteriores y posteriores presentan porcentajes de crecimiento mucho más bajos, con disminuciones
los años 1991, 1993, 1994 y 1998, y aumentos leves los años 1992 (4,3%), 1999 (2,1%) y 2000 (0,1%),
para cerrar el año 2001 con una cifra de 9,2% de incremento.
La sexta región (gráfico 11) se caracteriza por fuertes alzas, que se ven compensadas por
disminuciones no menos pronunciadas. Entre el año 1991 y el año 1994 hubo una disminución
creciente, que comenzó a revertirse a partir del año 1995 (19,2% de disminución), repunte que alcanzó
un 24% en 1996. En 1997 y 1998 los porcentajes cayeron, aumentando nuevamente en 1999, año en
que se alcanzó el máximo incremento, con un 29,2%. El año 2000 hubo una disminución drástica, para
subir nuevamente el año 2001 al 6,5%.
La segunda región (gráfico 12) presenta una evolución separable en dos periodos. El primero,
que va de 1990 a 1995, comienza con una curva de crecimiento y continúan con una tendencia a la
baja. El año 1991 se alcanza un incremento de 19,6%, muy similar al año 1992, en que el incremento
llega a 19,4%. Entre 1993 y 1994 se produce una fuerte caída, que se revierte algo el año 1995 (9,1%
de disminución). El ciclo termina en un punto más bajo que en 1990. El segundo periodo comienza
con el alza de 1996, que en 1997 llega a 29,2%. El año 1998 hay una caída al 13,2%, que se revierte
en 1999, cuando se llega a un 25%. A partir de ese año continúa el ciclo de baja, con cifras de 12,3%
en 2000 y 4,5% en 2001. La región es la única en que se produce una disminución el año 2001, lo que
hace pensar que en el año 2002 continuará la tendencia a la baja, llegando posiblemente a una
cantidad negativa.
7
Por último, la región metropolitana (gráfico 13) es la única en todo el país en la cual se ha
registrado una disminución neta de las aprehensiones entre 1990 y 2001. La disminución no es sólo
de los últimos años, sino que involucra la mayor parte del periodo. De hecho, sólo entre 1990 y 1992
las aprehensiones se situaron por sobre el índice 100 (con un máximo de 16,6% de incremento en
1991). Entre 1993 y 1998 la disminución de las aprehensiones bordeó el 25%, lo mismo que el año
2000 (25,1% de disminución). De no mediar el año 2001, la disminución de as aprehensiones se habría
situado en torno al 25% al final del periodo. En tal sentido, la región parece verse claramente afectada
por las coyunturas que identificáramos como de preocupación pública por la “seguridad ciudadana”
(años 1991 y 1999).
En síntesis, las regiones que tienden al aumento de las aprehensiones son la undécima, la
quinta, la octava, la cuarta, la décima y la duodécima. La novena región presenta un aumento leve.
Las regiones la tercera y la séptima presentan una estabilización, después de un alza. Las regiones
que permanecen estables son la primera, la segunda y la sexta, aunque con alzas y bajas. Por último,
la región metropolitana disminuye sus aprehensiones.
En cuanto al comportamiento de las detenciones de adultos, en todas las regiones hay una
disminución como resultado final. Las bajas más pronunciadas se producen en las regiones séptima
y sexta, con casi un 50% de disminución. En todos las regiones, el porcentaje más alto de detenciones
se registró el año 1992. Por último, llama la atención que el año 2001 se produjeron fuertes caídas en
las detenciones (con excepción de la región metropolitana).
8
Por otra parte, las aprehensiones de menores se incrementan en tres puntos porcentuales a
lo largo del periodo, en relación con las de adultos. En 1990 representaban un 7,2 % del total de
detenciones y en el 2001 llegaron a un 10,2%. Cabe observar, sin embargo, que al año 2000 todavía
representaban un 7,7% del total, como se aprecia en el gráfico 1.
Los datos del gráfico 2 muestran que hay entre 2000 y 2500 aprehensiones de menores al
año, sobre una población que supera los 140.000 menores de 18 años de edad, en la región. Con ello,
alcanzan en promedio un 1,7% de aprehensiones de menores anuales en relación con su grupo de
edad.
En segundo lugar, se sitúa la agrupación “delitos menores”, con 444 aprehensiones promedio
(19,2% del total), que incluye un conjunto de infracciones de escasa importancia como: comercio
ambulante, aprehensión por sospecha, ley electoral, juegos de azar, pendencia, infracción a
reglamentos municipales, conducir sin licencia, entre otros. En tercer lugar, se sitúan los “desórdenes”,
con 368 aprehensiones promedio (15,9%).
Le siguen:
En general, se observa una mayor presencia de las causales “ebriedad y consumo de alcohol”,
“delitos menores” y “desórdenes” en relación con el promedio nacional. En este último caso, se duplica
dicho promedio. En cambio, las aprehensiones por “ley de menores” y por “hurtos”, presentan una baja
incidencia en términos comparados. También es algo menor el porcentaje de “robos”. Dada las
características que se atribuye a la región, llama la atención la relativamente baja incidencia de
aprehensiones por ley de drogas.
Por “robo con fuerza en las cosas” se detuvo a un 10,2% de menores de edad (237)
10
En tanto, un 9% de menores (209) fueron aprehendidos por “delitos reparables”, como hurto
y daños. En el Código Procesal Penal se definen como susceptibles de acuerdos reparatorios los
delitos contra bienes disponibles de carácter patrimonial, los delitos culposos y las lesiones menos
graves. Para efectos de este estudio, se incluye los delitos que se señalan.
Por “protección” (ley de menores) fueron aprehendidos un 8,4% de menores de edad (194)
En este período se registró un 4,6% de aprehensiones a menores de edad por “delitos contra
la integridad física o la vida de las personas” (106). Se considera en esta categoría el homicidio, las
lesiones graves y menos graves, la violación y el robo con intimidación o violencia2. Sin embargo, cabe
señalar que esta última materia no es totalmente representativa de la afectación de la integridad física
o la vida de las personas, puesto que incluye desde amenazas a violencia, pasando por la figura “robo
por sorpresa”, conocido coloquialmente como “lanzazo”. Sólo a partir del año 2000, se distingue en la
información de Carabineros el robo por sorpresa del robo con intimidación o violencia, lo que impide
desagregarlo en este estudio. Además, sólo a partir de 1995 se comienza a diferenciar entre “robo con
intimidación o violencia” y “robo con fuerza en las cosas”, a partir de prioridades institucionales y no
necesariamente por la significación estadística del dato 3
Finalmente, se registra un 1,5% de aprehensiones por “otros delitos” (33). Consideramos en
esta categoría el tráfico de drogas, “otros delitos contra la seguridad del Estado”, “otros delitos contra
la propiedad” y “otros delitos contra la libertad sexual” (fundamentalmente abusos sexuales).
En general, las aprehensiones por “faltas” son muy superiores al promedio nacional, mientras
que las aprehensiones por “delitos menores” y “protección” (ley de menores) se sitúan por debajo.
También son inferiores al promedio nacional las aprehensiones por “delitos contra la vida o la
integridad física”.
Principales conclusiones
5. La proporción de aprehensiones de menores de edad en relación con los adultos es baja (7,3% en
promedio) y se incrementa en tres puntos porcentuales a lo largo del periodo, pasando de un 7,2%
2 En lo que respecta a los robos, cuando hablamos de robos con violencia en las personas, nos estamos refiriendo a los
casos en que dicha conducta típica va aparejada de resultado de muerte (robo con homicidio), violación, lesiones
gravísimas, o bien, cuando se emplea violencia, intimidación en las personas, y también cuando se actúa por sorpresa
(Ver artículos 433 y 436, del Código Penal). Cuando hablamos de robo con fuerza en las cosas, nos referimos al que se
comete en lugar destinado a la habitación o en sus dependencias, al perpetrado en lugares no destinados a la habitación
y al que se produce en bienes nacionales de uso público (Ver artículos 440, 442 y 443, del Código Penal).
3 El dato ha estado sometido a grandes fluctuaciones durante un periodo muy corto, lo que impide un análisis confiable.
Estudios posteriores, de carácter cualitativo sobre esta causal, a partir de una comparación entre la calificación policial y
la calificación judicial, podría arrojar más luces sobre la evolución de esta causal.
11
7. En términos de composición de las aprehensiones, según un promedio de los últimos siete años,
el 24,7% de las aprehensiones tuvo como causal la “ebriedad y consumo de alcohol en la vía
pública”. Le sigue la agrupación “delitos menores”, con un 19,2% del total. Sumando al porcentaje
anterior las aprehensiones por “desórdenes”, que le sigue en orden de importancia, con un 15,9%,
la agrupación “ley de menores”, con un 8,4%, los “daños” (4,7%), las lesiones leves (3,4%) y el
consumo de drogas (3,2%), se llega a un total de 79,5% de aprehensiones, lo que quiere decir
que más de 3 de cada 4 menores son detenidos por delitos menores, faltas o por causales
que no constituyen infracciones a la ley penal.
8. En contraste con lo anterior, se constató que un 4,6% de los menores fue aprehendido por delitos
contra la integridad física o la vida de las personas (106 detenciones anuales en promedio). En
esta categoría, se incluyeron los delitos de robo con intimidación o violencia, homicidio, lesiones
(graves y menos graves) y violación.
12
Por otra parte, las aprehensiones de menores, se incrementan en dos puntos porcentuales a
lo largo del periodo, en relación con las de adultos. En 1990 representaban un 8,4% del total de
detenciones y en el 2001 llegaron a un 10,5%. Cabe observar, sin embargo, que al año 2000 todavía
representaban un 8,1% del total, como se aprecia en el gráfico 1.
Los datos del gráfico 2 muestran que hay cerca de 2000 aprehensiones de menores al año,
sobre una población que supera los 200.000 menores de 18 años de edad, en la región.
Sin embargo, las aprehensiones de menores de 18 años en relación con su grupo de edad se
mantienen estables, en una cifra de 1,1%, entre los años 1990 y 2001.
En segundo lugar, se sitúa “desórdenes”, con 424 aprehensiones promedio (17,8%); en tercer
lugar, la agrupación "delitos menores”, con 407 aprehensiones promedio (17,1% del total), que incluye
13
Le siguen:
En general, se observa una escasa participación de las aprehensiones por “ley de menores”, en
relación con otras regiones del país; mientras que se observa una alta participación de las
aprehensiones por “desórdenes”.
En tanto, un 14,3% de menores (340) fueron aprehendidos por “delitos reparables”, como hurto
y daños.
Asimismo, se detuvo a un 11,4% de menores de edad (271) por el delito de robo con fuerza en
las cosas.
Por “protección” (ley de menores) fueron aprehendidos un 8,1% de menores de edad (192)
14
En este período se registró un 4,5% de aprehensiones a menores de edad por “delitos contra la
integridad física o la vida de las personas” (107). El porcentaje regional de aprehensiones por esta
clase de delitos es inferior al promedio nacional.
Principales conclusiones
5. La proporción de aprehensiones de menores de edad en relación con los adultos es baja (8,5%
en promedio) y se incrementan en dos puntos porcentuales a lo largo del periodo, pasando de un
8,4% de aprehensiones en 1990, a 10,5% en el año 2001. Anualmente se realizan 2.316
aprehensiones de menores en la región.
7. En términos de composición de las aprehensiones, según un promedio de los últimos siete años,
la “ebriedad y el consumo de alcohol” es la principal causal de aprehensión registrada en este
período, con un 20,6% del total de aprehensiones. Le sigue “desórdenes”, con 17,8%. Sumando
al porcentaje anterior la agrupación "delitos menores” (17,1%), “ley de menores” (8,1%), daños
(4,7%), las lesiones leves (3%) y el consumo de drogas (1,9%), se llega a un total de 73,2% de
aprehensiones, lo que quiere decir que aproximadamente 3 de cada 4 menores son detenidos
por delitos menores, faltas o por causales que no constituyen infracciones a la ley penal.
8. En contraste con lo anterior, se constató que un 4,5% de los menores fue aprehendido por delitos
contra la integridad física o la vida de las personas (107 aprehensiones anuales en promedio). En
esta categoría, se incluyeron los delitos de robo con intimidación o violencia, homicidio, lesiones
(graves y menos graves) y violación.
15
Por otra parte, las aprehensiones de menores se incrementan en casi cuatro puntos
porcentuales a lo largo del periodo, en relación con las de adultos. En 1990 representaban un 7,4%
del total de detenciones y en el 2001 llegaron a un 11,3%. Cabe observar, sin embargo, que en los
años 1997 y 1999 su representación superaba también el 10%, como se aprecia en el gráfico 1.
Los datos del gráfico 2 muestran que hay cerca de 1.200 aprehensiones de menores al año,
sobre una población que supera los 100.000 menores de 18 años de edad, en la región. Con ello,
alcanzan en promedio aproximadamente un 1,2% de aprehensiones de menores anuales en relación
con su grupo de edad.
que representa el 31,9% del total de aprehensiones, segundo porcentaje más alto en relación al
promedio nacional en esta categoría, que alcanza al 18,8%.
En segundo lugar se sitúan los “desórdenes”, con 209 aprehensiones promedio (15,5%). En
tercer lugar, se sitúa la categoría “robo”, con 192 aprehensiones promedio anuales (14,2%).
Le siguen:
Por “protección” (ley de menores) fueron aprehendidos un 4,9% de menores de edad (66)
En tanto, un 10,5% de menores (142) fueron aprehendidos por “delitos reparables”, como
hurto y daños.
Asimismo, se detuvo a un 11,9% de menores de edad (160) por el delito de robo con fuerza
en las cosas.
17
En este período se registró un 4,8% de aprehensiones a menores de edad por “delitos contra
la integridad física o la vida de las personas” (64).
Principales conclusiones
7. En términos de composición de las aprehensiones, según un promedio de los últimos siete años,
el 31,9% tuvo como causal la “ebriedad y consumo de alcohol en la vía pública”, seguido de los
“desórdenes”, con 15,5%. Sumando al porcentaje anterior la agrupación “delitos menores”, que le
sigue en orden de importancia con un 13,5% del total, “protección” (4,9%) los daños (4,7%), las
lesiones leves (4,7%) y el consumo de drogas (1,1%), se llega a un total de 76,3% de
aprehensiones, lo que quiere decir que 3 de cada 4 menores son detenidos por delitos
menores, faltas o por causales que no constituyen infracciones a la ley penal.
8. En contraste con lo anterior, se constató que un 4,8% de los menores fue aprehendido por delitos
contra la integridad física o la vida de las personas (64 detenciones anuales en promedio), lo que
constituye un porcentaje inferior al promedio nacional. En esta categoría, se incluyeron los delitos
de robo con intimidación o violencia, homicidio, lesiones (graves y menos graves) y violación.
18
Por otra parte, las aprehensiones de menores se incrementan en seis puntos porcentuales a
lo largo del periodo, en relación con las de adultos. En 1990 representaban un 6,1% del total de
detenciones y en el 2001 llegaron a un 12,6% (una de las proporciones más altas del país en términos
relativos). Cabe observar, sin embargo, que al año 2000 todavía representaban un 9,1% del total,
como se aprecia en el gráfico 1.
Los datos del gráfico 2 muestran que hay cerca de 1.300 aprehensiones de menores al año,
sobre una población que supera los 210.000 menores de 18 años de edad, en la región. Con ello,
alcanzan en promedio aproximadamente un 0,7% de aprehensiones de menores anuales en relación
con su grupo de edad.
En segundo lugar, se sitúan los “desórdenes”, con 340 aprehensiones promedio (20,2% del
total). En tercer lugar se sitúa la agrupación "delitos menores” con 244 aprehensiones promedio
anuales (14,5%).
Le siguen:
En general, se observa una situación parecida a la tercera región, con una mayor participación
de la categoría “ebriedad y consumo de alcohol” en relación con otras regiones del país, por encima
del promedio nacional. Es también muy significativa la participación de los “desórdenes” (más que
duplica el promedio nacional). En cambio, el peso relativo de la categoría “ley de menores” es muy
inferior, alcanzando la tercera parte del promedio nacional. La participación de los robos es inferior al
promedio nacional. Los delitos por ley de drogas son escasos.
20
Por “protección” (ley de menores) fueron aprehendidos un 7,2% de menores de edad (121)
En tanto, un 12,6% de menores (212) fueron aprehendidos por “delitos reparables”, como
hurto y daños.
Asimismo, se detuvo a un 10,7% de menores de edad (179) por el delito de robo con fuerza
en las cosas.
En este período se registró un 4,9% de aprehensiones a menores de edad por “delitos contra
la integridad física o la vida de las personas” (84).
Principales conclusiones:
6. La proporción de aprehensiones de menores de edad en relación con los adultos es baja (7,7% en
promedio), aunque se sitúa por sobre el promedio nacional, ocupando el tercer lugar en mayor
peso relativo en relación con las detenciones de adultos. Por otra parte, se incrementan en seis
puntos porcentuales a lo largo del periodo, pasando de un 6,1% de aprehensiones en 1990, a
12,6% en el año 2001 (una de las proporciones más altas del país en términos relativos).
Anualmente se realizan unas 1.300 aprehensiones de menores en la región.
9. En términos de composición de las aprehensiones, según un promedio de los últimos siete años,
el 24,1% tuvo como causal la “ebriedad y consumo de alcohol en la vía pública”, seguida de las
aprehensiones por “desórdenes”, con un 20,2% del total. Sumando a las causales anteriores las
aprehensiones por “delitos menores”, que le sigue en orden de importancia con un 14,5% del total,
por “protección” (7,2%) daños (4,5%), las lesiones leves (3,2%) y el consumo de drogas (1,2%),
se llega a un total de 74,9% de aprehensiones, lo que quiere decir que 3 de cada 4 menores son
detenidos por delitos menores, faltas o por causales que no constituyen infracciones a la
ley penal.
10. En contraste con lo anterior, se constató que un 4,9% de los menores fue aprehendido por delitos
contra la integridad física o la vida de las personas (84 detenciones anuales en promedio). En esta
categoría, se incluyeron los delitos de robo con intimidación o violencia, homicidio, lesiones
(graves y menos graves) y violación.
22
Por otra parte, las aprehensiones de menores se incrementan en casi seis puntos
porcentuales a lo largo del periodo, en relación con las de adultos. En 1990 representaban un 5,8 %
del total de detenciones y en el 2001 llegaron a un 11,6%. Cabe observar, sin embargo, que al año
2000 todavía representaban un 8,7% del total, como se aprecia en el gráfico 1.
Los datos del gráfico 2 muestran que hay cerca de 5.300 aprehensiones de menores al año,
sobre una población que supera los 500.000 menores de 18 años de edad, en la región. Con ello,
alcanzan en promedio un 1% de aprehensiones de menores anuales en relación con su grupo de
edad, lo que sitúa a la región en el promedio nacional.
Le siguen:
Por “protección” (ley de menores) fueron aprehendidos un 23,9% de menores de edad (1.450)
En tanto, un 10,9% de menores (665) fueron aprehendidos por “delitos reparables”, como
hurto y daños.
Asimismo, se detuvo a un 12,5% de menores de edad (762) por el delito de robo con fuerza
en las cosas.
24
En este período se registró un 4,7% de aprehensiones a menores de edad por “delitos contra
la integridad física o la vida de las personas” (284).
Principales conclusiones
5. La proporción de aprehensiones de menores de edad en relación con los adultos es baja (7,8% en
promedio) y se incrementan en casi seis puntos porcentuales a lo largo del periodo, pasando de
un 5,8% de aprehensiones en 1990, a un 11,6% en el año 2001. Anualmente se realizan 5.300
aprehensiones de menores en la región, en promedio.
7. En términos de composición de las aprehensiones, según un promedio de los últimos siete años,
el 23,9% tuvo como causal la aplicación de la ley de menores, que no se refiere a infracciones a
la ley penal sino a necesidad de asistencia y protección. Le siguen las aprehensiones por
“ebriedad y consumo de alcohol en la vía pública”, con un 18,2% del total. Sumando al porcentaje
anterior la agrupación “delitos menores”, que le sigue en orden de importancia con un 16,7% del
total, los desórdenes (7,4%), los daños (2,8%), las lesiones leves (2,1%) y el consumo de drogas
(2,3%), se llega a un total de 73,4% de aprehensiones, lo que quiere decir que aproximadamente
3 de cada 4 menores son detenidos por delitos menores, faltas o por causales que no
constituyen infracciones a la ley penal.
8. En contraste con lo anterior, se constató que un 4,7% de los menores fue aprehendido por delitos
contra la integridad física o la vida de las personas (284 detenciones anuales en promedio). En
esta categoría, se incluyeron los delitos de robo con intimidación o violencia, homicidio, lesiones
(graves y menos graves) y violación.
25
Por otra parte, las aprehensiones de menores se incrementan menos de dos puntos
porcentuales a lo largo del periodo, manteniéndose muy por debajo de la tendencia nacional. En 1990
representaban un 4,9% del total de detenciones y en el 2001 llegaron a un 6,7%. Cabe
observar, sin embargo, que al año 2000 representaban un 3,3% del total, como se aprecia en el gráfico
1.
Los datos del gráfico 2 muestran que hay cerca de 1.700 aprehensiones de menores al año,
sobre una población que supera los 270.000 menores de 18 años de edad, en la región. Con ello,
alcanzan en promedio aproximadamente un 0,6% de aprehensiones de menores anuales en relación
con su grupo de edad.
En segundo lugar, se sitúa la agrupación "delitos menores”, con 426 aprehensiones promedio
(23,3% del total). En tercer lugar, se sitúan los “robos”, con 276 aprehensiones promedio anuales
(15,1%);
Le siguen:
Por “protección” (ley de menores) fueron aprehendidos un 8,2% de menores de edad (150)
En tanto, un 15,6% de menores (284) fueron aprehendidos por “delitos reparables”, como
hurto y daños.
Asimismo, se detuvo a un 13,1% de menores de edad (239) por el delito de robo con fuerza
en las cosas.
En este período se registró un 4,1% de aprehensiones a menores de edad por “delitos contra
la integridad física o la vida de las personas” (74).
27
Principales conclusiones
7. En términos de composición de las aprehensiones, según un promedio de los últimos siete años,
el 24,4% tuvo como causal la “ebriedad y consumo de alcohol en la vía pública”, seguida de las
aprehensiones por “delitos menores” con un 23,3% del total. Sumando a las causales anteriores
las aprehensiones por “ley de menores” (8,2%), “desórdenes” (4,7%), daños (4,7%), lesiones leves
(2,7%) y consumo de drogas (1,3%), se llega a un total de 69,3% de aprehensiones, lo que quiere
decir que entre 2 de cada 3 y 3 de cada 4 menores son detenidos por delitos menores, faltas
o por causales que no constituyen infracciones a la ley penal.
8. En contraste con lo anterior, se constató que un 4,1% de los menores fue aprehendido por delitos
contra la integridad física o la vida de las personas (74 detenciones anuales en promedio). En esta
categoría, se incluyeron los delitos de robo con intimidación o violencia, homicidio, lesiones
(graves y menos graves) y violación.
I
28
Por otra parte, las aprehensiones de menores se incrementan en casi cinco puntos
porcentuales a lo largo del periodo, en relación con las de adultos. En 1990 representaban un 5,5 %
del total de detenciones y en el 2001 llegaron a un 10,1%. Cabe observar, sin embargo, que al año
2000 todavía representaban un 7,6% del total, como se aprecia en el gráfico 1.
Los datos del gráfico 2 muestran que hay cerca de 2.200 aprehensiones de menores al año,
sobre una población que supera los 400.000 menores de 18 años de edad, en la región. Con ello,
alcanzan en promedio un 0,6 % de aprehensiones de menores anuales en relación con su grupo de
edad, lo que sitúa a la región por debajo del promedio nacional.
Al mismo tiempo, las aprehensiones de menores de 18 años en relación con su grupo de edad
aumentan ligeramente, al pasar de 0,5% en 1990 a 0,6% en el año 2001.
En segundo lugar, se sitúa la agrupación "delitos menores”, con 440 aprehensiones promedio
(19% del total). En tercer lugar, se sitúa la agrupación “ebriedad y consumo de alcohol en la vía
pública”, con 381 aprehensiones promedio anuales (16,3%).
Le siguen:
Por “protección” (ley de menores) fueron aprehendidos un 20,7% de menores de edad (483)
En tanto, un 15,4% de menores (360) fueron aprehendidos por “delitos reparables”, como
hurto y daños.
Asimismo, se detuvo a un 14,2% de menores de edad (331) por el delito de robo con fuerza
en las cosas.
30
Principales conclusiones
5. La proporción de aprehensiones de menores de edad en relación con los adultos es baja (6,2% en
promedio) y se incrementan en cerca de cinco puntos porcentuales a lo largo del periodo, pasando
de un 5,5% de aprehensiones en 1990, a un 10,1% en el año 2001. Anualmente se realizan 2.212
aprehensiones de menores en la región.
7. En términos de composición de las aprehensiones, según un promedio de los últimos siete años,
el 20,7% tuvo como causal la aplicación de la ley de menores, que no se refiere a infracciones a
la ley penal sino a necesidad de asistencia y protección. Le siguen las aprehensiones por “delitos
menores”, con un 19% del total. Sumando al porcentaje anterior la agrupación “ebriedad y
consumo de alcohol en la vía pública”, que le sigue en orden de importancia con un 16,3% del
total, los desórdenes (3,8%), los daños (3,6%), las lesiones leves (2,5%) y el consumo de drogas
(1,3%), se llega a una cifra de 67,2% de aprehensiones, lo que quiere decir que
aproximadamente 2 de cada 3 menores son detenidos por delitos menores, faltas o por
causales que no constituyen infracciones a la ley penal.
8. En contraste con lo anterior, se constató que un 5% de los menores fue aprehendido por delitos
contra la integridad física o la vida de las personas (117 detenciones anuales en promedio). En
esta categoría, se incluyeron los delitos de robo con intimidación o violencia, homicidio, lesiones
(graves y menos graves) y violación.
31
Por otra parte, las aprehensiones de menores se incrementan en cuatro puntos porcentuales
a lo largo del periodo, en relación con las de adultos. En 1990 representaban un 6% del total de
detenciones y en el 2001 llegaron a un 11,2%. Cabe observar, sin embargo, que al año 2000 todavía
representaban un 9% del total, como se aprecia en el gráfico 1.
Los datos del gráfico 2 muestran que hay cerca de 5.700 aprehensiones de menores al año,
sobre una población que supera los 700.000 menores de 18 años de edad, en la región. Con ello,
alcanzan en promedio un 1% de aprehensiones de menores anuales en relación con su grupo de
edad.
En segundo lugar, se sitúan los “robos”, con 1.129 aprehensiones en promedio (16,4% del
total). En tercer lugar, se sitúa la agrupación "delitos menores”, con 1.120 aprehensiones promedio
(16,3%).
Le siguen:
• Ebriedad y consumo de alcohol en la vía pública, con 936 aprehensiones promedio anuales
(13,6%).
• Hurto, con 776 aprehensiones promedio (11,3%);
• Desórdenes, con 539 aprehensiones promedio (7,8%);
• Daños y lesiones leves, con 203 y 201 aprehensiones, respectivamente (2,9%);
• Consumo de drogas, con 156 aprehensiones (2,3%);
• Lesiones graves y menos graves, con 129 aprehensiones (1,9%);
• Delitos contra la seguridad del Estado, con 28 aprehensiones (0,4%);
• Otros delitos contra la propiedad, otros delitos contra la libertad sexual y homicidio, con 20, 20 y
19 aprehensiones anuales, respectivamente (0,3%);
• Tráfico de drogas y violación, con 14 y 12 aprehensiones, respectivamente (0,2%);
Por “protección” (ley de menores) fueron aprehendidos un 22,9% de menores de edad (1.576).
En tanto, un 14,2% de menores (979) fueron aprehendidos por “delitos reparables”, como
hurto y daños.
Asimismo, se detuvo a un 13% de menores de edad (893) por el delito de robo con fuerza en
las cosas.
33
En este período se registró un 5,8% de aprehensiones a menores de edad por “delitos contra
la integridad física o la vida de las personas” (397).
Principales conclusiones
5. La proporción de aprehensiones de menores de edad en relación con los adultos es baja (6,5% en
promedio) y se incrementan en cuatro puntos porcentuales a lo largo del periodo, pasando de un
6% de aprehensiones en 1990, a 11,2% en el año 2001. Anualmente se realizan, en promedio,
5.700 aprehensiones de menores en la región.
7. En términos de composición de las aprehensiones, según un promedio de los últimos siete años,
el 22,9% tuvo como causal la aplicación de la ley de menores, que no se refiere a infracciones a
la ley penal sino a necesidad de asistencia y protección. Sumando al porcentaje anterior la
agrupación “delitos menores”, con 16,3% del total, las aprehensiones por “ebriedad y consumo de
alcohol en la vía pública”, con un 13,6% del total, los desórdenes (7,8%), los daños (2,9%), las
lesiones leves (2,9%) y el consumo de drogas (2,3%), se llega a un total de 68,7% de
aprehensiones, lo que quiere decir que aproximadamente 2 de cada 3 menores son detenidos
por delitos menores, faltas o por causales que no constituyen infracciones a la ley penal.
8. En contraste con lo anterior, se constató que un 5,8% de los menores fue aprehendido por delitos
contra la integridad física o la vida de las personas (397 detenciones anuales en promedio). En
esta categoría, se incluyeron los delitos de robo con intimidación o violencia, homicidio, lesiones
(graves y menos graves) y violación.
34
II.9. IX Región
Por otra parte, las aprehensiones de menores se incrementan en dos puntos porcentuales a
lo largo del periodo, en relación con las de adultos. En 1990 representaban un 6,2% del total de
detenciones y en el 2001 llegaron a un 8,2%. Cabe observar, sin embargo, que al año 2000
representaban un 4,5% del total, como se aprecia en el gráfico 1.
Los datos del gráfico 2 muestran que hay cerca de 2.200 aprehensiones de menores al año,
sobre una población que bordea los 400.000 menores de 18 años de edad, en la región. Con ello,
alcanzan en promedio un 0,6% de aprehensiones de menores anuales en relación con su grupo de
edad, situándose por debajo del promedio nacional.
3. Evolución de las aprehensiones de menores y adultos, según base 100, 1990 –2001,
Gráfico 3.
aprehensiones de menores en el periodo fue de un 34,9%, mientras que al año 2000 alcanzaba un
24,4% de crecimiento.
En tanto, un 16,1% de menores (372) fueron aprehendidos por “delitos reparables”, como
hurto y daños.
Asimismo, se detuvo a un 12,5% de menores de edad (290) por el delito de robo con fuerza
en las cosas.
Por “protección” (ley de menores) fueron aprehendidos un 10,7% de menores de edad (248)
Principales conclusiones
6. La proporción de aprehensiones de menores de edad en relación con los adultos es baja (5,6% en
promedio) y se incrementan en dos puntos porcentuales a lo largo del periodo, pasando de un
6,2% de aprehensiones en 1990, a un 8,2% en el año 2001. Anualmente se realizan 2.221
aprehensiones de menores en la región.
8. En términos de composición de las aprehensiones, según un promedio de los últimos siete años,
el 22,1% tuvo como causal la materia “Delitos menores”, seguido de la agrupación ”Ebriedad y
consumo de alcohol en la vía pública”, con un 20,9%. Sumando a las causales anteriores, las
aprehensiones por “Ley de menores” (10,7%), los desórdenes (6%), los daños (4,4%), las lesiones
leves (3,4%) y el consumo de drogas (0,7%), se llega a un total de 68,2% de aprehensiones, lo
que quiere decir que aproximadamente 2 de cada 3 menores son detenidos por delitos
menores, faltas o por causales que no constituyen infracciones a la ley penal.
9. En contraste con lo anterior, se constató que un 6% de los menores fue aprehendido por delitos
contra la integridad física o la vida de las personas (139 detenciones anuales en promedio). En
esta categoría, se incluyeron los delitos de robo con intimidación o violencia, homicidio, lesiones
(graves y menos graves) y violación.
37
Por otra parte, las aprehensiones de menores se incrementan en tres puntos porcentuales a
lo largo del periodo, en relación con las de adultos. En 1990 representaban un 5,1% del total de
detenciones y en el 2001 llegaron a un 8,1%. Cabe observar, sin embargo, que al año 2000 todavía
representaban un 5,3% del total, como se aprecia en el gráfico 1
Los datos del gráfico 2 muestran que hay cerca de 3000 aprehensiones de menores al año,
sobre una población que supera los 370.000 menores de 18 años de edad, en la región. Con ello,
alcanzan en promedio un 0,7% de aprehensiones de menores anuales con relación a su grupo de
edad.
En segundo lugar, se sitúa la categoría “delitos menores” con 530 aprehensiones promedio
(15,3% del total). En tercer lugar, se sitúan los “robos”, con 503 aprehensiones promedio anuales
(14,6%).En cuarto lugar, la categoría “ley de menores”, con 411aprehensiones promedio anuales
(11,9%).
Le siguen:
En tanto, un 15,8% de menores (544) fueron aprehendidos por “delitos reparables”, como
hurto y daños.
Asimismo, se detuvo a un 12,5% de menores de edad (433) por el delito de robo con fuerza
en las cosas.
Por “protección” (ley de menores) fueron aprehendidos un 11,9% de menores de edad (411).
39
En este período se registró un 5,9% de aprehensiones a menores de edad por “delitos contra
la integridad física o la vida de las personas” (205).
Principales conclusiones
7. En términos de composición de las aprehensiones, según un promedio de los últimos siete años,
la “ebriedad y el consumo de alcohol” es la principal causal de aprehensión registrada en este
periodo, con un 28,1% del total de aprehensiones. Le siguen las aprehensiones por “delitos
menores”, con un 15,3%. Sumando al porcentaje anterior la agrupación “ley de menores”, con un
11,9% del total, los desórdenes (4,5%), los daños (4%), las lesiones leves (3,5%) y el consumo
de drogas (0,9%), se llega a un total de 69,2% de aprehensiones de menores por faltas, delitos
menores o por causales que no constituyen infracciones a la ley penal.
8. En contraste con lo anterior, se constató que un 5,9% de los menores fue aprehendido por delitos
contra la integridad física o la vida de las personas (205 aprehensiones anuales en promedio). En
esta categoría, se incluyeron los delitos de robo con intimidación o violencia, homicidio, lesiones
(graves y menos graves) y violación.
40
II.11. XI Región.
Durante los últimos 12 años, de un promedio anual de 4.550 detenciones anuales en la región,
un promedio de 6,1% (276 aprehensiones) correspondió a menores de edad. Lo anterior da cuenta de
la baja participación de los menores de 18 años, respecto al total de detenciones registradas en la
región. Adicionalmente, esta cifra se sitúa por debajo del promedio nacional de 6,9% de aprehensiones
totales de menores en el país.
Los datos del gráfico 2 muestran que hay cerca de 270 aprehensiones de menores al año,
sobre una población que supera los 35.000 menores de 18 años de edad, en la región. Con ello,
alcanzan en promedio aproximadamente un 1% de aprehensiones de menores anuales en relación
con su grupo de edad.
En segundo lugar, se sitúan los “robos”, con 52 aprehensiones promedio anuales (15,2%). En
tercer lugar, se sitúa la agrupación "delitos menores”, con 47 aprehensiones promedio (13,9% del
total).
Le siguen:
Por “protección” (ley de menores) fueron aprehendidos un 0,9% de menores de edad (3)
En tanto, un 16% de menores (55) fueron aprehendidos por “delitos reparables”, como hurto
y daños.
Asimismo, se detuvo a un 14,4% de menores de edad (49) por el delito de robo con fuerza en
las cosas. En tal sentido, llama la atención la fuerte participación de la categoría en relación con el
total de los robos que, en conjunto, representan el señalado 15,2%.
42
En este período se registró un 6,1%de aprehensiones a menores de edad por “delitos contra
la integridad física o la vida de las personas” (21).
Principales conclusiones
5. La proporción de aprehensiones de menores de edad en relación con los adultos es baja (6,1% en
promedio), pero se incrementan en 11 puntos porcentuales a lo largo del periodo, pasando de un
3,1% de aprehensiones en 1990, a 14,3% en el año 2001. Anualmente se realizan
aproximadamente 270 aprehensiones de menores en la región.
7. En términos de composición de las aprehensiones, según un promedio de los últimos siete años,
el 37,6% tuvo como causal la “ebriedad y consumo de alcohol en la vía pública”, seguida de las
aprehensiones por “robo”, con un 15,2% del total. Si se suma a la “ebriedad y consumo de alcohol”,
las aprehensiones por “delitos menores” (13,9%), por los desórdenes (4,9%), daños (6,1%), las
lesiones leves (4,8%) y la “ley de menores” (0,9%), se completa un total de 68,2% de
aprehensiones, lo que quiere decir que aproximadamente 2 de cada 3 menores son detenidos
por delitos menores, faltas o por causales que no constituyen infracciones a la ley penal.
8. En contraste con lo anterior, se constató que un 6,1% de los menores fue aprehendido por delitos
contra la integridad física o la vida de las personas (21 detenciones anuales en promedio). En esta
categoría, se incluyeron los delitos de robo con intimidación o violencia, homicidio, lesiones
(graves y menos graves) y violación.
43
Durante los últimos 12 años, de un promedio anual de 6.289 detenciones anuales en la región,
un promedio de 8,3% (523 aprehensiones) correspondió a menores de edad. Lo anterior da cuenta de
la baja participación de los menores de 18 años, respecto al total de detenciones registradas en la
región. Sin embargo, esta cifra es la tercera más alta en el ámbito nacional, después de las regiones
metropolitana y segunda.
Por otra parte, las aprehensiones de menores se incrementan en casi 10 puntos porcentuales
a lo largo del periodo, en relación con las de adultos. En 1990 representaban un 6,4% del total de
detenciones y en el 2001 llegaron a un 16,1%. Este incremento se produjo a partir del año 1999, en
que se llegó a un 14,4% de participación de aprehensiones de menores en relación con las de adultos,
como se aprecia en el gráfico 1.
Los datos del gráfico 2 muestran que hay más de 500 aprehensiones de menores al año,
sobre una población que supera los 50.000 menores de 18 años de edad, en la región. Con ello,
alcanzan en promedio aproximadamente un 1,3% de aprehensiones de menores anuales en relación
con su grupo de edad.
En segundo lugar, se sitúan los “robos”, con 86 aprehensiones en promedio anuales (14,1%).
En tercer lugar, se sitúan los “desórdenes”, con 80 aprehensiones en promedio (13,1% del total).
Le siguen:
En tanto, un 20,6% de menores (125) fueron aprehendidos por “delitos reparables”, como
hurto y daños.
Asimismo, se detuvo a un 12,3% de menores de edad (75) por el delito de robo con fuerza en
las cosas.
En este período se registró un 5,7% de aprehensiones a menores de edad por “delitos contra
la integridad física o la vida de las personas” (35).
Por “protección” (ley de menores) fueron aprehendidos un 2,2% de menores de edad (13)
45
Principales conclusiones
7. En términos de composición de las aprehensiones, según un promedio de los últimos siete años,
el 27% tuvo como causal la “ebriedad y consumo de alcohol en la vía pública”. Le siguen las
aprehensiones por “robos”, con un 14,1% del total. Sumando a la causal “ebriedad y consumo de
alcohol” las aprehensiones por “desórdenes”; que le sigue en orden de importancia con un 13,1%
del total, los “delitos menores” (12,7%), los “daños” (10,4%), las lesiones leves (4,2%), la ley de
menores (2,2%) y el consumo de drogas (1,2%), se llega a un total de 70,8% de aprehensiones,
lo que quiere decir que entre dos de cada 3 y tres de cada 4 menores son detenidos por
delitos menores, faltas o por causales que no constituyen infracciones a la ley penal.
8. En contraste con lo anterior, se constató que un 5,7% de los menores fue aprehendido por delitos
contra la integridad física o la vida de las personas (35 detenciones anuales en promedio). En esta
categoría, se incluyeron los delitos de robo con intimidación o violencia, homicidio, lesiones
(graves y menos graves) y violación.
46
Los datos del gráfico 2 muestran que hay cerca de 23.000 aprehensiones de menores al año,
sobre una población que supera los 2.100.000 menores de 18 años de edad, en la región. Con ello,
alcanzan en promedio aproximadamente un 1,1% de aprehensiones de menores anuales en relación
con su grupo de edad.
Le siguen:
Por “Protección” (ley de menores) fueron aprehendidos un 26,9% de menores de edad (5.790)
En tanto, un 13,4% de menores (2.880) fueron aprehendidos por “delitos reparables”, como
hurto y daños.
Asimismo, se detuvo a un 8,5% de menores de edad (1.829) por el delito de robo con fuerza
en las cosas.
En este período se registró un 6,1% de aprehensiones a menores de edad por “delitos contra
la integridad física o la vida de las personas” (1.310).
4. Principales conclusiones
5. La proporción de aprehensiones de menores de edad en relación con los adultos es la más alta a
nivel nacional (8,7% en promedio). No obstante, las aprehensiones de menores apenas crecen
durante el periodo. En 1990 eran un 10,1% del total de detenciones y en el año 2001 se llega a
10,3% Al año 2000 el porcentaje era de sólo un 8,4%. Anualmente se realizan unas 23.000
aprehensiones de menores en la región.
48
6. A lo largo de los 12 años considerados, las aprehensiones de menores no crecen sino que
disminuyen en un 3,6%. Al año 2000, dicha disminución alcanzaba a un 25,3%.
7. En términos de composición de las aprehensiones, según un promedio de los últimos siete años,
el 26,9% tuvo como causal la aplicación de la ley de menores, que no se refiere a infracciones a
la ley penal sino a necesidad de asistencia y protección. Le siguen las aprehensiones por
“ebriedad y consumo de alcohol en la vía pública”, con un 16,2% del total. Sumando al porcentaje
anterior la agrupación “delitos menores”, que le sigue en orden de importancia con un 14% del
total, los desórdenes (7,2%), los daños (2,6%), las lesiones leves (1,9%) y el consumo de drogas
(4,2%), se llega a un total de 73% de aprehensiones, lo que quiere decir que aproximadamente
3 de cada 4 menores son detenidos por delitos menores, faltas o por causales que no
constituyen infracciones a la ley penal.
8. En contraste con lo anterior, se constató que un 6,1% de los menores fue aprehendido por delitos
contra la integridad física o la vida de las personas (1.310 detenciones anuales en promedio). En
esta categoría, se incluyeron los delitos de robo con intimidación o violencia, homicidio, lesiones
(graves y menos graves) y violación.
APREHENSIONES
POLICIALES DE
PERSONAS MENORES DE
18 AÑOS EN CHILE (1980 -
2001)
Gráfico 1. Composición y evolución de las aprehensiones de adultos
y menores entre 1980 y 2001
100,0
93,4 93,7 94,2 93,0 94,1 94,3 93,8 93,0
92,4 92,6 92,2 91,9 92,3 92,8 92,3 92,3 92,8 92,5 91,8 92,4
91,4
89,7
90,0
80,0
70,0
60,0
50,0
40,0
30,0
20,0
10,3
6,6 6,3 5,8 7,6 7,0 7,4 7,8 8,1 7,7 7,2 7,7 7,7 7,2 5,9 5,7 6,2 7,0 7,5 8,2 7,6
8,6
10,0
0,0
1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001
Adultos Menores
5.110.953 5.132.227
4.914.160
5.000.000
4.675.682
4.504.980 4.502.636
4.000.000
3.000.000
2.000.000
1.000.000
140,00 137
67,419
130,00
120,00
110,00
103,8 113,9
49.218
100,00
99,2
90,00
80,00
70,00
60,00
1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001
81,50
%
99,01 99,80
% 2000 0,26%
%
99,74
%
Fuente: Anuario de Estadísticas Policiales, 1980 - 1989, INE, y Base de Datos
Carabineros 1990-2000.
Gráfico 6. Evolución de las aprehensiones por hurto en relación a las
aprehensiones totales entre 1980 y 2000
86,07
%
99,86 99,82
% 2000 0,20%
%
99,80
%
Fuente: Anuario de Estadísticas Policiales, 1980 - 1989, INE, y Base de Datos
Carabineros 1990-2000.
Gráfico 8. Composición de las aprehensiones de menores de edad entre 1995 y 2001
Faltas Promedio %
Consumo de Drogas 1455 2,7
Lesiones Leves 1358 2,6
Desórdenes 4441 8,4
Delitos contra la integridad Ebriedad y Consumo de Alcohol 9993 18,8
Total 17247 32,5
física o la vida
5,5% Protección
Protección Faltas Ley de Menores 10697 20,1
32,5% Total 10697 20,1
20,1%
Delitos menores
Delitos Menores 8478 16,0
Total 8478 16,0
Delitos reparables
Hurto 5381 10,1
Daños 1787 3,4
Total 7168 13,5
20%
17,0%
15%
10%
7,6%
5%
0%
Chile EEUU Francia Inglaterra
Fuente: Inglaterra: Criminal Statistic, England and Wales 1999. EEUU: U.S. Department of Justice, Office
of Juvenil Justice and Delincuency Prevention, Diciembre del 2000. Francia: Web Ministerio del Interior
Gobierno Francés.