Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
EL QUIJOTE
Y EL PENSAMIENTO
TEÓRICO-LITERARIO
Actas del Congreso Internacional
celebrado en Madrid
los días del 20 al 24 de junio de 2005
1
Sobre el concepto de «apropiación» vid. VANOYE, Guiones modelo y modelos de guión,
Barcelona, Paidós, 1996, pp. 144 ss.
400 MARÍA DEL ROSARIO NEIRA PIÑEIRO
2
VANOYE, op. cit., pp. 137 ss.
EL QUIJOTE EN SU TRANSPOSICIÓN AL MEDIO CINEMATOGRÁFICO 401
Orson Welles5– ha sido, sin embargo, tenida en cuenta en El caballero don Qui-
jote de Gutiérrez Aragón, que corresponde solamente a la adaptación de la se-
gunda parte de la obra, aquella que se caracteriza, justamente, por una mayor
presencia de la metaficción. Esta versión cinematográfica opera, inevitablemen-
te, una reducción de los acontecimientos de la historia, eliminando las histo-
rias insertadas y seleccionando determinados episodios que configuran algunas
líneas argumentales definidas: el encantamiento de Dulcinea adquiere una
importancia fundamental, convirtiéndose en la trama principal de la pelícu-
la, aunque su desenlace permanece abierto. Otros episodios permiten ar-
ticular una trama metaficcional, centrada en el «falso» Quijote, a la que se
agregan una subtrama menor ligada a los intentos de hacer volver a don Qui-
jote a casa, y el episodio de Sancho en la ínsula, considerablemente reducido
en el film. Todas estas líneas argumentales se conectan entre sí a través del mo-
tivo del viaje, y permiten atenuar el carácter episódico de la novela y aumen-
tar la cohesión del relato, aunque sin llegar a construir una línea dramática
fuerte de final cerrado, como correspondería a una estructura clásica de guión.
El examen de la estructura global del relato fílmico nos permite constatar la
importancia concedida a la reflexión sobre la ficción, que da lugar a una tra-
ma propia, en la que se combinan episodios tomados de la novela con otros
total o parcialmente creados por los adaptadores.
Esta trama metaficcional se desarrolla en torno al tema del Quijote de Cer-
vantes frente al Quijote de Avellaneda e incorpora además la imagen del «do-
ble», un motivo que adquiere especial importancia en esta adaptación. En una
crítica de la película, José María Merino pone especialmente de manifiesto este
aspecto, del que valora, precisamente, la incorporación de un elemento del
Quijote ignorado habitualmente en los estudios cervantinos6. La trama meta-
ficcional se introduce, en los primeros minutos de la película, con la noticia
de la publicación de la primera parte del Quijote. Sin embargo, el detonante
no se sitúa realmente hasta bastante avanzado el relato, en el momento en que
los protagonistas se encuentran con un hombre que les invita a su casa y les
enseña la novela de Avellaneda, escena que combina elementos tomados del
personaje don Diego de Miranda y de los capítulos LIX y LXXII. Este aconte-
cimiento es el que pone en primer término el tema del doble o el falso Quijo-
te, apuntado ya en algunas escenas previas, y hace que don Quijote tome la de-
cisión de partir en busca de su imitador. Siguiendo su pista, don Quijote y
Sancho se dirigen al manicomio de Toledo, pero cuando llegan ya no está. El
relato se esfuerza por introducir ambigüedad en torno a la relación del prota-
gonista con su doble, sin aclarar en ningún momento quién es el suplantador
de don Quijote y sugiriendo que tal vez el verdadero y el falso podrían ser uno
5
A pesar de la existencia de un Quijote de Orson Welles, montado por Jesús Franco a
partir del material recopilado tras la muerte del cineasta, no se puede considerar en nin-
gún modo una película concluida, sino más bien un esbozo o proyecto de lo que hubiera
podido ser. A pesar de sus fallos –debidos, mayoritariamente, a ese carácter inconcluso-
esta versión, extremadamente libre, propone, en cambio, soluciones fílmicas interesantes
que restituyen parte de la dimensión metaficcional de la obra de Cervantes.
6
MERINO, J. M. «Manuel Gutiérrez Aragón: El caballero D. Quijote», Revista de libros,
nº 73, 2003, p. 47.
EL QUIJOTE EN SU TRANSPOSICIÓN AL MEDIO CINEMATOGRÁFICO 403
primeros planos, los rostros de los dos Quijotes, uno en picado y otro en con-
trapicado, subrayando así la oposición entre el personaje y su «doble». De esta
escena, sin embargo, más que el desenlace –que cierra la trama del falso Qui-
jote– nos interesa su carácter de ficción dentro de la ficción: don Quijote y San-
cho «verdaderos» asisten, entre el público, a la actuación teatral, convertidos
ahora no ya en lectores sino en espectadores de su propia historia, igualados
por tanto con nosotros, espectadores de la película. Por otra parte, observamos,
en el desarrollo de la escena, una oscilación en la actitud de don Quijote ante
la ficción que contempla, análoga a la que presentaba en el episodio cervanti-
no del retablo de maese Pedro: tras observar el inicio de la representación como
simple espectador, don Quijote arremete de pronto contra el que considera su
doble o su suplantador, identificado con el Quijote de Avellaneda y situado en
el mismo plano de la realidad en que él se halla como personaje. Esta actitud
cambia una vez más cuando, tras el altercado, don Quijote se refiere a los otros
como «actores de tres al cuarto», reconociendo ahora el carácter de represen-
tación ficcional del espectáculo que ha interrumpido.
En todos los casos que hemos comentado –salvo parcialmente en el últi-
mo–, la reflexividad de las escenas a las que nos hemos referido no se dirige
en ningún caso hacia el relato cinematográfico, sino sólo hacia el original li-
terario. Con la excepción de la escena de los cómicos, los personajes de ficción
no se convierten momentáneamente en espectadores sino en lectores, y el pro-
ceso de producción artística al que se alude es el que está detrás de la novela
original, no el que articula la narración fílmica, que se presenta en cambio
como un discurso «transparente».
En este aspecto, las soluciones propuestas se diferencian notablemente de
las que encontramos en la versión, aunque inconclusa, realizada por Orson
Welles, donde la metaficcionalidad se dirige hacia el propio proceso de adap-
tación. En las escenas recogidas en el montaje de Jesús Franco se incorporan
numerosos procedimientos metaficcionales, como la representación del proceso
de producción cinematográfica en el interior del plano, la referencia explícita
a la película que Orson Welles quiere hacer sobre don Quijote y Sancho y la
aparición reiterada del propio director, que dialoga con los personajes de fic-
ción y a quien Sancho Panza designa como «el mago que está contando nues-
tras aventuras». El borrado de las fronteras entre realidad y ficción es también
mucho más fuerte en esta versión, en las escenas en que don Quijote y San-
cho, reconocidos como tales personajes por las calles, se ven inmersos de re-
pente en la España del siglo XX y se yuxtaponen a signos que los representan
(estatuas, rótulos, imágenes), indicando así su condición de mito.
Por otra parte, la versión de Gutiérrez Aragón omite un aspecto importante
en la reflexión metaficcional de la novela: en el estudio de Pozuelo Yvancos ci-
tado anteriormente7, se destacan los episodios del encantamiento de Dulcinea
y la cueva de Montesinos, a partir de los cuales se desarrolla toda una poética
de la ficción. La credibilidad del relato, puesto en boca de don Quijote, de lo
ocurrido en el interior de la cueva, es cuestionada tanto por los otros persona-
7
POZUELO YVANCOS, op. cit., pp. 41 ss.
EL QUIJOTE EN SU TRANSPOSICIÓN AL MEDIO CINEMATOGRÁFICO 405
jes como por el narrador y por el autor ficcional Cide Hamete. La duda sobre
la veracidad o falsedad de lo el personaje dice haber visto y oído se resuelve
finalmente con un pacto entre don Quijote y Sancho: éste acepta esa historia
como «verdad» a condición de que su amo crea lo que él dice haber visto mien-
tras estaba a lomos de Clavileño. De este modo, la credibilidad del relato se hace
depender de un pacto de ficción con el receptor de la obra, además de apoyar-
se también en la correcta ejecución artística de la misma.
Ahora bien, la forma de representar el episodio de la cueva de Montesinos
se ha modificado sustancialmente en el film: en lugar de tratarse de un relato
insertado, dependiente de un narrador indigno de confianza, se representa de
modo directo en una escena, borrándose en buena medida la ambigüedad ori-
ginal. Aunque en algún momento posterior don Quijote expresa dudas sobre la
condición de verdad o sueño de este episodio, no existe un cuestionamiento
directo de la credibilidad de la propia narración, ni se apela al juicio del es-
pectador para aceptar o rechazar esa escena propuesta por el film. Del mismo
modo, también se han suprimido otras vacilaciones, dudas y rectificaciones
expresadas por el narrador y atribuidas en ocasiones a las instancias autoria-
les de ficción8.
Por último, recordemos que la adaptación fílmica elimina también otros
aspectos de la estructura narrativa de la novela, como las marcas fuertes del
narrador –si exceptuamos los rótulos iniciales–, la apelación a un destinatario,
la presencia de los autores implícitos representados y los relatos insertados.
De todas formas, y aun teniendo en cuenta los cambios señalados en la con-
figuración del relato, la versión de Gutiérrez Aragón encuentra algunas solu-
ciones interesantes para restituir al menos parte de la dimensión metaficcio-
nal de la novela. En resumen, y teniendo en cuenta el análisis realizado,
observamos que la película de Gutiérrez Aragón, incorpora los siguientes temas
y motivos metaficcionales:
8
Notemos que la introducción en el texto de dudas, vacilaciones o rectificaciones so-
bre la historia que se está narrando es, según Robert Stam, uno de los procedimientos
habituales de los «relatos autoconscientes». Se trata, pues, de una característica claramen-
te metaficcional, que ha sido eliminada de la versión cinematográfica que estamos anali-
zando. Sobre esta cuestión vid. STAM, op. cit., pp. 152 ss.
406 MARÍA DEL ROSARIO NEIRA PIÑEIRO
© CSIC
© De los distintos autores
NIPO: 653-07-100-0
ISBN: 978-84-00-08622-0
Depósito Legal: M. 7.736-2008
Impreso en TARAVILLA - Mesón de Paños, 6 - 28013 Madrid
E-mail: taravilla@telefonica.net
Impreso en España. Printed in Spain