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La acción del gerundio nunca debe ser posterior a la del verbo principal, aunque suceda un

nanosegundo después. La razón es sencilla: si la acción del gerundio sucede posteriormente


a la acción del verbo principal, significa que la segunda acción (la del gerundio) es
consecuencia de la primera (la del verbo principal). Esto está prohibido en español. Su
acción puede ser simultánea o anterior, o puede indicar modo, pero jamás puede ser
posterior.

Ejemplos del primer abuso:

Chocó el camión, muriendo 32 personas.

La señora se calló de pronto, haciendo feliz a todos.

Mi papá no estuvo de acuerdo, disgustando al resto de los invitados.

Corrección:

Chocó el camión y murieron 32 personas. (Coordinación)

La señora se calló de pronto, lo que hizo feliz a todos. (Subordinación)

Mi papá no estuvo de acuerdo, lo cual disgustó al resto de los invitados. (Subordinación)

Como puede apreciarse, es muy sencillo arreglar el problema: sólo hay que volver verbo al
verboide y conjugarlo. Luego se puede coordinar con la primera oración, o se puede
subordinar la oración resultante a la otra. Es necesario replantear la idea pero —como ya se
vio— esto no implica mayor problema.

El gerundio es una forma del verbo, así que tiene la función gramatical de expresar acción
o estado. Es una forma impersonal del verbo y no tiene conjugación; por tanto, no
contiene información de tiempo, número o persona.

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