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QUERER ES QUERER

“ Esta historia se remonta a 1993. ”

Breves minutos antes de la operación, recuerdo a mi hermano mayor diciéndome


que todo saldría bien y que no tuviese miedo. La verdad es que estaba muy
asustado, pero sabía que me encontraba en buenas manos. Estaba en unos de los
hospitales más conocidos de toda Europa.

Os preguntaréis el porqué de esto, pues bien, recuerdo ir a muchos hospitales y a


médicos desde muy pequeño, ya que casi siempre, me faltaba el aire, tenía siempre
congestión nasal y una tos casi permanente. Después de cada consulta, mi
hermano mayor me compraba un helado. Él era el mejor. Todos los días, tras la
consulta, me sacaba de mis mejores sonrisas. Siempre que me pasaba esto, iba al
médico. Con todos los que fui, me dijeron que era un catarro normal, que esto se
debía a que tenía un sistema inmunitario muy débil. Me decían que no me
preocupara, hasta que llegó el día en el que mis padres me llevaron al hospital. Allí
fue cuando nos hicieron saber que tendríamos que acudir varias veces para
poderme hacer muchas pruebas de sangre y de sudor para llegar a la conclusión de
mi fatal situación.

Dos años más tarde, en una de mis últimas consultas me dieron los resultados. Era
positivo en Fibrosis Quística, eso significaba que iban a operarme, en esa visita se
me encogió el corazón. Al salir, mi hermano me prometió que cuando me recuperara
de la intervención íbamos a comernos el mundo juntos. Los médicos hicieron
análisis genéticos de toda mi familia, y además, tenía un nivel de sal muy alto (un
gran grado de esta en el sudor, puede indicar la presencia de fibrosis quística).
Como algunos sabréis es una enfermedad hereditaria, la cual está causada por un
gen defectuoso que lleva al cuerpo a producir un líquido anormalmente espeso y
pegajoso llamado moco. La sustancia de esta enfermedad se acumula en las vías
respiratorias de los pulmones. Por eso tuve que someterme a una operación de alto
riesgo, fui el primero y el único en mi especie que había pasado por esa
intervención.

Hace tres meses de la operación y tengo memoria suficiente de cada minuto que
pasaba antes y después. Sin embargo, no recuerdo nada de como fue durante.
Antes de nada me despedí de toda mi familia y me dieron muchos ánimos, al igual
que las doctoras. Ellas, al verme muy angustiado, me contaron que no iba a sentir
nada de dolor porque iban a ponerme anestesia, no me lo explicaron
detalladamente para no preocuparme. Recuerdo que me dijeron varias veces que la
persona que me estaba cediendo su pulmón tenía era muy valiente. A partir de aquí
perdí el hilo de todo.
Al recuperarme de la operación, solo quería llegar a casa y descansar. Fue así, pero
había un pequeño inconveniente. Mi hermano no estaba y nunca volvió a estar.

Por eso, hoy dia 17 de Julio, por su decimoctavo cumpleaños, estoy sentado junto a
su sepulcro leyendo esta carta a mi héroe:
Querido Don Miguel;…. Me gustaría darte las gracias por quererme como nunca
supe ….

Milis y pili

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