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Cuando un amigo se va (En memoria de Facundo Cabral)

Ha muerto un paladín de la palabra, que usaba su lengua como espada y su ingenio como
ojiva nuclear. Murió Facundo, para quien no había palabras vacías, para quien una sílaba
podía salvar una vida...o condenarla...

Y ante este evento desafortunado solo se me ocurre preguntarme: ¿Será que el mundo, en
su perfecto balance, exige que un filósofo defensor de la paz muera por manos indignas?
¿Será que exige cada cierto tiempo un Lincoln, un Jacques de Molay, un Luther King, un
Lenon?...Facundo nos preparaba casi como añadiendo un presagio: "Y que no te
confundan unos pocos homicidas, el bien es mayoría pero no se nota porque es
silencioso, una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que le
destruya hay millones de caricias que alimentan a la vida", y además decía "No caigas en
lo que cayó tu hermano, que sufre por un ser humano cuando en el mundo hay 5,600
millones".

Él se encargó durante toda su vida de preparar una morada eterna en el corazón


latinoamericano con cada uno de sus consejos, unos un tanto ácidos, pero igual de
eficaces, como cuando nos invitó a cuidar el presente ya que "en el vivirás por el resto de
tu vida", o cuando nos invitaba a amar "hasta convertirte en lo amado, es más, hasta
convertirte en el amor". ¿Quién al escuchar su lirica no rio, lloró, recapacitó? ¿Quién no
usó sus palabras para aconsejar, filosofar...para vivir?

Yo como centroamericano siento vergüenza por lo ocurrido, y siento que solo tomando
otro de sus consejos podría aportar algo para mejorar: "El bien y el mal viven dentro tuyo,
alimenta más al bien para que sea el vencedor cada vez que tengan que enfrentarse."

Murió Facundo Cabral, pero no muere su esencia, su picardía, su sagacidad...y


bueno..."Quién podría decir que Jesús está muerto? No hay muerte: hay mudanza. Y del
otro lado te espera gente maravillosa: Gandhi, Michelangelo, Whitman, San Agustín, la
Madre Teresa, tu abuela y mi madre, que creía que la pobreza está más cerca del amor,
porque el dinero nos distrae con demasiadas cosas, y nos aleja porque nos hace
desconfiados".

"Si los malos supieran lo buen negocio que es ser bueno, serían buenos, aunque sólo
fuera por negocio"
Y como le debe estar cantando un buen amigo suyo, Alberto Cortés (lo Cortés no quita lo
Cabral):

"Cuando un amigo se va, queda un espacio vacío que no lo puede llenar la llegada de otro
amigo. Cuando un amigo se va queda un tizón encendido que no se puede apagar ni con
las aguas de un río. Cuando un amigo se va una estrella se ha perdido la que ilumina el
lugar donde hay un niño dormido. Cuando un amigo se va galopando su destino empieza
el alma a vibrar, porque se llena de frío".

Hasta siempre Facundo Cabral, el mundo te llora, pero los que sentimos con tus
sentimientos te decimos: "Simplemente te nos adelantaste...porque para allá vamos
todos"

            JORGE ALTAMIRANO

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