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comei? Ya no tenía
sentido comer.
Yo no quise comer. Para qué
tenía scntido vivir.
Se come para vivir. Ya no
Pausa.
LA MAESTRA
sin embar
m a n z a n o s y las mazorcas, y
LA MAESTRA Me gustaban los bananos
de barro rojo
Nací aquí, en este pueblo. En la casita c o m e r . Apreté los
dientes.
Estoy muerta. g0, no los quise
con techo de paja que está
al borde del camino, frente a la escue-
barro rojo en el invierno y un
la. El camino es un río lento de Pausa.
Cuando vienen las lluvias
remolino de polvo rojo en el v e r a n o .
en el barro y los caballos y
las mulas se hace años fue corregidor
uno pierde las alpargatas Estaba Tobías el Tuerto, que
embarran las barrigas, las enjalmas y
hasta las caras y los sombre
el barro. Cuando llegan los
ros de los jinetes son salpicados por TOBÍAS EL TUERTO
LA MAESTRA SARGENTOo
Va
Mal repartida está esta tierra. Se va a repartir de nuevo. a tener
Tienen miedo. Desde hace tiempo el miedo liegó a este pueblo
suspendido sobre él como un inmenso nubarrón de dueños legítimos, con títulos y todo.
y se qued
tormenta. El aire huelea miedo, las voces se disuelven en la saliva
amarga del miedo y las gentes se las tragan. Un día se desgarró LA MAESTRA
todo selva.
el nubarrón y el rayo cayó sobre nosotros. Cuando mi padre llegó aquí, era
EL VIEJO asiente.
SARGENTOO
LA MAESTRA
EL VIEJO niega.
Enseñaba a leer y escribir y enseñaba el catecismo y el amor a la
patria y la bandera. Cuando me negué a comer y a beber, pensé
a
LA MAESTRA
a enseñar?
entendía tan poco en los niños. Eran pocos, es cierto, pero quién les iba
Mi padre había sido dos veces corregidor. Pero leer escribir? Ya
la situación había También pensé: Para qué han de aprender a y
de política, que no se había dado cuenta que no tenía sentido leer y escribir. Para qué han de aprender el cate
cambiado.
cismo? han de aprender el anmor a la patria y a la bande-
Para qué
ra? Ya no tiene sentido la patria, ni la bandera. Fue mal pensado,
SARGENTO
tal vez, pero eso fue lo que pensé.
esta tierra. Cierto?
Con la política conseguiste
SARGENTO
LA MAESTRA nada que
funda- Por qué hablás? No
no es una cosa mía. Yo no tengo
del pueblo. Y como
No era cierto. Mi padre fue fundador
a la orilla del camino y su finca. El ver, no tengo la cuipa.
casa
dor le correspondió su
"La Esperanza".
le puso nombre al pueblo. Lo llamó:
Grita.
SARGENTo
todos los caciques y gamonales del go-
decís nada? Ves esta lista? Aquí están
No hablás, no
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bierno anterior. Hay orden de quitarlos de
enmedio para organi-
zar las elecciones.
EL. VIEJO.
Desaparecen el SARGENTO y
LA MAESTRA
detrás de la casa.
Y así fue. Lo pusieron contra la tapia de barro,
el Sar-
El Sargento dio la orden y los soldados dispararon. Luego
uno tras otro, mne
gento y los soldados entraron en mi pieza y,
no volví a comer ni a beber y'me fui murien-
violaron. Después
do poco a poco.
Pausa.
será
Ya pronto lloverá y el polvo rojo se volverá barro. El camino
volverán subir las alpargatas y los
un río lento de barro rojo y a
pies cubiertos de barro y los caballos y las mulas con las barrigas
camnino arri-
lenas de barro y hasta las caras y los sombreros irán,
ba, salpicados de barro.
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