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GOLFO DE

MÉXICO

Chiapa
de Corzo
CRONISTA:
Chiapas
Chiapa de Corzo
Mario Nandayapa

TABASCO
Villahermosa

Macuspana

Palenque Tenosique
VERACRUZ
Raudales
Malpaso

Ocosingo

CHIAPA DE
A Cintalapa CORZO
San Cristóbal
de Las Casas

Comitán de
Domínguez
Arriaga Villaflores

Tonalá

OCÉANO
PACÍFICO
GUATEMALA

Motozintla
de Mendoza Huehuetenango

Tapachula
Quetzaltenango
Chiapa de Corzo / Chiapas

C hiapa de Corzo ofrece los elementos simbólicos que representan a Chiapas,


desde el nombre mismo y el escudo correspondiente del estado, los trajes y
sus respectivas danzas regionales: el Parachico y la Chiapaneca, el arte de la
laca y variadas artesanías, su arquitectura colonial: la Pila, el exconvento y
la iglesia de Santo Domingo de Guzmán, el paisaje natural que significa el
cañón del Sumidero, entre otros aportes significativos.

En primer término, partamos de


que Chiapas es un territorio rico geo-
en la ribera del río”; el cronista es-
pañol Bernal Díaz del Castillo, quien
todavía entre el colorido de sus calles y
el apasionamiento de sus costumbres.
gráfica y culturalmente; sus tres fa- participó en tantas batallas, los calificó Los principales asentamientos chia-
milias lingüísticas originarias, maya, como los mayores guerreros que hu- panecas estaban en la depresión central
zoque y chiapaneca, ponen de mani- biera visto en toda la Nueva España. de Chiapas, y su área etnolingüística
fiesto la gama de culturas, identidades Lejos de ser una especie de tribu, los comprendía los pueblos de Chiapa de
e historias que muestran los puntos chiapanecas eran un asentamiento Corzo, Acala, Chiapilla, Totolapa, Su-
de encuentro y diferencia entre los que verdaderamente se podía llamar chiapa, Villacorzo y Villaflores, entre
pueblos. Con presencia humana desde ciudad, con más de cuatro mil casas otras poblaciones. Por no hablar de las
al menos siete milenios antes de esta y calles muy trazadas, que no rendían regiones circunvecinas que se mante-
era, la llamada depresión central de tributo a los aztecas. nían sojuzgadas, como relata Bernal
Chiapas supo de oleadas migratorias La dinámica cotidiana que producía Díaz del Castillo, esclavizando incluso a
de diversos pueblos y culturas, con el concurso de tanta gente hablando varios de sus moradores.
influencias del golfo, las tierras bajas en el sonoro idioma chiapaneca en- Peter Gerard postula que hacia el
mayas y otras áreas de Mesoamérica, mudeció justo cuatro siglos después. momento de la conquista, el área con-
que alcanzaron un desarrollo peculiar Para 1930 quedaban apenas algunos trolada por Chiapa podría haber con-
en los amplios valles regados por el río lugareños, capaces de expresarse en el tenido ocho mil familias chiapanecas.
Grande de Chiapa. Destaca el sitio ar- idioma de sus abuelos; pocos años más Como una reflexión, no parece discu-
queológico hoy llamado precisamente tarde moría el último hablante de esa tible la opinión del arqueólogo Gareth
Chiapa, que surgió como una aldea lengua. Hoy, de ese antiguo esplendor Lowe en el sentido que, durante tres
agrícola entre 1500 y 1000 aC, esta úl- lingüístico, no restan más testimonios milenios, la depresión central donde
tima fecha en la que ya se había cons- que los toponímicos del área (algunos fueron asentados los chiapa tardía-
tituido como un centro ceremonial apellidos y nombres de lugares en uso, mente, fue un campo privilegiado de
que vivió su mayor esplendor entre el ejemplo de ello es mi apellido Nanda- encuentros culturales.
Preclásico Medio y Tardío y el Clásico yapa, que significa “río verde”) y los La división política de Chiapa con-
Temprano. documentos antiguos escritos en la firma la falta de un mando único, lo
Una de las culturas más enigmáti- época colonial. Sin embargo, preciso cual indica la existencia de ocho calpu-
cas es la de los indios chiapanecas y su apuntar que la lengua chiapaneca no les (barrios). La subdivisión de Chiapa
historia ha traspasado fronteras. Como está muerta, sino que es una “len- en ocho calpules queda ratificada por
referente histórico, 1524 fue el año gua latente”, ya que aún pervive en un título de 1857 que se conserva en
que precedió a la conquista de esta el colectivo de esta región a través de el Archivo General de Guatemala. Al
región por los españoles y sus aliados todas sus representaciones sociales y igual que la traza de la ciudad, los
indios llegados bajo el mando de Luis culturales, gracias a la resistencia cul- actuales barrios son herederos de los
Marín desde Espíritu Santo, frente al tural que caracteriza a la población de na’ngotá chiapanecas.
hoy Coatzacoalcos. Ellos oyeron “el ru- Chiapa de Corzo. La cosmovisión de Uno de los barrios más tradiciona-
mor de los guerreros que se juntaban la cultura de los chiapanecas respira les es el de San Jacinto, donde todavía

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se elaboran las máscaras de parachicos


y los jicalpextles. La iglesia del Señor
de los Milagros acompañada de una
ceiba, preside la plazuela del barrio,
conservando en gran medida su arqui-
tectura tradicional, por ser uno de los
barrios más antiguos. En la actualidad
quedan dos barrios con sus nombres
autóctonos en uso, posiblemente ori-
ginales: el Changuti (el ombligo) y
Cunduacan (terreno como panza),
considerando además el barrio donde
se encuentra el panteón, que hasta
hace unos 70 u 80 años se le llamaba
cangalú (cementerio).
Los nombres de los barrios autóc-
tonos son los siguientes: San Jacinto
(Napiniaca), el Changuti, San Miguel
Vista panorámica de la ciudad, 1934.

El nombre
(Moyolá), Santa Elena (Candili), Beni-
to Juárez (Cacúe), San Antonio Abad actual de la ciudad
(Cunduacan), Santo Tomas (Nbaña-
moi), San Pedro (Shamboyoui). En chiapaneca le fue
consideración al crecimiento de la
ciudad, se han sumado los barrios de
puesto en honor de don Ángel Albino Corzo –en 1881–,
Francisco I. Madero y San Vicente. destacado político liberal chiapacorceño, y en el año
El nombre actual de la ciudad
chiapaneca le fue puesto en honor de 2008 obtuvo el título de “Heroica Chiapa de Corzo”.
don Ángel Albino Corzo –en 1881–,
destacado político liberal chiapacorce-
ño, y en el año 2008 obtuvo el título Además, el 16 de noviembre de 2010, de “Pueblo Mágico de México” desde
de “Heroica Chiapa de Corzo”, debido la danza del Parachico fue declara- el 9 de octubre del 2012, debido a su
a la defensa que realizó la población da Patrimonio Cultural Inmaterial de mítica historia, su definida arquitec-
contra el ejército del Segundo Imperio la Humanidad por la UNESCO. Otra tura y la conservación de su cultura y
Mexicano el 21 de octubre de 1863. nominación de esta población es la tradiciones.

Representación del río de Chiapa, siglo XVIII, sin referencia de autor. Óleo sobre tela, 37 x 142 cm.

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Chiapa de Corzo / Chiapas

Mapa de la Audiencia de Guatemala del siglo XVI.

La resistencia cultural que se pre- Primer momento de mayor longevidad en América, ya


senta en esta región cuenta con una Si bien Chiapa de Corzo es una ciudad que existen asentamientos humanos
fuerte presencia dinámica; esto per- que existe antes de la presencia de los de la misma edad pero que hoy se en-
mite que en la actualidad se cuente hispanos, su trazo reticular obedece al cuentran inactivos. Durante el periodo
con diversos actos rituales (Traída diseño de las ciudades modernas in- colonial fue la capital indígena de la
de la flor de Niluyarilo, por nombrar troducidas por los españoles, como es- provincia de Chiapa, por lo que era
una) y seis danzas anuales: Para- te caso que deviene de 1524, cuando llamada Chiapa de los Indios.
chicos (enero), Chuntá (enero), El se da el primer contacto con la colo- A la llegada de los conquistadores
Caballito de Ñumbañulí (abril), El nización, aunque oficialmente se con- españoles a Chiapas en el año 1524,
Burrioncillo (junio), Calalá (junio), sidera 1528 como el año en que inicia el territorio de la nación chiapaneca,
Naguarés y Alférez (agosto); estas la dominación. Precisemos que esta situado en el centro del actual estado
tienen una amplia convocatoria, tan- villa de carácter prehispánico no fue de Chiapas, comprendía unos quince
to de danzantes como de observa- modificada sustancialmente, por ello, mil kilómetros cuadrados aproxima-
dores, producto de la pertenencia y prevalece su diseño original distribui- damente; es decir, casi una quinta
propiedad cultural manifiestas en la do en los barrios citados; esa es la ra- parte del territorio chiapaneco actual,
población. zón de que sea una de la poblaciones y en el que figuraban ocho de los

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El pueblo
asentamientos chiapanecas más im-
portantes: Chiapa, Acala, Chiapilla,
de Chiapa, constituido
San Lucas, Suchiapa y San Gabriel o como una metrópoli,
El Palmar, además de otros dos, llama-
dos Caacohaa (Ostuta) y Nandayamé debió contar con unos tres mil guerreros en activo
(Pochutla), desaparecidos a finales
del siglo XVI. El asentamiento más
para su defensa y conquistas extraterritoriales; se
importante era Chiapa, como señorío sabe que la ciudadela o cuartel militar se encontraba
o capital de los chiapas, población que
contaba con más de veinte mil habi- en el cerro San Sebastián.
tantes, según testimonio de Bernal
Díaz del Castillo:
Y es que otro día de mañana
acordamos de ir por nuestro ca-
mino para su ciudad de Chiapa,
y verdaderamente se podía lla-
mar ciudad y bien poblada, y las
casas y calles muy en concierto,
y de más de cuatro mill vecinos,
sin otros muchos pueblos subje-
tos a él que estaban poblados a
su rededor...
Además estaba estructurada urba-
nísticamente en ocho barrios precor-
tesianos, cuyos nombres toponímicos
significaban lo siguiente: (Nangotai
o Nangotari): Napiniaca, contracción
de Nambihihna yaca = pueblo grande
(hoy barrio San Jacinto); Changuti o
Pintura de Chiapa de Corzo del siglo XIX.
Shangotoi = el ombligo o el centro
(hoy barrio de Changuti); Moyolá o más a las actividades guerreras que activo para su defensa y conquistas ex-
Monyholaa = los dignatarios (hoy a la agricultura, sus dominios se ex- traterritoriales; se sabe que la ciudade-
barrio San Miguel); Shambonyhoi = el tendían hacía casi todo el norte y del la o cuartel militar se encontraba en el
consagrado (hoy San Sebastián); Cun- poniente del estado hasta la costa, en cerro San Sebastián, llamada Nan-go-
duacán o Candoacá = terreno abul- donde mantenían retenes militares pahaa (casa fuerte o fortificada) sobre
tado (hoy barrio San Antonio Abad); para cobrar peaje a los mercaderes la cual, tomándola como cimentación,
Candili = donde hay un cerro (hoy que por allí transitaban. El territorio edificaron los frailes dominicos, a fi-
barrio Santa Elena); Nbañamoy = el también se extendía hacia el oriente nales del siglo XVI, la basílica de San
faldeado (hoy barrio Santo Tomás); en la altiplanicie hasta la actual Ixtapa, Sebastián; en el centro de la población
Cacú o Cacúe = donde hay pirámides a la que llamaban Nandaniló (arroyo había un centro de abastos o mercado
(hoy barrio Benito Juárez); Cangalú salado), extenso territorio donde se público llamado Napooma (la noria),
= el escorial o basurero (donde se asentaban tanto tzotziles como tzelta- actualmente La Pila.
encuentra hoy el panteón municipal, les, choles y tojolabales; hacia el sur y
desaparecido como barrio); además el sureste, sus límites llegaban más allá Segundo momento:
otro barrio agregado, Loshitaa (llama- de La Concordia y Jaltenango. origen de la cultura
do después Juchitán) = el agregado o El pueblo de Chiapa, constituido de los chiapaneca
el aledaño (hoy barrio San Vicente). como una metrópoli, debió asimismo La cultura de los pobladores de los
Sus habitantes estaban dedicados contar con unos tres mil guerreros en antiguos chiapa tuvo una afiliación

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Chiapa de Corzo / Chiapas

Panorámica del centro de la ciudad, principios del siglo XIX.

Francisco
lingüística otomangue. Provenientes
de los altiplanos centrales de México,
Ximénez insiste en
según algunos, y desde Nicaragua preponderar el sentimiento
de acuerdo a los menos, los nuevos
pobladores sojuzgaron a varios de sus belicoso y hostil de los pobladores, a la vez que magnifica
vecinos, y se hicieron famosos por su
bravura y su capacidad guerrera hasta
a través de la comparación la situación geográfica del
la llegada de los españoles. La historia pueblo, su fertilidad y abundancia desmedida.
de esos periodos ha sido ya conta-
da con detalle, precisión y elegancia
por destacados científicos sociales de nunca quisieron emparentar con ellos, Nuevo México, y trajeron consigo dos
importancia internacional, como son y siempre los tuvieron en poco.” Juan o tres dioses que adoraban, y que en la
los casos de Carlos Navarrete, Gareth de Torquemada (1615) explica tam- provincia de Soconusco se dividieron,
W. Lowe, Mario Humberto Ruz, Otto bién a partir de los relatos orales, “que por ciertas ocasiones, en dos partes, la
Shuman y Mario Aguilar Penagos, los indios de Nicaragua y los de Nicoya una se fue a poblar la provincia de Ni-
entre otros investigadores de igual (Costarica), que por otro nombre se caragua, y la otra pobló en lo que aho-
importancia. dicen Mangues, antiguamente tuvie- ra llaman provincia de Chiapa.” Con
Según Antonio Herrera y Tordesi- ron su habitación en el despoblado esta información de Gregorio García,
llas, estos primeros pobladores vinie- de Xoconoshco... Que en su paso a lo que dice Torquemada se trata más
ron de la provincia de Nicaragua, se Nicaragua, pasaron por Guatemala, bien del paso de los chiapanecas entre
asentaron en las nuevas tierras po- hasta llegar, cien leguas adelante, a la los siglos X y XII, cuando retornaban
blando un risco áspero sobre el río, provincia que los españoles llamaron de dichos territorios, no cuando se
fortificaron la ciudad y decidieron no Choluteca o Choroteca, habiendo que- iban a ellos, que pudo haber ocurrido
sujetarse a los reyes de México. “El dado una parte en la región Choluteca unos doscientos cincuenta años atrás.
risco donde estos chiapanecas estaban de Honduras, otra más hacia el sureste, Francisco Ximénez insiste en pre-
poblados es peña tajada, alta y con en la provincia de Nicoya (Costa Rica).” ponderar el sentimiento belicoso y
dificultosas entradas, desde donde Estas dos visiones, aunque em- hostil de los pobladores, a la vez que
hacían guerra a las guarniciones de palmadas y justificadas, vienen a ser magnifica a través de la comparación
Cinacantlán que eran de mejicanos, y deficitarias ante las propuestas de la situación geográfica del pueblo, su
además forzaron a los pueblos de los Gregorio García, quien expone algo fertilidad y abundancia desmedida:
zoques a que les tributasen y de aquí distinto: “Cuentan estos indios, que “Este pueblo es muy grande y el mayor
les quedó odio con los cinacantecas, vinieron sus progenitores de hacia el que hay en esta provincia, está a la

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ribera del mayor río que hay en toda la


Nueva España y así abunda de pescado,
posee tierras muchas y las mejores que
hay en Indias, cogen cacao de su tierra,
Ximénez ilustra también
la manera de
organización religiosa y política de aquel pueblo.
siembran dos veces en el año, y si qui-
sieran sembrar siete veces pudieran, Dice que no existían caciques y un Consejo de
porque la tierra siempre está para ello.
Con poco que llueva dánse en las aguas
Ancianos llamados Nomosicaomo regía el pueblo.
del río, que son muy grandes, todos los
mantenimientos de los indios sin que la
tierra se labre ni se cave; solamente la
barren y limpian con fuego.” Ximénez
ilustra también la manera de orga-
nización religiosa y política de aquel
pueblo. Dice que no existían caciques y
un consejo de ancianos llamado nomo-
sicaomo regía el pueblo; un sacerdote,
el más viejo de todos, tenía a cargo la
deidad llamada Matoui.
Heinrich Berlin expone también so-
bre el asentamiento de los pobladores
de la antigua Chiapa, sustentándose
en un documento del siglo XVI sacado
del archivo de la misma villa de Chia-
pa de los Indios. En ese documento se
lee que el pueblo “antiguamente había
estado poblado más de 200 años en
la junta que hacía el dicho río de los
Bobos con el río que venía de Totolapa,
que después poco a poco se había veni-
do en su primer asiento hasta cien casas
de los propios chiapanecas, los cuales
se llamaron de Agaguicula (Ngaguigula
= donde estuvimos de paso) y que más
abajo había quedado otro pueblo de
su misma gente que se decía de Acala
(llamado Nuyii), el cual era de hasta
doscientas casas, el cual de presente es-
taba poblado... que hay desde donde el
presente estaba poblado el dicho pue-
blo de Chiapa hasta donde solió estar
poblado el dicho pueblo de Totolapa,
porque de poco acá se habíam mudado
más de dos leguas y se habíam metido
en tierras término del dicho pueblo de
Chiapa, por manera que desde el dicho
pueblo de Agaguicula a la población y
estancia que tenían hechas los dichos Frente de la iglesia de Santo Domingo de Guzmán.

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Chiapa de Corzo / Chiapas

desmentida por Jorge A. Vivó, quien


aclaró que el lugar señalado se trata
de Chiapa de Mota, Estado de México,
según el códice otomí Huichapan, y
no la Chiapa del sureste mexicano. La
misma confusión se presenta con el
historiador Tezozomoc (1944), cuan-
do describe por igual la conquista de
Chiapa, Xilotepec y otros pueblos loca-
lizados en la región otomí del Estado
de México.
Fernando Alva Ixtlilxóchitl refie-
re que en el año de 1486 el reinado
de Texcoco juntó sus gentes con las
del rey Ahuizontli de México y las de
Tlacopan Chimalpopocatzin, conquis-
tando las provincias de Chinauhtla,
Coyolapan, Hualtépec, Tlalpan, Xoco-
nochco, Xochtlan, Amaxtla, la Tzapo-
teca y Mizteca baja y alta, hasta llegar
a la provincia de Chiapa. Relación no
obstante muy creíble, pero que contra-
dice las anteriores.
Asimismo, en la Matrícula de Tribu-
tos, llamado Códice Mendocino, en la
Retablo del siglo XVI de la iglesia del Calvario.
lista de los pueblos conquistados por

En la Matrícula de Tributos llamado Ahuizótl aparece el glifo de Chiapan


junto a otros pueblos de la altiplanicie
Códice Mendocino, en la lista de los central y de la costa; pero más adelante
no aparece Chiapan entre los tributa-
pueblos conquistados por Ahuizótl aparece el glifo rios durante el reinado de Moctezuma
de Chiapan junto a otros pueblos de la altiplanicie Xocoyotzin (1502-1520), lo que hace
más dudosa dicha conquista de Chiapa.
central y de la costa. Navarrete afirma que tanto la con-
quista del Soconusco como la de Chia-
pa tuvo que haber ocurrido después de
zinacantecos, habría media legua... informaciones y los datos extraídos haber colonizado la región de Tehuan-
siendo el pueblo de Chiapa como había de los documentos antiguos y cartas tepec, o sea posterior a 1498, que refu-
sido al tiempo que había estado en el de relaciones muchas veces han sido ta el dato ya citado en torno al reinado
dicho asiento de Chiapa el mayor y más malinterpretados. Carlos Navarrete de Tizoc (1481-1486), poniendo en
grande de toda la provincia que tenía Cáceres encontró en Los Anales de duda la afirmación del dominio azteca
más de cuatro mil casas...” Cuauhtitlán que durante el reinado sobre los chiapa en los albores de la
de Tizoc (1481-1486) arrasaron con conquista española.
Tercer momento: los habitantes de Chiapan. Esta infor-
imprecisiones mación fue retomada por Orozco y Cuarto momento: la
Existe una polémica aguerrida en tor- Berra y con ello se señaló la conquista primera invasión española
no a la invasión o encuentro de los de Chiapa en esa época del siglo XV. Para consumar la colonización en el
españoles con los chiapanecas; las Sin embargo, dicha información fue territorio mexicano, Hernán Cortés

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Cronista: Mario Nandayapa

Timbre conmemorativo de los 450 años


de la fundación de Chiapa de Corzo.
zona de los chiapanecas. Bernal Díaz
del Castillo cuenta las vicisitudes que
tuvieron para llegar a la villa ribereña:
“fuimos río arriba hacia su ciudad, y era
por Cuaresma, en el año de mill y qui-
nientos y veinte y tres años; y esto de
los años no se me acuerda bien.” El año
exacto, sin embargo, fue 1524, a princi-
pios de marzo; Bernal Díaz del Castillo
escribió 43 años después su Historia de
la conquista de la Nueva España, y ya le
fallaba la memoria de algunas fechas,
como de otros muchos datos.
Bernal Díaz del Castillo se dejó
llevar por su apasionamiento, y la
veracidad que le otorga su memoria
es muchas veces puesta en duda por
las imprecisiones de los datos. Du-
rante este primer encuentro, Díaz del
Castillo relata una serie de enfrenta-
mientos recrudecidos y álgidos; no
fue fácil someter a los chiapanecas,
pueblo guerrero y belicoso que logró
hacer frente a los guerreros españoles.
De tal manera que, examinada con
La Pochota (ceiba sagrada).
cierto detenimiento dicha relación,
envió sus tropas a diferentes partes del esta serie de expediciones, el sureste se puede observar que en cuestión
territorio. Alrededor de 1523, Pedro de empieza a tener una serie de contactos de temporalidad, cuando menos han
Alvarado fue enviado a la conquista de con la milicia española. de haber transcurridos unos 30 o 40
Guatemala, y al año siguiente Cristó- Al capitán Luis Marín con la tropa días de las batallas que se dieron, en
bal de Olid fue enviado para consumar que le acompañaba, luego de la misión comparación de lo que nos hace creer
la conquista de Honduras. El móvil de que lo llevó a México a tratar con Her- Bernal Díaz del Castillo.
Cortés era uno solo: conquistar estos nán Cortés sobre la pacificación de las Cuando las tropas españolas lograron
territorios que tenían fama de poseer provincias cercanas a Coatzacoalcos, aplacar y vencer a los pobladores, llega-
mucho oro y otras riquezas. Debido a le es encomendada la conquista de la ron diez indios en canoas agradeciendo

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Chiapa de Corzo / Chiapas

Croquis de la ciudad de 1940.

a Luis Marín la reciente batalla: “Señor, hayáis vencido y desbaratado estos chia- real, sino en el campo y en parte que
nosotros no somos chiapanecas, sino panecas, que nos déis licencia para que aunque pusiesen fuego no nos pudie-
de otras provincias que se dicen Xalte- salgamos de su poder e irnos a nuestras sen hacer daño...” Es decir, por el temor
peque, y estos malos chiapanecas, con tierras, y para que mejor creáis lo que os de ser sorprendidos y muertos por los
grandes guerras que nos dieron, nos decimos ques verdad, en las canoas que chiapanecas, que contra lo dicho, no
mataron mucha gente, y todos los más agora pasamos, que dejamos escondidas habían sido derrotados completamen-
de nuestros pueblos nos trujeron aquí en el río con otros nuestros compañeros te, y su fuerza militar aún prevalecía
a poblar con nuestras mujeres e hijos, y hermanos, os traemos presentadas tres pese a las pequeñas bajas tenidas en
y nos han tomado cuanta hacienda te- joyas de oro.” la refriegas pasadas. Y por otra parte:
níamos, […] y nos hacen ir a pescar y Al respecto, las razones que tuvo “porque pasaron otras cosas que no
hacer otros oficios, y nos toman nuestras el capitán Marín para acampar fuera hacen a nuestra relación, se dejarán de
hijas y mujeres, […], señor capitán, de Chiapa nos las hace saber Díaz del decir, y diremos como desque hobimos
os pedimos de merced, que pues os Castillo, por una parte: “tenían las casas vuelto a los ranchos pusimos en pláti-
hacemos esta buena obra, que desque tan juntas que no osábamos asentar cas que sería bien poblar allí adonde

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Cronista: Mario Nandayapa

estábamos (en las afueras de Chiapa) la tropa con los españoles que radica- tarea de prepararse para la guerra,
una villa, según que Cortés nos mandó ban en ese entonces en la Ciudad de desarrollando su armamento, aprovi-
que poblásemos, y muchos soldados de México. No encontró mas que excusas sionándose de bastimentos y demás
los que allí estábamos que decíamos y negativas en participar en dicha ex- cosas, y concentrando en Chiapa toda
que era bien, y otros que tenían bue- pedición, desconfiando del buen éxito la gente apta para combatir. De tal ma-
nos indios en lo de Guazacualco eran que tal empresa pudiera tener. nera que a la llegada de Juan Enríquez
contrarios, y pusieron por achaque que Cuando Luis Marín regresó de de Guzmán al pueblo de Chiapa, si es
no teníamos herraje para los caballos, y la conquista de Chiapa a la villa de que llegó en esa ocasión, ha de haber
que éramos pocos y todos los más heri- Coatzacoalcos a mediados de agosto encontrado una fuerza muy superior a
dos, y que la tierra muy poblada, y los de 1526, todos los pueblos por él su- la encontrada por Marín en el año de
más pueblos estaban en fortalezas y en puestamente sometidos se rebelan, 1524; esto aunado a su inexperiencia
grandes sierras, e que no nos podíamos poniendo en peor estado las cosas en en cuestión de guerras en la Nueva
valer ni aprovechar de los caballos, y la tierra. De esto se puede deducir que España, le ocasionó dificultades para
decían por ahí otras cosas; y lo peor en tanto abandonaba el territorio Luis lograr su cometido. Por ello, don Juan
quel capitán Luís Marín e un Diego de Marín, los pueblos de la provincia, Enríquez de Guzmán, no pudiendo
Godoy, que era escribano del rey, perso- entre estos los chiapanecas, sabiendo haber conseguido el fin que traía de
na muy entrometida, no había volun- que los españoles habrían de regresar someter al pueblo de Chiapa como
tad de poblar, sino volverse a nuestra otra vez, de inmediato se dieron a la se le ordenaba en la provisión que el

Cuando
villa” (se refiere a Coatzacoalcos).
Quizá esto responda en parte tan- Luis Marín regresó de la
to a la premura que tuvo el capitán
Marín de marcharse de ahí cinco días conquista de Chiapa a la villa
después de la supuesta conquista de
Chiapa, como la de no dejar guarni-
de Coatzacoalcos en agosto de 1526, todos los pueblos
ción militar, ni poblar el lugar con la por él supuestamente sometidos se rebelan, poniendo
gente que traía, contrario a las instruc-
ciones que de Hernán Cortés recibiera. en peor estado las cosas en la tierra.
De esta manera, cronológicamente,
el primer intento de conquista de la
provincia de Chiapa comandada por el
capitán Luis Marín en el año 1524, tu-
vo que haberse dado entre los últimos
días del mes de febrero al 3 de abril de
ese funesto año 1524.

Quinto momento: segunda


invasión española
La segunda expedición realizada a la
provincia de Chiapa se dio tres años
más tarde, en el año de 1527, a cargo
de Juan Enríquez de Guzmán; en pala-
bras de Bernal Díaz del Castillo, dicho
personaje fue enviado para poblar la
provincia de Chiapa. Juan Enríquez
de Guzmán, por la inexperiencia que
tenía por ser nuevo en asuntos de
guerra en la Nueva España, hubo de Danza del Parachico, con danzantes tradicionales de la Fiesta Grande de Chiapa de Corzo,
encontrar serias dificultades en formar que se lleva a cabo del 15 al 23 de enero de cada año.

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Chiapa de Corzo / Chiapas

bachiller Marcos de Aguilar le diera,


no tan sólo fue relevado del mando,
sino que además el tesorero Alonso de
Estrada dio orden a Diego de Mazarie-
gos que lo residenciara.

Sexto momento:
tercera invasión
Antonio de Remesal expone que se
encomendó a Diego de Mazariegos,
título de capitán, sujetar la provincia
de Chiapa y poblarla para asegurarla;
hecho que su antecesor no pudo lograr.
“Salió de México Diego de Mazarie-
gos con más de 80 soldados españoles
y una gran cantidad de mexicanos y
tlaxcaltecas... A principios de febrero
de 1528, entra a Chiapa viniendo de Danza del Colibrí, tradicional en Chiapa de Corzo.
Tehuantepec y en Xiquipilas (Chiapas) y continuando con su pertinacia, los Diego de Mazariegos es quien disuelve
recibe una comitiva de zinacantecos que quedaron, con otros que se les las últimas afrentas chiapanecas. La
que ofrecen acompañarlo y ayudarle en juntaron en otro sitio, pelearon hasta heroicidad de los pobladores fue mi-
la conquista de Chiapa. Pero al llegar que no pudieron levantar los brazos, y tificada al afirmarse que, al no querer
a Chiapa, sus habitantes lo reciben de viéndose perdidos, con sus mujeres y estar sujetos al yugo de los españoles,
paz...” Según se ve, los zinacantecos hijos se despeñaron por la parte del río se arrojaron al Cañón del Sumidero,
siempre fueron colaboracionistas de que es altísima, y allí perecieron tantos pero es una versión que ha sido puesta
los españoles, pues lo mismo hicieron que de muchos que eran, quedaron en duda. Sin embargo, la belleza de su
contra el pueblo de Chamula. poco más de dos mil…” narración ha servido de sustrato legen-
Prosiguiendo con lo anterior: “Ha- Los historiadores se reducen en tra- dario para erigir una apología.
lló el capitán Diego de Mazariegos tar de presentar a Diego de Mazariegos La disolución de Mazariegos de
resistencia en los de Chiapa, y aunque no sólo como gran conquistador, sino las tropas chiapanecas logró no sólo
hizo muchas diligencias para pacifi- como mejor gobernante, cuyos méritos pacificar ese territorio convulso de
carlos por amor, no lo pudo acabar tanto en la guerra como en la paz, con constante belicosidad; con ello llegó
con ellos. Retiráronse al peñol en que la gran nobleza que siempre le acompa- también la necesidad de empalmar
vivían y allí se defendieron muchos ñaba, fueron títulos suficientes para ha- sobre los trazos de la ciudad prehispá-
días; y después de haber peleado cerlo merecedor de lo mejor en Ciudad nica los nuevos trazos reticulares de
mucho fueron entrados por fuerza; Real cuando la fundó. Según Remesal, una ciudad moderna. •

Bibliografía
AGUILAR Penagos, Mario, Diccionario de la Lengua Chiapaneca (Dos tomos). México: FONCA-CONACULTA. 2012.
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48 | Fundación de Ciudades en México

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