Está en la página 1de 6

8/1/23, 14:17 Lo absurdo del transgénero: una crítica severa pero necesaria – Inicio | BioeticaWeb, La Mayor Base de Datos

Datos de Artículos de Bioética

Bioetica en la Red: Principios


de la bioética y otras
cuestiones
Bioetica: principios de la Bioética, inicio de la vida, aborto, eutanasia, comités éticos

www.bioeticaweb.com Impreso en 8 de enero de 2023

Lo absurdo del transgénero: una crítica severa pero


necesaria
March 5, 2015
Categorías: Género, Transexualidad
Etiquetas: disforia sexual, Género, operación cambio de sexo

Todavía estamos asimilando el    trágico suicidio    de Josué Alcorn, el adolescente transgénero que, a finales de
diciembre, se paseó por la calzada de una autopista para acabar con su vida. En una nota del supuesto suicida, Joshua
cita    una serie de razones    de por qué decidió acabar con su vida. La más destacada de ellas era que sus padres
intentaron desanimarle de su anhelada identidad femenina y de que quisieron llevarlo a un terapeuta para que tratara
de aliviar su tendencia sentimental.  Todos los problemas que a la larga culminaron en su suicidio, escribe Joshua,
https://www.bioeticaweb.com/?print-my-blog=1&post-type=post&statuses%5B0%5D=publish&rendering_wait=0&columns=1&font_size=normal&image… 1/6
8/1/23, 14:17 Lo absurdo del transgénero: una crítica severa pero necesaria – Inicio | BioeticaWeb, La Mayor Base de Datos de Artículos de Bioética

provienen del hecho de que, desde el momento en que era un niño pequeño, que se sentía como una «chica atrapada
en el cuerpo de un niño.»

Tan pronto como el corazón de Joshua dejó de latir, la historia de su suicidio fue abanderada por los activistas LGBT y
enarbolada para avanzar en una narrativa familiar de una minoría sexual contra la opresión cultural. Los padres de
Uso de cookies
Joshua inmediatamente comenzaron a ser etiquetados como «represivos» e «intolerantes» e incluso comenzaron
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su
a  recibir amenazas  por
consentimiento Internetdedelaslos
para la aceptación cruzados-activistas
mencionadas cookies y la LGBT.
aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para
mayor información.
ACEPTAR
 Transgénero e Identidad de Género

No me he referido a Joshua usando pronombres femeninos  o utilizando su nombre femenino auto-inventado –Leelah–
por la sencilla razón de que el tema no es sencillo. Joshua no era una niña-  era un chico– y tratar a los varones con
pronombres femeninos en lugar de con pronombres masculinos es contribuir a la confusión de esa cultura acerca de la
sexualidad y de la naturaleza de la persona humana, que está dejando literalmente tantas víctimas a su paso. Ninguna
intervención con mutilación quirúrgica de partes del cuerpo, ningún comportamiento de tipo afeminado, ni ningún
maquillaje artificial puede hacer que un hombre pase a ser una mujer.

Los activistas LGBT responden de diversas formas a esto.  Pueden responder diciendo: «Bueno, es cierto: Josué era
biológicamente un hombre.  Pero usted ha malinterpretado nuestra reclamación: sostenemos que su    sexo    era
masculino, sí, pero su  género  era el de una mujer porque se identificó (lit.) como mujer -en español quizá sería más
correcto traducir por se definió-. “La idea aquí es que la gente tiene un sexo, ya sea un hombre o una mujer y que no
puede elegir.  Pero además de esto, hay un “género”, que sería ese sexo con el que cada cual se identifica o define
porque es en el que se siente más comodidad. La respuesta a esto es simple: ¿Por qué hay que pensar que el cómo “se
identifique o defina” cada cuál tenga que ser significativo para todos, especialmente si se les obliga a los demás a
tener que reconocerle esa opción de modo activo y sobre todo cuando esa identidad nueva que se adopta es contraria
a la realidad?

Consideren las siguientes analogías.  Supongamos que un hombre de raza caucásica procedente de Finlandia -
llamémosle Gunther- de repente decide identificarse o definirse como de raza subsahariana.  Supongamos, además,
que a raíz de esto, Gunther sufre intervenciones especiales para que su piel se oscurezca y que la estructura ósea de
su cráneo es retocada para parecerse a la de las personas de ascendencia subsahariana. ¿Podríamos pensar que esa
persona se ha convertido de repente en subsahariano de raza por haber sufrido esas intervenciones? Por supuesto que
no, y su auto identificación o definición como tal no serviría para cambiar la realidad de las cosas. Su nueva apariencia
de ascendencia subsahariana podría ser muy convincente. Pero, de nuevo, esto no cambia el hecho de que él no es de
ascendencia subsahariana.

Del mismo modo, supongamos que un hombre de setenta años de edad –llamémosle Bob- quiere identificarse o
definirse como un adolescente de dieciséis años. ¿No sería absurdo tratar de groseros e intolerantes a los que le dicen
“Usted no tiene dieciséis años, su identificación o definición no cambia la realidad, y no queremos participar de sus
extraños delirios por ocultar su vejez y actuar como si tuviera dieciséis años”?

Los casos de Gunther y Bob y las situaciones de las personas que creen ser transgéneros son perfectamente
análogas. En el caso de las personas transgénero, lo que ocurre es que se identifican o definen como algo que no son,
https://www.bioeticaweb.com/?print-my-blog=1&post-type=post&statuses%5B0%5D=publish&rendering_wait=0&columns=1&font_size=normal&image… 2/6
8/1/23, 14:17 Lo absurdo del transgénero: una crítica severa pero necesaria – Inicio | BioeticaWeb, La Mayor Base de Datos de Artículos de Bioética

se someten a cirugías invasivas y tratamientos hormonales para cambiar su apariencia física buscando la apariencia
del sexo opuesto al que pertenecen en realidad.

Nuestras facultades mentales, al igual que las físicas, se ordenan hacia diversos fines.  Y uno de esos fines es la
aceptación de la verdad.  En este sentido, enriquece nuestras facultades mentales que nos reconozcamos tal como
Uso de cookies
realmente somos (y por tanto, aprehendemos la verdad sobre quiénes somos).  Por esta razón, entendemos que
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su
desórdenes mentales
consentimiento como la anorexia
para la aceptación nerviosa cookies
de las mencionadas sean tratados como de
y la aceptación trastornos: afecta
nuestra política a personas
de cookies, “que
pinche tienen
el enlace falsas
para
mayor información.
creencias persistentes acerca de su identidad o de cómo son en realidad”. En el caso de la anorexia, nos encontramos
ACEPTAR
con alguien que tiene un peso excesivamente bajo pero que cree falsamente (pero tenazmente) que tiene
sobrepeso. Lo adecuado sería buscar la ayuda de la medicina y, si fuera el caso, de un terapeuta especializado, para
tratar a esa persona anoréxica a superar la situación, restaurar las facultades mentales dañadas y recuperar la
normalidad.

La Reasignación de Género con Cirugía no es Medicina

Los partidarios del transgénero también (naturalmente) apoyan la cirugía de reasignación de género como un
procedimiento médico perfectamente legítimo para las personas (incluidos niños) con disforia de género. Ahora bien,
hay que tener en cuenta el hecho de que  el 70-80 por ciento de los niños que declaran que tienen sentimientos
transexuales luego los pierden. No se hace caso, por el momento, al hecho de que los individuos que se someten a la
cirugía de reasignación de género son 20 veces más propensos a suicidarse que la población general. Consideremos la
siguiente cuestión. ¿Podemos razonablemente categorizar la cirugía de reasignación de género como procedimiento
médico en primer lugar?

Antes de responder a esta pregunta, podríamos volver a cuestionarnos qué es la medicina. He aquí una respuesta
plausible: la medicina es el oficio de restaurar facultades corporales para su correcto funcionamiento.  Nuestras
facultades corporales están  ordenadas hacia  ciertos fines.  Esto parece imposible de negar.  Los ojos, por ejemplo,
se  ordenan a    (es decir, su función es) ver, el estómago se  ordena a  descomponer los alimentos, el corazón
está  ordenado a bombear la sangre, etc. Así que si, por ejemplo, los ojos de alguien no fueran capaces de lograr el fin
de la vista, serían tratados con un procedimiento médico  para tratar de recuperarlos para su correcto
funcionamiento.  Del mismo modo, también se haría un esfuerzo médico  para tratar de restablecer el corazón
defectuoso de un individuo (que tiene arritmia, por ejemplo) para su correcto funcionamiento.  Hasta aquí, todo esto
está muy bien.

Pero, ¿qué hacer con la cirugía “de reasignación de género”? En la medida en que tal procedimiento quirúrgico conlleva
un daño intencional y mutila facultades corporales que funcionaban bien pero que son trastocadas para un fin para el
que no estaban ordenadas no puede, en principio, ser considerado como un procedimiento médico. Y como el amor
nos obliga a buscar el bien para otro, es un mal grave el que se podría provocar y hay que evitar tales procedimientos
quirúrgicos.

Sobre la terapia del Trastorno de Identidad de Género

Algo similar se podría decir acerca de la terapia del trastorno de identidad de género. Activistas del transgénero están
aprovechando la trágica muerte de Joshua para insistir en que este tipo de tratamiento debe ser
https://www.bioeticaweb.com/?print-my-blog=1&post-type=post&statuses%5B0%5D=publish&rendering_wait=0&columns=1&font_size=normal&image… 3/6
8/1/23, 14:17 Lo absurdo del transgénero: una crítica severa pero necesaria – Inicio | BioeticaWeb, La Mayor Base de Datos de Artículos de Bioética

criminalizado.  La  petición  está flotando por Internet para prohibir la llamada “terapia de conversión transgénero”, un
procedimiento que consiste presumiblemente en un intento -por parte de un profesional- de ayudar a una persona que
está experimentando un trastorno de identidad de género (también conocido como disforia de género). Si la progresión
del movimiento homosexual es un ejemplo de lo que nos espera, no pasará mucho tiempo antes de que aparezcan
leyes que penalicen a los profesionales que tratan a personas que quieran acabar con sus deseo de cambio de
Uso de cookies
identidad de género.
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su
consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para
mayor información.
Recordemos nuestro anterior razonamiento sobre la anorexia.  Al igual que una anoréxica, la persona transgénero
ACEPTAR
sostiene tenazmente las falsas creencias acerca de su identidad y lo que verdaderamente es: se cree que es de un
sexo que no es. Las palabras del Dr. Paul McHugh  aquí son particularmente incisivas:

El transgénero padece el trastorno de la «suposición» como ocurre en otros trastornos familiares para los
psiquiatras.  Con el sexo, la suposición desordenada es que el individuo difiere de lo que parece dado por la
naturaleza, a saber, una masculinidad o feminidad.  Otros tipos de “suposiciones desordenadas” son los que
padecen anorexia y bulimia nerviosa, donde la “suposición” que se aparta de la realidad física es creer que se tiene
sobrepeso cuando se está peligrosamente delgado.

 Sería, pues, un procedimiento médico perfectamente adecuado para el individuo transgénero visitar a un terapeuta en
busca de su ayuda profesional y tratar sus necesidades de su identidad transgénero desordenada para buscar una
restauración de las facultades mentales para que se ajusten a un fin correcto.  La sugerencia, por tanto, de que la
terapia para tratar la identidad de género debe ser criminalizada es tan absurda como si se sugiriera que habría que
penalizar el tratamiento de la anorexia.

Algunas objeciones comunes

En este punto, un apologista del transgénero podría replicar: “Te estás perdiendo un punto clave: los cerebros, por
ejemplo, de los hombres que se identifican como mujeres se ha demostrado que se asemejan a los de las
mujeres. Esto demuestra que existe una base biológica para su identificación como tal”. Como respuesta, habría que
empezar por cuestionar que haya evidencia empírica en esa dudosa afirmación si realmente fuera cierta. Pero incluso
si este fuera el caso, esto no muestra que los hombres cuyos cerebros “se asemejan al de una mujer” (sea lo que eso
sea) son realmente mujeres después de todo.  Si tuviéramos que decir que la persona sólo es cerebro, como el que
propugna esta objeción parece sugerir, entonces, ¿por qué los hombres que presumiblemente se identifican como
mujeres tienen cerebros con ADN masculino? Parece deducirse que son hombres después de todo.

Pero ni siquiera tenemos que conceder que la presencia de tales estados cerebrales es relevante en absoluto.  Por
ejemplo, podríamos suponer que, a través de un comportamiento habitual parecido al de dieciséis años de edad, la
actividad cerebral del individuo antes mencionados de setenta años de edad, “se asemeja” a la de un chico de dieciséis
años. ¿Se deduce, entonces, que los setenta años de edad, realmente  son dieciséis años? ¿O que él es realmente una
persona de dieciséis atrapada dentro del cuerpo de una de setenta años de edad? Por supuesto que no. La conclusión
más racional es que tal individuo tiene algún tipo de defecto cognitivo o psicológico asociado con la identidad y la
auto-percepción. Lo mismo podría decirse de la persona transgénero.

https://www.bioeticaweb.com/?print-my-blog=1&post-type=post&statuses%5B0%5D=publish&rendering_wait=0&columns=1&font_size=normal&image… 4/6
8/1/23, 14:17 Lo absurdo del transgénero: una crítica severa pero necesaria – Inicio | BioeticaWeb, La Mayor Base de Datos de Artículos de Bioética

De hecho, no debería ser una sorpresa descubrir que nuestras actividades diarias moldean nuestros estados
cerebrales o alteran la forma en que nuestros cerebros se comportan. Después de todo, es un conocimiento más o
menos común que, por ejemplo, el proceso de aprender a tocar un instrumento tiene el efecto de establecer nuevas
conexiones neuronales, lo que provoca un cambio en los estados cerebrales. Así el Dr. Norman Doidge  comenta que:
“Ahora sabemos que el cerebro es neuroplástico y no sólo puede cambiar, sino que funciona cambiando su estructura
Uso de cookies
en respuesta a una experiencia mental repetida”.
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su
consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para
mayor información.
Sobre el tema de la sexualidad, más específicamente, hay que considerar el hecho de que el uso de la pornografía
ACEPTAR
habitual parece estar en correlación con  la disminución de la materia gris en el cerebro , y que el  uso habitual de la
pornografía cambia los gustos sexuales de los hombres.  Si viendo habitualmente pornografía puede cambiar el
cerebro de un hombre un modo tan importante, entonces casi no debería sorprender que el comportarse como una
mujer de un modo intencional y habitual pudiera cambiar el cerebro de un hombre hasta cierto punto. Pero de nuevo,
esto no demuestra que tal hombre sea una mujer; lo que muestra a través de las acciones habituales, es que el
comportamiento del cerebro del hombre ha cambiado.

Otra objeción podría ser preguntar retóricamente: “Bueno, ¿qué pasa con las personas intersexuales? La existencia de
las personas intersexuales de alguna manera demostraría que la naturaleza del sexo está en juego para todo el mundo,
sea intersexual o no”. Pero esto no se sirve para todos. En el caso genuino de las personas intersexuales, puede servir
muy bien para expresar asombro o ignorancia en cuanto a qué hacer con tal atributo, metafísicamente hablando, y tal
vez dejarlo como una cuestión abierta si dichos individuos son masculinos o femeninos o si se les debe alentar a
someterse a procedimientos quirúrgicos en el bien de su salud.  Los casos en que un individuo es intersexual, sin
embargo, son extremadamente raros. De hecho, incluso en ese punto, no sería injusto decir que en el 99,99 por ciento
de los casos (e incluso este podría ser un porcentaje demasiado bajo), una persona por lo menos un hombre o una
mujer. Y como es de esperar, la mayoría de las personas que creen que son transgénero funcionan perfectamente con
sus sistemas reproductivos masculinos o femeninos. Esta objeción, por tanto, es irrelevante e inútil.

Por último, el activista LGBT podría replicar con la siguiente pregunta: “¿pero cómo te afecta a ti que un hombre se
identifique como una mujer?” Si se tratara de una cuestión simplemente privada, esto podría ser un punto válido
(aunque la preocupación por el bienestar físico y mental de las personas que luchan con su género nos pueden obligar
a atenderlos). Pero, por desgracia, los activistas LGBT están trabajando activamente para que el Estado y las empresas
privadas  cubran cirugías “de reasignación de género”,    que los hombres que se identifican como mujeres    puedan
utilizar los baños de mujeres, que las chicas que se identifican como niños    puedan jugar en equipos deportivos
masculinos, que    consideremos como inmoral el referirnos a los niños como hombre o mujer  no sea que
insidiosamente les impongamos un “género” con el que podrían no identificarse, que prohibamos la terapia para tratar
la disforia de género, y que, en general, cooperemos con el lenguaje y la legislación para combatir la “perniciosa
falsedad” que refleja el cuerpo humano.

Cómo me va a afectar personalmente que un hombre se identifique como una mujer, o a usted, o a John Doe es
irrelevante. Lo relevante es si se hacen políticas públicas y se fomentan las normas sociales que reflejan la verdad de
la persona y de la sexualidad humana, o si vamos a ocultar la verdad acerca de estos asuntos y a sembrar la semilla de
la confusión sexual en las generaciones futuras durante los próximos años.

https://www.bioeticaweb.com/?print-my-blog=1&post-type=post&statuses%5B0%5D=publish&rendering_wait=0&columns=1&font_size=normal&image… 5/6
8/1/23, 14:17 Lo absurdo del transgénero: una crítica severa pero necesaria – Inicio | BioeticaWeb, La Mayor Base de Datos de Artículos de Bioética

Este artículo fue publicado por primera vez en Public Discourse: Ethics, Law and the Common Good con el título de The
Absurdity of Transgenderism: A Stern but Necessary Critique, ha sido traducido para Bioetica en la red, y se reproduce
aquí con permiso de la publicación original.

La foto es de Windell Oskay en Flick


Uso de cookies
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su
consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para
mayor información.
ACEPTAR

https://www.bioeticaweb.com/?print-my-blog=1&post-type=post&statuses%5B0%5D=publish&rendering_wait=0&columns=1&font_size=normal&image… 6/6

También podría gustarte