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Módulo I

La persona física

La persona física: nacimiento y extinción


de la personalidad
[1.1] ¿Cómo estudiar este tema?

[1.2] Derecho y persona

[1.3] Adquisición de la personalidad: nacimiento de la persona


física

[1.4] Extinción de la personalidad: muerte, ausencia y


declaración de fallecimiento

1 TEMA
Derecho y persona
Esquema

Personalidad: reconocimiento como sujeto de derechos y obligaciones

TEMA 1 – Esquema
Persona física Persona jurídica

Adquisición de la personalidad (art. 29 CC)

Nacimiento: requisitos (art. 30 CC)  nacer vivo y estar enteramente desprendido del seno materno.

Nacimientos múltiples (gemelos, trillizos …): primogenitura (sucesión a la Corona y títulos nobiliarios).

Nasciturus (concebido pero no nacido)  protección jurídica (art. 29 CC)  “reserva” de beneficios y
efectos favorables para cuando llegue a nacer cumpliendo los requisitos del art. 30 CC.

No concebidos: posibles atribuciones de derechos a su favor (donaciones, sustituciones fideicomisarias,…).

Extinción de la personalidad

Muerte de la persona física (art. 32 CC). Premoriencia y conmoriencia.

Ausencia y declaración de fallecimiento (arts. 181 a 198 CC).


Derecho Civil I: las personas

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Derecho Civil I: las personas

Ideas clave

1.1. ¿Cómo estudiar este tema?

En este tema debes estudiar, además de estos materiales, los apartados 1 y 2


(páginas 149 a 152) y 4 y 5 (páginas 155 a 161), del capítulo 9, así como el
capítulo 13 (páginas 227 a 240) del manual de la asignatura (Principios de
Derecho civil I. Parte General y Derecho de la persona de Carlos Lasarte,).

En este tema se examinará en primer lugar el papel de la persona en el


ordenamiento jurídico y la atribución de personalidad jurídica, para
posteriormente concretar el régimen jurídico de la adquisición y extinción de esa
personalidad.

En cuanto a la adquisición de la personalidad, esta viene determinada por el


nacimiento de la persona física. Pero también se reconocen determinados derechos a
personas que aún no han nacido (los nasciturus y los nondum concepti).

Respecto de la extinción de la personalidad, la misma viene dada en general por la


muerte de la persona física, si bien en determinados casos, ante la falta de evidencia
física del fallecimiento, debe acudirse a las figuras de la ausencia y la declaración de
fallecimiento.

1.2. Derecho y persona

La persona, en cuanto ser humano, es la protagonista por antonomasia del mundo


jurídico y de la vida social. Y en cuanto que el Derecho existe y surge con el fin de que
los seres humanos logren resolver sus conflictos, puede afirmarse que el ser humano (la
persona) preexiste al Derecho: el Derecho existe porque existen seres humanos
y porque estos se relacionan en sociedad entre sí, creándose determinadas situaciones
conflictivas que deben solucionarse (el Derecho está “al servicio” de las
personas).

Las personas son por un lado sujetos del Derecho objetivo (de las normas
jurídicas) y sujetos titulares de derechos subjetivos (derecho a la vida, derecho a

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la intimidad, derecho al honor, derecho de propiedad, derecho de usufructo, etc.; sobre


esto último se volverá más adelante, en próximos temas, al tratar sobre los derechos de
la personalidad y al tratar los derechos subjetivos en general).

El Derecho de la persona es aquel sector del ordenamiento jurídico que regula todo
lo relativo a la atribución de personalidad a los sujetos y a la pérdida de esa
personalidad, así como la regulación de todo lo relativo a la situación de la persona en
cuanto tal.

Por personalidad debe entenderse el reconocimiento como sujeto de derechos


y obligaciones. El concepto de personalidad está directamente vinculado con el
concepto de capacidad de las personas para ser titular de derechos y obligaciones
(capacidad jurídica) y para ejercitar esos derechos (capacidad de obrar). Al estudio de
la capacidad de las personas está dedicado uno de los temas de esta asignatura.

Personas físicas
Personas
Personas jurídicas

Dentro de las personas cabe distinguir entre personas físicas o naturales (el ser
humano en cuanto tal) y las personas jurídicas (entidades, agrupaciones o colectivos
dotándoles por tanto de personalidad). Las personas físicas son preexistentes al propio
Derecho, mientras que las personas jurídicas existen en la medida que el Derecho las
regula y admite como sujeto de derechos y obligaciones en cuanto que sean reguladas y
admitidas por una norma jurídica. Si bien cabe advertir que hoy en día se viene
reconociendo una gran diversidad de personas jurídicas como entidades que operan en
los distintos ámbitos de la vida jurídica, económica y social, tanto en su perfil
asociativo, como societario y fundacional.

En este primer módulo de la asignatura se estudiará la persona física, la adquisición y


extinción de su personalidad y el régimen jurídico general propio de ellas, mientras que
en el segundo módulo se analizará el régimen jurídico general de las personas jurídicas,
con la adquisición y extinción de su personalidad, y se verá un genérico examen de las
figuras asociativas, societarias y fundacionales.

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1.3. Adquisición de la personalidad: nacimiento de la persona


física

Personalidad jurídica

La personalidad jurídica (esto es el reconocimiento como sujeto de derechos y de


obligaciones) se adquiere con el nacimiento (art. 29 CC). Y respecto a esto, el art.
30 CC prevé dos requisitos para que al nacido se le reconozca personalidad jurídica:

Nacer con vida

Requisitos
Estar enteramente desprendido del
seno materno

Así lo prevé el art. 30 CC tras su nueva redacción dada por la DF 3ª de la Ley 20/2011,
de 21 de julio, del Registro Civil (en adelante, NLRC): «La personalidad se adquiere en
el momento del nacimiento con vida, una vez producido el entero desprendimiento del
seno materno». Vigencia: desde el 23 julio 2011.

En su redacción anterior, el art. 30 CC señalaba: «Para los efectos civiles, sólo se


reputará nacido el feto que tuviere figura humana y viviere veinticuatro horas
enteramente desprendido del seno materno». Esto es, en el art. 30 CC se preveían dos
requisitos para que al nacido se le reputase como tal a efectos civiles: nacer con figura
humana y vivir al menos 24 horas enteramente desprendido del seno materno.

Nota: De acuerdo con la nota de prensa emitida por el Ministerio de Justicia el 14 de


julio de 2011 tras la aprobación por el Congreso de los Diputados de la Ley 20/2011: “La
reforma del artículo 30 del Código Civil supone un cambio decisivo que nos equipara a
la mayoría de los países de nuestro entorno (Alemania, Suiza, Italia o Portugal) en los
que la personalidad jurídica, es decir la aptitud de la persona para ser titular de
derechos y obligaciones, existe desde el mismo momento del nacimiento. El aún vigente
artículo 30 procede, sin cambio alguno, del texto original del Código Civil de 1889 y es
heredero de una tradición histórica incompatible con la Convención de los Derechos del
Niño de 1989 que reconoce el derecho del niño a un nombre y a adquirir una
nacionalidad desde el preciso instante del nacimiento, lo que no sucede actualmente
porque el reconocimiento de la personalidad exige que el recién nacido tenga “figura

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humana” y que viva más de 24 horas enteramente desprendidos del seno materno. A
partir de la entrada en vigor de la reforma, ambos requisitos desaparecen, de modo que
la personalidad se adquirirá, sin más, desde el mismo momento del nacimiento con
vida y enteramente desprendido del seno materno”.

Prueba del nacimiento: la inscripción en el Registro Civil hace fe del hecho, fecha,
hora y lugar del nacimiento, del sexo y, en su caso, de la filiación del inscrito,
inscribiéndose sólo el nacimiento en que concurran las condiciones exigidas en el art.
30 CC.

Partos múltiples

El art. 31 CC prevé que “la prioridad del nacimiento, en el caso de partos dobles, da al
primer nacido los derechos que la ley reconozca al primogénito”; lo que se
acoge en este precepto es un criterio para determinar quién de los varios nacidos (en un
parto doble o de gemelos, pero también cabe entenderlo para el caso de trillizos,
cuatrillizos, etc.) tendrá los derechos que la Ley le atribuye al primogénito: ese criterio
es el del primero que nace. Para atender a esta situación debe tenerse en cuenta que el
art. 170 del Reglamento del Registro Civil (RRC) exige que en la inscripción
registral del nacimiento se haga constar “la hora, fecha y lugar de
nacimiento” (igual exigencia se deriva del art. 41 LRC antes referido y se contiene
también en el art. 44 NLRC).

Por lo tanto, en un parto múltiple se atenderá a esa hora del nacimiento de cada uno
para determinar cuál de los nacidos lo fue en primer lugar y así darle los derechos
propios del primogénito. Además, el art. 170 RRC en el caso de los partos múltiples
advierte de que, si no se conociera la hora exacta del nacimiento de cada uno, se hará
constar la prioridad entre ellos (primero, segundo, etc.) o que no ha podido
determinarse la misma. Si no se puede determinar la prioridad o primogenitura por
esos medios registrales, podrá acudirse a otros medios de prueba, si bien cabe advertir
que pesará la carga de la prueba sobre aquel que alegue y afirme la prioridad de uno de
los nacidos sobre los demás.

Actualmente no existe un régimen jurídico privado especial para el primogénito, a


quien en períodos históricos anteriores sí se le atribuían especiales derechos o
facultades. Hoy en general se prevé una situación jurídica igual entre los hermanos.

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Aún con todo, en relación con la primogenitura, en nuestro ordenamiento existen


algunas normas excepcionales:

» Art. 184 CC sobre representación del declarado ausente.


» Art. 57 Constitución Española (CE) sobre sucesión a la Corona, determinándose que
se siga el orden regular de primogenitura y representación.
» Decreto de 4 de junio de 1948 por el que se desarrolla la Ley de 4 de mayo de 1948
sobre Grandezas y Títulos nobiliarios, normas en las que se recoge la primogenitura
como regla general para la sucesión en el título, incluso tras la aprobación de la Ley
33/2006 de 30 de octubre, sobre igualdad del hombre y la mujer en el orden de
sucesión de los títulos nobiliarios.

El nasciturus y su protección jurídica

A los concebidos pero aún no nacidos (nasciturus) nuestro Derecho, aún no


reconociéndoles personalidad jurídica a efectos civiles (pues ésta se atribuye con el
nacimiento), ni tampoco capacidad jurídica (que también se adquiere con el nacimiento
como se verá en un tema posterior), sí que les proporciona cierta protección. Así, el art.
29 CC señala que el concebido se tiene por nacido para todos los efectos que
le sean favorables, siempre que nazca con las condiciones que expresa el
art. 30 CC. Esto es, se produce una reserva de derechos y facultades (en general
efectos favorables al concebido) que puedan reconocérsele (por ejemplo, derechos
sucesorios respecto de un pariente o donaciones a su favor) a ese concebido desde el
momento en que tales derechos y efectos surgen a su favor pero bajo la condición de
que finalmente nazca cumpliendo los requisitos del art. 30 CC.

La protección que nuestro Derecho otorga al nasciturus es una excepción a la regla


general de que el nacimiento determina la personalidad, así como una ficción de
subjetividad del concebido cuando realmente no tiene personalidad ni capacidad
jurídica porque aún no ha nacido. Una protección que se extiende a todo concebido y
respecto a cualquier derecho y efecto que se estime favorable para el mismo. Efectos
favorables que pueden ser tanto de índole patrimonial (destacando los
derechos sucesorios y las donaciones a favor del concebido no nacido) como de
naturaleza personal (por ej. se admite el reconocimiento de la filiación antes del
nacimiento del hijo; igualmente también se ha venido admitiendo la posibilidad de
atender a esta concepción de cara a la adquisición originaria de la nacionalidad
española, a lo que se hará referencia en un tema posterior).

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Esa ficción opera de modo retroactivo. Esto es, sólo una vez que nace cumplidos
los requisitos del art. 30 CC, se finge su condición de persona cuando aún no lo era;
entre tanto, se produce una reserva de derechos o paralización del proceso de
atribución de los derechos, bienes y demás efectos favorables que está llamado a
recibir, pero que no se le atribuyen provisionalmente sino que se le atribuirán
únicamente cuando nazca con todos los requisitos legales, si bien será una atribución
retroactiva al momento en que surgió ese derecho o efecto en su favor. Así, cabe
distinguir dos períodos de tiempo en la aplicación de la ficción prevista en el
art. 29 CC:

1) Durante el tiempo de la gestación el concebido carece de personalidad jurídica,


pero su existencia provoca determinados efectos, esencialmente la paralización de la
atribución de derechos y efectos favorables al nasciturus, quedando pendientes de
atribución de titularidad, no siendo atribuidos provisionalmente a nadie, ni al
concebido ni a las personas que se beneficiarían de ellos de no existir el concebido;
como tal al concebido en estos momentos no se le tiene por nacido sino que
simplemente se adoptan las medidas necesarias para asegurar que cuando nazca
pueda obtener y disfrutar de los efectos favorables que pudieran serle atribuidos
durante el período de gestación.

2) Tras el nacimiento con los requisitos del art. 30 CC al recién nacido se le


reconoce personalidad jurídica con eficacia jurídica al momento en que se
produjeron los efectos favorables de que se trate a fin de que pueda adquirir esos
derechos y efectos favorables desde esa fecha: esos efectos favorables se consolidan
en él como si a esa fecha ya estuviera nacido; es entonces cuando cabe hablar de
ficción de personalidad desde el momento en que se produjeron los efectos
favorables y hasta el nacimiento efectivo (período en el que realmente no tenía
personalidad).

Los efectos a que se refiere esta norma excepcional del art. 29 CC deben ser
favorables para el nasciturus, no para terceros.

En el marco de la aplicación de esta ficción de subjetividad resulta esencial la


determinación y prueba del momento en que se produjo la concepción.
Durante el período de la gestación resulta sencilla la prueba de la existencia del
embarazo desde fechas tempranas con las pruebas médicas actuales. Pero podría darse

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el caso de que esa prueba del momento de la concepción se entendiese necesaria


cuando ya se ha producido el nacimiento o ha transcurrido un tiempo relevante
después de ese nacimiento; en este caso, ante la falta de previsión legal específica, la
mayoría de la doctrina ha entendido aplicable el plazo legal de gestación a que se refiere
el art. 116 CC, de modo que habrá que entender que el concebido podrá beneficiarse de
todo efecto favorable que le afecte y que se produzca dentro de los trescientos días
anteriores al nacimiento, salvo que se pruebe que la concepción aún no había tenido
lugar en ese momento (prueba que será normalmente una pericial médica sobre el
momento de la concepción), habiéndose producido un nacimiento prematuro.

Entre los principales supuestos en que puede aplicarse esta ficción de subjetividad
destacan:

a) Derechos sucesorios. Debe atenderse a lo previsto en los arts. 959-967, 989 y 991
CC. En primer lugar, debe advertirse que, teniendo conocimiento o comunicándose
por la viuda que ésta se encuentra embarazada, se suspende la división de la
herencia (art. 966 CC), la cual se somete a administración (art. 965 CC) en tanto se
verifica que tiene lugar efectivamente el nacimiento cumpliéndose los requisitos del
art. 30 CC o que dicho nacimiento no va a tener lugar (arts. 965 y 967 CC). A
ninguno de los herederos (tampoco al nasciturus) se le atribuye la herencia sino que
se produce una paralización de la sucesión hasta que quede claro quiénes son los
herederos (esto es, si finalmente entre éstos debe incluirse al que hasta el momento
es sólo un nasciturus). Por lo tanto, al no haber atribución de los bienes hereditarios
no puede afirmarse que los potenciales herederos (incluido el nasciturus) sean ya
titulares de los bienes hereditarios; la herencia está yacente y entre tanto sujeta a
administración en beneficio de los que lleguen a ser titulares definitivos de los
bienes (el ahora nasciturus cuando nazca y/o los demás herederos).

A este respecto debe señalarse que el art. 991 CC advierte que nadie podrá aceptar ni
repudiar la herencia sin estar cierto de la muerte de la persona a quien haya de
heredar y de su derecho a la herencia; y, asimismo, debe tenerse en cuenta que los
efectos de la aceptación y de la repudiación se retrotraen siempre al momento de la
muerte de la persona a quien se hereda (art. 989 CC).

Si, por ejemplo, Juan falleció el 3 de junio de 2011 y entonces su viuda se encontraba
embarazada y su hijo Miguel nace efectivamente el 10 de octubre de 2011, cabe
señalar lo siguiente:

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1) Entre el 3 de junio y el 10 de octubre la herencia se encontrará yacente, sin


concretos titulares de los bienes hereditarios y sometida a administración por
alguien imparcial a la espera de que se concrete quiénes son los herederos (más
concretamente, a la espera de que el nacimiento de Miguel tenga efectivamente
lugar); el fenómeno sucesorio se paraliza o suspende; el nasciturus como tal no
puede aceptar ni repudiar la herencia por cuanto no se sabe si tendrá derecho a
heredar (art. 991 CC) ni hay una atribución inmediata ni provisional de los bienes
hereditarios en favor del nasciturus; por otro lado, no se le nombra al nasciturus
un representante.

2) Es a partir del 10 de octubre (nacimiento de Miguel cumpliendo todos los


requisitos del art. 30 CC) cuando puede procederse a la atribución de la herencia
a los distintos herederos de Juan, entre los que se encontrará su hijo Miguel; en
ese momento, el hijo nacido podrá aceptar a través de su representante legal
(normalmente la madre o, a falta de ésta, un tutor) la herencia que le dejó su
padre y entonces se le entenderá titular de esos bienes con carácter retroactivo al
momento en que falleció su padre (el 3 de junio de 2011), al igual que el resto de
los herederos (art. 989 CC); en este momento de aceptación de la herencia, se
cubre retroactivamente el vacío de titularidad existente desde el momento del
fallecimiento hasta el de aceptación de la herencia una vez nacido el que antes
sólo era un concebido; y en consecuencia, es ahora tras el nacimiento cuando
opera la ficción de que se reputa nacido al meramente concebido durante el
período de tiempo en que era precisamente sólo un concebido pero no nacido.

b) Donaciones en favor del nasciturus. El art. 627 CC señala: “Las donaciones


hechas a los concebidos y no nacidos podrán ser aceptadas por las personas que
legítimamente los representarían, si se hubiera verificado ya su nacimiento”. Por
otro lado, el art. 629 CC advierte de que “la donación no obliga al donante, ni
produce efecto, sino desde la aceptación”. El nasciturus en tanto no nazca carece de
personalidad jurídica y también carece de representante legal que pudiera aceptar
en ese momento esa donación en su nombre; en consecuencia, ante la falta de
aceptación ello podría suponer que el donante revocara esa donación en cualquier
momento antes del nacimiento o incluso que la donación deviniera ineficaz por el
fallecimiento del donante. Para evitar estas consecuencias perjudiciales para el
futuro nacido, se previó el art. 627 CC reconociendo la posibilidad de que ya en
ese momento de oferta de donación se pudiera aceptar la misma por

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aquéllos que, en el caso de que el concebido ya hubiera nacido, serían


sus representantes legales (normalmente los padres) provocando que
esa donación sea ya irrevocable. Entre tanto se espera al nacimiento, el
donante no está obligado a entregar los bienes donados a los que serían
representantes legales del nacido, aunque puede hacerlo voluntariamente; además,
el donante o, en su caso, esos representantes legales a los que voluntariamente se
entregaron los bienes, deben custodiar esos bienes donados. Si posteriormente el
nacimiento no tiene lugar, esa donación será ineficaz y, en el caso de que el donante
hubiera entregado voluntariamente los bienes donados a los que serían
representantes legales del nacido, procederá su devolución con los frutos y rentas
desde esa entrega, salvo que se acuerde otra cosa por las partes.

c) Otros supuestos: 1) El nacido tendrá derecho a una indemnización por los daños
que se le hubieran ocasionado durante el período de gestación, ya se trate de daños
en su propia persona (lesiones orgánicas, defectos físicos, etc.), en los bienes que le
correspondan o en relación con su familia (por ej., ante el fallecimiento de su padre
o de su madre al dar a luz); 2) Se ha venido admitiendo la posibilidad de que el
nasciturus sea beneficiario de un seguro (en este caso, al producirse el siniestro, la
aseguradora reservará y custodiará las cantidades o bienes que le corresponderían
hasta el nacimiento); 3) La Ley de Enjuiciamiento Civil, en su art. 6.1.2, reconoce
capacidad para ser parte en los procesos ante tribunales civiles “al concebido no
nacido, para todos los efectos que le sean favorables”, compareciendo en su nombre
y representación ante esos tribunales “las personas que legítimamente los
representarían si ya hubieren nacido” (art. 7.3 LEC).

Nondum concepti o concepturus

Respecto de aquellos que no han nacido pero ni siquiera han sido concebidos aún,
nuestro Derecho evidentemente no les reconoce personalidad jurídica ninguna ni se
prevé expresamente una norma similar a la del art. 29 CC en relación con los
nasciturus. Pero sí que se prevén determinados mecanismos que posibilitan
que se reserven bienes o derechos a favor de personas que puedan nacer en el
futuro. Por ejemplo:

» Donaciones con cláusula de reversión


» Sustitución fideicomisaria
» Contrato a favor de tercero

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» Otros mecanismos que serán objeto de estudio en otras asignaturas.

La idea que subyace en estas previsiones legales es, más que la protección de la
persona, la protección de la voluntad y libertad testamentaria y contractual de aquel
que dispone de bienes y derechos a favor de una persona que aún no ha nacido o que ni
siquiera ha sido concebida.

1.4. Extinción de la personalidad: muerte, ausencia y


declaración de fallecimiento

Muerte de la persona física

De acuerdo con el art. 32 CC: “La personalidad civil se extingue por la muerte
de las personas”. Con el fallecimiento de la persona se extinguen todas las relaciones
y derechos de los que era sujeto, abriéndose la sucesión en cuanto a los derechos y
relaciones patrimoniales, convirtiéndose su patrimonio en la llamada “herencia”. La
persona se convierte en cadáver y este tiene la consideración de una cosa, si bien con un
régimen o consideración especial, pues no puede ser objeto de negocio ninguno,
debiendo respetarse la dignidad de la persona fallecida. Asimismo, procede atender a la
voluntad del fallecido sobre el destino de su cadáver (incineración, entierro, lugar,
donación de órganos, etc.), o de no haberlo previsto, atender a la voluntad de los
familiares al respecto.

Por otro lado, también cabe hacer mención a la protección que nuestro ordenamiento
da a la memoria de los difuntos, especialmente la protección de sus derechos al honor,
a la intimidad y a su propia imagen, además de su voluntad sobre el destino de su
patrimonio y de su cuerpo.

Para la determinación del hecho de la muerte y del momento en que esta


acaeció se atiende a criterios médicos (cese de actividad cardiorrespiratoria y ausencia
de actividad cerebral: tal y como establecía el art. 10.2, tercer párrafo, del derogado
Real Decreto 2070/1999, de 30 de diciembre, sobre donación y trasplante de órganos,
cuyo espíritu se ha venido manteniendo).
La inscripción en el Registro Civil de la defunción es obligatoria, porque hace fe de la
muerte de una persona y de la fecha, hora y lugar en que se produce:

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• En la inscripción debe figurar la identidad del fallecido.


• Asimismo, la ley exige que dicha inscripción de la defunción se practique en virtud
de declaración documentada en el formulario oficial, acompañado del certificado
médico de la defunción.
• En defecto de certificado, cuando éste sea incompleto o si, a juicio del encargado,
debe complementarse la documentación acreditativa del fallecimiento, se requerirá
dictamen médico del facultativo.

Premoriencia
Supuestos especiales
Conmoriencia

En el caso de que dos o más personas fallezcan a la vez (por ejemplo, en un mismo
suceso -accidente aéreo o de tráfico, en un incendio, terremoto, etc.,- o aun por
circunstancias normales y diferentes entre sí), si entre esas personas procedía una
eventual transmisión o atribución de derechos (no necesariamente de carácter
sucesorio, aunque será lo habitual, por ejemplo por ser padre e hijo), resulta relevante
concretar cuál de ellas falleció primero (premoriencia) o si fallecieron
simultáneamente (conmoriencia), a fin de determinar si efectivamente ha existido
transmisión de derechos a favor de una de ellas (y cuál). Sobre ello el art. 33 CC prevé
que, en caso de que no exista prueba sobre quién falleció primero (el que sostenga la
muerte anterior de una o de otra, debe probarla), se presumen muertas al mismo
tiempo y no tiene lugar la transmisión de derechos de uno a otro (presunción iuris
tantum).

Ausencia y declaración de fallecimiento

(Arts. 181 a 198 CC y arts. 67 y siguientes de la Ley 15/2015, de 2 de julio, de la


Jurisdicción Voluntaria).

Ante el supuesto de que una persona desaparezca injustificadamente sin que


existan noticias de ella ni comunicación con sus familiares, nuestro
ordenamiento acoge una serie de normas para atender a esa situación de incertidumbre
sobre su paradero y sobre su persona (incluso, sobre su vida), con independencia de si
esa ausencia es voluntaria o ha sido forzada por cualquier eventualidad (secuestro,

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accidente, asesinato, etc.). Se trata de normas que atienden al interés del ausente y
también al de los familiares y allegados.

Las previsiones legales suponen una actuación e intromisión en la esfera


fundamentalmente patrimonial del ausente de forma escalonada,
comenzando por el nombramiento de un defensor provisional del desaparecido que
atienda los asuntos de mayor urgencia de este, pudiendo pasarse después a una
segunda fase de declaración de ausencia legal y, ya finalmente, en su caso, poder
proceder a la declaración del fallecimiento del ausente:

» Defensor del desaparecido (art. 181 CC). Será nombrado por el Letrado de la
Administración de Justicia —denominación actual del Secretario Judicial: cfr.
disposición adicional primera de la Ley Orgánica 7/2015, de 21 de julio, por la que se
modifica la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial— (sin que deba
esperarse a que transcurra un concreto plazo desde la desaparición), a instancia de
parte interesada o del Ministerio Fiscal, para atender provisionalmente los
asuntos de mayor urgencia en interés del desaparecido y aquellos que se
indiquen en la resolución judicial, salvo en aquellos casos en que el
desaparecido ya hubiera nombrado con anterioridad a su desaparición un
representante o apoderado para la administración de su patrimonio. Ese
nombramiento, que deberá inscribirse en el Registro Civil, recaerá sobre alguna de
las personas que señala el art. 181 CC, según un orden de prelación: El cónyuge
presente mayor de edad no separado legalmente será el representante y defensor
nato del desaparecido; y por su falta, el pariente más próximo hasta el cuarto grado,
también mayor de edad. En defecto de parientes, no presencia de los mismos o
urgencia notoria, el Letrado de la Administración de Justicia nombrará persona
solvente y de buenos antecedentes, previa audiencia del Ministerio Fiscal.

Asimismo, en estos casos, el Letrado de la Administración de Justicia podrá también


adoptar, según su prudente arbitrio, las medidas necesarias a la conservación del
patrimonio del desaparecido.

» Declaración de ausencia legal (arts. 182 a 192 CC). Ésta puede tener lugar
incluso aunque con carácter previo no se haya nombrado defensor del desaparecido;
asimismo, esta declaración no tiene que llevar necesariamente a la posterior
declaración de fallecimiento del ausente pues puede que éste reaparezca (art. 187.2
CC) o bien puede que se constate su efectivo fallecimiento (art. 188 CC). Para la

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declaración de ausencia legal deberá seguirse expediente de jurisdicción voluntaria


regulado en los arts. 67 y siguientes de la Ley 15/2015, de 2 de julio, de la
Jurisdicción Voluntaria.

La declaración de ausencia legal se promoverá una vez transcurrido el plazo


previsto por el art. 183 CC desde la desaparición (“pasado un año desde las
últimas noticias o, a falta de éstas, desde su desaparición, si no hubiese dejado
apoderado con facultades de administración de todos sus bienes”; o bien “pasados
tres años, si hubiese dejado encomendada por apoderamiento la administración de
todos sus bienes”) y la deberán interesar el Ministerio Fiscal de oficio o en
virtud de denuncia y los familiares a que se refiere el art. 182 CC (sin orden
de preferencia: el cónyuge del ausente no separado legalmente o los parientes
consanguíneos hasta el cuarto grado), pudiendo hacerlo también cualquier
persona que racionalmente estime tener sobre los bienes del
desaparecido algún derecho ejercitable en vida del mismo o dependiente de su
muerte.

El efecto más importante de la declaración de ausencia legal es el nombramiento


de un representante del ausente; y a tal efecto se prevé que, inscrita en el
Registro Civil (art. 198 CC) la declaración de ausencia, quedan extinguidos de
derecho todos los mandatos generales o especiales otorgados por el ausente (art. 183
CC, último inciso). Cabe distinguir entre representante legítimo y representante
dativo del ausente (art. 184 CC). Son representantes legítimos: el cónyuge
presente mayor de edad no separado legalmente o de hecho; el hijo mayor de edad
(si hubiese varios, serán preferidos los que convivían con el ausente y el mayor al
menor); el ascendiente más próximo de menos edad de una u otra línea; y los
hermanos mayores de edad que hayan convivido familiarmente con el ausente, con
preferencia del mayor sobre el menor. En defecto de las personas antes indicadas, se
nombrará representante dativo, que será la persona solvente de buenos
antecedentes que el Letrado de la Administración de Justicia, oído el Ministerio
fiscal, designe a su prudente arbitrio (serán aplicables a los representantes dativos
del ausente, en cuanto se adapten a su especial representación, los preceptos que
regulan el ejercicio de la tutela y las causas de inhabilidad, remoción y excusa de los
tutores: art. 185, último párrafo, CC).

El representante del ausente tendrá las obligaciones previstas en los


arts. 184 CC (“la representación del declarado ausente, la pesquisa de su persona,

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la protección y administración de sus bienes y el cumplimiento de sus


obligaciones”) y 185 CC (“inventariar los bienes muebles y describir los inmuebles
de su representado; prestar la garantía que el Secretario Judicial (actualmente
denominado «Letrado de la Administración de Justicia»: DA 1ª de Ley 7/2015, de
reforma de la LOPJ) prudencialmente fije, salvo que el representante designado
sea el cónyuge, el hijo mayor o el ascendiente más próximo; conservar y defender
el patrimonio del ausente y obtener de sus bienes los rendimientos normales de que
fueren susceptibles; ajustarse a las normas que en orden a la posesión y
administración de los bienes del ausente se establecen en la Ley procesal civil”).

El representante tendrá la retribución señalada en el art. 186 CC para el


representante legítimo y en el art. 274 CC (por remisión genérica del art. 185,
segundo párrafo, CC a las normas reguladoras de la tutela) para el representante
dativo.

» Declaración de fallecimiento (arts. 193 a 197 CC). Esta declaración (que no


exige que previamente haya tenido lugar la declaración de ausencia legal: cfr. art.
74.2 Ley 15/2015 de Jurisdicción Voluntaria) supone que al desaparecido se le
considera como ya fallecido (presunción iuris tantum), derivándose de tal
declaración una serie de efectos de índole patrimonial (art. 196 CC: apertura de
la sucesión hereditaria y adjudicación de los bienes del declarado fallecido con las
condiciones expresadas en dicho art. 196 CC, como son que los herederos no podrán
disponer a título gratuito hasta cinco años después de la declaración del
fallecimiento, que, asimismo, los legados con carácter general no serán entregados
ni será exigible su entrega hasta el transcurso de esos cinco años, y que se deberá
formar notarialmente un inventario detallado de los bienes muebles y una
descripción de los inmuebles) y personal (art. 85 CC: disolución del matrimonio).

Para poder promover la declaración de fallecimiento deberán haber transcurrido los


plazos previstos en los arts. 193 y 194 CC (plazos distintos que se fijan
atendiendo a las circunstancias de la desaparición o ausencia) y deberá seguirse
expediente de jurisdicción voluntaria regulado en los arts. 67 y siguientes de la Ley
15/2015, de 2 de julio, de la Jurisdicción Voluntaria. En el Registro Civil y público de
ausentes se hará constar esa declaración judicial de fallecimiento (art. 198 CC).

Por la declaración de fallecimiento cesa la situación de ausencia legal, pero


mientras dicha declaración de fallecimiento no se produzca, se presume que el

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Derecho Civil I: las personas

ausente ha vivido hasta el momento en que deba reputársele fallecido, salvo


investigaciones en contrario; además, toda declaración de fallecimiento expresará la
fecha a partir de la cual se entienda sucedida la muerte, con arreglo a lo preceptuado
en los artículos precedentes, salvo prueba en contrario (art. 195 CC).

En el caso de que con posterioridad a la declaración de fallecimiento el ausente o


desaparecido reapareciera o se probase que efectivamente vive, éste podrá
recuperar sus bienes en el estado en que se encuentren y tendrá derecho al precio de
los que se hubieran vendido, o a los bienes que con este precio se hayan adquirido,
pero no podrá reclamar de sus sucesores rentas, frutos ni productos obtenidos con
los bienes de su sucesión con carácter retroactivo, sino sólo desde el día de su
presencia o de la declaración de no haber muerto (art. 197 CC); ahora bien, se
mantendrá la disolución del matrimonio que, en su caso, ex art. 85 CC haya tenido
lugar.

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Derecho Civil I: las personas

Lo + recomendado

No dejes de leer…

Situación del concebido no nacido

En este texto titulado “En torno al concepto jurídico de persona (una contribución
teórica para la determinación del estatuto jurídico del concebido no nacido)” y escrito
por Carlos Martínez de Aguirre y Aldaz, se aportan unas reflexiones teóricas sobre el
concepto jurídico de la persona y el papel del ser humano en el Derecho, con especial
referencia a la situación y protección del concebido no nacido

El artículo está disponible en el aula virtual o en la siguiente dirección web:


http://www.aebioetica.org/rtf/En%20Torno%20Al%20Concepto%20Juridico%20De%
20Persona.rtf

No dejes de ver…

Primeros pasos tras un fallecimiento

En este vídeo se señalan y explican los primeros trámites legales a llevar a cabo tras el
fallecimiento de una persona.

El vídeo está disponible en el aula virtual o en la siguiente dirección web:


http://www.youtube.com/watch?v=nm41DREOv1o

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Derecho Civil I: las personas

+ Información

A fondo

Determinación de la muerte de una persona

PÉREZ-PÉREZ, R.M., BARDALET-VIÑALS, N. y SOLER-MURALL, N. “Diagnóstico de


muerte y trasplante de órganos. Implicaciones jurídicas y médico-legales”. Barcelona:
Institut de Medicina Legal de Catalunya, 2006, 126 (18), p. 707-711.

Artículo que trata sobre las implicaciones jurídicas y médico-legales en la


determinación de la muerte de una persona.

El artículo está disponible en el aula virtual o en la siguiente dirección web:


https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0025775306720668

Ausencia y declaración de fallecimiento

Para profundizar más sobre el tema de la ausencia y la declaración de fallecimiento,


cabe destacar los trabajos siguientes, atendiendo el primero al supuesto de las personas
mayores y el segundo a un análisis desde el punto de vista del Derecho internacional
privado y del Derecho comparado para el caso de que deban atenderse a ordenamientos
jurídicos distintos del español:

» GARCÍA GÓMEZ, R. “Ausencia y declaración de fallecimiento


en las personas mayores”. En: MARTÍNEZ GALLEGO, E.M.
(coord.). Protección jurídica de los mayores. Madrid: La Ley-
Actualidad, 2004. p. 299-348.

El documento está disponible en el aula virtual o en la siguiente dirección web:


http://books.google.es/books?id=XwE3C_-iBrkC&lpg=PP1&pg=PA299#

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Derecho Civil I: las personas

» DE MIGUEL ASENSIO, P.A. “La ausencia y la declaración de fallecimiento en


Derecho internacional privado”. Revista española de Derecho internacional, 1995,
vol. XLVII (núm. 2), p. 41-70.

http://eprints.ucm.es/6876/1/AUSENCI1995pdemiguel.pdf

Declaración de fallecimiento

Asimismo, resultan interesantes las siguientes noticias en relación con la declaración de


fallecimiento de determinadas personas.

» “Viudas” sin derecho a luto (con vídeo).


https://www.telecinco.es/masdetelecinco/Viudas-derecho-luto_2_1195455191.html

» Declaran la muerte de un ocupante del aerotaxi desaparecido en Columbretes.


https://www.elperiodicomediterraneo.com/noticias/castellon/declaran-muerte-
ocupante-aerotaxi-desaparecido-columbretes_126506.html

» Las familias tramitan la declaración de muerte de los desaparecidos en Egipto.


http://www.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2010/02/18/familias-
tramitan-declaracion-muerte--desaparecidos-egipto/679874.html

» Piden la declaración de fallecida de una arteixá que hoy tendría 119 años.
http://www.lavozdegalicia.es/coruna/2011/04/01/0003_201104H1C12993.htm

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Derecho Civil I: las personas

Webgrafía

Ministerio de Justicia

Resulta relevante, para completar lo señalado en el manual de referencia y en las ideas


claves expuestas, conocer las previsiones que sobre el nacimiento y la defunción se
contienen en el Registro Civil, por cuanto son las inscripciones que constan en este
Registro las que dan fe y hacen prueba de que tales hechos (nacimiento y fallecimiento)
han tenido lugar.

Toda esta información está disponible en la página web del Ministerio de Justicia.

http://www.mjusticia.gob.es

A tales efectos se indican a continuación los enlaces a la página web del Ministerio de
Justicia que hacen referencia a los trámites y gestiones a realizar en relación con la
solicitud de:

» Inscripción de nacimiento:
https://www.mjusticia.gob.es/cs/Satellite/Portal/es/servicios-ciudadano/tramites-
gestiones-personales/inscripcion-nacimiento
» Certificado nacimiento:
http://www.mjusticia.gob.es/cs/Satellite/es/1200666550200/Tramite_C/12144839
47232/Detalle.html
» Inscripción de defunción:
http://www.mjusticia.gob.es/cs/Satellite/es/1200666550200/Tramite_C/12144839
58290/Detalle.html
» Certificado de defunción:
http://www.mjusticia.gob.es/cs/Satellite/es/1200666550200/Tramite_C/12144839
53225/Detalle.html

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Derecho Civil I: las personas

Legislación actualizada

Una web muy recomendable para consultas sobre legislación es la de Noticias


Jurídicas, la cual está en constante actualización.

http://noticias.juridicas.com

Así, por ejemplo, en relación con la lección tratada, podemos encontrar:

» El Código Civil:
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Privado/cc.html
» La Ley del Registro Civil:
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Privado/lrc.html
» Nueva Ley del Registro Civil:
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Privado/l20-2011.t6.html#a62
» El Reglamento del Registro Civil:
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Privado/rrc.html
» Ley 15/2015, de 2 de julio, de la Jurisdicción Voluntaria:
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Privado/555976-l-15-2015-de-2-jul-
jurisdiccion-voluntaria.html#t2c9

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Derecho Civil I: las personas

Bibliografía

Como fuentes complementarias al manual de referencia se recomiendan:

» DE PABLO CONTRERAS, P. (coord.). Curso de Derecho Civil (I). Derecho Privado.


Derecho de la Persona, 3ª ed. Ed. Colex, 2008. p. 337-364 y 511-528.

» LACRUZ BERDEJO, J.L.; et. al. Elementos de Derecho Civil I. Parte General, vol.
2º, Personas, 5ª ed. (revisada y puesta al día por Jesús Delgado Echeverría).
Madrid: Ed. Dykinson, 2008. p. 1-2, 10-24 y 222-258.

» Asimismo, la bibliografía indicada en estos manuales y en el manual de referencia de


la asignatura.

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Derecho Civil I: las personas

Test

1. La personalidad jurídica de las personas físicas:


A. Se adquiere desde el momento de la concepción y se extingue con la muerte.
B. Se adquiere con el nacimiento y se extingue con la muerte.
C. Se adquiere transcurridas 24 horas desde el nacimiento.
D. Las respuestas B y C son correctas.

2. Para considerar nacida a una persona y reconocerle legalmente personalidad


jurídica, esa persona debe:
A. Tener figura humana.
B. Nacer con vida y encontrarse enteramente desprendida del seno materno.
C. Vivir al menos 24 horas.
D. Todas las respuestas anteriores son correctas.

3. Indica cuál de las siguientes afirmaciones es la correcta:


A. Al nasciturus se le reconoce personalidad jurídica desde el momento de la
concepción.
B. Al nasciturus se le reputa siempre como nacido a todos los efectos.
C. Al nasciturus se le considera nacido para todos los efectos que le sean
favorables, siempre que nazca cumpliendo las condiciones del art. 30 CC.
D. Las respuestas A y B son correctas.

4. En el caso de que varias personas de una misma familia fallezcan en un mismo


accidente:
A. Se entenderá en todo caso que han fallecido simultáneamente, de modo que
ninguna podrá transmitir derechos a la otra.
B. Siempre se entenderá que la persona de mayor edad ha fallecido primero.
C. Siempre se entenderá que la persona de menor edad ha fallecido primero.
D. Si no se acredita de ninguna forma que una falleció antes que otra, se
presumirá que fallecieron simultáneamente.

TEMA 1 – Test © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

5. El defensor del desaparecido:


A. No será nombrado si el desaparecido ya había nombrado con anterioridad un
representante o apoderado que administre sus bienes.
B. Deberá ser nombrado siempre una vez transcurrido un año desde la
desaparición.
C. Será nombrado defensor el hijo de mayor edad y, a falta de este, el cónyuge del
desaparecido.
D. A falta de parientes, será nombrado defensor del desaparecido el Ministerio
Fiscal.

6. La declaración de ausencia legal:


A. Solamente la puede solicitar el Ministerio Fiscal.
B. La deben solicitar el cónyuge del ausente, los parientes consanguíneos hasta el
cuarto grado y el Ministerio Fiscal.
C. La puede solicitar cualquier persona que estime ostentar algún derecho sobre
los bienes del desaparecido.
D. Las respuestas B y C son correctas.

7. Se podrá solicitar la declaración de ausencia legal:


A. Desde el momento en que se produzca la desaparición.
B. Solamente cuando haya peligro de desaparición o pérdida de algún bien del
desaparecido.
C. A los diez años de la desaparición.
D. Tras uno o tres años desde las últimas noticias o desde la desaparición.

8. Los representantes legítimos del ausente:


A. Nunca prestarán fianza ni otro tipo de garantía.
B. No deberán hacer inventario de los bienes del ausente.
C. En todo caso deberán hacer inventario de bienes y, además, los representantes
legítimos impropios deberán prestar fianza o garantía bastante.
D. Nunca percibirán ninguna retribución, renta o fruto por el ejercicio de esa
representación.

TEMA 1 – Test © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

9. Indica cuál de las siguientes afirmaciones es la correcta:


A. Solamente se podrá solicitar la declaración de fallecimiento una vez
transcurridos diez años desde la desaparición.
B. Se podrá solicitar la declaración de fallecimiento una vez transcurridos diez
años desde la declaración de ausencia legal.
C. Podrá solicitarse la declaración de fallecimiento con carácter general una vez
transcurridos diez años desde la desaparición, si bien, en determinados casos
previstos legalmente, podrá solicitarse antes.
D. Sólo se podrá solicitar la declaración de fallecimiento si existe riesgo de
pérdida o destrucción de algún bien del ausente.

10. En el caso de que reapareciera el declarado fallecido:


A. Recuperará sus bienes y podrá reclamar los frutos y rentas que los poseedores
de esos bienes hubieran obtenido desde su reaparición.
B. Recuperará sus bienes y podrá reclamar los frutos y rentas que los poseedores
de esos bienes hubieran obtenido desde su desaparición.
C. No recuperará ninguno de sus bienes ni podrá reclamar nada porque
legalmente está muerto.
D. Ninguna de las anteriores respuestas es correcta.

TEMA 1 – Test © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Módulo I
La persona física

Derechos de la personalidad
[2.1] ¿Cómo estudiar este tema?

[2.2] Concepto y caracteres

[2.3] Derechos a la vida y a la integridad física

[2.4] Derechos al honor, a la intimidad y a la propia imagen

[2.5] Individualidad o identidad de la persona

[2.6] Protección de los derechos de la personalidad

2 TEMA
Derechos de la personalidad

- Derecho subjetivo
Esquema

- Derecho general o absoluto


Características
- Inherencia al ser humano

TEMA 2 – Esquema
esenciales - Derecho personalísimo
- Extrapatrimonialidad

- Art. 15 CE
Derechos a la vida y a la
- Derecho fundamental
integridad física - Protección de la esfera personal del ser humano en su vertiente física

Derechos al honor, a la - Art. 18 CE


intimidad personal y - Derecho fundamental
familiar y a la propia - Protección de la esfera personal del ser humano en su vertiente moral o espiritual
imagen - Intromisiones ilegítimas y regulación por la LOHIP (arts. 2, 3, 7 y 8)

- Derecho al nombre
Individualización de la
- Seudónimo
persona - Títulos nobiliarios

- Protección genérica  penal, civil y tutela constitucional especial como derecho fundamental
- Reparación del daño  daño moral e indemnización económica
Protección de los - Previsiones de la LOHIP sobre la tutela de los derechos al honor, a la intimidad y a la propia
derechos de la imagen (arts. 4, 5, 6 y 9 LOHIP)
personalidad - Conflicto entre los derechos al honor, a la intimidad y a la propia imagen y el derecho a la
información y la libertad de expresión  SSTC
- Tratamiento automatizado de datos de carácter personal.
Derecho civil I: las personas

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Derecho civil I: las personas

Ideas clave

2.1. ¿Cómo estudiar este tema?

En este tema debes estudiar, además de estos materiales, el capítulo 10 (páginas


163 a 185) del manual de la asignatura (Principios de Derecho Civil I. Parte
General y Derecho de la persona de Carlos Lasarte).

En este tema se estudiarán los derechos que se encuentran más directamente


vinculados a la esfera personal de todo ser humano: los llamados derechos de la
personalidad. Y se analizarán tanto los que afectan a su vertiente física (derechos a
la vida y a la integridad física) como a su vertiente espiritual (derechos al honor, a la
intimidad personal y familiar y a la propia imagen), examinándose las notas
características de cada derecho así como su protección.

Asimismo, se estudiará el derecho a la identidad, a la individualidad de la persona,


que se concreta en el derecho a un nombre y a unos apellidos.

Por último, se examinará la regulación relativa a la protección de estos derechos,


los mecanismos de tutela y las formas de reparación de los daños causados.

2.2. Concepto y caracteres

Concepto

Por derechos de la personalidad deben entenderse aquellos derechos inherentes a


la persona, derivados de la naturaleza humana y de la dignidad que le es propia, que
buscan la protección de la esfera más personal del ser humano.

Caracteres

Pueden señalarse las siguientes notas que caracterizan a todo derecho de la


personalidad:

TEMA 2 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

a) Se trata de derechos subjetivos y, como tales, permiten a su titular exigir que


todos lo respeten y, de lo contrario, instar la acción de la justicia para imponerse una
sanción al que lesione tales derechos.
b) Son derechos generales en cuanto que deben ser respetados por todos y pueden
ser opuestos frente a todos.
c) Su nota principal es la inherencia al ser humano: una persona es titular de estos
derechos por el mero hecho de ser persona, sin necesidad de otro requisito (son
derechos innatos).
d) Son derechos personalísimos: como tales, solo pueden ser ejercitados por su
titular, sin que quepa su transmisión o enajenación a otra persona; asimismo, gozan
de las características generales de ser inalienables, indisponibles,
irrenunciables e imprescriptibles.
e) En relación con la anterior nota, debe predicarse su extrapatrimonialidad:
quedan fuera del comercio entre los hombres, pues carecen de valoración y
contenidos económicos concretos, y en cuanto tal, no pueden ser objeto de embargo,
expropiación, disposición o ejercicio por otro. Ahora bien, esta nota no es óbice,
como se señalará más adelante, para que ante la lesión de esos derechos se perciba
una indemnización pecuniaria.

2.3. Derechos a la vida y a la integridad física

El art. 15 CE advierte de que “Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y


moral, sin que, en ningún caso, puedan ser sometidos a tortura ni a penas o tratos
inhumanos o degradantes. Queda abolida la pena de muerte, salvo lo que puedan
disponer las Leyes penales militares para tiempos de guerra”.

Estos derechos se configuran constitucionalmente como derechos fundamentales y


como tales gozan de la protección especial reforzada que nuestra Constitución atribuye
a los derechos fundamentales en sentido estricto (arts. 53, 81 y 168 CE). Asimismo
tienden a proteger la esfera personal del ser humano en su vertiente física.

La protección de estos derechos en caso de lesión es fundamentalmente penal,


con la tipificación de los delitos de homicidio y sus formas, aborto y lesiones (arts. 138 y
siguientes CP). También cuentan con protección en el ámbito civil por la vía de las
eventuales indemnizaciones económicas que por los daños causados se

TEMA 2 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

reconozcan a favor del titular de tales derechos o de sus familiares por la lesión de tales
derechos que no llegue a considerarse delito.

Tradicionalmente, el derecho a la vida se ha configurado en nuestro ordenamiento


como derecho y no como libertad, y así el Tribunal Constitucional ha advertido en estos
años que este derecho tiene “un contenido de protección positiva que impide
configurarlo como un derecho de libertad que incluya el derecho a la propia muerte”
(SSTC 120/1990, de 27 de junio, 137/1990, de 19 de julio, y 154/2002, de 18 de julio,
entre otras). Esta cuestión es objeto de mucha controversia al hilo del debate sobre la
legalización de la eutanasia y la aprobación del llamado testamento vital o del rechazo
voluntario del uso de determinadas técnicas médicas aduciendo razones de libertad
religiosa.

Asimismo, el derecho a la integridad física, esto es, a la no lesión física, tampoco


comporta como tal un derecho absoluto a disponer de las partes de tu cuerpo y
autolesionarte o autorizar a alguien a que te lesione (cfr. art. 155 CP); ahora bien sí que
se admite cierto poder de disposición sobre nuestro cuerpo y nuestra
integridad física en relación con las intervenciones quirúrgicas (ya sea por razones
estéticas o terapéuticas) y trasplantes de órganos (incluida la donación tanto de
órganos como de tejidos y fluidos corporales como la sangre y la médula ósea, sea de
persona fallecida o viva), así como esterilizaciones y cirugía transexual (cfr. art. 156 CP
y legislación vigente sobre trasplantes de órganos).

2.4. Derechos al honor, a la intimidad y a la propia imagen

La protección de estos derechos viene concretada constitucionalmente como derechos


fundamentales en el art. 18 CE, norma posteriormente desarrollada por la Ley
Orgánica 1/1982, de 5 de mayo, de protección civil del derecho al honor, a la intimidad
personal y familiar y a la propia imagen (LOHIP) y la derogada Ley 15/1999, de 13 de
diciembre, de protección de datos de carácter personal (LOPD): “Se garantiza el
derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen”, así como la
Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía
de los derechos digitales, vigente desde el 7 de diciembre de 2018.
Estos derechos tienden a proteger la esfera personal del ser humano en su
vertiente moral o espiritual (cfr. STC 156/2001, de 2 de julio).

TEMA 2 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

Por honor cabe entender la consideración, estimación, prestigio y respeto que una
persona se profesa a sí misma y que la sociedad general le reconoce.

La intimidad personal y familiar se refiere al


ámbito privado de actuación de una persona y su familia
que resulta irrelevante para los demás, que no tienen por
qué inmiscuirse en el mismo, englobando no solamente
lo que podría llamarse intimidad corporal sino también
la intimidad de la situación económica de la persona y su
familia. En relación con este aspecto, cabe tener en
cuenta la idea de control por el titular de este derecho de
los datos y de la información sobre su esfera personal y familiar, que viene ligada a la
práctica por algunas personas de concesión de entrevistas y exclusivas a ciertas revistas
y programas a cambio de un precio desvelando una información propia de su esfera
personal y familiar.

Con el derecho a la propia imagen se reconoce la exigencia de contar con el


consentimiento de una persona para poder obtener y reproducir por cualquier medio su
imagen (su representación gráfica por vídeo, foto, etc.): cfr. SSTC 139/2001, de 18 de
junio, y 83/2002, de 24 de abril, entre otras. Esto implica la posibilidad de
comercializar con ello, esto es, que esa persona dé su consentimiento a cambio de un
precio.

Estos derechos cuentan no solo con protección penal (delitos de calumnias, injurias,
revelación de secretos, allanamiento de morada: arts. 197 y siguientes y 534 y siguientes
CP), sino también civil a través de las eventuales indemnizaciones por la lesión de tales
derechos que no llegue a considerarse delito.

A este respecto, cabe señalar que la protección civil de estos derechos “quedará
delimitada por las leyes y por los usos sociales atendiendo al ámbito que,
por sus propios actos, mantenga cada persona reservado para sí misma o
su familia”, y “no se apreciará la existencia de intromisión ilegitima en el ámbito
protegido cuando estuviere expresamente autorizada por ley o cuando el
titular del derecho hubiere otorgado al efecto su consentimiento expreso”,
consentimiento que es revocable, si bien con el deber de indemnizar por los daños y
perjuicios que ello ocasione (arts. 2 y 3 LOHIP).

TEMA 2 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

Expresamente se han previsto en nuestro ordenamiento determinados actos que


legalmente se configuran como intromisiones ilegítimas en estos derechos, si bien
no se trata de una previsión en numeros clausus: art. 7 LOHIP (asimismo, cfr. arts.
197 y siguientes y 534 y siguientes CP); pero no se reputará, con carácter general,
intromisiones ilegítimas las actuaciones autorizadas o acordadas por la Autoridad
competente de acuerdo con la Ley, ni cuando predomine un interés histórico, científico
o cultural relevante (art. 8.1 LOHIP).

Concretamente en cuanto al derecho de imagen se prevé que tal derecho no impedirá


(art. 8.2 LOHIP):

a) su captación, reproducción o publicación por cualquier medio cuando se trate de


personas que ejerzan un cargo público o una profesión de notoriedad o proyección
pública y la imagen se capte durante un acto público o en lugares abiertos al público;
b) la utilización de la caricatura de dichas personas, de acuerdo con el uso social;
c) la información gráfica sobre un suceso o acaecimiento público cuando la imagen de
una persona determinada aparezca como meramente accesoria.

Las excepciones contempladas en los apartados a) y b) no serán de aplicación


respecto de las autoridades o personas que desempeñen funciones que por su
naturaleza necesiten el anonimato de la persona que las ejerza.

La tutela judicial frente a las intromisiones ilegítimas en estos derechos podrá


recabarse por las vías procesales ordinarias o por el procedimiento previsto en el art.
53.2 CE, así como, cuando proceda, acudiendo al recurso de amparo ante el Tribunal
Constitucional (art. 9 LOHIP).

TEMA 2 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

2.5. Individualidad o identidad de la persona

El derecho al nombre

Legal y doctrinalmente se viene reconociendo la existencia de un derecho al nombre


como mecanismo de identificación de una persona y de individualización en
la sociedad; una identificación que en determinados ámbitos, como el administrativo,
el fiscal y el policial, se torna en un deber.

Cada persona en España se identifica con un nombre de pila y unos apellidos (estos
derivados de ambos progenitores) y su regulación viene recogida en la Ley del Registro
Civil, a cuyo estudio en cuanto a esta cuestión que se realizará en otro tema de esta
asignatura nos remitimos ahora.

El seudónimo

En ocasiones, determinadas personas en lugar de identificarse con su nombre


verdadero, utilizan uno falso: es el seudónimo. Es esta una práctica muy extendida en
el mundo literario, musical y artístico que logra igualmente la individualización de la
persona en la sociedad y por ello merece también protección jurídica.

Con el uso del seudónimo se suele buscar una mayor privacidad, reservando el uso del
nombre verdadero para la esfera más privada de esa persona, o incluso conseguir una
identidad más llamativa.

Títulos nobiliarios

Se trata de prerrogativas o mercedes sociales honoríficas reconocidas por los


Reyes o Jefes de Estado a determinadas personas que con ellos logran, asimismo, su
identificación e individualización en la sociedad, máxime cuando dicho título es
de carácter exclusivo y personalísimo.

Sobre esta cuestión merece resaltarse el hecho de que tras la Ley 33/2006, de 30 de
octubre, sobre igualdad del hombre y la mujer en el orden de sucesión de los títulos
nobiliarios, eliminó como regla de sucesión a los mismos la preferencia del hombre

TEMA 2 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

sobre la mujer (aunque no eliminó el principio de primogenitura), si bien tal criterio no


se aplica retroactivamente.

2.6. Protección de los derechos de la personalidad

Protección genérica

Ya a la hora de analizar los diversos derechos de la personalidad se ha indicado cómo su


protección viene contemplada esencialmente en el ámbito penal y en el civil. Y
asimismo, teniendo en cuenta que se trata de derechos fundamentales (si bien, del
derecho a la identidad no puede predicarse en rigor tal naturaleza), como tales gozan de
la protección especial reforzada que nuestra Constitución atribuye a los
derechos fundamentales en sentido estricto (arts. 53, 81 y 168 CE):

a) Para la regulación del ejercicio de estos derechos siempre será necesario que se dicte
una Ley Orgánica, que en todo caso deberá respetar su contenido esencial: y de ahí
que se aprobara la Ley Orgánica 1/1982, de 5 de mayo, de Protección Civil del
Derecho al Honor, a la Intimidad Personal y Familiar y a la Propia Imagen (LOHIP).
b) Para la reforma de estos derechos en cuanto a su previsión constitucional se prevé
una especial rigidez.
c) Su titular podrá acudir al recurso de amparo para obtener la tutela del Tribunal
Constitucional (arts. 41 y siguientes LOTC).
d) También podrá instar la actuación de los tribunales ordinarios a través de un
procedimiento basado en los principios de preferencia y sumariedad. Tal
procedimiento anteriormente venía regulado en la Ley 62/1978, de 26 de Diciembre,
de Protección Jurisdiccional de los Derechos Fundamentales de la Persona (LPJDF).
El contenido de esta Ley se ha ido derogando progresivamente por la Ley 29/1998,
de 13 de julio, reguladora de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa (LJCA), la
Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil (LEC) y la Ley 38/2002, de 24 de
octubre, de reforma parcial de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, sobre
procedimiento para el enjuiciamiento rápido e inmediato de determinados delitos y
faltas, y de modificación del procedimiento abreviado; leyes éstas que suponen la
regulación del concreto procedimiento ordinario de protección de estos derechos de
la personalidad en sus respectivos ámbitos contencioso administrativo (arts. 114 y
siguientes LJCA), civil (arts. 249.1.2º y 524.5 LEC) y penal (arts. 757 y siguientes
LECrim) dotándoles de preferencia y sumariedad.

TEMA 2 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

En el concreto ámbito civil debe reseñarse que ante una lesión acreditada de los
derechos de la personalidad se hace exigible la reparación del daño causado por
el sujeto que ha lesionado ese derecho; ahora bien, tanto la persona que causa el
daño como ese daño causado y la acción u omisión que dicha persona ha
llevado a cabo y que ha provocado la lesión, deben ser suficientemente
probados (salvo previsión expresa, como en el art. 9.3 LOHIP que respecto de los
derechos al honor, a la intimidad y a la propia imagen, advierte que la existencia de
perjuicio se presumirá siempre que se acredite la intromisión ilegítima en la esfera
personal de esa persona, esto es, la acción lesiva).

El daño ocasionado, dada la naturaleza de estos derechos, es esencialmente moral.


La reparación del mismo normalmente es mediante una indemnización económica,
aunque pueden acogerse otras medidas, como la publicación de la sentencia en una
revista o programa de televisión, la destrucción de los negativos de las fotografías, etc.

Previsiones de la LOHIP en relación a los derechos al honor, a la intimidad


y a la propia imagen

Con relación a los instrumentos o mecanismos procesales para procurar la tutela de


estos derechos, debe hacerse especial mención a las previsiones de la LOHIP en
relación concreta a los derechos al honor, a la intimidad y a la propia imagen y
las eventuales intromisiones ilegítimas en estos derechos.

El art. 9 LOHIP, además de prever los mecanismos para la tutela judicial de


estos derechos (a saber, las vías procesales ordinarias, el procedimiento previsto en el
art. 53.2 CE y el recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional) señala que dicha
tutela judicial comprenderá la adopción de todas las medidas necesarias para
poner fin a la intromisión ilegítima de que se trate y, en particular, las
necesarias para:

a) El restablecimiento del perjudicado en el pleno disfrute de sus derechos, con la


declaración de la intromisión sufrida, el cese inmediato de la misma y la reposición
del estado anterior. En caso de intromisión en el derecho al honor, el
restablecimiento del derecho violado incluirá, sin perjuicio del derecho de réplica
por el procedimiento legalmente previsto, la publicación total o parcial de la
sentencia condenatoria a costa del condenado con al menos la misma difusión
pública que tuvo la intromisión sufrida.

TEMA 2 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

b) Prevenir intromisiones inminentes o ulteriores.


c) La indemnización de los daños y perjuicios causados.
d) La apropiación por el perjudicado del lucro obtenido con la intromisión ilegítima en
sus derechos.

Estas medidas se entenderán sin perjuicio de la tutela cautelar necesaria para


asegurar su efectividad.

La existencia de perjuicio se presumirá siempre que se acredite la


intromisión ilegítima.

La indemnización se extenderá al daño moral, que se valorará atendiendo a las


circunstancias del caso y a la gravedad de la lesión efectivamente producida, para lo
que se tendrá en cuenta, en su caso, la difusión o audiencia del medio a través del que
se haya producido.

Las acciones de protección frente a las intromisiones ilegítimas caducarán


transcurridos cuatro años desde que el legitimado pudo ejercitarlas.

Respecto de quiénes son legitimados para el ejercicio de estas acciones, tal cuestión
viene regulada en los arts. 4 a 6 LOHIP, y es en relación con ellos que se regula el
importe de la indemnización (art. 9.4 LOHIP).

Conflicto entre los derechos al honor, a la intimidad y a la propia imagen y


la libertad de expresión y el derecho a la información

Dado el previsible y frecuente conflicto entre, por una lado, la libertad de expresión y el
derecho de información y, por otro lado, los derechos al honor, a la intimidad y a la
propia imagen, el art. 20.4 CE ha fijado expresamente que los segundos son límites de
los primeros. Pero los conflictos se han sucedido y ello ha dado lugar a diferente
jurisprudencia que ha tratado de fijar unos criterios estables para resolver estos
conflictos: así, cabe citar, entre otras, las SSTC 12/1982, 104/1986, 105/1990, 171/1990,
172/1990, 65/1991, 197/1991, 20/1992, 85/1992, 219/1992, 240/1992, 178/1993,
41/1994, 170/1994, 297/1994, 42/1995, 52/1996, 3/1997, 192/1999, 49/2001, 71/2002,
76/2002, 158/2003, 136/2004 y 1/2005.

TEMA 2 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

Tratamiento automatizado de datos de carácter personal

De acuerdo con el art. 18 CE: “La Ley limitará el uso de la informática para garantizar el
honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y el pleno ejercicio de sus
derechos”.

Esa Ley es actualmente la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de


Datos Personales y garantía de los derechos digitales, que en su art. 1 prevé cómo objeto
de la misma:

«a) Adaptar el ordenamiento jurídico español al Reglamento (UE) 2016/679 del


Parlamento Europeo y el Consejo, de 27 de abril de 2016, relativo a la protección de las
personas físicas en lo que respecta al tratamiento de sus datos personales y a la libre
circulación de estos datos, y completar sus disposiciones.

El derecho fundamental de las personas físicas a la protección de datos personales,


amparado por el artículo 18.4 de la Constitución, se ejercerá con arreglo a lo establecido
en el Reglamento (UE) 2016/679 y en esta ley orgánica.

b) Garantizar los derechos digitales de la ciudadanía conforme al mandato establecido


en el artículo 18.4 de la Constitución».

El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), vigente desde el 25


de mayo de 2018, es uno de los cambios normativos más importantes llevado a cabo
por la Unión Europea. Esta reciente normativa otorgará un mayor grado de control a
los ciudadanos sobre su información privada en el mundo 2.0, pero también impondrá
cambios radicales para las empresas, las cuales, deben haber ido adaptando sus
protocolos y estructuras al objeto de no ser sancionadas.

TEMA 2 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

Lo + recomendado

No dejes de leer…

Debate político, prensa rosa y telebasura en la jurisprudencia reciente”

Aranzadi Civil-Mercantil, núm. 11/2011 (Estudio).

En este trabajo, Mª. Ángeles Zurilla Cariñana ofrece un análisis de la jurisprudencia


recaída en los últimos años en torno a los derechos al honor, la intimidad y la propia
imagen, partiendo de que en los tiempos que vivimos, la proliferación de programas del
corazón, prensa rosa, tertulias televisivas, radiofónicas, así como el auge imparable de
Internet, (con incontables blogs, foros de opinión, videos publicados por los propios
usuarios, redes sociales…) constituye un caldo de cultivo apropiado para la vulneración
de estos derechos.

El artículo está disponible en el aula virtual

Algunas cuestiones relevantes para la efectividad en la protección


jurisdiccional del honor, la intimidad y la propia imagen

Repertorio Aranzadi del Tribunal Constitucional, núm. 21/2003 (Estudio).

En este texto de Jesús María Santos Vijande se plantean determinadas cuestiones


que deben tenerse en cuenta a la hora de decidir por qué vía se busca la protección
jurisdiccional de los derechos al honor, intimidad y propia imagen (la penal o la civil)
con especial referencia a la doctrina que del Tribunal Constitucional y del Tribunal
Supremo existe al respecto, así como a la posible extinción y caducidad de la acción
civil por ejercicio previo de la acción penal. Asimismo, analiza el enfoque que debe
darse a las demandas civiles, haciendo referencia a las limitaciones que estos derechos
suponen a la libertad de expresión y al derecho a la información.

El artículo está disponible en el aula virtual

TEMA 2 – Lo + recomendado © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

Personajes públicos y derecho a la propia imagen

Repertorio Aranzadi del Tribunal Constitucional, núm. 17/2005 (Estudio).

En este texto de Amelia Pascual Medrano se analiza la problemática de la colisión


entre el derecho a la propia imagen y la libertad de información en el caso de
personajes públicos, a la luz de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, del
Tribunal Supremo y del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

El artículo está disponible en el aula virtual

No dejes de ver…

Libertad de información vs derecho a la intimidad

En este vídeo se explica el fundamento constitucional de la libertad de información y


uno de sus límites, el derecho a la intimidad. Dos expertos exponen sus puntos de vista
y ejemplos de sentencias que tratan supuestos como si es lícita la retransmisión por
televisión de la agonía en la enfermería de un torero, tras la cogida por un toro, o si se
puede hacer periodismo de investigación con cámara oculta.

El vídeo está disponible en el aula virtual o en la siguiente dirección web:


https://www.youtube.com/watch?v=G7uv1uqTM0o

TEMA 2 – Lo + recomendado © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

Derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen en la era digital

En este vídeo se reflexiona sobre la ampliación de la esfera de las personas que pueden
ser víctimas o infractores de estos derechos con las nuevas redes sociales.

El vídeo está disponible en el aula virtual o en la siguiente dirección web:


https://www.youtube.com/watch?v=-f-gjMKu2QY

TEMA 2 – Lo + recomendado © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

+ Información

A fondo

Cesión inconsentida de la imagen para un uso comercial distinto del


autorizado

Aranzadi Civil-Mercantil, núm. 5/2011 (Estudio).

Este estudio de Pascual Martínez Espín tiene por objeto el análisis de la jurisprudencia
sobre vulneración al derecho a la propia imagen por la utilización de fotografías de una
persona con fines publicitarios o comerciales distintos a los pactados.

El artículo está disponible en el aula virtual

Empleo de cámaras ocultas en reportajes periodísticos

Revista Aranzadi Doctrinal, núm. 2/2009 (Comentario).

En este trabajo Juan Manuel Fernández Martínez se hace un comentario crítico a una
resolución del Tribunal Supremo que enjuiciaba el caso del uso de una cámara oculta
para realizar un reportaje periodístico en el que se pretendía denunciar una
determinada actuación de una persona; se concretan cuáles son los derechos en
conflicto, en qué consiste la intromisión ilegítima y se hace referencia a la teoría del
reportaje neutral.

El artículo está disponible en el aula virtual

TEMA 2 – + Información © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

La identidad genética y la intimidad: un conflicto de derechos

Actualidad Jurídica Aranzadi, núm. 789/2009 (Opinión).

En este artículo de opinión de Aurelia María Romero Coloma se analiza la cuestión de


si el derecho a la identidad genética (esto es el derechos del hijo a conocer su origen
biológico, quién es su padre y su madre) ha de prevalecer, o no, frente al derecho a la
intimidad. El conflicto se plantea fundamentalmente ante la problemática que genera el
anonimato de los donantes (cuando nos encontramos con hijos nacidos como
consecuencia del empleo de técnicas de reproducción humana asistida).

El artículo está disponible en el aula virtual

Registros de morosos: Derecho civil y nulidad (parcial) del reglamento de


desarrollo de la Ley Orgánica de protección de datos

Aranzadi Civil-Mercantil, núm. 3/2011 (Estudio).

En este texto de María Ángeles Parra Lucán se analiza el tratamiento de datos


relativos a la solvencia patrimonial y crédito de las personas, atendiendo a las
relaciones entre la solvencia patrimonial y los derechos de la personalidad, así como se
examina la posible responsabilidad civil en que se incurriría al incluir a una persona en
registros de morosos en cuanto a lesión de sus derechos de la personalidad.

El artículo está disponible en el aula virtual

TEMA 2 – + Información © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

Webgrafía

Tribunal Constitucional

Página web oficial del Tribunal Constitucional que dispone de información rigurosa y
objetiva de los temas más relevantes del Tribunal desde el punto de vista jurídico y
también desde el punto de vista de la sociedad y de los medios de comunicación que, en
la mayoría de los casos, son los encargados de hacer llegar a la opinión pública sus
resoluciones.

http://www.tribunalconstitucional.es

Agencia Española de Protección de Datos

La Agencia Española de Protección de Datos es la autoridad de control independiente


que vela por el cumplimiento de la normativa sobre protección de datos y garantiza y
tutela el derecho fundamental a la protección de datos de carácter personal.

https://www.agpd.es

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Derecho civil I: las personas

Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (INTECO)

INTECO es un centro de desarrollo de carácter


innovador y de interés público de ámbito nacional
que se orienta a la aportación de valor, a la industria y
a los usuarios, y a la difusión de las nuevas
Tecnologías de la Información y la Comunicación
(TIC) en España, en clara sintonía con Europa.

Su objetivo fundamental es servir como instrumento para desarrollar la Sociedad de la


Información, con actividades propias en el ámbito de la innovación y el desarrollo de
proyectos asociados a las TIC, basándose en tres pilares fundamentales: la
investigación aplicada, la prestación de servicios y la formación.

http://www.inteco.es

Legislación actualizada

Ya vimos en la lección anterior la web de Noticias Jurídicas, la cual está en constante


actualización.

http://noticias.juridicas.com

Así, por ejemplo, en relación con la lección tratada, podemos encontrar:

» Constitución Española de 1978:


http://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/constitucion.html
» Código Civil:
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Privado/cc.html

TEMA 2 – + Información © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

» Ley Orgánica 1/1982, de 5 de mayo, de Protección Civil del Derecho al Honor, a la


Intimidad Personal y Familiar y a la Propia Imagen:
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/lo1-1982.html
» Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter
Personal:
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/lo15-1999.html
» Ley Orgánica 2/1979, de 3 de octubre, del Tribunal Constitucional
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/lo2-1979.html

Bibliografía

Como fuentes complementarias al manual de referencia se recomiendan para este


tema:

» DE PABLO CONTRERAS, Pedro (coord.). Curso de Derecho Civil (I). Derecho


Privado. Derecho de la Persona, 3ª ed. Colex, 2008. p. 365-374 y 549-585.

» LACRUZ BERDEJO, José Luis [et. al.]. Elementos de Derecho Civil I. Parte General,
vol. 2º. Personas, 5ª ed. (revisada y puesta al día por Jesús Delgado Echeverría).
Madrid: Dykinson, 2008. p. 51-116.

» Asimismo, la bibliografía indicada en estos manuales y en el manual de referencia de


la asignatura.

TEMA 2 – + Información © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

Test

1. Los derechos de la personalidad son:


A. Personalísimos pero no subjetivos.
B. Son derechos innatos a la persona.
C. Son irrenunciables pero pueden transmitirse a otras personas.
D. Todas las anteriores respuestas son correctas.

2. Señala cuál de las siguientes afirmaciones es falsa:


A. Los derechos de la personalidad son inherentes a la persona.
B. Los derechos de la personalidad son oponibles erga omnes.
C. Los derechos de la personalidad son numerus clausus.
D. Los derechos de la personalidad protegen la esfera más personal del ser
humano.

3. Indica cuál de las siguientes afirmaciones es verdadera:


A. El derecho al honor puede transmitirse y embargarse.
B. El derecho a la intimidad no es un derecho personalísimo.
C. Se puede renunciar al derecho al honor y a la propia imagen.
D. Todas las anteriores afirmaciones son falsas.

4. Señala cuál de las siguientes afirmaciones es la correcta:


A. La donación de órganos no está permitida legalmente pues atenta contra el
derecho a la vida y a la integridad física.
B. Todos podemos disponer libremente de nuestra vida y nuestra muerte.
C. El derecho a la vida es un derecho fundamental protegido tanto en el ámbito
penal como en el civil.
D. Ninguna de las anteriores afirmaciones es correcta.

TEMA 2 – Test © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

5. Indica cuál de las siguientes afirmaciones es falsa:


A. No habrá intromisión ilegítima en el derecho al honor de una persona si ésta
presta expresamente su consentimiento a ello.
B. No habrá intromisión ilegítima en el derecho al honor de una persona si la Ley
lo permite.
C. No habrá intromisión ilegítima en el derecho al honor de una persona en el
caso de publicarse una fotografía del Presidente de Gobierno en un acto público.
D. Todas las anteriores afirmaciones son falsas.

6. Señala cuál de las siguientes afirmaciones es falsa:


A. El derecho al honor supone el derecho a que nadie se entrometa en nuestra
vida privada.
B. Por el derecho a la propia imagen se puede impedir la publicación de
fotografías nuestras en una revista.
C. Con el derecho a la intimidad se puede impedir que alguien entre en nuestra
casa.
D. El derecho a la intimidad es un límite al derecho a la información.

7. Indica cuál de las siguientes afirmaciones es verdadera:


A. Si tienes un título nobiliario no puedes usar seudónimo.
B. El seudónimo es el nombre real de una persona que se dedica a la música o ha
escrito un libro.
C. Con el seudónimo se busca normalmente proteger la esfera más privada de la
persona al ocultar la identidad real.
D. Todos los escritores y cantantes deben tener un nombre, unos apellidos y un
seudónimo.

8. Señala cuál de las siguientes afirmaciones es la correcta:


A. Los derechos de la personalidad solamente se tutelan por la vía del recurso de
amparo.
B. Los derechos al honor, a la intimidad y a la propia imagen pueden protegerse
acudiendo al recurso de amparo o a procedimientos ante tribunales ordinarios
previstos con carácter de preferencia y sumariedad.
C. Solamente puede acudirse al recurso de amparo en caso de lesión al derecho a
la vida.
D. Todas las anteriores respuestas son falsas.

TEMA 2 – Test © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

9. La lesión del derecho al honor:


A. Solamente puede repararse con una indemnización económica.
B. Puede repararse con una indemnización económica y también mediante otras
medidas, incluso cautelares como las previstas en el art. 9 LOHIP.
C. Nunca podrá ser reparada con dinero.
D. Nunca podrá suponer la condena penal de quien ha cometido tal lesión.

10. Para obtener una indemnización económica por la lesión de los derechos de la
personalidad:
A. Basta con presentar denuncia por los hechos.
B. Siempre debe acreditarse el perjuicio sufrido.
C. Será necesario acreditar el perjuicio sufrido, salvo en los casos de lesión de los
derechos al honor, a la intimidad y a la propia imagen en que bastará probar la
intromisión ilegítima.
D. Primero debe haber una condena penal.

TEMA 2 – Test © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Módulo I
La persona física

Capacidad jurídica y capacidad de obrar.


Protección civil de las personas con
discapacidad
[3.1] ¿Cómo estudiar este tema?

[3.2] Capacidad jurídica

[3.3] Capacidad de obrar

[3.4] Estado civil

[3.5] Mayoría de edad, minoría de edad y


emancipación

[3.6] Protección civil de las personas con


discapacidad
3 TEMA
Derecho Civil I: las personas

Esquema

TEMA 3 – Esquema © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

Ideas clave

3.1. ¿Cómo estudiar este tema?

Para estudiar este tema lee las Ideas clave que te presentamos a continuación.

Con este tema se conocerán las dos dimensiones de la personalidad o capacidad de las
personas: la dimensión estática y genérica (capacidad jurídica) y la dinámica y
concreta (capacidad de obrar), que lleva a la contraposición entre poder ser titular
de derechos y obligaciones (capacidad jurídica) y poder ejercitar esos derechos y
obligaciones (capacidad de obrar); una contraposición que tiene importantes
consecuencias teóricas y prácticas.

Se examinará con más detalle la capacidad de obrar por la trascendencia práctica que
tiene, al afectar de un modo u otro nuestra actuación en distintos momentos de la vida
a la hora de tomar decisiones tanto personales como de índole patrimonial o
económico. Se comprobará como el criterio fundamental para determinar la capacidad
de obrar es el de la edad, debiendo atenderse a los casos de la minoría de edad, de la
mayoría de edad y de la emancipación. Asimismo, en relación con la capacidad de obrar
se analizará someramente qué es el estado civil.

Y, por último, se estudiarán las medidas de apoyo a las personas con discapacidad para
el ejercicio de su capacidad jurídica, las clases, las salvaguardas judiciales, la publicidad
registral; así como otras situaciones de protección personal (internamiento no
voluntario por trastorno psíquico), patrimonial (patrimonio separado especialmente
protegido de determinadas personas discapacitadas) o limitación (concursado).

3.2. Capacidad jurídica

La capacidad jurídica es la aptitud para ser titular de derechos y obligaciones;


la aptitud genérica para ser sujeto (activo o pasivo) de derechos y obligaciones.

Es una aptitud, capacidad, genérica que la tienen todas las personas por el hecho de
nacer como persona. Es una capacidad necesaria, estática y que no puede ser objeto

TEMA 3 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

de graduación: se tiene o no se tiene, no se puede tener en parte. Se tiene desde que


uno nace; de modo que, en este sentido, capacidad jurídica viene a coincidir con el
término “personalidad”. Y dado que esta capacidad jurídica es igual y la misma para
todos los nacidos, supone el reflejo más absoluto del principio de igualdad
consagrado en el art. 14 CE.

La capacidad jurídica no es disponible; no puede ser objeto de ningún negocio ni de


cualquier otro acto de autonomía de la voluntad (así, por ej., nadie podría venderse
como esclavo).

Tener capacidad jurídica no implica que la persona tenga derechos y obligaciones; lo


que implica la capacidad jurídica es la posibilidad genérica y abstracta de
tener derechos y obligaciones, pero no la atribución efectiva de los mismos; es una
situación de posibilidad abstracta y potencialidad. La tenencia efectiva de un derecho u
obligación se denomina titularidad.

Pero ni la capacidad jurídica ni la titularidad son suficientes por sí solas


para ejercitar esos derechos y obligaciones de los que se es titular: para ello se
requiere capacidad de obrar, la cual se examinará en el apartado siguiente.

Ej.: Un recién nacido (cumpliendo los requisitos para ser considerado jurídicamente
como persona: arts. 29 y 30 CC) tiene capacidad jurídica y por ello puede ser
potencialmente sujeto de derechos y obligaciones; pero si, por ejemplo, fallece su
madre a los pocos días del nacimiento y ese recién nacido hereda una casa en el campo,
resulta que entonces, además, es titular de un derecho de propiedad sobre esa casa. Sin
embargo, ese recién nacido no podrá por sí solo ni vender esa casa, ni alquilarla, ni
hipotecarla, ni realizar ningún acto de ejercicio de ese derecho de propiedad; no puede
porque le falta capacidad de obrar.

3.3. Capacidad de obrar

La capacidad de obrar es la aptitud para ejercitar los derechos y obligaciones


de los que se es titular; la posibilidad de llevar a cabo actos jurídicos válidos y
eficaces.

TEMA 3 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

Esta capacidad es dinámica, graduable y no es igual para todas las personas,


debiendo atenderse esencialmente a la edad de la persona y al concreto acto jurídico
que se pretende llevar a cabo para determinar que esa persona tiene capacidad de obrar
(capacidad para realizar válidamente ese acto jurídico).

En principio, la capacidad de obrar viene ligada a la capacidad natural de las


personas para discernir, conocer y querer, en definitiva, para autogobernarse y atender
a sus necesidades personales y patrimoniales, determinando la capacidad de obrar la
aptitud de esa persona naturalmente capaz para realizar actos jurídicamente válidos y
eficaces. Pero como no puede atenderse caso por caso a la capacidad natural de cada
persona en cada momento para autogobernarse (pues ello supondría la práctica
paralización de la vida jurídica), nuestro ordenamiento ha optado por fijar:

a) una capacidad de obrar general con la que viene a presumirse legalmente la


existencia de capacidad natural, que permitiría llevar a cabo todos los actos jurídicos
y que se ha vinculado a la obtención de la mayoría de edad (18 años); y
b) unas capacidades de obrar especiales, distintas a la general, que son exigidas
por nuestro Derecho para llevar a cabo determinados actos (por ej., para adoptar no
bastará con ser mayor de edad y tener capacidad general de obrar, sino que es
necesario tener al menos 25 años (art. 175 CC); o el caso previsto en los arts. 662 y
663 CC, que permiten otorgar testamento, salvo el ológrafo, a los mayores de 14
años, pese a no tener capacidad general de obrar).

TEMA 3 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

Estas situaciones no deben confundirse con el concepto de prohibición legal: con


este nos referimos a aquel supuesto en el que una norma impide que una determinada
persona realice determinados actos, ya sea con cualquier persona o con concretas
personas. Son prohibiciones legales, por ej., las prohibiciones de comprar contenidas
en el art. 1.459 CC, como la del tutor respecto de los bienes de la persona que tutela; ese
tutor sí tiene capacidad de obrar para comprar bienes en general a cualquier persona,
pero expresamente se prevé en nuestro ordenamiento la prohibición de que compre
bienes de la persona que representa (art. 1.459.1 CC); la prohibición legal solamente
impide realizar un determinado acto atendidas las circunstancias o situación de la
persona o el sujeto frente al que se realiza ese acto. Otro ejemplo que aclara la
diferencia entre una incapacidad especial y una prohibición legal: para poder adoptar a
alguien se requiere tener al menos 25 años (capacidad especial prevista en el art. 175.1
CC), pero aunque se tenga 25 años o más, no se podrá adoptar a un descendiente
(prohibición legal: art. 175.3.1 CC).

Los actos realizados por un incapaz para ello (tanto en el caso de falta de
capacidad general de obrar como de la concreta capacidad especial de obrar, serán
jurídicamente anulables (cfr. arts. 1.261, 1.263 y 1.300 y siguientes CC).

Como se ha indicado, la capacidad de obrar viene vinculada esencialmente con la edad


de la persona. Sobre esta cuestión se tratará más adelante. Antes, se aborda qué es el
estado civil.

3.4. Estado civil

No hay una definición legal de “estado civil”, pero la mayoría de la doctrina lo viene
considerando como la posición (estado o status) de una persona en la
sociedad y ante el Derecho, considerándolo por tanto como una situación jurídica
personal de cierta estabilidad y permanencia; concreta la posición de una persona
frente a los demás y en ese sentido puede tener efectos sobre la capacidad de obrar pues
afecta a las relaciones jurídicas que tenga esa persona.

El estado civil tiene carácter personal (viene a ser una cualidad propia de la persona)
y eficacia erga omnes (oponible frente a todos). Además, es materia de orden
público y, en consecuencia, las normas que lo regulan son imperativas, de modo que la

TEMA 3 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

autonomía de la voluntad tiene en este ámbito una eficacia muy limitada, pudiendo
cada persona alterar su propio estado civil (pasar de soltero a casado, por ej.), aunque
siempre dentro de los límites y cauces previstos legalmente y sin que con ello se altere
el contenido y efectos legales atribuidos a cada estado civil, pero no se puede, en
general, alterar el estado civil de otras personas.

En el Registro Civil se inscribirán los hechos concernientes al estado civil


de las personas (art. 1 LRC), constituyendo esa inscripción la prueba del concreto
estado civil de una persona (art. 2 LRC).

Partiendo de lo previsto en el art. 4 LRC, pueden señalarse los siguientes estados


civiles reconocidos y admitidos en nuestro Derecho:

a) El matrimonio. Comúnmente el «estado civil» viene identificado con las situaciones


relacionadas con el matrimonio: en general, se es de estado civil casado, soltero,
viudo, separado o divorciado.
b) La filiación o condición de ser padre o hijo.
c) Los relacionados con la edad: mayor de edad, menor de edad o menor emancipado.
d) La nacionalidad, que permite distinguir entre español y extranjero.
e) La vecindad civil.

Por otro lado, son situaciones cuya consideración como


estado civil se discute: el desempeño de cargos de guarda y
tutela, la declaración de ausencia y la declaración legal de
insolvencia (concursado), por entender que se trata de situaciones
cuyo carácter transitorio y temporal las excluiría de tal
consideración.

Para cada una de esas situaciones, una persona solamente puede ocupar una posición
(o se es casado o se es soltero, o se es mayor o menor de edad, pero no cabe ser las dos
cosas a la vez). Pero sí se pueden ostentar varios estados civiles: ser español,
mayor de edad, casado y ser hijo de.

Cada estado civil produce sus propios efectos jurídicos: así, la nacionalidad
española determina la aplicación de la ley española a diversos supuestos en los que
intervenga esa persona (art. 9 CC); la filiación atribuye la cualidad de hijo que implica,
por ejemplo, la atribución de unos apellidos, el derecho-deber de alimentos, derechos

TEMA 3 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

sucesorios; el matrimonio también es fuente de derechos y obligaciones entre los


cónyuges (deber de convivencia, deber de contribuir a las cargas familiares, derecho-
deber de alimentos o derechos sucesorios…); la edad determina la capacidad de obrar;
etc.

3.5. Mayoría de edad, minoría de edad y emancipación

La edad es el criterio fundamental elegido por nuestro legislador para


determinar la existencia de capacidad de obrar, tanto la general, como las
especiales.

A. La mayoría de edad determina genéricamente la frontera entre tener o no


capacidad general de obrar: el mayor de edad la tiene; el menor de edad no (con la
salvedad del menor emancipado sobre el que se tratará más adelante y sin perjuicio
de las consideraciones que se harán sobre la adquisición gradual de la capacidad de
obrar).

La capacidad general de obrar se adquiere automáticamente al cumplir


la mayoría de edad, esto es, los 18 años (arts. 12 CE y 240 CC). A partir de
entonces podrá realizar, en general, todos los actos jurídicos y ejercitar sus derechos
y obligaciones por sí mismo (art. 246 CC), salvo aquellos para los que el Código Civil
exige otra edad, sin necesidad de que nadie complemente su capacidad. A partir de
la mayoría de edad dejará de estar sometido a la institución de guarda que como
menor de edad venía protegiéndolo (normalmente la patria potestad de los padres y,
a falta de éstos, la tutela).

B. El menor de edad carece, en estrictos términos jurídicos, de capacidad general de


obrar, pero no es absolutamente incapaz; puede decirse que tiene una
capacidad de obrar limitada. El menor de edad va adquiriendo gradualmente
una capacidad para llevar a cabo actos y negocios jurídicos de mayor relevancia
económica, social y jurídica. Así:

a) en general, se viene admitiendo que los menores actúen válidamente en actos


corrientes de la vida cotidiana como compra de chucherías, tebeos, revistas,
libros, material escolar, ropa… o uso de medios de transporte;

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Derecho Civil I: las personas

b) a partir de los 12 años se requerirá su consentimiento para la adopción y para el


acogimiento;
c) a partir de los 16 años podrá, si está emancipado, contraer matrimonio otorgar
capitulaciones matrimoniales o reconocer a un hijo;
d) y a partir de los 16 años puede celebrar contratos de trabajo con autorización de
su representante legal, administrar los bienes que haya adquirido con su trabajo o
industria y puede emanciparse.

Además, progresivamente se han introducido en nuestro ordenamiento diversas


normas que prevén la audiencia del menor para la decisión de determinadas
cuestiones, como en el caso de divorcio a la hora de determinar a cuál de los padres
se atribuye la guarda y custodia de los hijos menores.

El menor de edad se encuentra sometido a un régimen de guarda y de


representación legal: la patria potestad (excepcionalmente, la tutela). Serán sus
padres los que podrán llevar a cabo actos o negocios jurídicos en su nombre y con
plena validez y eficacia, vinculando jurídicamente al menor. Si bien también se
recogen en nuestro Derecho ciertas limitaciones en el ejercicio de esa representación
legal y en la administración de bienes del menor (arts. 162 y siguientes CC).

Art. 154 CC: “Los hijos e hijas no emancipados están bajo la patria potestad de los
progenitores. La patria potestad, como responsabilidad parental, se ejercerá siempre
en interés de los hijos e hijas, de acuerdo con su personalidad, y con respeto a sus
derechos, a su integridad física y mental. Esta función comprende los siguientes
deberes y facultades: 1. Velar por ellos, tenerlos en su compañía, alimentarlos,
educarlos y procurarles una formación integral. 2. Representarlos y administrar sus
bienes. 3. Decidir el lugar de residencia habitual de la persona menor de edad, que
solo podrá ser modificado con el consentimiento de ambos progenitores, o en su
defecto, por autorización judicial. Si los hijos o hijas tuvieren suficiente madurez
deberán ser oídos siempre antes de adoptar decisiones que les afecten sea en
procedimiento contencioso o de mutuo acuerdo. En todo caso, se garantizará que

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Derecho Civil I: las personas

puedan ser oídas en condiciones idóneas, en términos que les sean accesibles,
comprensibles y adaptados a su edad, madurez y circunstancias, recabando el
auxilio de especialistas cuando ello fuera necesario. Los progenitores podrán, en el
ejercicio de su función, recabar el auxilio de la autoridad”.

C. La emancipación viene a ser un estadio intermedio entre la minoría y la mayoría


de edad que supone una considerable ampliación de la capacidad de obrar, que
será casi plena (no plena como la del mayor de edad, pues se recogen unas
limitaciones en el art. 247 CC); pero no es un estadio por el que obligatoriamente
toda persona haya de pasar en su vida.

El menor, en este caso, dejará de estar sometido al régimen de patria


potestad o tutela propio de la minoría de edad, si bien, para determinados
actos (los previstos en el art. 247CC), deberá ver completada su capacidad por
medio de la asistencia paterna o de un defensor judicial. El acto realizado
sin ese complemento de capacidad será anulable.

Jurídicamente y por razones históricas, el término emancipación se reserva para el


caso de los menores sometidos a patria potestad, mientras que cuando se trata de
menores sometidos a tutela esa emancipación se denomina “beneficio de la mayor
edad” (art. 245 CC). En el caso de emancipación, el complemento de capacidad suele
venir de la asistencia paterna, mientras que en el caso del beneficio de la mayor
edad, el complemento viene del defensor judicial (art. 286.2 CC).

Tal y como prevé el art. 247 CC, para regir su persona y bienes, el emancipado
tiene la misma capacidad que el mayor de edad, ahora bien, necesitará la
asistencia paterna o del defensor judicial para tomar dinero a préstamo y
gravar o enajenar bienes inmuebles y establecimientos mercantiles o industriales u
objetos de extraordinario valor. Sí que podrá el menor emancipado comparecer por
sí solo en juicio.

Pueden señalarse las siguientes clases y causas de emancipación:

a) Emancipación por la mayor edad (art. 239 y 240 CC). Así lo recoge el art.
239.1 CC, si bien no es una emancipación en cuanto a estado intermedio de
capacidad al que aquí aludimos en sentido estricto, sino que se trata del supuesto
en el que ya se alcanzó la mayoría de edad y se obtiene capacidad de obrar plena.

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Derecho Civil I: las personas

b) Emancipación por concesión de quien ejerza la patria potestad (art.


241 CC). Son requisitos: que se conceda por quien ejerza la patria potestad; que el
menor tenga 16 años y consienta la emancipación; que se otorgue en escritura
pública o compareciendo ante el encargado del Registro Civil. No es necesario
que se motive esa concesión; será irrevocable; y para tener efectos frente a
terceros deberá inscribirse en el Registro Civil. No cabe esta causa lógicamente en
el caso de beneficio de la mayor edad (además, en este caso, no es posible la
emancipación por concesión del tutor).

c) Emancipación por concesión judicial (arts. 244 y 245 CC). Son requisitos:
que el menor haya cumplido 16 años y que solicite la emancipación. En el caso de
que el menor estuviera sometido a tutela (beneficio de la mayor edad) no se
requerirá una causa determinada, aunque sí previo informe del Ministerio Fiscal;
pero en el caso de la emancipación por el hijo, será necesaria la concurrencia de
alguna de las siguientes causas recogidas en el art. 244 CC, además de dar previa
audiencia a los padres: cuando quien ejerce la patria potestad contrajere nupcias
conviviere maritalmente con persona distinta del otro progenitor; cuando los
padres vivieren separados; cuando concurra cualquier causa que entorpezca
gravemente el ejercicio de la patria potestad.

d) Emancipación por vida independiente (art. 243 CC). Son requisitos: que el
menor haya cumplido 16 años y que con el consentimiento de los padres viva
independiente económicamente de estos. Este consentimiento podrá ser expreso
o tácito y, además, es revocable.

3.6. Protección civil de las personas con discapacidad

Nuevo sistema

apoyo a las personas con discapacidad en el ejercicio de su capacidad jurídica ha


supuesto un cambio radical en la protección de las personas con discapacidad. Su
regulación principal, en el Código Civil, se ubica en el título XI del libro I, arts. 249 a
300.

En el régimen anterior, cuando una persona tenía una enfermedad o deficiencia


persistente de carácter físico o psíquico que le impedía gobernarse a sí misma, se seguía

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Derecho Civil I: las personas

un procedimiento judicial por el que, mediante sentencia, se declaraba, en su caso, la


incapacitación (o modificación judicial de la capacidad de obrar), determinando su
extensión y límites, así como un cargo tutelar (si eran los padres se denominaba patria
potestad prorrogada o rehabilitada), que se encargaba de la representación jurídica y
del cuidado de los bienes y persona declarada incapaz.

El nuevo sistema no pivota sobre la incapacitación judicial de quien no se considera


suficientemente capaz, ni de la modificación de la capacidad, que resulta inherente a la
condición de persona humana y, por ello, no puede modificarse. La idea central de la
nueva regulación es la de apoyo a la persona que lo precise: desde el acompañamiento
amistoso, la ayuda técnica en la comunicación de declaraciones de voluntad, la ruptura
de barreras arquitectónicas y de todo tipo, el consejo, o incluso la toma de decisiones
delegadas por la persona con discapacidad. Solo en situaciones donde el apoyo no
pueda darse de otro modo, este puede concretarse en la representación con la toma de
decisiones (ap. III del preámbulo de la Ley 8/2021).

A la hora de concretar los apoyos, la nueva regulación otorga preferencia a las medidas
voluntarias y, dentro de ellas, adquieren especial importancia los poderes y mandatos
preventivos, así como la autocuratela. Fuera de ellas, se refuerza la guardia de hecho
como una propia institución jurídica de apoyo, así como la curatela, principal medida
de apoyo de origen judicial, y el defensor judicial.

Las resoluciones judiciales y los documentos públicos notariales sobre los cargos
tutelares y medidas de apoyo a personas con discapacidad habrán de inscribirse en el
Registro Civil (art. 300 CC).

Medidas voluntarias de apoyo

Son las establecidas por la persona con discapacidad en las que designa quién debe
prestarle apoyo y con qué alcance (arts. 254 a 262 CC). Cualquier persona mayor de
edad o menor emancipada puede prever en escritura pública medidas de apoyo
relativas a su persona o bienes. Toda medida de apoyo voluntaria puede ir acompañada
de las salvaguardas para evitar abusos, conflictos de intereses o influencia indebida y de
los mecanismos y plazos de revisión (art. 255 CC).

Durante los dos años anteriores a la mayoría de edad, cuando se prevea que el menor,
después de alcanzada esta, pueda precisar de apoyo para el ejercicio de su capacidad

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Derecho Civil I: las personas

jurídica, la autoridad judicial, a petición del menor, de los progenitores, del tutor o del
ministerio fiscal, puede acordar medidas de apoyo para cuando concluya la minoría de
edad. Estas medidas solo se adoptarán si el mayor de 16 años no ha hecho sus propias
previsiones (art. 254 CC).

Poderes y mandatos preventivos. El poderdante puede incluir una cláusula que


establezca que el poder subsista si en el futuro precisa de apoyo para el ejercicio de su
capacidad u otorgar poder solo para el supuesto de que en el futuro precise apoyo.
Además de las facultades que otorgue, puede establecer medidas y órganos de control
(arts. 256 a 258 CC). El ejercicio de las facultades representativas debe ser personal, sin
perjuicio de la posibilidad de encomendar la realización de uno o varios actos concretos
a terceras personas. Las facultades que tengan por objeto el cuidado de la persona no
son delegables (art. 262 CC).

La guarda de hecho de las personas con discapacidad

Es una medida informal de apoyo. Quien viniere ejerciendo adecuadamente la guarda


de hecho de una persona con discapacidad continúa en el desempeño de su función
incluso si existen medidas de apoyo de naturaleza voluntaria o judicial, siempre que
estas no se estén aplicando eficazmente (art. 263 CC).

Cuando, excepcionalmente, se requiera la actuación representativa del guardador de


hecho, este ha de obtener la autorización para realizarla a través del correspondiente
expediente de jurisdicción voluntaria. No es necesaria autorización judicial cuando el
guardador solicite una prestación económica a favor de la persona con discapacidad,
siempre que esta no suponga un cambio significativo en la forma de vida de la persona,
o realice actos jurídicos sobre bienes de esta que tengan escasa relevancia económica y
carezcan de especial significado personal o familiar (art. 264 CC).

La curatela

Es una medida formal que se aplica a quienes precisen el apoyo continuado. La


autoridad judicial debe constituir la curatela mediante resolución motivada cuando no
exista otra medida de apoyo suficiente para la persona con discapacidad. Los actos en
los que el curador debe prestar el apoyo deben fijarse de manera precisa indicando, en
los casos excepcionales en que resulte imprescindible, cuáles son aquellos donde debe

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Derecho Civil I: las personas

ejercer la representación. En ningún caso puede incluir la resolución judicial la mera


privación de derechos (art. 269 CC).

Cualquier persona mayor de edad o menor emancipada, en previsión de la concurrencia


de circunstancias que puedan dificultarle el ejercicio de su capacidad jurídica en
igualdad de condiciones con las demás, puede proponer en escritura pública el
nombramiento o la exclusión, así como el régimen de su actuación, de una o varias
personas determinadas para el ejercicio de la función de curador (autocuratela: art.
271 CC).

Pueden ser curadores las personas mayores de edad y las fundaciones y demás
personas jurídicas sin ánimo de lucro, públicas o privadas, entre cuyos fines figure la
promoción de la autonomía y asistencia a las personas con discapacidad (art. 275 CC).

Se puede proponer el nombramiento de más de un curador si la voluntad y necesidades


de la persona que precisa el apoyo lo justifican. En particular, pueden separarse como
cargos distintos los de curador de la persona y curador de los bienes (art. 277 CC).

El curador tiene derecho a una retribución, siempre que el patrimonio de la persona


con discapacidad lo permita, así como al reembolso de los gastos justificados y a la
indemnización de los daños sufridos sin culpa por su parte en el ejercicio de su función,
cantidades que serán satisfechas con cargo a dicho patrimonio (art. 281 CC).

El curador, sin perjuicio de la obligación de rendición periódica de cuentas que en su


caso le haya impuesto la autoridad judicial, al cesar en sus funciones debe rendir ante
ella la cuenta general justificada de su administración en el plazo de 3 meses,
prorrogables por el tiempo que fuere necesario si concurre justa causa.

El defensor judicial de la persona con discapacidad

Esta medida formal de apoyo procede cuando la necesidad de apoyo se precise de


forma ocasional, aunque sea recurrente. Se nombra en los siguientes casos (art. 295
CC):

1.º Cuando quien haya de prestar apoyo no pueda hacerlo, hasta que cese la causa
determinante o se designe a otra persona.

TEMA 3 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

2.º Cuando exista conflicto de intereses entre la persona con discapacidad y la que haya
de prestarle apoyo.

3.º Cuando, durante la tramitación de la excusa alegada por el curador, la autoridad


judicial lo considere necesario.

4.º Cuando se hubiere instado la provisión de medidas judiciales de apoyo a la persona


con discapacidad y la autoridad judicial considere necesario proveer a la
administración de los bienes hasta que recaiga resolución judicial.

5.º Cuando la persona con discapacidad requiera el establecimiento de medidas de


apoyo de carácter ocasional, aunque sea recurrente.

Provisión judicial de medidas de apoyo

La Ley de la Jurisdicción Voluntaria regula el expediente de provisión de medidas


judiciales de apoyo a personas con discapacidad (arts. 42 bis a, b y c). Si se formula
oposición, se continuará con un procedimiento contencioso regulado en el Ley de
Enjuiciamiento Civil (arts. 756 a 762).

Otras medidas de protección

El internamiento, por razón de trastorno psíquico, de una persona que no esté en


condiciones de decidirlo por sí, aunque esté sometida a la patria potestad o a tutela,
requerirá autorización judicial. La autorización será previa a dicho internamiento, salvo
que razones de urgencia hicieren necesaria la inmediata adopción de la medida. En este
caso, el responsable del centro en que se hubiere producido el internamiento deberá
dar cuenta de este al tribunal competente lo antes posible y, en todo caso, dentro del
plazo de veinticuatro horas, a los efectos de que se proceda a la preceptiva ratificación
de dicha medida, que deberá efectuarse en el plazo máximo de setenta y dos horas
desde que el internamiento llegue a conocimiento del tribunal (art. 763 LEC).

La Ley 41/2003, de 18 de noviembre, de protección patrimonial de las personas


con discapacidad y de modificación del Código Civil, de la Ley de Enjuiciamiento
Civil y de la Normativa Tributaria con esta finalidad tiene por objeto favorecer la
aportación a título gratuito de bienes y derechos al patrimonio de las personas con
discapacidad y establecer mecanismos adecuados para garantizar la afección de tales

TEMA 3 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

bienes y derechos, así como de los frutos, productos y rendimientos de éstos, a la


satisfacción de las necesidades vitales de sus titulares (art. 1). A los efectos de esta ley,
solo son beneficiarias las personas que presenten una discapacidad psíquica igual o
superior al 33% o física o sensorial igual o superior al 65% (art. 2). Se crea, por tanto,
un patrimonio separado con un régimen específico del que es titular la persona
discapacitada. Tales bienes y derechos constituirán el patrimonio especialmente
protegido de las personas con discapacidad.

Con la declaración de concurso de acreedores se pone de manifiesto una situación


de insolvencia para hacer frente a las deudas. Una vez declarado el concurso, las
facultades del deudor concursado de administrar su patrimonio se ven muy limitadas,
estando sometidas a intervención o bien actuando en su lugar la administración
concursal. El Real Decreto Legislativo 1/2020, de 5 de mayo, aprobó el texto refundido
de la Ley Concursal

Tras la reforma operada por la Ley 8/2021, la tutela queda reducida a la


representación y guarda de menores no emancipados en los supuestos de que estén en
una situación de desamparo o no sujetos a la patria potestad (art. 199 CC; esta última
regulada en los 154 y ss. CC). Las funciones tutelares constituyen un deber, se ejercen
en beneficio del tutelado y están bajo la salvaguarda de la autoridad judicial (art. 200
CC).

Con relación a los menores se regula, también, la figura del defensor judicial del
menor que interviene cuando existan conflictos de intereses entre el menor y los
representantes legales; cuando el tutor no desempeñe sus funciones hasta que cese la
causa determinante o se designe a otra persona y cuando el menor emancipado
requiera el complemento de capacidad de obrar y no puedan prestarlo los progenitores
o exista conflicto de intereses (art. 235 CC). Por último, se contempla la existencia de
un guardador de hecho del menor, en cuyo caso la autoridad judicial puede exigirle que
informe de su actuación, establecer medidas de control o, incluso, asignarle funciones
tutelares o constituir un acogimiento temporal en tanto no se constituya la medida de
protección adecuada, si procede (art. 237 CC).

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Derecho Civil I: las personas

Lo + recomendado

No dejes de leer…

Las medidas de apoyo de carácter voluntario, preventivo o anticipatorio

GARCÍA RUBIO, M. P., «Las medidas de apoyo de carácter voluntario, preventivo o


anticipatorio», Revista de Derecho Privado, vol. V, núm.3, 2018, pp. 28-60.

En este trabajo, la autora aborda las reglas sobre los poderes preventivos y directivas
anticipadas incluidas en la Propuesta de modificación del Código Civil español,
elaborada por la Comisión General de Codificación y dirigida a adaptar el sistema
español a la Convención de las Naciones Unidas sobre los derechos de las personas con
discapacidad.

Accede al artículo a través del aula virtual o desde la siguiente dirección web:
https://www.nreg.es/ojs/index.php/RDC/article/view/368/301

El principio de respeto a la voluntad de la persona con discapacidad en la


Convención de Nueva York (2006)

LÓPEZ SAN LUIS, R., «El principio de respeto a la voluntad de la persona con
discapacidad en la Convención de Nueva York (2006), y su reflejo en el anteproyecto de
ley por la que se reforma la legislación civil y procesal en materia de discapacidad»,
InDret, núm. 2, 2020, pp. 111-138.

En este trabajo se examina la autocuratela como una manifestación de poder donde los
sujetos pueden expresar su voluntad en torno al funcionamiento de una futura curatela.

El artículo está disponible en la siguiente dirección web:


https://indret.com/wp-content/uploads/2020/04/06.-Roc%C3%ADo-L%C3%B3pez-
voluntad-personas-discapacidad_numerat.pdf

TEMA 3 – Lo + recomendado © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

Comentarios a la propuesta para la reforma del Código Civil sobre


discapacidad

MAGARIÑOS BLANCO, V., «Comentarios a la propuesta para la reforma del Código


Civil sobre discapacidad», Revista de Derecho Privado, vol. V, núm.3, 2018, pp. 199-
225.

Se trata de una serie de reflexiones críticas sobre el texto del Anteproyecto de Ley para
la reforma del Código civil en materia de discapacidad. especialmente los referidos a
mandatos preventivos, guarda de hecho y a los problemas que plantea el art. 96.

El artículo está disponible en la siguiente dirección web:


https://www.nreg.es/ojs/index.php/RDC/article/view/367/303

No dejes de ver…

La Ley 8/2021 para el Apoyo a Personas con Discapacidad

María Paz García Rubio explica los fundamentos y fines de la reforma operada por la
Ley 8/2021 con relación a la protección civil de las personas con discapacidad.

El vídeo está disponible en el aula virtual o en la siguiente dirección web:


https://www.youtube.com/watch?v=viV6VMiEsQ8

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Derecho Civil I: las personas

+ Información

A fondo

El estado civil

PARRA LUCÁN, M. A., «El estado civil», en DE PABLO CONTRERAS, P. (coord.),


Curso de derecho civil. 1. Vol. 2, Derecho de la persona, pp. 85-106.

En este texto se examinan las acciones relativas a la


obtención de un pronunciamiento judicial concreto en
relación con un estado civil (reclamar la paternidad, obtener
el divorcio…), así como las formas de acreditar el estado civil
ostentado.

La adopción de medidas de apoyo para las personas con discapacidad

PETIT SÁNCHEZ, M., «La adopción de medidas de apoyo para las personas con
discapacidad: armonización entre la autonomía de la voluntad y el mejor interés»,
Revista de Derecho Civil, vol. VII, núm. 5, 2020, pp. 265-313.

La persona con discapacidad es en sí misma el centro de atención de las miradas


puestas en la determinación de apoyos y ayudas en aras de su protección. Su mejor
interés ha sido considerado como uno de los motores de empuje de cualquier actuación
externa en la determinación de estas medidas, si bien, en los últimos años, es la
autonomía de su voluntad la que se postula como el eje sobre el que giran estos apoyos.

El artículo está disponible en la siguiente dirección web:


https://www.nreg.es/ojs/index.php/RDC/article/view/575/491

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Derecho Civil I: las personas

Sobre la postergada (y necesaria) reforma de la regulación de los ingresos


involuntarios y otros derechos fundamentales

TORRES COSTAS, M. E., «Sobre la postergada (y necesaria) reforma de la regulación


de los ingresos involuntarios y otros derechos fundamentales», Revista de Derecho
Civil, vol. VII, núm. 4, 2020, pp. 265 - 285.

La reforma del tratamiento civil de la discapacidad deja inalterado el artículo 763 LEC,
relativo a los ingresos involuntarios, así como cualquier materia que afecte a los
derechos fundamentales de las personas con discapacidad, lo cual supone el
mantenimiento en nuestro ordenamiento jurídico de dos sistemas, uno sustitutivo y
otro asistencial, absolutamente contradictorios e incompatibles, aspecto objeto de
análisis en el presente artículo.

El artículo está disponible en el aula virtual o en la siguiente dirección web:


https://www.nreg.es/ojs/index.php/RDC/article/view/533/468

Webgrafía

Fundaciones tutelares

Esta es la web de la Asociación Española de Fundaciones Tutelares.

http://www.fundacionestutelares.org

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Derecho Civil I: las personas

Bibliografía

» GULLÓN BALLESTEROS, Antonio. “Capacidad jurídica y capacidad de obrar”.


Estudios de derecho judicial, núm. 22, 1999, pp. 11-22.

» LASARTE ÁLVAREZ, C. Principios de Derecho Civil. Tomo I: Parte General y


Derecho de la Persona, 26ª ed. Madrid: Marcial Pons, 2021.

» RIBOT IGUALADA, J. «Las bases de la reforma del Código Civil de Cataluña en


materia de apoyos al ejercicio de la capacidad jurídica», pp. 63-90. En GETE-
ALONSO CALERA, M. C. (coord.ª), Jornadas sobre el nuevo modelo de
discapacidad, Madrid: Marcial Pons, 2020.

TEMA 3 – + Información © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

Test

1. La capacidad jurídica de las personas:


A. Es la aptitud para poder ejercitar derechos y obligaciones.
B. Es la aptitud para ser titular de derechos y obligaciones.
C. La tiene el nasciturus.
D. Se adquiere, por lo general, a los 18 años.

2. La capacidad de obrar:
A. Es la aptitud para poder ejercitar derechos y obligaciones.
B. Es la aptitud para ser titular de derechos y obligaciones.
C. La tiene el nasciturus.
D. Se adquiere en el momento del nacimiento con vida.

3. La capacidad de obrar general:


A. Se adquiere desde que se nace.
B. Se adquiere al cumplir los 18 años.
C. Se adquiere con la emancipación a partir de los 16 años.
D. La tiene el nasciturus.

4. A los 18 años:
A. Se puede adoptar a un niño.
B. Una persona puede emanciparse por vida independiente.
C. Se puede ejercitar por uno mismo válidamente los derechos de los que es
titular.
D. Las respuestas B y C son correctas.

5. La emancipación:
A. Solamente puede obtenerse judicialmente.
B. Además de judicialmente, también se puede obtener por concesión de quien
ejerce la patria potestad.
C. Se adquiere por matrimonio.
D. Las respuestas B y C son correctas.

TEMA 3 – Test © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

6. El menor emancipado:
A. Tiene capacidad jurídica plena en la esfera personal, pero no en la patrimonial.
B. Tiene capacidad de obrar plena como el mayor de edad.
C. Necesita de cierto complemento de capacidad por los padres o el defensor
judicial para realizar determinados actos.
D. Solamente la respuesta B es incorrecta.

7. La principal medida de apoyo de origen judicial es:


A. La patria potestad.
B. La tutela.
C. La curatela.
D. El defensor judicial.

8. Para la plena validez de las medidas de apoyo voluntarias:


A. Deben constar por escrito.
B. Deben establecerse en escritura pública.
C. Deben fijarse en un expediente de jurisdicción voluntaria.
D. Deben comunicarse al Registro Civil, incluso mediante declaración verbal.

9. Si existe conflicto de intereses en un asunto concreto entre la persona discapacitada


y la que haya de prestarle apoyo debe designarse:
A. Un guardador de hecho.
B. Un tutor ad hoc.
C. Un curador.
D. Un defensor judicial.

10. Las medidas judiciales de apoyo, si hay oposición, se tramitan:


A. Por un expediente registral.
B. Por un expediente de jurisdicción voluntaria.
C. En un procedimiento judicial contencioso.
D. En un expediente arbitral.

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Módulo I
La persona física

Nacionalidad, vecindad civil y domicilio


[4.1] ¿Cómo estudiar este tema?

[4.2] Nacionalidad

[4.3] Vecindad civil

[4.4] Domicilio

4 TEMA
Nacionalidad, vecindad civil y domicilio

Nacionalidad Condición de ser miembro de una comunidad nacional o Estado. ≠ Apatridia


Esquema

TEMA 4 – Esquema
a) Automática  ius sanguinis, ius soli, adoptado menor de 18 años
Nacionalidad originaria
b) Por opción

a) Opción
Nacionalidad derivativa b) Carta de naturaleza
c) Residencia

Consolidación y posesión de estado Art. 18 CC

Pérdida, privación, nulidad de la adquisición y recuperación de la nacionalidad española Arts. 24 a 26 CC

Doble nacionalidad

Condición del nacional español que determina la aplicación del Derecho civil común o del Derecho civil
Vecindad civil
foral. ≠ Vecindad administrativa

Criterios de atribución de la vecindad civil Arts. 14 y 15 CC

Domicilio Sede jurídica de la persona a los distintos efectos previstos por las leyes.

Clases Real, legal, procesal, electivo


Derecho Civil I: las personas

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Derecho Civil I: las personas

Ideas clave

4.1. ¿Cómo estudiar este tema?

En este tema debes estudiar, además de estos materiales, los capítulos 14


(páginas 241 a 259) y 15 (páginas 261 a 275) del manual de la asignatura
(Principios de Derecho Civil I. Parte General y Derecho de la persona de Carlos
Lasarte).

En este tema se estudiarán los conceptos de nacionalidad, vecindad civil y domicilio,


de modo que se distinga perfectamente entre tales conceptos.

Se concretará en primer lugar, partiendo del concepto y significado de nacionalidad,


los modos de adquisición de la nacionalidad española, así como los casos de
pérdida y los sistemas de recuperación de dicha nacionalidad, terminando con el
estudio de la doble nacionalidad.

Posteriormente, se estudiará la vecindad civil y los sistemas de atribución y


adquisición de la misma.

Por último, se examinará el concepto y las clases de domicilio en nuestro


ordenamiento.

TEMA 4 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

4.2. Nacionalidad

Concepto

Por nacionalidad debe entenderse el estado civil o condición de una persona de


ser miembro de una comunidad nacional o Estado; se trata del elemento
personal de un Estado.

La importancia de la determinación de la nacionalidad de una persona (del vínculo de


esa persona con un concreto Estado) viene dada por el hecho de que esa persona
quedará sometida al ordenamiento jurídico del Estado del que sea nacional (cfr.
art. 9.1 CC), teniendo tal circunstancia repercusiones tanto jurídico públicas como
jurídico privadas de cara al reconocimiento, en contraposición a la situación de los
extranjeros, de una concreta capacidad de obrar (en cuanto contenido y alcance) y unos
derechos que puedan válidamente ejercitarse.

La apatridia supone la carencia de nacionalidad alguna. La apatridia es una situación


que es generalmente rechazada, de tal modo que el art. 15 de la Declaración Universal
de Derechos Humanos señala que toda persona tiene derecho a una nacionalidad, no
pudiéndose privar a nadie arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a
cambiarla. Por su parte, nuestro Código Civil prevé que a los apátridas se les aplicará la
ley del lugar de su residencia habitual (art. 9.10 CC).

La regulación de la nacionalidad española de las personas físicas viene


contemplada esencialmente en los arts. 17 a 26 CC; concretándose en el art. 28 CC la
nacionalidad de las personas jurídicas que serán objeto de estudio en temas
posteriores. Con estas normas se podrá concretar quiénes son españoles y quiénes
extranjeros.

Adquisición de la nacionalidad española

Nacionalidad
originaria
Nacionalidad
española
Nacionalidad
derivativa

TEMA 4 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

Debe diferenciarse entre la adquisición originaria y la adquisición derivativa:

A. Nacionalidad española originaria o de origen

Ius sanguinis

Automática Ius soli

Adquisición de
Adoptado
la nacionalidad menor de 18
de origen años

Por opción

Por lo general, en estos casos la adquisición de la nacionalidad española de


origen es automática (no exige ni solicitud, ni declaración del interesado, ni
reconocimiento por la autoridad ni inscripción en el Registro Civil) y desde el
nacimiento de la persona.

Son criterios de adquisición o atribución de la nacionalidad española de origen


automáticamente los siguientes (arts. 17.1 y 19, apartados 1 y 3, CC):

a) Ius sanguinis (filiación de español). Será español el hijo de padre o madre


español, aunque no nazca en territorio español.
b) Ius soli (lugar de nacimiento en España). Conforme a este criterio será
español:
i) quien haya nacido en España de padres extranjeros cuando al menos uno de ellos
hubiera nacido también en España (se exceptúan los supuestos de hijos de
funcionario diplomático o consular acreditado en España);
ii) quien haya nacido en España de padres extranjeros si ambos carecen de
nacionalidad (apátridas) o si la legislación que les sería aplicable a ellos no
atribuye al hijo una nacionalidad concreta;
iii)quien haya nacido en España y cuya filiación no resulte determinada (es el caso
del recién nacido abandonado. A estos efectos se presumen nacidos en territorio
español los menores de edad cuyo primer lugar conocido de estancia sea
territorio español).

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Derecho Civil I: las personas

c) También adquieren automáticamente la nacionalidad española los extranjeros


menores de 18 años adoptados por un español, si bien esa adquisición no
será desde el nacimiento de esa persona sino desde la adopción. Ahora bien, sin
perjuicio de ello, si de acuerdo con el sistema jurídico del país de origen el menor
adoptado mantiene su nacionalidad, esta será reconocida también en España.

Pero hay unos supuestos de adquisición de la nacionalidad española de origen


en el que esta no es automática sino que se atribuye por el ejercicio del derecho de
opción:

a) En el caso de determinación de la filiación o del nacimiento en España después de


los 18 años, el interesado tiene entonces derecho a optar por la nacionalidad
española de origen en el plazo de dos años a contar desde aquella determinación
(art. 17.2 CC).
b) En el caso de extranjero mayor de dieciocho años adoptado por un español podrá
optar por la nacionalidad española de origen en el plazo de dos años a partir de la
constitución de la adopción (art. 19.2 CC).

Opción

Adquisición de
Carta de
la nacionalidad naturaleza
derivativa

Residencia 10, 5, 2 o 1 año

Existen tres mecanismos por los que una persona que ostenta otra nacionalidad de
origen distinta a la española o incluso que carece de nacionalidad alguna (apátrida)
pueden adquirir la nacionalidad española no de origen sino derivativa: opción, carta
de naturaleza y residencia. Para la validez de la adquisición por cualquiera
de estos medios son requisitos (art. 23 CC): i) que el mayor de catorce años y capaz
para prestar una declaración por sí jure o prometa fidelidad al Rey y obediencia a la
Constitución y a las leyes; ii) que la misma persona declare que renuncia a su anterior
nacionalidad (quedan a salvo de este requisito los naturales de países mencionados en
el apartado 1 del art. 24 CC y los sefardíes originarios de España); iii) que la adquisición
se inscriba en el Registro Civil español.

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Derecho Civil I: las personas

a) Por ejercicio del derecho de opción (art. 20.1 CC). Tendrán derecho a optar por
la nacionalidad española adquiriéndola de forma derivativa: i) quien esté o haya
estado sometido a la patria potestad de un español; ii) aquél cuyo padre o madre
hubiera sido originariamente español y nacido en España (en este caso el ejercicio
del derecho de opción no estará sujeto a límite alguno de edad).

Nota: Como se ha indicado anteriormente, también se adquiere la nacionalidad


española por ejercicio del derecho de opción en los supuestos previstos en los arts.
17.2 y 19.2 CC, si bien en estos casos se adquiere la nacionalidad de origen y no
derivativa. En estos casos, si no se ejercita la opción en los plazos indicados,
caducará tal posibilidad, debiendo acudirse a otros mecanismos de adquisición de la
nacionalidad española, si bien en tal caso ya sería derivativa.

La declaración de opción se formulará (art. 20.2 CC):

o Por el representante legal del optante, menor de catorce años o incapacitado. En


este caso, la opción requiere autorización del encargado del Registro Civil del
domicilio del declarante, previo dictamen del Ministerio Fiscal. Dicha
autorización se concederá en interés del menor o incapaz.
o Por el propio interesado, asistido por su representante legal, cuando aquél sea
mayor de catorce años o cuando, aun estando incapacitado, así lo permita la
sentencia de incapacitación.
o Por el interesado, por sí solo, si está emancipado o es mayor de dieciocho años. La
opción caducará a los veinte años de edad, pero si el optante no estuviera
emancipado según su ley personal al llegar a los dieciocho años, el plazo para
optar se prolongará hasta que transcurran dos años desde la emancipación.
o Por el interesado, por sí solo, dentro de los dos años siguientes a la recuperación
de la plena capacidad. Se exceptúa el caso en que haya caducado el derecho de
opción conforme al párrafo c.

Pasados estos plazos indicados (también para los casos previstos en los arts.
17.2 y 19.2 CC y con el recordatorio de que no existe ningún límite de edad para el
caso previsto de padre o madre originariamente español y nacido en España), la
posibilidad de optar por la nacionalidad española habrá caducado, si bien
podrá adquirirse la nacionalidad derivativa por los otros medios que se indicarán y,
concretamente, por el de residencia abreviada de un año (art. 22.2.b) CC).

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Derecho Civil I: las personas

b) Por carta de naturaleza (art. 21, apartados 1, 3 y 4 CC). La nacionalidad española


se adquiere por carta de naturaleza, otorgada discrecionalmente mediante Real
Decreto, cuando en el interesado concurran circunstancias excepcionales que lo
hagan merecedor de ello.

La solicitud podrá formularla: i) el interesado emancipado o mayor de


dieciocho años; ii) el mayor de catorce años asistido por su representante legal; iii) el
representante legal del menor de catorce años; iv) el representante legal del
incapacitado o el incapacitado, por sí solo o debidamente asistido, según resulte de
la sentencia de incapacitación (en este caso y en el anterior, el representante legal
sólo podrá formular la solicitud si previamente ha obtenido autorización conforme a
lo previsto en la letra a) del apartado 2 del artículo 20, esto es, autorización del
encargado del Registro Civil del domicilio del declarante, previo dictamen del
Ministerio Fiscal).

Las concesiones por carta de naturaleza caducan a los ciento ochenta días
siguientes a su notificación, si en este plazo no comparece el interesado ante
funcionario competente para cumplir los requisitos del art. 23 CC.

c) Por residencia (art. 21, apartados 2, 3 y 4, CC y art. 22 CC). La nacionalidad


española también se adquiere por residencia en España, en las condiciones que
señala el art. 22 CC y mediante la concesión otorgada por el Ministro de Justicia, que
podrá denegarla por motivos razonados de orden público o interés nacional. Esa
concesión caducará a los ciento ochenta días siguientes a su notificación, si en este
plazo no comparece el interesado ante funcionario competente para cumplir los
requisitos del art. 23 CC.

La solicitud podrá formularla: i) el interesado emancipado o mayor de


dieciocho años; ii) el mayor de catorce años asistido por su representante legal; iii) el
representante legal del menor de catorce años; iv) el representante legal del
incapacitado o el incapacitado, por sí solo o debidamente asistido, según resulte de
la sentencia de incapacitación (en este caso y en el anterior, el representante legal
sólo podrá formular la solicitud si previamente ha obtenido autorización conforme a
lo previsto en la letra a) del apartado 2 del artículo 20, esto es, autorización del
encargado del Registro Civil del domicilio del declarante, previo dictamen del
Ministerio Fiscal).

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Derecho Civil I: las personas

Plazos de residencia exigidos para la concesión de la nacionalidad española por


este medio (art. 22 CC):
i) Plazo general de 10 años.
ii) Plazo de 5 años para los que hayan obtenido la condición de refugiado.
iii) Plazo de 2 años cuando se trate de nacionales de origen de países
iberoamericanos, Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial o Portugal o de sefardíes.
iv) Bastará el tiempo de residencia de 1 año para:
a’) el que haya nacido en territorio español;
b’) el que no haya ejercitado oportunamente la facultad de optar;
c’) el que haya estado sujeto legalmente a la tutela, guarda o acogimiento de un
ciudadano o institución españoles durante dos años consecutivos, incluso si
continuare en esta situación en el momento de la solicitud;
d’) el que al tiempo de la solicitud llevare un año casado con español o
española y no estuviere separado legalmente o de hecho (en este caso se
entenderá que tiene residencia legal en España el cónyuge que conviva con
funcionario diplomático o consular español acreditado en el extranjero);
e’) el viudo o viuda de española o español, si a la muerte del cónyuge no
existiera separación legal o de hecho;
f’) el nacido fuera de España de padre o madre, abuelo o abuela, que
originariamente hubieran sido españoles.

En todos los casos, la residencia habrá de ser legal, continuada e


inmediatamente anterior a la petición. Además, el interesado deberá
justificar, en el expediente regulado por la legislación del Registro Civil, buena
conducta cívica y suficiente grado de integración en la sociedad española.

Por otro lado, la concesión o denegación de la nacionalidad por residencia deja a salvo
la vía judicial contencioso-administrativa, a través de las acciones y recursos
oportunos.

Consolidación de la nacionalidad española. Posesión de estado

La posesión y utilización continuada de la nacionalidad española durante


diez años, con buena fe y basada en un título inscrito en el Registro Civil, es causa
de consolidación de la nacionalidad aunque se anule el título que la originó (art. 18 CC).

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Derecho Civil I: las personas

Pérdida de la nacionalidad española

Ningún español de origen puede ser privado de la nacionalidad española


(art. 11.2 CE); ahora bien, sí que podrá perderla voluntariamente (al adquirir
otra nacionalidad).

Por el contrario, los que ostentan la nacionalidad española derivativa pueden no


solamente perderla voluntariamente sino que también pueden ser privados
obligatoriamente de ella.

A. Pérdida voluntaria de la nacionalidad española (art. 24 CC). Supuestos (no


aplicables en el caso de que España se encuentre en guerra: art. 24.4 CC):

i) Perderán la nacionalidad española los españoles emancipados que renuncien


expresamente a ella, si tienen otra nacionalidad y residen habitualmente en el
extranjero.

ii) Asimismo, perderán la nacionalidad española los emancipados que, residiendo


habitualmente en el extranjero, adquieran voluntariamente otra nacionalidad o
utilicen exclusivamente la nacionalidad extranjera que tuvieran atribuida antes
de la emancipación. La pérdida se producirá una vez que transcurran tres años, a
contar, respectivamente, desde la adquisición de la nacionalidad extranjera o
desde la emancipación. No obstante, los interesados podrán evitar la pérdida si
dentro del plazo indicado declaran su voluntad de conservar la nacionalidad
española al encargado del Registro Civil. Se excepciona de tal pérdida el supuesto
de adquisición de la nacionalidad de países iberoamericanos, Andorra, Filipinas,
Guinea Ecuatorial o Portugal, que no será bastante para producir la pérdida de la
nacionalidad española de origen.

iii)Los que habiendo nacido y residiendo en el extranjero ostenten la nacionalidad


española por ser hijos de padre o madre españoles, también nacidos en el
extranjero, cuando las leyes del país donde residan les atribuyan la nacionalidad
del mismo, perderán, en todo caso, la nacionalidad española si no declaran su
voluntad de conservarla ante el encargado del Registro Civil en el plazo de tres
años, a contar desde su mayoría de edad o emancipación.

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Derecho Civil I: las personas

B. Privación de la nacionalidad española (art. 25 CC). Los españoles que no lo


sean de origen perderán la nacionalidad:

i) Cuando durante un período de tres años utilicen exclusivamente la nacionalidad a


la que hubieran declarado renunciar al adquirir la nacionalidad española.

ii) Cuando entren voluntariamente al servicio de las armas o ejerzan cargo político
en un Estado extranjero contra la prohibición expresa del Gobierno.

La sentencia firme que declare que el interesado ha incurrido en falsedad, ocultación


o fraude en la adquisición de la nacionalidad española produce la nulidad de tal
adquisición, si bien no se derivarán de ella efectos perjudiciales para terceros de
buena fe. La acción de nulidad deberá ejercitarse por el Ministerio Fiscal de oficio o en
virtud de denuncia, dentro del plazo de quince años (art. 25.2 CC).

Recuperación de la nacionalidad española

Requisitos para recuperar la nacionalidad española previamente perdida (art. 26.1


CC):

a) Ser residente legal en España. Este requisito no será de aplicación a los emigrantes
ni a los hijos de emigrantes. En los demás casos podrá ser dispensado por el
Ministro de Justicia cuando concurran circunstancias excepcionales.

b) Declarar ante el encargado del Registro Civil su voluntad de recuperar la


nacionalidad española.

c) Inscribir la recuperación en el Registro Civil.

Quienes hubieran sido privados de la nacionalidad española por alguno de


los supuestos previstos en el art. 25 CC no podrán recuperarla o adquirirla, en
su caso, sin previa habilitación concedida discrecionalmente por el
Gobierno (art. 26.2 CC).

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Derecho Civil I: las personas

Doble nacionalidad

Se admite en nuestro ordenamiento la posibilidad de que, junto con la nacionalidad


española, se ostente otra nacionalidad: concretamente, la de los países iberoamericanos
y la de otros países con los que se hayan celebrado convenios de doble nacionalidad por
tener cierta vinculación con España (art. 11.3 CE).

4.3. Vecindad civil

Concepto

Puede definirse la vecindad civil como la cualidad o condición de los nacionales


españoles que determina la aplicación del Derecho civil común o del
Derecho civil foral coexistentes en España. Así, el art. 14.1 CC señala que “la
sujeción al derecho civil común o al especial o foral se determina por la vecindad civil”.

No deben confundirse los términos vecindad civil y


vecindad administrativa, que tienen un régimen jurídico y
unos efectos distintos. Por vecindad administrativa se entiende
la condición de ser vecino de un determinado municipio y se
adquiere por la inscripción en el padrón municipal (registro
administrativo) del lugar donde reside habitualmente. Esa
vecindad administrativa no determina como en la vecindad
civil la aplicación de un Derecho civil u otro dentro de España, sino que lo que hace es
atribuir a esa persona unos derechos y deberes propios del municipio (derecho de
sufragio local, participación en la gestión municipal, etc.: cfr. art. 18 Ley Bases de
Régimen Local). Un extranjero que resida en España pero que no tenga la nacionalidad
española podrá tener vecindad administrativa pero no vecindad civil.

Atribución de la vecindad civil

Para la determinación de la vecindad civil de una persona se atiende a las


circunstancias y criterios previstos en los arts. 14 y 15 CC, debiendo tenerse en cuenta
que en caso de duda prevalecerá la vecindad civil que corresponda al lugar
de nacimiento (art. 14.6 CC):

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Derecho Civil I: las personas

a) Tienen vecindad civil en territorio de derecho común, o en uno de los de derecho


especial o foral, los nacidos de padres que tengan tal vecindad (en el caso de
adopción, el adoptado no emancipado adquiere la vecindad civil de los adoptantes).
La aplicación de este criterio de ius sanguinis (filiación) exige como premisa
general que ambos padres tengan la misma vecindad civil (art. 14.2 CC); pero
también resultaría aplicable en el caso en que solamente uno de los progenitores
tenga atribuida una vecindad civil (bien porque el otro progenitor sea extranjero, o
haya fallecido antes del nacimiento del hijo o cuando solamente se haya
determinado la filiación respecto de uno de los progenitores), en cuyo caso se le
atribuirá al hijo su misma vecindad civil (la vecindad del padre español, vivo y/o del
que se haya determinado la filiación).

b) En el caso de que ambos progenitores tengan distinta vecindad civil,


entonces se prevén distintos criterios (art. 14.3 CC):

i) Si al nacer el hijo, o al ser adoptado, los padres tuvieren distinta vecindad civil, el
hijo tendrá la que corresponda a aquel de los dos respecto del cual la filiación
haya sido determinada antes; en su defecto, tendrá la del lugar del nacimiento y,
en último término, la vecindad de derecho común.

ii) Pero, con carácter prioritario al anterior criterio, se reconoce la facultad de los
padres, o el que de ellos ejerza o le haya sido atribuida la patria potestad, de
atribuir al hijo la vecindad civil de cualquiera de ellos en tanto no transcurran los
seis meses siguientes al nacimiento o a la adopción.

iii)También se prevé la adquisición de la vecindad civil por opción. En todo caso el


hijo desde que cumpla catorce años y hasta que transcurra un año después de su
emancipación podrá optar bien por la vecindad civil del lugar de su nacimiento,
bien por la última vecindad de cualquiera de sus padres. Si no estuviera
emancipado, habrá de ser asistido en la opción por el representante legal.

c) Para el caso de matrimonio, se advierte expresamente que éste no altera la


vecindad civil; no obstante, cualquiera de los cónyuges no separados, ya sea
legalmente o de hecho, podrá, en todo momento, optar por la vecindad civil del otro
(art. 14.4 CC).

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Derecho Civil I: las personas

d) Asimismo, cabe la adquisición de la vecindad civil por residencia (art. 14.5 CC). La
vecindad civil se adquiere por residencia continuada durante dos años, siempre que
el interesado manifieste ser esa su voluntad (por lo tanto, si no dice nada no habrá
cambio en su vecindad civil por el hecho de cambiar el lugar de residencia), o bien
por residencia continuada de diez años, sin declaración en contrario durante este
plazo (por lo tanto, al parecer en este caso sí que la adquisición de la vecindad civil
operaría automáticamente, de modo que el cambio de lugar de residencia tras diez
años daría lugar al cambio de vecindad civil salvo manifestación en contrario del
afectado; así parece deducirse también de lo previsto en el art. 225 RRC, si bien la
jurisprudencia se muestra partidaria de una interpretación más flexible al respecto y
facilitar la prueba en contrario). Ambas declaraciones, en su caso, se harán constar
en el Registro Civil y no necesitan ser reiteradas.

Nota: Según el art. 225 RRC “El cambio de vecindad civil se produce ipso iure por la
residencia habitual durante diez años seguidos, en provincia o territorio de diferente
legislación civil, a no ser que antes de terminar este plazo el interesado formule la
declaración en contrario. En el plazo de los diez años no se computa el tiempo en
que el interesado no pueda legalmente regir su persona”.

e) Por otro lado, para el caso de los extranjeros la atribución de la vecindad civil
viene vinculada a la adquisición de la nacionalidad española a través del ejercicio de
un deber de opción en el momento de inscribir la adquisición de la nacionalidad
española (art. 15 CC); el extranjero deberá optar por: i) la vecindad correspondiente
al lugar de residencia; ii) la vecindad del lugar del nacimiento; iii) la última vecindad
de cualquiera de sus progenitores o adoptantes; iv) la vecindad del cónyuge. El
extranjero que adquiera la nacionalidad por carta de naturaleza tendrá la vecindad
civil que el Real Decreto de concesión determine, teniendo en cuenta la opción de
aquél por alguna de estas vecindades señaladas, así como otras circunstancias
concurrentes.

En caso de que se hubiera perdido la nacionalidad española, su recuperación


llevará consigo la de aquella vecindad civil que ostentara el interesado al
tiempo de su pérdida.

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Derecho Civil I: las personas

4.4. Domicilio

Concepto

Con el término domicilio se hace referencia a la sede jurídica de una persona para
distintos efectos previstos por las leyes. Es el lugar que nuestro ordenamiento
jurídico tiene en cuenta para diversos efectos, no solamente para localizarnos sino
también para determinar el lugar de ejercicio de nuestros derechos y del cumplimiento
de nuestras obligaciones (art. 40 CC).

Clases

Domicilio real o voluntario

Domicilio legal
Clases
Domicilio procesal o del litigante

Domicilio electivo

A. Domicilio real o voluntario. Viene a ser el lugar de residencia habitual y efectiva


de la persona; lo que comúnmente se denomina domicilio.

B. Domicilio legal. Sería el domicilio que una norma legal fija a determinados
efectos, con independencia de que sea o no el lugar de la residencia efectiva y
habitual de esa persona. Así, por ej., el domicilio de los diplomáticos residentes por
razón de su cargo en el extranjero, que gocen del derecho de extraterritorialidad,
será el último que hubieren tenido en territorio español (art. 40, segundo párrafo,
CC).

C. Domicilio procesal o del litigante. Será el lugar en el que el litigante pueda ser
localizado a efectos de notificaciones, requerimientos o citaciones judiciales y
procesales, con independencia de que tal lugar sea o no su residencia habitual.

D. Domicilio electivo. Es el lugar que una persona señala voluntariamente como


domicilio o lugar de localización en el marco de las relaciones que tenga con otra
persona, una institución o la Administración, no teniendo por qué coincidir con el
domicilio real.

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Derecho Civil I: las personas

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Adquisición de nacionalidad por residencia y exigencia de buena conducta


cívica

Aranzadi Civil-Mercantil, núm. 3/2010 (Tribuna).

En este artículo de Enrique Rubio Torrano se examina la adquisición de la nacionalidad


española por residencia a la luz de lo señalado por el Tribunal Supremo en tres
sentencias, todas de fecha 12 de febrero de 2010, en relación con la exigencia de buena
conducta cívica por aquel que pretende adquirir la nacionalidad española.

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Denegación de la recuperación de la nacionalidad española

Aranzadi Civil-Mercantil, núm. 13/2009 (Tribuna).

En este artículo de Enrique Rubio Torrano se examina la denegación de la recuperación


de la nacionalidad española en virtud de lo previsto en el art. 26.1.a) CC a la luz de lo
señalado por el Tribunal Supremo en su sentencia de 18 de mayo de 2009.

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Aranzadi Civil-Mercantil, núm. 22/2005 (Tribuna).

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los matrimonios de complacencia.

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Los matrimonios de complacencia

Este vídeo contiene una ponencia impartida por una profesora sobre los matrimonios
de complacencia: matrimonios celebrados entre un extranjero y un español con la
finalidad de que ese extranjero obtenga la nacionalidad española derivativa tras un año
de casados. Un hecho que se ha repetido en la realidad española, al igual que en otros
países de nuestro entorno, en muchas ocasiones.

El vídeo está disponible en el aula virtual o en la siguiente dirección web:


http://www.youtube.com/watch?v=PPa1ysDqkhg

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Derecho Civil I: las personas

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A fondo

Atribución de la nacionalidad española y declaración de nacionalidad con


valor de simple presunción

Aranzadi Civil-Mercantil, núm. 11/2007.

En este trabajo de Mercedes Moya Escudero se profundiza sobre los criterios de


atribución de la nacionalidad española, con especial atención a diversos problemas
prácticos que se manifiestan de cara a la acreditación del nacimiento efectivo en España
o de la nacionalidad española de los progenitores.

El artículo está disponible en el aula virtual

Aspectos nuevos y problemas antiguos de la adquisición de la vecindad


civil y de su prueba

Revista Crítica de Derecho Inmobiliario (sección: Estudios), núm. 720, agosto de 2010,
p. 1.485-1.558.

En este trabajo de María Teresa Hualde Manso se explican los diversos criterios de
atribución de la vecindad civil a los hijos y la posibilidad de cambio de la vecindad civil
por los menores; asimismo se examina la vecindad civil del adoptado y la prueba de la
vecindad civil.

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Derecho Civil I: las personas

El régimen legal del título preliminar del Código Civil en la doble


nacionalidad

Revista Crítica de Derecho Inmobiliario (sección: Análisis crítico de jurisprudencia),


núm. 706, marzo-abril de 2008, p. 915-919.

En este trabajo de Mª Isabel de la Iglesia Monge se analiza la previsión legal contenida


en el art. 9.9 CC en cuanto que acoge distintas soluciones ante situaciones de doble
nacionalidad.

Webgrafía

Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España

Web oficial de este ministerio, en donde podrás consultar noticias de actualidad y


abundante información y documentación al respecto.

http://www.maec.es

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Derecho Civil I: las personas

Ministerio de Justicia de España. Área temática: nacionalidad

Enlace a la sección dedicada a la nacionalidad, dentro de la web del Ministerio de


Justicia, en donde se explica todo lo relacionado con esta y se da respuesta a las
preguntas más frecuentes.

http://www.mjusticia.gob.es/cs/Satellite/es/1215198262624/EstructuraOrganica.html

Legislación actualizada

Como en cada lección, hacemos referencia a la web de “Noticias Jurídicas”. En esta


ocasión son importantes:

» Código Civil:
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Privado/cc.html
» Ley del Registro Civil de 8 de junio de 1957:
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Privado/lrc.html
» Reglamento del Registro Civil de 14 de noviembre de 1958:
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Privado/rrc.html
» Ley 20/2011, de 21 de julio, del Registro Civil (en vacatio legis):
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Vacatio/l20-2011.html
» Ley de Enjuiciamiento Civil:
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Privado/l1-2000.html
» Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se
establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante
la guerra civil y la dictadura (Ley de la Memoria Histórica):
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/l52-2007.html#hand1
» “Instrucción de 31 de enero de 2006, de la Dirección General de los Registros y del
Notariado, sobre los matrimonios de complacencia”. En BOE núm. 41, de 17 de
febrero de 2006:
http://www.boe.es/boe/dias/2006/02/17/pdfs/A06330-06338.pdf
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Privado/i310106-jus.html

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Derecho Civil I: las personas

Bibliografía

Como fuentes complementarias al manual de referencia, se recomiendan para este


tema:

» DE PABLO CONTRERAS, Pedro (coord.) Curso de Derecho Civil (I). Derecho


Privado. Derecho de la Persona, 3ª ed. Colex, 2008. p. 375-384 y 469-510.

» LACRUZ BERDEJO, José Luis [et. al.]. Elementos de Derecho Civil I. Parte General,
vol. 2º, Personas, 5ª ed. (revisada y puesta al día por Jesús Delgado Echeverría).
Madrid: Dykinson, 2008. p. 179-222.

» Asimismo, la bibliografía indicada en estos manuales y en el manual de referencia de


la asignatura.

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Derecho Civil I: las personas

Test

1. Una persona es apátrida:


A. Cuando no se le ha reconocido la nacionalidad española.
B. Cuando ha perdido la nacionalidad española.
C. Cuando carece de nacionalidad alguna.
D. En cualquiera de los casos indicados anteriormente.

2. La adquisición de la nacionalidad española puede ser:


A. Originaria por carta de naturaleza.
B. Originaria por matrimonio.
C. Originaria por haber estado sometido a la patria potestad de un español.
D. Originaria porque uno de los progenitores sea español.

3. Adquiere la nacionalidad española originaria conforme al ius soli:


A. El extranjero menor de 18 años adoptado por un español.
B. El extranjero mayor de 18 años adoptado por un español.
C. El hijo del cónsul británico en España nacido en territorio español.
D. El nacido en territorio español de padres extranjeros si al menos uno de los
progenitores nació en España.

4. La nacionalidad española puede adquirirse de modo derivado:


A. Por opción, por carta de naturaleza y por residencia en España durante el
tiempo previsto legalmente.
B. Por opción del extranjero mayor de 18 años adoptado por un español.
C. Por residencia de dos años en España tras casarse con un español.
D. Todas las anteriores respuestas son correctas.

5. Un hombre argentino viudo de una española puede adquirir la nacionalidad


española con la residencia en territorio español por:
A. Un año.
B. Dos años.
C. Cinco años.
D. Diez años.

TEMA 4 – Test © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

6. La adquisición derivativa de la nacionalidad española:


A. Supone en todo caso la pérdida de la nacionalidad anterior.
B. Supone la pérdida de la nacionalidad anterior, salvo en el caso de los naturales
de países iberoamericanos, Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial o Portugal.
C. Exige que el extranjero haya nacido en España o que uno de sus progenitores
sea español.
D. Las respuestas B y C son correctas.

7. Indica cuál de las siguientes afirmaciones es la correcta:


A. Cualquier español puede ser privado de su nacionalidad en caso de comisión
de un delito contra la vida.
B. Perderá la nacionalidad española el emancipado que renuncie expresamente a
ella si tiene otra nacionalidad y reside habitualmente en el extranjero.
C. Si se pierde la nacionalidad española no podrá recuperarse salvo por carta de
naturaleza.
D. Nadie podrá ostentar la nacionalidad española junto con otra nacionalidad.

8. La vecindad civil en una región española:


A. Se adquiere por la inscripción en el padrón municipal.
B. Es siempre la correspondiente al domicilio o lugar de residencia habitual.
C. Puede adquirirse sin tener la nacionalidad española.
D. Determina la aplicación del Derecho civil común o del foral.
E. Todas las respuestas anteriores son correctas.

9. Indica cuál de las siguientes afirmaciones es falsa:


A. Es criterio general subsidiario, en caso de duda, para la atribución de la
vecindad civil, el de atribuir la vecindad civil correspondiente al lugar de
nacimiento.
B. Tienen vecindad civil común o foral los nacidos de padres que tengan tal
vecindad.
C. El matrimonio no altera por sí mismo la vecindad civil.
D. No cabe la adquisición de la vecindad civil por residencia o por opción.

TEMA 4 – Test © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

10. Los extranjeros podrán optar por adquirir la vecindad civil:


A. Del lugar de nacimiento.
B. Del lugar de residencia.
C. Del cónyuge.
D. La última vecindad civil de cualquiera de sus progenitores o adoptantes.
E. Todas las anteriores respuestas son correctas.

TEMA 4 – Test © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Módulo I
La persona física

Registro Civil
[5.1] ¿Cómo estudiar este tema?

[5.2] Nociones generales y normativa reguladora

[5.3] Organización del Registro Civil

[5.4] Asientos registrales

[5.5] Publicidad registral

5 TEMA
Derecho civil I: las personas

Esquema

TEMA 5 – Esquema © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

Ideas clave

5.1. ¿Cómo estudiar este tema?

Para estudiar este tema lee las Ideas clave que te presentamos a continuación.

En este tema se estudiará el instrumento más importante que hace prueba y da fe de las
principales circunstancias que pueden afectar a una persona física (nacimiento,
identidad, matrimonio, sometimiento a institución de guarda, defunción…): el Registro
Civil.

Tras indicar unas nociones generales que deben tenerse en cuenta y la normativa
aplicable, se examinará cómo se organiza el Registro Civil, cuáles son los asientos que
pueden practicarse en él y cuál es la publicidad que se deriva del mismo. En definitiva,
se concretarán los principios y líneas fundamentales del funcionamiento del Registro
Civil.

5.2. Nociones generales y normativa reguladora

Concepto

El Registro Civil tiene por objeto hacer constar oficialmente los hechos y actos que se
refieren al estado civil de las personas y aquellos otros que determine la ley (art. 2
LRC).

El Registro Civil es el instrumento formal donde se hacen constar los distintos


actos concernientes al estado civil de las personas. Tradicionalmente, se ha
acogido un concepto amplio de estado civil, no solamente referido por tanto al estado
de casado, soltero, divorciado, separado o viudo, sino en general a cualquier
circunstancia estable de una persona que concreta su posición frente a los demás en la
sociedad y que, en ese sentido, puede tener efectos sobre la capacidad de obrar pues
afecta a las relaciones jurídicas que tenga esa persona.

En consecuencia, el Registro Civil cumple una función esencial de publicidad y


prueba de las circunstancias relativas al estado civil y condición de las personas. Pero

TEMA 5 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

además, en ciertos casos es el instrumento necesario para la eficacia de los


cambios en los estados o circunstancias de las personas: así, por ej., el cambio
de nombre y/o de los apellidos solamente surtirá efecto cuando se inscriba en el
Registro Civil (art. 57.2 LRC); y para la adquisición de la nacionalidad española por
opción, carta de naturaleza o residencia será necesaria la inscripción en el Registro Civil
(art. 23 CC).

Normativa reguladora

La Ley 20/2011, de 21 de julio, del Registro Civil tiene como finalidad regular la
ordenación, dirección y funcionamiento del Registro Civil, el acceso de los hechos y
actos que se hacen constar en el mismo y la publicidad y los efectos que se otorgan a su
contenido.

Asimismo, en diversos preceptos del Código Civil se hace referencia al Registro Civil a
la hora de regular distintos hechos y actos: por ej. el art., 14 CC sobre la vecindad civil;
los arts. 18, 23 y 26 CC sobre la nacionalidad; arts. 51, 56, 61 a 65, 89, 102 y 1.333 CC
sobre distintos aspectos del matrimonio y su disolución o nulidad; los arts. 113, 114, 120
y 136 CC sobre filiación; el art. 300 sobre la inscripción de cargos tutelares y medidas
de apoyo a personas con discapacidad; y el art. 242 CC sobre concesión de la
emancipación.

En este tema se examinarán simplemente las nociones generales y principios en que se


basa el funcionamiento y organización del Registro Civil, dejando el estudio del
concreto modo de acceso al Registro Civil de esos hechos o actos regulados
concretamente por el Código Civil al momento en que se estudian esos hechos o actos.

Hechos inscribibles

Según lo previsto en el art. 4 LRC, tienen acceso al Registro Civil los hechos y actos que
se refieren a la identidad, estado civil y demás circunstancias de la persona. Son, por
tanto, inscribibles:

1. El nacimiento.
2. La filiación.
3. El nombre y los apellidos y sus cambios.
4. El sexo y el cambio de sexo.

TEMA 5 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

5. La nacionalidad y la vecindad civil.


6. La emancipación y el beneficio de la mayor edad.
7. El matrimonio. La separación, nulidad y divorcio.
8. El régimen económico matrimonial legal o pactado.
9. Las relaciones paterno-filiales y sus modificaciones.
10. El nacimiento.
11. Las resoluciones judiciales dictadas en procedimientos de provisión de medidas
judiciales de apoyo a personas con discapacidad.
12. Los actos relativos a la constitución y régimen del patrimonio protegido de las
personas con discapacidad.
13. La tutela del menor y la defensa judicial del menor emancipado.
14. Las declaraciones de concurso de las personas físicas y la intervención o suspensión
de sus facultades.
15. Las declaraciones de ausencia y fallecimiento.
16. La defunción.

Por otro lado, el art. 9 LRC, al regular las competencias generales del Registro Civil,
señala: “En el Registro Civil constarán los hechos y actos inscribibles que afectan a los
españoles y los referidos a extranjeros, acaecidos en territorio español. Igualmente, se
inscribirán los hechos y actos que hayan tenido lugar fuera de España, cuando las
correspondientes inscripciones sean exigidas por el Derecho español”.

Especial referencia al nombre y a los apellidos

El nombre y los apellidos son los principales datos identificadores de una


persona. Todo sujeto tiene derecho a un nombre y a unos apellidos que doten así de
identidad a esa persona.

La LRC de 2011 altera el criterio tradicional de


orden de los apellidos. Así en el art. 49.2 LRC se
prevé la obligación de los progenitores (ya no
posibilidad) de acordar el orden de los apellidos de sus
hijos antes de la inscripción registral (más
estrictamente: el orden de transmisión de su
respectivo primer apellido), y si hay desacuerdo o no
manifiestan nada al respecto ante el Encargado del Registro Civil, incluso tras el
requerimiento de este, entonces será este funcionario el que decida el orden de los

TEMA 5 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

apellidos del menor atendiendo al interés superior de este. Inicialmente, en el proyecto


de ley se preveía que, ante la falta de acuerdo entre los progenitores, el orden de los
apellidos vendría fijado por un criterio alfabético, ello por entender que así se favorecía
el principio de igualdad.

Este criterio alfabético fue objeto de diversas críticas y polémica, advirtiendo incluso de
la posible desaparición con el tiempo de apellidos que empezaran por la letra “z”, o “v”
o “t”, por estar claramente perjudicados si se sigue un criterio alfabético. Finalmente
esta propuesta no prosperó, y lo que se ha aprobado es, ante la falta de acuerdo
expreso de los progenitores, dejar la decisión al Encargado del Registro
Civil.

Art. 49.2 LRC: “La filiación determina los apellidos. Si la filiación está determinada por
ambas líneas, los progenitores acordarán el orden de transmisión de su respectivo
primer apellido, antes de la inscripción registral. En caso de desacuerdo o cuando no se
hayan hecho constar los apellidos en la solicitud de inscripción, el Encargado del
Registro Civil requerirá a los progenitores, o a quienes ostenten la representación legal
del menor, para que en el plazo máximo de tres días comuniquen el orden de apellidos.
Transcurrido dicho plazo sin comunicación expresa, el Encargado acordará el orden de
los apellidos atendiendo al interés superior del menor”.

5.3. Organización del Registro Civil

Organización territorial

En la LRC de 2011 se contempla una novedosa estructura del Registro Civil respecto a
la que existía anteriormente. Igualmente será un Registro Civil único, dependiente
del Ministerio de Justicia, y, dentro de él, de la Dirección General de Seguridad Jurídica
y Fe Pública (arts. 2.1 y 3.1 LRC), pero de los distintos Registros no estará encargado ya
un juez, sino un funcionario de la Administración: se “desjudicializa” y
“administrativiza” el Registro Civil. Concretamente, las plazas de encargados del
Registro Civil se proveen entre letrados de la Administración de Justicia (DA 2.ª LRC).

El “nuevo” Registro Civil se estructura en (art. 20 LRC):

a) Oficina central (con las funciones recogidas en el art. 21 LRC).

TEMA 5 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

b) Oficinas generales (con las funciones recogidas en el art. 22.3 LRC). Existirá una en
todas las poblaciones que sean sede de un partido judicial habitantes; al frente de
estas oficinas está un encargado, pudiéndose designar más por necesidades de
servicio, ejerciendo este sus funciones bajo la dependencia de la Dirección General
de Seguridad Jurídica y Fe Pública).
c) Oficinas consulares (con las funciones recogidas en el art. 24 NLRC). Están a cargo
de los cónsules de España o, en su caso, de los funcionarios diplomáticos encargados
de las Secciones consulares de la Misión Diplomática).

Estructura

La LRC diseña un Registro Civil único para toda España, público y


electrónico, en el que se suprime el tradicional sistema de división en
secciones creando un registro individual para cada persona, que se abrirá con
la inscripción de nacimiento o con el primer asiento que se practique y donde se
inscribirán o anotarán, continuada, sucesiva y cronológicamente, todos los hechos y
actos que tengan acceso al Registro Civil (art. 5 LRC).

A cada registro individual abierto, con la primera inscripción que se practique, se le


asignará un código personal constituido por la secuencia alfanumérica que
atribuya el sistema informático vigente para el documento nacional de identidad (art. 6
LRC).

5.4. Asientos registrales

Por asiento registral debe entenderse cada uno de los apuntes haciendo constar e
incorporando al Registro Civil determinados datos, hechos o circunstancias de la
persona. Pueden distinguirse distintos asientos, con diferente naturaleza y efectos cada
uno de ellos.

La inscripción es el asiento registral fundamental. Tiene naturaleza permanente


y sustantiva en cuanto contiene información principal y además un destacado
e importante valor probatorio.

A este respecto, debe tenerse en cuenta que, según advierte el art. 17 NLRC, el Registro
Civil constituye la prueba de los hechos inscritos:

TEMA 5 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

1. La inscripción en el Registro Civil constituye prueba plena de los hechos inscritos.


2. Solo en los casos de falta de inscripción o en los que no fuera posible certificar del
asiento, se admitirán otros medios de prueba.

En el primer caso del punto 2, es requisito indispensable para su admisión la


acreditación de que, previa o simultáneamente, se ha instado la inscripción
omitida o la reconstrucción del asiento, y no su mera solicitud.

En la LRC solamente se prevén expresamente como asientos registrales: las


inscripciones, las anotaciones y las cancelaciones: arts. 38 y siguientes. Se
prevé que en cada registro individual conste una hoja o extracto en la que figuren los
datos personales de la vida del individuo. Y, consecuentemente, con este diseño de la
hoja individual, y en la búsqueda de una mayor simplicidad y eficiencia del sistema, la
Ley distingue entre las inscripciones, las anotaciones y, por último, el asiento de
cancelación.

5.5. Publicidad registral

Información a la que se puede acceder

El Registro Civil se configura como un registro público, accesible para todos los
ciudadanos que tengan un interés legítimo en conocer el contenido de los asientos
cuando se refieran a otra persona y, en todo caso, a los datos que figuren en el registro
individual del propio solicitante (art. 15 LRC).

Las Administraciones y funcionarios públicos, para el desempeño de sus funciones y


bajo su responsabilidad, podrán acceder a los datos contenidos en el Registro Civil.

También se prevé la existencia de una publicidad más restringida para


determinados datos: quedan exceptuados del régimen general de publicidad los
datos especialmente protegidos, que estarán sometidos al sistema de acceso restringido
al que se refieren los arts. 83 y 84 LRC.

TEMA 5 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

La LRC concibe el Registro Civil como un registro electrónico, pero tal y como se
advierte en el preámbulo (apartado IV), el carácter electrónico del Registro Civil no
significa alterar la garantía de privacidad de los datos contenidos en el mismo. Aunque
el Registro Civil está excluido del ámbito de aplicación de la legislación sobre
protección de datos de carácter personal, se presta una especial protección a los datos,
en tanto contengan información que afecta a la esfera de la intimidad de la persona. Lo
relevante es que los datos protegidos solo pertenecen a su titular y a él corresponde
autorizar que sean facilitados a terceros.

Medios de acceso a la información registral

En la LRC los medios o instrumentos de publicidad registral


vienen regulados en los arts. 80 a 82. En el art. 80 se prevén
dos formas en que se podrá realizar la publicidad de los datos
que constan en el Registro Civil: mediante certificación
(que se expedirá por medios electrónicos y,
excepcionalmente, por medios no electrónicos, se presume
exacta y constituye prueba plena de los hechos y actos inscritos en el Registro Civil: art.
81) y mediante el acceso de las Administraciones y funcionarios públicos, en
el ejercicio de sus funciones y bajo su responsabilidad, a los datos que consten en el
Registro Civil.

También se puede tener conocimiento de los datos que constan en el Registro Civil
mediante los procedimientos especiales que se acuerden por la Dirección General de
Seguridad Jurídica y Fe Pública, cuando la información deba ser suministrada de forma
periódica y automatizada para el cumplimiento de fines públicos, o cuando sea precisa
para comprobar por las entidades de certificación de firma electrónica, que no se ha
producido la extinción de los certificados electrónicos.

TEMA 5 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

Por tanto, el régimen de la publicidad del Registro Civil se articula a partir de dos
instrumentos: la certificación electrónica y el acceso de la Administración, en el
ejercicio de sus funciones públicas, a la información registral. Este último se concibe
como el instrumento preferente de publicidad, de tal forma que sólo en casos
excepcionales el ciudadano deberá presentar certificaciones de datos del Registro Civil
(apartado IV del preámbulo LRC). Los ciudadanos podrán solicitar en cualquiera de las
oficinas generales o consulares del Registro Civil o por medios electrónicos el acceso a
la información contenida en el Registro Civil a través de los medios de publicidad
previstos en la LRC (art. 10.2 LRC).

Especial referencia al Libro de Familia

Un especial modo de publicidad y de prueba de los


hechos contenidos en el Registro Civil y afectantes a la
situación familiar de una persona lo constituye el Libro de
Familia (arts. 36 a 40 RRC).

En la nueva LRC se prescinde del Libro de Familia por


entender que pierde sentido dentro del modelo moderno que
se ha configurado en esa ley. Como consecuencia, se prevé
que en cada registro individual conste una hoja o extracto en
la que figuren los datos personales de la vida del individuo. Y consecuentemente con
este diseño de la hoja individual, y en la búsqueda de una mayor simplicidad y
eficiencia del sistema, la ley distingue entre las inscripciones, las anotaciones
registrales y, por último, el asiento de cancelación (apartado VII del preámbulo).

A partir de la entrada en vigor completa de la LRC de 2011, no se expiden más


libros de familia. Pero los libros de familia expedidos con anterioridad a esa entrada
en vigor seguirán teniendo los efectos previstos en los arts. 8 y 75 de la Ley del Registro
Civil de 8 de junio de 1957 (DT 3ª LRC).

Informatización del Registro Civil

La informatización o digitalización del Registro Civil y el acceso telemático al mismo,


en aplicación de las nuevas tecnologías y de la firma electrónica a esta materia, ha sido

TEMA 5 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

desde hace años objetivo y motivo de continuas reformas legislativas y


publicación de nuevas normas.

Con la Ley 20/2011 del Registro Civil, este objetivo se ha cumplido. Aun cuando la
plena digitalización será paulatina, se puede afirmar que el nuevo Registro Civil
diseñado en esta ley es un registro electrónico. Los datos son objeto de
tratamiento automatizado y se integran en una base de datos única cuya estructura,
organización y funcionamiento es competencia del Ministerio de Justicia (art. 3.2 LRC).

La LRC concibe el Registro Civil como un registro electrónico, en el que se practican


asientos informáticos, que organiza la publicidad y da fe de los hechos y actos del
estado civil. Desde esta concepción se incorpora el uso de las nuevas tecnologías
y de la firma electrónica.

Tal y como señala el art. 36 LRC: “en el Registro Civil todos los asientos se
extienden en soporte y formato electrónico. Dichos asientos deben ajustarse a
los modelos aprobados por la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública. En
circunstancias excepcionales y cuando no sea posible practicar asientos electrónicos, el
asiento puede efectuarse en soporte papel. En este caso, se trasladará al formato
electrónico con la mayor celeridad posible. Los asientos en el Registro Civil deben
archivarse después de su cierre en un registro electrónico de seguridad.

En relación con este diseño y carácter electrónico del Registro Civil, el art. 6 LRC señala
que “a cada registro individual abierto con el primer asiento que se
practique se le asignará un código personal constituido por la secuencia
alfanumérica generada por el Registro Civil, que será única e invariable en el tiempo”.

Y, por su parte, el art. 7 LRC acoge la regulación del uso de la firma electrónica en
este ámbito disponiendo que: “1. Los Encargados del Registro Civil dispondrán de
certificados electrónicos cualificados. Mediante dichos certificados electrónicos se
firmarán los asientos del Registro Civil con firma electrónica avanzada (…). 3. Las
personas podrán identificarse electrónicamente ante el Registro Civil a través de
cualquiera de los sistemas previstos en el artículo 9 de la Ley 39/2015 (…)”.

TEMA 5 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

Lo + recomendado

No dejes de leer…

La inscripción de nacimiento, eje del sistema registral

SÁNCHEZ SÁNCHEZ, A., «La inscripción de nacimiento, eje del sistema registral»,
Revista de Derecho, Empresa y Sociedad, 2020, núm. 17, pp. 47-67.

De todas las novedades de la nueva LRC, es el objeto fundamental del trabajo el asiento
de nacimiento. Todo el andamiaje del sistema registral español se asienta en la creación
de un “registro individual para cada persona”. Todos los hechos y actos que afecten a su
estado civil constarán, de forma sucesiva y cronológica, en ese registro individual.

El artículo está disponible a través del aula virtual o desde la siguiente dirección web:
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7848626

No dejes de ver…

Reforma de la Ley del Registro Civil

En este vídeo se pueden ver explicaciones a


las novedades propuestas por el proyecto
de Ley de Registro Civil presentado por el
Gobierno en 2010.

El vídeo está disponible a través del aula virtual o desde la siguiente dirección web:
http://www.youtube.com/watch?v=CvspP8adA-8

TEMA 5 – Lo + recomendado © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

Registro Civil en línea

En este vídeo se señalan las mejoras y


avances que implica en el ámbito del
Registro Civil la iniciativa de la
informatización de los Registros Civiles,
junto con la digitalización y la grabación
de los libros registrales.

El vídeo está disponible en el aula virtual o en la siguiente dirección web:


http://www.youtube.com/watch?v=S7ttuOGuMZA

TEMA 5 – Lo + recomendado © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

El nuevo Registro Civil electrónico: inscripción de recién nacidos y


matrimonios

En este seminario de 23/02/2017, la profesora Elisa Muñoz nos explicaba los cambios
que se iban a producir con las últimas reformas introducidas en el Registro Civil,
especialmente en lo relativo a los trámites necesarios para la inscripción de recién
nacidos y de matrimonios.

El vídeo está disponible en el aula virtual

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Derecho civil I: las personas

+ Información

A fondo

Apellidos y Registro Civil

Actualidad Jurídica Aranzadi, núm. 809/2010 (Comentario). Pamplona: Aranzadi, SA,


2010.

En este trabajo de Roncesvalles Barber Cárcamo se hace un comentario crítico a la


propuesta inicial de reforma de la Ley del Registro Civil en relación con el orden de los
apellidos siguiendo subsidiariamente un criterio alfabético.

El artículo está disponible en el aula virtual

El registro civil español y la filiación surgida de la gestación por sustitución

Revista Aranzadi Doctrinal, núm. 10/2011 (Tribuna). Pamplona: Aranzadi, SA, 2011.

En este trabajo de Antonio Salas Carceller se examina el régimen de la inscripción


registral de la filiación surgida de la gestación por sustitución, vulgarmente
denominada “vientre de alquiler”, en relación con la eficacia en España de resoluciones
judiciales o certificaciones extranjeras sobre esta materia, y todo ello a la luz de la
Instrucción de la DGRN de 5 de octubre de 2010 sobre “Régimen registral de la filiación
de los nacidos mediante gestación por sustitución”.

El artículo está disponible en el aula virtual

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Derecho civil I: las personas

Webgrafía

Registro civil

A continuación, te ofrecemos el enlace a las webs del Registro Civil.

» Registro Civil y estado civil en la web del Ministerio de Justicia:

La página web está disponible a través del aula virtual o desde la siguiente dirección:
https://www.mjusticia.gob.es/es/ciudadania/estado-civil/registro-civil

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Derecho civil I: las personas

» Oficinas consulares en la web del Ministerio de Asuntos Exteriores:

La página web está disponible a través del aula virtual o desde la siguiente dirección:
http://www.exteriores.gob.es/portal/es/serviciosalciudadano/paginas/embajadascons
ulados.aspx

Bibliografía

» DE PABLO CONTRERAS, P. (coord.), Curso de Derecho Civil I, volumen II,


Derecho de la Persona, 7.ª ed., Madrid: Edisofer, 2021.

» FLORS MATÍES, J., Registro civil: legislación básica y disposiciones


complementarias, 7ª ed. Valencia: Tirant lo Blanch, 2021.

» LASARTE ÁLVAREZ, C. Principios de Derecho Civil. Tomo I: Parte General y


Derecho de la Persona, 26ª ed. Madrid: Marcial Pons, 2021.

» LLEDÓ YAGÜE, F. (coord.), Los 25 temas más frecuentes en la vida práctica del
derecho de familia, vol. 2, Parte registral. Madrid: Dykinson, 2011.

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Derecho civil I: las personas

Test

1. En el Registro Civil:
A. Se inscriben los derechos que una persona tiene sobre un bien mueble.
B. Se inscriben los actos que una persona puede llevar a cabo respecto de otra
persona o un bien.
C. Se inscriben los hechos o actos relativos al estado civil de una persona.
D. Todas las anteriores respuestas son correctas.

2. La llevanza del Registro Civil corresponde a un:


A. Juez de primera instancia.
B. Registrador de la propiedad.
C. Registrador de los mercantil.
D. Letrado de la Administración de Justicia.

3. Es inscribible en el Registro Civil:


A. El matrimonio.
B. La emancipación.
C. La declaración de ausencia.
D. Todas las anteriores respuestas son correctas.

4. El Registro Civil depende de:


A. La Dirección General de los Registros y del Notariado.
B. La Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública.
C. La Dirección General de los Registros Civiles.
D. La Dirección General de Innovación Tecnológica.

TEMA 5 – Test © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

5. Selecciona la opción más completa: según lo previsto en el art. 4 LRC, tienen acceso
al Registro Civil los hechos y actos que se refieren a la identidad, estado civil y demás
circunstancias de la persona. Son, por tanto, inscribibles:
A. El nacimiento.
B. La filiación.
C. El nombre y los apellidos y sus cambios.
D. Además de las opciones anteriores, también lo es, entre otros, el sexo y el
cambio de sexo.

6. El Registro Civil se estructura en (art. 20 NLRC):


A. Oficina central.
B. Oficinas generales.
C. Oficinas consulares.
D. Todas las opciones son correctas y se complementan.

7. Son asientos en el Registro Civil:


A. Inscripciones, anotaciones, notas marginales y cancelaciones.
B. Inscripciones, anotaciones y notas marginales.
C. Inscripciones, anotaciones y cancelaciones.
D. Inscripciones, notas marginales y cancelaciones.

8. ¿Cuál es el instrumento preferente de publicidad de los asientos del Registro Civil


ante la Administración Pública?
A. La certificación literal.
B. La certificación en extracto.
C. La nota simple informativa.
D. El acceso por parte de la propia Administración al registro individual del
interesado.

TEMA 5 – Test © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

9. Las funciones esenciales del Registro Civil son:


A. La publicidad de los hechos y actos.
B. La prueba de los hechos y actos.
C. La eficacia de determinados actos.
D. Todas las respuestas son correctas.

10. Si los padres en el plazo correspondiente no comunican el orden de los apellidos de


su primer hijo:
A. Lo decidirá el encargado del Registro Civil.
B. El primero será el plan padre.
C. El primero será el de la madre.
D. Se irá alternando caso a caso (1º padre – 1º madre – 1º padre – 1º madre...).

TEMA 5 – Test © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Módulo II
La persona jurídica

Régimen jurídico general de las personas


jurídicas
[6.1] ¿Cómo estudiar este tema?

[6.2] Concepto, fundamento y elementos

[6.3] Clases

[6.4] Régimen básico: capacidad, domicilio y nacionalidad

6 TEMA
Derecho civil I: las personas

Esquema

Personas jurídicas

Organización social supraindividual constituida para lograr


determinados fines

Concepto Sujeto de derechos y obligaciones

Personalidad distinta, autónoma e independiente de la personalidad


de cada uno de sus miembros

Teoría de la ficción
Fundamento de la atribución
de personalidad
Teoría antropomórfica

Sustrato
Elementos
Reconocimiento del Derecho

Doctrina del levantamiento del velo


Agrupación de personas
Corporaciones  Derecho público para la consecución de un
fin
Clases Asociaciones  Derecho privado
Conjunto de bienes
Fundaciones  Derecho privado (patrimonio) para la
consecución de un fin

Capacidad Plena capacidad jurídica y de obrar desde su constitución

Domicilio fijado por la ley, los estatutos o el título constitutivo


Domicilio
Domicilio de la representación legal
(art. 41 CC)
Domicilio en que se desarrollen las actividades o funciones
principales

Nacionalidad española  las personas jurídicas


Nacionalidad (art. 28 CC)
reconocidas por la ley y domiciliadas en España

TEMA 6 – Esquema © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

Ideas clave

6.1. ¿Cómo estudiar este tema?

En este tema debes estudiar, además de estos materiales, el capítulo 17 (páginas


299 a 312) del manual de la asignatura (Principios de Derecho civil I. Parte
General y Derecho de la persona de Carlos Lasarte).

En este tema se estudia de modo general el régimen de las personas jurídicas: su


concepto, el fundamento de su admisibilidad en nuestro ordenamiento y de la
atribución de personalidad, los tipos de personas jurídicas reconocidos y, finalmente, el
régimen relativo a la capacidad, nacionalidad y domicilio.

6.2. Concepto, fundamento y elementos

Concepto

Actualmente, la presencia de las personas jurídicas en nuestra realidad social es algo


comúnmente aceptado y entendido.

Se trata de organizaciones sociales supraindividuales formadas por varias


personas físicas (incluso por otras jurídicas, que a su vez vienen formadas por otras
personas físicas) que se constituyen para lograr determinados fines que pueden
ser alcanzados mejor si se organizan de esa forma que de modo individual por cada
persona física.

La personalidad de esa persona jurídica será distinta, autónoma e


independiente de la personalidad de cada uno de los miembros personas físicas que
la componen o que acordaron su creación. A la persona jurídica se le reconoce
autonomía y capacidad de autogobernarse y organizarse por sí misma, pudiendo
relacionarse con los demás sujetos de la sociedad; es ella misma un sujeto de
derechos y obligaciones.
Fundamento

TEMA 6 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

Sobre el fundamento de atribución de personalidad a estas organizaciones


sociales por nuestro ordenamiento, han surgido distintas teorías: desde la que la
considera como una ficción (que entiende que carece de existencia real siendo una
creación del legislador y del Derecho) hasta las teorías realistas, orgánicas o
antropomórficas (que sí les atribuyen existencia real, reconociéndoles una presencia
innegable en la sociedad, si bien su realidad es social, colectiva, y no individual; según
esta teoría, el Derecho no crea a la persona jurídica sino que se limita a reconocer su
existencia y a dotarles de un régimen jurídico aplicable).

Elementos

Para la atribución de personalidad, en esa concreta organización social deben concurrir


los siguientes elementos:

a) Un sustrato preexistente en la realidad consistente en un grupo de personas


organizadas para la consecución de un fin determinado o un conjunto de bienes
afecto al cumplimiento de ciertos fines.

b) El reconocimiento del Derecho que, ante ese sustrato, “crea” la persona


jurídica, esto es, otorga personalidad jurídica a esa organización social preexistente.
Ese reconocimiento podrá ser a través de un acto concreto de la autoridad
competente (sistema de concesión) o automáticamente al cumplirse los requisitos
que para ello exige el ordenamiento (sistema de disposiciones normativas).

Doctrina del levantamiento del velo

El hecho de que a las personas jurídicas se les atribuya personalidad jurídica distinta e
independiente de las personas físicas que la componen, siendo sujetos de derecho
distintos, puede llevar a que algunas personas físicas utilicen tal circunstancia creando
personas jurídicas para impedir que a ellas como personas físicas se les apliquen ciertas
normas que les serían perjudiciales.

Esto es, vienen a utilizar una persona jurídica como instrumento formal para
eludir la aplicación de ciertas normas.

Con el fin de intentar evitar esos abusos, la jurisprudencia de distintos países, entre
ellos España, ha acogido la llamada “doctrina del levantamiento del velo de la
personalidad jurídica”, autorizando al Juez para entrar en el sustrato de una

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Derecho civil I: las personas

persona jurídica y descubrir la realidad existente para así, en su caso, al revelarse que la
estructura formal de esa persona jurídica se ha utilizado de forma fraudulenta como
pantalla protectora de concretas personas físicas, proceder a aplicar a estas las normas
que pretendieron eludir.

Acerca de esta doctrina de creación jurisprudencial cabe destacar lo señalado en las


siguientes resoluciones de nuestro Tribunal Supremo:

» STS 18 de mayo de 2006:

“La aplicabilidad de la doctrina jurisprudencial llamada del "levantamiento del velo",


siempre de uso ponderado y restringido, presupone ineludiblemente la actuación
negocial de una o varias personas físicas bajo la apariencia o cobertura formal de
una sociedad (de la que son o suelen ser socios únicos dichas personas físicas),
apareciendo confundidos los patrimonios y la personalidad de todos ellos (la de la
persona o personas físicas actuantes y la de la persona jurídica), lo que permite
responsabilizar también a dichas personas o personas físicas del pago de las deudas
sociales contraídas en esa fundida y única actuación negocial aunque formalmente
aparezca como deudora la referida persona jurídica (Sentencia del Tribunal Supremo
de 30 de Octubre de 1999). La aplicación de la llamada doctrina del "levantamiento
del velo", de la que ha de hacerse un uso restrictivo, solamente está justificada en
aquellos supuestos en que aparezca evidente que se ha utilizado, con fines
fraudulentos, una confusión de personalidades y de patrimonios entre una persona
física y una persona jurídica (Sentencia del Tribunal Supremo de 23 de Diciembre de
1997)”.

» STS 14 de marzo de 2008:

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Derecho civil I: las personas

Con esta doctrina “se trata de evitar que se utilice la personalidad jurídica de una
sociedad como un medio o instrumento defraudatorio o con un fin fraudulento (SSTS
28 de marzo de 2000, 14 de abril de 2004, 20 de junio de 2005, 24 de mayo de 2006 ,
etc.), lo que se produce, entre otros supuestos, cuando se trata de eludir
responsabilidades personales, como el pago de deudas (SSTS 19 de mayo de 2003, 27
de octubre de 2004 , etc.)”.

» STS 15 de junio de 2010:

La referida técnica es concebida por la jurisprudencia “como un recurso para penetrar


- según los descriptivos términos de la sentencia de 28 de mayo de 1.984, reiterados
en la de 14 de septiembre de 2.006 - en el "substratum" de la persona jurídica, con el
fin de evitar que, al socaire de esa ficción o forma legal, se puedan perjudicar
intereses privados o públicos o se emprenda un camino hacia el fraude o el abuso en
daño ajeno o de los socios”.

» STS 25 de junio de 2010:

“Se requiere que la personalidad haya sido utilizada como medio al servicio de un fin
fraudulento en daño de la ley aplicable o un interés del tercero. Es preciso expresar el
instrumento del fraude, acreditar su realidad, así como el perjuicio producido, y
razonar adecuadamente acerca de la idoneidad causal del medio fraudulento para
determinar el daño invocado”.

» STS 14 de octubre de 2010:

“La doctrina del levantamiento del velo es, como recuerda la STS de 19 de septiembre
de 2007, y reitera la de 28 de febrero de 2008, un instrumento jurídico que se pone al
servicio de una persona, física o jurídica, para hacer efectiva una legitimación pasiva
distinta de la que resulta de la relación, contractual o extracontractual, mantenida
con una determinada entidad o sociedad a la que la ley confiere personalidad jurídica
propia, convirtiendo a los que serían "terceros" -los socios o la sociedad- en parte
responsable a partir de una aplicación, ponderada y restrictiva de la misma, que
permita constatar una situación de abuso de la personalidad jurídica societaria
perjudicial a los intereses públicos o privados, que causa daño ajeno, burla los
derechos de los demás o se utiliza como un medio o instrumento defraudatorio, o con
un fin fraudulento y que se produce, entre otros supuestos, cuando se trata de eludir

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Derecho civil I: las personas

responsabilidades personales, y entre ellas el pago de deudas (STS 29 de junio de


2006 , y las que en ella se citan). Como dice la sentencia de 28 de enero de 2005,
supone, en definitiva, un procedimiento para descubrir, y reprimirlo en su caso, el
dolo o abuso cometido con apoyo en la autonomía jurídica de una sociedad,
sancionando a quienes la manejan, con lo que se busca poner coto al fraude o al
abuso”.

» STS 19 de octubre de 2010:

“Dicha doctrina, con independencia de la mayor o menor fortuna de su título, aunque


es incuestionable su reconocimiento doctrinal y jurisprudencial, constituye un
importante mecanismo jurídico para corregir las consecuencias dañosas para
terceros derivadas de un ejercicio abusivo de la figura de la persona jurídica, cuya
creación con las notas de autonomía patrimonial y personalidad jurídica propia,
además de la limitación de responsabilidad en algunas de sus modalidades,
constituyó una de las aportaciones más fantásticas del Derecho al desarrollo de la
vida social, y singularmente en la faceta comercial. Y precisamente en el caso se ha
utilizado correctamente para corregir un ejercicio abusivo de la personalidad
jurídica. Se dice en el recurso que "no hay velo que levantar", pero la expresión
figurada de "levantar el velo" se refiere a la oportunidad de examinar en conjunto,
como operación compleja, una pluralidad de operaciones mercantiles que, si bien
individualmente - dejar sin actividad y vacía de contenido económico una sociedad;
creación de otra que contrata parte de los trabajadores de la anterior y contacta con
su clientela; asunción por una persona de la práctica totalidad del capital de la nueva
sociedad; etc.- no son ilícitas, sin embargo, interrelacionadas -de ahí que haya que
penetrar en su sustrato como entiende la doctrina aludida-, pueden revelar una
actuación torticera y fraudulenta en cuanto responde a la finalidad, o produce el
resultado, de burlar legítimos derechos ajenos. […] La aplicación a los hechos del caso
-incólumes en casación- de los efectos -responsabilidad pecuniaria- de la doctrina del
levantamiento del velo tiene un sólido apoyo en la normativa del Código Civil que
sanciona el fraude (art. 6.4) y el ejercicio abusivo del derecho (art. 7.2) y exige que los
derechos se ejerciten de buena fe (art. 7.1) y en la jurisprudencia de esta Sala
(Sentencias, entre otras, con respuesta a las peculiaridades de cada caso, de 22 de
febrero, 30 de mayo, 29 y 30 de octubre, 29 de noviembre y 19 de diciembre de 2.007,
1 de febrero de 2.008, 3 de abril y 7 de julio de 2.010), siendo de resaltar por su
paralelismo con el supuesto que se enjuicia la Sentencia de 30 de mayo de 2.008, en la

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Derecho civil I: las personas

que se señala que «la persona que "instrumenta" la sociedad causante del daño debe
responder, sin que se pueda amparar en la responsabilidad limitada de la misma»”.

» STS 4 de noviembre de 2010:

“Nuestro sistema reconoce la personalidad jurídica de las sociedades como centro de


imputación de relaciones jurídicas, por lo que, como regla, es la sociedad la que debe
responder de su propio actuar aunque instrumentalmente actúe por medio de sus
administradores. Ello no es obstáculo para que excepcionalmente, cuando concurren
determinadas circunstancias -son clásicos los supuestos de infracapitalización,
confusión de personalidades, dirección externa y fraude o abuso-, sea procedente el
"levantamiento del velo" a fin de evitar que el respeto absoluto a la personalidad
provoque de forma injustificada el desconocimiento de legítimos derechos e intereses
de terceros, pero en modo alguno autoriza a imponer coactivamente la subentrada de
socios en la sociedad cuya personalidad se afirma utilizada de forma fraudulenta, ya
que ello daría lugar al contrasentido de ignorar la personalidad pretendidamente
fraudatoria y simultáneamente otorgar carta de naturaleza al fraude”.

» STS 1 de marzo de 2011:

“Tal doctrina trata de evitar que el abuso de la personalidad jurídica pueda


perjudicar intereses públicos o privados, causar daño ajeno, o burlar los derechos de
los demás (sentencias, entre otras, 17 de diciembre de 2002, 22 y 25 de abril de 2003,
6 de abril de 2005 y 10 de febrero de 2006), evitando que se utilice la personalidad
jurídica societaria como un medio o instrumento defraudatorio, o con un fin
fraudulento (sentencias 17 de octubre de 2000; 3 de junio y 19 de septiembre de 2004;
16 de marzo y 30 de mayo de 2005)”.

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Derecho civil I: las personas

6.3. Clases

El Código Civil diferencia fundamentalmente entre tres tipos de personas


jurídicas (art. 35 CC):

Tipos de personas
jurídicas

Corporaciones Asociaciones Fundaciones

Las corporaciones son personas jurídicas de Derecho público, esto es, creadas por
una disposición normativa, promovidas e impulsadas por una Administración Pública u
organismo político o autónomo, que ostentan potestades o poderes públicos y que en
sus relaciones con terceros no aparecen estos en condiciones de igualdad con esa
persona jurídica, sino en un plano subordinado. En general, las corporaciones vienen
integradas en el marco de las Administraciones Públicas (Administración territorial) y
de las llamadas Administraciones institucional y corporativa: Estado, Comunidades
Autónomas, Corporaciones Locales, Universidades, federaciones deportivas, etc. El
estudio de estas corporaciones corresponde al Derecho público (Derecho constitucional
y Derecho administrativo) al que nos remitimos.

Las asociaciones y fundaciones son personas jurídicas de Derecho privado, en


cuanto que, tras ser admitidas legalmente, vienen creadas, promovidas e impulsadas
por particulares y, en sus relaciones con terceros, estos se hallan en condiciones de
igualdad con ellas. Ahora bien, esto no obsta para que puedan ser creadas también por
instituciones públicas. En ambos casos, la constitución de estas personas jurídicas
busca la consecución de determinados fines que vendrán de algún modo vinculados al
interés general de la sociedad, en cuanto que el respeto al mismo será presupuesto para
la admisibilidad de las mismas por nuestro ordenamiento; si bien, ello no implica que
deba atenderse a fines públicos o a la prestación de servicios públicos.

Sobre las asociaciones y fundaciones versarán los temas siguientes al presente, donde
se analizará más en detalle el régimen de cada una de estas personas jurídicas.

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Derecho civil I: las personas

En el presente tema bastará con advertir grosso modo de su diferencia conceptual


esencial:

a) Así, las asociaciones son agrupaciones de personas individuales que persiguen un


fin común, ya sea este altruista (entonces se habla de asociación en sentido estricto)
o lucrativo (entonces esa asociación se denomina sociedad, que es lo que en general
el art. 35 CC viene a denominar como asociación de interés particular). Su esencia
recae en el sustrato, en esas personas agrupadas.

b) En las fundaciones, su esencia recae en el patrimonio propio de esa


fundación existente para la consecución de determinados fines, más que en el
conjunto de personas que la integran. Se trata de personas jurídicas creadas por la
voluntad de una persona o personas (denominado fundador o fundadores) que les
dotan de un patrimonio propio para el cumplimiento de ciertos fines.

6.4. Régimen básico: capacidad, domicilio y nacionalidad

Capacidad

Las personas jurídicas tienen plena capacidad jurídica y plena capacidad de


obrar desde el momento en que se constituyen formalmente (en definitiva,
desde que nacen como tal en el mundo jurídico).

En este sentido el art. 37 CC dispone que “la capacidad civil de las corporaciones se
regulará por las leyes que las hayan creado o reconocido; la de las asociaciones
por sus estatutos, y la de las fundaciones por las reglas de su institución,
debidamente aprobadas por disposición administrativa, cuando este requisito fuere
necesario”.

Y, por su parte, el art. 38 CC señala que “las personas jurídicas pueden adquirir
y poseer bienes de todas clases, así como contraer obligaciones y ejercitar
acciones civiles o criminales, conforme a las leyes y reglas de su
constitución”. Asimismo, cabe advertir que es pacífico entre nuestros Tribunales y
doctrina que también las personas jurídicas deben responder por los daños que sus
representantes y órganos hayan causado a terceros en el ejercicio de su representación,

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Derecho civil I: las personas

administración o gestión de esa persona jurídica; responsabilidad no solamente


contractual sino extracontractual (arts. 1.902 y 1.903 CC).

Domicilio

La determinación del domicilio de una persona jurídica, al igual que respecto de la


persona física, tiene importantes efectos de índole práctico (localización postal,
pago de impuestos, citación procesal judicial, competencia de tribunales, etc.), pero
además, en el caso de las personas jurídicas, ese domicilio tiene cierta función de
identificación.

De acuerdo con el art. 41 CC: “Cuando ni la ley que las haya creado o reconocido, ni
los estatutos o las reglas de fundación fijaren el domicilio de las personas jurídicas, se
entenderá que lo tienen en el lugar en que se halle establecida su representación legal, o
donde ejerzan las principales funciones de su instituto”.

En consecuencia, el domicilio de las personas jurídicas


será normalmente aquel que se señale en la ley o en
sus estatutos o título de constitución, habida
cuenta de que la designación de domicilio viene a ser
uno de los elementos mínimos del contenido del título
constitutivo de una persona jurídica; ahora bien, caso de
no preverse dicho domicilio en ese momento
constitutivo, se acoge por el Código Civil el criterio de
atribución del domicilio en que se encuentre la representación legal de esa
persona jurídica y, en su defecto, se atenderá al domicilio en que esa persona
jurídica desarrolle sus funciones o actividades principales.

Nacionalidad

El domicilio es el elemento determinante de la atribución de la nacionalidad a una


persona jurídica. Así, el art. 28 CC dispone que “las corporaciones, fundaciones y
asociaciones, reconocidas por la ley y domiciliadas en España, gozarán de la
nacionalidad española, siempre que tengan el concepto de personas jurídicas con
arreglo a las disposiciones del presente Código. Las asociaciones domiciliadas en el
extranjero tendrán en España la consideración y los derechos que determinen los
tratados o leyes especiales”.

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Derecho civil I: las personas

La trascendencia de la atribución de una nacionalidad a una persona jurídica


viene contemplada por el art. 9.11 CC: “La Ley personal correspondiente a las
personas jurídicas es la determinada por su nacionalidad y regirá en todo
lo relativo a capacidad, constitución, representación, funcionamiento,
transformación, disolución y extinción”.

Pese a la nacionalidad reconocida a una


persona jurídica, también nuestro
ordenamiento valora en cierto modo
y a determinados efectos los
componentes extranjeros de dicha
persona: así es de cara a calificar como
extranjeras las inversiones de capital
realizadas por una persona jurídica (RD
664/1999, de 23 de abril, sobre inversiones exteriores); o en cuanto a la pertinencia de
aplicar la doctrina del levantamiento del velo para descubrir la nacionalidad real de los
titulares de los intereses que se persiguen con esa persona jurídica.

Asimismo, cabe señalar que existen ciertas organizaciones internacionales de


composición interestatal con personalidad jurídica internacional y sin
reconocimiento de una nacionalidad concreta a las que se les reconoce
capacidad para ejercitar sus funciones en cada uno de los Estados miembros (por ej., la
ONU).

¿Vecindad civil?

Cabe entender que en el caso de las personas jurídicas no puede hablarse propiamente
de atribución de vecindad civil, sino que la aplicación de las normas propias de una
Comunidad Autónoma se hace depender de la vecindad administrativa de esa persona
jurídica.

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Derecho civil I: las personas

Lo + recomendado

No dejes de leer…

El domicilio de las personas jurídicas

LÓPEZ HUGUET, Mª Luisa. “El domicilio de las personas jurídicas: evolución desde el
Derecho romano y significado actual”. REDUR, núm. 6, diciembre 2008, p. 69-94.

En este trabajo se examinan los criterios acogidos por nuestro Derecho positivo para la
determinación del domicilio de una persona jurídica, partiendo de las previsiones que
ya en Derecho romano se acogían sobre esta materia, la evolución del concepto de
domicilio, así como partiendo de las diversas concepciones (teoría de la ficción y teoría
antropomórfica) sobre la persona jurídica. Además, se examina la nacionalidad de las
personas jurídicas en cuanto que el domicilio es el criterio determinante para la
atribución de la nacionalidad española.

El artículo está disponible en el aula virtual o en la siguiente dirección web:


https://publicaciones.unirioja.es/ojs/index.php/redur/article/view/4011/3261

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Derecho civil I: las personas

+ Información

A fondo

Persona jurídica y personaje literario

MARTÍNEZ MUÑOZ, Juan Antonio. “Persona jurídica y personaje literario”. Anuario


de derechos humanos, núm. 1, 2000, p. 155-190.

En este trabajo se hace un interesante estudio de la naturaleza de la persona jurídica a


través de una comparativa o símil con una obra literaria.

El artículo está disponible en el aula virtual o en la siguiente dirección web:


http://revistas.ucm.es/der/02120364/articulos/ANDH0000110155A.PDF

Levantamiento del velo

Aranzadi Civil-Mercantil, vol. III (Tribuna), 1998.

En este trabajo de Enrique Rubio Torrano se analiza y comenta la doctrina del


levantamiento del velo de la personalidad jurídica como una de las técnicas más
importantes en la lucha contra el abuso en la utilización de las personas jurídicas para
eludir la aplicación de determinadas normas.

El artículo está disponible en el aula virtual

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Derecho civil I: las personas

Webgrafía

Legislación actualizada

Como en cada lección, hacemos referencia a la web de “Noticias Jurídicas”. En esta


ocasión, en este tema, es importante:

» Código Civil:
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Privado/cc.html

» Ley de Enjuiciamiento Civil:


http://noticias.juridicas.com/base_datos/Privado/l1-2000.html

Bibliografía

Como fuentes generales complementarias al manual de referencia se recomiendan para


este tema:

» DE PABLO CONTRERAS, Pedro (coord.). Curso de Derecho Civil (I). Derecho


Privado. Derecho de la Persona, 3ª ed. Colex. 2008. p. 587-595 y bibliografía
indicada en este manual.

» LACRUZ BERDEJO, José Luis [et. al.]. Elementos de Derecho Civil I. Parte General,
vol. 2º, Personas, 5ª ed. (revisada y puesta al día por Jesús Delgado Echeverría),
Madrid: Dykinson, 2008. p. 2-10, 259-284, y bibliografía indicada en este manual.

» Asimismo, la bibliografía indicada en el manual de referencia de la asignatura.

Además, como libros sobre aspectos concretos del tema para profundizar en esas
cuestiones específicas:

» DE CASTRO Y BRAVO, Federico. La persona jurídica (nota introductoria de


Manuel Amorós Guardiola), 2ª ed., Madrid: Civitas, 1991.

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Derecho civil I: las personas

» CAPILLA RONCERO, Francisco. La persona jurídica: funciones y disfunciones.


Madrid: Tecnos D.L., 1984.

» DE ÁNGEL YÁGÜEZ, Ricardo: La doctrina del "levantamiento del velo" de la


persona jurídica en la jurisprudencia, 5ª ed. (puesta al día y ampliada). Cizur
Menor (Navarra): Aranzadi, 2006.

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Derecho civil I: las personas

Test

1. Indica cuál de las siguientes afirmaciones es la correcta:


A. La persona jurídica es una organización unipersonal que se constituye siempre
con el fin de pagar menos impuestos.
B. La persona jurídica es una organización unipersonal que se constituye para
lograr determinados fines lucrativos.
C. La persona jurídica es una organización supraindividual que se constituye para
lograr determinados fines.
D. La persona jurídica es una organización supraindividual sin capacidad para
autogobernarse.

2. La persona jurídica es:


A. Un ente sin personalidad jurídica distinta y autónoma de las personas que lo
componen.
B. Un ente con personalidad jurídica distinta y autónoma de las personas que lo
componen.
C. Una sociedad unipersonal con ánimo de lucro.
D. Ninguna de las anteriores respuestas es correcta.

3. Para poder atribuir personalidad a una organización social:


A. Es necesaria la preexistencia de un grupo de personas organizadas para la
consecución de un fin y el reconocimiento del Derecho que le otorga personalidad
jurídica.
B. Es necesario levantar el velo de la personalidad jurídica de la sociedad.
C. Es necesario que esa organización cumpla con los requisitos previstos en el art.
30 CC.
D. Todas las anteriores respuestas son correctas.

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Derecho civil I: las personas

4. La doctrina del levantamiento del velo de la personalidad jurídica:


A. Supone un instrumento para tratar de evitar abusos en la utilización de las
personas jurídicas como instrumento formal para eludir la aplicación de
determinadas normas.
B. Es una técnica que permite al Juez entrar en el sustratum de una persona
jurídica con el fin de evitar perjuicios a intereses públicos o privados.
C. Es de aplicación ponderada y restrictiva.
D. Todas las anteriores respuestas son correctas.

5. Las principales clases de personas jurídicas reconocidas en nuestro Derecho son:


A. Las sociedades y las corporaciones.
B. Las sociedades anónimas y las fundaciones.
C. Las corporaciones, las asociaciones y las fundaciones.
D. Las asociaciones y las fundaciones.

6. Las corporaciones son:


A. Personas jurídicas de Derecho privado creadas por una norma y promovidas
por una Administración que se relacionan con terceros en plano de igualdad.
B. Personas jurídicas de Derecho público creadas por una norma y promovidas
por una Administración en la que los terceros se hallan en un plano de
subordinación.
C. Personas jurídicas de Derecho privado.
D. Personas jurídicas de Derecho público creadas por los particulares.

7. Indica cuál de las siguientes afirmaciones es falsa:


A. Las asociaciones y fundaciones son personas jurídicas de Derecho público.
B. Las asociaciones y fundaciones son personas jurídicas de Derecho privado.
C. La esencia de las asociaciones recae en las personas agrupadas.
D. La esencia de las fundaciones recae en su patrimonio propio.

TEMA 6 – Test © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

8. Indica cuál de las siguientes afirmaciones es la correcta:


A. La persona jurídica tiene plena capacidad jurídica pero no de obrar.
B. La persona jurídica tiene plena capacidad jurídica y plena capacidad de obrar
desde su formal constitución.
C. La persona jurídica tiene plena capacidad de obrar pero no puede adquirir ni
poseer bienes.
D. La persona jurídica no asume ninguna responsabilidad ni contractual ni
extracontractual.

9. El domicilio de una persona jurídica será:


A. El señalado en la ley, en los estatutos o en el título de constitución.
B. Aquel en que se encuentre su representación legal.
C. Aquel donde desarrolle sus funciones o actividades principales.
D. Principalmente el indicado en el apartado a), subsidiariamente el del apartado
b) y subsidiariamente el del apartado c).

10. Será española una persona jurídica:


A. Que tenga su domicilio en España.
B. Que esté reconocida por la ley y tenga su domicilio en España.
C. En la que todos sus miembros sean españoles.
D. Cuyo fundador sea español.

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Módulo II
La persona jurídica

Asociaciones y sociedades
[7.1] ¿Cómo estudiar este tema?

[7.2] Concepto y normativa aplicable

[7.3] Clases. Supuesto especial: sociedades

[7.4] Constitución

[7.5] La condición de asociado: derechos y obligaciones

[7.6] Estructura y órganos

[7.7] Funcionamiento: régimen de actuación, suspensión de


actividad, disolución, liquidación y extinción

7 TEMA
Derecho Civil I: las personas

Esquema

Asociaciones

Agrupación de personas individuales que persigue un fin


Concepto
común duradero altruista o lucrativo.

Derecho de Derecho fundamental reconocido por la CE. Regulado


asociación genéricamente en la LOA y también en normas especiales.

Asociación en sentido estricto  fin altruista


Clases
Sociedad  fin lucrativo Sociedad civil

Sociedad de personas
Sociedades mercantiles
- Sociedad colectiva
- S. comanditaria simple
- Acuerdo de constitución
(por al menos 3 personas Sociedad de capitales
físicas o jurídicas)
Constitución - Sociedad comanditaria
- Acta fundacional
- Estatutos por acciones
- Inscripción registral - Sociedad anónima
- S. de resp. limitada

- Libertad y voluntad de asociarse


- Adquisición de la condición de asociado
Condición de
- Pérdida de la condición de asociado
asociado - Intransmisibilidad de la condición de asociado
- Derechos y obligaciones  arts. 21 y 22 LOA

- Asamblea general
Estructura y
- Órgano de representación
órganos - Otros previstos en estatutos (como Presidente)

- Régimen interno  estatutos y art. 12 LOA


- Régimen de actividades  art. 13 LOA
- Obligaciones documentales y contables  art. 14 LOA
Funcionamiento - Responsabilidad de las asociaciones inscritas  art. 15 LOA
- Modificación de los estatutos  art. 16 LOA
- Suspensión de la actividad  art. 22.4 CE
- Disolución  Arts. 22 CE, 17 LOA, 515 CP y 39 CC
- Liquidación

TEMA 7 – Esquema © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

Ideas clave

7.1. ¿Cómo estudiar este tema?

En este tema debes estudiar, además de estos materiales, las páginas 306 y 307 y
el capítulo 18 (páginas 313 a 332) del manual de la asignatura (Principios de
Derecho Civil I. Parte General y Derecho de la persona de Carlos Lasart,).

En este tema se estudia de modo específico el régimen jurídico de una de las clases de
personas jurídicas más comunes: las asociaciones.

Se examinará en primer lugar cuál es el concepto y fundamento de estas


asociaciones, haciendo referencia al derecho de asociación y a la normativa
aplicable.

Posteriormente se señalarán cuáles son las principales clases de asociaciones,


haciendo especial comentario a un tipo de asociación concreta, constituida con fines
lucrativos (la sociedad), examinando brevemente las principales clases de
sociedades que hay, si bien remitiéndonos para su estudio más detallado a
asignaturas de derecho mercantil, por ser las sociedades (principalmente en su forma
de sociedades anónimas y sociedades limitadas) unas de las protagonistas más
importantes del tráfico jurídico mercantil y comercial, y, para el caso de la sociedad
civil, al estudio del contrato de sociedad (arts. 1.665 y siguientes CC).

Y por lo que a asociaciones en general se refiere, se estudiará cómo se constituye,


qué derechos y obligaciones tienen los asociados, cómo funciona y cómo se
estructura y se gestiona, cuáles son sus principales órganos y, finalmente, su
régimen de suspensión de actividad, disolución y extinción.

TEMA 7 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

7.2. Concepto y normativa aplicable

Podemos definir las asociaciones como agrupaciones de personas individuales


que persiguen un fin común duradero, ya sea este altruista (entonces se habla de
asociación en sentido estricto) o lucrativo (entonces esa asociación se denomina
sociedad, que es lo que en general el art. 35 CC viene a denominar como asociación de
interés particular).

Estas personas se han agrupado voluntariamente amparadas por un derecho de


asociación que ha sido reconocido como derecho fundamental por nuestra
Constitución (art. 22 CE) y regulado con carácter genérico por la Ley
Orgánica 1/2002, de 22 de marzo (en adelante, LOA), con un contenido y unos
principios rectores señalados en el art. 2 LOA, a cuya redacción nos remitimos.

Asimismo, diversas entidades asociativas han sido objeto de especial mención


constitucional, e incluso de una regulación propia, y con ello de un reconocimiento
específico por nuestro ordenamiento; entre ellas, cabe citar:

» Los partidos políticos: art. 6 CE y LO 6/2002, de 27 de junio, de Partidos Políticos y


LO 8/2007, de 4 de julio, sobre financiación de los partidos políticos.
» Los sindicatos: arts. 7 y 28 CE y LO 11/1985, de 2 de agosto, de Libertad Sindical.
» Las asociaciones empresariales: art. 7 CE.
» Las asociaciones profesionales de Jueces, Magistrados y Fiscales: art. 127 CE, LO
6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial y Ley 50/1981, de 30 de diciembre, por la
que se regula el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal (modificada por Ley
24/2007, de 9 de octubre).
» Las asociaciones religiosas: art. 16 CE, LO 7/1980, de 5 de julio, de Libertad
Religiosa, acuerdos entre España y la Santa Sede de 3 de enero de 1979, entre
España y la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (Ley
24/1992, de 10 de noviembre), entre España y la Federación de Comunidades
Israelitas de España (Ley 25/1992, de 10 de noviembre) y entre España y la
Comisión Islámica de España (Ley 26/1992, de 10 de noviembre).
» Las asociaciones deportivas: Ley 10/1990, de 15 de octubre, del Deporte y RD
1835/1991, de 20 de diciembre, sobre Federaciones Deportivas Españolas y Registro
de Asociaciones Deportivas (modificado por RD 1252/1999, de 16 de julio, y por RD
1026/2007, de 20 de julio).

TEMA 7 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

» Las asociaciones de consumidores y usuarios: RDLegtvo 1/2007, de 16 de


noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General para la
Defensa de los Consumidores y Usuarios y otras leyes complementarias.
» Las asociaciones de estudiantes, especialmente las de universitarios, que se
encontrarán sometidos a los propios estatutos de las Universidades y a la normativa
propia que cada una de éstas acojan al respecto.

Como puede observarse, existe una gran complejidad normativa partiendo de la


regulación genérica de la LOA hasta la regulación específica de ciertas asociaciones, a lo
que debe añadirse las normas que algunas Comunidades Autónomas han dictado.

En el presente tema se atenderá únicamente al régimen general previsto en la


LOA, como régimen mínimo y común a las asociaciones (como se advierte en la
propia exposición de motivos de la LOA), aplicable a aquellas asociaciones que
no cuenten con normativa específica, y que se encuentra desarrollado por el RD
1497/2003, de 28 de noviembre, que aprueba el Reglamento del Registro Nacional de
Asociaciones y de sus relaciones con los restantes registros de asociaciones.

A este respecto debe partirse de lo que el art. 1 LOA señala como objeto y ámbito de
aplicación de esta Ley:

“1. La presente Ley Orgánica tiene por objeto desarrollar el derecho de asociación
reconocido en el artículo 22 de la Constitución y establecer aquellas normas de
régimen jurídico de las asociaciones que corresponde dictar al Estado.
2. El derecho de asociación se regirá con carácter general por lo dispuesto en la
presente Ley Orgánica, dentro de cuyo ámbito de aplicación se incluyen
todas las asociaciones que no tengan fin de lucro y que no estén
sometidas a un régimen asociativo específico.
3. Se regirán por su legislación específica los partidos políticos; los sindicatos y las
organizaciones empresariales; las iglesias, confesiones y comunidades religiosas;
las federaciones deportivas; las asociaciones de consumidores y usuarios; así como
cualesquiera otras reguladas por leyes especiales. Las asociaciones constituidas
para fines exclusivamente religiosos por las iglesias, confesiones y comunidades
religiosas se regirán por lo dispuesto en los tratados internacionales y en las leyes
específicas, sin perjuicio de la aplicación supletoria de las disposiciones de la
presente Ley Orgánica.

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Derecho Civil I: las personas

4. Quedan excluidas del ámbito de aplicación de la presente Ley las comunidades de


bienes y propietarios y las entidades que se rijan por las disposiciones relativas al
contrato de sociedad, cooperativas y mutualidades, así como las uniones
temporales de empresas y las agrupaciones de interés económico”.

7.3. Clases. Supuesto especial: sociedades

Clasificación general

Al margen de una clasificación según el ámbito en que se desarrolle y actúe cada


asociación o del tipo de personas que agrupe (lo que llevaría a hablar de muy diversas
clases de asociaciones: deportivas, religiosas, políticas, sindicales, de consumidores, de
jueces, de fiscales, etc.), con carácter más general cabe distinguir fundamentalmente
entre aquellas asociaciones que se constituyen para conseguir un fin altruista, que
serían las asociaciones en sentido estricto, y las que se constituyen para conseguir
un fin lucrativo, a las que se les denomina sociedades.

Concretamente, en el art. 35 CC se habla de asociaciones de interés público y


asociaciones de interés particular. Con esta última expresión, asociaciones de
interés particular, se hace referencia a las llamadas sociedades por cuanto a
través de ellas se busca obtener un beneficio o ganancia para los socios. En estas
sociedades se atiende más al interés lucrativo de los socios que a un interés público,
de la comunidad general, que es a lo que atendería la llamada asociación en
sentido estricto (regulación de la actividad común y protección y defensa de los
intereses de consumidores, de jueces y fiscales, de confesiones religiosas, de
deportistas, etc.).

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Derecho Civil I: las personas

En este tema, como se ha indicado, se estudiará el régimen de las asociaciones


en general contenido en la LOA, siendo propiamente el de las asociaciones
en sentido estricto (cfr. art. 1 LOA), por cuanto las sociedades cuentan con una
normativa particular cuyo estudio en profundidad excede del objeto de este tema en
esta asignatura:

a) en el caso de las sociedades civiles, su estudio pertenece más al ámbito del


Derecho civil de contratos, hallándose la regulación del contrato de sociedad en los
arts. 1.665 y siguientes CC; y
b) en el caso de las sociedades mercantiles, su estudio pertenece al ámbito del
Derecho mercantil, siendo su norma más importante en este caso, además del
Código de Comercio como norma básica, el Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de
julio, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Sociedades de Capital
(entendiendo por estas la sociedad de responsabilidad limitada, la sociedad anónima
y la sociedad comanditaria por acciones: art. 1 TRLSC).

Sociedades

Ahora bien, pese a lo dicho, sí que resulta interesante dar aquí unas nociones básicas
de los distintos tipos de sociedades que principalmente se reconocen en nuestro
ordenamiento, como anticipo a lo que más adelante pueda estudiarse en otras
asignaturas.

En primer lugar y con carácter general debe señalarse que en toda sociedad existe un
primer aspecto negocial, un acuerdo de voluntades, un negocio jurídico para su
constitución, de modo que las personas intervinientes se obligan a poner en común
determinados bienes, servicios o ambas cosas para llevar a cabo una actividad y/o
conseguir un determinado fin y posteriormente repartirse los beneficios. Es el
contrato de sociedad (arts. 1.665 CC y 116 CCom). El otro aspecto que cabe
distinguir de toda sociedad es el organizativo (estructura y órganos rectores).

Las principales notas características de este contrato de sociedad son:

» Es un contrato plurilateral, esto es, en él participan por lo general varias personas


(aunque excepcionalmente se prevé que una sociedad anónima o una sociedad de
responsabilidad limitada pueda fundarse por una sola persona, por lo que tal

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Derecho Civil I: las personas

sociedad se denominará en ese caso sociedad anónima unipersonal –S.A.U.–, o


sociedad de responsabilidad limitada unipersonal –S.R.L.U. o S.L.U.– ).

La regulación de las sociedades de capital unipersonales viene acogida en los arts. 12


a 17 TRLSC. El art. 12 TRLSC señala: “Clases de sociedades de capital
unipersonales. Se entiende por sociedad unipersonal de responsabilidad limitada o
anónima: a) La constituida por un único socio, sea persona natural o jurídica. b)
La constituida por dos o más socios cuando todas las participaciones o las acciones
hayan pasado a ser propiedad de un único socio. Se consideran propiedad del
único socio las participaciones sociales o las acciones que pertenezcan a la sociedad
unipersonal”.

» Los socios se obligan a través de este contrato a realizar aportaciones (bienes o


servicios) que constituirán un fondo común o patrimonio social.

» A través de ese contrato los socios se obligan a colaborar para la consecución de un


fin común o ejercicio de una actividad común.

» Los socios al final obtendrán una ganancia por medio de esa sociedad, pues entre
todos ellos se repartirán los beneficios obtenidos por el ejercicio de esa actividad
común y la consecución de sus fines.

Entre las sociedades, como se ha indicado, cabe distinguir principalmente entre


las sociedades civiles y las sociedades mercantiles:

Sociedad civil

Clases
Sociedad mercantil

Sociedad colectiva
Sociedad de personas
Sociedad comanditaria simple

Sociedad comanditaria por acciones


Sociedad de capitales Sociedad anónima
Sociedad de responsabilidad limitada

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Derecho Civil I: las personas

a) Sociedad civil

Por sociedad civil cabe entender aquella sociedad o agrupación de personas para un
fin o actividad ajena al tráfico mercantil; esto es, una sociedad que tenga una
actividad no dedicada ni al comercio ni a la industria, en definitiva, una actividad
que no cabe calificarse como mercantil. Es un concepto por exclusión, como se
puede observar. Esta sociedad viene regulada por el Código Civil y tal regulación
referida al contrato de sociedad (arts. 1.665 y siguientes CC) será la normativa
aplicable a cualquier sociedad que no tenga normativa propia o en los casos no
previstos por su normativa especial.

Para un mayor y profundo estudio de la sociedad civil, debe atenderse a su


regulación en los arts. 1.665 a 1708 CC y asimismo leer los trabajos que sobre esta
cuestión se citan en otros apartados de estos materiales.

b) Sociedades mercantiles

Son sociedades mercantiles aquéllas que hayan adoptado una de las formas previstas
en el Código de Comercio (art. 122 CCom) o en alguna ley especial, así como aquéllas
que ejerciten una actividad empresarial o mercantil (industria o comercio).

Entre estas sociedades mercantiles cabe diferenciar a su vez entre las sociedades de
personas y las sociedades de capital:

o Sociedades de personas: en estas su esencia recae en las personas que la


integran, en las características personales de los socios, las cuales influyen
directamente en la organización de la sociedad, de modo que la separación entre
la persona jurídica creada y el grupo de personas que la constituyen es menor que
en las sociedades de capital; como consecuencia de estas notas, además, la
condición de socio suele ser intransmisible o de difícil transmisión sin el
consentimiento de los demás socios (ya que entre ellos se relacionan por vínculos
personales) y los socios responderán de las deudas sociales personalmente con su
propio patrimonio. Son sociedades de personas:

- La sociedad colectiva (arts. 125 a 144 CCom). Es la que ha sido considerada


como la sociedad mercantil tradicional. En ella todos los socios intervienen

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Derecho Civil I: las personas

directamente en la gestión social y responden personal e ilimitadamente de las


deudas sociales.

- La sociedad comanditaria simple (arts. 145 a 150 CCom). Se caracteriza


por estar integrada por dos tipos de socios: los socios colectivos (con el mismo
régimen que en el caso anterior de la sociedad colectiva) y los socios
comanditarios (que no intervienen en la gestión social y su responsabilidad es
limitada a lo aportado a la sociedad, esto es, no responden de las deudas
sociales más que con aquello que aportaron o se comprometieron a aportar a
la sociedad al incorporarse a ella).

Al margen de las sociedades mercantiles, cabe afirmar que la sociedad civil también
tiene las notas y estructura típicas de una sociedad de personas.

o Sociedades de capital: en estas sociedades las características personales de los


socios y de sus relaciones son irrelevantes, no influyen en la organización de la
sociedad, que es más autónoma e independiente de los socios en virtud de la
normativa interna que se otorgan a través de los estatutos, gestionándose la
sociedad a través de órganos específicos. La separación entre el patrimonio social
y el de los socios es mayor, lo que se traduce en que los socios por lo general no
responden personalmente de las deudas de la sociedad. Además, la condición de
socio es transmisible. Su regulación viene fundamentalmente recogida en el Real
Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio, por el que se aprueba el texto refundido
de la Ley de Sociedades de Capital (TRLSC). Son sociedades de capital:

- La sociedad comanditaria por acciones. Como sociedad comanditaria


tiene unos socios colectivos (que gestionan la sociedad y responden personal e
ilimitadamente de las deudas sociales) y unos socios comanditarios (con
responsabilidad limitada y que no intervienen en la gestión social), pero su
característica esencial y diferenciada de la sociedad comanditaria simple es
que su capital está dividido en acciones (igual que la sociedad anónima, por lo
que su régimen es muy similar a ésta).

- La sociedad anónima. Su capital no puede ser inferior a 60.ooo euros (arts.


4 y 5 TRLSC) y está dividido en acciones, lo que facilita la transmisibilidad de
la condición de socio; sus socios no responderán personalmente de las deudas
sociales sino que de ellas responderá únicamente el patrimonio social.

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Derecho Civil I: las personas

- La sociedad de responsabilidad limitada. Su capital no puede ser


inferior a 3.ooo euros (arts. 4 y 5 TRLSC) y está dividido en participaciones
cuya transmisión está limitada, de modo que la transmisibilidad de la
condición de socio no es tan fácil como en la sociedad anónima; sus socios no
responderán personalmente de las deudas sociales sino que de ellas
responderá únicamente el patrimonio social.

Para un mayor y profundo estudio de las sociedades mercantiles, debe atenderse a


su regulación en el Código de Comercio y en el Texto Refundido de la Ley de
Sociedades de Capital, y asimismo leer los trabajos que sobre esta cuestión se citan
en otros apartados de estos materiales.

7.4. Constitución

Acuerdo de constitución

Podrán constituir asociaciones, y formar parte de las mismas, las personas físicas y
las personas jurídicas, sean estas públicas o privadas, con arreglo a los
principios y reglas que sobre capacidad se señalan en el art. 3 LOA; entre
estas reglas cabe resaltar concretamente que:

a) las personas físicas necesitan tener la capacidad de obrar y no estar sujetas a


ninguna condición legal para el ejercicio del derecho (previéndose una excepción en
el apartado b) del art. 3 LOA en cuanto a los menores no emancipados mayores de
catorce años, que necesitarían del consentimiento de sus guardadores;
b) las personas jurídicas de naturaleza asociativa requerirán el acuerdo expreso de su
órgano competente, y las de naturaleza institucional, el acuerdo de su órgano rector;
c) y las asociaciones podrán constituir federaciones, confederaciones o uniones, previo
el cumplimiento de los requisitos exigidos para la constitución de asociaciones, con
acuerdo expreso de sus órganos competentes.

Su constitución deberá ser acordada por, al menos, tres personas físicas o


jurídicas legalmente constituidas, que se comprometen a poner en común
conocimientos, medios y actividades para conseguir unas finalidades lícitas, comunes,

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Derecho Civil I: las personas

de interés general o particular, y se dotan de los Estatutos que rigen el funcionamiento


de la asociación (art. 5.1 LOA).

Acta fundacional

El acuerdo de constitución (que incluirá la aprobación de los Estatutos) deberá


formalizarse mediante acta fundacional, en la que se dejará constancia de la
voluntad de los socios fundadores de la asociación de constituirla. Podrá formalizarse
en documento público o privado y con su otorgamiento adquirirá la
asociación su personalidad jurídica y la plena capacidad de obrar, sin
perjuicio de la necesidad de su inscripción a los efectos del art. 10 LOA (art. 5.2 LOA).

Al acta fundacional habrá de acompañarse:

a) en el caso de personas jurídicas, una certificación del acuerdo válidamente


adoptado por el órgano competente, en el que aparezca la voluntad de constituir la
asociación y formar parte de ella y la designación de la persona física que la
representará
b) en el caso de las personas físicas, la acreditación de su identidad.

Cuando los otorgantes del acta actúen a través de representante, se acompañará a la


misma la acreditación de su identidad (art. 6.2 LOA).

Contenido del acta fundacional (art. 6.1 LOA):

i) El nombre y apellidos de los promotores de la asociación si son personas físicas, la


denominación o razón social si son personas jurídicas, y, en ambos casos, la
nacionalidad y el domicilio.
ii) La voluntad de los promotores de constituir una asociación, los pactos que, en su
caso, hubiesen establecido y la denominación de esta.
iii)Los Estatutos aprobados que regirán el funcionamiento de la asociación, cuyo
contenido se ajustará a las prescripciones del art. 7 LOA.
iv) Lugar y fecha de otorgamiento del acta, y firma de los promotores, o de sus
representantes en el caso de personas jurídicas.
v) La designación de los integrantes de los órganos provisionales de gobierno.

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Derecho Civil I: las personas

Estatutos

Los estatutos de una asociación son el conjunto de reglas internas establecidas


por los asociados para el funcionamiento de la asociación, por lo que su
importancia práctica es indudable.

Tal y como señala el art. 11.2 LOA, en cuanto a su régimen interno, las asociaciones
habrán de ajustar su funcionamiento a lo establecido en sus propios Estatutos, siempre
que no estén en contradicción con las normas de la LOA y con las disposiciones
reglamentarias que se dicten para la aplicación de la misma (en cambio, el régimen de
las asociaciones, en lo que se refiere a su constitución e inscripción, se determinará por
lo establecido en la LOA y en las disposiciones reglamentarias que se dicten en su
desarrollo: art. 11.1 LOA).

Para la modificación de los Estatutos deberá atenderse a lo previsto en el art. 16


LOA.

Legalmente se prevé un contenido mínimo de los Estatutos, los cuales podrán


incorporar además otras reglas, pactos, disposiciones y condiciones lícitos
si así lo desean los socios fundadores, siempre que no se opongan a las leyes ni
contradigan los principios configuradores de la asociación, advirtiéndose que el
contenido de los Estatutos no podrá ser contrario al ordenamiento jurídico
(art. 7 LOA).

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Derecho Civil I: las personas

Como mínimo, los Estatutos deberán contener previsiones sobre los siguientes
extremos (art. 7.1 LOA):

a) La denominación (art. 8 LOA).

La denominación de las asociaciones no podrá incluir término o expresión que


induzca a error o confusión sobre su propia identidad, o sobre la clase o naturaleza
de la misma, en especial, mediante la adopción de palabras, conceptos o símbolos,
acrónimos y similares propios de personas jurídicas diferentes, sean o no de
naturaleza asociativa (así, por ej., no podrán usarse los términos sociedad, fundación
o compañía, ni tampoco incorporar denominaciones que vienen siendo reservadas
tradicionalmente a las corporaciones jurídico públicas, como Colegio, Cámara y
Universidad).

Asimismo, no serán admisibles las denominaciones que incluyan expresiones


contrarias a las leyes o que puedan suponer vulneración de los derechos
fundamentales de las personas.

Tampoco podrá coincidir, o asemejarse de manera que pueda crear confusión, con
ninguna otra previamente inscrita en el Registro en el que proceda su inscripción, ni
con cualquier otra persona jurídica pública o privada, ni con entidades
preexistentes, sean o no de nacionalidad española, ni con personas físicas, salvo con
el consentimiento expreso del interesado o sus sucesores, ni con una marca
registrada notoria, salvo que se solicite por el titular de la misma o con su
consentimiento.

b) El domicilio, así como el ámbito territorial en que haya de realizar


principalmente sus actividades (cfr. art. 9 LOA).

Las asociaciones que se constituyan con arreglo a la presente Ley tendrán su


domicilio en España, en el lugar que establezcan sus Estatutos, que podrá ser el de la
sede de su órgano de representación, o bien aquel donde desarrolle principalmente
sus actividades.

Deberán tener domicilio en España, las asociaciones que desarrollen actividades


principalmente dentro de su territorio.

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Derecho Civil I: las personas

Sin perjuicio de lo que disponga el ordenamiento comunitario, las asociaciones


extranjeras para poder ejercer actividades en España, de forma estable o duradera,
deberán establecer una delegación en territorio español.

c) La duración, cuando la asociación no se constituya por tiempo indefinido. Por


tanto, puede pactarse una duración indefinida, dejando constancia de la
conformidad de los socios promotores al respecto.

d) Los fines y actividades de la asociación, descritos de forma precisa.

Estos fines deberán ser lícitos y determinados. A este respecto conviene recordar que
el art. 22 CE y el art. 2 LOA, en sus apartados 7 y 8, advierten que: a) las
asociaciones que persigan fines o utilicen medios tipificados como delito son
ilegales; y b) se prohíben las asociaciones secretas y las de carácter paramilitar.

La descripción de esos fines y actividades resulta de gran interés práctico tanto para
los propios asociados como para terceros que quieran relacionarse con la asociación
y la comunidad en general.

e) Los requisitos y modalidades de admisión y baja, sanción y separación de


los asociados y, en su caso, las clases de estos. Podrán incluir también las
consecuencias del impago de las cuotas por parte de los asociados.

f) Los derechos y obligaciones de los asociados y, en su caso, de cada una de sus


distintas modalidades (cfr. arts. 21 y 22 LOA).

g) Los criterios que garanticen el funcionamiento democrático de la


asociación.

h) Los órganos de gobierno y representación, su composición, reglas y


procedimientos para la elección y sustitución de sus miembros, sus atribuciones,
duración de los cargos, causas de su cese, la forma de deliberar, adoptar y ejecutar
sus acuerdos y las personas o cargos con facultad para certificarlos y requisitos para
que los citados órganos queden válidamente constituidos, así como la cantidad de
asociados necesaria para poder convocar sesiones de los órganos de gobierno o de
proponer asuntos en el orden del día.

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i) El régimen de administración, contabilidad y documentación, así como la


fecha de cierre del ejercicio asociativo.

j) El patrimonio inicial y los recursos económicos de los que se podrá hacer


uso.

En los estatutos se señalará cuál es el conjunto de bienes y derechos que los socios
promotores aportan en el momento de la constitución de la asociación para el
cumplimiento de sus fines, pero tal patrimonio posteriormente podrá aumentar por
medio de los recursos que se prevean, como cuotas o aportaciones periódicas de los
asociados, donaciones, subvenciones, etc. En cualquier caso, debe recordarse que en
las asociaciones, a diferencia de en la fundación, su esencia recae en el sustrato
personal, en las personas agrupadas, y no en el patrimonio, de modo que este
normalmente no será de mucha entidad.

k) Causas de disolución y destino del patrimonio en tal supuesto, que no


podrá desvirtuar el carácter no lucrativo de la entidad.

Inscripción registral

De acuerdo con lo previsto en el art. 10 LOA, las asociaciones deberán inscribirse


en el correspondiente Registro (de naturaleza administrativa y regulado en los
arts. 24 a 30 LOA), si bien tal inscripción será a los solos efectos de publicidad, sin
que tenga, por tanto, carácter constitutivo (así se prevé también en el art. 22.3 CE). La
inscripción registral hará pública la constitución y los Estatutos de las asociaciones y es
garantía tanto para los terceros que con ellas se relacionan como para sus propios
miembros.

El contenido de la inscripción se recoge en el art. 28 LOA y su régimen jurídico


(plazos, actuación del encargado del registro, motivos de denegación y suspensión de la
inscripción, recursos posibles, etc.) se establece en el art. 30 LOA.

Los socios fundadores o promotores, sin perjuicio de la responsabilidad de


la propia asociación, serán responsables de la inscripción así como de las
consecuencias que se deriven de la falta de la misma en los términos previstos en los
apartados 3 y 4 del art. 10 LOA.

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Derecho Civil I: las personas

Según el art. 24 LOA: “El derecho de asociación incluye el derecho a la inscripción en el


Registro de Asociaciones competente, que solo podrá denegarse cuando no se reúnan
los requisitos establecidos en la presente Ley Orgánica”.

Los Registros de Asociaciones, ya sea el nacional (art. 25 LOA) ya los autonómicos


(art. 26 LOA) son públicos; la publicidad se hará efectiva mediante
certificación del contenido de los
asientos, por nota simple informativa o por
copia de los asientos y de los documentos
depositados en los Registros o por medios
informáticos o telemáticos que se ajustará a
los requisitos establecidos en la normativa
vigente en materia de protección de datos de
carácter personal (art. 29 LOA).

7.5. La condición de asociado: derechos y obligaciones

Libertad y voluntariedad

Toda persona puede libremente asociarse o incorporarse a una asociación


constituida previamente de conformidad con lo previsto en sus estatutos; se trata de un
acto voluntario y libre, de modo que nadie puede ser obligado a asociarse cuando no
quiere hacerlo, aun cuando cumpla con los requisitos personales o presupuestos para
ello (art. 19 LOA).

Consecuencia de lo anterior es que los asociados tienen derecho a separarse


voluntariamente de la asociación en cualquier tiempo (art. 23 LOA).

Como contrapartida cabe advertir, asimismo, que tampoco cabe obligar a las
asociaciones a admitir a determinados asociados en contra de lo previsto
en sus estatutos ni imponerles el reingreso de un asociado al que hubieran
expulsado o dado de baja de conformidad con lo previsto en sus estatutos,
pues todo ello deriva del derecho de autoorganización de la propia asociación que
comprende el derecho de asociación (cfr. SSTC 218/1988, de 22 de noviembre, y
96/1994, de 21 de marzo).

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Derecho Civil I: las personas

Adquisición de la cualidad de asociado

La condición de asociado puede adquirirse desde el momento de la constitución de la


asociación, si se es uno de los socios fundadores o promotores de la misma, o bien
posteriormente cuando esa persona se integra en una asociación ya constituida, para lo
cual deberá cumplir con las condiciones previstas en los estatutos (en estos podrán
fijarse, en principio, los requisitos de admisión que libremente consideren oportunos
los socios promotores) y con los presupuestos de capacidad exigidos en el art. 3 LOA.

Pérdida de la condición de asociado

Los asociados tienen derecho a separarse voluntariamente de la asociación en


cualquier tiempo, sin que en los estatutos se pueda señalar ninguna limitación a este
derecho, salvo la exigencia de comunicar la renuncia con un determinado plazo de
preaviso. Lo que sí podrán establecer los estatutos es que, en caso de separación
voluntaria de un asociado, este pueda percibir la participación patrimonial
inicial u otras aportaciones económicas realizadas, sin incluir las cuotas de
pertenencia a la asociación que hubiese abonado, con las condiciones, alcances y límites
que se fijen en los Estatutos, siempre que la reducción patrimonial no implique
perjuicios a terceros (art. 23 LOA).

Además de la posibilidad de separarse voluntariamente de la asociación, también se


pierde la condición de asociado por muerte, declaración de fallecimiento o
pérdida de la condición personal requerida para poder pertenecer a la
asociación (vecino, deportista, etc.), así como por incurrir en alguna de las
causas que se prevean en los estatutos como determinantes de la expulsión
o la baja del asociado, atendiendo a la naturaleza, actividad y fines de la asociación
(por ej., actuar contra los fines de la asociación, no pagar las cuotas de asociado, etc.).

Intransmisibilidad de la condición de asociado

La condición de asociado es intransmisible, salvo que los estatutos


dispongan otra cosa, por causa de muerte o a título gratuito (art. 20 LOA). En
los estatutos, por tanto, podrán, y así se suele hacer en la práctica, preverse
mecanismos para la sustitución de socios o vías de ingreso preferente, pero con base,
por tanto, en un acuerdo social recogido en los estatutos.

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Derecho Civil I: las personas

Derechos del asociado

Sin perjuicio de otros derechos que se prevean en los estatutos, todo asociado ostenta
legalmente los siguientes derechos (art. 21 LOA):

a) A participar en las actividades de la asociación y en los órganos de gobierno y


representación, a ejercer el derecho de voto, así como a asistir a la Asamblea
General, de acuerdo con los Estatutos.
b) A ser informado acerca de la composición de los órganos de gobierno y
representación de la asociación, de su estado de cuentas y del desarrollo de su
actividad.
c) A ser oído con carácter previo a la adopción de medidas disciplinarias contra él y a
ser informado de los hechos que den lugar a tales medidas, debiendo ser motivado el
acuerdo que, en su caso, imponga la sanción.
d) A impugnar los acuerdos de los órganos de la asociación que estime contrarios a la
ley o a los Estatutos.

Deberes del asociado

Son deberes de los asociados de acuerdo con el art. 22 LOA, sin perjuicio de otros que
se prevean en los estatutos:

a) Compartir las finalidades de la asociación y colaborar para la consecución de las


mismas.
b) Pagar las cuotas, derramas y otras aportaciones que, con arreglo a los Estatutos,
puedan corresponder a cada socio.
c) Cumplir el resto de obligaciones que resulten de las disposiciones estatutarias.
d) Acatar y cumplir los acuerdos válidamente adoptados por los órganos de gobierno y
representación de la asociación.

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Derecho Civil I: las personas

7.6. Estructura y órganos

Los principales órganos con que suele contar una asociación son:

a) Asamblea General. Es el órgano supremo de gobierno de la asociación, integrado


por los asociados, que adopta sus acuerdos por el principio mayoritario o de
democracia interna y que deberá reunirse, al menos, una vez al año para la
aprobación de cuentas y presupuesto (art. 11.3 LOA).

b) Un órgano de representación que dirija, gestione y represente los intereses de la


asociación, de acuerdo con las disposiciones y directivas de la Asamblea General;
normalmente será una Junta Directiva. Solamente podrán ser miembros del órgano
de representación los asociados, para lo cual serán requisitos indispensables,
además de los que se puedan señalar en los estatutos, ser mayor de edad, estar en
pleno uso de los derechos civiles y no estar incurso en los motivos de
incompatibilidad establecidos en la legislación vigente; además, ese cargo podrá ser
retribuido, debiendo constar esas remuneraciones en los estatutos y en las cuentas
anuales aprobadas en asamblea (art. 11, apartados 4 y 5, LOA).

c) Además de los anteriores órganos que se prevén legalmente como obligatorios, los
estatutos podrán establecer otros órganos, colegiados o unipersonales
(como un presidente, para representar a la asociación frente a terceros y presidir
la Asamblea General y el órgano de representación).

7.7. Funcionamiento: régimen de actuación, suspensión de


actividad, disolución, liquidación y extinción

Régimen interno

El régimen de las asociaciones, en lo que se refiere a su constitución e inscripción, se


determinará por lo establecido en la LOA y en las disposiciones reglamentarias que se
dicten en su desarrollo. Pero, en cuanto a su régimen interno, las asociaciones
habrán de ajustar su funcionamiento a lo establecido en sus propios
estatutos, siempre que no estén en contradicción con las normas de la LOA y con las
disposiciones reglamentarias que se dicten para la aplicación de la misma (art. 11 LOA).

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Derecho Civil I: las personas

Salvo que los estatutos dispongan otra cosa, el régimen interno de las
asociaciones será el siguiente (art. 12 LOA):

a) Las facultades del órgano de representación se extenderán, con carácter general, a


todos los actos propios de las finalidades de la asociación, siempre que no requieran,
conforme a los Estatutos, autorización expresa de la Asamblea General.
b) Sin perjuicio de lo dispuesto en el art. 11.3 LOA, la Asamblea General se convocará
por el órgano de representación, con carácter extraordinario, cuando lo solicite un
número de asociados no inferior al 10 %.
c) La Asamblea General se constituirá válidamente, previa convocatoria efectuada
quince días antes de la reunión, cuando concurran a ella, presentes o representados,
un tercio de los asociados, y su presidente y su secretario serán designados al inicio
de la reunión.
d) Los acuerdos de la Asamblea General se adoptarán por mayoría simple de las
personas presentes o representadas, cuando los votos afirmativos superen a los
negativos. No obstante, requerirán mayoría cualificada de las personas presentes o
representadas, que resultará cuando los votos afirmativos superen la mitad, los
acuerdos relativos a disolución de la asociación, modificación de los Estatutos,
disposición o enajenación de bienes y remuneración de los miembros del órgano de
representación.

Régimen de actividades

Las asociaciones deberán realizar las actividades necesarias para el


cumplimiento de sus fines, si bien habrán de atenerse a la legislación específica que
regule tales actividades (art. 13.1 LOA).

Los beneficios obtenidos por las asociaciones, derivados del ejercicio de actividades
económicas, incluidas las prestaciones de servicios, deberán destinarse,
exclusivamente, al cumplimiento de sus fines, sin que quepa en ningún caso su
reparto entre los asociados ni entre sus cónyuges o personas que convivan con aquellos
con análoga relación de afectividad, ni entre sus parientes, ni su cesión gratuita a
personas físicas o jurídicas con interés lucrativo (art. 13.2 LOA).

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Derecho Civil I: las personas

Obligaciones documentales y contables

En el art. 14 LOA se prevén una serie de obligaciones de naturaleza documental y


contable a cumplir por las asociaciones:

i) Han de disponer de una relación actualizada de sus asociados.


ii) Deben llevar una contabilidad que permita obtener la imagen fiel del patrimonio, del
resultado y de la situación financiera de la entidad, así como las actividades
realizadas.
iii)Han de efectuar un inventario de sus bienes.
iv) Deben recoger en un libro las actas de las reuniones de sus órganos de gobierno y
representación.
v) Asimismo, deberán llevar su contabilidad conforme a las normas específicas que les
resulten de aplicación.
vi) Las cuentas de la asociación se aprobarán anualmente por la Asamblea General.

Los asociados podrán acceder a toda esa documentación a través de los


órganos de representación en los términos previstos en la Ley Orgánica 3/2018, de
5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales.

Responsabilidad de las asociaciones inscritas

De acuerdo con el art. 15 LOA:

a) Las asociaciones inscritas responden de sus obligaciones con todos sus


bienes presentes y futuros.
b) Los asociados no responden personalmente de las deudas de la
asociación.
c) Los miembros o titulares de los órganos de gobierno y representación y las demás
personas que obren en nombre y representación de la asociación,
responderán ante esta, ante los asociados y ante terceros por los daños
causados y las deudas contraídas por actos dolosos, culposos o
negligentes; asimismo, responderán civil y administrativamente por los
actos y omisiones realizados en el ejercicio de sus funciones y por los
acuerdos que hubiesen votado, frente a terceros, a la asociación y a los
asociados. En caso de que la responsabilidad no pueda ser imputada a
ningún miembro o titular de los órganos de gobierno y representación en

TEMA 7 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

particular, responderán todos solidariamente por esos actos y omisiones, a


menos que puedan acreditar que no han participado en su aprobación y ejecución o
que expresamente se opusieron a ellas.

d) La responsabilidad penal se regirá por lo establecido en las leyes


penales.

Modificación de los Estatutos

Para llevar a cabo una modificación de los estatutos que afecte al contenido mínimo
previsto legalmente en el art. 7 LOA, se requerirá acuerdo adoptado por la
Asamblea General convocada específicamente con tal objeto; dicha modificación
deberá ser objeto de inscripción en el plazo de un mes y solamente producirá efectos,
tanto para los asociados como para los terceros, desde que se haya procedido a su
inscripción en el Registro de Asociaciones correspondiente, rigiendo para la misma el
sentido del silencio (positivo) previsto en el art. 30.1 LOA (art. 16 LOA)

Las restantes modificaciones producirán efectos para los asociados desde el momento
de su adopción con arreglo a los procedimientos estatutarios, mientras que
para los terceros será necesaria, además, la inscripción en el Registro
correspondiente (art. 16 LOA).

La inscripción de las modificaciones estatutarias se sujetará a los mismos requisitos


que la inscripción de los Estatutos (art. 16 LOA).

Suspensión de la actividad

Conforme el art. 22.4 CE, solo podrá suspenderse la actividad de una asociación en
virtud de resolución judicial motivada. Cabe entender referido este precepto a
aquel supuesto en que la suspensión de la actividad de la asociación no sea
voluntariamente acordada por esa asociación, sino impuesta. Para la suspensión de
actividad de una asociación, entendiéndose que no es una suspensión voluntaria de los
asociados, se requerirá resolución judicial motivada.

TEMA 7 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

Disolución y liquidación

De acuerdo con lo previsto en el art. 22.4 CE, sólo podrá disolverse una asociación en
virtud de resolución judicial motivada. Este precepto no precisa nada más. Pero
debe interpretarse tal norma con el resto de ordenamiento jurídico y concretamente
con las previsiones de los arts. 17 LOA y 39 CC, y entender que la resolución judicial se
requerirá para aquellos casos en que no exista acuerdo de asociados o previsión
estatutaria concreta: así, en el caso de asociaciones ilícitas, y asimismo, sería necesaria
esa sentencia judicial firme a la que alude el art. 17 LOA cuando concurra algún tipo de
discrepancia o controversia en cuanto a la realidad de la disolución de una asociación
(por ej., porque se niega la concurrencia de alguna causa de extinción prevista en los
estatutos, o se discrepe sobre el efectivo cumplimiento del fin de la asociación o sobre la
real imposibilidad de llevarlo a cabo, situaciones que supondrían conforme el art. 39 CC
la extinción de la persona jurídica). En el resto de casos, bastaría con que se acredite la
concurrencia de alguna de las causas del art. 39 CC o del art. 17 LOA, o el oportuno
acuerdo de la asamblea general de la asociación sobre la disolución de la asociación.

Esta disolución puede ser consecuencia de la declaración judicial de que esa


asociación es ilícita por ser una asociación que persiga fines o utilicen medios
tipificados como delito o una asociación secreta o de carácter paramilitar (apartados 2 y
5 del art. 22 CE y arts. 17 LOA y 515 CP) o bien puede disolverse por alguna de
las causas señaladas en los arts. 17 LOA y 39 CC.

El art. 515 CP señala que son punibles las asociaciones ilícitas, teniendo tal
consideración:

» Las que tengan por objeto cometer algún delito o, después de constituidas,
promuevan su comisión.
» Las que, aun teniendo por objeto un fin lícito, empleen medios violentos o de
alteración o control de la personalidad para su consecución.
» Las organizaciones de carácter paramilitar.
» Las que fomenten, promuevan o inciten directa o indirectamente al odio, hostilidad,
discriminación o violencia contra personas, grupos o asociaciones por razón de su
ideología, religión o creencias, la pertenencia de sus miembros o de alguno de ellos a
una etnia, raza o nación, su sexo, orientación sexual, situación familiar, enfermedad
o discapacidad.

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Derecho Civil I: las personas

Conforme al art. 17 LOA una asociación puede disolverse por las causas previstas
en los estatutos (tal previsión se señala como contenido mínimo de los estatutos en
el art. 7.1.k. LOA) y, en su defecto, por la voluntad de los asociados expresada
en Asamblea General convocada al efecto, así como por las causas determinadas en
el art. 39 CC y por sentencia judicial firme (entendiéndose en el ámbito penal y
por la ilicitud de la asociación). Por su parte este art. 39 CC alude a las siguientes
causas de disolución de una asociación (o persona jurídica en general): haber expirado
el plazo durante el cual funcionaba legalmente; haber realizado el fin para el cual se
constituyó; ser ya imposible aplicar a este fin la actividad y los medios de que disponía.

Liquidación

La disolución de la asociación abre el período de liquidación, hasta el fin del


cual la entidad conservará su personalidad jurídica (art. 18 LOA).

Los miembros del órgano de representación en el momento de la disolución


se convierten en liquidadores, salvo que los estatutos establezcan otra cosa o bien
los designe la Asamblea General o el juez que, en su caso, acuerde la disolución (art.
18.2 LOA).

Corresponde a los liquidadores (art. 18.3 LOA):

i) Velar por la integridad del patrimonio de la asociación.


ii) Concluir las operaciones pendientes y efectuar las nuevas, que sean precisas para la
liquidación.
iii)Cobrar los créditos de la asociación.
iv) Liquidar el patrimonio y pagar a los acreedores.
v) Aplicar los bienes sobrantes de la asociación a los fines previstos por los estatutos.
vi) Solicitar la cancelación de los asientos en el Registro.

En caso de insolvencia de la asociación, el órgano de representación o, si es el caso,


los liquidadores han de promover inmediatamente el oportuno procedimiento
concursal ante el juez competente.

Tras la disolución de la asociación, deberá darse al patrimonio de la misma (el


remanente resultado de la liquidación) el destino previsto en los estatutos o las
leyes (arts. 17 LOA y 39 CC), lo cual debe ponerse en relación con lo previsto en el art.

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Derecho Civil I: las personas

7.1.k. LOA que, ante la concreción en los estatutos de las causas de disolución y el
destino del patrimonio en tal supuesto, se advierte que ese destino no podrá desvirtuar
el carácter no lucrativo de la entidad, por lo que es discutido el que ese patrimonio final
restante pueda ser repartido entre los asociados. Si no se hubiera previsto nada con
carácter previo el art. 39 CC determina que se aplicarán esos bienes a la realización
de fines análogos, en interés de la región, provincia o municipio que
principalmente debieran recoger los beneficios de la asociación extinguida.

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Derecho Civil I: las personas

Lo + recomendado

No dejes de leer…

Personalidad jurídica, capacidad y responsabilidad de las asociaciones

AAVV. Asociaciones y Fundaciones. XI Jornadas de la Asociación de Profesores de


Derecho Civil. Servicio de Publicaciones de la Universidad de Murcia, 2005, p. 13-160.

En este trabajo de Juan José Marín López, el autor analiza la


atribución y reconocimiento de personalidad jurídica a las
asociaciones, atendiendo a la regulación constitucional, estatal y
autonómica. Asimismo estudia en profundidad la capacidad de
las asociaciones, en el ámbito civil general, en el registral, en el
de las sucesiones y en el ámbito procesal, finalizando su trabajo
con un examen de la responsabilidad de las asociaciones y de los
asociados.

El libro está disponible en el aula virtual o en la siguiente dirección web:


http://books.google.com/books?id=ulLJbnlCt2wC&lpg=PP1&hl=es&pg=PA13#v=onep
age&q&f=false

El contrato de sociedad y la sociedad civil

MARTÍNEZ DE AGUIRRE ALDAZ, Carlos (coord.). Curso de Derecho Civil (II).


Derecho de obligaciones, 2ª ed. Ed. Colex, 2008.

En este trabajo de Pedro Pablo Contreras se parte de la distinción


de la sociedad como organización y la sociedad como contrato
para, una vez indicados los tipos de sociedades que se reconocen
en nuestro ordenamiento y las diferencias entre sociedades civiles
y mercantiles, concretar y examinar los principales aspectos y el
régimen jurídico del contrato de sociedad y de la sociedad civil.

El documento está disponible en el aula virtual

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Derecho Civil I: las personas

No dejes de ver…

Pasos a seguir para la constitución telemática de sociedades

Video informativo del Centro de Información y Red de Creación de Empresas (CIRCE),


perteneciente al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio de España, donde se
detallan los pasos a seguir para la constitución de una sociedad por vía telemática.

El vídeo está disponible en el aula virtual o en la siguiente dirección web:


http://www.youtube.com/watch?v=vWF75xjA2NA

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Derecho Civil I: las personas

+ Información

A fondo

Derecho de asociación

Aranzadi Civil-Mercantil, núm. 3/2002 (Tribuna). Pamplona: Aranzadi, SA, 2002.

En este trabajo de Enrique Rubio Torrano se hace un breve comentario del derecho de
asociación realizado poco después de la aprobación y publicación de la LOA.

El artículo está disponible en el aula virtual

La personalidad jurídica de la Sociedad Civil

Aranzadi Civil-Mercantil, núm. 11/2001 (Estudio). Pamplona: Aranzadi, SA, 2001.

En este trabajo de Ignacio Sánchez Cid se hace un análisis del régimen jurídico de las
sociedades civiles, especialmente en cuanto a su personalidad jurídica.

El artículo está disponible en el aula virtual

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Derecho Civil I: las personas

Guía práctica de Sociedades Anónimas

Guía Práctica de Sociedades Anónimas. Editorial El Derecho y Quan, 2010.

En esta guía se señalan los aspectos principales del


funcionamiento y gestión de una sociedad anónima.

El documento está disponible en el aula virtual o en la siguiente dirección web:


http://books.google.com/books?id=jiVOS3xV-McC&printsec=frontcover&hl=es

Guía práctica de Sociedades de Responsabilidad Limitada

Guía Práctica de Sociedades de Responsabilidad Limitada. Editorial El Derecho y


Quan, 2010.

En esta guía se señalan los aspectos principales del


funcionamiento y gestión de una sociedad de responsabilidad
limitada.

El documento está disponible en el aula virtual o en la siguiente dirección web:


http://books.google.com/books?id=a5OF5j1A-zgC&printsec=frontcover&hl=es

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Derecho Civil I: las personas

Webgrafía

Asociaciones

Algunas asociaciones conocidas a nivel estatal:

» Organización de Consumidores y Usuarios (OCU):

La Organización de Consumidores y Usuarios


(OCU) es una asociación privada independiente y
sin ánimo de lucro que nació en 1975 con el
objetivo de promover y defender los intereses de
los consumidores, orientarles en sus elecciones como consumidor, trabajar para
ayudarles a resolver sus problemas de consumo y a hacer valer sus derechos
fundamentales como consumidores.

http://www.ocu.org

» Asociación Española Contra el Cáncer (AECC):

La Asociación Española Contra el Cáncer tiene


su sede central en Madrid y desarrolla su
actividad en toda España gracias a sus 52 Juntas
Provinciales, con representación en más de
2.000 localidades de todo el país.

https://www.aecc.es

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Derecho Civil I: las personas

» Asociación de internautas:

Asociación que pretende defender los intereses de los usuarios de internet frente a
las grandes compañías de telecomunicaciones, proveedores, empresas informáticas
y cualquier organismo competente en esta materia.

http://www.internautas.org

» Asociación Hipotecaria Española (AHE):

Es una organización integrada por los bancos, cajas de ahorros, cooperativas de


crédito y establecimientos financieros de crédito que tienen una mayor presencia en
el mercado hipotecario. Los miembros de la asociación tienen aproximadamente el
80 por 100 del mercado de préstamos hipotecarios.

http://www.ahe.es

Trámites

Información sobre asociaciones y trámites propios en la página del Ministerio del


Interior de España.

http://www.interior.gob.es/asociaciones-24

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Derecho Civil I: las personas

Legislación actualizada

Como en cada lección, hacemos referencia a la web de “Noticias Jurídicas”. En esta


ocasión, en este tema, es importante:

» Código Civil:
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Privado/cc.html

» Ley Orgánica 1/2002, de 22 de marzo, reguladora del Derecho de Asociación:


http://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/lo1-2002.html#a2

» Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio, por el que se aprueba el texto


refundido de la Ley de Sociedades de Capital:
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Privado/rdleg1-2010.html#ddu

Bibliografía

DE PABLO CONTRERAS, Pedro (coord.). Curso de Derecho Civil (I). Derecho Privado.
Derecho de la Persona, 3ª. ed. Ed. Colex, 2008. p. 596-604 y bibliografía indicada en
este manual.

LACRUZ BERDEJO, José Luis [et. al.]. Elementos de Derecho Civil I. Parte General,
vol. 2º, Personas, 5ª ed. (revisada y puesta al día por Jesús Delgado Echeverría).
Madrid: Dykinson, 2008. p. 284-307 y bibliografía indicada en este manual.

PÉREZ ESCALONA, Susana. La asociación y el derecho de sociedades: una revisión en


clave contractual. Cizur Menor: Civitas, 2007.

AAVV. Asociaciones y Fundaciones. XI Jornadas de la Asociación de Profesores de


Derecho Civil. Servicio de Publicaciones de la Universidad de Murcia, 2005.

SÁNCHEZ CALERO, Fernando. Instituciones de Derecho Mercantil, 33ª ed. Aranzadi,


2010.

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Derecho Civil I: las personas

Memento Práctico “Sociedades Mercantiles 2012” (o posterior edición). Ediciones


Francis Lefebvre.

Asimismo, la bibliografía indicada en el manual de referencia de la asignatura.

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Derecho Civil I: las personas

Test

1. Las asociaciones son:


A. Agrupaciones de personas que persiguen siempre un fin lucrativo.
B. Agrupaciones de personas que persiguen un fin lucrativo o altruista.
C. Personas jurídicas de Derecho público que persiguen un fin lucrativo o
altruista.
D. Personas jurídicas en las que las personas se han agrupado obligatoriamente.

2. Entre las asociaciones pueden distinguirse:


A. Las asociaciones de interés público (o sociedades) y las asociaciones de interés
particular (o asociaciones en sentido estricto).
B. Las asociaciones de interés público (o asociaciones en sentido estricto) y las
asociaciones de interés particular (o sociedades).
C. Las sociedades, las fundaciones y las corporaciones.
D. Las sociedades y las corporaciones de Derecho privado.

3. Entre las sociedades puede distinguirse:


A. Las sociedades civiles y las sociedades mercantiles.
B. Las sociedades civiles y las sociedades mercantiles, pudiendo ser estas a su vez
sociedades de persona o de capital.
C. Las sociedades que persiguen fines altruistas y las sociedades que persiguen
fines lucrativos.
D. Las respuestas A y B son correctas.

4. Para la legal constitución de una asociación y reconocimiento de personalidad


jurídica será necesario:
A. El previo acuerdo de al menos dos personas físicas y su formalización en un
acta fundacional en escritura pública.
B. El previo acuerdo de al menos tres personas, su formalización en un acta
fundacional en escritura pública y su inscripción registral.
C. El previo acuerdo de al menos tres personas, su formalización en un acta
fundacional en escritura pública o documento privado y su inscripción registral.
D. El previo acuerdo de al menos tres personas físicas o jurídicas y su
formalización en un acta fundacional en escritura pública o documento privado.

TEMA 7 – Test © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

5. Indica cuál de las siguientes afirmaciones es falsa:


A. En los estatutos se señalan las reglas de funcionamiento de la asociación y los
derechos de los asociados.
B. En los estatutos se señalan los órganos de gobierno y de representación de la
asociación, así como los fines de esta.
C. En los estatutos solamente se pueden contener las previsiones señaladas en la
LOA.
D. En los estatutos deben acogerse al menos las previsiones señaladas en el art. 7
LOA.

6. Indica cuál de las siguientes afirmaciones es verdadera:


A. Toda persona puede asociarse libre y voluntariamente pero no puede separarse
voluntariamente de la asociación.
B. Un asociado podrá separarse voluntariamente de la asociación en cualquier
momento.
C. Se pierde la condición de asociado únicamente por muerte o expulsión del
asociado.
D. Un asociado podrá separarse voluntariamente de la asociación en cualquier
momento, pero nunca podrá exigir que se le devuelvan las cantidades económicas
aportadas.

7. Los principales órganos de una asociación son:


A. La Asamblea General, la Junta Directiva como órgano de representación y
otros previstos en los estatutos.
B. La Junta Directiva y el Presidente.
C. La Asamblea General y el Presidente.
D. El Presidente, el Secretario y el administrador.

8. El régimen interno de las asociaciones será:


A. El establecido en la LOA y, en su defecto, el señalado en los estatutos.
B. El establecido en los estatutos y, en su defecto, el señalado en la LOA.
C. El establecido en los estatutos aunque contradiga lo previsto en la LOA.
D. Siempre el señalado en la LOA.

TEMA 7 – Test © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

9. Indica cuál de las siguientes afirmaciones es falsa:


A. Para el cumplimiento de sus fines las asociaciones deberán realizar las
actividades necesarias.
B. Los beneficios obtenidos deberán destinarse exclusivamente al cumplimiento
de los fines de la asociación.
C. Ninguna de las anteriores respuestas es falsa.
D. Los beneficios obtenidos deberán repartirse entre los asociados.

10. Indica cuál de las siguientes afirmaciones es falsa:


A. Los asociados responden personalmente de las deudas de la asociación.
B. Los representantes de la asociación responden por los daños causados y
deudas contraídas por actos dolosos, culposos o negligentes.
C. Podrá suspenderse la actividad de una asociación por resolución judicial
motivada.
D. Podrá disolverse una asociación por resolución judicial motivada.

TEMA 7 – Test © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Módulo II
La persona jurídica

Fundaciones
[8.1] ¿Cómo estudiar este tema?

[8.2] Concepto, elementos y normativa aplicable

[8.3] Clases

[8.4] Constitución

[8.5] El Patronato y el Protectorado

[8.6] Régimen de la actividad

[8.7] Extinción

8 TEMA
Derecho Civil I: las personas

Esquema

Fundaciones
Persona jurídica constituida para la consecución de un fin
general siendo esencial, más que sus miembros, el patrimonio.
Concepto
Personificación de un patrimonio adscrito de modo estable a
un fin de interés general.

Fin de interés general. Art. 34 CE.


Elementos Regulación
esenciales Patrimonio afecto de básica Ley 50/2002, de
modo duradero a ese 26 de diciembre, de
fin. Fundaciones (LF).
- Capacidad fundacional  art. 8 LF.
- Voluntad del fundador.
- Dotación patrimonial.
Constitución - Forma de constitución: por escritura pública o testamento.
- Estatutos  art. 11 LF y art. 29 LF.
- Inscripción registral  adquisición de personalidad jurídica.
- Domicilio  art. 6 LF.
- Arts. 14 a 18 LF.
Órgano de gobierno, gestión y representación de la fundación
Patronato
que debe cumplir con los fines fundacionales y administrar
diligentemente el patrimonio de la fundación.

Patronos

- Arts. 34 y 35 LF.
Protectorado - Órgano de vigilancia y control de la actuación del Patronato.
- Funciones  art. 35 LF.

- Principios de actuación  art. 23 LF.


- Vinculación de la actividad y patrimonio al fin fundacional.
- Actuaciones sobre el patrimonio  arts. 19 a 22 LF.
- Participación en sociedades y act. económicas  art. 24 LF.
Régimen de la - Contabilidad, auditoría y plan de actuación  art. 25 LF.
actividad de la - Obtención de ingresos  art. 26 LF.
fundación - Intervención temporal de la fundación  art. 42 LF.
- Modificación de los estatutos  art. 29 LF.
- Fusión  art. 30 LF.
- Extinción  causas (art. 31 LF); forma (art. 32 LF);
liquidación (art. 33 LF).

TEMA 8 – Esquema © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

Ideas clave

8.1. ¿Cómo estudiar este tema?

En este tema debes estudiar, además de estos materiales, el capítulo 19 (páginas


333 a 348) del manual de la asignatura (Principios de Derecho civil I. Parte
General y Derecho de la persona de Carlos Lasarte, 17ª edición).

En este tema se estudia de modo específico el régimen jurídico de una de las clases de
personas jurídicas más comunes: las fundaciones.

Se dará en primer lugar un concepto de estas personas jurídicas, haciendo referencia


asimismo a la normativa aplicable.

Posteriormente se señalarán cuáles son las principales clases de fundaciones, cómo


se constituye, cómo funciona y cómo se estructura y se gestiona, haciendo
especial referencia al Patronato y al Protectorado, y, finalmente, su régimen de
actividad y extinción.

8.2. Concepto, elementos y normativa aplicable

Concepto

Podemos definir la fundación como aquella persona jurídica constituida para la


consecución de un fin general en la que el componente principal es su
patrimonio.

Más que las personas que la integran o su fundador, resulta relevante el patrimonio o
conjunto de bienes que el fundador ha destinado a la consecución de un fin de carácter
general. Puede decirse que con la fundación lo que se hace es la personificación de
un patrimonio adscrito de forma estable a un fin de interés general.

TEMA 8 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

El art. 2.1 LF señala: “Son fundaciones las organizaciones constituidas sin fin de lucro
que, por voluntad de sus creadores, tienen afectado de modo duradero su patrimonio a
la realización de fines de interés general”.

Elementos esenciales

Son elementos esenciales de toda fundación:

a) Tener un determinado fin de interés general (cfr. art. 3.1 LF), que además deberá
ser lícito y legal (art. 34 CE, en relación con los apartados 2 y 4 del art. 22 CE). Esto
implica:

i) Por un lado, que será una colectividad, y no concretas personas, la que se


beneficie de la actividad de esa fundación. No tiene que necesariamente afectar a
todo el mundo, sino que basta con que ese concreto fin de interés general afecte a
un número indeterminado de sujetos (cfr. art. 3.2 LF). En ningún caso podrán
constituirse fundaciones con la finalidad principal de destinar sus prestaciones al
fundador o a los patronos, a sus cónyuges o personas ligadas con análoga relación
de afectividad, o a sus parientes hasta el cuarto grado inclusive, así como a
personas jurídicas singularizadas que no persigan fines de interés general; esto es
así salvo que esa fundación tenga como finalidad exclusiva o principal la
conservación y restauración de bienes del patrimonio histórico español, siempre
que cumplan las exigencias de la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio
Histórico Español, en particular respecto de los deberes de visita y exposición
pública de dichos bienes (art. 3, apartados 3 y 4, LF).

ii) Por otro lado, ese fin de interés general también implica que la iniciativa de su
fundador al constituir la fundación es desinteresada por su parte (altruista) y a la
vez valiosa para la comunidad; este carácter altruista de la finalidad de la
fundación lo que supone es que no hay ganancias o beneficios repartibles, pero no
es óbice para que se perciba alguna remuneración por los servicios prestados (art.
26 LF: “Las fundaciones podrán obtener ingresos por sus actividades siempre que
ello no implique una limitación injustificada del ámbito de sus posibles
beneficiarios”).
b) Tener un patrimonio afecto de modo duradero a ese fin. El patrimonio de la
fundación estará formado por todos los bienes, derechos y obligaciones susceptibles
de valoración económica que integren la dotación (patrimonio esencial o inicial

TEMA 8 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

aportado en el momento de la constitución de la fundación), así como por aquellos


que adquiera la fundación con posterioridad a su constitución, se afecten o no a la
dotación (art. 19 LF).

Regulación

El derecho de crear una fundación para fines de interés general viene reconocido
constitucionalmente en el art. 34 CE.

En el Código Civil se hacen algunas referencias a las fundaciones al tratar determinadas


cuestiones (así, por ej. en los arts. 37, 38 y 39 CC); pero la regulación principal de las
fundaciones se encuentra en la Ley 50/2002, de 26 de diciembre, de
Fundaciones (en adelante, LF), que derogó parcialmente la anterior Ley 30/1994, de
24 de noviembre, de Fundaciones y de Incentivos Fiscales a la Participación Privada en
Actividades de Interés General. El art. 2.2 LF precisa: “Las fundaciones se rigen por la
voluntad del fundador, por sus Estatutos y, en todo caso, por la Ley”.

Asimismo, cabe citar la regulación existente de carácter fiscal y tributario (y no


sustantivo como la LF) contenida en la Ley 49/2002, de 23 de diciembre, de régimen
fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de los incentivos fiscales al mecenazgo, que
derogó la regulación fiscal sobre esta materia contenida en la Ley 30/1994. Y completan
la regulación estatal el RD 1337/2005, de 11 de noviembre, por el que se aprueba el
Reglamento de fundaciones de competencia estatal, y el RD 1611/2007, de 7 de
diciembre, por el que se aprueba el Reglamento del Registro de fundaciones de
competencia estatal.

Junto con esta normativa estatal, que es a la que se atenderá en este tema, coexisten las
normas que algunas Comunidades Autónomas han aprobado en materia de
fundaciones. A este respecto debe destacarse que los Estatutos de Autonomía de todas
las Comunidades Autónomas atribuyen a estas la competencia exclusiva a la hora de
establecer el régimen jurídico de las fundaciones cuya actividad se desarrolle
principalmente en territorio de esa Comunidad Autónoma, y la mayoría de las
Comunidades Autónomas (por ej. Aragón, Cataluña, Galicia, La Rioja, Madrid,
Navarra, País Vasco, etc.) ha aprobado su normativa específica en esta materia, siendo
de aplicación supletoria la normativa estatal (esta además resultará siempre aplicable a
las fundaciones respecto de las que no se pueda decir que desarrollen principalmente
su actividad en el territorio de una determinada Comunidad Autónoma).

TEMA 8 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

Nota: La diversa legislación autonómica sobre fundaciones puede consultarse en la


siguiente web: http://www.fundaciones.org/es/autonomica

8.3. Clases

Si bien en la actual LF no se acoge ninguna clasificación de fundaciones,


tradicionalmente, atendiendo a la regulación de la Ley 30/1994, se ha venido
distinguiendo entre los siguientes tipos de fundaciones, según sus fines y actividades
desarrolladas (contando además con normas específicas):

Fundaciones benéficas
Fundaciones laborales
Fundaciones culturales

Actualmente, como se ha indicado, no se prevé en la LF ninguna clasificación sino


que se acoge una regulación general aplicable a cualquier fundación.

Por otro lado, cabe citar el régimen propio de las fundaciones religiosas, al amparo
de los acuerdos del Estado con las Entidades Religiosas y concretamente, con la Iglesia
Católica a través del Acuerdo sobre Asuntos Jurídicos entre Iglesia y Estado de 3 de
enero de 1979 (cfr. DA 2ª LF).

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8.4. Constitución

Capacidad fundacional Art. 8 LF

Esencial, pues marca la finalidad, determina el patrimonio


Voluntad del fundador inicial y los estatutos se interpretarán conforme a su
voluntad

Patrimonio esencial o inicial aportado; bienes y derechos de


Dotación patrimonial cualquier clase y adecuados y suficientes para el
cumplimiento de los fines fundacionales

Por acto inter vivos (escritura pública: art. 10 LF)


Forma de constitución
Por acto mortis causa (testamento: art. 10 LF)

Contenido (art. 11 LF)


Estatutos
Posible modificación (art. 29 LF)

Inscripción registral Adquisición de personalidad jurídica

Domicilio Art. 6 LF

Capacidad fundacional

Una fundación podrá crearse tanto por personas físicas como por personas jurídicas
(públicas o privadas): art. 8 LF.

En materia de capacidad cabe advertir que, de acuerdo con el art. 8 LF:

Las personas físicas requerirán de capacidad para disponer gratuitamente, inter


vivos o mortis causa, de los bienes y derechos en que consista la dotación.
Las personas jurídicas privadas de índole asociativa requerirán el acuerdo expreso
del órgano competente para disponer gratuitamente de sus bienes, con arreglo a sus
Estatutos o a la legislación que les resulte aplicable.
Las personas jurídicas privadas de índole institucional deberán contar con el
acuerdo de su órgano rector.
Las personas jurídico-públicas tendrán capacidad para constituir fundaciones, salvo
que sus normas reguladoras establezcan lo contrario.

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Voluntad del fundador

Lógicamente la voluntad del fundador se manifiesta en este caso como un elemento


de suma importancia en el desarrollo de la propia fundación, pues él marcará
su finalidad y su patrimonio inicial, interpretándose los estatutos conforme a la
voluntad del fundador.

Nota: El art. 2.2 LF precisa que “las fundaciones se rigen por la voluntad del fundador,
por sus Estatutos y, en todo caso, por la Ley”.

Ahora bien, esa voluntad fundacional quedará sometida a las exigencias de


respeto del orden público interno de nuestro ordenamiento jurídico, así
como a la propia estructura y finalidad de la persona jurídica fundacional
(cfr. art. 11.2 LF), de modo que, por un lado, la fundación debe servir a un fin de interés
general y debe estar presidida por la idea de altruismo y, por otro lado, el fundador no
puede por sí solo decidir la suerte de la fundación una vez esta se haya constituido
(para su extinción no basta la mera voluntad del fundador sino que habrá que atender a
lo previsto en los estatutos y en el art. 39 CC).

La dotación patrimonial

Al patrimonio esencial de la fundación o patrimonio inicial aportado en el momento de


su constitución se le denomina dotación, la cual podrá consistir en bienes y derechos
de cualquier clase y además deberá ser adecuada y suficiente para el cumplimiento de
los fines fundacionales (a este respecto se presumirá suficiente la dotación cuyo valor
económico alcance los 30.000 euros: art. 12 LF).

No obstante, cabe que la dotación del fundador (si es dineraria) se haga de modo
sucesivo, siempre que en el momento de la constitución se aporte al menos el 25% de
la dotación inicial prevista (lógicamente la cantidad suficiente para el cumplimiento de
los fines fundacionales durante un tiempo prolongado) y que el resto se haga efectivo
en un plazo no superior a cinco años, contados desde el otorgamiento de la escritura
pública de constitución de la fundación (art. 12.2 LF).

Se aceptará como dotación el compromiso de aportaciones de terceros,


siempre que dicha obligación conste en títulos de los que llevan aparejada ejecución
(art. 12.3 LF).

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Formarán también parte de la dotación los bienes y derechos de contenido


patrimonial que durante la existencia de la fundación se aporten en tal
concepto por el fundador o por terceras personas, o que se afecten por el
Patronato, con carácter permanente, a los fines fundacionales (art. 12.4 LF).

En ningún caso se considerará dotación el mero propósito de recaudar


donativos (art. 12.5 LF).

A esa dotación patrimonial se le unirán los bienes, derechos e ingresos que durante su
existencia adquiera la fundación. Todo ello formará el total patrimonio de la
fundación que se encuentra afecto al cumplimiento del fin de interés general propio
de esa concreta fundación y cuyo régimen legal viene previsto en los arts. 19 a 22 LF.

Forma de constitución

Una fundación podrá constituirse por actos inter vivos o por actos mortis causa
(art. 9 LF), y en ambos casos ese negocio jurídico fundacional tendrá el carácter de
acto de disposición a título gratuito, pues implica una transferencia de bienes del
fundador a una persona jurídica (fundación) sin contraprestación.

La constitución de la fundación por acto inter vivos se realizará mediante


escritura pública, con el contenido que determina el art. 10 LF.
La constitución de la fundación por acto mortis causa se realizará
testamentariamente, cumpliéndose en el testamento los requisitos establecidos
en el art. 10 LF para la escritura de constitución.

Nota: Si en la constitución de una fundación por acto mortis causa el testador se


hubiera limitado a establecer su voluntad de crear una fundación y de disponer de los
bienes y derechos de la dotación, la escritura pública en la que se contengan los demás
requisitos exigidos por esta Ley se otorgará por el albacea testamentario y, en su
defecto, por los herederos testamentarios. En caso de que estos no existieran, o
incumplieran esta obligación, la escritura se otorgará por el Protectorado, previa
autorización judicial (art. 9.4 LF).

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Escritura de constitución

La escritura de constitución de una fundación deberá contener, al menos, los


siguientes extremos (art. 10 LF):

a) El nombre, apellidos, edad y estado civil del fundador o fundadores, si son personas
físicas, y su denominación o razón social, si son personas jurídicas, y, en ambos
casos, su nacionalidad y domicilio y número de identificación fiscal.
b) La voluntad de constituir una fundación.
c) La dotación, su valoración y la forma y realidad de su aportación.
d) Los Estatutos de la fundación, cuyo contenido se ajustará a las prescripciones del
art. 11 LF.
e) La identificación de las personas que integran el Patronato, así como su aceptación
si se efectúa en el momento fundacional.

Estatutos

Conforme dispone el art. 11 LF:

En los Estatutos de la fundación se hará constar:

i) La denominación de la entidad.
ii) Los fines fundacionales.
iii)El domicilio de la fundación y el ámbito territorial en que haya de desarrollar
principalmente sus actividades.
iv) Las reglas básicas para la aplicación de los recursos al cumplimiento de los fines
fundacionales y para la determinación de los beneficiarios.
v) La composición del Patronato, las reglas para la designación y sustitución de sus
miembros, las causas de su cese, sus atribuciones y la forma de deliberar y
adoptar acuerdos.
vi) Cualesquiera otras disposiciones y condiciones lícitas que el fundador o
fundadores tengan a bien establecer.

Toda disposición de los Estatutos de la fundación o manifestación de la


voluntad del fundador que sea contraria a la Ley se tendrá por no
puesta, salvo que afecte a la validez constitutiva de aquella. En este último caso, no

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procederá la inscripción de la fundación en el correspondiente Registro de


Fundaciones.

Los Estatutos de la fundación podrán ser modificados bajo las condiciones y


requisitos previstos en el art. 29 LF.

Inscripción registral

Las fundaciones tendrán personalidad jurídica desde la inscripción de la


escritura pública de su constitución en el correspondiente Registro de
Fundaciones (el estatal regulado en los arts. 36 y 37 LF y por RD 1611/2007, y los
respectivos autonómicos creados por las Comunidades Autónomas que hayan legislado
en materia de fundaciones). Por lo tanto, la inscripción es esencial para el
nacimiento de una fundación como persona jurídica. La inscripción solamente
podrá ser denegada cuando dicha escritura no se ajuste a las prescripciones de la ley
(art. 4.1 LF).

Solamente las entidades inscritas en el Registro de Fundaciones, podrán


utilizar la denominación de “Fundación” (art. 4.2 LF). Asimismo en el art. 5 LF
se prevén ciertas reglas a tener en cuenta de cara a la denominación de estas entidades.

Existe:

a) Un Registro de Fundaciones de competencia estatal, dependiente del Ministerio de


Justicia, en el que se inscribirán los actos relativos a las fundaciones que desarrollen
su actividad en todo el territorio del Estado o principalmente en el territorio de más
de una Comunidad Autónoma.

b) Registros autonómicos, creados por las Comunidades Autónomas con base en el


ámbito competencial reconocido por sus Estatutos de Autonomía en esta materia,
para la inscripción de aquellas fundaciones cuya actividad se desarrolle
principalmente en territorio de esa Comunidad Autónoma.

Tanto uno como los otros son registros de carácter administrativo y serán
públicos; esa publicidad se hará efectiva mediante certificación del
contenido de los asientos, por nota simple informativa o por copia de los
asientos y de los documentos depositados en los Registros o por medios

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informáticos o telemáticos que se ajustará a los requisitos establecidos en la


normativa vigente en materia de protección de datos de carácter personal (art. 37.2
LF).

Fundaciones en formación

Otorgada la escritura fundacional, y en tanto se procede a la inscripción en el


correspondiente Registro de Fundaciones, el Patronato de la fundación realizará,
además de los actos necesarios para la inscripción, únicamente aquellos otros
que resulten indispensables para la conservación de su patrimonio y los
que no admitan demora sin perjuicio para la fundación, los cuales se
entenderán automáticamente asumidos por esta cuando obtenga personalidad jurídica.

Transcurridos seis meses desde el otorgamiento de la escritura pública fundacional


sin que los patronos hubiesen instado la inscripción en el correspondiente
Registro de Fundaciones, el Protectorado procederá a cesar a los patronos, quienes
responderán solidariamente de las obligaciones contraídas en nombre de la fundación y
por los perjuicios que ocasione la falta de inscripción. Asimismo, el Protectorado
procederá a nombrar nuevos patronos, previa autorización judicial, que
asumirán la obligación de inscribir la fundación en el correspondiente Registro de
Fundaciones (art. 13 LF).

Domicilio

Deberán estar domiciliadas en España las fundaciones que desarrollen


principalmente su actividad dentro del territorio nacional (art. 6.1 LF).

Las fundaciones tendrán su domicilio estatutario en el lugar donde se


encuentre la sede de su Patronato, o bien en el lugar en que desarrollen
principalmente sus actividades (art. 6.2 LF).

Las fundaciones que se inscriban en España para desarrollar una actividad principal en
el extranjero, tendrán su domicilio estatutario en la sede de su Patronato dentro del
territorio nacional (art. 6.2, segundo párrafo, LF).

Sobre el régimen de las fundaciones extranjeras en España, véase el art. 7 LF.

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8.5. El Patronato y el Protectorado

Como órganos necesarios de toda fundación para la consecución de sus fines y la


gestión de su patrimonio, la LF prevé un órgano de gobierno, gestión y representación
(el Patronato) y un órgano de control y vigilancia (el Protectorado).

El Patronato (arts. 14 a 18 LF)

Es el órgano de gobierno y representación de la fundación, correspondiéndole


cumplir los fines fundacionales y administrar con diligencia los bienes y
derechos que integran el patrimonio de la fundación, manteniendo el rendimiento
y utilidad de los mismos.

Mínimo tres, con un Presidente y un Secretario

Personas físicas o jurídicas

En principio, cargo no remunerado

Adopción de acuerdos por mayoría


Patronos
Responsabilidad solidaria por daños y perjuicios causados por
actos contrarios a la ley o a los estatutos o actos negligentes

Sustitución conforme a los estatutos o el art. 29 LF

Cese en los supuestos previstos en el art. 18 LF

El Patronato estará constituido por un mínimo de tres miembros (denominándose


patronos), que elegirán entre ellos un Presidente, si no estuviera prevista de otro
modo la designación del mismo en la escritura de constitución o en los Estatutos.
Asimismo, el Patronato deberá nombrar un Secretario, cargo que podrá recaer en una
persona ajena a aquel, en cuyo caso tendrá voz pero no voto, y a quien corresponderá la
certificación de los acuerdos del Patronato. Normalmente los primeros patronos
aparecerán designados e identificados personalmente en los estatutos en el momento
de la constitución de la fundación, señalándose en esos estatutos de modo indirecto
cual sería la composición futura, los futuros patronos (por ej. el hijo mayor de cada uno
de los actuales patronos, el Sr. Alcalde del municipio de …, el Sr. Obispo de …, el Rector
de la Universidad de …).

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Nota: En caso de constitución inter vivos de una fundación, normalmente el fundador


forma parte del Patronato inicial. Asimismo, de algún modo esa vinculación con el
fundador se suele mantener para el futuro señalándose por ej. que será patrono el hijo,
nieto o posteriores descendientes de mayor edad del fundador.

Podrán ser patronos tanto personas físicas (debiendo tener plena capacidad de obrar
y no estar inhabilitadas para el ejercicio de cargos públicos) como personas jurídicas
(si bien entonces deberán designar a la persona o personas físicas que las representen
en los términos establecidos en los Estatutos).

Nota: El cargo de patrono que recaiga en persona física deberá ejercerse


personalmente. No obstante, podrá actuar en su nombre y representación otro patrono
por él designado. Esta actuación será siempre para actos concretos y deberá ajustarse a
las instrucciones que, en su caso, el representado formule por escrito. Podrá actuar en
nombre de quien fuera llamado a ejercer la función de patrono por razón del cargo que
ocupara la persona a quien corresponda su sustitución (art. 15.5 LF). Además en el art.
16 LF se prevén unas reglas de cara a la delegación de facultades y el otorgamiento de
poderes.

Los patronos ejercerán su cargo gratuitamente sin perjuicio del derecho a ser
reembolsados de los gastos debidamente justificados que el cargo les ocasione en el
ejercicio de su función. No obstante, y salvo que el fundador hubiese dispuesto lo
contrario, el Patronato podrá fijar una retribución adecuada a aquellos
patronos que presten a la fundación servicios distintos de los que implica el
desempeño de las funciones que les corresponden como miembros del Patronato,
previa autorización del Protectorado.

Asimismo, los patronos podrán contratar con la fundación, ya sea en


nombre propio o de un tercero, previa autorización del Protectorado que se
extenderá al supuesto de personas físicas que actúen como representantes de los
patronos (art. 28 LF).

Los patronos deberán desempeñar el cargo con la diligencia de un representante


leal; su gestión y administración del patrimonio fundacional deberá atender a lo
previsto en los Estatutos, así como las reglas imperativas aplicables, y será
controlada y vigilada por el Protectorado (en algunos casos incluso necesitará la

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autorización de este para actuar). El Patronato adoptará sus acuerdos por


mayoría en los términos establecidos en los Estatutos.

Los patronos responderán solidariamente frente a la fundación de los


daños y perjuicios que causen por actos contrarios a la Ley o a los Estatutos, o por
los realizados sin la diligencia con la que deben desempeñar el cargo. Quedarán
exentos de responsabilidad quienes hayan votado en contra del acuerdo, y quienes
prueben que, no habiendo intervenido en su adopción y ejecución, desconocían su
existencia o, conociéndola, hicieron todo lo conveniente para evitar el daño o, al menos,
se opusieron expresamente a aquel.

Podrán exigir judicialmente esa responsabilidad en nombre de la fundación:

a) El propio Patronato (como órgano de gobierno de la fundación), previo acuerdo


motivado del mismo, en cuya adopción no participará el patrono afectado.
b) El Protectorado, en los términos establecidos en el art. 35.2 LF.
c) Los patronos disidentes o ausentes, en los términos del art. 17.2 LF.
d) El fundador cuando no fuere patrono.

Cuando se entable la acción de responsabilidad contra un patrono, podrá acordarse


cautelarmente por el juez su suspensión como patrono.

La sustitución de los patronos se producirá en la forma prevista en los


Estatutos. Cuando ello no fuere posible, se procederá de conformidad con lo
dispuesto en el art. 29 LF, quedando facultado el Protectorado, hasta que la
modificación estatutaria se produzca, para la designación de la persona o personas que
integren provisionalmente el órgano de gobierno y representación de la fundación.

El cese de los patronos de una fundación se producirá en los supuestos previstos


en el art. 18.2 LF.

Nota: Concretamente se prevé el cese en los supuestos siguientes (art. 18.2 LF):

a. Por muerte o declaración de fallecimiento, así como por extinción de la persona


jurídica.
b. Por incapacidad, inhabilitación o incompatibilidad, de acuerdo con lo establecido en
la Ley.
c. Por cese en el cargo por razón del cual fueron nombrados miembros del Patronato.

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d. Por no desempeñar el cargo con la diligencia prevista en el art. 17.1 LF, si así se
declara en resolución judicial.
e. Por resolución judicial que acoja la acción de responsabilidad por los actos
mencionados en el art. 17.2 LF.
f. Por el transcurso del plazo de seis meses desde el otorgamiento de la escritura
pública fundacional sin haber instado la inscripción en el correspondiente Registro
de Fundaciones.
g. Por el transcurso del período de su mandato si fueron nombrados por un
determinado tiempo.
h. Por renuncia, que podrá llevarse a cabo por cualquiera de los medios y mediante los
trámites previstos para la aceptación.
i. Por las causas establecidas válidamente para el cese en los Estatutos.

La sustitución, el cese y la suspensión de los patronos se inscribirán en el


correspondiente Registro de Fundaciones.

El Protectorado (arts. 34 y 35 LF)

Es el otro órgano esencial y necesario en toda fundación previsto legalmente.

Dado que la propia existencia de una fundación viene vinculada al cumplimiento de la


voluntad de su fundador de llevar a cabo determinadas actividades y conseguir
determinados fines y, asimismo, dado que esos fines son de interés general (tal carácter
es nota esencial de toda fundación), resulta necesario que se ejerza un control y
vigilancia sobre los patronos y su gestión para que se cumpla efectiva y
exactamente la voluntad fundacional y, por otro lado, es necesario que sean
los poderes públicos los que ejerzan esa vigilancia y control dado el interés
general de la finalidad de la fundación.

Para atender a estas necesidades es para lo que existe el Protectorado, el cual según el
art. 34.1 LF, “velará por el correcto ejercicio del derecho de fundación y por
la legalidad de la constitución y funcionamiento de las fundaciones”.

En las fundaciones de competencia estatal el Protectorado será ejercido por la


Administración General del Estado, en la forma determinada
reglamentariamente (cfr., a este respecto, los arts. 40 a 48 RD 1337/2005, de 11 de

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noviembre, por el que se aprueba el Reglamento de fundaciones de competencia


estatal).

Nota: Para las fundaciones de competencia meramente autonómica, habrá que atender
a las previsiones de la regulación autonómica de esta materia.

Son funciones del Protectorado las previstas en el art. 35 LF.

Nota: Concretamente se prevén las siguientes funciones (art. 35 LF):

a. Informar, con carácter preceptivo y vinculante para el Registro de Fundaciones,


sobre la idoneidad de los fines y sobre la suficiencia dotacional de las fundaciones
que se encuentren en proceso de constitución, de acuerdo con lo previsto en los arts.
3 y 12 LF.
b. Asesorar a las fundaciones que se encuentren en proceso de constitución, en relación
con la normativa aplicable a dicho proceso.
c. Asesorar a las fundaciones ya inscritas sobre su régimen jurídico, económico-
financiero y contable, así como sobre cualquier cuestión relativa a las actividades por
ellas desarrolladas en el cumplimiento de sus fines, prestándoles a tal efecto el apoyo
necesario.
d. Dar a conocer la existencia y actividades de las fundaciones.
e. Velar por el efectivo cumplimiento de los fines fundacionales, de acuerdo con la
voluntad del fundador, y teniendo en cuenta la consecución del interés general.
f. Verificar si los recursos económicos de la fundación han sido aplicados a los fines
fundacionales, pudiendo solicitar del Patronato la información que a tal efecto
resulte necesaria, previo informe pericial realizado en las condiciones que
reglamentariamente se determine.
g. Ejercer provisionalmente las funciones del órgano de gobierno de la fundación si por
cualquier motivo faltasen todas las personas llamadas a integrarlo.
h. Designar nuevos patronos de las fundaciones en período de constitución cuando los
patronos inicialmente designados no hubieran promovido su inscripción registral,
en los términos previstos en el art. 13.2 LF.
i. Cuantas otras funciones se establezcan en esta o en otras leyes.
j. En todo caso, el Protectorado está legitimado para ejercitar la correspondiente
acción de responsabilidad por los actos relacionados en el art. 17.2 LF y para instar
el cese de los patronos en el supuesto contemplado en el párrafo d del art. 18.2 LF.
Asimismo, está legitimado para impugnar los actos y acuerdos del Patronato que
sean contrarios a los preceptos legales o estatutarios por los que se rige la fundación.

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k. Cuando el Protectorado encuentre indicios racionales de ilicitud penal en la


actividad de una fundación, dictará resolución motivada, dando traslado de toda la
documentación al Ministerio Fiscal o al órgano jurisdiccional competente,
comunicando esta circunstancia a la fundación interesada.

8.6. Régimen de la actividad

Principios de actuación Art. 23 LF

Vinculación de la actividad y del patrimonio al fin fundacional

Actuaciones sobre el patrimonio de la fundación Arts. 19 a 22 LF

Participación en sociedades y actividades económicas Art. 24 LF

Contabilidad, auditoría y plan de actuación Art. 25 LF

Obtención de ingresos Art. 26 LF

Intervención temporal de la fundación Art. 42 LF

Modificación de los estatutos Art. 29 LF

Fusión Art. 30 LF

Extinción Causas (art. 31 LF); forma (art. 32 LF); liquidación (art. 33 LF)

Principios de actuación

Las fundaciones están obligadas a (art. 23 LF):

a. Destinar efectivamente el patrimonio y sus rentas, de acuerdo con la presente Ley y


los Estatutos de la fundación, a sus fines fundacionales.
b. Dar información suficiente de sus fines y actividades para que sean conocidos por
sus eventuales beneficiarios y demás interesados.
c. Actuar con criterios de imparcialidad y no discriminación en la determinación de sus
beneficiarios.

Vinculación del patrimonio al fin fundacional

La actividad de la fundación vendrá vinculada a los concretos fines para los que
fue fundada (culturales, asistenciales, benéficos, etc.), a cuyo cumplimiento irá
destinado a su vez el patrimonio de la fundación. Concretamente, a la

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realización de los fines fundacionales deberá ser destinado, al menos, el 70 % de los


resultados de las explotaciones económicas que se desarrollen y de los
ingresos que se obtengan por cualquier otro concepto, deducidos los gastos
realizados, para la obtención de tales resultados o ingresos, debiendo destinar el resto a
incrementar bien la dotación o bien las reservas según acuerdo del Patronato (art. 27
LF).

El patrimonio de la fundación está formado por todos los bienes, derechos y


obligaciones susceptibles de valoración económica que integren la dotación, así como
por aquellos que adquiera la fundación con posterioridad a su constitución, se afecten o
no a la dotación.

La administración y disposición del patrimonio corresponderá al


Patronato en la forma establecida en los Estatutos y con sujeción a lo
dispuesto en la LF (art. 19 LF). En concreto, cabe resaltar que para los actos de
administración y disposición de bienes integrantes de la dotación patrimonial de la
fundación el Patronato requerirá de la previa autorización del Protectorado, en aras de
controlar y garantizar que esa dotación mantenga su valor económico y con ello
garantizar a su vez el futuro de la fundación; respecto del resto de bienes del
patrimonio distintos a la dotación, para su gestión y disposición el Patronato goza de
mayor libertad y, así, no requerirán de previa autorización del Protectorado sino tan
sólo la comunicación a éste en el plazo máximo de treinta días hábiles siguientes a su
realización (art. 21 LF).

Participación en sociedades y actividades económicas (art. 24 LF)

Las fundaciones podrán desarrollar actividades económicas cuyo objeto


esté relacionado con los fines fundacionales o sean complementarias o
accesorias de las mismas, con sometimiento a las normas reguladoras de la defensa
de la competencia. Además, podrán intervenir en cualesquiera actividades
económicas a través de su participación en sociedades, con arreglo a lo
previsto en el art. 24 LF.

Las fundaciones podrán participar en sociedades mercantiles en las que no se


responda personalmente de las deudas sociales. Cuando esta participación sea
mayoritaria deberán dar cuenta al Protectorado en cuanto dicha circunstancia se
produzca. Si la fundación recibiera por cualquier título, bien como parte de la dotación

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inicial, bien en un momento posterior, alguna participación en sociedades en las que


deba responder personalmente de las deudas sociales, deberá enajenar dicha
participación salvo que, en el plazo máximo de un año, se produzca la transformación
de tales sociedades en otras en las que quede limitada la responsabilidad de la
fundación.

Contabilidad, auditoría y plan de actuación

Las fundaciones deberán llevar una contabilidad ordenada y adecuada a su


actividad, que permita un seguimiento cronológico de las operaciones
realizadas. Para ello llevarán necesariamente un Libro Diario y un Libro de
Inventarios y Cuentas Anuales (art. 25 LF).

Existe obligación de someter a auditoría externa las cuentas anuales de todas las
fundaciones en las que, a fecha de cierre del ejercicio, concurran al menos dos de las
circunstancias previstas en el art. 25.5 LF:
a) Que el total de las partidas del activo supere 2.400.000 euros.
b) Que el importe neto de su volumen anual de ingresos por la actividad propia más, en
su caso, el de la cifra de negocios de su actividad mercantil sea superior a 2.400.000
euros.
c) Que el número medio de trabajadores empleados durante el ejercicio sea superior a
50.

El Patronato elaborará y remitirá al Protectorado, en los últimos tres meses de cada


ejercicio, un plan de actuación, en el que queden reflejados los objetivos y las
actividades que se prevea desarrollar durante el ejercicio siguiente (art. 25.8 LF).

Obtención de ingresos

Las fundaciones podrán obtener ingresos por sus actividades siempre que ello no
implique una limitación injustificada del ámbito de sus posibles beneficiarios (art. 26
LF).

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Intervención temporal (art. 42 LF)

Si el Protectorado advirtiera una grave irregularidad en la gestión económica


que ponga en peligro la subsistencia de la fundación o una desviación grave
entre los fines fundacionales y la actividad realizada, requerirá del Patronato,
una vez oído este, la adopción de las medidas que estime pertinentes para la corrección
de aquella.

Si este requerimiento no fuese atendido en el plazo que al efecto se señale, el


Protectorado podrá solicitar de la autoridad judicial que acuerde, previa audiencia
del Patronato, la intervención temporal de la fundación. Autorizada
judicialmente la intervención de la fundación, el Protectorado asumirá todas las
atribuciones legales y estatutarias del Patronato durante el tiempo que
determine el juez. La intervención quedará alzada al expirar el plazo establecido, salvo
que se acceda a prorrogarla mediante una nueva resolución judicial. La resolución
judicial que acuerde la intervención temporal de la fundación se inscribirá en el
correspondiente Registro de Fundaciones.

Modificación de los Estatutos (art. 29 LF)

El Patronato podrá acordar la modificación de los Estatutos de la fundación siempre


que resulte conveniente en interés de la misma, salvo que el fundador lo haya
prohibido.

Cuando las circunstancias que presidieron la constitución de la fundación


hayan variado de manera que ésta no pueda actuar satisfactoriamente con
arreglo a sus Estatutos, el Patronato deberá acordar la modificación de los mismos,
salvo que para este supuesto el fundador haya previsto la extinción de la fundación. Si
el Patronato no lo hace, el Protectorado le requerirá para que lo cumpla, solicitando en
caso contrario de la autoridad judicial que resuelva sobre la procedencia de la
modificación de Estatutos requerida.

La modificación o nueva redacción de los Estatutos acordada por el


Patronato se comunicará al Protectorado, que solamente podrá oponerse
por razones de legalidad y mediante acuerdo motivado, en el plazo máximo de
tres meses a contar desde la notificación al mismo del correspondiente acuerdo del
Patronato. El Protectorado podrá comunicar en cualquier momento dentro de dicho

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plazo y de forma expresa su no oposición a la modificación o nueva redacción de los


Estatutos.

La modificación o nueva redacción habrá de ser formalizada en escritura pública e


inscrita en el correspondiente Registro de Fundaciones.

Fusión (art. 30 LF)

Salvo que lo haya prohibido el fundador, las fundaciones podrán fusionarse


previo acuerdo de los respectivos Patronatos, que se comunicará al
Protectorado. Este podrá oponerse a la fusión por razones de legalidad y
mediante acuerdo motivado, en el plazo máximo de tres meses a contar desde la
notificación al mismo de los respectivos acuerdos de las fundaciones interesadas. El
Protectorado podrá comunicar en cualquier momento dentro de dicho plazo y de forma
expresa su no oposición al acuerdo de fusión.

La fusión requerirá el otorgamiento de escritura pública y la inscripción en el


correspondiente Registro de Fundaciones. La escritura pública contendrá los
Estatutos de la fundación resultante de la fusión, así como la identificación
de los miembros de su primer Patronato.

Cuando una fundación resulte incapaz de alcanzar sus fines, el


Protectorado podrá requerirla para que se fusione con otra de análogos
fines que haya manifestado ante el Protectorado su voluntad favorable a
dicha fusión, siempre que el fundador no lo hubiera prohibido. Frente a la oposición
de aquella, el Protectorado podrá solicitar de la autoridad judicial que ordene la
referida fusión.

8.7. Extinción

Causas de extinción

La fundación se extinguirá (art. 31 LF):

a. Cuando expire el plazo por el que fue constituida.


b. Cuando se hubiese realizado íntegramente el fin fundacional.

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Derecho Civil I: las personas

c. Cuando sea imposible la realización del fin fundacional, sin perjuicio de lo dispuesto
en los arts. 29 y 30 LF.
d. Cuando así resulte de la fusión a que se refiere el art. 30 LF.
e. Cuando concurra cualquier otra causa prevista en el acto constitutivo o en los
Estatutos.
f. Cuando concurra cualquier otra causa establecida en las leyes.

Formas de extinción (art. 32 LF)

Los requisitos para la extinción de una fundación dependen de cuál sea la causa de la
misma:

En el supuesto del párrafo a) del art. 31 LF la fundación se extinguirá de pleno


derecho.
En los supuestos contemplados en los párrafos b), c) y e) del art. 31 LF, la extinción
de la fundación requerirá acuerdo del Patronato ratificado por el
Protectorado. Si no hubiese acuerdo del Patronato, o éste no fuese ratificado por
el Protectorado, la extinción de la fundación requerirá resolución judicial
motivada, que podrá ser instada por el Protectorado o por el Patronato, según los
casos.
En el supuesto del párrafo f) del art. 31 LF se requerirá resolución judicial
motivada.

El acuerdo de extinción o, en su caso, la resolución judicial, se inscribirán


en el correspondiente Registro de Fundaciones.

Liquidación (art. 33 LF)

La extinción de la fundación, salvo en el supuesto previsto en el apartado d) del art. 31


LF, determinará la apertura del procedimiento de liquidación, que se
realizará por el Patronato de la fundación bajo el control del Protectorado.

Los bienes y derechos resultantes de la liquidación se destinarán a las


fundaciones o a las entidades no lucrativas privadas que persigan fines de
interés general y que tengan afectados sus bienes, incluso para el supuesto de
su disolución, a la consecución de aquellos, y que hayan sido designados en el
negocio fundacional o en los Estatutos de la fundación extinguida. En su

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Derecho Civil I: las personas

defecto, este destino podrá ser decidido, en favor de las mismas fundaciones y
entidades mencionadas, por el Patronato, cuando tenga reconocida esa facultad por el
fundador, y, a falta de esa facultad, corresponderá al Protectorado cumplir ese
cometido. No obstante, las fundaciones podrán prever en sus Estatutos o cláusulas
fundacionales que los bienes y derechos resultantes de la liquidación sean destinados a
entidades públicas, de naturaleza no fundacional, que persigan fines de interés general.

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Derecho Civil I: las personas

Lo + recomendado

No dejes de leer…

El negocio fundacional y la adquisición de personalidad jurídica de las


fundaciones

DE PRIEGO FERNÁNDEZ, Verónica. El negocio fundacional y la adquisición de


personalidad jurídica de las fundaciones. Madrid: Universidad Rey Juan Carlos,
Dykinson, 2004.

En este libro se analizan las fundaciones, tanto desde el punto


de vista de la regulación en el Código Civil como en la
Constitución, como desde el punto de vista más práctico de
determinación de la adquisición de la personalidad jurídica y la
constitución de las fundaciones, estudiando en profundidad el
negocio fundacional, con sus elementos personales y los
esenciales (voluntad fundacional, fin fundacional y dotación
fundacional).

El libro está disponible (EN PARTE) en el aula virtual o en la siguiente dirección web:
http://books.google.es/books?id=NChT8RCPZaUC&printsec=frontcover

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Derecho Civil I: las personas

+ Información

A fondo

La ordenación legal de las fundaciones

LÓPEZ-NIETO Y MALLO, Francisco. La ordenación legal de las fundaciones. Madrid:


La Ley, 2006.

En este libro se examina en detalle la regulación de las


fundaciones, tanto a nivel estatal como en el ámbito
autonómico, partiendo de su reconocimiento como derecho en
la propia Constitución española y dando una visión general de
qué son las fundaciones, su diferencia con figuras afines (como
las asociaciones) y su régimen jurídico.

El artículo está disponible en el aula virtual o en la siguiente dirección web:


http://books.google.es/books?id=nGHhgl2DfRoC&printsec=frontcover

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Derecho Civil I: las personas

Webgrafía

Asociación Española de Fundaciones

La Asociación Española de Fundaciones es una asociación privada e independiente,


inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones del Ministerio del Interior, declarada
de utilidad pública, de ámbito nacional, que agrupa a fundaciones españolas de las más
diversas dimensiones, finalidades y ámbitos de actuación (local, provincial,
autonómico, nacional e internacional). Su misión es trabajar en beneficio del conjunto
del sector fundacional tanto a corto como a medio y largo plazo, en pro de su desarrollo
y fortalecimiento.

http://www.fundaciones.org

Ministerio de cultura (área de fundaciones)

Este sitio web describe las características esenciales de las fundaciones y de las
administraciones públicas que las gestionan.

http://www.culturaydeporte.gob.es/servicios-al-ciudadano/fundaciones/inicio.html

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Legislación actualizada

Como en cada lección, hacemos referencia a la web de “Noticias Jurídicas”. En esta


ocasión, en este tema, es importante:

Código Civil:
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Privado/cc.html

Ley 50/2002, de 26 de diciembre, de Fundaciones:


http://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/l50-2002.html#ddu

Ley 49/2002, de 23 de diciembre, de régimen fiscal de las entidades sin fines


lucrativos y de los incentivos fiscales al mecenazgo:
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Fiscal/l49-2002.html

Real Decreto 1337/2005, de 11 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento


de Fundaciones de competencia estatal:
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Privado/rd1337-2005.html

Bibliografía

DE PABLO CONTRERAS, Pedro (coord.). Curso de Derecho Civil (I). Derecho Privado.
Derecho de la Persona (3ª. ed.). Colex, 2008. p. 605-623, y bibliografía indicada en
este manual.

LACRUZ BERDEJO, José Luis [et. al.]. Elementos de Derecho Civil I. Parte General,
vol. 2º, Personas (5ª ed.) (revisada y puesta al día por Jesús Delgado Echeverría).
Madrid: Dykinson, 2008. p. 307-336, y bibliografía indicada en este manual.

Asimismo, la bibliografía indicada en el manual de referencia de la asignatura.

AAVV. Asociaciones y Fundaciones. XI Jornadas de la Asociación de Profesores de


Derecho Civil. Servicio de Publicaciones de la Universidad de Murcia, 2005.

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Derecho Civil I: las personas

Test

1. La fundación es:
A. Una persona jurídica de Derecho público constituida para lograr un fin
general.
B. Una persona jurídica de Derecho privado con un patrimonio adscrito de forma
estable a un fin de interés general.
C. Un tipo de asociación no lucrativa en la que lo esencial es el patrimonio.
D. Una corporación de Derecho público adscrita a una Administración y
constituida para la consecución de un fin general de modo altruista.

2. Los elementos esenciales de toda fundación son:


A. Que al menos esté constituida por tres personas y tenga un fin lucrativo.
B. Que tenga un fin lucrativo y cuente con un patrimonio de al menos 10.000
euros.
C. Que tenga un determinado fin de interés general y un patrimonio afecto de
forma duradera a dicho fin.
D. Que tenga un determinado fin general y lucrativo y un patrimonio afecto de
forma duradera a dicho fin.

3. Indica cuál de las siguientes afirmaciones es la correcta:


A. La dotación fundacional debe ser como mínimo de 30.000 euros y como
máximo de 50.000 euros.
B. La dotación debe ser dineraria.
C. La dotación debe ser adecuada y suficiente para el cumplimiento de los fines
fundacionales.
D. No cabe entregar la dotación de modo sucesivo ni el compromiso de
aportaciones de terceros.

4. Se podrá constituir una fundación:


A. A título gratuito u oneroso.
B. Por acto inter vivos o mortis causa.
C. Por acto inter vivos y a título oneroso.
D. Por acto mortis causa y a título oneroso.

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Derecho Civil I: las personas

5. Para la legal constitución de una fundación y el reconocimiento de personalidad


jurídica a la misma será preciso:
A. El otorgamiento de escritura pública o testamento de constitución de la
fundación.
B. El otorgamiento de escritura pública o testamento de constitución de la
fundación y la inscripción registral.
C. Formalizar el acta fundacional y otorgar los estatutos.
D. Otorgar estatutos e inscribir en el Registro.

6. El Patronato:
A. Es un órgano necesario de la fundación y ejerce funciones de gestión y
representación.
B. Es un órgano no necesario de la fundación y ejerce funciones de gestión y
representación.
C. Es un órgano necesario de la fundación y ejerce funciones de vigilancia y
control.
D. Es un órgano no necesario de la fundación y ejerce funciones de vigilancia y
control.

7. Indica cuál de las siguientes afirmaciones es verdadera:


A. El Patronato estará constituido por un mínimo de cuatro personas, más un
Presidente y un Secretario.
B. El Patronato estará constituido por un mínimo de tres personas, todas
personas físicas.
C. El Patronato estará constituido por un mínimo de tres personas, que podrán
ser personas físicas o jurídicas.
D. El Patronato estará constituido por un mínimo de cuatro personas, entre ellos
necesariamente el fundador.

8. Indica cuál de las siguientes afirmaciones es la correcta:


A. El cargo de patrono será siempre retribuido.
B. Los patronos podrán contratar con la fundación sin ningún tipo de limitación.
C. En el ejercicio de su cargo los patronos solamente deberán atender a lo
previsto en la Ley de Fundaciones.
D. Los patronos responderán frente a la fundación de los daños y perjuicios
causados por actos negligentes o contrarios a la ley o a los estatutos.

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Derecho Civil I: las personas

9. Indica cuál de las siguientes afirmaciones es la correcta:


A. El Protectorado ejerce funciones de representación y de vigilancia del
Patronato.
B. Los patronos dispondrán y administrarán el patrimonio fundacional según los
estatutos y la Ley de Fundaciones.
C. Las fundaciones podrán participar en todo tipo de sociedades mercantiles.
D. Los estatutos solamente podrán ser modificados por el fundador.

10. La fundación se extinguirá:


A. Por expiración del plazo por el que fue constituida previo acuerdo del
Patronato.
B. De pleno derecho por realización del fin fundacional.
C. Siempre previa resolución judicial motivada.
D. De pleno derecho por expiración del plazo por el que fue constituida.

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Módulo III
Relación jurídica y derecho subjetivo

Relación jurídica y derecho subjetivo


[9.1] ¿Cómo estudiar este tema?

[9.2] Relación jurídica

[9.3] Deber jurídico

[9.4] Derecho subjetivo

[9.5] Bienes y cosas

9 TEMA
Derecho Civil I: las personas

Esquema

Relación jurídica y derecho subjetivo

Relación entre personas con relevancia jurídica,


Concepto regulada o contemplada por el Derecho de forma
orgánica y unitaria.

- Relaciones obligatorias
Relación - Relaciones jurídico-reales
Clases
jurídica - Relaciones familiares
- Relaciones hereditarias o sucesorias
Sujetos Activo y pasivo
Estructura Objeto Sobre lo que recae la relación
Contenido Poder jurídico y deber jurídico

Deberes legales o normativos


Deber
jurídico Deberes jurídicos
Deber general de abstención y respeto
en sentido estricto
Deberes particulares o relativos

Poder jurídico ≠ facultad jurídica ≠ potestad

- Derechos patrimoniales y derechos extrapatrimoniales


Clases - Derechos generales o absolutos y derechos relativos
Derecho - Derechos principales y derechos accesorios
subjetivo Nacimiento y adquisición
- Muerte
- Subjetiva - Destrucción del bien
Modificación
- Objetiva - Confusión
- Consolidación
Extinción Posibles causas - Renuncia
- Prescripción
- Caducidad

Desaparición del derecho para una persona con


Pérdida
correlativa adquisición del mismo por otra persona.

Bienes corporale s e incorporale s, Bienes mueble s e inmuebles, Bienes


Bienes y consumible s y no consumible s, Bienes fungible s y no fungible s, Bienes divisible s
cosas e indivisible s, Bienes de dominio público y de propiedad privada,
Unive rsalidade s, Frutos.

TEMA 9 – Esquema © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

Ideas clave

9.1. ¿Cómo estudiar este tema?

En este tema debes estudiar, además de estos materiales, el capítulo 6 (páginas


101 a 116) y el capítulo 20 (páginas 349 a 366) del manual de la asignatura
(Principios de Derecho Civil I. Parte General y Derecho de la persona de Carlos
Lasarte, 17ª edición).

En este tema se estudia de modo general qué es una relación jurídica, aportando un
concepto genérico y abstracto, apuntando una posible clasificación según el
contenido básico de la relación y concretando su estructura básica (sujetos, objeto y
contenido).

Posteriormente se examinarán las dos situaciones, posiciones o puntos de vista que


caben en toda relación jurídica: el deber jurídico (situación pasiva) y el poder
jurídico (situación activa); y nos centraremos especialmente en el estudio de uno de
los poderes jurídicos principales, el derecho subjetivo, indicando los modos de
adquisición o nacimiento de un derecho subjetivo, los de su modificación y los de su
extinción o pérdida.

Por último, estudiaremos los bienes y cosas como objeto


de la relación jurídica y objeto de los derechos subjetivos,
distinguiendo fundamentalmente los distintos tipos de
bienes y cosas que podemos encontrarnos.

TEMA 9 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

9.2. Relación jurídica

Concepto

Cabe definir la relación jurídica como aquella relación entre personas que tiene
relevancia jurídica, de modo que está regulada o, al menos, contemplada por el Derecho
de una forma orgánica y unitaria.

Clases según el contenido básico de esa relación

Atendiendo al concepto tan genérico y abstracto dado de relación jurídica, podrían


contemplarse múltiples clasificaciones de la misma atendiendo a muy diversos
aspectos.

Aquí nos centraremos en la clasificación derivada de atender al contenido básico de la


relación jurídica. Y en este sentido podemos diferenciar entre:

- Relaciones obligatorias
- Relaciones jurídico-reales
Clases
- Relaciones familiares
- Relaciones hereditarias o sucesorias

Relaciones obligatorias. Son aquellas en las que una persona A podrá exigir a
otra B hacer o no hacer algo en beneficio de A o dar algo a A (cfr. art. 1.088 CC) por
responsabilidad contractual (cuando entre las partes media un contrato) o
extracontractual (si entre las partes no existe ninguna vinculación por un contrato).

Por ej., si A presta a B 1.000 euros bajo la condición de que B se lo devuelva en el


plazo de seis meses, A podrá exigir a B que le devuelva ese dinero en ese plazo y B
deberá hacerlo; o si A contrata con B que ésta le pinte un cuadro, B deberá hacerlo y
A podrá exigírselo; y, en un supuesto de responsabilidad extracontractual, si B ha
roto la valla que rodeaba la finca de su vecino A o si ha atropellado a A con su coche,
entonces A podrá exigirle la reparación de la valla o una indemnización por los
daños y perjuicios causados con su actuación.

Nota: el art. 1.088 CC señala “Toda obligación consiste en dar, hacer o no hacer
alguna cosa”.

TEMA 9 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

Nota: Las relaciones extracontractuales y especialmente las contractuales serán


objeto de estudio pormenorizado en otras asignaturas (Derecho privado de los
contratos).

Relaciones jurídico reales. Son aquellas que derivan de la existencia o tenencia


(titularidad) de un derecho real (que es el derecho que otorga a su titular un poder
sobre un bien, para usarlo y/o disfrutarlo y/o disponer de él, etc.), como el ser
propietario de una casa, pudiendo disponer de ella, usarla, disfrutarla o gravarla
debiendo el resto de las personas respetar esos actos sin que puedan impedírselo.

Nota: Los derechos reales serán objeto de estudio pormenorizado en otra asignatura
(Derechos reales), si bien cabe señalar aquí que el derecho real más absoluto es el de
propiedad, que otorga todos los poderes sobre un bien; junto con éste hay otros
derechos reales llamados limitados, que otorgan sólo alguno de esos poderes sobre
una cosa (por ej., el usufructo y la servidumbre).

Relaciones familiares. Son aquellas que se producen en el ámbito y marco de la


familia, que se establece entre los distintos familiares, y a las que el ordenamiento
jurídico presta atención y las regula como garantía y por tratarse de cuestiones de
orden social. Por ej. las relaciones entre padres e hijos (relaciones paternofiliales) o
las relaciones entre los cónyuges (relaciones matrimoniales).

Nota: Las relaciones familiares serán objeto de estudio pormenorizado en otra


asignatura (Derecho matrimonial y de familia).

Relaciones hereditarias o sucesorias. Son aquellas que derivan de la sucesión


de una persona fallecida y de la herencia por ella dejada, vinculando entre sí a los
distintos sucesores y relacionándolos también con terceros. Por ej. la relación entre
los herederos y la relación entre los herederos con un acreedor del fallecido.

Nota: Las relaciones sucesorias serán objeto de estudio pormenorizado en otra


asignatura (Derecho de sucesiones).

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Derecho Civil I: las personas

Estructura

Sujetos Activo y pasivo

Estructura Objeto Sobre lo que recae la relación


Poder jurídico (derecho subjetivo,
facultad jurídica o potestad)
Contenido
Deber jurídico

A. Sujetos:

Cabe distinguir entre:

Sujeto activo. Es la persona que ostenta un poder jurídico para exigir el


cumplimiento de un deber a otra persona (que sería el sujeto pasivo de la relación).
Por ej.: el que presta dinero a otro para que se lo devuelva; el que exige una
indemnización por un daño causado por otro; el propietario de una casa frente a los
vecinos; el hijo para reclamar la pensión de alimentos al padre o la madre; o el
heredero para reclamar la parte de la herencia que le corresponde como legítima.

Sujeto pasivo. Es la persona a quien el sujeto activo puede exigirle el


cumplimiento de un deber. Por ej.: a quien han prestado dinero que debe devolver;
el que ha causado un daño indemnizable; el vecino que debe respetar la propiedad
del colindante; el padre o madre separados que debe abonar la pensión de alimentos
a su hijo; el resto de herederos respecto del legitimario que deben respetar la entrega
de la legítima a este.

Cada una de estas posiciones subjetivas puede ser “ocupada” por varias
personas a la vez (cotitularidad o pluralidad subjetiva).

E, incluso, en una misma relación jurídica cada parte puede ser a la vez
tanto sujeto activo como sujeto pasivo de la relación: así ocurre especialmente
en las llamadas relaciones sinalagmáticas, que son aquellas en las que surgen derechos
y obligaciones recíprocas entre las partes, de modo que en una única relación jurídica
se producen varias correlaciones, siendo los sujetos a la vez activos y pasivos, esto es,
titulares de poderes jurídicos y destinatarios de deberes jurídicos. Por ej., en la relación
jurídica derivada del contrato de compraventa nos encontramos con la parte vendedora
y la parte compradora: el vendedor tiene el deber jurídico de entregar la cosa vendida y

TEMA 9 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

a la vez el poder jurídico de exigir al comprador el pago del precio pactado; y, por su
parte, el comprador tiene el deber jurídico de pagar el precio acordado y además el
poder jurídico de exigir la entrega de la cosa vendida.

B. Objeto:

Es aquello sobre lo que recae la concreta relación: la concreta conducta que debe
realizar el sujeto pasivo o el bien sobre el que recae el derecho del sujeto activo. Por ej.:
la devolución del dinero prestado; el pago de la indemnización; la casa de la que se es
propietario; el pago de la pensión de alimentos; el respeto a la legítima de la herencia.

C. Contenido:

Se trata del entramado de derechos y deberes que vinculan a los sujetos parte de la
relación (sujeto activo y pasivo). Y atendiendo asimismo a los propios sujetos, en toda
relación jurídica podemos contemplar una situación o posición activa y otra pasiva:

Como situación activa se encuentra el denominado poder jurídico, que permite a


su titular exigir a otra persona una determinada actitud o comportamiento. Puede
tratarse de un derecho subjetivo o de una potestad o facultad jurídica. En
esta situación de poder se halla el llamado sujeto activo de la relación.

Como situación pasiva se encuentra el denominado deber jurídico. En esta


situación de deber se halla la persona de la relación jurídica a quien se le puede
exigir esa concreta actitud o comportamiento debido (sujeto pasivo).

En general, a toda situación de poder le corresponde una situación de deber.

9.3. Deber jurídico

Cabe distinguir entre:

Deberes legales o normativos

Deber general de abstención y respeto


Deberes jurídicos
en sentido estricto
Deberes particulares o relativos

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Derecho Civil I: las personas

Deberes legales o normativos. Son aquellos previstos en las leyes y normas de


nuestro ordenamiento y que imponen determinadas conductas activas u omisivas a
determinadas personas de forma preventiva o cautelar en atención al interés público
o general o para la protección de determinadas personas. El incumplimiento de ese
deber conlleva la imposición de la sanción prevista en el ordenamiento o el
nacimiento de un derecho subjetivo a favor de una concreta persona para exigir esa
determinada conducta activa u omisiva. Por ej.: el deber de no causar daño a otra
persona o el deber de no conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas.

Deberes jurídicos propiamente dichos. Son aquellos que se refieren a la parte


pasiva de una relación jurídica en contraposición al derecho subjetivo o poder
jurídico en general. De modo que serán las conductas activas u omisivas que debe
desarrollar el sujeto pasivo de una relación jurídica como consecuencia de la
existencia de un derecho subjetivo del sujeto activo de la relación. A su vez estos
deberes jurídicos stricto sensu pueden ser:

o o bien el deber general de abstención (esto es, el tener que respetar los
derechos ajenos);
o o bien deberes particulares o relativos (nacidos de relaciones jurídicas que
exigen que desarrolle una conducta concreta a favor del sujeto activo de la
relación). Por ej.: el deber de respetar la propiedad del vecino; el deber de
devolver el dinero que te han prestado; o el deber de pagar el precio de la cosa
comprada.

9.4. Derecho subjetivo

Concepto

El derecho subjetivo es el más importante poder jurídico reconocido por


nuestro ordenamiento jurídico a una persona para la satisfacción y
defensa de sus propios intereses.

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Derecho Civil I: las personas

El derecho subjetivo debe ser diferenciado de otras situaciones de poder reconocidas en


nuestro ordenamiento jurídico:

La facultad jurídica. Es cada una de las concretas posibilidades de actuación


derivadas de un derecho subjetivo que pueden ser desarrolladas por el titular de ese
derecho. Por ej.: del derecho subjetivo de propiedad se deriva la facultad de goce, la
de uso, la de disposición o la de gravar el bien con una hipoteca; son facultades
distintas derivadas de un mismo derecho subjetivo pero que, incluso, legalmente o
por acuerdo entre su titular y otro sujeto pueden llegar a independizarse o
desvincularse de ese concreto derecho subjetivo y pasar a ser parte de otro derecho
subjetivo (que puede que no conlleve más que esa facultad): así, el propietario de
una finca rústica puede ceder la facultad de uso y disfrute de la misma a otra
persona, generándose un derecho subjetivo de usufructo (cuya facultad y contenido
esencial es el uso y disfrute de un bien) del que esta última persona será su titular,
perdiendo el propietario esa facultad de uso y disfrute de esa finca, pero sin perder el
resto de facultades que como propietario tiene (como la de disponer y gravar la
finca), aunque puedan verse afectadas de algún modo por la existencia de ese
usufructo (si bien es ésta una cuestión que excede del objeto de este tema y de esta
asignatura).

La potestad. Es el poder concedido por el ordenamiento jurídico a una persona, no


para que atienda a sus intereses propios sino para que lo ejercite en beneficio de
intereses ajenos (por ello, debe ser ejercitado cuándo y en la forma prevista por el
ordenamiento jurídico). Por ej.: la patria potestad, esto es, el conjunto de facultades,
derechos y deberes de los padres que existen, se les reconoce y se ejercitan en
beneficio e interés de los hijos menores no emancipados.

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Derecho Civil I: las personas

Clases

Se pueden señalar las siguientes clasificaciones de los derechos subjetivos:

Clases

Atendiendo al contenido básico del derecho subjetivo


- Derechos patrimoniales
- Derechos extrapatrimoniales

Atendiendo a los sujetos obligados al respeto de ese derecho subjetivo


- Derechos generales o absolutos
- Derechos relativos

Atendiendo a la autonomía de las situaciones de poder reconocidas


- Derechos principales
- Derechos accesorios

A) Atendiendo al contenido básico del derecho subjetivo:

o Derechos patrimoniales. Cuando el derecho subjetivo atribuye a su titular un


poder evaluable económicamente. Por ej.: el derecho de propiedad.

o Derechos extrapatrimoniales. En estos, el ámbito de poder otorgado no es


evaluable económicamente sino que se mueve en una esfera no material sino
espiritual o de otra índole (sin perjuicio de que la sanción por la lesión de esos
derechos sí que se traduzca a términos económicos). Por ej.: los derechos de la
personalidad.

B) Atendiendo a los sujetos obligados al respeto de ese derecho subjetivo:

o Derechos generales o absolutos. Son aquellos que otorgan a su titular un poder


que debe ser respetado y reconocido por todas las personas en general, pudiendo
hacerse valer el contenido del derecho frente a todos (lo que se denomina eficacia
erga omnes). Pertenecen a esta categoría los derechos de la personalidad y los
derechos reales (como el derecho de propiedad).

o Derechos relativos. Son aquellos que otorgan a su titular la posibilidad de exigir a


una determinada persona (no a la sociedad en general) el desarrollo de una concreta
conducta activa u omisiva. Pertenecen a esta categoría los llamados derechos de

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Derecho Civil I: las personas

crédito u obligacionales (los que en general otorgan poderes para que su titular –
acreedor– exija de una concreta persona –deudor– una determinada conducta o
prestación): por ej. la devolución del préstamo es exigible al concreto deudor que ha
recibido el dinero en préstamo y no a otra persona en general; el pago del precio es
exigible al que ha comprado la cosa y no a otra persona.

C) Atendiendo a la autonomía de las situaciones de poder reconocidas:

o Derechos principales. Son aquellos que en su existencia, nacimiento,


modificación o extinción no están vinculados a otros derechos ni dependen de la
propia existencia, nacimiento, modificación o extinción de otro derecho.

o Derechos accesorios. Son aquellos en los que su existencia, nacimiento,


modificación o extinción dependen de la propia existencia, nacimiento, modificación
o extinción de otro derecho (que sería un derecho principal) que le sirve de soporte o
fundamento. Tradicionalmente se integran en esa categoría los llamados derechos
de garantía, como la prenda, la hipoteca y la fianza: su devenir vendrá vinculado al
propio devenir de la obligación o derecho de crédito que garantiza.

Nacimiento y adquisición

En general puede decirse que para el nacimiento de un derecho subjetivo en primer


lugar debe existir, nacer, la persona que será la titular de ese derecho subjetivo
y, en segundo lugar, debe tener lugar el acto o hecho que justifica el
nacimiento de ese derecho subjetivo:

El propio nacimiento de la persona (para el nacimiento de los derechos de la


personalidad)
La firma del contrato de préstamo o de compraventa que justifica el derecho a exigir
la devolución del dinero prestado o el pago del precio de la cosa comprada
La cesión del derecho de uso y disfrute de una finca, que supone el nacimiento del
derecho de usufructo
La separación de los padres, que justifica el derecho a la pensión de alimentos
El fallecimiento de una persona que implica el nacimiento de los derechos de los
herederos a recibir la parte de la herencia que les corresponde.

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Derecho Civil I: las personas

Puede distinguirse entre:

Adquisición originaria de los derechos. Supone que el derecho subjetivo nace


y se adquiere ex novo, siendo el titular su primer detentador; con anterioridad no
existía ningún otro titular de ese derecho.

Adquisición derivativa de los derechos. El que adquiere ese derecho lo


adquiere de un anterior titular que se lo ha transmitido o cedido, ocupando el nuevo
titular su posición jurídica. Ahora bien, puede diferenciarse a su vez entre:

a) Una adquisición derivativa traslativa: cuando se ceda (y se adquiera, por


tanto) íntegramente todo el contenido del derecho subjetivo (con todas sus
facultades jurídicas a él inherentes) tal y como lo ostentaba el anterior titular.

b) Una adquisición derivativa constitutiva: cuando lo que se ceda sea


únicamente alguna o algunas facultades que integran el contenido propio de ese
derecho subjetivo (facultades que se contemplan como autónomas y
perfectamente separables del propio derecho y entre sí) pero no todas, de modo
que nace (se constituye) un nuevo derecho subjetivo integrado por esas facultades
cedidas del que será titular el cesionario o adquirente, manteniéndose el resto de
facultades bajo la titularidad del cedente o transmitente con ese derecho subjetivo
inicial. Por ej.: la cesión del derecho de uso y disfrute de un bien generará el
derecho de usufructo, manteniéndose el derecho de propiedad del titular cedente
de esas facultades, si bien ya sin esas facultades cedidas.

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Derecho Civil I: las personas

Modificación

Puede hablarse de:

Modificación subjetiva del derecho. Implica el cambio de titular del derecho, lo


que supone la adquisición del mismo por el nuevo titular y su pérdida por
transmisión o sucesión por el anterior titular. Esa transmisión o modificación
subjetiva en general puede tener lugar por actos inter vivos o mortis causa, por
actos gratuitos u onerosos y puede tratarse de una sucesión universal (en todo el
conjunto de relaciones jurídicas y derechos subjetivos del anterior titular, como
ocurre en la herencia) o particular (en un concreto derecho subjetivo, como ocurre
en la cesión del derecho de crédito de exigir la devolución de un préstamo).

Modificación objetiva del derecho. Supone cambios en el objeto sobre el que


recae el derecho subjetivo, ya sea un cambio cualitativo (como la recalificación de un
terreno del que se es propietario) ya sea un cambio cuantitativo (aumento de la renta
a pagar por el arrendatario o de las cantidades prestadas que deben devolverse). El
derecho subjetivo como tal pervive y permanece intacto en su esencia. Normalmente
entre el objeto primitivo y el nuevo existe una identidad básica, si bien en algunos
supuestos esa modificación implica una auténtica sustitución del objeto inicial por
otro: por ej., en caso de destrucción física de la cosa sobre la que recae el derecho
(por incendio o derrumbe, por ej.) este pasaría a tener como objeto la indemnización
a abonar por el causante de esa destrucción o por el seguro. Y en algunos casos esa
sustitución o cambio total de objeto implicará que para terceros, especialmente en
aras de cumplirse ciertas garantías (como la hipoteca), ese nuevo objeto sustituye al
anterior en las relaciones jurídicas en las que esos terceros son parte y que también
tenían por objeto el bien sustituido: es lo que se denomina subrogación real.

Extinción y pérdida

Con el término extinción nos referimos a la desaparición definitiva y total del derecho
respecto de cualquier persona, mientras que por pérdida entenderemos que ese
derecho ha pasado a ser titularidad de otra persona, subsistiendo como tal el derecho.

Las causas de la pérdida de un derecho son aquéllas que justifican o motivan la


transmisión del derecho a otra persona y dichas causas pueden ser múltiples.

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Derecho Civil I: las personas

Las causas de extinción de un derecho subjetivo son también muy diversas,


dependiendo fundamentalmente del contenido de ese derecho. Así se extingue por el
cumplimiento de la prestación a que se obligaba a hacer el sujeto activo (como el pago
del préstamo o del precio del bien comprado); y en el caso de los derechos reales, estos
se extinguirían en principio por la destrucción física de la cosa sobre la que recaen.
También son causas de extinción el transcurso del tiempo fijado (legal o
convencionalmente) como duración del derecho.

Ante el fallecimiento de una persona se producirá la extinción de los derechos de los


que es titular y que no sean transmisibles, pero respecto de los que sean transmisibles
se producirá únicamente la pérdida con la correspondiente adquisición por un nuevo
titular.

Como supuestos especiales de extinción de derechos cabe citar:

La confusión de derechos. Se produce en el caso de los derechos de crédito y


supone que cuando en un determinado momento el acreedor (sujeto activo de la
relación) adquiere a su vez la posición de deudor (sujeto pasivo) o viceversa, ese
derecho de crédito se extingue pues el poder jurídico y el deber jurídico de esa
relación recaen sobre una misma persona y no resulta lógico ya el que ese acreedor
se exija (incluso por la fuerza) a sí mismo la realización de una determinada
conducta activa u omisiva.

La consolidación de derechos. Es similar al supuesto anterior si bien propio de


los derechos reales, reuniéndose del mismo modo en una única persona las
condiciones de sujeto activo y pasivo de la relación. Por ej.: cuando el propietario de
un bien del que a su vez otra persona tiene el derecho de usufructo adquiere este, el

TEMA 9 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

usufructo se extingue pues una persona no puede ser a la vez propietario y titular de
un derecho real limitado, de modo que cuando coincida tales condiciones en una
misma persona, el derecho de propiedad viene a absorber el derecho limitado y
expandirse, extinguiéndose el derecho real limitado (pues es el que menos alcance
tiene).

La renuncia de derechos. Supone la declaración de voluntad del titular de un


derecho de ya no ser titular del mismo, pero sin transmitirlo a otra persona, de
modo que provoca la extinción del derecho. El titular de un derecho subjetivo podrá
renunciar al poder que ese derecho le otorga (puede decidir no exigir el cobro del
préstamo, de la indemnización por daños o de la pensión de alimentos; o no exigir la
entrega de la legítima de la herencia; o no exigir que tu vecino deje de talar los
árboles que se encuentran en tu finca o que deje de coger los frutos de tus árboles sin
permiso). Para que la renuncia tenga eficacia necesariamente el sujeto que renuncia
debe ser titular del derecho, tener capacidad de obrar y tener la libre disposición del
derecho objeto de renuncia; además esa declaración de voluntad de renunciar ha de
ser inequívoca, si bien podrá ser expresa o tácita; además, para que surta efectos no
será necesario que nadie la acepte ni que vaya dirigida o se notifique a una persona
concreta. Ahora bien, esa renuncia de derechos sólo será válida si no contraría el
interés o el orden público y no perjudica a terceros (art. 6.2 CC). Por último, cabe
advertir que esa renuncia será irrevocable; una vez emitida su declaración de
voluntad de renunciar al derecho, no podrá revocarse por el renunciante.

La prescripción y la caducidad. Por estos mecanismos se da cierta trascendencia


extintiva al transcurso del tiempo. Nos remitimos a su estudio en un tema posterior
de esta asignatura.

9.5. Bienes y cosas

Los bienes y cosas suelen ser el principal objeto de las relaciones jurídicas y de los
derechos subjetivos (fundamentalmente los derechos reales), junto con el desarrollo de
una conducta concreta por el obligado, deudor o sujeto pasivo (objeto propio de los
derechos de crédito o personales, en los que, no obstante, las cosas podrían ser objetos
indirectos).

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Derecho Civil I: las personas

A continuación estudiaremos las principales clases de bienes y cosas; cuestión


esta que será de notable importancia que se conozca para luego entender mejor el
estudio de próximas asignaturas, fundamentalmente las relativas a los contratos y a los
derechos reales.

Bienes corporales e incorporales

La primera clasificación de los bienes es la que distingue entre:

bienes corporales: cosas propiamente dichas: bienes materiales, tangibles. Por


ejemplo: un libro, un ordenado, una casa, una finca, etc.
y los bienes incorporales: los derechos: bienes inmateriales, intangibles. Por
ejemplo, todos los derechos patrimoniales y también las llamadas propiedad
intelectual e industrial.

Bienes muebles y bienes inmuebles

Conforme al art. 333 CC: “Todas las cosas que son o pueden ser objeto de apropiación
se consideran como bienes muebles o inmuebles”.

El art. 334 CC recoge una extensa relación de bienes que se consideran como
inmuebles. Sobre ella trataremos a continuación.

Pero antes debe advertirse que el art. 335 CC señala que el resto de bienes
susceptibles de apropiación no comprendidos en el art. 334 CC serán
considerados bienes muebles, así como, en general, todos los que se pueden
transportar de un punto a otro sin menoscabo de la cosa inmueble a que
estuvieren unidos.

Junto con ello, se prevé la categoría que podría denominarse como bienes muebles
por analogía: se trata de los derechos que no sean derechos reales sobre bienes
inmuebles y, más concretamente, según señala el art. 336 CC: “las rentas o pensiones,
sean vitalicias o hereditarias, afectas a una persona o familia, siempre que no graven
con carga real una cosa inmueble, los oficios enajenados, los contratos sobre servicios
públicos y las cédulas y títulos representativos de préstamos hipotecarios”.

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Derecho Civil I: las personas

En atención a esa indicada relación de bienes inmuebles contenida en el art.


334 CC, podemos distinguir entre:

Bienes inmuebles por naturaleza  Son las fincas; las tierras a las que se
refiere el art. 334.1 CC. Son los bienes inmuebles por antonomasia. Por su naturaleza
vienen a considerarse también como bienes inmuebles de esta categoría las minas,
canteras y escoriales, mientras su materia permanece unida al yacimiento, así como
las aguas, sean vivas (ríos, arroyos, etc.) o estancadas (embalses, lagos, pantanos,
lagunas, etc.).

Bienes inmuebles por incorporación  Son todos aquellos que se encuentran


unidos, incorporados, de modo fijo (esto es esencial) a la tierra, a las fincas, ya sea
por obra de la naturaleza o por obra humana, de modo que no puedan ser separados,
formando jurídicamente una unidad con esa tierra o inmueble.

Son: los edificios, caminos y construcciones de todo género adheridas al suelo;


árboles, plantas y frutos pendientes mientras estuvieren unidos a la tierra o
formaren parte integrante de un inmueble; y en general, todo lo que esté unido a un
inmueble de una manera fija, de suerte que no pueda separarse de él sin
quebrantamiento de la materia o deterioro del objeto. Esto último, determina que
determinados bienes muebles que se incorporasen de modo fijo (esto es esencial) a
un inmueble mutarían su naturaleza, convirtiéndose ellos mismos en bienes
inmuebles.

Bienes inmuebles por destino  Son bienes que son utilizadas y destinadas por
el propietario de una finca al servicio de esta.

Se trata de bienes muebles por naturaleza (que pueden separarse del bien inmueble
o finca sin quebranto ni menoscabo de esta) pero que voluntariamente por el
propietario del inmueble han sido destinados a su servicio; es un acto voluntario de
vinculación del bien.

Son los siguientes, según el art. 334 CC:


a) Las estatuas, relieves, pinturas u otros objetos de uso u ornamentación, colocados
en edificios o heredades por el dueño del inmueble en tal forma que revele el
propósito de unirlos de un modo permanente al fundo.

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Derecho Civil I: las personas

b) Las máquinas, vasos, instrumentos o utensilios destinados por el propietario de la


finca a la industria o explotación que se realice en un edificio o heredad, y que
directamente concurran a satisfacer las necesidades de la explotación misma.
c) Los viveros de animales, palomares, colmenas, estanques de peces o criaderos
análogos, cuando el propietario los haya colocado o los conserve con el propósito
de mantenerlos unidos a la finca, y formando parte de ella de un modo
permanente.
d) Los abonos destinados al cultivo de una heredad, que estén en las tierras donde
hayan de utilizarse.
e) Los diques y construcciones que, aun cuando sean flotantes, estén destinados por
su objeto y condiciones a permanecer en un punto fijo de un río, lago o costa.

Se caracterizan estos bienes por las siguientes notas o requisitos:

i. Existe un acto voluntario del propietario de la finca de destinar un bien


mueble (bien accesorio) al servicio de la finca (bien principal). Esto los
diferencia de los bienes inmuebles por incorporación en los que la voluntad del
dueño de la finca es ajena. Como tal acto voluntario, puede revocarse, al
prescindir el propietario de la finca del servicio de la cosa accesoria.
ii. Existirá una relación de servicio entre el bien inmueble por destino
(bien accesorio y bien mueble por naturaleza) y la finca o inmueble (bien
principal y bien inmueble por naturaleza o por incorporación).
iii. Esa relación de servicio deberá ser permanente, o al menos, estable o
duradero; lo que no significa que sea para siempre, pues como tal unidad creada
por la voluntad del dueño de la finca o bien principal, esa unidad, como se ha
indicado antes, puede eliminarse por decisión de dicho propietario si prescinde
de esa relación de servicio, utilizando, por ejemplo, el bien inmueble por destino
(accesorio) de modo autónomo y separado de la finca.

Bienes inmuebles por analogía  Son los derechos señalados en el art. 334.10
CC: las concesiones administrativas de obras públicas y las servidumbres y demás
derechos reales sobre bienes inmuebles.

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Derecho Civil I: las personas

Bienes consumibles y bienes no consumibles

Son a los que se refiere el art. 337 CC cuando habla (erróneamente) de bienes fungibles
y no fungibles.

Los bienes consumibles son aquellos que cuando se usan desaparecen de la esfera
jurídica del usuario, ya sea porque se extinguen físicamente (por ej., los alimentos), ya
porque se desplazan al patrimonio de otra persona (por ej. el dinero, que al gastarse por
una persona implica que otra persona lo ha obtenido). También se entiende que son
cosas consumibles aquellas que con su uso, aunque subsistan físicamente, pierden su
individualidad: es el caso de los ladrillos usados en la construcción de un edificio, o
cualquier material de construcción.

Por el contrario, los bienes no consumibles son aquellos que no desaparecen por su
primer uso sino que permiten un uso y utilidad reiterados y más o menos continuado;
aunque no necesariamente tenga que ser eterno o indefinido, pues se entenderán
también como no consumibles las cosas que puedan usarse reiteradamente aunque
paulatinamente puedan ir desgastándose, por ej. los electrodomésticos.

Bienes fungibles y bienes no fungibles

No son los que señala el art. 337 CC sino que cosas fungibles son aquellas que
pueden ser sustituidas por otras en las distintas relaciones jurídicas, por ser
homogéneas dentro del género al que pertenecen. Por ej.: un kilo de manzanas, un litro
de aceite, un Seat Ibiza, el dinero… (sustituibles por otras manzanas, otro litro de
aceite, otro Seat Ibiza del mismo modelo fabricado en serie, otro billete o monedas del
mismo valor…).

Por el contrario, bienes no fungibles o infungibles serían aquellos que están


totalmente identificados e individualizados en cualquier relación jurídica sin que
puedan ser sustituidos por otros bienes aun pertenecientes a la misma categoría
genérica: por ejemplo, el cuadro “Las Meninas” de Velázquez, un ejemplar de un libro
dedicado por el autor, la escultura “David” de Miguel Ángel… (no sustituibles por otro
cuadro, ni por otro ejemplar del libro, ni por otra escultura…).

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Derecho Civil I: las personas

Bienes divisibles y bienes indivisibles

Esta clasificación atiende a la posibilidad de que el bien se divida en distintas partes


pudiendo desempeñar las partes resultantes la misma función que cumplía el bien
original (en este caso, bien divisible: por ej. un terreno de 2.000 hectáreas).

Se trataría de bien indivisible en caso de que las partes resultantes de la división no


permitieran cumplir con esa función originaria, aunque sí tengan su propia función.
Por ej., una televisión, un ordenador, un abrigo, etc.

Bienes de dominio público y bienes de propiedad privada

Esta clasificación atiende a la persona a quien corresponde o puede corresponde su


titularidad. Se recoge en los arts. 338 a 345 CC.

Sobre los bienes de dominio público, cuya titularidad correspondería a entidades de


Derecho público, es el Derecho administrativo quien se ocupa de su regulación. Cabe
señalar, no obstante, que entre los bienes pertenecientes a entes públicos puede
distinguirse a su vez entre los bienes demaniales (de dominio público) y los bienes
patrimoniales (de dominio privado).

En cuanto a los bienes de propiedad privada, su regulación y especial estudio, al


margen de estas clasificaciones de bienes que se señalan en este tema, pertenece al
ámbito de la asignatura de Derechos civil que estudia la propiedad y los demás
derechos reales.

Universalidades

Se trata de un conjunto de cosas, creados por la ley (en general, lo que vienen a
denominarse patrimonios separados, como el del incapacitado judicialmente, el
discapacitado, el ausente, el concursado o la herencia a beneficio de inventario) o por
voluntad de su titular (por ej. un rebaño, una biblioteca, una empresa, etc), al que
el ordenamiento le reconoce a determinados efectos como un objeto
unitario de derecho por funcionar en el tráfico jurídico como un todo
único y unitario. De este modo se reconoce la posibilidad de que ese conjunto sea
objeto de derecho, como unidad total y no exigir tantos derechos como cosas integran
ese conjunto.

TEMA 9 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

Puede estar formado por cosas homogéneas (por ej. un rebaño de ovejas, una
biblioteca, etc.) o por cosas heterogéneas (por ej. una herencia, o una empresa).

Sus caracteres principales son:

Los bienes que integran esa universitas pueden ser objeto de una relación jurídica o
negocio jurídico independiente.
Pero el conjunto es considerado por el ordenamiento como un todo unitario que
puede ser él mismo y unitariamente objeto de derecho.
La subsistencia de la universitas o universalidad no depende de la subsistencia de
las cosas que la integran de modo que sus elementos pueden sustituirse por otros, o
aumentar o disminuir. Por ej., el rebaño como universalidad se mantendrá aunque
algunas ovejas se pierdan o nazcan nuevas crías, de modo que por ej., el usufructo de
ese rebaño continuará pese a que tengan lugar esas incidencias (cfr. art. 499 CC).

Los frutos

Por frutos de una cosa debemos entender todo rendimiento o producto que nace
de una cosa (que llamaríamos matriz) o es generado por ésta, sin que esa cosa
matriz pierda su propia individualidad, sustancia y función económica.

Por su parte los frutos, que son accesorios de la cosa matriz, llegarán a tener
independencia y autonomía respecto de la cosa de la que nacen desde el
momento en que son separados de ella.

Esto permite distinguir entre bienes fructíferos (aptos para generar frutos, los cuales
no tienen que gozar de cierta periodicidad) o no fructíferos (sin posibilidad de que
generen frutos).

Los frutos, en principio, pertenecerán al propietario de la cosa matriz (art.


354 CC), sin perjuicio de que en ciertos casos se prevé en nuestro Código Civil la
atribución a persona distinta (por ej., arts. 451 y 455 CC).

TEMA 9 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

Entre los frutos podemos distinguir las siguientes clases (arts. 354 y 355 CC):

Frutos naturales: las producciones espontáneas de la tierra, y las crías y demás


productos de los animales.
Frutos industriales: los que producen los predios de cualquier especie a beneficio
del cultivo o del trabajo.
Frutos civiles: el alquiler de los edificios, el precio del arrendamiento de tierras y
el importe de las rentas perpetuas, vitalicias u otras análogas.

Ahora bien, sobre esta clasificación derivada de la regulación del Código Civil, la
doctrina ha puesto de manifiesto que actualmente la distinción entre frutos
naturales e industriales carece de trascendencia jurídica alguna pues en
ambos casos se trata de productos que nacen material y directamente del bien con
independencia de la menor o mayor intervención humana, configurando
finalmente ambos una única categoría que se contrapone a la de los frutos
civiles, que se derivarían de la cosa una vez que ésta ha sido objeto de una concreta
relación jurídica de la que nace el derecho de una persona a obtener esos frutos (por ej.,
un arrendamiento, un usufructo, etc.).

TEMA 9 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

Lo + recomendado

No dejes de leer…

Sentencias sobre renuncia de derechos

Adjuntamos algunas sentencias en materia de renuncia de derechos para conocer mejor


su aplicación a casos concretos:

STS 23-11-2007 (ECLI: ES:TS:2007:7771)


STS 13-7-2005 (ECLI: ES:TS:2005:4769)
STS 30-6-2003 (ECLI: ES:TS:2003:4588)
STS 30-10-2001 (ECLI: ES:TS:2001:8453)

Las sentencias están disponibles en el aula virtual

TEMA 9 – Lo + recomendado © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

+ Información

Webgrafía

Legislación actualizada

Como en cada lección, hacemos referencia a la web de “Noticias Jurídicas”. En esta


ocasión, en este tema, es importante:

Código Civil:
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Privado/cc.html

Ley de Enjuiciamiento Civil:


http://noticias.juridicas.com/base_datos/Privado/l1-2000.html

Bibliografía

DE PABLO CONTRERAS, Pedro (coord.). Curso de Derecho Civil (I). Derecho Privado.
Derecho de la Persona (3ª. ed.). Colex, 2008. p. 225-249 y 289-322, y bibliografía
indicada en este manual.

LACRUZ BERDEJO, José Luis [et. al.]. Elementos de Derecho Civil I. Parte General,
vol. 3º, Derecho subjetivo. Negocio jurídico, 3ª ed. (revisada y puesta al día por Jesús
Delgado Echeverría). Madrid: Dykinson, 2005. Y bibliografía indicada en este manual
sobre la materia de este tema.

DÍEZ PICAZO, Luis y Antonio GULLÓN. Sistema de Derecho Civil, volumen I,


Introducción. Derecho de la persona. Autonomía privada. Persona jurídica, 11ª ed.
Madrid: Tecnos, 2003. p. 413-468 y bibliografía indicada en este manual.

Asimismo, la bibliografía indicada en el manual de referencia de la asignatura.

TEMA 9 – + Información © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

Test

1. La relación jurídica:
A. Es aquella relación que une a una persona con una cosa otorgándole un poder
sobre ella.
B. Es aquella relación que existe entre dos o más personas y que aparece regulada
o contemplada por el Derecho de forma orgánica y unitaria.
C. Es un poder jurídico reconocido a una persona para exigir a otra una
determinada conducta.
D. Ninguna de las anteriores respuestas es correcta.

2. Puede distinguirse entre:


A. Relaciones jurídicas obligatorias, voluntarias y normativas.
B. Relaciones jurídicas obligatorias, jurídico-reales y subjetivas.
C. Relaciones jurídicas subjetivas y objetivas.
D. Relaciones jurídicas obligatorias, jurídico-reales, familiares y hereditarias.

3. En toda relación jurídica:


A. Hay un sujeto activo, un sujeto pasivo y un objeto.
B. El sujeto activo tendrá un poder jurídico y el sujeto pasivo un deber jurídico.
C. Varias personas pueden ocupar simultáneamente la posición de sujeto activo o
pasivo de la relación.
D. Todas las anteriores respuestas son correctas.

4. Indica cuál de las siguientes afirmaciones es verdadera:


A. Con el reconocimiento de un poder jurídico, su titular puede exigir a otra
persona una determinada conducta.
B. Con el deber jurídico, su titular puede exigir a otra persona una determinada
conducta.
C. Al titular de un poder jurídico se le puede exigir que cumpla la conducta
debida.
D. Todas las afirmaciones anteriores son falsas.

TEMA 9 – Test © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

5. Son derechos subjetivos patrimoniales:


A. Aquellos cuyo incumplimiento es indemnizable económicamente.
B. Aquellos que otorgan un poder jurídico evaluable económicamente.
C. Aquellos que otorgan un poder jurídico no evaluable económicamente.
D. Aquellos que otorgan un poder sobre una cosa material.

6. Son derechos absolutos:


A. Aquellos que otorgan a su titular todos los poderes existentes sobre una cosa.
B. Aquellos que otorgan a su titular un poder de exigir una determinada conducta
a una determinada persona.
C. Aquellos que otorgan a su titular un poder que deber ser respetado por todos y
puede ser hecho valer erga omnes.
D. Únicamente los derechos de la personalidad.

7. La adquisición de los derechos puede ser:


A. Originaria o derivativa.
B. Constitutiva o traslativa.
C. Derivativa o constitutiva.
D. Originaria o declarativa.

8. Indica cuál de las siguientes afirmaciones es verdadera:


A. La modificación subjetiva de un derecho implica un cambio cualitativo en el
objeto del derecho
B. La modificación subjetiva de un derecho implica un cambio del titular del
derecho.
C. La modificación objetiva de un derecho implica un cambio del titular del
derecho.
D. La modificación objetiva de un derecho solamente puede deberse a cambios
económicos.

9. El derecho subjetivo:
A. No puede extinguirse, solamente puede perderse.
B. No puede perderse, solamente extinguirse.
C. Si se extingue desaparece totalmente y si se pierde supone cambio de titular.
D. Si se pierde desaparece totalmente y si se extingue supone cambio de titular.

TEMA 9 – Test © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho Civil I: las personas

10. Es causa de extinción de un derecho (indica cuál de las respuestas es falsa):


A. El cumplimiento de la prestación debida.
B. La pérdida del derecho.
C. La confusión de derechos.
D. La consolidación de derechos.

TEMA 9 – Test © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Módulo III
Relación jurídica y derecho subjetivo

El ejercicio de los derechos. Prescripción y


caducidad
[10.1] ¿Cómo estudiar este tema?

[10.2] Ejercicio de los derechos y legitimación

[10.3] Límites

[10.4] Abuso del derecho

[10.5] Prescripción

[10.6] Caducidad

10 TEMA
Ejercicio de los derechos
Realización efectiva de los poderes o
Activa Aptitud para ejercitar un derecho.
facultades que comporta el derecho.
Legitimación
Sujeto frente al que puede eficazmente Depende de la voluntad del titular.
Esquema

Pasiva
ejercitarse el derecho.

TEMA 10 – Esquema
Extrínsecos Derivados de la concurrencia de varios derechos de distintos titulares sobre un mismo objeto.

Límites Intrínsecos Derivan de la propia naturaleza del derecho.

Temporales Respeto a los plazos o términos fijados para el ejercicio de los derechos.

Tiene lugar cuando en el ejercicio del los derechos se han excedido los límites previstos,
Abuso del derecho
fundamentalmente los límites intrínsecos.

Comportamiento activo u omisivo de carácter abusivo por parte del titular del derecho.
Art. 7.2 CC  requisitos
Aptitud para ejercitar un derecho.

Cómputo del Suspensión


Clases Presupuestos
plazo del plazo
Prescripción
Relatividad Interrupción Principales
Objeto
subjetiva del plazo plazos

Ejercicio necesariamente dentro del plazo previsto y que no es susceptible de interrupción.

Acciones constitutivas.
Caducidad
Opera automáticamente y es apreciable de oficio.
Derecho civil I: las personas

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Extingue siempre el derecho.
Derecho civil I: las personas

Ideas clave

10.1. ¿Cómo estudiar este tema?

En este tema debes estudiar, además de estos materiales, el capítulo 7 (páginas


117 a 132) y el capítulo 8 (páginas 133 a 147) del manual de la asignatura
(Principios de Derecho civil I. Parte General y Derecho de la persona de Carlos
Lasarte).

En este tema se estudia el régimen general del ejercicio de los derechos. Se señalarán
sus límites, entre ellos el requisito de la buena fe en el ejercicio de los derechos y en
relación con ello la doctrina de los actos propios, analizándose posteriormente las
consecuencias de la extralimitación en el ejercicio del derecho (situaciones de abuso del
derecho). Por último, se estudiarán dos instituciones relevantes en el ejercicio de los
derechos y que determinan la imposibilidad de ejercitar en el futuro ese derecho o
alguna de las pretensiones derivadas de ese derecho: la prescripción y la caducidad.

10.2. Ejercicio de los derechos y legitimación

Ejercicio de los derechos en general

La titularidad de un derecho otorga un poder de actuación de modo que a través de su


ejercicio el titular podrá satisfacer sus intereses.

El ejercicio de un derecho supone la realización efectiva de los poderes o


facultades (o una de ellas) que ese derecho comporta, de modo que en función
de cuál sea el derecho y el poder que conlleva los actos de ejercicio serán unos u otros.

El ejercicio de un derecho depende de la voluntad de su titular. Este decide si lo


ejercita o no y cuándo lo hace, e incluso decide en qué extensión lo ejercita, esto es, si
ejercita todas las facultades inherentes a ese derecho o sólo alguna de ellas
(lógicamente aquellas que le sirvan para satisfacer el concreto interés de ese momento).
Pero ese ejercicio del derecho para la satisfacción de su interés debe realizarse por el
titular teniendo en cuenta ciertos límites, que se analizarán en un apartado posterior de

TEMA 10 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

este tema. De no respetarse esos límites, nos encontraremos ante una situación de
abuso de derecho que también será analizada posteriormente.

Por otro lado, cabe incluso que los derechos no sean ejercitados por su
titular sino por otra persona en su lugar: esa persona le representará en ese
concreto acto. El estudio más profundo de la representación será objeto del siguiente
tema de esta asignatura.

Legitimación

Para el ejercicio de un derecho se requiere:

a) Capacidad de obrar suficiente.


b) Legitimación, es decir, aptitud para realizar eficazmente el concreto acto de
ejercicio que se trate.

Legitimación activa Legitimación pasiva

Se habla de legitimación activa para referirnos a la aptitud para ejercitar un derecho.


Normalmente esta legitimación activa coincide con la titularidad del derecho. Por ej.,
estará legitimado activamente para reclamar el pago de una deuda derivada de un
préstamo el acreedor.

La legitimación pasiva la ostentará aquella persona frente a la que se ejercita el


derecho y frente a la que se puede realizar eficazmente ese concreto acto de ejercicio.
Por ej., será legitimado pasivo ante la reclamación judicial del pago del préstamo el
deudor prestatario.

Legitimación directa Legitimación indirecta

Por otro lado, cabe hablar también de legitimación directa, cuando el concreto acto
de ejercicio del derecho lo realiza el mismo titular; y legitimación indirecta, cuando
una persona que no es el titular del derecho está legitimada para realizar ese acto
concreto (son supuestos de legitimación indirecta los de representación, que se verán
en el próximo tema, y también los supuestos de sustitución como los de las acciones
subrogatorias previstas en los arts. 1.111 y 1.869 CC).

TEMA 10 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

10.3. Límites

Límites extrínsecos

El ejercicio de los derechos tiene unos límites derivados de la concurrencia de


varios derechos de distintos titulares sobre un mismo objeto. Esto permite
distinguir las situaciones de colisión de derechos y de cotitularidad:

» Colisión de derechos.

Se trata de aquella situación en la que concurren diferentes derechos de


distintos titulares sobre un mismo objeto de modo que el ejercicio de
uno de esos derechos imposibilita total o parcialmente el ejercicio
simultáneo del derecho de otro.

Por ej., todos los usuarios de la piscina pueden usar la ducha que hay a la entrada de
esa piscina, pero si uno la está usando, otra persona no puede usarla
simultáneamente. Lo mismo ocurre grosso modo en el caso de la utilización del
ascensor de un inmueble por los distintos vecinos. También puede existir colisión de
derechos en el caso del derecho a la información por parte de los periodistas y el
derecho a la intimidad por los personajes públicos (el derecho a informar llegará
hasta donde tope con el derecho a la intimidad de esas personas).

Nuestro ordenamiento jurídico trata de erradicar y evitar en la medida de lo posible


estas situaciones de colisión de derechos y para ello acoge normas, reglas o criterios
para resolver esas situaciones reconociendo preferencia a uno de esos derechos
frente a los otros con los que pudiera colisionar. Así, por ej., los derechos
fundamentales primarán sobre los demás. Entre los derechos patrimoniales se
establecen reglas como la de preferencia de la antigüedad, del rango o de quien
ejercita primero el derecho.

TEMA 10 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

» Cotitularidad

Son situaciones en las que diversas personas ostentan un mismo derecho


sobre el mismo objeto: copropietarios, coherederos, coacreedores, etc.

En estos casos, que pudieran interpretarse como un subtipo de colisión de derechos,


el ejercicio por parte de uno de los titulares se verá limitado por la existencia de
otros titulares con el mismo derecho. En general estas situaciones se rigen por lo
previsto en los arts. 392 y siguientes CC.

Límites intrínsecos

Por límites intrínsecos al ejercicio de los derechos se entiende aquellos límites que
derivan de la propia naturaleza del derecho.

El propio ordenamiento delimita la extensión y contenido de cada derecho: qué


facultades comprende y qué actos pueden llevarse a cabo, todo ello teniendo en cuenta
fundamentalmente la función o finalidad económico-social que se prevé pueda cumplir
ese derecho. Asimismo, por medio de un acuerdo o negocio jurídico el titular del
derecho puede con un tercero delimitar el contenido de ese derecho. De modo que
legal y/o convencionalmente se señalan los límites intrínsecos a ese derecho y,
concretamente, a su contenido.

Junto con esta delimitación del contenido de los derechos, pueden existir determinadas
prohibiciones legales que impiden que se lleven a cabo por un concreto titular de un
derecho determinados actos jurídicos que a priori y de ordinario están comprendidos
dentro del contenido típico de ese derecho , de modo que con esas prohibiciones legales
lo que se limita es, no el contenido del derecho como sucede en la delimitación legal o
convencional, sino el concreto ejercicio del mismo por un determinado titular. Se trata
de limitaciones o prohibiciones legales impuestas por razones de utilidad
pública y social que se acogen sobre todo en el ámbito del Derecho administrativo
(por ej., determinadas prohibiciones contempladas en el marco de los planes de
ordenación urbanística).

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Derecho civil I: las personas

Por último, dentro de los límites intrínsecos cabe señalar determinados límites
derivados de principios generales del derecho que pueden ser caracterizados como
límites éticos:

» Ejercicio conforme a la buena fe (art. 7.1 CC).

La buena fe es un concepto jurídico indeterminado que implica la exigencia de


actuar y ejercitar un derecho conforme a lo que socialmente se considera como
honesto, adecuado, justo, leal, lógico y correcto. Ahora bien, la determinación de
cuál es el modelo de conducta socialmente aceptable será objeto de apreciación caso
por caso por los tribunales. Este concepto de buena fe es aplicable no solamente en
el ámbito del Derecho civil, sino también en otras ramas del Derechos; así se prevé
expresamente en el ámbito procesal (art. 247 LEC) y en el administrativo (art. 3.1.2
Ley 40/2015 de Régimen Jurídico del Sector Público).

» Doctrina de los actos propios.

Esta doctrina deriva del criterio anterior de ejercicio conforme a la buena fe y


supone la exigencia de un comportamiento coherente; esto es, si con una
determinada conducta dentro de una relación jurídica una persona ha creado a otra
la confianza de que iba a actuar de una concreta forma, después no puede actuar de
modo contrario e incompatible con las expectativas que había creado con su anterior
comportamiento pues ello supondría una actuación contraria a la buena fe y
defraudando la confianza suscitada a la otra parte de la relación. Esta doctrina es
frecuentemente aplicada por los tribunales en la resolución de diferentes conflictos.
Lógicamente para la aplicación de esta doctrina deben probarse ambas actuaciones
que resultan incompatibles, tanto la inicial como la posterior defraudando las
expectativas creadas.

Límites temporales

Nuestro ordenamiento en atención a la buena fe y a la seguridad jurídica prevé


unos límites temporales al ejercicio de los derechos. El fundamento de los mismos
reside en tratar de eliminar la incertidumbre creada ante la falta de ejercicio
prolongado del derecho, especialmente respecto de los legitimados pasivos u obligados
a soportar dicho ejercicio, así como, en cierto modo, sancionar la desidia del titular
al actuar el poder que le ha sido reconocido.

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Derecho civil I: las personas

De modo que legalmente se establecen unos plazos o términos máximos para


que el titular ejercite el derecho. La extensión de ese período temporal depende
del concreto derecho de que se trate, así como del acto que se vaya a realizar y las
previsiones legales o convencionales al respecto. Pasados esos plazos o límites
temporales sin que se haya ejercitado el derecho, su titular ya no podrá ejercitarlo, al
menos esa concreta facultad que se ha dejado inactiva. Ello en la práctica puede
suponer la pérdida o extinción del propio derecho subjetivo (o de concretas facultades).
Esta pérdida por el transcurso de tiempo se instrumenta formalmente a
través de dos instituciones que serán estudiadas en apartados posteriores de este
tema: la prescripción y la caducidad.

Respecto del cómputo de los plazos temporales que se prevean para el ejercicio de
los derechos, deberá tenerse en cuenta lo previsto en el art. 5 CC, que acoge una regla
general de aplicación supletoria a previsiones específicas para casos concretos en otras
normas o por los particulares:

1. Siempre que no se establezca otra cosa, en los plazos señalados por días, a contar de
uno determinado, quedará éste excluido del cómputo, el cual deberá empezar en el
día siguiente; y si los plazos estuviesen fijados por meses o años, se computarán de
fecha a fecha. Cuando en el mes del vencimiento no hubiera día equivalente al inicial
del cómputo, se entenderá que el plazo expira el último del mes.

2. En el cómputo civil de los plazos no se excluyen los días inhábiles.

Nota: En el ámbito civil, como señala el citado art. 5 CC, en el cómputo se incluyen
todos los días, tanto los hábiles como los inhábiles, o lo que es lo mismo, es un cómputo
por días naturales (se cuentan todos).

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Derecho civil I: las personas

10.4. Abuso del derecho

Las situaciones de abuso del derecho surgen cuando en el ejercicio del mismo se
han excedido los límites previstos, fundamentalmente los límites
intrínsecos.

El art. 7.2 CC señala: “La Ley no ampara el abuso del derecho o el ejercicio antisocial
del mismo. Todo acto u omisión que por la intención de su autor, por su objeto o por las
circunstancias en que se realice sobrepase manifiestamente los límites normales del
ejercicio de un derecho, con daño para tercero, dará lugar a la correspondiente
indemnización y a la adopción de las medidas judiciales o administrativas que impidan
la persistencia en el abuso”.

Atendiendo a lo previsto en ese precepto cabe señalar los siguientes requisitos para la
aplicación de esta doctrina:

a) Un comportamiento activo u omisivo del titular del derecho de carácter


abusivo, en el sentido de que sobrepasa los límites normales del ejercicio de ese
derecho, ya sea desde el punto de vista subjetivo como objetivo.
b) Que tal actuación abusiva haya ocasionado un daño a un tercero, cuya existencia,
entidad y valoración económica deberá probarse.

La aplicación de esta doctrina del abuso del derecho y las consecuencias previstas en el
art. 7 CC lo será siempre que legalmente no se prevea otra solución jurídica al conflicto
surgido; no puede aplicarse indiscriminadamente a todos los supuestos sino
solamente a aquellos en que sea patente ese abuso, lo que se concretará por los
tribunales, y sea solicitado por el interesado.

Ese tercero a quien el ejercicio abusivo de un derecho le está causando un daño


podrá acudir a los tribunales y, en su caso, a la Administración a fin de que
obliguen al cese de ese comportamiento abusivo, adoptando las medidas
oportunas para ello (judiciales o administrativas), y, asimismo, para que le
reconozcan el derecho a una indemnización por los daños y perjuicios sufridos
(que deberá probar); incluso, podrá interesar la nulidad del concreto acto o
negocio jurídico realizado abusivamente.

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10.5. Prescripción

Clases

Dentro de la institución jurídica de la prescripción cabe distinguir dos figuras con


efectos totalmente distintos:

Prescripción adquisitiva Prescripción extintiva

Usucapión Prescripción strictu sensu

» La prescripción adquisitiva o usucapión (arts. 1.940 a 1.960 CC), que es


aquella en la que el transcurso del tiempo junto con el cumplimiento de
otras condiciones supone la adquisición de un derecho o su nacimiento.
Cabe distinguir entre la usucapión ordinaria (que determina la adquisición de un
derecho siempre que se cumplan los siguientes requisitos: buena fe, justo título y
posesión ininterrumpida durante el tiempo previsto legalmente en los arts. 1.955,
párrafo primero, y 1.957 CC) y la usucapión extraordinaria (que determina la
adquisición del derecho simplemente con la posesión ininterrumpida durante el
tiempo previsto legalmente en los arts. 1.955, párrafo segundo, y 1.959 CC, sin
necesidad de buena fe ni justo título ni ninguna otra condición). Su ámbito natural
de aplicación es el de los derechos reales, en cuanto que implican actos de posesión.
Por ello este tipo de prescripción será objeto de análisis más profundo en otra
asignatura dedicada al estudio de los derechos reales.

» La prescripción extintiva o prescripción strictu sensu, que es aquella en la


que el transcurso del tiempo supone la extinción de alguna o algunas
facultades inherentes a un derecho pudiendo determinar incluso la
extinción del derecho mismo. Puede afectar a cualquier tipo de derecho
subjetivo y concretamente afecta a su ejercicio, en cuanto que constituye un
mecanismo de defensa de una persona para impedir el ejercicio eficaz de ese derecho
por su titular y frente a esa persona. En este tema se estudiará este tipo de
prescripción.

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Derecho civil I: las personas

Objeto de la prescripción

Debe advertirse que lo que prescribe en sentido estricto no son los derechos sino
las pretensiones; esto es, las facultades del titular de un derecho de exigir una
determinada conducta a otra persona.

En el Código Civil y en la mayoría de las normas se habla de prescripción de las


acciones y no de los derechos (así en los arts. 1.961 y siguientes del CC). Por acción
aquí se debe entender no en el concepto estricto procesal sino en el civil sustantivo, esto
es, como la concreta actuación del derecho o de una de las facultades
inherentes al mismo y, en este sentido, es sinónimo de pretensión (ejercitable
tanto judicial como extrajudicialmente, mientras que la acción en sentido procesal
viene ligada al ejercicio judicial).

Como tal, un derecho puede estar compuesto de una o de varias facultades protegidas o
ejercitables por sus respectivas pretensiones (acciones en sentido civil y no procesal).
Ese derecho otorga, reconoce, a su titular la posibilidad de actuar sobre el objeto del
derecho uno o distintos poderes jurídicos y, en consecuencia, el titular tendrá una o
varias acciones para poder ejercitar ese derecho. El transcurso del tiempo sin
ejercitar una pretensión (esa concreta facultad del titular de exigir a otra persona
una determinada conducta) supondrá la pérdida o extinción de esa pretensión
del titular frente a esa concreta persona.

Lógicamente la prescripción de una pretensión incide sobre el propio


derecho subjetivo. Si ese derecho tiene más de una pretensión, la prescripción de
solo una de ellas no supondrá la extinción del derecho en la práctica por cuanto el
titular cuenta con más facultades o pretensiones que ejercitar, pero sí que afectará al
contenido del derecho en cuanto que este se verá reducido en una de sus pretensiones o
facultades.

En el caso de que prescriban todas las pretensiones que comporta el


concreto derecho subjetivo, sí que puede hablarse de extinción del derecho
por prescripción pues no puede concebirse un derecho sin acción, sin posibilidad de
ejercitarlo de algún modo, al menos como defensa; cuando el derecho carece de
contenido jurídicamente exigible al estar prescritas todas sus pretensiones o
facultades puede decirse entonces que ese derecho se ha extinguido por prescripción

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Derecho civil I: las personas

(de ahí lo previsto en los arts. 1.930 y 1.932 CC, que hablan de prescripción de
derechos).

A este respecto, y en general, puede decirse que por su propia naturaleza los
derechos que pueden resultar fundamentalmente extinguidos por
prescripción son los derechos de crédito, no así en el caso de los derechos
reales. Y ello por cuanto los derechos de crédito tienen un contenido más
restringido y relativo: en la mayoría de los supuestos sólo cuentan con una
pretensión (la de exigir a un determinado sujeto una determinada conducta: por ej.,
devolución de las cantidades prestadas) o a lo sumo una pretensión principal (por ej.,
pago del principal del préstamo) y otras accesorias (por ej., pago de los intereses
generados por el principal de ese préstamo), pero en cualquier caso dichas pretensiones
solamente pueden ir dirigidas a un sujeto concreto; por tanto, alegada por este sujeto la
prescripción de todas las pretensiones derivadas de ese derecho este se extinguirá.

Sin embargo, en el caso de los derechos reales, en la medida que estos


derechos suelen tener un contenido más amplio pero sobre todo porque son
derechos absolutos (oponibles erga omnes), nos encontramos con que, en
general, ante la prescripción de una pretensión el titular cuenta con pretensiones de
otro tipo para ejercitar y defender su derecho, pero, además, la misma pretensión
puede ser ejercitada frente a distintas personas: por ej. el dueño de una finca puede ver
cómo su pretensión de reivindicar su finca frente a A que ha ocupado parte de dicha
finca plantando unas viñas (acción reivindicatoria, esto es, pretensión del propietario
frente al no propietario para la restitución del bien) no tiene éxito porque ha ejercitado
esa pretensión pasado el plazo de prescripción previsto legalmente, pero sin embargo
esa pretensión de reivindicación de su propiedad sí puede ser ejercitada eficazmente
frente a su vecino B que ha ocupado parte de su finca apropiándose de determinados
árboles frutales que él plantó.

La pretensión de reivindicación se encuentra prescrita frente a A, pero no frente a B. El


derecho del propietario como tal no se ha extinguido porque, además de otras
facultades, sigue contando con la pretensión de reivindicar su propiedad frente a
cualquier persona (salvo frente a A por la ocupación de esa parte de finca con viñas
porque esa concreta pretensión frente a esa persona y por ese motivo sí que ha
prescrito y se ha extinguido).

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Derecho civil I: las personas

Además debe advertirse que las acciones o pretensiones que pueden ser objeto
de prescripción son las acciones de condena, esto es, aquellas que se ejercitan
con el fin de obtener la condena de una persona a realizar una determinada conducta
en favor del titular y actuante del derecho. Entre esas acciones cabe distinguir:

a) Las acciones personales, que son las pretensiones derivadas de los derechos de
crédito; esto es, que forman parte del contenido de un derecho de crédito,
permitiendo, en general, al acreedor exigir al deudor una determinada conducta (por
ej., el pago del préstamo, la realización de un cuadro, la entrega del bien comprado).

b) Las acciones reales, que son las pretensiones derivadas de los derechos reales,
esto es, que forman parte del contenido de un derecho real; por ej., la pretensión del
dueño de un bien para obligar a un tercero que se lo devuelva (es la llamada acción
reivindicatoria) o la acción del acreedor hipotecario frente al poseedor de la finca
hipotecada para poder realizar el valor de dicha finca para el pago de su crédito
garantizado (acción hipotecaria).

Son imprescriptibles las acciones constitutivas (aquellas que van dirigidas a la


creación o nacimiento de un derecho o situación jurídica) y las acciones meramente
declarativas (las que persiguen la declaración de la existencia o inexistencia de un
derecho), pues en ellas no se ejercita como tal ninguna pretensión como contenido de
un derecho. Asimismo, se prevé expresamente que “no prescribe entre coherederos,
condueños o propietarios de fincas colindantes la acción para pedir la partición de la
herencia, la división de la cosa común o el deslinde de las propiedades contiguas” (art.
1.965 CC).

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Presupuestos

Para poder aplicar el instituto de la prescripción será necesario:

a) Que ese concreto derecho sea prescriptible. La regla general es la de


prescriptibilidad de los derechos (art. 1.930 CC), pero hay algunos derechos que no
son prescriptibles: es el caso de los derechos extrapatrimoniales, como los derechos
de la personalidad.

b) La falta de ejercicio del derecho durante el plazo o en el término fijado


por la ley.

c) Que el sujeto favorecido por la prescripción producida la alegue


oportunamente y no renuncie a ella.

Relatividad subjetiva de la prescripción

En relación con este último presupuesto indicado cabe poner de manifiesto la


relatividad subjetiva del instituto de la prescripción, esto es, que siempre opera en el
ámbito de una concreta relación jurídica existente entre el titular del
derecho y la persona que alega la prescripción. Y, en caso de que la posición
subjetiva de la relación se encuentre formada por varias personas, la invocación de la
prescripción por una de ellas aprovechará a las demás (cfr. arts. 1.148, 1.933 y 1.974
CC).

Consecuencia de esta relatividad es que:

» La prescripción no opera automáticamente ni los tribunales pueden


apreciar su existencia de oficio (por su propia iniciativa), sino que debe ser
alegada e invocada por el interesado (ya sea judicialmente, por vía de acción o
de excepción, ya sea extrajudicialmente). Debe tenerse en cuenta que la inactividad
del titular del derecho al no ejercitarlo provocando la prescripción de esa concreta
pretensión beneficia al sujeto pasivo de ese derecho (el obligado de algún modo a
hacer, no hacer o dar algo al titular de ese derecho en virtud del mismo) pues
invocando esa prescripción podrá impedir una reclamación eficaz por el titular. En
el caso de que el titular del derecho lo ejercite pasado ya el plazo de prescripción se
exige para poder apreciar esa prescripción que el sujeto pasivo alegue que la
pretensión contra él ejercitada está prescrita (esto es, que ha transcurrido el plazo

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Derecho civil I: las personas

legal para poder ejercitar eficazmente esa pretensión), pues si no utiliza este
mecanismo de defensa no se podrá apreciar esa prescripción y podrá ser obligado a
cumplir con lo debido según la pretensión ejercitada.

» Claramente relacionado con esto se encuentra la posibilidad reconocida legalmente


de que el sujeto pasivo renuncie a la prescripción ganada (art. 1.935 CC). Esto
es, habiendo transcurrido el plazo de prescripción (prescripción ganada) el sujeto
favorecido por la misma podrá optar por renunciar a sus efectos extintivos,
mediante una declaración de voluntad unilateral no recepticia (no requiere
aceptación del titular del derecho) que puede ser expresa o tácita (por cualquier acto
que revele su voluntad de no hacer valer esa prescripción ganada, por ej., no
alegándola oportunamente). Ahora bien, lo que no se admite es renunciar a
prescribir en el futuro, esto es, renunciar a la prescripción futura, a esa prescripción
antes de que se haya producido (art. 1.935 CC).

» Conforme el art. 1.937 CC, “los acreedores, y cualquiera otra persona interesada en
hacer valer la prescripción, podrán utilizarla a pesar de la renuncia expresa o tácita
del deudor o propietario”. Es decir, que terceros que pudieran verse afectados
por esa renuncia a la prescripción ganada pueden hacer valer como
propia esa prescripción en cuanto les resulte favorable. Es el caso, por ej.,
de C, acreedor de B, que es deudor a su vez de un préstamo de 10.000 euros
concedido por A, el cual le reclama a B el pago de ese préstamo pasado el plazo legal
de prescripción (el general de 5 años: art. 1.964 CC) y B renuncia a alegar la
prescripción ganada decidiendo pagar voluntariamente a A; entonces C está
interesado en hacer valer esa prescripción porque supone evitar que del patrimonio
de B salgan 10.000 euros, los cuales podrían servir para pagarle a él en su momento.
Aquí se pone claramente de manifiesto esa relatividad de la prescripción pues
mientras para unos (en el ejemplo, B) la pretensión no está prescrita, para otros (en
el ejemplo, C) sí lo está.

» Esa relatividad de la prescripción se advierte claramente también en el caso de los


derechos reales, pues al ser derechos oponibles erga omnes (frente a todos)
puede que una concreta pretensión del titular del derecho real pueda
resultar prescrita frente a un sujeto pero no frente a otro. Por ej. el dueño
de una finca puede ver cómo su pretensión de reivindicar su finca frente a A que ha
ocupado parte de dicha finca plantando unas viñas (acción reivindicatoria, esto es,
pretensión del propietario frente al no propietario para la restitución del bien) no

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Derecho civil I: las personas

tiene éxito porque ha ejercitado esa pretensión pasado el plazo de prescripción


previsto legalmente, pero sin embargo esa pretensión de reivindicación de su
propiedad sí puede ser ejercitada eficazmente frente a su vecino B que ha ocupado
parte de su finca apropiándose de determinados árboles frutales que él plantó. La
pretensión de reivindicación se encuentra prescrita frente a A, pero no frente a B.

Cómputo del plazo de prescripción

De acuerdo con lo previsto en el art. 1.969 CC, con carácter general el plazo de
prescripción empezará a contarse desde el día en que pudo ejercitarse el
derecho; por tal expresión debe entenderse desde el momento en que su titular tuvo
conocimiento o podía razonablemente conocer que podía ejercitar el derecho.

Junto con esta regla general del art. 1.969 CC, en otros
preceptos del Código Civil se prevén normas específicas de
inicio del cómputo de los plazos para determinadas
obligaciones:

» En el caso de las acciones para exigir el pago por servicios


profesionales a que se refiere el art. 1.967 CC, el plazo de
prescripción comenzará a contarse desde que dejaron de
prestarse los respectivos servicios.

» El cómputo del plazo de prescripción de las acciones para exigir la responsabilidad


civil por injuria o calumnia y por las obligaciones derivadas de la culpa o negligencia
de que se trata en el art. 1.902 CC comenzará a contar desde que lo supo el agraviado
(art. 1.968.2º CC).

» El tiempo para la prescripción de las acciones, que tienen por objeto reclamar el
cumplimiento de obligaciones de capital, con interés o renta, corre desde el último
pago de la renta o del interés. Lo mismo se entiende respecto al capital del censo
consignativo. En los censos enfitéutico y reservativo se cuenta asimismo el tiempo de
la prescripción desde el último pago de la pensión o renta (art. 1.970 CC).

» El tiempo de la prescripción de las acciones para exigir el cumplimiento de


obligaciones declaradas por sentencia, comienza desde que la sentencia quedó firme
(art. 1.971 CC).

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» El término de la prescripción de las acciones para exigir rendición de cuentas corre


desde el día en que cesaron en sus cargos los que debían rendirlas. El
correspondiente a la acción por el resultado de las cuentas, desde la fecha en que fue
éste reconocido por conformidad de las partes interesadas (art. 1.972 CC).

Deberá atenderse asimismo a las reglas generales sobre cómputo de plazos en


el ámbito civil previstas en el art. 5 CC.

Interrupción del plazo de prescripción

Durante el transcurso del plazo de prescripción, en tanto este no finalice, el titular del
derecho podrá ejercitarlo cuando quiera. Ello supondrá que el plazo legal de
prescripción se interrumpirá con ese acto y que el plazo volverá a empezar a contar otra
vez desde el principio y desde ese momento.

Se prevén legalmente las siguientes formas o mecanismos de interrupción de la


prescripción (art. 1.973 CC):

a) El ejercicio judicial del derecho, es decir, la realización de actos tendentes a


promover el conocimiento de los tribunales de determinados aspectos relacionados
con ese derecho. Entre los actos más relevantes de ejercicio judicial nos
encontramos con la interposición de la demanda por el titular del derecho
interesando que los tribunales ordenen al sujeto pasivo de ese derecho la
observancia del mismo. También se ha venido aceptando por nuestra jurisprudencia
como actos que interrumpen el plazo de prescripción la presentación de demanda de
conciliación o la solicitud de que se practiquen unas diligencias previas
preparatorias a la demanda o la simple solicitud del beneficio de justicia gratuita.

b) El ejercicio extrajudicial del derecho, esto es, la realización de actos por el


titular del derecho tendentes a que el sujeto pasivo cumpla con lo debido pero sin
promover la intervención de los tribunales. Podrá interrumpir la prescripción
cualquier acto de reclamación extrajudicial: una carta, un email, un fax, un burofax,
un requerimiento notarial, incluso una conversación telefónica o personalmente, si
bien en este último caso el problema residirá en la prueba de ese acto interruptivo.
Prueba que se hace fácil especialmente en el caso del burofax y del requerimiento
notarial.

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c) El reconocimiento del derecho por el sujeto pasivo. Cualquier acto mediante


el cual el sujeto pasivo de un derecho reconozca que se encuentra obligado por ese
derecho a favor de su titular interrumpirá el plazo de prescripción del ejercicio de
ese derecho. Se trata de un acto unilateral, sin necesidad de aceptación del titular del
derecho, y que puede ponerse de manifiesto de muy diversas maneras (por carta,
fax, email, burofax, conversaciones, acta notarial de reconocimiento, etc.),
determinantes cada una de ellas de una mayor o menor facilidad probatoria.

Suspensión del plazo de prescripción

En ciertos casos se ha venido admitiendo la suspensión del plazo de prescripción, que


supone que al producirse un determinado hecho ese plazo se paraliza, deja
de correr, si bien después, una vez han pasado las circunstancias que
motivaron la suspensión, el plazo no se reinicia desde el principio (como
sucede en el caso de la interrupción) sino que el cómputo del plazo se reanuda
en el momento en que se paralizó. Es el caso de las moratorias legales o la
situación prevista en el art. 121.2 LRJAP-PAC, que prevé expresamente la suspensión
de la prescripción mientras se tramita y resuelve la reclamación administrativa previa
(requisito necesario para poder ejercitar reclamaciones civiles contra la
Administración).

Principales plazos de prescripción

En nuestro ordenamiento se prevén diversos plazos de prescripción según la naturaleza


de los derechos ejercitados. Asimismo, las previsiones son distintas según el ámbito del
Derecho a que nos refiramos (civil, administrativo, penal, laboral, etc.). Aquí nos
centraremos en señalar los principales plazos de prescripción previstos en el Código
Civil, diferenciando entre las acciones personales y las acciones reales:

a) Entre las acciones personales, los principales plazos de prescripción son:

o 5 años para las acciones personales que no tengan señalado término especial de
prescripción (art. 1.964 CC).

o 5 años para las acciones para exigir el cumplimiento de las obligaciones


siguientes (art. 1.966 CC):
- La de pagar pensiones alimenticias.

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- La de satisfacer el precio de los arriendos, sean estos de fincas rústicas o de


fincas urbanas.
- La de cualesquiera otros pagos que deban hacerse por años o en plazos más
breves.

o 3 años para las acciones para el cumplimiento de las obligaciones siguientes (art.
1.967 CC):
- La de pagar a los jueces, abogados, registradores, notarios, escribanos, peritos,
agentes y curiales sus honorarios y derechos, y los gastos y desembolsos que
hubiesen realizado en el desempeño de sus cargos u oficios en los asuntos a
que las obligaciones se refieran.
- La de satisfacer a los farmacéuticos las medicinas que suministraron; a los
profesores y maestros sus honorarios y estipendios por la enseñanza que
dieron, o por el ejercicio de su profesión, arte u oficio.
- La de pagar a los menestrales, criados y jornaleros el importe de sus servicios,
y el de los suministros o desembolsos que hubiesen hecho concernientes a los
mismos.
- La de abonar a los posaderos la comida y habitación, y a los mercaderes el
precio de los géneros vendidos a otros que no lo sean, o que siéndolo se
dediquen a distinto tráfico.

o 1 año (art. 1.968 CC):


- La acción para recobrar o retener la posesión.
- La acción para exigir la responsabilidad civil por injuria o calumnia, y por las
obligaciones derivadas de la culpa o negligencia de que se trata en el art. 1.902
CC, desde que lo supo el agraviado.

b) Entre las acciones reales, los principales plazos de prescripción son:

o Las acciones reales sobre bienes muebles prescriben a los 6 años de


perdida la posesión, salvo que el poseedor haya ganado por menos término el
dominio conforme al art. 1.955 CC (usucapión), y excepto los casos de extravío y
venta pública, y los de hurto o robo, en que se estará a lo dispuesto en el párrafo
tercero del citado art. 1.955 CC (art. 1.962 CC).

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o Las acciones reales sobre bienes inmuebles prescriben a los 30 años, sin
perjuicio de lo establecido para la adquisición del dominio o derechos reales por
prescripción (art. 1.963 CC).

o La acción hipotecaria prescribe a los 20 años (art. 1.964 CC).

10.6. Caducidad

Concepto, fundamento y objeto

Mediante el instituto jurídico de la caducidad se hace referencia a aquellos supuestos


en los que el ejercicio de una acción o derecho debe hacerse
necesariamente en un determinado plazo no susceptible de interrupción
alguna y de no realizarse en ese plazo ya no podrá ejercitarse más pues supone la
extinción de ese derecho.

Encuentra su fundamento en el interés público de que ciertos derechos y facultades o


poderes se ejerciten precisamente en ese concreto plazo, y así evitar situaciones de
incertidumbre prolongada e inseguridad jurídica.

Es una institución que se aplica mucho en el ámbito procesal, pues la gran mayoría de
los plazos procesales son de caducidad, pero también es frecuente en otras ramas del
Derecho, como en el ámbito civil (por ej., las acciones de reclamación de la filiación o la
acción de rescisión de un negocio jurídico o la acción de retracto legal).

Esta institución ha sido construida y configurada por la jurisprudencia y la doctrina y


más que a la acción en sentido sustantivo (pretensión) viene referida especialmente a la
acción en sentido procesal o ejercicio judicial del derecho en el plazo establecido,
de modo que ante la falta de ejercicio se extingue el derecho o facultad
jurídica concreta.

Las acciones respecto de las que se prevé fundamentalmente y como regla general
plazos de caducidad son las llamadas acciones constitutivas (que son aquellas a
través de las cuales se ejercita un derecho a obtener o promover un cambio jurídico;
mediante ellas se ejercita un poder o facultad de modificar una relación jurídica). Por
ej., son acciones constitutivas las relativas al estado civil de las personas (como la

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reclamación o impugnación de una filiación), la de rescisión de un negocio jurídico, el


ejercicio de un retracto, etc.

En algunos casos en las normas no se explicita qué tipo de plazo es, si de caducidad o
de prescripción, y por ello es la doctrina y los tribunales quienes van configurando en
ciertos casos las consecuencias del transcurso del tiempo sin ejercitar los derechos y sus
facultades. Así ocurre en el caso de los plazos previstos en los arts. 1.301 y 1.490 CC,
donde algunas sentencias y autores señalan que son plazos de caducidad pero la
tendencia más reciente es la de considerarlos como plazos de prescripción.

En cuanto al cómputo del plazo de caducidad, cabe atender igualmente a las


previsiones recogidas en el art. 5 CC.

Diferencias con la prescripción

Grosso modo puede decirse que las principales diferencias entre la caducidad y
la prescripción son:

» El plazo de prescripción viene fijado por la ley, pero un plazo de caducidad


puede haberse señalado tanto por la ley como por voluntad de los
particulares.

» Mientras que la prescripción no opera automáticamente ni es apreciable de oficio, la


caducidad, por el contrario, opera automáticamente (por el simple transcurso
del plazo) y es apreciable de oficio por los tribunales (esto es, aunque no se
alegue por el favorecido por esa caducidad esta surte efectos).

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» La caducidad no es renunciable.

» La caducidad no es susceptible de interrupción.

» La caducidad extingue siempre el derecho o poder de modificación


jurídica que se ejercitaría con la acción; en cambio, la prescripción como tal
no extingue el derecho sino solamente la pretensión, dejando, en su caso, debilitado
al derecho.

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Derecho civil I: las personas

Lo + recomendado

No dejes de leer…

La interrupción de la prescripción extintiva

Aranzadi Civil-Mercantil, vol. II (Estudio). Pamplona: Aranzadi, SA, 1995.

En este trabajo de Francisco Javier Fernández Urzainqui, que se adjunta en dos partes,
se hace un análisis pormenorizado del régimen jurídico de la interrupción de la
prescripción: su significado, su relación con otras figuras jurídicas más o menos afines,
sus requisitos, sus causas, los modos de interrupción y sus efectos.

El artículo está disponible en el aula virtual (parte I y II)

La caducidad en el Derecho civil español

Aranzadi Civil-Mercantil, vol. III (Estudio). Pamplona: Aranzadi, SA, 1995.

En este trabajo de Enrique Rubio Torrano se hace un estudio más profundo del
régimen jurídico de la caducidad en nuestro Derecho: fundamento, objeto, plazos y
relación con la autonomía de la voluntad y con la extinción de los derechos.

El artículo está disponible en el aula virtual

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Derecho civil I: las personas

+ Información

A fondo

Sentencias sobre la doctrina de los actos propios

Aquí tienes algunas sentencias sobre la doctrina de los actos propios para conocer
mejor su aplicación a casos concretos:

» STS 28-7-2006 (ECLI: ES:TS:2006:5600)


» STS 23-11-2004 (ECLI: ES:TS:2004:7602)
» STS 16-9-2004 (ECLI: ES:TS:2004:5706)

Las sentencias están disponibles en el aula virtual

Sentencias sobre el abuso del derecho

Aquí tienes algunas sentencias sobre el abuso del derecho para conocer mejor su
aplicación a casos concretos:

» STS 21-9-2007 (ECLI: ES:TS:2007:5831)


» STS 25-1-2006 (ECLI: ES:TS:2006:155)
» STS 18-5-2005 (ECLI: ES:TS:2005:3192)

Las sentencias están disponibles en el aula virtual

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Derecho civil I: las personas

Sentencias en materia de prescripción y caducidad

Aquí tienes algunas sentencias en materia de prescripción y caducidad para conocer


mejor su aplicación a casos concretos:

» Doctrina general sobre prescripción y caducidad: STS 28-1-1983.


» Prescripción: SSTS 1-10-2009 (ECLI: ES:TS:2009:5949), 16-12-2008 (ECLI:
ES:TS:2008:6767), 17-7-2008 (ECLI: ES:TS:2008:3954), 7-12-2006 (ECLI:
ES:TS:2006:7529) y 31-1-2004 (ECLI: ES:TS:2004:531).
» Caducidad: STS 17-9-2010 (ECLI: ES:TS:2010:7105), 16-10-2008 (ECLI:
ES:TS:2008:5461) y 29-5-2006 (ECLI: ES:TS:2006:3340).

Las sentencias están disponibles en el aula virtual

Webgrafía

Legislación actualizada

Como en cada lección, hacemos referencia a la web de “Noticias Jurídicas”. En esta


ocasión, en este tema, es importante:

» Código Civil:
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Privado/cc.html
» Ley de Enjuiciamiento Civil:
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Privado/l1-2000.html

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Derecho civil I: las personas

Bibliografía

DE PABLO CONTRERAS, Pedro (coord.). Curso de Derecho Civil (I). Derecho Privado.
Derecho de la Persona (3ª. ed.). Colex, 2008. p. 225-249 y 289-322, y bibliografía
indicada en este manual.

LACRUZ BERDEJO, José Luis [et. al.]. Elementos de Derecho Civil I. Parte General,
vol. 3º, Derecho subjetivo. Negocio jurídico, 3ª ed. (revisada y puesta al día por Jesús
Delgado Echeverría). Madrid: Dykinson, 2005. Y bibliografía indicada en este manual
sobre la materia de este tema.

DÍEZ PICAZO, Luis y Antonio GULLÓN. Sistema de Derecho Civil, volumen I,


Introducción. Derecho de la persona. Autonomía privada. Persona jurídica, 11ª ed.
Madrid: Tecnos, 2003. p. 413-468 y bibliografía indicada en este manual.

Asimismo, la bibliografía indicada en el manual de referencia de la asignatura.

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Derecho civil I: las personas

Test

1. El ejercicio de un derecho consiste en:


A. La reclamación judicial de dinero a una persona.
B. La realización de la conducta debida.
C. La realización efectiva de los poderes que ese derecho comporta.
D. Todas las anteriores respuestas son correctas.

2. En las situaciones de colisión de derechos:


A. Cabe el ejercicio simultáneo de los distintos derechos.
B. No cabe el ejercicio simultáneo de los distintos derechos.
C. El derecho se extingue porque otro titular ha ejercitado primero el suyo.
D. Las respuestas de los apartados B y C son correctas.

3. Son límites intrínsecos del ejercicio de los derechos:


A. La delimitación legal del contenido del derecho y el ejercicio conforme a la
buena fe.
B. Las prohibiciones legales, la prescripción y la caducidad.
C. La doctrina de los actos propios y el abuso del derecho.
D. Todas las anteriores respuestas son correctas.

4. El fundamento de los límites temporales es:


A. Evitar la prescripción del derecho.
B. Evitar la caducidad del derecho.
C. Evitar la incertidumbre y sancionar la desidia del titular del derecho.
D. Todas las anteriores respuestas son correctas.

5. Indica cuál de las siguientes afirmaciones es falsa:


A. El abuso del derecho existe cuando se han excedido los límites intrínsecos en el
ejercicio del derecho.
B. Para poder apreciar la existencia de abuso de derecho debe existir un
comportamiento abusivo por el titular del derecho y haberse ocasionado un daño
a un tercero.
C. El tercero puede exigir a los tribunales que obliguen al cese del
comportamiento abusivo.
D. Todas las anteriores afirmaciones son falsas.

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Derecho civil I: las personas

6. Indica cuál de las siguientes afirmaciones es correcta:


A. La usucapión puede ser adquisitiva o extintiva.
B. La prescripción extintiva supone la extinción de la pretensión no ejercitada en
plazo.
C. Pueden prescribir las acciones reales y las acciones meramente declarativas.
D. Las acciones reales nunca prescriben.

7. Indica cuál de las siguientes afirmaciones es verdadera:


A. La prescripción es apreciable de oficio.
B. No cabe renuncia alguna a la prescripción.
C. El transcurso del plazo supone automáticamente la extinción del derecho.
D. La prescripción debe ser invocada por el favorecido, pudiendo este renunciar a
la prescripción ganada.

8. Interrumpe el plazo de prescripción:


A. El reconocimiento del derecho por el sujeto pasivo.
B. La presentación de demanda o reclamación por burofax frente al sujeto pasivo.
C. No cabe la interrupción del plazo de prescripción de ninguna forma.
D. Las respuestas de los apartados A y B son correctas.

9. Indica cuál de las siguientes afirmaciones es verdadera:


A. El plazo de prescripción empieza a contar por lo general desde que el sujeto
pasivo reconoce la existencia del derecho.
B. La acción para reclamar el pago de las rentas de una vivienda arrendada
prescribe en el plazo de tres años.
C. La acción hipotecaria prescribe a los quince años.
D. Prescriben a los cinco años las acciones personales, salvo que expresamente se
haya previsto otro plazo de prescripción.

10. Indica cuál de las siguientes afirmaciones es correcta:


A. Se puede renunciar a la caducidad ganada pero no a la futura.
B. La caducidad es apreciable de oficio y opera automáticamente.
C. El plazo de caducidad se interrumpe con la reclamación judicial.
D. El plazo de caducidad se interrumpe con el reconocimiento del derecho por el
sujeto pasivo.

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Módulo III
Relación jurídica y derecho subjetivo

Representación
[11.1] ¿Cómo estudiar este tema?

[11.2] Concepto, clases y presupuestos

[11.3] Representación voluntaria directa e indirecta

[11.4] Representación legal

[11.5] El poder de representación

11 TEMA
Representación
Esquema

Mecanismo jurídico por el que una persona (representante) actúa en lugar de y en interés de otra persona

TEMA 11 – Esquema
Concepto (representado), habiendo sido legitimado para ello por la Ley o por esa concreta persona interesada.
No cabe la representación en actos personalísimos.

- Actuación en nombre ajeno (contemplatio domini)


Presupuestos
- Actuación por cuenta ajena
generales - Existencia de apoderamiento

- Origen en la ley
Representación
- Supuestos: menores, incapacitados, desaparecidos, ausentes, nasciturus, concursados
legal - Efectos directos en la esfera jurídica del representado
Clases
Representación
Origen en la voluntad del representado
voluntaria

Representación - El representante actúa en interés y en nombre del representado


directa - Efectos directos en la esfera jurídica del representado

Representación - El representante actúa en nombre propio aunque en interés del representado


indirecta - Efectos directos en la esfera jurídica del representante

Poder de Apoderamiento Otorgamiento de poder a una persona para actuar en nombre de otra.
representación Poder Instrumento formal del apoderamiento, que puede ser legal o voluntario.
Derecho civil I: las personas

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Derecho civil I: las personas

Ideas clave

11.1. ¿Cómo estudiar este tema?

En este tema debes estudiar, además de estos materiales, el capítulo 26 (páginas


427 a 443) del manual principal de la asignatura (Principios de Derecho Civil I.
Parte General y Derecho de la persona de Carlos Lasarte).

En este tema se estudia de modo general el régimen de la representación, esto es,


de la actuación de una persona en lugar de otra, analizándose los requisitos legales para
que tal actuación en lugar de otra persona sea eficaz y válida y los diferentes tipos de
representación que caben, junto con sus presupuestos.

11.2. Concepto, clases y presupuestos

Concepto

La representación es el mecanismo jurídico por el que una persona


(representante) actúa en lugar de y en interés de otra persona (representado),
habiendo sido legitimado para ello por la Ley o por esa concreta persona
interesada.

La existencia de la representación como fenómeno jurídico se fundamenta en el hecho


de que por determinadas causas la actuación de una persona en un concreto acto o
negocio jurídico sea imposible o desaconsejable, resultando más conveniente que sea
un tercero quien actúe en su lugar.

Podrá acudirse a la representación para llevar a cabo todo acto jurídico negocial
o no negocial y para el ejercicio de derechos o facultades pero siempre que
no tengan el carácter de personalísimos. Se excluye de la posibilidad de acudir a
la representación para la realización de actos personalísimos; esto es, actos que el
ordenamiento prevea que solamente puedan ser realizados personalmente como titular
de los derechos afectados por esa actuación (por ej., los actos que afecten a los derechos

TEMA 11 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

de la personalidad, al estado civil, al Derecho de familia, a las declaraciones de voluntad


mortis causa como los testamentos).

Clases

Representación legal

Clases Representación directa

Representación voluntaria
Representación indirecta

La clasificación básica y típica de la representación atiende al origen de la misma y en


este sentido cabe distinguir entre:

» Representación legal (que tiene su origen en la ley).


» Representación voluntaria (que tiene su origen en la voluntad de las partes y,
especialmente, del representado al conceder autorización o legitimación a otra
persona para actuar en su lugar y en su interés).

Asimismo, cabe distinguir a su vez entre:

o Representación directa (en la que el representante actúa, además de en


interés del representado, en nombre de este).
o Representación indirecta (en la que el representante, pese a actuar en interés
del representado, no actúa en nombre de este sino en su propio nombre).

En apartados posteriores se estudiará cada una de estas clases de representación,


debiendo señalarse que la representación que ha sido considerada tradicionalmente
como la representación típica o paradigmática y sobre la que ha girado la
conceptuación y configuración doctrinal de esa institución jurídica es la
representación voluntaria directa.

TEMA 11 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

Presupuestos generales

Actuación en nombre ajeno (contemplatio domini)

Presupuestos
Actuación por cuenta ajena
generales

Existencia de apoderamiento

» La actuación en nombre ajeno (contemplatio domini). El representante se debe


presentar (expresa o tácitamente por los hechos y conducta del representante) ante
los terceros con los que quiere contratar como una persona que actúa en nombre de
otra, de modo que esos terceros conozcan y sean conscientes de que realmente van a
contratar con el representado y no con el representante, de modo que los efectos
derivados del negocio jurídico que realicen recaerán en la esfera jurídica del
representado y no en la del representante. Este presupuesto se exige tanto en la
representación voluntaria directa, como en la representación legal; pero no se
encuentra en la representación indirecta.

» La actuación por cuenta ajena. El representante actúa bajo el principio de


defender los intereses del representado y cumplir las expectativas negociales de este,
de modo que en caso de conflicto con sus propios intereses, siempre debe primar el
interés del representado. El supuesto de conflicto de intereses más típico es el del
autocontrato, que tiene lugar cuando el representante celebra un contrato actuando
de una parte en representación de una persona y de otra parte actuando en nombre
propio o en representación de otra persona, de modo que él solo es parte firmante y
contraparte firmante de ese contrato (por ej. comprador y vendedor, arrendador y
arrendatario). La autocontratación no tiene una regulación específica en nuestro
Derecho, si bien en determinadas normas se advierte de la prohibición de celebrar
determinados actos en su propio nombre y en nombre del representado cuando ello
suponga un conflicto de intereses con su representado (cfr. art. 1.459 CC, art. 163
CC, art. 244.4º CC y art. 267 CCom). Este requisito de actuación por cuenta ajena es
exigible tanto en la representación voluntaria directa como en la representación
voluntaria indirecta y en la representación legal.

» Existencia de apoderamiento. Este presupuesto, aunque pudiera en cierta


medida y de algún modo encontrarse en las distintas clases de representación

TEMA 11 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

señaladas, debe advertirse que adquiere mayor y especial relevancia en el caso de la


representación voluntaria directa.

11.3. Representación voluntaria directa e indirecta

Representación voluntaria

La representación voluntaria tiene lugar cuando es el propio interesado quien


otorga a otra persona la autorización o legitimación precisa para actuar en
su lugar y en el marco de su esfera personal y/o patrimonial. Podría actuar él
mismo pero por los motivos que fuera ha decidido que sea otro quien actúe por él;
ahora bien, la actuación del representante vendrá delimitada por la propia voluntad del
representado al concederle la representación, concretando las facultades concedidas y
las bases, directrices y límites de su actuación.

Representación directa

La representación directa es aquella en la que el representante actúa no


solamente por cuenta y en interés del representado sino también en su
nombre, de modo que los efectos de la actuación llevada a cabo por el
representante recaen directamente en la esfera jurídica (personal y/o
patrimonial) del representado, vinculándose este directamente con el
tercero con el que el representante ha contratado (la relación jurídica que se crea con
el tercero con el que el representante contrata se establece entre ese tercero y el propio
representado, no con el representante); a estos efectos es como si el representado
hubiera actuado él mismo.

En este tipo de representación tiene especial relevancia el poder o apoderamiento


efectuado al representante, cuyo régimen jurídico, por su importancia en el marco del
estudio de la representación, será analizado en un apartado específico posteriormente,
profundizando paralelamente en el régimen propio de la representación directa y de las
relaciones jurídicas derivadas de esa situación de apoderamiento.

TEMA 11 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

Representación indirecta

La representación indirecta es aquella en la que el representante, pese a actuar


por cuenta y en interés del representado, no actúa en nombre de este sino en su
propio nombre (no concurre el presupuesto de la contemplatio domini). En
consecuencia, el tercero con el que contrate el representante se vinculará con
él, no con el representado; y para que los efectos de esa actuación del representante
recaigan en la esfera jurídica del representado deberá llevarse a cabo un nuevo acto o
negocio jurídico entre el representante y el representado de modo que aquel
transferirá a la esfera jurídica (personal y/o patrimonial) de este los efectos del acto
celebrado con el tercero.

El representante por cualquier motivo (trascendente o no) oculta a ese tercero que
actúa en interés y por cuenta de otra persona, presentándose ante él como persona que
actúa en nombre propio. Normalmente se produce este tipo de representación en el
caso de que el representante carezca de apoderamiento o no lo utilice, si bien entre
representante y representado sí existe una relación jurídica en virtud de la cual aquel
gestiona los intereses de este; y dadas estas circunstancias la relación existente entre
ambos más que de propia representación puede hablarse de mandato (cfr. art. 1.709
CC: “Por el contrato de mandato se obliga una persona a prestar algún servicio o
hacer alguna cosa, por cuenta o encargo de otra”).

A causa de que ante terceros el representante (o mandatario) actúa en nombre propio y,


por tanto, esos terceros desconocen a priori quién es el representado (esto es, por
cuenta e interés de quién actúa el representante), la actuación del representante no
puede vincular directamente al representado y a ese tercero; entre el representado
y ese tercero no existe ninguna relación y, por tanto, ninguno de ellos tendrá
acción alguna contra el otro, quedando el representante vinculado con ese tercero como
si el asunto fuera suyo.

Cabe advertir que también es posible que en el marco de la representación directa entre
el representante y representado exista una relación de mandato en cuyo marco se haga
el apoderamiento para actuar en su nombre. Así, deben distinguirse los siguientes
supuestos:

a) el supuesto de representación indirecta en el que la actuación del representante


suele tener lugar en virtud de un mandato o encargo de gestión pero su actuación se

TEMA 11 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

limita a ser por cuenta e interés del representado o mandante, actuando siempre
ante tercero en nombre propio, de modo que no se deriva relación jurídica alguna
entre el mandante y el tercero sino que es el representante quien se vincula con el
tercero; y

b) el supuesto de una representación directa con un apoderamiento a una persona a la


que se está unido por una relación de mandato pero que en virtud de ese
apoderamiento ese representante actúa en nombre del representado (no en el suyo
propio) vinculándole directamente con el tercero.

En definitiva, el punto clave de la distinción entre la representación directa y


la indirecta reside en la actuación del representante en nombre del
representado en el caso de la representación directa (lo que determina la
vinculación directa del representado con el tercero, de modo que la actuación del
representante con ese tercero produce efectos directamente en la esfera jurídica,
personal y/o patrimonial, del representado) y en nombre propio en la
representación indirecta (lo que implica que es él quien se vincula directamente
con el tercero y no el representado; es en la esfera jurídica, personal y/o patrimonial,
del representante donde produce efectos el acto o negocio celebrado con el tercero; y
para que esos efectos se produzcan en la esfera jurídica, personal y/o patrimonial, del
representado el representante debe transferírselos mediante un nuevo acto o negocio
jurídico).

11.4. Representación legal

La representación legal tiene lugar cuando el propio ordenamiento jurídico


atribuye a determinadas personas la legitimación para actuar en nombre e
interés de otras personas y ejercitar derechos de los que otra persona es
titular. Esto se produce, por ej., en el caso de los menores, los incapacitados, los
desaparecidos, los ausentes, los nasciturus y los concursados: la ley encomienda la
gestión de los intereses de estos sujetos llevando a cabo las actuaciones oportunas en su
nombre e interés.

Como en la representación voluntaria directa, en la representación legal el


representante actúa en nombre de otra persona (contemplatio domini),
teniendo un poder de representación que dimana de la ley; también en este caso

TEMA 11 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

los efectos de lo actuado por el representante recaen directamente en la


esfera jurídica (personal y/o patrimonial) del representado.

Pero la diferencia principal entre la representación


voluntaria y la representación legal radica en que ésta
implica la total sustitución de la voluntad del representado
por la del representante en la realización de aquellos actos
jurídicos que la ley prevé que debe hacer en lugar del
representado. En su actuación el representante gozará
de cierta autonomía, con independencia de la
voluntad del representado (lógico, por otro lado, en
cuanto que la situación de este que determina legalmente su
representación implica la limitación o carencia de voluntad
eficaz para llevar a cabo determinados actos jurídicos o su desconocimiento por no
encontrarse presente), debiendo atender únicamente a los límites que para su
actuación pueda prever la ley o, en su caso, la sentencia de incapacitación.

Son supuestos típicos de representación legal:

» La de los padres respecto de sus hijos menores no emancipados.


» La de los tutores respecto de sus pupilos.
» La del defensor judicial respecto de los intereses de los menores o incapacitados por
él defendidos.
» La del defensor del desaparecido respecto de este.
» La del representante del declarado ausente respecto de este.

11.5. El poder de representación

Poder y apoderamiento

El apoderamiento es el acto por el que se otorga un poder de representación


de una persona a favor de otra, concediéndole la facultad y legitimación para
actuar en su nombre, y que explica el que los efectos de dicha actuación del
representante recaigan en la esfera jurídica del representado.

TEMA 11 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

Ese apoderamiento en la representación legal surge de la ley, pero en la


representación voluntaria directa consiste en la declaración de voluntad de
una persona (poderdante) de otorgar un poder de representación a favor
de otra (apoderado), siendo una declaración de voluntad unilateral y recepticia
(es válida con la sola concurrencia de la voluntad del poderdante pero para que sea
plenamente eficaz debe ser conocida o comunicada al apoderado).

El poder es el instrumento jurídico formal del apoderamiento que permite a


una persona actuar en nombre de otra, legitimándola para actuar como su
representante. Ese poder (legal o voluntario) será el que concrete la extensión
de las facultades de representación concedidas.

El hecho de otorgar poder no priva al representado para poder llevar a cabo


por sí mismo los actos a que se refiere el poder. Asimismo, otorgado un poder a
una persona, ello no impide que pueda otorgarse poder con el mismo
contenido a otra u otras personas distintas.

Para otorgar poder voluntariamente resultará necesario tener capacidad de


obrar; y para llevar a cabo los actos a que se refiere ese poder voluntario al
representante le basta con tener capacidad de obrar general (debe tenerse en
cuenta que como tal ese acto no afectará a su esfera jurídica) pero el representado
además deberá tener la capacidad de obrar especial que exija ese acto
concreto, así como las cualidades personales concretas (en orden por ej. a la
edad, nacionalidad, vecindad civil, etc.) que la celebración del concreto negocio exija
para su eficacia.

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Derecho civil I: las personas

Respecto a la forma de otorgar poder, rige el principio de libertad de forma


(cfr. art. 1.278 CC), si bien para determinados supuestos (los previstos en el art. 1.280.5
CC: por ej., poder para contraer matrimonio o el poder general para pleitos) se exige
que el poder conste en documento público.

Para que el apoderamiento tenga eficacia práctica posterior resulta necesario


comunicar el otorgamiento de poder al propio representante y además
debe enmarcarse ese acto de apoderamiento en una relación jurídica
concreta entre representado y representante o negocio causal subyacente a
la propia representación, del cual surja la obligación de asumir esa
representación y llevar a cabo los actos en interés del representado. Ese
negocio causal subyacente puede ser de diversa naturaleza: contrato de arrendamiento
de servicios profesionales, contrato de trabajo, contrato de sociedad, pero el más típico
es el contrato de mandato (art. 1.709 CC: “Por el contrato de mandato se obliga una
persona a prestar algún servicio o hacer alguna cosa, por cuenta o encargo de otra”).

Clases de poder

Poder general Poder especial

Clases de poder Poder solidario Poder mancomunado

Poder revocable Poder irrevocable

Puede distinguirse entre:

» Poder general (otorgado para gestionar todos los asuntos del poderdante, salvo
los personalísimos, o un conjunto de múltiples asuntos todos relacionados con un
determinado sector de actividad) y poder especial (otorgado para uno o unos
asuntos muy concretos).

» Si el poder se otorga a favor de varias personas, resulta relevante distinguir entre


poder solidario (que supone que cualquiera de esas personas puede
individualmente llevar a cabo el negocio o acto encargado) y poder
mancomunado (que determina que todas esas personas deben participar en la
realización definitiva del negocio).

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Derecho civil I: las personas

» Poder revocable (el poderdante puede decidir dejar sin efecto ese poder) y poder
irrevocable (no cabe dejarlo sin efecto). Por su naturaleza, y concretamente en el
caso de la representación voluntaria, el poder es revocable sin necesidad de alegar
justa causa o motivo alguno.

Sustitución

El representante podrá, si así lo ha autorizado el representado expresa o


tácitamente (o al menos no se haya prohibido expresamente por el poderdante
representado), transferir a otra persona determinadas facultades de
representación en nombre ajeno conferidas por ese poder; esto en principio no
afectará a la subsistencia del poder inicial (salvo que el poderdante haya
dispuesto otra cosa) pues como tal acto de autonomía de la voluntad su existencia sólo
dependerá de la voluntad de quien lo haya otorgado, no del apoderado. En caso de
sustitución, el apoderado responderá de la gestión del sustituto (cfr. art. 1.721
CC, en sede de mandato, cuyas normas se entiende que resultan aplicables a la
representación).

La transmisión por el representante apoderado unilateralmente a otra persona de


todas las facultades otorgadas por el poder de modo que ese tercero
sustituya totalmente al apoderado inicial no parece admisible en cuanto que
se está eliminando unilateralmente de la relación representativa a la persona que
voluntariamente el poderdante decidió que le representara. En estos casos de
sustitución total (en los que subyace la imposibilidad o falta de interés del apoderado
de actuar en representación del poderdante), lo más lógico es la revocación del poder
inicial y el otorgamiento de un nuevo poder a otra persona.

Extinción del poder

Son causas de extinción del poder (cfr. arts. 1.732 a 1.739 CC):

» Por las causas señaladas por el propio poderdante al emitir su voluntad de otorgar
poder.
» En el caso de poder especial, por la realización del acto o actos determinados para
los que se otorgó el poder.
» Dada la naturaleza de confianza de la relación existente entre representante y
representado, se extingue el poder por muerte del poderdante (representado) o del

TEMA 11 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

apoderado (representante); del mismo modo, en caso de incapacitación o


declaración de prodigalidad del representante o del representado.
» Por la revocación del poder por el poderdante; esto es, la declaración de voluntad del
poderdante de que se extinga ese poder, de que ya no otorga legitimación a esa
persona para actuar en su representación. Esa revocación podrá ser expresa o tácita
y es, al igual que el otorgamiento de poder, una declaración unilateral y recepticia
(siendo destinatario, lógicamente, el apoderado).
» Por renuncia del apoderado (representante). Se tratará de una declaración de
voluntad recepticia del representante que debe ponerse en conocimiento del
representado. En caso de causar perjuicios injustificados al poderdante por esa
renuncia, el representante deberá indemnizarle. Además, en virtud de la buena fe, el
apoderado renunciante no puede abandonar automáticamente los actos y gestiones
que estaba realizando en virtud de la representación, sino que deberá continuar con
ellos hasta que el representado pueda adoptar las decisiones y actuaciones
necesarias para su sustitución sin merma de sus intereses (ahora bien, el
representado también debe actuar al respecto diligentemente y sin demora,
atendiendo a la buena fe).

Pese a la extinción del poder, en algunos casos la actuación del representante


puede afectar a la esfera jurídica del representado si el tercero con quien se
relaciona el representante actuando en nombre del representado desconoce la extinción
del poder y actúa confiando en la existencia de tal poder.

La actuación sin poder: exceso en la actuación e inexistencia de poder;


nulidad de lo actuado y ratificación

En algunos casos, el representante realiza actos que exceden de las facultades de


representación concedidas o realiza actos cuando el poder ya le ha sido revocado o
incluso, aunque no es frecuente, una persona realiza actos en nombre de una persona
que ni siquiera le ha otorgado poder alguno de representación; en definitiva, se
realizan actos sin estar amparado por un poder que legitime su actuación
en nombre, representación, del poderdante representado.

Se habla entonces de falsus procurator (falso representante).

Como consecuencia de que esos actos se han realizado por el falsus procurator con un
tercero sin que el primero tuviera poder de representación que lo legitime para que

TEMA 11 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

vincule al representado con ese tercero, tales actos deben entenderse nulos, no
surtiendo efecto alguno (cfr. art. 1.259, segundo párrafo, CC).

Nota: El art. 1.259 CC dispone que “Ninguno puede contratar a nombre de otro sin
estar por éste autorizado o sin que tenga por la ley su representación legal. El contrato
celebrado a nombre de otro por quien no tenga su autorización o representación legal
será nulo, a no ser que lo ratifique la persona a cuyo nombre se otorgue antes de ser
revocado por la otra parte contratante”.

Ahora bien, esa consecuencia de nulidad no tendrá lugar, como ya señala el art.
1.259 , segundo párrafo, CC, si la persona en cuyo nombre se actuó (aún sin
contar con poder alguno o contando con un poder pero insuficiente para ese acto)
ratifica la actuación del falsus procurator con ese tercero, antes de que éste
inste la revocación del acto, de modo que, por medio de esa ratificación, se “valida” o
subsana la defectuosa actuación del representante y el representado acepta su
vinculación con ese tercero en el negocio jurídico realizado, que producirá sus efectos
propios en la esfera jurídica del representado con efectos retroactivos al momento en
que se celebró ese acto entre el tercero y el falsus procurator.

La ratificación es una declaración de voluntad unilateral, expresa o tácita (como en el


caso de que el representado no diga nada pero se aproveche de los efectos derivados de
esa gestión del falsus procurator), y recepticia del representado dirigida a ese tercero
realizada a posteriori del acto celebrado por el representante con el tercero, por medio
de la cual el representado presta su consentimiento a ese acto y a que el mismo surta
efectos en su esfera jurídica.

Pero el supuesto representado puede decidir no ratificar la actuación del falsus


procurator y, entonces, el negocio celebrado con el tercero no podrá surtir
efectos en la esfera jurídica del supuesto representado. En este caso, el
tercero podrá dirigirse contra el falsus procurator bien en ejercicio de una
acción penal por presunto delito de estafa, bien, siendo lo más frecuente, en ejercicio de
una acción civil de reclamación de una indemnización por los daños y perjuicios que su
actuación le haya causado. Ahora bien, para que su reclamación pueda tener éxito, ese
tercero debe haber actuado de buena fe, desconociendo la carencia de poder o la
insuficiencia del poder del que se presentó y actúo ante él como representante de otra
persona, y debe haber actuado además con la debida diligencia al comprobar la
legitimación del supuesto representante. La indemnización a abonar a ese tercero

TEMA 11 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

podrá comprender tanto el llamado daño emergente (los perjuicios patrimoniales


sufridos) como el llamado lucro cesante (las ganancias dejadas de percibir).

TEMA 11 – Ideas clave © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

Lo + recomendado

No dejes de leer…

La representación

DÍEZ PICAZO, Luis y Antonio GULLÓN. Sistema de Derecho Civil, volumen I,


Introducción. Derecho de la persona. Autonomía privada. Persona jurídica, 11ª ed.
Madrid: Tecnos, 2003. p. 554-582.

Con la lectura de estas páginas se profundiza más en los


aspectos generales del régimen jurídico de la representación.

El documento está disponible en el aula virtual

Mandato y representación

Aranzadi Civil-Mercantil, núm. 21/2007 (Tribuna).

En este trabajo de Enrique Rubio Torrano se hace un breve estudio de las diferencias
entre el mandato y la representación atendiendo a la diversa naturaleza de ambos
negocios jurídicos y partiendo de lo señalado por la STS de 15 de noviembre de 2007.

El artículo está disponible en el aula virtual

TEMA 11 – Lo + recomendado © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

Ineficacia de los actos realizados por el representante legal sin


autorización judicial

Aranzadi Civil-Mercantil, núm. 5/2010 (Tribuna).

En este trabajo de Enrique Rubio Torrano se analizan las consecuencias jurídicas de la


actuación del representante legal sin autorización judicial para ello.

El artículo está disponible en el aula virtual

TEMA 11 – Lo + recomendado © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

+ Información

A fondo

Autocontrato

Resulta interesante leer las siguientes RDGRN acerca de la figura del autocontrato y su
admisibilidad en nuestro ordenamiento:

» RDGRN 29-11-2001 (ECLI: ES:TS:2001:9341)


» RDGRN 21-6-2001
» RDGRN 2-12-1998
» RDGRN 14-7-1998
» RDGRN 11-5-1998
» RDGRN 21-5-1993
» RDGRN 29-4-1993
» RDGRN 20-9-1989

Los documentos están disponibles en el aula virtual

Revocación de poder

Resulta interesante leer la RDGRN 20-10-1994 y la STS de 30 de julio de 2001 sobre la


revocación de poderes y sus consecuencias (ECLI: ES:TS:2001:6687).

Los documentos están disponibles en el aula virtual

TEMA 11 – + Información © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

Webgrafía

Legislación actualizada

Como en cada lección, hacemos referencia a la web de “Noticias Jurídicas”. En esta


ocasión, en este tema, es importante:

» Código Civil:
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Privado/cc.html
» Ley de Enjuiciamiento Civil:
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Privado/l1-2000.html

Bibliografía

DE PABLO CONTRERAS, Pedro (coord.). Curso de Derecho Civil (I). Derecho Privado.
Derecho de la Persona (3ª. ed.). Colex, 2008. p. 271-288, y bibliografía indicada en este
manual.

LACRUZ BERDEJO, José Luis [et. al.]. Elementos de Derecho Civil I. Parte General,
vol. 3º, Derecho subjetivo. Negocio jurídico, 3ª ed. (revisada y puesta al día por Jesús
Delgado Echeverría). Madrid: Dykinson, 2005. Y bibliografía indicada en este manual
sobre la materia de este tema.

Asimismo, la bibliografía indicada en el manual de referencia de la asignatura.

TEMA 11 – + Información © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

Test

1. Son clases de representación:


A. La legal y la consuetudinaria.
B. La pública y la privada.
C. La personal y la real.
D. La legal y la voluntaria

2. Son presupuestos generales de la representación:


A. La actuación en interés y nombre ajeno.
B. La actuación en interés y nombre propios.
C. La actuación en interés propio pero en nombre propio o ajeno.
D. Todas las anteriores respuestas son correctas.

3. En la representación voluntaria directa:


A. El representante actúa en nombre propio pero en interés de otra persona en
virtud de poder otorgado por esta.
B. El representante actúa en nombre e interés de otra persona en virtud de un
poder legal directo.
C. El representante actúa en nombre e interés propio en virtud de poder otorgado
por una persona.
D. El representante actúa en nombre e interés de otra persona en virtud de poder
otorgado por esta.

4. En la representación voluntaria indirecta:


A. El representante actúa en nombre propio pero en interés de otra persona en
virtud de poder otorgado por esta.
B. El representante actúa en nombre e interés de otra persona en virtud de un
poder legal directo.
C. El representante actúa en nombre e interés propio en virtud de poder otorgado
por una persona.
D. El representante actúa en nombre propio pero en interés de otra persona en
virtud de poder legal indirecto.

TEMA 11 – Test © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

5. En la representación directa:
A. El representante se vincula personal y directamente con el tercero con el que
contrata.
B. El representante no se vincula personalmente con el tercero, vinculándose
directamente al representado con el tercero.
C. El representante recibe los efectos del contrato hecho con tercero y luego se los
transmite al representado.
D. Ninguna de las anteriores respuestas es correcta.

6. En la representación legal:
A. El representante actúa en nombre propio pero en interés de otra persona en
virtud de poder otorgado por esta.
B. El representante actúa en nombre e interés propio en virtud de poder legal.
C. El representante actúa en nombre e interés de otra persona en virtud de poder
otorgado por esta.
D. El representante actúa en nombre e interés de otra persona en virtud de poder
legal.

7. Indica cuál de las siguientes afirmaciones es la correcta:


A. Al otorgar poder para vender una finca, el representado propietario de la finca
no podrá realizar por sí mismo gestión alguna para dicha venta.
B. Otorgado poder para la venta de una finca, el representado no podrá dar poder
a otra persona distinta para el mismo cometido.
C. Para llevar a cabo una adopción mediante representación directa del
adoptante, el representado deberá tener al menos 25 años, pero el representado
podrá tener menos edad aunque sí más de 18 años y no estar incapacitado.
D. Para llevar a cabo una adopción mediante representación directa del
adoptante, tanto el representado como el adoptante deberán tener 25 años o, al
menos, tener 18 años y no estar incapacitado.

TEMA 11 – Test © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


Derecho civil I: las personas

8. Indica cuál de las siguientes afirmaciones es la correcta:


A. Puede nombrarse sustituto del representante para ciertos actos y tareas pero
no para todos.
B. Nombrado sustituto del representante, se revocará automáticamente el poder
inicialmente otorgado.
C. El representado responderá de la gestión del sustituto del representante.
D. El representante nunca podrá transmitir las facultades concedidas mediante
poder de representación.

9. Es causa de extinción de un poder general:


A. La realización de los concretos actos para los que se otorgó poder.
B. La revocación del poder por el representado.
C. La muerte del tercero con el que se va a contratar.
D. El otorgamiento de poder especial a otra persona distinta.

10. Si el representante actúa sin poder suficiente:


A. El negocio realizado con el tercero vinculará en todo caso al representado.
B. El negocio realizado con el tercero vinculará al representado si este ratifica
posteriormente la actuación del representante.
C. El negocio será en todo caso nulo y nunca producirá efectos.
D. Ninguna de las anteriores respuestas es correcta.

TEMA 11 – Test © Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)


GRADO EN DERECHO Derecho Civil I: Las Personas
Elisa Muñoz Catalán

Tema 1: La Persona Física. Nacimiento y


Extinción de la personalidad
PROGRAMA DE LA ASIGNATURA

► 11 Temas en 3 Módulos
► Módulo 1: La Persona Física (Temas 1-5)
► Módulo 2: La Persona Jurídica (Temas 6-8)
► Módulo 3: Relación Jurídica y Derecho Subjetivo (Temas 9-11)

Derecho Civil I – Elisa M. C. 2


Módulo 1: La Persona Física (Temas 1-5)

► Tema 1: La persona física: nacimiento y extinción de la


personalidad
► Tema 2: Derechos de la personalidad
► Tema 3: Capacidad jurídica y capacidad de obrar
► Tema 4: Nacionalidad, vecindad civil y domicilio
► Tema 5: Registro Civil

Derecho Civil I – Elisa M. C. 3


ESQUEMA

Derecho Civil I – Elisa M. C. 4


TEMA 1: LA PERSONA FÍSICA: NACIMIENTO Y
EXTINCIÓN DE LA PERSONALIDAD

► [1.1] ¿Cómo estudiar este tema?


► [1.2] Derecho y persona
► [1.3] Adquisición de la personalidad: nacimiento
de la persona física
► [1.4] Extinción de la personalidad: muerte,
ausencia y declaración de fallecimiento

Derecho Civil I – Elisa M. C. 5


[1.1] ¿Cómo estudiar este tema?

► En este tema se examinará en primer lugar el papel de la persona en


el ordenamiento jurídico y la atribución de personalidad jurídica, para
posteriormente concretar el régimen jurídico de la adquisición y
extinción de esa personalidad.

► En cuanto a la adquisición de la personalidad, esta viene


determinada por el nacimiento de la persona física. Pero también se
reconocen determinados derechos a personas que aún no han nacido
(los nasciturus y los nondum concepti).

► Respecto de la extinción de la personalidad, la misma viene dada


en general por la muerte de la persona física, si bien en determinados
casos, ante la falta de evidencia física del fallecimiento, debe acudirse
a las figuras de la ausencia y la declaración de fallecimiento.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 6


[1.2] Derecho y persona

► El Derecho de la persona es aquel sector del ordenamiento jurídico


que regula todo lo relativo a la atribución de personalidad a los sujetos
y a la pérdida de esa personalidad, así como la regulación de todo lo
relativo a la situación de la persona en cuanto tal.

► Por personalidad debe entenderse el reconocimiento como sujeto


de derechos y obligaciones. El concepto de personalidad está
directamente vinculado con el concepto de capacidad de las
personas para ser titular de derechos y obligaciones (capacidad
jurídica) y para ejercitar esos derechos (capacidad de obrar).

► Al estudio de la capacidad de las personas está dedicado uno de los


temas de esta asignatura.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 7


[1.2] Derecho y persona

► Dentro de las personas cabe distinguir entre personas físicas o


naturales (el ser humano en cuanto tal) y las personas jurídicas
(entidades, agrupaciones o colectivos dotándoles por tanto de
personalidad).

► Las personas físicas son preexistentes al propio Derecho,


mientras que las personas jurídicas existen en la medida que el
Derecho las regula y admite como sujeto de derechos y obligaciones
en cuanto que sean reguladas y admitidas por una norma jurídica.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 8


[1.3] Adquisición de la personalidad: nacimiento
de la persona física
► La personalidad jurídica (esto es el reconocimiento como sujeto de
derechos y de obligaciones) se adquiere con el nacimiento (art. 29
CC). Y respecto a esto, el art. 30 CC prevé dos requisitos para que al
nacido se le reconozca personalidad jurídica:

► Así lo prevé el art. 30 CC tras su nueva redacción dada por la DF 3ª


de la Ley 20/2011, de 21 de julio, del Registro Civil: “La personalidad
se adquiere en el momento del nacimiento con vida, una vez
producido el entero desprendimiento del seno materno”.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 9


[1.3] Adquisición de la personalidad: nacimiento
de la persona física
► Prueba del nacimiento: La inscripción en el Registro Civil hace fe del
hecho, fecha, hora y lugar del nacimiento, del sexo y, en su caso, de la
filiación del inscrito, inscribiéndose sólo el nacimiento en que
concurran las condiciones exigidas en el art. 30 CC.

► Partos múltiples: El art. 31 CC prevé que “la prioridad del nacimiento,


en el caso de partos dobles, da al primer nacido los derechos que la
ley reconozca al primogénito”.

Lo que se acoge en este precepto es un criterio para determinar quién


de los varios nacidos (en un parto doble o de gemelos, pero también
cabe entenderlo para el caso de trillizos, cuatrillizos, etc.) tendrá los
derechos que la Ley le atribuye al primogénito: ese criterio es el del
primero que nace.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 10


[1.3] Adquisición de la personalidad: nacimiento
de la persona física
► El nasciturus y su protección jurídica: A los concebidos pero aún
no nacidos (nasciturus) nuestro Derecho, aún no reconociéndoles
personalidad jurídica a efectos civiles (pues ésta se atribuye con el
nacimiento), ni tampoco capacidad jurídica (que también se adquiere
con el nacimiento como se verá en un tema posterior), sí que les
proporciona cierta protección.

► Así, el art. 29 CC señala que el concebido se tiene por nacido para


todos los efectos que le sean favorables, siempre que nazca con
las condiciones que expresa el art. 30 CC.

Esto es, se produce una reserva de derechos y facultades (en general


efectos favorables al concebido) que puedan reconocérsele (por
ejemplo, derechos sucesorios respecto de un pariente o donaciones a
su favor) a ese concebido desde el momento en que tales derechos y
efectos surgen a su favor pero bajo la condición de que finalmente
nazca cumpliendo los requisitos del art. 30 CC.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 11


[1.3] Adquisición de la personalidad: nacimiento
de la persona física
► La protección que nuestro Derecho otorga al nasciturus es una
excepción a la regla general de que el nacimiento determina la
personalidad, así como una ficción de subjetividad del concebido
cuando realmente no tiene personalidad ni capacidad jurídica porque
aún no ha nacido.

► Una protección que se extiende a todo concebido y respecto a


cualquier derecho y efecto que se estime favorable para el mismo.

► Efectos favorables que pueden ser tanto de índole patrimonial


(destacando los derechos sucesorios y las donaciones a favor del
concebido no nacido) como de naturaleza personal (por ej. se
admite el reconocimiento de la filiación antes del nacimiento del hijo;
igualmente también se ha venido admitiendo la posibilidad de atender
a esta concepción de cara a la adquisición originaria de la
nacionalidad española, a lo que se hará referencia en un tema
posterior).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 12


[1.3] Adquisición de la personalidad: nacimiento
de la persona física

► Esa ficción opera de modo retroactivo: Esto es, sólo una vez que
nace cumplidos los requisitos del art. 30 CC, se finge su condición de
persona cuando aún no lo era;

► Entre tanto, se produce una reserva de derechos o paralización del


proceso de atribución de los derechos, bienes y demás efectos
favorables que está llamado a recibir, pero que no se le atribuyen
provisionalmente sino que se le atribuirán únicamente cuando
nazca con todos los requisitos legales, si bien será una atribución
retroactiva al momento en que surgió ese derecho o efecto en su
favor.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 13


[1.3] Adquisición de la personalidad: nacimiento
de la persona física
► Nondum concepti o concepturus: Respecto de aquellos que no han
nacido pero ni siquiera han sido concebidos aún, nuestro Derecho
evidentemente no les reconoce personalidad jurídica ninguna ni se
prevé expresamente una norma similar a la del art. 29 CC en relación
con los nasciturus.

► Pero sí que se prevén determinados mecanismos que posibilitan


que se reserven bienes o derechos a favor de personas que
puedan nacer en el futuro.

► Por ejemplo:
► Donaciones con cláusula de reversión

► Sustitución fideicomisaria

► Contrato a favor de tercero

► Otros mecanismos que serán objeto de estudio en otras

asignaturas.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 14


[1.4] Extinción de la personalidad: muerte,
ausencia y declaración de fallecimiento
► Muerte de la persona física: De acuerdo con el art. 32 CC: “La
personalidad civil se extingue por la muerte de las personas”.

► Con el fallecimiento de la persona se extinguen todas las


relaciones y derechos de los que era sujeto, abriéndose la
sucesión en cuanto a los derechos y relaciones patrimoniales,
convirtiéndose su patrimonio en la llamada “herencia”.

► La persona se convierte en cadáver y este tiene la consideración


de una cosa, si bien con un régimen o consideración especial, pues
no puede ser objeto de negocio ninguno, debiendo respetarse la
dignidad de la persona fallecida.

► Asimismo, procede atender a la voluntad del fallecido sobre el


destino de su cadáver (incineración, entierro, lugar, donación de
órganos, etc.), o de no haberlo previsto, atender a la voluntad de
los familiares al respecto.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 15


[1.4] Extinción de la personalidad: muerte,
ausencia y declaración de fallecimiento
► Para la determinación del hecho de la muerte y del
momento en que esta acaeció se atiende a criterios médicos

(cese de actividad cardiorrespiratoria y ausencia de actividad cerebral:


tal y como establecía el art. 10.2, tercer párrafo, del derogado Real
Decreto 2070/1999, de 30 de diciembre, sobre donación y trasplante
de órganos, cuyo espíritu se ha venido manteniendo).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 16


[1.4] Extinción de la personalidad: muerte,
ausencia y declaración de fallecimiento
► En el caso de que dos o más personas fallezcan a la vez (por
ejemplo, en un mismo suceso -accidente aéreo o de tráfico, en un
incendio, terremoto, etc.), si entre esas personas procedía una
eventual transmisión o atribución de derechos (sucesión de padre a
hijo), resulta relevante concretar cuál de ellas falleció primero
(premoriencia) o si fallecieron simultáneamente (conmoriencia), a fin
de determinar si efectivamente ha existido transmisión de derechos a
favor de una de ellas (y cuál).

► El art. 33 CC prevé que, en caso de que no exista prueba sobre quién


falleció primero, se presumen muertas al mismo tiempo y no tiene
lugar la transmisión de derechos de uno a otro (presunción iuris
tantum).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 17


[1.4] Extinción de la personalidad: muerte,
ausencia y declaración de fallecimiento
► Ausencia y declaración de fallecimiento (Arts. 181 a 198 CC y
arts. 67 y siguientes de la Ley 15/2015, de 2 de julio, de la
Jurisdicción Voluntaria***):

► Ante el supuesto de que una persona desaparezca


injustificadamente sin que existan noticias de ella ni
comunicación con sus familiares, nuestro ordenamiento acoge
una serie de normas para atender a esa situación de
incertidumbre sobre su paradero y sobre su persona (incluso,
sobre su vida), con independencia de si esa ausencia es
voluntaria o ha sido forzada por cualquier eventualidad
(secuestro, accidente, asesinato, etc.).

► Se trata de normas que atienden al interés del ausente y


también al de los familiares y allegados.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 18


[1.4] Extinción de la personalidad: muerte,
ausencia y declaración de fallecimiento
► Defensor del desaparecido (art. 181 CC):

► Será nombrado por el Letrado de la Administración de Justicia


-denominación actual del Secretario Judicial: cfr. disposición adicional
primera de la Ley Orgánica 7/2015, de 21 de julio, por la que se modifica
la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial- (sin que deba
esperarse a que transcurra un concreto plazo desde la
desaparición), a instancia de parte interesada o del Ministerio
Fiscal, para atender provisionalmente los asuntos de mayor
urgencia en interés del desaparecido y aquellos que se indiquen
en la resolución judicial,
► Salvo: en aquellos casos en que el desaparecido ya hubiera
nombrado con anterioridad a su desaparición un representante o
apoderado para la administración de su patrimonio.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 19


[1.4] Extinción de la personalidad: muerte,
ausencia y declaración de fallecimiento
► Defensor del desaparecido (art. 181 CC):

► Ese nombramiento, que deberá inscribirse en el Registro Civil, recaerá


sobre alguna de las personas que señala el art. 181 CC, según un orden
de prelación: El cónyuge presente mayor de edad no separado
legalmente será el representante y defensor nato del desaparecido; y por
su falta, el pariente más próximo hasta el cuarto grado, también mayor de
edad. En defecto de parientes, no presencia de los mismos o urgencia
notoria, el Letrado de la Administración de Justicia nombrará persona
solvente y de buenos antecedentes, previa audiencia del Ministerio
Fiscal.

► Asimismo, en estos casos, el Letrado de la Administración de Justicia


podrá también adoptar, según su prudente arbitrio, las medidas
necesarias a la conservación del patrimonio del desaparecido.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 20


[1.4] Extinción de la personalidad: muerte,
ausencia y declaración de fallecimiento
► Declaración de ausencia legal (arts. 182 a 192 CC):

► Ésta puede tener lugar incluso aunque con carácter previo no se


haya nombrado defensor del desaparecido; asimismo, esta
declaración no tiene que llevar necesariamente a la posterior
declaración de fallecimiento del ausente pues puede que éste
reaparezca (art. 187.2 CC) o bien puede que se constate su
efectivo fallecimiento (art. 188 CC).

► Para la declaración de ausencia legal deberá seguirse el


oportuno procedimiento de jurisdicción voluntaria que prevé la
oportuna publicidad del expediente (arts. 67 y siguientes de la
Ley 15/2015, de 2 de julio, de la Jurisdicción Voluntaria).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 21


[1.4] Extinción de la personalidad: muerte,
ausencia y declaración de fallecimiento
► La declaración de ausencia legal se promoverá una vez transcurrido
el plazo previsto por el art. 183 CC desde la desaparición (“pasado
un año desde las últimas noticias o, a falta de éstas, desde su
desaparición, si no hubiese dejado apoderado con facultades de
administración de todos sus bienes”; o bien “pasados tres años, si
hubiese dejado encomendada por apoderamiento la administración de
todos sus bienes”).

► Y la deberán interesar el Ministerio Fiscal de oficio o en virtud de


denuncia y los familiares a que se refiere el art. 182 CC (sin orden
de preferencia: el cónyuge del ausente no separado legalmente o los
parientes consanguíneos hasta el cuarto grado), pudiendo hacerlo
también cualquier persona que racionalmente estime tener sobre
los bienes del desaparecido algún derecho ejercitable en vida del
mismo o dependiente de su muerte.

► El efecto más importante de la declaración de ausencia legal es el


nombramiento de un representante del ausente.
Derecho Civil I – Elisa M. C. 22
[1.4] Extinción de la personalidad: muerte,
ausencia y declaración de fallecimiento
► Declaración de fallecimiento (arts. 193 a 197 CC). Esta declaración
(cfr. art. 74.2 Ley 15/2015 de Jurisdicción Voluntaria) supone que
al desaparecido se le considera como ya fallecido (presunción iuris
tantum).

► Derivándose de tal declaración una serie de efectos de índole


patrimonial (art. 196 CC: apertura de la sucesión hereditaria y
adjudicación de los bienes del declarado fallecido con las condiciones
expresadas en dicho art. 196 CC, como son que los herederos no
podrán disponer a título gratuito hasta cinco años después de la
declaración del fallecimiento, que, asimismo, los legados con carácter
general no serán entregados ni será exigible su entrega hasta el
transcurso de esos cinco años, y que se deberá formar notarialmente
un inventario detallado de los bienes muebles y una descripción de los
inmuebles) y personal (art. 85 CC: disolución del matrimonio).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 23


[1.4] Extinción de la personalidad: muerte,
ausencia y declaración de fallecimiento
► Para poder promover la declaración de fallecimiento (por partes
interesadas o por el Ministerio Fiscal) deberán haber transcurrido los
plazos previstos en los arts. 193 y 194 CC (plazos distintos que se
fijan atendiendo a las circunstancias de la desaparición o ausencia) y
deberá seguirse el procedimiento judicial regulado en el art. 2.042
LEC’1881, que exige dotar de especial publicidad a este expediente.

► Por la declaración de fallecimiento cesa la situación de ausencia


legal, pero mientras dicha declaración de fallecimiento no se
produzca, se presume que el ausente ha vivido hasta el momento en
que deba reputársele fallecido, salvo investigaciones en contrario.

► Además, toda declaración de fallecimiento expresará la fecha a partir


de la cual se entienda sucedida la muerte, con arreglo a lo
preceptuado en los artículos precedentes, salvo prueba en contrario
(art. 195 CC).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 24


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GRADO EN DERECHO Derecho Civil I: Las Personas
Elisa Muñoz Catalán

Tema 2: Derechos de la personalidad


PROGRAMA DE LA ASIGNATURA

► 11 Temas en 3 Módulos
► Módulo 1: La Persona Física (Temas 1-5)
► Módulo 2: La Persona Jurídica (Temas 6-8)
► Módulo 3: Relación Jurídica y Derecho Subjetivo (Temas 9-11)

Derecho Civil I – Elisa M. C. 2


Módulo 1: La Persona Física (Temas 1-5)

► Tema 1: La persona física: nacimiento y extinción de la


personalidad
► Tema 2: Derechos de la personalidad
► Tema 3: Capacidad jurídica y capacidad de obrar
► Tema 4: Nacionalidad, vecindad civil y domicilio
► Tema 5: Registro Civil

Derecho Civil I – Elisa M. C. 3


ESQUEMA

Derecho Civil I – Elisa M. C. 4


TEMA 2: DERECHOS DE LA PERSONALIDAD

► [2.1] ¿Cómo estudiar este tema?


► [2.2] Concepto y caracteres
► [2.3] Derechos a la vida y a la integridad física
► [2.4] Derechos al honor, a la intimidad y a la
propia imagen
► [2.5] Individualidad o identidad de la persona
► [2.6] Protección de los dº de la personalidad

Derecho Civil I – Elisa M. C. 5


[2.1] ¿Cómo estudiar este tema?

► En este tema se estudiarán los derechos que se encuentran más


directamente vinculados a la esfera personal de todo ser humano: los
llamados derechos de la personalidad. Y se analizarán tanto los que
afectan a su vertiente física (derechos a la vida y a la integridad
física) como a su vertiente espiritual (derechos al honor, a la
intimidad personal y familiar y a la propia imagen).

► Asimismo, se estudiará el derecho a la identidad, a la individualidad


de la persona, que se concreta en el derecho a un nombre y a unos
apellidos.

► Por último, se examinará la regulación relativa a la protección de


estos derechos, los mecanismos de tutela y las formas de
reparación de los daños causados.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 6


[2.2] Concepto y caracteres

► Por derechos de la personalidad deben entenderse aquellos


derechos inherentes a la persona, derivados de la naturaleza
humana y de la dignidad que le es propia, que buscan la protección
de la esfera más personal del ser humano.

► Pueden señalarse las siguientes notas que caracterizan a todo


derecho de la personalidad:

► a) Se trata de derechos subjetivos y, como tales, permiten a su


titular exigir que todos lo respeten y, de lo contrario, instar la
acción de la justicia para imponerse una sanción al que lesione
tales derechos.

► b) Son derechos generales en cuanto que deben ser


respetados por todos y pueden ser opuestos frente a todos.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 7


[2.2] Concepto y caracteres

► c) Su nota principal es la inherencia al ser humano: una


persona es titular de estos derechos por el mero hecho de ser
persona, sin necesidad de otro requisito (son derechos innatos).

► d) Son derechos personalísimos: como tales, solo pueden ser


ejercitados por su titular, sin que quepa su transmisión o
enajenación a otra persona; asimismo, gozan de las
características generales de ser inalienables, indisponibles,
irrenunciables e imprescriptibles.

► e) En relación con la anterior nota, debe predicarse su


extrapatrimonialidad: quedan fuera del comercio entre los
hombres, pues carecen de valoración y contenidos económicos
concretos, y en cuanto tal, no pueden ser objeto de embargo,
expropiación, disposición o ejercicio por otro.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 8


[2.3] Derechos a la vida y a la integridad física

► El art. 15 CE advierte de que “Todos tienen derecho a la vida y a la


integridad física y moral, sin que, en ningún caso, puedan ser
sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes.
Queda abolida la pena de muerte, salvo lo que puedan disponer las
Leyes penales militares para tiempos de guerra”.

► Estos derechos se configuran constitucionalmente como derechos


fundamentales y como tales gozan de la protección especial
reforzada que nuestra Constitución atribuye a los derechos
fundamentales en sentido estricto (arts. 53, 81 y 168 CE). Asimismo
tienden a proteger la esfera personal del ser humano en su
vertiente física.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 9


[2.3] Derechos a la vida y a la integridad física

► Tradicionalmente, el derecho a la vida se ha configurado en nuestro


ordenamiento como derecho y no como libertad, y así el Tribunal
Constitucional ha advertido en estos años que este derecho tiene “un
contenido de protección positiva que impide configurarlo como un
derecho de libertad que incluya el derecho a la propia muerte” (SSTC
120/1990, de 27 de junio, 137/1990, de 19 de julio, y 154/2002, de 18
de julio, entre otras).

► Esta cuestión es objeto de mucha controversia al hilo del debate sobre


la legalización de la eutanasia y la aprobación del llamado testamento
vital o del rechazo voluntario del uso de determinadas técnicas
médicas aduciendo razones de libertad religiosa (nos remitimos a las
asignaturas correspondientes para ahondar en estos aspectos tan
actuales****).

► Nosotros solo estudiamos el artículo 15 CE y la interpretación que ha


dado en estos años el TC.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 10


[2.4] Derechos al honor, a la intimidad y a la
propia imagen
► La protección de estos derechos viene concretada
constitucionalmente como derechos fundamentales en el art. 18 CE,
norma posteriormente desarrollada por la Ley Orgánica 1/1982, de 5
de mayo, de protección civil del derecho al honor, a la intimidad
personal y familiar y a la propia imagen (LOHIP), la derogada Ley
15/1999, de 13 de diciembre, de protección de datos de carácter
personal (LOPD): “Se garantiza el derecho al honor, a la intimidad
personal y familiar y a la propia imagen”, así como la Ley
Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos
Personales y garantía de los derechos digitales, vigente desde el
7 de diciembre de 2018.
► Concretándose en este mismo art. 18 CE determinados ámbitos de
protección de estos derechos (inviolabilidad del domicilio, secreto de
las comunicaciones, límites en el uso de la informática).

► Estos derechos tienden a proteger la esfera personal del ser


humano en su vertiente moral o espiritual (cfr. STC 156/2001, de 2
de julio):
Derecho Civil I – Elisa M. C. 11
[2.4] Derechos al honor, a la intimidad y a la
propia imagen
► Por honor cabe entender la consideración, estimación, prestigio y
respeto que una persona se profesa a sí misma y que la sociedad
general le reconoce.

► La intimidad personal y familiar se refiere al ámbito privado de


actuación de una persona y su familia que resulta irrelevante para los
demás, que no tienen porqué inmiscuirse en el mismo.
► Englobando no solamente lo que podría llamarse intimidad
corporal sino también la intimidad de la situación económica de la
persona y su familia.

► Con el derecho a la propia imagen se reconoce la exigencia de


contar con el consentimiento de una persona para poder obtener y
reproducir por cualquier medio su imagen (su representación gráfica
por vídeo, foto, etc.): cfr. SSTC 139/2001, de 18 de junio, y 83/2002,
de 24 de abril, entre otras.
► Esto implica la posibilidad de comercializar con ello, esto es, que
esa persona dé su consentimiento a cambio de un precio.
Derecho Civil I – Elisa M. C. 12
[2.5] Individualidad o identidad de la persona

► El derecho al nombre: Cada persona en España se identifica con un


nombre de pila y unos apellidos (estos derivados de ambos
progenitores) y su regulación viene recogida en la Ley del Registro
Civil, a cuyo estudio en cuanto a esta cuestión que se realizará en otro
tema de esta asignatura nos remitimos ahora.

► El seudónimo: Con el uso del seudónimo se suele buscar una mayor


privacidad, reservando el uso del nombre verdadero para la esfera
más privada de esa persona, o incluso conseguir una identidad más
llamativa.

► Títulos nobiliarios: Sobre esta cuestión merece resaltarse el hecho


de que tras la Ley 33/2006, de 30 de octubre, sobre igualdad del
hombre y la mujer en el orden de sucesión de los títulos nobiliarios,
eliminó como regla de sucesión a los mismos la preferencia del
hombre sobre la mujer (aunque no eliminó el principio de
primogenitura), si bien tal criterio no se aplica retroactivamente.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 13


[2.6] Protección de los dº de la personalidad

► Protección genérica:

► Ya a la hora de analizar los diversos derechos de la personalidad se


ha indicado cómo su protección viene contemplada esencialmente
en el ámbito penal y en el civil.

► Y asimismo, teniendo en cuenta que se trata de derechos


fundamentales (si bien, del derecho a la identidad no puede
predicarse en rigor tal naturaleza), como tales gozan de la protección
especial reforzada que nuestra Constitución atribuye a los
derechos fundamentales en sentido estricto (arts. 53, 81 y 168 CE):

Derecho Civil I – Elisa M. C. 14


[2.6] Protección de los dº de la personalidad

► a) Para la regulación del ejercicio de estos derechos siempre será


necesario que se dicte una Ley Orgánica, que en todo caso deberá
respetar su contenido esencial: y de ahí que se aprobara la Ley
Orgánica 1/1982, de 5 de mayo, de Protección Civil del Derecho al
Honor, a la Intimidad Personal y Familiar y a la Propia Imagen
(LOHIP).

► b) Para la reforma de estos derechos en cuanto a su previsión


constitucional se prevé una especial rigidez.

► c) Su titular podrá acudir al recurso de amparo para obtener la tutela


del Tribunal Constitucional (arts. 41 y siguientes LOTC).

► d) También podrá instar la actuación de los tribunales ordinarios a


través de un procedimiento basado en los principios de
preferencia y sumariedad.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 15


[2.6] Protección de los dº de la personalidad

► Previsiones de la LOHIP en relación a los derechos al honor, a la


intimidad y a la propia imagen:

► Con relación a los instrumentos o mecanismos procesales para


procurar la tutela de estos derechos, debe hacerse especial
mención a las previsiones de la LOHIP en relación concreta a
los derechos al honor, a la intimidad y a la propia imagen y
las eventuales intromisiones ilegítimas en estos derechos.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 16


[2.6] Protección de los dº de la personalidad

► El art. 9 LOHIP, además de prever los mecanismos para la tutela


judicial de estos derechos (a saber, las vías procesales ordinarias, el
procedimiento previsto en el art. 53.2 CE y el recurso de amparo ante
el Tribunal Constitucional) señala que dicha tutela judicial
comprenderá la adopción de todas las medidas necesarias para
poner fin a la intromisión ilegítima de que se trate y, en particular,
las necesarias para:

► a) El restablecimiento del perjudicado en el pleno disfrute de sus


derechos, con la declaración de la intromisión sufrida, el cese
inmediato de la misma y la reposición del estado anterior.

► b) Prevenir intromisiones inminentes o ulteriores.

► c) La indemnización de los daños y perjuicios causados.

► d) La apropiación por el perjudicado del lucro obtenido con la


intromisión ilegítima en sus derechos.
Derecho Civil I – Elisa M. C. 17
[2.6] Protección de los dº de la personalidad

► La indemnización se extenderá al daño moral, que se valorará


atendiendo a las circunstancias del caso y a la gravedad de la lesión
efectivamente producida, para lo que se tendrá en cuenta, en su caso,
la difusión o audiencia del medio a través del que se haya producido.

► Las acciones de protección frente a las intromisiones ilegítimas


caducarán transcurridos cuatro años desde que el legitimado
pudo ejercitarlas.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 18


[2.6] Protección de los dº de la personalidad

► Conflicto entre los derechos al honor, a la intimidad y a la propia


imagen y la libertad de expresión y el derecho a la información:

► Dado el previsible y frecuente conflicto entre, por una lado, la


libertad de expresión y el derecho de información y, por otro lado,
los derechos al honor, a la intimidad y a la propia imagen, el art.
20.4 CE ha fijado expresamente que los segundos son límites de
los primeros.

► Pero los conflictos se han sucedido y ello ha dado lugar a


diferente jurisprudencia que ha tratado de fijar unos criterios
estables para resolver estos conflictos: así, cabe citar, entre
otras, las SSTC 12/1982, 104/1986, 105/1990, 171/1990,
172/1990, 65/1991, 197/1991, 20/1992, 85/1992, 219/1992,
240/1992, 178/1993, 41/1994, 170/1994, 297/1994, 42/1995,
52/1996, 3/1997, 192/1999, 49/2001, 71/2002, 76/2002,
158/2003, 136/2004 y 1/2005.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 19


[2.6] Protección de los dº de la personalidad

► Tratamiento automatizado de datos de carácter personal:

► De acuerdo con el art. 18 CE: “La Ley limitará el uso de la


informática para garantizar el honor y la intimidad personal y
familiar de los ciudadanos y el pleno ejercicio de sus
derechos”.
► Esa Ley es actualmente la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de
diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de
los derechos digitales, que en su art. 1 prevé cómo objeto de la
misma:
► “a) Adaptar el ordenamiento jurídico español al Reglamento (UE) 2016/679 del
Parlamento Europeo y el Consejo, de 27 de abril de 2016, relativo a la
protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de sus
datos personales y a la libre circulación de estos datos, y completar sus
disposiciones. El derecho fundamental de las personas físicas a la protección
de datos personales, amparado por el artículo 18.4 de la Constitución, se
ejercerá con arreglo a lo establecido en el Reglamento (UE) 2016/679 y en esta
ley orgánica.
► b) Garantizar los derechos digitales de la ciudadanía conforme al mandato
establecido en el artículo 18.4 de la Constitución”.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 20


[2.6] Protección de los dº de la personalidad

► NOTA: El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), vigente desde el 25


de mayo de 2018, es uno de los cambios normativos más importantes llevado a cabo por
la Unión Europea. Esta reciente normativa otorgará un mayor grado de control a los
ciudadanos sobre su información privada en el mundo 2.0, pero también impondrá cambios
radicales para las empresas, las cuales, deben haber ido adaptando sus protocolos y
estructuras al objeto de no ser sancionadas.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 21


www.unir.net
GRADO EN DERECHO Derecho Civil I: Las Personas
Elisa Muñoz Catalán

Tema 3: Capacidad jurídica y Capacidad


de obrar. Protección civil de las personas
con discapacidad
PROGRAMA DE LA ASIGNATURA

► 11 Temas en 3 Módulos
► Módulo 1: La Persona Física (Temas 1-5)
► Módulo 2: La Persona Jurídica (Temas 6-8)
► Módulo 3: Relación Jurídica y Derecho Subjetivo (Temas 9-11)

Derecho Civil I – Elisa M. C. 2


Módulo 1: La Persona Física (Temas 1-5)

► Tema 1: La persona física: nacimiento y extinción de la


personalidad
► Tema 2: Derechos de la personalidad
► Tema 3: Capacidad jurídica y capacidad de obrar
► Tema 4: Nacionalidad, vecindad civil y domicilio
► Tema 5: Registro Civil

Derecho Civil I – Elisa M. C. 3


ESQUEMA

Derecho Civil I – Elisa M. C. 4


TEMA 3: CAPACIDAD JURÍDICA Y CAPACIDAD
DE OBRAR

► [3.1] ¿Cómo estudiar este tema?


► [3.2] Capacidad jurídica
► [3.3] Capacidad de obrar
► [3.4] Estado civil
► [3.5] Mayoría de edad, minoría de edad y
emancipación
► [3.6] Protección civil de las personas con
discapacidad
Derecho Civil I – Elisa M. C. 5
[3.1] ¿Cómo estudiar este tema?

Con este tema se conocerán las dos dimensiones de la personalidad o


capacidad de las personas: la dimensión estática y genérica (capacidad
jurídica) y la dinámica y concreta (capacidad de obrar), que lleva a la
contraposición entre poder ser titular de derechos y obligaciones (capacidad
jurídica) y poder ejercitar esos derechos y obligaciones (capacidad de obrar);
una contraposición que tiene importantes consecuencias teóricas y prácticas.

Se examinará con más detalle la capacidad de obrar por la trascendencia


práctica que tiene, al afectar de un modo u otro nuestra actuación en distintos
momentos de la vida a la hora de tomar decisiones tanto personales como de
índole patrimonial o económico.

▪ Se comprobará como el criterio fundamental para determinar la capacidad


de obrar es el de la edad, debiendo atenderse a los casos de la minoría de
edad, de la mayoría de edad y de la emancipación. Asimismo, en relación
con la capacidad de obrar se analizará someramente qué es el estado
civil.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 6


[3.1] ¿Cómo estudiar este tema?

Y, por último, se estudiarán las medidas de apoyo a las personas con


discapacidad para el ejercicio de su capacidad jurídica, las clases, las
salvaguardas judiciales, la publicidad registral; así como otras situaciones de
protección personal (internamiento no voluntario por trastorno psíquico),
patrimonial (patrimonio separado especialmente protegido de determinadas
personas discapacitadas) o limitación (concursado).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 7


[3.2] Capacidad jurídica
La capacidad jurídica es la aptitud para ser titular de derechos y
obligaciones; la aptitud genérica para ser sujeto (activo o pasivo) de
derechos y obligaciones.

Caracteres:
➢ Es una aptitud, capacidad, genérica que la tienen todas las personas
por el hecho de nacer como persona.

➢ Es una capacidad necesaria, estática y que no puede ser objeto de


graduación: se tiene o no se tiene, no se puede tener en parte. Se
tiene desde que uno nace; de modo que, en este sentido, capacidad
jurídica viene a coincidir con el término “personalidad”. Y dado que
esta capacidad jurídica es igual y la misma para todos los
nacidos, supone el reflejo más absoluto del principio de igualdad
consagrado en el art. 14 CE.

➢ La capacidad jurídica no es disponible; no puede ser objeto de


ningún negocio ni de cualquier otro acto de autonomía de la voluntad
(así, por ej., nadie podría venderse como esclavo).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 8


[3.2] Capacidad jurídica

➢ Tener capacidad jurídica no implica que la persona tenga derechos y


obligaciones; lo que implica la capacidad jurídica es la
posibilidad genérica y abstracta de tener derechos y
obligaciones, pero no la atribución efectiva de los mismos; es una
situación de posibilidad abstracta y potencialidad. La tenencia efectiva
de un derecho u obligación se denomina titularidad.

➢ Pero ni la capacidad jurídica ni la titularidad son suficientes


por sí solas para ejercitar esos derechos y obligaciones de los
que se es titular: para ello se requiere capacidad de obrar, la cual se
examinará en el apartado siguiente.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 9


[3.2] Capacidad jurídica

► Ej.: Un recién nacido (cumpliendo los requisitos para ser considerado


jurídicamente como persona: arts. 29 y 30 CC) tiene capacidad
jurídica y por ello puede ser potencialmente sujeto de derechos y
obligaciones; pero si, por ejemplo, fallece su madre a los pocos días
del nacimiento y ese recién nacido hereda una casa en el campo,
resulta que entonces, además, es titular de un derecho de propiedad
sobre esa casa. Sin embargo, ese recién nacido no podrá por sí solo ni
vender esa casa, ni alquilarla, ni hipotecarla, ni realizar ningún acto
de ejercicio de ese derecho de propiedad; no puede porque le falta
capacidad de obrar.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 10


[3.3] Capacidad de obrar
La capacidad de obrar es la aptitud para ejercitar los derechos y
obligaciones de los que se es titular; la posibilidad de llevar a cabo actos
jurídicos válidos y eficaces.

Caracteres:
► Esta capacidad es dinámica, graduable y no es igual para todas las
personas, debiendo atenderse esencialmente a la edad de la persona y al
concreto acto jurídico que se pretende llevar a cabo para determinar que
esa persona tiene capacidad de obrar (capacidad para realizar válidamente
ese acto jurídico).
► En principio, la capacidad de obrar viene ligada a la capacidad natural
de las personas para discernir, conocer y querer, en definitiva, para
autogobernarse y atender a sus necesidades personales y patrimoniales,
determinando la capacidad de obrar la aptitud de esa persona
naturalmente capaz para realizar actos jurídicamente válidos y eficaces.
Pero como no puede atenderse caso por caso a la capacidad natural de
cada persona en cada momento para autogobernarse (pues ello supondría
la práctica paralización de la vida jurídica), nuestro ordenamiento ha
optado por fijar:

Derecho Civil I – Elisa M. C. 11


[3.3] Capacidad de obrar

a) una capacidad de obrar general con la que viene a presumirse


legalmente la existencia de capacidad natural, que permitiría llevar a
cabo todos los actos jurídicos y que se ha vinculado a la obtención de la
mayoría de edad (18 años); y
b) unas capacidades de obrar especiales, distintas a la general, que
son exigidas por nuestro Derecho para llevar a cabo determinados
actos (por ej., para adoptar no bastará con ser mayor de edad y tener
capacidad general de obrar, sino que es necesario tener al menos 25
años (art. 175 CC); o el caso previsto en los arts. 662 y 663 CC, que
permiten otorgar testamento, salvo el ológrafo, a los mayores de 14
años, pese a no tener capacidad general de obrar).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 12


[3.3] Capacidad de obrar

➢ Los actos realizados por un discapaz para ello serán


jurídicamente anulables.

➢ Como se ha indicado, la capacidad de obrar viene vinculada


esencialmente con la edad de la persona. Sobre esta cuestión se
tratará más adelante. Antes, se aborda qué es el estado civil.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 13


[3.4] Estado civil
No hay una definición legal de “estado civil”, pero la mayoría de la
doctrina lo viene considerando como la posición (estado o status) de una
persona en la sociedad y ante el Derecho, considerándolo por tanto como
una situación jurídica personal de cierta estabilidad y permanencia; concreta la
posición de una persona frente a los demás y en ese sentido puede tener efectos
sobre la capacidad de obrar pues afecta a las relaciones jurídicas que tenga esa
persona.

Caracteres:
► El estado civil tiene carácter personal (viene a ser una cualidad propia
de la persona) y eficacia erga omnes (oponible frente a todos).

► Además, es materia de orden público y, en consecuencia, las normas


que lo regulan son imperativas, de modo que la autonomía de la voluntad
tiene en este ámbito una eficacia muy limitada, pudiendo cada persona
alterar su propio estado civil (pasar de soltero a casado, por ej.), aunque
siempre dentro de los límites y cauces previstos legalmente y sin que con
ello se altere el contenido y efectos legales atribuidos a cada estado civil,
pero no se puede, en general, alterar el estado civil de otras personas.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 14


[3.4] Estado civil

► En el Registro Civil se inscribirán los hechos concernientes al estado


civil de las personas (art. 1 LRC), constituyendo esa inscripción la
prueba del concreto estado civil de una persona (art. 2 LRC).

Partiendo de lo previsto en el art. 4 LRC, pueden señalarse los siguientes


estados civiles reconocidos y admitidos en nuestro Derecho:
a) El matrimonio. Comúnmente el «estado civil» viene identificado
con las situaciones relacionadas con el matrimonio: en general,
se es de estado civil casado, soltero, viudo, separado o
divorciado.
b) La filiación o condición de ser padre o hijo.
c) Los relacionados con la edad: mayor de edad, menor de edad o
menor emancipado.
d) La nacionalidad, que permite distinguir entre español y
extranjero.
e) La vecindad civil.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 15


[3.4] Estado civil

Por otro lado, son situaciones cuya consideración como estado civil se
discute: el desempeño de cargos de guarda y tutela, la declaración de ausencia
y la declaración legal de insolvencia (concursado), por entender que se trata de
situaciones cuyo carácter transitorio y temporal las excluiría de tal
consideración.

Para cada una de esas situaciones, una persona solamente puede ocupar una
posición (o se es casado o se es soltero, o se es mayor o menor de edad, pero no
cabe ser las dos cosas a la vez). Pero sí se pueden ostentar varios estados
civiles: ser español, mayor de edad, casado y ser hijo de.

Cada estado civil produce sus propios efectos jurídicos: así, la


nacionalidad española determina la aplicación de la ley española a diversos
supuestos en los que intervenga esa persona (art. 9 CC); la filiación atribuye la
cualidad de hijo que implica, por ejemplo, la atribución de unos apellidos, el
derecho-deber de alimentos, derechos sucesorios; el matrimonio también es
fuente de derechos y obligaciones entre los cónyuges (deber de convivencia,
deber de contribuir a las cargas familiares, derecho-deber de alimentos o
derechos sucesorios…); la edad determina la capacidad de obrar; etc.
Derecho Civil I – Elisa M. C. 16
[3.5] Mayoría de edad, minoría de edad y
emancipación
La edad es el criterio fundamental elegido por nuestro legislador para
determinar la existencia de capacidad de obrar, tanto la general, como las
especiales.

A. La mayoría de edad determina genéricamente la frontera entre tener o no


capacidad general de obrar: el mayor de edad la tiene; el menor de edad no
(con la salvedad del menor emancipado sobre el que se tratará más adelante y
sin perjuicio de las consideraciones que se harán sobre la adquisición gradual
de la capacidad de obrar).
La capacidad general de obrar se adquiere automáticamente al
cumplir la mayoría de edad, esto es, los 18 años (arts. 12 CE y 240 CC). A
partir de entonces podrá realizar, en general, todos los actos jurídicos y
ejercitar sus derechos y obligaciones por sí mismo (art. 246 CC), salvo aquellos
para los que el Código Civil exige otra edad, sin necesidad de que nadie
complemente su capacidad. A partir de la mayoría de edad dejará de estar
sometido a la institución de guarda que como menor de edad venía
protegiéndolo (normalmente la patria potestad de los padres y, a falta de éstos,
la tutela).
Derecho Civil I – Elisa M. C. 17
[3.5] Mayoría de edad, minoría de edad y
emancipación

B. El menor de edad carece, en estrictos términos jurídicos, de capacidad


general de obrar, pero no es absolutamente incapaz; puede decirse que
tiene una capacidad de obrar limitada. El menor de edad va adquiriendo
gradualmente una capacidad para llevar a cabo actos y negocios jurídicos
de mayor relevancia económica, social y jurídica. Así:

a) en general, se viene admitiendo que los menores actúen válidamente en


actos corrientes de la vida cotidiana como compra de chucherías, tebeos,
revistas, libros, material escolar, ropa… o uso de medios de transporte;
b) a partir de los 12 años se requerirá su consentimiento para la adopción y
para el acogimiento;
c) a partir de los 16 años podrá, si está emancipado, contraer matrimonio
otorgar capitulaciones matrimoniales o reconocer a un hijo;
d) y a partir de los 16 años puede celebrar contratos de trabajo con
autorización de su representante legal, administrar los bienes que haya
adquirido con su trabajo o industria y puede emanciparse.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 18


[3.5] Mayoría de edad, minoría de edad y
emancipación
► Además, progresivamente se han introducido en nuestro
ordenamiento diversas normas que prevén la audiencia del menor
para la decisión de determinadas cuestiones, como en el caso de
divorcio a la hora de determinar a cuál de los padres se atribuye la
guarda y custodia de los hijos menores.

► El menor de edad se encuentra sometido a un régimen de guarda y


de representación legal: la patria potestad (excepcionalmente, la
tutela). Serán sus padres los que podrán llevar a cabo actos o negocios
jurídicos en su nombre y con plena validez y eficacia, vinculando
jurídicamente al menor. Si bien también se recogen en nuestro
Derecho ciertas limitaciones en el ejercicio de esa representación legal
y en la administración de bienes del menor (arts. 162 y siguientes CC).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 19


[3.5] Mayoría de edad, minoría de edad y
emancipación

C. La emancipación viene a ser un estadio intermedio entre la minoría


y la mayoría de edad que supone una considerable ampliación de la
capacidad de obrar, que será casi plena (no plena como la del
mayor de edad, pues se recogen unas limitaciones en el art. 247 CC);
pero no es un estadio por el que obligatoriamente toda persona haya
de pasar en su vida.

El menor, en este caso, dejará de estar sometido al régimen de


patria potestad o tutela propio de la minoría de edad, si bien,
para determinados actos (los previstos en el art. 247CC), deberá
ver completada su capacidad por medio de la asistencia
paterna o de un defensor judicial. El acto realizado sin ese
complemento de capacidad será anulable.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 20


[3.6] Protección civil de las personas con
discapacidad

Nuevo sistema

El apoyo a las personas con discapacidad en el ejercicio de su


capacidad jurídica ha supuesto un cambio radical en la protección
de las personas con discapacidad. Su regulación principal, en el Código
Civil, se ubica en el título XI del libro I, arts. 249 a 300.

En el régimen anterior, cuando una persona tenía una enfermedad o


deficiencia persistente de carácter físico o psíquico que le impedía
gobernarse a sí misma, se seguía un procedimiento judicial por el
que, mediante sentencia, se declaraba, en su caso, la incapacitación (o
modificación judicial de la capacidad de obrar), determinando su
extensión y límites, así como un cargo tutelar (si eran los padres se
denominaba patria potestad prorrogada o rehabilitada), que se
encargaba de la representación jurídica y del cuidado de los bienes y
persona declarada incapaz.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 21


[3.6] Protección civil de las personas con
discapacidad
El nuevo sistema no pivota sobre la incapacitación judicial de quien no
se considera suficientemente capaz, ni de la modificación de la
capacidad, que resulta inherente a la condición de persona humana y, por
ello, no puede modificarse. La idea central de la nueva regulación es la de
apoyo a la persona que lo precise: desde el acompañamiento amistoso,
la ayuda técnica en la comunicación de declaraciones de
voluntad, la ruptura de barreras arquitectónicas y de todo tipo,
el consejo, o incluso la toma de decisiones delegadas por la
persona con discapacidad. Solo en situaciones donde el apoyo no
pueda darse de otro modo, este puede concretarse en la
representación con la toma de decisiones.

➢ A la hora de concretar los apoyos, la nueva regulación otorga preferencia a


las medidas voluntarias y, dentro de ellas, adquieren especial
importancia los poderes y mandatos preventivos, así como la
autocuratela. Fuera de ellas, se refuerza la guardia de hecho como una
propia institución jurídica de apoyo, así como la curatela, principal medida
de apoyo de origen judicial, y el defensor judicial.
Derecho Civil I – Elisa M. C. 22
[3.6] Protección civil de las personas con
discapacidad
➢ Las resoluciones judiciales y los documentos públicos notariales sobre los
cargos tutelares y medidas de apoyo a personas con discapacidad habrán de
inscribirse en el Registro Civil (art. 300 CC).

MEDIDAS DE APOYO VOLUNTARIO:

Son las establecidas por la persona con discapacidad en las que designa
quién debe prestarle apoyo y con qué alcance (arts. 254 a 262 CC).

Cualquier persona mayor de edad o menor emancipada puede prever en


escritura pública medidas de apoyo relativas a su persona o bienes.

Toda medida de apoyo voluntaria puede ir acompañada de las


salvaguardas para evitar abusos, conflictos de intereses o influencia
indebida y de los mecanismos y plazos de revisión (art. 255 CC).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 23


[3.6] Protección civil de las personas con
discapacidad

Poderes y mandatos preventivos:

El poderdante puede incluir una cláusula que establezca que el poder


subsista si en el futuro precisa de apoyo para el ejercicio de su capacidad u
otorgar poder solo para el supuesto de que en el futuro precise apoyo.
Además de las facultades que otorgue, puede establecer medidas y órganos
de control (arts. 256 a 258 CC).

El ejercicio de las facultades representativas debe ser personal, sin


perjuicio de la posibilidad de encomendar la realización de uno o
varios actos concretos a terceras personas. Las facultades que tengan por
objeto el cuidado de la persona no son delegables (art. 262 CC).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 24


[3.6] Protección civil de las personas con
discapacidad
La guarda de hecho de las personas con discapacidad:

Es una medida informal de apoyo. Quien viniere ejerciendo


adecuadamente la guarda de hecho de una persona con discapacidad
continúa en el desempeño de su función incluso si existen medidas de apoyo
de naturaleza voluntaria o judicial, siempre que estas no se estén aplicando
eficazmente (art. 263 CC).

Cuando, excepcionalmente, se requiera la actuación representativa del


guardador de hecho, este ha de obtener la autorización para realizarla a
través del correspondiente expediente de jurisdicción voluntaria. No es
necesaria autorización judicial cuando el guardador solicite una
prestación económica a favor de la persona con discapacidad,
siempre que esta no suponga un cambio significativo en la forma de vida de
la persona, o realice actos jurídicos sobre bienes de esta que tengan escasa
relevancia económica y carezcan de especial significado personal o familiar
(art. 264 CC).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 25


[3.6] Protección civil de las personas con
discapacidad
La curatela:

Es una medida formal que se aplica a quienes precisen el apoyo continuado. La


autoridad judicial debe constituir la curatela mediante resolución motivada
cuando no exista otra medida de apoyo suficiente para la persona con
discapacidad.

Los actos en los que el curador debe prestar el apoyo deben fijarse de
manera precisa indicando, en los casos excepcionales en que resulte
imprescindible, cuáles son aquellos donde debe ejercer la representación. En
ningún caso puede incluir la resolución judicial la mera privación de derechos
(art. 269 CC).

Pueden ser curadores las personas mayores de edad y las fundaciones y demás personas
jurídicas sin ánimo de lucro, públicas o privadas, entre cuyos fines figure la promoción de
la autonomía y asistencia a las personas con discapacidad (art. 275 CC).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 26


[3.6] Protección civil de las personas con
discapacidad
➢ Se puede proponer el nombramiento de más de un curador si la
voluntad y necesidades de la persona que precisa el apoyo lo
justifican. En particular, pueden separarse como cargos distintos los de
curador de la persona y curador de los bienes (art. 277 CC).

➢ El curador tiene derecho a una retribución, siempre que el patrimonio de


la persona con discapacidad lo permita, así como al reembolso de los gastos
justificados y a la indemnización de los daños sufridos sin culpa por su parte en
el ejercicio de su función, cantidades que serán satisfechas con cargo a dicho
patrimonio (art. 281 CC).

➢ El curador, sin perjuicio de la obligación de rendición periódica de


cuentas que en su caso le haya impuesto la autoridad judicial, al
cesar en sus funciones debe rendir ante ella la cuenta general justificada de su
administración en el plazo de 3 meses, prorrogables por el tiempo que fuere
necesario si concurre justa causa.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 27


[3.6] Protección civil de las personas con
discapacidad
El defensor judicial de la persona con discapacidad:

Esta medida formal de apoyo procede cuando la necesidad de apoyo se


precise de forma ocasional, aunque sea recurrente. Se nombra en los
siguientes casos (art. 295 CC):
1.º Cuando quien haya de prestar apoyo no pueda hacerlo, hasta que cese la
causa determinante o se designe a otra persona.
2.º Cuando exista conflicto de intereses entre la persona con discapacidad y
la que haya de prestarle apoyo.
3.º Cuando, durante la tramitación de la excusa alegada por el curador, la
autoridad judicial lo considere necesario.
4.º Cuando se hubiere instado la provisión de medidas judiciales de apoyo a
la persona con discapacidad y la autoridad judicial considere necesario
proveer a la administración de los bienes hasta que recaiga resolución
judicial.
5.º Cuando la persona con discapacidad requiera el establecimiento de
medidas de apoyo de carácter ocasional, aunque sea recurrente.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 28


[3.6] Protección civil de las personas con
discapacidad
Provisión judicial de medidas de apoyo:

La Ley de la Jurisdicción Voluntaria regula el expediente de provisión de


medidas judiciales de apoyo a personas con discapacidad (arts. 42 bis
a, b y c). Si se formula oposición, se continuará con un procedimiento
contencioso regulado en el Ley de Enjuiciamiento Civil (arts. 756 a 762).

Otras medidas de protección:


❑ El internamiento, por razón de trastorno psíquico, de una persona que no
esté en condiciones de decidirlo por sí, aunque esté sometida a la patria
potestad o a tutela, requerirá autorización judicial. La autorización será previa
a dicho internamiento, salvo que razones de urgencia hicieren necesaria la
inmediata adopción de la medida.
❑ Con la declaración de concurso de acreedores se pone de manifiesto una
situación de insolvencia para hacer frente a las deudas. Una vez declarado el
concurso, las facultades del deudor concursado de administrar su patrimonio
se ven muy limitadas, estando sometidas a intervención o bien actuando en su
lugar la administración concursal.
Derecho Civil I – Elisa M. C. 29
[3.6] Protección civil de las personas con
discapacidad
❑ Tras la reforma operada por la Ley 8/2021, la tutela queda reducida a la
representación y guarda de menores no emancipados en los supuestos de que
estén en una situación de desamparo o no sujetos a la patria potestad (art.
199 CC; esta última regulada en los 154 y ss. CC). Las funciones tutelares
constituyen un deber, se ejercen en beneficio del tutelado y están bajo la
salvaguarda de la autoridad judicial (art. 200 CC).
❑…

Derecho Civil I – Elisa M. C. 30


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GRADO EN DERECHO Derecho Civil I: Las Personas
Elisa Muñoz Catalán

Tema 4: Nacionalidad, vecindad


civil y domicilio
PROGRAMA DE LA ASIGNATURA

► 11 Temas en 3 Módulos
► Módulo 1: La Persona Física (Temas 1-5)
► Módulo 2: La Persona Jurídica (Temas 6-8)
► Módulo 3: Relación Jurídica y Derecho Subjetivo (Temas 9-11)

Derecho Civil I – Elisa M. C. 2


Módulo 1: La Persona Física (Temas 1-5)

► Tema 1: La persona física: nacimiento y extinción de la


personalidad
► Tema 2: Derechos de la personalidad
► Tema 3: Capacidad jurídica y capacidad de obrar
► Tema 4: Nacionalidad, vecindad civil y domicilio
► Tema 5: Registro Civil

Derecho Civil I – Elisa M. C. 3


ESQUEMA

Derecho Civil I – Elisa M. C. 4


TEMA 4: NACIONALIDAD, VECINDAD CIVIL Y
DOMICILIO

► [4.1] .Como estudiar este tema?


► [4.2] Nacionalidad
► [4.3] Vecindad civil
► [4.4] Domicilio

Derecho Civil I – Elisa M. C. 5


[4.1] ¿Cómo estudiar este tema?

► En este tema se estudiaran los conceptos de nacionalidad,


vecindad civil y domicilio, de modo que se distinga perfectamente
entre tales conceptos.

► Se concretara, en primer lugar, los modos de adquisición de la


nacionalidad española, así como los casos de pérdida y los
sistemas de recuperación de dicha nacionalidad, terminando
con el estudio de la doble nacionalidad.

► Posteriormente, se estudiará la vecindad civil y los sistemas de


atribución y adquisición de la misma.

► Por ultimo, se examinará el concepto y las clases de domicilio


en nuestro ordenamiento.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 6


[4.2] Nacionalidad

► Concepto

► Por nacionalidad debe entenderse el estado civil o condición


de una persona de ser miembro de una comunidad nacional
o Estado; se trata del elemento personal de un Estado.

► La importancia de su determinación viene dada por el hecho


de que esa persona quedará sometida al ordenamiento
jurídico del Estado del que sea nacional (art. 9.1 CC).

► Teniendo tal circunstancia repercusiones tanto jurídico


publicas como jurídico privadas de cara al reconocimiento -en
contraposición a la situación de los extranjeros-, de una
concreta capacidad de obrar (en cuanto contenido y alcance)
y unos derechos que puedan válidamente ejercitarse.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 7


[4.2] Nacionalidad
REFORMAS RECIENTES (2015)

► Nuevo procedimiento para la adquisición de la nacionalidad española


por Residencia (Real Decreto 1004/2015, de 6 de noviembre)

► Esta norma implanta un procedimiento de carácter exclusivamente administrativo y


por vía electrónica para la tramitación de estas solicitudes.
► La tramitación del procedimiento tendrá carácter electrónico en todas sus fases,
sin perjuicio de la posible presentación de la documentación en cualquiera de las
formas legalmente previstas.
► Las comunicaciones telemáticas con los interesados o sus representantes habrán
de ser solicitadas o consentidas de modo expreso. En caso contrario, las
notificaciones se realizarán en soporte papel.
► El procedimiento se iniciará por el interesado mediante la presentación de la
correspondiente solicitud en modelo normalizado.
► La Dirección General de los Registros y del Notariado, a la vista del expediente,
elaborará la correspondiente propuesta de resolución de concesión o denegación de
la solicitud de nacionalidad para su elevación al Ministro de Justicia.

Se puede consultar en pdf adjunto a la documentación o en la siguiente URL:


http://noticias.juridicas.com/actualidad/noticias/10642-nuevo-procedimiento-para-la-
adquisicion-de-la-nacionalidad-espanola-por-residencia-real-decreto-1004-2015-de-
6-de-noviembre/

Derecho Civil I – Elisa M. C. 8


[4.2] Nacionalidad

► La apatridia supone la carencia de nacionalidad alguna.


Es una situación que, generalmente, es rechazada.

► El art. 15 de la Declaración Universal de Derechos Humanos


señala que: “Toda persona tiene derecho a una nacionalidad,
no pudiéndose privar a nadie arbitrariamente de su
nacionalidad ni del derecho a cambiarla”.

► Por su parte, nuestro Código Civil prevé que a los apatridas


se les aplicara la ley del lugar de su residencia habitual (art.
9.10 CC).

► La regulación de la nacionalidad española de las personas físicas


viene contemplada esencialmente en los arts. 17 a 26 CC;
concretándose en el art. 28 CC la nacionalidad de las personas
jurídicas que serán objeto de estudio en temas posteriores. Con estas
normas se podrá determinar quiénes son españoles y quienes
extranjeros.
Derecho Civil I – Elisa M. C. 9
[4.2] Nacionalidad

► Adquisición de la nacionalidad española:

Nacionalidad
originaria
Nacionalidad
española
Nacionalidad
derivativa

► Debe diferenciarse entre la adquisición originaria y la adquisición


derivativa

Derecho Civil I – Elisa M. C. 10


[4.2] Nacionalidad

► A. Nacionalidad española originaria o de origen

Ius sanguinis

Automática Ius soli

Adquisición de
Adoptado
la nacionalidad menor de 18
de origen años

Por opción

► Por lo general, en estos casos la adquisición de la nacionalidad


española de origen es automática (no exige ni solicitud, ni
declaración del interesado, ni reconocimiento por la autoridad ni
inscripción en el Registro Civil) y desde el nacimiento de la persona.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 11


[4.2] Nacionalidad

► Son criterios de adquisición o atribución de la nacionalidad española


de origen automáticamente los siguientes (arts. 17.1 y 19.1 CC***):

a) Ius sanguinis (filiación de español).

b) Ius soli (lugar de nacimiento en España).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 12


[4.2] Nacionalidad

REFORMAS RECIENTES (2015):

► Art. 19 CC, nuevo apartado 3>>> Nacionalidad del extranjero


adoptado.

► 1. El extranjero menor de dieciocho años adoptado por un español adquiere, desde


la adopción, la nacionalidad española de origen.

► 2. Si el adoptado es mayor de dieciocho años, podrá optar por la nacionalidad


española de origen en el plazo de dos años a partir de la constitución de la
adopción.

► 3. Sin perjuicio de lo dispuesto en el apartado 1, si de acuerdo con el sistema


jurídico del país de origen el menor adoptado mantiene su nacionalidad, ésta
será reconocida también en España.

► Número 3 del artículo 19 introducido por el apartado dos del artículo


segundo de la Ley 26/2015, de 28 de julio, de modificación del sistema de
protección a la infancia y a la adolescencia («B.O.E.» 29 julio).Vigencia: 18
agosto 2015

Derecho Civil I – Elisa M. C. 13


[4.2] Nacionalidad

► a) Ius sanguinis (filiación de español). Será español el hijo de padre


o madre español, aunque no nazca en territorio español.

► b) Ius soli (lugar de nacimiento en España). Conforme a este criterio


será español:
► i) quien haya nacido en España de padres extranjeros cuando al

menos uno de ellos hubiera nacido también en España (se


exceptúan los supuestos de hijos de funcionario diplomático o
consular acreditado en España);
► ii) quien haya nacido en España de padres extranjeros si ambos

carecen de nacionalidad (apátridas) o si la legislación que les


sería aplicable a ellos no atribuye al hijo una nacionalidad
concreta;
► iii) quien haya nacido en España y cuya filiación no resulte

determinada (es el caso del recién nacido abandonado. A estos


efectos se presumen nacidos en territorio español los menores de
edad cuyo primer lugar conocido de estancia sea territorio
español).
Derecho Civil I – Elisa M. C. 14
[4.2] Nacionalidad

► c) También adquieren automáticamente la nacionalidad española los


extranjeros menores de 18 años adoptados por un español, si
bien esa adquisición no será desde el nacimiento de esa persona sino
desde la adopción.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 15


[4.2] Nacionalidad

► Pero hay unos supuestos de adquisición de la nacionalidad


española de origen en el que esta no es automática, sino que se
atribuye por el ejercicio del derecho de opción:

► a) En el caso de determinación de la filiación o del


nacimiento en España después de los 18 años, el interesado
tiene entonces derecho a optar por la nacionalidad española de
origen en el plazo de dos años a contar desde aquella
determinación (art. 17.2 CC).

► b) En el caso de extranjero mayor de dieciocho años


adoptado por un español podrá optar por la nacionalidad
española de origen en el plazo de dos años a partir de la
constitución de la adopción (art. 19.2 CC).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 16


[4.2] Nacionalidad

► B. Nacionalidad española derivativa

Opción

Adquisición de
Carta de
la nacionalidad naturaleza
derivativa

Residencia 10, 5, 2 o 1 año

Derecho Civil I – Elisa M. C. 17


[4.2] Nacionalidad

► Existen tres mecanismos por los que una persona que ostenta otra
nacionalidad de origen distinta a la española o incluso que carece de
nacionalidad alguna (apátrida) pueden adquirir la nacionalidad
española no de origen sino derivativa: opción, carta de naturaleza y
residencia.

► Para la validez de la adquisición por cualquiera de estos medios


son requisitos (art. 23 CC)….:

Derecho Civil I – Elisa M. C. 18


[4.2] Nacionalidad

REFORMAS RECIENTES (2015)

► Art. 23.b) CC>>> Nacionalidad española de sefardíes (no necesaria


renuncia a anterior nacionalidad).

► Son requisitos comunes para la validez de la adquisición de la nacionalidad


española por opción, carta de naturaleza o residencia:

► a) Que el mayor de catorce años y capaz para prestar una declaración por sí jure o
prometa fidelidad al Rey y obediencia a la Constitución y a las leyes.

► b) Que la misma persona declare que renuncia a su anterior nacionalidad.


Quedan a salvo de este requisito los naturales de países mencionados en el
apartado 1 del artículo 24 y los sefardíes originarios de España.

► c) Que la adquisición se inscriba en el Registro Civil español.

► Artículo 23 redactado por la disposición final primera de la Ley 12/2015,


de 24 de junio, en materia de concesión de la nacionalidad española a los
sefardíes originarios de España («B.O.E.» 25 junio).Vigencia: 1 octubre
2015

Derecho Civil I – Elisa M. C. 19


[4.2] Nacionalidad

► a) Por ejercicio del derecho de opción (art. 20.1 CC):

► Tendrán derecho a optar por la nacionalidad española


adquiriéndola de forma derivativa: i) quien esté o haya estado
sometido a la patria potestad de un español; ii) aquél cuyo padre
o madre hubiera sido originariamente español y nacido en
España (en este caso el ejercicio del derecho de opción no
estará sujeto a límite alguno de edad).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 20


[4.2] Nacionalidad

► La declaración de opción se formulará (art. 20.2 CC):

► Por el representante legal del optante, menor de catorce años o


incapacitado. En este caso, la opción requiere autorización del encargado del
Registro Civil del domicilio del declarante, previo dictamen del Ministerio Fiscal.
Dicha autorización se concederá en interés del menor o incapaz.

► Por el propio interesado, asistido por su representante legal, cuando aquél


sea mayor de catorce años o cuando, aun estando incapacitado, así lo permita
la sentencia de incapacitación.

► Por el interesado, por sí solo, si está emancipado o es mayor de


dieciocho años. La opción caducará a los veinte años de edad, pero si el
optante no estuviera emancipado según su ley personal al llegar a los
dieciocho años, el plazo para optar se prolongará hasta que transcurran dos
años desde la emancipación.

► Por el interesado, por sí solo, dentro de los dos años siguientes a la


recuperación de la plena capacidad. Se exceptúa el caso en que haya
caducado el derecho de opción conforme al párrafo c.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 21


[4.2] Nacionalidad

► Pasados estos plazos, la posibilidad de optar por la nacionalidad


española habrá caducado.

► Si bien, podrá adquirirse la nacionalidad derivativa por los


otros medios que se indicarán y, concretamente, por el de
residencia abreviada de un año (art. 22.2.b) CC).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 22


[4.2] Nacionalidad

► b) Por carta de naturaleza (art. 21, apartados 1, 3 y 4 CC):

► La nacionalidad española se adquiere por carta de naturaleza,


otorgada discrecionalmente mediante Real Decreto, cuando en
el interesado concurran circunstancias excepcionales que lo
hagan merecedor de ello.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 23


[4.2] Nacionalidad

► La solicitud podrá formularla:

► i) El interesado emancipado o mayor de dieciocho años;

► ii) El mayor de catorce años asistido por su representante legal;

► iii) El representante legal del menor de catorce años;

► iv) El representante legal del incapacitado o el incapacitado, por sí


solo o debidamente asistido, según resulte de la sentencia de
incapacitación

► En este caso y en el anterior, el representante legal sólo


podrá formular la solicitud si previamente ha obtenido
autorización conforme a lo previsto en la letra a) del apartado
2 del artículo 20, esto es, autorización del encargado del
Registro Civil del domicilio del declarante, previo dictamen
del Ministerio Fiscal.
Derecho Civil I – Elisa M. C. 24
[4.2] Nacionalidad

► Las concesiones por carta de naturaleza caducan a los ciento


ochenta (180) días siguientes a su notificación, si en este plazo no
comparece el interesado ante funcionario competente para cumplir los
requisitos del art. 23 CC.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 25


[4.2] Nacionalidad

► c) Por residencia (art. 21, apartados 2, 3 y 4, CC y art. 22 CC).

► La nacionalidad española también se adquiere por residencia en


España, en las condiciones que señala el art. 22 CC y
mediante la concesión otorgada por el Ministro de Justicia, que
podrá denegarla por motivos razonados de orden público o
interés nacional.

► Esa concesión caducará a los ciento ochenta (180) días


siguientes a su notificación, si en este plazo no comparece el
interesado ante funcionario competente para cumplir los
requisitos del art. 23 CC.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 26


[4.2] Nacionalidad

► La solicitud podrá formularla:

► i) el interesado emancipado o mayor de dieciocho años;

► ii) el mayor de catorce años asistido por su representante legal;

► iii) el representante legal del menor de catorce años;

► iv) el representante legal del incapacitado o el incapacitado, por sí


solo o debidamente asistido, según resulte de la sentencia de
incapacitación (en este caso y en el anterior, el representante
legal sólo podrá formular la solicitud si previamente ha obtenido
autorización conforme a lo previsto en la letra a) del apartado 2
del artículo 20, esto es, autorización del encargado del Registro
Civil del domicilio del declarante, previo dictamen del Ministerio
Fiscal).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 27


[4.2] Nacionalidad

► Plazos de residencia exigidos para la concesión de la nacionalidad


española por este medio (art. 22 CC):

► i) Plazo general de 10 años.

► ii) Plazo de 5 años para los que hayan obtenido la condición de


refugiado.

► iii) Plazo de 2 años cuando se trate de nacionales de origen de


países iberoamericanos, Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial o
Portugal o de sefardíes.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 28


[4.2] Nacionalidad

► iv) Bastará el tiempo de residencia de 1 año para:

► a’) el que haya nacido en territorio español;


► b’) el que no haya ejercitado oportunamente la facultad de optar;
► c’) el que haya estado sujeto legalmente a la tutela, guarda o
acogimiento de un ciudadano o institución españoles durante dos
años consecutivos, incluso si continuare en esta situación en el
momento de la solicitud;
► d’) el que al tiempo de la solicitud llevare un año casado con español
o española y no estuviere separado legalmente o de hecho (en este
caso se entenderá que tiene residencia legal en España el cónyuge
que conviva con funcionario diplomático o consular español
acreditado en el extranjero);
► e’) el viudo o viuda de española o español, si a la muerte del
cónyuge no existiera separación legal o de hecho;
► f’) el nacido fuera de España de padre o madre, abuelo o abuela, que
originariamente hubieran sido españoles.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 29


[4.2] Nacionalidad

► En todos los casos, la residencia habrá de ser legal, continuada e


inmediatamente anterior a la petición.

► Además, el interesado deberá justificar, en el expediente regulado


por la legislación del Registro Civil, buena conducta cívica y
suficiente grado de integración en la sociedad española.

Consolidación de la nacionalidad española. Posesión de estado:

► La posesión y utilización continuada de la nacionalidad española


durante diez años, con buena fe y basada en un título inscrito en el
Registro Civil, es causa de consolidación de la nacionalidad aunque
se anule el título que la originó (art. 18 CC).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 30


[4.2] Nacionalidad

Pérdida de la nacionalidad española

► Ningún español de origen puede ser privado de la nacionalidad


española (art. 11.2 CE); ahora bien, sí que podrá perderla
voluntariamente (al adquirir otra nacionalidad).

► Por el contrario, los que ostentan la nacionalidad española


derivativa pueden no solamente perderla voluntariamente, sino que
también pueden ser privados obligatoriamente de ella:

Derecho Civil I – Elisa M. C. 31


[4.2] Nacionalidad

► A. Pérdida voluntaria de la nacionalidad española (art. 24 CC):


Supuestos (no aplicables en el caso de que España se encuentre en
guerra: art. 24.4 CC):

► i) Perderán la nacionalidad española los españoles emancipados


que renuncien expresamente a ella, si tienen otra nacionalidad y
residen habitualmente en el extranjero.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 32


[4.2] Nacionalidad

► ii) Asimismo, perderán la nacionalidad española los emancipados


que, residiendo habitualmente en el extranjero, adquieran
voluntariamente otra nacionalidad o utilicen exclusivamente la
nacionalidad extranjera que tuvieran atribuida antes de la
emancipación.
► La pérdida se producirá una vez que transcurran tres años, a

contar, respectivamente, desde la adquisición de la


nacionalidad extranjera o desde la emancipación. No
obstante, los interesados podrán evitar la pérdida si dentro
del plazo indicado declaran su voluntad de conservar la
nacionalidad española al encargado del Registro Civil.

► Se excepciona de tal pérdida el supuesto de adquisición de la


nacionalidad de países iberoamericanos, Andorra, Filipinas,
Guinea Ecuatorial o Portugal, que no será bastante para
producir la pérdida de la nacionalidad española de origen.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 33


[4.2] Nacionalidad

► iii) Los que habiendo nacido y residiendo en el extranjero


ostenten la nacionalidad española por ser hijos de padre o madre
españoles, también nacidos en el extranjero, cuando las leyes del
país donde residan les atribuyan la nacionalidad del mismo,
perderán, en todo caso, la nacionalidad española si no declaran
su voluntad de conservarla ante el encargado del Registro
Civil en el plazo de tres años, a contar desde su mayoría de edad
o emancipación.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 34


[4.2] Nacionalidad

► B. Privación de la nacionalidad española (art. 25 CC): Los


españoles que no lo sean de origen perderán la nacionalidad:

► i) Cuando durante un período de tres años utilicen


exclusivamente la nacionalidad a la que hubieran declarado
renunciar al adquirir la nacionalidad española.

► ii) Cuando entren voluntariamente al servicio de las armas o


ejerzan cargo político en un Estado extranjero contra la
prohibición expresa del Gobierno

Derecho Civil I – Elisa M. C. 35


[4.2] Nacionalidad

Nulidad de la adquisición de la nacionalidad española

► La sentencia firme que declare que el interesado ha incurrido en


falsedad, ocultación o fraude en la adquisición de la nacionalidad
española produce la nulidad de tal adquisición, si bien no se
derivarán de ella efectos perjudiciales para terceros de buena fe.

► La acción de nulidad deberá ejercitarse por el Ministerio Fiscal de


oficio o en virtud de denuncia, dentro del plazo de quince años (art.
25.2 CC).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 36


[4.2] Nacionalidad

Recuperación de la nacionalidad española

► Requisitos para recuperar la nacionalidad española, previamente


perdida (art. 26.1 CC):

► a) Ser residente legal en España. Este requisito no será de


aplicación a los emigrantes ni a los hijos de emigrantes. En los
demás casos podrá ser dispensado por el Ministro de Justicia
cuando concurran circunstancias excepcionales.
► b) Declarar ante el encargado del Registro Civil su voluntad de
recuperar la nacionalidad española.
► c) Inscribir la recuperación en el Registro Civil.

► Quienes hubieran sido privados de la nacionalidad española por


alguno de los supuestos previstos en el art. 25 CC no podrán
recuperarla o adquirirla, en su caso, sin previa habilitación
concedida discrecionalmente por el Gobierno (art. 26.2 CC).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 37


[4.2] Nacionalidad

Doble nacionalidad

► Se admite en nuestro ordenamiento la posibilidad de que, junto con la


nacionalidad española, se ostente otra nacionalidad:

► Concretamente, la de los países iberoamericanos y la de otros


países con los que se hayan celebrado convenios de doble
nacionalidad por tener cierta vinculación con España (art. 11.3
CE).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 38


[4.3] Vecindad civil

Concepto

► Puede definirse la vecindad civil como la cualidad o condición de


los nacionales españoles que determina la aplicación del
Derecho civil común o del Derecho civil foral coexistentes en
España.

► Así, el art. 14.1 CC señala que “la sujeción al derecho civil común
o al especial o foral se determina por la vecindad civil”.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 39


[4.3] Vecindad civil

► No deben confundirse los términos vecindad civil y vecindad


administrativa, que tienen un régimen jurídico y unos efectos
distintos.
► Por vecindad administrativa se entiende la condición de ser
vecino de un determinado municipio y se adquiere por la
inscripción en el padrón municipal (registro administrativo) del
lugar donde reside habitualmente.

► Esa vecindad administrativa no determina como en la vecindad


civil la aplicación de un Derecho civil u otro dentro de
España, sino que lo que hace es atribuir a esa persona unos
derechos y deberes propios del municipio (derecho de sufragio
local, participación en la gestión municipal, etc.: cfr. art. 18 Ley
Bases de Régimen Local).

► Ej. Un extranjero que resida en España pero que no tenga la


nacionalidad española podrá tener vecindad administrativa
pero no vecindad civil.
Derecho Civil I – Elisa M. C. 40
[4.4] Domicilio

Concepto

► Con el término domicilio se hace referencia a la sede jurídica de una


persona para distintos efectos previstos por las leyes. Es el lugar que
nuestro ordenamiento jurídico tiene en cuenta para diversos efectos,
no solamente para localizarnos sino también para determinar el lugar
de ejercicio de nuestros derechos y del cumplimiento de nuestras
obligaciones (art. 40 CC).

► Clases
Domicilio real o voluntario

Domicilio legal
Clases
Domicilio procesal o del litigante

Domicilio electivo

Derecho Civil I – Elisa M. C. 41


[4.4] Domicilio

► A. Domicilio real o voluntario: Viene a ser el lugar de residencia


habitual y efectiva de la persona; lo que comúnmente se denomina
domicilio.

► B. Domicilio legal: Sería el domicilio que una norma legal fija a


determinados efectos, con independencia de que sea o no el lugar de
la residencia efectiva y habitual de esa persona.
► Así, por ej., el domicilio de los diplomáticos residentes por razón
de su cargo en el extranjero, que gocen del derecho de
extraterritorialidad, será el último que hubieren tenido en territorio
español (art. 40, segundo párrafo, CC).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 42


[4.4] Domicilio

► C. Domicilio procesal o del litigante: Será el lugar en el que el


litigante pueda ser localizado a efectos de notificaciones,
requerimientos o citaciones judiciales y procesales, con independencia
de que tal lugar sea o no su residencia habitual.

► D. Domicilio electivo: Es el lugar que una persona señala


voluntariamente como domicilio o lugar de localización en el marco de
las relaciones que tenga con otra persona, una institución o la
Administración, no teniendo porqué coincidir con el domicilio real.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 43


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GRADO EN DERECHO Derecho Civil I: Las Personas
Elisa Muñoz Catalán

Tema 5: Registro Civil


PROGRAMA DE LA ASIGNATURA

► 11 Temas en 3 Módulos
► Módulo 1: La Persona Física (Temas 1-5)
► Módulo 2: La Persona Jurídica (Temas 6-8)
► Módulo 3: Relación Jurídica y Derecho Subjetivo (Temas 9-11)

Derecho Civil I – Elisa M. C. 2


Módulo 1: La Persona Física (Temas 1-5)

► Tema 1: La persona física: nacimiento y extinción de la


personalidad
► Tema 2: Derechos de la personalidad
► Tema 3: Capacidad jurídica y capacidad de obrar
► Tema 4: Nacionalidad, vecindad civil y domicilio
► Tema 5: Registro Civil

Derecho Civil I – Elisa M. C. 3


ESQUEMA

Derecho Civil I – Elisa M. C. 4


TEMA 5: REGISTRO CIVIL

► [5.1] ¿Cómo estudiar este tema?


► [5.2] Nociones generales y normativa
reguladora
► [5.3] Organización del Registro Civil
► [5.4] Asientos registrales
► [5.5] Publicidad registral

Derecho Civil I – Elisa M. C. 5


[5.1] ¿Cómo estudiar este tema?

► En este tema se estudiará el instrumento más importante que hace


prueba y da fe de las principales circunstancias que pueden afectar a
una persona física (nacimiento, identidad, matrimonio, sometimiento a
institución de guarda, defunción…): el REGISTRO CIVIL.

► Tras indicar unas nociones generales que deben tenerse en cuenta y


la normativa aplicable, se examinará cómo se organiza el Registro
Civil, cuáles son los asientos que pueden practicarse en él y cuál es
la publicidad que se deriva del mismo.

► En definitiva, se concretarán los principios y líneas fundamentales del


funcionamiento del Registro Civil.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 6


[5.2] Nociones generales y normativa reguladora

Concepto

► El Registro Civil tiene por objeto hacer constar oficialmente los


hechos y actos que se refieren al estado civil de las personas y
aquellos otros que determine la ley (art. 2 LRC).

► El Registro Civil es el instrumento formal donde se hacen


constar los distintos actos concernientes al estado civil de las
personas.
► Tradicionalmente, se ha acogido un concepto amplio de

estado civil, no solamente referido por tanto al estado de


casado, soltero, divorciado, separado o viudo, sino en
general a cualquier circunstancia estable de una persona que
concreta su posición frente a los demás en la sociedad y que,
en ese sentido, puede tener efectos sobre la capacidad de
obrar pues afecta a las relaciones jurídicas que tenga esa
persona.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 7


[5.2] Nociones generales y normativa reguladora

► En consecuencia, el Registro Civil cumple una función


esencial de publicidad y prueba de las circunstancias relativas
al estado civil y condición de las personas.

► Pero además, en ciertos casos es el instrumento necesario


para la eficacia de los cambios en los estados o
circunstancias de las personas: así, por ej., el cambio de
nombre y/o de los apellidos solamente surtirá efecto cuando se
inscriba en el Registro Civil (art. 57.2 LRC); y para la adquisición
de la nacionalidad española por opción, carta de naturaleza o
residencia será necesaria la inscripción en el Registro Civil (art.
23 CC).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 8


[5.2] Nociones generales y normativa reguladora

Normativa reguladora

► La Ley 20/2011, de 21 de julio, del Registro Civil tiene como


finalidad regular la ordenación, dirección y funcionamiento del
Registro Civil, el acceso de los hechos y actos que se hacen constar
en el mismo y la publicidad y los efectos que se otorgan a su
contenido.

► Asimismo, en diversos preceptos del Código Civil se hace


referencia al Registro Civil a la hora de regular distintos hechos y
actos: por ej. el art., 14 CC sobre la vecindad civil; los arts. 18, 23 y 26
CC sobre la nacionalidad; arts. 51, 56, 61 a 65, 89, 102 y 1.333 CC
sobre distintos aspectos del matrimonio y su disolución o nulidad; los
arts. 113, 114, 120 y 136 CC sobre filiación; el art. 300 sobre la
inscripción de cargos tutelares y medidas de apoyo a personas con
discapacidad; y el art. 242 CC sobre concesión de la emancipación.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 9


[5.2] Nociones generales y normativa reguladora
Hechos inscribibles:

Según lo previsto en el art. 4 LRC, tienen acceso al Registro Civil los


hechos y actos que se refieren a la identidad, estado civil y demás
circunstancias de la persona. Son, por tanto, inscribibles:

1. El nacimiento.
2. La filiación.
3. El nombre y los apellidos y sus cambios.
4. El sexo y el cambio de sexo.
5. La nacionalidad y la vecindad civil.
6. La emancipación y el beneficio de la mayor edad.
7. El matrimonio. La separación, nulidad y divorcio.
8. El régimen económico matrimonial legal o pactado.
9. Las relaciones paterno-filiales y sus modificaciones.
10. Los poderes y mandatos preventivos, la propuesta de nombramiento de
curador y las medidas de apoyo previstas por una persona respecto de sí
misma o de sus bienes*

Derecho Civil I – Elisa M. C. 10


[5.2] Nociones generales y normativa reguladora
Hechos inscribibles:

11. Las resoluciones judiciales dictadas en procedimientos de provisión de


medidas judiciales de apoyo a personas con discapacidad.
12. Los actos relativos a la constitución y régimen del patrimonio
protegido de las personas con discapacidad.
13. La tutela del menor y la defensa judicial del menor emancipado.
14. Las declaraciones de concurso de las personas físicas y la intervención
o suspensión de sus facultades.
15. Las declaraciones de ausencia y fallecimiento.
16. La defunción.

Por otro lado, el art. 9 LRC, al regular las competencias generales del
Registro Civil, señala: “En el Registro Civil constarán los hechos y actos
inscribibles que afectan a los españoles y los referidos a extranjeros,
acaecidos en territorio español. Igualmente, se inscribirán los hechos y
actos que hayan tenido lugar fuera de España, cuando las
correspondientes inscripciones sean exigidas por el Derecho español”.
Derecho Civil I – Elisa M. C. 11
[5.2] Nociones generales y normativa reguladora

Especial referencia al nombre y a los apellidos

► El nombre y los apellidos son los principales datos


identificadores de una persona. Todo sujeto tiene derecho a un
nombre y a unos apellidos que doten así de identidad a esa persona.

► La LRC de 2011 altera el criterio tradicional de orden de los


apellidos.
❑ Así en el art. 49.2 LRC se prevé la obligación de los
progenitores (ya no posibilidad) de acordar el orden de los
apellidos de sus hijos antes de la inscripción registral (más
estrictamente: el orden de transmisión de su respectivo primer
apellido), y si hay desacuerdo o no manifiestan nada al respecto
ante el Encargado del Registro Civil, incluso tras el
requerimiento de este, entonces será este funcionario el que
decida el orden de los apellidos del menor atendiendo al interés
superior de este.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 12


[5.2] Nociones generales y normativa reguladora

Antecedentes….
▪ Inicialmente, en el proyecto de ley se preveía que, ante la falta
de acuerdo entre los progenitores, el orden de los apellidos
vendría fijado por un criterio alfabético, ello por entender que
así se favorecía el principio de igualdad.

▪ Este criterio alfabético fue objeto de diversas críticas y polémica,


advirtiendo incluso de la posible desaparición con el tiempo de
apellidos que empezaran por la letra “z”, o “v” o “t”, por estar
claramente perjudicados si se sigue un criterio alfabético.

▪ Finalmente esta propuesta no prosperó, y lo que se ha aprobado es,


ante la falta de acuerdo expreso de los progenitores, dejar
la decisión al Encargado del Registro Civil.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 13


[5.3] Organización del Registro Civil

Organización territorial

► En la LRC de 2011 se contempla una novedosa estructura del


Registro Civil respecto a la que existía anteriormente. Igualmente será
un Registro Civil único, dependiente del Ministerio de Justicia, y,
dentro de él, de la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe
Pública (arts. 2.1 y 3.1 LRC), pero de los distintos Registros no estará
encargado ya un juez, sino un funcionario de la Administración: se
“desjudicializa” y “administrativiza” el Registro Civil.

► Concretamente, las plazas de encargados del Registro Civil se


proveen entre letrados de la Administración de Justicia (DA
2.ª LRC).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 14


[5.3] Organización del Registro Civil

El “nuevo” Registro Civil se estructura en (art. 20 LRC):

a) Oficina central (con las funciones recogidas en el art. 21 LRC).

b) Oficinas generales (con las funciones recogidas en el art. 22.3 LRC).


Existirá una en todas las poblaciones que sean sede de un partido judicial
habitantes; al frente de estas oficinas está un encargado, pudiéndose
designar más por necesidades de servicio, ejerciendo este sus funciones
bajo la dependencia de la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe
Pública).

c) Oficinas consulares (con las funciones recogidas en el art. 24 NLRC).


Están a cargo de los cónsules de España o, en su caso, de los funcionarios
diplomáticos encargados de las Secciones consulares de la Misión
Diplomática).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 15


[5.3] Organización del Registro Civil

Estructura

La LRC diseña un Registro Civil único para toda España, público y


electrónico, en el que se suprime el tradicional sistema de
división en secciones creando un registro individual para cada
persona, que se abrirá con la inscripción de nacimiento o con el primer
asiento que se practique y donde se inscribirán o anotarán, continuada,
sucesiva y cronológicamente, todos los hechos y actos que tengan acceso
al Registro Civil (art. 5 LRC).

A cada registro individual abierto, con la primera inscripción que se


practique, se le asignará un código personal constituido por la
secuencia alfanumérica que atribuya el sistema informático vigente para
el documento nacional de identidad (art. 6 LRC).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 16


[5.4] Asientos registrales

► Por asiento registral debe entenderse cada uno de los apuntes


haciendo constar e incorporando al Registro Civil determinados datos,
hechos o circunstancias de la persona. Pueden distinguirse distintos
asientos, con diferente naturaleza y efectos cada uno de ellos.

❑ La inscripción es el asiento registral fundamental. Tiene


naturaleza permanente y sustantiva en cuanto contiene
información principal y además un destacado e
importante valor probatorio.

❑ A este respecto, debe tenerse en cuenta que, según advierte el


art. 17 NLRC, el Registro Civil constituye la prueba de los
hechos inscritos:

Derecho Civil I – Elisa M. C. 17


[5.4] Asientos registrales

1. La inscripción en el Registro Civil constituye prueba plena de los


hechos inscritos.
2. Solo en los casos de falta de inscripción* o en los que no fuera
posible certificar del asiento, se admitirán otros medios de prueba.

En el primer caso del punto 2*, es requisito indispensable para su admisión


la acreditación de que, previa o simultáneamente, se ha
instado la inscripción omitida o la reconstrucción del asiento, y
no su mera solicitud.

En la LRC solamente se prevén expresamente como asientos registrales:


las inscripciones, las anotaciones y las cancelaciones: arts. 38 y
siguientes. Se prevé que en cada registro individual conste una hoja o
extracto en la que figuren los datos personales de la vida del individuo.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 18


[5.5] Publicidad registral

Información a la que se puede acceder

❑ El Registro Civil se configura como un registro público, accesible


para todos los ciudadanos que tengan un interés legítimo en
conocer el contenido de los asientos cuando se refieran a otra persona
y, en todo caso, a los datos que figuren en el registro individual del
propio solicitante (art. 15 LRC).

❑ Las Administraciones y funcionarios públicos, para el


desempeño de sus funciones y bajo su responsabilidad, podrán
acceder a los datos contenidos en el Registro Civil.

❑ También se prevé la existencia de una publicidad más restringida


para determinados datos: quedan exceptuados del régimen
general de publicidad los datos especialmente protegidos, que estarán
sometidos al sistema de acceso restringido al que se refieren los arts.
83 y 84 LRC.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 19


[5.5] Publicidad registral

Información a la que se puede acceder

➢ La LRC concibe el Registro Civil como un registro electrónico, pero tal y


como se advierte en el preámbulo (apartado IV), el carácter electrónico del
Registro Civil no significa alterar la garantía de privacidad de los datos
contenidos en el mismo.

➢ Aunque el Registro Civil está excluido del ámbito de aplicación de la


legislación sobre protección de datos de carácter personal, se presta una
especial protección a los datos, en tanto contengan información que afecta a
la esfera de la intimidad de la persona. Lo relevante es que los datos
protegidos solo pertenecen a su titular y a él corresponde
autorizar que sean facilitados a terceros.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 20


[5.5] Publicidad registral

Medios de acceso a la información registral

En la LRC los medios o instrumentos de publicidad registral vienen regulados en


los arts. 80 a 82: la certificación electrónica y el acceso de la Administración, en
el ejercicio de sus funciones públicas, a la información registral.

➢ Mediante certificación: que se expedirá por medios electrónicos y, excepcionalmente, por


medios no electrónicos, se presume exacta y constituye prueba plena de los hechos y actos
inscritos en el Registro Civil: art. 81.

➢ Mediante el acceso de las Administraciones y funcionarios públicos: en el ejercicio


de sus funciones y bajo su responsabilidad, a los datos que consten en el Registro Civil.

También* se puede tener conocimiento de los datos que constan en el Registro Civil mediante los
procedimientos especiales que se acuerden por la Dirección General de Seguridad
Jurídica y Fe Pública, cuando la información deba ser suministrada de forma periódica y
automatizada para el cumplimiento de fines públicos, o cuando sea precisa para comprobar por
las entidades de certificación de firma electrónica, que no se ha producido la extinción de los
certificados electrónicos.

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[5.5] Publicidad registral
Especial referencia al libro de familia

Un especial modo de publicidad y de prueba de los hechos contenidos en el


Registro Civil y afectantes a la situación familiar de una persona lo constituye el
Libro de Familia (arts. 36 a 40 RRC).

En la nueva LRC se prescinde del Libro de Familia por entender que


pierde sentido dentro del modelo moderno que se ha configurado en
esa ley. Como consecuencia, se prevé que en cada registro individual
conste una hoja o extracto en la que figuren los datos personales de la
vida del individuo. Y consecuentemente con este diseño de la hoja individual, y
en la búsqueda de una mayor simplicidad y eficiencia del sistema, la ley distingue
entre las inscripciones, las anotaciones registrales y, por último, el asiento de
cancelación (apartado VII del preámbulo).

➢ A partir de la entrada en vigor completa de la LRC de 2011, no se


expiden más libros de familia. Pero los libros de familia expedidos con
anterioridad seguirán teniendo los efectos previstos en los arts. 8 y 75 de la
Ley del Registro Civil de 8 de junio de 1957 (DT 3ª LRC).
Derecho Civil I – Elisa M. C. 22
[5.5] Publicidad registral

Informatización del Registro Civil

❑ La informatización o digitalización del Registro Civil y el acceso


telemático al mismo, en aplicación de las nuevas tecnologías y de la
firma electrónica a esta materia, ha sido desde hace años objetivo y
motivo de continuas reformas legislativas y publicación de
nuevas normas.

❑ Con la Ley 20/2011 del Registro Civil, este objetivo se ha cumplido:

❖ Aun cuando la plena digitalización será paulatina, se puede afirmar


que el nuevo Registro Civil diseñado en esta ley es un registro
electrónico.

❖ Los datos son objeto de tratamiento automatizado y se


integran en una base de datos única cuya estructura,
organización y funcionamiento es competencia del Ministerio de
Justicia (art. 3.2 LRC).
Derecho Civil I – Elisa M. C. 23
[5.5] Publicidad registral
Informatización del Registro Civil

❑ La LRC concibe el Registro Civil como un registro electrónico, en el que se


practican asientos informáticos, que organiza la publicidad y da fe
de los hechos y actos del estado civil. Desde esta concepción se
incorpora el uso de las nuevas tecnologías y de la firma
electrónica.

Tal y como señala el art. 36 LRC: “en el Registro Civil todos los asientos se extienden
en soporte y formato electrónico…”

En relación con este diseño y carácter electrónico del Registro Civil, el art. 6 LRC señala
que “a cada registro individual abierto con el primer asiento que se
practique se le asignará un código personal constituido por la secuencia
alfanumérica generada por el Registro Civil, que será única e invariable en
el tiempo”.

Y, por su parte, el art. 7 LRC acoge la regulación del uso de la firma electrónica en este
ámbito disponiendo que: “1. Los Encargados del Registro Civil dispondrán de
certificados electrónicos cualificados….”

Derecho Civil I – Elisa M. C. 24


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GRADO EN DERECHO Derecho Civil I: Las Personas
Elisa Muñoz Catalán

Tema 6: Régimen jurídico general de


las personas jurídicas
PROGRAMA DE LA ASIGNATURA

► 11 Temas en 3 Módulos
► Módulo 1: La Persona Física (Temas 1-5)
► Módulo 2: La Persona Jurídica (Temas 6-8)
► Módulo 3: Relación Jurídica y Derecho Subjetivo (Temas 9-11)

Derecho Civil I – Elisa M. C. 2


Módulo 2: La Persona Jurídica (Temas 6-8)

► Tema 6: Régimen jurídico general de las personas jurídicas


► Tema 7: Asociaciones y sociedades
► Tema 8: Fundaciones

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ESQUEMA

Derecho Civil I – Elisa M. C. 4


TEMA 6: RÉGIMEN JURÍDICO GENERAL DE
LAS PERSONAS JURÍDICAS

► [6.1] ¿Cómo estudiar este tema?


► [6.2] Concepto, fundamento y elementos
► [6.3] Clases
► [6.4] Régimen básico: capacidad, domicilio y
nacionalidad

Derecho Civil I – Elisa M. C. 5


[6.1] ¿Cómo estudiar este tema?

► En este tema se estudia, de modo general, el régimen de las


personas jurídicas:

► Su concepto, el fundamento de su admisibilidad en nuestro


ordenamiento y de la atribución de personalidad.

► Los tipos de personas jurídicas reconocidos.

► Y, finalmente, el régimen relativo a la capacidad, nacionalidad


y domicilio.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 6


[6.2] Concepto, fundamento y elementos

Concepto

► Actualmente, la presencia de las personas jurídicas en nuestra


realidad social es algo comúnmente aceptado y entendido.

► Se trata de organizaciones sociales supraindividuales formadas


por varias personas físicas (incluso por otras jurídicas, que a su vez
vienen formadas por otras personas físicas),

► Que se constituyen para lograr determinados fines, que


pueden ser alcanzados mejor si se organizan de esa forma que
de modo individual por cada persona física.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 7


[6.2] Concepto, fundamento y elementos

► La personalidad de esa persona jurídica será distinta, autónoma e


independiente de la personalidad de cada uno de los miembros
personas físicas que la componen o que acordaron su creación.

► A la persona jurídica se le reconoce autonomía y capacidad de


autogobernarse y organizarse por sí misma, pudiendo relacionarse
con los demás sujetos de la sociedad; es ella misma un sujeto de
derechos y obligaciones.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 8


[6.2] Concepto, fundamento y elementos

Fundamento

Sobre el fundamento de atribución de personalidad a estas


organizaciones sociales por nuestro ordenamiento, han surgido
distintas teorías:

► Desde la que la considera como una ficción (que entiende que


carece de existencia real siendo una creación del legislador y del
Derecho),

► Hasta las teorías realistas, orgánicas o antropomórficas (que sí les


atribuyen existencia real, reconociéndoles una presencia innegable en
la sociedad, si bien su realidad es social, colectiva, y no individual;
según esta teoría, el Derecho no crea a la persona jurídica sino que se
limita a reconocer su existencia y a dotarles de un régimen jurídico
aplicable).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 9


[6.2] Concepto, fundamento y elementos

Elementos

► Para la atribución de personalidad, en esa concreta organización


social deben concurrir los siguientes elementos:

► a) Un sustrato preexistente en la realidad consistente en un


grupo de personas organizadas para la consecución de un fin
determinado o un conjunto de bienes afecto al cumplimiento de
ciertos fines.

► b) El reconocimiento del Derecho que, ante ese sustrato,


“crea” la persona jurídica, esto es, otorga personalidad jurídica a
esa organización social preexistente. Ese reconocimiento podrá
ser a través de un acto concreto de la autoridad competente
(sistema de concesión) o automáticamente al cumplirse los
requisitos que para ello exige el ordenamiento (sistema de
disposiciones normativas).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 10


[6.2] Concepto, fundamento y elementos

Doctrina del levantamiento del velo

► El hecho de que a las personas jurídicas se les atribuya


personalidad jurídica distinta e independiente de las
personas físicas que la componen, siendo sujetos de derecho
distintos, puede llevar a que algunas personas físicas utilicen
tal circunstancia creando personas jurídicas para impedir que
a ellas como personas físicas se les apliquen ciertas normas que
les serían perjudiciales.

► Esto es, vienen a utilizar una persona jurídica como


instrumento formal para eludir la aplicación de ciertas
normas.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 11


[6.2] Concepto, fundamento y elementos

► Con el fin de intentar evitar esos abusos, la jurisprudencia de


distintos países, entre ellos España, ha acogido la llamada “doctrina
del levantamiento del velo de la personalidad jurídica”,

► Autorizando al Juez para entrar en el sustrato de una persona jurídica


y descubrir la realidad existente

► Para así, en su caso, al revelarse que la estructura formal de esa


persona jurídica se ha utilizado de forma fraudulenta como
pantalla protectora de concretas personas físicas, proceder a
aplicar a estas las normas que pretendieron eludir.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 12


[6.2] Concepto, fundamento y elementos

► Acerca de esta doctrina de creación jurisprudencial, cabe destacar lo


señalado en alguna de las resoluciones de nuestro Tribunal
Supremo:

► STS 14 de marzo de 2008:

► Con esta doctrina “se trata de evitar que se utilice la personalidad


jurídica de una sociedad como un medio o instrumento
defraudatorio o con un fin fraudulento (SSTS 28 de marzo de
2000, 14 de abril de 2004, 20 de junio de 2005, 24 de mayo de
2006 , etc.), lo que se produce, entre otros supuestos, cuando se
trata de eludir responsabilidades personales, como el pago de
deudas (SSTS 19 de mayo de 2003, 27 de octubre de 2004 ,
etc.)”.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 13


[6.2] Concepto, fundamento y elementos

► STS 25 de junio de 2010:


► “Se requiere que la personalidad haya sido utilizada como medio

al servicio de un fin fraudulento en daño de la ley aplicable o un


interés del tercero. Es preciso expresar el instrumento del fraude,
acreditar su realidad, así como el perjuicio producido, y razonar
adecuadamente acerca de la idoneidad causal del medio
fraudulento para determinar el daño invocado”.

► STS 1 de marzo de 2011:


► “Tal doctrina trata de evitar que el abuso de la personalidad

jurídica pueda perjudicar intereses públicos o privados, causar


daño ajeno, o burlar los derechos de los demás (sentencias, entre
otras, 17 de diciembre de 2002, 22 y 25 de abril de 2003, 6 de
abril de 2005 y 10 de febrero de 2006), evitando que se utilice la
personalidad jurídica societaria como un medio o instrumento
defraudatorio, o con un fin fraudulento (sentencias 17 de octubre
de 2000; 3 de junio y 19 de septiembre de 2004; 16 de marzo y
30 de mayo de 2005)”.
Derecho Civil I – Elisa M. C. 14
[6.3] Clases

Clases

► El Código Civil diferencia fundamentalmente entre tres tipos de


personas jurídicas (art. 35 CC):

Tipos de personas
jurídicas

Corporaciones Asociaciones Fundaciones

Derecho Civil I – Elisa M. C. 15


[6.3] Clases

► Las corporaciones son personas jurídicas de Derecho público, esto


es, creadas por una disposición normativa, promovidas e
impulsadas por una Administración Pública u organismo político o
autónomo, que ostentan potestades o poderes públicos y que en sus
relaciones con terceros no aparecen estos en condiciones de igualdad
con esa persona jurídica, sino en un plano subordinado.

► En general, las corporaciones vienen integradas en el marco


de las Administraciones Públicas (Administración territorial)
y de las llamadas Administraciones institucional y
corporativa: Estado, Comunidades Autónomas, Corporaciones
Locales, Universidades, federaciones deportivas, etc.

► El estudio de estas corporaciones corresponde al Derecho público


(Derecho constitucional y Derecho administrativo) al que nos
remitimos***.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 16


[6.3] Clases

► Las asociaciones y fundaciones son personas jurídicas de Derecho


privado, en cuanto que, tras ser admitidas legalmente, vienen creadas,
promovidas e impulsadas por particulares y, en sus relaciones con
terceros, estos se hallan en condiciones de igualdad con ellas. Ahora
bien, esto no obsta para que puedan ser creadas también por
instituciones públicas.

► En ambos casos, la constitución de estas personas jurídicas


busca la consecución de determinados fines que vendrán de
algún modo vinculados al interés general de la sociedad, en
cuanto que el respeto al mismo será presupuesto para la
admisibilidad de las mismas por nuestro ordenamiento; si bien,
ello no implica que deba atenderse a fines públicos o a la
prestación de servicios públicos.

► Sobre las asociaciones y fundaciones versarán los temas siguientes al


presente, donde se analizará más en detalle el régimen de cada una
de estas personas jurídicas***.
Derecho Civil I – Elisa M. C. 17
[6.3] Clases

► En el presente tema bastará con advertir grosso modo de su


diferencia conceptual esencial:

► a) Así, las asociaciones son agrupaciones de personas individuales


que persiguen un fin común, ya sea este altruista (entonces se habla
de asociación en sentido estricto) o lucrativo (entonces esa asociación
se denomina sociedad, que es lo que en general el art. 35 CC viene a
denominar como asociación de interés particular). Su esencia recae
en el sustrato, en esas personas agrupadas.

► b) En las fundaciones, su esencia recae en el patrimonio propio de


esa fundación existente para la consecución de determinados fines,
más que en el conjunto de personas que la integran. Se trata de
personas jurídicas creadas por la voluntad de una persona o personas
(denominado fundador o fundadores) que les dotan de un patrimonio
propio para el cumplimiento de ciertos fines.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 18


[6.4] Régimen básico: capacidad, domicilio y
nacionalidad

Capacidad

► Las personas jurídicas tienen plena capacidad jurídica y plena


capacidad de obrar desde el momento en que se constituyen
formalmente (en definitiva, desde que nacen como tal en el mundo
jurídico).

► En este sentido el art. 37 CC dispone que “la capacidad civil de las


corporaciones se regulará por las leyes que las hayan creado o
reconocido; la de las asociaciones por sus estatutos, y la de las
fundaciones por las reglas de su institución, debidamente
aprobadas por disposición administrativa, cuando este requisito fuere
necesario”.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 19


[6.4] Régimen básico: capacidad, domicilio y
nacionalidad
► Y, por su parte, el art. 38 CC señala que “las personas jurídicas
pueden adquirir y poseer bienes de todas clases, así como
contraer obligaciones y ejercitar acciones civiles o criminales,
conforme a las leyes y reglas de su constitución”.

► Asimismo, cabe advertir que es pacífico entre nuestros Tribunales y


doctrina que también las personas jurídicas deben responder por los
daños que sus representantes y órganos hayan causado a terceros en
el ejercicio de su representación, administración o gestión de esa
persona jurídica; responsabilidad no solamente contractual sino
extracontractual (arts. 1.902 y 1.903 CC).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 20


[6.4] Régimen básico: capacidad, domicilio y
nacionalidad
Domicilio

► La determinación del domicilio de una persona jurídica, al igual que


respecto de la persona física, tiene importantes efectos de índole
práctico (localización postal, pago de impuestos, citación procesal
judicial, competencia de tribunales, etc.), pero además, en el caso de
las personas jurídicas, ese domicilio tiene cierta función de
identificación.

► De acuerdo con el art. 41 CC: “Cuando ni la ley que las haya creado o
reconocido, ni los estatutos o las reglas de fundación fijaren el
domicilio de las personas jurídicas, se entenderá que lo tienen en el
lugar en que se halle establecida su representación legal, o donde
ejerzan las principales funciones de su instituto”.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 21


[6.4] Régimen básico: capacidad, domicilio y
nacionalidad
Nacionalidad

► El domicilio es el elemento determinante de la atribución de la


nacionalidad a una persona jurídica. Así, el art. 28 CC dispone que
“las corporaciones, fundaciones y asociaciones, reconocidas por
la ley y domiciliadas en España, gozarán de la nacionalidad
española, siempre que tengan el concepto de personas jurídicas con
arreglo a las disposiciones del presente Código. Las asociaciones
domiciliadas en el extranjero tendrán en España la consideración y los
derechos que determinen los tratados o leyes especiales”.

► La trascendencia de la atribución de una nacionalidad a una


persona jurídica viene contemplada por el art. 9.11 CC: “La Ley
personal correspondiente a las personas jurídicas es la
determinada por su nacionalidad y regirá en todo lo relativo a
capacidad, constitución, representación, funcionamiento,
transformación, disolución y extinción”.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 22


[6.4] Régimen básico: capacidad, domicilio y
nacionalidad

¿Vecindad civil?

► Cabe entender que, en el caso de las personas jurídicas, no puede


hablarse propiamente de atribución de vecindad civil, sino que la
aplicación de las normas propias de una Comunidad Autónoma
se hace depender de la vecindad administrativa de esa persona
jurídica.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 23


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GRADO EN DERECHO Derecho Civil I: Las Personas
Elisa Muñoz Catalán

Tema 7: Asociaciones y Sociedades


PROGRAMA DE LA ASIGNATURA

► 11 Temas en 3 Módulos
► Módulo 1: La Persona Física (Temas 1-5)
► Módulo 2: La Persona Jurídica (Temas 6-8)
► Módulo 3: Relación Jurídica y Derecho Subjetivo (Temas 9-11)

Derecho Civil I – Elisa M. C. 2


Módulo 2: La Persona Jurídica (Temas 6-8)

► Tema 6: Régimen jurídico general de las personas jurídicas


► Tema 7: Asociaciones y sociedades (2 clases presenciales
virtuales***)

► Tema 8: Fundaciones

Derecho Civil I – Elisa M. C. 3


ESQUEMA

Derecho Civil I – Elisa M. C. 4


TEMA 7: Asociaciones y Sociedades

► [7.1] ¿Cómo estudiar este tema?


► [7.2] Concepto y normativa aplicable
► [7.3] Clases. Supuesto especial: sociedades
► [7.4] Constitución
► [7.5] La condición de asociado: derechos y obligaciones
► [7.6] Estructura y órganos
► [7.7] Funcionamiento: régimen de actuación, suspensión de
actividad, disolución, liquidación y extinción

Derecho Civil I – Elisa M. C. 5


[7.1] ¿Cómo estudiar este tema?

► En este tema, se estudia el régimen jurídico de una de las clases de


personas jurídicas más comunes, esto es, las Asociaciones.

► Se examinará en primer lugar cuál es el concepto y


fundamento de estas asociaciones, haciendo referencia al
derecho de asociación y a la normativa aplicable.

► Posteriormente se señalarán cuáles son las principales clases


de asociaciones, haciendo especial comentario a un tipo de
asociación concreta, constituida con fines lucrativos (la
sociedad), examinando brevemente las principales clases de
sociedades que hay.

► Y por lo que a asociaciones en general se refiere, se estudiará cómo


se constituyen, qué derechos y obligaciones tienen los
asociados, cómo funcionan y cómo se estructuran y se
gestionan, cuáles son sus principales órganos y, finalmente, su
régimen de suspensión de actividad, disolución y extinción.
Derecho Civil I – Elisa M. C. 6
[7.2] Concepto y normativa aplicable

► Podemos definir las Asociaciones como agrupaciones de personas


individuales, que persiguen un fin común duradero, ya sea este
“altruista” (entonces se habla de asociación en sentido estricto) o
“lucrativo” (entonces esa asociación se denomina sociedad, que es lo
que en general el art. 35 CC viene a denominar como asociación de
interés particular).

► Estas personas se han agrupado voluntariamente amparadas por un


derecho de asociación que ha sido reconocido como derecho
fundamental por nuestra Constitución (art. 22 CE) y regulado con
carácter genérico por la Ley Orgánica 1/2002, de 22 de marzo (en
adelante, LOA), con un contenido y unos principios rectores señalados
en el art. 2 LOA, a cuya redacción nos remitimos.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 7


[7.2] Concepto y normativa aplicable

► Asimismo, diversas entidades asociativas han sido objeto de


especial mención constitucional, e incluso de una regulación propia, y
con ello de un reconocimiento específico por nuestro ordenamiento:

► Los partidos políticos: art. 6 CE y LO 6/2002, de 27 de junio, de


Partidos Políticos y LO 8/2007, de 4 de julio, sobre financiación de
los partidos políticos.

► Los sindicatos: arts. 7 y 28 CE y LO 11/1985, de 2 de agosto, de


Libertad Sindical.

► Las asociaciones empresariales: art. 7 CE.

► Las asociaciones profesionales de Jueces, Magistrados y


Fiscales: art. 127 CE, LO 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial
y Ley 50/1981, de 30 de diciembre, por la que se regula el
Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal (modificada por Ley
24/2007, de 9 de octubre).
Derecho Civil I – Elisa M. C. 8
[7.2] Concepto y normativa aplicable

► Las asociaciones religiosas: art. 16 CE, LO 7/1980, de 5 de


julio, de Libertad Religiosa, acuerdos entre España y la Santa
Sede de 3 de enero de 1979, entre España y la Federación de
Entidades Religiosas Evangélicas de España (Ley 24/1992, de 10
de noviembre), entre España y la Federación de Comunidades
Israelitas de España (Ley 25/1992, de 10 de noviembre) y entre
España y la Comisión Islámica de España (Ley 26/1992, de 10 de
noviembre).

► Las asociaciones deportivas: Ley 10/1990, de 15 de octubre,


del Deporte y RD 1835/1991, de 20 de diciembre, sobre
Federaciones Deportivas Españolas y Registro de Asociaciones
Deportivas (modificado por RD 1252/1999, de 16 de julio, y por
RD 1026/2007, de 20 de julio).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 9


[7.2] Concepto y normativa aplicable

► Las asociaciones de consumidores y usuarios: RDLegtvo


1/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el texto
refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores
y Usuarios y otras leyes complementarias.

► Las asociaciones de estudiantes: especialmente las de


universitarios, que se encontrarán sometidos a los propios
estatutos de las Universidades y a la normativa propia que cada
una de éstas acojan al respecto.

► Como puede observarse, existe una gran complejidad normativa,


partiendo de la regulación genérica de la LOA hasta la regulación
específica de ciertas asociaciones, a lo que debe añadirse las
normas que algunas Comunidades Autónomas han dictado.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 10


[7.3] Clases. Supuesto especial: sociedades

Clasificación general

► Al margen de una clasificación según el ámbito en que se desarrolle y


actúe cada asociación o del tipo de personas que agrupe (lo que
llevaría a hablar de muy diversas clases de asociaciones: deportivas,
religiosas, políticas, sindicales, de consumidores, de jueces, de
fiscales, etc.), con carácter más general cabe distinguir
fundamentalmente entre:

► Aquellas asociaciones que se constituyen para conseguir un fin


altruista, que serían las asociaciones en sentido estricto.

► Y las que se constituyen para conseguir un fin lucrativo, a las que


se les denomina sociedades.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 11


[7.3] Clases. Supuesto especial: sociedades

► Concretamente, en el art. 35 CC se habla de Asociaciones de


interés público (“Asociaciones en sentido estricto”) y
Asociaciones de interés particular (Sociedades):

► Con esta última expresión, se hace referencia a las llamadas


sociedades, por cuanto a través de ellas se busca obtener un
beneficio o ganancia para los socios.

► En estas sociedades, se atiende más al interés lucrativo de los


socios que a un interés público de la comunidad general
- que es a lo que atendería la llamada “asociación en sentido
estricto”- (regulación de la actividad común y protección y
defensa de los intereses de consumidores, de jueces y fiscales,
de confesiones religiosas, de deportistas, etc.).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 12


[7.3] Clases. Supuesto especial: sociedades

► En este tema, se estudiará el régimen de las Asociaciones en


general contenido en la LOA, esto es, las “Asociaciones en
sentido estricto” (cfr. art. 1 LOA); por cuanto las sociedades
cuentan con una normativa particular cuyo estudio en profundidad
excede del objeto de este tema en esta asignatura:

a) En el caso de las sociedades civiles: su estudio pertenece más


al ámbito del Derecho civil de contratos, hallándose la
regulación del contrato de sociedad en los arts. 1.665 y
siguientes CC; y

b) En el caso de las sociedades mercantiles: su estudio pertenece


al ámbito del Derecho mercantil, siendo su norma más
importante en este caso, además del Código de Comercio como
norma básica, el Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio,
por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Sociedades
de Capital (entendiendo por estas la sociedad de responsabilidad
limitada, la sociedad anónima y la sociedad comanditaria por
acciones: art. 1 TRLSC).
Derecho Civil I – Elisa M. C. 13
[7.3] Clases. Supuesto especial: sociedades

Sociedades

► Ahora bien, pese a lo dicho, sí que resulta interesante dar aquí unas
nociones básicas de los distintos tipos de sociedades que
principalmente se reconocen en nuestro ordenamiento, como anticipo
a lo que más adelante pueda estudiarse en otras asignaturas.

► En primer lugar y con carácter general debe señalarse que en


toda sociedad existe un primer aspecto negocial, un acuerdo
de voluntades, un negocio jurídico para su constitución, de
modo que las personas intervinientes se obligan a poner en
común determinados bienes, servicios o ambas cosas para llevar
a cabo una actividad y/o conseguir un determinado fin y
posteriormente repartirse los beneficios. Es el contrato de
sociedad (arts. 1.665 CC y 116 CCom).

► El otro aspecto que cabe distinguir de toda sociedad es el


organizativo (estructura y órganos rectores).
Derecho Civil I – Elisa M. C. 14
[7.3] Clases. Supuesto especial: sociedades

► Las principales notas características de este contrato de


sociedad son:
► Es un contrato plurilateral, esto es, en él participan por lo
general varias personas (aunque excepcionalmente se prevé que
una sociedad anónima o una sociedad de responsabilidad
limitada pueda fundarse por una sola persona, por lo que tal
sociedad se denominará en ese caso sociedad anónima
unipersonal –S.A.U.–, o sociedad de responsabilidad limitada
unipersonal –S.R.L.U. o S.L.U.– ).
► Los socios se obligan a través de este contrato a realizar
aportaciones (bienes o servicios) que constituirán un fondo
común o patrimonio social.
► También se obligan a colaborar para la consecución de un fin
común o ejercicio de una actividad común.
► Los socios, al final, obtendrán una ganancia por medio de esa
sociedad, pues entre todos ellos se repartirán los beneficios
obtenidos por el ejercicio de esa actividad común y la
consecución de sus fines.
Derecho Civil I – Elisa M. C. 15
[7.3] Clases. Supuesto especial: sociedades

► Entre las sociedades, como se ha indicado, cabe distinguir


principalmente entre las sociedades civiles y las sociedades
mercantiles:

Sociedad civil

Clases
Sociedad mercantil

Sociedad colectiva
Sociedad de personas
Sociedad comanditaria simple

Sociedad comanditaria por acciones


Sociedad de capitales Sociedad anónima
Sociedad de responsabilidad limitada

Derecho Civil I – Elisa M. C. 16


[7.3] Clases. Supuesto especial: sociedades

a) Sociedad civil

► Por sociedad civil cabe entender aquella sociedad o agrupación de


personas para un fin o actividad ajena al tráfico mercantil; esto es,
una sociedad que tenga una actividad no dedicada ni al comercio ni a
la industria, en definitiva, una actividad que no cabe calificarse como
mercantil.

► Es un concepto por exclusión, como se puede observar.

► Esta sociedad viene regulada por el Código Civil y tal regulación


referida al contrato de sociedad (arts. 1.665 y siguientes CC) será la
normativa aplicable a cualquier sociedad que no tenga normativa
propia o en los casos no previstos por su normativa especial.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 17


[7.3] Clases. Supuesto especial: sociedades

b)Sociedades mercantiles

► Son sociedades mercantiles aquéllas que hayan adoptado una de las


formas previstas en el Código de Comercio (art. 122 CCom) o en
alguna ley especial, así como aquéllas que ejerciten una actividad
empresarial o mercantil (industria o comercio).

► Entre estas sociedades mercantiles cabe diferenciar, a su vez, entre:


las sociedades de personas (1º) y las sociedades de capital (2º):

Derecho Civil I – Elisa M. C. 18


[7.3] Clases. Supuesto especial: sociedades

1º Sociedades de personas:

► En estas su esencia recae en las personas que la integran, en las


características personales de los socios, las cuales, influyen
directamente en la organización de la sociedad,

► De modo que la separación entre la persona jurídica creada y el


grupo de personas que la constituyen es menor que en las
sociedades de capital;

► Como consecuencia de estas notas, además, la condición de socio


suele ser intransmisible o de difícil transmisión sin el
consentimiento de los demás socios (ya que entre ellos se relacionan
por vínculos personales)

► Y los socios responderán de las deudas sociales personalmente,


con su propio patrimonio.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 19


[7.3] Clases. Supuesto especial: sociedades

► Son sociedades de personas:

► La sociedad colectiva (arts. 125 a 144 CCom): Es la que ha


sido considerada como la sociedad mercantil tradicional. En ella
todos los socios intervienen directamente en la gestión social y
responden personal e ilimitadamente de las deudas sociales.

► La sociedad comanditaria simple (arts. 145 a 150 CCom): Se


caracteriza por estar integrada por dos tipos de socios: los socios
colectivos (con el mismo régimen que en el caso anterior de la
sociedad colectiva) y los socios comanditarios (que no
intervienen en la gestión social y su responsabilidad es limitada a
lo aportado a la sociedad, esto es, no responden de las deudas
sociales más que con aquello que aportaron o se
comprometieron a aportar a la sociedad al incorporarse a ella).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 20


[7.3] Clases. Supuesto especial: sociedades

2º Sociedades de capital:

► En estas sociedades las características personales de los socios y de


sus relaciones son irrelevantes,

► No influyen en la organización de la sociedad, que es más


autónoma e independiente de los socios en virtud de la normativa
interna que se otorgan a través de los estatutos, gestionándose la
sociedad a través de órganos específicos.

► La separación entre el patrimonio social y el de los socios es


mayor, lo que se traduce en que los socios por lo general no
responden personalmente de las deudas de la sociedad. Además, la
condición de socio es transmisible.

► Su regulación viene fundamentalmente recogida en el Real Decreto


Legislativo 1/2010, de 2 de julio, por el que se aprueba el texto
refundido de la Ley de Sociedades de Capital (TRLSC).
Derecho Civil I – Elisa M. C. 21
[7.3] Clases. Supuesto especial: sociedades

► Son sociedades de capital:

► La sociedad comanditaria por acciones: Como sociedad


comanditaria tiene unos socios colectivos (que gestionan la
sociedad y responden personal e ilimitadamente de las deudas
sociales) y unos socios comanditarios (con responsabilidad
limitada y que no intervienen en la gestión social), pero su
característica esencial y diferenciada de la sociedad comanditaria
simple es que su capital está dividido en acciones (igual que la
sociedad anónima, por lo que su régimen es muy similar a ésta).

► La sociedad anónima: Su capital no puede ser inferior a 60.ooo


euros (arts. 4 y 5 TRLSC) y está dividido en acciones, lo que
facilita la transmisibilidad de la condición de socio; sus socios no
responderán personalmente de las deudas sociales sino que de
ellas responderá únicamente el patrimonio social.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 22


[7.3] Clases. Supuesto especial: sociedades

► La sociedad de responsabilidad limitada. Su capital no puede


ser inferior a 3.ooo euros (arts. 4 y 5 TRLSC) y está dividido en
participaciones cuya transmisión está limitada, de modo que la
transmisibilidad de la condición de socio no es tan fácil como en
la sociedad anónima; sus socios no responderán personalmente
de las deudas sociales sino que de ellas responderá únicamente
el patrimonio social.

Sociedad civil

Clases
Sociedad mercantil

Sociedad colectiva
Sociedad de personas
Sociedad comanditaria simple

Sociedad comanditaria por acciones


Sociedad de capitales Sociedad anónima
Sociedad de responsabilidad limitada

Derecho Civil I – Elisa M. C. 23


[7.4] Constitución
Acuerdo de constitución

► Podrán constituir asociaciones, y formar parte de las mismas, las


personas físicas y las personas jurídicas, sean estas públicas o
privadas, con arreglo a los principios y reglas que sobre capacidad
se señalan en el art. 3 LOA; entre estas reglas cabe resaltar
concretamente que:
► a) Las personas físicas necesitan tener la capacidad de obrar y no estar
sujetas a ninguna condición legal para el ejercicio del derecho
(previéndose una excepción en el apartado b) del art. 3 LOA en cuanto a
los menores no emancipados mayores de catorce años, que necesitarían
del consentimiento de sus guardadores;

► b) Las personas jurídicas de naturaleza asociativa requerirán el acuerdo


expreso de su órgano competente, y las de naturaleza institucional, el
acuerdo de su órgano rector;

► c) Y las asociaciones podrán constituir federaciones, confederaciones o


uniones, previo el cumplimiento de los requisitos exigidos para la
constitución de asociaciones, con acuerdo expreso de sus órganos
competentes.
Derecho Civil I – Elisa M. C. 24
[7.4] Constitución

► Su constitución deberá ser acordada por, al menos, tres personas


físicas o jurídicas legalmente constituidas, que se comprometen a
poner en común conocimientos, medios y actividades para conseguir
unas finalidades lícitas, comunes, de interés general o particular, y se
dotan de los Estatutos que rigen el funcionamiento de la asociación
(art. 5.1 LOA).

Acta fundacional

► El acuerdo de constitución (que incluirá la aprobación de los


Estatutos) deberá formalizarse mediante acta fundacional, en la
que se dejará constancia de la voluntad de los socios fundadores de la
asociación de constituirla.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 25


[7.4] Constitución

Contenido del acta fundacional (art. 6.1 LOA):

► i) El nombre y apellidos de los promotores de la asociación si son


personas físicas, la denominación o razón social si son personas
jurídicas, y, en ambos casos, la nacionalidad y el domicilio.
► ii) La voluntad de los promotores de constituir una asociación, los
pactos que, en su caso, hubiesen establecido y la denominación de
esta.
► iii) Los Estatutos aprobados que regirán el funcionamiento de la
asociación, cuyo contenido se ajustará a las prescripciones del art. 7
LOA.
► iv) Lugar y fecha de otorgamiento del acta, y firma de los
promotores, o de sus representantes en el caso de personas
jurídicas.
► v) La designación de los integrantes de los órganos provisionales
de gobierno.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 26


[7.4] Constitución

Estatutos

► Los estatutos de una asociación son el conjunto de reglas internas


establecidas por los asociados para el funcionamiento de la
asociación, por lo que su importancia práctica es indudable.

► Como mínimo, los Estatutos deberán contener previsiones sobre los


siguientes extremos (art. 7.1 LOA):

► a) La denominación (art. 8 LOA).

► b) El domicilio, así como el ámbito territorial en que haya de realizar


principalmente sus actividades (cfr. art. 9 LOA).

► c) La duración, cuando la asociación no se constituya por tiempo


indefinido. Por tanto, puede pactarse una duración indefinida, dejando
constancia de la conformidad de los socios promotores al respecto.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 27


[7.4] Constitución

► d) Los fines y actividades de la asociación, descritos de forma


precisa.

► e) Los requisitos y modalidades de admisión y baja, sanción y


separación de los asociados y, en su caso, las clases de estos.
Podrán incluir también las consecuencias del impago de las cuotas
por parte de los asociados.

► f) Los derechos y obligaciones de los asociados y, en su caso, de


cada una de sus distintas modalidades (cfr. arts. 21 y 22 LOA).

► g) Los criterios que garanticen el funcionamiento democrático de


la asociación.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 28


[7.4] Constitución

► h) Los órganos de gobierno y representación, su composición,


reglas y procedimientos para la elección y sustitución de sus
miembros, sus atribuciones, duración de los cargos, causas de su
cese, la forma de deliberar, adoptar y ejecutar sus acuerdos y las
personas o cargos con facultad para certificarlos y requisitos para que
los citados órganos queden válidamente constituidos, así como la
cantidad de asociados necesaria para poder convocar sesiones de los
órganos de gobierno o de proponer asuntos en el orden del día.

► i) El régimen de administración, contabilidad y documentación,


así como la fecha de cierre del ejercicio asociativo.

► j) El patrimonio inicial y los recursos económicos de los que se


podrá hacer uso.

► k) Causas de disolución y destino del patrimonio en tal supuesto,


que no podrá desvirtuar el carácter no lucrativo de la entidad.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 29


[7.4] Constitución

Inscripción registral

► De acuerdo con lo previsto en el art. 10 LOA, las asociaciones


deberán inscribirse en el correspondiente Registro (de naturaleza
administrativa y regulado en los arts. 24 a 30 LOA), si bien tal
inscripción será a los solos efectos de publicidad, sin que tenga,
por tanto, carácter constitutivo (así se prevé también en el art. 22.3
CE).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 30


[7.5] La condición de asociado: derechos y
obligaciones

► Toda persona puede libremente asociarse o incorporarse a una


asociación constituida previamente de conformidad con lo previsto en
sus estatutos; se trata de un acto voluntario y libre, de modo que
nadie puede ser obligado a asociarse cuando no quiere hacerlo, aun
cuando cumpla con los requisitos personales o presupuestos para ello
(art. 19 LOA).

► Consecuencia de lo anterior, es que los asociados tienen derecho a


separarse voluntariamente de la asociación en cualquier tiempo
(art. 23 LOA).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 31


[7.5] La condición de asociado: derechos y
obligaciones

Adquisición de la cualidad de asociado

► La condición de asociado puede adquirirse desde el momento de la


constitución de la asociación, si se es uno de los socios fundadores
o promotores de la misma, o bien posteriormente cuando esa persona
se integra en una asociación ya constituida.

► Para lo cual, deberá cumplir con las condiciones previstas en los


estatutos (en estos podrán fijarse, en principio, los requisitos de
admisión que libremente consideren oportunos los socios promotores)
y con los presupuestos de capacidad exigidos en el art. 3 LOA.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 32


[7.5] La condición de asociado: derechos y
obligaciones

Pérdida de la condición de asociado

► Los asociados tienen derecho a separarse voluntariamente de la


asociación en cualquier tiempo, sin que en los estatutos se pueda
señalar ninguna limitación a este derecho, salvo la exigencia de
comunicar la renuncia con un determinado plazo de preaviso.

► Lo que sí podrán establecer los estatutos es que, en caso de


separación voluntaria de un asociado, este pueda percibir la
participación patrimonial inicial u otras aportaciones económicas
realizadas, sin incluir las cuotas de pertenencia a la asociación que
hubiese abonado, con las condiciones, alcances y límites que se fijen
en los Estatutos, siempre que la reducción patrimonial no implique
perjuicios a terceros (art. 23 LOA).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 33


[7.6] Estructura y órganos

Los principales órganos con que suele contar una asociación son:

► a) Asamblea General. Es el órgano supremo de gobierno de la


asociación, integrado por los asociados, que adopta sus acuerdos por
el principio mayoritario o de democracia interna y que deberá reunirse,
al menos, una vez al año para la aprobación de cuentas y presupuesto
(art. 11.3 LOA).

► b) Un órgano de representación que dirija, gestione y represente los


intereses de la asociación, de acuerdo con las disposiciones y
directivas de la Asamblea General; normalmente será una Junta
Directiva.

► c) Además de los anteriores órganos que se prevén legalmente como


obligatorios, los estatutos podrán establecer otros órganos,
colegiados o unipersonales (como un presidente, para representar
a la asociación frente a terceros y presidir la Asamblea General y el
órgano de representación).
Derecho Civil I – Elisa M. C. 34
[7.7] Funcionamiento: régimen de actuación,
suspensión de actividad, disolución, liquidación
y extinción
Régimen interno

► El régimen de las asociaciones, en lo que se refiere a su constitución


e inscripción, se determinará por lo establecido en la LOA y en las
disposiciones reglamentarias que se dicten en su desarrollo.

► Pero, en cuanto a su régimen interno, las asociaciones habrán de


ajustar su funcionamiento a lo establecido en sus propios
estatutos, siempre que no estén en contradicción con las normas de
la LOA y con las disposiciones reglamentarias que se dicten para la
aplicación de la misma (art. 11 LOA).

► Salvo que los estatutos dispongan otra cosa, el régimen interno de


las asociaciones será el siguiente (art. 12 LOA):

Derecho Civil I – Elisa M. C. 35


[7.7] Funcionamiento: régimen de actuación,
suspensión de actividad, disolución, liquidación
y extinción
► a) Las facultades del órgano de representación se extenderán, con
carácter general, a todos los actos propios de las finalidades de la
asociación, siempre que no requieran, conforme a los Estatutos,
autorización expresa de la Asamblea General.
► b) Sin perjuicio de lo dispuesto en el art. 11.3 LOA, la Asamblea
General se convocará por el órgano de representación, con
carácter extraordinario, cuando lo solicite un número de asociados no
inferior al 10 %.
► c) La Asamblea General se constituirá válidamente, previa
convocatoria efectuada quince días antes de la reunión, cuando
concurran a ella, presentes o representados, un tercio de los
asociados, y su presidente y su secretario serán designados al inicio
de la reunión.
► d) Los acuerdos de la Asamblea General se adoptarán por mayoría
simple de las personas presentes o representadas, cuando los votos
afirmativos superen a los negativos.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 36


[7.7] Funcionamiento: régimen de actuación,
suspensión de actividad, disolución, liquidación
y extinción
Régimen de actividades

► Las asociaciones deberán realizar las actividades necesarias para


el cumplimiento de sus fines, si bien habrán de atenerse a la
legislación específica que regule tales actividades (art. 13.1 LOA).

► Los beneficios obtenidos por las asociaciones, derivados del


ejercicio de actividades económicas, incluidas las prestaciones de
servicios, deberán destinarse, exclusivamente, al cumplimiento de
sus fines, sin que quepa en ningún caso su reparto entre los
asociados ni entre sus cónyuges o personas que convivan con
aquellos con análoga relación de afectividad, ni entre sus parientes, ni
su cesión gratuita a personas físicas o jurídicas con interés lucrativo
(art. 13.2 LOA).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 37


[7.7] Funcionamiento: régimen de actuación,
suspensión de actividad, disolución, liquidación
y extinción
Suspensión de la actividad

► Conforme el art. 22.4 CE, solo podrá suspenderse la actividad de una


asociación en virtud de resolución judicial motivada. Cabe entender
referido este precepto a aquel supuesto en que la suspensión de la
actividad de la asociación no sea voluntariamente acordada por esa
asociación, sino impuesta.

► Para la suspensión de actividad de una asociación, entendiéndose


que no es una suspensión voluntaria de los asociados, se
requerirá resolución judicial motivada.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 38


[7.7] Funcionamiento: régimen de actuación,
suspensión de actividad, disolución, liquidación
y extinción
Disolución y liquidación

► De acuerdo con lo previsto en el art. 22.4 CE, sólo podrá disolverse


una asociación en virtud de resolución judicial motivada.

► Esta disolución puede ser consecuencia de la declaración judicial


de que esa asociación es ilícita por ser una asociación que persiga
fines o utilicen medios tipificados como delito o una asociación secreta
o de carácter paramilitar (apartados 2 y 5 del art. 22 CE y arts. 17 LOA
y 515 CP) o bien puede disolverse por alguna de las causas
señaladas en los arts. 17 LOA y 39 CC.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 39


[7.7] Funcionamiento: régimen de actuación,
suspensión de actividad, disolución, liquidación
y extinción
► El art. 515 CP señala que son punibles las asociaciones ilícitas,
teniendo tal consideración:

► Las asociaciones que tengan por objeto cometer algún delito o,


después de constituidas, promuevan su comisión, así como las
que tengan por objeto cometer o promover la comisión de faltas
de forma organizada, coordinada y reiterada.
► Las que, aun teniendo por objeto un fin lícito, empleen medios
violentos o de alteración o control de la personalidad para su
consecución.
► Las organizaciones de carácter paramilitar.
► Las que promuevan la discriminación, el odio o la violencia
contra personas, grupos o asociaciones por razón de su
ideología, religión o creencias, la pertenencia de sus miembros o
de alguno de ellos a una etnia, raza o nación, su sexo, orientación
sexual, situación familiar, enfermedad o minusvalía, o inciten a
ello.
Derecho Civil I – Elisa M. C. 40
[7.7] Funcionamiento: régimen de actuación,
suspensión de actividad, disolución, liquidación
y extinción
Liquidación

► La disolución de la asociación abre el período de liquidación,


hasta el fin del cual la entidad conservará su personalidad
jurídica (art. 18 LOA).

► Los miembros del órgano de representación en el momento de la


disolución se convierten en liquidadores, salvo que los estatutos
establezcan otra cosa o bien los designe la Asamblea General o el
juez que, en su caso, acuerde la disolución (art. 18.2 LOA).

► En caso de insolvencia de la asociación, el órgano de representación


o, si es el caso, los liquidadores han de promover inmediatamente el
oportuno procedimiento concursal ante el juez competente.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 41


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GRADO EN DERECHO Derecho Civil I: Las Personas
Elisa Muñoz Catalán

Tema 8: Fundaciones
PROGRAMA DE LA ASIGNATURA

► 11 Temas en 3 Módulos
► Módulo 1: La Persona Física (Temas 1-5)
► Módulo 2: La Persona Jurídica (Temas 6-8)
► Módulo 3: Relación Jurídica y Derecho Subjetivo (Temas 9-11)

Derecho Civil I – Elisa M. C. 2


Módulo 2: La Persona Jurídica (Temas 6-8)

► Tema 6: Régimen jurídico general de las personas jurídicas

► Tema 7: Asociaciones y sociedades (2 clases presenciales


virtuales***)
► Tema 8: Fundaciones

Derecho Civil I – Elisa M. C. 3


ESQUEMA

Derecho Civil I – Elisa M. C. 4


TEMA 8: FUNDACIONES

► [8.1] ¿Cómo estudiar este tema?


► [8.2] Concepto, elementos y normativa aplicable
► [8.3] Clases
► [8.4] Constitución
► [8.5] El Patronato y el Protectorado
► [8.6] Régimen de la actividad
► [8.7] Extinción

Derecho Civil I – Elisa M. C. 5


[8.1] ¿Cómo estudiar este tema?

► En este tema se estudia de modo específico el régimen jurídico de


una de las clases de personas jurídicas más comunes: las
fundaciones.

► Se dará en primer lugar un concepto de estas personas


jurídicas, haciendo referencia asimismo a la normativa
aplicable.

► Posteriormente, se señalarán cuáles son las principales clases


de fundaciones, cómo se constituye, cómo funciona y cómo
se estructura y se gestiona, haciendo especial referencia al
Patronato y al Protectorado, y, finalmente, su régimen de
actividad y extinción.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 6


[8.2] Concepto, elementos y normativa aplicable

Concepto

► Podemos definir la fundación como aquella persona jurídica


constituida para la consecución de un fin general en la que el
componente principal es su patrimonio.

► El art. 2.1 LF señala: “Son fundaciones las organizaciones


constituidas sin fin de lucro que, por voluntad de sus creadores,
tienen afectado de modo duradero su patrimonio a la realización
de fines de interés general”.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 7


[8.2] Concepto, elementos y normativa aplicable

Elementos esenciales

► a) Tener un determinado fin de interés general (cfr. art. 3.1 LF), que
además deberá ser lícito y legal (art. 34 CE, en relación con los
apartados 2 y 4 del art. 22 CE). Esto implica:

► i) Por un lado, que será una colectividad, y no concretas


personas, la que se beneficie de la actividad de esa fundación. No
tiene que necesariamente afectar a todo el mundo, sino que basta
con que ese concreto fin de interés general afecte a un número
indeterminado de sujetos (cfr. art. 3.2 LF).

► ii) Por otro lado, ese fin de interés general también implica que la
iniciativa de su fundador al constituir la fundación es
desinteresada por su parte (altruista) y a la vez valiosa para la
comunidad.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 8


[8.2] Concepto, elementos y normativa aplicable

► b) Tener un patrimonio afecto de modo duradero a ese fin.

► El patrimonio de la fundación estará formado por todos los


bienes, derechos y obligaciones susceptibles de valoración
económica que integren la dotación (patrimonio esencial o inicial
aportado en el momento de la constitución de la fundación),

► Así como por aquellos que adquiera la fundación con


posterioridad a su constitución, se afecten o no a la dotación (art.
19 LF).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 9


[8.2] Concepto, elementos y normativa aplicable

Regulación

► El derecho de crear una fundación para fines de interés general viene


reconocido constitucionalmente en el art. 34 CE.

► En el Código Civil se hacen algunas referencias a las fundaciones al


tratar determinadas cuestiones (así, por ej. en los arts. 37, 38 y 39
CC).

► Pero la regulación principal de las fundaciones, entre otras, se


encuentra en la Ley 50/2002, de 26 de diciembre, de Fundaciones
(en adelante, LF).

► Junto con esta normativa estatal, que es a la que se atenderá en este


tema, coexisten las normas que algunas Comunidades Autónomas
han aprobado en materia de fundaciones.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 10


[8.3] Clases

► Si bien en la actual LF no se acoge ninguna clasificación de


fundaciones, tradicionalmente, atendiendo a la regulación de la Ley
30/1994, se ha venido distinguiendo entre los siguientes tipos de
fundaciones, según sus fines y actividades desarrolladas (contando
además con normas específicas):

► Fundaciones benéficas.

► Fundaciones laborales.

► Fundaciones culturales.

► Actualmente, como se ha indicado, no se prevé en la LF ninguna


clasificación sino que se acoge una regulación general aplicable a
cualquier fundación.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 11


[8.4] Constitución
Capacidad fundacional Art. 8 LF

Esencial, pues marca la finalidad, determina el patrimonio


Voluntad del fundador inicial y los estatutos se interpretarán conforme a su
voluntad

Patrimonio esencial o inicial aportado; bienes y derechos de


Dotación patrimonial cualquier clase y adecuados y suficientes para el
cumplimiento de los fines fundacionales

Por acto inter vivos (escritura pública: art. 10 LF)


Forma de constitución
Por acto mortis causa (testamento: art. 10 LF)

Contenido (art. 11 LF)


Estatutos
Posible modificación (art. 29 LF)

Inscripción registral Adquisición de personalidad jurídica

Domicilio Art. 6 LF

Derecho Civil I – Elisa M. C. 12


[8.4] Constitución
Capacidad fundacional

► Una fundación podrá crearse tanto por personas físicas como por
personas jurídicas (públicas o privadas): art. 8 LF.

► En materia de capacidad cabe advertir que, de acuerdo con el art. 8


LF:
► Las personas físicas requerirán de capacidad para disponer

gratuitamente, inter vivos o mortis causa, de los bienes y


derechos en que consista la dotación.
► Las personas jurídicas privadas de índole asociativa requerirán el
acuerdo expreso del órgano competente para disponer
gratuitamente de sus bienes, con arreglo a sus Estatutos o a la
legislación que les resulte aplicable.
► Las personas jurídicas privadas de índole institucional deberán
contar con el acuerdo de su órgano rector.
► Las personas jurídico-públicas tendrán capacidad para constituir
fundaciones, salvo que sus normas reguladoras establezcan lo
contrario.
Derecho Civil I – Elisa M. C. 13
[8.4] Constitución

Voluntad del fundador

► Lógicamente la voluntad del fundador se manifiesta en este caso


como un elemento de suma importancia en el desarrollo de la
propia fundación, pues él marcará su finalidad y su patrimonio inicial,
interpretándose los estatutos conforme a la voluntad del fundador.

La dotación patrimonial

► Al patrimonio esencial de la fundación o patrimonio inicial aportado


en el momento de su constitución se le denomina dotación, la cual,
podrá consistir en bienes y derechos de cualquier clase y además
deberá ser adecuada y suficiente para el cumplimiento de los fines
fundacionales (a este respecto se presumirá suficiente la dotación
cuyo valor económico alcance los 30.000 euros: art. 12 LF).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 14


[8.4] Constitución

Forma de constitución

► Una fundación podrá constituirse por actos inter vivos o por actos
mortis causa (art. 9 LF), y en ambos casos ese negocio jurídico
fundacional tendrá el carácter de acto de disposición a título
gratuito, pues implica una transferencia de bienes del fundador a una
persona jurídica (fundación) sin contraprestación:

► La constitución de la fundación por acto inter vivos se realizará


mediante escritura pública, con el contenido que determina el
art. 10 LF.

► La constitución de la fundación por acto mortis causa se


realizará testamentariamente, cumpliéndose en el testamento
los requisitos establecidos en el art. 10 LF para la escritura de
constitución.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 15


[8.4] Constitución

Escritura de constitución

► La escritura de constitución de una fundación deberá contener, al


menos, los siguientes extremos (art. 10 LF):

► a) El nombre, apellidos, edad y estado civil del fundador o


fundadores, si son personas físicas, y su denominación o razón
social, si son personas jurídicas, y, en ambos casos, su
nacionalidad y domicilio y número de identificación fiscal.
► b) La voluntad de constituir una fundación.
► c) La dotación, su valoración y la forma y realidad de su
aportación.
► d) Los Estatutos de la fundación, cuyo contenido se ajustará a las
prescripciones del art. 11 LF.
► e) La identificación de las personas que integran el Patronato, así
como su aceptación si se efectúa en el momento fundacional.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 16


[8.4] Constitución
Estatutos
► Conforme dispone el art. 11 LF. En los Estatutos de la fundación se

hará constar:
► i) La denominación de la entidad.

► ii) Los fines fundacionales.

► iii) El domicilio de la fundación y el ámbito territorial en que haya

de desarrollar principalmente sus actividades.


► iv) Las reglas básicas para la aplicación de los recursos al

cumplimiento de los fines fundacionales y para la determinación


de los beneficiarios.
► v) La composición del Patronato, las reglas para la designación y

sustitución de sus miembros, las causas de su cese, sus


atribuciones y la forma de deliberar y adoptar acuerdos.
► vi) Cualesquiera otras disposiciones y condiciones lícitas que el

fundador o fundadores tengan a bien establecer.

► Toda disposición de los Estatutos de la fundación o


manifestación de la voluntad del fundador que sea contraria a la
ley, se tendrá por no puesta.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 17


[8.4] Constitución
Inscripción registral
► Las fundaciones tendrán personalidad jurídica desde la inscripción

de la escritura pública de su constitución en el correspondiente


Registro de Fundaciones.

► Por lo tanto, la inscripción es esencial para el nacimiento de


una fundación como persona jurídica. La inscripción
solamente podrá ser denegada cuando dicha escritura no se
ajuste a las prescripciones de la ley (art. 4.1 LF).

Domicilio
► Deberán estar domiciliadas en España las fundaciones que

desarrollen principalmente su actividad dentro del territorio


nacional (art. 6.1 LF).

► Las fundaciones tendrán su domicilio estatutario en el lugar donde


se encuentre la sede de su Patronato, o bien en el lugar en que
desarrollen principalmente sus actividades (art. 6.2 LF).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 18


[8.5] El Patronato y el Protectorado

► Como órganos necesarios de toda fundación para la consecución de


sus fines y la gestión de su patrimonio, la LF prevé un órgano de
gobierno, gestión y representación (el Patronato) y un órgano de
control y vigilancia (el Protectorado).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 19


[8.5] El Patronato y el Protectorado

El Patronato (arts. 14 a 18 LF)

► Es el órgano de gobierno y representación de la fundación,


correspondiéndole cumplir los fines fundacionales y administrar
con diligencia los bienes y derechos que integran el patrimonio de
la fundación, manteniendo el rendimiento y utilidad de los mismos.

Mínimo tres, con un Presidente y un Secretario

Personas físicas o jurídicas

En principio, cargo no remunerado

Adopción de acuerdos por mayoría


Patronos
Responsabilidad solidaria por daños y perjuicios causados por
actos contrarios a la ley o a los estatutos o actos negligentes

Sustitución conforme a los estatutos o el art. 29 LF

Cese en los supuestos previstos en el art. 18 LF

Derecho Civil I – Elisa M. C. 20


[8.5] El Patronato y el Protectorado

El Protectorado (arts. 34 y 35 LF)

► Es el otro órgano esencial y necesario en toda fundación previsto


legalmente.

► Son funciones del Protectorado las previstas en el art. 35 LF.

► a. Informar, con carácter preceptivo y vinculante para el Registro


de Fundaciones, sobre la idoneidad de los fines y sobre la
suficiencia dotacional de las fundaciones que se encuentren en
proceso de constitución, de acuerdo con lo previsto en los arts. 3
y 12 LF.
► b. Asesorar a las fundaciones que se encuentren en proceso de
constitución, en relación con la normativa aplicable a dicho
proceso.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 21


[8.5] El Patronato y el Protectorado

► c. Asesorar a las fundaciones ya inscritas sobre su régimen


jurídico, económico-financiero y contable, así como sobre
cualquier cuestión relativa a las actividades por ellas
desarrolladas en el cumplimiento de sus fines, prestándoles a tal
efecto el apoyo necesario.
► d. Dar a conocer la existencia y actividades de las fundaciones.
► e. Velar por el efectivo cumplimiento de los fines fundacionales, de
acuerdo con la voluntad del fundador, y teniendo en cuenta la
consecución del interés general.
► f. Verificar si los recursos económicos de la fundación han sido
aplicados a los fines fundacionales, pudiendo solicitar del
Patronato la información que a tal efecto resulte necesaria, previo
informe pericial realizado en las condiciones que
reglamentariamente se determine.
► g. Ejercer provisionalmente las funciones del órgano de gobierno
de la fundación si por cualquier motivo faltasen todas las
personas llamadas a integrarlo.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 22


[8.5] El Patronato y el Protectorado

► h. Designar nuevos patronos de las fundaciones en período de


constitución cuando los patronos inicialmente designados no
hubieran promovido su inscripción registral, en los términos
previstos en el art. 13.2 LF.
► i. Cuantas otras funciones se establezcan en esta o en otras
leyes.
► j. En todo caso, el Protectorado está legitimado para ejercitar la
correspondiente acción de responsabilidad por los actos
relacionados en el art. 17.2 LF y para instar el cese de los
patronos en el supuesto contemplado en el párrafo d del art. 18.2
LF. Asimismo, está legitimado para impugnar los actos y acuerdos
del Patronato que sean contrarios a los preceptos legales o
estatutarios por los que se rige la fundación.
► k. Cuando el Protectorado encuentre indicios racionales de ilicitud
penal en la actividad de una fundación, dictará resolución
motivada, dando traslado de toda la documentación al Ministerio
Fiscal o al órgano jurisdiccional competente, comunicando esta
circunstancia a la fundación interesada.
Derecho Civil I – Elisa M. C. 23
[8.6] Régimen de la actividad
Principios de actuación Art. 23 LF

Vinculación de la actividad y del patrimonio al fin fundacional

Actuaciones sobre el patrimonio de la fundación Arts. 19 a 22 LF

Participación en sociedades y actividades económicas Art. 24 LF

Contabilidad, auditoría y plan de actuación Art. 25 LF

Obtención de ingresos Art. 26 LF

Intervención temporal de la fundación Art. 42 LF

Modificación de los estatutos Art. 29 LF

Fusión Art. 30 LF

Extinción Causas (art. 31 LF); forma (art. 32 LF); liquidación (art. 33 LF)

Derecho Civil I – Elisa M. C. 24


[8.6] Régimen de la actividad

Principios de actuación

► Las fundaciones están obligadas a (art. 23 LF):

► a. Destinar efectivamente el patrimonio y sus rentas, de acuerdo


con la presente Ley y los Estatutos de la fundación, a sus fines
fundacionales.

► b. Dar información suficiente de sus fines y actividades para que


sean conocidos por sus eventuales beneficiarios y demás
interesados.

► c. Actuar con criterios de imparcialidad y no discriminación en la


determinación de sus beneficiarios.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 25


[8.6] Régimen de la actividad

Vinculación del patrimonio al fin fundacional

► La actividad de la fundación vendrá vinculada a los concretos fines


para los que fue fundada (culturales, asistenciales, benéficos, etc.), a
cuyo cumplimiento irá destinado a su vez el patrimonio de la
fundación.

► Concretamente, a la realización de los fines fundacionales deberá ser


destinado, al menos, el 70 % de los resultados de las
explotaciones económicas que se desarrollen y de los ingresos
que se obtengan por cualquier otro concepto, deducidos los gastos
realizados, para la obtención de tales resultados o ingresos, debiendo
destinar el resto a incrementar bien la dotación o bien las reservas
según acuerdo del Patronato (art. 27 LF).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 26


[8.6] Régimen de la actividad

Participación en sociedades y actividades económicas (art. 24 LF)

► Las fundaciones podrán desarrollar actividades económicas cuyo


objeto esté relacionado con los fines fundacionales o sean
complementarias o accesorias de las mismas, con sometimiento a
las normas reguladoras de la defensa de la competencia.

► Además, podrán intervenir en cualesquiera actividades


económicas a través de su participación en sociedades, con
arreglo a lo previsto en el art. 24 LF.

Contabilidad, auditoría y plan de actuación

► Las fundaciones deberán llevar una contabilidad ordenada y


adecuada a su actividad, que permita un seguimiento cronológico
de las operaciones realizadas. Para ello llevarán necesariamente un
Libro Diario y un Libro de Inventarios y Cuentas Anuales (art. 25
LF).
Derecho Civil I – Elisa M. C. 27
[8.6] Régimen de la actividad

Obtención de ingresos

► Las fundaciones podrán obtener ingresos por sus actividades


siempre que ello no implique una limitación injustificada del ámbito de
sus posibles beneficiarios (art. 26 LF).

Intervención temporal (art. 42 LF)

► Si el Protectorado advirtiera una grave irregularidad en la gestión


económica que ponga en peligro la subsistencia de la fundación
o una desviación grave entre los fines fundacionales y la
actividad realizada, requerirá del Patronato, una vez oído este, la
adopción de las medidas que estime pertinentes para la corrección de
aquella.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 28


[8.6] Régimen de la actividad

Modificación de los Estatutos (art. 29 LF)

► El Patronato podrá acordar la modificación de los Estatutos de la


fundación siempre que resulte conveniente en interés de la
misma, salvo que el fundador lo haya prohibido.

Fusión (art. 30 LF)

► La fusión requerirá el otorgamiento de escritura pública y la


inscripción en el correspondiente Registro de Fundaciones.

► La escritura pública contendrá los Estatutos de la fundación


resultante de la fusión, así como la identificación de los
miembros de su primer Patronato.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 29


[8.7] Extinción

La fundación se extinguirá (art. 31 LF):

► a. Cuando expire el plazo por el que fue constituida.


► b. Cuando se hubiese realizado íntegramente el fin fundacional.
► c. Cuando sea imposible la realización del fin fundacional, sin
perjuicio de lo dispuesto en los arts. 29 y 30 LF.
► d. Cuando así resulte de la fusión a que se refiere el art. 30 LF.
► e. Cuando concurra cualquier otra causa prevista en el acto
constitutivo o en los Estatutos.
► f. Cuando concurra cualquier otra causa establecida en las leyes.

Liquidación (art. 33 LF)

► La extinción de la fundación, salvo en el supuesto previsto en el


apartado d) del art. 31 LF, determinará la apertura del procedimiento
de liquidación, que se realizará por el Patronato de la fundación bajo
el control del Protectorado.
Derecho Civil I – Elisa M. C. 30
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GRADO EN DERECHO Derecho Civil I: Las Personas
Elisa Muñoz Catalán

Tema 9: Relación jurídica y


Derecho Subjetivo
PROGRAMA DE LA ASIGNATURA

► 11 Temas en 3 Módulos
► Módulo 1: La Persona Física (Temas 1-5)
► Módulo 2: La Persona Jurídica (Temas 6-8)
► Módulo 3: Relación Jurídica y Derecho Subjetivo (Temas 9-11)

Derecho Civil I – Elisa M. C. 2


Módulo 3: Relación Jurídica y Derecho
Subjetivo (Temas 9-11)
► Tema 9: Relación jurídica y derecho subjetivo
► Tema 10: El ejercicio de los derechos. Prescripción y caducidad
► Tema 11: Representación

Derecho Civil I – Elisa M. C. 3


ESQUEMA

Derecho Civil I – Elisa M. C. 4


TEMA 9: RELACIÓN JURÍDICA Y DERECHO
SUBJETIVO
[9.1] ¿Cómo estudiar este tema?

[9.2] Relación jurídica

[9.3] Deber jurídico

[9.4] Derecho subjetivo

[9.5] Bienes y cosas

Derecho Civil I – Elisa M. C. 5


[9.1] ¿Cómo estudiar este tema?

► En este tema se estudia qué es una relación jurídica, aportando un


concepto genérico y abstracto, apuntando una posible
clasificación según el contenido básico de la relación, y concretando
su estructura básica (sujetos, objeto y contenido).

► Posteriormente se examinarán las dos situaciones, posiciones o


puntos de vista que caben en toda relación jurídica: el deber jurídico
(situación pasiva) y el poder jurídico (situación activa); y nos
centraremos especialmente en el estudio de uno de los poderes
jurídicos principales, el derecho subjetivo, indicando los modos de
adquisición o nacimiento de un derecho subjetivo, los de su
modificación y los de su extinción o pérdida.

► Por último, analizaremos los bienes y cosas como objeto de la


relación jurídica y objeto de los derechos subjetivos, distinguiendo
fundamentalmente los distintos tipos de bienes y cosas que podemos
encontrarnos.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 6


[9.2] Relación jurídica

Concepto

► Cabe definir la relación jurídica como aquella relación entre personas


que tiene relevancia jurídica, de modo que está regulada o, al menos,
contemplada por el Derecho de una forma orgánica y unitaria.

Clases según el contenido básico de esa relación

► Atendiendo al concepto tan genérico y abstracto dado de relación


jurídica, podrían contemplarse múltiples clasificaciones de la misma
atendiendo a muy diversos aspectos.

► Aquí nos centraremos en la clasificación derivada de atender al


contenido básico de la relación jurídica. Y, en este sentido,
podemos diferenciar entre:

Derecho Civil I – Elisa M. C. 7


[9.2] Relación jurídica

- Relaciones obligatorias
- Relaciones jurídico-reales
Clases
- Relaciones familiares
- Relaciones hereditarias o sucesorias

Derecho Civil I – Elisa M. C. 8


[9.2] Relación jurídica

Relaciones obligatorias.

► Son aquellas en las que una persona A podrá exigir a otra B hacer o
no hacer algo en beneficio de A o dar algo a A (cfr. art. 1.088 CC) por
responsabilidad contractual (cuando entre las partes media un
contrato) o extracontractual (si entre las partes no existe ninguna
vinculación por un contrato).

► EJEMPLOS:
► 1. Si A presta a B 1.000 euros bajo la condición de que B se lo
devuelva en el plazo de seis meses: A podrá exigir a B que le devuelva
ese dinero en ese plazo y B deberá hacerlo;
► 2. O si A contrata con B que ésta le pinte un cuadro: B deberá
hacerlo y A podrá exigírselo;
► 3. Y, en un supuesto de responsabilidad extracontractual: si B ha roto
la valla que rodeaba la finca de su vecino A o si ha atropellado a A con su
coche, entonces A podrá exigirle la reparación de la valla o una
indemnización por los daños y perjuicios causados con su actuación.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 9


[9.2] Relación jurídica

Relaciones jurídico reales.

► Son aquellas que derivan de la existencia o tenencia (titularidad) de


un derecho real (que es el derecho que otorga a su titular un poder
sobre un bien, para usarlo y/o disfrutarlo y/o disponer de él, etc.),
como el ser propietario de una casa, pudiendo disponer de ella,
usarla, disfrutarla o gravarla debiendo el resto de las personas
respetar esos actos sin que puedan impedírselo.

Relaciones familiares.

► Son aquellas que se producen en el ámbito y marco de la familia, que


se establece entre los distintos familiares, y a las que el
ordenamiento jurídico presta atención y las regula como garantía y por
tratarse de cuestiones de orden social. Por ej. las relaciones entre
padres e hijos (relaciones paternofiliales) o las relaciones entre los
cónyuges (relaciones matrimoniales).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 10


[9.2] Relación jurídica

Relaciones hereditarias o sucesorias.

► Son aquellas que derivan de la sucesión de una persona fallecida y


de la herencia por ella dejada, vinculando entre sí a los distintos
sucesores y relacionándolos también con terceros.

► Por ej. la relación entre los herederos y la relación entre los


herederos con un acreedor del fallecido.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 11


[9.2] Relación jurídica

Estructura

Sujetos Activo y pasivo

Estructura Objeto Sobre lo que recae la relación


Poder jurídico (derecho subjetivo,
facultad jurídica o potestad)
Contenido
Deber jurídico

Derecho Civil I – Elisa M. C. 12


[9.2] Relación jurídica
► A. Sujetos:
► Sujeto activo. Es la persona que ostenta un poder jurídico para

exigir el cumplimiento de un deber a otra persona (que sería el


sujeto pasivo de la relación). Por ej.: el que presta dinero a otro
para que se lo devuelva; el que exige una indemnización por un
daño causado por otro; el propietario de una casa frente a los
vecinos; el hijo para reclamar la pensión de alimentos al padre o
la madre; o el heredero para reclamar la parte de la herencia que
le corresponde como legítima.
► Sujeto pasivo. Es la persona a quien el sujeto activo puede

exigirle el cumplimiento de un deber. Por ej.: a quien han prestado


dinero que debe devolver; el que ha causado un daño
indemnizable; el vecino que debe respetar la propiedad del
colindante; el padre o madre separados que debe abonar la
pensión de alimentos a su hijo; el resto de herederos respecto del
legitimario que deben respetar la entrega de la legítima a este.

► Cada una de estas posiciones subjetivas puede ser “ocupada”


por varias personas a la vez (cotitularidad o pluralidad subjetiva).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 13


[9.2] Relación jurídica

► B. Objeto:

► Es aquello sobre lo que recae la concreta relación, la conducta


que debe realizar el sujeto pasivo, o el bien sobre el que recae el
derecho del sujeto activo.

► Por ej.: la devolución del dinero prestado; el pago de la


indemnización; la casa de la que se es propietario; el pago de
la pensión de alimentos; el respeto a la legítima de la
herencia.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 14


[9.2] Relación jurídica

► C. Contenido:

► Se trata del entramado de derechos y deberes que vinculan a los


sujetos parte de la relación (sujeto activo y pasivo). Y atendiendo
asimismo a los propios sujetos, en toda relación jurídica podemos
contemplar una situación o posición activa y otra pasiva:

► Como situación activa se encuentra el denominado poder


jurídico, que permite a su titular exigir a otra persona una
determinada actitud o comportamiento.

► Como situación pasiva se encuentra el denominado deber


jurídico. En esta situación de deber se halla la persona de la
relación jurídica a quien se le puede exigir esa concreta
actitud o comportamiento debido (sujeto pasivo).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 15


[9.3] Deber jurídico

Cabe distinguir entre:

Deberes legales o normativos

Deberes jurídicos Deber general de abstención y respeto


en sentido estricto
Deberes particulares o relativos

► 1. Deberes legales o normativos. Son aquellos previstos en las


leyes y normas de nuestro ordenamiento y que imponen determinadas
conductas activas u omisivas a determinadas personas de forma
preventiva o cautelar en atención al interés público o general o para la
protección de determinadas personas.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 16


[9.3] Deber jurídico

► 2. Deberes jurídicos propiamente dichos. Son aquellos que se


refieren a la parte pasiva de una relación jurídica en contraposición al
derecho subjetivo o poder jurídico en general. De modo que serán
las conductas activas u omisivas que debe desarrollar el sujeto pasivo
de una relación jurídica como consecuencia de la existencia de un
derecho subjetivo del sujeto activo de la relación.

► A su vez, estos deberes jurídicos stricto sensu pueden ser:

► O bien el deber general de abstención (esto es, el tener que


respetar los derechos ajenos);

► O bien deberes particulares o relativos (nacidos de relaciones


jurídicas que exigen que desarrolle una conducta concreta a favor
del sujeto activo de la relación). Por ej.: el deber de respetar la
propiedad del vecino; el deber de devolver el dinero que te han
prestado; o el deber de pagar el precio de la cosa comprada.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 17


[9.4] Derecho subjetivo

► 3. El derecho subjetivo es el más importante poder jurídico


reconocido por nuestro ordenamiento jurídico a una persona,
para la satisfacción y defensa de sus propios intereses.

► Clases
Clases

Atendiendo al contenido básico del derecho subjetivo


- Derechos patrimoniales
- Derechos extrapatrimoniales

Atendiendo a los sujetos obligados al respeto de ese derecho subjetivo


- Derechos generales o absolutos
- Derechos relativos

Atendiendo a la autonomía de las situaciones de poder reconocidas

- Derechos principales
- Derechos accesorios

Derecho Civil I – Elisa M. C. 18


[9.4] Derecho subjetivo

► A) Atendiendo al contenido básico del derecho subjetivo:

► Derechos patrimoniales: Cuando el derecho subjetivo atribuye a


su titular un poder evaluable económicamente. Por ej.: el derecho
de propiedad.

► Derechos extrapatrimoniales: En estos, el ámbito de poder


otorgado no es evaluable económicamente sino que se mueve en
una esfera no material sino espiritual o de otra índole (sin
perjuicio de que la sanción por la lesión de esos derechos sí que
se traduzca a términos económicos). Por ej.: los derechos de la
personalidad.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 19


[9.4] Derecho subjetivo

► B) Atendiendo a los sujetos obligados al respeto de ese derecho


subjetivo:
► Derechos generales o absolutos: Son aquellos que otorgan a su titular
un poder que debe ser respetado y reconocido por todas las personas en
general, pudiendo hacerse valer el contenido del derecho frente a todos
(lo que se denomina eficacia erga omnes). Pertenecen a esta categoría
los derechos de la personalidad y los derechos reales (como el derecho
de propiedad).

► Derechos relativos: Son aquellos que otorgan a su titular la posibilidad


de exigir a una determinada persona (no a la sociedad en general) el
desarrollo de una concreta conducta activa u omisiva. Pertenecen a esta
categoría los llamados derechos de crédito u obligacionales (los que
en general otorgan poderes para que su titular –acreedor– exija de una
concreta persona –deudor– una determinada conducta o prestación): por
ej. la devolución del préstamo es exigible al concreto deudor que ha
recibido el dinero en préstamo y no a otra persona en general; el pago del
precio es exigible al que ha comprado la cosa y no a otra persona.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 20


[9.4] Derecho subjetivo

► C) Atendiendo a la autonomía de las situaciones de poder


reconocidas:

► Derechos principales: Son aquellos que en su existencia,


nacimiento, modificación o extinción no están vinculados a otros
derechos ni dependen de la propia existencia, nacimiento,
modificación o extinción de otro derecho.

► Derechos accesorios: Son aquellos en los que su existencia,


nacimiento, modificación o extinción dependen de la propia
existencia, nacimiento, modificación o extinción de otro derecho
(que sería un derecho principal) que le sirve de soporte o
fundamento.
► Tradicionalmente se integran en esa categoría los llamados

derechos de garantía, como la prenda, la hipoteca y la fianza:


su devenir vendrá vinculado al propio devenir de la obligación
o derecho de crédito que garantiza.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 21


[9.4] Derecho subjetivo

Nacimiento y adquisición

► Para el nacimiento de un derecho subjetivo en primer lugar debe


existir, nacer, la persona que será la titular de ese derecho
subjetivo y, en segundo lugar, debe tener lugar el acto o hecho que
justifica el nacimiento de ese derecho subjetivo. Esto es:

► El propio nacimiento de la persona (para el nacimiento de los derechos


de la personalidad)
► La firma del contrato de préstamo o de compraventa que justifica el
derecho a exigir la devolución del dinero prestado o el pago del precio de
la cosa comprada
► La cesión del derecho de uso y disfrute de una finca, que supone el
nacimiento del derecho de usufructo
► La separación de los padres, que justifica el derecho a la pensión de
alimentos
► El fallecimiento de una persona que implica el nacimiento de los derechos
de los herederos a recibir la parte de la herencia que les corresponde.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 22


[9.4] Derecho subjetivo

► Puede distinguirse entre:

► Adquisición originaria de los derechos: Supone que el


derecho subjetivo nace y se adquiere ex novo, siendo el titular su
primer detentador; con anterioridad no existía ningún otro titular
de ese derecho.

► Adquisición derivativa de los derechos: El que adquiere ese


derecho lo adquiere de un anterior titular que se lo ha transmitido
o cedido, ocupando el nuevo titular su posición jurídica.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 23


[9.4] Derecho subjetivo

Modificación

► Modificación subjetiva del derecho. Implica el cambio de titular


del derecho, lo que supone la adquisición del mismo por el nuevo
titular y su pérdida por transmisión o sucesión por el anterior
titular.

► Modificación objetiva del derecho. Supone cambios en el


objeto sobre el que recae el derecho subjetivo, ya sea un cambio
cualitativo (como la recalificación de un terreno del que se es
propietario) ya sea un cambio cuantitativo (aumento de la renta a
pagar por el arrendatario o de las cantidades prestadas que
deben devolverse). El derecho subjetivo como tal pervive y
permanece intacto en su esencia.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 24


[9.4] Derecho subjetivo

Extinción y pérdida

► Con el término extinción nos referimos a la desaparición definitiva y


total del derecho respecto de cualquier persona, mientras que por
pérdida entenderemos que ese derecho ha pasado a ser titularidad
de otra persona, subsistiendo como tal el derecho.

► Las causas de la pérdida de un derecho son aquéllas que


justifican o motivan la transmisión del derecho a otra persona y
dichas causas pueden ser múltiples.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 25


[9.4] Derecho subjetivo

► Las causas de extinción de un derecho subjetivo son también muy


diversas, dependiendo fundamentalmente del contenido de ese
derecho:

► Así, se extingue por el cumplimiento de la prestación a que se obligaba


a hacer el sujeto activo (como el pago del préstamo o del precio del bien
comprado);

► Y, en el caso de los derechos reales, estos se extinguirían en principio


por la destrucción física de la cosa sobre la que recaen.

► También son causas de extinción el transcurso del tiempo fijado (legal


o convencionalmente) como duración del derecho.

► Ante el fallecimiento de una persona se producirá la extinción de los


derechos de los que es titular y que no sean transmisibles, pero respecto
de los que sean transmisibles se producirá únicamente la pérdida con la
correspondiente adquisición por un nuevo titular.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 26


[9.5] Bienes y cosas

► Los bienes y cosas suelen ser el principal objeto de las relaciones


jurídicas y de los derechos subjetivos (fundamentalmente los
derechos reales), junto con el desarrollo de una conducta concreta
por el obligado, deudor o sujeto pasivo (objeto propio de los
derechos de crédito o personales, en los que, no obstante, las cosas
podrían ser objetos indirectos).

► Bienes corporales e incorporales

► Bienes corporales: cosas propiamente dichas: bienes


materiales, tangibles. Por ejemplo: un libro, un ordenado, una
casa, una finca, etc.
► Y los bienes incorporales: los derechos: bienes inmateriales,
intangibles. Por ejemplo, todos los derechos patrimoniales y
también las llamadas propiedad intelectual e industrial.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 27


[9.5] Bienes y cosas

► Bienes muebles y bienes inmuebles

► Conforme al art. 333 CC: “Todas las cosas que son o pueden ser
objeto de apropiación se consideran como bienes muebles o
inmuebles”.

► En atención a la relación de bienes inmuebles contenida en el art.


334 CC, podemos distinguir entre:

► Bienes inmuebles por naturaleza → Son las fincas; las tierras a


las que se refiere el art. 334.1 CC. Son los bienes inmuebles por
antonomasia. Por su naturaleza vienen a considerarse también
como bienes inmuebles de esta categoría las minas, canteras y
escoriales, mientras su materia permanece unida al yacimiento,
así como las aguas, sean vivas (ríos, arroyos, etc.) o estancadas
(embalses, lagos, pantanos, lagunas, etc.).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 28


[9.5] Bienes y cosas

► Bienes inmuebles por incorporación → Son todos aquellos


que se encuentran unidos, incorporados, de modo fijo (esto es
esencial) a la tierra, a las fincas, ya sea por obra de la naturaleza
o por obra humana, de modo que no puedan ser separados,
formando jurídicamente una unidad con esa tierra o inmueble.

► Son: los edificios, caminos y construcciones de todo género


adheridas al suelo; árboles, plantas y frutos pendientes mientras
estuvieren unidos a la tierra o formaren parte integrante de un
inmueble; y en general, todo lo que esté unido a un inmueble de
una manera fija, de suerte que no pueda separarse de él sin
quebrantamiento de la materia o deterioro del objeto.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 29


[9.5] Bienes y cosas

► Bienes inmuebles por destino → Son bienes que son utilizadas y


destinadas por el propietario de una finca al servicio de esta.

► Son los siguientes, según el art. 334 CC:


► a) Las estatuas, relieves, pinturas u otros objetos de uso u ornamentación,
colocados en edificios o heredades por el dueño del inmueble en tal forma
que revele el propósito de unirlos de un modo permanente al fundo.
► b) Las máquinas, vasos, instrumentos o utensilios destinados por el
propietario de la finca a la industria o explotación que se realice en un
edificio o heredad, y que directamente concurran a satisfacer las
necesidades de la explotación misma.
► c) Los viveros de animales, palomares, colmenas, estanques de peces o
criaderos análogos, cuando el propietario los haya colocado o los
conserve con el propósito de mantenerlos unidos a la finca, y formando
parte de ella de un modo permanente.
► d) Los abonos destinados al cultivo de una heredad, que estén en las
tierras donde hayan de utilizarse.
► e) Los diques y construcciones que, aun cuando sean flotantes, estén
destinados por su objeto y condiciones a permanecer en un punto fijo de
un río, lago o costa.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 30


[9.5] Bienes y cosas

► Bienes inmuebles por analogía → Son los derechos señalados en el


art. 334.10 CC: las concesiones administrativas de obras públicas y
las servidumbres y demás derechos reales sobre bienes inmuebles.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 31


[9.5] Bienes y cosas

► Bienes consumibles y bienes no consumibles

► Son a los que se refiere el art. 337 CC cuando habla (erróneamente)


de bienes fungibles y no fungibles:

► Los bienes consumibles son aquellos que cuando se usan


desaparecen de la esfera jurídica del usuario, ya sea porque se
extinguen físicamente (por ej., los alimentos), ya porque se
desplazan al patrimonio de otra persona (por ej. el dinero, que al
gastarse por una persona implica que otra persona lo ha
obtenido). También se entiende que son cosas consumibles
aquellas que con su uso, aunque subsistan físicamente, pierden
su individualidad: es el caso de los ladrillos usados en la
construcción de un edificio, o cualquier material de construcción.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 32


[9.5] Bienes y cosas

► Por el contrario, los bienes no consumibles son aquellos que no


desaparecen por su primer uso sino que permiten un uso y utilidad
reiterados y más o menos continuado; aunque no necesariamente
tenga que ser eterno o indefinido, pues se entenderán también como
no consumibles las cosas que puedan usarse reiteradamente aunque
paulatinamente puedan ir desgastándose, por ej. los
electrodomésticos.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 33


[9.5] Bienes y cosas

► Bienes fungibles y bienes no fungibles

► No son los que señala el art. 337 CC sino que cosas fungibles son
aquellas que pueden ser sustituidas por otras en las distintas
relaciones jurídicas, por ser homogéneas dentro del género al que
pertenecen. Por ej.: un kilo de manzanas, un litro de aceite, un Seat
Ibiza, el dinero,… (sustituibles por otras manzanas, otro litro de aceite,
otro Seat Ibiza del mismo modelo fabricado en serie, otro billete o
monedas del mismo valor,…).

► Por el contrario, bienes no fungibles o infungibles serían aquellos


que están totalmente identificados e individualizados en cualquier
relación jurídica sin que puedan ser sustituidos por otros bienes aun
pertenecientes a la misma categoría genérica: por ejemplo, el cuadro
“Las Meninas” de Velázquez, un ejemplar de un libro dedicado por el
autor, la escultura “David” de Miguel Ángel,… (no sustituibles por otro
cuadro, ni por otro ejemplar del libro, ni por otra escultura,…).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 34


[9.5] Bienes y cosas

► Bienes divisibles y bienes indivisibles

► Esta clasificación atiende a la posibilidad de que el bien se divida en


distintas partes pudiendo desempeñar las partes resultantes la misma
función que cumplía el bien original (en este caso, bien divisible: por
ej. un terreno de 2.000 hectáreas).

► Se trataría de bien indivisible en caso de que las partes resultantes


de la división no permitieran cumplir con esa función originaria,
aunque sí tengan su propia función. Por ej., una televisión, un
ordenador, un abrigo, etc.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 35


[9.5] Bienes y cosas

► Bienes de dominio público y bienes de propiedad privada

► Esta clasificación atiende a la persona a quien corresponde o puede


corresponde su titularidad. Se recoge en los arts. 338 a 345 CC.

► Sobre los bienes de dominio público, cuya titularidad correspondería


a entidades de Derecho público, es el Derecho administrativo quien se
ocupa de su regulación. Cabe señalar, no obstante, que entre los
bienes pertenecientes a entes públicos puede distinguirse a su vez
entre los bienes demaniales (de dominio público) y los bienes
patrimoniales (de dominio privado).

► En cuanto a los bienes de propiedad privada, su regulación y


especial estudio, al margen de estas clasificaciones de bienes que se
señalan en este tema, pertenece al ámbito de la asignatura de
Derechos civil que estudia la propiedad y los demás derechos reales.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 36


[9.5] Bienes y cosas

► Universalidades

► Se trata de un conjunto de cosas, creados por la ley (en general, lo


que vienen a denominarse patrimonios separados, como el del
discapacitado, el ausente, el concursado o la herencia a beneficio de
inventario) o por voluntad de su titular (por ej. un rebaño, una
biblioteca, una empresa, etc), al que el ordenamiento le reconoce a
determinados efectos como un objeto unitario de derecho por
funcionar en el tráfico jurídico como un todo único y unitario.

► De este modo se reconoce la posibilidad de que ese conjunto


sea objeto de derecho, como unidad total y no exigir tantos
derechos como cosas integran ese conjunto.

► Puede estar formado por cosas homogéneas (por ej. un


rebaño de ovejas, una biblioteca, etc.) o por cosas
heterogéneas (por ej. una herencia, o una empresa).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 37


[9.5] Bienes y cosas

► Los frutos

► Por frutos de una cosa debemos entender todo rendimiento o


producto que nace de una cosa (que llamaríamos matriz) o es
generado por ésta, sin que esa cosa matriz pierda su propia
individualidad, sustancia y función económica.

► Por su parte los frutos, que son accesorios de la cosa matriz,


llegarán a tener independencia y autonomía respecto de la cosa de
la que nacen desde el momento en que son separados de ella.

► Esto permite distinguir entre bienes fructíferos (aptos para generar


frutos, los cuales no tienen que gozar de cierta periodicidad) o no
fructíferos (sin posibilidad de que generen frutos).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 38


[9.5] Bienes y cosas

► Entre los frutos podemos distinguir las siguientes clases (arts. 354 y
355 CC):

► Frutos naturales: las producciones espontáneas de la tierra, y


las crías y demás productos de los animales.

► Frutos industriales: los que producen los predios de cualquier


especie a beneficio del cultivo o del trabajo.

► Frutos civiles: el alquiler de los edificios, el precio del


arrendamiento de tierras y el importe de las rentas perpetuas,
vitalicias u otras análogas.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 39


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GRADO EN DERECHO Derecho Civil I: Las Personas
Elisa Muñoz Catalán

Tema 10: El ejercicio de los derechos.


Prescripción y caducidad
PROGRAMA DE LA ASIGNATURA

► 11 Temas en 3 Módulos
► Módulo 1: La Persona Física (Temas 1-5)
► Módulo 2: La Persona Jurídica (Temas 6-8)
► Módulo 3: Relación Jurídica y Derecho Subjetivo (Temas 9-11)

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Módulo 3: Relación Jurídica y Derecho
Subjetivo (Temas 9-11)
► Tema 9: Relación jurídica y derecho subjetivo
► Tema 10: El ejercicio de los derechos. Prescripción y
caducidad (2 clases presenciales virtuales***)
► Tema 11: Representación

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ESQUEMA

Derecho Civil I – Elisa M. C. 4


TEMA 10: EL EJERCICIO DE LOS DERECHOS.
PRESCRIPCIÓN Y CADUCIDAD

► [10.1] ¿Cómo estudiar este tema?


► [10.2] Ejercicio de los derechos y legitimación
► [10.3] Límites
► [10.4] Abuso del derecho
► [10.5] Prescripción
► [10.6] Caducidad

Derecho Civil I – Elisa M. C. 5


[10.1] ¿Cómo estudiar este tema?

► En este tema se estudia el régimen general del ejercicio de los


derechos.

► Se señalarán sus límites, entre ellos el requisito de la buena fe


en el ejercicio de los derechos y en relación con ello la doctrina
de los actos propios, analizándose posteriormente las
consecuencias de la extralimitación en el ejercicio del derecho
(situaciones de abuso del derecho).

► Por último, se estudiarán dos instituciones relevantes en el


ejercicio de los derechos y que determinan la imposibilidad de
ejercitar en el futuro ese derecho o alguna de las pretensiones
derivadas de ese derecho: la prescripción y la caducidad.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 6


[10.2] Ejercicio de los derechos y legitimación

► El ejercicio de un derecho supone la realización efectiva de los


poderes o facultades (o una de ellas) que ese derecho comporta,
de modo que en función de cuál sea el derecho y el poder que
conlleva los actos de ejercicio serán unos u otros.

► El ejercicio de un derecho depende de la voluntad de su titular.

► Por otro lado, cabe incluso que los derechos no sean ejercitados
por su titular sino por otra persona en su lugar: esa persona le
representará en ese concreto acto. El estudio más profundo de la
representación será objeto del siguiente tema de esta asignatura.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 7


[10.2] Ejercicio de los derechos y legitimación

Legitimación

► Para el ejercicio de un derecho se requiere:

► a) Capacidad de obrar suficiente.

► b) Legitimación, es decir, aptitud para realizar eficazmente el


concreto acto de ejercicio que se trate.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 8


[10.2] Ejercicio de los derechos y legitimación

Legitimación activa Legitimación pasiva

► Se habla de legitimación activa para referirnos a la aptitud para


ejercitar un derecho. Normalmente esta legitimación activa coincide
con la titularidad del derecho. Por ej., estará legitimado activamente
para reclamar el pago de una deuda derivada de un préstamo el
acreedor.

► La legitimación pasiva la ostentará aquella persona frente a la que


se ejercita el derecho y frente a la que se puede realizar eficazmente
ese concreto acto de ejercicio. Por ej., será legitimado pasivo ante la
reclamación judicial del pago del préstamo el deudor prestatario.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 9


[10.2] Ejercicio de los derechos y legitimación

Legitimación directa Legitimación indirecta

► Por otro lado, cabe hablar también de legitimación directa, cuando el


concreto acto de ejercicio del derecho lo realiza el mismo titular.

► Y legitimación indirecta, cuando una persona que no es el titular del


derecho está legitimada para realizar ese acto concreto (son
supuestos de legitimación indirecta los de representación, que se
verán en el próximo tema, y también los supuestos de sustitución
como los de las acciones subrogatorias previstas en los arts. 1.111 y
1.869 CC).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 10


[10.3] Límites

Límites extrínsecos

► El ejercicio de los derechos tiene unos límites derivados de la


concurrencia de varios derechos de distintos titulares sobre un
mismo objeto. Esto permite distinguir las situaciones de colisión de
derechos y de cotitularidad:

Derecho Civil I – Elisa M. C. 11


[10.3] Límites

Colisión de derechos

► Se trata de aquella situación en la que concurren diferentes


derechos de distintos titulares sobre un mismo objeto de modo
que el ejercicio de uno de esos derechos imposibilita total o
parcialmente el ejercicio simultáneo del derecho de otro.

► Por ej., todos los usuarios de la piscina pueden usar la ducha que hay a
la entrada de esa piscina, pero si uno la está usando, otra persona no
puede usarla simultáneamente.

► Lo mismo ocurre grosso modo en el caso de la utilización del ascensor de


un inmueble por los distintos vecinos.

► También puede existir colisión de derechos en el caso del derecho a la


información por parte de los periodistas y el derecho a la intimidad por los
personajes públicos (el derecho a informar llegará hasta donde tope con
el derecho a la intimidad de esas personas).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 12


[10.3] Límites

Cotitularidad

► Son situaciones en las que diversas personas ostentan un mismo


derecho sobre el mismo objeto: copropietarios, coherederos,
coacreedores, etc.

► En estos casos, que pudieran interpretarse como un subtipo de


colisión de derechos, el ejercicio por parte de uno de los titulares se
verá limitado por la existencia de otros titulares con el mismo derecho.
En general estas situaciones se rigen por lo previsto en los arts. 392 y
siguientes CC.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 13


[10.3] Límites

Límites intrínsecos

► Por límites intrínsecos al ejercicio de los derechos se entiende


aquellos límites que derivan de la propia naturaleza del derecho.

► Junto con esta delimitación del contenido de los derechos, pueden


existir determinadas prohibiciones legales que impiden que se lleven
a cabo por un concreto titular de un derecho determinados actos
jurídicos que a priori y de ordinario están comprendidos dentro del
contenido típico de ese derecho , de modo que con esas prohibiciones
legales lo que se limita es, no el contenido del derecho como sucede
en la delimitación legal o convencional, sino el concreto ejercicio del
mismo por un determinado titular.

► Se trata de limitaciones o prohibiciones legales impuestas por


razones de utilidad pública y social que se acogen sobre todo en el
ámbito del Derecho administrativo (por ej., determinadas prohibiciones
contempladas en el marco de los planes de ordenación urbanística).
Derecho Civil I – Elisa M. C. 14
[10.3] Límites

► Por último, dentro de los límites intrínsecos, cabe señalar


determinados límites derivados de principios generales del derecho
que pueden ser caracterizados como límites éticos:

► 1. Ejercicio conforme a la buena fe (art. 7.1 CC).

► La buena fe es un concepto jurídico indeterminado que implica


la exigencia de actuar y ejercitar un derecho conforme a lo que
socialmente se considera como honesto, adecuado, justo, leal,
lógico y correcto. Ahora bien, la determinación de cuál es el
modelo de conducta socialmente aceptable será objeto de
apreciación caso por caso por los tribunales. Este concepto de
buena fe es aplicable no solamente en el ámbito del Derecho
civil, sino también en otras ramas del Derechos; así se prevé
expresamente en el ámbito procesal (art. 247 LEC) y en el
administrativo (art. 3 LRJAP-PAC).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 15


[10.3] Límites

► 2. Doctrina de los actos propios.

► Esta doctrina deriva del criterio anterior de ejercicio conforme a la


buena fe y supone la exigencia de un comportamiento coherente;
esto es, si con una determinada conducta dentro de una relación
jurídica una persona ha creado a otra la confianza de que iba a actuar
de una concreta forma, después no puede actuar de modo contrario e
incompatible con las expectativas que había creado con su anterior
comportamiento; pues ello supondría una actuación contraria a la
buena fe y defraudando la confianza suscitada a la otra parte de la
relación.

► Esta doctrina es frecuentemente aplicada por los tribunales en la


resolución de diferentes conflictos. Lógicamente para la aplicación
de esta doctrina deben probarse ambas actuaciones que resultan
incompatibles, tanto la inicial como la posterior defraudando las
expectativas creadas.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 16


[10.3] Límites

Límites temporales

► Nuestro ordenamiento en atención a la buena fe y a la seguridad


jurídica prevé unos límites temporales al ejercicio de los derechos. El
fundamento de los mismos reside en tratar de eliminar la
incertidumbre creada ante la falta de ejercicio prolongado del
derecho, especialmente respecto de los legitimados pasivos u
obligados a soportar dicho ejercicio, así como, en cierto modo,
sancionar la desidia del titular al actuar el poder que le ha sido
reconocido.

► De modo que legalmente se establecen unos plazos o términos


máximos para que el titular ejercite el derecho.

► Esta pérdida por el transcurso de tiempo se instrumenta


formalmente a través de dos instituciones que serán estudiadas en
apartados posteriores de este tema: la prescripción y la caducidad.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 17


[10.3] Límites

► Respecto del cómputo de los plazos temporales que se prevean


para el ejercicio de los derechos, deberá tenerse en cuenta lo previsto
en el art. 5 CC, que acoge una regla general de aplicación supletoria a
previsiones específicas para casos concretos en otras normas o por
los particulares:

► 1. Siempre que no se establezca otra cosa, en los plazos


señalados por días, a contar de uno determinado, quedará éste
excluido del cómputo, el cual deberá empezar en el día siguiente;
y si los plazos estuviesen fijados por meses o años, se
computarán de fecha a fecha. Cuando en el mes del vencimiento
no hubiera día equivalente al inicial del cómputo, se entenderá
que el plazo expira el último del mes.

► 2. En el cómputo civil de los plazos no se excluyen los días


inhábiles.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 18


[10.3] Límites

► Nota: En el ámbito civil, como señala el citado art. 5 CC, en el


cómputo se incluyen todos los días, tanto los hábiles como los
inhábiles, o lo que es lo mismo, es un cómputo por días naturales (se
cuentan todos). Sin embargo, en el ámbito administrativo y en el
procesal son más frecuentes las normas que prevén plazos de cuyo
cómputo se excluyen los días inhábiles, contándose tan solo los días
hábiles.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 19


[10.4] Abuso del derecho

Abuso del Derecho

► Las situaciones de abuso del derecho surgen cuando en el ejercicio


del mismo se han excedido los límites previstos,
fundamentalmente los límites intrínsecos.

► El art. 7.2 CC señala: “La Ley no ampara el abuso del derecho o el


ejercicio antisocial del mismo. Todo acto u omisión que por la intención
de su autor, por su objeto o por las circunstancias en que se realice
sobrepase manifiestamente los límites normales del ejercicio de un
derecho, con daño para tercero, dará lugar a la correspondiente
indemnización y a la adopción de las medidas judiciales o
administrativas que impidan la persistencia en el abuso”.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 20


[10.4] Abuso del derecho

► Atendiendo a lo previsto en ese precepto, cabe señalar los siguientes


requisitos para la aplicación de esta doctrina:

► a) Un comportamiento activo u omisivo del titular del


derecho de carácter abusivo, en el sentido de que sobrepasa
los límites normales del ejercicio de ese derecho, ya sea desde el
punto de vista subjetivo como objetivo.

► b) Que tal actuación abusiva haya ocasionado un daño a un


tercero, cuya existencia, entidad y valoración económica deberá
probarse.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 21


[10.4] Abuso del derecho

► La aplicación de esta doctrina del abuso del derecho y las


consecuencias previstas en el art. 7 CC lo será siempre que
legalmente no se prevea otra solución jurídica al conflicto surgido; no
puede aplicarse indiscriminadamente a todos los supuestos sino
solamente a aquellos en que sea patente ese abuso, lo que se
concretará por los tribunales, y sea solicitado por el interesado.

► Ese tercero a quien el ejercicio abusivo de un derecho le está


causando un daño podrá acudir a los tribunales y, en su caso, a la
Administración a fin de que obliguen al cese de ese
comportamiento abusivo, adoptando las medidas oportunas para
ello (judiciales o administrativas), y, asimismo, para que le
reconozcan el derecho a una indemnización por los daños y
perjuicios sufridos (que deberá probar); incluso, podrá interesar la
nulidad del concreto acto o negocio jurídico realizado
abusivamente.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 22


[10.5] Prescripción

Prescripción

► Dentro de la institución jurídica de la prescripción, cabe distinguir dos


figuras con efectos totalmente distintos:

Prescripción adquisitiva Prescripción extintiva

Usucapión Prescripción strictu sensu

Derecho Civil I – Elisa M. C. 23


[10.5] Prescripción

► 1. La prescripción adquisitiva o usucapión (arts. 1.940 a 1.960


CC), que es aquella en la que el transcurso del tiempo junto con el
cumplimiento de otras condiciones supone la adquisición de un
derecho o su nacimiento.

► Cabe distinguir entre:

► La usucapión ordinaria (que determina la adquisición de un


derecho siempre que se cumplan los siguientes requisitos: buena
fe, justo título y posesión ininterrumpida durante el tiempo
previsto legalmente en los arts. 1.955, párrafo primero, y 1.957
CC).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 24


[10.5] Prescripción

► Y la usucapión extraordinaria (que determina la adquisición del


derecho simplemente con la posesión ininterrumpida durante el
tiempo previsto legalmente en los arts. 1.955, párrafo segundo, y
1.959 CC, sin necesidad de buena fe ni justo título ni ninguna
otra condición).

► Su ámbito natural de aplicación es el de los derechos reales,


en cuanto que implican actos de posesión.

► Por ello este tipo de prescripción será objeto de análisis más


profundo en otra asignatura dedicada al estudio de los
derechos reales.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 25


[10.5] Prescripción

► 2. La prescripción extintiva o prescripción strictu sensu, que es


aquella en la que el transcurso del tiempo supone la extinción de
alguna o algunas facultades inherentes a un derecho pudiendo
determinar incluso la extinción del derecho mismo.

► Puede afectar a cualquier tipo de derecho subjetivo y


concretamente afecta a su ejercicio, en cuanto que constituye un
mecanismo de defensa de una persona para impedir el ejercicio
eficaz de ese derecho por su titular y frente a esa persona.

► En este tema se estudiará este tipo de prescripción***.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 26


[10.5] Prescripción

► Objeto de la prescripción

► Debe advertirse que lo que prescribe en sentido estricto no son los


derechos sino las pretensiones; esto es, las facultades del titular de
un derecho de exigir una determinada conducta a otra persona.

► En el caso de que prescriban todas las pretensiones que


comporta el concreto derecho subjetivo, sí que puede hablarse
de extinción del derecho por prescripción pues no puede
concebirse un derecho sin acción, sin posibilidad de ejercitarlo de
algún modo, al menos como defensa; cuando el derecho carece de
contenido jurídicamente exigible al estar prescritas todas sus
pretensiones o facultades puede decirse entonces que ese derecho se
ha extinguido por prescripción (de ahí lo previsto en los arts. 1.930 y
1.932 CC, que hablan de prescripción de derechos).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 27


[10.5] Prescripción

► Además debe advertirse que las acciones o pretensiones que


pueden ser objeto de prescripción son las acciones de condena,
esto es, aquellas que se ejercitan con el fin de obtener la condena de
una persona a realizar una determinada conducta en favor del titular y
actuante del derecho. Entre esas acciones cabe distinguir:

► a) Las acciones personales, que son las pretensiones derivadas


de los derechos de crédito; esto es, que forman parte del
contenido de un derecho de crédito, permitiendo, en general, al
acreedor exigir al deudor una determinada conducta (por ej., el
pago del préstamo, la realización de un cuadro, la entrega del
bien comprado).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 28


[10.5] Prescripción

► b) Las acciones reales, que son las pretensiones derivadas de


los derechos reales, esto es, que forman parte del contenido de
un derecho real; por ej., la pretensión del dueño de un bien para
obligar a un tercero que se lo devuelva (es la llamada acción
reivindicatoria) o la acción del acreedor hipotecario frente al
poseedor de la finca hipotecada para poder realizar el valor de
dicha finca para el pago de su crédito garantizado (acción
hipotecaria).

► Son imprescriptibles las acciones constitutivas (aquellas que van


dirigidas a la creación o nacimiento de un derecho o situación jurídica)
y las acciones meramente declarativas (las que persiguen la
declaración de la existencia o inexistencia de un derecho), pues en
ellas no se ejercita como tal ninguna pretensión como contenido de un
derecho.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 29


[10.5] Prescripción

► Presupuestos

► Para poder aplicar el instituto de la prescripción será necesario:

► a) Que ese concreto derecho sea prescriptible. La regla


general es la de prescriptibilidad de los derechos (art. 1.930 CC),
pero hay algunos derechos que no son prescriptibles: es el caso
de los derechos extrapatrimoniales, como los derechos de la
personalidad.

► b) La falta de ejercicio del derecho durante el plazo o en


el término fijado por la ley.

► c) Que el sujeto favorecido por la prescripción producida


la alegue oportunamente y no renuncie a ella.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 30


[10.5] Prescripción

► Interrupción del plazo de prescripción

► Durante el transcurso del plazo de prescripción, en tanto este no


finalice, el titular del derecho podrá ejercitarlo cuando quiera. Ello
supondrá que el plazo legal de prescripción se interrumpirá con ese
acto y que el plazo volverá a empezar a contar otra vez desde el
principio y desde ese momento.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 31


[10.5] Prescripción

► Se prevén legalmente las siguientes formas o mecanismos de


interrupción de la prescripción (art. 1.973 CC):

► a) El ejercicio judicial del derecho, es decir, la realización de actos


tendentes a promover el conocimiento de los tribunales de
determinados aspectos relacionados con ese derecho.

► Entre los actos más relevantes de ejercicio judicial nos


encontramos con la interposición de la demanda por el titular del
derecho interesando que los tribunales ordenen al sujeto pasivo
de ese derecho la observancia del mismo.

► También se ha venido aceptando por nuestra jurisprudencia


como actos que interrumpen el plazo de prescripción la
presentación de demanda de conciliación o la solicitud de que se
practiquen unas diligencias previas preparatorias a la demanda o
la simple solicitud del beneficio de justicia gratuita.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 32


[10.5] Prescripción

► b) El ejercicio extrajudicial del derecho, esto es, la realización de


actos por el titular del derecho tendentes a que el sujeto pasivo
cumpla con lo debido pero sin promover la intervención de los
tribunales.

► Podrá interrumpir la prescripción cualquier acto de reclamación


extrajudicial: una carta, un email, un fax, un burofax, un
requerimiento notarial, incluso una conversación telefónica o
personalmente, si bien en este último caso el problema residirá
en la prueba de ese acto interruptivo.

► Prueba que se hace fácil especialmente en el caso del burofax y


del requerimiento notarial.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 33


[10.5] Prescripción

► c) El reconocimiento del derecho por el sujeto pasivo.

► Cualquier acto mediante el cual el sujeto pasivo de un derecho


reconozca que se encuentra obligado por ese derecho a favor de
su titular interrumpirá el plazo de prescripción del ejercicio de ese
derecho.

► Se trata de un acto unilateral, sin necesidad de aceptación del


titular del derecho, y que puede ponerse de manifiesto de muy
diversas maneras (por carta, fax, email, burofax, conversaciones,
acta notarial de reconocimiento, etc.), determinantes cada una de
ellas de una mayor o menor facilidad probatoria.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 34


[10.5] Prescripción

► Suspensión del plazo de prescripción

► En ciertos casos se ha venido admitiendo la suspensión del plazo de


prescripción, que supone que al producirse un determinado hecho
ese plazo se paraliza, deja de correr, si bien después, una vez han
pasado las circunstancias que motivaron la suspensión, el plazo
no se reinicia desde el principio (como sucede en el caso de la
interrupción) sino que el cómputo del plazo se reanuda en el
momento en que se paralizó.

► Es el caso de las moratorias legales o la situación prevista en el art.


121.2 LRJAP-PAC, que prevé expresamente la suspensión de la
prescripción mientras se tramita y resuelve la reclamación
administrativa previa (requisito necesario para poder ejercitar
reclamaciones civiles contra la Administración).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 35


[10.5] Prescripción

► Principales plazos de prescripción

► En nuestro ordenamiento se prevén diversos plazos de


prescripción según la naturaleza de los derechos ejercitados.
Asimismo, las previsiones son distintas según el ámbito del Derecho a
que nos refiramos (civil, administrativo, penal, laboral, etc.).

► Aquí nos centraremos en señalar los principales plazos de


prescripción previstos en el Código Civil, diferenciando entre
las acciones personales y las acciones reales:

Derecho Civil I – Elisa M. C. 36


[10.5] Prescripción

► a) Entre las acciones personales, los principales plazos de


prescripción son:

► 15 años para las acciones personales que no tengan señalado


término especial de prescripción (art. 1.964 CC).

► 5 años para las acciones para exigir el cumplimiento de las


obligaciones siguientes (art. 1.966 CC):
► La de pagar pensiones alimenticias.

► La de satisfacer el precio de los arriendos, sean estos de

fincas rústicas o de fincas urbanas.


► La de cualesquiera otros pagos que deban hacerse por años

o en plazos más breves.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 37


[10.5] Prescripción

► 3 años para las acciones para el cumplimiento de las


obligaciones siguientes (art. 1.967 CC):
► La de pagar a los jueces, abogados, registradores, notarios,

escribanos, peritos, agentes y curiales sus honorarios y


derechos, y los gastos y desembolsos que hubiesen
realizado en el desempeño de sus cargos u oficios en los
asuntos a que las obligaciones se refieran.
► La de satisfacer a los farmacéuticos las medicinas que

suministraron; a los profesores y maestros sus honorarios y


estipendios por la enseñanza que dieron, o por el ejercicio de
su profesión, arte u oficio.
► La de pagar a los menestrales, criados y jornaleros el importe

de sus servicios, y el de los suministros o desembolsos que


hubiesen hecho concernientes a los mismos.
► La de abonar a los posaderos la comida y habitación, y a los

mercaderes el precio de los géneros vendidos a otros que no


lo sean, o que siéndolo se dediquen a distinto tráfico.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 38


[10.5] Prescripción

► 1 año (art. 1.968 CC):


► La acción para recobrar o retener la posesión.

► La acción para exigir la responsabilidad civil por injuria o

calumnia, y por las obligaciones derivadas de la culpa o


negligencia de que se trata en el art. 1.902 CC, desde que lo
supo el agraviado.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 39


[10.5] Prescripción

► b) Entre las acciones reales, los principales plazos de prescripción


son:

► Las acciones reales sobre bienes muebles prescriben a los 6


años de perdida la posesión, salvo que el poseedor haya ganado
por menos término el dominio conforme al art. 1.955 CC
(usucapión), y excepto los casos de extravío y venta pública, y los
de hurto o robo, en que se estará a lo dispuesto en el párrafo
tercero del citado art. 1.955 CC (art. 1.962 CC).

► Las acciones reales sobre bienes inmuebles prescriben a los


30 años, sin perjuicio de lo establecido para la adquisición del
dominio o derechos reales por prescripción (art. 1.963 CC).

► La acción hipotecaria prescribe a los 20 años (art. 1.964 CC).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 40


[10.6] Caducidad

Caducidad

► Mediante el instituto jurídico de la caducidad se hace referencia a


aquellos supuestos en los que el ejercicio de una acción o
derecho debe hacerse necesariamente en un determinado plazo
no susceptible de interrupción alguna y de no realizarse en ese
plazo ya no podrá ejercitarse más pues supone la extinción de ese
derecho.

► Encuentra su fundamento en el interés público de que ciertos


derechos y facultades o poderes se ejerciten precisamente en
ese concreto plazo, y así evitar situaciones de incertidumbre
prolongada e inseguridad jurídica.

► En cuanto al cómputo del plazo de caducidad, cabe atender


igualmente a las previsiones recogidas en el art. 5 CC.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 41


[10.6] Caducidad

► Diferencias con la prescripción

► Grosso modo puede decirse que las principales diferencias entre la


caducidad y la prescripción son:

► El plazo de prescripción viene fijado por la ley, pero un plazo


de caducidad puede haberse señalado tanto por la ley como
por voluntad de los particulares.

► Mientras que la prescripción no opera automáticamente ni es


apreciable de oficio, la caducidad, por el contrario, opera
automáticamente (por el simple transcurso del plazo) y es
apreciable de oficio por los tribunales (esto es, aunque no se
alegue por el favorecido por esa caducidad esta surte efectos).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 42


[10.6] Caducidad

► La caducidad no es renunciable.

► La caducidad no es susceptible de interrupción.

► La caducidad extingue siempre el derecho o poder de


modificación jurídica que se ejercitaría con la acción; en
cambio, la prescripción como tal no extingue el derecho sino
solamente la pretensión, dejando, en su caso, debilitado al
derecho.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 43


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GRADO EN DERECHO Derecho Civil I: Las Personas
Elisa Muñoz Catalán

Tema 11: Representación


PROGRAMA DE LA ASIGNATURA

► 11 Temas en 3 Módulos
► Módulo 1: La Persona Física (Temas 1-5)
► Módulo 2: La Persona Jurídica (Temas 6-8)
► Módulo 3: Relación Jurídica y Derecho Subjetivo (Temas 9-11)

Derecho Civil I – Elisa M. C. 2


Módulo 3: Relación Jurídica y Derecho
Subjetivo (Temas 9-11)
► Tema 9: Relación jurídica y derecho subjetivo
► Tema 10: El ejercicio de los derechos. Prescripción y caducidad
(2 clases presenciales virtuales***)
► Tema 11: Representación

Derecho Civil I – Elisa M. C. 3


ESQUEMA

Derecho Civil I – Elisa M. C. 4


TEMA 11: REPRESENTACIÓN

► [11.1] ¿Cómo estudiar este tema?


► [11.2] Concepto, clases y presupuestos
► [11.3] Representación voluntaria directa e
indirecta
► [11.4] Representación legal
► [11.5] El poder de representación

Derecho Civil I – Elisa M. C. 5


[11.1] ¿Cómo estudiar este tema?

► En este tema se estudia de modo general el régimen de la


representación, esto es, de la actuación de una persona en lugar de
otra, analizándose los requisitos legales para que tal actuación en
lugar de otra persona sea eficaz y válida y los diferentes tipos de
representación que caben, junto con sus presupuestos.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 6


[11.2] Concepto, clases y presupuestos
Concepto

► La representación es el mecanismo jurídico por el que una persona


(representante) actúa en lugar de y en interés de otra persona
(representado), habiendo sido legitimado para ello por la Ley o por
esa concreta persona interesada.

► Podrá acudirse a la representación para llevar a cabo todo acto


jurídico negocial o no negocial y para el ejercicio de derechos o
facultades pero siempre que no tengan el carácter de
personalísimos.

► Se excluye de la posibilidad de acudir a la representación para la


realización de actos personalísimos; esto es, actos que el
ordenamiento prevea que solamente puedan ser realizados
personalmente como titular de los derechos afectados por esa
actuación (por ej., los actos que afecten a los derechos de la
personalidad, al estado civil, al Derecho de familia, a las declaraciones
de voluntad mortis causa como los testamentos).
Derecho Civil I – Elisa M. C. 7
[11.2] Concepto, clases y presupuestos

Clases

Representación legal

Clases Representación directa

Representación voluntaria
Representación indirecta

Derecho Civil I – Elisa M. C. 8


[11.2] Concepto, clases y presupuestos

Clases

► La clasificación básica y típica de la representación atiende al origen


de la misma y en este sentido cabe distinguir entre:

► Representación legal (que tiene su origen en la ley).

► Representación voluntaria (que tiene su origen en la voluntad


de las partes y, especialmente, del representado al conceder
autorización o legitimación a otra persona para actuar en su lugar
y en su interés). Asimismo, cabe distinguir a su vez entre:

► Representación directa (en la que el representante actúa,


además de en interés del representado, en nombre de este).

► Representación indirecta (en la que el representante, pese


a actuar en interés del representado, no actúa en nombre de
este sino en su propio nombre).
Derecho Civil I – Elisa M. C. 9
[11.2] Concepto, clases y presupuestos

Presupuestos generales

Actuación en nombre ajeno (contemplatio domini)

Presupuestos
Actuación por cuenta ajena
generales

Existencia de apoderamiento

Derecho Civil I – Elisa M. C. 10


[11.2] Concepto, clases y presupuestos

► 1. La actuación en nombre ajeno (contemplatio domini).

► El representante se debe presentar (expresa o tácitamente por


los hechos y conducta del representante) ante los terceros
con los que quiere contratar como una persona que actúa en
nombre de otra,

► De modo que esos terceros conozcan y sean conscientes de que


realmente van a contratar con el representado y no con el
representante, de modo que los efectos derivados del negocio
jurídico que realicen recaerán en la esfera jurídica del
representado y no en la del representante.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 11


[11.2] Concepto, clases y presupuestos

► 2. La actuación por cuenta ajena.

► El representante actúa bajo el principio de defender los intereses


del representado y cumplir las expectativas negociales de este,
de modo que en caso de conflicto con sus propios intereses,
siempre debe primar el interés del representado.
► El supuesto de conflicto de intereses más típico es el del
autocontrato, que tiene lugar cuando el representante celebra un
contrato actuando de una parte en representación de una
persona y de otra parte actuando en nombre propio o en
representación de otra persona, de modo que él solo es parte
firmante y contraparte firmante de ese contrato (por ej.
comprador y vendedor, arrendador y arrendatario).

► 3. Existencia de apoderamiento. Este presupuesto, aunque pudiera


en cierta medida y de algún modo encontrarse en las distintas clases
de representación señaladas, debe advertirse que adquiere mayor y
especial relevancia en el caso de la representación voluntaria directa.
Derecho Civil I – Elisa M. C. 12
[11.3] Representación voluntaria directa e
indirecta
Representación voluntaria

► La representación voluntaria tiene lugar cuando es el propio


interesado quien otorga a otra persona la autorización o
legitimación precisa para actuar en su lugar y en el marco de su
esfera personal y/o patrimonial.

► Podría actuar él mismo pero por los motivos que fuera ha


decidido que sea otro quien actúe por él; ahora bien, la actuación
del representante vendrá delimitada por la propia voluntad del
representado al concederle la representación, concretando las
facultades concedidas y las bases, directrices y límites de su
actuación.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 13


[11.3] Representación voluntaria directa e
indirecta
Representación voluntaria directa

► La representación directa es aquella en la que el representante


actúa no solamente por cuenta y en interés del representado sino
también en su nombre,

► De modo que los efectos de la actuación llevada a cabo por el


representante recaen directamente en la esfera jurídica (personal
y/o patrimonial) del representado, vinculándose este
directamente con el tercero con el que el representante ha
contratado (la relación jurídica que se crea con el tercero con el que el
representante contrata se establece entre ese tercero y el propio
representado, no con el representante); a estos efectos es como si el
representado hubiera actuado él mismo.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 14


[11.3] Representación voluntaria directa e
indirecta
Representación voluntaria indirecta

► La representación indirecta es aquella en la que el representante,


pese a actuar por cuenta y en interés del representado, no actúa en
nombre de este sino en su propio nombre (no concurre el
presupuesto de la contemplatio domini).

► En consecuencia, el tercero con el que contrate el representante


se vinculará con él, no con el representado; y para que los efectos
de esa actuación del representante recaigan en la esfera jurídica del
representado deberá llevarse a cabo un nuevo acto o negocio
jurídico entre el representante y el representado de modo que
aquel transferirá a la esfera jurídica (personal y/o patrimonial) de este
los efectos del acto celebrado con el tercero.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 15


[11.3] Representación voluntaria directa e
indirecta
► En definitiva, el punto clave de la distinción entre la
representación directa y la indirecta reside en la actuación del
representante en nombre del representado en el caso de la
representación directa (lo que determina la vinculación directa del
representado con el tercero, de modo que la actuación del
representante con ese tercero produce efectos directamente en la
esfera jurídica, personal y/o patrimonial, del representado) y en
nombre propio en la representación indirecta (lo que implica que
es él quien se vincula directamente con el tercero y no el
representado;

► Es en la esfera jurídica, personal y/o patrimonial, del representante


donde produce efectos el acto o negocio celebrado con el tercero; y
para que esos efectos se produzcan en la esfera jurídica, personal y/o
patrimonial, del representado el representante debe transferírselos
mediante un nuevo acto o negocio jurídico).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 16


[11.4] Representación legal

► La representación legal tiene lugar cuando el propio


ordenamiento jurídico atribuye a determinadas personas la
legitimación para actuar en nombre e interés de otras personas y
ejercitar derechos de los que otra persona es titular. Esto se
produce, por ej., en el caso de los menores, los discapacitados, los
desaparecidos, los ausentes, los nasciturus y los concursados: la ley
encomienda la gestión de los intereses de estos sujetos llevando a
cabo las actuaciones oportunas en su nombre e interés.

► Como en la representación voluntaria directa, en la representación


legal el representante actúa en nombre de otra persona
(contemplatio domini), teniendo un poder de representación que
dimana de la ley; también en este caso los efectos de lo actuado
por el representante recaen directamente en la esfera jurídica
(personal y/o patrimonial) del representado.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 17


[11.4] Representación legal

► Pero la diferencia principal entre la representación voluntaria y la


representación legal radica en que ésta implica la total sustitución
de la voluntad del representado por la del representante en la
realización de aquellos actos jurídicos que la ley prevé que debe hacer
en lugar del representado.

► En su actuación el representante gozará de cierta autonomía, con


independencia de la voluntad del representado (lógico, por otro
lado, en cuanto que la situación de este que determina legalmente su
representación implica la limitación o carencia de voluntad eficaz para
llevar a cabo determinados actos jurídicos o su desconocimiento por
no encontrarse presente), debiendo atender únicamente a los
límites que para su actuación pueda prever la ley o, en su caso, la
sentencia que declare la necesidad de un apoyo a la persona con
discapacidad.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 18


[11.4] Representación legal

► Son supuestos típicos de representación legal:

► La de los padres respecto de sus hijos menores no emancipados.

► La de los representantes legales o apoyos respecto de sus


pupilos o representados.

► La del defensor judicial respecto de los intereses de los menores


o discapacitados por él defendidos.

► La del defensor del desaparecido respecto de este.

► La del representante del declarado ausente respecto de este.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 19


[11.5] El poder de representación

Poder y apoderamiento

► El apoderamiento es el acto por el que se otorga un poder de


representación de una persona a favor de otra, concediéndole la
facultad y legitimación para actuar en su nombre, y que explica el que
los efectos de dicha actuación del representante recaigan en la esfera
jurídica del representado.

► Ese apoderamiento en la representación legal surge de la ley, pero en


la representación voluntaria directa consiste en la declaración de
voluntad de una persona (poderdante) de otorgar un poder de
representación a favor de otra (apoderado), siendo una declaración de
voluntad unilateral y recepticia (es válida con la sola concurrencia de
la voluntad del poderdante pero para que sea plenamente eficaz debe
ser conocida o comunicada al apoderado).

Derecho Civil I – Elisa M. C. 20


[11.5] El poder de representación

► El poder es el instrumento jurídico formal del apoderamiento que


permite a una persona actuar en nombre de otra, legitimándola para
actuar como su representante. Ese poder (legal o voluntario) será el
que concrete la extensión de las facultades de representación
concedidas.

► Clases de poder

Poder general Poder especial

Clases de poder Poder solidario Poder mancomunado

Poder revocable Poder irrevocable

Derecho Civil I – Elisa M. C. 21


[11.5] El poder de representación

► 1. Poder general (otorgado para gestionar todos los asuntos del


poderdante, salvo los personalísimos, o un conjunto de múltiples
asuntos todos relacionados con un determinado sector de actividad) y
poder especial (otorgado para uno o unos asuntos muy concretos).

► 2. Si el poder se otorga a favor de varias personas, resulta relevante


distinguir entre poder solidario (que supone que cualquiera de esas
personas puede individualmente llevar a cabo el negocio o acto
encargado) y poder mancomunado (que determina que todas esas
personas deben participar en la realización definitiva del negocio).

► 3. Poder revocable (el poderdante puede decidir dejar sin efecto ese
poder) y poder irrevocable (no cabe dejarlo sin efecto). Por su
naturaleza, y concretamente en el caso de la representación
voluntaria, el poder es revocable sin necesidad de alegar justa causa
o motivo alguno.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 22


[11.5] El poder de representación

Extinción del poder

► Son causas de extinción del poder (cfr. arts. 1.732 a 1.739 CC):

► Por las causas señaladas por el propio poderdante al emitir su


voluntad de otorgar poder.

► En el caso de poder especial, por la realización del acto o actos


determinados para los que se otorgó el poder.

► Dada la naturaleza de confianza de la relación existente entre


representante y representado, se extingue el poder por muerte
del poderdante (representado) o del apoderado
(representante); del mismo modo, en caso discapacidad o
declaración de prodigalidad del representante o del representado.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 23


[11.5] El poder de representación

► Por la revocación del poder por el poderdante; esto es, la


declaración de voluntad del poderdante de que se extinga ese
poder, de que ya no otorga legitimación a esa persona para
actuar en su representación. Esa revocación podrá ser expresa o
tácita y es, al igual que el otorgamiento de poder, una declaración
unilateral y recepticia (siendo destinatario, lógicamente, el
apoderado).

► Por renuncia del apoderado (representante). Se tratará de una


declaración de voluntad recepticia del representante que debe
ponerse en conocimiento del representado.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 24


[11.5] El poder de representación

► La actuación sin poder: exceso en la actuación e inexistencia de


poder; nulidad de lo actuado y ratificación

► En algunos casos, el representante realiza actos que exceden de las


facultades de representación concedidas o realiza actos cuando el
poder ya le ha sido revocado o incluso, aunque no es frecuente, una
persona realiza actos en nombre de una persona que ni siquiera le ha
otorgado poder alguno de representación; en definitiva, se realizan
actos sin estar amparado por un poder que legitime su actuación
en nombre, representación, del poderdante representado.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 25


[11.5] El poder de representación

► Se habla entonces de falsus procurator (falso representante).

► Como consecuencia de que esos actos se han realizado por el


falsus procurator con un tercero sin que el primero tuviera
poder de representación que lo legitime para que vincule al
representado con ese tercero, tales actos deben entenderse
nulos, no surtiendo efecto alguno (cfr. art. 1.259, segundo
párrafo, CC).

► Nota***: El art. 1.259 CC dispone que “Ninguno puede contratar


a nombre de otro sin estar por éste autorizado o sin que tenga
por la ley su representación legal. El contrato celebrado a
nombre de otro por quien no tenga su autorización o
representación legal será nulo, a no ser que lo ratifique la
persona a cuyo nombre se otorgue antes de ser revocado por la
otra parte contratante”.

Derecho Civil I – Elisa M. C. 26


www.unir.net
EL RECURSO DE
26 cuestiones AMPARO
CONS TITUCION AL
básicas sobre el
recur so de ampar o
constitucional

T R I B U N AL
CONSTITUCIONAL
D E E S PAÑ A

TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
2016
1. ¿Cómo se protegen los derechos 12. ¿Se puede excluir la identidad 21. ¿Cómo se justifica la especial
y libertades? del recurrente en el recurso de trascendencia constitucional?
amparo?
2. ¿Cuáles son los actos recurribles 22. ¿Cuál es el contenido de la
en amparo? 13. ¿Puede suspenderse la decision del Tribunal?
ejecución de la resolución
3. ¿Quién tiene legitimación para 23. ¿Cabe promover un incidente
recurrida?
recurrir en amparo? de nulidad de actuaciones
14. ¿Cuáles son los requisitos para contra la decision del Tribunal?
4. ¿Es necesaria la asistencia de un
la admisión del recurso?
Abogado? 24. ¿Existe algún tipo de recurso
15. ¿Qué derechos o libertades contra la decision del Tribunal?
5. ¿Se necesita un Procurador que
son protegibles en amparo?
te represente ante el Tribunal 25. ¿Es posible solicitar la
Constitucional? 16. ¿Qué es el agotamiento de la aclaración de una sentencia del
vía judicial previa? Tribunal Constitucional?
6. ¿Hay que pagar por el
procedimiento? 17. ¿Qué recursos son exigibles 26. ¿Es posible solicitar la
para el agotamiento de la vía rectificación de una sentencia
7. ¿Se puede solicitar asistencia del Tribunal Constitucional?
judicial previa?
jurídica gratuita?
18. ¿Qué es la invocación previa
8. ¿Cuál es el plazo para interponer
del derecho fundamental o
un recuso de amparo?
libertad pública?
9. ¿Dónde puedo presenter un
19. ¿Dónde se concreta la
recurso de amparo?
violación del derecho
10. ¿Hay que acompañar algún fundamental o libertad
documento al escrito del pública?
recurso?
20. ¿Qué es la especial
11. ¿En qué lengua ha de redactarse trascendencia constitucional?
el recurso de amparo?
2016
1. ¿Cómo se pr otegen los 2. ¿Cuáles son los actos incurrido en una nueva lesión de un derecho
derec hos y liber t ades? recurribles en ampar o? o libertad al conocer de los recursos
interpuestos contra los actos, decisiones o
disposiciones de aquéllas.
Los derechos fundamentales y las libertades El recurso de amparo ante el Tribunal
públicas tienen una doble vía de protección Constitucional permite reaccionar frente a En el recurso de amparo constitucional sólo
jurisdiccional en el ámbito nacional: las violaciones de los derechos fundamenta- puede pretenderse la preservación o el
les y libertades públicas que sean restablecimiento de lesiones concretas y
./ primero, mediante los recursos que prevé el
originadas por disposiciones, actos, efectivas de derechos o libertades.
ordenamiento jurídico ante la jurisdicción ordi-
decisiones, resoluciones, omisiones o simple
naria; No es una vía adecuada, sin embargo, para
vía de hecho, de los poderes públicos del
efectuar juicios abstractos de inconstitucio-
./ después, a través del recurso de amparo Estado, de las Comunidades Autónomas,
nalidad de normas o para garantizar,
ante el Tribunal Constitucional. así como de los demás entes de carácter
también en abstracto, la correcta aplicación
Los Tribunales ordinarios son, pues, los territorial, corporativo o institucional, y de
de los preceptos de la Constitución que
primeros garantes de los derechos y libertades sus funcionarios o agentes.
recogen y garantizan esos derechos
en el ordenamiento jurídico. fundamentales y libertades públicas.
Concretamente, el recurso de amparo
De esta manera, la tutela y defensa de esos puede interponerse contra las decisiones o
derechos y libertades por parte del Tribunal actos de las Cortes Generales o de las
Constitucional es siempre subsidiaria. Asambleas Legislativas de las Comunida-
des Autónomas, contra los actos o
disposiciones de las Administraciones
Públicas, contra las resoluciones de la
Administración de Justicia y contra los
actos y decisiones de la Administración
Electoral.

También se puede interponer de forma


"mixta" frente a actos o disposiciones de las
Administraciones Públicas y de los Tribuna-
les de Justicia, cuando éstos últimos hayan

2016
3. ¿Quién tiene legitimación 4. ¿Es necesaria la asistencia 5. ¿Se necesit a un Pr ocur ador
par a recurrir en ampar o? de un Abogado? que te represente ante el
Tribunal Cons titucional?
La legitimación la tiene tanto quien es titular Quienes quieran interponer un recurso de Quienes quieran interponer un recurso de
de un derecho fundamental o de una libertad amparo ante el Tribunal Constitucional amparo ante el Tribunal Constitucional
pública como quien ha sido parte en el deberán actuar bajo la dirección de un deberán conferir su representación a un
proceso judicial correspondiente, siempre que, Abogado. Procurador, aun cuando en el proceso
en uno y otro caso, se invoque un interés judicial previo hayan estado defendidos y
Dado que la incorporación a cualquier
legitimo en el asunto debatido. representados por un Abogado.
Colegio de Abogados de España habilita
El interés legítimo se identifica con la para el libre ejercicio de la profesión en todo Dado que la incorporación a cualquier
obtención de un beneficio o la desaparición de el territorio nacional, el que asuma la Colegio de Procuradores de España habilita
un perjuicio en el supuesto de que prospere el defensa en un recurso de amparo puede para el libre ejercicio de la profesión en todo
recurso. pertenecer a cualquier Colegio de Abogados el territorio nacional, el Procurador que
de España, eso si, "en calidad de ejerciente", asuma la representación podrá pertenecer a
La acción para acudir en amparo al Tribunal
salvo que se trate de personas que tengan el cualquier Colegio de Procuradores de
Constitucional es personalísima lo que impide
titulo de Graduado o Licenciado en Derecho, España.
que sea ejercida por persona diversa a la de su
que podrán defenderse a si mismas. La parte recurrente podrá otorgar su
titular, salvo en los casos de representación
(por ejemplo, como sucede con los menores o La carencia de Abogado implica la representación al procurador mediante
incapaces). imposibilidad de que pueda tenerse por poder notarial o mediante comparecencia
formulado el recurso de amparo. No ante un Secretario de Justicia del Tribunal
El Tribunal Constitucional ha reconocido la
obstante, se trata de una exigencia Constitucional.
legitimación para recurrir en amparo no sólo a
subsanable. La carencia de Procurador implica la
las personas físicas y jurídicas, sino también a
determinadas entidades representativas de imposibilidad de que pueda tenerse por
intereses colectivos como ha sucedido, por formulado el recurso de amparo, aunque se
ejemplo, con las organizaciones sindicales, trata de una exigencia subsanable.
con los Colegios oficiales o con entidades
asociativas.

2016
6. ¿Hay que pagar por el 7. ¿Se puede solicit ar ./ Si la resolución contra la que pretenden
pr ocedimiento? asist encia jurídica gr atuit a? interponer el recurso de amparo es de un órgano
judicial que no tenga su sede en Madrid,
El procedimiento ante el Tribunal La Constitución garantiza la gratuidad de la presentarán un escrito ante el Tribunal
Constitucional es gratuito, para garantizar que justicia para aquellos ciudadanos nacionales Constitucional manifestando su intención de
los ciudadanos puedan acudir a la instancia o extranjeros que acrediten la insuficiencia interponer el recurso de amparo y solicitando
constitucional en defensa de sus derechos de recursos para litigar. que se les designe Abogado y Procurador de
fundamentales y libertades públicas, sin que la turno de oficio, acompañando a este escrito una
La solicitud de asistencia jurídica gratuita la
insuficiencia de recursos sea un obstáculo copia de la resolución judicial que se pretende
puede efectuar tanto quien pretende
para ello. impugnar, la acreditación de la fecha en la que le
interponer un recurso de amparo como quien
Esta gratuidad no comprende, sin embargo, el ha sido notificada y la acreditación del derecho a
pretenda oponerse al mismo.
pago de honorarios de los Abogados o la asistencia jurídica gratuita previamente reco-
La insuficiencia económica puede ser
Procuradores cuya intervención es preceptiva, nocido.
originaria (estaba ya reconocida en el
salvo cuando se alegue una insuficiencia de Quienes se encuentren ante una situación de
proceso judicial previo al recurso de amparo)
recursos y se reconozca el derecho a la insuficiencia económica sobrevenida:
o sobrevenida (se pretende su reconocimien-
asistencia jurídica gratuita.
to de cara a la interposición de un recurso ./ Deberán solicitar ante el Colegio de Abogados
El Tribunal podrá imponer las costas derivadas de amparo). de Madrid o ante el Juez Decano de su domicilio
de la tramitación del proceso de amparo a el reconocimiento del derecho a la asistencia
Las personas que ya tuvieren reconocido el
quienes hayan mantenido posiciones no jurídica gratuita.
derecho a la asistencia jurídica gratuita con
fundadas o con temeridad o mala fe.
anterioridad a la interposición del recurso de ./ Deberán presentar ante el Tribunal Constitu-
amparo: cional, dentro del plazo para interponer el
recurso de amparo, un escrito manifestando su
./ Si la resolución contra la que pretenden
voluntad de interponer un recurso de amparo
interponer el recurso de amparo es de un
acompañándole una copia de la solicitud
órgano judicial con sede en Madrid, al
formulada ante el Colegio de Abogados de
contar ya con Abogado y Procurador de
Madrid o ante el Juez Decano de su domicilio.
Madrid procederán a interponer el recurso
en el plazo que corresponda según el tipo de
amparo. …/...

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…/... 8. ¿Cuál es el plazo par a judiciales), al de la notificación de las

El plazo para interponer el recurso de amparo inter poner un recur so de decisiones o actos parlamentarios que sean

quedará suspendido con la solicitud del beneficio ampar o? firmes por no ser susceptibles de revisión en

de asistencia jurídica gratuita. vía intraparlamentaria (recursos de amparo

El recurso de amparo debe presentarse en el parlamentarios) o al de la notificación de las


Una vez resuelta la petición, el plazo para
plazo improrrogable: resoluciones dictadas en el proceso
interponer el recurso de amparo se computará
contencioso-electoral).
desde la comunicación de la designación ./ de los 3 meses (recursos de amparo
provisional de Abogado y Procurador o desde que parlamentarios); ./ Se sigue el calendario del municipio de

se le notifique la resolución definitiva de la Madrid, por estar ahí la sede del Tribunal
./ de los 20 días (recursos de amparo contra
Comisión de Asistencia Jurídica Gratuita. Constitucional.
disposiciones o actos administrativos);
./ Se excluyen los días inhábiles (los
./ de los 30 días (recursos de amparo contra
sábados y el mes de agosto se consideran
resoluciones judiciales);
inhábiles a los efectos del cómputo del plazo
./ de los 2 días (recurso de amparo sobre de presentación del recurso de amparo).
proclamación de candidatos y candidaturas) o
./ Cuando el último día del plazo sea inhábil
3 días (recursos de amparo sobre
(por ser festivo o domingo), el plazo se
proclamación de electos y de Presidentes de
prorrogará hasta el siguiente día hábil.
las Corporaciones Locales), siguientes al de la
notificación de la resolución recaída en el ./ El recurso de amparo puede presentarse

proceso judicial previo. hasta "el día después" del término del plazo
o, lo que es lo mismo, hasta las quince horas
Para el cómputo de presentación debe tenerse
del día siguiente al del término del plazo (de
en cuenta que:
tres meses, veinte o treinta días).
./ El plazo comienza a contarse el día
siguiente al de la notificación de la resolución
recaída en el proceso judicial previo (recursos
de amparo contra disposiciones o actos
administrativos, y contra resoluciones

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9. ¿Dónde puedo present ar un re- 10. ¿Hay que acompañar algún 11. ¿En qué lengua ha de
cur so de ampar o? documento al escrito del redact ar se el recur so de
recur so? ampar o?

El recurso de amparo puede presentarse en el Al escrito del recurso de amparo se le El recurso de amparo debe redactarse en
registro general de la sede del Tribunal adjuntarán, en todo caso, los siguientes castellano, no solo por ser la lengua oficial del
Constitucional [calle Domenico Scarlatti, 6 documentos: Estado, sino también por ser la lengua oficial
(28003-Madrid)] o en la oficina o registro del lugar donde se encuentra la sede del
./ El poder para pleitos (notarial o mediante
central de los tribunales civiles de cualquier lo- Tribunal Constitucional (Madrid) y en el que se
comparecencia ante un Secretario de Justicia
calidad, en cualquier momento del plazo. desarrollarán las diferentes actuaciones,
del Tribunal Constitucional) por el que se
otorga la representación al Procurador para escritas y, en su caso, orales.
Si el recurso de amparo se presentase fuera de
estos lugares (por ejemplo, en un Juzgado de comparecer en el proceso de amparo. Aunque las actuaciones judiciales previas a la
Guardia o en una Oficina de Correos), no se to- formalización del recurso de amparo se hayan
./ En su caso, el documento que acredite la
mará como fecha de interposición la de su pre- desarrollado en cualquiera de las lenguas
representación del recurrente en amparo (por
sentación en esos lugares, sino la de recepción oficiales de las Comunidades Autónomas, tal
ejemplo, cuando se trata de las personas
del escrito en el Registro General del Tribunal criterio no puede aplicarse a la formalización
jurídicas).
Constitucional. en regla del correspondiente recurso de
./ Una copia del acto o resolución recaída en
amparo, ni tampoco a los posteriores actos
También puede presentarse telemáticamente a
el procedimiento parlamentario, administrati-
procesales.
través de la sede electrónica (registro electróni-
vo o judicial que es objeto del recurso de
co) existente en la página web del Tribunal Cons- Los documentos presentados junto con el
amparo.
titucional (www.tribunalconstitucional.es). recurso de amparo que estén redactados en la
./ La acreditación o certificación del órgano
lengua oficial de una Comunidad Autónoma
cuya resolución se impugna de la fecha en la
deberán acompañarse de una traducción al
que se produjo la notificación del acto o
castellano.
resolución impugnada.

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Así, por ejemplo, como criterio general, no se
12. ¿Se puede excluir la 13. ¿Puede suspender se la
identidad del recurrente en el ejecución de la resolución suspende la ejecución de aquellos actos o

recur so de ampar o? recurrida? resoluciones que admiten la restitución


íntegra de lo ejecutado (como sucede
habitualmente en las condenas de contenido
En casos especiales, el Tribunal puede no Con carácter general, la interposición de un
económico o patrimonial, salvo que, por su
divulgar en sus resoluciones la identidad de recurso de amparo no suspenderá los efectos
importancia o cuantía o por las especiales
las partes que intervienen en un recurso de del acto, disposición, decisión o resolución
circunstancias concurrentes, su cumplimiento
amparo, sustituyéndola por sus iniciales y impugnada.
pudiera causar daños irreparables).
omitiendo cualquier otro dato que permita su Cuando la ejecución del acto, disposición, de-
identificación. Tampoco se suspenden, con carácter general,
cisión o resolución impugnada produjera un
las penas privativas de libertad que tengan la
Ese anonimato se preservará de oficio, por el perjuicio (irreparable, real y concreto) que
condición de graves (por situarse por encima
propio Tribunal, cuando se trate de menores, pudiera hacer perder al amparo su finalidad, el
del umbral de los cinco años).
de personas que requieran de una tutela Tribunal podrá disponer la suspensión, total o
especial, de víctimas de delitos de cuya parcial, de sus efectos, siempre y cuando la
difusión se deriven especiales perjuicios o, en suspensión no ocasione perturbación grave a
fin, de personas que no sean parte del proceso un interés constitucionalmente protegido, ni a
de amparo. los derechos fundamentales o libertades
públicas de otra persona.
Ahora bien, cuando sea necesario garantizar el
La suspensión podrá solicitarse en cualquier
derecho a la intimidad de los solicitantes o
momento anterior a la adopción de una
cualquier otro interés constitucional, también
decisión por el Tribunal (sobre la admisión o
podrá preservarse el anonimato, bien de oficio,
sobre el fondo), pudiendo ser modificada la
bien a petición de las partes en el momento de
decisión adoptada durante el curso del
la presentación del recurso de amparo o en el
procedimiento de amparo en virtud de
de su personación posterior.
circunstancias sobrevenidas.

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14. ¿Cuáles son los requisit os 15. ¿Qué derec hos o liber t ades 16. ¿Qué es el agot amiento de
par a la admisión del recur so? son pr otegibles en ampar o? la vía judicial previa?

Para la interposición de un recurso de amparo No todos los derechos recogidos en la Los derechos fundamentales y las libertades
es necesario: Constitución son protegibles a través del públicas se protegerán, en primer lugar, por
recurso de amparo constitucional. los Tribunales ordinarios, que son sus primeros
./ Que se haya lesionado un derecho Únicamente lo son los consagrados en los garantes en el ordenamiento jurídico.
fundamental o una libertad pública. artículos 14 a 29 de la Constitución, más la Por esta razón, antes de acudir al recurso de
./ Que se hayan agotado todos los medios de objeción de conciencia del artículo 30. amparo, es preciso que se hayan agotado
impugnación previstos en el ordenamiento todos los medios de impugnación previstos por
Así, por ejemplo, la eventual lesión del
jurídico para obtener su restablecimiento. las normas procesales dentro de la vía judicial,
derecho de propiedad del artículo 33 de la
dando así a los órganos judiciales la
./ Que se haya invocado la vulneración del Constitución no es susceptible de amparo ante
oportunidad de pronunciarse y, en su caso, de
derecho fundamental o libertad pública tan el Tribunal Constitucional.
reparar la lesión padecida.
pronto como, una vez conocida, hubiera lugar En el escrito del recurso de amparo se
para ello. Si las vías ordinarias de recurso no hubiesen
citarán los preceptos constitucionales que se
servido para reparar la lesión causada en el
./ Que el problema planteado justifique una consideren infringidos.
derecho fundamental o libertad pública, el
decisión como consecuencia de su "especial La cita de eventuales infracciones de
recurso amparo ante el Tribunal Constitucional
trascendencia constitucional". preceptos de la Declaración Universal de
actuará como una garantía procesal subsidia-
Derechos Humanos o del Convenio Europeo de
ria de la judicial.
Derechos Humanos, no convierte a estos
En consecuencia, la jurisdicción constitucional
últimos en parámetro de la constitucionalidad
sólo puede intervenir una vez que, intentada la
del acto, disposición, decisión o resolución
reparación del derecho fundamental o libertad
impugnada, sin perjuicio, de su valor informati-
pública en la vía judicial ordinaria, y agotados
vo a la hora de interpretar los derechos y
todos los cauces procesales que ésta ofrece,
libertades consagrados en la Constitución.
dicha reparación no se haya producido.

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17. ¿Qué recur sos son exigibles La no interposición de un remedio procesal 18. ¿Qué es la invocación
par a el agot amiento de la vía procedente provocarla la falta de agotamiento
previa del derecho fundament al
judicial previa? de la vía judicial y, por tanto, la inadmisión del
o liber t ad pública?
recurso de amparo.
No se trata de cualquier remedio procesal Para que un recurso de amparo sea viable es
imaginable sino únicamente de aquellos que La interposición de un remedio procesal necesario que se haya denunciado con
puedan ser pertinentes y útiles para reparar la improcedente producirla un alargamiento anterioridad a su interposición la lesión del
lesión padecida. artificial de la vía judicial y, como consecuen- derecho o de la libertad tan pronto como, una
cia, la inadmisión del recurso de amparo vez conocida por el demandante la violación,
Entre los posibles remedios procesales se
cuando su presentación se haya producido hubiera tenido la oportunidad de hacerlo.
encuentra el incidente de nulidad de
fuera de plazo.
actuaciones que constituye un instrumento Con la invocación de la lesión del derecho
adecuado para denunciar ante el propio fundamental o libertad pública se pretende dar
órgano judicial la lesión constitucional que se la oportunidad de pronunciarse sobre la
le imputa (tanto por infracciones de tipo eventual vulneración y de restablecer el
procesal como por lesiones de carácter derecho fundamental o libertad pública
sustantivo), siempre que no haya podido ser violada.
denunciada antes de recaer la resolución que
El requisito de la invocación previa afecta a
ponga fin al proceso.
todos los recursos de amparo, ya sean de
Cuando existen varias quejas y unas son origen parlamentario, administrativo, judicial o
reparables a través del incidente de nulidad de electoral.
actuaciones y otras no, debe interponerse el
incidente de nulidad y esperar a su resolución
con anterioridad a la interposición del recurso
de amparo, pues no es posible simultanear
aquel incidente con el recurso de amparo
sobre quejas diferentes.

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normativos relevantes para la configuración
19. ¿Dónde se concret a la 20. ¿Qué es la especial
del contenido del derecho fundamental, o de
violación del derecho tr ascendencia constitucional?
fundament al o liber t ad un cambio en la doctrina de los órganos de

pública? garantía encargados de la interpretación de


los tratados y acuerdos internacionales
La violación denunciada se concreta en el Para que el recurso de amparo sea viable es ratificados por España.
escrito de demanda de amparo, en el que se necesario que el problema planteado ante el
./ Cuando la vulneración que se denuncia
expondrán de forma clara y concisa los hechos Tribunal Constitucional justifique una decisión
provenga de la ley o de otra disposición de
que la fundamenten, se citarán los preceptos como consecuencia de su "especial
carácter general.
constitucionales infringidos y se fijará la trascendencia constitucional".
pretensión perseguida de cara al restableci- ./ Cuando la vulneración traiga causa de una
Esa especial trascendencia se apreciará
miento o preservación del derecho fundamen- reiterada interpretación jurisprudencial de la
atendiendo a la importancia que tiene el
tal o libertad pública que se considere ley que el Tribunal Constitucional considere
asunto para la interpretación de la Constitu-
vulnerada. lesiva del derecho fundamental y considere
ción, para su aplicación o para su general
necesario proclamar otra interpretación
eficacia y para la determinación del contenido
Una vez admitido el recurso de amparo no es conforme a la Constitución.
y alcance de los derechos fundamentales y
posible ampliar o alterar su objeto en el
libertades públicas. ./ Cuando la doctrina del Tribunal Constitucio-
escrito que se presente al evacuar el trámite
nal sobre el derecho fundamental o libertad
de alegaciones concedido. Algunos de los supuestos de especial
pública que se alega en el recurso esté siendo
trascendencia constitucional son los
incumplida de modo general y reiterado por la
siguientes:
jurisdicción ordinaria, o existan resoluciones
./ Cuando se plantee un problema o una judiciales contradictorias sobre el derecho
faceta del derecho fundamental o libertad fundamental, ya sea Interpretando de manera
pública sobre el que no haya doctrina del distinta la doctrina constitucional, ya sea
Tribunal Constitucional. aplicándola en unos casos y desconociéndola
./ Cuando se dé ocasión al Tribunal en otros.
Constitucional para aclarar o cambiar su ./ Cuando la vulneración que se denuncia
doctrina, como consecuencia de un proceso provenga de la ley o de otra disposición de
de reflexión interna, o por el surgimiento de carácter general.
nuevas realidades sociales o de cambios
…/...

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…/... 21. ¿Cómo se jus tif ica la 22. ¿Cuál es el contenido de la
especial tr ascendencia decision del Tribunal?
./ Cuando la vulneración traiga causa de una
cons titucional?
reiterada interpretación jurisprudencial de la
ley que el Tribunal Constitucional considere
lesiva del derecho fundamental y considere Las decisiones de inadmisión adoptadas por el
La justificación de la especial trascendencia
necesario proclamar otra interpretación Tribunal especificarán el requisito incumplido,
constitucional se realizará en el escrito de
conforme a la Constitución. notificándose al recurrente en amparo y al
interposición del recurso de amparo de
./ Cuando la doctrina del Tribunal Constitucio- manera separada al razonamiento de la lesión Ministerio Fiscal.

nal sobre el derecho fundamental o libertad del derecho fundamental o libertad pública Las Sentencias dictadas sobre el fondo del
pública que se alega en el recurso esté siendo invocada. recurso otorgarán o denegarán el amparo
incumplida de modo general y reiterado por la solicitado.
Es necesario que en el escrito del recurso de
jurisdicción ordinaria, o existan resoluciones En caso de que se otorgue el amparo
amparo se distinga claramente entre la
judiciales contradictorias sobre el derecho pretendido, la sentencia contendrá alguno de
argumentación dirigida a razonar la existencia
fundamental, ya sea Interpretando de manera los siguientes pronunciamientos:
de la lesión del derecho fundamental o
distinta la doctrina constitucional, ya sea
libertad pública invocada y la destinada a ./ La declaración de nulidad de la decisión,
aplicándola en unos casos y desconociéndola
justificar que el problema planteado tiene una acto o resolución impugnados.
en otros.
especial trascendencia constitucional.
./ El reconocimiento del derecho fundamental
./ Cuando un órgano judicial incurra en una
Esa justificación se basará en alguno de los o libertad pública vulnerado.
negativa manifiesta del deber de acatamiento
supuestos a los que se ha hecho referencia
de la doctrina constitucional. ./ El restablecimiento del recurrente en la
con anterioridad.
integridad de su derecho fundamental o
./ Cuando el asunto suscitado, sin estar
libertad pública con la adopción de las
incluido en ninguno de los supuestos
medidas apropiadas, en su caso, para su
anteriores, trascienda del caso concreto
conservación.
porque plantee una cuestión jurídica de
relevante y general repercusión social o
económica o tenga unas consecuencias …/...
políticas generales.

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…/...
23. ¿Cabe pr omover un 24. ¿Existe algún tipo de
incidente de nulidad de recur so contr a la decision del
Si el recurso de amparo hubiera de ser actuaciones contr a la decision Tribunal?
estimado porque a juicio del Tribunal la ley del Tribunal?
aplicada al caso lesiona derechos
fundamentales o libertades públicas, se Con su decisión (sobre la admisión a trámite Puesto que el Tribunal Constitucional es el
elevará la cuestión al Pleno del Tribunal, con del recurso o sobre el fondo de la cuestión máximo intérprete de la Constitución, sus
suspensión del plazo para dictar sentencia en planteada) el Tribunal agota su jurisdicción al resoluciones no podrán ser enjuiciadas por
el proceso de amparo, hasta que aquél se resolver definitivamente el recurso, por lo que ningún órgano jurisdiccional del Estado.
pronuncie sobre la constitucionalidad de la ley no es posible promover un incidente de
Si el Tribunal Constitucional no admite a trámi-
aplicada. nulidad de actuaciones contra ninguna de sus
te una demanda de amparo o admitiéndola
decisiones.
desestima la pretensión articulada, la única
posibilidad que tienen las partes es la de
acudir, en el plazo de los seis meses
siguientes al de notificación de la resolución,
al Tribunal Europeo de Derechos Humanos,
siempre y cuando el derecho o libertad
eventualmente violado se encuentre
garantizado por el Convenio Europeo de
Derechos Humanos o alguno de sus Protocolos
ratificados por España.

Únicamente las providencias de inadmisión


serán recurribles por el Ministerio Fiscal,
mediante el recurso de súplica y en el plazo de
los tres días siguientes al de su notificación.

2016
25. ¿Es posible solicit ar la 26. ¿Es posible solicit ar la
aclar ación de una sentencia del rectif icación de una sent encia
Tribunal Cons titucional? del Tribunal Constitucional?

En el plazo de dos días, a contar desde la Las partes podrán solicitar del Tribunal
notificación de la resolución, las partes podrán Constitucional, en cualquier momento, la
solicitar del Tribunal Constitucional la rectificación tanto de los errores materiales
aclaración de algún concepto oscuro, suplir manifiestos como de los aritméticos en que
cualquier omisión o la rectificación de alguna haya podido incurrir su resolución.
contradicción manifiesta que se evidencie del
Un error material es manifiesto cuando se tra-
propio texto de la Sentencia, sin necesidad de
ta de un mero desajuste o contradicción pa-
nuevas deducciones o interpretaciones.
tente, independiente de cualquier juicio valo-
rativo o apreciación jurídica.

2016
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

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