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LA MAESTRA

comei? Ya no tenía
sentido comer.
Yo no quise comer. Para qué
tenía scntido vivir.
Se come para vivir. Ya no

Pausa.

Venía Pedro Pasambú, mi tío.


sentada en un ban-
En primer plano una mujer joven,
ocurriendo algu-
co. Detrás dé ella o a un l¡do van PEDRO PASAMBU
asadas y unta-
n a s escenas. No debe
baber ninguna relación directa m a n z a n o s y las
mazorcas
Te gustaban los bananos
Ella no los
entre personajes de esas escenas.
ellay los das de sal y de manteca.
ve y ellos no la ven.

LA MAESTRA
sin embar
m a n z a n o s y las mazorcas, y
LA MAESTRA Me gustaban los bananos
de barro rojo
Nací aquí, en este pueblo. En la casita c o m e r . Apreté los
dientes.
Estoy muerta. g0, no los quise
con techo de paja que está
al borde del camino, frente a la escue-
barro rojo en el invierno y un
la. El camino es un río lento de Pausa.
Cuando vienen las lluvias
remolino de polvo rojo en el v e r a n o .
en el barro y los caballos y
las mulas se hace años fue corregidor
uno pierde las alpargatas Estaba Tobías el Tuerto, que
embarran las barrigas, las enjalmas y
hasta las caras y los sombre
el barro. Cuando llegan los
ros de los jinetes son salpicados por TOBÍAS EL TUERTO

cubre todo el pueblo. Las alpargatas cuando eras niña


meses de sol, el polvo rojo Te traje agua de la vertiente, de la que tomabas
suben llenas de polvo rojo y los pies y las
piernas y las patas de en un vaso hecho con hoja de rascadera y
no quisiste beber.

las caras sudorosas y los


los caballos y las crines y las enjalmas y barro y
de polvo rojo. Nací de ese
sombreros, todo se impregna el
LA MAESTRA
vuelto a ellos. Aquí, en pequeño Dios me perdone,
de ese polvo rojo y ahora he sembrado de hor-
No quise beber. Apreté los labios. Fue maldad?
cementerio que vigila el pueblo desde
lo alto, vertier.te debía secarse. /Para qué se
pero llegué a pensar que la
Es un sitio tranquilo y per- Me preguntaba. /Para qué?
tensias, geranios, lirios y espeso pasto. con el a r o m a dulce
guía brotando agua de la vertiente?
mezcla
fumado. El olor acre del barro rojo
se

de tarde, el olor del monte, un


del pasto yaraguá y hasta llega, Pausa.
olor fuerte que se despeña pueblo abajo.
la partera que me trajo al mundo.
Estaba la Vieja Asunción,
Pausa.
LA VIEJA ASUNCIÓN
mundo. Ay niña. Por
Me trajeron al anochecer. Ay, mujer. Ay niña. Yo, que la traje a este
el caldo que
qué no recibió nada de mis manos? Por qué escupió
con un ataúd.
Cortejo mudo, al fondo, le di? Por qué mis manos, que curaron a tantos, no pudieron cu-
rar sus carnes heridas? Mientras estuvieron aquí los
asesinos.
Venía Juana Pasambú, mi tía.
Los acompañantes del cortejo miran en derredor con
JUANA PASAMBÚ

Por qué no quisiste coier?


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terror. La vIEJA Sigue su planto mudo mientras habla LA MAESTRA

LA MAESTRA. Mi padre hablaba muy poco. Casi nada.

LA MAESTRA SARGENTOo
Va
Mal repartida está esta tierra. Se va a repartir de nuevo. a tener
Tienen miedo. Desde hace tiempo el miedo liegó a este pueblo
suspendido sobre él como un inmenso nubarrón de dueños legítimos, con títulos y todo.
y se qued
tormenta. El aire huelea miedo, las voces se disuelven en la saliva
amarga del miedo y las gentes se las tragan. Un día se desgarró LA MAESTRA

todo selva.
el nubarrón y el rayo cayó sobre nosotros. Cuando mi padre llegó aquí, era

El cortejo desaparece, se oye un violento redoble de SARGENTO

repartidas. Tu hija es la maes-


tambor en la oscuridad. Al volver la luz, allí donde Y también las posiciones están mai
estaba el cortejo, está un campesino viejo arrodillado tra de escuela, /no?
y con las manos atadas a la espalda. Frente a él, un
LA MAESTRA
SARGENTO de policia.
sueldo. Pero
No ninguna posición. Raras veces me pagaron el
era

me gustaba ser maestra. Mi madre fue


la primera maestra que tu-
SARGENTo (mirando una lista)
Pasambú? vo el pueblo. Ella me enseñó y cuando ella murió yo pasé a ser
Vos respondés al nombre de Peregrino
la maestra.

EL VIEJO asiente.
SARGENTOO

Quién sabe lo que enseña esa maestra.


Entonces vos sos el jefe político aquí.

LA MAESTRA
EL VIEJO niega.
Enseñaba a leer y escribir y enseñaba el catecismo y el amor a la
patria y la bandera. Cuando me negué a comer y a beber, pensé
a
LA MAESTRA
a enseñar?
entendía tan poco en los niños. Eran pocos, es cierto, pero quién les iba
Mi padre había sido dos veces corregidor. Pero leer escribir? Ya
la situación había También pensé: Para qué han de aprender a y
de política, que no se había dado cuenta que no tenía sentido leer y escribir. Para qué han de aprender el cate
cambiado.
cismo? han de aprender el anmor a la patria y a la bande-
Para qué
ra? Ya no tiene sentido la patria, ni la bandera. Fue mal pensado,
SARGENTO
tal vez, pero eso fue lo que pensé.
esta tierra. Cierto?
Con la política conseguiste
SARGENTO
LA MAESTRA nada que
funda- Por qué hablás? No
no es una cosa mía. Yo no tengo
del pueblo. Y como
No era cierto. Mi padre fue fundador
a la orilla del camino y su finca. El ver, no tengo la cuipa.
casa
dor le correspondió su
"La Esperanza".
le puso nombre al pueblo. Lo llamó:
Grita.

SARGENTo
todos los caciques y gamonales del go-
decís nada? Ves esta lista? Aquí están
No hablás, no

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bierno anterior. Hay orden de quitarlos de
enmedio para organi-
zar las elecciones.

EL. VIEJO.
Desaparecen el SARGENTO y

LA MAESTRA
detrás de la casa.
Y así fue. Lo pusieron contra la tapia de barro,
el Sar-
El Sargento dio la orden y los soldados dispararon. Luego
uno tras otro, mne
gento y los soldados entraron en mi pieza y,
no volví a comer ni a beber y'me fui murien-
violaron. Después
do poco a poco.

Pausa.

será
Ya pronto lloverá y el polvo rojo se volverá barro. El camino
volverán subir las alpargatas y los
un río lento de barro rojo y a

pies cubiertos de barro y los caballos y las mulas con las barrigas
camnino arri-
lenas de barro y hasta las caras y los sombreros irán,
ba, salpicados de barro.

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