PRESENTACIÓN COMENTARIO A LA PRESENTE EDICIÓN

Tengo mucha alegría de presentarles el Código Ético del E ­ ducador Los presentes lineamientos se dieron a conocer para su inmediata
­Salesiano porque es un i­nstrumento muy actual para realizar los
deseos de Nuestro Señor Jesucristo y de San Juan Bosco, que ­quieren
que cada joven, adolescente y niño sean respetados.
Jesús nos dice: “Y el que recibe a un niño como este en mi nombre, a
mí me recibe. Pero al que escandalice a uno de estos pequeños que
creen en mí, más le vale que le cuelguen al cuello una de esas piedras
de ­molino que mueven los asnos y le hundan en lo p ­ rofundo del mar.”
­(Mt 18, 5-6).
San Juan Bosco impulsó el Sistema Preventivo para la educación de
los jóvenes, y esto es lo que anhela este Código Ético del Educador
­Salesiano, prevenir situaciones que puedan dañar a alguna persona,
principalmente a nuestros educandos.
Les pido que este Código Ético sea estudiado cuidadosamente y
­aplicado vigilantemente para lograr el Espíritu de Familia adecuado
donde se tenga el ambiente que favorezca el crecimiento de todos los
miembros de la Comunidad Educativa Pastoral.
CODIGO ÉTICO DEL EDUCADOR SALESIANO
aplicación en el ciclo escolar 2012-2013, año en que estuvo ­sujeto este
Código Ético “ad experimentum” y recabar los comentarios, ­opiniones
y sugerencias que había que corregir o modificar después de un año
de aplicación. Gracias a los aportes que docentes, colaboradores y
salesianos hicieron, se llevó a cabo una última revisión y los Salesianos
en las JOSPEP de Junio en Tehuacán, 2013 dieron su aprobación para
la impresión oficial.
Así es como llegamos a este Código con un año de aplicación, con
las oportunas correcciones y con el firme propósito de que sea un
­factor fundamental que contribuya a lograr ambientes salesianos que
­formen y eduquen a toda la Comunidad Educativa.
La elaboración de este Código Ético estuvo bajo la coordinación y
supervisión del encargado del sector colegios: Padre Héctor Ugarte
Sandoval y el equipo Técnico del Sector Colegios: Mtra María Teresa
Pereda Barrios y Lic. Laura Elizabeth Canúl Sánchez.
Intervinieron como colaboradores primarios el Consejo Estratégico
del Sector Colegios: P. Alberto Chávez, P. Jesús Ambrosio Ramírez
Aragón, P. Juan Carlos Romero, P. Luis Valerdi y P. Felipe de Jesús
­Vargas.

CODIGO ÉTICO DEL EDUCADOR SALESIANO

Salesianos en carácter de revisores:
P. Ignacio Guerrero, P. Luis Valerdi,
P. Jesús Ramírez, P. Osvaldo González,
P. Juan Fragoso, Sr. Venancio Rodríguez,
P. Juan Carlos Guerrero, P. Miguel Hernández,
P. Alberto Chávez, P. Salvador Hernández,
Atentamente P. Marco ­Antonio Becerra, P. Jorge Barrera,
P. Miguel Agustín Aguilar Medina SDB P. Felipe de Jesús Vargas, P. Carlos Armando Morales,
P. Héctor ­Ugarte, P. Hugo Herrera,
Inspector Sr. Víctor ­­Guerrero, Sr. Victor López.
P. Daniel García,

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 Se tomaron como base los siguientes documentos:
- CÓDIGO DE ÉTICA para Salesianos y Laicos vinculados a la Sociedad
Salesiana, Inspectoría de Medellín.
- ORIENTACIONES EDUCATIVAS. Red de escuelas de la Familia
­Salesiana en Venezuela.
- ÉTICA PROFESIONAL DE PROFESORES Y MAESTROS, Augusto
Hortal SJ.
- CÓDIGO ÉTICO DEL DOCENTE, AMAPSI (Asociación Mexicana de
Alternativas en Psicología).
- El Marco para la Convivencia Escolar, SEP, 2011.
Finalmente queremos expresar que este Código Ético es uno de los
frutos del Modelo de Gestión Educativa Estratégica del sector ­colegios
de la inspectoría MEM. Es por tanto, expresión de una ­organización
que aprende, que reflexiona y que crece. Es muestra del trabajo
­colaborativo de las Comunidades Educativas. Felicidades a todos los
involucrados y que sigamos en el buen camino.
CODIGO ÉTICO DEL EDUCADOR SALESIANO
SECTOR COLEGIOS
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INTRODUCCIÓN
Los alumnos, en su proceso de desarrollo, necesitan de ­protección y
cuidados ­especiales para su desarrollo; ­considerando esa ­necesidad
de protección especial, se han dic­tado n ­ ormas ­internacionales
como la Declaración de ­Ginebra de 1924 sobre los Derechos del
Niño, ­reconocida en la Declaración ­Universal de ­Derechos ­Humanos
y en los convenios ­constitutivos de los ­organismos ­especializados
y de las ­organizaciones ­internacionales que se i­nteresan en el
­bienestar del niño, ­considerando que las ­Naciones Unidas han
­proclamado en la Declaración ­Universal de ­Derechos ­Humanos
que toda p ­ ersona tiene ­todos los derechos y ­libertades ­enunciados
en ella, sin ­distinción ­alguna de raza, color, sexo, i­dioma, ­opinión
­política o de c­ualquiera otra í­ndole, ­origen ­nacional o social,
posición ­económica, ­nacimiento o ­cualquier otra ­condición así La
Ley Nº 27337 proclama que “El niño y el ­adolescente son ­sujetos
de ­derecho, libertades y de ­protección ­específica, ­derechos que
­Estado y Sociedad están en la obligación de defender”.
Cada año el 20 de Noviembre se celebra en todo el mundo el Día
­Universal del Niño, ­aniversario de la adopción de la ­Convención de
Naciones Unidas de 1989 sobre los Derechos del Niño (CDN).
CODIGO ÉTICO DEL EDUCADOR SALESIANO
Desde el 2008, el mismo día 20 de noviembre se celebra el Día
­Mundial de Oración y Acción para los Niños, Niñas y Jóvenes del
mundo.
La relevancia del tema es de toda evidencia en un mundo que
parece envuelto en una e­ spiral de violencia y abuso hacia los más
débiles e ­indefensos. En este contexto, la preocupación por la
­defensa de los derechos humanos es ­competencia de las d ­ iferentes
disciplinas que tienen como objeto de estudio al ser ­humano. Una
de estas ciencias es sin duda la educación, dado que es en la escue-
la en donde los niños y jóvenes pasan la mayor parte de su tiempo
y en donde construyen relaciones ­sociales y ­afectivas que dejarán
huella indeleble en su vida.
 La convivencia es fruto de las interrelaciones de todos los ­miembros
de la ­ comunidad ­ escolar, independientemente del rol que
­desempeñen. De allí que todos son, no sólo participes sino ­gestores
de ésta. Por lo tanto, la convivencia no es algo ­estable, sino que
es una ­construcción colectiva y dinámica, ­sujeta a ­modificaciones
­conforme varían las i­nterrelaciones de los ­actores en el t­iempo.
Esto tiene una ­­implicación ­fundamental: la ­convivencia no es
­responsabilidad de uno u otro actor, sino de ­todos los miembros de
la ­comunidad educativa, sin excepción.
Es responsabilidad de todos los involucrados en la tarea ­educativa
contribuir a que los ­alumnos convivan en un clima de respeto y
­cordialidad, donde se sientan respetados y su voz sea ­escuchada.­
JUSTIFICACIÓN
El Marco para la Convivencia Escolar y del ­ambiente salesiano
­busca que la interacción ­entre educandos, madres y padres de
­familia o ­tutores, directivos, docentes y personal ­escolar, se dé
en un contexto de certidumbre, donde ­todos conozcan tanto los
derechos como las ­obligaciones de las alumnas y los ­alumnos,
como las n ­ ecesidades de ­colaboración para la ­convivencia sana,
y se ­comprometan a ­respetarlos; donde cada estudiante sepa a
­ciencia cierta el ­comportamiento que se ­espera de él o ella y esté
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al tanto de cuáles serán los ­compromisos y responsabilidades que
­adquiere; donde los directivos y docentes que laboren en una
­Institución Salesiana, cuente con guías claras para educar para la
­convivencia ­pacífica en el ­respeto a la ­diversidad, así como para
­intervenir, orientar y ayudar a las a­ lumnas y ­alumnos en su p
­ roceso
formativo y, ­finalmente, donde las madres, los ­padres o ­tutores
­atendiendo a sus responsabilidades se ­involucren ­activamente en
la educación de sus hijas e hijos y los apoyen en su desarrollo.
Siendo una obligación del salesiano y del ­docente prestar sus
­servicios a personas o ­grupos, el p
­ rofesional de la educación debe
­caracterizarse por poseer un comportamiento digno, ­responsable,
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honorable, ­trascendente y ­comprometido. ­Educar ­representa por sí
solo un acto de ­moralidad, es decir, se debe ­trabajar en ­beneficio de
los educandos así como a favor de su l­ ibertad y ­desarrollo ­integral,
­independientemente de los i­­ntereses y ­creencias ­personales. Por
lo ­tanto, el salesiano y el ­docente deben actuar con una ética
­impecable.
Hoy la educación salesiana tiene una M ­ ISIÓN, VISIÓN Y ­VALORES
en los que se conjuga el ­educar evangelizando y se evangeli-
za a través de la educación por medio de un modelo ­educativo
­basado en el Sistema Preventivo, que cuida mucho el ambiente de
­cordialidad y del ­espíritu de familia para formar “­buenos ­cristianos
y ­honrados ciudadanos”.
Congruentes con la pedagogía Salesiana, ­promovemos los siguien-
tes valores en nuestras comunidades Educativas:
• Amor a Dios: Toda la vida de Don Bosco se sitúa en el horizonte
de la primacía absoluta del amor de Dios, un amor capaz de for-
jar ­perso­nalidades ardientes, deseosas de contribuir a la misión
de ­Cristo para­­incendiar a toda la Tierra con el fuego de su amor.
Quienes le ­seguimos tenemos que aprender a fijar, como Él, mente
y c­ orazón inseparablemente en dos polos correlativos: Dios-Amor,
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a quien ­quiere servir con humildad, y a los jóvenes, a quienes quiere
salvar en su n­ ombre con un amor de predilección. Esta es la espiri-
tualidad y ­pedagogía ­s­alesiana. Don Bosco nos invita a ser, en uni-
dad y armonía, hijos de Dios ­entregados totalmente a los jóvenes.
• Amabilidad: Es el valor constituido por las actitudes de apertura,
cordialidad, disposición y acogida, expresados mediante la bon-
dad, el respeto y la paciencia, y que suscita correspondencia de
amistad.
• Confianza: No basta con tener colegios bien organizados, con
una matrícula creciente y un buen ambiente. Una buena propuesta
 e­ ducativa-pastoral es aquélla que lleva implícito el sello, la marca
que los demás reconocen en la calidad del proyecto, de las ­personas
y la ­intencionalidad de nuestro estilo educativo. Credibilidad es ser
creíbles, pero también creer en nuestra misión de educadores. Es
­tiempo de levantar la cabeza, de manifestar al mundo la felicidad
de nuestra acción educativa.
• Honestidad: Este valor se entiende más por su correlativo, la
­honradez. Desde una perspectiva más personal, honesta es la
­persona que cumple a cabalidad con sus deberes y desde el campo
de la­­intencionalidad, es la persona que tiene buenas intenciones.
Por ­tanto, honrada u honesta es la persona recta, íntegra, cabal y
­confiable en su proceder en la vida.
• Solidaridad: Es el sentimiento que nos mueve a hacer equipo y co-
munidad. Implica el afecto y la lealtad a la institución, provocando en
nosotros (alumnos, maestros, padres de familia y salesianos) actitudes
que edifican el espíritu de familia que caracteriza a nuestras comuni-
dades educativas como únicas y originales fundamentadas en el Siste-
ma Preventivo de San Juan Bosco. La solidaridad la hacemos práctica
por medio de una actitud de servicio amable y cordial con todos, procu-
rando solucionar las carencias materiales y espirituales de los que for-
mamos la CEP.
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• Espíritu de familia: Es el valor que permite vivir, en el contexto de
la obra salesiana, un afecto correspondido, de manera que todos
se sientan acogidos y responsables del bien común.
• Excelencia Académica: Entendemos por “excelencia académica”, la
calidad de ideas, principios y actuaciones de quienes, como salesianos,
docentes o alumnos, se sitúan habitualmente por encima del simple
­cumplimiento material y rutinario de su deber, constituyendo ante to-
dos un ejemplo vivo de vida coherente. La excelencia así entendida solo
es posible en un marco de libertad, competencia y respeto para poder
abrir nuevas brechas y derroteros en el campo del conocimiento.
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OBJETIVO
El objetivo del Código Ético del Educador Salesiano, es establecer
­lineamientos que sirvan como guía y marco de referencia, para
que en el trato y en la convivencia diaria en las obras educativas
salesianas, se vele por la dignidad de los educandos y se asegure la
protección y promoción de los derechos de las alumnas y alumnos.
PERFIL DEL EDUCADOR SALESIANO
El educador identificado con la propuesta educativa salesiana:
• Es una persona de fe, razón y afecto;
• Tiene una orientación humanista cristiana;
• Es creativo, innovador, transformador;
• Es congruente en el pensar, decir, actuar;
• Formador de actitudes y valores;
• Está abierto al cambio con proyección positiva;
• Es facilitador de aprendizajes significativos;
• Es capaz de establecer relaciones interpersonales con amabili-
dad, serenidad y armonia;
• Ejerce su liderazgo en el manejo de procesos individuales y
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grupales;
• Es capaz de trabajar en equipo;
• Posee una actitud de mejora continua para ofrecer un servicio
cualificado;
• Comparte el carisma de Don Bosco;
• Refleja su opción por los jóvenes, en especial por los más pobres
y abandonados;
• Optimista de la vida;
• Comparte su alegría;
 • Sabe acompañar y se deja acompañar;
• Es capaz de tomar decisiones para salir adelante aún en situa-
ciones adversas de acuerdo a sanos criterios educativos;
• Se dirige a los demás siempre con cortesía y respeto en el actuar
y hablar;
• Cuida su apariencia personal ya que es modelo y ejemplo para
los alumnos.
ÁMBITOS DE APLICACIÓN
A) EL EDUCADOR SALESIANO EN SU ­RELACIÓN CON LOS
ALUMNOS
Artículo 1. Promover el talento y la realización de los educandos en
su dimensión personal y comunitaria.
Artículo 2. Mantener una relación profesional y de respeto m ­ utuo
con sus alumnos, evitando ­actitudes y acciones que ­busquen seducir,
­inducir, engañar o persuadirlos a obrar mal.
Artículo 3. El educador debe evitar el establecer cualquier ­relación
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­exclusiva con un menor de edad y tener la precaución debida cuan-
do se ­entere de que algún menor busca tal relación.
Artículo 4. Evitar el contacto físico inadecuado con un menor.
Artículo 5. Evitar estar a solas con un alumno en un lugar ­apartado
o no visible.
Artículo 6. Ser receptivo a las ­problemáticas que sus alumnos le
­confíen y guardar r­ esponsablemente la información recibida.
Artículo 7. Evitar dar información sobre sus alumnos que no sea de
su competencia.
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Artículo 8. Evitar hacer comentarios en ­público o en privado, que
­esacrediten a los ­
d alumnos, como etiquetarlos, h ­umillarlos o
­burlarse de ­ellos.
Artículo 9. Evitar el lenguaje ambiguo o s­ eductor.
Artículo 10. Canalizar con el ­profesional ­adecuado la i­nformación
que los alumnos le ­hallan confiando cuando la seguridad, ­integridad
o vida del alumno esté en riesgo.
Artículo 11. Acompañar a los alumnos en las ­actividades grupales
procurando un ambiente de sana convivencia, evitando los
­conflictos o aquellas acciones que laceren la integridad física o
moral de los mismos.
Artículo 12. Evitar proveer a los alumnos ­sustancias psicoactivas y
­material inapropiado u ofensivo.
Artículo 13. Evitar ofrecer hospedaje a niñas, niños y ­adolescentes
para pasar la noche, ya sea en instalaciones privadas o ­compartidas,
­instalaciones de propiedad de la ­comunidad, c­uartos de hotel o
­cualquier otro lugar en donde no existe la ­supervisión de otro adulto.
Artículo 14. Evitar concertar citas individuales con alumnos fuera
de la institución.
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B) EL EDUCADOR SALESIANO COMO PARTE DE LA
­COMUNIDAD EDUCATIVA
Artículo 1. Respetar las ideas y ­opiniones ­políticas, ­religiosas y la
vida privada, ­independientemente de la nacionalidad, sexo, edad,
posición social o cualquier otra ­característica de las ­personas con
quien se ­relaciona profesionalmente.
Artículo 2. Evitar el proselitismo religioso o político en contra de los
valores de nuestra institución y la charlatanería dentro y fuera del
­ámbito educativo.
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Artículo 3. Promover y mantener con la c­ omunidad ­educativa un
­espíritu de c­ olaboración, cooperación, apoyo y respeto, aún cuan-
do existan diferencias de tipo teórico, formativo o m
­ etodológico.
Artículo 4. Reconocer y respetar las ­ necesidades, derechos y
­características individuales del e­ ducador, evitando interferir o descali-
ficar el trabajo de otros, además de valorar los aciertos de los mismos.
Artículo 5. Evitar el manejo de información particular de los que
­­trabajan en el colegio como un elemento para desprestigiarlos
­personal o ­profesionalmente.
Artículo 6. Mantener un ambiente favorable de ­trabajo, evitando
­comentarios despectivos para descalificar a una o varias ­personas
que formen parte de la comunidad e­ ducativa.
Artículo 7. Dado que se proveen las p ­ lataformas y herramientas
de comunicación con fines ­laborales, los derechos de privacidad
del ­personal en este contexto están limitados. No debe ­existir
­expectativa de que cualquier ­información que se transmita o se al-
macene en la red de comunicación de la comunidad es c­ onsiderado
privado.
Artículo 8. Respetar la normatividad de las ­instituciones ­oficiales
­siempre y cuando no se contravengan los principios éticos de este
­Código.
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Artículo 9. Guardar confidencialidad sobre la ­información y/o
­documentación de la I­ nstitución que no se haya hecho antes pública.
Artículo 10. Salvaguardar la integridad e i­magen del Colegio. En
el caso de que en éste se ­cometieran infracciones que requieran
­denuncia, hacerlo ante las instancias adecuadas para conocer y ac-
tuar sobre los hechos.
Artículo 11. Contribuir de forma oportuna y ágil con las ­actividades
administrativas y de apoyo necesarias para el buen ­funcionamiento
­institucional.
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C) EL EDUCADOR SALESIANO EN EL E
­ JERCICIO DE SU
­PROFESIÓN
Artículo 1. Asumir la obligación de regir ­ siempre su ­ ejercicio
­profesional de acuerdo a ­principios éticos y científicos ­inherentes
a la práctica ­docente evitando utilizar la posición de ­autoridad pro-
pia para ­obtener algún provecho o ventaja ilegítima para beneficio
­personal o de terceros, así como buscar o aceptar ­compensaciones
o prestaciones de personas u organizaciones que comprometan
su d­ esempeño como ­docente. ­No recibir dinero ni regalos en
­beneficio de algún alumno o a­ lumnos.
Artículo 2. Respetar la integridad física y ­mental de sus ­educandos,
evitando manipularlos para o ­ btener beneficios ­personales.
Artículo 3. Ser una persona responsable y ­esforzarse por ser ejemp-
lo de vida para los alumnos y la comunidad.
Artículo 4. Ejercer la docencia en observancia a las disposiciones
­legales vigentes.
Artículo 5. Denunciar a la instancia interna correspondiente la
­corrupción, incompetencia o fallas ­éticas de otros profesionales
de la ­educación con el fin de coadyuvar a la profesio­nalización del
campo educativo en la Institución.
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Artículo 6. Procurar involucrarse en actividades colegiadas ­cuyos
equipos tengan como fin el mejoramiento de la docencia.
Artículo 7. Desarrollar estrategias educativas que respeten y se
­adapten a las diferencias en el ritmo y formas de aprendizaje del
alumno y que reconozcan sus conocimientos y capacidades.
Artículo 8. Adoptar medidas disciplinarias acordes con el ­Sistema
­Preventivo; poniendo especial cuidado en el contexto en que se
­produjo la falta, la edad, antecedentes de c­ onducta, circunstancias
personales, familiares o sociales del alumno para que no se le aísle,
segregue o estigmatice.
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 Artículo 9. Utilizar adecuadamente los ­recursos tecnológicos como
apoyo de los esfuerzos ­educativos con fines pedagógicos evitando
su uso para beneficios personales.
Artículo 10. Evitar el uso de medios electrónicos para transmitir
­mensajes que violen la i­ ntegridad de las personas.
Artículo 11. Dar a conocer a los estudiantes los criterios de
­evaluación y realizar las e­ valuaciones apegándose a los o ­ bjetivos
del ­curso p
­ reviendo que los alumnos ya cuenten con las c­ ondiciones
y ­capacidades para lograr r­ esultados ­satisfactorios.
Artículo 12. Apegarse al modelo didáctico i­nstitucional, ­objetivos y
­contenidos temáticos ­establecidos por la ­institución ­reglamentaria,
proponiendo aquellas c­orrecciones o adecuaciones que su for-
mación profesional le permitan para sustentarlos en ­beneficio de los
­educandos.
Artículo 3. Salvaguardar la integridad e imagen de la Institución en
la que presta sus servicios.
Artículo 4. Presentar sugerencias o recomendaciones a los ­padres
de familia con el ­máximo profesionalismo, sobre ­aquello que re-
sulte ­relevante para que éstos puedan apoyar el ­mejor desarrollo
de sus ­hijos.
Artículo 5. Establecer con los padres de ­familia una relación de
­c­onfianza y respeto que fomente el desarrollo integral de los alumnos.
Artículo 6. Proyectar una imagen digna, ­profesional y obrar con
los más altos ­principios éticos y morales de honestidad, justicia,
­objetividad y eficiencia.
Artículo 7. Evitar actividades externas a las l­aborables que puedan
dañar las relaciones de cordialidad con los padres de familia.

Artículo 13. Cuidar y promover en sus e­ ducandos el cuidado de las Artículo 8. Ofrecer un trato amable y respetuoso a los padres de
instalaciones, m
­ obiliario y ­materiales de trabajo que la I­nstitución ­familia, buscando colaborar con eficacia y cortesía en la misión,
­proporcione para su desarrollo. visión y valores institucionales.

Artículo 14. Evitar aceptar y/o pedir directa o ­indirectamente, artículos

de valor o ­remuneraciones económicas que ­comprometan su actuar.
Artículo 15. Evitar la venta, negociación o ­promoción de productos
­­­
o artículos dentro de la institución.
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D) EL EDUCADOR SALESIANO Y SU ­RELACIÓN CON LOS
­PADRES DE FAMILIA.

Artículo 1. Proporcionar información clara y ­puntual a los padres de

familia sobre el d
­ esempeño escolar de sus hijos.
Artículo 2. Evitar proporcionar a los padres de familia información
confidencial de alumnos o personal del colegio.

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DOCUMENTO ELABORADO EN MEXICO,2013