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República Bolivariana de Venezuela.

Universidad de los Andes.


Facultad de Medicina.
Escuela de Medicina-Extensión Táchira.
Catedral de Salud Pública.

GRUPO Nº 1.

LA ENFERMEDAD COMO PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA:


ESTABLECIMIENTO DE PRIORIDADES; MAGNITUD DEL DAÑO,
VULNERABILIDAD Y TRASCENDENCIA.

La salud guarda una estrecha relación con la vida, al punto de que resultan un
complejo indivisible e interdependiente; por tal razón la salud constituye uno de los
derechos humanos fundamentales de mayor preeminencia; y supone para cualquier
sociedad o comunidad humana el compromiso de estudiar, generar y adaptar a esa
sociedad, modelos de gestión que permitan lograr que todo ser humano sin distinción
de raza, religión, ideología política, condición socioeconómica o social goce del grado
máximo de salud, evadiendo condiciones que alteren de forma leve o grave el
funcionamiento normal de su organismo, es decir evitando la enfermedad.

Un problema es un determinado asunto que requiere de una solución; a nivel social,


se trata de alguna situación en concreto que, en el momento en que se logra
solucionar, aporta beneficios a la sociedad (como lograr disminuir la tasa de pobreza
de un país, reconstruir edificios arrasados por un terremoto o garantizar el acceso a
agua potable a una población vulnerable sin acceso a esta).

Un problema de salud colectivo es una situación que afecta negativamente el


bienestar de los individuos y de la población, y puede analizarse desde su magnitud
o su letalidad; es a este nivel en donde toma protagonismo la salud pública pues se
debe recordar que esta comprende el esfuerzo organizado de la sociedad,
principalmente a través de sus instituciones de carácter público, para mejorar,
promover, proteger y restaurar la salud de las poblaciones por medio de actuaciones
de alcance colectivo, del mismo modo la salud pública comprende la responsabilidad
estatal y ciudadana pues el estado debe garantizar protección de la salud como un
derecho esencial, individual y colectivo logrado en función de las condiciones de
bienestar y calidad de vida, tal y como lo contempla la constitución venezolana de
1999, específicamente en el artículo 83 donde señala que “la salud es un derecho
social fundamental, obligación del Estado, que lo garantizará como parte del derecho
a la vida”. Este planteamiento válido presenta un reto implícito, es la identificación,
priorización y jerarquización de los problemas de salud pública con el objetivo de
distribuir de forma estratégica los recursos y desarrollar soluciones efectivas que
garanticen la integridad y el bienestar de las comunidades; por ello durante la
Conferencia Técnica en Salud Pública realizada en Bogotá en el año 1961, se
establecieron once criterios:

1. Gravedad del problema en relación a la morbilidad, mortalidad e incapacidad.

2. Magnitud de la pérdida económica sufrida por la comunidad a consecuencia del


problema de salud en cuestión.

3. Viabilidad técnica de la solución propuesta.

4. Viabilidad económica de la solución del problema y si los resultados van a justificar


el costo.

5. Capacidad administrativa y económica del país para el funcionamiento eficaz del


programa.

6. Beneficios que resultarían en relación al costo y al número de personas


beneficiadas.

7. Aceptación por parte de la comunidad de la solución dada al problema.

8. Conveniencia de la actividad como parte del programa de desarrollo económico y


social del país.

9. Efecto catalítico del programa de salud sobre los demás programas de desarrollo
económico y social.

10. Impacto social, económico y político del programa.

11. Cumplimiento de los compromisos internacionales en materia de salud.

Si bien este análisis permite identificar de forma clara los problemas de salud pública
y facilita su priorización, expone una relación evidente entre los problemas de salud
pública y la morbimortalidad de una población ante un evento específico, y en realidad
no todos los problemas de salud pública expresan de forma obvia esta condición por
tal motivo y se propone una metodología que facilita la categorización de los
problemas de salud pública a partir de criterios agrupados en tres categorías:
Magnitud del daño, Vulnerabilidad y Trascendencia.

Magnitud del daño: Evaluable mediante el conocimiento de las estadísticas de


morbilidad, letalidad y mortalidad. Existen problemas de salud pública con una alta
tasa de mortalidad, letalidad y morbilidad, por lo que no existen dudas ante su
reconocimiento, sin embargo existen problemas de salud pública con un solo
indicador elevado por ejemplo: la alta morbilidad por parasitosis intestinales en
nuestros niños venezolanos, que si bien cuentan con baja mortalidad, y baja letalidad
(esta condición por sí misma no suele ser letal), sí genera repercusiones negativas
en el crecimiento y desarrollo del niño, por lo que no deben desestimarse como
problema de salud pública.
En casos donde permanezcan dudas, se propone evaluar los criterios referidos a la
vulnerabilidad del problema y su trascendencia.

Vulnerabilidad del problema: En este grupo destacan criterios que determinan la


posibilidad de que la condición o proceso patológico sea adquirido por otros, como la
Transmisibilidad (evidente en enfermedades infectocontagiosas), la Previsibilidad
aplicable a muchas patologías (Por ejemplo: Diabetes, SCA o HTA), en muchas otras
enfermedades crónico-degenerativas puede ser poco concluyente (Por ejemplo:
Artritis, Osteoporosis). La Curabilidad es otra categoría que hay que evaluar para
conocer la vulnerabilidad del problema y está en relación a la propia historia natural
de la enfermedad y su evolución.

Trascendencia del problema: Este aspecto es posible conocerlo a partir de la


opinión pública que existe frente a un fenómeno dado; la Dramaticidad y la
Repercusión no Específica positiva o negativa que pueda generar el propio problema
o las acciones que se apliquen para atenderlo. Así, aplicando la vacuna BCG para la
prevención específica de la Tuberculosis, estamos provocando una repercusión no
específica positiva al provocar una Inmunidad cruzada para la Lepra. Sin embargo,
cuando en nuestra Venezuela rural se usó el DDT para combatir la endemia de
Malaria, se produjo una repercusión no específica negativa, pues el DDT, como
producto órgano-clorado no biodegradable, se depositó en el suelo, contaminó el
agua de nuestros ríos y produjo gran cantidad de muertes en la fauna dulce-acuífera.

Finalmente la categorización de un problema de salud como problema de salud


pública debe ser un proceso metodológico y objetivo, que contemple además un
Criterio Económico “Costo-Beneficio” que determine la buena utilización de los
recursos, garantizando la efectividad de los proyectos resolutivos y proporcionado
beneficios al mayor número de individuos como sea posible, manteniendo preceptos
fundamentales de responsabilidad pública, sinceridad y transparencia que garanticen
la persecución de objetivos materia de salud pública que promuevan el bienestar de
todos y garanticen la salud como derecho fundamental.

Referencias Bibliográficas. -
● Salud Pública, Pregrado de Medicina. 2011. Universidad de los Andes,
Departamento de Medicina Preventiva y Social. Mérida-Venezuela.

● Jarillo E, López O. Salud pública: objeto de conocimiento, prácticas y


formación. Rev. Salud pública. 9(1): 140-154; 2007.

● Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Artículo 83. 1999


(Venezuela).

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