La Reserva de la Biósfera El Triunfo

Avances y necesidades de investigación y conservación

Paula L. Enríquez
Rubén Martínez Camilo
Mireya Carrillo Garcia

EDITORES
La Reserva de la Biósfera El Triunfo
Avances y necesidades de investigación y conservación

Paula L. Enríquez
Rubén Martínez Camilo
Mireya Carrillo Garcia

EDITORES

2019
 EE
333.711097275
R4

La Reserva de la Biósfera El Triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación / Paula

L. Enríquez, Rubén Martínez Camilo, Mireya Carrillo Garcia, editores.- San Cristóbal de Las Casas,
Chiapas, México: El Colegio de la Frontera Sur, 2019.
291 p.: fotografías, ilustraciones, mapas, retratos.

E-ISBN: 978-607-8429-71-4

Incluye bibliografía

1. Reservas de la biósfera, 2. Hongos, 3. Árboles, 4. Epífitas, 5. Arácnidos, 6. Escarabajos, 7. Anfibi-

os, 8. Aves, 9. Mamíferos, 10. Orquídeas, 11. Historia, 12. Conservación de la diversidad biológica,
13. Conservación de la diversidad biológica, I. Enríquez Rocha, Paula Lidia (editora), II. Martínez
Camilo, Rubén (editor), III. Carrillo Garcia, Mireya (editora).

Primera edición, 2019.

Los contenidos de esta obra fueron sometidos a un proceso de
evaluación externa de acuerdo con la normatividad del Comité
Editorial de El Colegio de la Frontera Sur.

DR © El Colegio de la Frontera Sur

www.ecosur.mx
El Colegio de la Frontera Sur
Carretera Panamericana y Periférico Sur s/n
Barrio de María Auxiliadora
CP 29290
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas

Diseño de portada: Rina Pellizzari Raddatz

Fotografía de portada: José Raúl Vázquez

Se autoriza la reproducción de la obra para cuestiones de

divulgación o didácticas, siempre y cuando no haya fines de lucro y
se cite la fuente; favor de dar aviso: llopez@ecosur o penrique99@
yahoo.com. Cualquier otro uso requiere permiso escrito de los
editores.

Hecho en México / Made in Mexico

A don Miguel Álvarez del Toro
A Chiapas por su todo
 Contenido
I Prólogo 9
Philip Bubb

II Introducción 13

III Reserva de la Biósfera El Triunfo 19

IV Historia previa a la creación de la Reserva de la Biósfera

ElTriunfo 25
Paula L. Enríquez, Fernando González-García y Gerardo de Jesús Cartas Heredia

V Esbozo de la historia de la Reserva de la Biósfera

El Triunfo hasta 2018 37
Juan Carlos Castro Hernández

PARTE I
VI Análisis del conocimiento por grupos taxonómicos 55

Hongos
Estado actual del conocimiento de los hongos macroscópicos
de la Reserva de la Biósfera El Triunfo 57
Erika Cecilia Pérez-Ovando, William García-Santiago y Felipe Ruan-Soto

Comunidades vegetales
Árboles de la Reserva de la Biósfera El Triunfo 65
Rubén Camilo-Martínez

Palmas nativas 75
Rubén Camilo-Martínez
Estado actual del conocimiento de plantas epífitas
en la Reserva de la Biósfera El Triunfo, Chiapas 81
Nayely Martínez-Meléndez

Fauna invertebrados
Estudio de los arácnidos de la Reserva de la Biósfera El Triunfo 87
Guillermo Ibarra-Núñez, Héctor Montaño-Moreno, Emmanuel Franco-Campuzano Granados,
José Francisco Gómez-Rodríguez y Gabriela Guadalupe Angulo-Ordoñez
 Coleópteros Melolonthidae y Cetoniidae en El Triunfo, Chiapas, México 95
Miguel Ángel Morón y Alejandro Morón-Ríos

Fauna vertebrados
Anfibios y reptiles de la Reserva de la Biósfera El Triunfo, Chiapas, México:
estudios y recomendaciones para su conservación y manejo 101
Roberto Luna-Reyes

Diversidad de aves en la Reserva de la Biósfera El Triunfo, Chiapas, México 115

José Raúl Vázquez-Pérez, Paula L. Enríquez y Gerardo de Jesús Cartas Heredia
El pavón, Oreophasis derbianus: estado del conocimiento y perspectivas de
investigación y conservación en la Reserva de la Biósfera El Triunfo, Chiapas 137
Fernando González-García, Miguel Ángel Martínez-Morales, José Luis Rangel-Salazar,
Carlos Alberto Guichard Romero y Alberto González-Romero

Distribución de las aves rapaces diurnas en la Reserva de la Biósfera El Triunfo 149

Paula L. Enríquez, José Raúl Vázquez Pérez y Noé Jiménez

Distribución y diversidad de colibríes en la Reserva de la Biósfera El Triunfo 159

Ruth Partida Lara y Paula L. Enríquez

Mamíferos de la Reserva de la Biósfera El Triunfo 167

Eduardo J. Naranjo y Jorge E. Bolaños-Citalán
Estado de conocimiento actual y prioridades de estudio del tapir centroamericano
y felinos silvestres en la Reserva de la Biósfera El Triunfo, Chiapas 179
Eduardo Mendoza, Oscar Godínez-Gómez, Lakshmi Devi Flores y Josué Israel Puc Sánchez

Amenazas
Amenazas a la biodiversidad de la Reserva de la Biósfera El Triunfo 187
Oscar Godínez-Gómez y Eduardo Mendoza

Manejo de Recursos
Sustentabilidad en la Reserva de la Biósfera El Triunfo (REBITRI)
¿De qué estamos hablando? 197
Trinidad Alemán Santillán
Restauración y conservación de Orchidaceae en la Reserva de la Biósfera El Triunfo
y el sureste de México 205
Anne Damon

Especies prioritarias y propiedad de la tierra en El Triunfo 217

Juan Carlos Castro Hernández
 De la colonización y la deforestación a la conservación biológica
en la Reserva de la Biósfera El Triunfo 225
Sergio Cortina-Villar, Viridiana Cano-Díaz y Elvia Porcayo

PARTE II
VII Análisis del estado de conocimiento de la Reserva de la
Biósfera El Triunfo 233
Paula L. Enríquez, Mireya Carrillo Garcia y Rubén Martínez-Camilo

VIII APÉNDICE 249


M e solicitaron escribir un prólo-
go para este importante libro,
en parte porque he trabajado con otros
colegas para promover el conocimiento
sobre la distribución y las prioridades
de conservación de los bosques nu-
bosos tropicales montanos del mundo
(Bubb et al. 2004, Scatena et al. 2011),
pero también porque tuve el gran pri-
vilegio de trabajar en la Reserva de la
Biósfera El Triunfo en 1990.
La importancia de la Reserva de la
Biósfera El Triunfo por su elevada di-
versidad de especies y sus ecosistemas
es completamente evidente en este li-
bro, que muestra la excelente amplitud
y profundidad del estado de conoci-
miento de los hongos de la reserva,
las comunidades de plantas, inverte-
brados y vertebrados. La reserva es
el área más grande de bosque nuboso
dentro de un área natural protegida en
México, lo que le otorga una gran im-
portancia nacional e internacional. Si
bien, El Triunfo es famoso por sus bos-
ques nubosos, su gran valor también se
debe a la extensión y la conexión con
diversos tipos de bosques a lo largo de
las vertientes del Golfo y del Pacífico.
La visión, el coraje y el compromiso de
quienes propusieron y establecieron la
Reserva con esta gran diversidad de ti-
pos de bosques, y con áreas de amor-
tiguamiento para su uso sostenible por
parte de las comunidades locales, de-
Prólogo
ben ser aplaudidos. Como se documen-
ta en este libro, han sentado las bases
para la conservación de gran parte de la
biodiversidad de México.
La diversidad de importantes espe-
cies que se distribuyen en El Triunfo,
además de ser una de las últimas áreas
silvestres extensas en México. El visi-
tante abandona aldeas, pueblos y carre-
teras que se encuentran en las tierras
bajas para ingresar al bosque con difíci-
les subidas sobre senderos serpentean-
tes y con la ayuda de mulas. Desde las
cimas y los claros de bosques, se pue-
de ver más bosque. La experiencia es
profunda al estar en este bosque nubo-
so que nunca ha sido cortado, con árbo-
les de 30 m de altura y con abundantes
helechos arborescentes, todos cubier-
tos de musgos, helechos y orquídeas.
El aire y los arroyos son claros y bri-
llantes. El agua está siempre presente,
se mueve en forma de nubes a gotitas
en la vegetación, hasta los arroyos, sa-
turando el suelo y regresando a la at-
mósfera. La energía del sol se captura
en delicados helechos y densos robles,
y se destila en el plumaje de los quetza-
les. La energía del bosque es antigua,
moviéndose de forma lenta y vital.
Para mí, el privilegio de pasar algunas
semanas en El Triunfo, cuando estudia-
ba al pavón (Oreophasis derbianus), se
ha convertido en una parte fundamental
9
de mi identidad como conservacionista
profesional. No me cuesta trabajo traer
a mi mente estar en El Triunfo, lo cual
es una fuente de inspiración intelectual
para promover la conservación de estos
bosques, y me promueve un gran bien-
estar espiritual que se conecta con su
quietud y el canto de los pájaros.
Este libro es importante no solo por-
que proporciona el estado de conoci-
miento de las especies en El Triunfo,
sino también porque nos aporta un en-
tendimiento de la Reserva en un con-
texto histórico, que se ve y se usa a
través de diferentes ojos y valores.
Como se describe en los capítulos so-
bre amenazas y prioridades, nuestra
comprensión y objetivos evolucionan,
o incluso se transforman, por experien-
cia. Hace treinta años estaba felizmente
ignorante del cambio climático. Ahora
sabemos que los bosques nubosos tro-
picales de montaña se encuentran entre
los ecosistemas terrestres más vulnera-
bles al cambio climático. Basados ​​en
proyecciones climáticas, Ponce-Reyes
et al. (2012) encontraron que todos los
bosques nubosos de la Sierra Madre de
Chiapas podrían perderse para 2080,
excepto el Volcán Tacana que tendrá
áreas climáticamente adecuadas para el
bosque nuboso. Una situación tan an-
gustiosa es probable que ocurra en una
sola vida humana. Para poder adaptar-
nos al cambio climático y mitigar su
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

amenaza a las especies y a los ecosis- un buen conocimiento de las especies y de administradores de la Reserva de la
temas, y promover el desarrollo soste- los ecosistemas de los que somos admi- Biosfera El Triunfo.
nible en armonía con la naturaleza para nistradores. Este libro proporciona una
las comunidades locales, necesitamos base sólida para la próxima generación

Philip Bubb

Senior Programme Officer

Ecosystem Assessment and Policy Support
UNEP-WCMC
219 Huntingdon Road, Cambridge, CB3 0DL, UK
Email: philip.bubb@unep-wcmc.org

Febrero 11, 2019

Referencias
Bubb, P., I. May, L. Miles y J. Sayer. 2004. Cloud Forest Agenda. Cambridge, UK: UNEP–World Conservation Monitoring
Centre. Also available at https://www.biodiversitylibrary.org/bibliography/58108
Scatena, F. N., L. A. Bruijnzeel, P. Bubb y S. Das. 2011. Setting the stage. En L. A. Bruijnzeel, F. N. Scatena y L. S. Hamilton
(eds.). Tropical Montane Cloud Forests: Science for Conservation and Management. Cambridge University Press.
Ponce-Reyes, R., V.-H. Reynoso-Rosales, J. E. M.Watson, J. VanDerWal, R. A. Fuller, R. L. Pressey y H. P. Possingham.
2012. Vulnerability of cloud forest reserves in Mexico to climate change. Nature Climate Change 2: 448.

10
 Agradecimientos
Este libro se logró gracias a la colaboración de colegas investigadores que decidieron partici-
par con los resultados de sus investigaciones en este proyecto, y a quienes agradecemos infi-
nitamente. Apreciamos el apoyo de los responsables administrativos de la Comisión Nacional
de Áreas Naturales Protegidas Región Frontera Sur, Istmo y Pacífico Sur principalmente a la
Reserva de la Biosfera El Triunfo su Director el M. en. C. Juan Carlos Castro Hernández, así
como a la Biol. Rossana Megchún Guerrero analista de Área Natural Protegida. A los guar-
daparques quienes siempre han sido muy entusiastas para apoyar en los proyectos de investi-
gación, a Ismael Gálvez, Anelfo Gálvez, Ramiro Gálvez, Edilberto López, Adolfo Carbajal,
Gilberto Argueta, Abinaham López, Jorge González y muchos otros. También reconocemos
la importancia de las mulitas (Rocío, Texana. Golondrina, Fortuna, Muñeco, Recuerdo y
Perla) pocas veces consideradas, pero son muy valiosas porque hacen que la subida al Triunfo
sea más leve, al aligerarnos la carga.

Agradecemos también a los revisores de los capítulos que mejoraron las versiones inicia-
les de los documento. Asimismo reconocemos infinitamente a los fotógrafos por proporcio-
nar las imagenes, para ilustrar gráficamente el pasado y presente de El Triunfo, y así como
la increíble fauna que ahí se distribuye. Muchas gracias a Fernando González García, Fulvio
Eccardi, Pablo Cervantes, Jorge Silva Rivera, Gerardo Cartas Heredia, Roberto Escalante,
Juan Carlos Castro, Adolfo Carbajal, José Raúl Vázquez Pérez, y José Luis Rangel Salazar.
José Raúl Vázquez Pérez realizó los mapas de la reserva.

Muchas gracias al personal del Sistema de Información Bibiotecario (SIBE) de El Colegio

de la Frontera Sur, principalmente a Hermilo Cruz García, Mario Zuñiga, Germán de Jesús
Hernández García y Mercedes Guadarrama por su asistencia y apoyo en la búsqueda de lite-
ratura, así como en la base de datos en Mendeley.

Por medio de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT),

de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas y del Programa de Recuperación y
Repoblación de Especies en Riesgo (PROCER 2015) financiaron el proyecto “Difusión de
acciones de conservación de especies prioritarias en la Reserva de la Biosfera El Triunfo”
donde este libro es parte. Agradecemos a los estudiantes que nos apoyaron en las diferentes
fases y actividades de este proyecto. Muchas gracias a todos.
JOSÉ RAÚL VÁZQUEZ

L a pérdida de la diversidad biológi-
ca se ha incrementado rápidamen-
te desde el siglo pasado, los factores
han sido diversos y a diferentes escalas,
frecuencias e intensidades. A partir de
esta situación, la biología para la con-
servación se estableció como disciplina
científica en los 80´s como respuesta
para intentar solucionar esta crisis de
pérdida de la biodiversidad (Simberloff
1988). Aunado a esto, también se han
realizado sendos esfuerzos globales de
conservación que ha involucrado a la
comunidad científica (tanto del ámbito
de las ciencias naturales y sociales) y a
organizaciones internacionales que han
generado planes de acción a nivel in-
ternacional para proteger ecosistemas
y especies como patrimonio de la hu-
manidad; uno de los más importantes
han sido los sistemas de áreas natura-
les protegidas. Este programa creado
en 1971 por la Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura (UNESCO), de-
nominado “El hombre y la Biósfera”,
ha promovido el establecimiento de un
conjunto de reservas de la Biósfera en
todo el mundo. Estas reservas son zo-
nas que presentan ecosistemas terres-
tres, marinos o costeros, en donde el
objetivo principal de esta asignación es
promover la conservación de la diver-
sidad biológica y cultural, y el desarro-
llo social donde se considera la relación
humano-naturaleza, a través de la in-
vestigación y la vinculación.
Las características de zonificación
de una reserva de la Biósfera están res-
paldadas bajo un marco legal de áreas
naturales protegidas. Las reservas pre-
Introducción
sentan tres zonas: una zona núcleo, en
donde se realiza protección estricta a
largo plazo de sitios con valor ecológi-
co, ahí se permiten actividades de bajo
impacto como son la investigación,
actividades de educación y el ecotu-
rismo. Pueden existir varias zonas nú-
cleo para asegurar proteger distintos
ecosistemas presentes en la reserva;
una zona de amortiguamiento o buffer,
donde puede existir población humana,
pero sus actividades no deben obstacu-
lizar los objetivos de conservación de
la reserva; una zona de transición, don-
de se permiten actividades productivas
(agrícolas, ganaderas o forestales sos-
tenibles), así como asentamientos hu-
manos. Este sistema de áreas naturales
protegidas tiene 47 años y ha venido
incrementando el número de reservas
de la Biósfera durante este tiempo. En
el mundo se han establecido alrededor
de 669 reservas en 120 países (2018),
y específicamente en México hasta la
fecha se han decretado 44 reservas de
la Biósfera.
A pesar de ser una buena iniciati-
va de conservación, el conocimiento
de la biodiversidad en estas áreas de-
pende de diversos factores. Cada área
tiene su propia historia, problemas y fi-
nanciamiento; algunas han logrado de-
sarrollar su propia infraestructura para
la investigación, que en conjunto con
el apoyo de instituciones académicas y
de investigación asociadas han logrado
avances en el conocimiento de la biodi-
versidad de estas áreas (Halffter 2011).
En México, Chiapas es el estado
que tiene más Reservas de la Biósfera,
13
con ocho reservas establecidas. Una
de ellas es la Reserva de la Biósfera
El Triunfo, que se decretó en 1990,
y está localizada en la Sierra Madre
de Chiapas. En la Reserva se encuen-
tra una gran variedad de comunidades
vegetales, destacan las comunidades
asociadas a los bosques de montaña
(dependiendo de los sistemas de clasi-
ficación de la vegetación por diversos
autores, se incluye el bosque de nie-
bla o bosque mesófilo de montaña),
que es uno de los tipos de vegetación
más amenazados del mundo (Myers
et al. 2000, Kappelle y Brown 2001).
Los bosques de montaña también son
prioritarios por su elevada diversidad
de fauna y flora, de especies endémicas
y en riesgo de conservación. El papel
que desempeñó la región de la Reserva
El Triunfo ante cambios ambientales
bruscos durante el Pleistoceno, que al
mantener niveles relativamente esta-
bles del clima, permitió mantener a un
número importante de especies que en
otras condiciones se hubieran extingui-
do, de ahí que está considerada como
una región de refugio del Pleistoceno.
Además, en estos bosques se encuen-
tran especies que están amenazadas o
en peligro de extinción, y que represen-
tan todo un emblema para El Triunfo,
como es el caso del quetzal y del pa-
vón, ambas especies fueron esencia-
les y una de las mayores motivaciones
para proteger y crear la reserva; tam-
bién se incluyen mamíferos como el
tapir, el puma, el jaguar y el mono ara-
ña por mencionar algunos. Sin embar-
go, estas especies son solo una pequeña
muestra de la gran diversidad biológi-
ca que presentan estos bosques. La re-
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

gión en donde está inmersa la reserva
es considerada la segunda región bio-
geográfica más importante debido a su
elevada biodiversidad (biodiversity hot
spot; Myers et al. 2000).
En la historia de la sierra Madre de
Chiapas y de la Reserva El Triunfo en
particular, el cultivo del café marcó una
etapa importante, tanto en aspectos am-
bientales por la pérdida y modificación
de cubierta arbórea natural y las con-
secuencias de introducción de especies
de árboles además del café, que pro-
porcionan sombra para el cultivo del
mismo, la erosión del suelo y contami-
nación por agroquímicos usados en la
producción intensiva y no orgánica de
café; pero también en aspectos sociales,
por la afluencia de personas extranje-
ras y nacionales que llegaban a involu-
crarse en diferentes formas a las fincas
cafetaleras. Posteriormente el estable-
cimiento y crecimiento de poblados
o comunidades humanas y otros inte-
reses económicos como lo son actual-
mente las compañías mineras. A pesar
de estos escenarios, de manera general,
la Reserva de la Biósfera El Triunfo,
ha recibido atención en investigación
y vinculación con las comunidades que
la rodean. Aunque estos esfuerzos dis-
tan de ser completos e integrales para
lograr conservar y proteger la diversi-
dad biológica de la reserva, al mismo
tiempo que se promueve el desarrollo
humano, económico y social de las per-
sonas que viven dentro de El Triunfo.
En este contexto, en El Triunfo aún hay
mucho que investigar, descubrir y so-
lucionar para cubrir con los objetivos
reales que rigen a una Reserva de la
Biósfera.

Referencias
Halffter, G. 2011. Reservas de la Biosfera: problemas y oportunidades en México. Acta Zoológica Mexicana (n. s.) 27(1):
177-189.
Kappelle, M. y A. D. Brown. 2002. Bosques nublados del Neotrópico. INBIO, Heredia, Costa Rica.
Myers, N., R. A. Mittermeier, C. G. Mittermeier, G. A. B. da Fonseca y J. Kent. 2000. Biodiversity hotspots for conser-
vation priorities. Nature 403: 853-858.
Simberloff, D. 1988. The contribution of population and community biology to conservation science. Annals Review of
Ecology and Systematics 19: 473-511.
Tejeda-Cruz C. y R. Megchún-Guerrero. 2004. Café y conservación en El Triunfo: efectos de la producción cafetalera
sobre la diversidad de aves. Pp. 215-235 En: M. A. Pérez-Farrera, N. Martínez-Meléndez, A. Hernández-Yañez
y A.V. Arreola-Muñoz. La Reserva de la Biósfera El Triunfo; tras una década de conservación. Universidad de
Ciencias y Artes de Chiapas. Tuxtla Gutiérrez, México.
UNESCO http://www.unesco.org/new/en/natural-sciences/environment/ecological-sciences/ (Consulta 23 de marzo de 2018).
Áreas Naturales Protegidas http://sig.conanp.gob.mx/website/pagsig/datos_anp.htm (Consulta 11 de julio de 2018).

14
 La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
JOSÉ RAÚL VÁZQUEZ

16
 Reserva de la Biósfera El Triunfo
L a Reserva de la Biosfera El Triunfo
fue decretada el 13 de marzo
de 1990, y en 1993 se integró a la Red
Internacional de Reservas de la Biosfera
del Programa El Hombre y la Biosfera
de la UNESCO. Esta reserva presenta
una superficie de 119177 ha, y se locali-
za en la parte central de la Sierra Madre
de Chiapas, la cual constituye un exten-
so sistema montañoso en la cordillera
que se extiende hasta Centroamérica.
La Reserva de la Biosfera El Triunfo
(15°09’10”–15°57’02” N, 92°34’04”–
93°12’42” W) abarca parte de los mu-
nicipios de Acacoyagua, Ángel Albino
Corzo, Escuintla, La Concordia,
Mapastepec, Monte Cristo de Guerrero,
Pijijiapan, Siltepec y Villa Corzo
(CONANP 1999). La Reserva de la
Biosfera el Triunfo presenta una zona
Localización geográfica Reserva de la Biósfera El Triunfo, Chiapas.
núcleo con cinco polígonos que cubren
una extensión de 25 763 ha lo que re-
presenta casi el 22% del área total de la
reserva; mientras que la zona de amor-
tiguamiento cubre un total de 93 414 ha
(78 %). Esta área de amortiguamiento
presenta un total de 28 ejidos, un bien
comunal y 338 propiedades privadas
(CONANP 1999).
El rango de elevación en la reser-
va varía desde los 1 200 m snm has-
ta los 2 550 m snm, le caracteriza un
relieve muy abrupto, con pendien-
tes de fuertes a moderadas. Incluye
un número considerable de montañas
y cerros, donde destacan El Venado
con 2 550 m snm, La Angostura,
El Cebú, El Triunfo y La Cumbre
con elevaciones de ~2 450 m snm
17
y Cordón Pico El Loro con 2 750
msnm (CONANP 1999). Debido a
esta variación en la elevación, el cli-
ma incluye desde el cálido sub hú-
medo (con temperatura promedio
anual de 22 – 26ºC) en la parte baja,
a templado húmedo (de 14 - 18°C)
en las elevaciones más altas. La pre-
cipitación varía de los 1 000 a 4 500
mm, el periodo de relativa sequía se
presenta de noviembre a mayo, y de
lluvias abundantes durante el verano
(julio a octubre), y se incrementan
en las partes altas de las montañas
y al sureste de la reserva (Arreola-
Muñoz et al. 2004, CONAGUA
2016).La situación geográfica don-
de se localiza la reserva es muy pe-
culiar, porque forma un parteaguas
que separa las aguas pluviales de dos
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Zonas núcleo en la Reserva de la Biósfera El Triunfo, Chiapas, México.

cuencas hidrográficas contiguas, la
del Grijalva-Usumacinta en la ver-
tiente de la Depresión Central y la
cuenca de la Costa en la vertiente
del Pacífico (IHN 1993), esto permi-
te que junto con las elevadas precipi-
taciones la formación de numerosos
arroyos y ríos.
Al presentar un amplio rango de ele-
vación ocasiona que la vegetación sea
muy diversa, en la parte baja y de ma-
yor precipitación se encuentran selvas
altas y medianas perennifolias y, selvas
bajas caducifolias y subcaducifolias en
la de menor precipitación, al noroes-
te de la reserva. En las partes media y
alta hay bosques de encino, de pino,
pino-encino, pino-encino-liquidámbar,
de oyamel, y bosque mesófilo de mon-
taña. A lo largo del gradiente de ele-
vación podemos encontrar vegetación
secundaria con diferentes edades de re-
cuperación, potreros, y cultivos de ca-
cao, café y palma camedor (CONANP
1999).
De los cinco polígonos que confor-
man la zona núcleo de la reserva, cua-
tro reciben su nombre por el cerro de
mayor elevación dentro del polígono:
La Angostura, El Triunfo, El Venado
y Ovando. Además de la zona nú-
cleo Custepec. Los polígonos son los
siguientes:
Polígono I El Triunfo (11 595 ha),
la temperatura media anual osci-
la bajo los 18°C. La precipitación
media anual oscila entre 3 000 y 4
000 mm. Este polígono es el de ma-
yor tamaño de los cinco, y aquí se
encuentra el cerro el Triunfo y el
campamento que lleva su mismo
nombre. En este sitio hay infraes-

18
Elevaciones de la Reserva de la Biósfera El Triunfo, Chiapas, México.

19
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
tructura que se utiliza para vigilan-
cia e investigación, existe una antena
para radiocomunicación y una plan-
ta de electricidad. En este polígono
hay 6 senderos, y sus nombres son
Monos, Prusia, Triunfo, Palo Gordo,
Bandera y Costa.
Polígono II Ovando (2 143 ha), se
ubica en la parte sur de la reserva,
y el nombre lo recibe por el cerro
Ovando, que es ampliamente visi-
ble desde las cabeceras municipa-
les de Acacoyagua y Escuintla en la
vertiente del Pacífico. En este polí-
gono no hay campamento, y se llega
a la zona por los caminos y vere-
Tipos de vegetación en la Reserva de la Biósfera El Triunfo, Chiapas, México.
das de los ejidos Las Golondrinas y
Ampliación Laguna, entre otros.
Polígono III Custepec (1 193 ha),
es el polígono más pequeño de la re-
serva, donde se encuentra el campa-
mento Quetzal. Este sitio se ubica
hacia la parte media de la reserva, al
noroeste del polígono El Triunfo. El
campamento se utiliza para realizar
vigilancia y monitoreo. Cuenta con
dos senderos principales, el sendero
Quetzal (que lleva a la cima del ce-
rro Quetzal) y Monterrey. El acce-
so a este polígono se realiza desde
la Finca Cuxtepeques (municipio de
La Concordia).
20
Polígono IV El Venado (4 056 ha),
se encuentra al oeste de la reserva y
aledaña al polígono III, el nombre lo
recibe del cerro El Venado. El acceso
es por el mismo camino de terracería
que llega a la Finca Cuxtepeques y
no presenta infraestructura.
Polígono V La Angostura (6 776 ha),
se encuentra en la parte norte de
la reserva, y colinda con la Zona
de Protección de Flora y Fauna La
Frailescana. El nombre de este po-
lígono lo recibe por el cerro La
Angostura.
Trayectos en la Zona Núcleo El Triunfo I, Reserva de la Biósfera El Triunfo, Chiapas, México.

Trayectos en la Zona Núcleo Custepec III, Reserva de la Biósfera El Triunfo, Chiapas, México.

21
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Referencias
Arreola-Muñoz A.V., G. Cuevas-García, R.A. Becerril-Macal, L. Noble-Camargo y M.A. Altamirano. 2004. El medio fí-
sico y geográfico de la Reserva de la Biósfera El Triunfo, Chiapas. Pp. 29-52.En: M. A. Pérez-Farrera, N. Martínez-
Meléndez, A. Hernández-Yañez y A.V. Arreola-Muñoz. La Reserva de la Biósfera El Triunfo; tras una década de
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CONAGUA. 2018. Monitor de sequía de América del Norte. Disponible en http://smn.cna.gob.mx/es/ [Descargado el 20
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CONANP. 1999. Programa de Manejo de la Reserva de la Biosfera El Triunfo. Instituto Nacional de Ecología, México,
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Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas. Tuxtla Gutiérrez, México.
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interno, Gobierno del Estado de Chiapas, Instituto de Historia Natural, Departamento de Áreas Naturales. 92 pp.

22
 La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
JOSÉ RAÚL VÁZQUEZ

24
 Historia previa a la creación de la Reserva de la Biósfera
El Triunfo
Paula L. Enríquez1, Fernando González-García2 y
Gerardo de Jesús Cartas Heredia3
1
Departamento de Conservación de la Biodiversidad. El Colegio de la Frontera Sur, Unidad San Cristóbal de las Casas, Carretera
Panamericana y Periférico Sur s/n. Barrio de María Auxiliadora, C.P. 29290. San Cristóbal de las Casas, Chiapas. E-mail: penrique@ecosur.mx
2
Red de Biología y Conservación de Vertebrados, Instituto de Ecología, AC.
Carretera Antigua a Coatepec No. 351, El Haya, Xalapa, Veracruz, 91070, México.
3
Curaduría General de Exhibición de Fauna Silvestre, Zoológico Miguel Álvarez del Toro (ZOOMAT),
Calzada Cerro Hueco S/N, El Zapotal C.P. 29094 Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.

L a Sierra Madre de Chiapas duran-

te algún tiempo fue la vía de co-
municación entre la costa del Pacífico
y la meseta central o valles centrales
de Chiapas. Los caminos que existían
no sólo se usaban como vías de paso,
desplazamiento o traslado sino también
eran un componente importante de mi-
gración de personas. Las zonas altas de
la sierra por mucho tiempo permane-
cieron deshabitadas, y solo en las par-
tes bajas de la región había poblados o
comunidades humanas. El incremen-
to de la población humana en la sierra
se intensificó cuando se establecieron
grandes fincas cafetaleras (Cuxtepec,
Prusia, Liquidambar, Santa Cruz,
Monte Grande y Catarinas); esta acti-
vidad agrícola ha sido una parte impor-
tante en este proceso de poblamiento
e importancia económica en la región.
Desde finales del siglo XIX inició la
actividad cafetalera en la región, pero
hasta la década de los 50´s del siglo si-
guiente se incrementó la transforma-
ción de los cafetales tradicionales. Al
mismo tiempo se incentivó la creación
de los ejidos que rodeaban lo que ahora
es la reserva (años 50 ´s y 60´s).
Antes que Don Miguel Álvarez del
Toro, director del Instituto de Historia
Natural del Gobierno del Estado de
Chiapas visitara la región de la Sierra
Madre, particularmente El Triunfo en
la década de los sesenta buscando al
pavón (Oreophasis derbianus), ya ha-
bía personas viviendo en el área. La fa-
milia Gálvez Pérez, originaria de Santa
Isabel Ziján Municipio de Siltepec,
Chiapas, llegó a vivir en 1954 al si-
tio conocido ahora como campamen-
to “El Triunfo”, donde se localiza el
Polígono I de la Reserva de la Biósfera
El Triunfo.
Don Jaime Gálvez Pérez cuenta
que gente de la Finca de Nueva Linda
que se localiza en la zona cafetalera
del Valle de Cuauxtepeques, les men-
cionó que habían terrenos cercanos a
finca Prusia que era parte de tres fin-
cas (Liquidambar, Prusia y Catarina La
Grande). Estas fincas fueron estableci-
das desde principios de 1900. La fami-
lia Gálvez entonces decidió moverse a
ese sitio. Los primeros en llegar fueron
los hermanos de Don Jaime; Tadeo y
Ramiro, mientras que Don Jaime y su
familia se movieron en 1960. Para lle-
gar al Triunfo, tuvieron que caminar
dos días al Ejido Santa Isabel y de ahí a
Finca Prusia. Las personas quienes los
guiaron al lugar fueron un cuñado lla-
mado Eleuterio y Timoteo Roblero. En
ese entonces los caminos estaban ce-
rrados porque habían pasado 20 años
que ya no eran transitados, así que ellos
empezaron a abrir nuevamente el acce-
so al sitio. Solo existía el camino des-
de Mapastepec, donde salía la gente de
las fincas hacia Paval, ahí dormían y
posteriormente subían al Triunfo, para
bajar hasta Prusia. Este era el único re-
corrido desde la costa para llegar a la
meseta central de Chiapas.
La familia Gálvez Pérez llegó a vivir
al Triunfo con todo y ganado tanto
vacuno como con borregos, cabras,
gallinas, guajolotes y patos, también
traían perros. En este lugar vivieron 8
hermanos con sus familias, y la mamá
de ellos Doña Epifania Pérez Escobar.
Don Jaime y su esposa Angelina
Gálvez llegaron al sitio con su hijo
Ismael Gálvez de 6 meses de edad y
posteriormente tuvieron 5 hijos que na-
cieron en el paraje El Triunfo; Anelfo,
Candelaria, Rosaura, Cristina y Jorge.
Una de las hermanas de Don Jaime,
Doña Elsira Gálvez y su esposo Don
Santos Solís también vivieron en el pa-
raje y tuvieron 8 hijos: Horacio, Olinto,
Rafael, Everardo, Jacinto, Rubicel,
Álvaro, y el menor Carmelino que fa-
lleció muy pequeño.

25
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
Ya en El Triunfo, cada familia cons-
truyó su casa en el “claro” que ya exis-
tía, porque hubo gente que vivió antes en
este paraje. Cuenta Anelfo (mejor cono-
cido como Enelfo) que había dos casitas
en forma de galeras con lámina, y había
otra mucho más grande en donde aho-
ra está el famoso “Palacio” (actualmen-
te destechado debido a fuertes vientos),
esta era una casa embarrada o enlodada
(como adobe). En el claro se establecie-
ron alrededor de 6 a 8 casas. Cada sá-
bado las familias bajaban a Prusia para
surtirse y abastecerse de víveres como
azúcar y frijol. Quien atendía la tiendi-
ta la cual estaba bien surtida, era Don
Benigno Robles con sus hijos.
Las familias Gálvez, Solís y Roblero
GERARDO CARTAS
abrieron nuevamente algunos caminos
en El Triunfo, que ya estaban enmon-
tados como el de Palo Gordo, sendero
Selva de niebla, 1982. el Triunfo y sendero Bandera. También
hicieron el claro mucho más amplio,
donde los niños jugaban con una pe-
lota hecha de trapos. El clima era ad-
verso, frío y muy nuboso, pero con el
tiempo se empezaron a acostumbrar al
lugar donde sembraron maíz, frijol bo-
chil chaporol, así como repollo y papa.
El maíz no se daba muy bien, ya que
debían de esperar un año para poder
cosecharlo. Las familias vendían le-
che y queso con el producto que ofre-
cía el ganado, y cuenta Don Jaime que
llegaron a tener hasta 200 cabezas de
ganado de libre pastoreo en el lugar.
Ellos procuraban no matar a las reses,
y solo vendían vacas cuando necesi-
taban dinero. Sin embargo, las vacas
andaban por todos lados, lo que oca-
JOSÉ RAÚL VÁZQUEZ
sionaba que el jaguar se comiera a los
toritos pequeños. En ese tiempo, el cla-
ro y el acahual eran amplios y se podía
ver el ganado desde lejos, actualmente
Don Jaime Gálvez y Doña Angelina Gálvez. la vegetación ha crecido considerable-
26
mente. En ocasiones mataba carne de
monte, como pavas, faisanes (Crax ru-
bra), pavones, venados, tepezcuintles,
monos araña, dantas (tapir), y jabalíes
(pecarí). Cuentan que llegaron a matar
hasta 15 dantas, porque la carne es muy
sabrosa, así como lo es la del pavón. En
ese entonces, cuentan que había mucha
danta y quetzal.
Hay elementos que indican que per-
sonas vivieron en el lugar con anterio-
ridad a la llegada de la familia Gálvez,
como las cruces de madera que están
en el sendero Monos. Don Jaime men-
ciona: “A saber cuál era su secreto,
quién sabe qué costumbres tenían o de
dónde eran…”. Había 7 cruces de di-
ferentes tamaños en un agujero. Ismael
Gálvez cuenta que había una cruz más
grande que medía más de dos metros,
otras medían metro y medio, otras un
metro y unas más pequeñas. Ismael
menciona que este sitio era un lugar o
centro de ceremonias, donde la gente
daba gracias a Dios por permitir andar
en esos caminos y darles la oportuni-
dad de trabajar en las fincas. Muchas
personas entraban principalmente por
el camino de la costa, que era más fácil,
pero mucho más largo. Ya que durante
la temporada de lluvias era más difícil
el transporte por Jaltenango por la cre-
cida de los ríos, y en ese tiempo se ca-
recía de puentes.
Además del paraje El Triunfo, Palo
Gordo fue otro sitio importante y fue
considerado como asentamiento hu-
mano irregular que no pasó desaper-
cibido, ya que se encuentra dentro del
perfil demográfico en la Sierra Madre.
Uno de los primeros pobladores en
Palo Gordo fue Don Mauro que vivió
en 1970, y quien desmontó y abrió el
claro en este sitio. Posteriormente lo
abandonó porque el lugar no era muy
amigable, había mucho viento, lluvia y
“mucha soledad”; posteriormente Don
Mauro se trasladó a un ranchito cerca
de Nueva Alemania. También vivió ahí
un compadre de Don Jaime Gálvez lla-
mado Eduardo Quiñonez que era me-
cánico de Prusia, quién llegó a Palo
Gordo con 12 cabezas de ganado pero
vivió también poco tiempo en el paraje.
De acuerdo con los registros, varias
personas llegaron posteriormente a vi-
vir a Palo Gordo, a pesar que en 1972
el sitio ya era declarado Área Natural
Típica del Estado de Chiapas: Bosque
de Niebla con una superficie de 10 000
ha. En 1976 llegaron dos familias pro-
venientes de Huixtán y Chanal de la
región de los Altos de Chiapas, quie-
nes limpiaron la vegetación que cre-
ció en ese tiempo pero abrieron más
el claro. Pretendían formar un ejido
con el nombre de San Pedro Pedernal
haciendo honor al lugar donde ve-
nían. Ellos iniciaron los trámites ante
Reforma Agraria para solicitar la de-
signación del ejido, y entre sus planes
era crear una escuelita y caminos para
tener un mejor acceso y poder sacar
sus productos. En el sitio recolectaban
mumo, mostaza, berro y otros produc-
tos, también cultivaban papas, zanaho-
rias, calabazas. Estas personas incluso
sembraron árboles frutales de durazno
y aguacate. En este claro había seis ca-
sitas construidas de tablas y hojas de
palma. Tres años después de que lle-
garon, se enteraron que estaban en te-
rrenos federales. Hay registros que en
1981 llegó gente proveniente de Finca
Catarina que se dedicaban a cortar café,
pero tuvieron varios conflictos y enton-
ces salieron del lugar. En 1987 solo ha-
bitaba la familia Pérez que constaba de
12 personas quienes salieron en 1992,
ya que se les brindó apoyo para regre-
sar a su lugar de origen. A pesar que ya
era un área protegida, en 1985 las ame-
nazas de invasión y colonización se in-
tensificaron en la zona.
Don Miguel Álvarez del Toro quien
fue una pieza clave para la creación
del área protegida y conservación de
El Triunfo, inició su viaje al paraje
El Triunfo el 3 de mayo de 1960 por
Mapastepec, con el único propósito
de buscar al pavón. Don Miguel es-
tuvo acompañado de Jesús López y
Bonifacio Guillén, el guía era Don
Rodrigo Argueta López que era un
agente municipal y su hijo Jorge que
posteriormente fue el guía principal ya
en el sitio. La travesía de llegada duró
GERARDO CARTAS
dos días pernoctando en Mapastepec y
El Paval. Posterior a esta visita, Don
Miguel regresó tres veces y realizó va-
rias gestiones gubernamentales para Don Miguel Álvarez del Toro con un pavón.
proteger el sito y negociar la salida de
las personas que estaban ya viviendo
en los parajes.
Durante todo este proceso de crea-
ción de área protegida, la familia
Gálvez debía desocupar el lugar, sin
embargo ellos se resistían a salir. Ellos
ya tenían más de 20 años viviendo en
el sitio y estaban bien hallados en el lu-
gar. En 1979 y principios de los 80 la
mayor parte de la familia salió del lu-
gar. Prácticamente todos los hermanos
de Don Jaime salieron al mismo tiem-
po, y solamente se quedaron su herma-
na Doña Elsira Gálvez con su esposo
Don Santos Solís. Doña Elsira se re-
sistían a salir del lugar, la situación fue
GERARDO CARTAS
muy triste, dramática, tensa y compli-
cada. Doña Elsira vivió 4 años más ahí
y después falleció en Prusia, su esposo
Don Santos salió y se fue a vivir a 3 de El palacio al frente y la casa de Don Santos
Mayo, donde falleció años después. La Solís y Elsira Gálvez, al fondo, 1982.
27
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
casa de Don Santos y Doña Elsira es-
taba construida muy cerca de donde se
encuentra ahora el anuncio de llegada
al Campamento. En la parte posterior
de esa casita había otra que ellos usa-
ban como bodega y gallinero. Cuando
llegaron los primeros biólogos al lugar
en 1981, se hospedaron en la bodega.
Ismael Gálvez y Rafael Solís vivían ya
con sus respectivas familias cruzan-
do el arroyo, donde ahora se encuentra
toda la infraestructura de la Reserva. El
Palacio en ese entonces era solo una es-
tructura de madera con techo de cartón,
sin paredes y piso de tierra.
Después de que la familia Gálvez
GERARDO CARTAS
salió de El Triunfo, parte de la familia
se estableció en Jaltenango. Don Jaime
compró un terreno de 4 hectáreas y
desde su salida jamás ha regresado al
Rafael Solís e Ismael Gálvez, 1982.
Triunfo. Para 1982 se destruyeron las
FULVIOECCARDI
De izquierda a derecha: Rafael Solís Gálvez, Fulvio Eccardi, Pablo Cervantes Calderón,
Fernando González García, Ismael Galvez Gálvez, Ofelia Morales, María Lucrecia Coutiño
Sánchez, Saul, Damián y Elsa (hijos de Rafael y Ofelia).
28
cabañas donde habían vivido las fami-
lias, quedando únicamente los postes y
techo de madera a la que se le denominó
El Palacio, el cual se reconstruyó con
lámina de cartón. La casa fue ocupada
por los Biológos Fernando González
García y Gerardo Cartas Heredia del
Instituto Nacional de Investigación so-
bre los Recursos Bióticos (INIREB).
El Biol. Fernando González García
arribó por primera vez a El Triunfo en
1981, para realizar una exploración
preliminar con el fin de estudiar la his-
toria natural del pavón (Oreophasis
derbianus) en compañía del Dr. Mario
A. Ramos Olmos. Ellos llegaron por
la ruta costa, que caminaron desde
Guadalupe Victoria hasta El Triunfo,
iban acompañados también por Don
Rodrigo Argueta López. A partir de en-
tonces el ahora Dr. Fernando González
ha estudiado esta especie continua-
mente. El Biol. Gerardo Cartas llegó
en abril de 1982, para elaborar un in-
ventario de las aves de la reserva, que
en ese entonces solamente contaba con
10 000 ha. El Biol. Cartas realizó reco-
rridos en los senderos Costa, Prusia y
Palo Gordo como transectos pero tam-
bién conteo por puntos por un poco más
de un año. Posteriormente solamente
regresaba cada año (abril y mayo) para
estudiar la anidación y dieta del quetzal
por 7 años (hasta 1990); ya en 1991
se movió a la Finca Santa Cruz a se-
guir con sus observaciones y en 1992
rescató cercano a la finca el primer po-
llo de quetzal de un nido depredado que
llevó al ZooMAT (Zoológico Miguel
Álvarez del Toro), este fue una hem-
bra; dos años más tarde se capturó un
macho de quetzal para emparejar con
la hembra. En 1996 el Biol. Cartas res-
cató otros dos pollos de quetzal que es-
taban siendo extraídos por trabajadores
de la finca, ese año fue cuando finalizó
su trabajo en El Triunfo.
Referente a la hembra de águila arpía
que estuvo varios años en el ZooMAT,
fue herida por Don Guadalupe Ríos en
1975, en las colindancias de la Finca
Santa Cruz. Don Guadalupe no sabía
qué hacer con el ejemplar y consul-
tó con Don Jaime López (dueño de la
finca) quien inmediatamente llevó el
ejemplar al zoológico. El águila estuvo
16 años en exhibición y falleció en oc-
tubre de 1991.
Otros biólogos que también llegaron
C. GUICHARD
al Triunfo en 1985 fueron Lourdes Ávila
Hernández y Víctor Hugo Hernández
Obregón, el propósito fue estudiar al
quetzal. Los estudios con esta especie
se prolongaron los años siguientes e in-
cluso les colocaron radiotransmisores a
varios individuos para monitorear sus
movimientos en la reserva.
A partir de 1981, Ismael Gálvez
junto con su primo Rafael Solís em-
pezaron a trabajar con el Instituto de
Historia Natural (IHN) como guar-
daparques. Dos años después pasaron
a la Secretaría de Desarrollo Urbano
y Ecología (SEDUE), quien adminis-
tró la reserva, por tan solo dos años.
Posteriormente regresaron al IHN has-
ta 1996. Como parte del equipo de la
Dirección de la Reserva, con recur-
sos asignados por el Fondo de Áreas
Naturales Protegidas, los guardapar-
ques fueron contratados por Espacios
Naturales y Desarrollo Sustentable,
A.C. durante 10 años, después por el
Fondo de Conservación El Triunfo
A.C. Rafael Solís trabajó hasta 2007
con la reserva, pero Ismael Gálvez in-
gresa a la Comisión Nacional de Áreas
Naturales Protegidas (CONANP) a
Rafael Solís, Ismael Gálvez, Fernando González García y Gerardo Cartas.
partir del 2008. El proceso de admi-
nistración y manejo de la reserva fue
muy difícil al principio hasta que la
CONANP se hizo cargo.
Ismael cuenta que el nombre de El
Triunfo se debe a que así se llama-
ba el paraje, El Triunfo. Como bien lo
narra Don Miguel en su libro ¡Así era
Chiapas!, “El Triunfo, ¡y vaya que ha-
bía sido un triunfo el llegar hasta allí!
Bien escogido el nombre”. Los dueños
de las fincas cercanas que usaban este
camino, así lo nombraron; y el nombre
se mantuvo. Subiendo por la ruta de la
costa, desde Mapastepec a Paval son
25 Km, ya en Paval para subir al para-
je el Triunfo la distancia es de 18 Km;
por otra parte, la ruta de Jaltenango al
Triunfo son 58 km, siendo 45 Km has-
ta Santa Rita y 13 Km caminando has-
ta el Campamento. Por ambas rutas las
distancias son muy largas y de difícil
acceso, pero anteriormente era más
complicado llegar al sitio, porque se ca-
recía de una vía adecuada para el trans-
29
porte, por lo que el acceso era a lomo
de mula o a pie. Los caminos de Prusia,
Liquidambar y Monte Grande ya esta-
ban, los cuales eran caminos que usa-
ban los trabajadores de las fincas que
les dieron vida, porque los usaban para
transportar los productos a Mapastepec
y regresaban con víveres que usaban en
las fincas.
En El Triunfo que es el Polígono I de
la Reserva de la Biósfera, existen 6 sen-
deros, los cuales reciben sus nombres
como sigue: Sendero Palo Gordo por-
que ese sendero va hacia Palo Gordo.
El nombre de Palo Gordo lo recibe por-
que hay árboles grandes o enormes que
son como guayabos (Platanus sp). El
sendero Bandera, se llama así porque
este conduce al cerro con ese nom-
bre, lo mismo sucede con el sendero el
Triunfo. El sendero Costa va hacia la
costa del Pacífico. El sendero Monos se
llamó así, porque en ese sendero se en-
contraban varios individuos de monos
araña de febrero a marzo, y el sendero
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
GERARDO CARTAS
Finca Prusia, 1982.
Prusia recibe ese nombre porque va ha-
cia Finca Prusia.
Anelfo cuenta que el dueño de la fin-
ca cafetalera Prusia, construyó la case-
ta y las antenas que están en la cima de
cerro El Triunfo para tener mejor co-
municación por radio en el área de la
finca. Pero en 1994, durante el levan-
tamiento zapatista, invadieron la finca
y destruyeron la infraestructura. El si-
tio quedó abandonado por algún tiem-
po. Posteriormente, se reconstruyó la
caseta e instalaron nuevamente las an-
tenas, junto con paneles solares para
establecer comunicación de radio con
el centro de operaciones de la reserva
en Jaltenango de la Paz o Ángel Albino
Corzo.
Todas las instalaciones de la Zona
Núcleo han requerido de un esfuerzo ti-
tánico para su construcción y funciona-
miento. El acarreo de cemento y otros
materiales para la construcción de la
caseta en el Cerro El Triunfo fue hecho
en las espaldas de los guardaparques
y también de trabajadores de Finca
Prusia, ya que el sendero que llega ahí
desde el campamento está muy empi-
nado. La jornada consistía en subir un
bulto de cemento de 50 kilos por perso-
na al día con un recorrido de 1.4 Km.
Además de subir el agua desde el arro-
yo de la cañada.
La energía eléctrica se llevó por pri-
mera vez cuando la administración es-
taba a cargo de la SEDUE, mediante
una planta generadora de luz que fun-
cionaba con diesel. Sus dimensiones
eran enormes con relación a la capaci-
dad de los senderos para transportarla
desde finca Prusia; no era posible lle-
varla ni siquiera en mulas, por lo que
fue necesario que la arrastrara el perso-
nal utilizando rodillos, labor que duró
alrededor de una semana. Sin embar-
go, una vez instalada no resultó tan
útil como se esperaba, además de que
producía demasiado ruido, por lo que
casi nunca fue utilizada y se convirtió
en un monumental estorbo. No habien-
do forma de bajarla nuevamente, ni de
desarmarla para reutilizar sus partes, en
2006 fue sepultada atrás de una de las
cabañas.
Las actividades de los guardapar-
ques en un inicio solo era realizar reco-
30
rridos de vigilancia y reportaban lo que
sucedía, como la tala ilegal o incendios
forestales. Ahora las actividades se han
incrementado realizando actividades
de mantenimiento a los senderos, en
caso de deslaves y caída de árboles para
limpiarlos. También dan mantenimien-
to en las cabañas y al claro. Ramiro
Gálvez Roblero, quien también nació
en el paraje el Triunfo, cuenta que la
actividad más relevante que hacen son
los recorridos de vigilancia, porque
de esta forma detectan cualquier ilíci-
to como es la tala de árboles, la cace-
ría furtiva, los incendios, el saqueo de
plantas o animales de la reserva, o for-
mación de rancherías. Los guardapar-
ques ya se han capacitado para trabajar
en las comunidades humanas vecinas a
la reserva y dan pláticas para informar
por qué es importante conservar la re-
serva. También imparten pláticas y ta-
lleres de educación ambiental a niños
de las comunidades. Otra de las activi-
dades que realizan es el apoyo logístico
a investigadores, estudiantes y a otros
visitantes de diferentes universidades o
centros de investigación, el cual consis-
te, en subir los víveres, equipaje y otros
equipos y materiales de trabajo con el
uso de las mulas.
A partir de 2010 se empezó un pro-
yecto de monitoreo biológico donde se
recorren los 6 senderos del campamen-
to para evaluar la abundancia de espe-
cies de importancia para la conservación
como son el tapir, el jaguar, el puma, el
pajuil, el mono araña, el quetzal y el pa-
vón. El proyecto sigue en marcha hasta
ahora 2018. Ellos también han registra-
do la temperatura y humedad diaria, y
han reportado que ha habido cambios en
la temperatura, donde antes registraban
una temperatura máxima de 10.5 u 11
 Plática de educación ambiental en el ejido Santa Rita, municipio de Ángel Albino Corzo, 1990.
AARÓN RAMÍREZ VELÁZQUEZ
Francisco Javier Jiménez González, Roberto Escalante López, María de Lourdes Hernández, Víctor Hugo Hernández y niños de la comunidad.
°C, y ahora la temperatura máxima ha
sido de 23.5°C.
Comentarios sobre
El Triunfo
Ismael Gálvez Gálvez (2015): “Mi in-
terés por los pájaros fue porque uno
se familiariza con lo que ve. Aquí han
venido muchos investigadores biólo-
gos y ellos empezaron a capacitarnos
y darnos los nombres de las especies.
Por ejemplo los biólogos Gerardo
Cartas Heredia y Fernando González
García”. Y continúa “agradezco ha-
ber vivido aquí toda mi infancia y tra-
bajar para la reserva. Esto ha sido
una gran satisfacción. El gusto es que
he aprendido los valores de la reser-
va, del bosque, y por todo lo que tiene,
arroyos, animales. Me motiva contem-
plar la belleza que brinda el bosque. El
ambiente que se vive. Es un privilegio y
belleza estar aquí”.
Anelfo Gálvez Gállvez (2015): “Lo
que más me gusta de mi trabajo son
los recorridos. Me motiva salir a ca-
minar y escuchar a las aves. A los ni-
ños les digo que conozcan, que suban
para conocer la fauna, porque los hu-
manos somos destructores de todo, que
suban a conocer a los jabalíes, al tapir,
a otros animales. Me da gusto que se
conserve la reserva. Lo que no se cono-
ce no se valora. Hay que conocer para
conservar”.
Ramiro Gálvez Roblero (2015): “Yo
nací aquí por eso me gusta estar aquí
y conservarlo. Es una gran riqueza de
este bosque. Realizar los recorridos
y conocer más a las aves, me gustan
mucho. Ayudar a conservar es un pa-
trimonio natural que tenemos. Cada
municipio deberá de aportar para la
conservación…”
Rafael Solís Gálvez (2018): “El si-
tio me encanta, yo viví y crecí ahí. Este
31
fue el mejor regalo, me acuerdo mucho
del pavón que pasaba cerca del claro
y como la niebla baja y cubre el cerro,
además de admirar el cielo estrellado.
Y aunque hace como 5 años no he lle-
gado otra vez, el lugar es maravilloso”.
Gerardo Cartas Heredia (2018):
“La reserva El Triunfo es realmente
un lugar místico, su aparente quietud
y tranquilidad le inspiran a uno a valo-
rar lo que está uno viendo y lo que no
se ve. En una ocasión, sentado en una
saliente y observando el paisaje vien-
do al fondo la costa del Pacífico, me
puse a pensar en cuanto movimiento
tenía el lugar, introduciendo mi pensa-
miento a la cantidad de individuos de
árboles estaban frente a mí, después,
cuanta fauna se movía al cobijo de di-
chos árboles, no dio mi pensamiento en
alguna cantidad pues era tan grande la
cifra que me dejó perplejo. Me volvía
introducir en el movimiento, ahora en
cosas más pequeñas como hierbas en
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
el suelo y en las ramas de los árboles,
la cantidad de insectos y me quedé ma-
ravillado cuando después de un rato de
meditar, pude imaginar la cantidad de
movimiento que tienen las células que
integran cada organismo, realmente
esto no está para nada quieto, es ver-
daderamente un caos, y no como apa-
rentemente se ve cuando sólo observa
uno el paisaje”.
Fulvio Eccardi (2008): “Llegar a
El Triunfo siempre ha sido para mí una
experiencia inolvidable, una manera
simbólica de dejar la civilización; es
como abrir una puerta hacia una rea-
lidad diferente. Corría el año de 1981.
Entonces, como ahora, desde Tuxtla
Gutiérrez se debe llegar al poblado de
Jaltenango, y de allí a la finca cafetale-
ra Prusia, donde comienza el estrecho
FULVIO ECCARDI
Fulvio Eccardi, Rafael Solís Gálvez, Fernando González García, Ismael Gálvez Gálvez y Pablo Cervantes Calderón.
sendero que conduce al llamado “cla-
ro de El Triunfo”, que se encuentra a
1,950 metros sobre el nivel del mar, ro-
deado de un tupido bosque de niebla.
Recuerdo que don Miguel lo describía
así, haciendo referencia a su prime-
ra visita: —“es un descampado como
de tres hectáreas, cruzado en el cen-
tro por un riachuelo de aguas heladas
y cristalinas, ocultas las márgenes por
enormes y tupidos berros, entre cuyo
suculento follaje cantaba toda una po-
blación de ranas sin que le importase
el frío. Hacia el final del claro estaba
una casita de tejamanil y cerca de don-
de nos encontrábamos estaban los res-
tos de un techo de lámina acanalada
galvanizada. Éste era el paraje donde
pasaban la noche los escasos viajeros
que cruzaban por ahí. Tiempo atrás el
lugar había visto la llegada de frecuen-
32
tes recuas de mulas, cargadas de café
camino a la costa, pero cuando visité
El Triunfo hacía ya muchos años que
los productos de las fincas salían por
Tuxtla, utilizando las nuevas carrete-
ras que el gobierno construía—”.
“Dormimos en tiendas de campaña
bajo el mismo techo de lámina; ya ha-
bía tres casitas, en dos vivían Ismael
Gálvez y Rafael Solís, que allí habían
nacido y ahora trabajaban como vigi-
lantes de la Reserva Biótica Integral El
Triunfo, un área protegida a nivel es-
tatal de 10 mil hectáreas que se había
creado gracias al trabajo del Instituto
de Historia Natural, institución pio-
nera en la conservación de las rique-
zas naturales del estado de Chiapas.
Desde entonces Ismael y Rafael han
sido elementos clave en todo lo rela-
cionado con la conservación de la re-
gión; siempre incondicionales y muy
queridos amigos, compañeros de mil
vivencias”.

“Al año siguiente regresé con el

propósito de quedarme por un perio-
do mucho más largo. Por cuenta de la
reserva se habían colocado, en el te-
chado, unas láminas de cartón encha-
popotado para transformarla así en
una cabaña rústica, donde había unos
catres y una estufa que calentaba con
gasolina blanca, pero sin duda era una
estancia más cómoda que la tienda de
campaña. Mi objetivo era tomar bue-
nas fotos del bosque, pero sobre todo
anhelaba retratar al quetzal. Con el
paso del tiempo, me di cuenta de la di-
ficultad de esta tarea, pero mi inten-
JOSÉ LUIS RANGEL

ción se fue transformando en obsesión

(tomado con permiso de “El Claro”, El
Triunfo: La tierra de una leyenda vi-
viente 2008).
Acceso a El Triunfo
por finca Prusia
(sitios importantes en el
recorrido)
Para llegar a la Reserva de la Biósfera
El Triunfo desde Jaltenango La Paz,
lleva un tiempo de 2 horas por un ca-
mino de terracería hasta la comuni-
dad de Santa Rita, el recorrido es de
45 Km y desde ahí son 13 km cami-
nando por el sendero Prusia hasta lle-
gar al campamento. El rango altitudinal
de recorrido es de 750 msnm en Finca
Prusia pasando por los 1400 m de al-
titud en el Pozolero, 2200 m de alti-
tud en El Puerto que es el sitio cuando
empieza el descenso desde El Triunfo
y 1850 m de altitud en el campamen-
to El Triunfo. Las mulitas (Golondrina,
Fortuna, Muñeco, Rocío, Recuerdo,
Tejana y Perla) son una compañía im-
portante para subir a la Reserva. Ellas
son las que cargan todo el equipo, mo-
chilas, comida, incluso materiales para
construcción cuando es necesario o vi-
sitantes que prefieren ir a lomo y evi-
tarse el esfuerzo de caminar.
Último cafetal.  Sitio donde se encuen-
tra el último cafetal subiendo por Santa
Rita.
Pozolero. Sitio casi a mitad del cami-
no del sendero Prusia donde se puede
acceder a un arroyo; tradicionalmente,
la gente hacía un descanso ahí para to-
mar un pozol, y sigue siendo utilizado
al menos para rellenar las cantimploras
y tener agua para el camino.
Parteaguas (antes del crucero de las
fincas Prusia y Liquidambar). Se lla-
ma así porque la lluvia que cae se di-
vide en el arroyo Nueva Colombia, el
río Talismán y el río Prusia y es el parte
aguas del Cerro El Triunfo y la cañada
de Santa Rita.
Caracol. En un tramo del sendero
Prusia lleno de curvas que fueron he-
chas para hacer menos pesada la subida
en una ladera del cerro; al recorrerlo en
“fila india”, parece que quienes van de-
lante de pronto estuvieran regresando.
Punta Cafetales es la segunda ruta
desde Prusia para llegar a El Triunfo,
esto se puede hacer en temporada de
secas cuando el camino se encuentra en
buenas condiciones. De Finca Prusia
se llega a punta Cafetales, lo cual evi-
ta subir por Santa Rita. Fácilmente se
puede llegar hasta este punto en un ve-
hículo o transporte adecuado. De Punta
Cafetales hasta el Campamento El
Triunfo son 12 kilómetros.

33
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Agradecimientos
Queremos agradecer infinitamente el apoyo para lograr este documento de Don Jaime Gálvez, Ismael Gálvez, Anelfo Gálvez,
Ramiro Gálvez, Rafael Solís, Fulvio Eccardi, José Raúl Vázquez Pérez, Hermilo Cruz y Juan Carlos Castro Hernández.

Referencias
Altamirano González Ortega, M. A., P. L. Enríquez, J.L. Rangel-Salazar, C. García-Estrada y C. Tejeda-Cruz. 2011. La
ruta del café y la diversidad de aves. CONABIO. Biodiversitas 96: 11-16.
Álvarez del Toro, M. 1985. El Triunfo. Capítulo VIII Pp. 401-433. En ¡Así era Chiapas!. Universidad Nacional Autónoma
de Chiapas (UNACH).Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. México.
Aranda, M. 1997. In Memorian. Miguel Álvarez del Toro (1917-1996). Acta Zoológica Mexicana (n.s.) 71: 71-76.
Eccardi, F. 2008. El claro. El Triunfo: La tierra de una leyenda viviente. En: P. Robles Gil (ed.). Colección Voces de la
Tierra, Agrupación Sierra Madre, México.
Reyes Gómez, L. 1987. Palo Gordo: nido de quetzales. Pp. 221-225. En: Anuario Volumen II. Centro de Estudios
Indígenas. Universidad Autónoma de Chiapas. San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.
Ruz, M. H. 1987. Memorias domésticas. Historia oral serrana. Pp. 291- 299. En: Anuario Volumen II. Centro de Estudios
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Villasana Benítez, S. 1987. Colonización, poblamiento y demografía de la región de “El Triunfo”. Pp. 40-67. En: Anuario
Volumen II. Centro de Estudios Indígenas. Universidad Autónoma de Chiapas. San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.
Entrevista al Sr. Jaime Gálvez Pérez y Sra. Angelina Gálvez Roblero (21 agosto 2015), Jaltenango de la Paz, Municipio
de Ángel Albino Corzo. Chiapas.
Entrevista al Sr. Ismael Gálvez Gálvez Roblero (20 agosto 2015), Reserva de la Biósfera El Triunfo, Chiapas, México.
Entrevista al Sr. Anelfo Gálvez Gálvez Roblero (20 agosto 2015), Reserva de la Biósfera El Triunfo, Chiapas, México.
Entrevista al Sr. Ramiro Gálvez Roblero (19 agosto 2015), Reserva de la Biósfera El Triunfo, Chiapas, México.
Entrevista al Sr. Rafael Solís (19 julio 2018), vía telefónica.

34
 La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
JOSÉ LUIS RANGEL

36
 Esbozo de la Historia de la Reserva de la Biósfera El Triunfo
hasta 2018
Reserva de la Biósfera El Triunfo / CONANP. Segunda Avenida Sur Poniente 905. Barrio 15 de Enero. Mapastepec, Chiapas. C.P 30560,
Cómo se pensó
en hacerlo reserva
L a gente comenzó a ocupar la por-
ción media de la Sierra Madre
de Chiapas a partir de inicios del si-
glo XX. Antes, sólo se tienen nociones
de que el parteaguas pudo ser utiliza-
do como paso entre Centroamérica y lo
que hoy es México; algo entendible si
consideramos lo extremadamente com-
plicado que sería cruzar decenas de ríos
caudalosos cuando no había puentes ni
carreteras, y más difícil aún sería insta-
lar aldeas en esas cañadas de suelos tan
delicados que fácilmente se despren-
den cuando se retira la vegetación.
Así que cuando ocurrió la concesión
de tierras por el gobierno mexicano a
finales del siglo XIX y principios del
XX, los compradores no encontraron
pueblos que convencer ni conquistar;
las fincas cafetaleras alemanas logra-
ron asentarse y crear un flujo económi-
co que fue creciendo con las décadas, y
para realizar las labores, trajeron traba-
jadores de otras partes: de municipios
de Los Altos de Chiapas, principalmen-
te tzotziles y tzeltales, y de Guatemala.
Entonces, comenzaron a haber centros
de población en ambas vertientes de
la Sierra: la que mira hacia la costa, y
la que ve hacia la depresión central de
Chiapas.
Con los asentamientos humanos basa-
dos en las fincas, se generaron diversos
Juan Carlos Castro Hernández
México. E-mail: jcastro@conanp.gob.mx
cultivos para sustentar a la población
y también se generaron otros oficios.
Destaca para nosotros el de arriero:
gente que sabe organizar y transpor-
tar en mulas y “machos” los insumos
para las fincas y las enormes cosechas
de café hacia los centros de comer-
cio, atravesando por veredas intrinca-
das las selvas, los bosques, la niebla y
los arroyos. El conocimiento detallado
del terreno que poseen los arrieros sir-
vió después de orientación para que la
gente sin tierra encontrara dónde esta-
blecerse: grupos de campesinos de va-
riados orígenes fueron formando los
poblados. Esto también orientó para la
llegada de los primeros conservacio-
nistas a la zona.
Dos personajes fueron clave para el
destino de El Triunfo como área natu-
ral protegida. El señor Rodrigo Argueta,
arriero de Mapastepec, guió a don
Miguel Álvarez del Toro y su grupo
de expedicionarios que buscaban al pa-
vón, en 1960. Los naturalistas acampa-
ron en el paraje El Triunfo, un lugar que
ya contaba con una larga historia como
sitio de descanso en la ruta de las recuas
de mulas que atravesaban hacia la cos-
ta para llevar la mercancía al ferrocarril,
y que había quedado abandonado por
años, después de que el café comenzó
a ser sacado por Jaltenango, cuando se
construyó la carretera. Cuando llegaron
los naturalistas, se había establecido una
familia, los Gálvez, que trataban de ga-
37
narse la vida cultivando maíz y habían
llevado aves de corral y algunas vacas.
Don Miguel y sus colaboradores regis-
traron una cantidad impresionante de
especies de animales, constataron la can-
tidad de agua que el bosque almacena,
y se percataron de la fragilidad del sitio
ante el avance de la dotación de tierras
y la frontera agropecuaria. Este even-
to sirvió de inspiración para iniciar una
gestión, más bien una serie de luchas en
el buen sentido de la palabra, para con-
servar los bosques de esa porción de la
Sierra Madre de Chiapas, principalmen-
te el bosque de niebla.
Miguel Álvarez del Toro dirigía el
Instituto de Historia Natural (IHN) desde
1944, un ente muy pequeño que básica-
mente manejaba el zoológico de Tuxtla
Gutiérrez y contaba con muy poco per-
sonal. La generación de conocimien-
to sobre la fauna y la flora de Chiapas
primero se basaban en mantener colec-
ciones científicas, registrar y describir
especies, y exhibir ejemplares al públi-
co en general. Pero los recorridos que el
personal realizaba para colectar en todo
Chiapas, hizo evidente a los naturalistas
que el hábitat estaba siendo amenazado
en una forma grave: a largo plazo, las
especies se perderían. De modo que in-
corporaron en sus actividades la sensibi-
lización a todo mundo sobre la urgencia
de conservar los ecosistemas y las es-
pecies, y a gestionar que sitios como El
Triunfo contaran con protección.
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
Los decretos
Fue esa una labor difícil, pero obtu-
vo frutos gracias al carisma de don
Miguel. En una llamada telefónica del
gobernador de Chiapas (Dr. Manuel
Velasco Suárez), manifestó la urgencia
de que se establecieran reservas ecoló-
gicas en varios sitios. El gobernador lo
concedió: pasó el teléfono a su secre-
tario, y don Miguel expresó sus ideas
de lo que debería hacerse. Tal como lo
dictó, fue publicado el 4 de mayo de
1972 en el Periódico Oficial del Estado
de Chiapas el Decreto por el que se
declaran siete “áreas naturales típicas
del Estado de Chiapas”, comenzando
por el “Tipo ecológico BOSQUE DE
NIEBLA: Región del Triunfo, entre
los municipios de Mapastepec y Ángel
Albino Corzo, cumbres de la Sierra
Madre, a 2,000 mts. de altura media.
Extensión mínima 10,000 hectáreas,
para la preservación especial del quet-
zal y el rarísimo pavón”.
El escueto decreto estatal, que aho-
ra, en 2019, nos parece redactado de
forma inverosímil, fue la base de una
cantidad importante de esfuerzos de
muchas personas para conservar el sitio
y sus alrededores, y que fueron crean-
do caminos para la conservación en
Chiapas y México. El IHN se hizo car-
go de administrar el área natural, aún
sin contar con suficiente personal, y
asignaba a alguien para que mantuviera
cierta presencia en el sitio.
Hubo un proceso de negociación du-
rante años con la familia Gálvez para
que accediera a dejar el sitio e irse a vi-
vir a Jaltenango. Es una historia dura,
trágica, de tensión entre los conser-
vacionistas y la familia, incluso entre
miembros de la misma familia, que ter-
minó retirándose del lugar, después de
que falleció la mamá en circunstancias
que aún generan rumores en las comu-
nidades cercanas y que ponen en entre-
dicho la actuación del personal de las
instituciones. Varios integrantes de la
familia, desde entonces, han formado
parte del grupo de guardaparques que
cuidan El Triunfo; dos de ellos, actual-
mente en funciones, han dedicado bue-
na parte de su vida a esta labor; Ismael
llegó con su familia cuando tenía seis
meses de edad, y Anelfo nació en el
paraje.
El paraje El Triunfo entonces co-
menzó a funcionar como campamento.
Llegaba personal del IHN, fotógrafos,
investigadores, amantes de la natura-
leza y aventureros. Al haberse retirado
las casas, no había cómo guarecerse del
tiempo; se improvisaron techos y pare-
des con láminas de cartón, que poste-
riormente fueron mejoradas. Uno de
los biólogos bautizó esa choza como
“El Palacio”, nombre que aún dan los
guardabosques a una cabaña que se
construyó en el mismo sitio años des-
pués, ha sido bodega, y actualmente
requiere arreglos mayores porque su
techo fue dañado por fuertes vientos a
inicios de 2018. También era sitio de
paso de migrantes guatemaltecos, que
utilizaban los senderos para atravesar
la sierra hasta la década del 2000.
Siendo el IHN escaso de recursos,
promovió que el gobierno federal se
hiciera cargo de las áreas naturales.
En 1984, la Secretaría de Desarrollo
Urbano y Ecología (SEDUE) asumió
la administración del lugar, destinando
recursos para la contratación de perso-
nal y asignando insumos, como com-
bustible y vehículo, aunque sin ningún
plan de operación. Después, la admi-
nistración regresó al IHN, pues el pre-
38
supuesto de SEDUE solía llegar cada
junio o después. Las actividades esta-
ban enfocadas a la vigilancia para evi-
tar invasiones, tala y cacería.
En 1986, un amplio grupo de per-
sonal del Instituto participó en el pri-
mer taller para la planeación de un área
natural en Chiapas: El Triunfo. El en-
foque predominante era el de los bió-
logos que deseaban proteger el bosque
y hacer investigación, y personas de la
sociedad chiapaneca con entusiasmo
por la naturaleza se sumaron desde dis-
tintos ámbitos a los esfuerzos de con-
servación del sitio. Adicionalmente, se
comenzaba a vislumbrar la importancia
del trabajo comunitario, la educación
ambiental y la difusión. La Universidad
Autónoma de Chiapas realizó un estu-
dio socioeconómico en comunidades
aledañas, y recomendó que en el mane-
jo de la Reserva se debe trabajar con las
comunidades.
Buscando cómo fortalecer sus ac-
ciones, el IHN consiguió asesoría ex-
terna. Se obtuvo la recomendación de
promover que El Triunfo adquiriera la
categoría de Reserva de la Biósfera,
apropiada para las condiciones y las
necesidades del sitio, es decir, riqueza
natural y comunidades humanas inmer-
sas en el entorno, procurando un mane-
jo del área con un enfoque integrador
de la conservación –en zona núcleo- y
desarrollo local –en zona de amortigua-
miento-. Se consiguieron recursos para
realizar los estudios necesarios.
Entre los estudios, se llevó a cabo
el de tenencia de la tierra entre 1987
y 1988. Estuvo contratado un experto
en el tema agrario, y con su equipo de
ingenieros acompañado por personal
del IHN, hizo intensos caminamien-
tos mucho más allá del sitio del de-
creto estatal, para identificar bosques,
comunidades, fincas, rancherías hasta
donde se podría ampliar el área natu-
ral y cómo se podrían distribuir las zo-
nas núcleo y de amortiguamiento. El
presupuesto no fue suficiente para cu-
brir todos los espacios que los biólogos
querían, de modo que el polígono final
resultó con ciertas formas caprichosas.
La propuesta fue llevada al gobier-
no federal. Había expectación en la co-
munidad conservacionista y entre la
sociedad civil enterada del tema. A di-
ferencia de otras regiones de Chiapas,
El Triunfo ofrecía la oportunidad de un
verdadero manejo a largo plazo. Uno
de los ideólogos del decreto, desde en-
tonces identificó que el gran valor por
el que la sociedad debe convencerse de
que es vital conservar El Triunfo, es
su función de captación y provisión de
agua dulce a territorios que se extien-
den muchos kilómetros más allá de la
sierra.
Sin embargo, las gestiones no ren-
dían frutos a la misma velocidad a la
que se iban perdiendo áreas de bosque
por el avance de la frontera agropecua-
ria. Se requirieron muchas gestiones,
esta vez no sólo del líder de la con-
servación, sino de equipos de traba-
jo, y también hubo presión en medios
de comunicación. Finalmente, se emi-
tió el Decreto en el Diario Oficial de
la Federación el 13 de marzo de 1990.
La Reserva de la Biósfera cuenta con
119,177 hectáreas, con cinco polí-
gonos de Zona Núcleo –el paraje El
ADOLFO CARBAJAL
Triunfo quedó en la Zona Núcleo I- cu-
briendo la parte alta de los municipios
de Ángel Albino Corzo, Villa Corzo,
La Concordia, Siltepec, Acacoyagua,
Mapastepec y Pijijiapan. A la fecha, el
número de municipios donde se ubi-
ca la Reserva se ha incrementado, ya
que en 1998 se creó el municipio de
Montecristo de Guerrero derivado de
una parte del municipio Ángel Albino
Corzo; en 2017 sucedió lo mismo con
el nuevo municipio de Capitán Luis
Ángel Vidal, que se desprendió de
Siltepec; por otra parte, a mediados
de la década de 2000, utilizando sis-
temas de información geográfica, la
CONANP proyectó las coordenadas
del decreto, encontrando que también
está comprendida una porción del mu-
nicipio de Escuintla.
Implicaciones del
decreto como
Reserva de la Biósfera
Cuando se obtuvo el decreto federal,
además de ganar en superficie y nú-
mero de municipios, la Reserva fue
más allá del bosque de niebla y las par-
tes altas de la sierra, ahora abarca 10
tipos de vegetación de acuerdo con la
Cena de personal guardaparque con pobladores en una comisión de vigilancia, mientras se
conmemoraba el 27 aniversario del Decreto Federal.
39
clasificación de Breedlove, que se distri-
buyen en un rango altitudinal de 400 a
2,500 metros sobre el nivel del mar, con
una vertiente orientada hacia la costa del
Pacífico, que operativamente el perso-
nal de la Reserva denomina “zona cos-
ta”, y otra vertiente hacia el centro de
Chiapas, operativamente llamada “zona
Frailesca”. Por lo tanto, también cuenta
con un rango de climas que van del cá-
lido sub-húmedo al templado húmedo y
27 microcuencas, todas ellas de gran im-
portancia ecológica y socioeconómica.
Pero ahora El Triunfo no sólo con-
tenía los tipos de vegetación naturales,
sino también los transformados: culti-
vos, centros de población con sus ca-
minos rurales, ejidos, comunidades,
rancherías –que son caseríos donde se
agrupan pequeñas propiedades priva-
das-, fincas –que es el término local para
propiedades extensas, de cientos de hec-
táreas, equivalente a lo que en otras par-
tes de México se llama haciendas-, y
terrenos nacionales.
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
La implicación más importante fue
trascender, al principio formalmen-
te, después conceptualmente y con los
años en la práctica, la visión de pre-
servación de la naturaleza para llegar
a la conciliación del desarrollo con la
conservación. Por eso El Triunfo fue
inscrito, en diciembre de 1993, en el
Programa El Hombre y la Biósfera
(MAB por sus siglas en inglés) de la
UNESCO. El Marco Estatutario de la
Red Mundial de Reservas de Biósfera
establece que estos sitios deben pro-
curar ser lugares de excelencia para el
ensayo y demostración de métodos de
conservación y desarrollo sostenible en
escala regional: (i) conservación: con-
tribuir a la conservación de los paisa-
jes, los ecosistemas, las especies y la
variación genética; (ii) desarrollo: fo-
mentar un desarrollo económico y hu-
mano sostenible desde los puntos de
vista sociocultural y ecológico; y (iii)
apoyo logístico: prestar apoyo a pro-
yectos de demostración, de educación
y capacitación sobre el medio ambiente
y de investigación y observación per-
manente en relación con cuestiones
locales, regionales y mundiales de con-
servación y desarrollo sostenible.
Para cumplir estas funciones, y en
concordancia con el Marco Estatutario,
en El Triunfo existe una zonación con-
sistente en: (a) cinco zonas núcleo de-
dicadas a la protección a largo plazo
conforme a los objetivos de conserva-
ción de la reserva de Biósfera, y que
suman 25,763 hectáreas; (b) zona de
amortiguamiento circundante a las zo-
nas núcleo, donde pueden tener lugar
actividades compatibles con los ob-
jetivos de conservación, y que tiene
93,458 hectáreas; y (c) zona de influen-
cia, en la que se fomentan y practican
formas de explotación sostenible de
los recursos; actualmente la zona de
influencia de El Triunfo cuenta con
163,330 hectáreas.
Las preocupaciones principales en los
primeros años, fueron problemas ope-
rativos: mantener en funcionamiento el
Campamento El Triunfo con al menos
una cabaña, colocar y mantener una an-
tena de radiocomunicación, mantener
los senderos, rescatar el Campamento
Palo Gordo, donde también había una
familia, que después de intensas nego-
ciaciones fue reubicada en otra región,
prever la seguridad de los guardapar-
ques, pues había amenazas de grupos
delincuenciales y Palo Gordo fue van-
dalizado, quemado y baleado en forma
de advertencia.
Cabe mencionar que los grupos que
se dedicaban a cultivos de enervantes
en esa porción de la Sierra Madre de
Chiapas, paulatinamente fueron dismi-
nuyendo sus actividades, posiblemen-
te debido a la presencia institucional, a
la posibilidad de contar con apoyo del
personal de la Reserva y de otras insti-
tuciones para acceder a proyectos pro-
ductivos, y al mejoramiento general de
la economía gracias a la cafeticultura.
Dos visiones
que tardaron en
encontrarse
Aunque el decreto federal se obtuvo
por el impulso de un sector de la socie-
dad civil y de científicos, con el acuer-
do de algunos dueños de predios, y de
que previamente se realizaron estudios,
el grueso de la población de los ejidos,
rancherías y comunidades no estaba su-
ficientemente enteradas de lo que esto
significa. El IHN realizó giras infor-
mativas en las comunidades; el discur-
so que llevó el personal estaba cargado
40
hacia la preservación de la naturaleza y
la prohibición de actividades que daña-
ran a la flora y la fauna. En general, la
gente tomó el mensaje como una trans-
gresión a sus derechos agrarios adqui-
ridos después de años de lucha, por lo
que las primeras relaciones entre los
conservacionistas y la población local
no fueron sencillas.
Casi simultáneamente, un proyec-
to del mismo Instituto pero liderado
por otro grupo de técnicos, se enfocó
a la participación comunitaria, algo re-
lativamente nuevo en el ámbito con-
servacionista de nuestro país. Así que
poco a poco también llegó el mensaje
de que la Reserva de la Biósfera es una
oportunidad a favor del desarrollo co-
munitario, y se promovieron proyectos
productivos con enfoque de sustentabi-
lidad. Fue en esa época en que la cafe-
ticultura orgánica iba en aumento, tras
la desaparición del Instituto Mexicano
del Café, y surgieron cooperativas den-
tro y en torno a la Reserva, tema funda-
mental a largo plazo, pues el café es el
principal cultivo en la zona.
En 1994, el levantamiento armado en
otras regiones de Chiapas por el Ejército
Zapatista de Liberación Nacional tuvo
eco en la Sierra Madre, incluyendo te-
rrenos dentro de El Triunfo: irrumpió
un grupo que se hacía llamar Villistas;
es importante notar que este nombre res-
ponde a razones históricas locales de
la época de la Revolución Mexicana.
Aunque prácticamente no hubo enfrenta-
mientos armados, sí ocurrieron invasio-
nes a fincas cafetaleras y redistribución
de parcelas, y en respuesta el ambiente
se llenó de la presencia del ejército fe-
deral por varios años, y hubo un nota-
ble incremento en subsidios federales en
los ámbitos productivo y social. El per-
sonal de la Reserva tomó sus precau-
ciones, pero fue considerado como un
agente social aceptado tanto por los vi-
llistas como por las instituciones, dada
su orientación a favor del bien común.
De modo que el enfoque de Reserva
de la Biósfera ha mostrado su perti-
nencia: conservación y desarrollo jun-
tos, en un espacio propicio para la
investigación científica y la educación
ambiental. Pero al haber iniciado en
equipos por separado cada parte del en-
foque, se han requerido muchos años
para construir la visión común. Los
mismos equipos de trabajo, financia-
dos por diversas fuentes y compuestos
ya no sólo por biólogos sino también
por agrónomos, trabajaban en una si-
tuación más de competencia que de co-
laboración, según tuvieran una mayor
orientación al preservacionismo o al
desarrollismo.
Operatividad
La orografía propia de la Sierra también
ha dificultado la integración pronta de
los equipos de trabajo. Los senderos
que se utilizaban para transportar el
café hace décadas, siguen existiendo, y
se utilizan como parte de las activida-
des de manejo de la Reserva, pero sólo
puede ser a pie y cuando mucho con el
apoyo de mulas, destinando dos días
para llegar a los puntos donde se puede
utilizar una camioneta y salir a las ca-
beceras municipales de Mapastepec y
de Ángel Albino Corzo. Si se requie-
re trasladar en vehículo personal o ma-
teriales, o hacer gestiones, o ir a otros
municipios, se requiere de un día a tra-
vés de varias carreteras, normalmente
PAULA ENRÍQUEZ
pasando por la capital del Estado.
Dentro de cada una de las vertientes
también es complicada la operatividad.
Las comunidades y las fincas suelen
estar en alguna cañada, o en el filo de
una montaña, por lo que los caminos
rurales corren siguiendo la forma de
los ríos, de modo que la única forma de
transportarse entre una cuenca y otra es
bajando hasta alguna carretera, normal-
mente a una cabecera municipal, para
subir en un camino aledaño.
Las operaciones de la Reserva ini-
cialmente se coordinaban desde Tuxtla
Gutiérrez, después desde Jaltenango,
para luego establecer un mecanismo
mediante el cual las gestiones institu-
cionales se realizan desde la capital y la
operación desde Jaltenango; años des-
pués también se estableció una ofici-
na en Mapastepec. Desde cada una de
las oficinas operativas, el personal de
la Reserva se traslada a parajes, comu-
nidades, senderos, cerros, para realizar
las distintas labores que requieren los
proyectos y las líneas estratégicas.
Infraestructura
Para operar, a lo largo de los años se
han realizado distintas formas a partir
de las sedes con las que se ha contado.
El Palacio, Polígono 1 Reserva de la Biósfera El Triunfo.
41
Los primeros años, fue en las oficinas
del Departamento de Áreas Naturales,
del IHN, en Tuxtla Gutiérrez, y la ofi-
cina operativa en Jaltenango, donde
también hubo una “casa del promo-
tor”, que rentaba el personal técnico.
Posteriormente, en Tuxtla se compartió
oficina con otras Reservas federales,
que después se separaron para que cada
Reserva tuviera su propio espacio; en
el transcurso se consiguió un espacio
que se habilitó como oficina, que pres-
taba el Ayuntamiento de Mapastepec,
para contar entonces con dos oficinas
operativas. Años después, las direccio-
nes de todas las áreas naturales prote-
gidas federales de Chiapas se alojaron
en un mismo edificio en la ciudad de
Tuxtla Gutiérrez, y recientemente sólo
se alojan ahí oficinas administrativas.
El Campamento El Triunfo ha sido
fortalecido en forma lenta pero cons-
tante, desde que se obtuvo el decre-
to estatal hasta nuestros días, gracias
a diversos financiamientos públicos y
privados. Pasó del “Palacio” a contar
con tres cabañas, una de las cuales fun-
ciona como cocina, una más donde se
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

PAULA ENRÍQUEZ

Cabaña donde se alojan investigadores y turistas.

PAULA ENRÍQUEZ

Cabaña donde se aloja personal de la reserva.

42
aloja el personal de la Reserva y otra
que utilizan otros usuarios, como in-
vestigadores, tesistas y observadores
de naturaleza. También tiene dos bo-
degas y una caballeriza. En algún mo-
mento contó con una planta de energía
eléctrica a base de diésel, cuyo trasla-
do por el sendero duró varias sema-
nas, pero ya en el sitio sólo funcionó
unas cuantas veces; años después fue
desmantelada para evitar que estorba-
ra. Actualmente la energía eléctrica se
genera con celdas solares. Desde los
primeros años hay una estación cli-
matológica, y recientemente se instaló
una estación climatológica automatiza-
da, controlada en coordinación entre la
Comisión Nacional de Áreas Naturales
Protegidas (CONANP) y la Comisión
Nacional del Agua, como parte de un
programa nacional. Cada obra de cons-
trucción o de mantenimiento en ese si-
tio comprende un costo tres veces más
elevado que si se realiza en Jaltenango,
debido a lo difícil del acarreo de ma-
teriales y a que los trabajadores deben
acampar varios días.
Cuxtepec; el casco de la finca ofrece
servicios básicos que han facilitado por
años la logística de la Reserva en esa
zona: punto descanso, resguardo de ve-
hículos, venta de alimentos, entre otros.
Como parte de una compensación
ambiental, la Comisión Federal de
Electricidad instaló dos torres de detec-
ción de incendios, una en cada vertien-
te: Cerro Brujo, en la Zona Núcleo V,
y otra en el ejido El Rosario, municipio
de Pijijiapan.
Varias fincas a lo largo de la histo-
ria de la Reserva han ofrecido sus ins-
talaciones como base para operaciones
temporales, incluso haciendo funcio-
nes de campamento para labores de vi-
gilancia: Prusia, Liquidámbar, Monte
Grande, Santa Cruz, Cuxtepec, Santa
Cecilia, Arroyo Negro, y Catarina.
Normalmente, personal guardaparque
puede llegar a alojarse mientras reali-
za alguna ruta de vigilancia; ocasional-
mente se pueden guardar vehículos, y
eventualmente se han organizado talle-
res de planeación de la Reserva.
Instituciones a cargo
El IHN, además de promover la crea-
ción de la Reserva de la Biósfera El
Triunfo, fue su administrador en dos
períodos, contratando personal de
coordinación y asignando recursos ma-
teriales. En un intermedio, la SEDUE
se hizo cargo del pago del personal y
asignación de recursos, pero poco des-
pués regresó el mando al IHN.
A mediados de la década de 1990, el
Instituto Nacional de Ecología se hizo
cargo de las áreas naturales protegi-
das del país, incluyendo a El Triunfo.
Contrató una plantilla de personal bá-
sica y en un esquema de colaboración
estrecha, el Departamento de Áreas
Naturales del IHN aportó personal e
insumos. En 1997 se creó el Fondo de
Áreas Naturales Protegidas en el país,

Cerca de ese campamento, en el

Cerro El Triunfo, en 1990 se instaló la
antena de radiocomunicación. El es-
fuerzo para realizar las obras de cimen-
tación y colocación de la antena, fue
aún mayor que lo requerido en el cam-
pamento: el cerro es tan empinado que
las mulas no pueden llevar el material,
por lo que la única opción fue cargarlo
por los propios guardaparques.

En la Zona Núcleo III se estable-

ARCHIVO CONANP

ció otro campamento, El Quetzal, que

cuenta sólo con una cabaña. Aunque
también es de difícil acceso, no lo es
tanto como el de El Triunfo. Se acce-
de por un sendero caminando aproxi-
madamente una hora desde la Finca
Celebración de los “100 años de conservación en México”, en 2007. De izquierda a derecha:
Anelfo Gálvez Gálvez, guardaparque; José Hernández Nava, quien fue coordinador de El Triunfo
en la década de 1980; Adrián Méndez Barrera, director regional de la CONANP; Carlos Pizaña,
quien laboró en la Reserva a inicios de la década de 1990; Ismael Gálvez Gálvez, guardaparque.

43
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
que permitió a El Triunfo contar con
recursos suplementarios para contratar
personal, adquirir equipo e incrementar
sus capacidades de operación.
Comenzando el nuevo siglo, se creó
la CONANP, que desde entonces se
hace cargo de la administración de las
áreas naturales protegidas federales.
Tiene una serie de atribuciones para
hacer cumplir los objetivos del decreto
y del Programa de Manejo.
Instrumentos
Las decisiones de manejo de la Reserva
son tomadas a partir de lo establecido
en el Decreto de 1990 y en el Programa
de Manejo publicado en el 2000.
Aunque existe una versión actualiza-
da del Programa de Manejo, aún no ha
sido publicada en el Diario Oficial de
la Federación, por lo que no tiene ca-
rácter oficial.
Cumplir con lo establecido en el
Decreto implica incidir en el manejo
ARCHIVO EL TRIUNFO
Documento de trabajo generado en coordinación con varias organizaciones en 2003. complementario: la planeación enfoca-
del territorio, es decir, se requiere de la
intervención de instituciones de los de-
más sectores y de organizaciones de la
sociedad civil que coadyuvan desde sus
diferentes enfoques, pero sobre todo de
los propietarios y los posesionarios de
la tierra. Orientar y coordinar toda esa
labor corresponde a la Dirección de la
Reserva. Sin embargo, las facultades de
la CONANP no le dan un carácter jurí-
dico vinculante, es decir, requiere de
la intervención de otras instituciones,
como la SEMARNAT que es la que
otorga autorizaciones, y la PROFEPA
y la Fiscalía Especializada en Delitos
Ambientales de Chiapas y los ministe-
rios públicos, que pueden ejercer actos
de autoridad.
Por ello, la acción de la CONANP
se basa en la generación de modelos de
manejo de recursos naturales y la ne-
gociación con todos los demás actores
para su aplicación más amplia en dife-
rentes temáticas: vigilancia, incendios
forestales, desarrollo comunitario, ma-
44
nejo del bosque, investigación y moni-
toreo, problemas agrarios, atención a
contingencias y otros. Por lo que hay
una combinación de acciones operati-
vas y acciones de gestión que realiza el
personal en su conjunto. La definición
de las estrategias para hacerlo ha evolu-
cionado continuamente.
El primer documento de planea-
ción del que queda registro en la his-
toria de El Triunfo, es el plan operativo
diseñado en 1986. Una vez convertido
en Reserva de la Biósfera, hubo un es-
trecho acompañamiento del programa
“Parques en Peligro”, financiado por
The Nature Conservancy al IHN, que
además de apoyar la operación bási-
ca, orientó para generar varios instru-
mentos. El “análisis de amenazas” fue
el pilar para ordenar las prioridades,
aunque con un enfoque todavía de la
época del preservacionismo que difi-
cultaba comprender a fondo el trabajo
participativo. De él se derivaron du-
rante prácticamente una década, pla-
nes operativos mejor estructurados, un
plan de investigación y monitoreo, una
agenda política, y una estrategia de fi-
nanciamiento. Esta última constituyó el
documento con mayor impacto a largo
plazo, al haber sido retomadas exitosa-
mente las recomendaciones de diversi-
ficar las fuentes de financiamiento y los
mecanismos de administración del pre-
supuesto. Después de unos 10 años de
utilizar el enfoque de análisis de ame-
nazas, fue paulatinamente dejando de
ser utilizado en esta Reserva.
A mediados de la década de 1990, se
sumó otro instrumento de planeación,
con un enfoque distinto al de “análi-
sis de amenazas”, aunque en la prácti-
ca se logró que no fuera opuesto, sino
da a objetivos, mediante marco lógico,
que ofrece muchas ventajas, especial-
mente que visibiliza a la población lo-
cal y otros actores clave, no como un
obstáculo a vencer, sino como parte del
entorno y de la solución a los proble-
mas, coincidiendo así con el modelo
de Reserva de la Biósfera. Primero fue
un requisito para otorgar presupues-

ARCHIVO EL TRIUNFO
to complementario para la operación,
otorgado a raíz de la priorización na-
cional de El Triunfo por el Fondo de
Áreas Naturales Protegidas, pero des-
pués se extendió su aplicación. Hasta la
fecha, se utiliza tanto en la planeación
estratégica cada cinco años, como en
diferentes proyectos con financiamien-
to externo.
A lo largo de la vida de El Triunfo ha
existido apertura para innovar y poner
a prueba una serie de enfoques, méto-
dos e iniciativas, de manera directa por
el personal de la Reserva o facilitando
que otros actores las implementen. Dos
de ellos son el enfoque de participación
comunitaria y la agricultura orgánica,
que en conjunto contribuyeron al for-
talecimiento de organizaciones de pro-
ductores cafetaleros, quienes después
de varios lustros de enfrentar y vencer
obstáculos, se han convertido en refe-
rentes nacionales en negocios sustenta-
bles, cuentan con sus propios equipos
técnicos, programas de trabajo, acce-
so a financiamientos y estructuras só-
lidas. A través del trabajo autónomo
que actualmente realizan, contribu-
yen efectivamente al cumplimiento de
las tres funciones de una Reserva de la
Periódico mural de la línea de educación ambiental, 1990.
ción hasta la generación de acciones pero sigue pendiente una adecuada
participativas en diferentes temas. En conceptualización e integración en el
esta Reserva se puso en práctica por pri- manejo cotidiano del área.
mera vez la metodología de las “cam-
pañas por el orgullo”, que después se A través de los años, las prioridades
ha replicado en las ANP a nivel nacio- y los enfoques de trabajo para el manejo
nal como una política institucional. Se de la Reserva de la Biósfera El Triunfo
repitió durante años en el Triunfo, pero se han ido actualizando. Las líneas estra-
actualmente ya no se realiza. La edu- tégicas están derivando en: cafeticultura
cación ambiental ha comenzado a ser sustentable, productos forestales no ma-
aplicada por una diversidad de actores derables, conocimiento, sistemas agro-
en buena parte de las comunidades, y silvopastoriles, educación ambiental,
se ha iniciado la construcción de una
estrategia incluyente.
También el enfoque de género como
parte del manejo de áreas naturales pro-
tegidas mexicanas tuvo un germen en
El Triunfo. El personal fue capacitado
en el tema cuando éste era considerado
tabú en las instituciones ambientalis-
tas, y se hizo un intento por incorpo-
rarlo dentro de un nuevo Programa de
Manejo. Sin embargo, la asimilación
del enfoque ha sido difícil, y sigue sien-
ARCHIVO EL TRIUNFO

Biósfera. do una tarea pendiente.

Las actividades de educación am-
biental han pasado por varias transicio-
nes en El Triunfo, desde las actividades
de transmisión unilateral de informa-
De manera similar, se han aplicado
proyectos con el tema de mitigación y
adaptación al cambio climático, inclu-
yendo el Plan Estratégico 2014 – 2018,
Publicación en el periódico Milenio sobre una
“Expedición de Valoración Visual Rápida”
(RAVE por sus siglas en inglés) realizada en 2007.

45
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
ARCHIVO EL TRIUNFO
Cartel para difundir la importancia de conservar el pavón, en 2009.
vigilancia, manejo integral del fuego.
El personal de la Reserva realiza accio-
nes específicas en cada una de estas lí-
neas, pero también establece acuerdos
y da seguimiento a las acciones que
otros actores llevan a cabo al respecto.
Además, hay una agenda de gestiones
donde se incluye turismo, opiniones
técnicas, carreteras, participación so-
cial, concesiones mineras, colabora-
ción interinstitucional y otras más.
La investigación científica ha sido
un pilar para la existencia de la Reserva
de la Biósfera El Triunfo, desde la pri-
mera expedición que inspiró sus decre-
tos hasta la fecha. Entre las primeras
acciones de manejo destacaban los in-
ventarios de flora y fauna, principal-
mente plantas vasculares y animales
vertebrados. Después, la investigación
ha sido realizada por universidades y
centros de investigación; donde las di-
recciones de la Reserva brindan las fa-
cilidades que tienen a su alcance, pero
sin contar con un presupuesto para fi-
nanciar los estudios, por lo que los in-
vestigadores suelen gestionar fondos
con el apoyo de sus instituciones. En un
tiempo, el Instituto de Historia Natural
realizaba actividades de monitoreo bio-
lógico, como parte de un programa de
vigilancia, después como parte de un
programa de participación comunita-
ria; pero los datos obtenidos no fue-
ron suficientemente robustos. Con el
apoyo de varios centros de investi-
gación como el Instituto de Ecología
46
(INECOL) y El Colegio de la Frontera
Sur (ECOSUR), en la década de 2010
se ha establecido un programa de mo-
nitoreo con cinco especies prioritarias
–especies sombrilla- (pavón, quetzal,
mono araña, tapir y jaguar) en la Zona
Núcleo I y la Zona Núcleo III-, que
ha permanecido por varios años don-
de posteriormente se consideró incluir
dos especies más (pajuil y puma). Esta
información podrá arrojar resultados
confiables. También se incorporaron
varios puntos de monitoreo de una red
nacional que busca estandarizar datos
biológicos y forestales, conocida como
Sistema de Alta Resolución, en coor-
dinación con la Comisión Nacional de
Áreas Naturales Protegidas (CONANP)
central, la Comisión Nacional para el
Conocimiento y Uso de la Biodiversidad
(CONABIO) y la Comisión Nacional
Forestal (CONAFOR).
Con el tiempo, los investigadores y
los tesistas han incorporado estudios de
ecología de poblaciones, ecología de
comunidades, paisajes sonoros y otros
temas, contribuyendo al conocimiento
de la Reserva. Sin embargo, aún exis-
te un importante vacío en el registro de
plantas no vasculares, invertebrados y
hongos, así como en las Zonas Núcleo
II, IV y V, porque no hay infraestruc-
tura de apoyo para la estancia de los
investigadores.
Se han realizado también estudios
sobre parámetros ambientales y su rela-
ción con el manejo del territorio, como
el potencial hídrico de las cuencas, los
deslizamientos de tierra, parámetros fí-
sico-químicos del agua.
Varias iniciativas, especialmente de
Pronatura Sur, han impulsado una mo-
dalidad de “monitoreo comunitario” a
través de jóvenes cafetaleros. Es intere-
sante que, aún sin aplicar métodos con
el mismo rigor que lo hace un inves-
tigador, los “monitores” comunitarios
están aportando datos sobre la presen-
cia de especies protegidas por la norma
oficial mexicana, en cafetales, ejidos
y otros sitios de la zona de amortigua-
miento donde no se tenía registros.
También se está convirtiendo en una
tendencia, no sólo en El Triunfo sino
en todo el país, la instalación de cáma-
ras trampa por el personal de diferentes
organizaciones que realizan proyectos
ARCHIVO EL TRIUNFO
de otros temas.
La investigación social también exis-
te en la Reserva, hay estudios sobre
fincas cafetaleras, tesis sobre las coo-
perativas, análisis sobre adaptación de
las comunidades al cambio climático.
Sin embargo, la dirección de la Reserva
tiene escaso acceso a estos trabajos, ya
que no es un requisito para los inves-
tigadores solicitar autorización ni in-
formar los resultados a una institución
del sector ambiental cuando sus activi-
dades no implican entrar a zona núcleo
ni colectar ejemplares de especies sil-
vestres. Por lo tanto, es probable que la
mayor parte de estos estudios realiza-
dos escapen al registro del personal de
la CONANP.
Coyunturas
La planeación estratégica ha sido esen-
cial para la conducción de la Reserva.
Sin embargo, también ha sido impor-
tante la planeación de coyuntura ante
eventos imprevistos y de alto impacto.
La inestabilidad social de mediados de
la década de 1990 obligó a hacer ajustes
en la operatividad durante varios años.
En 1998, la sequía extrema que
afectó a Mesoamérica provocó que en
El Triunfo ocurrieran incendios en mu-
chos sitios, incluyendo el bosque de
Guardaparques observando un deslizamiento de tierra ocasionado por la Tormenta Tropical
Javier en 1988.
47
niebla, situación que fue retomada en
Chiapas para impulsar el manejo inte-
gral del fuego más que la prevención
y combate de incendios forestales.
Asimismo, llegaron recursos del Fondo
de Emergencias que ayudaron a mejo-
rar el Campamento El Triunfo, cons-
truir la cabaña del Campamento El
Quetzal y equipar a los brigadistas. En
la década de 2010, los incendios fores-
tales eran constantes en la subcuenca
Cuxtepec, lo que motivaba una fuerte
presión social por grupos de poblado-
res de la Asociación Valle y Montañas
de los Cuxtepeques; aunque no ocurrie-
ron dentro de la Reserva, sí representa-
ban un fuerte riesgo y eran combatidos
como parte del manejo de la misma. El
incendio más relevante afectó más de
3,000 hectáreas; a partir de ello, se im-
pulsó un enfoque distinto para atender-
lo: el fortalecimiento de capacidades
locales con base en el sistema de man-
do de incidencias, que resultó efectivo.
La posterior incorporación de un equi-
po de trabajo del Área de Protección de
los Recursos Naturales La Frailescana
contribuyó a consolidar esos resultados.
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
ARCHIVO EL TRIUNFO
Documento de trabajo generado en la CONANP después del Huracán Stan en 2005.
El mismo año 1998, las lluvias fue-
ron atípicas. La tormenta tropical Javier
afectó la Sierra Madre de Chiapas, de-
jando cientos de deslizamientos de tie-
rra, pérdida de cobertura forestal y
daños en comunidades y caminos den-
tro de la Reserva. Fue necesario desti-
nar apoyo a comunidades damnificadas
y gestionar recursos para reubicar ca-
sas. En 2005, el huracán Stan impactó
en gran parte de Chiapas, incrementan-
do la cantidad de deslizamientos de tie-
rra en El Triunfo, afectando a todas las
comunidades y dejando incomunica-
das a la mayoría de ellas; durante dos
meses, el personal de la Reserva se en-
focó a conseguir víveres, ropa y otros
apoyos que llegaban de todas partes del
país, y distribuirlos en las comunida-
des. En ambos casos, se pensó que era
necesario impulsar proyectos de res-
tauración, se construyó una estrategia y
se aplicó a escala piloto, pero la mag-
nitud de los impactos era enorme: más
de 28,000 hectáreas. Los proyectos de
restauración con las técnicas habitua-
les resultaron insuficientes, el costo por
hectárea es muy elevado; por lo que la
restauración pasiva ha sido la vía por la
que la vegetación ha vuelto a ganar te-
rreno, aunque falta una evaluación so-
bre la sucesión secundaria.
En 2010, el huracán Matthew im-
pactó en las microcuencas La Suiza y
San Nicolás. El ejido Nueva Colombia,
de 1,800 habitantes, fue desalojado en
una noche, mientras que el ejido Puerto
Rico se quedó sin su sistema de cap-
tación de agua potable. La respuesta
del gobierno del Estado fue terminar
la construcción de la “Ciudad Rural
Jaltenango” –ideada para combatir la
dispersión poblacional de la sierra- y
reubicar primero a Nueva Colombia,
pero únicamente la mitad de los eji-
JUAN CARLOS CASTRO
datarios aceptaron, y el resto regresó
al centro de población. Esta situación
generó un conflicto comunitario que se
debe ahora considerar en cada proyec-
to que se desarrolle en sus terrenos. En
cuanto a Puerto Rico, la atención del
48
problema del agua potable fue la puer-
ta de entrada a un trabajo multi-anual
de manejo integral de cuencas lidera-
do por el Instituto de Investigaciones
Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) con
apoyo del Fondo de Conservación El
Triunfo, mostrando que la mejor escala
de intervención para ese enfoque es la
de microcuenca, y comienza a ser repli-
cado en otras ANP.
Las invasiones a Zona Núcleo han
sido escasas, pero cuando han ocurrido,
implicaron movilizar recursos y reali-
zar gestiones de diversos tipos. La más
relevante ocurrió en el Campamento El
Quetzal en 2009, después de años de
diálogo con un grupo quería ocupar los
terrenos argumentando que sus familia-
res los habían tenido en el pasado; nun-
ca obtuvieron el destino a su favor y en
algún momento fueron evacuados por
instituciones del orden público cuando
encontraron que sembraban estupefa-
cientes. Hubo una mesa de diálogo con
una cantidad relevante de instituciones
que pusieron a disposición del grupo
varias alternativas; el grupo se dividió
y sus líderes decidieron invadir. Las
gestiones para que se autorice un des-
alojo son muy complicadas y tardadas;
casi un año después, gracias a un fuerte
apoyo de la sociedad civil en México,
Chiapas y pobladores de rancherías
Pobladores de Nueva Colombia regresando a
reconocer su comunidad después del impacto
del Huracán Mattew en 2010.
cercanas, se recuperó el campamen-
to. Algo similar ocurrió en el predio
“Espinazo del Diablo” en una parte
de la Zona Núcleo I, aunque debido a
que el ejido de donde es originario el
invasor respaldó a la Reserva, fue me-
nos tardado. En ambos casos hubo ta-
las por los invasores, y aunque lo ideal
es permitir la restauración pasiva por
tratarse de zona núcleo, en El Quetzal
se optó por capacitar y contratar una
brigada de las rancherías que respal-
daron el desalojo y hacer una refores-
tación con especies nativas. Mientras
que en el Espinazo del Diablo, se con-
trataron personas del ejido aliado para
quitar los cafetos que habían plantado
los invasores y cercar el sitio para en-
tonces favorecer la restauración pasiva.
Estas acciones coyunturales permitie-
ron afianzar el sentido de pertenencia
de los pobladores locales a favor de la
conservación de la zona núcleo.
A partir de 2014, la roya del café
afectó de manera agresiva y muy am-
plia los cafetales de prácticamente todo
Centroamérica y México. Cualquier
afectación a este sector y principal-
mente al orgánico, es un riesgo para
la Reserva de la Biósfera El Triunfo.
Aunque se logró apoyar la instalación
de viveros de dos cooperativas para
producir cafetos de variedades de som-
bra y árboles de sombra, la magnitud
del problema rebasaba las capacidades
de las instituciones del sector ambien-
tal y sus aliados, y se hizo aún mayor
cuando la respuesta del sector produc-
tivo fue incentivar la renovación de ca-
fetales utilizando variedades de cafetos
que requieren más el sol que la som-
bra, es decir, una estrategia en sentido
contrario al movimiento que por varios
lustros había favorecido el manejo de la
zona de amortiguamiento. Se detecta-
ron “desombres” –podas de los árboles
que dan sombra a los cafetos- seve-
ros, talas, establecimiento de cafetos
en bosques de la parte alta, abandono
de cafetales en las zonas bajas con el
riesgo de convertirse en potreros. Se
está ensayando un mecanismo nove-
doso para abordar este problema, que
consiste en un dictamen en el que la
CONANP establece las modalidades
que las instituciones del sector produc-
tivo deben adoptar para apoyar la reno-
vación de cafetales dentro de las ANP
de la Sierra Madre de Chiapas; está por
verse en el mediano plazo el efecto de
este instrumento.
Financiamientos
Las diferentes direcciones que ha teni-
do la Reserva de la Biósfera El Triunfo
han contado con un financiamiento
base de la institución que en cada épo-
ca ha estado a cargo del manejo del si-
tio, que ha permitido principalmente
contar con el personal que atienda los
puntos críticos y gestione recursos adi-
cionales para hacer viable el cumpli-
miento de los objetivos de la Reserva.
Por ello, ha sido de alta relevancia la
coordinación con organizaciones de la
sociedad civil de alcance internacional,
nacional, regional y local. Como parte
de la estrategia de financiamiento men-
cionada arriba, se promovió la creación
del Fondo de Conservación El Triunfo,
asociación civil que ha favorecido el
apoyo constante de empresarios loca-
les, la incorporación de otras organi-
zaciones y el impulso de mecanismos
diversos de recaudación de recursos.
Desde antes del decreto federal has-
ta la fecha, una diversidad de proyectos
realizados por varias organizaciones
en coordinación con las direcciones
que ha tenido El Triunfo, han contado
49
con financiamientos de fuentes distin-
tas a la institución a cargo del mane-
jo del sitio, como Fundación Miguel
Álvarez del Toro (FUNDAMAT),
Patronato del Instituto de Historia
Natural, World Wildlife Found, Agencia
de Internacional de Desarrollo de
Estados Unidos, Fondo Mundial para
el Medio Ambiente (GEF por sus si-
glas en inglés), Fondo Mexicano para
la Conservación de la Naturaleza, Save
the Children Noruega, Rare, Fundación
Gonzalo Río Arronte, The David and
Lucile Packard Foundation, Acuario
de Dallas, Fundación Movistar,
Fundación Produce Chiapas, Fish and
Wildlife Service, Comisión Federal
de Electricidad, Embajadores de las
Nubes, Fomento Ecológico Banamex,
Reforestamos México, Consejo de
Ciencia y Tecnología del Estado
de Chiapas, Comisión Nacional
para el Uso y Conservación de la
Biodiversidad (CONABIO) Fundación
Heifer, Starbucks Foundation, Alianza
Fundación WWF/FCS, Finca Cuxtepec,
Fondo de Conservación El Triunfo, CO2
Chiapas Productos Forestales, ayunta-
mientos municipales.
Las organizaciones que han aplica-
do directa o indirectamente los proyec-
tos han sido The Nature Conservancy,
Instituto para el Desarrollo Sustentable
en Mesoamérica, Fundación de Apoyo
Infantil, Conservation International
México, EcoBiósfera El Triunfo,
Fondo de Conservación El Triunfo,
Promotores para el Desarrollo Humano
y la Conservación de la Naturaleza en
México, Campesinos Ecológicos de la
Sierra Madre de Chiapas, Finca Triunfo
Verde, Comon Yaj Noptic, Pronatura
Sur, Tierra Verde Naturaleza y Cultura,
Instituto Nacional de Investigaciones
Forestales Agrícolas y Pecuarias,
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
Cooperativa AMBIO, Medio Ambiente
Productividad y Sociedad.
Asimismo, la CONANP ha propor-
cionado subsidios a través del Programa
de Desarrollo Rural Sustentable
(PRODERS) –actualmente Programa
de Conservación para el Desarrollo
Sostenible (PROCODES)- , Programa
de Empleo Temporal, Programa
de Conservación del Maíz Criollo,
Programa de Acción para la Adaptación
al Cambio Climático (PROAAC),
Programa de Manejo de las Áreas
Naturales Protegidas (PROMANP),
Programa de Conservación de Especies
en Riesgo (PROCER). Los subsidios se
aplican a través de proyectos puntuales
de acuerdo con las convocatorias que la
CONANP emite cada año, y son entre-
gados a grupos de pobladores, coopera-
tivas, asociaciones de la sociedad civil,
centros académicos y universidades.
Marco de gestión
Todas las acciones de manejo de la
Reserva de la Biósfera El Triunfo, inclu-
yendo las de coyuntura, responden a las
políticas nacionales: el Plan Nacional
de Desarrollo, el Programa Nacional de
Áreas Naturales Protegidas, las estrate-
gias nacionales de la CONANP, como
la de Adaptación al Cambio Climático
y la de Negocios Exitosos Sustentables.
La gestión de cada tema, además, re-
quiere estar en concordancia con las le-
yes que aplican para otros sectores que
inciden en el territorio, como la fores-
tal, la del agua, y otras.
Por otra parte, al tratarse del mane-
jo de un territorio que trasciende las fa-
cultades de una institución del sector
ambiental, es fundamental el fomento
de la participación social. El principal
instrumento para hacerlo es el Consejo
Asesor, formado desde 1994, y cuya
forma de funcionamiento ha sido re-
novada para responder adecuadamen-
te a las condiciones locales. Cuenta con
un subconsejo por cada vertiente de la
Reserva: “Costa” y “Frailesca”, donde
participan representantes de comunida-
des, cooperativas y ayuntamientos, así
como voluntarios, y un subconsejo téc-
nico, donde están representadas univer-
sidades, organizaciones de la sociedad
civil y centros de investigación.
Las cooperativas de cafetaleros han
jugado un papel central en el manejo
de la Reserva de la Biósfera El Triunfo.
Aunque no concentran a la mayoría de
los productores, han ejercido una in-
fluencia notable en la toma de deci-
siones sobre el manejo de la tierra. Por
ejemplo, las cooperativas más conso-
lidadas, Campesinos Ecológicos de la
Sierra Madre de Chiapas (CESMACH),
Finca Triunfo Verde y Comon Yaj
Noptic, han contribuido a frenar el apro-
vechamiento forestal maderable en zona
de amortiguamiento, fortaleciendo por
su cuenta la diversificación productiva,
favoreciendo la conservación de bos-
ques, promoviendo activamente la dis-
tribución equitativa de sus ganancias, y
comunicando a sus clientes la importan-
cia de los bosques y las especies de El
Triunfo.
Los centros de investigación propor-
cionan información relevante, además
de las investigaciones puntuales que rea-
lizan, para soportar opiniones técnicos
que emite la dirección de la Reserva res-
pecto a aprovechamiento de especies o
realización de obras de infraestructura.
De especial relevancia es la vincu-
lación entre los diferentes actores para
orientar sus opiniones y decisiones rela-
50
cionadas con la Reserva de la Biósfera El
Triunfo. En el seno del Consejo Asesor
y en grupos de especialistas, se ha dis-
cutido desde hace una década el riesgo
permanente que representan proyectos
de construcción de cuatro carreteras que
atravesarían de norte a sur la Reserva, y
que no responden a necesidades de co-
municación de la población local. Para
mejorar las condiciones de los caminos
existentes, es necesario construir una
estrategia de mejoramiento y manteni-
miento de caminos rurales para el sitio,
y es una tarea que requiere la participa-
ción intersectorial.
De manera similar, ha sido una fuen-
te constante de análisis y de tensión el
hecho de que se establecieron minas a
cielo abierto en la zona de influencia de
la Reserva, principalmente para extraer
titanio pero con posibilidad de extraer
otros minerales; no dentro del área de-
cretada, pero sí en la zona de influencia.
La búsqueda de información al respecto
que han realizado académicos, poblado-
res y la dirección de la Reserva, ha per-
mitido saber que existen concesiones en
el 16% de la superficie decretada de El
Triunfo, y que algo similar ocurre en
otras ANP del país. Hay una importan-
te controversia sobre este tema a nivel
nacional.
Enfrentar este tipo de problemas su-
pera lo que puede hacer un equipo de tra-
bajo y las organizaciones locales, ya que
responden a políticas de alcance territo-
rial más amplio. Por ello, como parte del
manejo de la Reserva se han promovido
foros más amplios y con ello la forma-
ción del “Grupo Sierra Madre”, forma-
do por instituciones y organizaciones
del sector ambiental, pero que preten-
de crecer para alcanzar una dimensión
multi-sectorial cubriendo un complejo
de cinco áreas naturales protegidas de
toda la Sierra Madre de Chiapas.
El fortalecimiento de redes de co-
laboración y de intercambio de expe-
riencias adquiere así alta relevancia. El
conocimiento de los tropiezos y los éxi-
tos logrados en esta Reserva es de ayuda
para la toma de decisiones en otros si-
tios, y conocer a éstos ha permitido se-
guir innovando en El Triunfo. Por ello,
la participación de personal de esta ANP
en la Red Mexicana de Reservas de la
Biósfera y la Red Mundial de Reservas
de la Biósfera ha sido proactiva, contri-
buyendo a dar un amplio sentido a toda
la trayectoria de varias décadas de ma-
nejo de este territorio.
Personal
Merece especial nota el amor hacia
El Triunfo que tiene la gran mayoría
del personal que ha trabajado en esta
Reserva, voluntarios, tesistas, técnicos,
administrativos, guardaparques. Han
ocurrido sismas presupuestales varias
veces, que ponen en riesgo la perma-
nencia de los trabajadores. En algunas
ocasiones, los ayuntamientos muni-
cipales y algunas fincas han cubierto
los gastos de salarios de algunas per-
sonas. En un intento de salir adelante,
se organizaban rifas para poder pagar
a técnicos que seguían laborando. Hay
compañeros que en el pasado estuvie-
ron medio año sin ingresos, pero con el
mismo compromiso hacia la Reserva.
El manejo de este territorio deman-
da de muchas áreas de conocimiento y
es inviable contar con un especialista en
cada una. Se han contratado personas
con educación básica, biólogos, agró-
nomos, ingenieros zootecnistas, sociólo-
gos, antropólogos, abogados, contadores
públicos. Pero el personal va redondean-
PAULA ENRÍQUEZ
De izquierda a derecha: Anelfo Gálvez, Ramiro Gálvez, Edilberto López e Ismael Gálvez.
do su formación hacia una visión ge- bio climático, presenta retos que se
neralista basada en las necesidades que antojan más grandes que nunca. Pero los
impone el compromiso de cumplir con retos iniciales después de la primera ex-
los objetivos de la Reserva. A partir de pedición en busca del pavón, parecían
esa visión, y de acuerdo con los temas inmensamente mayores, y paso a paso
específicos de cada línea estratégica fueron superados. De modo que, reco-
donde se desenvuelve, cada quien apren- nociendo la trayectoria de esta Reserva,
de un poco más de temas muy diversos: su futuro debe ser favorable.
ecología, administración, tenencia de la
tierra, procesos penales, hidrología, cli-
matología, sociología, geología, econo-
mía, economía ambiental, agroecología,
otros.
En 2018, el personal que la CONANP
tiene asignado a El Triunfo suma 17 per-
sonas. Cinco guardaparques más son
aportados por el Fondo de Conservación
El Triunfo, así como tres técnicos en
monitoreo; y un guardaparque es pro-
visto por CO2 Servicios Forestales de
Chiapas. Ese es el equipo básico, alre-
dedor del cual se suma una cantidad de
personas de las diferentes organizacio-
nes de la sociedad civil que realizan pro-
yectos coordinados dentro de la Reserva
y las cooperativas de productores.
El futuro de El Triunfo, ante las con-
cesiones mineras y los efectos del cam-
51
 Linea Tiempo REBTRI
1960 1993 1994
Don Miguel Álvarez del Toro (MAT) sube Ingresa al Programa El Hombre Fondo de Áreas
a El Triunfo buscando al pavón y la Biósfera de la UNESCO Naturales Protegidas 2014-2018
Plan Estratégico
1972 1994
Reserva Estatal Típica: Instituto Nacional de 2014
Bosque de Niebla Ecología/IHN Roya del café
1972 1988 1994
IHN se hace cargo Estudio de tenencia Levantamiento EZLN e
1944 de la tierra invasión de fincas cafetaleras
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

MAT dirigía el Instituto

de Historia Natural( IHN)
1979-80 1991 1998 2002
Sale familia Gálvez Proyecto de Desarrollo Tormenta Tropical Fondo de Conservación
Pérez de la Reserva Comunitario Javier El Triunfo AC

52
Reserva de la Biósfera El Triunfo
1984-1985 2000
1990 2005
Secretaría de Desarrollo Programa de Manejo
Decreto de Reserva de Huracán Stan
Urbano y Ecología (SEDUE) publicado
La Biósfera El Triunfo
(13 marzo)
2010
1986 2000
Huracán Matthew
1954 Plan Operativo 1990 Zona Núcleo III
Familia Gálvez Pérez llegó Instituto Nacional de Campamento Quetzal
a El Triunfo Ecología se hace cargo
1986
IHN retoma la operación 2001
de la Reserva Década de 1990 CONANP 2010-2018
Instalación de antena Programa de Monitoreo
de radiocomunicación de especies prioritarias
en Campamento (Zona Núcleo I y III)
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

54
 PARTE I
ANÁLISIS DEL CONOCIMIENTO
POR GRUPOS TAXONÓMICOS

55
 La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
JORGE CRUZ-MEDINA

Coprinus sp. Poligono I, REBITRI.

56
Estado Actual del Conocimiento de los Hongos Macroscópicos
de la Reserva de la Biósfera El Triunfo
Erika Cecilia Pérez-Ovando1, William García-Santiago2 y Felipe Ruan-Soto3*
1
Instituto de Ciencias Biológicas, Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas. Libramiento Norte Poniente 1150, Lajas Maciel, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 29039, México.
2
Universidad Intercultural de Chiapas. Corral de Piedra No. 2, 29299 San Cristóbal de Las Casas, Chiapas. México.
3
Centro de Investigaciones Multidisciplinarias sobre Chiapas y la Frontera Sur. Universidad Nacional Autónoma de México. Calle María Adelina Flores No. 34-A, Barrio
Guadalupe. CP 29230, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México. * E-mail:ruansoto@yahoo.com.mx

Introducción que posee una gran biodiversidad (Pérez- tudio de la diversidad (Guevara y Dirzo

L os hongos constituyen uno de los

grupos de seres vivos más diver-
sos del planeta. En México se estima
la existencia de al menos 200,000 es-
pecies (Guzmán 1998). Sin embargo,
sólo cerca del 5% de las especies han
sido debidamente descritas y registra-
das para el país, esto principalmente
a la escasez de taxónomos capacita-
dos, así como a la falta de monografías
y claves de identificación (Aguirre-
Acosta et al. 2014).
Para Chiapas, se estima la existen-
cia de alrededor de 49,000 especies de
hongos, tanto macroscópicos (aque-
llos que producen cuerpos fructíferos
que se pueden observar a simple vista)
como microscópicos (los que producen
esporomas observables solo a través de
un microscopio) sin embargo tenemos
Farrera 2004). Se han realizado dentro
de la reserva trabajos relacionados con
la flora y la fauna (Martínez-Meléndez
et al. 2008, Espinoza-Medinilla y
Sánchez-Vázquez 2010, Vandame et al.
2013), sin embargo, los estudios relacio-
nados a los macromicetos son escasos y
con los micromicetos nulos, a pesar de
estar considerados como un grupo prio-
ritario en los inventarios taxonómicos
(Martínez-Camilo 2014).
Hasta el momento, se cuenta tan solo
con tres estudios para la REBITRI so-
bre macromicetos, todos realizados en el
Polígono I. En el primero se describie-
ron algunas especies del bosque mesó-
filo de montaña proponiendo un método
sencillo con la intención de reducir al
mínimo el trabajo taxonómico en el es-
1998). En el segundo se analizaron pa-
trones de fungivoría por parte de inverte-
brados para corroborar si existe relación
entre este proceso y las características
del esporoma (color del píleo, estípi-
te e himenio; tamaño y agregación), tal
como se ha sugerido para las relaciones
planta-herbívoro. A partir de este estu-
dio se caracterizaron otras especies pre-
sentes en el bosque mesófilo (Guevara
y Dirzo 1999). Por último, se realizó un
estudio relacionado con la diversidad de
especies de hongos pertenecientes a la
familia Tricholomataceae registrándose
un total de 33 especies, siendo el bosque
mesófilo de montaña donde se encontró
un mayor número de estas en compara-
ción al bosque de pino encino liquidám-
bar (Pérez-Ovando 2011).

ERIKA C. PEREZ O.
el registro de menos del 2% de estas
(Ruan-Soto et al. 2013). Si bien se han
realizado investigaciones en muchas
localidades del Estado, aún existen ex-
tensas regiones muy poco exploradas.
Las regiones que presentan más regis-
tros son la Selva Lacandona, Centro,
Soconusco y Los Altos de Chiapas. Por
el contrario regiones como la Sierra
Madre de Chiapas, son de las menos
exploradas (Andrade y Sánchez 2005,
Pérez-Ovando 2015).

La Reserva de la Biosfera El Triunfo

(REBITRI), es un área natural protegida Calostoma cinnabarinum, Polígono 1 , REBITRI, 15 de julio de 2012.

57
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
Ante este panorama, el presente ca-
pítulo resume el estado actual del co-
nocimiento de las especies de hongos
macroscópicos de la REBITRI.
Estado actual del
conocimiento de los
macromicetos en la
REBITRI
Hasta el momento, se tienen registra-
das 119 especies de hongos macroscó-
picos, que corresponden a 69 géneros,
38 familias y 15 órdenes. Todos los
ejemplares han sido recolectados úni-
camente en el Polígono I de la reser-
va (Cuadro1). Se tienen elementos para
pensar que el número de especies que
existen en la reserva es mucho mayor.
Aunque no existen estudios que reali-
cen análisis de curvas de acumulación
de especies o que consideren los es-
fuerzos de muestreo, si se compara el
número de registros que se tiene para
El Triunfo contra las 509 especies re-
portadas para un bosque mesófilo del
centro de Veracruz (Gómez-Hernández
2009), nos damos cuenta del nivel de
documentación que se tiene de la funga
de la REBITRI.
De los registros que se tienen, solo
el 42% (50 ejemplares) fueron determi-
nados a nivel de especie mientras que
el resto se determinó a nivel de género.
Estos porcentajes pueden ser atribuidos
principalmente a la escasez de explora-
ciones en el área y sobre todo a la falta
de bibliografía necesaria para la identi-
ficación de las especies.
El 43.3% de los taxa reportados son
de sustrato terrícola, el 27.5% son lig-
nícolas, 26.7% humícolas y 2.5% co-
prófilas. Otros datos ecológicos como
el hábito de los ejemplares y la identifi-
cación de las especies asociadas como
plantas micorrizadas u hospederos, por
mencionar algunos, lamentablemente
no son reportados en los estudios, ge-
nerando un vacío en el conocimiento
de cómo son las relaciones ecológicas
de estos organismos y su función en el
ecosistema. Con ello existe un hueco
en el conocimiento de las característi-
cas ecológicas
Por otro lado, se tiene el registro de
especies potencialmente útiles o en al-
guna categoría de importancia cultural.
El 9.1% de las especies antes mencio-
nadas han sido reportadas como co-
mestibles para México. Entre ellas
destacan especies como Schizophillum
commune o Auricularia delicata, de
alta importancia cultural y frecuencia
de uso sobre todo en las regiones tro-
picales de todo el país (Ruan-Soto y
Ordaz-Velázquez 2015); o Lactarius
indigo, especie muy apreciada y consu-
mida entre las comunidades habitantes
de bosques templados de pinos y enci-
nos del país, además de una de las tres
especies con el consumo más distribui-
do a lo largo de todo el país (Garibay-
Orijel y Ruan-Soto 2014). El 3% de las
especies enlistadas se han reconocido
como medicinales, todas ellas perte-
necientes al género Ganoderma, espe-
cies ampliamente estudiadas en todo el
mundo y reconocidas por sus propieda-
des antitumorales e inmunopotenciado-
ras. Únicamente Amanita pantherina
ha sido documentada como tóxica, lo
cual representa solamente el 0.8% de
las especies mencionadas (Boa 2005,
Ruan-Soto y García-Santiago 2013).
Consideraciones finales
Es innegable que aún queda mucho por
hacer para incrementar el conocimien-
58
to de los hongos macroscópicos en la
REBITRI. El estado del conocimien-
to de la micodiversidad de esta reserva
es un fiel reflejo de la situación impe-
rante en el país: zonas de gran rique-
za específica, ausencia de especialistas,
poca literatura disponible para especies
neotropicales y condiciones difíciles
para el buen procesamiento del ma-
terial fúngico recolectado (Andrade
y Sánchez 2005). Sin embargo, es de
vital importancia incrementar los es-
tudios que documenten la riqueza y
distribución de especies en la reserva y
que los micólogos taxónomos acepten
el reto que representan regiones como
esta que seguramente contienen infini-
dad de particularidades taxonómicas.
Aunado a ello es necesario realizar
exploraciones no solo en el polígono
I de la reserva, sino en los cinco polí-
gonos restantes para tener una buena
representación de los hongos de esta
Área Natural Protegida. Por otro lado,
es necesario el diseño y ejecución de
otro tipo de estudios que no solo docu-
menten la diversidad fúngica sino que
permitan conocer patrones ecológicos,
biomasa de las especies, fenología, di-
námica poblacional o inclusive espe-
cies endémicas o en riesgo. Asimismo,
resultan indispensables estudios de or-
den socioambiental en el que se recupe-
re información de los usos y las formas
potenciales de aprovechamiento de
las distintas especies con importancia
cultural. Si se aspira a tener un avan-
ce significativo en el conocimiento de
los hongos de esta zona, estos estudios
deberán ser sistemáticos, continuos y a
largo plazo.
JORGE MARTINEZ-ORTEGA

Clathrus mexicanus, Poligono I, REBITRI.

ANTONIO GARCÍA-MENDEZ

JORGE MARTINEZ-ORTEGA

Laccaria amethystina, Poligono I, REBITRI. Leotia lubrica. Autor Poligono I. REBITRI.

59
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Cuadro 1. Listado de taxa registrados en el Polígono I de la Reserva de la Biosfera El Triunfo.

Phyllum Ascomycota Laccaria laccata (Scop.) Cooke***

Pezizales Laccaria amethystina (Huds.) Cooke***
Sarcoscyphaceae Laccaria aff. glabripes McNabb ***
Sarcoscypha sp. (Fr.) Boud.* Hygrophoraceae
Xylariales Cuphophyllus pratensis Fr. (Bon)*
Xylariaceae Hygrocybe sp (Fr.) P. Kumm.*
Xylaria fockei (Miq.) Cooke * Hygrophorus sp.1 Fr*
Xylaria polymorpha (Pers.) Grev* Hygrophorus sp.2 Fr*
Phyllum Basidiomycota Hymenogastraceae
Agaricales Galerina sp. Earle**
Agaricaceae Gymnopilus subdryophilus Murrill*
Coprinus sp.1 Pers* Naematoloma sp P. Karst.**
Coprinus sp.2 Pers* Incertae sedis
Lepiota clypeolaria (Bull) P. Kumm.* Panaeolus sp.1 (Fr.) Quél.**
Leucoagaricus rubrotinctus (Peck) Singer* Panaeolus sp .2 (Fr.) Quél.**
Leucoagaricus sp Locq. ex Singer ** Inocybaceae
Leucocoprinus sp Pat.* Crepidotus sp. (Fr.) Staude*
Macrolepiota procera (Scop. ex Fr.) Sing.** Inocybe sp (Fr.) Fr.*
Vascellum sp. F. Šmarda * Marasmiaceae
Amanitaceae Crinipellis sp.1 Pat***
Amanita caesarea (Scop.) Pers. ** Crinipellis sp.2 Pat***
Amanita pantherina (DC.) Krombh. ** Marasmius berteroi (Léveillé) Murrill ***
Limacella sp Earle ** Marasmius cohaerens (Pers ex Fr) Quel*
Bolbitiaceae Marasmius chiapensis Singer*
Bolbitius vitellinus  (Pers.) Fr. ** Marasmius chrysoblepharis Singer***
Conocybe sp. Fayod** Marasmius guzmanianus Singer*
Cortinariaceae Marasmius oreades (Bolt. ex Fr.) Fr.**
Cortinarius sp.1 (Pers.) Gray* Marasmius ramealis (Bull.) Fr.*
Cortinarius sp.2 (Pers.) Gray* Marasmius rotula (Scopoli ex Fries) Fries ***
Entolomataceae Marasmius xerampelinus Singer***
Entoloma sp. P. Kumm.* Marasmius aff. puttemansii var. oligocladus Singer ***
Hydnangiaceae Marasmius aff. radicellicola Singer ***
Marasmius sección Epiphylli Fr.*** Agrocybe sp. Fayod  **
Marasmius sección Rotula Fr.*** Tricholomataceae
Mycenaceae Clitocybe cinerea Velen*
*Guevara y Dirzo (1998) **Guevara y Dirzo (1999) ***Pérez-Ovando (2011) ****Datos no publicados

60
Cuadro 1. Continuación.

Hemimycena sp. Singer*** Clitocybe sp.1 (Fr.) Staude *

Mycena sp. 1(Pers.) Roussel *** Clitocybe sp.2 (Fr.) Staude *
Mycena sp. 2 (Pers.) Roussel *** Collybia sp. (Fr.) Staude ***
Mycena sp. 3 grupo pura (Pers.) P. Kumm*** Tricholoma terreum  (Schaeff.) Kumm*
Mycena sp. 4 (Pers.) Roussel*** Tricholoma sp.1 (Fr.) Staude*
Mycena sp. 5 (Pers.) Roussel*** Tricholoma sp.2 (Fr.) Staude*
Mycena sp. 6 (Pers.) Roussel*** Tricholoma sp.3 (Fr.) Staude*
Mycena sp. 7(Pers.) Roussel *** Tricholoma sp.4 (Fr.) Staude*
Mycena sp. 8 grupo pura (Pers.) P. Kumm*** Auriculariales
Mycena sp. 9(Pers.) Roussel *** Auriculariaceae
Xeromphalina sp.1 Kühner & Maire *** Auricularia delicata  (Mont. ex Fr.) Henn *
Xeromphalina sp.2 Kühner & Maire *** Auricularia mesenterica (Dicks.) Pers.*
Omphalotaceae Boletales
Marasmiellus aff. candidus (Bolton) Singer *** Boletaceae
Marasmiellus sp. 1 Murrill*** Retiboletus griseus (Frost) Manfr. Binder & Bresinsky**
Marasmiellus sp. 2 Murrill*** Tylopilus bulbosus Halling & Muell. ****
Physalacriaceae Tylopilus subcellulosus Singer & García****
Armillaria sp.  (Fr.) Staude *** Calostomataceae
Flammulina velutipes (Curtis) Singer*** Calostoma cinnabarinum Desv.*
Oudemansiella canarii (Jungh.) Hohn.* Gyroporaceae
Pluteaceae Gyroporus ballouii (Peck) E. Horak**
Pluteus sp. Fr.** Suillaceae
Volvariella sp Speg.* Suillus chiapasensis Singer*
Psathyrellaceae Cantharellales
Psathyrella smithii Guzmán** Cantharellaceae
Psathyrella sp. (Fr.) Quél.* Cantharellus cibarius Fr.**
Schizophyllaceae Corticiales
Schizophyllum commune Fr.* Corticiaceae
Strophariaceae Corticium sp. Pers*
Geastrales Russulales
Geastraceae Bondarzewiaceae
Geastrum sp. Pers.* Heterobasidion annosum (Fr.) Bref. *
Gloeophyllales Russulaceae
Gloeophyllaceae Lactarius indigo (Schw ) Fr*
Osmoporus mexicanus (Mont.) Y.C. Dai & S.H. He * Russula mexicana Burlingham**
*Guevara y Dirzo (1998) **Guevara y Dirzo (1999) ***Pérez-Ovando (2011) ****Datos no publicados

61
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Cuadro 1. Continuación.

Veluticeps sp. Cooke* Russula virescens Fr.**

Gomphales Russula sp. Pers.**
Gomphaceae Stereaceae
Gomphus sp.1 Pers * Stereum sp. Hill ex Pers.*
Gomphus sp.2 Pers * Tremellales
Ramaria stricta (Pers.) Quél * Tremellaceae
Hymenochaetales Tremella fuciformis Berk*
Hymenochaetaceae Tremella sp. Pers*
Coltricia sp. Gray * Incertae sedis
Hymenochaete sp. Lév* Incertae sedis
Phellinus sp. Quél* Cotylidia sp. P. Karst.*
Phallales
Phallaceae
Clathrus mexicanus García & López ****
Polyporales
Ganodermataceae
Ganoderma applanatum (Pers.) Pat.*
Ganoderma sp. P. Karst.*
Polyporaceae
Coriolopsis sp.1 Murrill*
Coriolopsis sp.2 Murrill*
Fomes sp (Fr.) Fr.*
Panus sp. Fr.*
Polyporus leprieuri Mont.*
Polyporus sp. P. Micheli *
Trametes sp. Fr.*
*Guevara y Dirzo (1998) **Guevara y Dirzo (1999) ***Pérez-Ovando (2011) ****Datos no publicados

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63
 La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

COMUNIDADES VEGETALES
DERIO ANTONIO JIMÉNEZ LÓPEZ

Descripción: Sendero El Triunfo, a 2,300 m s.n.m. en bosque mesófilo de montaña. Se observa el dosel del bosque cuando se encuentra cubierto
completamente de niebla.

64
 Árboles de la Reserva de la Biósfera El Triunfo
Centro del Cambio Global y la Sustentabilidad A.C. (CCGS), Calle Centenario del Instituto Juárez s/n, Col. Reforma, 86080 Villahermosa,
Tabasco, México. E-mail: rubencamilo79@yahoo.com.mx
Departamento de Conservación de la Biodiversidad. El Colegio de la Frontera Sur, Unidad San Cristóbal de las Casas, Carretera
Panamericana y Periférico Sur s/n. Barrio de María Auxiliadora, C.P. 29290. San Cristóbal de las Casas, Chiapas. México.
Introducción
L os árboles constituyen un elemen-
to fundamental en la composición
de la estructura de las comunidades te-
rrestres. Además son relevantes para la
provisión de servicios ecosistémicos y
de recursos naturales (Slik et al. 2015).
La eliminación de la cobertura boscosa
desencadena una serie de efectos nega-
tivos sobre el resto de componentes, se
reduce drásticamente la diversidad bio-
lógica: menor diversidad de especies de
fauna, flora u otros organismos, se su-
primen interacciones ecológicas, como
innumerables procesos ecológicos y
biológicos que son parte elemental del
complejo de diversidad biológica de la
región afectada.
En el caso de la Reserva de la
Biosfera El Triunfo (El Triunfo, en
adelante) los estudios que se realizan
o deben realizarse en las especies de
árboles, son esenciales y necesarios,
principalmente ante el efecto negativo
de fenómenos de origen antropogéni-
co, como el cambio de uso de suelo por
conversión agrícola (principalmente el
cultivo de café), la actividad ganade-
ra, forestal (incluido el de los produc-
tos forestales no maderables como la
palma camedor [Chamaedorea spp.]) y
minera (actividad poco mencionada y
de auge reciente en la región), el incre-
mento de espacios por el crecimiento
de las poblaciones asentadas en la zona
de amortiguamiento; así como la vul-
Rubén Martínez-Camilo
nerabilidad de la región ante fenómenos
meteorológicos de gran envergadura (ci-
clones, tormentas tropicales), y efectos
de mediano y largo plazo de fenómenos
cíclicos (del niño y la niña) y el cambio
climático global (Hernández-Yáñez et
al. 2006; Galindo-Jaimes 2008, Schroth
2009, Martínez-Camilo 2014).
A partir de la revisión de literatura
y de datos inéditos, en este estudio se
discute información sobre el estado de
conocimiento de la especies de árboles
de El Triunfo. Principalmente el cono-
cimiento taxonómico (inventarios) y de
algunos aspectos ecológicos. Al final,
se identifican posible líneas de estudio
que deben ser atendidas, encaminadas
a generar información que haga frente
a fenómenos antropogénicos y ambien-
tales que ponen en riesgo o afectan a la
diversidad biológica de El Triunfo.
Riqueza y conservación
Las estimaciones de la riqueza de ár-
boles para una región dependen, entre
muchos factores, de la intensidad de las
recolectas botánicas realizadas en la re-
gión o bien, del esfuerzo de muestreo de
árboles obtenido mediante parcelas de
evaluación, como también de la infor-
mación disponible en las bases de da-
tos de referencia (González-Espinosa
et al. 2004). Campos-Sánchez (2015)
menciona dos cifras del número de es-
pecies de árboles para El Triunfo: 483
especies a partir de especímenes depo-
65
sitados en herbarios y 210 obtenidos
en inventarios o parcelas de muestreo
de árboles. El número de especies es-
timado a partir de los especímenes es
importante, ya que representa aproxi-
madamente 16% respecto de las 2,990
especies de plantas estimadas para El
Triunfo (Pérez-Farrera, com. pers.).
Martínez-Camilo et al. (2012) realiza-
ron una evaluación de las especies de
plantas endémicas y listadas en algu-
na categoría de riesgo por la Norma
Oficial Mexicana (NOM-059-ECOL)
e internacional (Red List [González-
Espinosa et al. 2011]), integrando una
lista de 347 especies de plantas endé-
micas, de las cuales 111 son árboles,
un poco menos del 30% de las espe-
cies de plantas listadas en este estudio.
Respecto a las que se encuentran lista-
das en alguna categoría de riesgo en la
Norma Oficial Mexicana, tres están en
peligro de extinción, ocho están como
amenazadas y siete en protección espe-
cial. De las especies listadas en la Red
List, 14 están en la categoría de en peli-
gro crítico, 57 en peligro, 27 casi ame-
nazadas y 66 como vulnerables.
Comunidades vegetales
Existen varios sistemas de clasifica-
ción de comunidades vegetales que
han sido realizados en México por va-
rios autores (por ejemplo, Miranda y
Hernández X. 1963; Rzedowski 1978,
Pennington y Sarukhán 2005). De to-
dos éstos, destaca la clasificación de
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
Breedlove (1981) por sus criterios eco-
lógicos para definir la relación entre
la vegetación y variables ambientales
(temperatura y precipitación), como la
aplicación del sistema de clasificación
a condiciones totalmente locales de
Chiapas (para mayores detalles y dis-
cusión ver Breedlove 1981, González-
Espinosa y Ramírez-Marcial 2013). En
el Cuadro 1 se describen las principales
comunidades de acuerdo con la clasifi-
cación de Breedlove (1981) y las equi-
valencias respecto al de otros autores
frecuentemente usados. Una buena re-
ferencia sobre las comunidades usando
la clasificación de Breedlove (1981) ha
sido realizada por INE (1998) y Pérez-
Farrera (2004), por lo que la infor-
mación descrita en este capítulo debe
ser complementaria y actualizada a la
ya descrita por estos autores. Se su-
giere revisar el documento original
de Breedlove (1981) y de González-
Espinosa y Ramírez-Marcial (2013)
para un entendimiento más claro de la
composición florística y distribución
de cada una de ellas en Chiapas.
La lista presentada es de ocho comu-
nidades vegetales que son típicas de El
Triunfo (Cuadro 1). Únicamente difiere
en listados previos en cuanto al núme-
ro de comunidades listadas y comenta-
das, frecuentemente se mencionan las
comunidades secundarias (acahuales)
originadas por disturbio antropogénico,
en realidad estas corresponden a comu-
nidades modificadas que dependiendo
del tipo de vegetación original, difieren
en su composición y estructura (para
más detalles ver González-Espinosa y
Ramírez-Marcial 2013). También se
mencionan los bosques de galería o ri-
parios, pero éstos están inmersos den-
tro de cada una de las comunidades
vegetales (excepto el matorral perenni-
folio de altura) y se trata de conjuntos
de especies que responden a condicio-
nes ambientales particulares debido a
su cercanía con corrientes perennes de
agua en El Triunfo.
A continuación menciono algunas
localidades o ubicaciones puntuales
como referencia, en donde se encuen-
tran cada una de las comunidades
vegetales, sin pretender de manera ex-
haustiva describir su distribución al in-
terior de la reserva:
(1) Bosque lluvioso de montaña
baja (Figura 1), ubicado en las partes
bajas de la vertiente del Pacífico, se en-
cuentra entre una amplitud aproxima-
da de los 300 y hasta los 800 m s.n.m.
(1200). Ejemplos de estas comunida-
des se aprecian en particular al iniciar
el tramo de El Paval al campamento El
Triunfo y en el camino del ejido Los
Cacaos a Las Golondrinas (municipios
de Acacoyagua y Escuintla).
(2) Bosque lluvioso de montaña,
es un conjunto de comunidades vege-
tales que se encuentran a partir de los
1200 m s.n.m. y hasta las partes altas y
de parteaguas de El Triunfo. Se carac-
terizan por la abundante presencia de
epífitas y musgos que frecuentemen-
te cubren los troncos de los árboles. Es
una de las comunidades más represen-
tativas de El Triunfo que entra dentro
de la denominación de bosques mesófi-
los de montaña (Rzedowski 1978).
(3) Bosque perennifolio de neblina
(Figura 1), se encuentran por encima de
los 2200 m s.n.m. (González-Espinosa
et al. 2013). Se restringe a las partes al-
tas de El Triunfo, en donde la frecuen-
cia de neblina es constante a lo largo
del año. Esta formación entra en el con-
cepto de bosque mesófilo de montaña
66
junto con el bosque lluvioso de mon-
taña. Ambas son las comunidades más
representativas de El Triunfo y forman
parte de los macizos boscosos más no-
tables de la Sierra Madre de Chiapas.
(4) Bosque estacional perennifo-
lio, evidente en las partes bajas de El
Triunfo, es posible confundirlo con el
bosque lluvioso de montaña baja. Se
restringe a las partes bajas del gradien-
te, de pocos lomeríos y en las zonas
transicionales con las selvas bajas ca-
ducifolias de la vertiente del Pacífico.
(5) Bosques de pino-encino-liqui-
dambar, una comunidad mixta confor-
mado por especies de Pinus y Quercus,
y Liquidambar styraciflua. El ejem-
plo más claro de esta comunidad se
encuentra en el sendero al campamen-
to El Triunfo, entre los 1300 y 1700 m
s.n.m., ocasionalmente alternados con
comunidades de pino-encino.
(6) Bosques de pino-encino, comu-
nidades mucho más frecuentes y ex-
tensas que el pino-encino-liquidambar.
Se encuentran en las partes medias de
ambas vertientes de El Triunfo (entre
los 800 y 1800 m s.n.m.). Ejemplos
de estas comunidades se encuentran
en el sendero de El Paval al campa-
mento El Triunfo, específicamente en-
tre los tramos El Arenal y el Sicilar,
y por el Cipresal. Otras comunida-
des de referencia se encuentran en los
ejidos de Santa María (municipio de
Siltepec), Ampliación Laguna y La
Laguna (vertiente del Pacífico, munici-
pio de Acacoyagua y Escuintla) y en el
ejido Plan de Ayala del municipio de
Villacorzo, en los límites con la selva
baja caducifolia.
(7) Selvas bajas caducifolias, con
una estación de secas bien definida de
Cuadro 1. Comunidades vegetales presentes en la Reserva de la Biósfera El Triunfo de acuerdo con Breedlove (1981) y sus equivalencias
con otros autores (basado en González-Espinosa y Ramírez-Marcial 2013). NA=Información no disponible, P=Parcialmente dentro de la
comunidad de referencia.
Miranda (1952) Miranda y Hernández X. Rzedowski (1978) Pennington y Sarukhán,
(1963) (2005)
Bosque lluvioso de Selva alta siempre verde (P) Selva alta perennifolia (P) Bosque tropical perennifolio (P) Selva alta perennifolia (P)
montaña baja
Bosque lluvioso Selva mediana y baja, Selva mediana Bosque tropical perennifolio (P); Selva mediana
de montaña siempre verde (P) o baja perennifolia (P) bosque mesófilo de montaña (P) o baja perennifolia (P)
Bosque perennifolio Selva mediana y baja Selva mediana Bosque mesófilo de montaña (P) Selva mediana
siempre verde (P) o baja perennifolia (P)
de neblina o baja perennifolia (P)

67
Bosque estacional Selva alta subdecidua Selva alta o mediana Bosque tropical perennifolio (P) Selva alta o mediana
perennifolio subperennifolia/ subperennifolia/
Subcaducifolia subcaducifolia
Bosques de Bosque deciduo Bosque caducifolio Bosque mesófilo de montaña (P) Bosque caducifolio
pino-encino-liquidambar
Bosques de Pinares y encinares Pinares y encinares Bosque de pino-encino NA
pino-encino
Selva baja caducifolia Selva baja decidua Selva baja caducifolia Bosque tropical deciduo Selva baja caducifolia
Matorral perennifolio Páramos de altura Páramos de altura Páramos de altura NA
de neblina
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

cuatro a seis meses, en donde los ár-
boles pierden las hojas, estas comuni-
dades se encuentran principalmente al
noroeste de El Triunfo, en las partes
bajas de la vertiente del Pacífico (des-
de los 300 y hasta los 1000 m s.n.m.,
aproximadamente), en los municipios
de Mapastepec y Pijijiapan, es la zona
más seca de El Triunfo. En la vertiente
de la Depresión Central se encuentran
formaciones de este tipo en el munici-
pio de Villacorzo, es posible apreciar-
los en el camino al ejido Plan de Ayala
(zona de amortiguamiento), en los lí-
mites con formaciones de bosques de
pino-encino o únicamente encinos,
aquí son favorecidos por las condicio-
nes dadas por fuertes pendientes y sue-
los rocosos y de gran drenaje.
(8) Matorral perennifolio de altura,
se refiere a formaciones no arboladas,
con áreas restringidas únicamente a los
picos más altos o áreas de gran altura,
expuestas a mucho viento y en terrenos
con suelos descubiertos y pedregosi-
dad. Comunidades de este tipo se ob-
servan en la punta del cerro Cebú y en
las partes altas del trayecto de la zona
núcleo 2 (Ovando) hacia la comuni-
dad Ampliación Laguna, denominado
El Espinazo del Diablo. No confundir
con una comunidad de árboles de porte
bajo (debido a la fuerte pendiente y ex-
posición a fuertes vientos, sin exposi-
ción de rocas) descritos en INE (1998)
para la cima del cerro El Triunfo.
Estudios en árboles y
consideraciones finales
La mayoría de los estudios en El Triunfo
sobre árboles se han centrado en la ca-

Figura 1.

RUBÉN MARTÍNEZ CAMILO

A: Paisaje desde el mirador Costa, en donde se aprecia el gradiente altitudinal en El Triunfo. Al fondo el océano Pacífico.

ELIZABETH CAMPOS SÁNCHEZ

B: Bosque perennifolio de neblina, en el sendero Monos-parteaguas del Polígono1.

68
 RUBÉN MARTÍNEZ CAMILO
C: Bosque lluvioso de montaña baja, en los límites de la zona de amortiguamiento con el ejido Tres de Mayo, a 800 m s.n.m.

racterización de las comunidades de
bosque lluvioso de montaña y bosque
perennifolio de neblina (bosque mesó-
filo de montaña). El primero de éstos
es el que realizó Long y Heath (1991),
quienes describieron por primera vez di-
ferentes asociaciones de árboles para el
polígono 1 y áreas aledañas. Otros es-
tudios comparan la composición y di-
versidad de las comunidades de árboles
asociados al manejo del café vs bos-
ques conservados (Reynoso-Santos et
al. 2011), como también los cambios en
diferentes estados sucesionales de és-
tos bosques (Pérez-Farrera et al. 2011).
Destaca también el estudio de fenolo-
gía de árboles del bosque mesófilo rea-
lizado en El Triunfo por Solórzano et al.
(2010). Se han realizado otros estudios
enfocados a evaluar las comunidades de
árboles de las partes bajas (López-Cruz
et al. 2010) y altas (Williams-Linera
1991, Gómez-Velasco et al. 2004) del
gradiente altitudinal de El Triunfo.
A pesar de lo valioso que pueden
ser éstos estudios. Aún no se ha aten-
dido adecuadamente las oportunidades
que brindan las extensas y continuas
áreas boscosas que se encuentran en
El Triunfo. Las cuales representan un
marco ideal para realizar estudios de
interés que permitan, en primera ins-
tancia, abordar el interés genuino por
describir los patrones y mecanismos
(o procesos) de conformación que ex-
pliquen la diversidad de plantas en la
región; en segunda instancia, que esta
información coadyuve en mejorar las
estrategias de conservación.
Se considera que El Triunfo y la
Sierra Madre de Chiapas, en general,
es una región con una gran diversidad
de plantas. Esta puede ser explicada en
parte por la gran heterogeneidad am-

Cuadro 2. Matriz de similitud pareada de la diversidad beta (distancias de Bray-Curtis) dentro y

entre rangos altitudinales.

Baja Media baja Media alta Alta

Baja 0.76 ± 0.03
Media baja 0.87 ± 0.01 0.73 ± 0.021
Media alta 0.98 ± 0.004 0.96 ± 0.004 0.75 ± 0.04
Alta 0.99 ± 0.002 0.98 ± 0.002 0.89 ± 0.009 0.69 ± 0.02
Los valores oscilan entre el 0 (sitios iguales) y 1 (sitios diferentes). Promedios con ±1 Error Estándar. Información generada con evaluaciones de
árboles (con un diámetro a la altura del pecho ≥5 cm), realizados a lo largo del sendero que inicia en el ejido Tres de Mayo (Mapastepec) y termi-
na en el campamento El Triunfo (ver Figura 1), en cuatro altitudes (definidas como baja [100-300], media baja [700-900], media alta [1300-1500]
y alta [>1800]). En cada rango altitudinal se realizaron ocho parcelas de 0.1 ha.

69
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Cuadro 3. Composición de especies de árboles en un gradiente altitudinal de El Triunfo.

Rango altitudinal Familias Especies Composición
(m s.n.m.) (%)

100-300 Fabaceae 12 17.6

Anacardiaceae 4 5.8

Malvaceae 4 5.8

Moraceae 4 5.8

Rubiaceae 4 5.8

Resto familias (24) 36 59.2

Subtotal 29 68

700-900 Fabaceae 14 18.6

Malvaceae 5 6.6

Rubiaceae 5 6.6

Sapotaceae 5 5.3

Anonnaceae 4 5.3

Resto familias (30) 43 57.6

Subtotal 35 75

1300-1500 Lauraceae 12 12.2

Rubiaceae 9 9.1

Fabaceae 5 5.1

Sapotaceae 5 5.1

Resto familias (39) 71 69

Subtotal 43 102

>1800 Lauraceae 6 10.9

Rubiaceae 5 9.1

Araliaceae 4 7.3

Fagaceae 4 7.3

Resto familias (24) 36 65.5

Subtotal 28 55

Gran total: 61 familias

70
biental, la distribución archipelágica de
sus bosques y la historia evolutiva con
la confluencia de dos regiones florísti-
cas, entre otros aspectos. El gradiente
altitudinal como variable topográfica
y variables asociadas, como la precipi-
tación y la temperatura (con las cuales
se encuentra altamente correlacionada
[Martínez-Camilo, datos no publica-
dos]), son importantes determinantes
en los procesos de recambio de las es-
pecies (denominado diversidad beta
en sentido amplio; Rodríguez y Arita
2005). En el caso de los árboles, el re-
cambio de especies es muy alto cuan-
do se considera el gradiente altitudinal.
En el Cuadro 1 hay evidencia de este
proceso, el recambio es alto incluso en-
tre parcelas de evaluación realizadas en
un mismo rango altitudinal, y en ma-
yor nivel entre los rangos altitudinales
(ver Cuadro 2). Incluso, este cambio
se puede observar a nivel de familia y
el número de especies encontradas en
cada uno de ellos. Las fabáceas como
un grupo importante en las partes ba-
jas y las lauráceas, de mayor relevan-
cia hacia las partes altas del gradiente
altitudinal (Cuadro 3). Definido esto en
parte por la afinidad de las familias con
comunidades de bosque estacional pe-
rennifolio y bosque lluvioso de monta-
ña baja en las partes bajas, y de bosque
perennifolio de neblina y bosque llu-
vioso de montaña en las partes altas, y
de zonas transicionales hacia la parte
media del gradiente altitudinal.
Finalmente, aún es importante ge-
nerar información enfocada a com-
prender los procesos de recuperación
natural y asistida de los bosques, el
cual debe considerar los distintos ran-
gos altitudinales como también el tipo
de disturbio natural (por ejemplo, los
deslaves provocados por saturación
de agua debido a fenómenos meteo-
rológicos) y antropogénico (por ejem-
plo, áreas abandonadas de cultivos de
café). El Triunfo es la única reserva en
la Sierra Madre de Chiapas para la cual
se ha generado información puntual en-
caminada a orientar programas de res-
tauración (ver Galindo-Jaimes 2008).
Estudios de mediano y largo plazo son
necesarios para evaluar la dinámica de
los bosques, principalmente ante esce-
narios derivados de fenómenos de gran
impacto espacial y temporal, como el
fenómeno de la niña y el cambio cli-
mático global (Schroth et al. 2009). Se
deben considerar determinar grupos de
especies de árboles (y plantas en gene-
ral) que sean más vulnerables a los es-
cenarios mencionados anteriormente,
principalmente de aquellos ubicados
en las partes más elevadas y en donde
es más frecuente la ocurrencia de espe-
cies amenazadas y en riesgo.

Agradecimientos
Parte de los comentarios vertidos en este capítulo fueron generados durante el proyecto JF092 financiado por la Comisión
Nacional para la Conservación y Uso de la Biodiversidad, también al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT)
por la beca de doctorado otorgada (número 354792).

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73
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

RUBÉN MARTÍNEZ CAMILO

Descripción: En el polígono V (La Angostura), entrando por el ejido Plan de Ayala (Villacorzo). Se aprecian dos especies de palmas: Chamaedorea
costaricana Oerst., al frente, es la palma más pequeña y, una Geonoma sp., la palma grande y de hojas más anchas.

74

Centro del Cambio Global y la Sustentabilidad A.C. (CCGS), Calle Centenario del Instituto Juárez s/n, Col. Reforma, 86080 Villahermosa,
Tabasco, México. E-mail: rubencamilo79@yahoo.com.mx
Departamento de Conservación de la Biodiversidad. El Colegio de la Frontera Sur, Unidad San Cristóbal de las Casas, Carretera
Panamericana y Periférico Sur s/n. Barrio de María Auxiliadora, C.P. 29290. San Cristóbal de las Casas, Chiapas. México.
Introducción
P arte de la identidad de la Reserva
de la Biósfera El Triunfo (El
Triunfo, en adelante) se basa en sus in-
teresantes, extensos y bien conservados
bosques mesófilos de montaña (tam-
bién denominados bosques de niebla,
dependiendo del sistema de clasifica-
ción utilizado (Challenger et al. 2010).
Las descripciones de estas comunida-
des vegetales hacen referencia a la pre-
sencia constante de niebla, la mezcla
de especies de plantas de origen neár-
tico y neotropical y la abundancia de
epífitas, entre otros (Toledo-Aceves et
al. 2011). Sin embargo, pocas veces se
hace referencia a la ineludible presen-
cia de las especies de palmas, las cuales
son típicas y abundantes en estas comu-
nidades, como también de los bosques
ubicados en la parte altitudinal más
baja (que corresponden con bosque tro-
pical perennifolio y subcaducifolio).
Por lo cual, cuando uno recorre los
bosques de El Triunfo, siempre que
éstos se encuentren en buen estado de
conservación, o incluso, en los culti-
vos de café que se encuentran en las
partes altitudinales medias y altas, son
muy evidentes las palmas. En ocasio-
nes dominan totalmente la comunidad
de plantas del sotobosque y es posible
observar comunidades de palmas que
difieren en su composición y exten-
sión. Y no es para menos, El Triunfo se
encuentra en una de las regiones geo-
Palmas Nativas
Rubén Martínez-Camilo
gráficas consideradas de mayor rique-
za de palmas, al menos para el género
Chamaedorea (Hodel 1992).
En este estudio se presenta infor-
mación actualizada sobre la riqueza de
palmas que se encuentran en la Reserva
de la Biósfera El Triunfo. La informa-
ción se compiló principalmente de ba-
ses de datos del CAS, HEM, MEXU,
MO, Red Mundial de Información
sobre Biodiversidad (REMIB) y de
la Global Biodiversity Information
Facility (GBIF). Para complementar la
información se realizó una revisión de
literatura (Hodel 1992, Pérez-Farrera et
al. 2004, Quero y Pérez-Farrera, 2010,
Henderson, 2011, Martínez-Camilo et
al. 2012). Finalmente, se presenta una
discusión breve sobre estudios ecoló-
gicos y taxonómicos en palmas que se
han realizado en la reserva.
Riqueza e importancia
de las palmas
La lista de palmas para El Triunfo in-
cluye 16 especies agrupadas en cua-
tro géneros (Brahea, Cryosophila,
Chamaedorea y Geonoma; Cuadro 1).
El género más importante por el núme-
ro de especies es Chamaedorea con 11
especies y Geonoma, con tres especies.
Brahea y Cryosophila con una espe-
cie cada una. Nueve especies están lis-
tadas en la norma ecológica mexicana
(SEMARNAT, 2010) y la revisión de
las bases de datos indican que tres de
75
estas especies son endémicas a Chiapas
y Guatemala (Chamaedorea fractifle-
xa, C. ibarrae y C. keelerorum).
Chamaedorea es un género abun-
dante y heterogéneo por las característi-
cas en el tamaño de las especies, hábito
(tallos cespitoso vs solitarios) y prefe-
rencias de hábitat de sus especies, en-
tre otros. Hay especies con individuos
que miden menos de 3 m (C. nubium),
hasta los que miden más de 7 m (C.
quezalteca). Son especies simpátricas,
por lo que frecuentemente se encuen-
tran más de una especie en un mismo
sitio o hábitat. En ocasiones junto con
otras especies del género Geonoma.
Por ejemplo, en las partes altas es posi-
ble encontrar C. quezalteca, C. nubium,
C. pinnatifrons y Geonoma undata. En
las partes bajas, por debajo de los 1400
m s. n. m (aunque no exclusivas a es-
tas zonas altitudinales) encontramos C.
tepejilote y G. membranacea. Las pal-
mas de este género son más abundan-
tes en los bosques mesófilo de montaña
y bosques tropicales perennifolios.
En los bosques de coníferas (bosques
de Pinus, Liquidambar) y bosques de
Cupressus son menos abundantes y
únicamente crecen C. ibarrae y C. ke-
elerorum. La única especie que tolera
condiciones ambientales establecidas
por ambientes perturbados o con ve-
getación secundaria es C. tepejilote, la
cual es abundante en áreas dedicadas
al cultivo de café. Es posible observar
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
Descripción: En el polígono V (La Angostura), entrando por el ejido Plan de Ayala (Villacorzo).
En el sotobosque se aprecia una palma del género Geonoma.
especies de Chamaedorea en todo el
gradiente altitudinal de El Triunfo, al-
gunas especies tienen una distribución
amplia y otras se restringen a cierta am-
plitud altitudinal.
Chamaedorea quezalteca (palma
camedor) es el principal recurso fores-
tal no maderable en la reserva. Por lo
que es una fuente económica impor-
tante en muchos ejidos y comunidades.
Otras especies aprovechadas aunque
en menor intensidad son C. glaucifo-
lia y C. pinnatifrons. La única especie
que se aprovecha con fines comestibles
es C. tepejilote (pacaya), de la cual se
consumen las inflorescencias masculi-
nas inmaduras.
Se han encontrado tres especies del
género Geonoma (G. interrupta, G.
pinnatifrons y G. undata). Se trata de
RUBÉN MARTÍNEZ CAMILO
especies fácilmente distinguibles en-
tre el conjunto de palmas, general-
mente con tallos más gruesos que la
mayoría de especies de Chamaedorea,
de color amarillo tenue y blanquecino
en los anillos, los foliolos de las hojas
son más anchos y de tamaño variable,
como también las distancias entre es-
tas, son coriáceas o duras respecto de
las hojas de Chamaedorea. En ocasio-
nes llegan a ser dominantes y forman
palmares que sobresalen por encima
de las especies de Chamaedorea. Aún
persiste mucha discusión sobre la de-
limitación entre las diferentes especies
de Geonoma, incluidas las especies que
se encuentran en El Triunfo; los estu-
dios de Quero y Pérez-Farrera (2010)
y Henderson (2011) han ayudado a en-
tender las diferencias entre estas; in-
cluso, ambos trabajos difieren en la
delimitación de los nombres. Las es-
76
pecies de Geonoma se encuentran por
encima de los 1000 m s. n. m., en am-
bas vertientes de la Sierra Madre de
Chiapas. Se encuentran en bosque tro-
pical perennifolio y bosque mesófilo de
montaña. El único uso que se ha detec-
tado en El Triunfo para las especies de
este género es para la construcción de
pequeñas chozas o ranchitos, en don-
de las hojas son usadas como sustitutas
de láminas. No hay información sobre
el estado de conservación de las po-
blaciones que se encuentran dentro de
la reserva, aunque hay poblaciones en
buen estado de conservación en las par-
tes medias y altas, por lo cual considero
que no se encuentran amenazadas.
Los siguientes géneros tienen una
sola especie: Brahea dulcis es un nue-
vo registro para El Triunfo. Es una pal-
ma que llega a medir hasta siete metros
de altura y se distingue fácilmente del
resto de especies por la robustez de su
tallo (de hasta 50 cm de diámetro) y
larga inflorescencia (aproximadamente
2 m de largo). Se ha encontrado única-
mente una población en la parte media
de la zona de amortiguamiento de la re-
serva, del lado de la Depresión Central,
a una altitud de 1300 m s.n.m. El hábi-
tat en el que se encuentra es de bosque
de coníferas (Pinus spp.) y áreas abier-
tas y abandonadas de cultivos de maíz.
Las hojas de esta especie son usadas en
la zona para hacer escobas. La especie
Cryosophila nana se encuentra única-
mente en la vertiente del Pacífico, en
las partes bajas de El Triunfo (200-900
m s.n.m.), es de las pocas especies de
palmas que se encuentran en bosque
tropical caducifolio o subcaducifolio.
Son palmas con troncos solitarios, de
hasta 3 m de altura y de hojas palma-
das. Comúnmente denominado palo
escoba.
Cuadro 1. Lista de las especies de palmas nativas de la Reserva de la Biósfera El Triunfo.
Especie Amplitud Hábitat Distribución geográfica Nom-
altitudinal Ecol-059
Brahea dulcis (Kunth) Mart. 1200-1400 BC, VP México (Chiapas, Coahuila, Colima, Durango, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Oaxaca, Puebla, San
Luis Potosí, Sinaloa, Tamaulipas, Veracruz, Zacatecas) y Centroamérica (Belice, El Salvador,
Guatemala, Honduras y Nicaragua).
Cryosophila nana (Kunth) Blu- 200-900 BTC México (Chiapas, Colima, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Oaxaca y Sinaloa) y Centroa- Amenazada
me ex Salomon mérica (Panamá).
Chamaedorea fractiflexa Hodel 1300-1700 BTP, BMM Endémica a Guatemala y Chiapas (Sierra Madre de Chiapas) Amenazada
& J.J. Castillo
Chamaedorea graminifolia H. 500-1500 BTS, BTP México (Chiapas, Campeche y Oaxaca) y Centroamérica (Belice, Costa Rica, Guatemala, Hondu- Amenazada
Wendl. ras y Nicaragua)
Chamaedorea ibarrae Hodel 1400-2000 BTP, BMM Endémica a Chiapas (Sierra Madre de Chiapas y Altiplanicie Central) y Guatemala
Chamaedorea keelerorum Hodel 1200-2100 BTS, BTP, BC, Endémica a Chiapas (Sierra Madre de Chiapas) y Guatemala
& Cast. Mont BMM
Chamaedorea neurochlamys 1400 BTP México (Campeche, Chiapas, Quintana Roo y Tabasco) y Centroamérica (Belice, Guatemala y
Burret Honduras)

77
Chamaedorea nubium Standl. & 1100-2100 BTP, BMM, BC México (Chiapas, Guerrero y Oaxaca) y Centroamérica (El Salvador, Guatemala y Honduras) Amenazada
Steyerm.
Chamaedorea oblongata Mart. 1100-1400 BTP México (Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Tabasco y Veracruz),
Centroamérica (Belice, Guatemala, Honduras y Nicaragua) y Sudamérica (Colombia)
Chamaedorea pinnatifrons 700-1900 BTS, BTP, México (Chiapas, Oaxaca y Veracruz), Centroamérica (Belice, El Salvador, Guatemala, Hondu- Amenazada
(Jacq.) Oerst. BMM ras, Nicaragua y Panamá) y Sudamérica (Bolivia, Brasil, Colombia y Ecuador)
Chamaedorea quezalteca 900-2200 BTP, BMM México (Chiapas) y Centroamérica (El Salvador, Guatemala y Honduras) Amenazada
Standl. & Steyerm.
Chamaedorea tepejilote Liebm. 700-1500 BTP, BMM, México (Chiapas, Oaxaca, Tabasco y Veracruz), Centroamérica (Belice, Costa Rica, El Salvador,
ex Mart. BTS, VS, Cafe- Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá) y Sudamérica (Colombia)
tales
Chamaedorea woodsoniana L.H. 1700-2100 BMM México (Chiapas, Oaxaca, Tabasco y Veracruz), Centroamérica (Belice, Costa Rica, El Salvador, Amenazada
Bailey Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá) y Sudamérica (Colombia, Ecuador)
Geonoma interrupta (R. & P.) 1100-1800 BTP Sur de México (Chiapas, Oaxaca, Tabasco y Veracruz,), Centroamérica (Costa Rica, Guatemala, Amenazada*
Martius Honduras, Nicaragua, y Panamá) y Sudamérica (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela).
Geonoma pinnatifrons Willd. 1300-2100 BMM, BTP Sur de México (Chiapas), Centroamérica (Belice, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Amenazada**
Panamá) y Sudamérica (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela), Las Antillas.
Geonoma undata Klotzsch 1100-2100 BMM Sur de México (Chiapas y Tabasco), Centroamérica (Costa Rica, Guatemala, Honduras, Nica-
ragua y Panamá) y Sudamérica (Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana Francesa, Perú,
Surinam y Venezuela).
Nota: *En la Norma Ecológica Mexicana aparece como G. oxycarpa; **En la Norma Ecológica Mexicana aparece como G. membranácea, BC=bosque de coníferas, BMM= bosque mesófilo de
montaña, BTC=bosque tropical caducifolio, BTP=bosque tropical
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
Descripción: En el polígono V (La Angostura), entrando por el ejido Plan de Ayala (Villacorzo). Se aprecia en el sotobosque la abundancia de la
palma Chamaedorea tepejilote Liebm., conocida localmente como pacaya.
Estudios ecológicos
y taxonómicos
A pesar que las palmas son un compo-
nente ecológico importante del soto-
bosque de los bosques de El Triunfo,
y del valor económico que represen-
ta Chamaedorea quezalteca para la
región, son pocos los estudios que
se han realizado para este grupo de
plantas. Estos estudios consisten en
la evaluación de la dinámica pobla-
cional de C. quezalteca y C. nubium
(Martínez-Camilo y Pérez-Farrera
2010), las respuestas compensatorias
de C. quezalteca a la defoliación artifi-
cial realizada en condiciones silvestres
(Martínez-Camilo 2010, Martínez-
Camilo et al. 2011) y la evaluación del
efecto de factores ambientales y el gra-
diente altitudinal sobre los patrones y
procesos de recambio de especies de
palmas (López-Mendoza, com. pers.),
entre otros.
Se han menospreciado las oportuni-
dades únicas que ofrecen el componen-
te de palmas en la diversidad biológica
de la reserva, a pesar de que constitu-
yen un excelente sistema de estudio
por su tamaño pequeño, la abundancia
en bosques conservados y la facilidad
de ser marcadas y monitoreadas en el
mediano y largo plazo. Únicamente se
está generando información de media-
no plazo que evalúa los efectos por la
cosecha de hojas de palma en C. que-
zalteca (Martínez-Camilo, en proceso).
En este análisis he sido un poco con-
servador al mencionar los nombres de
las especies de palmas que se encuentran
en la reserva. Por ejemplo, he asignado
como nombre válido el de Geonoma pin-
natifrons (reconocido como G. membra-
nacea por Quero y Pérez-Farrera 2010),
tampoco asigné subespecies como lo
describe Henderson (2011) para las po-
blaciones de las tres especies de geo-
nomas que se encuentran en el sur de
México y Centroamérica. Otro caso re-
levante es Chamaedorea quezalteca.
Especialistas como Henderson et al.
78
RUBÉN MARTÍNEZ CAMILO
(1995) citan a C. quezalteca como si-
nónimo de C. costaricana, ambas son
muy parecidas por lo que las fronteras
morfológicas entre uno y otro taxón
son cercanas (ver Hodel 1992). Es po-
sible que en un futuro estudios detalla-
dos de filogenia y sistemática diluciden
las identidades y el nombre correcto de
cada una de ellas. Lo cual es importan-
te ya que las especies de palmas de la
Reserva también representan un buen
material de referencia para estudios ta-
xonómicos, de sistemática y filogenéti-
cos (por ej., Zenteno-Cruz 2013).
Finalmente, las especies de palmas
son un componente importante de los
bosques de El Triunfo. Por lo que son
necesarios estudios sobre historia na-
tural y ecológica que detallen su per-
sistencia y diversificación en estas
comunidades vegetales. No menos im-
portante es realizar estudios ecológicos
y de manejo, enfocados a definir prác-
ticas adecuadas y sustentables de apro-
vechamiento de la palma camedor.
 Agradecimientos
A S. López Mendoza y N. Martínez Meléndez por los comentarios y sugerencias realizados al manuscrito.

Literatura Citada
Challenger, A., D. Golicher, M. González-Espinosa, I. March-Mifsut, N. Ramírez-Marcial y R.M. Vidal-Rodríguez.
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Hodel, D.R. 1992. Chamaedorea Palms. Especies and their cultivation. Allen Press, Lawrence, Kansas. USA
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Licenciatura. Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas. Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. México.

79
JORGE SILVA

80
 Estado Actual del Conocimiento de Plantas Epífitas en la
Reserva de la Biósfera El Triunfo, Chiapas
El Colegio de la Frontera Sur, Departamento Conservación de la Biodiversidad, Carretera Panamericana y Periférico sur s/n,
Barrio de María Auxiliadora, C.P. 29290, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas. E-mail : namartinez@ecosur.edu.mx
Introducción
“
R ecorriendo senderos entre mon-
tañas con alta presencia de hu-
medad, en El Triunfo, podemos dirigir
nuestra mirada hacia el dosel de los ár-
boles, es entonces cuando logramos
observar uno de los estilos de vida de
mis favoritos, la vida en la cumbre. Las
orquídeas y bromelias son sus principa-
les habitantes, sin olvidar a sus compa-
ñeras de vivienda, aráceas, peperomias,
cactáceas, pteridofitas, gesneriáceas, y
otras más. Todas ellas, comparten una
singular belleza, esa que caracteriza
a las llamadas…epífitas” (Martínez-
Meléndez, com. pers.).
Las epífitas son plantas que cum-
plen su ciclo de vida en la copa de los
árboles para asegurarse un lugar al sol
(Benzing 1990). Por tanto, la variación
microclimática que pueden hallar en
los diferentes árboles, les ha permiti-
do diversificar su distribución (Shaw
2004, Kromer et al. 2007). Es por ello
que aproximadamente 10% de las es-
pecies de plantas vasculares del mun-
do son epífitas (Krees 1986, Gentry y
Dodson 1987) y, en algunos lugares
de bosque húmedo montañoso, pue-
den llegar a constituir la mitad de todas
las especies de plantas en una flora lo-
cal (Kelly et al. 1994). En México, se
han registrado 1, 207 especies de epí-
fitas vasculares (Aguirre-León 1992),
de las cuales 1,173 están presentes
en Chiapas (Wolf y Flamenco 2003).
Nayely Martínez-Meléndez
Las orquídeas (Orchidaceae) y bro-
melias (Bromeliaceae) son las familias
con mayor riqueza de plantas epífitas
(Gentry y Dodson 1987, Nieder et al.
1999, Küper et al. 2004). Ambas fa-
milias contribuyen con 3.3% del total
de las epífitas registradas para México
(Aguirre-León 1992) y 3.2% de las re-
gistradas en Chiapas (Wolf y Flamenco
2003).
La importancia de las epífitas radica
en que son responsables de la mayor di-
versidad biótica que hace a los bosques
tropicales húmedos los más complejos
ecosistemas terrestres; además de fun-
cionar como microhabitat y proporcio-
nar fuentes de alimento para muchas
especies de insectos, anfibios, reptiles,
aves y murciélagos. Forman una gran
biomasa verde con alta capacidad foto-
sintética y sus diversas formas foliares
pueden captar grandes cantidades de
agua de lluvia y de la niebla, así como
de materia orgánica en sus hojas en
forma de roseta; además, son respon-
sables en el balance de agua y ciclado
de nutrientes (Benzing 1990, Krömer y
Gradstein 2003, Ceja et al. 2008).
Estudios realizados
Se registraron los estudios realizados
con el gremio de las epífitas vasculares.
Respecto a este grupo, hasta el momen-
to se tiene el registro de diez publica-
ciones realizadas tomando como base
81
el proyecto “JN010 Diagnóstico sobre
el conocimiento actual de la biodiver-
sidad de la Reserva de la Biosfera El
Triunfo, Chiapas, México” (Martínez-
Camilo 2014). De estas, cuatro son ar-
tículos científicos, el más reciente, de
hace cinco años, es un estudio de fi-
logenia que refiere a El Triunfo como
un área que protege a la orquídea
Lophiarella microchila (Carnevali et al.
2013); los tres restantes son sobre eco-
logía y florística (Martínez-Meléndez
et al. 2008, 2009, Wolf y Flamenco
2003). Además, se incluyen un libro
de divulgación (Martínez-Meléndez
et al. 2011) y dos capítulos de libro
(Martínez-Meléndez y Pérez-Farrera
2010, Pérez-Farrera y Miceli-Méndez
2004). Finalmente, tres pertenecen a te-
sis de licenciatura (Martínez-Meléndez
2003, Reyes-Escobar 2010, Robles-
Molina 2013).
La riqueza de epífitas reportadas
para la reserva de la biosfera El Triunfo
refiere 465 especies de epífitas vascu-
lares, algunas distintivas de los bosques
húmedos como Elleanthus cynaro-
cephalus o una muy conspicua como
Tillandsia lucida (Figura 1) (Martínez-
Meléndez et al. 2009). El estudio de
Martínez-Meléndez y colaboradores
(2009) fue producto del inventario flo-
rístico de la Reserva de la Biosfera El
Triunfo (proyecto IFT01/05 Chistopher
Davidson-UNICACH), que inició en
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
Figura 1.
NAYELY MARTÍNEZ MELÉNDEZ
Epífitas distintivas del dosel húmedo en El Triunfo, Elleanthus cynarocephalus (orquídea, izquierda) y Tillandsia lucida (bromelia, derecha).
1997. La mayoría de las epífitas repor-
tadas fueron orquídeas (162 especies),
seguida de las aráceas y bromeliáceas
con 48 y 46 especies respectivamen-
te. Esto representa 39.6% de las epí-
fitas de Chiapas (Wolf y Flamenco
2003) y 38% de las epífitas registra-
das en nuestro país (Aguirre 1992).
Posteriormente, se elaboró una guía
ilustrada de las epífitas de El Triunfo;
en esta guía se ilustran 126 especies
de epífitas vasculares que constituyen
27% de las especies reportadas en El
Triunfo, de las cuales 67 son orquí-
deas, seguidas de las bromelias con
10 especies. Asimismo, se presenta in-
formación adicional sobre el estado de
conservación y endemismo; se repor-
tan 14 especies bajo alguna categoría
de riesgo: siete amenazadas (A) y cinco
bajo protección especial (Pr), de acuer-
do con la Norma Oficial Mexicana 059
(SEMARNAT, 2010). Asimismo, hay
dos especies en peligro (EN), de acuer-
do a la Lista Roja (González-Espinosa
et al. 2011) y 17 especies endémicas.
Recientemente, se ha reportado la pre-
sencia de la orquídea epífita Lepanthes
fratercula Luer et Béhar y Lepanthes
quetzalensis Luer et Béhar (Figura 2)
en El Triunfo, que además son nue-
vos registros para la flora de México
(Jiménez-López et al. 2017).
Se ha mencionado que la riqueza
de epífitas está concentrada en ciertos
rangos altitudinales dado por los fac-
tores ambientales y climáticos que en
ellos prevalecen. En el contexto esta-
tal, se encontró una alta diversidad en
el rango de 500 a 2000 m s.n.m. (Wolf
y Flamenco 2003). Respecto a la dis-
tribución altitudinal en la Sierra Madre
de Chiapas, recientemente se ha encon-
trado mayor riqueza de especies en el
rango de 1300 a 2200 msnm (Jiménez-
López, com. pers.).
82
En los bosques, la distribución de
las epífitas en los árboles hospederos
también cambia. Algunas encuentran
las condiciones óptimas para vivir en
la base de los troncos, otras en la copa
del dosel. En general, se ha visto que
la composición de las comunidades de
epífitas a través de un gradiente vertical
en el árbol cambia de la dominancia de
helechos y aráceas en el sotobosque y
en los troncos de los arboles a la domi-
nancia de orquídeas en el interior de la
copa; mientras que las bromelias llegan
a estar mejor representadas en la parte
baja del tronco y en las ramas más al-
tas (Steege y Cornelissen 1989; Hietz y
Hietz-Seifert 1995; Acebey y Krömer
2001, Krömer et al. 2007). En Chiapas,
se ha encontrado que las orquídeas pre-
fieren las ramas intermedias, los hele-
chos las partes bajas de los troncos y las
bromelias la parte más externa de las
ramas superiores (Martínez-Meléndez
et al. 2008). También se ha encontrado
que las bromelias se distribuyen prefe-
 Figura 2.
DERIO A. JIMÉNEZ-LÓPEZ

Lepanthes fratercula (izquierda) y Lepanthes quetzalensis (derecha) en la reserva El Triunfo, nuevos registros de orquídeas para la flora de México.

rentemente en los estratos alto y me-
dio del forofito; además de que ocurren
principalmente en forofitos con corte-
za rugosa e intermedia (Robles-Molina
2013).
Finalmente, se espera que esta con-
tribución promueva el estudio de este
grupo de plantas a través de proyectos a
largo plazo que permitan ampliar la in-
formación sobre distribución, situación
actual, estado poblacional y conser-
vación de las epífitas vasculares, es-
pecialmente de las más vistosas como
orquídeas y bromelias con potencial de
aprovechamiento.

Agradecimientos
A D.A. Jiménez López por aportar datos preliminares de su tesis de licenciatura: “Distribución de epífitas en un gradiente al-
titudinal en la Sierra Madre de Chiapas”. A R. Martínez-Camilo por facilitar la información del proyecto “JN010 Diagnóstico
sobre el conocimiento actual de la biodiversidad de la Reserva de la Biosfera El Triunfo, Chiapas, México”. A la administra-
ción de la Reserva de la biosfera El Triunfo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el apoyo logístico
durante las visitas y recorridos en el campo. A los estudiantes de la licenciatura en biología de la Universidad de Ciencias y
Artes de Chiapas: R. Velázquez Escobar, I. A. Trejo Cruz y R. M. López Pereyra por la administración de bases de datos en
el Herbario Eizi Matuda (HEM) de esta escuela.

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85
GABRIELA G. ANGULO ORDÓÑEZ

Pseudocellus, 11 de junio 2014.

86
 Estudio de los Arácnidos de la Reserva
de la Biósfera El Triunfo
Guillermo Ibarra-Núñez*, Héctor Montaño-Moreno,
Emmanuel Franco-Campuzano Granados, José Francisco Gómez-Rodríguez
y Gabriela Guadalupe Angulo-Ordoñez

Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente. El Colegio de la Frontera Sur, Unidad Tapachula, Carretera Antiguo Aeropuerto km 2.5
C.P. 30700. Tapachula, Chiapas. México. E-mail: *gibarra@ecosur.mx

Introducción dad de distribución, la cual depende en te con solo sus apéndices. Las arañas

P or su biodiversidad, la Reserva de
la Biosfera El Triunfo constituye
uno de los sitios de mayor importan-
cia como área de conservación natural
para el estado de Chiapas, ya que alber-
ga una gran variedad de especies, in-
cluyendo varias especies consideradas
como emblemáticas para Mesoamérica
y en particular para México. Sin em-
bargo, una gran parte de los estudios
de las áreas naturales, se enfocan en las
plantas superiores, los mamíferos y las
aves, y son mucho menos los estudios
dedicados a otros grupos animales,
particularmente a los invertebrados,
aun cuando entre estos se encuentran
los grupos con mayor diversidad de
especies en el mundo. Entre los gru-
pos de animales megadiversos, las ara-
ñas ocupan el séptimo lugar, después
muchas especies, de un mecanismo de
transportación aérea, el cual representa
uno de los usos de la seda que producen
las arañas (la producción de seda es una
de las características más distintivas de
este grupo). Son organismos funda-
mentalmente depredadores, que se ali-
mentan principalmente de insectos, de
ahí una parte de su importancia ecoló-
gica al contribuir a la regulación de po-
blaciones de insectos, particularmente
en los campos agrícolas, pero también
en áreas naturales. Para cazar a sus pre-
sas las arañas utilizan básicamente dos
métodos: el uso de trampas o redes (fa-
bricadas con seda) para interceptar a
los insectos que vuelan o saltan sobre
la vegetación, y la captura directamen-
son capaces de producir distintos tipos
de seda, adecuados para su uso en dife-
rentes aspectos de su vida, ya sea para
su reproducción, comunicación, pro-
tección, alimentación y dispersión en-
tre otros. En su desarrollo las arañas
pasan por las etapas de huevo, ninfa (o
juvenil) y adulto, siendo los adultos de
ambos sexos los que presentan los ca-
racteres que se utilizan para su determi-
nación taxonómica (Ubick et al. 2005,
Ibarra-Núñez 2008, Foelix 2011).
Diversidad de las
arañas en el mundo,
en méxico y en chiapas
A nivel mundial se han registrado
45,829 especies de arañas, correspon-

GABRIELA G. ANGULO ORDÓÑEZ

de los órdenes de insectos Coleoptera,
Hymenoptera, Lepidoptera, Diptera,
Hemiptera, y del orden Acari (Clase
Arachnida) (Coddington y Levi 1991).

Algo sobre la biología

de las arañas
A las arañas se les puede encontrar en
abundancia, en prácticamente todos
los hábitats terrestres, tanto naturales
como modificados por el ser huma-
no, sean áreas agrícolas, forestales o
urbanas. La ocupación de una amplia
gama de hábitats, se debe a su capaci- Epeirotypus, 11 de junio 2014.

87
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
Araneus, 8 de junio 2014.
diendo a 3,977 géneros y 114 fami-
lias (World Spider Catalog 2016). Para
México, los datos más recientes indican
la presencia de 2,158 especies, 421 gé-
neros y 65 familias, (Ibarra y Jiménez,
datos no publicados). Este núme-
ro de especies corresponde solamente
al 4.7% del total mundial menciona-
do, lo que contrasta con la estimación
de que México alberga un 10% de la
biodiversidad terrestre (Llorente et al.
1996), indicando así que aún se desco-
noce gran parte de las especies de ara-
ñas que habitan en nuestro país. Para
Chiapas los datos de riqueza de arañas
varían entre 464 a 487 especies, 212 a
281 géneros y 50 a 56 familias (García-
Villafuerte 2009, Ibarra-Núñez 2013),
lo que equivale a 21.6% a 22.6% de las
especies, 50.3% a 66.7% de los géne-
ros y 76.9% a 86.1% de las familias re-
gistradas para la República Mexicana.
Esto nos revela la enorme riqueza bio-
lógica de Chiapas con respecto a este
grupo de organismos.
GABRIELA G. ANGULO ORDÓÑEZ
Antecedentes
de este proyecto
El estudio de los arácnidos de la Reserva
de la Biosfera El Triunfo, forma parte
de un proyecto más amplio, financiado
por el fondo sectorial SEP-CONACYT,
cuyos objetivos son conocer la diversi-
dad de las arañas de los bosques mesófi-
los de montaña que se encuentran en la
Sierra Madre de Chiapas, así como las
relaciones entre las poblaciones endé-
Opilion, 12 de junio 2014.
88
micas de las áreas en estudio. Los bos-
ques mesófilos de montaña, en México
se encuentran en su gran mayoría muy
fragmentados, constituyendo “islas eco-
lógicas” con superficies y distancias de
separación muy variables, lo que origina
un mayor o menor grado de aislamien-
to entre las poblaciones de las especies
que se encuentran exclusivamente en
este tipo de hábitats. De ahí el interés
por conocer que tanta diversidad com-
parten estos bosques, así como analizar
cuál es el grado de aislamiento genéti-
co entre las poblaciones de algunas de
esas especies. Además, se busca cono-
cer los patrones de integración de los en-
sambles de arañas y su relación con la
vegetación. A su vez, este proyecto se
deriva de un trabajo previo, realizado
entre los años 2007 y 2009 en la Reserva
de la Biosfera Volcán Tacaná, cuyo ob-
jetivo fundamental fue estudiar la com-
posición de especies de arañas presentes
en dos áreas cercanas con bosque mesó-
filo, pero con dos condiciones diferen-
tes en cuanto a su grado de conservación
(Ibarra-Núñez et al. 2011).
GABRIELA G. ANGULO ORDÓÑEZ
 GABRIELA G. ANGULO ORDÓÑEZ
Phoroncidia, 11 de junio 2014.

GABRIELA G. ANGULO ORDÓÑEZ

Stenochrus, 13 de junio 2014.

89
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
Desarrollo del estudio:
Métodos
Este proyecto se realizó en el año 2014
y no incluyó el estudio del orden Acari,
el de mayor riqueza de especies entre
los arácnidos, ya que no contamos con
especialistas para su estudio taxonó-
mico. Se realizaron dos tipos de mues-
treos: sistemáticos y esporádicos. Los
muestreos sistemáticos estuvieron di-
rigidos a recolectar fundamentalmen-
te ejemplares de dos órdenes: arañas
(Araneae) y opiliones (Opiliones).
Con los muestreos esporádicos se bus-
có recolectar ejemplares de otros ór-
denes de arácnidos. Los muestreos se
desarrollaron exclusivamente dentro
del Polígono del Área Núcleo I, en-
tre los 1950 y los 2120 m de altitud,
en 10 parcelas separadas, cada una de
40 x 16 m. Los muestreos sistemáticos
abarcaron dos de los estratos en que se
encuentran a los arácnidos: suelo-ho-
jarasca y sotobosque, aplicando varias
de las técnicas de colecta recomenda-
das para las arañas y que ya se habían
empleado en el estudio de la Reserva
de la Biosfera Volcán Tacaná (Ubick,
et al. 2005, Ibarra-Núñez, et al. 2011).
Para cada estrato se emplearon dos téc-
nicas de colecta, así para el suelo-hoja-
rasca se utilizaron 1) trampas de caída
(ocho por parcela), y 2) colecta de cua-
dros de hojarasca de 0.5 x 0.5 m (cuatro
por parcela) con su posterior revisión
(unas horas después) para extraer los
arácnidos que contenían. Para el soto-
bosque las técnicas empleadas fueron
1) colecta visual directa, revisando dos
niveles, vegetación baja (del suelo a la
altura de la cintura, durante 15 minu-
tos) y vegetación alta (de la cintura ha-
cia arriba hasta el alcance de los brazos,
durante 15 minutos), y 2) colecta por
golpeo de la vegetación, empleando
una red entomológica de golpeo para
la vegetación baja (30 golpes de red), y
un bastón para golpear las ramas de la
vegetación alta y así provocar la caída
de los arácnidos sobre una manta cua-
drada colocada por debajo (30 golpes
de bastón). Las colectas esporádicas se
llevaron a cabo de forma irregular en el
tiempo y con diferentes técnicas, entre
las cuales estuvieron principalmente la
revisión por debajo de piedras y la re-
visión entre las hojas de bromelias re-
cién caídas en el suelo, derribadas por
el viento o porque las ramas no sopor-
taron más su peso. Los ejemplares co-
lectados se conservaron en alcohol al
96% con sus respectivos datos de co-
lecta, y se depositaron en la Colección
de Arácnidos del Sureste de México,
en la unidad Tapachula de El Colegio
de la Frontera Sur.
Resultados
Mediante los muestreos sistemáticos
y esporádicos, se recolectaron 10,382
ejemplares, que representan a nueve
de los 11 órdenes actuales de la Clase
Arachnida, y que pertenecen a 41 fa-
milias, 95 géneros y 150 especies o
morfoespecies (Cuadro 1). Destaca el
que tan solo en la superficie del Área
Núcleo I se hayan encontrado práctica-
mente todos los órdenes de arácnidos,
pues además de los registrados en este
estudio, también observamos nume-
rosos ácaros (los cuales no formaron
parte de este estudio). El único orden
arácnido no detectado fue Solifugae, el
cual tiende a ser más común en regio-
nes relativamente secas.
De los arácnidos recolectados, las
arañas fueron el grupo más numero-
so y de mayor diversidad (Cuadro 2).
Destacan por su riqueza de géneros
90
y especies las familias Theridiidae y
Linyphiidae, que en ese mismo or-
den se observaron en los resultados
del estudio realizado en la Reserva de
la Biosfera Volcán Tacaná (Ibarra-
Núñez et al. 2011). También destacan
por su riqueza de especies las familias
Anyphaenidae, Araneidae, Salticidae y
Tetragnathidae. El hallazgo de varios
ejemplares de la familia Paratropididae
constituye el segundo registro de esta
familia para México y el primero para
Chiapas, ya que a la fecha solo se cono-
ce una especie de Veracruz. Destacan
también algunas especies que son co-
lectadas por primera vez en México
como Linyphia trifalcata (Linyphiidae)
y Faiditus chickeringi (Theridiidae).
Una proporción importante de las
morfoespecies de arañas encontradas
(más del 50%) no tienen determinación
específica hasta ahora debido a que al-
gunas de estas son juveniles y no se
pueden determinar a nivel de especie,
y las que son adultas (unas 45 morfoes-
pecies) parecen ser especies nuevas.
Algunas son especies que ya fueron co-
lectadas en la Reserva de la Biosfera
Volcán Tacaná, pero otras solo se en-
contraron en este estudio. Esto parece
indicar una alta proporción de especies
endémicas, aún mayor que las observa-
das para otros grupos de organismos en
los bosques mesófilos.
Del grupo de los opiliones, el se-
gundo más abundante y más rico en
especies, se destaca por una parte,
el hallazgo de una especie del géne-
ro Trilasma, género que solo se había
registrado del centro al norte del país
(Shear 2010), siendo este el primer re-
gistro para Chiapas. Además se desta-
ca la colecta de un ejemplar del género
Acropsopilio, el cual es endémico de
Cuadro 1. Lista de los órdenes de la clase Arachnida colectados en el Área Núcleo I de la Reserva
de la Biosfera El Triunfo, con sus respectivos datos de ejemplares totales capturados y su repre-
sentación de los niveles taxonómicos de familia a especie.

Orden Ejemplares Familias Géneros Especies

Araneae 7,318 26 73 121

Opiliones 2,703 7 13 17

Pseudoscorpiones 214 2 3 3

Ricinulei 96 1 1 2

Palpigradi 30 1 1 3

Schizomida 8 1 1 1

Scorpiones 6 1 1 1

Thelyphonida 6 1 1 1

Amblypygi 1 1 1 1

Totales 10,382 41 95 150

Cuadro 2. Lista de las familias del orden Araneae colectados en el Área Núcleo I de la Reserva de
la Biosfera El Triunfo, con sus respectivos números de géneros y especies.

Familias Géneros Especies Familias Géneros Especies

Agelenidae 2 2 Oonopidae 3 3

Anyphaenidae 2 11 Paratropididae 1 1

Araneidae 5 10 Pholcidae 2 2

Clubionidae 1 1 Phrurolithidae 1 2

Corinnidae 2 2 Salticidae 7 9

Ctenizidae 1 1 Tetragnathidae 5 8

Dipluridae 1 1 Theraphosidae 1 1

Gnaphosidae 1 1 Theridiidae 12 29

Hannidae 1 1 Theridiosomatidae 2 2

Linyphiidae 14 23 Thomisidae 1 1

Mimetidae 1 1 Trachelidae 1 1

Nesticidae 1 1 Uloboridae 2 3

Ochyroceratidae 2 2 Zodariidae 1 2

91
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Chiapas (Kury y Cokendolpher 2000)
y solo se había localizado en los alre-
dedores de San Cristóbal de Las Casas
(Goodnight y Goodnight 1953). La ma-
yoría de las especies de este orden no
pudieron ser determinadas a nivel de
especie, por una parte por falta de li-
teratura especializada, y por otra par-
te debido a que varias de estas especies
parecen ser nuevas para la ciencia.
El grupo de los falsos escorpiones
(Pseudoscorpionida) destacó por ser el
tercero en abundancia en este muestreo,
aun cuando la mayoría de los ejempla-
res fueron capturados en colectas espo-
rádicas. En más de una ocasión, estos
ejemplares fueron los únicos arácnidos
colectados entre las hojas de las brome-
lias que se procesaron.
Los ricinulidos (Ricinulei), son con-
siderados un grupo raro por los pocos
ejemplares previamente colectados, y
porque la mayoría de las especies se han
encontrado al interior de cuevas. Los
ejemplares colectados en El Triunfo se
encontraron con relativa abundancia,
tanto debajo de piedras (mediante co-
lectas esporádicas), como entre la ho-
jarasca (en las colectas sistemáticas), y
corresponden a dos especies distintas y
nuevas para la ciencia (en proceso de
descripción). Estas, junto con las cin-
co especies ya registradas para Chiapas
(Valdez-Mondragón y Francke 2011,
Valdez-Mondragon y Francke 2013),
hacen de este estado el de mayor rique-
za de especies en México.
Los palpígrados fueron peculiar-
mente abundantes, pues la mayoría de
los registros por especie de estos or-
ganismos (en el mundo) no superan la
docena. Todos fueron colectados me-
diante colecta directa y bajo piedras. El
estudio preliminar de este grupo refleja
al menos tres especies distintas y nue-
vas para la ciencia.
De los otros ordenes de arácnidos
que se colectaron con menor abundan-
cia, seguramente para la mayoría de
ellos este será el primer registro en el
área de la REBITRI, y probablemente
algunas de esas especies también resul-
ten nuevas y endémicas de esta área.
Perspectivas
Aun cuando la mayor parte de los
ejemplares se colectaron mediante
muestreos sistemáticos, podemos con-
siderar que la diversidad de arácnidos
(registrada con este estudio) es sola-
mente una representación parcial de la
diversidad real existente en la reserva.
Esto nos lleva a considerar que aún se
requieren de mayores esfuerzos en in-
vestigación para poder tener un mejor
conocimiento de la fauna presente en
este hábitat, sin considerar la que pue-
da encontrarse en los otros tipos de ve-
getación presentes en la REBITRI.

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M.A. MORÓN (en paz descanse)

Cyclocephala dentro de flor de cactácea Epiphyllum (a gran aumento).

94
 Coleópteros Melolonthidae y Cetoniidae
en el Triunfo, Chiapas, México
Miguel Ángel Morón1 y Alejandro Morón-Ríos2
1
Departamento de Biosistemática de Insectos. Instituto de Ecología, A.C. C.P. 63, 91000. Xalapa, Veracruz. México.
2
Departamento de Conservación de la Biodiversidad. El Colegio de la Frontera Sur, Unidad Campeche, Av. Rancho Polígono 2-A C.P.
24500 Cd. Industrial Lerma. Campeche, Campeche. México. E-mail: amoron@ecosur.mx

Introducción 2001). Durante los años siguientes es- referido de muchas localidades en más

L as características derivadas de
la ubicación y extensión de la
Reserva de la Biosfera (RB) El Triunfo
porádicamente se obtuvieron algunas
muestras más para totalizar 24 géne-
ros con 42 especies (Cuadro 1). De
de diez eco-regiones de diferentes paí-
ses o subcontinentes.

ofrecen un amplio mosaico de ambien-
tes donde los escarabajos con antenas
laminadas o coleópteros lamelicornios,
como las especies de Melolonthidae y
Cetoniidae, han encontrado las condi-
ciones adecuadas para persistir y di-
versificarse. Los bosques establecidos
en las distintas cotas altitudinales de
la Sierra Madre de Chiapas han actua-
do como corredores para los escaraba-
jos que se dispersan en ambos sentidos
entre Centroamérica y el centro-norte
de México, aunque en ciertos períodos
de modificaciones ambientales inten-
sas han constituido refugios estables
para muchas especies con diferentes fi-
liaciones. Por ello se han formado co-
munidades y ensambles de escarabajos
sapro-fitófagos integrados por combi-
naciones muy interesantes de especies
que representan a linajes antiguos y re-
cientes, algunas con características re-
lictuales, establecidas sobre todo en
las partes más altas de las montañas
(Morón 1991a, 1994a, 2006).
Durante los colectas realizadas en-
tre 1982-83 y 1997-98 para evaluar la
fauna de coleópteros lamelicornios de
la RB El Triunfo se encontraron 21 gé-
neros de Melolonthidae con 37 espe-
cies y tres géneros de Cetoniidae con
tres especies (Morón-Ríos y Morón
acuerdo con el esfuerzo de colecta, el
modelo de Von Bertalanffy estimó la
existencia de 56 especies en la locali-
dad, lo cual se aproxima a la realidad
al considerar otras nueve morfoespe-
cies que no han sido identificadas ple-
namente por diversas razones. Este
valor de riqueza específica de lameli-
cornios se ubica en el punto medio del
intervalo conocido de riqueza para lo-
calidades mexicanas en las que predo-
mina la formación vegetal denominada
bosque mesófilo de montaña, donde se
han registrado 13 géneros con 25 espe-
cies (Manantlán, Jalisco; López-Vieyra
y Rivera-Cervantes 1998) y 27 géneros
con 64 especies (Tlanchinol-Otongo-
Molango; Hidalgo; Morón 1994b).
Con un criterio sencillo para clasi-
ficar las especies de acuerdo con las
limitaciones de su distribución geo-
gráfica-ecológica, es posible definir
cuatro categorías: las que denomina-
mos endémicas se han registrado en
una o pocas localidades de una eco-re-
gión; las restringidas están estableci-
das en pocas localidades de dos o tres
eco-regiones aledañas; las de amplia
distribución se encuentran en varias
localidades de cuatro o más eco-regio-
nes aledañas o separadas; y aquellas
con muy amplia distribución se han
En la RB El Triunfo las especies en-
démicas equivalen al 31% de la rique-
za local, las restringidas corresponden
al 29%, las que tienen distribución am-
plia constituyen un 21% y las de muy
amplia distribución representan el 19%.
Reuniendo todas las especies que mues-
tran distribución limitada totalizan un
60% de la muestra completa, lo cual es
frecuente en los ensambles faunísticos
de escarabajos lamelicornios en México,
y constituye parte de los argumentos de
las hipótesis sobre la importancia de las
cadenas montañosas como centros de
diversificación, corredores y filtros para
procesos de dispersión, y como refugio
para elementos antiguos con carácter re-
lictual (Morón 1991a).
La especie relictual más destaca-
da en la RB El Triunfo es Archedinus
relictus (Figura 1) que representa a un
grupo antiguo de Trichiinae Incaini
formado por tres especies exclusivas de
las montañas de Chiapas y Guatemala,
que conservan características ances-
trales de un linaje probablemente ori-
ginado en el Núcleo Centroamericano
y ahora disperso entre México y gran
parte de Sudamérica (Morón y Vaz de
Mello 2007). Otra especie con inte-
rés biogeográfico en esta región chia-
paneca es Hologymnetis kinichahau

95
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Cuadro 1. Especies de escarabajos Melolonthidae y Cetoniidae registradas en la RB El Triunfo,

indicando su tipo de distribución (ver texto).

Familias Subfamilias Géneros Especies Distribución

Melolonthidae Melolonthinae Diplotaxis D. rugosipennis Blanchard, 1851 Restringida
Phyllophaga P. acacoyahuana Morón & Blas, 2006 Endémica
P. alvareztoroi Morón & Blas, 2006 Endémica
P. bucephala (Bates, 1888) Amplia
P. chiapas Saylor, 1843 Endémica
P. enkerliniana Morón & Deloya, 1999 Endémica
P. obsoleta (Blanchard, 1850) Muy amplia
P. ravida (Blanchard, 1850) Muy amplia
P. senicula (Bates, 1888) Restringida
Polyphylla P. concurrens Casey, 1889 Restringida
Macrodactylus M. championi Bates, 1887 Restringida
Isonychus I.vittatus Burmeister, 1855 Restringida
Hopliinae Hoplia H. subcostata Bates, 1888 Amplia
Rutelinae Epectinaspis E. bisyrica Paucar, 2003 Endémica
Paranomala P. guatemalena (Bates, 1888) Restringida
P. picturella (Morón & Nogueira, 2001) Endémica
P. sticticoptera (Blanchard, 1851) Amplia
P. trapezifera (Bates, 1888) Amplia
P. undulata (Melsheimer, 1845) Muy amplia
Yaaxkumikia Y. ephemera Morón & Nogueira, 1998 Endémica
Viridimicus V. aurescens (Bates, 1888) Endémica
Mesosternus M. halffteri Morón, 1988 Restringida
Parisolea P. pallida (Candeze, 1869) Restringida
Parisoleoides P. pachytarsis Morón, 1988 Restringida
Chrysina C. triumphalis Morón, 1990 Endémica
Plusiotis P. moroni Curoe & Beraud, 1994 Endémica
P. quetzalcoatli Morón, 1990 Restringida
P. quiche Morón, 1990 Endémica
Dynastinae Ancognatha A.sellata Arrow, 1911 Restringida
Cyclocephala C. amblyopsis Bates, 1888 Amplia
C. sororia Bates, 1888 Amplia
C. mafaffa Burmeister, 1847 Muy amplia
C. weidneri Endrödi, 1964 Amplia
Golofa G. pizarro Hope,1837 Muy amplia
Heterogomphus H. pehlkei Kolbe, 1906 Restringida
Strategus S. aloeus (Linné, 1758) Muy amplia
Xyloryctes X. ensifer Bates, 1888 Muy amplia
X. lobicollis Bates, 1888 Amplia
X. teuthras Bates, 1888 Amplia
Cetoniidae Cetoniinae Gymnetis G. difficilis Burmeister, 1842 Muy amplia
Hologymnetis H. kinichahau Ratcliffe & Deloya, 1992 Endémica
Trichiinae Archedinus A.relictus Morón & Krikken, 1990 Endémica

96
Figuras 1-8.
Habitus de algunas especies de escarabajos raras o endémicas de la RB El Triunfo. 1) Archedinus
relictus ♂. 2) Hologymnetis kinichahau ♀. 3) Mesosternus halffteri ♂. 4) Chrysina triumphalis ♂. 5)
Plusiotis moroni ♂. 6) Plusiotis quiche ♂. 7) Phyllophaga alvareztoroi ♂. 8) Phyllophaga enkerliniana
♂. Líneas de escala = 5 mm.
(Figura 2) que pertenece a un grupo de
Cetoniinae Gymnetini distribuidos en la
región neotropical que incluye cuatro ele-
mentos endémicos o restringidos en las
montañas del occidente, sur y sureste de
México y El Salvador (Ratcliffe y Deloya
1992). Las larvas de estas dos especies de
Cetoniidae se desarrollan consumiendo
hojarasca degradada acumulada bajo
troncos derribados y pupan en el suelo
protegidas por el mismo tronco.
Entre los rutelinos con larvas sapro-
xilófagas se encuentran Mesosternus
halffteri (Figura 3), Chrysina triumphalis
(Figura 4), Plusiotis moroni (Figura 5)
y Plusiotis quiche (Figura 6), que como
otros Heterosternina y Rutelina requie-
ren entre uno y dos años para completar
su desarrollo dentro de troncos derriba-
dos, ramas grandes en descomposición,
o tocones, desde donde llegan al sue-
lo cercano para pupar y transformarse
97
en adultos, que vuelan hasta el dosel
buscando hojas tiernas para alimen-
tarse antes del acoplamiento (Morón
1991b, 2010). También debemos con-
siderar como degradadoras a numero-
sas especies de Melolonthinae, como
Phyllophaga alvareztoroi (Figura 7) y
Phyllophaga enkerliniana (Figura 8),
cuyas larvas habitan durante uno o dos
años en el suelo forestal consumiendo
restos vegetales, hasta completar su de-
sarrollo y pupan en el suelo para trans-
formarse en los adultos que vuelan al
dosel para alimentarse con hojas y bus-
car pareja reproductora.
Varias especies de escarabajos se re-
lacionan con las estructuras florales en
forma especializada o generalista, en la
RB El Triunfo. Entre las primeras te-
nemos a los dinastinos Cyclocephala
amplyopsis y Cyclocephala maffafa
que visitan inflorescencias grandes de
Aráceas de los géneros Xanthosoma
y Philodendron; Cyclocephala sororia
frecuenta flores de cactáceas epífi-
tas del género Epiphyllum; el rutelino
Epectinaspis bisyrica visita orquídeas
no identificadas. Entre las generalistas
se encuentran Cyclocephala weidneri
atraída por las flores pequeñas de fabá-
ceas; y el melolontino Macrodactylus
championi que se congrega sobre inflo-
rescencias de asteráceas.
El impacto ecológico de las espe-
cies en este grupo de insectos debe
valorarse por los hábitos de sus lar-
vas, debido a que la mayor parte de
la vida de cada individuo (80%) per-
manecen en este estado, cuando in-
teraccionan más intensamente con el
medio, ingiriendo diferentes tipos de
materia orgánica, desalojando excre-
tas ricas en microrganismos y nitrógeno
asimilable, removiendo o desmenuzan-
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
do el sustrato, y como presas o huéspe-
des de parásitos y parasitoides (Morón
2001). En este sentido, es notable que
solo siete de las 42 especies enlista-
das en el Cuadro 1 puedan clasificarse
como consumidores primarios porque
sus larvas comen raíces de herbáceas
y arbustos (Phyllophaga obsoleta, Ph.
ravida, Polyphylla concurrens, Hoplia
subcostata, Paranomala sticticopte-
ra, Pa. trapezifera, Pa. undulata), en
tanto que las otras 35 especies perte-
necen a los degradadores de tejidos xi-
losos (vg. Parisoleoides pachytarsis,
Plusiotis quetzalcoatli, Viridimicus
aurescens), fragmentadores de hojaras-
ca (vg. Xyloryctes ensifer, X. lobicollis,
X. teuthras) o consumidores de humus
forestal (vg. Diplotaxis rugosipennis,
Phyllophaga senicula, Ancognatha
sellata, Cyclocephala amplyopsis,
Gymnetis difficilis).
No es fácil estimar la abundancia de
estos escarabajos, ya que su distribu-
ción en el terreno no es homogénea y
los adultos de la mayor parte de las es-
pecies son capaces de volar distancias
considerables. En las muestras obte-
nidas en la RB El Triunfo hasta 2006
se observó que el 38% del total de
ejemplares estudiados corresponde a
Diplotaxis rugosipennis y Phyllophaga
bucephala (5% del total de especies,
Tsp); el 20% de individuos repre-
sentan a Paranomala sticticoptera y
Macrodactylus championi (5% Tsp);
un 5% de ejemplares son Hoplia
subcostata (2% Tsp); 16% de indivi-
duos pertenecen a seis especies de seis
géneros distintos (14% Tsp); 16% de
ejemplares son miembros de 13 es-
pecies de nueve géneros (31% Tsp);
2% de especímenes corresponden
a tres especies de tres géneros (7%
Tsp); 1% de individuos representan
a tres especies de tres géneros (7%
Tsp); y 2% de ejemplares se incluyen
en 11 especies de 11 géneros (26%
Tsp). En términos generales, según
los datos anteriores, esta fauna de
escarabajos sapro-fitófagos mantiene
las proporciones usuales entre especies
predominantes y especies raras,
observadas en otras regiones de la Zona
de Transición Mexicana (Morón 2006,
Morón y Carrillo-Ruiz 2013).
Es interesante hacer notar que al-
gunas especies muy comunes con am-
plia distribución en México, en buena
parte oportunistas, como Phyllophaga
ravida o Strategus aloeus, son tan es-
casas en la muestra como algunas espe-
cies endémicas de la eco-región, como
Yaaxkumukia ephemera, Phyllophaga
acacoyahuana, Plusiotis quiche,
Mesosternus halffteri o Plusiotis moro-
ni. Esto puede explicarse porque las
especies oportunistas no se han incor-
porado a los ensambles locales equili-
brados y conservados. La única especie
oportunista abundante en la muestra
es Paranomala sticticoptera (12% del
total de ejemplares) que pudiera estar
penetrando a la RB El Triunfo por las
veredas hasta los predios que se han
clareado para desarrollar los servicios
de la reserva.
Debemos recordar que los bosques
mesófilos fragmentados del norte de
Chiapas se relacionan con los bosques
menos fragmentados de la Sierra Madre
de Chiapas, por medio de los bosques
de las montañas Cuchumatanes y la
Cordillera Volcánica Occidental de
Guatemala. Todo esto ofrece un mo-
saico complejo de rutas de dispersión
y barreras fisiográficas y ecológicas,
98
que han propiciado y regulado un am-
plio desarrollo de la diversidad de esca-
rabajos y otros organismos. Prueba de
ello lo son un buen número de especies
de Melolonthidae de los mismos gé-
neros establecidas en diferentes mon-
tañas con altitud y vegetación similar
(Gómez-Gómez y Morón 2010).
Lo que hasta aquí hemos comentado
nos permite confirmar la utilidad de las
especies de escarabajos Melolonthidae
y Cetoniidae como indicadores ecoló-
gicos y biogeográficos (Morón 1997,
2014). También apoya la sugerencia
para efectuar nuevos muestreos en la
RB El Triunfo y así comparar su en-
samble de especies después de 18-20
años, y definir si se han llevado a cabo
reemplazos específicos, cuales entida-
des han ingresado y cuales han salido,
que cambios han ocurrido en la abun-
dancia y predominio de especies, entre
otros temas. Las conclusiones obte-
nidas con dicha comparación podrían
ayudar a completar un diagnóstico del
estado de las comunidades represen-
tadas en la reserva, identificar espe-
cies amenazadas y proponer medidas
correctivas.
 Literatura Citada
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99
 Bolitoglossa franklini.
NOÉ JIMÉNEZ LANG, SEMAHN

100
 Anfibios y Reptiles de la Reserva de la Biósfera El Triunfo,
Chiapas, México: Estudios y Recomendaciones para su
Conservación y Manejo
Roberto Luna-Reyes
Coordinación Técnica de Investigación, Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural. Calzada de los Hombres Ilustres sin. Fracc.,
Francisco I. Madero. C. P. 29000. Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. E-mail: rlr07@hotmail.com
Instituto de Ciencias Biológicas, Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas. Libramiento Norte 1150, Col. Lajas Maciel. C. P. 29039.
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.

Introducción ecosistemas, son a la vez depredadores vel mundial. De las 864 especies, 493

A l formar parte de los ecosistemas
terrestres y acuáticos, el grupo
de los anfibios juega un papel ecoló-
gico relevante, principalmente por sus
interacciones bióticas, ya que se ali-
mentan de animales pequeños, plantas
y algas, pero también sirven de alimen-
to a depredadores como reptiles, aves,
mamíferos, y algunos invertebrados
(Baille et al. 2004, IUCN 2014). En
términos generales, estos organismos
son considerados como excepcionales
indicadores de la calidad y salud de los
ecosistemas: por su alta sensibilidad a
los cambios o modificaciones ambien-
tales a diferentes escalas (Stuart et al.
2008), alta fidelidad y permanencia a
su hábitat y microhábitat, por presentar
ciclos de vida bifásicos con interfase
acuático-terrestre, y alta permeabili-
dad a sustancias químicas y radiación
ultravioleta provenientes del ambien-
te (Wake 1991, Blaustein et al. 1994,
Pineda y Halffter 2004, Young et al.
2004). El hecho de depender del me-
dio acuático para su reproducción y su
respiración a través de la piel, los hace
extremadamente sensibles (Netting
2000). Al igual que los anfibios los
reptiles también son buenos bioindi-
cadores, ya que son componentes fun-
damentales en las relaciones de los
y presas de otro animales, y debido a su
estrecha relación con el medio terrestre
y/o acuático y su limitada capacidad de
desplazamiento también son sensibles
a las alteraciones locales del hábitat
(Marichal-Arbona y López-Hernández
2012).
Otro aspecto importante de destacar
es la gran riqueza de especies herpeto-
faunísticas existentes en el país y en el
estado de Chiapas. En México, los an-
fibios constituyen un grupo de verte-
brados con una riqueza de 376 especies
lo cual posiciona al país como el quin-
to en riqueza de anfibios a nivel mun-
dial, sin embargo, los anfibios también
están sufriendo la peor crisis de extin-
ción de toda su historia; para el caso
de México se considera que el 43% de
las especies están amenazadas o críti-
camente amenazadas (Parra-Olea et al.
2014). En Chiapas la riqueza de espe-
cies de anfibios reportada varía des-
de 100 (Parra-Olea et al. 2014) hasta
113 especies (Luna-Reyes, com. pers.).
Con respecto a los reptiles, en México
existen 864 especies, incluidas en 159
géneros, 40 familias y tres órdenes que
representan el 8.7% de los reptiles del
planeta, con ello, el país ocupa el se-
gundo lugar en riqueza de reptiles a ni-
son endémicas para el país (Flores-
Villela y García-Vázquez 2014). El nú-
mero de especies de reptiles registrado
para Chiapas es de 220 (Flores-Villela
y García-Vázquez 2014) o 221 (Luna-
Reyes et al 2013).
Estudios o
investigaciones sobre
anfibios y reptiles
El principal propósito del primer Plan
Operativo resultado del “1er. Taller so-
bre Planificación de Áreas Naturales
Protegidas” organizado en 1986 por
el Instituto de Historia Natural (IHN)
del Estado de Chiapas fue proporcio-
nar las guías y directrices para el ma-
nejo de la propuesta Reserva Ecológica
El Triunfo. En este Plan Operativo, el
Programa de Investigación, Monitoreo
y Cooperación Científica se estable-
ció como prioritario, teniendo entre sus
principales objetivos el obtener a cor-
to plazo, la información necesaria que
permita conocer el estado actual de los
recursos bióticos en cuanto a su abun-
dancia y distribución. También integrar
un banco de información sobre inves-
tigaciones de flora y fauna desarrolla-
das con anterioridad. Después de que
“El Triunfo” fuera decretada como
Reserva de la Biosfera el 13 de marzo

101
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
de 1990, con una superficie de 119,177
hectáreas y comprendiendo cinco zo-
nas núcleo y una de amortiguamiento,
los planes operativos realizados para la
reserva hasta 1993, sólo presentan in-
formación muy general sobre la región
y la reserva. En el programa operati-
vo de 1993 (IHN 1993), en el apartado
de las características biofísicas, sólo se
proporciona información muy general
de la fauna de la reserva, refiriendo que
hasta ese momento se tenían inventa-
riadas 12 especies de anfibios y 55 de
reptiles (este último número muy so-
breestimado). Entre las especies impor-
tantes se hace mención del dragoncito
verde Abronia matudai (en realidad co-
rresponde a Abronia smithi) y la nau-
yaca verde Bothriechis ornatus (que es
un nombre inválido o una sinonimia de
Bothriechis bicolor).
Puede decirse que el primer estudio
sistemático sobre los anfibios y reptiles
de una parte de la reserva (el Polígono I
conocido como El Triunfo) fue realiza-
do por Luna-Reyes (1997), basado en
información sobre cinco años de mues-
treo, en donde se determinó la riqueza,
diversidad y distribución de la herpe-
tofauna en los tipos de vegetación si-
guientes: bosque lluvioso de montaña,
bosque lluvioso de montaña baja, bos-
que estacional perennifolio, bosque de
pino-encino, bosque de pino-encino-li-
quidámbar y comunidades secunda-
rias arbóreas y arbustivas. Como parte
de los resultados se registraron un to-
tal de 45 especies herpetofaunísticas
(17 de anfibios y 28 de reptiles), del
total registrado 28 especies no habían
sido formalmente reportadas para la re-
serva, lo que representó un incremen-
to del 62.2% en el número de especies.
El bosque lluvioso de montaña (clasi-
ficación de Breedlove 1973) resultó el
tipo de vegetación con mayor riqueza
y endemicidad de anfibios y reptiles.
También se confirmó que la zona de El
Triunfo es una importante área de en-
demicidad a nivel regional, al incluir
el 46.2% (6 de 13 especies) de los an-
fibios y reptiles endémicos a la Sierra
Madre en su conjunto (sectores sureste
y noroeste) y el 66.7% (6 de 9) de las
especies endémicas a la SM con distri-
bución sólo en Chiapas. En este estudio
se reporta la presencia de la salamandra
Dendrotriton xolocalcae en el Polígono
I, lo que constituye el segundo registro
de localidad conocido para la especie,
el primero corresponde a la localidad
tipo referida a Monte Ovando, mu-
nicipio de Escuintla (Taylor 1941;
Figura 1). También por primera vez,
se registra el dato de localidad precisa
para la lagartija Anolis dollfusianus y
para las ranas Craugastor montanus y
Plectrohyla lacertosa, siendo estas dos
últimas especies de distribución limita-
da y endémicas a Chiapas.
Después de casi una década de de-
cretarse la REBITRI, el Instituto
Nacional de Ecología dependiente de
la SEMARNAP publicó el programa
de manejo para la reserva. En este do-
cumento se menciona que en la reserva
se han registrado 22 especies de anfibios
y 67 especies de reptiles, con base en
un inventario integrado principalmente
por personal del IHN (en ese entonces
citado como Espinoza et al. en prensa),
de acuerdo con datos de publicaciones,
colecciones científicas y catálogos. Del
total de especies, sólo se resaltan la sa-
lamandra del Cerro Ovando (D. xolocal-
cae) por ser endémica a Chiapas (INE
1998). El programa de manejo sigue vi-
gente. Estudios posteriores han incluido
102
a los anfibios y reptiles en sus listados
como el de Espinoza et al. (1999), don-
de realizan un listado preliminar de los
vertebrados terrestres de la reserva, y
mencionan 18 especies de anfibios y
42 de reptiles, número de especies infe-
rior al referido en el programa de mane-
jo publicado un año antes. Por su parte,
Muñoz Alonso et al. (2000), adicionan
siete especies de anfibios y cinco de rep-
tiles a su listado, registrando 25 de anfi-
bios y 47 de reptiles (un bajo número de
especies de este, considerando la infor-
mación del programa de manejo de la re-
serva). En dicho estudio reportan que la
transformación del hábitat natural a ve-
getación secundaria (pastizal, acahual)
tiene un efecto mucho más severo sobre
las especies de anfibios y reptiles que
cuando se modifica a cafetal.
Percino-Daniel (2001) realizó mues-
treos en diferentes condiciones de vege-
tación, en bosque mesófilo (conservado
y fragmentado) y cafetal en los polígonos
I (El Triunfo) y V (La Angostura; área de
la Finca Santa Cruz) de la reserva. Los
resultados importantes reportados fue-
ron que la diversidad beta en el bosque
mesófilo conservado y en el cafetal fue
la más alta, es decir, que la composición
de especies es muy diferente, afectando
claramente el cambio de bosque mesófi-
lo a cafetal, por lo que rechaza la hipóte-
sis de que el cafetal puede actuar como
un hábitat que alberga una considerable
diversidad de especies. También que al-
gunas especies oportunistas y generalis-
tas como Sceloporus variabilis, Ameiva
undulata y Basiliscus vittatus se han vis-
to favorecidas en el cafetal, mientras que
Abronia smithi, Bothiechis bicolor y es-
pecies del grupo de Anolis han sido afec-
tadas. Dicho estudio no adiciona nuevos
registros. Por su parte Martínez Morales
(2003) en su estudio sobre la diversidad
de reptiles y sus cambios al transformar
bosques nativos en cafetales en las loca-
lidades de Unión Los Olivos y Nicolás
Bravo II (municipio de Mapastepec),
ambas ubicadas en zona de amortigua-
miento de la REBITRI obtuvo un total
de 505 registros, que comprenden 35 es-
pecies, 26 géneros y 10 familias de rep-
tiles correspondientes a los subórdenes
Sauria y Serpentes. La autora concluye
que aunque el cafetal con sombra diver-
sificada (CSD) tiene efectos adversos
drásticos sobre la diversidad de especies
de reptiles, al considerar las tendencias
actuales en el cambio de uso del suelo
(hacia pastizales), el CSD resulta ser un
agroecosistema que ofrece mejores be-
neficios sobre la diversidad alfa y beta
de los reptiles.
En un esfuerzo notable por integrar
la mayor cantidad de información sobre
la riqueza de anfibios y reptiles de la
REBITRI fue el realizado por Muñoz et
al. (2004), quienes enlistan un total de
90 especies (29 de anfibios y 55 de rep-
tiles). Respecto a listados previos se in-
corporan las ranas Craugastor lineatus,
C. rupinius y Eleutherodactylus rubri-
maculatus; las lagartijas Lepidophyma
smithi, Sceloporus siniferus y S. te-
apensis; y las serpientes Adelphicos
quadrivirgatum y Rhadinaea godma-
ni. Los autores concluyeron que en la
Reserva de la Biosfera El Triunfo hay
un efecto negativo en la diversidad por
efecto del cambio de uso de suelo de
bosque mesófilo a cafetales y de bos-
que de encino a pastizal o vegetación
secundaria. También mencionan que al
comparar las áreas naturales protegi-
das (ANP) El Ocote, La Lacandona, La
Encrucijada, La Sepultura y los Lagos
de Montebello con El Triunfo, no en-
contraron similitud entre ellas y que
cada área tiene una herpetofauna carac-
terística y propia. Posteriormente como
resultado de la aplicación del Programa
Monitoreo Biológico en Áreas Naturales
Protegidas 2004-2008 realizado en
cuatro localidades de la Reserva de la
Biosfera “El Triunfo”, El Paval (muni-
cipio de Mapastepec), El Quetzal (mu-
nicipio de La Concordia), Santa Rita
(municipio de Ángel Albino Corzo)
y El Triunfo (municipios de Ángel
Albino Corzo y Mapastepec) se regis-
tró un orden, 12 familias, 27 géneros y
37 especies de reptiles (SEMAVIHN
2010). En el análisis realizado se sugie-
re que la localidad de El Paval y Anolis
matudai son susceptibles de monitoreo
biológico, por ser el sitio donde se re-
gistró la mayor riqueza de especies (30)
y la especie registrada en las cuatro lo-
calidades. Asimismo, en el apartado
general sobre la fauna de la reserva se
enfatiza la relevancia de la salamandra
de Monte Ovando Dendrotriton xolo-
calcae, por ser una especie endémica a
Chiapas y a la Sierra Madre.
Afortunadamente en los últimos años
se han incrementado los estudios como
el de López Gómez (2013), enfocados
a conocer la densidad y abundancia de
especies o grupos de especies particu-
lares, en este caso tres especies de hyli-
dos (Plectrohyla hartwegi, Plectrohyla
sagorum y Ptychohyla euthysanota) en
el Polígono I de la REBITRI. El estu-
dio aporta información sobre las carac-
terísticas del hábitat de las especies, los
factores que determinan su densidad y
abundancia por temporada del año. Por
ejemplo se menciona que Plectrohyla
hartwegi es una especie que vive en bos-
que maduro altamente conservado, por
lo que se considera que la especie está en
103
riesgo de desaparecer si se modifica su
microhábitat. De la misma forma, ya se
están generando estudios que conside-
ran aspectos geológicos, biogeográficos
y evolutivos relacionados con algunos
grupos monofiléticos de anfibios que
ocurren en la región, como los realiza-
dos por Rovito et al. (2012a) sobre la
estructura y divergencia filogeográfica
de un clado de salamandras tropicales
de tierras bajas (Bolitoglossa subgénero
Nanotriton), cuyos datos proporcionan
información importante sobre la historia
evolutiva de estas especies morfológica-
mente similares de salamandras y con-
tribuyen a entender cuáles han sido los
factores que han generado la alta diver-
sidad en Mesoamérica. En otro estudio
realizado sobre el género Dendrotriton,
que son salamandras de bosque de nie-
bla de América Central, en el que se in-
cluye a la salamandra de Monte Ovando
(Dendrotriton xolocalcae) que es la úni-
ca especie de anfibio endémica de la
REBITRI, Rovito et al. (2012b) expli-
can la evolución de la distribución geo-
gráfica y los procesos responsables en la
formación de nuevas especies.
Riqueza, endemicidad
y especies en riesgo
Actualmente en la Reserva de la Biosfera
“El Triunfo” se han registrado un total
de 97 especies herpetofaunísticas (32
de anfibios y 64 de reptiles; Cuadro 1
y Apéndice 1). La riqueza se basa prin-
cipalmente los estudios de Luna-Reyes
(1997), Espinoza et al. (1999), Muñoz
et al. (2000), Percino-Daniel (2001),
Martínez Morales (2003), Muñoz et
al. (2004), SEMAVIHN (2010) y en
observaciones personales no publica-
das, incluyendo otros registros resulta-
do de la descripción de nuevos taxones,
cambios taxonómicos y de nomencla-
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

tura, o ampliación del área de distribu-
ción de especies [por ejemplo Wake y
Lynch (1982) indican que las especies
Bolitoglossa nigroflavescens y B. bre-
vipes son sinónimos de Bolitoglossa
franklini; Campbell y Frost (1993) des-
criben a Abronia smithi de la vertien-
te sudeste de El Triunfo, en la Sierra
Madre de Chiapas, a partir de ejem-
plares referidos como Abronia ocho-
terenai; Duelman y Campbell (1992)
y Duellman (2001), mencionan que
Plectrohyla sagorum se encuentra en
el Paraje El Triunfo, así mismo repor-
tan la presencia de Plectrohyla hartwe-
gi en el Polígono I de la reserva (Figura
1); Campbell y Savage (2000) anali-
zan las distintas poblaciones de ranas
del grupo Eleutherodactylus rugulo-
sus, describiendo diez nuevas especies
(entre ellas Craugastor rupinius) y re-
moviendo seis nombres de la sinoni-
mia y considerándolas como especies
válidas]. La situación de riesgo de las
especies de anfibios y reptiles se basó
en la Norma Oficial Mexicana NOM-
059-SEMARNAT-2010 (DOF-2010)
y en la Lista Roja de la Unión Mundial
para la Conservación de la Naturaleza
(IUCN).
En la REBITRI se han registrado 32 es-
pecies de anfibios. Por ser endémicas a
Chiapas destacan las ranas Craugastor
montanus y Plectrohyla lacertosa y
la salamandra Dendrotriton xolocal-
cae (que también es endémica de la
reserva), y la rana Rheohyla miotym-
panum por ser endémica a México;
salvo R. miotympanum las demás es-
tán incluidas en alguna categoría de
riesgo en la Norma Oficial Mexicana
NOM-059-SEMARNAP-2010 o en
la Lista Roja de la Unión Mundial
para la Conservación de la Naturaleza
(IUCN). También se encuentran en

Figura 1.
ROBERTO LUNA REYES

ROBERTO LUNA REYES

NOÉ JIMÉNEZ LANG
ROBERTO LUNA REYES

Especies de anfibios y reptiles características de la Reserva de la Biosfera El Triunfo: Arriba la salamandra de Monte Ovando Dendrotriton xolo-
calcae y la rana Craugastor montanus; abajo la rana Plectrohyla hartwegi y la nauyaca Bothriechis bicolor.

104
Cuadro 1. Riqueza de especies de anfibios y reptiles.
Taxón México
Anfibios 376
Reptiles 864
Herpetofauna 1240
La riqueza de anfibios de México se basó en Parra-Olea et al. (2014) y la de los reptiles en Flores-Villela y García-Vázquez (2014); para los anfibios
de Chiapas en Luna-Reyes et al. (2010) y para los reptiles en Luna-Reyes et al. (2013), y en Johnson et al. (2015) para la Sierra Madre de Chiapas.
riesgo las ranas Duellmanohyla sch-
midtorum (Pr), Plectrohyla hartwegi
(Pr y CR), P. matudai (VU), P. sa-
gorum (EN), Ptychohyla euthysano-
ta (A y CR), Craugastor greggi (Pr y
CR), C. lineatus (Pr y CR), C. matu-
dai (Pr y VU), C. stuarti (Pr y EN);
las salamandras Bolitoglossa frankli-
ni (Pr y EN) y B. occidentalis (Pr); y
la Cecilia Dermophis mexicanus (Pr
y VU). Por su parte los reptiles están
representados por 65 especies (Luna-
Reyes et al. inédito; a partir de varias
fuentes y observaciones personales).
Entre las especies endémicas a México
se encuentran las lagartijas Abronia
smithi y Lepidophyma smithi y la ser-
piente Adelphicos latifasciatum. Un
alto número de especies se encuentran
en riesgo, incluyendo lagartijas como
Mesaspis moreleti (Pr), Ctenosaura si-
milis (A), Iguana iguana (Pr), Anolis
matudai (A) y serpientes inofensivas
entre ellas Imantodes cenchoa (Pr),
Leptodeira annulata (Pr), Leptophis
mexicanus (A), y venenosas como
Micrurus nigrocinctus (Pr), Atropoides
occiduus (A), Bothriechis bicolor (A),
Crotalus simus (Pr).
Conservación y manejo
Los inventarios de anfibios y reptiles
de Chiapas están aún incompletos y
desactualizados. Es evidente la caren-
cia de estudios sobre el conjunto de los
anfibios y reptiles de la reserva, a pesar
Chiapas
110
221
336
de que El Triunfo es una de las ANP
más importantes, tanto para México
como para Chiapas. Si bien existe in-
formación general sobre la riqueza de
especies de anfibios y reptiles, aún
existen problemas taxonómicos con al-
gunas poblaciones, especies o grupos
de especies. Sólo para muy pocas es-
pecies se cuenta con información com-
pleta y actualizada sobre su ecología
(por ej., abundancia, densidad, interac-
ciones intra e interespecíficas), manejo
y distribución geográfica, para la gran
mayoría de las especies se desconoce
esta información, lo que limita fuerte-
mente el manejo y conservación de las
especies así como de sus hábitats.
Reynoso et al. (2012) mencionan
que actualmente los estudios de inven-
tarios y listados regionales y estatales
son cada vez más escasos por conside-
rarse de poca importancia, por lo que es
necesario realizar un esfuerzo adicional
para completar el estudio detallado de la
riqueza y diversidad existente en cada
una de las ANP de Chiapas. Asimismo
son necesarios un mayor número de es-
tudios que describan aspectos básicos
de la biología y ecología de algunas es-
pecies clave de Chiapas, y de la reserva
El Triunfo, como las especies endémi-
cas de distribución limitada y aquellas
incluidas en alguna categoría de riesgo
por las normas nacionales e internacio-
nales. También aquellos enfocados a
105
Sierra Madre REBITRI
55 32
113 65
168 97
describir patrones geográficos asocia-
dos a las especies desde una perspecti-
va más analítica, involucrando análisis
de vegetación, fisiografía, etc. Por lo
anterior, se recomienda que los estu-
dios de inventario y monitoreo de anfi-
bios y reptiles deben ser resultado de la
aplicación de protocolos normalizados
o estandarizados que permitan el regis-
tro de la dinámica de cambios o ten-
dencias ocurridos en las poblaciones,
ya sean naturales o asociados a activi-
dades antropogénicas, información que
permita el conocimiento de la riqueza,
pero también de su abundancia en dife-
rentes hábitats con el fin de detectar pa-
trones en la distribución y abundancia
de especies (Ángulo et al. 2000), asi-
mismo determinar los factores que cau-
san la declinación de las poblaciones, y
estar en condiciones de aplicar estrate-
gias concretas de manejo y conserva-
ción de las especies y de sus hábitats.
Debe ser una prioridad el estudio
y conservación de los anfibios y rep-
tiles de la Reserva de la Biosfera “El
Triunfo”, ya que al compararse la com-
posición y riqueza de especies de la
reserva con respecto a otras áreas na-
turales protegidas de Chiapas, la herpe-
tofauna de El Triunfo es característica
y propia. Asimismo, las diferentes lí-
neas de investigación necesarias para
un buen manejo de la reserva deben te-
ner la misma prioridad, y no como afir-
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
man Hernández Yañez et al. (2006)
refiriéndose al Plan de Investigación y
Monitoreo de la REBITRI (IHN 1997)
donde los inventarios de especies que
incluyen a los anfibios y reptiles tienen
prioridad 8 (del 1 al 9) sólo superando
a los estudios sobre la biología de es-
pecies claves, después del ordenamien-
to ecológico (1), políticas de uso de los
recursos naturales (2), demografía y as-
pectos socioeconómicos (3), tenencia
de la tierra (4), diagnóstico productivo
(en relación con lo social y lo ambien-
tal) (5) , alternativas productivas (6) e
incendios (7). Asimismo, respecto a la
línea biología de poblaciones clave (9)
deben incluirse especies de anfibios y
reptiles, ya que sólo se consideran es-
pecies particulares de aves, grandes
mamíferos, roedores y algunos grupos
de plantas vasculares (palmas, aráceas
y cicadas), a pesar de que los anfibios
al ser muy susceptibles a diferentes fac-
tores o cambios ambientales, constitu-
yen un grupo indicador de la salud de
los ecosistemas (Stuart et al. 2008).
En términos de conservación, Molina
et al. (2006) proponen trabajar con aque-
llas especies de anfibios que estén bajo
106
alguna de las categorías con base en la
normatividad nacional e internacional.
Con base en este esquema, se deben
priorizar los estudios que consideren es-
pecies endémicas de distribución res-
tringida, seguidas de las endémicas de
distribución amplia y las no endémicas
de distribución restringida (Ceballos
1999). Las especies de anfibios en ries-
go, principalmente las endémicas de dis-
tribución limitada, son más susceptibles
a la extinción (Urbina-Cardona y Loyola
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109
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Apéndice 1.
Lista taxonómica de las especies de anfibios y reptiles registradas en la Reserva de la Biosfera El
Triunfo. End. = Endemicidad: EM = Endémica a México, ECH = Endémica a Chiapas. Categoría de
Riesgo: NOM = Norma Oficial Mexicana (NOM-059-SEMARNAT-2010): A = Amenazada,
Pr = Sujeta a Protección Especial. IUCN: CR = En Peligro Crítico, EN = En Peligro, VU = Vulnerable.

Taxón Categoría de Riesgo

End.
  NOM IUCN
Clase Amphibia
Orden Anura
Familia Bufonidae
Incilius canaliferus (Cope, 1877)
Incilius tutelarius (Mendelson, 1977)
Incilius valliceps (Wiegmann, 1833)
Rhinella horribilis (Wiegmann, 1833)
Familia Hylidae
Duellmanohyla schmidtorum (Stuart, 1954) Pr VU
Exerodonta sumichrasti Brocchi, 1879 EM
Plectrohyla hartwegi Duellman, 1968 Pr CR
Plectrohyla lacertosa Bumzahem y Smith, 1954 EM/ECH Pr EN
Plectrohyla matudai Hartweg, 1941 VU
Plectrohyla sagorum Hartweg, 1941 EN
Ptychohyla euthysanota (Kellogg, 1828) A CR
Rheohyla miotympanum (Cope, 1863) EM
Smilisca baudinii (Duméril y Bibron, 1841)
Familia Eleutherodactylidae
Eleutherodactylus pipilans (Taylor, 1940)
Eleutherodactylus rubrimaculatus (Taylor y Smith, 1945) VU
Familia Leptodactylidae
Leptodactylus fragilis (Brocchi, 1977)
Leptodactylus melanonotus ((Hallowell, 1861)
Familia Craugastoridae
Craugastor greggi (Bumzahem, 1955) Pr CR
Craugastor lineatus (Brocchi, 1879) Pr CR
Craugastor loki (Shannon & Werler, 1955)
Craugastor matudai (Taylor, 1941) Pr VU
Craugastor montanus (Taylor, 1942) EM/ECH EN
Craugastor pygmaeus (Taylor, 1937) VU
Craugastor rupinius (Campbell y Savage, 2000)
Craugastor stuarti (Lynch, 1967) Pr EN

110
Familia Ranidae
Lithobates forreri (Boulenger, 1883) Pr
Lithobates maculatus (Brocchi, 1877)
Orden Caudata
Familia Plethodontidae
Bolitoglossa flaviventris (Schmidt, 1936) EN
Bolitoglossa franklini (Schmidt, 1936) Pr EN
Bolitoglossa occidentalis Taylor, 1941 Pr
Dendrotriton xolocalcae (Taylor, 1941) EM/ECH Pr VU
Familia Dermophidae
Dermophis mexicanus (Dumeril y Bribon, 1841) Pr VU
Clase Reptilia
Orden Squamata
Suborden Sauria
Familia Anguidae
Abronia smithi Campbell y Frost, 1993 EM/ECH
Mesaspis moreletii (Bocourt, 1871) Pr
Familia Corytophanidae
Basiliscus vittatus Wiegmann, 1828
Corytophanes percarinatus Duméril,1856 A
Familia Gekkonidae
Hemidactylus frenatus Schlegel, 1836. Especie introducida en México
Familia Iguanidae
Ctenosaura similis (Gray, 1831) A
Iguana iguana (Linnaeus, 1758) Pr
Familia Phrynosomatidae
Sceloporus acanthinus Bocourt, 1863
Sceloporus melanorhinus Bocourt, 1876
Sceloporus salvini Günther, 1890 EM A
Sceloporus siniferus Cope, 1869
Sceloporus smargadinus Bocourt, 1873
Sceloporus squamosus Bocourt, 1874
Sceloporus variabilis Wiegmann, 1834
Familia Dactyloidae
Anolis crassulus Cope, 1864
Anolis dollfusianus Bocourt, 1873
Anolis laeviventris (Wiegmann, 1834)
Anolis lemurinus Cope, 1861
Anolis matudai Smith, 1956 EM/ECH A
Anolis petersi Bocourt, 1873
Anolis sericeus Hallowell, 1856

111
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Familia Scincidae
Marisora brachypoda (Taylor, 1956)
Sphenomorphus assatus (Cope, 1864)
Familia Teiidae
Aspidoscelis deppii (Wiegmann, 1834)
Holcosus undulatus (Wiegmann,1834)
Familia Xantusiidae
Lepidophyma smithi Bocourt, 1876 EM Pr
Suborden Serpentes
Familia Boidae
Boa imperator Daudin, 1803 A
Familia Colubridae
Drymarchon melanurus (Duméril, Bibron y Dúmeril, 1854)
Drymobius chloroticus (Cope, 1886)
Drymobius margaritiferus (Schlegel, 1837)
Leptophis mexicanus Duméril, Bibron y Duméril, 1854 A
Leptophis modestus (Gunther, 1872) Pr
Mastigodryas melanolomus (Cope, 1868)
Oxybelis aeneus (Wagler, 1824)
Pituophis lineaticollis (Cope, 1861)
Pantherophis flavirufus Cope, 1867
Scaphiodontophis annulatus (Duméril, Bibron y Duméril, 1854)
Spilotes pullatus (Linnaeus, 1758)
Stenorrhina freminvillei Duméril, Bibron y Duméril, 1854
Familia Dipsadidae
Adelphicos latifasciatum Lynch y Smith, 1966 EM/ECH Pr
Adelphicos quadrivirgatum Jan, 1862
Coniophanes bipunctatus (Günther, 1858)
Coniophanes fissidens (Günther, 1858)
Coniophanes imperialis (Kennicott, 1859)
Geophis immaculatus Downs, 1967
Imantodes cenchoa (Linnaeus, 1758) Pr
Imantodes gemmistratus Cope, 1860 Pr
Leptodeira annulata (linnaeus, 1758)
Leptodeira septentrionalis (Kennicott, 1859)
Ninia diademata Baird y Girard,1853
Pliocercus elapoides Cope, 1860
Rhadinaea decorata (Günther, 1858)
Rhadinaea godmani (Günther, 1865)
Rhadinaea lachrymans (Cope, 1869)
Sibon nebulatus (Linnaeus, 1758)
Tropidodipsas fischeri (Boulenger, 1894)

112
Tropidodipsas sartori (Cope, 1863)
Familia Elapidae
Micrurus browni Schmidt y Smith, 1943 Pr
Micrurus latifasciatus (Schmidt, 1933)
Micrurus nigrocinctus (Jan, 1858) Pr
Familia Viperidae
Atropoides occiduus (Hoge, 1965 (1966)) EM A
Bothriechis bicolor (Bocourt, 1868) A
Bothrops asper (Garman, 1883 (1884))
Cerrophidion godmani (Günther, 1863)
Crotalus simus Latreille, 1801 Pr

113
JORGE SILVA

Pharomachrus mocinno, mayo2015

114
 Diversidad de Aves en la Reserva de la Biósfera El Triunfo,
Chiapas, México
José Raúl Vázquez-Pérez1,*, Paula L. Enríquez1
y Gerardo de Jesús Cartas Heredia2
1
Departamento de Conservación de la Biodiversidad. El Colegio de la Frontera Sur, Unidad San Cristóbal de las Casas,
Carretera Panamericana y Periférico Sur s/n. Barrio de María Auxiliadora, C.P. 29290. San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
E-mail: *jvazquez@ecosur.edu.mx
2
Curaduría General de Exhibición de Fauna Silvestre, Zoológico Miguel Álvarez del Toro (ZOOMAT), Calzada Cerro Hueco S/N,
El Zapotal C.P. 29094 Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.

Introducción presenta diferentes tipos de vegetación et al. 1999, Gómez de Silva et al.

L a diversidad de especies en una re-

gión está relacionada con varios
factores como son el clima, la historia
geológica, la topografía, las interaccio-
nes biológicas, la heterogeneidad am-
biental y los patrones de perturbación
humana (Ruggiero y Hawkins 2008,
McGrann et al. 2014). Particularmente
la diversidad de aves en zonas de mon-
taña parece estar relacionada con la tem-
peratura, productividad primaria y la
precipitación (McCain 2009). La tem-
peratura puede limitar la distribución al
afectar la tolerancia fisiológica de las es-
pecies y al combinarse tanto la tempera-
tura como la precipitación influyen en el
crecimiento de las plantas y en la canti-
dad de biomasa disponible para los con-
sumidores en un ecosistema (McGrann
et al. 2014). Por lo cual, los ambientes
propios de cada región son los que per-
miten tener una diversidad de especies
distinta entre regiones geográficas.
En el estado de Chiapas se han regis-
trado 659 especies de aves, distribui-
das de forma heterogénea en las siete
regiones fisiográficas del estado (e.g.,
Montañas del Norte, Sierra Madre de
Chiapas, Depresión Central). Una de
las regiones que tiene una accidentada
topografía con rangos altitudinales que
van desde los 300 a los 4 110 m s.n.m.,
desde selvas bajas caducifolias a bos-
ques mesófilos y es donde se han regis-
trado aproximadamente 519 especies
de aves; es la Sierra Madre de Chiapas
(Rangel-Salazar et al. 2005). En esta
Sierra encontramos en la parte central,
la Reserva de la Biosfera El Triunfo
(Figura 1). Esta reserva es considera-
da como un sitio con alta diversidad
biológica y es importante para la con-
servación de especies silvestres consi-
deradas raras, endémicas o en peligro
de extinción (SEMARNAT 2010). Se
ha reportado que el grupo más diverso
de vertebrados terrestres en El Triunfo
son las aves, con un número de espe-
cies variable entre 222 y 391 espe-
cies (González 1998, Espinoza et al.
1999, Morales-Pérez y Riechers 2005,
Martínez-Camilo 2014). Debido a las
inconsistencias en el número de espe-
cies de aves reportadas para la Reserva
El Triunfo, en este documento revisa-
mos los listados de especies para deter-
minar la riqueza de especies de aves en
esta Área Natural Protegida.
Métodos
Para realizar esta revisión y análisis
utilizamos datos publicados en revis-
tas científicas, tesis, y reportes técni-
cos (e.g., González 1998, Espinoza
1999, Morales-Pérez y Riechers 2005,
SEMAVIHN 2010, Martínez-Camilo
2014). Con base en los listados de es-
pecies obtenidos de las publicaciones,
elaboramos una nueva lista de espe-
cies y verificamos que la distribución
geográfica de las especies coincidiera
para Chiapas y para la Sierra Madre de
Chiapas. La distribución se verificó de
acuerdo a los mapas de Howell y Webb
(1995), Navarro y Peterson (2007), y
Neotropical Birds (2016). Por último,
se realizó una lista taxonómica de las
aves que están presentes en la Reserva
El Triunfo y una lista de especies que,
aunque se encuentran en los listados su
presencia en esta región es incierta.
Resultados
Se registró un total de 419 especies
aves, de las cuales 23 especies no coin-
ciden en sus áreas de distribución geo-
gráfica ni para Chiapas (e.g., Trogon
elegans, Pheucticus melanocephalus)
ni para la Sierra Madre de Chiapas
(e.g., Amazilia tzacatl, Myadestes uni-
color). De las 396 especies que están
presentes en la reserva, 297 especies
son residentes reproductivas, 94 mi-
gratorias latitudinales y 5 residentes
de verano (Cuadro1). Las especies re-

115
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Figura 1. Ubicación geográfica de la Reserva de la Biósfera El Triunfo, Chiapas.

116
sidentes son aquellas que viven y se re-
producen en una región durante todo
el año, las residentes de verano se re-
producen en la región pero solo están
presentes durante una temporada (mar-
zo-septiembre), y las especies migra-
torias latitudinales son aquellas que
no se reproducen en la región y reali-
zan un viaje cíclico de Norte América a
Centro y Sudamérica de octubre a mar-
zo (Howell y Webb 1995).En cuanto a
la sensibilidad a las perturbaciones hu-
manas (según Stotz et al. 1996), se tie-
nen 25 especies con alta sensibilidad,
entre las cuales se encuentra el pajuil
(Penelopina nigra), el momoto gargan-
ta azul (Aspatha gularis), y el mirlo ne-
gro (Turdus infuscatus). Las especies
Figura 2.
Número de especies de aves con diferente sensibilidad a las perturbaciones y categorías de riesgo en la Reserva de la Biósfera El Triunfo.
en peligro de extinción a nivel nacio-
nal (SEMARNAT 2010), son 17 espe-
cies y algunas de ellas son el zopilote
rey (Sarcoramphus papa), el mosque-
ro real (Onychorhynchus coronatus), la
tángara chiapaneca (Tangara cabani-
si), entre otras (Figura 2).
De las 23 especies de aves registra-
das como inciertas por su distribución
geográfica que no corresponde para la
región Sierra Madre de Chiapas, es ne-
cesario verificar su presencia en la re-
serva ya que algunas especies quizás
pudieron ser confundidas con especies
similares en coloración (e.g., Trogon
elegans y T. mexicanus, Myadestes
unicolor y M. occidentalis) (Cuadro2).
117
Es posible que algunas especies de
aves puedan desplazarse a otros sitios
fuera de sus áreas de distribución co-
nocida. Sin embargo, faltarían eviden-
cias fotográficas, videos, audios para
corroborar su presencia en nuevas re-
giones. Siete especies (Harpia harpyja,
Phalaropus lobatus, Amazona farinosa,
Chaetura pelágica, Dendrocolaptes
sanctithomae, Vermivora chrysoptera,
Cardellina rubrifrons) cuya distribu-
ción no corresponde a la Sierra Madre
de Chiapas se incluyeron a la lista aves
del Triunfo por datos, observaciones y
colectas de Gerardo Cartas y registros
en eBird (https://ebird.org/home). Para
agregar una especie reportada en eBird
consideramos que fueran registros de
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
diferentes años y reportado por dife-
rentes observadores.
En el caso particular del águila ar-
pía, únicamente se tiene un registro de
una hembra adulta capturada por el Sr.
Guadalupe Ríos en el rancho San Luís
en 1972. Posteriormente junto con
Jaime López llevaron al águila al zoo-
lógico Miguel Álvarez del Toro. Esta
ave vivió en el ZOOMAT por 19 años
hasta su muerte en octubre de 1991,
llegó a poner 3 huevos en ese período.
Actualmente, la piel se encuentra en la
JORGE SILVA
Atalapetes gutteralis
JORGE SILVA
Coccothraustes abeillei
Colección Ornitológica del Instituto de
Historia Natural (IHNORNI).
Conclusiones
La Reserva de la Biósfera El Triunfo
es un sitio con alta diversidad de aves
ya que alberga el 60 % de las aves de
Chiapas. Por lo cual es un sitio impor-
tante para la conservación de la avifau-
na del estado. Actualmente se carecen
de estudios ecológicos a nivel pobla-
cional para la mayoría de las aves de
El Triunfo, dos de las aves más estu-
Catharus dryas
Dactylortyx thoracicus
118
diadas han sido el pavón (Oreophasis
derbianus, Álvarez del Toro 1976,
González-García 1984, González-
García 1992, González-García 2005,
Abundis 2006, González-García et
al. 2017) y el quetzal (Pharomachrus
mocinno, Solórzano 1995, Ávila et al.
1996, Solórzano et al. 2000, Solórzano
et al. 2003). Sin embargo, para la ma-
yoría de las especies se carece de
estudios ecológicos que aporten infor-
mación para su manejo y conservación.
JORGE SILVA
JORGE SILVA
JORGE SILVA

JORGE SILVA
Euphonia elegantissima Hylomanes momotula
JORGE SILVA

JORGE SILVA
Penelopina nigra Pheucticus aurantiacus
JORGE SILVA

JORGE SILVA

Zimmerius vilissimus Oreophasis derbianus

119
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Cuadro 1. Aves registradas en la Reserva de la Biósfera El Triunfo, Chiapas.

Clasificación taxonómica Nombre común St Sens NOM-059-2010

Tinamiformes
Tinamidae Tinamúes
Crypturellus cinnamomeus Tinamú canelo R B Pr
Phoenicopteriformes
Anatidae Patos
Dendrocygna autumnalis Pijije ala blanca R B
Galliformes
Cracidae Chachalacas y pavas
Ortalis vetula Chachalaca vetula R B
Ortalis leucogastra Chachalaca vientre blanco R B Pr
Penelope purpurascens Pava cojolita R M A
Penelopina nigra Pajuil R A P
Oreophasis derbianus Pavón R A P
Crax rubra Hocofaisan R M A
Odontophoridae Codornices
Colinus virginianus Codorniz cotuí R M
Odontophorus guttatus Codorniz bolonchaco R A Pr
Dactylortyx thoracicus Codorniz silbadora R M Pr
Pelecaniformes
Phalacrocoracidae Cormoranes
Phalacrocorax brasilianus Cormorán oliváceo R B
Ardeidae Garzas
Ardea herodias Garza morena R B
Ardea alba Garza blanca R B
Egretta thula Garceta pie-dorado R B
Egretta caerulea Garceta azul R M
Bubulcus ibis Garza ganadera R B
Butorides virescens Garceta verde R B
Nycticorax nycticorax Pedrete corona negra R M
Nyctanassa violacea Pedrete corona clara R M
Accipitriformes
Cathartidae Zopilotes
Coragyps atratus Zopilote común R B
Cathartes aura Zopilote aura R B
Sarcoramphus papa Zopilote rey R M P
Accipitridae Águilas y aguilillas
Pandion haliaetus Gavilán pescador MLD M
Leptodon cayanensis Gavilán cabeza gris R M Pr
Chondrohierax uncinatus Gavilán pico gancho R M Pr
Elanus leucurus Milano cola blanca R B

120
Harpagus bidentatus Gavilán bidentado R M Pr
Ictinia mississippiensis Milano de misisipi MLD M Pr
Ictinia plumbea Milano plomizo MLD M Pr
Accipiter striatus Gavilán pecho rufo MLD M Pr
Accipiter striatus (chionogaster) Gavilán pecho blanco R M
Accipiter cooperii Gavilán de cooper MLD M Pr
Geranospiza caerulescens Gavilán zancón R M A
Pseudastur albicollis Aguililla blanca R A Pr
Buteo plagiatus Aguililla gris R M
Buteogallus anthracinus Aguililla-negra menor R M Pr
Buteogallus urubitinga Aguililla negra mayor R M Pr
Buteogallus solitarius Águila solitaria R A P
Rupornis magnirostris Aguililla caminera R B
Buteo platypterus Aguililla ala ancha MLD M Pr
Buteo brachyurus Aguililla cola corta R M
Buteo swainsoni Aguililla de swainson MLD M Pr
Geranoaetus albicaudatus Aguililla cola blanca R B Pr
Buteo albonotatus Aguililla aura MLD M Pr
Buteo jamaicensis Aguililla cola roja R B
Harpia harpyja Águila arpía R A P
Spizaetus tyrannus Águila tirana R M P
Spizaetus ornatus Águila elegante R M P
Falconiformes
Falconidae Halcones y caracaras
Caracara cheriway Quebrantahuesos R B
Herpetotheres cachinnans Halcón guaco R B
Micrastur ruficollis Halcón selvático barrado R M Pr
Micrastur semitorquatus Halcón selvático de collar R M Pr
Falco sparverius Cernícalo americano R B
Falco rufigularis Halcón enano R B
Falco peregrinus Halcón peregrino MLD M Pr
Gruiformes
Rallidae Gallinetas
Laterallus ruber Polluela rojiza R B
Porphyrio martinicus Gallineta morada R B
Charadriiformes
Charadriidae Chorlos
Charadrius vociferus Chorlo tildio MLD B
Recurvirostridae Avocetas y Candeleros
Himantopus mexicanus Candelero americano R M
Jacanidae Jacanas
Jacana spinosa Jacana norteña R B

121
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Scolopacidae Playeros y Zarapitos

Actitis macularia Playero alzacolita MLD B
Tringa solitaria Playero solitario MLD B
Bartramia longicauda Zarapito ganga MLD B
Phalaropus tricolor Falaropo pico largo MLD B
Phalaropus lobatus Falaropo cuello rojo MLD B
Columbiformes
Columbidae Palomas y tortolas
Columba livia Paloma doméstica R B
Patagioenas flavirostris Paloma morada R M
Patagioenas fasciata Paloma de collar R M
Zenaida asiatica Paloma ala blanca R B
Zenaida macroura Paloma huilota MLD B
Columbina inca Tórtola cola larga R B
Columbina passerina Tórtola coquita R B
Columbina talpacoti Tórtola rojiza R B
Claravis pretiosa Tórtola azul R B
Claravis mondetoura Tórtola pecho morado R M P
Leptotila verreauxi Paloma arroyera R B
Geotrygon albifacies Paloma-perdiz cara blanca R A A
Geotrygon montana Paloma-perdiz rojiza R M
Psittaciformes
Psittacidae Pericos y loros
Aratinga holochlora Perico mexicano R M A
Aratinga canicularis Perico frente naranja R B Pr
Bolborhynchus lineola Perico barrado R A A
Brotogeris jugularis Perico ala amarilla R M A
Pionus senilis Loro corona blanca R M A
Amazona albifrons Loro frente blanca R M Pr
Amazona farinosa Loro corona azul R M P
Amazona auropalliata Loro nuca amarilla R M P
Cuculiformes
Cuculidae Cucos
Piaya cayana Cuclillo canela R B
Coccyzus erythropthalmus Cuclillo pico negro MLD M
Coccyzus minor Cuclillo manglero R M
Tapera naevia Cuclillo rayado R B
Dromococcyx phasianellus Cuclillo faisán R M
Morococcyx erythropygus Cuclillo terrestre R B
Geococcyx velox Correcaminos tropical R B
Crotophaga sulcirostris Garrapatero pijuy R B
Strigiformes

122
Tytonidae Lechuzas
Tyto alba Lechuza de campanario R B
Strigidae Búhos
Megascops cooperi Tecolote de Cooper R M Pr
Megascops trichopsis Tecolote rítmico R A
Lophostrix cristata Búho cuerno blanco R A A
Pulsatrix perspicillata Búho de anteojos R M A
Bubo virginianus Búho cornudo R B
Glaucidium brasilianum Tecolote bajeño R B
Ciccaba virgata Búho café R M
Ciccaba nigrolineata Búho blanquinegro R M A
Strix fulvescens Búho leonado R A P
Caprimulgiformes
Caprimulgidae Chotacabras
Chordeiles acutipennis Chotacabras menor R B
Nyctidromus albicollis Chotacabras pauraque R B
Antrostomus carolinensis Tapacamino de Carolina MLD M
Antrostomus ridgwayi Tapacamino tu-cuchillo R M
Antrostomus vociferus Tapacamino cuerporruín-norteño MLD M
Nyctibiidae Bienparados
Nyctibius jamaicensis Bienparado norteño R B
Apodiformes
Apodidae Vencejos
Cypseloides niger Vencejo negro RV M
Streptoprocne rutila Vencejo cuello castaño R M
Streptoprocne zonaris Vencejo cuello blanco R B
Chaetura pelágica Vencejo de chimenea MLD M
Chaetura vauxi Vencejo de Vaux R M
Aeronautes saxatalis Vencejo pecho blanco R B
Panyptila cayennensis Vencejo-tijereta menor R M Pr
Panyptila sanctihieronymi Vencejo-tijereta mayor R M Pr
Trochilidae Colibríes
Campylopterus rufus Fandanguero rojizo R M Pr
Campylopterus hemileucurus Fandanguero morado R M
Colibri thalassinus Colibrí oreja violeta R B
Anthracothorax prevostii Colibrí garganta negra R B
Abeillia abeillei Colibrí pico corto R M Pr
Lophornis helenae Coqueta cresta negra R M A
Chlorostilbon canivetii Esmeralda tijereta R B
Hylocharis eliciae Zafiro garganta azul R M
Hylocharis leucotis Zafiro oreja blanca R M
Amazilia candida Colibrí cándido R M

123
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Amazilia cyanocephala Colibrí corona azul R M

Amazilia beryllina Colibrí berilo R M
Amazilia cyanura Colibrí cola azul R B
Amazilia rutila Colibrí canela R B
Amazilia viridifrons Colibrí frente verde R M A
Lampornis viridipallens Colibrí garganta verde R M Pr
Lampornis amethystinus Colibrí garganta amatista R M
Lamprolaima rhami Colibrí ala castaña R M A
Eugenes fulgens Colibrí magnífico R M
Heliomaster longirostris Colibrí pico largo R M Pr
Heliomaster constantii Colibrí picudo R M
Tilmatura dupontii Colibrí cola pinta R M A
Archilochus colubris Colibrí garganta rubí MLD B
Atthis ellioti Zumbador magenta R M A
Trogoniformes
Trogonidae Trogones
Trogon caligatus Trogón violáceo R M
Trogon mexicanus Trogón mexicano R M
Trogon collaris Trogón de collar R M Pr
Pharomachrus mocinno Quetzal mesoamericano R M P
Coraciiformes
Momotidae Momotos
Hylomanes momotula Momoto enano R A A
Aspatha gularis Momoto garganta azul R A P
Momotus mexicanus Momoto corona café R M
Momotus momota Momoto corona azul R M
Eumomota superciliosa Momoto ceja azul R B
Alcedinidae Martines-pescadores
Megaceryle torquata Martín-pescador de collar R B
Megaceryle alcyon Martín-pescador norteño MLD M
Chloroceryle amazona Martín-pescador amazónico R B
Chloroceryle americana Martín-pescador verde R B
Chloroceryle aenea Martín-pescador enano R M
Piciformes
Bucconidae Bucos
Notharchus hyperrhynchus Buco de collar R M A
Ramphastidae Tucanes
Aulacorhynchus prasinus Tucaneta verde R M Pr
Pteroglossus torquatus Arasari de collar R M Pr
Picidae Carpinteros
Melanerpes formicivorus Carpintero bellotero R B
Melanerpes aurifrons Carpintero cheje R B

124
Sphyrapicus varius Chupasavia maculado MLD M
Picoides villosus Carpintero velloso-mayor R M
Picoides fumigatus Carpintero café R B
Colaptes rubiginosus Carpintero oliváceo R B
Dryocopus lineatus Carpintero lineado R B
Campephilus guatemalensis Carpintero pico plata R M Pr
Passeriformes
Furnariidae Trepatroncos, Hojarasqueros, Breñeros
Synallaxis erythrothorax Güitio pecho rufo R B
Anabacerthia variegaticeps Breñero cejudo R A
Automolus ochrolaemus Breñero garganta pálida R M Pr
Automolus rubiginosus Breñero rojizo R M A
Sclerurus mexicanus Hojarasquero pecho rufo R A A
Dendrocincla homochroa Trepatroncos rojizo R A
Sittasomus griseicapillus Trepatroncos oliváceo R M
Glyphorynchus spirurus Trepatroncos pico cuña R M A
Dendrocolaptes sanctithomae Trepatroncos barrado R A Pr
Xiphorhynchus flavigaster Trepatroncos bigotudo R M
Xiphorhynchus erythropygius Trepatroncos manchado R M A
Lepidocolaptes souleyetii Trepatroncos corona rayada R B
Lepidocolaptes affinis Trepatroncos corona punteada R M
Thamnophilidae Aves hormigueras
Thamnophilus doliatus Batará barrado R B
Grallariidae Hormigueros Cholinos
Grallaria guatimalensis Hormiguero-cholino escamoso R A A
Tyrannidae Mosqueros
Camptostoma imberbe Mosquero lampino R B
Myiopagis viridicata Elenia verdosa R M
Elaenia flavogaster Elenia vientre amarillo R B
Mionectes oleagineus Mosquero ocrillo R M
Zimmerius vilissimus Mosquero ceja gris R M
Oncostoma cinereigulare Mosquero pico curvo R B
Todirostrum cinereum Espatulilla amarillo R B
Rhynchocyclus brevirostris Mosquero de anteojos R M
Tolmomyias sulphurescens Mosquero ojo blanco R M
Platyrinchus cancrominus Mosquero pico chato R A Pr
Onychorhynchus coronatus Mosquero real R A P
Xenotriccus callizonus Mosquero fajado R M A
Mitrephanes phaeocercus Mosquero copetón R M
Contopus cooperi Pibí boreal MLD M
Contopus pertinax Pibí tengofrio R M
Contopus sordidulus Pibí occidental MLD M

125
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Contopus cinereus Pibí tropical R B

Empidonax flaviventris Mosquero vientre amarillo MLD B
Empidonax virescens Mosquero verdoso MLD B
Empidonax alnorum Mosquero ailero MLD M
Empidonax traillii Mosquero saucero MLD M
Empidonax albigularis Mosquero garganta blanca MLD B
Empidonax minimus Mosquero mínimo MLD B
Empidonax hammondii Mosquero de hammond MLD M
Empidonax affinis Mosquero pinero R M
Empidonax flavescens Mosquero amarillento R B
Sayornis nigricans Papamoscas negro R B
Pyrocephalus rubinus Mosquero cardenal R B
Attila spadiceus Atila R M
Myiarchus tuberculifer Papamoscas triste R B
Myiarchus cinerascens Papamoscas cenizo MLD B
Myiarchus nuttingi Papamoscas de Nutting R M
Myiarchus crinitus Papamoscas viajero MLD M
Myiarchus tyrannulus Papamoscas tirano R B
Pitangus sulphuratus Luis bienteveo R B
Megarynchus pitangua Luis pico grueso R B
Myiozetetes similis Luis gregario R B
Myiodynastes maculatus Papamoscas rayado RV B
Myiodynastes luteiventris Papamoscas atigrado RV B
Legatus leucophaius Papamoscas pirata RV B
Tyrannus melancholicus Tirano tropical R B
Tyrannus vociferans Tirano gritón MLD M
Tyrannus verticalis Tirano pálido MLD B
Tyrannus tyrannus Tirano dorso negro MLD B
Tyrannus forficatus Tirano-tijereta rosado MLD B
Tityridae Cabezones, Titiras
Pachyramphus major Mosquero-cabezón mexicano R M
Pachyramphus aglaiae Mosquero-cabezón degollado R M
Tityra semifasciata Titira enmascarada R M
Pipridae Manaquines
Chiroxiphia linearis Manaquín cola larga R M Pr
Vireonidae Vireos
Vireo bellii Vireo de Bell MLD M
Vireo plumbeus Vireo plomizo R M
Vireo solitarius Vireo anteojillo MLD M
Vireo gilvus Vireo gorjeador MLD B
Vireo leucophrys Vireo gorra parda R M
Vireo philadelphicus Vireo de Filadelfia MLD B

126
Vireo olivaceus Vireo ojo rojo MLD B
Vireo flavoviridis Vireo verdeamarillo RV B
Hylophilus decurtatus Verdillo gris R M Pr
Vireolanius melitophrys Vireón pecho castaño R M
Vireolanius pulchellus Vireón esmeralda R M A
Cyclarhis gujanensis Vireón ceja rufa R B
Corvidae Charas
Calocitta formosa Urraca-hermosa cara blanca R M
Cyanocorax yncas Chara verde R M
Cyanolyca pumilo Chara de niebla R A A
Aphelocoma unicolor Chara unicolor R M A
Hirundinidae Golondrinas
Progne subis Golondrina azulnegra MLD B
Progne chalybea Golondrina acerada R B
Tachycineta bicolor Golondrina bicolor MLD B
Tachycineta albilinea Golondrina manglera R B
Tachycineta thalassina Golondrina verdemar MLD B
Notiochelidon pileata Golondrina gorra negra R B Pr
Stelgidopteryx serripennis Golondrina ala aserrada R B
Petrochelidon pyrrhonota Golondrina risquera MLD B
Petrochelidon fulva Golondrina pueblera MLD B
Hirundo rustica Golondrina tijereta R B
Troglodytidae Chivirines y matracas
Campylorhynchus zonatus Matraca tropical R B
Campylorhynchus chiapensis Matraca chiapaneca R B Pr
Campylorhynchus rufinucha Matraca nuca rufa R B A
Pheugopedius maculipectus Chivirín moteado R M
Thryophilus rufalbus Chivirín rojizo R M
Thryophilus pleurostictus Chivirín barrado R M
Cantorchilus modestus Chivirín modesto R B
Troglodytes aedon Chivirín saltapared R B
Troglodytes rufociliatus Chivirín ceja rufa R M
Henicorhina leucosticta Chivirín pecho blanco R M
Henicorhina leucophrys Chivirín pecho gris R M
Cinclidae Mirlos acuaticos
Cinclus mexicanus Mirlo-acuatico norteamericano R M Pr
Sylviidae Perkitas
Ramphocaenus melanurus Soterillo picudo R B
Polioptila caerulea Perlita azulgris R B
Polioptila albiloris Perlita pispirria R M
Turdidae Clarines, zorzales y mirlos
Sialia sialis Azulejo garganta canela R B

127
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Myadestes occidentalis Clarín jilguero R M Pr

Catharus aurantiirostris Zorzal pico naranja R B
Catharus frantzii Zorzal de Frantzius R M A
Catharus dryas Zorzal pecho amarillo R A A
Catharus ustulatus Zorzal de Swainson MLD B
Catharus guttatus Zorzal cola rufa MLD B
Hylocichla mustelina Zorzal maculado MLD M
Turdus infuscatus Mirlo negro R A A
Turdus plebejus Mirlo plebeyo R M Pr
Turdus grayi Mirlo pardo R B
Turdus assimilis Mirlo garganta blanca R M
Turdus rufitorques Mirlo cuello rufo R M A
Mimidae Cenzontles
Dumetella carolinensis Maullador gris MLD M
Mimus gilvus Centzontle tropical R B
Melanotis hypoleucus Mulato pecho blanco R M
Bombycillidae Ampelies
Bombycilla cedrorum Ampelis chinito MLD B
Ptilogonatidae Capulineros
Ptilogonys cinereus Capulinero gris R B
Peucedramidae Ocoteros
Peucedramus taeniatus Ocotero enmascarado R M
Parulidae Chipes
Oreothlypis peregrina Chipe peregrino MLD B
Oreothlypis celata Chipe corona naranja MLD M
Oreothlypis ruficapilla Chipe de coronilla MLD B
Oreothlypis superciliosa Parula ceja blanca R M
Setophaga petechia Chipe amarillo MLD B
Setophaga magnolia Chipe de magnolia MLD B
Setophaga caerulescens Chipe azulnegro MLD M
Setophaga coronata Chipe coronado MLD B
Setophaga chrysoparia Chipe mejilla dorada MLD A P
Setophaga virens Chipe dorso verde MLD B
Setophaga townsendi Chipe negroamarillo MLD B
Setophaga occidentalis Chipe cabeza amarilla MLD B
Setophaga fusca Chipe garganta naranja MLD M
Setophaga dominica Chipe garganta amarilla MLD B
Setophaga graciae Chipe ceja amarilla R M
Mniotilta varia Chipe trepador MLD B
Setophaga ruticilla Chipe flameante MLD B
Protonotaria citrea Chipe dorado MLD M
Helmitheros vermivorum Chipe gusanero MLD M

128
Seiurus aurocapillus Chipe suelero MLD M
Parkesia noveboracensis Chipe charquero MLD M
Parkesia motacilla Chipe arroyero MLD M
Vermivora chrysoptera Chipe ala dorada MLD M
Geothlypis formosa Chipe patilludo MLD M
Geothlypis philadelphia Chipe enlutado MLD M
Geothlypis tolmiei Chipe de Tolmie MLD M A
Geothlypis trichas Mascarita común MLD B
Geothlypis poliocephala Mascarita pico grueso R B
Setophaga citrina Chipe encapuchado MLD M
Cardellina pusilla Chipe corona negra MLD B
Cardellina rubrifrons Chipe cara roja MLD M
Cardellina canadensis Chipe de collar MLD M
Cardellina versicolor Chipe rosado R M P
Myioborus pictus Chipe ala blanca R M
Myioborus miniatus Chipe de montaña R B
Basileuterus lachrymosus Chipe de roca R M
Basileuterus culicivorus Chipe corona dorada R M
Basileuterus rufifrons Chipe gorra rufa R B
Basileuterus belli Chipe ceja dorada R M
Icteria virens Buscabreña MLD B
Thraupidae Tangaras
Chlorospingus ophthalmicus Chinchinero común R M
Habia rubica Tángara-hormiguera corona roja R A
Habia fuscicauda Tángara-hormiguera garganta roja R M
Piranga flava Tángara encinera R B
Piranga rubra Tángara roja MLD B
Piranga olivacea Tángara escarlata MLD B
Piranga ludoviciana Tángara capucha roja MLD M
Piranga bidentata Tángara dorso rayado R M
Piranga leucoptera Tángara ala blanca R M
Thraupis episcopus Tángara azulgris R B
Thraupis abbas Tángara ala amarilla R B
Tangara cabanisi Tángara chiapaneca R M P
Cyanerpes cyaneus Mielero pata roja R B
Emberizidae Semilleros y gorriones
Volatinia jacarina Semillero brincador R B
Sporophila torqueola Semillero de collar R B
Sporophila minuta Semillero pecho canela R B
Haplospiza rustica Semillero pizarra R M A
Diglossa baritula Picaflor canelo R B
Atlapetes albinucha Atlapetes nuca blanca R M
Buarremon brunneinucha Atlapetes gorra castaña R B
129
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Arremonops rufivirgatus Rascador oliváceo R M

Melozone biarcuata Rascador patilludo R B Pr
Melozone leucotis Rascador oreja blanca R M Pr
Aimophila rufescens Zacatonero rojizo R B
Ammodramus savannarum Gorrión chapulín MLD M
Melospiza lincolnii Gorrión de Lincoln MLD M
Zonotrichia capensis Gorrion chingolo R B
Junco phaeonotus Junco ojo de lumbre R B
Cardinalidae Picogordos y colorines
Saltator coerulescens Picurero grisáceo R B
Saltator atriceps Picurero cabeza negra R M
Pheucticus chrysopeplus Picogordo amarillo R M
Pheucticus ludovicianus Picogordo pecho rosa MLD M
Cyanocompsa parellina Colorín azulnegro R M
Passerina caerulea Picogordo azul R B
Passerina cyanea Colorín azul MLD M
Passerina rositae Colorín azulrosa R M A
Passerina versicolor Colorín morado R B
Passerina ciris Colorín sietecolores MLD B Pr
Spiza americana Arrocero americano MLD B
Icteridae Tordos y bolseros
Agelaius phoeniceus Tordo sargento R B
Dives dives Tordo cantor R B
Quiscalus mexicanus Zanate mexicano R B
Molothrus aeneus Tordo ojo rojo R B
Icterus wagleri Bolsero de Wagler R M
Icterus maculialatus Bolsero guatemalteco R M A
Icterus spurius Bolsero castaño MLD B
Icterus cucullatus Bolsero encapuchado R B
Icterus chrysater Bolsero dorso dorado R B
Icterus pustulatus Bolsero dorso rayado R B
Icterus pectoralis Bolsero pecho manchado R M
Icterus gularis Bolsero de altamira R M
Icterus galbula Bolsero de Baltimore MLD M
Amblycercus holosericeus Cacique pico claro R M
Cacicus melanicterus Cacique mexicano R B
Fringillidae Pinzones y jilgueros
Euphonia affinis Eufonia garganta negra R B
Euphonia hirundinacea Eufonia garganta amarilla R B
Euphonia elegantissima Eufonia capucha azul R M
Chlorophonia occipitalis Clorofonia corona azul R M
Haemorhous mexicanus Pinzón mexicano R B

130
 Spinus atriceps Jilguero corona negra R M A
Spinus notatus Jilguero encapuchado R M
Spinus psaltria Jilguero dominico R B
Coccothraustes abeillei Picogrueso encapuchado R M
Passeridae Gorriones caseros
Passer domesticus Gorrión casero R B

St: Estacionalidad (R: Residente, ML: Migratorio latitudinal, RV: Residente de Verano), Sens: Sensibilidad a las perturbaciones humanas (A: Alta,
M: Media, B: Baja) y categorías de riesgo (Pr: Sujeta a protección especial, A: Amenazada, P: En peligro de extinción). Se siguió la lista taxonómi-
ca de American Ornithologists´ Union Check-List y suplementos (AOU 2016).

131
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Cuadro 2. Especies de aves registradas en los listados pero aún se necesita confirmar su presencia
en la Reserva de la Biósfera El Triunfo, Chiapas.

Clasificación taxonómica Nombre común St Sens NOM-059-2010

Laridae Gaviotas
Chroicocephalus philadelpia Gaviota de Bonaparte MLD B
Psittaciformes
Psittacidae Pericos y loros
Aratinga nana Perico pecho sucio R B Pr
Strigiformes
Strigidae Búhos
Glaucidium minutissimum (G. palmarum) Tecolote Colimense R M A
Apodiformes
Trochilidae Colibríes
Cynanthus latirostris Colibrí pico ancho R B
Amazilia tzacatl Colibrí cola rojiza R B
Amazilia yucatanensis Colibrí yucateco R B
Eupherusa eximia Colibrí cola rayada R M
Selasphorus platycercus Zumbador cola ancha R M
Trogoniformes
Trogonidae Trogones
Trogon elegans Trogon Elegante R
Piciformes
Picidae Carpinteros
Picoides scalaris Carpintero mexicano R B
Colaptes auratus Carpintero de pechera R B
Passeriformes
Trepatroncos, Hojarasqueros,
Furnariidae
Breñeros
Dendrocolaptes picumnus Trepatroncos vientre barrado R A A
Tyrannidae Mosqueros
Empidonax fulvifrons Mosquero pecho leonado R M
Troglodytidae Chivirines y matracas
Cistothorus platensis Chivirín sabanero R M
Turdidae Clarines, zorzales y mirlos
Myadestes unicolor Clarín unicolor R M A
Catharus mexicanus Zorzal corona negra R M Pr
Catharus fuscescens Zorzal rojizo MLD M
Parulidae Chipes
Setophaga tigrina Chipe atigrado MLD B
Setophaga nigrescens Chipe negrogris MLD B
Setophaga pinus Chipe pinero MLD M

132
 Emberizidae Semilleros y gorriones
Pipilo maculatus Rascador moteado R B
Cardinalidae Picogordos y colorines
Pheucticus melanocephalus Picogordo tigrillo R M
Icteridae Tordos y bolseros
Icterus prosthemelas Bolsero dominico R B  

St: Estacionalidad (R: Residente, ML: Migratorio latitudinal, RV: Residente de Verano), Sens: Sensibilidad a las perturbaciones humanas (A: Alta,
M: Media, B: Baja) y categorías de riesgo (Pr: Sujeta a protección especial, A: Amenazada, P: En peligro de extinción).Se siguió la lista taxonó-
mica de American Ornithologists´ Union Check-List y suplementos (AOU 2016).

133
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Agradecimientos
A Jorge Silva Rivera por las fotografías proporcionadas para ilustrar este capítulo y a los revisores por sus valiosas aporta-
ciones para mejorar.

Literatura Citada
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135
FERNANDO GONZÁLEZ

Oreophasis derbianus

136
 El Pavón, Oreophasis derbianus: Estado del Conocimiento y
Perspectivas de Investigación y Conservación
en la Reserva de la Biósfera El Triunfo, Chiapas
Fernando González-García1,2,3, Miguel Ángel Martínez-Morales4, José Luis Rangel-Salazar4, Carlos Alberto
Guichard Romero5 y Alberto González-Romero1
1
Red de Biología y Conservación de Vertebrados, Instituto de Ecología, AC. Carretera Antigua a Coatepec No. 351, El Haya,
Xalapa, Veracruz, 91070, México. E-mail: fernando.gonzalez@inecol.mx
2
Departamento de Ciencias Ambientales y Recursos Naturales, Facultad de Ciencias de Alicante. Carretera San Vicente del Raspeig s/n,
San Vicente del Raspeig, Alicante, 03690, España.
3
Laboratorio de Bioacústica y Ecología del Comportamiento. Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional
Unidad Oaxaca, Instituto Politécnico Nacional. Hornos No. 1003, Col. Noche Buena, Santa Cruz Xoxocotlán, Oaxaca, 71236, México.
4
Departamento de Conservación de la Biodiversidad. El Colegio de la Frontera Sur, Unidad San Cristóbal, Carretera Panamericana y
Periférico Sur s/n, Barrio María Auxiliadora, 29290, San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México.
5
Zoológico Regional Miguel Álvarez del Toro, Calzada de Cerro Hueco S/N, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 29094, México.

Introducción es quizá la superficie más extensa de tencia y el tráfico ilegal al que ha es-

E l pavón es un crácido endémico de

las tierras altas de Mesoamérica,
habita en bosques mesófilos de monta-
ña (BMM) o bosques de niebla en buen
estado de conservación. En México,
se distribuye probablemente desde los
Chimalapas en el este de Oaxaca y en la
Sierra Madre de Chiapas entre los 1400
y 2700 m s.n.m., y hacia Guatemala
entre los 2000 y 3500 msnm princi-
palmente, con excepcionales registros
entre 1200 y 1500 m s.n.m.; probable-
mente se distribuya hasta el oeste de
Honduras, pero actualmente no se tie-
ne evidencia de ello (del Hoyo 1994,
del Hoyo y Motis 2004, Delacour y
Amadon 2004, González-García et
al. 2006, BirdLife International 2013,
IUCN 2015). En la Sierra Madre de
Chiapas, el pavón habita en ambas ver-
tientes y es aparentemente más abun-
dante en la Vertiente Atlántica. En esta
sierra se estima que el BMM cubre al
menos 100,000 ha en una franja que
corre de noroeste a sureste (Challenger
1998, Ponce-Reyes et al. 2012). Dentro
de la Reserva de la Biósfera El Triunfo
(RBET), ubicada en la Sierra Madre de
Chiapas, se conserva parte de lo que
BMM del país, esto es alrededor de
55,000 ha; en esta área natural prote-
gida (ANP) el BMM es una asociación
de Quercus-Matudaea-Hedyosmum-
Dendropanax (Long y Heat 1991,
Williams-Linera 1991). Es muy pro-
bable que la reserva conserve la pobla-
ción reproductiva más numerosa del
pavón en México.
Globalmente, la IUCN (2015) lo
considera como endangered (amenaza-
do) y el Grupo de Crácidos del Grupo
de Especialistas en Galliformes de la
IUCN lo clasifica como una especie con
una prioridad de conservación inme-
diata (Brooks 2006, Cancino y Brooks
2006); en México, está considerado
en peligro de extinción (SEMARNAT
2010). Su estado de conservación res-
ponde a que se asume una declinación
continua en su distribución y tamaño
poblacional debido al efecto sinérgi-
co de la destrucción y fragmentación
de su hábitat por factores como el es-
tablecimiento de plantaciones de café,
la agricultura, la ganadería, los asen-
tamientos humanos y las actividades
mineras, y por la cacería de subsis-
tado sujeto (González-García 1993,
1997b, Vannini y Rockstroh 1997, del
Hoyo y Motis 2004). Entre los princi-
pales factores naturales de afectación a
esta especie y su hábitat están la ocu-
rrencia de incendios forestales, hura-
canes y la actividad volcánica (Andrle
1967, González-García 2001, del Hoyo
y Motis 2004). Asimismo, se ha esti-
mado que la distribución geográfica de
O. derbianus experimentará una nota-
ble contracción debido a la pérdida de
cobertura boscosa (Ponce-Reyes et al.
2012, Rojas-Soto et al. 2012, Martínez-
Morales et al. 2013) y a los efectos del
cambio climático (Peterson et al. 2001,
Peterson et al. 2016). Todos estos fac-
tores operan en combinación con las
características de su historia de vida
como la edad tardía de la primera re-
producción, la baja tasa de superviven-
cia y reproducción, entre otras (por ej.,
Møller y Liang 2013).
El pavón ha sido uno de los crá-
cidos más estudiados desde el
punto de vista biológico, tanto en con-
diciones naturales como en cautiverio
(González-García 1984, 1986, 1991,

137
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
APOLINAR BASORA
Oreophasis derbianus
1994, 1995, 1997a, 1997b, 1997c, 2001,
2005, González-García y Bubb 1989,
Gómez de Silva et al. 1999). En el pre-
sente trabajo presentamos un análisis
del estado actual del conocimiento bio-
lógico del pavón y aportamos algunas
ideas sobre las perspectivas de inves-
tigación y conservación de la especie a
futuro en la RBET, así como la posible
adopción de estas ideas en otras áreas
a lo largo de su distribución geográfica
(González-García 2001).
Historia natural
Vocalizaciones y cortejo. El macho y
la hembra son morfológicamente simi-
lares; sin embargo, la diferenciación
sexual puede hacerse a través de sus
vocalizaciones. El macho tiene cuatro
diferentes tipos de vocalizaciones y la
hembra hasta ocho (González-García
1995). Los llamados de cortejo, con los
que es factible distinguirlos, se emiten
desde principios de octubre hasta fi-
nes de mayo (González-García 1995,
Gómez de Silva et al. 1999). Durante
el cortejo, el macho llama a la hem-
bra constantemente mediante mugi-
dos de tono grave (frecuencia baja).
Como parte del cortejo, la hembra reci-
be frutos y fragmentos de hojas verdes
y también es conducida hasta un sitio
abierto en el bosque para tomar baños
de polvo.
Baños de polvo y Cortejo. Los baña-
deros son espacios abiertos en el inte-
rior del bosque originados por la caída
natural de árboles grandes o medianos.
Dichos espacios favorecen la entrada de
rayos de sol que al secar la tierra permi-
138
ten su posible uso como sitios para to-
mar baños de polvo (González-García
1994). En las aves, esta conducta invo-
lucra pasar polvo a través de las plu-
mas y se piensa que su función es para
mantener el plumaje en buenas condi-
ciones, eliminar restos de piel, remover
plumas y parásitos, y reducir la canti-
dad de grasa en el plumaje (Campbell
y Lack 1985, Olson y Keeling 2005).
Adicionalmente, el baño de polvo en el
pavón está relacionado con la conducta
reproductiva (González-García 1994);
esto es, como parte del cortejo los ma-
chos hacen uso de estos espacios para
conducir a las hembras a tomar baños
de polvo (Figura 1). Los pavones se
pueden bañar de forma individual o en
pareja durante el cortejo; cuando es en
forma individual un individuo invierte
casi media hora en bañarse, y cuando es
Figura 1.
El pavón, Oreophasis derbianus, tomando baños de polvo en la Reserva de la Biósfera El Triunfo, Chiapas.
Figura 2.
El pavón, Oreophasis derbianus, tomando baños de sol en la Reserva de la Biósfera El Triunfo, Chiapas.
en pareja cada uno invierte alrededor de
18 minutos. En pareja, siempre se baña
primero la hembra, aunque pueden ba-
ñarse por la mañana, generalmente el
baño es más frecuente después del me-
diodía. Como parte del cortejo, en es-
tos sitios el macho hace despliegues y
también alimenta a la hembra tanto con
fragmentos de hojas verdes como con
piedrecillas. Durante la incubación, las
hembras también continúan usando los
bañaderos. Adicional a los baños de
polvo, los pavones pueden también ex-
poner su plumaje al sol (Figura 2) que
se presume funciona para el manteni-
miento, secado y restauración del plu-
maje, así como para el flujo de aceite,
expulsión de parásitos y síntesis de vi-
tamina D (Campbell y Lack 1985).
Reproducción. El sistema reproducti-
vo es poligínico de tipo secuencial, en
donde el macho puede tener acceso a
cierto número de hembras que va de
tres a cinco por temporada reproduc-
tiva (González-García 1995). La incu-
bación y cuidado de los pollos es labor
sólo de la hembra. La hembra anida
en la parte media y superior de árbo-
139
les relativamente aislados del resto de
la vegetación, a una altura promedio de
20.5 m (n = 8 nidos). Los árboles utili-
zados como sitios de anidación tienen
una altura promedio de 29.8 m (n = 8)
y pueden ser de las especies Matudaea
trinervia, Ternoestroemia lineata,
Quercus sp. y Clethra sp. El nido es
construido sobre raíces de bromelias,
orquídeas, bejucos y hojarasca, y mide
31 x 34 cm. La hembra pone dos hue-
vos blancos de textura áspera, con un
tamaño promedio de 84 x 61 mm (n =
4) (González-García 1995, 1997c). Los
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
huevos son incubados durante 34 o 35
días. Durante la incubación, la hem-
bra sale del nido para alimentarse o
tomar baños de polvo; cada receso tie-
ne una duración promedio de 30 min
(González-García 1993, 1995, 1997c).
Al término de la incubación, los huevos
eclosionan casi simultáneamente, pero
los pollos permanecen en el nido de
tres a seis días más (González-García
1993, 2001).
Alimentación. El pavón es principal-
mente arborícola y forrajea en el estra-
to medio del bosque, pero también baja
al suelo (González-García 2005). Se
alimenta de frutos, flores y fragmen-
tos de hojas verdes. En la zona núcleo
I de la RBET, la dieta incluye los fru-
tos de por lo menos 64 especies de plan-
tas, incluyendo hojas de 13 especies,
siendo las hojas de Solanum appendi-
culatum las consumidas con mayor fre-
cuencia (González-García y Bubb 1989,
Solórzano 1995, González-García 2001,
2005).
Depredadores. Entre los probables de-
predadores de huevos y polluelos de
pavón se encuentran la tucaneta verde
(Aulacorhynchus prasinus) y el búho
leonado (Strix fulvescens), mientras que
el águila elegante (Spizaetus ornatus)
depreda principalmente adultos. Entre
los mamíferos están la martucha (Potos
flavus), el tejón (Nasua narica), el cabe-
za de viejo (Tayra barbara), el puma
(Puma concolor) y el jaguar (Panthera
onca) (González-García 2001).
Individualidad vocal
en machos adultos
en cautiverio
La individualidad vocal está amplia-
mente documentada en aves (Falls
1982, Catchpole y Slater 1995) y pue-
de ser un potencial método para el mo-
nitoreo acústico a nivel individual de
especies elusivas, amenazadas o en pe-
ligro de extinción. Con el fin de evaluar
tal potencial vocal para la identifica-
ción individual de los pavones, reali-
zamos grabaciones de machos cautivos
en zoológicos durante el periodo re-
productivo. Los análisis preliminares
sugieren que estos individuos pueden
ser reconocidos individualmente por
su principal llamado, un mugido de
frecuencia baja (sonido grave) que es
repetido continuamente como una es-
trategia para atraer y cortejar a las hem-
bras. En cautiverio, los llamados de los
pavones consisten de siete notas y cada
llamado tiene una duración de 7.7 ±
0.3 s (n = 284 llamados). En la Figura
3 se pueden apreciar llamados típicos
de cortejo de machos adultos, grabados
bajo condiciones de cautiverio.
Monitoreo poblacional
Con el fin de conocer la abundancia y
tendencia poblacional del pavón en la
RBET, iniciamos un programa de mo-
nitoreo; este programa inició formal
y sistemáticamente en 2011 y preten-
demos que continúe hasta al menos el
2020. Para tal fin, hemos desarrollado
un protocolo estandarizado para gene-
rar datos de campo de buena calidad
y en consecuencia poder hacer esti-
maciones robustas de la densidad po-
blacional del pavón. Este protocolo lo
desarrollamos y lo hemos evaluado
principalmente en la RBET, pero tam-
bién ha sido replicado en la Reserva de
140
la Biósfera Volcán Tacaná (RBVT) y
en otras dos localidades en Guatemala.
Para la implementación del protocolo
de monitoreo impartimos cinco talle-
res de capacitación teórico-prácticos a
guarda parques y monitores comunita-
rios. Para la estimación de la abundan-
cia, basamos el trabajo de campo en la
teoría y métodos del muestreo de dis-
tancias (Buckland et al. 1993, 2004).
Específicamente en la RBET se reco-
rren mensualmente seis senderos (ran-
go 1.4 - 3.0 km; longitud total = 15.8
km) geo-referenciados, medidos y
marcados cada 50 m, y a una veloci-
dad de 1 km/h en buenas condiciones
climáticas (sin lluvia, neblina o viento
fuerte). Los muestreos se realizan por
la mañana y desde aproximadamente la
salida del sol. Durante cada evento de
detección, ya sea visual o auditivo, re-
gistramos los siguientes datos: número
de individuos, sexo (macho, hembra),
edad (adulto, juvenil, pollo), eventos
conductuales (e. g., forrajeo, cortejo,
baños de polvo) y la distancia perpen-
dicular desde el sendero hasta el indivi-
duo o grupo de individuos detectados.
A la fecha, las estimaciones de la den-
sidad poblacional del pavón durante el
período 2011-2016 muestran una va-
riación tanto espacial como temporal,
y hemos estimado una densidad entre
3.99 ± 1.36 ind/km2 (IC 95% = 2.05-7.79)
y 7.44 ± 1.47 ind/km2 (IC 95% = 5.04-
10.98) (González-García et al. 2017).
Patrones de ocupación
Los modelos de ocupación parten del
hecho de que las especies silvestres son
difícilmente observables, aun después
de una búsqueda exhaustiva, y algunas
especies aún pueden pasar inadverti-
das cuando en realidad están presentes
(MacKenzie et al. 2002). Estos mo-

Figura 3. Oscilogramas (parte superior) y espectrogramas (parte inferior) de cuatro llamados de
siete notas de machos adultos del pavón, Oreophasis derbianus, en cautiverio.
delos, estiman de forma simultánea
la probabilidad de ocupación (ψ) y la
probabilidad de detección (p) de es-
pecies a partir de múltiples repeticio-
nes sobre un trayecto de muestreo en
sitios establecidos, donde la detección
se representa con “1” y la no detección
con “0” (MacKenzie et al. 2002, 2006).
141
La ocupación es definida como la pro-
porción de un área o de las unidades
espaciales de muestreo que son ocu-
padas por la especie; es decir, su pre-
sencia (Mackenzie et al. 2003, 2004).
Analizar los patrones de ocupación de
aves raras, sigilosas y en peligro de ex-
tinción, como es el caso del pavón, es
crucial para entender los cambios en su
distribución en el espacio y en el tiem-
po (Berlio 2014).
Berlio (2014) evaluó los patrones de
ocupación del pavón basado en detec-
ciones visuales y auditivas, y encontró
que los pavones son más detectables
durante la temporada de reproductiva
(diciembre a mayo), que en la no re-
productiva (junio a noviembre). Se es-
timó una probabilidad de ocupación de
77% (ψ= 0.77 ± 0.17; p = 0.22 ± 0.06)
con una mayor probabilidad de detec-
ción durante la temporada reproducti-
va y una probabilidad de ocupación del
100% (ψ= 1.0 ± 0.00; p = 0.08 ± 0.03)
con una menor probabilidad de detec-
ción, durante la no reproductiva. Los
registros asociados a los intervalos de
muestreo mostraron que el patrón de
ocupación fue temporalmente hetero-
géneo. La ocupación del pavón, en am-
bas temporadas, fue explicada por la
disponibilidad de recursos de las espe-
cies arbóreas de las cuales se alimentan
y por la presencia de cañadas, lo cual
sugiere que estas especies arbóreas y
las características del paisaje son clave
en el uso de hábitat (Berlio 2014).
El pavón y su futuro
Considerando el delicado estado de
conservación del pavón se han imple-
mentado acciones como la designación
de varias ANP, las cuales ofrecen cier-
ta protección a la especie. Además de
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
la RBET, otras áreas importantes para
su protección y conservación en la
Sierra Madre de Chiapas son el Área
de Protección de Recursos Naturales
“La Frailescana”, la Zona Sujeta a
Conservación Ecológica “Cordón Pico
El Loro-Paxtal” y la “Reserva de la
Biósfera Volcán Tacaná” (González-
García 1991, Heath y Long 1991,
Collar et al. 1992). Sin embargo, el
bosque mesófilo de montaña (BMM)
está desapareciendo rápidamente en
toda esta sierra. El BMM está siendo
destruido como resultado de asenta-
mientos humanos, agricultura, ganade-
ría, pastoreo, minería y cultivo de café,
de tal modo que su continuidad en la
sierra, incluso dentro de la RBET, se
encuentra amenazada y ya fragmen-
tada. Un “cinturón” de vegetación
secundaria parece interrumpir la con-
tinuidad del BMM hacia la parte nor-
te de la RBET, así como también en
su parte media y sureste, lo cual repre-
senta una amenaza potencial para el
BMM de las cinco zonas núcleo de la
RBET, que son las áreas mejor conser-
vadas dentro de la reserva (IDESMAC
1997). Dado que la RBET es una de
las principales zonas que proporcionan
protección al pavón, deben conside-
rarse los impactos actuales y potencia-
les que amenazan con la formación de
un archipiélago de BMM al interior de
la RBET y en general, a lo largo de la
Sierra Madre de Chiapas. El pavón,
al ser el ave frugívora más grande del
BMM, se asume que tiene una inciden-
cia importante en el mantenimiento y
quizá en la regeneración del BMM a
través del movimiento y dispersión de
grandes cantidades de semillas.
142
JORGE SILVA
El conocimiento actual sobre la his-
toria natural de O. derbianus se ha
generado principalmente en la Zona
Núcleo I en la RBET, motivado en par-
te por el interés en la conservación de la
biodiversidad de esta zona, incluso des-
de antes de que fuera designada como
un ANP (INE 1999) y también por el
interés de diversas universidades, cen-
tros de investigación y ONG del país.
La designación como reserva de la
Biósfera, condujo entre otras cosas, a
la implementación de la infraestructu-
ra necesaria que permitió la realización
de diversos estudios en la zona, algu-
nos de largo plazo.
Dos acontecimientos de vital impor-
tancia para el estudio y conservación
del pavón tanto en México como en
Guatemala, fueron: a) la constitución
en 2002 del “Comité Internacional para
la Conservación de Oreophasis der-
bianus y su Hábitat” y b) la creación del
fondo “Embajadores de las Nubes”. El
Comité Internacional (CI) tiene como
responsabilidad primaria la elabora-
ción, implementación y el seguimiento
del Plan de Conservación del Pavón y
su Hábitat en México y Guatemala. El
CI evalúa dicho plan mediante la orga-
nización de simposios y talleres bianua-
les en ambos países. El simposio más
reciente se realizó del 13 al 14 de no-
viembre de 2015, en San Cristóbal de
las Casas, Chiapas, en donde se actuali-
zaron y definieron nuevas acciones para
el plan de conservación y se expusieron
los avances en estudios puntuales y di-
ferentes estrategias de manejo y conser-
vación. El fondo “Embajadores de las
Nubes”, es un esfuerzo combinado de
varias instituciones zoológicas (Africam
Safari-México, Saint Louis Zoo-EUA,
Vogelpark Walsrode-Alemania y Crax
International-Bélgica) y se constitu-
yó para generar recursos económicos
que apoyen la realización de proyectos
de conservación in situ del pavón y su
hábitat. Sin duda, este fondo ha incidi-
do de manera sustancial en el avance
del conocimiento y conservación de O.
derbianus en ambos países. Por tanto,
la creación e integración de ambas es-
trategias es un buen ejemplo y un gran
esfuerzo para la conservación de una es-
pecie en riesgo, al menos en la región
mesoamericana, que bien pudiera repli-
carse en otras especies y sistemas bioló-
gicos en alguna categoría de amenaza.
La integración, consolidación y coor-
dinación de una red entre diversos cola-
boradores para el estudio y monitoreo
de O. derbianus en toda su área de dis-
tribución es esencial para diseñar e im-
plementar estrategias globales para su
conservación a largo plazo. Esta red de
colaboración debe ser transparente, in-
cluyente y debe definir las funciones es-
pecíficas y los modos de coordinación
de cada uno de los colaboradores des-
de la generación de datos en campo, su
análisis, el almacenamiento de datos e
información, hasta el flujo de dicha in-
formación entre todos los colaboradores
y usuarios de la misma. Esta estructura
de colaboración podría constituirse en la
base para crear una red más amplia que
evalúe la diversidad biológica y el fun-
cionamiento ecosistémico regional, más
allá de O. derbianus.
Recomendaciones
y consideraciones
Aunque hemos tenido avances sustan-
ciales en el conocimiento sobre la histo-
ria de vida del pavón, tanto en México
como en Guatemala, aún se requie-
re de la implementación de estudios y
acciones que deriven en un mejor en-
tendimiento de los factores biológicos,
ecológicos y sociales que permitan y
orienten la implementación de estrate-
gias de manejo y conservación a largo
plazo. Algunos de los estudios y accio-
nes necesarios en el corto, mediano y
largo plazos son:
Implementar un estudio y monitoreo
sobre los patrones ecológicos y fe-
nológicos de las especies vegetales
más importantes como recursos ali-
mentarios del pavón para relacionar
dichos patrones con su abundancia
y patrones reproductivos, y evaluar
también sus respuestas fisiológicas
y etológicas a cambios ambientales.
Continuar y fortalecer el programa
de monitoreo poblacional de largo
plazo en las reservas de la Biósfera
El Triunfo y Volcán Tacaná.
143
Realizar exploraciones en la RBET
para conocer con precisión su distri-
bución, con énfasis en las zonas nú-
cleo II a V.
Evaluar el estado de conservación
de las poblaciones de pavón y su há-
bitat en los Chimalapas, Oaxaca.
Conocer los patrones de movimiento
estacional e identificar los mecanis-
mos que determinan la ocupación,
abundancia y su variación espacio-
temporal a diferentes escalas con
el uso de telemetría convencional y
satelital.
Evaluar el papel del pavón en la di-
námica del BMM en los Chimalapas,
la RBET y el Volcán Tacaná.
Estudiar el patrón vocal diurno y es-
tacional, así como la variación indi-
vidual de los llamados de machos
adultos silvestres mediante el moni-
toreo acústico, como un método no
invasivo, usando sistemas autóno-
mos de grabación.
Evaluar el patrón de uso de bañade-
ros y su importancia en el ciclo bio-
lógico del pavón mediante el uso de
trampas-cámara.
Establecer y consolidar otras ANP:
los Chimalapas, Volcán Cerro Tres
Picos, Área de Protección de Recursos
Naturales La Frailescana, Cordón Pico
El Loro-Paxtal y la reserva binacio-
nal México-Guatemala en el Volcán
Tacaná.
Proteger y en su caso realizar accio-
nes de restauración ecológica de los
BMM que están experimentando un
acelerado proceso de degradación y
fragmentación en la Sierra Madre de
Chiapas.
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Mantener corredores de vegetación
en buen estado de conservación en
toda la Sierra Madre de Chiapas.
Evitar la minería a cielo abierto en
los BMM dentro y fuera de las ANP.
Asegurar poblaciones viables en
cautiverio a través de la implementa-
ción y fortalecimiento de programas
de investigación, manejo genético
y demográfico para una potencial
reintroducción de los descendientes.
Implementar programas de educa-
ción ambiental y alternativas de ma-
nejo y aprovechamiento sustentable
(ecoturismo, turismo rural, avituris-
mo, desarrollo comunitario, festiva-
les) en las reservas de la biósfera El
Triunfo y Volcán Tacaná, y en la re-
gión de los Chimalapas.
Organizar un programa de intercam-
bio de experiencias entre los acto-
res locales (monitores, tomadores
de decisiones) sobre conservación,
restauración, aviturismo, desarrollo
sostenible y monitoreo poblacional,
con el fin de socializar los conoci-
mientos generados.

Agradecimientos
Agradecemos el financiamiento otorgado por Embajadores de las Nubes, Saint Louis Zoo WildCare Institute, el Comité
Internacional para la Conservación de Oreophasis derbianus y su Hábitat, Idea Wild, Africam Safari, Zoológico Miguel
Álvarez del Toro, Vida Silvestre Dr. Jesús Estudillo López (El Nido), Cornell Lab of Ornithology. Al Instituto de Ecología,
AC y a El Colegio de la Frontera Sur por los apoyos complementarios para la realización de este estudio. A la CONANP y a
la RBET por todas las facilidades y apoyos otorgados para la coordinación e implementación del trabajo en la Zona Núcleo I
de la propia reserva. A todo el personal de la reserva, particularmente a A. Gálvez Gálvez, E. López Gálvez, I. Gálvez Gálvez,
R. Gálvez Roblero y R. Mengchu Guerrero. A todos los estudiantes y voluntarios por su ayuda en las diversas actividades en
campo en la RBET y áreas circundantes. A Roberto Vargas Masis por la edición de las figuras.

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147
JORGE SILVA

Spizaetus ornatus

148
 Distribución de las Aves Rapaces Diurnas en la Reserva de la
Biósfera El Triunfo
Paula L. Enríquez*, José Raúl Vázquez-Pérez y Noé Jiménez Lang
Departamento de Conservación de la Biodiversidad. El Colegio de la Frontera Sur, Unidad San Cristóbal de las Casas, Carretera
Panamericana y Periférico Sur s/n. Barrio de María Auxiliadora, C.P. 29290. San Cristóbal de las Casas, Chiapas. México.
Introducción
D e acuerdo a las historias de vida
de las especies y la capacidad
que tengan en su dispersión, algunas de
ellas pueden ocupar sitios restringidos
y otras grandes áreas de distribución.
La persistencia de las especies en pai-
sajes heterogéneos dependerá princi-
palmente de la disponibilidad y arreglo
espacial de los hábitats óptimos (e.g.,
condiciones ambientales para la re-
producción y supervivencia; Douglas
1997). Paralelamente, los patrones de
abundancia dependerán de los reque-
rimientos particulares de cada especie
y su capacidad para desplazarse y se-
leccionar hábitats óptimos (Moilanen
y Hanski 1998). Las aves rapaces diur-
nas son un grupo que presenta carac-
terísticas de depredadores y al estar
en el tope de la cadena trófica pue-
den mantener las poblaciones de sus
presas en tamaños óptimos (Newton
1979, Bierregaard 1988), por lo tanto
son consideradas importantes en la es-
tructura de los ecosistemas naturales.
Como aves diurnas se incluyen a las
águilas, gavilanes, aguilillas, milanos,
halcones y zopilotes.
México presenta un total de 56 espe-
cies de rapaces, y en Chiapas se distri-
buyen 49 de estas, lo que representa el
87.5 % del total (Navarro et al. 2004,
Rangel-Salazar et al. 2005) esto indi-
ca una alta riqueza de especies y diver-
sidad, sin embargo, se han realizado
E-mail:*penrique@ecosur.mx
muy pocos o nulos estudios sobre as-
pectos ecológicos y biológicos de estas
especies en México. Las aves rapaces
diurnas presentan características que
las hacen sensibles a cambios en su
ambiente por lo tanto son poco abun-
dantes, no obstante pueden presentar
áreas de acción amplias y una alta lon-
gevidad. Por estas características varias
especies se han incluido en alguna ca-
tegoría de riesgo dentro de la Norma
Oficial Mexicana (SEMARNAT
2010). En Chiapas, 43 especies de ra-
paces están consideradas en alguna
categoría de riesgo (en peligro de ex-
tinción, amenazadas o en protección
especial; Rangel-Salazar et al. 2005,
SEMARNAT 2010). Por lo tanto este
grupo de aves debería ser considerado
como prioritario para la conservación,
pero sobre todo para la investigación
(Rangel-Salazar et al. 2005). Es nece-
sario incrementar los estudios ecológi-
cos para entender mejor los patrones de
distribución, variación en las abundan-
cias y dinámicas poblacionales de este
grupo, debido a que son pocos o nulos
los estudios relacionados a la diversi-
dad, abundancia, uso de hábitat y ocu-
pación de especies de aves rapaces en
el sur de México (e.g., Vázquez-Pérez
2009, De Labra 2010, Rivera 2010,
Enríquez et al. 2014).
En la Reserva de la Biosfera El
Triunfo se han registrado un total de 36
especies de rapaces diurnas (e.g., tres
149
zopilotes, 26 gavilanes y águilas; sie-
te halcones; Cuadro1). La mayoría son
especies residentes y solo ocho son mi-
gratorias latitudinales. Con respecto a su
estado de conservación, 23 especies es-
tán en alguna categoría de riesgo (64%;
SEMARNAT 2010, Cuadro1). Destacan
cinco especies en peligro de extinción:
el zopilote rey (Sarcoramphus papa),
el águila solitaria (Buteogallus solita-
rius), el águila arpía (Harpia harpyja),
el águila tirana (Spizaetus tyrannus), y
el águila elegante (S. ornatus; Cuadro1).
En el caso particular del águila ar-
pía, un ejemplar del zoológico Miguel
Álvarez del Toro procedía de la Sierra
Madre de Chiapas y actualmente la piel
del águila se resguarda en la Colección
Ornitológica del Instituto de Historia
Natural (IHNORNI) (Vázquez-Pérez et
al. 2018, en este volumen).
Métodos y resultados
A partir de un proyecto del Programa de
Conservación de Especies en Riesgo de
la CONANP, PROCER 2014-2015 el
cual evaluó la distribución y abundancia
de las aves rapaces diurnas en la Reserva
de la Biósfera El Triunfo, La Sepultura
y el Istmo Oaxaqueño (Enríquez et al.
2015), así como de registros de cam-
po desde 2010 (Vázquez-Pérez datos
no publ.), se realizó un listado y se ob-
tuvo un total de 24 especies (Cuadro2).
Del total de especies, una de ellas pre-
senta sensibilidad alta a disturbios hu-
manos (e.g., Pseudastur albicollis), 15
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Cuadro1. Aves rapaces diurnas reportadas en la Reserva de la Biósfera El Triunfo, Chiapas.

Familia/Nombre científico Nombre común St Sens NOM-059-2010

Cathartidae Zopilotes
Coragyps atratus Zopilote común R B
Cathartes aura Zopilote aura R B
Sarcoramphus papa Zopilote rey R M P
Accipitridae Águilas y aguilillas
Pandion haliaetus** Gavilán pescador ML M
Leptodon cayanensis* Gavilán cabeza gris R M Pr
Chondrohierax uncinatus Gavilán pico gancho R M Pr
Elanus leucurus** Milano cola blanca R B
Harpagus bidentatus Gavilán bidentado R M Pr
Ictinia mississippiensis** Milano de misisipi ML M Pr
Ictinia plumbea** Milano plomizo ML M Pr
Accipiter striatus** Gavilán pecho rufo ML M Pr
Accipiter striatus (chionogaster) Gavilán pecho blanco R M
Accipiter cooperii Gavilán de cooper ML M Pr
Geranospiza caerulescens** Gavilán zancón R M A
Pseudastur albicollis Aguililla blanca R A Pr
Buteo plagiatus Aguililla gris R M
Buteogallus anthracinus Aguililla-negra menor R M Pr
Buteogallus urubitinga Aguililla negra mayor R M Pr
Buteogallus solitarius** Águila solitaria R A P
Rupornis magnirostris Aguililla caminera R B
Buteo platypterus** Aguililla ala ancha ML M Pr
Buteo brachyurus Aguililla cola corta R M
Buteo swainsoni** Aguililla de swainson ML M Pr
Geranoaetus albicaudatus Aguililla cola blanca R B Pr
Buteo albonotatus Aguililla aura ML M Pr
Buteo jamaicensis Aguililla cola roja R B
Harpia harpyja** Águila arpía R A P
Spizaetus tyrannus Águila tirana R M P
Spizaetus ornatus Águila elegante R M P
Falconidae Halcones y caracarás
Caracara cheriway** Quebrantahuesos R B
Herpetotheres cachinnans Halcón guaco R B
Micrastur ruficollis Halcón selvático barrado R M Pr
Micrastur semitorquatus Halcón selvático de collar R M Pr
Falco sparverius Cernícalo americano R B
Falco rufigularis Halcón enano R B
Falco peregrinus Halcón peregrino ML M Pr

St: Estacionalidad (R: Residente, ML: Migratorio latitudinal), Sens: Sensibilidad a las perturbaciones humanas (A: Alta, M: Media, B: Baja) y cate-
gorías de riesgo (Pr: Sujeta a protección especial, A: Amenazada, P: En peligro de extinción). Especies reportadas en la literatura:* SEMAVIHN
(2010), **Martínez-Camilo (2014). Se siguió la lista taxonómica del American Ornithologists´ Union check-list y suplementos (AOU 2016).

150
especies sensibilidad media y ocho es-
pecies sensibilidad baja (según Stotz et
al. 1996). Las aves se registraron en cua-
tro sitios (El Campamento Quetzal, El
Campamento El Triunfo, Santa Rita y
El Paval; Figura 1), en este último sitio
se registró el mayor número de especies
con 17, y seguido por el Cerro Quetzal
con 14 en el Polígono III (Cuadro2). Del
total de especies registradas, cinco pre-
sentaron una distribución amplia en los
cuatro sitios estudiados: el zopilote ne-
gro o común (Coragyps atratus) y zo-
pilote aura o de cabeza roja (Cathartes
aura), el aguililla gris (Buteo plagiatus)
y los halcones guaco (Herpetotheres ca-
chinnans) y el halcón selvático barrado
(Micrastur ruficollis; Cuadro2). Estas
especies presentan amplia distribución
en las áreas tropicales con distribu-
ción hasta Sudamérica (Ferguson-Lee y
Christie 2005). Las aguilillas y halcones
habitan principalmente en bosques y sel-
vas, rara vez se pueden registrar en bor-
des de bosques y en ocasiones en áreas
semi-abiertas o zonas con árboles aisla-
dos (Howell y Webb 1995).
Durante el estudio se utilizaron dos
metodologías o técnicas de muestreo,
las cuales fueron registro de individuos
en trayectos y en puntos elevados de
observación. Cuatro especies presen-
taron un mayor número de registros
en los trayectos y que se encuentran
en la Norma Oficial Mexicana-059
(SEMARNAT 2010): Pseudastur albi-
collis presentó una abundancia relativa
de 0.18 ind/km, Spizaetus ornatus con
0.12 ind/km, Sarcoramphus papa con
0.09 ind/km y Micrastur ruficollis con
0.09 ind/km (Figura 2). Con el muestreo
de puntos elevados las especies más re-
gistradas fueron Micrastur ruficollis
con 0.05 ind/hora y Geranoaetus albi-
caudatus con 0.04 ind/hora (Figura 3).
La especie Pseudastur albicollis es
considerada altamente sensible a dis-
turbios humanos, aunque de preocu-
pación menor, pero con poblaciones
en decremento por la UICN (BirdLife
International 2016). Esta especie pre-
sentó mayores abundancias en la
Reserva de la Biosfera El Triunfo com-
parada con la Reserva de la Biosfera
Selva El Ocote durante 2013 (0.05 ind/
km, Enríquez et al. 2014). La especie
Spizaetus ornatus también presentó un
elevado número de registros. A esta espe-
cie conocida comúnmente con el nombre
de águila de penacho o elegante siempre
se le asocia con selvas o bosques bien
conservados y aunque durante este estu-
dio se le observó también en vegetación
secundaria. En La Reserva de la Biosfera
La Sepultura y en Regiones Prioritarias
de Conservación del Istmo Oaxaqueño
la registramos en menores abundan-
cias que en El Triunfo (Enríquez et al.
2015). El zopilote rey (Sarcoramphus
papa) es considerado con poblaciones en
decremento y por lo tanto está en preo-
cupación menor por la IUCN (BirdLife
International 2016) y en peligro de ex-
tinción en México (SEMARNAT 2010).
Aunque tiene una amplia distribución en
América sus poblaciones están conside-
radas en disminución por la pérdida de
los bosques donde habita. Esta especie se
ha registrado también en la Sepultura y
en sitios del Istmo Oaxaqueño. También
se ha registrado en la Reserva de la
Biosfera Selva El Ocote (Rivera 2010).
La especie Micrastur ruficollis es un hal-
cón selvático asociado a ambientes poco
perturbados y está en categoría de pro-
tección especial (SEMARNAT 2010)
y preocupación menor con poblacio-
nes que están disminuyendo (BirdLife
International 2016). En este estudio fue
de las especies más registradas en El
151
Triunfo, también ha sido registrada en la
Selva El Ocote, La Sepultura y Regiones
del Istmo Oaxaqueño (Enríquez et al.
2014, 2015). La especie Geranoaetus
albicaudatus presenta una amplia distri-
bución en América, aunque en México
y Centroamérica esta es fragmenta-
da, la UICN considera que las pobla-
ciones están incrementando (BirdLife
International 2016). Esta especie es re-
lativamente común en zonas áridas y
puede habitar en vegetación secundaria,
pero también en ambientes de matorra-
les, pastizales y zonas boscosas monta-
nas (González-Salazar 2010).
Dos especies que presentaron ba-
jas abundancias en El Triunfo fueron
Harpagus bidentatus y Buteogallus
urubitinga. Harpagus bidentatus es
una especie Neotropical y en México
solo se distribuye en los bosques tro-
picales del sureste (e.g., Veracruz,
Oaxaca, Chiapas). La especie B. uru-
bitinga tiene una amplia distribución
en el neotrópico y está asociado a hábi-
tats alterados, sabanas con humedales
o mosaicos de bosques con cuerpos de
agua (Márquez et al. 2005). También
se registraron especies migratorias la-
titudinales como Accipiter cooperii y
Buteo albonotatus, consideradas gene-
ralistas pero incluidas en el listado de
la NOM como protección especial. En
las tierras bajas tropicales, se les puede
observar en bordes o claros de bosques,
áreas de cultivo, caminos y a orillas
de cuerpos de agua (Ferguson-Lees y
Christie 2005, Márquez et al. 2005).
Las amenazas que enfrentan las ra-
paces diurnas son diversas, sin embargo
una de las principales es la pérdida de
áreas boscosas, así como el uso de pla-
guicidas que influyen en su reproduc-
ción (van Wyk et al. 2001). Además de
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Cuadro2. Distribución de aves rapaces diurnas en cuatro sitios de la Reserva de la Biósfera El Triunfo.

Familia/Nombre científico Nombre común Quetzal Triunfo Santa Rita El Paval

Cathartidae
Coragyps atratus Zopilote común X X X X
Cathartes aura Zopilote aura X X X X
Sarcoramphus papa Zopilote rey X X
Accipitridae
Chondrohierax uncinatus Gavilán pico gancho X
Harpagus bidentatus Gavilán bidentado X
Accipiter striatus (chionogaster) Gavilán pecho blanco X
Accipiter cooperii Gavilán de cooper X
Pseudastur albicollis Aguililla blanca X X
Buteo plagiatus Aguililla gris X X X X
Buteogallus anthracinus Aguililla negra menor X X
Buteogallus urubitinga Aguililla negra mayor X X
Rupornis magnirostris Aguililla caminera X X
Buteo brachyurus Aguililla cola corta X X
Geranoaetus albicaudatus Aguililla cola blanca X X X
Buteo albonotatus Aguililla aura X X
Buteo jamaicensis Aguililla cola roja X X X
Spizaetus tyrannus Águila tirana X X
Spizaetus ornatus Águila elegante X X X
Falconidae
Herpetotheres cachinnans Halcón guaco X X X X
Micrastur ruficollis Halcón selvático barrado X X X X
Micrastur semitorquatus Halcón selvático de collar X X
Falco sparverius Cernícalo americano X X
Falco rufigularis Halcón enano X X X
Falco peregrinus Halcón peregrino X
  Riqueza 14 13 13 17

152
Figura 1. Ubicación geográfica de los sitios de estudio en la Reserva de la Biósfera El Triunfo.

153
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Figura 2. la persecución o cacería por conside-

rarlas causantes de daños domésticos,
principalmente porque llegan a cazar
aves de corral (e.g., gallinas) o son usa-
das para remedios curativos (e.g., el zo-
pilote; Enríquez et al. 2015).

Conclusiones
A pesar de la elevada diversidad de ra-
paces en Chiapas y de la importancia
ecológica que presentan, la informa-
ción ecológica en Chiapas es muy li-
mitada. Es necesario realizar diversos
estudios a largo plazo que evalúen las
variaciones en la distribución y abun-
dancia, para así entender los patrones
Abundancia relativa (Núm. ind/km recorrido) de aves rapaces en trayectos (2014-2015) y por ecológicos y como los cambios am-
categoría de riesgo (Pr: Sujeta a protección especial y P: En peligro de extinción) en la Reserva bientales y antropogénicos influyen
de la Biósfera El Triunfo.
en estas variaciones. Estudios a nivel
de comunidades son importantes, pero
Figura 3. también se debe poner atención a estu-
dios poblacionales y a la información
sobre las historias de vida de las espe-
cies que permitirán ayudar a realizar un
efectivo manejo y conservación estas
especies.

Abundancia relativa (Núm. ind/hora) de aves rapaces en puntos elevados de observación (2014-
2015) y categoría de riesgo (Pr: Sujeta a protección especial y P: En peligro de extinción) en la
Reserva de la Biósfera El Triunfo.

154
JORGE SILVA

Buteo jamaicensis

155
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Agradecimientos
A Pedro Ramírez, Ruth Partida Lara, Jorge Serrano y Jesús Ernesto Pérez por su ayuda en campo. A los directivos de la
Reserva de la Biosfera El Triunfo por los permisos para realizar el estudio en la reserva y a los guardaparques, Ismael Gálvez,
Anelfo Gálvez, Ramiro Gálvez y Edilberto López por su apoyo constante en campo. A Jorge Silva Rivera por las fotografías
para ilustrar este capítulo. La información obtenida en este estudio fue gracias al proyecto PROCER 2015 titulado: Acciones
de conservación de águilas neotropicales y el zopilote rey en regiones prioritarias de Chiapas y Oaxaca, por lo que agradece-
mos a la SEMARNAT y CONANP. Así como a El Colegio de la Frontera Sur por el apoyo logístico.

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Cristóbal de Las Casa, Chiapas.

157
JORGE SILVA

Lophornis-helenae

158
 Distribución y Diversidad de colibríes en la Reserva de la
Biósfera El Triunfo
Ruth Partida Lara* y Paula L. Enríquez
Departamento de Conservación de la Biodiversidad. El Colegio de la Frontera Sur, Unidad San Cristóbal de las Casas,
Carretera Panamericana y Periférico Sur s/n. Barrio de María Auxiliadora, C.P. 29290. San Cristóbal de las Casas, Chiapas. México.
Introducción
E l rango de distribución de las espe-
cies animales a una escala latitudi-
nal y altitudinal determinará los valores
de diversidad que se registren en un si-
tio dado. Las especies se distribuyen de
forma latitudinal con desplazamientos
de larga distancia (Brown y Lomolino
1998) y altitudinal durante parte del
año en cortas distancias (Newton 2008,
Pellissier et al. 2012). La manera en que
se distribuyen las especies se encuentra
relacionado con mecanismos bióticos
(interacciones de competencia) y abió-
ticos (filtro ambiental). Las condicio-
nes ambientales en los sitios en donde
se encuentran, afectan su superviven-
cia al generase variaciones espacio-tem-
porales en la producción de alimento y
condiciones climáticas adecuadas para
permanecer en estos (Wolf et al. 1976,
Arizmendi y Ornelas 1990, Cotton
2003). En las interacciones, los organis-
mos deben competir por un espacio en
donde habitar y obtener sus recursos ali-
menticios (Newton 1998, Jankowski et
al. 2010). Los colibríes son las aves más
especializadas en el consumo de néc-
tar y que además consumen artrópodos
para obtener nutrientes como proteínas.
En este grupo de aves se ha registrado
que los mecanismos bióticos y abióticos
determinan su distribución y diversidad
a través de la latitud y altitud (Graham et
al. 2012, Lessard et al. 2016). Los coli-
bríes son el segundo grupo de aves más
E-mail:* rpartida@ecosur.edu.mx
diverso en el continente americano con
343 especies y son fundamentales en el
funcionamiento de los ecosistemas. Se
han registrado al menos 1339 especies
de plantas que son polinizadas por los
colibríes (Wolf et al. 1976, Arizmendi y
Rodríguez-Flores 2012).
En Chiapas, se distribuyen 38 espe-
cies (66.6%) de colibríes, de las 57 es-
pecies registradas para México. En la
Sierra Madre de Chiapas se encuentra
el mayor número de especies de coli-
bríes para Chiapas, con 31 especies, de
las cuales 13 están bajo alguna catego-
ría de riesgo de conservación (siete ame-
nazadas y seis en protección especial,
SEMARNAT 2010). Estas especies se
distribuyen en un rango altitudinal de
300 a 4110 msnm bajo diferentes tipos de
vegetación; como selvas bajas caducifo-
lias y bosques mesófilos (SEMARNAT
2010). La Sierra Madre de Chiapas pre-
senta la mayor diversidad biológica,
cultural y áreas importantes en la pro-
ducción de café del país (Rangel-Salazar
et al. 2005). Asimismo, es considerada
como un centro de endemismos de aves
(Bibby et al. 1992) y de otros organis-
mos como mariposas y salamandras
(De la Maza y De la Maza 1984, Wake
1987, Lynch y Wake 1989). La Reserva
de la Biosfera El Triunfo ubicada en la
Sierra Madre presenta 10 tipos de ve-
getación, los cuales representan refugio
para un gran número de especies de flo-
159
ra y fauna silvestres que son endémicas
o se encuentran bajo alguna categoría de
conservación (SEMARNAT 2010).
En la Reserva de la Biósfera El
Triunfo se registran 15 géneros de co-
libríes de 24 especies (Cuadro 1), cin-
co se encuentran amenazadas y cuatro
en protección especial según la Normal
Oficial Mexicana 059 (SEMARNAT
2010). Tres especies de colibríes reali-
zan movimientos latitudinales y altitudi-
nales en El Triunfo: colibrí de garganta
roja (Archilochus colubris) es migrato-
ria latitudinal procedente de Canadá y
Estados Unidos, especies como el coli-
brí garganta negra (Anthracothorax pre-
vostii) y el colibrí cándido (Amazilia
candida) son residentes en México y
realizan movimientos regionales en in-
vierno, probablemente de la zona Norte
y Oriente de Chiapas hacia la costa del
estado (Howell y Webb 1995) siguiendo
la floración de las plantas como se ob-
serva en otras especies de colibríes (de
Queiroz y Galarda 2007). Las especies
de colibríes restantes (n=21) son resi-
dentes en la reserva El Triunfo durante
todo el año, pero su distribución varia de
manera altitudinal y entre las vertientes
(Pacífico y Depresión Central) que con-
forma esta área (INE 1998).
Resultados
En la vertiente del Pacífico de El
Triunfo de los 300 a los 2,500 msnm se
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

JORGE SILVA

JORGE SILVA
Campyleupterus hemileucurus Abeillia abeillei
JOSÉ RAÚL VÁZQUEZ

JOSÉ RAÚL VÁZQUEZ

Abeillia abeillei Atthis ellioti
RUTH PARTIDA

JOSÉ RAÚL VÁZQUEZ

Campylopterus hemileucurus Campylopterus rufus

160
NOE LANG
Lampornis viridipallens
JOSÉ RAÚL VÁZQUEZ
Lamprolaima rhami
han registrado 17 especies de colibríes
(2015-2016), en donde la mayor diver-
sidad (7.7 número de efectivo especies)
se presentó entre los 1,000 y 2,000
msnm (H2 = 7.2, P = 0.02, Cuadro 2).
Las especies de colibríes Lampornis vi-
ridipallens (231.6 ind/km2), Amazilia
candida (144.2 ind/km2) y Amazilia
beryllina fueron las especies más abun-
dantes (91.1 ind/km2; Partida-Lara
2017, Partida-Lara et al. 2018). En
esta vertiente se registraron únicamen-
te las hembras del colibrí garganta rubí
(Archilochus colubris), respondiendo
Lophornis helenae
Lamprolaima rhami
posiblemente a las rutas migratorias la-
titudinales diferentes entre hembras y
machos para evitar la competencia por
los recursos (Witt y Dickerman 2012,
Partida-Lara 2017). Los colibríes se
alimentaron de artrópodos pertenecien-
tes a nueve Órdenes, siendo los moscos
(Diptera) y las avispas (Hymenoptera)
los más consumidos (datos no publi-
cados). Además, los colibríes polini-
zaron 58 especies de plantas, las más
importantes fueron Fuchsia panicu-
lata, Handroanthus impetiginosus y
161
JORGE SILVA
RUTH PARTIDA
Schizolobium parahyba (Partida-Lara
2017, Partida-Lara 2018).
Conclusiones
El conocimiento de los colibríes en El
Triunfo y en general en Chiapas es es-
caso, se tiene información para otras
regiones de México, pero poca para el
sur del país (Arizmendi et al. 2016).
Actualmente existe una disminución en
las poblaciones de organismos poliniza-
dores, lo cual afectará el funcionamien-
to de los ecosistemas y la seguridad de
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Cuadro 1. Colibríes registrados en la Reserva de la Biósfera El Triunfo, Chiapas.

Clasificación taxonómica Nombre común St Sens NOM-059-2010

Trochilidae Colibríes

Campylopterus rufus Fandanguero rojizo R M Pr

Campylopterus hemileucurus Fandanguero morado R M

Colibri thalassinus Colibrí oreja violeta R B

Anthracothorax prevostii Colibrí garganta negra R B

Abeillia abeillei Colibrí pico corto R M Pr

Lophornis helenae Coqueta cresta negra R M A

Chlorostilbon canivetii Esmeralda tijereta R B

Hylocharis eliciae Zafiro garganta azul R M

Hylocharis leucotis Zafiro oreja blanca R M

Amazilia candida Colibrí cándido R M

Amazilia cyanocephala Colibrí corona azul R M

Amazilia beryllina Colibrí berilo R M

Amazilia cyanura Colibrí cola azul R B

Amazilia rutila Colibrí canela R B

Amazilia viridifrons Colibrí frente verde R M A

Lampornis viridipallens Colibrí garganta verde R M Pr

Lampornis amethystinus Colibrí garganta amatista R M

Lamprolaima rhami Colibrí ala castaña R M A

Eugenes fulgens Colibrí magnífico R M

Heliomaster longirostris Colibrí pico largo R M Pr

Heliomaster constantii Colibrí picudo R M

Tilmatura dupontii Colibrí cola pinta R M A

Archilochus colubris Colibrí garganta rubí MLD B

Atthis ellioti Zumbador magenta R M A

162
Cuadro 2. Colibríes registrados en la vertiente del Pacífico por altitud en la Reserva de la Biósfera
El Triunfo, Chiapas.

  Altitud
Alta Media Baja
Clasificación taxonómica (300-1,000) (1,000-2,000) (2,000-2,500)
Campylopterus rufus X X X

Campylopterus hemileucurus X X X

Anthracothorax prevostii X

Abeillia abeillei X X X

Lophornis helenae X

Hylocharis eliciae X X

Amazilia candida X X

Amazilia beryllina X X X

Amazilia rutila X X

Lampornis viridipallens X X

Lampornis amethystinus X X

Lamprolaima rhami X X

Eugenes fulgens X

Heliomaster constantii X X

Tilmatura dupontii X X X

Archilochus colubris X X

Atthis ellioti X X

la humanidad en la obtención de recur- puedan establecer estrategias que contri-

sos (Kearns et al. 1998). Por tanto, es buyan a su conservación y al manejo de
necesario generar mayor conocimiento a sus hábitats.
largo plazo sobre las tendencias pobla-
cionales, éxito reproductivo, manejo del
hábitat y recursos alimenticios de estas
aves para que los manejadores de áreas
naturales protegidas e investigadores

163
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Agradecimientos
A N. Jiménez, J. Pérez, J. Serrano, C. Bonifaz, A. Arreola, P. Ramírez, L. Yunes, M. Carrillo y varios voluntarios que
participaron en varias fases en el trabajo de campo. A las personas del Ejido Tres de Mayo, municipio de Mapastepec, por
permitirnos trabajar en sus tierras y por su apoyo en campo. A los guardaparques y directivos de la Reserva de la Biosfera El
Triunfo por su apoyo en la logística de campo. A Jorge Silva por apoyarnos con las fotografías que ilustran este capítulo. El
financiamiento para este estudio fue con recursos fiscales de ECOSUR, al proyecto PROCER 2014 y a la beca otorgada al
primer autor (CONACyT 378019).

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165
JORGE SILVA

Zorra gris, Urocyon cinereoargenteus.

166
 Mamíferos de la Reserva de la Biósfera El Triunfo
Eduardo J. Naranjo* y Jorge E. Bolaños-Citalán
Departamento Conservación de la Biodiversidad, El Colegio de la Frontera Sur, Unidad San Cristóbal de las Casas, Carretera Panamericana y
Periférico Sur s/n. Barrio de María Auxiliadora, C.P. 29290. San Cristóbal de las Casas, Chiapas. México. E-mail: *enaranjo@ecosur.mx

Introducción bosque de pino-encino y selvas altas y Los mamíferos silvestres mejor re-

L os mamíferos silvestres cumplen

funciones fundamentales en la di-
námica de los ecosistemas que ocupan
al participar de manera muy relevante
en procesos de polinización, herbivoría,
dispersión de semillas y depredación.
Además, estos vertebrados han cons-
tituido recursos de subsistencia muy
importantes como fuentes de alimen-
to, compañía, medios de transporte,
vestimenta, herramientas, substancias
medicinales y objetos rituales para las
sociedades humanas desde sus orígenes
(Naranjo et al. 2005). México ocupa el
cuarto lugar en el mundo en cuanto a
su riqueza de mamíferos silvestres con
523 especies (IUCN 2017). Chiapas
presenta el segundo lugar en diversi-
dad de este grupo a nivel estatal en el
país con 211 especies, solo precedido
por el estado de Oaxaca (Naranjo et al.
medianas) en una superficie de 119,177
hectáreas distribuidas en un gradiente
altitudinal que varía desde los 450 has-
ta cerca de 2,500 metros sobre el nivel
del mar y con niveles de precipitación
de hasta 4,000 mm anuales (INE 1999).
Las 120 especies de mamíferos silves-
tres registradas en la REBITRI corres-
ponden al 56.9% de las especies de este
grupo distribuidas en Chiapas (Lorenzo
et al. 2017) y representan el 22.9% de
las especies de mamíferos de México
(IUCN 2017). Esta reserva ocupa el se-
gundo lugar en riqueza de mamíferos
entre las áreas naturales protegidas del
país, solo precedida por la Reserva de
la Biosfera Montes Azules (122 espe-
cies; Lorenzo et al. 2017).
presentados en la REBITRI son los mur-
ciélagos, los roedores y los carnívoros
(Espinoza et al. 1998, García-Estrada
et al. 2006, Mena y Medellín 2017). El
orden Chiroptera (murciélagos) aporta
el mayor número de especies (56), las
cuales representan el 46.6% y el 10.7%
de la diversidad de mamíferos de la
REBITRI y de México, respectiva-
mente. Posteriormente se encuentra el
orden Rodentia (roedores), con 32 es-
pecies que constituyen 26.7% y 6.1%
de la riqueza local (REBITRI) y nacio-
nal de mamíferos. En tercer lugar está
el orden Carnívora (carnívoros), con
15 especies que equivalen al 12.5% y
2.9% de la mastofauna de la REBITRI
y de México, respectivamente. Cada
uno de los restantes ocho órdenes de

JORGE SILVA
2005, Naranjo et al. 2013, Lorenzo et
al. 2017, Porter et al. 2017). Una de las
regiones más relevantes en Chiapas por
su riqueza de mamíferos (120 especies;
Cuadro 1) y el buen estado de con-
servación de sus bosques es la Sierra
Madre, donde se ubica la Reserva de la
Biósfera El Triunfo (REBITRI).

La REBITRI se encuentra en la
Sierra Madre de Chiapas (parte de los
municipios de Acacoyahua, Ángel
Albino Corzo, Escuintla, La Concordia,
Mapastepec, Montecristo de Guerrero,
Pijijiapan, Siltepec y Villacorzo) e in-
cluye diversos tipos de bosques (princi-
palmente bosque mesófilo de montaña, Pecari de collar, Pecari tajacu.

167
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
JORGE SILVA
Venado temazate, Mazama temama.
mamíferos presentes en la REBITRI
está representado por 10 especies o me-
nos: Soricomorpha (musarañas, cuatro
especies); Didelphimorphia (tlacuaches,
cuatro especies); Artiodactyla (venados
y pecaríes, tres especies); Primates (mo-
nos, una especie); Cingulata (armadillos,
una especie), Pilosa (hormigueros, una
especie) y Lagomorpha (conejos, una
especie), y Perissodactyla (tapires, una
especie) (Cuadro 1).
Aun cuando el estado de conserva-
ción de la mayor parte de los bosques
presentes dentro de la REBITRI es bue-
no en términos generales, el incremento
de la población humana y sus necesida-
des en las comunidades asentadas en su
interior y en sus inmediaciones, consti-
tuye un reto para el mantenimiento de
la biodiversidad del área protegida a
largo plazo. Entre los factores directos
de amenaza a los mamíferos silvestres
de la REBITRI destacan la fragmenta-
ción y pérdida de la cobertura forestal,
debida principalmente a la expansión
de la ganadería bovina y la agricultura
comercial, el crecimiento de los asen-
tamientos humanos, los incendios fo-
restales y la apertura de nuevas vías
de comunicación. La fragmentación
y pérdida de hábitat pueden ocasionar
aislamiento reproductivo de las pobla-
ciones, lo que favorece la endogamia y
la pérdida de variabilidad genética, que
a su vez incrementan el riesgo de extin-
ción local (Primack 1998). Otros fac-
tores de riesgo para los mamíferos de
la REBITRI son la cacería sin control
de especies medianas y grandes en al-
gunos sectores (especialmente fuera de
los polígonos núcleo de la reserva), los
168
efectos de la competencia, las enferme-
dades y el parasitismo ocasionados por
fauna introducida (e.g., bovinos, equi-
nos, caprinos, porcinos, caninos y feli-
nos), y los efectos del cambio climático
global (Naranjo et al. 2013).
Entre los mamíferos más vulnerables
de la REBITRI se encuentran aquellos
que requieren de grandes extensiones
de bosques para sobrevivir (sus ámbi-
tos hogareños son muy amplios), los de
baja tasa reproductiva, y los que poseen
requerimientos de hábitat muy especia-
lizados (e.g., cobertura forestal diver-
sa y continua). Entre dichas especies
destaca el mono araña (Ateles geoffro-
yi), la rata acuática (Rheomys thomasi),
carnívoros como el jaguar (Panthera
onca), el puma (Puma concolor), el
Cuadro 1. Lista taxonómica de mamíferos silvestres presentes en la Reserva de la Biosfera El
Triunfo, Chiapas. México.
CATEGORÍA TAXONÓMICA DIS NOM 059 UICN CITES

ORDEN DIDELPHIMORPHIA
FAMILIA DIDELPHIDAE
Didelphis marsupialis Linnaeus, 1758 LC
Didelphis virginiana Kerr, 1792 LC
Philander opossum (Linnaeus, 1758) LC
Marmosa mexicana Merriam, 1897 LC

ORDEN CINGULATA
FAMILIA DASYPODIDAE
Dasypus novemcinctus Linnaeus, 1758 LC

ORDEN PILOSA
FAMILIA MYRMECOPHAGIDAE
Tamandua mexicana (de Saussure, 1860) P LC III

ORDEN SORICOMORPHA
FAMILIA SORICIDAE
Cryptotis goodwini Jackson, 1933 LC
Cryptotis parvus (Say, 1822) LC
Cryptotis tropicalis (Merriam, 1895) Pr DD
Sorex salvini (Merriam, 1892) DD
Sorex veraepacis Alston, 1877 A LC

ORDEN CHIROPTERA
FAMILIA EMBALLONURIDAE
Rhynchonycteris naso (Wied-Neuwied, 1820) Pr LC
Saccopteryx bilineata (Temminck, 1838) LC

FAMILIA MOLOSSIDAE
Eumops auripendulus (Shaw, 1800) LC

169
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Eumops underwoodi Goodwin, 1940 LC

Molossus molossus (Pallas, 1766) LC
Molossus rufus É. Geoffroy St.-Hilaire, 1805 LC
Tadarida brasiliensis (I. Geoffroy Saint-Hilaire,1824) LC
FAMILIA MORMOOPIDAE
Mormoops megalophylla (Peters, 1864) LC
Pteronotus davyi Gray, 1838 LC
Pteronotus parnellii (Gray, 1843) LC
Pteronotus personatus (J.A. Wagner, 1843) LC

FAMILIA NOCTILIONIDAE
Noctilio leporinus (Linnaeus, 1758) LC

FAMILIA PHYLLOSTOMIDAE
Carollia perspicillata (Linnaeus, 1758) LC
Carollia sowelli Baker, Solari y Hoffmann,2002 LC
Carollia subrufa (Hahn, 1905)
Desmodus rotundus (É. Geoffroy St.-Hilaire, 1810)
Anoura geoffroyi Gray, 1838 LC
Choeroniscus godmani (Thomas, 1903) LC
Hylonycteris underwoodi Thomas, 1903 LC
Glossophaga commissarisi Gardner, 1962 LC
Glossophaga leachii (Gray, 1844) LC
Glossophaga morenoi Martinez y Villa, 1938 EMX LC
Glossophaga soricina (Pallas, 1766) LC
Glyphonycteris sylvestris (Thomas, 1896) LC
Lonchorhina aurita Tomes, 1863 A LC
Lampronycteris brachyotis (Dobson, 1879) A LC
Mycronycteris microtis Miller, 1898 LC
Trachops cirrhosus (Spix, 1823) A LC
Lophostoma evotis (W.B. Davis y Carter, 1978) LC
Phyllostomus discolor (J.A. Wagner, 1843) LC
Chrotopterus auritus (Peters, 1856) A LC
Artibeus jamaicensis Leach, 1821 LC
Artibeus lituratus (Olfers, 1818) LC

170
 Dermanura phaeotis Miller, 1902 LC
Dermanura tolteca (de Saussure, 1860) LC
Dermanura watsoni (Thomas, 1901) Pr LC
Enchisthenes hartii (Thomas, 1892) Pr LC
Centurio senex Gray, 1842 LC
Chiroderma salvini Dobson, 1878 LC
Chiroderma villosum Peters, 1860 LC
Platyrrhinus helleri (Peters, 1866) LC
Uroderma convexum Peters, 1866 LC
Uroderma magnirostrum W.B. Davis, 1968 LC
Vampyressa thyone Thomas, 1909 LC
Sturnira hondurensis Goodwin, 1940 LC
Sturnira parvidens Goldman, 1917 LC

FAMILIA VESPERTILIONIDAE
Myotis albescens (É. Geoffroy St.-Hilaire, 1806) Pr LC
Myotis fortidens Miller y G. M. Allen, 1928 LC
Myotis keaysi J.A. Allen, 1914 LC
Myotis nigricans (Schinz, 1821) Pr LC
Eptesicus brasiliensis (Desmarets, 1819) LC
Eptesicus furinalis (d’ Orbigny y Gervais, 1847) LC
Lasiurus cinereus (Palisot de Beauvois, 1796) LC
Lasiurus ega (Gervais, 1856) LC
Rhogeessa parvula H. Allen, 1866 EMX LC
Rhogeessa tumida H. Allen, 1866 LC

ORDEN PRIMATES
FAMILIA ATELIDAE
Ateles geoffroyi Kuhl, 1820 P EN II

ORDEN LAGOMORPHA
FAMILIA LEPORIDAE
Sylvilagus floridanus (J.A. Allen, 1890) LC

171
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

ORDEN RODENTIA
FAMILIA SCIURIDAE
Sciurus aureogaster F. Cuvier, 1829 LC
Sciurus deppei Peters, 1864 LC

FAMILIA GEOMYIDAE
Orthogeomys grandis (Thomas, 1893) LC
Orthogeomys hispidus (J.L. Le Conte, 1852) LC

FAMILIA HETEROMYIDAE
Heteromys desmarestianus Gray, 1868 LC
Heteromys goldmani Merriam, 1902 LC
Heteromys pictus Thomas, 1893 LC
Heteromys salvini Thomas, 1893 LC

FAMILIA ERENTHIZONTIDAE
Coendou mexicanus (Kerr, 1792) A LC III

FAMILIA AGOUTIDAE
Dasyprocta punctata Gray, 1842 LC III

FAMILIA CUNICULIDAE
Cuniculus paca (Linnaeus, 1766) LC III

FAMILIA CRICETIDAE
Baiomys musculus (Merriam, 1892) LC
Habromys lophurus (Osgood, 1904) NT
Peromyscus aztecus (de Saussure, 1860) LC
Peromyscus guatemalensis Merriam, 1898 LC
Peromyscus gymnotis Thomas, 1894 LC
Peromyscus mexicanus (de Saussure, 1860) LC
Reithrodontomys fulvescens J.A. Allen, 1894 LC
Reithrodontomys gracilis J.A. Allen y Chapman, 1897 LC
Reithrodontomys megalotis (Baird, 1857) LC
Reithrodontomys mexicanus (de Saussure, 1860) LC

172
 Reithrodontomys microdon Merriam, 1901 A LC
Oligoryzomys fulvescens (de Saussure, 1860) LC
Oryzomys alfaroi (J.A. Allen, 1891) LC
Oryzomys couesi (Alston, 1877) LC
Oryzomys rhabdops Merriam, 1901 VU
Oryzomys rostratus Merriam, 1901 LC
Rheomys thomasi Dickey, 1928 Pr NT
Sigmodon toltecus (de Saussure, 1860) LC
Sigmodon zanjonensis Goodwin, 1932 LC
Nyctomys sumichrasti (de Saussure, 1860) LC
Tylomys nudicaudus (Peters, 1866) LC

ORDEN CARNIVORA
FAMILIA FELIDAE
Herpailurus yagouaroundi (É. Geoffroy St.- Hilaire, 1803) A LC I
Leopardus pardalis (Linnaeus, 1758) P LC I
Leopardus wiedii (Schinz, 1821) P NT I
Puma concolor (Linnaeus, 1771) LC I
Panthera onca (Linnaeus, 1758) P NT

FAMILIA CANIDAE
Canis latrans Say, 1823 LC
Urocyon cinereoargenteus (Schreber, 1775) LC

FAMILIA MEPHITIDAE
Conepatus leuconotus (Lichtenstein, 1832) LC

FAMILIA MUSTELIDAE
Lontra longicaudis (Olfers, 1818) A NT I
Eira barbara (Linnaeus, 1758) P LC III
Mustela frenata Lichtenstein, 1831 LC

FAMILIA PROCYONIDAE
Bassariscus sumichrasti (de Saussure, 1860) Pr LC III
Potos flavus (Schreber, 1774) Pr LC III

173
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Nasua narica (Linnaeus, 1766) LC III

Procyon lotor (Linnaeus, 1758) LC

ORDEN ARTIODACTYLA
FAMILIA TAYASSUIDAE
Pecari tajacu (Merriam, 1901) LC II

FAMILIA CERVIDAE
Mazama temama (Kerr, 1792) DD
Odocoileus virginianus (Zimmermann, 1780) LC

ORDEN PERISSODACTYLA
FAMILIA TAPIRIDAE
Tapirus bairdii (Gill, 1865) P EN I

Nomenclatura de acuerdo a Ramírez-Pulido et al. (2014) y Wilson y Reeder (2005). En la distribución (DIS) se indica el tipo de endemismo, EMX
= endémico de México y ECH = endémico de Chiapas. Estado de conservación NOM-059 (SEMARNAT 2010): Pr= Sujeta a protección especial,
A= Amenazada, P= En peligro de extinción. IUCN: CR= En peligro crítico; DD= Datos insuficientes; EN= En peligro; LC= Menor preocupación;
NT= Casi amenazada; VU= Vulnerable. . CITES: Apéndice I, II y II. Fuentes: Espinoza et al. (1998), García-Estrada et al. (2006), Lorenzo et al.
(2017), Mena y Medellín (2017), y bases de datos de ejemplares depositados en la Colección Mastozoológica de El Colegio de la Frontera Sur y
otras colecciones científicas de México y Estados Unidos de América.

174

Tepezcuintle, Cuniculus paca.
ocelote (Leopardus pardalis), la nutria
(Lontra longicaudis), ungulados como
el tapir (Tapirus bairdii) y el venado te-
mazate (Mazama temama; Naranjo et
al. 2013).
Desafortunadamente casi todas es-
tas especies están amenazadas también
por la cacería sin control ya sea para
autoconsumo o para comercio ilegal, y
en el caso de los carnívoros, son víc-
timas de la caza indiscriminada para
mitigar la depredación sobre el gana-
do (Naranjo et al. 2013). Para los ma-
míferos pequeños como los roedores,
los murciélagos y las musarañas, se
desconocen los efectos de la transfor-
mación y fragmentación del hábitat en
sus poblaciones dentro de la REBITRI.
No obstante, es de esperarse que las es-
pecies más vulnerables debido a sus
hábitos especializados de hábitat o ali-
mentación (i.e., murciélagos habitantes
de cavernas y ratones arborícolas), es-
tén siendo negativamente afectadas en
su distribución y abundancias locales.
A diferencia de las especies vulne-
rables, es muy probable que las po-
blaciones de otros mamíferos más
resistentes a la perturbación se encuen-
tren estables (e.g., el armadillo de nue-
ve bandas Dasypus novemcinctus y
el leoncillo Puma yagouaroundi). Es
también posible que algunas especies
muy tolerantes se estén benefician-
do con la deforestación y fragmenta-
ción en la REBITRI, expandiendo su
distribución y abundancia. Este po-
dría ser el caso del venado cola blan-
ca (Odocoileus virginianus), el coyote
(Canis latrans), la zorra gris (Urocyon
cinereoargenteus), los tlacuaches co-
munes (Didelphis marsupialis y D. vir-
175
JORGE SILVA
giniana), y roedores como Sigmodon
zanjonensis y Rattus rattus, Reid 2009,
Naranjo et al. 2013).
Conclusiones
El conocimiento de los mamíferos sil-
vestres en la Reserva de la Biósfera
El Triunfo es relativamente bueno.
En esta área protegida se han realiza-
do numerosos estudios y múltiples co-
lectas de ejemplares desde su creación,
por lo que existe un considerable cau-
dal de información sobre la riqueza y
diversidad de especies de este grupo,
quizá con la excepción de los órdenes
Rodentia (roedores) y Soricomorpha
(musarañas), para los cuales aún po-
drían encontrarse nuevos registros en
el futuro próximo. No obstante, la in-
vestigación enfocada en aspectos eco-
lógicos, genéticos y sociales de los
mamíferos presentes en esta Reserva es
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

apenas incipiente, por lo que se reque-
rirá impulsar estudios al menos de las
especies de mayor interés para la con-
servación (e.g., especies endémicas,
bandera, clave, amenazadas y utiliza-
das localmente) de manera que se pro-
mueva el interés público y la voluntad
de participación social. En particular,
consideramos prioritaria la aplicación
de medidas de protección del hábitat
(en particular el bosque mesófilo de
montaña), así como el impulso de al-
ternativas realistas de uso sustentable
de las especies a través de las vías le-
gales (Unidades de Manejo para la
Conservación de la Vida Silvestre,
UMA), con el propósito de apoyar la
economía de las comunidades rurales
y contribuir a la conservación regional
con participación local.

Literatura Citada
Espinoza, E.E., A. Anzures y E. Cruz. 1998. Mamíferos de la Reserva de la Biósfera El Triunfo, Chiapas. Revista
Mexicana de Mastozoología 3:79-94.
García-Estrada, C., A. Damon, C. Sánchez, L Soto-Pinto y G. Ibarra. 2006. Bat diversity in montane rainforest and
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Lorenzo, C., J.E. Bolaños-Citalán, E. Sántiz y D. Navarrete. 2017. Diversidad y conservación de los mamíferos terrestres
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southern Mexico. Mastozoología Neotropical 24(1):121-134.
Naranjo, E.J., C. Lorenzo y A. Horváth. 2005. La diversidad de mamíferos en Chiapas. Pp. 221-263 En: M. González-
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Naranjo, E.J., C. Lorenzo, A. Horváth, A. Riechers, E. Espinoza-Medinilla, J.E. Bolaños-Citalán, R. Vidal-López y
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Porter, C.A., N.E. Beasley, N. Ordóñez-Garza, L.L. Lindsey, D.S. Rogers, N. Lewis-Rogers, J.W. Sites Jr., y R.D. Bradley.
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Primack, R.B. 1998. Essentials of Conservation Biology. Second ed. Sinauer Asoc., Sunderland, MA. 660 pp.
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Reid, F.A. 2009. A field guide to the mammals of Central America and Southeast Mexico. Second edition. Oxford
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SEMARNAT-2010. Protección ambiental, especies nativas de flora y fauna silvestres de México, categorías de
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Wilson, D.E. y D.M. Reeder. 2005. Mammal species of the world. Johns Hopkins University Press, Baltimore. 2142 pp.

176
178
 Estado de Conocimiento Actual y Prioridades de Estudio
del Tapir Centroamericano y Felinos Silvestres
en la Reserva de la Biósfera El Triunfo, Chiapas
Eduardo Mendoza*, Oscar Godínez-Gómez, Lakshmi Devi Flores
y Josué Israel Puc Sánchez

Laboratorio de Análisis para la Conservación de la Biodiversidad. Instituto de Investigaciones sobre los Recursos Naturales, Universidad
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Av. San Juanito Itzicuaro SN, Nueva Esperanza, 58330. Morelia, Michoacán. México E-mail:*
mendoza.mere@gmail.com

Introducción do debido a la deforestación (Schank guar, ocelote y tigrillo como en peligro

L a Reserva de la Biósfera El
Triunfo (REBITRI), localizada en
la Sierra Madre de Chiapas, juega un
papel fundamental para la conserva-
ción de la biodiversidad, los servicios
ambientales y los ciclos hidrológicos a
nivel local, regional y global. En térmi-
nos de su aporte a la conservación de la
biodiversidad destaca su riqueza de es-
pecies para distintos grupos de plantas
y animales y sus niveles de endemis-
mo. A nivel de ecosistemas es notoria
su contribución para mantener unos de
los remanentes de bosque tropical de
montaña más extenso y con mayor gra-
do de conservación en el país.
La gran variedad de ecosistemas que
se presentan en la REBITRI proporcio-
nan hábitat para una amplia diversidad
de especies, algunas de ellas fuerte-
mente amenazadas a lo largo de su
ámbito de distribución. Esta situación
está particularmente bien ejemplificada
con el caso del tapir Centroamericano
(Tapirus bairdii), el mamífero terrestre
de mayor talla en el Neotrópico. La dis-
tribución de esta especie originalmente
abarcaba desde el norte de Sudamérica
hasta el sureste de México, cubriendo
gran parte de Centroamérica. Sin em-
bargo, en la actualidad su hábitat se
encuentra muy reducido y fragmenta-
et al. 2015). A este impacto se agre-
ga el de la cacería y la muerte acciden-
tal causada por diversos factores (por
ejemplo, ataque por perros, enfermeda-
des, atropellamientos). En virtud de su
grado de amenaza, T. bairdii está ca-
talogada como en peligro de extinción
tanto globalmente (UICN 2014) como
localmente (NOM-059-SEMARNAT
2010). Dado su grado de amenaza las
pocas áreas naturales que mantienen
poblaciones de T. bairdii en el conti-
nente son de gran valor.
Otro grupo de mamíferos que se dis-
tribuye dentro de la REBITRI son los
felinos silvestres. Cinco de las seis es-
pecies de felinos silvestres que existen
en el país están presentes en la reser-
va: jaguar (Panthera onca), puma
(Puma concolor), yaguarundí (Puma
yagouarundi), ocelote (Leopardus par-
dalis) y tigrillo (L. wiedii). Sólo dos
de estas especies (Panthera onca y
Puma yagouarundi) están clasificadas
como casi amenazadas (Near threate-
ned) por la Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza (UICN
2014) globalmente mientras que el res-
to se clasifican en la categoría de pre-
ocupación menor (Least concern). Sin
embargo, en México el yaguarundí está
catalogado como amenazado y el ja-
de extinción debido a la cacería (NOM-
059-SEMARNAT 2010). Los felinos
son importantes depredadores de otros
vertebrados por lo que su presencia in-
dica la existencia de un buen estado de
conservación de la estructura de la red
trófica.
El tapir
centroamericano
(tapirus bairdii)
en la rebitri
Hasta hace poco existían muy pocos
estudios dirigidos a generar informa-
ción sobre la ecología y estado de con-
servación del tapir en la REBITRI. Sin
embargo, destaca el estudio realiza-
do por Lira et al. (2004) en el que se
aborda la estimación de la abundan-
cia relativa y la densidad del tapir en
la Zona Núcleo 1 (ZN-I) y la zona de
amortiguamiento de la REBITRI, así
como la descripción de sus preferen-
cias de hábitat y hábitos alimentarios.
En este mismo estudio, se analizó el
impacto que actividades como el culti-
vo tecnificado del café, el ecoturismo y
la cacería tienen sobre el tapir. Este es-
tudio permitió generar la primera esti-
mación de densidad de la especie para
la REBITRI: 0.07 ind/km2. Asimismo,
permitió ampliar los registros de plan-
tas consumidas por el tapir y propor-

179
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
cionó evidencia que los tapires evitan
circular por los senderos con mayor ac-
tividad humana y las áreas de cultivo
tecnificado del café.
Por otra parte, el personal de la
REBITRI implementó a partir del año
2009 un programa de monitoreo de es-
pecies de especies catalogadas como
de especial importancia para la reserva,
entre estas se incluyen el tapir y algu-
nos felinos como el jaguar y el puma.
En el caso del tapir este monitoreo in-
volucra el registro de la presencia de
huellas y excretas a lo largo de seis sen-
deros ubicados en la ZN-I. El monito-
reo es realizado cada mes y todos los
senderos son recorridos por el personal
de la reserva. Los registros obtenidos
son capturados y organizados en una
base de datos. Actualmente esta base
de datos está siendo analizada para de-
terminar la variación espacial de los re-
gistros (entre senderos), y temporal (a
lo largo del año y entre años). Los re-
sultados de estos análisis serán de gran
valor para detectar alguna tendencia en
la actividad del tapir durante los últi-
mos años.
Recientemente se han incrementa-
do los estudios de tapir en la REBITRI.
Estos son en gran medida, el resulta-
Cuadro1. Esfuerzo de muestreo de foto-trampeo acumulado por el monitoreo del Laboratorio
de Análisis para la Conservación de la Biodiversidad.
Año de foto-trampeo
2010- 2011
2012
2013 - 2014
2014
2015 Mayo - Julio, Noviembre - Diciembre
do de un programa de monitoreo basado
en el uso de foto-trampas, implementa-
do por el Laboratorio de Análisis para
la Conservación de la Biodiversidad
(LACB) del Instituto de Investigaciones
sobre los Recursos Naturales de la
Universidad Michoacana de San
Nicolás de Hidalgo (Figura 1). Este pro-
grama de monitoreo inició en diciembre
del 2010 y se ha enfocado principalmen-
te en la ZN-I de la REBITRI, a la fecha
se han completado seis temporadas de
muestreo y acumulado más de 10,000
horas cámara-trampa (Cuadro1). Dentro
de este proyecto se realizó la estimación
de la densidad poblacional de T. bair-
dii en la ZN-I. Para este fin se aplicó
por primera vez el método de encuen-
tro aleatorios (Random encounter me-
thod) desarrollado por Rowcliffe et al.
(2008). Este método se propuso como
una alternativa para estimar la densidad
poblacional de vertebrados a través de la
información generada por foto-trampeo,
en los casos donde no es posible iden-
tificar inequívocamente a individuos
distintos. La aplicación de este método
requirió obtener información sobre el
área de detección de las cámaras-trampa
y sobre la velocidad de desplazamiento
de la especie. La velocidad de desplaza-
miento se estimó de un estudio realiza-
do con T. pinchaque para una región con
Meses de foto-trampeo Esfuerzo de muestreo (días/trampa)
Diciembre - Marzo
Agosto - Diciembre
Noviembre - Febrero
Abril - Septiembre
Total
180
una topografía accidentada como la de la
REBITRI (Carbajal-Borges et al. 2014).
Este estudio permitió obtener la primera
estimación de la densidad de una pobla-
ción de tapir en México con base en el
foto-trampeo (0.12 ind/km2).
Por otra parte, este proyecto ha per-
mitido profundizar en distintos as-
pectos de la ecología del tapir en la
REBITRI. Por ejemplo, ha permitido
determinar que el tapir es una de las
especies más activas/comunes dentro
de la comunidad de mamíferos de talla
mediana y grande (> 500 g) en la ZN-I,
dada la frecuencia relativa con la que es
registrada en el foto-trampeo (Cornejo-
Solchaga 2015, Figura 2). Asimismo, se
ha encontrado que esta especie prefie-
re utilizar los senderos para desplazar-
se dentro de la ZN-I (Figueroa-Torres
2016). Con la información generada se
han realizado descripciones muy deta-
lladas de los patrones de actividad de
la especie durante el día; que han mos-
trado que aunque esta especie es acti-
va principalmente durante la noche y
el crepúsculo, también presenta cier-
ta actividad durante las horas del día
(Godínez-Gómez 2014). Además, se
ha demostrado que por lo menos en la
ZN-I la actividad del tapir es mayor a
altitudes medias y que, en general, su
 3817 
2158
1928
1575
1374
10 852
Figura 1. Collage con foto de tapir y de las cuatro especies de felinos presentes en la REBITRI.

Tapirus bairdii. Panthera onca.

Puma concolor. Puma yagouaroundi.

Leopardus pardalis. Leopardus wedii.

181
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
actividad en el bosque no es afectada
por las fases lunares (Rodríguez-Mejía
2015). Recientemente se han realizado
estudios sobre la conducta alimentaria
del tapir en la REBITRI. Estos estudios
se basan en la colocación de foto-tram-
pas enfocadas hacia la base de árboles
en fructificación de distintas especies.
La evidencia generada (videos) a tra-
vés de este enfoque metodológico está
permitiendo documentar con gran deta-
lle las preferencias alimentarias y con-
ducta del tapir al momento de consumir
frutos.
Estudios sobre felinos
silvestres en la rebitri
A pesar que el grupo de los felinos re-
sulta muy atractivo para su estudio por
parte de los especialistas, son muy es-
casos los estudios publicados sobre este
grupo para la REBITRI. Entre los exis-
tentes se puede mencionar el realizado
Figura 2.
Abundancia relativa de las especies de mamíferos registradas mediante foto-trampeo. La categoría otras especies incluye a las que se registra-
ron con una frecuencia relativa < 0.1.
por Lira y Naranjo-Piñera (2003). En
este estudio se abordó la estimación de
la abundancia relativa y densidad po-
blacional del puma (Puma concolor),
así como de dos de sus presas el vena-
do temazate (Mazama temama) y el pe-
carí de collar (Pecari tajacu). En este
estudio se evaluó el efecto del tránsito
humano sobre los senderos en la acti-
vidad de estas especies. Por otra parte,
personal del Zoológico Miguel Álvarez
del Toro ha realizado un importante es-
fuerzo para analizar aspectos relacio-
nados con la dieta del puma y jaguar
(Panthera onca) a través de la colec-
ta y análisis de excretas (Cruz Aldán,
com. pers.).
Como en el caso de tapir, el monito-
reo basado en el foto-trampeo llevado a
cabo por el LACB ha permitido gene-
rar información sobre aspectos básicos
de la ecología de los felinos silvestres
presentes en la ZN-I de la REBITRI.
182
Destaca la generación de información
sobre la abundancia relativa de las cin-
co especies de felinos (Figura 1), así
como de su variación espacial y tem-
poral y la descripción detallada de sus
patrones de actividad a lo largo del día.
Con particular detalle se ha explorado
en qué medida la variación espacial y
temporal de los registros de Leopardus
pardalis y L. wieddii está influida por
la presencia de sus presas potenciales
o por la actividad de Puma concolor
(Flores-Zavala 2015). Flores-Zavala
(2015) encontró que tanto L. par-
dalis como L. wieddii muestran una
coincidencia en sus patrones de acti-
vidad temporales y espaciales con al-
gunas de sus presas potenciales (por ej.,
Cuniculus paca).
Prioridades de estudio
de t. bairdii en la rebitri
La mayor parte del esfuerzo para estu-
diar al tapir en la REBITRI se ha enfo-
cado a la ZN-I, por lo tanto, se requiere
incrementar el esfuerzo de muestreo
para tener una mejor idea de cómo varía
la distribución del tapir a lo largo de la
reserva, e identificar los factores que de-
terminan sus preferencias de hábitat. En
este sentido, es importante obtener infor-
mación sobre el uso que el tapir hace de
las distintas áreas bajo manejo dentro de
la REBITRI y en su zona de influencia.
Dada las complicaciones que impli-
ca capturar individuos de la especie, re-
sulta de gran importancia explorar de
manera sistemática toda la informa-
ción que puede ser obtenida del aná-
lisis de sus excretas. El análisis de las
excretas del tapir permite obtener in-
formación valiosa sobre algunos de los
componentes de su dieta pero también
pueden ser aprovechadas para abordar
otros aspectos de la ecología de la es-
pecie. Entre estas otras posibilidades,
destaca su posible uso para: (1) extraer
material genético (ADN) que permita
identificar a distintos individuos y, en
conjunto, obtener estimadores de la va-
riabilidad genética de la población, (2)
análisis de isótopos estables como vía
para profundizar en los elementos que
se incluyen en la dieta de la especies y
en su variación espacial y temporal, (3)
identificación de compuestos químicos
relacionados con hormonas que a tra-
vés de su validación con ejemplares de
la especie en cautiverio permitan cono-
cer el estado en el que se encuentran los
tapires desde un punto de vista fisioló-
gico (por ejemplo, niveles de estrés y
estado reproductivo) y (4) incidencia
de parásitos.
Como se menciona anteriormente, a
través del análisis del foto-trampeo y las
excretas del tapir se puede avanzar en el
conocimiento sobre su ecología. Sin em-
bargo, para avanzar en otros aspectos de
la ecología y conservación del tapir es
importante realizar la captura de algunos
individuos para colocarles collares con
tecnología de sistema de posicionamien-
to global (GPS) que permitan conocer
sus patrones de movimiento en la reser-
va y su zona de influencia. La informa-
ción que se puede producir a través de
esta técnica complementaría la obtenida
por el foto-trampeo y el análisis de ex-
cretas, y permitiría mejorar los cálculos
de densidad poblacional para la especie,
la caracterización de sus preferencias de
hábitat y el análisis de sus patrones de
actividad temporal. Por otra parte, la
captura de individuos de T. bairdii per-
mitiría obtener muestras de sangre, pelo,
tejido así como evaluar directamente la
carga parasitaria; todo esto serviría para
determinar el estado de salud de los in-
dividuos de la especie y facilitaría reali-
zar análisis genéticos. En conjunto esta
información ayudaría a evaluar, de ma-
nera precisa, las respuestas poblacio-
nales del tapir a diferentes fuentes de
perturbación tales como: cambio de la
cobertura de uso del suelo y la vegeta-
ción, variaciones climáticas, incidencia
de fuego e incremento de fuentes po-
tencial de transmisión de enfermedades
y parásitos. Aunque hay avances im-
portantes para establecer un programa
de monitoreo, es claro que se requiere
definir una estrategia que permita am-
pliar el área de la REBITRI incluida en
el mismo. Asimismo, es muy deseable
que este programa de monitoreo esté ba-
sado en foto-trampeo y que se comple-
mente con métodos de análisis genético
de excretas y seguimiento de individuos
183
a través de tecnología GPS. Por otra par-
te, una línea de investigación que puede
ayudar a interpretar los datos del moni-
toreo (p.ej., variación en el no. de regis-
tros de la especie), es la implementación
de una metodología que permita evaluar
la fenología de las especies que propor-
cionan alimento para el tapir. En este
sentido, son muy valiosos los estudios
que se realizan con foto-trampeo para
identificar especies de frutos que son
consumidos por T. bairdii. La disponibi-
lidad de información detallada sobre as-
pectos poblacionales del tapir, así como
de sus principales amenazas pueden in-
tegrarse en un análisis de la viabilidad de
la población.
Finalmente, entre la gama de estu-
dios que se requiere implementar están
los dirigidos a profundizar e idealmen-
te dirimir cualquier posible fuente de
conflicto entre los tapires y la gente que
habita dentro y en la zona de amorti-
guamiento de la REBITRI.
Estudios de felinos
silvestres en la rebitri
Los estudios necesarios para el tapir
coinciden en gran medida con los que
se necesitan en el caso de los felinos.
Es importante determinar la variación
en la abundancia de las especies de fe-
linos entre los diferentes hábitats de la
REBITRI. El análisis de las excretas
puede proporcionar información sobre
la variabilidad genética de las pobla-
ciones de felinos, variación en su die-
ta, niveles de estrés y reproductivos,
así como la incidencia de enfermeda-
des. El uso de radio collares permitirá
describir con mayor precisión los pa-
trones de movimiento y selección de
hábitat. Además, por ser depredadores
y considerarse que causan daños a los
animales domésticos se requiere estu-
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

dios enfocados al análisis y mitigación
del conflicto entre esta fauna silvestre y
los humanos.
Conclusiones
La Reserva de la Biósfera El Triunfo
desempeña un papel fundamental para
la conservación del tapir en México,
ya que es una de las pocas áreas na-
turales protegidas que mantiene una
población residente de la especie en
aparente buen estado de conservación.
En el caso de los felinos silvestres la
REBITRI proporciona un importante
refugio donde las especies en este gru-
po pueden contar con buena disponibi-
lidad de presas, lo que puede favorecer
la persistencia de las poblaciones de las
especies de este grupo y puede ayudar
a reducir el riesgo de ataque a animales
domésticos.
En el contexto regional, la REBITRI
representa una de las pocas conexiones
que mantienen una integridad relativa
buena entre los bosques de la región de
la Selva Lacandona y la región de los
Chimalapas (Mendoza et al. 2013). La
colaboración entre distintas institucio-
nes y organizaciones interesadas en la
conservación de la REBITRI ha produ-
cido importantes avances en términos
del conocimiento de la ecología del ta-
pir y felinos; sin embargo, aún persis-
ten vacíos de información básica que
es necesario atender para hacer más
eficiente las estrategias de conserva-
ción de las mismas. El generar la base
de información científica, el vínculo
con la sociedad y los recursos necesa-
rios para afrontar exitosamente el reto
de la conservación del tapir y felinos
en la REBITRI requiere de nuevas ini-
ciativas para aumentar la funcionalidad
de las colaboraciones entre entidades
de gobierno, académicas, organizacio-
nes y comunidades locales. Entre es-
tas se puede mencionar la posibilidad
de que la REBITRI cuente con un co-
mité asesor científico que pueda ayu-
dar a la planeación e implementación
de iniciativas que permitan monitorear
a largo plazo las poblaciones de tapir y
felinos así como disminuir la posibili-
dad de conflictos entre humanos y fau-
na silvestre.

Agradecimientos
El trabajo que se ha realizado en la REBITRI ha sido posible gracias al apoyo financiero de diversas instituciones, entre las
que se encuentran: Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), Coordinación de la Investigación Científica de
la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, el Programa de Apoyos a Proyectos de Investigación e Innovación
Tecnológica (PAPIIT), IN106114-3 “Análisis Bayesiano Aplicado” de la UNAM, el Programa para el Desarrollo Profesional
Docente (PRODEP) de la SEP, el Scott Neotropical Fund del zoológico de Cleveland, el programa UC Mexus CONACyT
y el Programa de Monitoreo Biológico en Áreas Naturales Protegidas de la CONANP. Asimismo, agradecemos al personal
de CONANP en la REBITRI que ha sido fundamental para la realización de nuestros estudios. Finalmente agradecemos a la
Dra. P. Enriquez Rocha la invitación para participar en esta obra.

Literatura Citada
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185
 OSCAR G.G.

186
 Amenazas a la biodiversidad
de la Reserva de la Biósfera El Triunfo
1,2* 1
Oscar Godínez-Gómez y Eduardo Mendoza
1
Laboratorio de Análisis para la Conservación de la Biodiversidad. Instituto de Investigaciones sobre los Recursos Naturales, Universidad
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Av. San Juanito Itzicuaro SN, Nueva Esperanza, 58330. Morelia, Michoacán. México. E-mail:
oscjaguar@gmail.com
2
Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO)

Introducción así como selvas caducifolias y perenni- Patrones de

E l establecimiento de Áreas folias. Se han reportado cerca de 2,990 deforestación

Naturales Protegidas (ANPS)
constituye una de las principales estra-
tegias para proteger y preservar la bio-
diversidad en las regiones tropicales
del planeta (Laurance et al. 2012). En
México, cerca del 12.56% del territorio
terrestre se encuentra protegido dentro
de una ANP (Sarukhan et al. 2017). A
pesar de esto, la biodiversidad mexicana
afronta graves amenazas, por ejemplo,
se estima que de 1990 y 2015 se per-
dieron 3,720,000 ha de bosque, es decir,
148,800 ha/año (FAO 2015). Las ANPS
no han estado exentas de esta pérdida,
Figueroa y Sánchez-Cordero (2008) in-
dican que entre los años de 1993 y 2002,
cerca del 46% de las ANPS del país su-
frieron pérdida de su cobertura forestal.
Entre las ANPS del país se desta-
ca la Reserva de la Biosfera El Triunfo
(REBITRI), entre otras cosas, por man-
tener un importante remanente del mun-
dialmente amenazado bosque mesófilo
de montaña (CONABIO 2010). El bos-
que mesófilo es de gran importancia de-
bido a los servicios ecosistémicos que
provee, p. ej., captación de agua y su
gran biodiversidad y nivel de endemis-
mo (Challenger 1998 en CONABIO
2010). Además, en la REBITRI se han
registrado otros 8 tipos de vegetación:
bosques de pino, encino y liquidámbar,
especies de plantas, 347 de ellas endé-
micas (Martínez-Camilo et al. 2012).
En cuanto a la fauna se han reportado
548 especies de vertebrados terrestres
(Espinoza et al. 1998). Las aves forman
el grupo más diverso y más estudiado
con 390 especies (INE/SEMARNAP
1999). Asimismo, se han registrado
112 especies de mamíferos, por lo que
la REBITRI es una de las reservas con
mayor diversidad de este grupo de ver-
tebrados en México (INE/SEMARNAP
1999).
Desafortunadamente, existen va-
rios factores que amenazan la biodi-
versidad presente en la REBITRI, entre
ellas la deforestación (p. ej., March y
Flamenco 1996), el crecimiento pobla-
cional, la extracción de la fauna y flora
local (p. ej., Ventura 2000) y de manera
más reciente la minería (C. Guichard.
com. pers.). En este capítulo realiza-
mos un análisis de la magnitud y la dis-
tribución espacial de algunas de estas
amenazas como un primer paso para
focalizar las acciones de conservación
y de mitigación respectivas.
en la rebitri y su área
de influencia
Para cuantificar e identificar el proceso
de deforestación y degradación de los
bosques y selvas de la REBITRI y su
zona de influencia (definida como un bu-
ffer de 10 km alrededor de la REBITRI,
una distancia comúnmente usada en otros
estudios, p. ej., Soares-Filho et al. 2010,
Pfeifer et al. 2012, Françoso et al. 2015;
Figura 1). Comparamos imágenes sate-
litales tipo Landsat de los años 1986 y
2015, utilizando el método de actuali-
zaciones sucesivas propuesto por Mas y
González, (2015). Para 1986, el 49.7%
de la reserva mantenía bosques tem-
plados y selvas maduras, mientras que
el 39.8% correspondía a vegetación se-
cundaria y el 10.6% a usos agropecua-
rios. En el 2015, la vegetación madura
disminuyó ligeramente y pasó a cubrir
el 43.9% de la reserva, el porcentaje de
área degradada aumentó a 44.6% y las
áreas transformadas para usos agrope-
cuarios a 11.5%.
Por su parte, para 1986 en la zona
de influencia de la REBITRI el 27.38%
de su superficie correspondía a vegeta-
ción madura, 46% a vegetación secun-
daria y 26.61% a usos agropecuarios.
En la reserva y en su zona de influencia
las mayores probabilidades de trans-

187
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Figura 1. Reserva de la Biósfera El Triunfo y su área de influencia de 10 km, usada para capturar
la variación de las amenazas a la reserva. En morado se resaltan las cinco zonas núcleo de la re-
serva: I “El Triunfo”, II “Ovando”, III “Custepec”, IV “El Venado” y V “Angostura”.

formación y degradación fueron para
las selvas (p = 0.102 y 716, respecti-
vamente) (Figura 2). Por otro lado, los
mayores remanentes de bosques tem-
plados y selvas se localizan en las par-
tes altas de la REBITRI, por encima de
los 1,000 m s.n.m. en donde la topogra-
fía accidentada es poco propicia para la
agricultura mecanizada o actividades
agropecuarias a gran escala.
Con el fin de evaluar las perspecti-
vas de deforestación en la zona sobre-
pusimos en la zona de estudio el mapa
del índice de riesgo de deforestación
(IRDef) del INECC (2013). Este mapa
parte del uso del modelo econométri-
co de Von Thünen y permite tener una
visión de cómo factores diversos (p.ej.,
tipo de vegetación, pendiente, accesi-
bilidad a localidades y a centros urba-
nos vecinos, densidad agrícola, nivel
de marginación, etc.) pueden favorecer
la probabilidad de deforestación en una

188
Figura 2. a) Mapa de cobertura y uso del suelo del 2015 en la REBITRI y su zona de influencia y b) pro-
babilidades de transición entre categorías de cobertura y uso de suelo para el periodo 1986-2015.

a)

b)

189
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

zona particular. El índice va de 0 a 1,
sin embargo, para este estudio se divi-
dió en quintiles para facilitar su inter-
pretación (INECC 2013). Un 89% de
la reserva mantiene un bajo IRDef, un
7% un riesgo medio y el 4% restante
un riesgo alto (Figura 3a). Los valores
más altos del índice se localizan entre
la zona núcleo III y IV, en el munici-
pio de la Concordia. Por otro lado, un Estudios previos han relacionado los
36% de la zona de influencia tiene un procesos de deforestación en la reser-
bajo IRDef, 26% un riesgo medio y un va con el aumento de las actividades
38% un alto riesgo de deforestación. agrícolas, principalmente la caficultura
Los valores más altos del índice se lo- (Lira-Torres et al. 2004).
calizan al sur y suroeste de la zona de
influencia muy cerca de zona núcleo II
y I, en los municipios de Mapastepec,
Pijijiapan, Acacoyagua, y Escuintla.

Figura 3. Distribución espacial de las amenazas analizadas en la REBITRI y su zona de influencia:

a) Índice de riesgo de deforestación, b) densidad de puntos de calor, c) concesiones mineras, y
d) Densidad de población humana.

190
 Distribución espacial
de puntos de calor
Usamos la información sobre la presen-
cia de puntos de calor del 2015 como
indicativo del potencial de incendios
(CONABIO 2015). Un punto de calor
se define como cualquier fuente térmi-
ca que tenga una emisión lo suficiente-
mente fuerte como para ser detectada
por los sensores MODIS (Moderate
Resolution Imaging Spectro radiome-
ter) y VIIRS (Visible Infrared Imaging
Radiometer Suite). Estas fuentes de
calor pueden tener distintos orígenes,
pero se considera que en general son
buenos indicadores del potencial de
incendios (CONABIO 2015). Los da-
tos georreferenciados de puntos de ca-
lor del 2015 se obtuvieron en formato
vectorial del sistema de alerta tem-
prana de incendios de la CONABIO
(http://incendios1.conabio.gob.mx/).
En el 2015 la REBITRI presentó sólo
4 puntos de calor que se ubicaron
al sur, cerca de la zona núcleo I “El
Triunfo” sobre vegetación secundaria
de bosque mesofilo de montaña.
La cantidad de puntos de calor se
incrementó notablemente en la zona
de influencia de la REBITRI en donde
se contabilizaron 56 durante el mismo
periodo (Figura 3b). Estos puntos de
calor se presentaron en vegetación
secundaría de pino (27%), de selva
alta perennifolia (21%) y pastizales
inducidos y cultivados (21%).
Actividad de minería
En el año 2016 aparece en la Secretaría
de Economía el registro de una con-
cesión minera llamada “San Diego”
en la zona de amortiguamiento de
la REBITRI, a menos de 5 km de la
zona núcleo I (http://catalogo.datos.
gob.mx/dataset/concesiones-mineras-
vigentes). Esta concesión tiene una
superficie de 3,340 ha y finaliza su
permiso (renovable) hasta 2063. Por
otro lado, para ese mismo año existía
para la zona de influencia el registro de
al menos 20 concesiones mineras, 18
de ellas activas y dos más con permisos
no vigentes (“Ampliación Cristina” y
“Diana”) (http://catalogo.datos.gob.
mx/dataset/concesiones-mineras-vi-
gentes). La mayor densidad de conce-
siones se localiza al sur de la zona de
influencia a menos de 4 km del polí-
gono de la REBITRI (Figura 3c). Las
concesiones están dedicadas principal-
mente a la explotación o exploración
primaria de oro, plata, hierro, titanio y
cobre. La actividad minera es una fuen-
te de creciente desacuerdo y oposición
entre las comunidades locales y organi-
zaciones civiles. Existe una necesidad
de un mayor número de estudios cientí-
ficos que ofrezca información detallada
sobre el posible impacto de las activi-
dades mineras en la salud humana, la
soberanía de las comunidades locales,
las perspectivas sociales, el medio am-
biente y la flora y fauna silvestre.
Densidad de población
y localidades humanas
Utilizamos la información geo-refe-
renciada del Censo de Población y
Vivienda del 2010 para estimar el nú-
mero de localidades y la densidad de
población en la zona (INEGI 2010).
Dentro de la reserva existen al menos
136 localidades cuyas poblaciones van
de 1 a 186 personas. La mayor densi-
dad de localidades se encuentra en-
tre la zona núcleo III “Custepec” y la
zona núcleo V “La Angostura” (~0.53
localidades/km2) (Figura 3d). Además,
se contabilizaron otras 665 localida-
des en la zona de influencia de la re-
191
serva (Media=108.14 habitantes, Min
= 1, Max=9,570 habitantes). El creci-
miento poblacional puede afectar va-
rios componentes del ambiente dado la
utilización que se hace localmente de
elementos de la flora y fauna. Un claro
ejemplo son los mamíferos, un estudio
realizado por Ventura (2000) reportó
la utilización de 18 especies con fines
alimentarios y peleteros en tres comu-
nidades del municipio de Mapastepec,
aledañas a la REBITRI, entre las es-
pecies se destacan el armadillo, tepez-
cuintle, venado temazate, pecarí de
collar y coatí.
Índice de presión humana
Para tener una aproximación del efec-
to aditivo de las amenazas analizadas,
se construyó un índice de presión hu-
mana. Para incorporar todas las ame-
nazas utilizamos la herramienta de
pertenencia difusa y de superposición
difusa de ArcMap 10.2.2 (ESRI 2014),
con lo cual se combinaron los valores
de cada píxel de las diferentes amena-
zas. Los valores del índice van de 0 a
1, en donde un valor cercano a 1 indica
una mayor presión humana. De acuer-
do con el modelo, las zonas que pre-
sentan una mayor presión humana se
localizan al sur de la REBITRI (Figura
4). La zona núcleo de mayor afectación
es la II “Ovando”. De las amenazas, la
minería y la deforestación fueron las
de mayor contribución en el índice de
presión humana (Figura 4).
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Figura 4. Distribución espacial del índice de presión humana en la REBITRI y su zona de influen-
cia. En la gráfica de radar se indican los valores relativos de cada amenaza analizada.

a)

b)

192
 Conclusiones
Nuestro análisis muestra que si bien
el impacto de la perturbación humana
es relativamente bajo al interior de la
REBITRI en su vecindad es sumamen-
te evidente, lo que supone un riesgo la-
tente al que está sujeta la reserva. Al
mismo tiempo, resalta la importancia
de incrementar las actividades que se
desarrollan a nivel local para incentivar
las actividades económicas de bajo im-
pacto, así como el cuidado de la fauna y
vegetación nativa, impulsando la parti-
cipación comunitaria. Si bien, como se
mencionó anteriormente, el impacto es
menor dentro de la REBITRI que en su
vecindad donde está más expuesta a la
perturbación antrópica, resulta de gran
relevancia contar con información de-
tallada de las consecuencias que estas
perturbaciones tienen para la biodiver-
sidad de la REBITRI. El monitoreo in-
tegral de la dinámica espaciotemporal
de estas amenazas será de gran ayuda
al evaluar y planificar las acciones de
conservación de la biodiversidad en la
reserva.

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194
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
JORGE SILVA

196
 Sustentabilidad en la Reserva de la Biósfera El Triunfo
(REBITRI)
¿De qué estamos hablando?
Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente. El Colegio de la Frontera Sur, Unidad San Cristóbal de las Casas, Carretera
Panamericana y Periférico Sur s/n. Barrio de María Auxiliadora, C.P. 29290. San Cristóbal de las Casas, Chiapas. México.
Introducción
L a “globalización” de la economía
de nuestro país ha impuesto prác-
ticas políticas de carácter neoliberal
que han modificado drásticamente la
relación que el Estado mexicano había
mantenido con las comunidades cam-
pesinas, precipitándolas en una nueva
confrontación con diferentes actores
no solo nacionales, sino hoy también
internacionales. El crecimiento pobla-
cional, el largo historial de uso de las
tierras agrícolas campesinas, el deterio-
ro de los recursos naturales y la práctica
gubernamental de impulsar programas
y proyectos de desarrollo de corte asis-
tencialista se han conjugado para crear
una situación de descuido oficial del
campo mexicano, que se ha traducido
en mayor pobreza y marginación social
de las familias rurales, induciéndolas a
un intenso proceso migratorio.
Este es el telón de fondo contra el que
se desarrollan las acciones de conser-
vación de la naturaleza en México. La
permanencia de los ecosistemas natura-
les mexicanos pasa primero por la solu-
ción de complejos problemas sociales y
económicos ligados a comunidades ru-
rales asentadas en las inmediaciones de
las áreas naturales protegidas. Explicar
apropiadamente el significado de esta si-
tuación, del reto de conservar la biodi-
versidad incluyendo en el análisis a los
Trinidad Alemán Santillán
E-mail: taleman@ecosur.mx
actores y los procesos (naturales y socia-
les) que tienen injerencia en las preten-
siones de conservar los ecosistemas de
la Sierra Madre de Chiapas es una tarea
enorme, que requiere de otros tiempos y
más autores, con otras visiones y expe-
riencias. Este documento será, por tan-
to, sólo una imagen esquemática, quizás
parcial y seguramente incompleta, de
la situación que tiene la Reserva de la
Biósfera “El Triunfo” (REBITRI). Su
principal aspiración es esbozar una pa-
norámica que pudiese motivar un debate
y acciones encaminadas a la conserva-
ción natural y el bienestar social de quie-
nes viven ahí.
La conservación de
la naturaleza en chiapas
En el estado de Chiapas existe casi un
millón de hectáreas catalogadas dentro
de alguna de las categorías de conser-
vación ambiental. En los 50 años trans-
curridos desde el establecimiento de la
primera área natural protegida en el es-
tado (el Parque Nacional Lagunas de
Montebello), el sureste mexicano, nues-
tro país y el mundo han cambiado drás-
ticamente, agudizando el debate sobre la
relación más apropiada que debe darse
entre la sociedad y la naturaleza.
El debate se ha reanimado en los
años más recientes debido a los devas-
tadores efectos ambientales, sociales
197
y económicos de los fenómenos na-
turales asociados al cambio climáti-
co global (por ej., los huracanes Stan
y Wilma), y debido a la presión ejer-
cida por diversos actores económicos
que buscan las materias primas de-
mandadas por los mercados mundia-
les, como lo son las compañías mineras
trasnacionales. Adicionalmente, la gra-
vedad del ataque de la roya sobre las
plantaciones de uno de los principales
cultivos comerciales (el café), han con-
formado un panorama difícil para todos
los actores involucrados en las accio-
nes de conservación de las áreas natu-
rales de Chiapas.
Existen otras dos situaciones de ca-
rácter normativo federal que son gene-
radoras de tensiones sociales y malestar
público. Por una parte, las consecuen-
cias actuales sobre la regularización de
la tenencia de la tierra en varias comu-
nidades cuyos trámites de propiedad se
vieron interrumpidos por el decreto de
creación de las reservas naturales. Hoy
día quienes habitan esas comunidades
no tienen acceso a los apoyos guberna-
mentales precisamente por carecer de
los títulos de propiedad correspondien-
tes, al mismo tiempo que experimentan
las limitaciones de uso de los recursos
naturales contenidos en los decretos de
creación de las reservas. La situación
de pobreza y marginación se transfor-
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
ma en descontento hacia los actores ex-
ternos y de suspicacia a las acciones de
conservación promovidas por las de-
pendencias gubernamentales.
Otro punto de tensión es la perspec-
tiva de cambios fuertes a la legislación
ambiental mexicana asociados a la an-
danada de reformas estructurales pro-
movidas desde las instancias federales, y
que pudieran significar una disminución
considerable de la participación pública
en el cuidado y gestión de las áreas na-
turales. Esta es la plataforma que tiene la
Comisión Nacional de Áreas Naturales
Protegidas (CONANP) para operar la
REBITRI.
Los retos
a la sustentabilidad
en la rebitri
La REBITRI acaba de cumplir 25
años de haber sido establecida y, ob-
viamente, evidencia un cambio en las
actividades y funciones que ha venido
realizando en ese tiempo. En sus ini-
cios la Reserva era casi desconocida y
los visitantes eran principalmente gru-
pos de estudiantes, colectores de plan-
tas o estudiosos de las aves (pavón y
quetzal fundamentalmente). Hoy día su
“popularidad” nacional e internacional
ha crecido, colocándola en el centro de
diversos procesos, intereses y debates.
Independientemente del contenido
conceptual preciso que se quiera dar
al término “sustentabilidad”, su signi-
ficado intuitivo es el de mantener los
procesos y las estructuras actuales, tan-
to ambientales como sociales, econó-
micas y productivas. Un primer paso
para llevarla a la práctica sería enton-
ces identificar a todos los involucra-
dos en estos procesos, y consolidar a la
REBITRI como Área Natural Protegida
en la Sierra Madre de Chiapas. Una for-
ma (esquemática) de hacerlo es identi-
ficar a los actores que han mantenido
su presencia a lo largo de estos años.
Es posible hablar entonces de actores
“internos” (los habitantes de las comu-
nidades dentro de los polígonos), y de
actores “externos” (todos aquellos inte-
resados en la REBITRI pero que no vi-
ven dentro de sus límites). A pesar de la
obviedad de esta diferenciación, resulta
útil porque la valoración que cada gru-
po hace de las REBITRI muestra dife-
rencias fundamentales que explican las
limitaciones y desafíos de las acciones
de conservación convencionales.
Los esfuerzos por impulsar proyec-
tos y programas de conservación ecoló-
gica y desarrollo social en la REBITRI
evidencian desacuerdos operativos que
han ocasionado conflictos entre quie-
nes realizan las principales activida-
des en su interior. Al tiempo que los
actores externos (que son muy diver-
sos en intereses, presencia y recursos)
se enfocan en la realización de inves-
tigación científica, capacitación (sen-
su lato), promoción de la organización
social y fomento al ecoturismo, los ha-
bitantes de las comunidades mantienen
centrado su interés en las actividades
productivas fundamentales: ganadería
de pequeña escala, cultivos comercia-
les (café principalmente) y de subsis-
tencia (maíz, frijol, aves de traspatio),
empleo temporal y eventuales acciones
de recolección o cacería.
Desde las comunidades el bienes-
tar social y el beneficio económico son
requisitos para la conservación. Por el
contrario, para los académicos, funcio-
narios públicos, políticos, visitantes y
empresarios, la conservación de la re-
serva es la premisa para un nuevo tipo
198
de desarrollo social, un “desarrollo al-
ternativo”, donde la sustentabilidad, el
buen vivir y la sabiduría local se plan-
tean como ejes discursivos.
Aunque la CONANP cuenta con una
normatividad operativa básica para la
REBITRI, las dificultades de aplicarla
en campo afectan las interacciones so-
ciales de los interesados en la Reserva.
Existe una cierta “autonomía operati-
va” donde cada actor busca desarrollar
sus intereses argumentado prioridades
sectorizadas fundamentadas en sus di-
ferentes visiones de la conservación,
el desarrollo y la normatividad mis-
ma. Si partimos de que no se sabe con
precisión cuál es la “capacidad de car-
ga” que puedan soportar las instalacio-
nes de los campamentos, o la voluntad
y “paciencia” de los habitantes de las
comunidades, y en ausencia de una
definición clara de lo que se conside-
ra investigación, docencia, ecoturismo
y agricultura sustentable, es inevitable
que surjan conflictos y se dupliquen es-
fuerzos con resultados con frecuencia
muy distintos a los esperados.
Al tiempo que la investigación y el
ecoturismo parecieran confrontarse
en los debates académicos o guberna-
mentales, los habitantes de las comuni-
dades mantiene una posición “neutra”
que en el fondo busca incrementar los
beneficios provenientes de los visitan-
tes (recursos, dinero, apoyos, otros), o
de los proyectos y programas institu-
cionales (gestión, subsidios, contactos,
jornales, otros).
Cabe preguntarse cuál es el bene-
ficio que la CONANP, como entidad
operativa, obtiene de la “derrama” de
esos recursos en la REBITRI. Si bien se
considera que los turistas son una po-

tencial fuente de ingresos económicos,
por norma la CONANP no puede reci-
bir dinero, por lo que ha sido necesario
crear entidades o procedimientos que
permitan aprovechar esos ingresos y ca-
nalizarlos en alguna medida a las activi-
dades en la Reserva. Anteriormente el
Instituto para el Desarrollo Sustentable
de Mesoamérica A. C. (IDESMAC)
lo recibía a nombre de la CONANP.
Hoy día el Fondo de Conservación el
Triunfo (FONCET) realiza acciones
de recolecta de recursos para finan-
ciar investigaciones o proyectos de ca-
pacitación y desarrollo en la reserva.
Desde el año 2007 ECOBIOSFERA
se hace cargo de atender al ecoturis-
mo y otras acciones asociadas a la
zona núcleo I de la REBITRI, mien-
tras que en la zona núcleo III comienza
a incorporarse la Comon Yaj Noptik
(cooperativa de pequeños productores
de café) junto con La Mano del Mono
(empresa de turismo de naturaleza). La
empresa «Nature Tours» trae, desde
1981, grupos de observadores de aves
provenientes de Texas.
La pregunta viene al caso porque de
los recursos que aportan los turistas, la
mayor parte se destina a los requeri-
mientos de ellos mismos, pues se com-
pran insumos o se contrata personal para
atenderlos: arrieros, cocineros, cargado-
res, hasta un total de 20 personas para
atender un grupo de unos 10 visitantes.
Los gastos de operación consumen el
resto de los ingresos. La CONANP solo
recibe (a veces) los reportes de viajes y
estancias.
En la valoración económica local la
importancia de los resultados de la in-
199
JORGE SILVA
vestigación ha quedado un tanto oculta
debido a la escasez de reportes de resulta-
dos que se compartan con los habitantes,
y menos que impacten sus expectativas
de vida. En el caso de las visitas de ca-
rácter académico o educativo, y a pesar
de ser las que tienen más tiempo de es-
tablecidas en la REBITRI, no existe la
obligación de reportar resultados o en-
tregar publicaciones. Mucho trabajo de-
rivado de prácticas escolares no cuenta
con registro. Lo mismo pudiera decirse
de mucho trabajo de diagnóstico o deri-
vado de propuestas de desarrollo comu-
nitario, que han significado una intensa
actividad con los pobladores, sin efec-
to positivo en sus expectativas de vida
o en la situación de la Reserva. Hoy día
existe mucha información, de todo tipo,
dispersa en muchos lugares, no pocos de
ellos de difícil acceso a los tomadores de
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
decisiones, sea por su carácter especia-
lizado o por los circuitos de distribu-
ción en que se mueven.
En el plano productivo al interior de
la REBITRI persiste la problemática
que caracteriza a la agricultura de pe-
queña escala de otras regiones del país.
La dependencia alimentaria del maíz y
el frijol se suplementa principalmente
con los ingresos provenientes del cul-
tivo del café, el empleo temporal, la ga-
nadería bovina o la recolecta de hojas
de palma camedor. Si bien existen di-
ferencias importantes entre las comuni-
dades campesinas a ambos lados de la
Sierra Madre, son comunes a ellas los
bajos niveles de producción y de pro-
ductividad, así como el deterioro de los
recursos naturales.
JORGE SILVA
La insistencia de los productores por
apoyos económicos y asistencia técni-
ca ha sido la base sobre la que se han
elaborado los programas de apoyo im-
pulsados por la CONANP (PRODERS-
PROCODES entre los más importantes).
Esfuerzos esperanzadores de manejar
especies de valor económico con esque-
mas productivos sustentable (como la
palma camedor y la pacaya) enfrentan o
han enfrentado las limitaciones propias
del acceso a os mercados nacionales o
internacionales, con riesgos importan-
tes para su continuidad. Los grandes re-
tos productivos de hoy giran alrededor
de la ganadería, la producción de maíz y
el control de la roya del café.
Los esfuerzos por conciliar activida-
des productivas y conservación de la na-
turaleza siguen siendo la ruta principal
de acción de los agentes externos con las
200
comunidades locales. Lamentablemente
los logros con frecuencia son limitados
por la limitación misma de los recursos
disponibles y la creencia de que el cam-
bio tecnológico de la actividad produc-
tiva es factible en unos pocos años. La
falta de continuidad y la ausencia de una
sistematización de las experiencias están
sin duda entre las tareas más urgentes de
atender.
La inestabilidad social de la reserva y
su impacto en las acciones de conserva-
ción quedó evidenciada en 1994 cuando
en la región de Los Altos de Chiapas se
suscitó el levantamiento zapatista. En la
región de la Sierra Madre donde se ubi-
ca la REBITRI surgieron grupos incon-
formes que se denominaron “Villistas”,
que invadieron varias de las fincas ca-
fetaleras de la región. La inseguridad
y los peligros de confrontación propi-
ciaron que entre 1994-95 cesaron las
visitas al campamento. Se reanudaron
en 1996, con una nueva estructura ad-
ministrativa derivada de la pertenencia
a una Secretaría de Estado de carácter
Federal (SEDUE).
Todo lo anterior es el caldo de cul-
tivo del que se nutren periódicamente
los actores políticos que buscan la pre-
ferencia electoral de los habitantes lo-
cales. Cada tres y seis años desfilan por
las comunidades candidatos a puestos
de los tres niveles de gobierno prome-
tiendo el desarrollo como por arte de
magia: un desarrollo verbalmente con-
servacionista (“verde”), pero absoluta-
mente convencional en los hechos, con
la promesa de carreteras y hospitales
como atrayentes principales.
A la crisis productiva y la disputa
política se suman propuestas de orga-
nizaciones civiles hacia la consciencia
y responsabilidad ambiental de los po-
bladores, así como la promoción de al-
ternativas productivas centradas en los
beneficios supuestos de los cultivos or-
gánicos y la agroecología. Estas buenas
intenciones conservacionistas alimen-
tan la falsa imagen urbana de que la
destrucción de la naturaleza se debe a
la ignorancia y necedad de los campe-
sinos, menospreciando inconsciente-
mente el valioso saber empírico de las
comunidades rurales.
Los problemas de la tenencia o los
derechos a la tierra suscitan conflictos
y meten a las comunidades a la arena
de la lucha política, donde las conce-
siones, los acuerdos y las alternativas
adquieren la cara de gestión, proselitis-
mo y “coadyuvancia”. Además, por si
lo anterior no fuese suficiente, los pro-
gramas de desarrollo y atención que los
diversas dependencias gubernamenta-
les (estatales y federales) realizan en
la REBITRI se mueven, también, con
criterios e intereses sectoriales, con ac-
ciones carentes de coordinación inte-
rinstitucional, por lo que no son raros
los casos de propuestas y acciones con-
tradictorias y hasta contraproducentes a
la pretendida tarea de promover el de-
sarrollo sustentable.
El desarrollo posible...
Quizás sustentable...
El problema de la conservación de la
REBITRI no se centra sólo en la ne-
cesidad de acciones de manejo de vi-
sitantes, normatividad en el uso de las
instalaciones o en programas de inves-
tigación ecológica y conservación de
sus especies emblema o en promesas
de mejores prácticas productivas. El
deterioro de los ecosistemas y las ame-
nazas a la biodiversidad son parte de
una situación de crisis socioeconómica
cuyos elementos más destacados son la
pobreza, el abandono y el descontento
crecientes en los pobladores de las co-
munidades aledañas a la Reserva.
La Sierra Madre no ha tenido la for-
tuna de ser asiento de grupos étnicos
numerosos, como sucede en la región
de los Altos de Chiapas, por lo que no
ha contado tampoco con los elementos
atractivos para la actividad económica,
política y académica como en las re-
giones indígenas del centro de la enti-
dad o de los colonizadores de la selva
Lacandona. Si bien en la sierra existen
comunidades mames, su historia y pro-
blemática han sido menos atendidas
que las de los otros grupos mayenses
de Chiapas. Lo mismo puede decirse
de las muchas comunidades de colo-
201
nizadores mestizos o migrantes guate-
maltecos que desde la década de 1950
han venido asentándose en la Sierra
Madre. La infraestructura de desarrollo
social es pobre y esa es quizá la cau-
sa por la que aún existen allí importan-
tes áreas naturales con poco impacto
humano. Sin embargo, la situación ha
cambiado en años recientes, y se modi-
fica de forma acelerada.
En esta tónica, la actitud de los po-
bladores de comunidades aledañas a la
REBITRI se mantiene expectante, y a
momentos hasta exigente, respecto a
sus necesidades de bienestar, y a la apa-
rente ausencia de beneficio para ellos
que pudiera derivar de la permanen-
cia y manejo de la reserva. Esto exige
considerar importante también la ne-
cesidad de programas y proyectos que
atiendan la problemática rural, social,
de estos habitantes, en un mismo plano
de prioridad que las acciones de con-
servación de la naturaleza. Para el caso
de la REBITRI, y sin duda para la tota-
lidad de las áreas naturales protegidas
de México y Latinoamérica, la posibi-
lidad y viabilidad de la conservación de
áreas naturales depende estrechamente
de los beneficios sociales y económi-
cos que esas acciones de conservación
lleven a los pobladores locales.
Las acciones de manejo y conser-
vación de la REBITRI deben verse
integralmente, dentro de un marco de
referencia que considere como eje las
relaciones existentes entre las comuni-
dades rurales de la región y el mane-
jo y la conservación de los recursos.
El reto es enorme, y exige creatividad
e iniciativa; requiere de propuestas no-
vedosas para las cuales ni siquiera se
cuenta con un marco teórico apropiado,
mucho menos con un esquema operati-
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
vo... quizás es momento de empezar a
desarrollarlo...
Es inaplazable que las actividades de
investigación rebasen los enfoques dis-
ciplinarios, fuertemente condicionados
por metodologías y marcos teóricos frag-
mentados, para involucrarse en la cons-
trucción de herramientas y marcos de
referencia que incorporen y consideren
las características y atributos principa-
les presentes en la necesidad de gestio-
nar las áreas naturales protegidas de los
países megadiversos del tercer mundo.
Los enfoques deben ser también innova-
dores en el sentido de incorporar e invo-
lucrar a los participantes locales, con sus
conocimientos, expectativas y recursos,
y generar propuestas operativas que se
consideren en la toma de decisiones de
los actores políticos y económicos. Esto
significa construir marcos teóricos con
componentes sociales, naturales, cultu-
rales y económicas.
Es evidente que la problemática no
se resolverá en poco tiempo, ni se tie-
ne la certeza de un camino con accio-
nes y decisiones inequívocas. El proceso
mencionado habrá de desarrollarse con
multitud de circunstancias y acciones
imprevistas que modificarán su tránsito.
Es necesario, entonces, realizar un se-
guimiento crítico y detallado de lo que
sucede, para corregir el rumbo cuando
sea necesario. El primer paso es garan-
tizar la continuidad del actual equipo de
trabajo de la reserva (funcionarios y tra-
bajadores de campo), cuyo esfuerzo y
compromiso ha conformado una expe-
riencia fundamental para la continuidad
de la REBITRI.
A manera de conclusión
La situación es compleja, delicada y diná-
mica. Resolverla requiere muchas cosas:
dinero, capacidades, acciones, alternativas,
otros, pero fundamentalmente requie-
re tiempo para generar actitudes, volun-
tades e intereses institucionales, sean de
las dependencias gubernamentales, las
instituciones académicas, las agencias de
desarrollo, los empresarios, las organiza-
ciones civiles, o las comunidades locales.
En consecuencia, el desarrollo sustenta-
ble de la REBITRI quizás haya de conti-
nuar un tiempo más como utopía o como
ejercicio intelectual de los científicos.
Es necesario considerar el concepto de
“estrategia” de desarrollo en su sentido más
pragmático posible. Esto es, identificar pla-
taformas consecutivas de resultados que
sirvan como escalas de reflexión y reo-
rientación de actividades, y que permitan
impulsar acciones cada vez más trascen-
dentes para el objetivo de conservar la
naturaleza y propiciar el bienestar de las
poblaciones humanas. En ese sentido, es
necesario reconocer al menos tres tiempos
del trabajo: a corto, mediano y largo plazo.
Corto plazo:
Aprender del pasado.
Elaborar un bosquejo mínimo de la
historia de la REBITRI, en tanto Área
Natural Protegida en un contexto so-
cioeconómico de pobreza y margina-
ción social.
Reconocer los componentes.
Identificar los actores y procesos
naturales, sociales, económicos, po-
líticos y culturales que interactúan en
su interior.
Equilibrar procesos.
Promover la consideración integral de
las zonas de la REBITRI, a lo largo de
sus cinco Zonas Núcleo.
202
Diseñar una estrategia.
Identificar una línea del tiempo con
actores y responsabilidades principa-
les en las decisiones y la historia de la
Reserva.
Mediano plazo:
Redefinir o afinar objetivos.
Identificar beneficios e inconvenien-
tes de las formas actuales de realizar
turismo, investigación, capacitación
y agricultura, en un marco de man-
tenimiento y gestión de la Reserva.
Normatividad apropiada.
Considerando la máxima partici-
pación posible de todos los actores
interesados en la REBITRI, definir,
actualizar y aplicar la normatividad
de las visitas a la Reserva y la in-
teracción con los habitantes de las
comunidades.
Diversificar las actividades.
Considerando las características de
los visitantes y las de los sitios, pro-
mover un uso más amplio de la
Reserva, tanto geográfica (polígonos)
como temática (observación, investi-
gación, promoción).
Largo plazo:
Planificar la gestión.
Identificar líneas estratégicas que
orienten el trabajo en la REBITRI.
Monitoreo.
Poner atención en los procesos en
marcha y potenciales, sistematizan-
do la experiencia con la finalidad de
lograr un aprendizaje institucional.
Evaluación.
Elaborar, aplicar, evaluar y ajustar
continuamente las normas y procedi-
mientos que se requiera para la ges-
tión y conservación de la REBITRI.
 Agradecimientos
Estas reflexiones han tenido una importante fuente de información y de motivación en el intercambio de ideas y los debates
al interior del Subconsejo Técnico del Consejo Asesor de la REBITRI. Agradezco a sus integrantes el haberme dado la opor-
tunidad de intercambiar ideas e inquietudes sobre desarrollo rural y conservación, en las reuniones de trabajo de ya bastantes
años. En particular agradezco al M. en C. J.C Castro Hernández (Director de la CONANP/REBITRI) sus atinadas observa-
ciones al documento, así como su compromiso con la Reserva y actitud siempre cordial y prepositiva. Sin embargo, asumo
completamente la responsabilidad de las afirmaciones aquí hechas.

203
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

JORGE SILVA

204
Restauración y conservación de Orchidaceae en la Reserva de la
Biósfera El Triunfo y el sureste de México
Departamento de Conservación de la Biodiversidad. El Colegio de la Frontera Sur, Unidad Tapachula,
Carretera Antiguo Aeropuerto km 2.5 C.P. 30700. Tapachula, Chiapas. México. E-mail: adamon@ecosur.mx
Introducción
L a extinción local, regional y hasta
nacional de especies de orquídeas
se ha documentado en diversos medios
científicos y de comunicación durante
varias décadas. Sin embargo, no se ha
logrado frenar la desaparición de estas
complejas y vulnerables plantas. La de-
forestación, destrucción de ecosistemas
y el saqueo ilícito de ejemplares silves-
tres son las causas principales de la ex-
tinción de las orquídeas en México y
el resto del mundo (Koopowitz 2001,
Dixon et al. 2003, Damon 2013, Cruz-
García et al. 2015, García et al. 2016),
y ahora, muchas plantas dependen para
su supervivencia de sitios de difícil ac-
ceso, y fuera del alcance del ser huma-
no, como los peñascos (Damon et al.
2015). Los cafetales tradicionales, don-
de conviven los cafetos con una diver-
sidad de árboles de sombra de las selvas
de bosques originales, servían como re-
fugio para las orquídeas y muchos otros
organismos durante un poco más de un
siglo, pero con las presiones e intereses
económicos, y la tecnificación y globa-
lización de la producción agrícola, ya
no existen estos refugios. Hoy día se
cultiva el café con poca o sin sombra
y ocupan variedades de café enanas de
corta vida, sin importar el empobreci-
miento de suelos y biodiversidad que
este sistema provoca (Espejo-Serna
et al. 2005, Mondragón et al. 2009,
García-González et al. 2012).
Anne Damon
La respuesta de la comunidad cien-
tífica ha sido completar las determina-
ciones y los listados de especies para
conocer la diversidad, distribución y
estado de conservación de las orquí-
deas en todos los rincones del país
(Hágsater et al. 2015, Solano et al.
2016). También se ha llevado a cabo la
propagación masiva y el establecimien-
to de Unidades de Manejo Ambiental
(UMAs. SEMARNAT) para el aprove-
chamiento sustentable de algunas espe-
cies carismáticas de orquídeas (Damon
et al. 2004, Ruiz et al. 2008, Heredía-
Rendón et al. 2009, Ortega-Loeza et
al. 2011). Sin embargo, estas accio-
nes a veces han sido limitadas en sus
alcances y duración. Es difícil estable-
cer a largo plazo una trayectoria de in-
vestigación y aplicación práctica de los
resultados, porque los estudios de in-
vestigación científica dependen de las
fuentes de financiamiento cuyas prio-
ridades cambian frecuentemente sien-
do determinadas por los altos mandos,
quienes a su vez están a la merced de
las modas y tendencias de los mercados
e intereses nacionales e internacionales.
En el caso particular de las orquí-
deas, ha faltado el diseño y aplica-
ción de una estrategia integral a nivel
regional, o mejor aún a nivel nacio-
nal. También ha faltado el desarrollo
de investigaciones dirigidas específi-
camente a llenar los huecos en nuestro
conocimiento sobre el comportamien-
205
to y capacidad de respuesta de las or-
quídeas en esta etapa tan desoladora de
su evolución. El gran acervo de infor-
mación ya generada tiene que formar la
base de una estrategia regional o nacio-
nal, con el debido seguimiento de las
acciones a largo plazo y la convocación
de la participación de la población en
general en este esfuerzo.
La Reserva de la Biósfera El Triunfo
ofrece un escenario perfecto para el de-
sarrollo de las investigaciones necesa-
rias y la aplicación de dicha estrategia:
personal de la CONANP activo y com-
prometido, ecosistemas prístinos ro-
deados por asentamientos humanos, y
el desconocimiento y necesidad de la
misma población humana.
A pesar de que Orchidaceae es una
de las familias de plantas más grandes,
evolucionadas y ampliamente distribui-
das en el mundo, las orquídeas presen-
tan características especiales y cuellos
de botellas ecológicas que las hacen pe-
culiarmente vulnerables a la extinción.
Rara vez llegan a ser abundantes y tien-
den a mantener poblaciones pequeñas
y altamente dispersas. La mayoría de
las especies tienen síndromes de poli-
nización especializados y dependen de
una o pocas especies de polinizadores.
Además, tienden a tener de bajas a muy
bajas tasas de polinización. La depen-
dencia de hongos micorrízicos en to-
das las etapas de vida representa otra
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
especialización más. Sin embargo, a
pesar de estos limitantes, en condicio-
nes estables las orquídeas han prospe-
rado y ramificado filogenéticamente y
han conquistado la gran mayoría de los
ecosistemas, menos los acuáticos y los
más fríos. Un factor clave es que por
cada uno de los pocos eventos exitosos
de polinización se producen miles has-
ta millones de semillas, suficientes para
que algunas cuantas superen el reto de
encontrarse con, y luego establecer la
interacción con, el hongo micorrízi-
co indicado. Estos acontecimientos
solo se pueden reconciliar a nivel me-
tapoblacional, aunque comprobar los
hechos a este nivel presenta barreras lo-
gísticas sumamente difíciles, las cuales
en las condiciones prevalentes de hoy
día de fragmentación y disminución
de ecosistemas y poblaciones ya serían
imposibles de superar.
Los temas que se han estudiado y
se siguen estudiando en la Reserva de
la Biosfera El Triunfo, en otras áreas
protegidas, fragmentos de bosques y
selvas, y cafetales tradicionales en el
sureste de México son: la ecología y
distribución general de las orquídeas
(Solano et al. 2016); la polinización de
las orquídeas del Soconusco (Damon
y Salas-Roblero 2007), el análisis re-
trospectivo espacial de la poliniza-
ción de orquídeas epífitas (Damon y
Valle-Mora 2008, Pérez-Hernández et
al 2011), la diversidad, distribución y
comportamiento de anidar de las abejas
de la Tribu Euglossini, polinizadores
de 10% de nuestras orquídeas (Damon
et al. 2012); la importancia de los hon-
gos micorrízicos tipo Rhizoctonia du-
rante todas las etapas de vida de las
orquídeas epífitas (Ovando et al. 2005,
Bertolini y Damon 2011, Bertolini et
al. 2014b); la importancia de peñascos
como refugio de las orquídeas (Damon
et al. 2015); técnicas para el cultivo sus-
tentable de orquídeas epífitas en condi-
ciones rústicas en comunidades rurales
(Damon et al. 2005), y el estudio de las
principales plagas y enfermedades de
las orquídeas en la región (Hernández
Ramírez 2018, López Pastrana 2018).
Además de la generación de los cono-
cimientos científicos necesarios, otros
componentes de la estrategia integral
para la conservación y restauración de
Orchidaceae y sus eco y agroecosiste-
mas en el sureste de México son: el de-
sarrollo y seguimiento a la colección
viva de las orquídeas del Soconusco;
sitios de restauración, brigadas de res-
cate y Unidades de Manejo Ambiental
(UMA) de orquídeas en comunidades
rurales; la propuesta CaféOrquídea
y educación ambiental a todos los
niveles.
A continuación, se presentan breves
reseñas de la justificación y avances de
los diversos temas de investigación y
actividades dirigidas a la restauración y
conservación de las orquidáceas en la
región.
Las poblaciones de la gran mayo-
ría de las especies de orquídeas histó-
ricamente registradas en el Soconusco
han disminuido de forma alarmante.
Sin embargo, en los pocos remanen-
tes de bosques y selvas que aún perdu-
ran se podría considerar la restauración
de poblaciones de ciertas especies
de orquídeas afines a las condicio-
nes ambientales de cada sitio. Para la
propagación de plantas con fines de
conservación y restauración de pobla-
ciones, es mejor usar las semillas para
mantener la diversidad genética, en lu-
gar de optar por técnicas como la clo-
nación, cultivo de tejidos, entre otros.
206
Sin embargo, en el caso de las orquídeas
epífitas, la propagación por semilla es
difícil por la dependencia que mantie-
nen de la simbiosis con ciertos tipos de
hongos, tipo Rhizoctonia, y de este pro-
ceso aún se sabe muy poco (Bertolini et
al. 2014b). Por esta razón tradicional-
mente se recurre a la propagación in vi-
tro, procedimiento caro, inseguro y con
problemas severos para lograr la adapta-
ción de las plantas así producidas al me-
dio ambiente natural. El proceso in vitro
sirve más que nada para la producción
comercial protegida. Se ha realizado in-
vestigación para mejorar el proceso de
adaptación de plantas producidas asim-
bióticamente, (Heredía-Rendón et al.
2009, Ortega-Loeza 2011, Bertolini et
al. 2014a), pero todo indica que el me-
jor camino será la germinación in situ
asistida por inoculación de hongos mi-
corrizicos, o facilitación del proceso de
infección a partir de hongos micorrízi-
cos ya presentes en el medio ambiente.
Otra opción podría ser la propagación
simbiótica in vitro, aunque todavía
no se han logrado resultados estables
(Bertolini y Damon 2011).
Sabemos muy poco sobre la polini-
zación de las orquídeas epífitas, y es un
tema difícil de estudiar. Las plantas son
de difícil acceso en las copas de los ár-
boles, muchas especies son muy raras,
con pequeñas poblaciones dispersas y
más que nada las visitas de los insectos
o colibrís son imprevisibles e infrecuen-
tes, haciendo que los intentos de las ob-
servaciones directas rinden poca o nula
información. Por naturaleza, la tasa de
polinización de la mayoría de las espe-
cies de orquídeas epífitas es muy baja,
y con la fragmentación, contaminación
y perturbación de los eco y agroecosis-
temas habituales de estas plantas se ha
reducido aún más. La técnica del análisis
retrospectiva espacial de la polinización
hace posible averiguar sobre el compor-
tamiento y preferencias de los poliniza-
dores, usando solo el amarre de frutos
(las cápsulas de semillas como eviden-
cia (Damon y Valle-Mora 2008, Pérez-
Hernández et al 2011).
Un 10% de las orquídeas neotropica-
les son polinizadas por abejas de la tri-
bu Euglossini (Apidae: Hymenoptera)
y se han hecho estudios sobre la diver-
sidad y abundancia de estas abejas en la
región (Damon et al. 2012). Todo indi-
ca que las poblaciones de casi todas las
especies históricamente registradas en
la región se encuentran en franca dis-
minución. Estamos estudiando el com-
portamiento de anidar de estas abejas
con la esperanza de promover la recu-
peración de algunas de estas especies y
así aumentar su presencia en las UMAs
y sitios de restauración para aumentar
la producción de semillas del 10% de
las orquídeas correspondientes.
Se ha comprobado que la simbio-
sis con hongos micorrízicos de tipo
Rhizoctonia es fundamental para la
germinación de las semillas, la diferen-
ciación de las células del protocormo y
el desarrollo, adaptación, resistencia y
persistencia en el medio natural de las
orquídeas epífitas. Para la propagación
de las orquídeas y la restauración de
poblaciones silvestres, el conocimiento
y posibilidades de manejo y manipula-
ción de la simbiosis serían herramien-
tas fundamentales, pero aun carecemos
de los conocimientos necesarios. Esta
207
área de investigación está en sus inicios
y estamos contribuyendo con estudios
sobre el aislamiento y determinación
de los hongos involucrados en la sim-
biosis con las orquídeas, y el uso de los
hongos para producir plantas de orquí-
deas más resistentes y aptas para esta-
blecerse en el medio natural, mediante
la propagación simbiótica por semilla
(Ovando et al. 2005, Bertolini y Damon
2011, Bertolini et al. 2014b). Reforzadas
por las investigaciones complementarias
como se pretende ejercer las siguientes
acciones:
Colección viva de las orquídeas
del Soconusco.
La colección ya ha recibido recono-
cimiento internacional y forma parte
de un grupo de 30 colecciones se-
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
leccionadas por el comité del “23rd
World Orchid Conference 2020” en
Taiwán, para inclusión en un libro. Se
pretende ampliar y mejorar el nivel de
mantenimiento, presentación y apor-
te de la colección de las orquídeas
del Soconusco en el Jardín Botánico
Regional del Soconusco (JBRS), re-
gistrado con la Asociación Mexicana
de Jardines Botánicos (AMJB) que
representa un lugar seguro para la
conservación, investigación, propa-
gación para la restauración de po-
blaciones y difusión de las plantas a
largo plazo. Actualmente, la colec-
ción tiene más de 200 especies.
Programa para la Conservación
y aprovechamiento sustentable
de las orquídeas del sureste de
México: Unidades de Manejo
Ambiental (UMA) de orquídeas,
sitios de restauración, brigadas
de rescate.
La Unidad de Manejo Ambiental es
un permiso registrado y evaluado
por SEMARNAT, para el manejo
de especies de flora y fauna inclui-
das en la NOM-ECOL-059. Las me-
tas del programa son: a) El rescate
y conservación de las orquídeas na-
tivas de la región del Soconusco,
Chiapas; b) La oferta de una alter-
nativa viable para los pobladores de
la zona cafetalera del Soconusco;
c) La restauración de poblaciones
de orquídeas en la zona cafetalera,
fragmentos de selvas y bosques, y
las zonas de amortiguamiento de las
Áreas Protegidas; d) La restauración
de poblaciones de orquídeas en la
zona cafetalera, fragmentos de sel-
vas y bosques, y las zonas de amor-
tiguamiento de las Áreas Protegidas.
Este programa contempla un proce-
so continuo de capacitación, aseso-
ría y seguimiento a largo plazo, que
ha sido el factor clave en el éxito,
persistencia y alcance del programa.
En las comunidades de Santa Rita de
las Flores (municipio de Mapastepec)
y Benito Juárez El Plan (munici-
pio de Cacahoatán) en la región del
Soconusco, ya se tienen UMAs de
orquídeas establecidas, en las cuales
trabajan 10 personas en cada caso. Y
con el tiempo se ha logrado capaci-
tar otras 30 personas más en cada una
de las comunidades que fungen como
brigadas de rescate cuya meta es dar
una segunda oportunidad de vida a
plantas de orquídeas después de ha-
ber sido tiradas en el piso por lluvias o
vientos fuertes, poda de cafetos y ár-
boles y la tumba de árboles. En estas
comunidades también se han estable-
cido sitios de restauración de orquí-
deas, donde se siembran las plantas
rescatadas por las y los brigadistas y
plantas producidas en las galeras de
las UMAs por propagación vegeta-
tiva (división de plantas). En una de
las UMAs tres de los hijos del grupo
original han desarrollado un pequeño
negocio para la producción de artesa-
nías usando las flores de las orquídeas
producidas en las galeras de la UMA
y en la otra reciben ingresos a partir
de actividades ecoturísticos. Las es-
pecies presentes en las UMAs refle-
jan la diversidad de orquídeas que
aún persisten en las tierras de estas
comunidades, con sus condiciones
particulares de elevación, temperatu-
ra, humedad, precipitación y estacio-
nes, etc. (Apéndice 1 y 2). Para que
fueran más comprensivos y represen-
tativos nuestros esfuerzos, se tendría
que involucrar a muchas más comu-
nidades y abarcar a todos los ecosiste-
mas y elevaciones de la región.
208
Se han identificado dos problemas fito-
sanitarias que perjudican las orquídeas
epífitas cultivadas en las Unidades de
Manejo Ambiental (UMAs), en las
colecciones vivas de ECOSUR, y en
las poblaciones restantes de orquí-
deas en cafetales y en algunos frag-
mentos de bosque en el Soconusco.
Los problemas más notables son los
ataques de una chinche Tenthecorus
sp. (Miridae) y una infección fúngi-
ca que todavía falta determinarla,
que afecta en particular a la orquídea
Guarianthe skinneri L, mencionada
en la NOM-ECOL-059-2010, en la
categoría de amenazada. En particu-
lar, estos dos problemas fitosanitarios
han afectado fuertemente a las plantas
de Guarianthe skinneri en la UMA de
orquídeas de Santa Rita de las Flores
en el municipio de Mapastepec, en
la zona de amortiguamiento de la
Reserva de la Biosfera El Triunfo, y
se espera que puedan ser resueltos por
cambios en el manejo de las plantas
(Hernández Ramírez 2018).
Café Orquídea es una propuesta de
lanzar una categoría comercial de
café orgánico amigable a las orquí-
deas y otras epífitas, que cumpliría
con las siguientes reglas o condicio-
nes: Únicamente café árabe y sus
variedades; No se desmusgan (o se
destenchen) los cafetos; La resepa
de los cafetos se realiza a una altu-
ra de 80cm, para conservar las epífi-
tas establecidas en el tronco y bases
de las ramas; La renovación de los
cafetos se realiza poco a poco para
no eliminar todas las plantas y fuen-
tes de semillas de epífitas en un
solo golpe; Las orquídeas en las ra-
mas podadas de los cafetos y árbo-
les de sombra se reubican en otros
cafetos y árboles; Se mantiene cier-
 ta densidad y diversidad de árboles de
sombra; se practican técnicas de con-
servación de suelo.
Es poco probable que lograríamos
conservar y restaurar poblaciones de
más que unas cuantas especies de or-
quídeas en el sureste de México, pero
con la aplicación de una estrategia
completa como ésta que se sugiere
aquí podríamos garantizar a largo pla-
zo el seguimiento de varias especies y
sus ecosistemas en sitios aptos, vigila-
dos y seguros, y con cierta recompen-
sa económica para los que aceptan
participar y responsabilizarse.

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La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

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210
 Apéndice 1
Especies de orquídeas rescatadas y cultivadas en dos Unidades de Manejo Ambiental en
la región del Soconusco. Categoría de Riesgo: NOM = Norma Oficial Mexicana (NOM-059-
SEMARNAT-2010): A = Amenazada, Pr = Sujeta a Protección Especial, P= En peligro de extinción.

Arpophyllum medium Rchb.f.

Brassavola cucullata (L.) R.Br.

Brassia verrucosa Bateman ex Lindl.

Catasetum integerrimum Hook.

Catasetum sp. novo

Coelia macrostachya Lindl.

Cycnoches egertonianum Bateman.

Cycnoches ventricosum Bateman (A).

Cyrtochiloides ochmatochila (Rchb.f.) N.H.Williams & M.W. Chase (A).

Dichaea glauca (Sw.) Lindl.

Dichaea muricatoides Hamer & Garay.

Dichaea suaveolens Kraenzl.

Elleanthus cynarocephalus (Rchb.f.) Rchb.f.

Encyclia cordigera (Kunth) Dressler.

Encyclia rodolfoi Archila, Chirón & Velíz.

Epidendrum chlorocorymbos Schltr.

Epidendrum ciliare L. E

Epidendrum polyanthum Lindl.

Epidendrum ramosum Jacq.

Gongora galeata (Lindl.) Rchb.f.

Guarianthe aurantiaca (Bateman ex Lindl.) Dressler & W.E.Higgins.

Guarianthe skinneri (Bateman) Dressler & W.E.Higgins (A).

Isochilus chiriquensis Schltr.

211
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Isochilus latibracteatus A.Rich. & Galeotti.

Jacquiniella cobanensis (Ames & Schltr.) Dressler.

Lockhartia verrucosa Lindl. ex Rchb.f.

Lycaste cruenta (Lindl.) Lindl.

Masdevallia tuerckheimii Ames.

Maxillaria egertoniana (Bateman ex. Lindl.) inedit. (Antes Trigonidium egertonianum)

Maxillaria elatior (Rchb.f.) Rchb.f.

Maxillaria hagsateriana Soto Arenas.

Maxillaria variabilis Bateman ex Lindl.

Meiracyllium trinasutum Rchb.f.

Mormodes lineata Bateman ex Lindl.

Nidema boothii (Lindl.) Schltr.

Notylia barkeri Lindl.

Oncidium laeve (Lindl.)

Oncidium sotoanum R.Jiménez & Hágsater. subsp. papalosmum R.Jiménez.

Oncidium sphacelatum Lindl.

Oncidium wentworthianum Bateman ex Lindl. (Pr).

Pleurothallis matudana C.Schweinf.

Pleurothallis nelsonii Ames (Pr).

Pleurothallis quadrifida (Llave & Lex.) Lindl.

Prosthechea baculus (Rchb.f.) W.E.Higgins.

Prosthechea chacaoensis (Rchb.f.) W.E.Higgins.

Prosthechea cochleata (L.) W.E.Higgins.

Prosthechea radiata (Lindl.) W.E.Higgins.

Restrepia trichoglossa F.Lehm. ex Sander (A).

Restrepiella ophiocephala (Lindl.) Garay & Dunst.

212
Rossioglossum grande (Lindl.) Garay & G.C.Kenn. (P).

Sobralia macrantha Lindl.

Stanhopea graveolens Lindl.

Stanhopea saccata Bateman.

Stelis hymenantha Schltr.

Stelis megachlamys (Schltr.) Pupulin.

Stelis villosa (Knowles & Westc.) Pridgeon & M.W.Chase.

Trichocentrum ascendens (Lindl.) M.W.Chase & N.H.Williams.

Trichocentrum bicallosum (Lindl.) M.W.Chase & N.H.Williams.

Trichocentrum oerstedii (Rchb.f.) R.Jiménez & Carnevali.

Trichopilia tortilis Lindl.

213
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Apéndice 2
Especies de orquídeas que crecen en los cafetos en cafetales tradicionales, sombreados por di-
versas especies de árboles de las selvas y bosques originales, en la región del Soconusco, inclu-
yendo el municipio de Motozintla. (Otras especies más prosperan si se siembran en los cafetos.
Dependiendo de la diversidad de árboles de sombra y de las condiciones ambientales del sitio,
otra gran diversidad de especies de orquídeas podría convivir entre los árboles de sombra).

Barkeria obovata (C.Presl) Christenson.

Barkeria skinneri (Bateman ex Lindl.) Lindl. ex Paxton. (Pr).

Barkeria spectabilis Bateman ex Lindl.

Brassavola cucullata (L.) R.Br.

Brassia verrucosa Bateman ex Lindl.

Campylocentrum micranthum (Lindl.) Rolfe.

Campylocentrum microphyllum Ames & Correll.

Cyrtochiloides ochmatochila (Rchb.f.) N.H.Williams & M.W. Chase (A).

Dichaea muricatoides Hamer & Garay.

Dichaea suaveolens Kraenzl.

Domingoa purpurea (Lindl.) van den Berg & Soto Arenas.

Epidendrum lacertinum Lindl.

Erycina crista-galli (Rchb.f.) N.H.Williams & M.W.Chase (Pr).

Erycina pusilla (L.) N.H.Williams & M.W.Chase.

Gongora galeata (Lindl.) Rchb.f.

Guarianthe aurantiaca (Bateman ex Lindl.) Dressler & W.E.Higgins.

Ionopsis satyrioides (Sw.) Rchb.f. (Pr).

Isochilus latibracteatus A.Rich. & Galeotti.

Kefersteinia tinschertiana Pupulin (Pr).

Leochilus carinatus (Knowles & Westc.) Lindl.

Leochilus labiatus (Sw.) Kuntze.

Leochilus oncidioides Knowles & Westc.

214
Leochilus scriptus (Scheidw.) Rchb.f.

Lockhartia verrucosa Lindl. ex Rchb.f.

Maxillaria variabilis Bateman ex Lindl.

Meiracyllium trinasutum Rchb.f.

Nidema boothii (Lindl.) Schltr.

Notylia barkeri Lindl.

Oncidium guatemalenoides M.W.Chase & N.H.Williams (A).

Oncidium poikilostalix (Kraenzl.) M.W.Chase & N.H.Williams.

Ornithocephalus tripterus Schltr.

Pleurothallis quadrifida (Llave & Lex.) Lindl.

Pleurothallis saccatilabia C.Schweinf. (Pr).

Polystachya cerea Lindl.

Restrepia trichoglossa F.Lehm. ex Sander (A).

Scaphyglottis crurigera (Bateman ex Lindl.) Ames & Correll.

Specklinia glandulosa (Ames) Pridgeon & M.W.Chase (Pr).

Specklinia lateritia (Rchb.f.) Pridgeon & M.W.Chase (Pr).

Specklinia marginata (Bateman ex Lindl.) Pridgeon & M.W.Chase.

Specklinia spectabilis (Ames & C.Schweinf.) Pupulin & Karremas (Pr). (Antes Specklinia endotrachys.)

Specklinia tribuloides (Sw.) Pridgeon & M.W.Chase.

Stanhopea saccata Bateman.

Telipogon helleri (L.O.Williams) N.H.Williams & Dressler.

Trichocentrum ascendens (Lindl.) M.W.Chase & N.H.Williams.

Trichocentrum candidum Lindl

Trichocentrum oerstedii (Rchb.f.) R.Jiménez & Carnevali.

Trichopilia tortilis Lindl.

Trichosalpinx memor (Rchb.f.) Luer.

215
 La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
JUAN CARLOS CASTRO

Patio de secado de la finca Catarina. Al fondo se ven montañas donde hay bosque de niebla y parcelas de otras fincas.

216
 Especies Prioritarias y Propiedad de la Tierra en El Triunfo
Reserva de la Biosfera El Triunfo/CONANP. Segunda Avenida Sur Poniente 905. Barrio 15 de Enero. Mapastepec, Chiapas. C.P 30560,
Introducción
L a historia de los esfuerzos forma-
les para conservar las especies
de El Triunfo comienza con la prime-
ra visita de Miguel Álvarez del Toro
a inicios de la década de 1960, como
lo relata él mismo en su libro “¡Así era
Chiapas!” (Álvarez del Toro 1990).
Ahí expresa su preocupación por que
los bosques estaban siendo talados para
establecer ranchos, colonias y ejidos, y
poner cultivos agrícolas y ganado bovi-
no aún en los sitios donde no es viable
su crianza, con la destrucción que eso
implica en los ecosistemas: tala, ramo-
neo del ganado dentro del bosque, ca-
cería de especies como el pavón.
Desde esa perspectiva, la interven-
ción del Estado debía enfocarse a fre-
nar la dotación de tierras, y a garantizar
la protección de los sitios aún conser-
vados. Después de muchas gestiones,
el Instituto de Historia Natural logró
en 1972 el establecimiento del “Área
Natural Típica del Estado de Chiapas
Tipo Ecológico Bosque de Niebla” en
una “extensión mínima de 10,000 ha,
para la preservación del quetzal y el ra-
rísimo pavón” (Periódico Oficial del
Estado de Chiapas 1972). Pero no fue
suficiente para garantizar la conserva-
ción de las especies y su hábitat; sin un
polígono definido y rodeada de comu-
nidades con necesidad de aprovechar
los recursos naturales, el área no podía
estar ajena a la dinámica social y eco-
nómica de la región.
Juan Carlos Castro Hernández
México. E-mail: jcastro@conanp.gob.mx
Una visión complementaria ganó
terreno entre los conservacionistas, y
en 1990 se decretó El Triunfo como
Reserva de la Biosfera en 119,177 ha,
incluyendo cinco polígonos de zona
núcleo y una zona de amortiguamiento
(Diario Oficial de la Federación 1990).
Esa modalidad de área natural prote-
gida era recién reconocida en la legis-
lación mexicana (Diario Oficial de la
Federación 1998), y pretende conciliar
la conservación de la naturaleza con el
desarrollo de las comunidades huma-
nas en sitios de relevancia para la bio-
diversidad. El haber elegido esta figura
de conservación permitió que los pre-
dios donde ya existía dotación agraria
pudieran ser partícipes de las acciones
de conservación con un enfoque de de-
sarrollo sustentable.
El diseño espacial de El Triunfo
respondió en buena medida a la dis-
tribución del bosque de niebla y a la te-
nencia de la tierra: las zonas núcleo se
establecieron en las partes más altas y
agrestes y la zona de amortiguamiento
donde en general hay condiciones más
favorables para la agricultura y la ga-
nadería. La forma de las poligonales de
zona núcleo, principalmente la V, es
irregular, tratando de salvar los predios
titulados y ubicarse en lo que la legis-
lación agraria reconoce como baldíos
y terrenos nacionales (Diario Oficial
de la Federación 1992). Como resul-
tado, los esfuerzos de manejo del área
implican preservar las zonas núcleo y
217
conciliar con los ejidos y propietarios
privados que están en medio de ellas un
manejo que favorezca el mantenimien-
to de la continuidad de los bosques o, al
menos, que los cultivos se manejen de
tal forma que brinden un hábitat para
las mayor parte de las especies, como
el café bajo sombra.
Fue un acierto que en las zonas nú-
cleo no existieran poblaciones huma-
nas gracias al estudio de tenencia de la
tierra que se realizó en 1988. Sí había
dotaciones en zona núcleo, pero son
sitios cuyos ecosistemas no estaban
transformados por los aprovechamien-
tos. Es importante notar que la ley no
impide la posibilidad de tener propie-
dades dentro de cualquier punto de la
Reserva, si es que ya estaban tituladas
antes del decreto; lo que restringe son
las modalidades de uso del suelo, de tal
forma que un bosque en buen estado de
conservación puede tener dueño y pro-
veer servicios de captación de agua y
acceder a programas como el pago por
servicios ambientales, pero no puede
ser transformado para cultivos.
Sin embargo, la tenencia de la tie-
rra ha seguido representando un con-
flicto central para el manejo de El
Triunfo durante los 28 años de existen-
cia de esta área natural protegida. Por
una parte, durante los estudios previos
para justificar el decreto federal de la
Reserva de la Biosfera, la información
colectada fue insuficiente para detectar
predios en proceso de titulación, ade-
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
JUAN CARLOS CASTRO
Reunión de integrantes de la Unión Regional de Silvicultores Valles y Montaña de los
Cuxtepeques con autoridades ambientales y agrarias.
más de que buena parte de los posee-
dores de esos predios no se enteró de
las consultas previas que se realizaron.
Por otra parte, diversos grupos e ins-
tituciones han seguido promoviendo
nuevos asentamientos humanos, inva-
siones y dotación de tierras. Los límites
entre propiedades también representan
una fuente de problemas para la con-
servación. Finalmente, el Programa
de Certificación de Derechos Ejidales
y Titulación de Solares (PROCEDE),
que fue puesto en marcha por las ins-
tituciones agrarias del país a finales
de 1992 y que operó hasta 2006, y el
Fondo de apoyo para núcleos agra-
rios sin regularizar (FANAR) que con-
tinúa desde 2006 con el trabajo del
PROCEDE, parcelaron áreas comunes
de los ejidos, que normalmente las des-
tinaban como reserva de bosque.
Predios habitados
sin título
Una presión constante ha sido que de-
cenas de predios privados que estaban
ocupados desde décadas antes del de-
creto de la Reserva, no fueron titulados
de acuerdo con la legislación vigente.
El decreto y la LGEEPA establecen
que, una vez decretada, todos los terre-
nos nacionales deber ser destinados a
la SEMARNAT; es decir, en apego a
la ley, los predios ocupados no podrán
ser titulados. Aunque esta disposición
fue omitida por las autoridades agrarias
al emitir algunos títulos después del de-
Descarga de costales de café en la bodega de los pequeños productores, en el área de control
de calidad de su cooperativa.
218
creto, finalmente fue asumida a media-
dos de la década de 2000.
La mayoría de los antiguos poseedo-
res no titulados no identificaron el con-
flicto hasta muchos años después. La
certeza de su posesión se garantizaba
por contratos entre particulares y acre-
ditaciones de los ayuntamientos, o bien
al obtener algún documento de la auto-
ridad agraria que forma parte del pro-
ceso de solicitud de tierras aunque no
hubiera concluido; la población en ge-
neral desconoce los detalles de los pro-
cedimientos para obtener el título de
propiedad, y algunos posesionarios a
pesar de conocer el procedimiento no
quisieron continuar con el proceso por-
que no encontraban utilidad práctica.
Sin embargo, cuando los títulos fueron
requeridos para acceder a subsidios de
programas de conservación, especial-
mente de CONAFOR, se prendió un
foco de tensión con la CONANP.
JUAN CARLOS CASTRO

Panorámica del centro de población del ejido Monterrey.
Para la conservación de las especies
dentro de un mosaico de ecosistemas y
agroecosistemas, un bosque en buen es-
tado de conservación es mejor que siga
protegido, con lo cual están de acuer-
do los posesionarios sin título. Pero un
área agrícola y de asentamientos huma-
nos, especialmente si presenta proble-
mas de erosión, requiere de intervención
a través de prácticas específicas que con-
JUAN CARLOS CASTRO
Visita a las rancherías El Vergel y Buena Vista, que presuntamente ampliaron parcelas a una
parte de zona núcleo.
tribuyan a conservar el hábitat y, en con-
diciones de pendientes fuertes como es
El Triunfo, proteger los suelos. Dado
que son cientos de hectáreas en esta si-
tuación, la única forma de garantizar que
se realicen esas prácticas es que los po-
seedores se hagan cargo. Por otra parte,
pensar en que los habitantes de esos pre-
dios los desocupen, es impracticable; y a
decir de ellos, sería una injusticia social,
219
JUAN CARLOS CASTRO
pues en las rancherías (conjunto de casas
y parcelas de particulares que forman un
pequeño pueblo), “hasta panteón tie-
nen”. Es decir, la conservación del há-
bitat y de las especies implica mejorar el
manejo de los predios en posesión.
Invasión de tierras
Palo Gordo, Nuevo Edén, Campamento
Quetzal, Cerro Cebú, La Tierra Prometida,
fincas y ejidos. Son nombres que cons-
tantemente preocupan. La invasión
de tierras es una amenaza latente en
Chiapas. El crecimiento poblacional
obliga a los campesinos a buscar dónde
trabajar, pero también hay personas que
han encontrado en promover la invasión
de tierras una forma de negocio en el que
involucran a campesinos que las necesi-
tan o pobladores de cabeceras municipa-
les que quieren hacerse de un patrimonio
a bajo precio.
En sus inicios, la Reserva de la
Biosfera El Triunfo enfrentó con-
flictos violentos por la posesión del
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
JUAN CARLOS CASTRO
Vista del frente de la casa ejidal del ejido Toluca.
campamento Palo Gordo, en la Zona
Núcleo I. A inicios de la década de
2000, un asentamiento humano en la
Zona Núcleo V fue abandonado tras
negociar con el gobierno del Estado su
reubicación en terrenos fuera del área
natural protegida. En la última década,
también fue invadida la Zona Núcleo
III, luego de largas negociaciones con
personas que reclamaban ser dueñas de
parte de los terrenos, y que finalmente
JUAN CARLOS CASTRO
Feria del maíz criollo en el ejido Tres de Mayo.
fueron desalojadas por la fuerza públi-
ca. En todos estos casos, las solucio-
nes han tenido que ser concertadas con
múltiples instituciones, además de las
agrarias, entre las que juega un papel
destacado la Secretaría de Gobierno
estatal. También, la presión de las co-
munidades vecinas y de la sociedad
civil en general ha ejercido un papel
importante.
220
Pugnas por límites
entre vecinos
Aun cuando los predios, sean ejidos,
comunidades o propiedades privadas y
tengan todos sus documentos agrarios
en regla, pueden existir conflictos. Los
límites entre uno y otro suele carecer
de certeza, ya sea porque los levanta-
mientos que se realizaban hace décadas
no tenían suficiente precisión, o porque
existe la intención de ciertos pobla-
dores de hacerse de mayor superficie.
Uno de los efectos de esos conflictos
es la afectación de los bosques: talar y
quemar la superficie en disputa, ya sea
para tomar posesión de facto o para
provocar la intervención de las autori-
dades para negociar algún beneficio.
El Programa de Certificación de
Derechos Ejidales y Titulación de
Solares (PROCEDE), después trans-
formado en el Fondo de Apoyo para
Núcleos Agrarios sin Regularizar
(FANAR), se aplicó por el Registro
Agrario Nacional en coordinación con

JUAN CARLOS CASTRO
Interior del aula del jardín de niños del ejido Veintiuno de Marzo.
la Secretaría de la Reforma Agraria
(ahora Secretaría de Desarrollo
Agrario, Territorial y Urbano), con el
objetivo de dar cumplimiento a las re-
formas al Artículo 27 constitucional de
1992. En términos de manejo del terri-
torio en la Reserva de la Biosfera El
Triunfo, ha representado el riesgo de
incrementar el cambio de uso del suelo
forestal debido a que buena parte de las
áreas comunes, que eran los bosques
que los ejidos reservaron desde sus ini-
cios, ahora están parcelados y entrega-
dos individualmente, con lo que cada
familia ve la posibilidad de ampliar sus
cultivos a “escala hormiga”: unos me-
tros cada año.
Compra de tierras:
alternativa peligrosa
La opción de comprar tierras para la
conservación no ha sido aplicada en El
Triunfo. Han existido algunas iniciati-
vas para ponerla a prueba, con el resul-
tado de que se genera especulación por
los precios, haciendo impracticable el
pago. Por otra parte, tomando en cuen-
ta los fenómenos de presión por la tie-
rra en diversas partes de Chiapas, no es
posible garantizar que un predio adqui-
rido sea respetado por el mismo ven-
dedor una vez que se gaste el dinero
obtenido por la venta, ni por otros acto-
res, es decir, hay un alto riesgo de que
sea invadido.
Prioridades
en el tema agrario
Para fortalecer el manejo del territo-
rio en El Triunfo favoreciendo la con-
servación del hábitat de las especies
prioritarias, es necesario un proceso
coordinado entre las autoridades am-
bientales y agrarias para:
Obtener en destino a favor de la
SEMARNAT todos los terrenos con-
siderados nacionales, baldíos o presun-
tos nacionales dentro de la poligonal de
la Reserva de la Biosfera El Triunfo,
dando prioridad a las cinco zonas
núcleo (más de 25,000 ha) y una ex-
tensa zona conocida como “La Tierra
Prometida”, de aproximadamente
221
4,000 ha. Hay una solicitud al res-
pecto dirigida por el Comisionado
Nacional en 2009 a la entonces
Secretaría de la Reforma Agraria
(SRA). En segundo orden de priori-
dad, están múltiples polígonos de di-
versos tamaños que no tienen dueño
y se encuentran entre ejidos y pro-
piedades privadas, y cuya extensión
no ha sido calculada
Construir un mecanismo que permi-
ta que aquéllos poseedores de pre-
dios que vivían y utilizaban el área
antes del decreto, y que se encuen-
tren en zona de amortiguamiento,
tengan la certeza jurídica para con-
tinuar haciendo uso de los terrenos,
siempre y cuando cumplan con bue-
nas prácticas de manejo. Esto favo-
recería la restauración ecológica y la
restauración productiva en una am-
plia zona en los municipios de La
Concordia y Ángel Albino Corzo.
Detener las invasiones de tierras,
principalmente entre predios colin-
dantes pero también por actores ex-
ternos a la población de la Reserva.
Esto requiere de una intensa labor
por parte de instituciones del sector
social y agrario.
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Literatura Citada
Álvarez del Toro, M. 1990. ¡Así era Chiapas! 42 años de andanzas por montañas, selvas y caminos en el estado. J.D. y
C.T. MacArthur Foundation; Fundamat: Instituto de Historia Natural. Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México.
Periódico Oficial del Estado de Chiapas. Decreto por el que se declaran áreas naturales típicas del Estado de Chiapas,
Bosque Coníferas “Chanal”. 4 de mayo de 1972.
Diario Oficial de la Federación. Decreto por el que se declara el establecimiento de la reserva de la biosfera denomina-
da El Triunfo, ubicada en los Municipios de Acacoyagua, Ángel Albino Corzo, La Concordia, Mapastepec, Villa
Corzo, Pijijiapan y Siltepec, Chis. 13 de marzo de 1990.
Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 28
de febrero de 1998. La última modificación es del 13 de mayo de 2016.
Ley Agraria. Nueva ley publicada en el Diario Oficial de la Federación el 26 de febrero de 1992.
Reunión de integrantes de la Unión Regional de Silvicultores Valles y Montaña de los Cuxtepeques con autoridades am-
bientales y agrarias.

222
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

224
 De la Colonización y la Deforestación a la Conservación
Biológica en la Reserva de la Biósfera El Triunfo
Sergio Cortina-Villar*, Viridiana Cano-Díaz y Elvia Porcayo
Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente. El Colegio de la Frontera Sur, Unidad San Cristóbal de las Casas,
Carretera Panamericana y Periférico Sur s/n. Barrio de María Auxiliadora, C.P. 29290. San Cristóbal de las Casas, Chiapas. México.
Introducción
U n análisis de la deforestación
en la reserva de la biósfera El
Triunfo (REBITRI) mostró un drástico
contraste entre la rápida velocidad de
pérdida de los bosques que ahí tuvo lu-
gar en las últimas décadas del siglo XX
y el escaso avance de este proceso que
se registró a inicios del XXI. Cortina-
Villar et al. (2012) encontraron que en
el período 1975–2000 la pérdida anual
de bosques llegó a –0.5%1 mientras que
en el período 2003–2007 en que el va-
lor fue –0.1%, cinco veces menor. Los
datos del primer período se obtuvieron
de una comparación entre el mapa de
uso del suelo y vegetación del INEGI
(1984) elaborado sobre fotografías
aéreas de los años setenta y el mapa
del inventario forestal del año 2000
(Palacio-Prieto et al. 2000); los del se-
gundo período, de un análisis de imá-
genes de satélite Aster. Estos análisis
para una región tan amplia no deberían
tomarse como resultados definitivos,
sino como evidencias que invitan a
hacer más preguntas. ¿Pudo reducir-
se realmente la tasa de deforestación
en un período de tiempo tan corto? Si
fue así, ¿qué factores intervinieron para
que esto sucediera?
1
Arreola (2004) obtuvo –0.6% como tasa de deforesta-
ción anual para la RETRIBI en el período 1975–1995
y la CONANP y FMCN (2003), –0.49 para el período
1975–2002 y –1.08 para el período 1995–2002.
E-mail:* scortina@ecosur.mx
Para contribuir a contestar estas pre-
guntas, en este capítulo se utiliza la
información de dos recientes investi-
gaciones que se hicieron en los ejidos
Santa Rita y Plan de Ayala, que forma-
ron parte de la REBITRI cuando esta
fue decretada (Cano-Díaz et al. 2015,
Porcayo 2015). Con diferentes objeti-
vos, ambas investigaciones analizaron
el cambio en el uso de los recursos na-
turales que ahí tuvo lugar y buscaron
relacionarlo con las decisiones que to-
maron las comunidades en un contexto
de rápidas transformaciones en las po-
líticas nacionales económicas y de con-
servación que tuvieron lugar desde los
años ochenta. Se presentan datos sobre
la desaceleración de la deforestación,
las causas de este proceso y las conse-
cuencias que ha tenido en el acceso a
la tierra para las nuevas generaciones.
Antecedentes
Cuando la REBITRI fue decretada, tres
cuartas partes de la superficie incluida
en la reserva ya habían sido dotadas a
ejidos o estaban en manos de propie-
tarios privados. Los ocupantes habían
comenzado a llegar desde inicios del
siglo XX, cuando grandes fincas ca-
fetaleras se instalaron en la parte me-
dia de las cuencas de la vertiente del río
Grijalva. Una parte de los trabajadores
que estas fincas contrataron formaron
los primeros ejidos cuando inició el re-
parto agrario en la región en los años
225
treinta. Otros ejidos se constituyeron
más tarde por campesinos que espon-
táneamente llegaron a la zona en busca
de tierras.
La ocupación de tierras dio lugar a
un extenso proceso de deforestación de
los bosques naturales. Los nuevos ocu-
pantes debían abrir tierras al cultivo no
solo para alimentarse, sino para obtener
ingresos monetarios mediante la venta
de productos agrícolas. El proceso de
colonización y el reparto agrario conti-
nuaron hasta el año 1992, cuando el es-
tado mexicano puso fin a la entrega de
tierras al reformar el Artículo 27 de la
Constitución y suprimir la Ley Federal
de la Reforma Agraria.
Los ejidos Santa Rita
y Plan de Ayala
Las dos comunidades recibieron sus
tierras formalmente en los años ochen-
ta, aunque los futuros ejidatarios ya
se habían asentado en la década ante-
rior. Ambas colindan con alguna de las
áreas núcleo de la REBITRI. Las fami-
lias beneficiadas fundaron los poblados
en la parte baja de los ejidos, junto a
los ríos. De acuerdo a las narraciones
registradas, la gran mayoría de los te-
rrenos ejidales estaban cubiertos por
bosques bien conservados.
La deforestación tuvo lugar rápida-
mente después de que los ejidatarios
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

se repartieron informalmente las tie-
rras. Se calcula que en el ejido Plan de
Ayala, que pertenece ahora a la conti-
gua Área de Protección de los Recursos
Naturales La Frailescana, decretada en
el año 2007, se eliminó el bosque a ra-
zón de 1 ha por jefe de familia por año
en los primeros años de vida del ejido.
En el ejido Santa Rita, formado ini-
cialmente por tres familias que traba-
jaban en la finca Prusia, se estima que
se desmontaron 4 ha por año (1.3 ha
por familia) a partir de 1974. Esta ci-
fra se elevó a más de 5 ha por año en
la siguiente década cuando los hijos de
los fundadores, ya mayores, recibieron
tierras de sus padres y comenzaron a
cultivarlas (Figura 1). Las familias fun-
dadoras habían tenido once hijos cada
una en promedio. En ambos ejidos se
cultivaron maíz y frijol desde el inicio,
pero Santa Rita se especializó rápida-
mente en la producción de café. Las
condiciones naturales favorecieron un
rápido avance de la frontera agrícola:
las tierras vírgenes eran fértiles, la tem-
peratura y precipitación resultaban ade-
cuadas y los terrenos moderadamente
inclinados. Además, no había control
alguno sobre los desmontes.
Las políticas gubernamentales de en-
tonces favorecieron la producción agrí-
cola y por ende la deforestación. Hasta
1989, el Instituto Mexicano del Café
(INMECAFE) apoyó a los productores
en el mejoramiento de los cafetales, en
la obtención de un grano de buena ca-
lidad y en la comercialización. Se im-
pulsó un sistema agroforestal donde
la sombra provenía principalmente de
especies introducidas del género Inga,
razón por la cual este tipo de cafeta-
les se consideraron causantes de una
deforestación, pues reemplazaron la
mayor parte de la vegetación original.
También hasta la década de los ochen-

Figura 1. Superficie deforestada por año en el ejido Santa Rita.

Los valores solo son indicativos de las tendencias pues se calcularon como la suma de la superficie que cada familia desmontó por año estimada
según la superficie total con café que cada una tenía en 2011 dividida entre el número de años en posesión del terreno. Eventos: A. La segunda
generación recibe tierras de sus padres. B. Caída en los precios del café y desaparición de INMECAFE C. Inician los pagos por servicios ambienta-
les (Porcayo 2015).

226
ta, la producción agrícola se vio favore-
cida por los precios de garantía para el
maíz y el frijol que el gobierno pagaba
directamente a los ejidatarios en las bo-
degas que tenía instaladas en la zona,
los créditos otorgados a los productores
y los subsidios a los insumos.
En contraste, unas décadas después,
durante las investigaciones llevadas a
cabo en los años 2011 y 2013 en los eji-
dos Santa Rita y Plan de Ayala, no se
registró un avance de la frontera agrí-
cola. En recorridos de campo por los
terrenos ejidales no se observó el derri-
bo de bosques maduros para abrir nue-
vos campos al cultivo y los miembros
de ambas comunidades aseguraron que
esto se debió a que el mismo ejido no lo
permitía. Si bien el análisis de imáge-
nes de satélite muestra que entre 1996
y 2004 hubo deforestación en Plan de
Ayala, entre los años 2005 y 2011, el
desmonte se volvió casi impercepti-
Figura 2. Cambios en la vegetación y uso del suelo en el ejido Plan de Ayala, Chiapas. Fuente:
Análisis de imágenes de satélite SPOT y de fotografías aéreas.
ble y se observó, incluso, que algunas
áreas agrícolas y pecuarias se habían
abandonado y fueron ocupadas por
vegetación secundaria (Figura 2). Por
otra parte, los datos de las entrevistas
aplicadas a los jefes de familia en Santa
Rita confirman esta situación e indica-
ron que hubo un descenso en el ritmo
de la deforestación al finalizar los años
ochenta, que se acentuó a partir del año
2004 (Figura 1).
¿Cómo pudo producirse un cambio
tan rápido en las tasas de deforestación?
Al parecer, el aspecto central para lograr
este cambio ha sido el acuerdo que
aceptaron los ejidatarios de no desmontar
los terrenos arbolados por los cuales el
gobierno, a través de la CONAFOR,
pagaría por servicios ambientales
hidrológicos. Pero este acuerdo fue
posible en un contexto de cambios
en las circunstancias económicas,
políticas y ambientales que crearon
227
condiciones favorables para alcanzarlo;
de otra forma, no se entendería que
los ejidatarios hayan aceptado unos
pagos que siempre han considerado
insuficientes. El primero de estos
cambios fue la pérdida de competitividad
de la agricultura. Conforme la frontera
agrícola se iba alejando del poblado, los
terrenos resultaban menos adecuados
para las actividades agrícolas no solo
por la mayor distancia, sino porque se
encontraban en laderas cada vez más
elevadas e inclinadas, donde las tierras
eran menos fértiles. A esta situación,
que debió comenzar a desalentar los
desmontes, debe sumarse la crisis
económica nacional iniciada en
1982, cuyas consecuencias fueron el
retiro de los subsidios y créditos y el
desmantelamiento de instituciones que
apoyaban la producción agrícola; entre
ellas, el INMECAFE y la CONASUPO2.
2
El INMECAFE (Instituto Mexicano del Café) desapa-
rece en 1989 (Pérez y Echánove 2006). La CONASUPO
(Compañía Nacional de Subsistencias Populares) se ex-
tingue formalmente en 1998 (Yúnez y Barceinas 2000).
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
El rompimiento de los acuerdos de la
Organización Internacional del Café en
1989 y la entrada en vigor del Acuerdo
de Libre Comercio para América del
Norte (TLC) en 1994 agravaron la situa-
ción al propiciar la disminución del pre-
cio real del café y el maíz, al que ya se le
habían retirado los precios de garantía.
La inclinación gubernamental ha-
cia las políticas de conservación bioló-
gica que se da desde mediados de los
ochenta constituye un segundo factor
que contribuye a frenar la deforesta-
ción en la REBITRI. A finales de los
años ochenta el gobierno estatal de
Patrocinio González Garrido, junto con
las autoridades federales, impulsó un
control de la venta ilegal de madera y
una vigilancia de la integridad de los
bosques y selvas. Habitantes de la zona
narraron que tenían miedo de ser cas-
tigados por las autoridades y que des-
montaban en la época de lluvias para
burlar a los inspectores, pensando que
estos no sospecharían que los derribos
se harían en tal temporada. Por su par-
te, el decreto de la REBITRI no pare-
ce haber sido decisivo, por sí solo, para
detener la deforestación; sin embargo,
sentó las bases para lograrlo. Los ha-
bitantes del ejido Plan de Ayala men-
cionaron que los técnicos de la reserva
llegaron a su comunidad en el año 1992
y les hicieron saber que, al formar parte
de un área protegida, tendrían que dejar
de quemar, de desmontar y de sustraer
flora y fauna silvestres. Pero los habi-
tantes hicieron poco caso de estas res-
tricciones. Fueron necesarios una gran
cantidad de talleres y diversos progra-
mas de apoyo para comenzar a con-
vencer a la comunidad de apegarse a lo
dictado por el decreto y el programa de
manejo.
En tercer lugar, los grandes incen-
dios forestales que tuvieron lugar en
1998 y las fuertes lluvias provocadas
en ese mismo año por la tormenta tro-
pical Javier y en el año 2005 por la tor-
menta Stan, parecieron hacer tomar
conciencia a algunos de los habitantes
de que la deforestación y los incendios
forestales que ellos provocaban por la
ausencia de control sobre las quemas
agrícolas estaban asociadas con las ca-
tástrofes naturales y que era necesario
controlar estas prácticas. Algunos rela-
taron que los daños causados a los bos-
ques dieron lugar a la rápida crecida de
los ríos y a numerosos deslaves durante
las tormentas. Las consecuencias esta-
ban a la vista: los cafetales y otros cul-
tivos quedaron arruinados; el ganado,
disminuido, varias casas, los caminos y
los puentes destruidos. Al final, se pro-
dujo la emigración de algunos hacia di-
versas ciudades de Chiapas.
Finalmente, gracias a su carácter de
reserva de la biosfera y a su posición
geográfica, la REBITRI y la reserva de
la biosfera La Sepultura, fueron consi-
deradas en Chiapas entre las primeras
zonas elegibles para recibir los pagos
por servicios ambientales (PSA), un
mecanismo de compensación volun-
taria impulsado por el gobierno mexi-
cano para fomentar la conservación de
los bosques. Existen evidencias para
pensar que la vulnerabilidad económi-
ca y ambiental en que se encontraban
los ejidatarios y la necesidad, vista por
algunos, de controlar los desmontes y
las quemas, llevaron a las comunidades
a aceptar estos pagos. La consecuencia
más significativa de este acuerdo fue
que los terrenos bajo convenio, cubier-
tos en su mayor parte por bosques natu-
rales, dejarían de ser un área potencial
para la expansión de la agricultura y la
228
ganadería y tendrían que ser conserva-
dos activamente por los ejidatarios. Al
respecto existen algunas diferencias:
en Plan de Ayala es posible mantener
el café en áreas por las que se reciben
PSA, siempre y cuando se conserve
la mayor parte de los árboles origina-
les del bosque como sombra. En Santa
Rita la expansión de cafetales en el área
de PSA quedó prohibida.
Para hacer efectivas las prohibi-
ciones, las comunidades formularon
reglas que controlaban las prácticas
agropecuarias y el aprovechamiento
de los recursos naturales, crearon for-
mas de vigilancia interna y amenazaron
con imponer sanciones a quienes no se
disciplinaran.
Esta nueva forma de concebir las
áreas de bosque, que significa una
apropiación más colectiva, configu-
ró una situación que ha dado lugar a
nuevos proyectos, algunos en marcha
y otros potenciales. El más importan-
te es el del cultivo de la palma came-
dor (Chamaedorea spp.), una planta
que no alcanzan mucha altura y crece
naturalmente bajo el dosel de los bos-
ques. Desde hace tiempo las hojas de
las palmas silvestres se cortaban para
ser vendidas en los mercados como
un producto ornamental. Su demanda
también creció en los Estados Unidos y
un comprador comenzó a exportarlas a
ese país. A raíz de esto, y de la presión
de los ejidatarios por aumentar el mon-
to de la compensación que ellos pensa-
ban debían recibir por cuidar el bosque,
las autoridades ambientales financia-
ron la construcción de viveros en las
comunidades para cultivar las semillas
de las palmas y plantar bajo el bosque a
las pequeñas palmas que ahí crecerían.
Únicamente podrían venderse hojas de
palmas cultivadas. Algún tiempo des-
pués, el ejido Plan de Ayala se convirtió
en una comunidad certificada para ense-
ñar a otros grupos el cultivo de la palma
y comenzó acciones para atraer turistas.
Por otra parte, entre los proyectos po-
tenciales de los que han oído hablar los
ejidatarios se encuentran los programas
REDD y el mercado del carbono.
El freno a la deforestación ha teni-
do, no obstante, algunas consecuencias
desfavorables. Una de ellas es aumen-
to de la desigualdad social al interior de
las comunidades. Como podría espe-
rarse, son los miembros de las nuevas
generaciones de habitantes los que han
visto comprometidas sus aspiraciones.
En Santa Rita, la tercera y cuarta gene-
ración no tienen permitido desmontar
en el área por la que ahora se reciben
PSA, en su mayoría no tienen el esta-
tus de ejidatarios y, por ello, no pueden
adjudicarse una parcela, recibir PSA ni
beneficios de la venta y subsidios a la
producción de palma. Tienen, además,
mucho menos terreno que los integran-
tes de las dos primeras generaciones.
Plan de Ayala es un ejido más igualita-
rio, ahí los jóvenes de las generaciones
recientes son integrados al trabajo con
sus padres, su estatus de pobladores les
permite recibir PSA y otros beneficios.
Sin embargo, tampoco pueden des-
montar terrenos. La tensión provoca-
da por esta situación ha podido paliarse
quizás pensando en que habrán mayo-
res ingresos si los proyectos potencia-
les se hacen realidad y por el papel que
juegan los subsidios sociales, como el
programa Progresa, que son significati-
vos para las familias más pobres.
En suma, los dos estudios confirman
que hubo un rápido descenso en las ta-
sas de deforestación de la REBITRI y
que el cambio se debió a múltiples fac-
tores que se conjugaron, entre ellos la
pérdida de la competitividad de la agri-
cultura, las políticas ambientales de
áreas naturales protegidas y pagos por
servicios ambientales, que hicieron si-
nergia, y la toma de conciencia de una
parte de la población sobre el papel
protector del bosque respecto a las cre-
cidas de los ríos y los deslaves. En la si-
tuación actual se ha creado una frontera
más o menos estable entre la superficie
agropecuaria y la superficie que alber-
ga los ecosistemas que el área natural
protegida busca resguardar. Sin em-
bargo, se presenta ahora el desafío de
crear oportunidades de desarrollo para
las nuevas generaciones de habitantes.

Literatura Citada
Arreola-Muñoz, A. V. 2004. Marginación y cambio de uso del suelo en la Reserva de la Biosfera El Triunfo, Chiapas.
Pp: 265–295. En: M. A. Pérez-Farrera, N. Martínez-Meléndez, A. Hernández-Yáñez y A.V. Arreola-Muñoz (eds.).
La reserva de la biosfera el Triunfo tras una década de conservación. Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas,
Tuxtla Gutiérrez.
Cano-Díaz, V., S. Cortina-Villar y L. Soto-Pinto. 2015. La construcción de la acción colectiva en una comunidad del Área
Natural Protegida: La Frailescana, Chiapas, México. Argumentos 28 (77): 79–95.
CONANP (Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas) y FMCN (Fondo Mexicano para la Conservación de la
Naturaleza). 2003. Estimación de la tasa de transformación del hábitat en la Reserva de la Biosfera “El Triunfo”.
Período 1975–2002. Informe final. 35 p.
Cortina-Villar, S., H. Plascencia-Vargas, R. Vaca, G. Schroth, Y. Zepeda, L. Soto-Pinto y J. Nahed-Toral. 2012. Resolving
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Palacio-Prieto, J.L., G. Bocco, A. Velázquez, J. F. Mas, F. Takaki-Takaki, A. Victoria, L. Luna-González, G. Gómez-
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Mayorga-Saucedo y F. González. 2000. La condición actual de los recursos forestales en México: resultados del
Inventario Forestal Nacional 2000. Investigaciones Geográficas 43:183–203.
Pérez, P. y F. Echánove H. 2006. Cadenas globales y café en México. Cuadernos Geográficos 38: 69–86.
Porcayo, E. 2015. El reemplazo de bosques conservados por cafetales en un ejido de la Reserva de la Biosfera El Triunfo,
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Yúnez, A. y F. Barceinas. 2000. Efectos de la desaparición de la CONASUPO en el comercio y los precios de los cultivos
básicos. Estudios Económicos 15 (2): 189–227.

229
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

230
 PARTE II
ANÁLISIS DEL ESTADO DE CONOCIMIENTO
DE LA RESERVA DE LA BIÓSFERA EL TRIUNFO

231
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

232
 Análisis del Estado de Conocimiento
de la Reserva de la Biósfera El Triunfo

Paula L. Enríquez1*, Mireya Carrillo García2 y Rubén Martínez-Camilo3

1
Departamento de Conservación de la Biodiversidad. El Colegio de la Frontera Sur, Unidad San Cristóbal de las Casas,
Carretera Panamericana y Periférico Sur s/n. Barrio de María Auxiliadora, C.P. 29290. San Cristóbal de las Casas, Chiapas. México.
E-mail:*penrique@ecosur.mx
2
Amigos de Sian Ka’an A.C. Fuego No.2, Sm. 4, Mz. 10, Cancún Quintana Roo, C.P 77500. E-mail: mire_uff@hotmail.com
3
Centro del Cambio Global y la Sustentabilidad A.C. (CCGS), Calle Centenario del Instituto Juárez 128, Col. Reforma, 86080 Villahermosa,
Tabasco, México. E-mail: rubencamilo79@yahoo.com.mx

Introducción florísticas y faunísticas completas y ac- generados hasta 1997 y donde se en-

L a investigación es una de las he-

rramientas fundamentales para la
planificación y manejo de un área natu-
ral (SEMARNAP et al. 1997). Muchas
investigaciones han servido para guiar
las acciones de protección y manejo de
especies o ecosistemas e incluso han
sido el motivo para establecer áreas na-
turales protegidas (e.g., Carabias et al.
2010). Debido a la multitud de facto-
res que implica la conservación de es-
pecies y ecosistemas, son importantes
las investigaciones de ciencia básica y
aplicada. Sin embargo, el número de
estudios científicos que se realizan en
la Reserva de la Biósfera El Triunfo
(REBITRI) y los temas que abordan
pueden ser insuficientes para conocer
la riqueza biológica, las relaciones en-
tre los componentes de los ecosistemas
y las tendencias socioeconómicas de
poblaciones humanas que en ella habi-
tan (CONANP 2004).
El desconocimiento de la diversi-
dad biológica que existe en la reser-
va, así como la falta de sistematización
del conocimiento disponible, son una
limitante para generar alternativas de
manejo de los recursos naturales es-
pecíficas para El Triunfo (CONANP
2004). La realización de bases de datos
tuales, así como su disponibilidad para
quiénes lo requieran, posibilitaría la
toma de decisiones y la recaudación de
fondos (SEMARNAP et al. 1997). Por
lo tanto, la necesidad de estudios e in-
vestigación ha sido considerada como
una línea de acción para el manejo inte-
gral de la REBITRI (Hernández-Yáñez
et al. 2006).
Con la finalidad de realizar un aná-
lisis cuantitativo de la información ge-
nerada hasta ahora después de 25 años
de establecida la REBITRI y teniendo
en consideración que esto se identifica
como una prioridad para determinar los
rumbos de la investigación en la reser-
va, se llevó a cabo una recopilación de
todos los estudios realizados y dispo-
nibles en el área natural protegida. En
este análisis se incluyeron diferentes
fuentes documentales como artículos
científicos, libros, capítulos de libro,
informes técnicos, tesis, base de datos,
entre otros.
Existen tres documentos de acce-
so público y una base de datos sobre
las investigaciones realizadas en El
Triunfo. Uno de estos documentos es
el Plan de investigación y monitoreo,
en el cual se reportan 45 documentos
fatiza la falta de investigación en el
área (SEMARNAP et al. 1997). Otro
documento es la revisión periódica
sobre la Reserva en el cual se enlis-
tan 60 documentos (CONANP 2003).
Posteriormente la organización MAPS
A. C. (2014) generó una base de datos
con 141 documentos. A pesar de es-
tos esfuerzos en recopilar la literatu-
ra generada para la reserva, fue hasta
2014 cuando Martínez-Camilo compi-
ló 408 documentos sobre la REBITRI
y la Sierra Madre de Chiapas (datos no
publicados).
Método
Durante el periodo de julio de 2015 a
enero de 2016 se realizaron búsquedas
de referencias bibliográficas de traba-
jos y/o documentos que incluyeran a la
REBITRI. Para la búsqueda de referen-
cias se utilizó el catálogo del Sistema
de Información Bibliotecario de El
Colegio de la Frontera Sur, el meta-
buscador Sumon Ciberciencia 2.0, el
Google Académico, así como la base
de datos derivada de Martínez-Camilo
(2014) financiada por la CONABIO.
Con base en toda la literatura e in-
formación recopilada se generó una
base de datos en el programa Excel con

233
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
los siguientes campos: 1) tipo de docu-
mento, 2) año de publicación, 3) auto-
res, 4) título, 5) grupo o tema, 6) sitio
de estudio y 7) coordenadas donde fue
realizado el estudio. Los documentos
se agruparon en diferentes tipos de pu-
blicación: 1) artículo (publicado en una
revista científica después de un proceso
de arbitraje), 2) capítulo de libro (capí-
tulo contenido en algún libro publica-
do), 3) congreso (resumen o extenso de
memorias de congreso o simposio), 4)
libro (publicación sometida a un pro-
ceso de edición ya sea arbitrado cien-
tíficamente o no), 5) Manifiesto de
Impacto Ambiental (MIA, documen-
tos derivados del estudio del impacto
ambiental debido a obras o actividades
humanas, con fines de política ambien-
tal), 6) artículo periodístico (publicados
en periódicos electrónicos o impresos),
7) reporte o informe (derivado de estu-
dios técnicos, proyectos o memorias de
taller, no necesariamente publicados),
8) tesis de licenciatura, de maestría y de
doctorado (tesis para obtener algún gra-
do académico) y 9) página web (pági-
na electrónica disponible en Internet).
Adicionalmente se creó la categoría de
no asignado (n/a) para los documentos
a los cuales no se pudo tener acceso y
por lo tanto se desconocía su categoría.
Durante el diagnóstico y sistema-
tización de las fuentes documentales
se identificaron 23 temáticas: 1) flora
(para este caso y todos los grupos ta-
xonómicos, se consideraron listados,
nuevos registros, estudios ecológi-
cos o a nivel de poblaciones de espe-
cies particulares o de comunidades),
2) vegetación (además de considerarse
todo lo anterior también se considera-
ron estudios sobre restauración y de-
forestación), 3) invertebrados (incluyó
nemátodos, bacterias, artrópodos), 4)
vertebrados (en general), 5) anfibios, 6)
reptiles, 7) aves, 8) mamíferos, 9) café
(incluyó temas relacionados con las or-
ganizaciones cafetaleras, cafeticultura
y producción), 10) cambio climático,
11) conservación (incluyó publicacio-
nes sobre áreas naturales protegidas,
programas de manejo y prevención de
riesgos), 12) desarrollo (se incluyeron
planes de desarrollo o trabajos sobre ac-
tividades que contribuyeran al mismo),
13) educación ambiental, 14) etnobio-
logía, 15) hidrografía (se incluyeron
estudios en ríos, calidad del agua, cuen-
cas y su manejo), 16) investigación (es-
tudios sobre el estado del conocimiento
en la REBITRI o planes de investiga-
ción), 17) manejo de recursos (estudios
sobre actividades agropecuarias, agro-
forestería, ecoturismo, y de relaciones
humano-naturaleza), 18) Manifiesto de
Impacto Ambiental (MIA, estudios del
impacto de obras o actividades antro-
pogénicas sobre la biodiversidad), 19)
minería, 20) monitoreo comunitario,
21) restauración, 22) servicios ecosis-
témicos, 23) suelos (tenencia de la tie-
rra, cambio de uso de suelo). Todos los
documentos fueron agregados al gestor
bibliográfico Mendeley, que puede ser
consultado por cualquier persona re-
gistrada en el mismo. Así que para te-
ner acceso a la base se debe crear una
cuenta en https://www.mendeley.com,
y una vez ahí se debe buscar el grupo
institucional “Reserva de la Biósfera el
Triunfo”; de este modo se tiene acceso
a toda la literatura y las referencias. En
el Apéndice I se tiene el listado de las
referencias por temas.
Finalmente se realizó un análi-
sis cuantitativo por diferentes cate-
gorías: tipo de documento, década de
publicación (a partir de 1931 hasta
2016), se consideraron documentos sin
234
fecha agrupándolos como no asignada
(n/a) y por tema estudiado. Para anali-
zar estrictamente los documentos de in-
vestigaciones o trabajos realizados en
la REBITRI, se excluyeron los artícu-
los de difusión; asimismo, los estudios
taxonómicos o sistemáticos que sólo
utilizaron registros provenientes de ba-
ses de datos o colectas de organismos,
aquellos que sólo hacen referencia o
citaban en alguna parte del texto a la
REBITRI, aquellos que correspondían
a análisis más general en los que se
hace referencia mediante mapas (e.g.,
tendencias de uso de suelo o de cambio
climático) o que corresponden a toda la
Sierra Madre de Chiapas.
Resultados
Descripción general
Se recopiló un total de 590 documentos
(Apéndice I), de los cuales 431 (73%)
corresponden estrictamente a investi-
gaciones realizadas en la REBITRI, es-
tos últimos fueron considerados para
realizar el presente análisis.
De acuerdo al tipo de publicación,
se encontraron 120 referencias en for-
mato de artículo (27.7%), seguido por
73 informes y/o reportes (17%), 38
capítulos de libro (8.7%) y 34 traba-
jos presentados en congresos (7.8%)
(Cuadro 1). Asimismo hay un impor-
tante número de investigaciones rea-
lizadas en formato de tesis, teniendo
acceso a 89 tesis, de las cuales 56 son
de Licenciatura, 30 de Maestría y sólo
tres de Doctorado (Cuadro 1). Además
se encontraron 44 referencias a las cua-
les no se le pudo asignar la categoría de
“tipo de publicación”, quedando en la
categoría de no asignado (n/a).
Con base en el análisis temporal de
las publicaciones, el documento más
antiguo data de 1938 y correspon-
de al artículo de C. L. Lundell, so-
bre “Studies of Mexican and Central
American plants”. Durante 1930 a
1980 fueron pocos los trabajos publica-
dos, pero comenzaron a incrementarse
a partir de la siguiente década de 1981
a 1990 registrándose 16 documentos;
posterior a esta década el aumento de
investigaciones fue mayor debido a
que de 1991 al 2000 se realizaron 90
publicaciones (20.7%) y se alcanza el
máximo en la década del 2001-2010
con 178 (41.1%). Para la década actual
de 2011-2016 se registraron 93 docu-
mentos (21.9%) (Figura 1). Entonces
el incremento en el número de inves-
tigaciones ha aumentado significativa-
mente. Se encontraron 43 referencias
(9.9%) de las cuales se desconoce el
año de publicación.

Cuadro 1. Análisis de documentos generados para la Reserva de la Biósfera el Triunfo por tipo
de publicación.
Tipo de publicación Núm. de documentos Porcentaje
Artículo 120 27.7
Capítulo 38 8.7
Congreso 34 7.8
Libro 17 3.9
MIA 14 3.2
Art. periódico 1 0.2
Reporte 73 17.0
Tesis Doctorado 3 0.6
Tesis Licenciatura 56 13.1
Tesis Maestría 30 6.9
Pag. Web 1 0.2
n/a 44 10.1
Total 431 100.0
MIA= Manifiesto de impacto ambiental, n/a= no asignado, Art. Periódico= artículo de periódico, Pag. Web= página web.

Figura 1. Número de publicaciones para la Reserva de la Biósfera el Triunfo por décadas de 1931-2016.

235
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Temas
De los estudios realizados en la
REBITRI, 77 (17.7%) de ellos abordan
temas relacionados a la flora, entre los
cuales se incluyen listados e inventarios,
reportes de nuevas especies, nuevos re-
gistros, estudios a nivel de poblaciones
de especies particulares o de comunida-
des, entre otros. Así mismo 69 (15.9%)
documentos hacen referencia al grupo
de las aves, donde se incluyen listados,
estudios biólogicos y ecológicos a nivel
comunidad, o sobre ecología y distribu-
ción de alguna especie; 41 (9.4%) docu-
mentos abordan temas de conservación,
dentro de los cuales se encuentran planes
de manejo y operación de la Reserva,
estudios de prevención de incendios y
documentos sobre áreas naturales prote-
gidas, entre otros. Posteriormente se en-
contraron 33 (7.6%) estudios de manejo
de recursos que incluyen investigaciones
sobre ecoturismo, manejo de recursos
en reservas, actividades agropecuarias,
entre otras. Finalmente 32 (7.3%) pu-
blicaciones abordan temas relaciona-
dos al grupo de los invertebrados, entre
ellos listados, nuevos registros, repor-
tes de nuevos taxones, estudios de po-
blaciones, entre otros (Cuadro 2). Más
adelante se describen los tipos de in-
vestigaciones que se han realizado para
cada uno de los temas.
Flora. Sobre el tema de vegetación
destacan 20 estudios de la composi-

Cuadro 2. Análisis de documentos generados para la Reserva de la Biósfera el Triunfo por tema
o grupo de estudio.

Tópico Grupo/Tema Frecuencia Porcentaje

Flora Hongos 7 1.6
Vegetación 77 17.7
Invertebrados 32 7.3
Vertebrados 6 1.3
Fauna Anfibios 8 1.8
Reptiles 9 2.0
Aves 69 15.9
Mamíferos 24 5.5

Café 26 6.0
Cambio climático 5 1.1
Conservación 41 9.4
Desarrollo 16 3.6
Educación 4 0.9
Etnobiología 4 0.9
Hidrografía 23 5.3
Otras investigaciones Investigación 6 1.3
Manejo de recursos 33 7.6
MIA* 14 3.2
Minería 1 0.2
Monitoreo comunitario 3 0.6
Restauración 4 0.9
Servicios ecosistémicos 9 2.0
Suelo 12 2.7
Total 433 100.0
*MIA= Manifiesto de impacto ambiental

236
ción florística entre los cuales están
las recientes contribuciones de López
(2009) y Pérez-Farrera et al. (2012),
ocho reportes de nuevas especies (e.g.,
Martínez-Camilo et al. 2011), seis
abordan el tema de aprovechamiento,
distribución y dinámica poblacional
de la palma camedora (e.g., Martínez-
Camilo y Pérez-Farrera, 2010), cinco
refieren al bosque mesófilo de mon-
taña, cinco son sobre estratificación,
composición o distribución de epífi-
tas (e.g., Martínez-Meléndez y Pérez-
Farrera, 2010), cinco son estudios
poblacionales o de conservación de cí-
cadas (e.g., Pérez-Farrera et al. 2004),
tres son estudios sobre estructura y
composición de árboles, dos refieren a
la selva baja perennifolia, dos abordan
el tema de deforestación (e.g., Cortina
y Plascencia 2009), dos de fenología,
dos son listados de endemismos, dos
son documentos sobre propagación
de especies vegetales, dos son revisio-
nes taxonómicas, un estudio taxonómi-
co de las palmas de la Sierra Madre de
Chiapas, uno es sobre los impactos de
la deforestación en este mismo grupo,
uno sobre patrones de frugivoría, uno
sobre micorrizas de cycadas, uno sobre
helechos y un listado de árboles endé-
micos (Gonzalez-Espinosa et al. 2011),
entre otras temáticas.
Hongos. Sobre los hongos se encontra-
ron 8 documentos, cinco abordan los
macromicetos, otros corresponden a un
hongo parásito de anfibios.
Invertebrados. Existen 32 estudios so-
bre invertebrados, de éstos tres repor-
tan parásitos o bacterias en ungulados
(Güiris et al. 2007, Güiris et al. 2010,
Güiris et al. 2010a). Dentro del grupo
de los artrópodos hay grupos mejor es-
tudiados que otros; entre ellos destaca
un inventario de mariposas (de la Maza
y de la Maza 1993). Por su parte la ma-
yoría de publicaciones (12) son sobre
coleópteros, tres de los cuales son re-
portes de nuevas especies y dos de nue-
vos géneros. Cinco estudios son sobre
himenópteros: cuatro de abejas y uno
de hormigas. Mientras que solo tres es-
tudios son sobre arañas. Siete investi-
gaciones reportan nuevas especies: tres
coleópteros, un tricóptero, un díptero,
un odonato (libélula) y un himenóp-
tero. Existe un estudio sobre psocóp-
teros y uno sobre biogeografía de la
entomofauna.
Vertebrados. Se registraron un total
de 116 documentos sobre vertebra-
dos, que corresponden a 26.7% del to-
tal: seis documentos abordan listados
de especies y aspectos de diversidad;
dos de anfibios y reptiles en conjunto,
seis de anfibios, nueve de reptiles, 69
de aves y 24 de mamíferos.
Anfibios y reptiles. Se encontraron
dos estudios que describen la diversi-
dad de anfibios y reptiles en la reserva.
Específicamente sobre los anfibios exis-
ten seis documentos (1.3%); dos de és-
tos son reportes de nuevas especies (e.g.,
Rabb 1960), otro es sobre la revisión ta-
xonómica de una familia, uno aborda
la diversidad de este grupo en el sures-
te de México, otro aborda la declinación
en sus poblaciones (Lips et al. 2004) y
otro es un estudio del efecto de la per-
turbación sobre los anfibios. Por otro
lado nueve documentos (2%) son so-
bre los reptiles; tres son revisiones taxo-
nómicas (e.g., Stuart 1971), dos son sobre
la diversidad de reptiles en general (e.g.,
Luna-Reyes 2002), dos sobre su distribu-
ción y uno sobre la diversidad del grupo de
las lagartijas.
237
Aves. El grupo de las aves ha sido el
más ampliamente estudiado (15.9%)
en la reserva. Existen cinco estudios
sobre su diversidad (e.g., Gómez de
Silva et al. 1999), cinco listados, dos
sobre la riqueza y abundancia, cuatro
sobre los efectos de la fragmentación
en la comunidad de aves (Megchún-
Guerrero 1999, Solórzano et al. 2003,
Tejeda-Cruz y Megchún-Guerrero
2004, Tejeda-Cruz y Sutherland 2004);
asi también se registra uno sobre los
efectos de desastres sobre la comuni-
dad de aves, uno sobre los patrones de
ocupación y dos sobre sus estrategias
de conservación. Dentro de este grupo,
el quetzal es una de las especies me-
jor estudiadas con 16 estudios, sobre
su biología, ecología, distribución, mi-
gración, genética y conservación. Para
el grupo de los crácidos existen dos in-
vestigaciones a nivel familia. Por su
parte, otra de las especies más estudia-
das es el pavón, del cual se encontraron
15 trabajos sobre su biología, ecolo-
gía, distribución, monitoreo, conducta
y conservación. También se cuenta con
dos investigaciones sobre sistemática
de los trogoniformes (Espinosa de los
Monteros 2001, Solórzano y Oyama
2010). Además existen tres estudios so-
bre la biología de la tangara azul (Heath
y Long s/a, Heath y Long 1991, Long y
Heath 19s94), dos sobre el éxito repro-
ductivo del águila elegante (Camacho
y Orantes 2011, Monroy-Ojeda et al.
2014), una sobre la distribución y ac-
tividad vocal del búho leonado (Strix
fulvescens) (Ramírez 2014), entre otras
investigaciones.
Mamíferos. Se registraron 24 estudios
sobre este grupo (5.5%). Tres son sobre
su diversidad en general. El tapir es la
especie más estudiada con cinco estu-
dios sobre su ecología (Lira 2002, Lira
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
et al. 2004, Naranjo 2009, Carbajal-
Borges et al. 2014, Naranjo et al. 2015)
y uno sobre su alimentación (Tobler et
al. 2006). Sin embargo, los demás ma-
míferos han sido poco estudiados, sólo
existe un estudio sobre ecología de fe-
linos, uno de patrones de actividad de
ungulados, uno de la diversidad de roe-
dores, uno sobre abundancia del puma
y otro de la ardilla roja (Sciurus de-
ppei). Así también hay un estudio so-
bre la distribución del jaguar (Panthera
onca), uno sobre la situación actual del
mono araña (Ateles geoffroyi) y otro
sobre la alimentación de una especie de
murciélago (Chrotopterus auritus), en-
tre otros.
Otras investigaciones. Otro tipo de in-
vestigaciones se presentan en orden de
número de documentos publicados para
la REBITRI.
Conservación. Se han generado sobre
este tópico 41 documentos (9.4%), don-
de se incluyen temas variados como los
planes manejo y operación de la Reserva
(IHN 1991, 1993), prevención de incen-
dios (López y Ramírez 2005) y áreas na-
turales protegidas, entre otros.
Manejo de recursos. Existen 33 refe-
rencias sobre manejo (7.6%), dentro de
las cuales 11 son sobre ecoturismo, tres
sobre el manejo de recursos en reservas,
tres sobre ganadería y dos sobre agricul-
tura, dos sobre reconversión productiva
y dos sobre titularidades ambientales,
entre otros Casseta 1997, Cortina-Villar
et al. 2012, Balderas et al. 2014).
Café. Debido a que el dafé es la prin-
cipal actividad productiva en la reser-
va (Martínez-Camilo 2014), se creó
una categoría aparte para su análisis.
Existen 26 investigaciones relacio-
nadas con el café (6%), donde se en-
cuentran ocho publicaciones sobre su
producción, cinco sobre organización
social, cinco sobre comercio y comer-
cio justo y dos sobre escuelas de campo
y experimentación para cafeticultores,
entre otras (e.g., Luna y Wilson 2015).
Hidrografía. Existen 23 (5.3%) publi-
caciones sobre este tema, en el cual se
incluyen siete con enfoque de cuencas,
cuatro son del tema de gestión de recur-
sos hidrológicos y dos sobre prevención
de riesgos, entre otras (e.g., López et al.
2013).
Desarrollo. En temas de desarrollo so-
cial existen 16 (3.6%) estudios, de los
cuales cinco son sobre diseño y planea-
ción del contexto rural, tres son diag-
nósticos sociales, dos sobre desarrollo
comunitario y uno sobre desarrollo sus-
tentable (e.g., Castillo 2006, Vázquez-
Sánchez et al. 2009).
Manifiestos de impacto ambiental. Se
encontraron 14 MIA, cuatro para apro-
vechamiento forestal maderable (e.g.,
Martínez 2000, Román 2001), cinco
para caminos, tres para aprovechamien-
to de palma camedor, una de aprovecha-
miento de semillas de pino y palmas, y
una para obras de electricidad.
Suelos. Se reportan 12 documentos
(2.7%) sobre este tema. De los cuales
seis son sobre cambio de uso de sue-
lo, cinco sobre tenencia de la tierra
(e.g., Escalante-López 2004) y uno so-
bre la descripción del medio físico de la
reserva.
Servicios ecosistémicos. Existen nue-
ve documentos de servicios ecosisté-
micos (2%). Dentro de los cuales seis
son sobre pago por servicios ambienta-
les (e.g., López et al. 2012), uno sobre
su conservación, uno sobre la organi-
238
zación entre ejidos para los pagos y un
último sobre servidumbres ecológicas.
Investigación. Sobre el tema de inves-
tigación en la REBITRI se reportan
seis (1.3%), de los cuales cuatro corres-
ponden al estado del conocimiento en
la reserva y dos son planes de investi-
gación para la misma (SEMARNAP et
al. 1997,CONANP 2004).
Cambio climático. Se encontraron cin-
co documentos sobre cambio climático
(1.1%). De los cuales tres tratan de los
impactos del cambio climático a nivel
estatal, con enfoque de cuencas y otro
sobre la familia Cucurbitaceae (Lira et
al. 2009); otros dos documentos son
sobre adaptaciones al cambio climá-
tico, uno en el sector cafetalero y otra
con enfoque de cuencas (e.g., Schroth
et al. 2009).
Educación. Se encontraron cuatro do-
cumentos (0.9%) con el tema de edu-
cación ambiental, para comunidades
como Loma Bonita y 3 de mayo dentro
de la reserva (e.g., IDESMAC 2000,
Koller 2003).
Etnobiología. Existen cuatro (0.9%)
estudios de etnobiología, dos son sobre
uso tradicional de la fauna, uno sobre
maíz criollo y un último sobre la rela-
ción hombre-naturaleza (e.g., Torres
1993, Ventura 2000). Este tipo de estu-
dios son necesarios para proponer me-
didas sustentables de aprovechamiento
de los recursos.
Restauración. Cuatro documentos se
registraron en este tema (0.9%), dos
son de restauración en general, uno de
reforestación con especies nativas en
áreas afectadas por el huracán Stan y
otro sobre reforestación comunitaria en
la cuenca del río Cuxtepeques.
Monitoreo comunitario. Se encontra-
ron tres estudios (0.6%) sobre monito-
reo comunitario, dos en general de flora
y fauna (e.g., Calo y Tyson 2012) y uno
sólo de aves (Lowry 2012).
Minería. Sólo se registró un estudio
en general (0.2%) sobre la minería en
áreas naturales protegidas en gene-
ral (Armendáriz-Villegas et al. 2015).
Además, existe una tesis que fue agru-
pada en el tema de hidrografía sobre la
calidad del agua en la cuenca del río
Cacaluta, pero evaluó los contaminan-
tes derivados de la actividad de la mina
La Cristina (Hernández 2014).
Discusión
Con base en el análisis cuantitativo del
número de investigaciones en la Reserva
de la Biósfera El Triunfo, se considera
que se han realizado importantes estu-
dios. Sin embargo, hay más información
necesaria para ciertos grupos taxonó-
micos que para otros. Uno de los gru-
pos menos estudiados son los hongos.
Asimismo, aún faltan estudios sobre
plantas no vasculares (SEMARNAP et
al. 1997) y aunque se siguen agregando
nuevos descubrimientos y registros de
especies de plantas, lo cual sugiere que
la diversidad de especies de flora distri-
buidas en la REBITRI aún es incierta
(Martínez-Camilo 2014). Mucho interés
se ha puesto en investigaciones en el po-
lígono I de la reserva, por lo que los otros
polígonos II (Ovando) y IV (El Venado)
presentan escasos o nulos estudios.
Martínez-Camilo (2014) señala que
a pesar de que el grupo de los insectos
es uno de los más diversos en número
de especies, también es uno de los me-
nos estudiados en el área. La reciente
descripción de nuevas especies en la
década de los años 2000, sugiere que
todavía podrían describirse nuevos ta-
xones y aumentar la riqueza de este
grupo en la REBITRI. Por el contrario
en lo que respecta a los vertebrados, los
anfibios y reptiles han sido moderada-
mente estudiados y el grupo de las aves
es el que presenta más investigaciones.
Un importante aporte a la sistema-
tización de la riqueza de especies que
existe en la reserva fue realizado por
Martínez-Camilo (2014) quien enlistó
5,106 taxones (4,716 especies y 390 in-
fraespecies). Sin embargo, aún hay mu-
chos vacíos de información sobre las
briofitas, hongos, invertebrados, peces,
anfibios, mamíferos pequeños, algunos
por la falta de identidad a nivel de espe-
cie y/o de los listados pobremente he-
chos hasta el momento y otros por la
falta de estudios.
Por otra parte, algunas investigacio-
nes se han limitado a estudiar especies
particulares (SEMARNAP et al. 1997),
y por lo que se conoce principalmente
la ecología de especies llamativas, ca-
rismáticas o representativas del boque
mesófilo de montaña como son el quet-
zal, el pavón, la tangara chiapaneca, el
tapir, las palmas, las epífitas y dos es-
pecies de cícadas (Martínez-Camilo
2014). Pero aunque estos estudios son
importantes, hay que enfocar esfuerzos
en otras especies poco estudiadas y asi-
mismo realizar estudios ecológicos so-
bre las interacciones entre los diferentes
componentes del ecosistema, para ge-
nerar propuestas de manejo. Hacen fal-
ta investigaciones de mediano o largo
plazo a nivel de ecología de comunida-
des y metacomunidades (e.g., plantas,
anfibios, reptiles, aves), así como de
ecología del paisaje. Lo anterior ayu-
dará a determinar los cambios o varia-
ciones en las comunidades ecológicas
239
posterior a disturbios que afectan este
bosque mesofilo. Estudios a diferen-
tes escalas temporales y espaciales (la-
titudinales y altitudinales) deberán de
aportar un mayor entendimiento de las
variaciones de distribución y abundan-
cia de las especies en la reserva.
Es evidente la falta de estudios en
otras áreas de investigación, tales como
productividad de la cafeticultura, de la
agricultura, de los suelos y de la acti-
vidad pecuaria. Incluso explorar otras
opciones de interés de los habitantes
de la reserva (e.g., forestería, aprove-
chamiento integral del bosque, silvi-
cultura, entre otras; SEMARNAP et al.
1997). Considerando el uso de agro-
químicos y debido a la actividad mine-
ra en zonas aledañas a la REBITRI, es
necesario realizar estudios de la cali-
dad del agua (Martínez-Camilo 2014);
sólo existen dos estudios de este tipo a
pesar de que existen 16 ríos en la re-
serva. Faltan estudios sobre aspectos
socioeconómicos y sobre necesidades
e intereses de la población humana que
colinda con la reserva en alternativas
productivas. El estudio de Escalante-
López (2004) cubrió la necesidad en el
tema de tenencia de la tierra que mar-
caba el Plan de Investigación (1997),
sin embargo a más de diez años de rea-
lizado, hace falta una actualización.
También se carece de evaluaciones y
análisis antes, durante y después de la
ejecución de los proyectos que se reali-
zan en la REBITRI.
Estudios sobre la minería en la re-
serva son carentes, a pesar que es una
de las amenazas latentes y de gran im-
pacto a la biodiversidad en la reserva,
pero que no sólo contamina el agua e
influye en la deforestación, sino que
también tiene implicaciones sociales,
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
malas condiciones laborales y genera
conflictos (Hernández 2014). En el es-
tado de Chiapas, al menos 20 compañías
mineras internacionales están operan-
do en distintas etapas del proceso de ex-
plotación (Godínez-Gómez y Mendoza
2018). Además dos de estas tienen mi-
nas abiertas y funcionando, mientras que
las demás siguen en las etapas de explo-
ración y construcción (Roblero 2011).
Avances en el estado
del conocimiento
De acuerdo al Plan de investigación rea-
lizado por la CONANP (2004), los te-
mas de investigación priorizados fueron
los siguientes:
1- Inventarios de plantas y animales
en las zonas núcleo II, IV y V
2- Ecología de poblaciones de espe-
cies bajo la NOM-059
3- Servicios ambientales
4- Aprovechamiento de recursos
naturales
5- Población local: demografía y
salud
Posteriormente en el Plan de manejo in-
tegral de la REBITRI (Hernández-Yáñez
et al. 2006), se determinaron nueve lí-
neas prioritarias de investigación:
1- Ordenamiento ecológico
2- Políticas de uso de los recursos
naturales
3- Demografía y aspectos
socioeconómicos
4- Tenencia de la tierra
5- Diagnóstico productivo
6- Alternativas productivas
7- Incendios
8- Inventarios
9- Biología de poblaciones clave
De estas líneas prioritarias ha habido
avances en los inventarios de plantas
del polígono V (Ovando) (Martínez-
Meléndez 2006), en especies como el
quetzal, pavón y tapir, epífitas, cícadas y
palmas y en temas de servicios ambien-
tales. En lo que se refiere al aprovecha-
miento de recursos, se realizaron cuatro
investigaciones sobre el aprovechamien-
to foliar de palmas (Reynoso-Santos
2008, Martínez 2009, Martínez-Camilo
et al. 2010, Chirino 2013). Sin embargo
aún falta estudiar otras alternativas pro-
ductivas. Es necesario actualizar las ten-
dencias de cambio de uso de suelo. Para
el caso de los incendios se han realiza-
do algunas publicaciones a nivel estatal
(Román-Cuesta et al. 2013) y en áreas
naturales protegidas (Román-Cuesta
2013), pero aún faltan estudios especí-
fos para la reserva de El Triunfo. El res-
to de las líneas de investigación siguen
sin avances a más de 3 años de su pu-
blicación. Promover las investigaciones
para posteriormente utilizar los resulta-
dos para el manejo de la reserva resulta
complicado por varios factores involu-
crados; inicialmente la falta de financia-
miento para hacer las investigaciones y
priorizar los estudios, la reserva presenta
un área muy extensa con diferentes tipos
de vegetación, algunos de importancia
internacional en conservación, y la po-
blación humana que colinda con la mis-
ma, genera muchos retos.
Por otro lado Martínez-Camilo (2014)
enumera y describe otras necesidades
de investigación en la REBITRI:
1- Producción convencional y no
convencional (cafeticultura, produc-
tos forestales no maderables)
2- Inventarios taxonómicos de in-
vertebrados (insectos), hongos, brio-
fitas y plantas, anfibios y reptiles
240
3- Monitoreo biológico (de grupos
prioritarios y comunidades de anfi-
bios, reptiles, insectos y plantas)
4- Ecología y genética de poblacio-
nes amenazadas
5- Ecología de comunidades y eco-
logía espacial (de grupos taxonómi-
cos prioritarios)
6- Apropiación del conocimiento
por parte de manejadores y usuarios
7- Cambio climático (monitoreo a
largo plazo de especies vulnerables)
8- Cambio de uso de suelo
Adicionalmente, durante foros realiza-
dos entre investigadores, personal de la
CONANP y habitantes de las comuni-
dades (Enríquez et al. 2015), se enume-
raron los siguientes temas prioritarios
para investigar, algunos de ellos coin-
ciden con necesidades anteriormente
expuestas:
1- Investigaciones de línea base,
monitoreo a mediano y largo plazo
2- Ampliar el área de estudio ha-
cia las demás zonas núcleo de la
REBITRI
3- Generar una base de datos de los
registros de la biodiversidad del El
Triunfo
4- Realizar inventarios de plantas no
vasculares e invertebrados
5- Investigar las especies de plantas
que consumen (estudios de interac-
ciones) los organismos durante el
monitoreo
6- Realizar investigaciones de po-
blacionales de la palma camedora
7- Elaborar evaluaciones del manejo
de recursos o capital natural
8- Realizar estudios etnobiológicos
9- Investigaciones relacionadas con
el turismo
 10- Evaluar los efectos de los incen-
dios forestales sobre la biodiversidad
11- Evaluar los efectos de los agro-
químicos y de la minería en la
biodiversidad
12- Evaluar el impacto de los perros
ferales en la fauna silvestre
Muchos de los temas propuestos en la
investigación no tienen relación directa
con las amenazas a la conservación de la
biodiversidad. Sin embargo, son consi-
derados necesarios como investigación
básica (SEMARNAP et al. 1997). Más
importante aún y ante el reconocimien-
to de que la problemática de conser-
vación ambiental no es sólo un asunto
biológico (Toledo 2005), hace falta in-
vestigación social considerando enfo-
ques como el participativo. En cuanto
al abordaje metodológico, actualmente
se recomienda que la conservación bio-
lógica tiene que ser pensada, analizada
y planteada desde diversas disciplinas
(Lindemayer y Hunter 2010). Es ne-
cesario un abordaje interdisciplinario
para atender la complejidad de los pro-
blemas de conservación (Leff 2004).
Además, Martínez-Camilo (2014) re-
comienda que los estudios que evalúen
la biodiversidad en la REBITRI de-
ben contemplar la dinámica económi-
ca-productiva, social y de manejo de la
Reserva. SEMARNAP et al. (1997),
han planteado que es necesaria la in-
vestigación aplicada, como pueden ser
diagnósticos de productividad de la ca-
feticultura, de la agricultura, de los sue-
los y de la actividad pecuaria.
Con seguridad los esfuerzos de con-
servación han mejorado debido a las
aportaciones de los estudios científi-
cos. Pero cabe destacar que la canti-
dad de investigaciones realizadas en la
reserva no necesariamente implica la
conservación de la biodiversidad; fal- en los objetivos y prioridades de la
ta analizar si ha sido relevante el uso, REBITRI se podrían orientar los es-
apropiación, aplicación y entendimien- fuerzos de investigación y sobre todo
to del conocimiento por los manejado- de conservación.
res e involucrados para fines de manejo
y conservación de la reserva. Se debe
considerar la contribución de cada es-
tudio en particular y su incidencia en el
manejo de la misma (Martínez-Camilo
2014).
Con relación a la disponibilidad de
los documentos, tan sólo entre infor-
mes y tesis suman 163 documentos
(37.7%), los cuales son estudios que si
no se publican quedarán fuera del co-
nocimiento de la comunidad científi-
ca y de los manejadores de la Reserva
por poca accesibilidad, y pueden per-
der su contribución a la conservación
de la biodiversidad (Martínez-Camilo
2014). Por lo tanto es importante que
estos documentos estén disponibles
para su consulta.
El presente esfuerzo de recopilación
y análisis de las investigaciones de la
REBITRI, responde a una necesidad
planteada desde 1997 en el Plan de in-
vestigación y monitoreo (casi 20 años
después). Ahora es necesario que haya
vinculación entre los manejadores de la
misma, las comunidades humanas que
inciden en la reserva y las instituciones
de investigación, para cumplir con las
prioridades de conservación. Así como
se planteó, es necesario reuniones pe-
riódicas para definir un rumbo y objeti-
vos de la Reserva El Triunfo. Vincular
a representantes de todos los sectores
y a los actores involucrados e interesa-
dos tales como: CONANP, ONGs, in-
vestigadores, comunidades, técnicos y
manejadores de recursos, Fonset, em-
presas turísticas, entre otras (Enríquez
et al. 2015). De este modo, con base
241
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

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246
 La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
JORGE SILVA

248
 APÉNDICE
Listado de Referencias

ÍNDICE
Páginas
Flora
o Hongos 250
o Vegetación 250-257
Fauna
o Invertebrados 257-259
o Vertebrados 259-260
o Anfibios 260
o Reptiles 260-261
o Aves 261-266
o Mamíferos 266-269
Otras investigaciones
o Café 269-271
o Cambio climático 271-272
o Conservación 272-276
o Desarrollo 276-277
o Educación ambiental 277
o Etnobiología 277-278
o Hidrografía 278-279
o Investigación 279
o Manejo de recursos 280-282
o Manifestaciones de Impacto Ambiental 282
o Minería 283
o Monitoreo comunitario 283
o Restauración 283
o Servicios ecosistémicos 283-284
o Suelos 284-285

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La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

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285
 La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
JORGE SILVA

286
 Autores
Trinidad Alemán Santillán
Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente. El Colegio de la Frontera Sur, Unidad San Cristóbal de las Casas,
Carretera Panamericana y Periférico Sur s/n. Barrio de María Auxiliadora, C.P. 29290. San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
E-mail: taleman@ecosur.mx

Gabriela Guadalupe Angulo-Ordoñes

Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente. El Colegio de la Frontera Sur, Unidad Tapachula, Carretera Antiguo
Aeropuerto km 2.5 C.P. 30700. Tapachula, Chiapas. México.

Jorge E. Bolaños-Citalán
Departamento Conservación de la Biodiversidad, El Colegio de la Frontera Sur, Unidad San Cristóbal de las Casas, Carretera
Panamericana y Periférico Sur s/n. Barrio de María Auxiliadora, C.P. 29290. San Cristóbal de las Casas, Chiapas. México.

Gerardo de J. Cartas Heredia

Curaduría General de Exhibición de Fauna Silvestre, Zoológico Miguel Álvarez del Toro (ZOOMAT), Calzada Cerro Hueco
S/N, El Zapotal C.P. 29094 Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. E-mail: gerardo_cartas@yahoo.com.mx

Emmanuel Franco Campuzano Granados

Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente. El Colegio de la Frontera Sur, Unidad Tapachula, Carretera Antiguo
Aeropuerto km 2.5 C.P. 30700. Tapachula, Chiapas. México.

Viridiana Cano-Díaz
Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente. El Colegio de la Frontera Sur, Unidad San Cristóbal de las Casas,
Carretera Panamericana y Periférico Sur s/n. Barrio de María Auxiliadora, C.P. 29290. San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
México.

Mireya Carrillo Garcia

Departamento Conservación de la Biodiversidad, El Colegio de la Frontera Sur, Unidad San Cristóbal de las Casas, Carretera
Panamericana y Periférico Sur s/n. Barrio de María Auxiliadora, C.P. 29290. San Cristóbal de las Casas, Chiapas. México.

Juan Carlos Castro Hernández

Reserva de la Biósfera El Triunfo / CONANP. Segunda Avenida Sur Poniente 905. Barrio 15 de Enero. Mapastepec, Chiapas.
C.P 30560, México. E-mail: jcastro@conanp.gob.mx

Sergio Cortina-Villar
Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente. El Colegio de la Frontera Sur, Unidad San Cristóbal de las Casas,
Carretera Panamericana y Periférico Sur s/n. Barrio de María Auxiliadora, C.P. 29290. San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
México. E-mail: scortina@ecosur.mx

Anne Damon
Departamento de Conservación de la Biodiversidad. El Colegio de la Frontera Sur, Unidad Tapachula, Carretera Antiguo
Aeropuerto km 2.5 C.P. 30700. Tapachula, Chiapas. México. E-mail: adamon@ecosur.mx

287
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Paula L. Enríquez
Departamento de Conservación de la Biodiversidad. El Colegio de la Frontera Sur, Unidad San Cristóbal de las Casas,
Carretera Panamericana y Periférico Sur s/n. Barrio de María Auxiliadora, C.P. 29290. San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
E-mail: penrique@ecosur.mx

Lakshmi Devi Flores

Laboratorio de Análisis para la Conservación de la Biodiversidad. Instituto de Investigaciones sobre los Recursos Naturales,
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Av. San Juanito Itzicuaro SN, Nueva Esperanza, 58330. Morelia,
Michoacán. México.

William García-Santiago
Universidad Intercultural de Chiapas. Corral de Piedra No. 2, 29299 San Cristóbal de Las Casas, Chiapas. México.

Oscar Godínez-Gómez
Laboratorio de Análisis para la Conservación de la Biodiversidad. Instituto de Investigaciones sobre los Recursos Naturales,
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Av. San Juanito Itzicuaro SN, Nueva Esperanza, 58330. Morelia,
Michoacán. México. E-mail: oscjaguar@gmail.com
Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO)

José Francisco Gómez-Rodríguez

Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente. El Colegio de la Frontera Sur, Unidad Tapachula, Carretera Antigua,
Aeropuerto km 2.5 C.P. 30700. Tapachula, Chiapas. México.

Fernando González-García
Red de Biología y Conservación de Vertebrados, Instituto de Ecología, AC. Carretera Antigua a Coatepec No. 351, El Haya,
Xalapa, Veracruz, 91070, México. E-mail: fernando.gonzalez@inecol.mx

Alberto González-Romero
Red de Biología y Conservación de Vertebrados, Instituto de Ecología, AC. Carretera Antigua a Coatepec No. 351, El Haya,
Xalapa, Veracruz, 91070, México.

Carlos Alberto Guichard Romero

Zoológico Regional Miguel Álvarez del Toro, Calzada de Cerro Hueco S/N, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 29094, México.

Guillermo Ibarra-Núñez
Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente. El Colegio de la Frontera Sur, Unidad Tapachula, Carretera Antigua,
Aeropuerto km 2.5 C.P. 30700. Tapachula, Chiapas. México. E-mail: gibarra@ecosur.mx

Noé Jiménez Lang

Departamento de Conservación de la Biodiversidad. El Colegio de la Frontera Sur, Unidad San Cristóbal de las Casas,
Carretera Panamericana y Periférico Sur s/n. Barrio de María Auxiliadora, C.P. 29290. San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
México.

288
Roberto Luna-Reyes
Coordinación Técnica de Investigación, Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural. Calzada de los Hombres Ilustres
sin. Fracc., Francisco I. Madero. C. P. 29000. Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. E-mail: rlr07@hotmail.com
Instituto de Ciencias Biológicas, Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas. Libramiento Norte 1150, Col. Lajas Maciel.
C. P. 29039. Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.

Rubén Martínez-Camilo
Centro del Cambio Global y la Sustentabilidad A.C. (CCGS), Calle Centenario del Instituto Juárez 128, Col. Reforma, 86080
Villahermosa, Tabasco, México. E-mail: rubencamilo79@yahoo.com.mx
Departamento de Conservación de la Biodiversidad. El Colegio de la Frontera Sur, Unidad San Cristóbal de las Casas,
Carretera Panamericana y Periférico Sur s/n. Barrio de María Auxiliadora, C.P. 29290. San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
México.

Nayely Martínez-Meléndez
El Colegio de la Frontera Sur, Departamento Conservación de la Biodiversidad, Carretera Panamericana y Periférico sur s/n,
Barrio de María Auxiliadora, C.P. 29290, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas. E-mail : namartinez@ecosur.edu.mx

Miguel Ángel Martínez-Morales

Departamento de Conservación de la Biodiversidad. El Colegio de la Frontera Sur, Unidad San Cristóbal, Carretera
Panamericana y Periférico Sur s/n, Barrio María Auxiliadora, 29290, San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México.

Eduardo Mendoza
Laboratorio de Análisis para la Conservación de la Biodiversidad. Instituto de Investigaciones sobre los Recursos Naturales,
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Av. San Juanito Itzicuaro SN, Nueva Esperanza, 58330. Morelia,
Michoacán. México. E-mail: mendoza.mere@gmail.com

Héctor Montaño-Moreno
Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente. El Colegio de la Frontera Sur, Unidad Tapachula, Carretera Antigua,
Aeropuerto km 2.5 C.P. 30700. Tapachula, Chiapas. México.

Miguel Ángel Morón (†)

Departamento de Biosistemática de Insectos. Instituto de Ecología, A.C. C.P. 63, 91000. Xalapa, Veracruz. México. E-mail:
miguel.moron@inecol.mx

Alejandro Morón-Ríos
Departamento de Conservación de la Biodiversidad. El Colegio de la Frontera Sur, Unidad Campeche, Av. Rancho Polígono
2-A C.P. 24500 Cd. Industrial Lerma. Campeche, Campeche. México. E-mail:amoron@ecosur.mx

Eduardo J. Naranjo
Departamento Conservación de la Biodiversidad, El Colegio de la Frontera Sur, Unidad San Cristóbal de las Casas, Carretera
Panamericana y Periférico Sur s/n. Barrio de María Auxiliadora, C.P. 29290. San Cristóbal de las Casas, Chiapas. México.
E-mail: enaranjo@ecosur.mx

289
La reserva de la biosfera el triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación

Ruth Partida Lara

Departamento de Conservación de la Biodiversidad. El Colegio de la Frontera Sur, Unidad San Cristóbal de las Casas,
Carretera Panamericana y Periférico Sur s/n. Barrio de María Auxiliadora, C.P. 29290. San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
México. E-mail: rpartida@ecosur.edu.mx

Erika Cecilia Pérez-Ovando

Instituto de Ciencias Biológicas, Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas. Libramiento Norte Poniente 1150, Lajas Maciel,
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 29039, México.

Elvia Porcayo
Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente. El Colegio de la Frontera Sur, Unidad San Cristóbal de las Casas,
Carretera Panamericana y Periférico Sur s/n. Barrio de María Auxiliadora, C.P. 29290. San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
México.

Josué Israel Puc Sánchez

Laboratorio de Análisis para la Conservación de la Biodiversidad. Instituto de Investigaciones sobre los Recursos Naturales,
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Av. San Juanito Itzicuaro SN, Nueva Esperanza, 58330. Morelia,
Michoacán. México.

José Luis Rangel-Salazar

Departamento de Conservación de la Biodiversidad. El Colegio de la Frontera Sur, Unidad San Cristóbal, Carretera
Panamericana y Periférico Sur s/n, Barrio María Auxiliadora, 29290, San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México. E mail:
jlrangel@ecosur.mx

Felipe Ruan-Soto
Centro de Investigaciones Multidisciplinarias sobre Chiapas y la Frontera Sur. Universidad Nacional Autónoma de México.
Calle María Adelina Flores No. 34-A, Barrio Guadalupe. CP 29230, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México. E-mail:
ruansoto@yahoo.com.mx

José Raúl Vázquez-Pérez

Departamento de Conservación de la Biodiversidad. El Colegio de la Frontera Sur, Unidad San Cristóbal de las Casas,
Carretera Panamericana y Periférico Sur s/n. Barrio de María Auxiliadora, C.P. 29290. San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
E-mail: jvazquez@ecosur.edu.mx

290
 Revisores

Biol. Trinidad Aleman Santillán

Departamento de Agricultura, Sociedad y Ambiente. El Colegio de la Frontera Sur, Unidad San Cristóbal de las Casas,
Carretera Panamericana y Periférico Sur s/n. Barrio de María Auxiliadora, C.P. 29290. San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
E-mail: taleman@ecosur.mx

M. en C. Mireya Carrillo Garcia

Amigos de Sian Ka’an A.C. Fuego No.2, Sm. 4, Mz. 10, Cancún Quintana Roo, C.P 77500. E-mail: mire_uff@hotmail.com

Biol. Gerardo de J. Cartas Heredia

Curaduría General de Exhibición de Fauna Silvestre, Zoológico Miguel Álvarez del Toro (ZOOMAT), Calzada Cerro Hueco
S/N, El Zapotal C.P. 29094 Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. E-mail: gerardo_cartas@yahoo.com.mx

M. en C. Juan Carlos Castro Hernández

Reserva de la Biosfera El Triunfo/CONANP. Av. Francisco Sarabia, Esq. 14 Oriente, Zona Dos, Mapastepec, Chiapas. C.P
30560, México. E-mail: jcastro@conanp.gob.mx

Dra. Paula L. Enríquez

Departamento de Conservación de la Biodiversidad. El Colegio de la Frontera Sur, Unidad San Cristóbal de las Casas,
Carretera Panamericana y Periférico Sur s/n. Barrio de María Auxiliadora, C.P. 29290. San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
E-mail: penrique@ecosur.mx

Dr. Fernando González-García

Red de Biología y Conservación de Vertebrados, Instituto de Ecología, AC. Carretera Antigua a Coatepec No. 351, El Haya,
Xalapa, Veracruz, 91070, México. E-mail: fernando.gonzalez@inecol.mx

Dr. Miguel Angel Martínez Morales

Departamento de Conservación de la Biodiversidad. El Colegio de la Frontera Sur, Unidad San Cristóbal de las Casas,
Carretera Panamericana y Periférico Sur s/n. Barrio de María Auxiliadora, C.P. 29290. San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
E-mail: mmartinez@ecosur.mx

Dr. Rubén Martínez Camilo

Centro del Cambio Global y la Sustentabilidad A.C. (CCGS), Calle Centenario del Instituto Juárez 128, Col. Reforma, 86080
Villahermosa, Tabasco, México. E-mail: rubencamilo79@yahoo.com.mx

M. en C. José Raúl Vázquez Pérez

Departamento de Conservación de la Biodiversidad. El Colegio de la Frontera Sur, Unidad San Cristóbal de las Casas,
Carretera Panamericana y Periférico Sur s/n. Barrio de María Auxiliadora, C.P. 29290. San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
E-mail: jvazquez@ecosur.edu.mx

291
 La Reserva de la Biósfera El Triunfo: avances y necesidades de investigación y conservación
Coordinación editorial: Paula L. Enríquez, Rubén Martínez Camilo y Mireya Carrillo Garcia.
Fotografía: Fernando González García, Fulvio Eccardi, Pablo Cervantes, Jorge Silva Rivera, Gerardo Cartas Heredia, Roberto Escalante,
Juan Carlos Castro, Adolfo Carbajal, José Raúl Vázquez Pérez, Jose Luis Rangel Salazar y Paula L. Enríquez.
Diseño y diagramación: Rina Pellizzari.
Edición digital
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México.
Febrero 2019
ISBN:978-607-8429-71-4